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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
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Ficha de Personaje Alias: Arion Nombre real: Ahri'ahn Universo: DC Universe
Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 22nd Noviembre 2020, 01:51
¡Ya están las votaciones del mes de noviembre! Éste mes ha habido muchas participaciones, así que son tres post Tenéis hasta fin de mes para enviar vuestras votaciones a la cuenta de Omega. El post lo tenéis aqui. ¡Muchas gracias a todas y todos!
Mensajes : 344 Fecha de inscripción : 10/08/2019 Localización : Santa Mónica Empleo /Ocio : Cantante heavy Humor : Ardiente
Ficha de Personaje Alias: Wraith Nombre real: Aidan Doyle Universo: Marvel
Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 24th Noviembre 2020, 23:02
Me ha gustado mucho la ambientación de éste post; la música, la utilización de las marionetas como recurso terrorífico, el circo siniestro... Una vez más una atmósfera digna de la mejor película de terror! Y la elección del camino final es maravillosa xd
Edward Johns escribió:
Una música siniestra empezó a sonar por toda la carpa, sin saber exactamente de donde provenía…De pronto la cabeza de una marioneta desgastada y vieja se asomó de la parte baja de la ventana: - ¡Hola niños! ¡Soy Jackie el payaso saltarín! – La marioneta entera emergió, se trataba de una figura de un payaso que saludaba a Kim haciendo una reverencia, su sombra, proyectada por el fuego, se mostraba en la lona que formaba la pared de la tienda: - ¡Me hace muy feliz que estéis aquí…- La marioneta giró la cabeza de un lado a otro: - ¡Hoy os voy a explicar la historia de cómo…- De pronto se calló mientras otro títere, un demonio , con cuernos y un aspecto igual de viejo se asomaba por un lado agitando los brazos: - ¡No vas a contarles nada! ¡Aquí sólo hay una niña! – La figura del demonio se acercó al payaso y empezó a golpearla: - ¡No has cumplido tu pacto! – El payaso gimoteaba mientras el demonio le golpeaba y reía con una siniestra sonrisa, a medida que la violencia se intensificaba, la boca del demonio se iba abriendo, dejando a la vista unos terribles dientes afilados, propinó un mordisco a la cabeza del payaso, arrancándola, empezó a brotar sangre de la marioneta, el fuego se apagó, se hizo el silencio:
-Kim….Ahora voy a tener que comerte a ti…- La misma voz que había hablado desde detrás de la estructura y que había manejado las marionetas susurró arrastrando las sílabas a la espalda de la niña, a aquella frase la siguió una risa siniestra que se perdió en la oscuridad.
Las luces de la carpa se encendieron poco a poco y el lugar fue mostrándose ante sus ojos, vacío y silencioso, extrañamente tranquilo, la entrada al lugar volvía a estar abierta…Algo húmedo y caliente le cayó a la chica en la pierna derecha desde el techo, poco a poco fue levantando la mirada para ver con horror la terrible figura que la observaba desde el techo.
Era un payaso con cierto parecido al que se había encontrado en la feria, este, sin embargo, tenía una ropa que parecía más antigua y sin color, blanca, sólo teñida por la suciedad que acumulaba, con sus largas garras estaba adherido al techo de lona y sus ojos, amarillos y bizcos miraban fijamente a la niña mientras salivaba por una boca que mostraba unas tres hileras de dientes terriblemente afilados y amarillentos que destacaban en su cara blanca y deformada:
Spoiler:
-Es hora de comer…- La bestia se dejó caer justo cuando Kim se lanzó hacia atrás para esquivarla, su puro instinto la hacía moverse sin pensar, se desplazaba rápidamente a través de los bancos y salió rápidamente al exterior, frente a ella se encontró dos carteles, en uno indicaba una dirección y decía:
MUERTE ASQUEROSA. Esa dirección parecía llevar a un túnel que se sumergía en lo más profundo de la tierra.
Al lado había otro cartel que indicaba otra dirección en el que ponía: MUERTE CON DOLOR. El camino discurría hacia una casa que parecía abandonada.
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Barbara Gordon DC Universe
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Mensajes : 609 Fecha de inscripción : 12/11/2013 Localización : Gotham City Empleo /Ocio : Oracle Humor : Not in your life, Boy Wonder
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 26th Noviembre 2020, 08:06
Sympathy for the Devil está quedando genial a sus users ¡tenéis que echarle un ojo!
Doug Rattmann escribió:
Llevaba un mes encerrado en ese búnker húmedo y frío desarrollando uno de los mejres escudos de la historia para un tipo chiflado que había quemado su casa. Era una situación que volvería loco a cualquiera, claro...
...salvo a quién ya está loco.
Aidan Doyle escribió:
La máscara de demonio yacía abandonada sobre la mesa del laboratorio, entre los tuppers de comida que se iba gradualmente enfriando, mientras el hombre a la que pertenecía desnudaba su alma de la misma manera que había hecho con su rostro. Ya no quedaba nada que ocultar... Lo había soltado todo y Rattman era la primera persona con la que se sinceraba. No con su grupo, que eran amigos suyos desde la universidad, ni con Edward ni con Dinah, sino con aquél hombre que no tenía sino motivos para odiarle, que había sido su prisionero y al que había obligado a trabajar para él en contra de su voluntad.
¿Por qué él? ¿Por qué Rattman?
Quizá no había ningún motivo real más allá de la aleatoriedad de un borracho, o, quizás, deseaba que alguien le despreciara tanto como él se despreciaba a sí mismo.
Jesse Custer Vértigo Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 28th Noviembre 2020, 01:29
Llevaba mucho tiempo queriendo comentar las respuestas de Sasha en este hilo, pero hasta ahora, por increíble que parezca, no había encontrado el momento para sentarme a releerlo con calma.
Para yo iniciar un ship tiene que suceder primero que yo me enamore del otro pj. Sólo entonces sé que es la elección correcta. Me pasó con Elissa, que me enamoré del pj cuando Drago estaba en otra relación y pensaba que no podrían terminar juntos, me pasó con Lorenzo, aunque en éste caso parece improbable que Raven y él terminen juntos, me pasó con Dinah, cuando ni siquiera tenía previsto hacer ningún ship con Aidan, y me ha pasado con Sasha en éste tema. ¡Son preciosos juntos! Es en esos momentos, cuando tienes la completa sensación de que encajan a la perfección, y el ship surge de manera natural, sin forzarlo. Me encanta cuando sucede así porque es como me resulta auténtico. Natural. Como que los pj parecen hechos el uno para el otro. Quería destacar éstos dos fragmentos que me han resultado maravillosos, y realmente no puedo decir más que lo que ya dice Jesse al reaccionar a los mismos, porque... bueno, es que no hay más que decir xd Sólo leed y juzgad por vosotros mismos
Sasha Triger escribió:
De golpe saqué mi cartera y dejé lo que debía y un cálculo rápido de lo que había pedido él, con algo de propina. Seguramente… dejé mucho de más por no querer pensar. -¡VAMOS!- Cogí mis cosas y la botella de vino con una mano, agarré la suya con la otra y corrí fuera del local tirando de él, arrastrándole hacia fuera. Le agarraba con firmeza, como si de su agarre dependiese que yo siguiera en pie, aunque era yo quien tiraba. Al salir a la calle me quedé quieta, mirando al cielo.
Vi que andando unos cuantos metros se podía salir del recinto de la gasolinera y había un campo con algún que otro árbol y un llano de verde césped que brillaba con la luz de la luna. Corrí de nuevo hacia allí, sin soltarle. -¡EH!- grité sin dejar de mirar al cielo hasta estar en ese claro, mirando al cielo. Le solté y guardé mis cosas como pude entre mis bolsillos, dejando la botella en manos del pastor. Una vez con las manos libres, las dirigí a mis comisuras alzando el grito hacia las estrellas -¡¡QUÉ COÑO TE PASA!! ¿EH? TE CREES QUE PUEDES PUTEARNOS A PLACER, ¡HAZTE UNA CUENTA DE NETFLIX Y DÉJANOS VIVIR!- de un par de saltos volví a colocarme junto a Jesse, y le agarré por los hombros con un brazo, pegándole a mí, sin dejar de gritar al cielo. -¡ESTE TÍO NO SE MERECE NADA DE LO QUE LE HAS HECHO! ERES UN MIERDA Y UN COBARDE, Y NO ARREGLAS NADA DEL MAL QUE HACES. ¡¡NO TE MERECES NADA!!- Mira, yo qué sé… En ese momento gritarle a Dios me pareció buena idea. Me giré hacia él, clavando la mirada en su intensa y oscura pupila. Jadeando, completamente liberada. -¿Quieres? Joder, yo en tu situación tendría ganas… O bueno, puedes mandarle un mensaje con la mierda sonriente, lo que tú quieras…- le robé la botella de la mano, di un trago largo y me dejé caer, boca arriba, contra el césped.
Sasha Triger escribió:
Buscando la respuesta en su pupila me percaté de que la luz de la luna hacía que brillase más de lo habitual. ¿Estaba…? -Jesse… - Me incorporé apoyándome sobre mis rodillas y la palma de mis manos, junto a él, buscando una altura similar cara a cara. Y fue cuando me di cuenta, de que era como yo.
Puedes parecerte a una persona en muchos aspectos, físicamente, la voz, la actitud, los gestos, las opiniones polémicas… Pero no. Jesse y yo compartíamos esencia. Dos gilipollas que siempre parecían ser felices salvo en soledad, tirando de un mundo que les había castigado para pelear contra un dios, un destino o una fuerza mayor tocacojones que había decidido hundirnos en la mierda. Pero sobrevivimos. Aquí estamos, siempre estamos. -Sabes… Sé que puede doler mucho llorar sólo cuando echas el pestillo - Le busqué la mandíbula con la mano para obligarle a mantener la mirada. -Pero si de verdad vas a estar para mí, por el motivo que sea… Tus días de llorar solo se acabaron- Me incorporé sobre mis rodillas para acercarme a él todo lo que pude, rodeándole el cuello y la espalda con los brazos, apoyando su sien en mi pecho. -No he tenido el placer de conocer a Billy-Bob y apenas te conozco a ti, pero pondría la mano en el fuego por decir que le quieres de verdad- me daba igual si estaba muerto, no dejas de amar a los que se van sólo porque ya no estén. El presagio maldito de esa boda que había mencionado era muy revelador, pero tampoco hurgaba en una herida que el predicador había querido tapar rápidamente.
-Es inevitable, el dolor. Y además pareces de esos gilipollas que se culpan de todo lo malo que le pasa a sus seres queridos, así que también aprovecho para decirte que quizá vaya siendo hora de perdonarse- lo sabía, porque yo también lo hacía. -Permítete estar triste, “especie de cura”, pero no tengas el valor de arrastrar una vida secreta infeliz por algo que no puedes cambiar
_________________ Momentos que atesoro en el corazón - Segundas oportunidades - Las personas de mi vida (reencuentros y despedidas)
Ahri'ahn DC Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 30th Noviembre 2020, 01:32
Otra de las maravillas que nos arrebató el abandono de la usuaria que llevaba a Cédric del foro era éste enfrentamiento épico entre mi queridísima discípula Elissa Stavridis y la Némesis de Drago, Cédric Valjean. Éste tema, además de constituir un duelo mental de proporciones épicas contaba con el atractivo extra de, por un lado, mostrarnos el interior de la retorcida mente de Cédric y, por el otro, permitirnos ser testigos de la maravillosa simbología de los poderes de Psique en acción, que es algo que se ha visto poco en el foro. De éste tema inicialmente compuesto por las dos jugadoras necesito mencionar varias partes:
\"Elissa Stavridis & Cédric Valjean escribió:
-Bueno… ¿Por dónde empezamos, Elissa?
- Sé que los días de Freud quedaron atrás, pero… no puedo evitar ser un poco nostálgica. Supongo que ya te has fijado en el diván - se encogió de hombros, casi como si le pidiera disculpas. Se lo había solicitado a Sharpe la noche anterior, y el director había cumplido. - Mi habilidad te sume en un estado muy similar al sueño, o a la hipnosis. Pensé que querrías estar cómodo.
Por un momento, pensó que Cédric sopesaría el peligro de la inconsciencia y se echaría atrás. Pero después recordó que el joven sentado frente a ella no sentía miedo.
- He pedido que nos dejen solos para que podamos trabajar con más comodidad. Empezaremos en cuanto estés listo.
Los ojos de Cédric se estrecharon ligeramente al escuchar el comentario de la mujer. Fue un instante, apenas lo necesario como para siquiera registrar la amenaza antes de que su actitud cambiara radicalmente. Pero… Estaba ahí, y Elissa lo había visto.
-He estado pensando, nada más. Pero me alegra saber que te preocupas por mi bienestar… Aunque sea por obligación.-Sonrió con fingida resignación, antes de levantarse. En lugar de tenderse en el diván, tal y como la doctora le había indicado… Cédric se acercó a la puerta. -Me sorprende que aún creas que tus palabras tienen el suficiente peso como para que Sharpe las obedezca, Elissa. Pero no te preocupes… Nos dejarán tranquilos, quieran o no. -El chasquido del pestillo subrayó sus palabras, haciéndole saber a Elissa que había una barrera entre ellos dos y la seguridad del mundo exterior. Entre ellos dos y la ayuda que, quizás, llegara a necesitar. Si tan sólo supiera lo que su paciente le había dicho a los guardias que acababan de irse…
De éste fragmento me ha encantado la velada y sutil amenaza que se esconde en un gesto tan sencillo como el que realiza Cédric al correr el pestillo... y que, sin embargo, a pesar de ser tan simple, consigue ponernos los vellos de punta.
Cédric Valjean escribió:
Lo primero que notó Elissa fue… Que se ahogaba. Cuando abrió los ojos, sólo la oscuridad y el silencio de las profundidades le dieron la bienvenida, rotos por los rayos de luz anaranjada que se filtraban desde la superficie sobre ella. Quizás fuera capaz de respirar, al fin y al cabo nada de eso era real… O quizás no. Pero hiciera lo que hiciera, nada la libraría de la podredumbre que infectaba ese lugar. La corriente la empujaba río abajo, lenta pero inexorable, y Cédric… Cédric no estaba a su lado. O al menos, no lo suficientemente cerca como para que esas aguas, viciadas de polución, le permitieran verlo. Un par de peces de formas extrañas pasaron a su lado, rodeándola antes de dirigirse al fondo. Sin embargo… Ninguno de ellos llegaría jamás a su destino. Una mano huesuda salió de entre los escombros, y con un movimiento muy parecido al de una serpiente, atrapó al primero. El segundo no tuvo mejor suerte, ya que su intento de escape no fue suficiente para salvarlo de las múltiples manos y brazos que brotaron del fondo. Si Elissa se fijaba bien, repararía en que todas ellas eran distintas entre sí… Y que, quizás más importante, estaban tratando de alcanzarla a ella. Estaban tratando de hundirla, de llevarla con ellos a ese oscuro lugar al que se habían visto confinados después de morir a sus manos. Porque nunca tendrían suficiente compañía… Porque nunca serían suficientes para llenar el lecho de ese río, y detener de una vez por todas su curso.
La primera se cerró en torno a su tobillo, con la solidez de un grillete de metal. La siguiente trató de hacer lo mismo, pero falló: Sus garras encontraron finalmente el camino hasta su túnica, y la desgarraron antes de aferrarse a ella. Poco a poco, el cuerpo de Psique fue alejándose del brillo que señalaba la superficie, víctima de esa fuerza que sólo quería hundirla, asimilarla, reducirla a un vívido recuerdo. Taparon su boca, se aferraron a sus miembros con la desesperación de una persona que, al ahogarse, condena a su rescatador en un intento de conseguir sacar la cabeza del agua. Pero, a pesar de todo… Elissa pudo ver una salida. Sobre ella, a una distancia extrañamente cercana (¿cuándo había dejado eso de ser tan profundo?), algo atravesó la superficie del agua. Una mano enguantada, tendida hacia ella tal y como alguien le ofrecería ayuda a otra persona para levantarse después de una caída. Un gesto amable… Pero que no aseguraba ser menos peligroso que la situación de la que parecía ofrecerse a salvarla. La decisión, como siempre, era suya.
El inicio del enfrentamiento mental, propiamente dicho. La reacción de Psique es, simplemente, magnífica:
Elissa Stavridis escribió:
La sangre que rodeaba a Psique no hervía. Era fría y viscosa contra la piel, presionaba contra sus fosas nasales y sus labios firmemente cerrados. Era una losa de mármol que pronto hundiría sus pulmones bajo su peso inexorable. La mano de la superficie, sin embargo, era una promesa. Reconoció su piel pálida, sus largos dedos.
Había perdido a Cédric de vista, y aquello no le gustaba. Así que volvería a traerlo con ella.
Aferró su muñeca con dedos ensangrentados, como si ella misma se hubiera convertido en una de las almas del pozo. Tiró de él. Separó los labios, y se metió la mano libre en la boca, sacando la moneda que guardaba bajo la lengua.
La moneda era de color azul pálido y relucía débilmente. Mientras Psique la sostenía entre los dedos, empezó a desenrollarse hasta convertirse en una cadena de palabras entrelazadas.
Έλα, βάρκα. Βοήθησέ με να διασχίσω το ποτάμι. Έλα, Χάρον. Εδώ είναι η πληρωμή σας.
Éla, várka. Voíthisé me na diaschíso to potámi. Éla, Cháron. Edó eínai i pliromí sas.
Ven, Barquero. Ayúdame a cruzar el río. Ven, Caronte. Aquí está tu pago.
Las letras mutaron de forma, estirándose y encogiéndose bajo los pies de la griega. Psique no soltó la mano con la que había aferrado a Cédric, aunque el telépata se resistía con una fuerza sobrehumana. No importaba. La fuerza que surgía por debajo de Psique terminó por empujarlos a ambos hacia arriba, lenta e inexorablemente, hasta que sus cabezas rompieron contra la superficie roja.
Estaban sobre una barca. El armazón estaba hecho de huesos, como si se hubiera construido a partir del tronco de un titán, largo tiempo perdido. En la quilla colgaba un farol donde relucían aún las letras del conjuro. Detrás de Cédric, una figura encapuchada remaba con una larga pala. Llevaba la cabeza gacha, y sus movimientos eran mecánicos, vacíos de vida. Las palabras azules resbalaban por su túnica como hilillos de agua.
Es una lástima que la usuaria que llevaba a Cédric no pueda participar en el final de toda ésta trama épica, pero ardo en deseos de leer la continuación
Por último, me gustaría mencionar a Martha en el evento de Raven por dos motivos: primero, porque me encanta cómo interpreta a Tristeza. De un pecado prácticamente desconocido, ella ha sabido otorgarle una personalidad propia que personalmente me resulta chulísima. El segundo motivo es por el bombazo revelador que finalmente se descubre, y del que me siento muy halagada por haber decidido revelarlo en mi evento:
Martha R. escribió:
Durante milenios fue olvidada, el tiempo pasó y en los libros se perdió la mención del octavo pecado capital, de la memoria desapareció e incluso de la cultura de aquel pequeño planeta azul se perdió la mención de la tristeza cuando se hablaba de los pecados capitales. Pero todo acabo el día que volvió al mundo terreno; en el segundo que habito un cuerpo y consiguió la forma física volvió a estar entre sus hermanos y esta vez se aseguraría de no ser olvidada nunca más mientras que, con sus hermanos, forjaban este planeta en algo diferente, algo mejor.
Bajo la sombra de la Estatua de la Libertad, Tristeza levitaba un trozo del pavimento y sentada sobre él miraba la ciudad desde las alturas, a toda esa gente correr intentando salvar su vida. Sus lágrimas interminables bajaban hasta su boca, saboreando su sabor salado pasándose la lengua por los dientes; muy pronto los habitantes de la tierra perderán toda esperanza, cuando todos esos tristes humanos están bajo el yugo de ella y sus hermanos, lo único que habrá en ese baldío… será la tristeza.
(...)
Sintió mucho, mucho frío, como si se hubiera caído en las gélidas aguas de un mar helado, sensación que desapareció justo cuando un desagradable calor inundó sus muñecas, parecía sentir que su piel se pelaba y su carne se fundía. Abrió los ojos, gritando para que alguien viniera en su ayuda pero… no había nadie, de hecho ni siquiera estaba en un lugar en el que hubiera un frío excesivo como el que estuvo sintiendo hasta hace unos instantes, ni el calor que sentía ahora en sus brazos, no al menos hasta que bajó la mirada y vio las cadenas rojas con grabados demoníacos que la sujetaban al suelo.
Se levantó a duras penas, no podía moverse más de tres pasos sin que la cadenas la volvieran a tirar al suelo. El prado en el que se encontraba era de una hierba alta, de color dorado, por eso no pudo ver a la figura que estaba en frente suya a unos escasos metros, pero si que escucho la risa… esa risa, jamas podría olvidar, la risa del ser que la estuvo torturando mentalmente durante todos esos años
-Vaya, vaya… me alegro de volver a verte, Martha
Intentó huir, sacudió la cadenas con intención de romperlas pero no fue capaz, la figura seguía subiendo poco a poco de entre las hierbas y, cuando por fin estuvo cara a cara con Martha… la mujer no pudo sentirse más confusa en toda su vida; ¿Por qué, en vez de la figura con escasa forma humana que tenía asociada como el Ente… estaba frente a su tio Borja? No, esto debía ser un truco de su imaginación o del Ente, que deseaba engañarla con todo tipo de trucos. Se fijo en que su supuesto tío tenia las mismas cadenas que ella y parecían tan reales como las suyas
-Tu… tu eres… no, esto no tiene sentido, no puede ser verdad
El Ente sonrió, negando con la cabeza mientras Martha le miraba atónita
-Oh, pero lo es… me llevas llamando “Ente” mucho tiempo ¿No crees?- dio unos pasos hacia delante, tensando sus ataduras al máximo -Llamame Javis… Javis Kotska
Mensajes : 151 Fecha de inscripción : 13/04/2020 Localización : Chicago Empleo /Ocio : CEO de una empresa de publicidad y diseño web Humor : Ardiente
Ficha de Personaje Alias: Ninguno Nombre real: Elian Iquelo Universo: DC Universe
Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 30th Noviembre 2020, 23:29
Me encanta la manera en la que está construido éste post, y las metáforas escogidas me han parecido muy hermosas:
Kim HwaJae escribió:
La jugada no era del todo fácil. En general hay mucha gente reticente a hacer caso a los críos, y los que si les prestan atención casi nunca es para bien. En el sector hostelero hay una especie de norma no escrita que consiste en obviar a las criaturas hasta que se confirma que van con sus padres, como si un niño con 6 dólares no fuese capaz de pedir por sí mismo un banana split. En la puerta del Giordanos había un tipo fumando un cigarrillo y escribiendo mensajes frenéticos en su móvil. Vete a saber. Una novia que no contesta, un jefe que es imbécil. Motivos tenía seguro. Lo que me importaba es que me servía. Entré en la Pizzería y esperé mi turno, y cuando llegué al mostrador hice mi mejor esfuerzo por asomarme sobre él, apoyando ambas manos en la barra. Sonreí, porque es el único estado natural de un niño que está a punto de comer pizza. A menos que sean celiacos. Pobres desgraciados.
- ¡Una pizza por favor! - el hombre al otro lado de la barra me miró con esa sonrisa condescendiente que los adultos ponen a los niños, y que a mi me daba ganas de hacerle tragar el servilletero.
- Claro, princesa. ¿De qué la quieres?
Abrí los ojos mucho y me di en la frente con la mano en un ademán exagerado. A los niños les encanta repetirlos cuando los ven en la tele y ven que a cualquier adulto del que pueden tener un poquito de atención les resulta gracioso.
- ¡Ay, caramba! - imité un popular latiguillo de una serie animada. - Se me ha olvidado. ¡Un momento!- salí corriendo. El dependiente me vio desaparecer tras la puerta, intercambiar unas palabras con el hombre que fumaba y volver a entrar. - Pizza de jamón y albóndigas con extra de mozarella. - mi tono pizpireto hizo que el hombre riera, me cogiera el dinero y me diera el cambio con una gran sonrisa tierna. Lo triste es que el imbécil creía de verdad que estaba presenciando algo adorable.
[---]
La mujer rió, con la melodía de una obra perfecta cuya orquesta interpretaba sólo las notas idóneas. El más hermoso sonido tenía sólo un instrumento. Sus cuerdas vocales. Dejó que el mar de los ojos de él hiciera contacto con los propios, estanques de agua clara. En esos misterios se ocultaban sirenas y náyades, fantasías sin límite que le invitaban a olvidarse de la seguridad de la tierra, que amenazaban con embelesar a Elian de tal modo que no se daría cuenta de cuándo o cómo le devorarían las aguas. No se espantó de su contacto, mas bien al contrario. Cuando sus dedos pasearon sobre la piel de su mejilla, inclinó el rostro hacia ellos cerrando los ojos. Su pecho se elevó al respirar en profundidad, y la comisura de esos labios rojos se elevó con suavidad escondiendo con una sonrisa sus besos. No hay depredador que no disfrute del aroma de su presa.
"Me parece que este va a ser intensito."
Sus ojos azules volvieron a abrirse, y un rubor encantador le pintó las mejillas dándole los últimos toques a la perfección de su figura, con la belleza irreal que sólo los artistas son capaces de ver, sentir, crear y plasmar en sus pinturas.
"Bueno, no importa."
Sus labios se entreabrieron, como se abren las nubes del cielo después de una tormenta, otorgando de nuevo la bendición de la luz.
- Me gusta pensar que soy real.- su respuesta parecía simple, pero escondía mas de lo que Elian podría imaginar. - Por que... ¿Qué sería de mi si fuera un sueño? - le preguntó al tiempo que su mano se elevaba para abrazar la que él había utilizado para acariciar su propio rostro, no en su totalidad, sólo con el leve contacto de las yemas de sus dedos contra sus nudillos. Los surcó con la dulzura de una madre, la timidez de una virgen, el cariño de una esposa y el ardiente deseo de una amante. Todo lo que él pudiera desear, ella lo era. Podía serlo para él. - Los sueños... son silencios. Anhelos secretos, deseos escondidos. Todo lo que no tenemos valor de materializar. Todo lo que querríamos alcanzar, pero se escapa entre nuestros dedos. - improvisó, mientras su rostro giraba, para acariciar esta vez con su mejilla la mano de él. - Si fuese un sueño...- susurró para él, misteriosa y sugerente, al tiempo que acariciaba con sus labios rojos el dedo índice deslizándose por él hasta dejar escapar la yema con un vacío insoportable. Regando en él su calidez, antes del frío de su marcha. - Si lo fuese... No podrías sino dejarme escapar...
[---]
Había tenido bastante de ese día de mierda. Se lo había dejado muy claro a Wanda. Si él escribía, ella contestaba. ¿Qué coño estaba haciendo, joder? ¿Estaría por ahí zorreando como siempre? ¡El se merecía un respeto! ¡Llevaba dinero a casa! ¿Y qué hacía ella mientras? ¿Aprovechar cualquier oportunidad para joderle, para dejarle en ridículo? ¡Pues no volvería a pasar!
La puerta a su lado se abrió. Una niña china salió de allí y se giró a mirarle. Cerró la puerta tras de sí.
- Perdone, ¿Podría darme la hora?
- ¡Pierdete, niñata! ¡Vete a tu puto país!- exclamó dejando salir toda la bilis que no podía descargar con su "querida" Wanda.
- Bueno. Eso ya me vale. - respondió la niña del diente partido sin más, antes de volver a entrar.
Volvió a mirar el móvil con los ojos inyectados en sangre.
Wanda En línea
- ¡Que contestes de una puta vez joder!
Wanda Escribiendo...
El cazador cazado....
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Papa Legba Omega Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 2nd Diciembre 2020, 17:08
¡¡¡Que lloro con la mención, dioses!!! Es normal rolear un pairing con ganas cuando la user con la que roleas lo pone todo tan fácil y es tan maravillosa
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También venía a dejar constancia de la respuesta visceral y tan... tan... tan pasional de Rebecca en el tema Hecho a medida con la proposición de Legba.
Rebecca Logan escribió:
No me andaré con rodeos, Sheriff… Necesito que me dejes vivir en tu cuerpo. Pero no como Victo…- la detonación se escuchó de inmediato, y los caballos piafaron. El espacio limitado hizo imposible que se encabritaran, aunque algunos lo intentaron. La bala atravesó el centro del rostro del inmenso hombre negro abriendo un inmenso agujero de humo en la calavera que volvió a su ser tras el paso del proyectil. Sus ojos rojo sangre se encontraron con los suyos azules, afilados como cuchillas, le devolvían la mirada con una expresión asesina e insensible. La mandíbula apretada y el cuerpo tenso, lleno de una fuerza que parecía imposible para una simple mortal. No conocía a muchos con la capacidad de parecer tan imponentes, aún menos siendo tan jóvenes. Exudaba una energía pertinaz que posiblemente a alguien con la experiencia del Dios se traduciría en abnegada tozudez. Ella ya sabía que no podía hacerle daño, y aun así había disparado. Su postura había quedado perfectamente clara. No desvió el arma, que dejaba escapar un suave hilo de humo por la punta, ni medio milímetro, mientras él continuaba hablando.
Aún así, escuchó todo lo que tenía que decir. El hombre comenzó a aproximarse y ella varió suavemente la inclinación del arma. Su pulso seguía siendo tan firme como hacía unos momentos. Apenas si había pestañeado desde que había efectuado el primer disparo. Papa Legba se aproximó a ella, con sus pasos largos y sinuosos. Se acuclilló delante de su rostro. Su pistola tan cerca de su frente que la Sheriff estaba convencida de que podría llegar a hacer contacto con él, aunque sabía que era intangible.
Se hizo un intenso silencio entre los dos. Un silencio denso sólo roto por las respiraciones, los ronquidos de los caballos y alguna que otra mosca revoloteando entre los dos. Todo sonidos que de pronto dejaron de tener peso, como si no fueran mas que sonidos guturales mientras a ellos les engullía esa tensión que parecía a punto de romper la realidad de la situación que estaban viviendo. El pecho de Rebecca comenzó a subir y a bajar de manera mas rítmica, acelerando su respiración, a pesar de que su rostro se mostraba impertérrito.
- Porqué. - preguntó nada más, sin retirar el arma. - Sabiendo todo lo que he pasado. De todo lo que podrías reclamar...- sus ojos se entrecerraron llenos de sospecha herida y desconfianza. Nunca había creído que Legba tenía intenciones de herirla. No hasta ahora. Podría haberlo hecho de haber querido. La vaquera necesitaba saber qué había cambiado. La marca comenzó a hormiguearle con una extraña sensación caliente y palpitante. - ¿Porqué tiene que ser esto?
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Ahri'ahn DC Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 2nd Diciembre 2020, 23:59
Gwenpool escribió:
La luna llena iluminaba los cristales rotos de un edificio abandonado en una de las zonas con mayor actividad criminal de Nueva York, un barrio de gente pobre, de bandas y de matones. En uno de los pisos de arriba, varios hombres trajeados con trencas marrones y grises charlaban al lado de una gran caja con un sello de “FRÁGIL”. Uno de los hombres se sacó el puro de la boca y apoyó su mano derecha en la caja con una gran sonrisa, mientras otro hombre con un traje azul le miraba con algo de duda; ambos habían sido enemigos durante mucho tiempo, sus familias enfrentadas por un odio que venia desde antes de que se mudaran a los Estados unidos
-Mi querido Johnny- dijo el hombre gordo, apoyado en la caja -nuestras familias se llevan matando desde milenios, pero hoy te traigo un regalo que espero ponga fin a esas contiendas
Uno de los hombres le pasó al trajeado azul una lista en la que ponía el contenido de la caja; armas de todo tipo, desde pistolas hasta rifles de asalto, todo eso como regalo sin tener que pagar ni un duro. La verdad es que era difícil de creer, pero vinieron ahí sin armas cosa que pudo comprobar poco después cuando todos los allí presentes se quitaron sus abrigos; no llevaban nada encima
-¿Qué me dices, Johnny?- de al lado de la caja, sacó una palanca y se la entregó a su nuevo amigo -¿Haces los honores?
El hombre apretó la palanca con fuerza, sus manos saborearon el tacto del frío metal. Esto marcaba una nueva hora, ya no volverían a enfrentarse entre ellos y centrarían sus fuerzas en lo que de verdad importaba; acabar con los héroes que fastidiaban sus negocios particulares. Metió la palanca por la parte de arriba, empezó a tirar con fuerza y CRASH, los pocos cristales que aún quedaban en las ventanas reventaron cuando una joven vestida con un traje blanco y rosa irrumpió en la escena
-¡HOLA MUNDO!- exclamó al entrar en la habitación, ante la atónita mirada de los allí presentes, con los brazos abiertos de par en par -¡Gwenpool ya está aquí!
Los hombres no sabían muy bien que acababa de pasar, pero lo que sí sabían era que aquella joven venía a pararles los pies como todos los demás héroes de esa ciudad y no lo iban a permitir. Mostrando su engaño, todos los allí presentes sacaron pistolas que llevaban escondidas, de pequeño tamaño y apuntaron a la mujer que acaba de entrar
-Oh, venga ¿No sabéis que al empezar una historia el héroe siempre vence a los malotes?- quitandose el engache de la cuerda que uso para balancearse a fin de entrar por la ventana del edificio, se agachó y con un empujón tiró a los dos hombres que estaban en frente de la caja, saltó sobre ella y usó sus cabezas para propulsarse -Si no, el heroe no se luciría y las primeras paginas son las mas importantes para llamar la atención- sacó una de sus katanas pegando un tajo a uno de los matones, tirando al otro al suelo con un barrido de piernas para cortarle, no muy profundo, por el pecho con su katana -Además, sois los malos mas cliché que he visto, seguro que habrá ciento mas como... voso... tros
La joven Gwen empezó a mirar a su alrededor, rascándose la cabeza mientras miraba con la boca fruncida hacia todas direcciones sintiendo que algo no estaba bien, algo era diferente y eso no le gustaba
-Hay mucha más narración de lo normal ¿Y porque estoy hecha de letras? Así mis lectores no van a saber quien soy, a no ser que lo anuncie a cada rato- volvió a echarse un vistazo y suspiró -Oh vale, mis letras son color rosa,casi no se ven con este fondo, así es como se ve la diferencia, con estas rayitas también- miro hacia arriba y se cruzó de brazos, con una expresión molesta en el rostro -¡Es que yo soy mas de comics ¿vale?! Bueno, cosas a parte, creo que ya se donde estoy
Gwen dio un salto y se enganchó al borde del post, agarrándose del botón de quote para asomarse a ver el lugar en el que se encontraba
-Lo que me suponia; parece una pagina de fanfics… ¡Oh! Pero antes de nada
Bien, ahora me estoy narrando yo misma, que poco me gusta que un narrador ajeno me narra en tercera persona; no sabéis lo molesto que es tener un montón de bocadillos de narración sobre tu cabeza ¡Aun pero cuando todo está hecho de letras! Empecé a saltar de letra en letra hasta llegar a lo que parecía el avatar del user, o de la user que ya estamos en el 2020, que escribio este fanfic, pero ¡sorpresa! Su avatar era yo, al menos mi yo de mis primeros comics, incluso su usuario era "Gwenpool". O era una persona super fan mía, o esto no era una pagina de fanfics, así que mire hacia arriba y fue entonces cuando me di cuenta de que era esta pagina ¡Era un foro de rol! Y no solo eso, estaban haciendo una prueba a mi user para ver si es buena llevándome. Mire a mi alrededor y luego de vuelta arriba, de lejos podía ver el nombre del foro
-Espero que esto no te cueste la prueba
Y empecé a clavar mis katanas en la página usándolas para escalar hacia el banner del foro, espero que a los admins no les moleste que deje algunas marcas en la página. No tarde mucho en llegar hasta el banner y me apoye en él, observando el titulo del foro “Ωmega” asi se llamaba el foro, yo le habría puesto otro nombre como... "Marvelous Adventures", era mas pegadizo. Me fije tambien en la gente que aparecían detrás de esas letras gigantes; Iron Man, Capitan America, Superman, Batman
-¿Huh?
Me quite la máscara y me frote los ojos, asegurándome de que era cierto lo que estaba viendo ¡Superman y Batman junto a Iron Man y Capitán América! Eso significaba que este foro estaba basado en un universo alternativo en el que DC y Marvel conviven, jamás se me ocurrió la posibilidad de conocer a los héroes mas famosos de DC, a los de Marvel vale ¿Pero DC? Una cosa estaba clara y es que mis aventuras en ese foro iban a ser increíbles
-¿Lo pilláis? Como el título de mis cómics, pero sin la traducción horrible del nombre
Me senté en el banner, dejando los pies colgando y observé el título de las secciones del foro; a lo mejor ahí podría ver más cosas sobre Omega. Me di un garbeo, con cuidado de no caerme y partirme los piños, hasta llegar a donde ponía “Portal”, tenía una pequeña raya por la que se podía mirar y si podía mirar… me podía meter; meti la katana, empuje con todas las fuerzas, pero la abertura no se abrió lo más mínimo. Por lo visto el foro tenia unas normas y no podía darme vueltas por todas partes cuando me diera la gana
-¡Malditas seáis normas de los foros de rol online!
Exclame hacia el cielo con los brazos en alto, cosa que hizo que perdiera el equilibrio y me precipitara de nuevo al post. Me di de bruces con el suelo del edificio, los malosos seguian asi, gimoteando y quejándose ¡Mas me tenia que quejar yo! No sabéis lo que duele caerse desde el banner de un foro hasta un post. Me puse de nuevo la máscara y le di una patada al tipejo del traje azul
-¡Eh, que os dejado con vida porque sino no me dan la recompensa, no os quejéis!
Al patear a ese extra sin importancia, se me vino a la mente una pregunta; ¿Habrá personajes originales en el foro? Seria mi primera vez conociendo a personajes fuera de Marvel, los de DC solo los conozco por encima
-¿Esta Wonder Woman aqui? ¡Oh! ¿Y Black Canary? Puede que no lea DC, pero se apreciar a un buen personaje femenino- mire hacia abajo, dándome cuenta de que el mensaje estaba acabando y solo me quedaban unas pocas lineas -Oh, así que aquí termina la prueba hmm… debería acabar con algo que de impresión, algo fuerte que ayuda a superar la prueba a mi user, algo como
¡SEE YOU SOON, TRUE BELIEVERS!
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 3rd Diciembre 2020, 14:14
Ha sido genial xD iba a mencionarla también. Me hace mucha gracia también que Gwen le corrija la prueba y la ficha a Gwenpool xDDDDD
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Elian Iquelo DC Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 4th Diciembre 2020, 23:36
Ésta mención va para los dos usuarios de Devorar y Sesgar, ya que no es tanto cómo está redactado (aunque la user que lleva a Lorenzo siempre narra de maravilla) sino el plan trazado para recuperar al simbionte. La verdad, como máster del evento tengo que decir que me ha encantado
Lorenzo Borgia & Shawn Wild escribió:
- Date prisa. Acércate. - le indicó a Shawn, al tiempo que buscaba el dispositivo oculto en los recovecos de la pared y lo accionaba. El sonido retumbó en las paredes de la gruta. No estaba alto como para que pudieran escucharlo a través de las gruesas paredes, pero sí como para que una criatura que era débil al sonido lo captara con la mayor claridad. Las voces coreaban una melodía ignominiosa de tonos graves que contenían rezos purificadores. Sin embargo en ella se ocultaban una serie de altas frecuencias imposibles de captar para el oído humano que desestabilizarían al simbionte lo bastante para querer escapar. Estando paralizado Gula en el interior del círculo y sufriendo por los rezos eso no le sería posible. El sonido desestabilizaría la simbiosis entre ambos y con un poco de suerte, el simbionte estaría dispuesto a volver con Shawn, su antiguo huésped, ya que remitiría el dolor de los rezos y podría huir del sonido.
Si conseguían afianzar al simbionte, Gula sería destruido por la ausencia de su cuerpo, y podrían tener mas posibilidades de enfrentar a su siguiente objetivo. Pereza.
La masa informe y negruzca comenzó a temblar. Efectuó un sonido que no era ni un rugido, ni un grito, si no una extraña mezcla entre ambos. Se movió su superficie haciendo un intento por replegarse, pero no podía hacerlo en Gula como lo habría hecho en Shawn, introduciéndose en su interior. Su actual huésped no tenía un cuerpo en el que refugiarse. Él era su cuerpo. Pareció darse cuenta de forma repentina de ese insignificante detalle que en otras ocasiones tan útil había sido para su supervivencia. Para pasar desapercibido, ocultarse e incluso defenderse. Esa opción había desaparecido. No tenía donde ir. Comenzó a desprenderse de un modo extraño, dejando caer trozos de si mismo y volviendo a unirlas a la masa central, como si le costara mantener su compostura. Lorenzo subió un poco más el volumen, y la criatura volvió a chillar.
- ¡Reclámalo! ¡Ahora!- le indicó a Shawn.
El joven se aproximó y alargó la mano hacia la masa. Para su sorpresa, ésta se posó en su brazo, alargando su tejido hasta casi el codo de manera instantánea. Sólo con ese contacto Shawn fue capaz de sentir el dolor y el agotamiento que Savage estaba padeciendo. Tan acostumbrados a su mutua presencia que el entendimiento fue instantáneo. Aun sentía rechazo por lo que había hecho el simbionte, pero debía recibirlo como fuera, sin importar su propio dolor, sus sentimientos o su decepción. Ni siquiera importaba que el simbionte le estuviera transmitiendo a él su dolor. Tenía que resistirlo si quería sacarlos de allí. Tener una oportunidad de redimirse. Rescatar a Gwen.
Y ésta va para el usuario de Jason Todd en el tema de Padre e Hijo. Creo que su user sabe llevar a Jason de maravilla, y me congratula comprobar que no deja de ser fiel al personaje en ningún momento, ni siquiera ante la visión espectral de éste fantasma que dice ser su padre adoptivo. No vemos en él ni un instante de vacilación, ni un momento de bajar la guardia ni permitirse ceder ante la emotividad del reencuentro... Sigue siendo Jason Todd hasta el final. Magnífico.
Jason Todd escribió:
Ver a ese cadáver fingiendo ser mi Bruce me repugnaba, pero no todos los días encontraba a una figura paterna recientemente fallecida, por lo que iba a seguirle el rollo por el momento. Dejé que lentamente fuese desviando la mira de mi arma hacia el suelo, momento en que me fijé en sus esqueléticos brazos, ¿Cuánto tiempo debió haber estado sin comer? Todo en su aspecto indicaba que venía de un mundo completamente hostil, ya sea su esquelético cuerpo o su blanquecino aspecto. Pero lo peor de todo fue ver esa enfermiza sonrisa, con solo una mera hilera de dientes podridos mi mente saltó directamente a la noche de mi muerte; yo ya había visto esa maldita sonrisa antes...en el psicótico rostro del payaso que me había matado. No sabía como cojones ese Bruce me recordaba tanto al Joker, pero no ayudaba nada a que confiase en él, más bien cada segundo que miraba su retorcido físico tenía más ganas de bañarle en balas.
-Tranquilo, no tenía pensado soltar a mi amiguita. Y sí, después de tantas mierdas dimensionales ya deduje que no venías del mismo mundo de mierda que el mío, y viendo como van las cosas por aquí casi que mejor-mi tono seguía siendo hostil, una actitud que remarcaba al nunca dejar de tener el dedo en el gatillo de la pistola, listo para actuar ante el menor indicio de un ataque por su parte.
Todo comenzó a tener sentido al escuchar la historia de su mundo natal, el cual estaba peor que el actual, y eso que acabábamos de vivir una invasión demoníaca. Como no todo se había desembocado por ese maldito payaso y la ineptitud de Bruce, el cual seguía demasiado enfocado en lamerse el culo que no fue capaz de actuar a tiempo...con el coste de toda la familia.
La inyección de sangre contaminada explicaba su lamentable aspecto, a lo largo de mi vida clandestina había visto cientos de yonkis, pero pocas veces vi cambios tan drásticos en tan poco tiempo, mi teoría de que en vez de sangre el Joker tenía químicos fluyendo por las venas parecía ser correcta, era la única explicación posible para su locura y sus sorprendentes dotes físicas. Me estremecí cuando "Bruce" imitó la voz del villano, sonaba demasiado natural como para ser fingido, en aquel maltrecho hombre hacía ya demasiado que la línea entre el murciélago y el payaso había desaparecido.
Al instante que noté sus delgadas manos en mis hombros lo empujé contra la pared mientras volvía a alzar el arma apuntándole directamente a al frente:
-Me da igual de qué mundo de mierda hayas venido, vuelve a tocarme sin mi permiso y te meto una bala entre ceja y ceja-
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Gray Fox DC Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 5th Diciembre 2020, 02:11
Sublime, simplemente sublime, encantador, no se puede describir con otras palabras.
Old Wild West:
Jesse Custer escribió:
Jesse asistió sonriente al intercambio entre la anciana y el tendero, apoyado contra una estantería en segundo plano. No necesitaba intervenir. Aquél momento era para Gray. Todo aquél día lo era, y Dios sabía lo mucho que la anciana lo merecía.
Cuando llegaron al roble, se sentaron en la hierba apoyando las espaldas contra la firme corteza que tantos atardeceres había contemplado. Jesse aceptó el botellín que ella le ofrecía y bebió un largo trago mientras la escuchaba contar sus anécdotas de infancia. El brindis que ella propuso le dejó pensativo durante varios minutos. "Por la familia, que es lo más importante del mundo, incluso cuando crees que no la tienes", había dicho la anciana.
El predicador recostó la cabeza contra el tronco del árbol y dobló la pierna izquierda para apoyar en la rodilla el brazo que sostenía el botellín, mientras su mirada se perdía en las nubes que plácidamente recorrían el cielo aquella apacible tarde.
- Tienes mucha razón, Gray... Mucha razón. No hay nada más importante -musitó, y volvió a callar.
Jesse aparentaba ser un tipo extrovertido y sociable, pero había una cosa que era invariable en él. Nunca, jamás, hablaba sobre su infancia en Angelville. Nunca en detalle, al menos. Y podía parecer una estupidez, pero en los (literalmente) dos días que hacía que conocía a Gray, había experimentado una suerte de conexión extraña para con ella. No la conocía de nada, y, sin embargo, la compenetración que había habido entre ellos el día anterior había sido absoluta, y la sensación de desgarro cuando la creyó moribunda había sido tan intensa como si la conociera desde hacía años. No era capaz de explicar cómo, o por qué, pero de algún modo todo con ella resultaba... natural. Fluido. Como había sido con Cassidy. Pero, a diferencia del viejo vampiro, aquella mujer parecía ser exactamente lo que aparentaba. No había en ella doblez alguna, ni medias verdades. Era honesta y franca, virtudes que Jesse, harto de aquél mundo de mierda, apreciaba enormemente. Lo que nunca pudo perdonarle a Cassidy, además del hecho de que hubiera sido capaz de pegarle a una mujer y de abusar de varias, fue el hecho de haberle mentido. De haberle hecho creer lo que no era. Jesse tenía el presentimiento de que eso era algo de lo que nunca tendría que preocuparse con Gray.
Omega le había arrancado de su mundo, de sus raíces, de su madre, de Tulip, y de todo cuanto alguna vez había conocido. No le quedaba nada... estaba solo. Y, entonces, había aparecido Gray. Y, a pesar de haberle conocido el día anterior, la anciana había confiado lo suficiente en él como para confiarle aquél pedacito de su vida. Le había hecho el inmenso honor de compartir con él aquellos momentos tan íntimos y sagrados, y Jesse, que sabía mejor que nadie el valor de aquella clase de momentos, era plenamente consciente de la maravillosa confianza que la mujer había depositado en él. De alguna manera sentía que estaba... en deuda con ella. Gray le había abierto las puertas de su pasado, y él debía corresponderle haciendo lo que no había hecho nunca más que con Tulip.
Además, curiosamente, la idea le resultó reconfortante. Como si el hecho de haber cambiado de universo hacia uno en donde nada de todo aquello había existido hiciera que aquél peso que durante tantos años había cargado sobre sus hombros se volviera... más liviano. Como si el hecho de saber que allí nadie había oído ni oiría hablar jamás de los L'Angelle ayudara a que los viejos fantamas del pasado se disolvieran en la fresca brisa primaveral.
- La familia es lo más importante del mundo... -repitió, aún mirando hacia las nubes con una expresión de nostalgia que la anciana no le habría visto antes-. Tú has compartido tu historia conmigo, y ahora, me gustaría compartir la mía contigo. Pero es una historia muy, muy jodida, y larga de cojones, así que si te aburres en algún momento, sólo tienes que decírmelo. Nunca le cuento nada de ésto a nadie, porque... bueno... creo que pensarían que soy un puto chiflado... o algo... Sé que es una historia difícil de creer. Y tampoco soportaría que la gente me mirara de manera diferente después de escucharla, con compasión y esas mierdas. Tienes que prometerme que no lo harás, ¿ok? -pidió mientras se sacaba un cigarrillo del paquete que guardaba en el bolsillo y lo encendía con el viejo mechero de su padre.
La tapa metálica del zippo se cerró con un chasquido y Jesse dejó salir el humo de la primera bocanada hacia el cielo mientras ponía en orden sus pensamientos... así como la historia que quería contar.
- Ya que estábamos hablando de padres... supongo que lo acertado sería empezar por cómo se conocieron los míos.
>>Mi padre era marine. Acababa de volver de la guerra y se encontró a mi madre en la estación de autobuses. Se había escapado de casa con un grupo de hippies, y cuando vio a aquél soldado lo primero que hizo fue escupirle en la cara acusándole de ser un asesino. Él no respondió, ni dijo nada. Simplemente se marchó, pero la expresión de profunda tristeza que ella vio en sus ojos le llenó el corazón de remordimientos, así que fue tras él para disculparse. Lo que siguió fue... supongo que podrías llamarlo un momento de profunda conexión espiritual o alguna mierda así, no lo sé... Lo único que sé es que terminaron besándose esa misma tarde en un banco del parque, y esa noche compartieron habitación en un hotel cercano a la estación de autobús y una botella de Bourbon. Un año y medio después, nací yo.
Volvió a dar una calada al cigarro y a dejar escapar el humo antes de continuar con su historia:
- Dos años después, vivíamos en Laredo. Mi padre tenía un bar, éramos felices. Hasta que ellos nos encontraron. Los hijos de puta de los que mi madre estaba huyendo cuando conoció a mi padre. Los matones de su madre, Marie L'Angelle, Jody y T.C. Mi padre luchó bien, pero entre los dos lograron reducirle y nos condujeron de vuelta a Angelville, el puto pozo del infierno del que mi madre se había escapado en cuanto tuvo la oportunidad. Los L'Angelle eran una familia puritana francesa que se estableció en los Estados Unidos allá por los tiempos de Napoleón. Redujeron a cadáveres a los indios locales y se dedicaron a esparcir la palabra de Dios. Todos los hombres de la familia eran criados para ser predicadores y las mujeres no valían más que para parir y criar a la siguiente generación. Nos retuvieron allí, en contra de la voluntad de mis padres, para obligarme a seguir los pasos que todos los hombres de la familia habían seguido antes de mí. Cuando yo tenía cinco años, intentamos fugarnos. Nos pillaron antes de haber recorrido dos millas y Jody le pegó a mi padre un tiro en la cabeza ante nuestros ojos.
Hizo una breve pausa mientras se ocupaba de romper la pequeña montaña de ceniza que se había acumulado en el cigarrillo con unos leves golpecitos del dedo. Su rostro estaba calmado, sereno. El día que mataron a su padre había sido la última vez que había llorado, y a partir de aquél momento había tomado la resolución de afrontar los reveses de la vida tal y como venían, ponerse en pie y continuar caminando porque era la única manera de seguir viviendo. De otra manera no habría podido soportar la infancia que había tenido. Nadie habría podido.
- A mi madre y a mí nos arrastraron de vuelta a Angelville. Ya sólo me quedaba mi perro, Duke, y Billy-Bob, un chico que vivía con su familia en el pantano. No era particularmente inteligente, ni su familia tampoco, pero era mi amigo. Cuando tenía siete años, la abuela me habló por primera vez de Dios. Recuerdo que, en aquél momento, la idea de un señor que estaba siempre contigo, sabía lo que estabas pensando y siempre veía lo que estabas haciendo me asustó, pero unas cuantas bofetadas de la abuela me convencieron de que Dios era el mejor amigo que uno podía tener -su mirada pensativa descendió a la hierba, sus recuerdos perdidos en aquellos lejanos días, el cigarrillo olvidado colgando inerte de entre sus dedos-. Cada día me aprendía una página de la Biblia mientras mi madre se ocupaba del resto de mi educación: lengua, matemáticas, un poquito de historia... Era una mujer inteligente, mi madre. Pero sólo era eso lo que quedaba, su cerebro. Su corazón dejó de latir en el mismo instante en que mataron a mi padre. Y aunque no me cabe duda de que me amaba... podía notar cada vez que me fijaba en su expresión ausente que cada día deseaba morir para reunirse con mi padre. Nunca la juzgué por eso -dijo, y por primera vez desde que había empezado su relato, miró a la anciana de frente-. Ni pensé mal de ella por hacerlo. El último día que la vi, yo tenía once años. Había estado demasiado ocupado viendo los dibujitos por la tele como para jugar con Duke. Me había olvidado por completo de él... -volvió a recostar la cabeza sobre el tronco y alzó la mirada hacia las nubes mientras volvía a llevarse el cigarrillo a los labios para una nueva calada-. Hasta que lo escuché chillar. Un chillido... agónico y horrible que siempre estará rechinando en mi cabeza.
El cigarrillo había llegado a su fin. Jesse aplastó la colilla contra la hierba para apagarla y depositó los restos dentro del botellín de cerveza vacío, para tirarlo todo cuando recogieran la basura al marcharse. El sol estaba empezando a descender y su perfil se recortaba hermosamente contra el cielo mientras su mirada se perdía en algo que sólo él podía ver.
- Cuando salí, Duke estaba... Lo habían... El hijo de puta de Jody le había... clavado la cabeza con un clavo contra una estaca. Con un puto martillo. No quiero pensar cuántos golpes hicieron falta para...
Un leve estremecimiento sacudió su cuerpo. Fíjate... no pensaba que le costaría tanto contar aquella parte. Quizá precisamente por la crueldad del acto en sí... o por lo que ocurrió justo después.
- Perdona, es... difícil. No pensé que lo sería tanto, a éstas alturas. Hummmm.... -juntó las dos rodillas al pecho y las enlazó entre sus manos antes de continuar-. A partir de ahora se vuelve más jodido.
Siempre era difícil admitir la propia culpa. Especialmente cuando era algo de lo que llevabas culpándote toda la vida.
- Me abalancé sobre Jody, insultándole. Estaba fuera de mí. Tras morir mi padre me había volcado mucho en ese perro, y junto con Billy-Bob... era lo único que tenía. La abuela me escuchó y decidió... decidió que tenía que castigarme por usar aquella clase de lenguaje. Dijo que tenían que meterme en el ataúd. Y entonces es cuando todo se fue realmente a la mierda -suspiró con pesar-. Mi madre se puso como loca. No la había visto así desde la muerte de mi padre. Me cubrió con su cuerpo, como una leona protegiendo a su cachorro. Yo no tenía ni idea de lo que estaba pasando... Estaba aterrorizado. Mi madre dijo que para meterme en el ataúd tendrían que pasar por encima de su cadáver. Así que... ya puedes imaginar lo que vino después... Para aquella familia de degenerados las mujeres sólo servían para procrear. Lo importante eran los varones, y mi madre, al tenerme a mí, ya había cumplido su propósito, así que la abuela ya no la necesitaba para nada. Y así, tal cual, le ordenó a Jody que la matara... a su propia hija... Jody se llevó a mi madre hacia el pantano mientras mi abuela me decía que todo aquello era por mi culpa... y a mí me llevaron al ataúd. Un puto mecanismo de tortura que consistía en un ataúd de madera que dejaban caer con pesas al fondo del pantano... conmigo dentro. Iba bien sellado, de manera que el agua no entraba, y tenía unos tubos por los que dejaban entrar oxígeno, y, si era afortunado, algo de agua potable. El ataúd estaba oscuro como el infierno, apenas me podía mover, no podía distinguir el paso del tiempo, me moría de hambre y, entre el hedor de mis vómitos, mi propia mierda y mis meados, y los ruidos que hacían las cosas que pasaban rozando desde fuera, mi semana en el ataúd fue algo así como un asco. Si he de serte sincero, no sé cómo lo soporté.
Bueno, en verdad sí lo sabía. Había sido gracias a John Wayne. El vaquero se le había aparecido por primera vez en el transcurso de esa semana y había permanecido a su lado, ofreciéndole consuelo, alguien con quien hablar e impidiéndole que se volviera loco. Aunque una parte de él temía que en realidad sí que había enloquecido en aquellos días y que era precisamente por eso que podía ver al cowboy acompañándole desde entonces.
- "Los chicos malos van al ataúd", fue lo que me dijo mi abuela cuando finalmente me sacaron. Así que a partir de entonces me porté como un niño bueno. Fue entonces cuando empecé a creer realmente en Dios. Mi padre se había ido, y mi madre también. La abuela no me quería y Jody y T.C. eran unos jodidos monstruos. Pero, cada día, la Biblia me decía que Dios me amaba. Así que, bueno... pensé... Al menos alguien lo hacía.
Se volvió a incorporar, apoyándose en la rodilla izquierda y mirando a Gray.
- El resto de la historia... bueno... T.C. asesinó a Billy-Bob cuando estaba a punto de cumplir los 16 porque el chico le vio en el granero follándose una gallina. En ese momento intenté rebelarme de nuevo, pero... en fin... -volvió a suspirar, metiéndose una brizna de trigo que encontró por allí entre los labios-. Conseguí asestarle mis buenos derechazos a Jody, no creas... Pero al final no era más que un crío, y él terminó desencajándome la mandíbula, rompiéndome el codo y sacándome el hueso fuera. En aquella ocasión me metieron en el ataúd quince días completos. Cuando me sacaron me escapé y me dediqué a hacer algunos trabajos aquí y allí para subsistir. Arreglaba coches... cuidaba caballos... Y entonces me di cuenta de que mi conocimiento de mecánica me daba para hacer un puente... Poder arrancar sin las llaves... Una cosa llevó a la otra... ya sabes cómo es -volvió a mirar a Gray de reojo con una sonrisa desenfadada-. Un pequeño robo de vez en cuando a algún hijo de puta podrido de pasta que no lo va a lamentar... Al final terminé robando coches de lujo. Me volví bastante bueno en eso. Fueron tiempos bastante locos... Pero muy buenos.
Habían sido especialmente buenos porque aquella era la época que había pasado con Tulip. Habían sido años de amor apasionado y el mejor sexo que podía recordar. Pero todo lo bueno siempre tiene un final, y aquella historia no había sido la excepción.
- Cuando tenía 22, los cabrones de Jody y T.C. me encontraron de nuevo y me volvieron a llevar a rastras hasta Angelville. Ésta vez me encerraron un mes completo en el ataúd, hasta que aprendí a amar a Jesús y me volví dócil como un corderito -dijo con sarcasmo amargo-. No mucho tiempo después era el alegre, pizpireto y eternamente borracho pastor de Annville, un pueblo repleto de hipócritas de mierda que decían amar al señor mientras se dedicaban a violar a la vecina o a robarle al vecino. Y, bueno, finalmente Génesis me encontró, y bla, bla, bla. Al final me vengué de la abuela y de sus monstruos, espero que estén sufriendo en el infierno. Pero no te preocupes... La historia tiene una parte bonita al final -la sonrisa había vuelto a su rostro cuando extendió la mano para coger un nuevo botellín de cerveza y alargárselo a Gray para que se lo abriera-. Antes de que sucediera el fenómeno Omega, por una serie de avatares que no me voy a poner a contar ahora porque podrían llenar 40 números de una serie de cómics regular o más... Aterricé en un pequeño pueblo de Texas llamado Salvación. Y allí... allí me reencontré con mi madre. Resulta que había estado viva todo éste tiempo. Cuando el cabrón de Jody se la llevó al pantano para pegarle un tiro, ella le había pegado una patada en las pelotas y el tiro le había pasado rozando la sien. Cayó al agua y Jody la había dado por muerta. Y, en verdad, por poco no lo fue, porque un caimán le arrancó un brazo y se la habría comido entera de no acertar a pasar por allí tres cazadores, uno de los cuales había sido médico militar. Los cazadores mataron al cocodrilo e impidieron que mi madre se desangrara, pero de resultas del shock y el tiro en la sien estaba amnésica. Pasó los siguientes diez años sin hablar siquiera, y después tardó varios años más en recuperarse lo suficiente como para volver a ser autosuficiente. Comer por sí sola... lavarse... Pero su memoria seguía ausente. Por eso nunca volvió a por mí. Poco a poco, con el paso de los años, comenzó a recordar más y más... excepto quién era y de dónde venía. El trauma sufrido le impedía recordarlo. Para cuando finalmente lo recordó todo, yo ya hacía mucho que me había ido de allí. Hasta que nos reencontramos de nuevo, en el bar en el que trabajaba en aquél pueblo, y pude pasar con ella seis meses maravillosos antes de que el efecto Omega nos separase de nuevo. Pero, según lo que sé, no afectó a mi universo. Sólo me atrapó a mí, atrayéndome hasta ésta dimensión. Tengo mis teorías sobre por qué ocurrió, la mayoría de las cuales se refieren a un Dios muy cabreado queriendo quitarse de encima el problema de Génesis. La cuestión es que, a pesar de todo, estoy feliz porque sé que mi madre sigue viva y bien allá en Salvación. Y que es feliz en su pequeño bar.
El silencio que se impuso, después de tanto rato hablando, se antojaba extraño. Sin embargo, Jesse parecía relajado, feliz, como si se hubiera quitado un peso enorme de encima.
- ¿Conoces el cuadro de Christina's World, de Wyeth? -dijo Jesse de repente, sacando su teléfono móvil para buscar la pintura en Internet y enseñársela a la anciana-. La mujer de la pintura era una prima de Wyeth y estaba enferma con polio. Estaba tan débil que aquella era la máxima distancia a la que podía llegar, el final del campo, siempre a la vista de la casa. La casa representa el centro de su mundo, un mundo del que no puede escapar. Era el cuadro favorito de mi madre. Solía pasarse horas mirándolo en aquél viejo libro de la biblioteca. De pequeño nunca entendí por qué. Después me di cuenta de que se sentía identificada con la mujer del cuadro.
>>Bueno, te he soltado un tostonazo tremendo -el predicador se rio, como para restar gravedad a la historia que había contado y volver a aligerar el ambiente. De nuevo parecía el mismo joven alegre y despreocupado que Gray había conocido en la pastelería de West, aunque ahora estaba claro que aquél hombre ocultaba mucho más de lo que podía apreciarse a simple vista-. Cuando me ganaste la partida de póquer te prometí que te contaría una parte de mi historia, pero aquél sheriff capullo nos interrumpió. Y bueno, ahora que tú me has revelado la tuya me parecía justo corresponder. Así que ya lo sabes todo de mí. -el moreno entrechocó suavemente el botellín de su cerveza con el de Gray a modo de brindis-. Por las madres -dijo-. Y por los sacrificios que realizan para proteger a sus hijos.
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 8th Diciembre 2020, 09:47
La última respuesta de Loki en El Dios de las Mentiras hablando sobre verdades es, simplemente, sublime. Casi se puede tocar con los dedos la fractura en el alma del Embaucador. Y el uso del lenguaje es maravilloso. Sencillamente, me ha encantado y he querido compartirlo con vosotros.
Loki Laufeyson escribió:
- ¿Has pensado alguna vez en un tercer papel...? ¿Una tercera opción?
—Lo intenté…pero cuando quise cambiar… cuando quise dejar de contar mentiras... Mi hermano ya no quiso ser mi hermano.— el embaucador tragó saliva, y de pronto sus ojos se abrieron de par en par, horrorizados — Me odia, me odia y me desprecia hasta el fin de los tiempos porqué… porqué yo… — aferró su cabeza con fuerza, como si sus manos trataran de arrancarse algo que no dejaba de atormentarlo. Un pensamiento, una idea que lo carcomía por dentro. Hasta que finalmente dejó de luchar, y reunió el valor suficiente para ponerle nombre a sus miedos.
— Lo maté. Maté a mi yo niño. Formé un plan que lo borró de mi ser y de la existencia. Fue mi primer acto como Loki, y me ha condenado. Y seguiré condenado por siempre…— gimoteó, agotado de luchar contra sí mismo, contra una verdad que jamás quiso admitir.
— No soy quien digo ser. No soy Loki. Soy el eco de un grito. Soy la urraca que susurra. Soy el crimen que no puede ser perdonado...soy…— se atragantó con sus propias palabras, y una pequeña lágrima empezó a deslizarse por su ojo izquierdo. La viva imagen del sufrimiento se plasmaba en sus ojos esmeralda.
— Soy Ikol… el fantasma del primer y verdadero Loki, implantada en el cadáver robado del hermano que Thor amaba...— confesó, finalmente. Delante de todos. Delante de nadie. — Yo era esa tercera opción. El Loki que podría haberse redimido. Pero fracasé. ¡Lo hice todo! ¡Hice todo lo que me dijeron! — gritó a nadie en particular, quizás enfadado por haber sido la marioneta de las tres madres, pensando en que todo su trabajo como Agente de Asgard le llevaría hasta la redención.— ¡Y ni qui-quisieron dejarme s-ser nada nuevo! Sólo querían al viejo Loki…— Dejó escapar un llanto de angustia que rápidamente acalló. Una sonrisa lo sustituyó. Igual de desesperada y desencajada como su mirada.
— Diez años. Diez años fui bueno...— gruñó, con rabia contenida. El odio acumulado en ese mar que jamás se desbordaba y que continuaba envenenándole por dentro. — Diez años aguantando insultos, ofensas, palizas, juicios morales… de todos aquellos que continuaban viendo en mí al monstruo, a pesar de que no había vuelto a matar, ni a mentir, ni a engañar... Diez... ¡DIEZ MALDITOS AÑOS!— gritó de pronto, con la mirada turbia y los ojos inyectados en sangre. — Así que me cansé. Estaba claro que para ellos seguía siendo el príncipe de las mentiras. No se trataba de lo que hice en el pasado... De lo que hicimos. Sino de lo que somos…
Esta vez, las lágrimas corrieron por sus mejillas con agresividad, y él se las limpió con violencia, usando la manga de su gabardina. Las despreció, como si en realidad estuvieran hechas de fuego griego y trataran de quemarle el bello rostro.
— No puedo cambiar quien soy. Soy el dios de las mentiras. Para siempre. Y pase lo que pase, nunca seré otra cosa…
De pronto, se dio cuenta de que se había dejado llevar demasiado por sus emociones y decidió colocarse de nuevo la máscara del hombre imperturbable. Su rostro se ensombreció y su mirada se volvió fría como el más puro témpano de hielo.
— Yo soy… el Loki que Arde.
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Joker DC Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 9th Diciembre 2020, 02:31
¡Esto me ha dibujado una gran sonrisa en la cara! No sólo se mete el plumón sin pensárselo, si no que la inspiración se ha adueñado de él con una pasión que solo yo puedo entender. Así que vamos a cederle por un momento el foco a Edward. ¡Bonito soliloquio!, pero no olvides que sobre este escenario hay solo un protagonista. HAHAHAHA.
PD- No puedo parar de pensar que Ed ha hecho un fantastico "Stop, Hamlet Time"
Edward Johns escribió:
Observó unos instantes lo que le ofrecía ¿Meterse en el cuerpo un plumón mágico que le ofrecía un desconocido? ¿Qué podía salir mal? Sin mediar palabra Edward se lo llevó a la nariz y aspiró, no era la primera vez que hacía algo así y se notaba, aunque eso era otra historia...Notó un cosquilleo en la nariz mientras el plumón ascendía, su cuerpo tembló ligeramente ante el estimulo y luego….Nada...Miró a su alrededor: - Oye ¿Cuánto tarda esta mierda en hacer efecto? -
Se sentía estafado ¿Acaso ese tipo se estaba burlando de él? Es más...Miró a su alrededor, la gente le miraba (o eso le parecía a él), los ojos estaban fijos en él, todas esas miradas burlonas y llenas de malicia, cómo si fuera el protagonista de una obra de teatro, el actor principal en una tragicomedia ¿Y acaso no lo era? Su vida parecía haber sido escrita por el mismísimo Shakespeare ¿Entonces? Si el mundo se había molestado en escribir un guion tan elaborado para su vida tal vez es que le estaba pidiendo algo, tal vez el mundo quería verle actuar...Sonrió a Lorenzo y entonces se subió encima del mostrador de Roodey, se llevó una mano al pecho y miró al techo con un brillo triunfal en los ojos: - ¿Ser, o no ser? Esa es la cuestión. - Su voz sonó potente, retumbando por la tienda...Ah...Los años de instituto y primaria, le encantaba recitar y interpretar, si se hubiera criado en una familia normal...Quien sabe...Su rostro cambió a una mueca de interrogación y continuó: - ¿Cuál es más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta, tú oponer los brazos a este torrente de calamidades, y darlas fin con atrevida resistencia? -
Puso una rodilla en el suelo, la gente de la tienda había empezado a aglomerarse alrededor suyo, algunos con una sonrisa burlona en el rostro, otros, con curiosidad y unos pocos apreciando sus capacidades interpretativas y su valor a la hora de decidirse por hacerlo en aquel lugar con tanta gente: - ¡Morir es dormir! ¿No más? ¿Y por un sueño, diremos, las aflicciones se acabaron y los dolores sin número, patrimonio de nuestra débil naturaleza…? - Miró al mostrador fijamente, clavando su mirada en la vieja mirada astillada, de sus ojos se transmitía fuerza y pasión, las palabras le salían naturales, no las estaba recitando, las estaba sintiendo: - Este es un término que deberíamos solicitar con ansia. Morir es dormir... y tal vez soñar. Sí, y ved aquí el grande obstáculo, porque el considerar que sueños podrán ocurrir en el silencio del sepulcro, cuando hayamos abandonado este despojo mortal...- Acarició el mostrador con la yema de los dedos, en un gesto nostálgico: - …Es razón harto poderosa para detenernos. - Sonrió en un gesto de amargura y miró a su público mientras incorporaba su espalda poco a poco, poniéndose en una postura recta: - Esta es la consideración que hace nuestra infelicidad tan larga. -
Edward se puso en pie e hizo una reverencia mientras la gente le aplaudía, a mitad de la tercera abrió mucho los ojos ¿Que cojones acababa de hacer? Buscó a Lorenzo con la mirada, y empezó a bajar: - Gracias, gracias….- Oía de fondo al viejo Roodey maldecirle mientras se abría paso hacía el extraño, que tenía un gesto divertido en la cara: - Esa mierda es de la buena, me ha quedado claro, eres un traficante de primera. - Sonrió al tipo mientras la gente se empezaba a aglutinar a su alrededor, pidiendo una fotografía y atosigando al mago a preguntas: - ¿Qué tal si vamos a otro sitio? -
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"¿No entiendes que la vida no es más que un gran gag? ¿¡Entonces porqué no te ríes?!"
Aidan Doyle Marvel Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 10th Diciembre 2020, 01:59
Pues de nuevo vengo a citar a Sasha, en ésta ocasión por el tema Poupée de cire, poupée de son, y lo hago por varios motivos.
Por lo general siempre se la da la mayor importancia a los temas de ship, y me parece normal, ya que son los que más trascendencia tienen para el pj. Soy la primera que a los temas que son simplemente sexuales, en plan esporádico, no le da tanta importancia, y hasta ahora todos mis temas sexuales no románticos habían sido interpretados de una manera más ligera. Sin embargo, ésta usuaria es tan increíblemente buena narrando que consigue transmitir la tensión sexual desde el minuto uno, y me ha encantado cómo ha conseguido convertir lo que podría no haber sido más que un encuentro casual, en una experiencia única y memorable al transformarla en una especie de reto que a buen seguro quedará para siempre en la memoria de mi pj. Se da la circunstancia además de que ésta ocasión sí era particularmente importante para Aidan, ya que no se trata de una noche de sexo cualquiera, sino la primera y última vez que le fue infiel a su mujer, y que derivó después en todas las tragedias posteriores que ya todos conocemos. No quería, por tanto, que sucediera como algo sin más, quería que fuera significativo por todo el peso que tendría después en su vida.
Cito en concreto éste fragmento porque es absolutamente increíble la maestría de su usuaria a la hora de rolear las diferentes situaciones. Como villana es magistral, en los ships es maravillosa, pero hasta cuando no se trata más que de hacer un tema sexual, me resulta alucinante cómo, sin llegar a hacer absolutamente nada, la manera que tiene de describirlo todo resulta tan excitante o incluso más que si estuvieran haciendo algo más explícito.
Como siempre, sensacional
Sasha Triger escribió:
Me mordí el labio tan fuerte que casi me lo arranqué y le miré a los ojos como dicha leona hambrienta, sosteniendo su mentón entre dos dedos. -Así que… eres mío…- no me lo podía creer. ¿Cuántas posibilidades había de que de todo el público se fuese conmigo y ahora le tuviese a mi entera disposición? Una orden… y él la cumpliría. -Lo que yo quiera…- mascullé haciéndole levantar el rostro hacia el techo mientras mi lengua escalaba con mucha calma desde el margen de su camiseta por todo su cuello, enfriando levemente la lengua para ponerle la carne de gallina.
Joder, estaba sobreestimulada. Este tío era increíble, su aura, su química, la personalidad, la voz, esa bestialidad… Por un instante, la opción de seguir ahí, solo por no tener que esperar más, cruzó mi mente como algo brillante. Llevaba preparada para que me arrancase la ropa desde hacía un buen rato, y yo nunca estuve hecha para esperar. -Demuéstramelo mientras te prendes conmigo Aidan… Quiero que no pienses, que hagas lo que el pecho y tus tripas te ordenen que hagas… Piérdete conmigo Aidan… Llévame donde quieras, pero que sea donde no puedan oírme gritar tu nombre- Y me levanté, arrastrando las uñas con suavidad desde su pecho hasta su barbilla justo antes de separarme.
Apenas controlaba mi respiración y tenía la boca entreabierta hasta que sonreí para ofrecerle mi mano como ayuda para levantarse. Y no me había dado cuenta hasta entonces, que me delaté con una carcajada breve -Creo que deberíamos pasar por el baño…- Mi pintalabios descansaba en la mitad de mi cara, en su boca, en parte de su cuello…
Así que después de limpiarnos, le cogí de la mano y le saqué del local, agradeciendo el frío del invierno parisino sobre mi piel, disfrutando de no tener que abrigarme para aprovechar que esa temperatura me despejase un poco, reconduciendo la sangre de mi cuerpo al cerebro. De hecho, ni siquiera me puse la chupa al salir del local sino que permanecí en tirantes todo el trayecto. -El único problema que tengo es que me estoy quedando en casa de un amigo y no tengo piso aquí… Pero seguro que aquí cerca hay algún- Pero Aidan empezó a tirar de mi mano con un destino claro en mente. ¿Un buen hotel? ¿Un piso? ¿La furgoneta del grupo? La verdad es que me daba igual. Con estar a solas con ese dios en la tierra me conformaba… -Maldito Aidan… estás mal de la cabeza- Contradecía el mensaje el baño de ilusión y nervios de mis palabras.
Caminamos no mucho tiempo pero en comparación a cómo se me había pasado el tiempo con él debajo de mí, se me hizo eterno. Con cada respiración acelerada, mezcla de la caminata y la excitación se liberaba de mi boca una densa nubecita de vaho blanco que iban quedando atrás según avanzaba a un destino que me desconcertó bastante.
Llegamos a la puerta trasera del cementerio en menos de lo esperado. Había que saltarla pero era fácil por la estructura de las barras horizontales de forja de la puerta. Aidan de hecho empezó a saltar antes de asumir dónde estábamos. -Eh… de verdad, de verdad, que puedo pagar un hotel- comenté con sorna mientras veía cómo caía al otro lado. Estaba dispuesta a ir hasta el hellheim si me lo pedía, pero dispuestos a elegir... -Confía en mí, Spitfire… Lo que queda en la tierra es para los vivos- Y me hizo un gesto con la cabeza, llamándome mientras se formaba una sonrisa de medio lado que…
Que caí al otro lado con bastante ligereza. En comparación al entrenamiento del circo, ese salto era como como una valla de seguridad para perros para mí. Hace tiempo no hubiese hecho algo así, siempre le he tenido un respeto a los muertos muy presente… Pero desde que sé que existen otros mundos, que las almas viajan y lo único que se queda bajo tierra es lo que no importa… Todo había perdido significado. Así que agradecí su mano de buen gusto y me dejé llevar.
Llegamos junto a una puerta metálica que parecía un armario o una sala de mantenimiento, y llamó con tres colpes secos. -Oui?- Se escuchó una voz grave al otro lado -Os vivants- Pronunció Aidan antes de que la puerta se abriese y se giró con un guiño en los ojos. Una parte de mí sentía rabia… Casi podía ver cómo recuperaba su poder… aunque nada hacía que olvidase que había reconocido ser mi esclavo y eso no iba a cambiar por nada. -No te me vengas arriba, jilguero…Sigues siendo mío
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Bruce Wayne DC Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 11th Diciembre 2020, 00:32
Ésta simple frase en el post de Shall we dance me ha encantado. Es muy cortita pero me ha resultado muy poética...
Barbara Gordon escribió:
Quería… que siguiera besándome. Los labios, el cuello, los hombros. Que descendiera poco a poco, hasta que su tacto se fuera apagando. No importaba. Donde mi cuerpo terminaba, mi mente se sentía despierta. Estaba segura de que podría llenar los espacios.
Por último, querría mencionar ésta obra de arte del autoconclusivo El punto de quiebre que nos narra una faceta completamente desconocida hasta ahora de Lorenzo Borgia. Leer éste autoconclusivo me ha puesto los pelos como escarpias. Me ha inundado de sensaciones diferentes: disgusto, miedo, repulsa, rechazo, compasión, dolor, lástima, amor... Es increíble. Porque hablamos con Lorenzo y parece majo, y simpático, y comprensivo, y terriblemente humano, y resulta muy fácil olvidar que, a la hora de la verdad, es un nigromante. Y me ha parecido imponente, espectacular y repulsivo a la vez, como estar presenciando el trabajo de Víctor Frankenstein justo antes de dar vida a su criatura... Creo que el efecto está súper bien conseguido, y también en Dick. Me ha conmovido mucho ver el rechazo del líder de los Titanes, que refleja el que sentimos todos al leerlo. La parte humana del texto, por así decirlo. Vivimos a través de él el rechazo, el miedo y la repulsión. Es espectacular, de verdad.
Lorenzo Borgia & Dick Grayson escribió:
No parecía haberle oído. Continuaba enfrascado en colocar algo en el interior de la enorme estructura informe que pendía de una cadena anclada al techo. Era un bulto extraño con apéndices envuelto en una tela negra que parecía proteger las partes en las que no trabajaba. Terminó de meter lo que fuera en el compartimento y luego lo cerró con un ruido de presión al encajar.
-¿Cómo va el proyecto? - El primer Robin se acercó curioso a observar más de cerca la creación de su amigo.
- No te acerques. Quédate ahí. – le pidió con voz autoritaria, al tiempo que el hombre apoyaba la mano sobre lo que parecía una especie de casco prendido a la estructura.
Dick Grayson se detuvo bruscamente cuando le alertó su compañero. Un escalofrío recorrió su espalda, había algo oscuro e inquietante en aquel bulto entelado. Dejó la bandeja con la comida a un lado de la mesa, y estrechó sus ojos, tratando de distinguir el proyecto en la oscuridad.
El ambiente se cargó de repente con una sensación extraña. Había visto al mago inmerso en ese tipo de trance el día que había contactado con Azar y Raven usando los anillos que tanto esfuerzo les había costado conseguir. Pensar en lo que habían tenido que pasar, en lo que le había pasado a Joker... A cualquiera le pondría los pelos de punta. Lorenzo acabó unos momentos después. Se enjugó el sudor de la cara y dio unos pasos atrás, contemplando su obra. La expresión de fijeza con que miraba la estructura resultaba perturbadora. Dick comenzó a tener una mala sensación a medida que el español volvía a acercarse a la estructura. La misma sensación que cuando se entra en un lugar donde alguien acaba de perder la vida. Un sentimiento inquietante y helado, un aroma característico. El olor de la ausencia y del vacío.
- ¿Qué vas a hacer? – preguntó Dick, sin explicarse de donde vendría su inquietud.
- Encenderlo. – respondió el español posando la mano en la parte central de la estructura, accediendo metiendo la mano entre ese amasijo de cosas. De entre ellas Dick comenzó a distinguir con más nitidez. ¿Aquello eran brazos?
Un sonido de ruptura, seguido de uno de carga hizo reverberar el habitáculo. El zumbido ensordecedor fue en aumento a medida que las luces iluminaban la estructura de manera gradual al haber activado la fuente de alimentación que la mantendría activa...
Y entonces se escucharon sus gritos...
Distorsionados y horrendos...
Un llanto lastimero en un coro de voces...
La estructura se colocó en su posición natural, en aquella nube fantasmagórica de cabezas y brazos que se extendían hacia ellos. Aún gritando. Sus brazos eran metálicos y aun así temblaban, como si su supuesta musculatura estuviese a punto de desfallecer, sin ser capaz de sostenerlas ni un instante más. No tenían expresiones en su rostro. De haberlas tenido ninguno de los dos presentes habría podido soportar mirarlas.
Al encenderlo, la verdad se volvió clara y nítida para el primer Robin, revelando así una terrible figura. Una amalgama de cuerpos, brazos y piernas que se fusionaban en una única forma. Una criatura muerta que aullaba a la vida, triste y decadente a la vez que horripilante.
Sufrían... sufrían tanto...
-¿Que demonios es esto? - Nightwing se echó inevitablemente hacia atrás ante la terrible revelación. De pronto, miró a su compañero con angustia, y el rostro desencajado del horror. -¡Apagalo! ¡Apagalo ya!
Entonces lo entendió. Entendió algo que no lo había entendido en su momento. Porqué Lorenzo había podido comunicarse con el alma de su amiga Raven.
-¿Qué clase de mago eres tu? ¿Acaso has usado algún tipo de magia negra? - increpó al español. El hijo de los Grayson había sido entrenado para la lucha cuerpo a cuerpo y poco sabía de artes místicas, pero sin duda alguna, aquel misterioso proyecto tenía que ser obra de fuerzas oscuras.
La voz de Dick apenas le llegaba. Sólo los lamentos. Sus ojos se iluminaron llenos de una emoción retorcida, como si viera algo diferente a lo que veía el líder de los Titanes. En su rostro se dibujó una sonrisa llena de amor, que no haría sino enfermar aún más al joven Grayson.
- Nuestra salvación... - respondió el español lleno de seguridad.
Se aproximó a su creación y extendió los brazos hacia ella. Los brazos de la criatura lo agarraron con violencia clavando las delgadas falanges en su carne dolorida, sus cabezas se inclinaron hacia él, y entonces los lamentos comenzaron a sonar más como gemidos lastimeros. Una de las inmensas manos de Lorenzo acarició uno de los numerosos cráneos electrónicos sin rostro, lo aproximó hasta sus labios y lo besó en la frente. Las manos se agarraban a él con desesperación, como si no quisieran dejarle marchar. Parecían sentir un ligero alivio en su proximidad, pero no lo bastante como para terminar con esa agonía que vivían.
- ¿Qué es la magia negra? - respondió Lorenzo con un tono recriminatorio, clavando sus ojos de escleras bicolores en Dick - Sólo magia sobre la que no se ha arrojado bastante luz todavía. Tienes miedo, Grayson. Lo tienes como todos aquellos que tienen miedo de quienes te acompañan. Por ignorancia. Por prejuicios. - un nuevo gemido horrendo llenó la habitación. - Ellas no sienten nada de eso. No tienen dudas ni tampoco miedo. Harán lo que debe hacerse y lo harán sin fallos. Por eso nos salvarán a todos...
A Dick se le heló la sangre tras observar el retorcido abrazo que le dedicó la criatura recién nacida a su amo. La imperiosa necesidad de afecto y los estruendosos gemidos de agonía y de dolor le revolvieron el estómago. Había algo mal en eso. Lo sabía, lo sabía muy bien, pero no sabía cómo hacérselo entender a Lorenzo. Estaba tan embelesado con su nueva creación... tan aturdido por la noticia del secuestro de Ángela que...
-Esas criaturas... parecen estar sufriendo... ¿están...vivas? - preguntó, analizando las partes metálicas de la creación. El señor de la mansión tragó saliva cuando el moreno recalcó en su miedo. Claro que lo tenía... ¿cómo no iba a tenerlo?- ¿Qué pueden hacer contra Raven? ¿Cómo vas a vencerla con esto?
- Ahora sí. – respondió, mirando sin señal alguna de culpa o arrepentimiento a Dick. – Sabes de lo que es capaz Raven. Y yo también. Lo he vivido cada segundo desde que intentó meter a una de esas cosas en mi cuerpo haciéndose pasar por mi mujer. Podemos intentar ser todo lo fuertes que queramos pero no podemos defendernos de sus cualidades empáticas y lo sabes. Va a enaltecer lo peor de nosotros. Va a retorcernos la mente. A hacernos sufrir lo que no nos podamos ni imaginar, y a mí más que a nadie. Sólo para torturarme haría daño a Ángela. No quiere matarme... solo hacer que yo desee morir, y no darme ese gusto. – el rostro de Lorenzo se endureció con una expresión determinada. Por un instante casi parecía lúcido, algo de lo que el secuestro de Ángela le había privado. - Podría hacer que nos matáramos entre nosotros antes siquiera de llegar a ella. Porque somos humanos, falibles, manipulables. Ellas... - miró a su creación con la fascinación con que un creyente ve a un ángel anunciador – Ellas no lo son. No van a fallarnos. Tienen sentimientos y emociones, pero han sido seleccionadas con mucho cuidado. Raven los sentirá en su propia carne y aunque ahora no le importe percibir el dolor de su alrededor hará lo que pueda por intentar manipularlas. Te lo aseguro. No tardará en darse cuenta de que es lo único que puede hacer para defenderse de ellas. Podrá intentar cambiar lo que sienten, intentará manipularlas. Para cuando quiera darse cuenta ya será tarde. No son como nosotros. No puede cambiar lo que ellas sienten. En ellas no hay todo un espectro del que una émpata pueda nutrirse. – guardó silencio un momento, agarrando con una mano temblorosa el rostro inexpresivo que le devolvía su propio reflejo consumido. – Emociones únicas, en bruto. En bloque. Ninguna interactúa con las otras. Ninguna puede compartir ni cambiar. Son lo que son. Sólo eso y nada más. – Cerró los ojos, haciendo que las lágrimas resbalaran por su rostro. Ángela le esperaba al otro lado de sus párpados, como cada vez que había pestañeado después de haberse enterado de su ausencia. – No podrá controlarlas. No puede engañarlas, ni ponerlas de su parte. Son diez contra una. Diez unidas con un objetivo común. ¿Qué hará cuando se de cuenta de que sus poderes no son nada para ellas? ¿Qué hará cuando la reduzcan entre diez que luchan unidas? – Levantó la otra mano, como si deseara mirar a los ojos de la criatura. – Siempre ha habido mártires y Dioses. Si dicen que un hombre sufrió por nosotros para perdonarnos los pecados, Diez pueden sufrir para salvarnos a todos. – declaró cerrando los ojos, deslizando la mano en el interior y apagando la batería, permitiendo así que los lamentos se extinguieran y sumieran la sala en un silencio aún más denso que el de la mismísima muerte. – No vamos a dejar que venza. Bajo ningún concepto. Su sacrificio no será en vano. – sus ojos volvieron a encontrarse con los de Dick Grayson – Cuando todo esto acabe... si... si conseguimos vivir.. . – parecía errático de nuevo, casi delirante. Tal vez por el dolor, el hambre, el cansancio... Tal vez por la monstruosidad que acababa de cometer, como todo genio que se debate a un paso de perder su cordura – Si sobrevivimos... Ellas serán Diosas y nosotros les rezaremos.
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Elissa Stavridis DC Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 12th Diciembre 2020, 01:06
No quiero dar una introducción a esta mención. Sólo quiero pediros que la leáis entera, y podáis estremeceros como lo he hecho yo.
Ajeno a los inquietantes sonidos y a los estremecedores crujidos que hacía la estructura del edificio mientras las llamas se abrían camino hacia aquél lugar, se sentó. Sus estilizados dedos acariciaron las teclas, y una oscura y distorsionada melodía comenzó a tomar forma. Fuera había empezado a llover, y las gotas comenzaron a salpicar tímidamente los cristales, pero él ya no era capaz de escucharlo... Sus dedos sobrevolaban las teclas al mismo ritmo que los de la mujer de sus sueños, pero las notas que arrancaba no eran sino una sombra de la maravillosa creación de Beethoven, de la misma manera que él ya no era sino la parte más oscura y monstruosa de Dragoslav Katich. Aquella parte terrible y vengativa que había nacido el día en que habían masacrado a su pueblo y había vivido acechando en su interior como una bestia que Xavier había conseguido aplacar. Pero Xavier le había abandonado... al igual que Cassandra y todos los que una vez habían formado parte de su vida... Excepto Cédric...
CÉDRIC
La oscura melodía acompañaba a Cédric mientras caminaba por los pasillos aún a salvo de las llamas arrastrando tras de sí el cuerpo inconsciente del Profesor. Podía oírla con cada fibra de su ser, cada nota provocando una honda quemadura que sólo podría asemejarse a recibir una salpicadura de ácido.
De todas las composiciones de música clásica existentes, había tenido que escoger esa... Precisamente esa...
Un odio irracional comenzó a surgir en su interior. Hacia Elissa, que no había tenido la decencia de desaparecer, y hacia Drago, que, a pesar de todos sus esfuerzos, no había llegado a olvidarla. ¿Cuántos borrados de memoria hacen falta para hacerte desaparecer, mujer? pensó para sí, furioso.
Lo sabía... Lo había sabido desde el principio. La música era una parte muy importante de Drago, profundamente enraizada en su naturaleza, como el comer o el respirar. Durante el tiempo que lo había tenido consigo había tenido la precaución de hacer desaparecer cualquier posible instrumento, porque sabía que la música era una de las pocas cosas que podían romper el hechizo que ejercía sobre él. No había pensado en aquello... El maldito piano de la mansión... ¿Cómo podía alejarle por completo de la música? Quizá la única manera sería cortarle una mano... Así ya nunca podría volver a tocar, y aún seguiría siendo capaz de luchar y usar sus poderes...
Sí... Arrancaría una de las cuerdas del piano y la ceñiría en torno a aquella preciosa muñeca... Y empezaría a serrar... muy despacio, lentamente, haciendo que la cuerda cada vez mordiese más profundamente la carne... Sería un proceso deliciosamente largo... y él podría saborear cada una de sus lágrimas como si fuesen el más delicioso de los néctares... Notaba como el simple pensamiento hacía crecer una urgencia oscura y primaria dentro de él, descendiendo hasta la boca del estómago... Sus ojos se oscurecieron cuando empujó aquella puerta entreabierta y le encontró allí, sentado al piano.
Tan hermoso... El pelo le caía por encima del hombro derecho, ocultando parcialmente su concentrada expresión. Parecía... en paz. Mucho más de lo que lo había estado en las últimas semanas, y aquella realización despertó una punzada de celos y envidia en él. Envidia por la manera en la que sus dedos esbeltos acariciaban las pálidas teclas muertas. Envidia por la pasión con la que se entregaba a él, una pasión que no había conseguido replicar en su cama. Poco a poco, una sonrisa cruel se dibujó en su rostro.
- ¿Por qué esa canción? -preguntó de pronto.
Tan concentrado estaba en la canción, que Drago no le había oído llegar. Ante su pregunta, alzó la mirada de las teclas y le observó, confundido.
- ¿Cómo?
- De todas las melodías existentes... ¿por qué esa?
El mutante pareció aún más confundido. Su mirada se desvió hacia el cuerpo inconsciente de Xavier, que yacía abandonado en el suelo.
- No lo sé, yo... me he dado cuenta de que llevaba algún tiempo soñando con ésta canción... Pero hasta ahora no había podido recordarla... o... reconocerla...
Cedric avanzó hasta el piano, extendió una mano para extraer una de las cuerdas de alambre de la clavija en el bastidor y tensó el cordel ante la mirada interrogante de Drago.
Mensajes : 405 Fecha de inscripción : 07/01/2015 Empleo /Ocio : Vengadora Infernal Humor : Reirse de mis sandalias, golpe de remo.
Ficha de Personaje Alias: Tortita Nombre real: Kim HwaJae Universo: Marvel
Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 12th Diciembre 2020, 01:17
BUENO, BUENO, BUENO. Tengo un Hype que lo mismo me parto el otro diente de tanto apretar. Creo que se está gestando el momento en el que por fin vamos a saber algo mas acerca de Jake, y de un pasado que se augura DURÍSIMO. ¡Y resulta que voy a ser la persona oportuna con quien compartirlo y estoy que me subo por el techo!
Jake escribió:
El pitido de la jarra le sacó de sus pensamientos, y ayudó a su amiga a terminar de preparar los fideos instantáneos. De pronto, el ambiente se había enrarecido. Tortita había pasado de hablar por los codos antes de entrar a su preciada Cochera, a quedarse sin palabras. ¿Era su culpa? ¿Estaban tocando temas demasiado serios?
Finalmente, Kim le hizo “esa” pregunta.
—¿Y tú? ¿Qué has estado haciendo, además de mariposear por ahí?
— Nada tan interesante como pegarse con un monstruo infernal en metrópolis...—el muchacho alzó una ceja, dedicándole una mirada traviesa. — Mi maestro ya lleva un año desaparecido... pero al menos encontré a sus hijas viviendo en Nueva York. Ellas no saben todavía lo que soy, pero me ofrecieron una casa y me… —el chico retuvo la palabra, haciendo una mueca desagradable— Bueno, me obligaron a ir al colegio...— No era algo que le molestara del todo, tenía compañeros de clase muy majos, y a veces hacían cosas divertidas, pero… — Pero… no sé. Tengo la sensación de que no encajo. Me siento… raro. —intentó explicar, aunque estaba claro que exponer en palabras los sentimientos y las emociones no eran lo suyo.— Las hermanas… son muy majas conmigo y me tratan muy bien. Pero yo… yo no siento que ese sea mi lugar, ¿sabes? Es como si… como si no pudiera tener un sitio al que llamar hogar...
Hacía tiempo que Jake tenía la sensación de que algo malo estaba a punto de ocurrir. Él estaba directamente conectado a lo arcano. Su esencia como inmortal se lo decía, se lo transmitía mediante las vibraciones mágicas de su propia naturaleza, como si fuera un rugido inquieto proveniente de sus entrañas. Pronto… muy pronto… algo iba a estallar... algo grande...
— ¿Sabes? Ha pasado tanto tiempo desde que nos vimos… que creí…— su mirada se quedó clavada en la tapa de los fideos por un instante.— Creí que te habrías olvidado de mi. — dijo, finalmente.— En realidad es lo normal, lo hacen todos tarde o temprano. Y no debería importarme. Pero supongo que como soy el dueño de tu alma… es más difícil que te olvides de mí ¿no crees?— sonrió divertido, aunque la alegría no parecía haber alcanzado sus ojos, siempre brillantes y llenos de vida.
— En parte me alegro. No tengo a nadie con quién hablar de estas cosas. La mayor parte del tiempo me dedico a fingir que soy un niño de verdad, cuando sólo soy un pedazo de...— se detuvo, al ver que quizás estaba hablando demasiado.
Pero Kim... ella le había visto. Le había visto tal y como era en realidad. Y no había salido corriendo al descubrir que era un Grim Reaper, y que se llevaba las almas de los niños muertos. No, porqué ella también era un monstruo, era el Ghost Rider. Quizás… quizás con ella podría hablar de lo que nunca había hablado con nadie...
Y sólo quizás… ella no saldría corriendo...
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Viviendo un infierno en la tierra
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Ahri'ahn DC Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 12th Diciembre 2020, 02:31
Mil gracias, Elissa, te devuelvo la mención
Éste momento. Éste preciso momento...
Elissa Stavridis escribió:
El francés la guió a través de una avenida inmensa. Elissa nunca había estado en París, pero Psique sabía cómo se llamaba aquel lugar. Los Campos Elíseos.
Ahora, aquel nombre le parecía una burla.
En el París distorsionado de Cédric, los Campos estaban poblados de susurros inquieros. No se parecía en nada al lugar donde descansaban las almas virtuosas. El lugar que había dado nombre a su hermana, a su Otro Yo, Elysia.
No había paz en el subconsciente de Cédric Valjean. Allí, todo sufría.
- ¿Madre?
- Por favor...
- Voy a hacer que te arrepientas.
...
- Qu'ils vont prendre?
La última voz, amable y profesional, atrajo la atención de Psique. Parecía fuera de lugar allí, entre las súplicas y las promesas de venganza. Y traía algo consigo, un soplido que hacía aletear las cortinas de su memoria.
- Nous voudrons le foie de veau grand-mère, epinards et ratatouille à partager, et, pour moi, daube niçoise, merci.
La griega se detuvo.
- Buvez-vous ce qu'ils veulent?
- Avez-vous Pacific sans alcool?
- Bien sûr. monsieur. Et pour la dame?
Una pausa.
- Eh... tomaré lo mismo que él.
[justify]Algo se removió en el interior de Psique. Algo que amplió la fractura que crecía bajo la túnica azul, como grietas en una figura de porcelana. El recuerdo de un restaurante francés; la melodía de un piano... el primer paso que dio al otro lado de la barrera.
Quiso gritar de terror. El terror puro e irracional de ver un recuerdo bonito arrancado de cuajo, arrojado sin miramientos frente a ti, rodeado de gritos y dolor. Aquello no pertenecía a aquel lugar. Aquello no debería estar allí.
Y, como conjurado por su memoria, un espectro empezó a dibujarse en el aire, frente a ella. La silueta de un hombre alto, de largos cabellos. La imagen parpadeó, al tiempo que lo hacía ella. Los ojos vacíos de Psique se tornaron azules y definidos por un instante. Después, el hombre desapareció, y Elissa también.
Pero Cédric seguía allí. Sus ojos del color de la sangre se habían estrechado, y observaba la escena con renovado interés.
Psique luchó por conservar la calma. Pero ella nunca había tenido que hacer eso antes.
Aquella imagen... No tenía que ocurrir. Se suponía que las cosas no funcionaban así.
No me lo esperaba.
La primera frase, la del camarero, no la reconocí. Demasiado genérica, supongo. Pero la segunda, la que dice él, esa ya me sonaba más, y cuando llegué a la parte de la bebida sin alcohol pude corroborar que estaba en lo cierto. Era ésa escena. Ésa escena... en éste contexto...
Me ha encantado la progresión gradual, cómo se van mezclando las frases y acaba derivando en ése recuerdo sin que nadie se lo espere... Ni Cédric, ni Psique... Un recuerdo agradable en mitad de un infierno... Me he emocionado y todo xd
Y por último... Éste fragmento del último post de Harley... Es épico xdddd
Harley Quinn escribió:
—Yo que usted cambiaría de oficio… —sugirió el cincuentón, repasando el cuerpo de la joven de arriba abajo. Empezó por la blusa ajustada de color negro, y terminó en el corte de su falda roja de tubo. — quizás en un puesto como el de camarera no serían tan exigentes…
Harley se contuvo por una vez en su vida. Le quedaba tan poco para llegar al límite de su paciencia… que quería enviar toda esa fachada de doctora perfecta a la porra para poder patear a ese cerdo viejo y chocho. No deseaba otra cosa ahora mismo que estamparle la cabeza en su escritorio de director de hospital, hasta teñirlo de rojo con su sangre, y después prenderle fuego a todo el edificio.
¿No sería divertido, Harleen? JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
—¡Buenas tardes!— respondió bruscamente. Y con el ceño fruncido, recogió los papeles que había sobre el escritorio con cierta violencia. Ya sólo le faltaba que el viejo le dijera que se pusiera a hacer la calle.
Abandonó el Hospital Central lo más rápido que pudo, pero apenas registró el viaje de vuelta a casa. Estaba completamente disociada, y cuando se dio cuenta de la hora, ya había anochecido y se encontraba delante de la puerta del apartamento provisional donde se alojaba. El dinero empezaba a escasear, y lo que le quedaba tenía que gastarlo en moteles, comida y ropa nueva. Todas sus pertenencias se habían quedado en la Milla de la Diversión a excepción del revólver. Pero no podía volver allí, no sabiendo que un demonio lo había poseído... y tampoco podía volver con Ivy…
Se había quedado sola. Completamente sola.
Buscó las llaves en su bolso, y cuando quiso abrir la puerta, se interrumpió al empezar a verlo todo borroso. Las lágrimas corrieron como torrentes por sus mejillas, y se pasó medio minuto tratando de acertar la llave en la cerradura. Se dejó arrastrar por el peso de su cuerpo y terminó de rodillas en el rellano, llorando como una desconsolada. De pronto, escuchó los pasos de alguien que se acercaba. Eran dos hombres altos y fuertes vestidos con trajes de chaqueta de un negro impoluto.
—¿Señorita Quinzel?— preguntó el matón trajeado número uno.
—¡Dejadme en paz! — espetó la doctora, dedicándole esta vez más empeño en abrir la puerta de su apartamento.
— Si es tan amable, nos gustaría que nos acompañara... —Insistió el matón número dos.
—¿Qué no ven que estoy llorando? —se sorbió la nariz. Su maquillaje tenía un aspecto lamentable ahora que se le había corrido el rimmel negro—¡Lárguense! ¡Estoy ocupada!
— Tiene que venir con nosotros. Nuestro jefe quiere hablar con usted enseguida...
Y la puerta del apartamento no llegó a abrirse.
Harley se lanzó a por el hombre de su derecha, le pegó un puñetazo con tanta fuerza que le hizo saltar un diente. El segundo matón trató de detenerla, pero cuando agarró a la chica por la cintura se llevó de gratis un mordisco en toda la mano. La arlequina hizo uso de sus acrobacias para saltar por encima de los dos fortachones, utilizando el enorme peso de sus contrincantes a su favor, consiguiendo así que se dieran un cabezazo entre ellos durante la confusión.
Mientras estaban aturdidos, Harley empezó saltó la verja del edificio con la gracilidad de un felino y huyó por la carretera. Pero durante la carrera se partió uno de los tacones de sus vibrantes zapatos rojos, y se tropezó torpemente hasta golpearse con el asfalto. Fue tiempo suficiente para que uno de los matones la alcanzara.
— Cálmese, señorita. No le vamos a hacer daño... — comentó el matón número uno, acercándose con precaución a Harley. Pero la Arlequina le respondió con una patada en la entrepierna.
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 12th Diciembre 2020, 22:02
Un pequeño fragmento del post La pesadilla ha terminado. Me encanta como el user clava el sentido del humor tan retorcido de Jason, me encanta como lleva al personaje!
Jason Todd escribió:
-Vivo, con eso ya me basta-intenté fingir que no estaba nervioso ni que me había pillado desprevenido mediante el viejo truco de aparentar un engreído de mierda a juego con una sonrisa retorcida, aunque creo que la peliazul ya me conocía lo suficientemente bien como para ver debajo de la armadura de indiferencia que solía llevar siempre encima.
Intenté calmarme mientras me erguía de mi posición tumbada, sentándome en el colchón a poca distancia de la artista, pero había sido tan tonto que ignoré hasta el momento que mi mano pasó de abrazar la espalda de esta a simplemente dejarse caer encima de la suya; era como si mi cuerpo se viese atraído como un imán.
-Genial Jason, antes de entrar en la Iglesia la convences de que se arme de valor y se confiese a tu mejor amigo para que justo después te metas en la cama con ella. Eres el mejor amigo del año chaval-me regañé a mi mismo.
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 17th Diciembre 2020, 01:20
Me gustaría comenzar a ser mas activo en esta sección, porque me doy cuenta de que no siempre menciono todo lo que debería. En esta ocasión me gustaría hacer hincapié en las intervenciones concretas de los usuarios de Martha, Edward, Aidan y Conner Kent en el tema de Cuervos de Sangre: As white as Heaven, as Black as hell
Martha, porque es impresionante que haya adquirido la personalidad de un pecado y haya sido capaz de convertirlo no sólo en algo poético, si no en algo que ha "Machacado" su espíritu, algo que se puede leer mas adelante, pero que no menciono también porque me quedaría el post muy largo. De cualquier modo, Chapeau.
Martha R. escribió:
Durante milenios fue olvidada, el tiempo pasó y en los libros se perdió la mención del octavo pecado capital, de la memoria desapareció e incluso de la cultura de aquel pequeño planeta azul se perdió la mención de la tristeza cuando se hablaba de los pecados capitales. Pero todo acabo el día que volvió al mundo terreno; en el segundo que habito un cuerpo y consiguió la forma física volvió a estar entre sus hermanos y esta vez se aseguraría de no ser olvidada nunca más mientras que, con sus hermanos, forjaban este planeta en algo diferente, algo mejor.
Bajo la sombra de la Estatua de la Libertad, Tristeza levitaba un trozo del pavimento y sentada sobre él miraba la ciudad desde las alturas, a toda esa gente correr intentando salvar su vida. Sus lágrimas interminables bajaban hasta su boca, saboreando su sabor salado pasándose la lengua por los dientes; muy pronto los habitantes de la tierra perderán toda esperanza, cuando todos esos tristes humanos están bajo el yugo de ella y sus hermanos, lo único que habrá en ese baldío… será la tristeza.
Movió el trozo de pavimento, colocándose junto a su hermana Raven. Alrededor de la gema que le permitía llevar a cabo tales acciones empezaban a salir marcas de quemaduras que se extendían por el brazo y la mano, casi parecidas a las señales que le quedan a una persona cuando recibe una fuerte descarga eléctrica. Ese cuerpo era débil, no tenía fuerza alguna y sin embargo, a Tristeza le resultaba irresistible, en parte por el poder de la gema y en parte por la melancolía que recorría cada fibra de ese cuerpo, era casi como si ese ser hubiera sido moldeado para su uso y placer, una herramienta perfecta… para traer la pesadumbre al mundo.
Edward, una entrada espectacular. Me gusta que se haya visto el previo de su estrategia, los recursos que ha ido buscando y cómo los ha conseguido. Siempre es un placer ver a un cabrón trabajando, y si es para patear el culo de otro cabrón, muchísimo mejor.
Edward Johns escribió:
-La paz sea en esta casa, y con todos los que habitan en ella…- Su voz era decidida, firme, sin titubear, mientras el hombre intentaba escapar de su aprisionamiento sin saber que estaba sucediendo: - Voy a llevar a cabo la extremaunción ¿Sabes lo que eso significa? -Un escalofrío recorrió el cuerpo de Gregory: - No…Tú…No eres sacerdote, es imposib…- Johns le interrumpió, susurrando al oído: - ¿Estas seguro? La verdad, pagaría una puta entrada por verlo, un demonio en el cielo, estoy seguro de que tienen ganas de enganchar a uno de los vuestros…-
Edward se separó del hombre y continuó con su lectura: - ¡En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo! – Gregory empezó a agitarse con violencia en la silla: - ¡Suéltame! – Edward se detuvo delante del demonio, apuntando con su mano derecha y señalándole con el dedo índice: - extíngase en ti toda virtud del diablo por la imposición de nuestras manos y por la invocación de todos los Santos… - El tipo empezó a gimotear de manera desesperada intentando librarse de sus ataduras, cayó al suelo con la silla mientras lloraba: - ángeles, arcángeles, Patriarcas, Profetas, Apóstoles, mártires, confesores, vírgenes y de todos los santos…- Cerró su puño y se preparó para pronunciar el final: - Am…- Un grito de Gregory le hizo detenerse: - ¡LA CLAVE ES 4823! TE LO HE DICHO, BASTA, POR FAVOR…YA TE HE DICHO LO QUE QUERÍAS, VAN A HACER ALGO EN LA ESTATUA DE LA LIBERTAD, NO SE MÁS. – Edward sonrió y se acercó al demonio, incorporó la silla y empezó a desatarlo: - Has hecho bien Gregory, me daba miedo que de golpe te hubieras vuelto leal y honorable. – Le soltó las manos y dejó que se levantara y mientras el tipo jadeaba, con una gran rapidez utilizó la cadena para sujetarlo del cuello, el demonio miraba con sorpresa a Edward:
-T-Teníamos un tr…Trato...- La cadena le oprimía dificultando su respiración: - No Gregory, te dije que te iba a dar la extremaunción si no me dabas la clave de la caja fuerte donde escondes las reliquias santas y me decías cuál era el plan de Raven, jamás te aseguré que fueras a salir ileso de aquí. – Gracias a las propiedades de las cadenas Edward pudo arrojar al suelo al demonio y arrastrarlo por el mismo: - Eres un peligro, si te dejo suelto acabarás informando a tus jefes… - Se acercaron al ventanal, Edward le hizo incorporarse: - No puedo matarte, eso ambos lo sabemos, pero al menos estarás una temporada sin dar el coñazo. – Le arrojó contra la ventana que estalló en mil pedazos, pero consiguió agarrarlo antes de tiempo, antes de que se precipitase al vacío: - Por cierto, la extremaunción debe ser aceptada por la persona que la recibe, de otra forma no tiene ningún efecto.– Deslizó la cadena, dejando que el nudo alrededor del cuello de Gregory se deshiciera con suavidad, el tipo intentó agarrarse a Johns, pero ya era tarde, cayó lentamente al vacío mientras un relámpago rompía el cielo oscuro de la ciudad, gritó, gritó con todas sus fuerzas mientras caía, pero el exorcista ya no estaba interesado en él, ya tenía todo lo que quería, se giró y miró la gran caja fuerte roja que había en el salón.
Aidan... Creo que este planteamiento es absolutamente genial. Porque siempre parece que cuando estamos en nuestros momentos mas bajos no hay nada que pueda hacerlo empeorar. Un post de descenso a los infiernos (Literal) que ha sido la guinda de este tormento que nos ha traído la WWD.
Aidan Doyle escribió:
No podía ser... Había pensado que la pesadilla era perder a su familia... Después pensó que la pesadilla era cargar sobre sus hombros con la responsabilidad y la culpa de todas las muertes que había provocado la WWD... Después pensó que no podía haber pesadilla mayor que la que estaba viviendo en Metrópolis, mientras la gente era cazada y descuartizada a su alrededor.
Pero la verdadera pesadilla era estar allí, obligado a servir a aquél jodido monstruo como su puto esclavo. Una esclavitud que Legba había despreciado pero que era real, muy real. Caos le había ordenado obedecerle, servirle y complacerle en todo, así que, en teoría, debería estar obligado a cumplir cualquier cosa que le ordenara. Literalmente cualquiera. Si Belial se lo ordenaba, tendría que ir al muelle y dedicarse a cazar y matar humanos inocentes como habían hecho sus perros.
Conner, porque creo que no es fácil plantear una crueldad semejante cuando tu personaje acostumbra a ser héroe. Creo que hay una clara diferencia y que haya conseguido darle tal vuelta de tuerca me resulta sensacional. Para poner los pelos de punta:
Conner Kent escribió:
Aparte del impacto paisajístico que producían era el terrible ruido de sus hélices al girar que le taladraba su celebro, era lo malo de tener un cuerpo tan perfecto que era que los simples ruidos fueron un gran dolor de cabeza, pero ya empezaba a sobrellevarlo. No pudo evitar apartar la mirada del asco que le dio ver a su hermana besando “eso”. Cuando Orgullo acabo de dar su discurso a las cámaras se acercó a ella, para luego centrarse en la prisionera.
Sonrió de forma maquiavélica, tenía muchas ganas de torturar ese trozo de carne para hacerle pagar la traición de Lorenzo, nadie traicionaba a los demonios y se iba sin consecuencias. Se apartó de esa cosa y miro alrededor esperando ver a los héroes; solo vio a un hombre enmascarado. Eso le lleno de curiosidad y decidió utilizar sus rayos x para saber quién era. La sorpresa fue enorme al ver el rostro de ese hombre tan conocido.
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Sasha Triger Marvel Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 17th Diciembre 2020, 03:21
Sé que parece que sólo vengo aquí para mencionarla a ella, pero es que tengo muchos roles con esta mujer y es que son....
En un rol que es social, erótico. Que podría ser más simple que el mecanismo de un chupete. Pues todo lo contrario... Se pega unos curros que yo alucino.
Empezando por nuestro tema, Poupée de cire, poupée de son. Una descripción de algo que podía ser tan burdo... pero no:
Aidan Doyle escribió:
La idea de pasar por el baño a arreglarse sonaba bien... al menos en teoría, porque la realidad fue que, nada más llegar al punto en donde deberían haberse dividido, Aidan no pudo evitar besarla de nuevo y, al final, terminaron irrumpiendo en el baño de señoras envueltos en un abrazo apasionado del que no podían desligarse. Aidan tanteó con una mano hasta encontrar el pestillo y lo echó para asegurarse de que nadie les interrumpía y después la sujetó con ambos brazos y la alzó hasta sentarla sobre la encimera del lavabo, separando sus piernas. Sin dejar de besarla ni un sólo segundo recorrió con sus manos la parte interior de sus muslos hasta alcanzar la parte más privada, y sus dedos comenzaron a acariciar la rugosa tela de los vaqueros, notando el calor que se desprendía de allí incluso a pesar de la consistencia de la prenda.
- Joder... si no fuera por éstos vaqueros... -insinuó, sugerente, antes de recorrer a besos su mandíbula hasta morderle el lóbulo de la oreja-. Pero me has pedido que te lleve a un sitio donde no puedan oírte gritar... -una maliciosa sonrisa se dibujó en su atractivo rostro-. Y resulta que conozco el sitio perfecto...
La ayudó a bajar y se lavó la cara y el cuello para quitar los restos del carmín antes de aceptar su mano y salir al exterior.
LOS DETALLES y haber buscado la frase, la foto y todo... pfff:
Aidan Doyle escribió:
Pero no importaba... La música seguía sonando a través de aquellos potentes altavoces, y mientras continuara retumbando entre las paredes podrían seguirla de vuelta... Caminaron por las catacumbas durante bastante rato, con el ritmo acelerado por la adrenalina y el alcohol que habían consumido hasta que la luz de la linterna alumbró una inscripción grabada en azulejos que decía así: "In girum imus nocte et consumimur igni".
- "Vamos dando vueltas en la noche y somos devorados por el fuego" -tradujo el irlandés dirigiéndole a la mujer que le acompañaba una mirada ardiente-. ¿Tú que crees, Spitfire? -susurró junto a su cuello-. ¿Crees que corro peligro de ser devorado por el fuego? -inquirió, con una mirada pícara.
Haber buscado la sala, la foto, algo que conectase directamente con el otro personaje (el tatuaje de Sasha).... osea... me muero:
Aidan Doyle escribió:
Aidan y Sasha se miraron, rompieron a reír como adolescentes ebrios de vida, se cogieron de las manos y prosiguieron su andadura hasta que, finalmente, fueron a desembocar en una gran sala de unos 40 ó 50 metros cuadrados donde el suelo era de fina arena, como la de una playa.
Alrededor de la estancia habían tallado bancos de piedra en donde habían dispuestas, a intervalos regulares, pequeñas velas encendidas que iluminaban un hermoso mural que llenaba toda la estancia con una inmensa ola que intentaba emular el arte de Katsushika Hokusai, el famoso pintor japonés del siglo XIX, y que era exactamente igual que la que la mutante tenía tatuada en el hombro.
Aidan se quedó petrificado durante varios instantes, observando la bella obra de arte antes de volverse hacia su acompañante y acariciarle suavemente el tatuaje desde atrás.
- ¿Crees que ha sido casualidad? ¿Aparecer justo aquí? -susurró, depositando un beso en su hombro y otro en la base de su cuello, apartándole el cabello.
Y un breve tutorial de cómo seducir y resultar erótico sin ser explícito:
Aidan Doyle escribió:
De manera metódica, fue apagando una vela de cada dos, hasta reducir la iluminación de la cueva a una semipenumbra mucho más íntima que dejaba entrever lo justo de la pintura del mural para que continuara siendo un regalo para los sentidos. Aidan se quitó entonces la camiseta, dejándola caer al suelo de arena de la cueva. La tenue luz de las velas que quedaban iluminó unos músculos no demasiado prominentes pero bien definidos, relucientes por el sudor. Los tatuajes recubrían por completo su brazo izquierdo en una hermosa enredadera de flores y símbolos celtas en el que se podía apreciar también un uroboros por la parte posterior de su antebrazo. Los nudos se extendían hasta casi alcanzar el hombro, donde se interrumpían tan sólo para continuarse, tímidamente, en la base del cuello en la forma de una única flor aislada del resto.
- Te prometí que te los mostraría... -dijo, mirándola con picardía-. Y también que haría todo cuanto me pidieras... Por ésta noche...
OSEA PLEASE STOP
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 18th Diciembre 2020, 01:55
Os agradezco muchísimo las menciones. En el post del evento especialmente porque la verdad es que me cansa estar continuamente describiendo las putadas que le pasan a Aidan, pero es que realmente no ha parado de experimentar mierdas traumáticas desde que adquirió sus poderes en marzo de 2019, o sea, básicamente, en cuestión de dos putos meses xd Creo que bastaría para traumatizar a cualquiera lo que él ha vivido en tan escaso margen de tiempo, sin embargo, es eso, siento que como lo único que ha hecho ha sido recibir, a veces parece que lo único que puedo narrar son éste tipo de situaciones, y me resulta muy cargante. No es como cuando tienes un héroe como Drago, que describes situaciones de todo tipo, buenas y malas. Es que con Aidan hasta ahora sólo han sido putadas, y la mayoría ni siquiera han sido organizadas por mí, así que sienta bien ver que a pesar de todo es apreciado, porque yo tengo la impresión de que lo único que hago es rolear lo mismo una y otra vez con él y tengo el temor de que a la gente se la haga repetitivo y cansino. Y creedme, soy la primera que está deseando que las cosas le empiecen a ir bien de una santa vez y poder rolear otro tipo de cosas que no sean lo jodido que está siempre, xd
El tema de París con Sasha, la verdad es que quedé bastante contenta con cómo me quedó. Invertí dos noches para hacerlo bien porque quería estar a la altura del post precedente, y creo que conseguí transmitir lo que quería tanto en el contenido como en la manera de expresarlo. Es de éstos temas que, una vez los lees, te queda una sensación de satisfacción general, como que te ha quedado no perfecto, porque la perfección no existe, pero sí bastante redondo, así que me alegra mucho que haya gustado
Por mi parte, vengo a hablar de un recién llegado que ha entrado pisando fuerte y que plantea una seria competición para Gwenpool en la categoría del post más cómico:
Jack Kelly escribió:
SpiderBee[Certificado]: ¿Alguien pudo conseguir una copia de Rocky 1 pero protagonizada por Arnold Schwarzenegger? Todas las que encuentro tienen a Sylvester Stallone como actor principal y la trama es algo diferente. Soy de la Tierra número 9856.
La_Mascara: Tengo una protagonizada por Jim Carrey, su mejor papel dramático. No puede entender como era un actor de comedia en otras realidades.
Lucy_The_Xeno_Queen[Certificado]: ¿Swarm? ¿Estás vivo? Es un milagro , ahí te mande un privado. Por cierto posteo para que me avisen si encuentran la película.
Flesh_of_my_bone[Usuario baneado]: [Mensaje eliminado por moderación]
SpiderBee[Certificado]: @La_Mascara Puede ser interesante, la voy a ver más tarde. @Lucy_The_Xeno_Queen Me alegra saber que mi psicóloga favorita sigue viva. ¿Alguien tiene una captura de lo que dijo Flesh_of_my_bone? no alcance a leerlo y me picó la curiosidad.
-¡Detente ahora mismo!- Exclamó Jack para luego tomar cobertura detrás de uno de los muchos autos que estaban estacionados en la calle. Con ver a sus objetivos ya pudo mandar a su enjambre para atacarlos.
-¿Un héroe? ¡Mandenlo al hospital muchachos!. . .. puta madre ¿Swarm?- Comentó la mujer sorprendida mientras sus esbirros comenzaban a gritar de dolor al estar siendo picados por las avispas. Debido a que su traje cubría todo su cuerpo y su gato era de metal ella no se veía afectada por los insectos.
-¿Path?¿Estás viva?- Gritó el héroe con asombro, no quiso decir nada cuando la vio por primera vez porque tranquilamente podría ser una versión alternativa de la mujer.
-Si, pensaba que habías muerto en New York. Me alegro de verte!- Acto seguido sacó una pistola y comenzó a disparar hacia donde estaba el hombre , sabía que no era efectivo pero era su forma de saludar a un viejo conocido.
-Yo tambien , asi que ¿Joyas?- Cuando la mujer paró para recargar su arma el joven salió de su escondite para darle una paliza a los matones que estaban tratando de protegerse del dolor que los insectos le causaban. Usando sus moscardones blindados podía trabar los gatillos de las armas , haciendo que la masa de insectos reforzada impidiera que lo pudieran apretar y disparar. Tenía que acercarse como mínimo a 10 metros para poder coordinar los moscardones de esa forma pero sus avispas le dieron el tiempo para hacerlo.
-Es un clásico- Respondió con un tono animado. Estaba contenta, por fin podía tener una pelea como en los viejos tiempos. Nada de amenazas globales, moralidad ambigua , civiles entrometiendose, etc. Este era el juego de policía y ladrones que tanto amaba.
Jack Kelly escribió:
-O no no no , él es uno de ustedes. En cambio yo soy un Path , ¡su archienemiga y villana profesional!- Exclamó la mujer aclarando la confusión. Ahora estaba entre la espada y la pared , podría lidiar con Swarm pero el otro héroe la ponía en una situación complicada. Estaba feliz, la adrenalina comenzó a inundar sus venas y tenía una pelea extremadamente interesante.
-En realidad eres más una enemiga- Corrigió Jack tratando de evitar malentendidos y se acercó corriendo a la mujer para darle un puñetazo.
La barca era el único modo de llegar lo bastante cerca sin correr peligro, pero tendría que hacerlo con cuidado. La oscuridad propiciada por el manto encapotado de nubes negras sería su refugio, junto a una velocidad baja que no pudiera dejar estela en sus movimientos. Los poseídos volaban rodeando a la mujer que había convertido la estatua de la libertad en un despojo con un sólo gesto de sus magias. Eso era lo que hacía. Destruir cada cosa que llegaba al alcance de sus dos pares de ojos. El español aguardó asegurándose de que había subido a la barca todo lo que era necesario. Estaba cansado y abotargado, pero la adrenalina le recorría el cuerpo embotando toda sensación negativa dejando tan sólo una extraña emoción de anticipación. Había enfrentado situaciones extremas y había mirado a la muerte a los ojos en varias ocasiones.
Salvo que en esas ocasiones, la muerte no había tenido nada personal contra él. Algo que ahora estaba claro que sí tenía.
Ángela... pasara lo que pasara ella no debía morir. No podía morir.
Ninguno sabía lo que sucedería... Sólo él...
Esa carga había sido la más pesada de sobrellevar. Ni siquiera había sido capaz de hablar con Sieglinde, ni ninguno de sus otros compañeros sobre ello.
Su único secreto...
Se imaginó tratando de buscar a Ángela de nuevo en el limbo, que le respondería con ese eco desgarrador ante la gran nada. Sintió la desesperación aflojarle los músculos del cuerpo durante un instante. Ella no respondería... y él se quedaría sólo para siempre, porque ella habría desaparecido.
Su alma inmortal... ya no existiría...
y Lorenzo sería el responsable de haberla destruido para siempre...
Las lágrimas le enturbiaron la visión, mientras accedía a la motora de color oscuro, cubriéndola con la lona todo lo posible. Tardaría poco tiempo en aproximarse a la isla a toda velocidad, pero tenía que hacerlo con suavidad si quería tener alguna oportunidad. Preparó el equipo y aguardó, con su comunicador. Llevaba consigo dos enormes cajas cerradas en cuyo interior se oía un rechinar constante, un rumor de patas arañando el interior. Criaturas vivas. Sobre el suelo, tendida con una frágil y lánguida elegancia yacía su creación. Se arrodilló junto a ella, aún apagada.
Pronto...
- Por favor... Por favor, os lo ruego...- besó todas y cada una de sus manos yertas. - Ayudadme... Ayudadme a salvarla... - rogó mientras comenzaba la espera interminable que le separaba de la muerte.
La señal de Dick Grayson sería el primer tañido de sus campanadas de réquiem.
El post entero es una maravilla, pero éste fragmento me ha resultado especialmente desgarrador...
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Joker DC Universe
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Mensajes : 564 Fecha de inscripción : 13/11/2013 Localización : Arkham Asylum Empleo /Ocio : Cómico Humor : ¿que se pone Batman para ver sus culebrones? ¡Su BAT-amanta!
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 19th Diciembre 2020, 23:31
¿Cómo de feo estaría deleitarme de un post de Bárbara en el que su alma se está haciendo pedazos? ¿Mucho?... ¡No lo entiendes! Es una exquisita tragedia. ¿Sigue siendo mucho?
Oh, vaya... Entonces solo un poquito.
HAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA
Barbara Gordon escribió:
Siempre había sido demasiado racional como para creer en la magia. Me costó, incluso cuando empecé a conocer gente que recitaba conjuros del revés. Y la ciencia... la ciencia a veces parecía magia. ¿Acaso Wally no era el mayor experto en "ahora me ves, ahora no me ves"? ¿Acaso la genética de Clark no era la que le permitía echar rayos por los ojos y volar?
No comprendía la reacción de mi padre. James Gordon era el hombre más entero que conocía. Estaba segura de que nada podía horrorizarlo tanto como para que se comportara así.
Respondí a su contacto, intentando tranquilizarlo, contener aquella desesperación. Reuní todo el valor que pude y miré a la mesa que le había provocado aquella reacción.
Y leí el nombre.
Un nombre se proyectó en mis retinas como un completo sinsentido, gritando toda clase de insultos a la lógica, a la coherencia.
Barbara Kean.
Aferré las manos de mi padre. Podía entender el vacío en el que estaba cayendo. Podía verlo bajo mis propios pies. No quería caer con él. Tenía que agarrarlo, sostenerlo. Le clavé las uñas en las muñecas sin darme cuenta.
Mamá está muerta.
Mamá está muerta, otra vez.
Me mordí el labio para no emitir el gemido que pugnaba por salir de mi interior, con tanta fuerza que lo hice sangrar.
¿Cómo? ¿¡Qué hacía mamá allí!?
Escuché a mi parte racional, que gritaba por el control. Lo que tenía delante era perfectamente posible, al menos dentro de la lógica de la Colisión.
¿Pero por qué no sabía que estaba viva? ¿Por qué no se me había ocurrido que podía estarlo? ¿Por qué no la había buscado? ¿Por qué había muerto de nuevo? ¿¡Por qué de forma tan horrible!?
Empecé a temblar con fuerza, y el gemido brotó finalmente de mi garganta; herido, rasgado, roto. Una losa se aposentó sobre mi pecho. Me ahogaba, me ahogaba, me ahogaba. Mi frente se cubrió de un sudor frío y los dedos me empezaron a doler. Se me dormían las manos. Dios. Sentía que iba a morirme. No podía respirar. Trataba de hacerlo, pero el aire no entraba. Mi corazón latía demasiado deprisa, o había dejado de latir.
Papá me arrastraba al abismo con él.
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"¿No entiendes que la vida no es más que un gran gag? ¿¡Entonces porqué no te ríes?!"
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 23rd Diciembre 2020, 01:02
Votaciones abiertas para el mes de diciembre aquí.
Recordad que ésta vez tenéis hasta el domingo 3 de enero para votar vuestra mención favorita con un mp a la cuenta de Omega. Suerte a tod@s!
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 24th Diciembre 2020, 01:48
De ésta conversación me ha gustado mucho el contraste entre la personalidad de los dos personajes implicados, Sieglinde racional y pragmática y Dick, humano y cercano. Me parece muy importante el momento de inflexión en el que Sieglinde le hace elegir entre detener a Lorenzo o dejarle llegar hasta el final... y cómo Dick, a pesar de lo horrorizado que está por todo, escoge tomar la senda más cuestionable porque ante todo es humano y teme lo que está por venir:
Dick Grayson & Sieglinde escribió:
—Al habla Sieglinde. Nightwing, ¿En qué puedo ayudarle?— la directora de la MKL había recibido el aviso de una llamada a través de Woodrow. Lo cual significaba que era urgente. Woodrow lo paso al canal de seguridad antes de que ella descolgase.
— Yo… — la voz del joven tembló ligeramente. Nunca antes le había costado tanto explicarse, y es que todavía se sentía conmocionado por el recuerdo de esa extraña y oscura criatura...— Es sobre Lorenzo. Estoy muy preocupado por él…
—¿Y a qué se debe? ¿Su comportamiento es problemático, o sufre alguna lesión física grave?
— Sus heridas se recuperan con normalidad, pero creo que su mente... — Se detuvo un segundo antes de continuar— Desde que supo que Ángela había desaparecido… está inquieto, apenas come y casi no duerme. Ha estado encerrado en la base trabajando en un proyecto de dudosa ética... con el que piensa derrotar a Raven.
— ¿Qué quieres decir con ética dudosa? ¿Qué es lo que ha hecho? — no pudo evitar que la preocupación se dejase entrever en su tono sereno habitual. Sabía que Lorenzo perdía la objetividad cuando se trataba de Ángela. El líder de los titanes parecía preocupado, y proviniendo de alguien externo, esa valoración significaba mucho. Sabía que se había llevado uno de sus proyectos, pero tenía autonomía para hacerlo. Lo que desconocía era lo que estaba haciendo con él.
— Es… — tragó algo de saliva y buscó las mejores palabras que pudo para expresar la repulsión que le causaba esa extraña creación— Como una amalgama de diferentes criaturas... un ser de emociones puras que evitará el control empático de Raven, su opuesto perfecto …
— ¿A qué te refieres con un amalgama? ¿Qué aspecto tiene? — en el cerebro de Sieglinde se estaba originando una sospecha. Lorenzo presentaba a mediados y principios de año los proyectos en los que estaba trabajando, y tal y como lo había descrito Dick Grayson sólo correspondía con dos de ellos.
—Pero lo que me preocupa es que esa criatura, esos diez seres... Parecían estar sufriendo. No sé hasta qué punto se pueden considerar criaturas vivos... —un sudor frío bajó por su frente— y tampoco sé qué tipo de consecuencias traerá cuando se ponga en marcha...
— Diez... —ya no me quedaba ninguna duda.— Quiero aclarar algo ahora mismo. Si consideras que Lorenzo pueda ser una amenaza sólo has de decirlo y mandaré a alguien para recogerlo.—Solaris lo decía muy en serio. —Lo que Lorenzo hace... a muchos les resulta reprobable, antinatural. Muchos han penado su comportamiento. Sin embargo es cierto que la funcionalidad de sus creaciones tiende a ser muy elevada. Así que te quiero preguntar...— la mujer intentaba ser lo más objetiva posible. Aunque en este terreno le costaba mucho. Agarró de manera mecánica el crucifijo que llevaba al cuello antes de preguntar— ¿Tienes alguna manera alternativa de afrontar lo que os espera? ¿Algo que pueda hacer que evite utilizar su creación? Si es necesario, iré hasta allí, la confiscaré y le retendré.
— No estoy seguro. —retuvo la respiración y pensó primero lo que iba a decir a continuación— Pero de lo que sí estoy seguro es de que Lorenzo es una buena persona... aunque temo que esta situación pueda superarlo. —dejó escapar un largo suspiro— Sieglinde, he perdido a la mitad de mi equipo en el proceso, y no puedo permitirme más pérdidas. Si el proyecto de Lorenzo salva la vida de millones, no me importará que sea reprobable o antinatural. La situación es de vida o muerte y hemos de tomar una decisión acorde a esas circunstancias especiales. —En ese instante, una parte oculta de Nightwing salió a la luz. Una que odiaba. La parte en la que se parecía más a Batman— Pero cuando todo esto acabe necesitaré tu ayuda. No quiero que ese proyecto se cobre ninguna vida, y tú conoces a Lorenzo mejor que yo. Dime cómo podría ayudarle...
— Ama a su esposa. Haría cualquier cosa por ella y eso puede convertirle en alguien que pierde la objetividad. Es algo que no puede permitirse ahora mismo. —su tono fue firme.— No permitas que os ponga a todos en peligro por algo personal o será otra losa en su conciencia cuando todo esto acabe. — la mujer sintió una vorágine en su interior que le constreñía las entrañas...y sin embargo entendía a la perfección las palabras de Dick Grayson. Era parte de su credo. "Hacer lo que había que hacer".— Cuando todo esto acabe seremos afortunados si podemos plantearnos ayudarle. — era una situación a vida o muerte. Solo podían agarrarse a la vida.— no dejes que se marche, ni que se la lleve. Mantenlo acompañado en todo momento hasta que puedas informar de la situación. Tendremos que hacernos cargo de el... Y tambien de Ángela. —dejó escapar un suspiro al otro lado del teléfono. Sólo permitió que las lagrimas le humedecieran los ojos, pero luchó para que no pasaran del horizonte de sus parpados— procura que Angela se salve, o los perderemos a los dos.
Y ésta parte...
Dick Grayson escribió:
Los truenos partieron el cielo engullido por oscuras nubes que no dejaban pasar la luz del sol. De pronto, una voz grave e igual de distorsionada que el tiempo meteorológico resonó por todo Liberty Island, como si uno de sus rayos hubiera hecho otro estruendo.
— ¡RAAAAAAAAAAAAVEEEEEEEN!
De las nubes emergió una figura tan negra como la oscuridad, a excepción de la mancha de murciélago que salpicaba como una gota de sangre el pecho de la armadura.
Era un traje de guerra, compuesto por fibras metarámidas que diseñó el propio Bruce antes de morir. Un material casi el doble de resistente que el Kevlar, concebido para resistir el calor más ardiente y el frío más gélido. Con propulsores, dardos eléctricos y batarangs gélidos incorporados… un compuesto perfecto para patear traseros demoníacos...
—¡¡Aquí me tienes, Raven!! ¿No es lo que querías? — grité con furia congelada— ¡Ahora deja al resto de ciudadanos libres!
.................
Tengo un Hype ahora mismo que me subo por las paredes.
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 25th Diciembre 2020, 02:03
Me gusta mucho el Dick quemado que está llevando su usuaria en el evento del Fin de los Días, el contraste con el Dick que todos conocemos tanto en pensamiento como en acción y opinión, que se pueden ver en éste fragmento que, además, me ha resultado trepidante:
Dick Grayson escribió:
Cuando quise abrir la boca para presentarme con propiedad, la mujer de la armadura negra tomó la palabra.
Joder con la puta propaganda de los Escorpiones. Parecía sacada de los antiguos anuncios de la Unión Soviética. Estaba soltando una mierda de rollo comunista, que parecía haber memorizado en un cursillo de esos que te lavan el cerebro. Una parafernalia de palabras bonitas como las de “seguridad” y “unión”, que no era más que pura fachada. La morena no habló de de las masacres, ni de las persecuciones a los héroes, ni los putos campos de concentración peores que los de los nazis o los Gulags. ¿Qué hay de la libertad? ¿De tener voz y voto? ¿Y los derechos humanos? Mentiras. Toda una sarta de mentiras y promesas vacías. Todos los que no se unían a los escorpiones acababan muertos. Eso no era ninguna sociedad, eran unos jodidos nazis de mierda.
-Yo he perdido mucho más que eso ¿Y por eso dejó de luchar y me escondo, esperando a que venga alguien en mi ayuda? No, me levanto porque todo aquello que no te mata, te hace mas fuerte.
— Tú sigues viva. Y lo último que se pierde en este podrido lugar es la vida. Algunos no pueden decir lo mismo… —Moon podía sentir perfectamente cómo apretaba cada vez más fuerte el volante, a medida que la fulana escorpiona parloteaba allí atrás.
— Los héroes lo dieron todo en el momento en que tocaba luchar... pero ya no viven para contarlo.— Por mis ojos vi caer el recuerdo de mis compañeros, sus cuerpos sin vida, retorcidos en posturas antinaturales bajo las losas de piedra y los escombros. Los edificios cayendo, hechos pedazos por la explosión. Y el fuego... la viva imagen de las llamas ardientes, arrasando todo cuanto se interponía en su paso. Mis ojos se humedecieron ligeramente, para después dejar escapar un largo suspiro. Necesitaba tranquilizarme o…
Un golpe sacudió de pronto el vehículo, devolviéndome a la realidad.
— ¿Pero qué leches…? — Tras pasar unos segundos, la guitarra eléctrica se hizo cada vez más audible. Desde el retrovisor pude ver cómo el convoy avanzaba sin cesar, hambriento de nuestra sangre. — Joder con los putos adoradores del murciélago…
Di un volantazo con la intención de despistar el siguiente cañonazo en el trasero del coche. Por suerte, las puertas habían detenido el segundo golpe y los inquilinos parecían estar a salvo. Pisé aún más el acelerador, y puse toda mi atención en la carretera. Estábamos en un jodido desierto, a campo abierto y sin posibilidad de ocultarnos. Lo único que me quedaba era seguir adelante hasta que nos lloviera la suerte.
El vehículo a esa velocidad era cada vez más inestable. No supe ver el origen del problema, puesto que los gritos de nuestros agresores y el ruido de la arena y los coches en marcha se llevaban toda mi atención. Estaba totalmente concentrado en los peligrosos vehículos que empezaban a acosarnos por los laterales que no supe ver que en el compartimento interior tenían otro tipo de problemas.
Un ruido metálico me dio el aviso de que ya los teníamos encima. Unos cinco hijos de puta tratando de abrir las puertas con varios piolets y otras armas blancas, perforando los cristales y arrancando las chapas metálicas del recubrimiento con violencia. Si el sándwich de Jeeps conseguía desestabilizarnos, acabarían por volcar nuestro vehículo y estaríamos perdidos. Tenía que pensar en algo.
—Agárrate fuerte, chaval.— advertí al chico, cuando puse toda mi rabia en el volante y giré primero a la izquierda, chocando brutalmente contra uno de los jeeps. Uno de los carroñeros quedó aplastado entre los dos vehículos, y su sangre salpicó la ventanilla. Los otros dos salieron volando, estampándose contra su propio vehículo, con tan mala suerte, que uno de los piolets traspasó el pecho del conductor, haciendo que el vehículo se fuera a la mierda.
Con la izquierda libre, giré lo bastante para conseguir estabilizarnos, y entonces di otro volantazo en dirección derecha, golpeando varias veces al otro jeep hasta hacerlo volcar. La mala noticia era que todavía quedaban dos tipos anclados en el capó.
—No repitas esto en casa, chico.— le guiñé un ojo a Moon, y de pronto pisé el freno.
El todoterreno se detuvo en tres segundos y los adoradores de Barbatos salieron despegados hacia delante como si se los hubiera llevado el diablo.
Y qué decir de la usuaria que lleva a Martha más que me flipa lo mucho que se curra los trasfondos de sus pj, hasta siendo una versión alternativa de los mismos. En ésta secuencia, además, resulta particularmente badass
Martha R. escribió:
Kotska se encontraba en una misión especial cuando el “incidente” ocurrió; su cuerpo aguantó el golpe en parte ayudado por el poder de la gema que la protege de daños mayores, sin embargo no evitó que tuvieran que meter su cuerpo en un traje cibernético que la mantenía con vida, que ayudaba a sus pulmones y corazón a funcionar correctamente. El hombre que diseñó su traje y le “devolvió a la vida” no era otro que su otro tío, Javis, un hombre brillante y, seguramente, el hombre más inteligente de la tierra. El trabajo con la gema para poder hacer que diera energía al traje, para que ayudara a mantener con vida a su sobrina… esto le causo estragos en la mente, cada vez que tocaba la gema, ya fuera un simple roce, su cordura abandonaba cada vez más su mente.
La última vez que lo vio fue el día antes de que desapareciera; se había arrancado los ojos con las uñas, exclamando que no los necesitaba pues veía todo lo que necesitaba ver, se arranco el pelo dejándose meros mechones en la cabeza dejándose las uñas en el proceso y se tatuó a la fuerza con un clavo un símbolo por todo el cuerpo; dos triángulos opuestos como si fueran un reloj de arena. Ese símbolo, ese simple símbolo que podía significar nada importante viniendo de la mente de un enfermo mental, es lo que la cyborg vio en el cuello del carroñero… con un grito, lleno de odio y rabia, se lanzó hacia él apartando a Edward de un manotazo que le empujó hacia la pared del vehículo.
Mientras el otro niño parecía ocuparse de ayudar a la apresada, Kotska clavo su filo en la carne del carroñero que portaba el picahielos; su arma tenía más alcance lo que evitó que se la clavara… aunque no es que pudiera atravesar su armadura, su hoja se hundió en la carne del asaltante, por la parte de su riñón izquierdo como un cuchillo caliente atraviesa mantequilla haciendo sentir a el hombre el inmenso dolor producido por sentir la energía quemar tu carne, desintegrándola y quemándola hasta que no quedaba más que polvo acompañada del punzante dolor de la cuchilla entrando en su carne, claro que no se quedo ahí; apretó aun mas la espada sacándola por el otro lado del hombre y con un fuerte tirón la subió hacia arriba, cortando al hombre desde los riñones hasta los hombros.
El olor a carne y huesos quemados lleno el vehículo, no cayó ni una mísera gota de sangre a pesar del acto tan sangriento de la mujer; el calor de la energía que rodeaba su espada cauterizo las heridas evitando así que ni las venas ni las arterias soltaran ni una gota de sangre. El carroñero se cayó hacia atrás y al llegar al suelo, por la velocidad del vehículo, lo poco de su cuerpo que aún aguantaba junto se rompió, su cuerpo siendo arrollado entonces por los vehículos que tenían tras ellos. Ese era el precio que pagaban todos los que se enfrentaban a ella, todos los que se enfrentan al imperio… todos los allí presentes harían mejor en entenderlo lo antes posible.
Como si no fuera suficiente con los carroñeros que les asaltaban, la cyborg se giró hacia Edward y le agarró del cuello, levantándolo en el aire y sujetándolo con fuerza, sus cejas fruncidas y sus furiosos ojos miraban con rabia al hombre
-Has cometido muchos errores, casi nos matas a todos los de este vehículo- dijo refiriéndose a cuando abrió la puerta bajo la ordena de la chiquilla y cuando no pudo enfrentarse el solo a un simple carroñero armado con un arma ridícula -Espero que no se vuelva a repetir- le soltó el cuello, dejando que se deslizara hacia el suelo del vehículo -la próxima vez, yo misma me encargare de matarte
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 29th Diciembre 2020, 00:12
La diosa complaciente se encontraba atrapada en ese ataúd de geoda del cual parecía formar parte. Era tan suyo como lo eran sus ojos o su voz. -Hablas como las antiguas…- el guardián se inclinó para tener ambas pupilas al mismo nivel. -Deteneos- y cuantos la tomaban en contacto la soltaron, guardando una distancia prudencial que les permitiese contemplarla aún en lo lejos.
Los dedos vendados se extendieron envolviendo el crisol rojizo, recorriendo sus vértices y experimentando una a una con plenitud, saboreando con parsimonia, sus sensaciones. Sus ojos seguían las yemas de sus dedos hasta que se detuvo, antes de tocar su piel. No podía permitirse el lujo de hacer pensar a dos de sus aldeas más conflictivas que la quería sólo para él. -Significa Paz Rojiza… ¿Te duele ese nombre?- Era difícil clasificar los sentimientos del dios en ese instante. Una mezcla entre envidia, duda, curiosidad y celos mezclados entre sí furiosamente, emitiendo explosiones constantes dentro de sus impulsos.
Aguardó paciente una respuesta y retrocedió medio paso buscando la mirada de la dama blanca. Su respuesta, gratificante hizo sonreír al dios y darle la espalda para dirigirse a su pueblo.
-Ella es Ukuthula Okubomvu. Ya la conocéis- observó de reojo los tótems que había a los pies del cristal, con representaciones inspiradas en ella y en su poder. Por lo visto ambas tribus habían desarrollado su propia cultura y sus propias creencias sobre ella pero ambas la vinculaban con el agua. -No debéis abusar de lo que puede hacer por vosotros o tal vez nos arrepintamos de su presencia. Los dioses podrían enfurecerse y mi deber es protegeros, ya sabéis que soy vuestro guardián protector…- concluyó desviando un instante la mirada a ella. -Sin embargo… Para que ambos pueblos puedan volver a disfrutar más adelante de sus dones, algo tiene que cambiar.
Crueldad... Dolor... Ira... Tristeza... Rabia... Deseo de venganza...
El technarch apretaba los puños con fuerza en mitad de aquél ambiente tenso. Esperaban órdenes de Dick. Todo se había vuelto un mar de emociones negativas, su nuevo compañero había enloquecido aparentemente tras visionar el ataque a la estatua de la libertad. Esa mujer sin extremidades parecía ser su punto débil...
Todas esas emociones... Debían serle familiares. Eso era lo que llenaba el corazón de un technarch, durante toda su existencia. Sin embargo, para Warlock siempre fueron extrañas... Hasta ahora.
Al fin vivía como un verdadero technarch. Y lo odiaba profundamente.
Clavó una mirada llena de una rabia casi ígnea en la pantalla, mientras veían la retransmisión. La cámara enfocó a Conner durante unos instantes. Ese rostro lleno de satisfacción ante el caos y el dolor ajeno... Esa sonrisa burlona, ese desdén en la mirada...
Ese día Warlock empezó a sentir su alma envenenada por su naturaleza original, y llevaba luchando contra ella desde entonces.
Miró a Bart. El joven velocista era su consuelo en momentos como ese, pero ya no lograba calmarle. Apartó la vista. Por fin Dick tenía algo que decir...
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Crueldad... Dolor... Ira... Tristeza... Rabia... Deseo de venganza...
El alien apretaba los puños, esta vez volando sobre Esfera, cara a cara, en silencio tenso, frente a la fuente de sus males.
- Connie...
Dick dio la señal. La nave descendió. El alien saltó, convertido en una amalgama de tentáculos que despedían rayos de energía, dirigiéndose a su objetivo.
Hoy viviría y lucharía como un verdadero technarch, y con suerte... sería la última vez.
Y éste, como siempre, profundamente evocador, maravilloso y terrorífico. Y su protagonista muy creíble.
Elissa Stavridis escribió:
Las notas flotaron hasta ella.
Mi Re# Mi Re# Mi Si Re Do La La Mi La
Por un momento, creyó que su mente las había conjurado. Un espejismo de sus recuerdos, de sus deseos. Igual que había sucedido en la mente de Cédric.
Do Mi La Si Mi Sol# Si Do...
No, no era su imaginación. Porque Elysia también había vuelto la cabeza.
Adónde, había preguntado su gemela.
- Al aula de música - brotó la respuesta, prendida en un hilo de voz.
***
Siguieron las notas, como si fueran las migajas de pan que Hansel y Gretel habían dejado caer a escondidas en su camino por el bosque. El piano enmudeció poco después, dejándolas solas en la oscuridad.
Haciendo que se preguntaran si había sido real.
Elissa había sentido algo parecido en una ocasión, no hacía demasiado tiempo. Algo estaba fuera de lugar. Porque nadie espera encontrar un recuerdo bonito en un lodazal. Nadie quiere encontrar algo preciado en una Mansión en ruinas.
Pisoteado, enterrado en el polvo, cubierto de cenizas.
Tenían que haberlo soñado. ¿Quién en su sano juicio volvería a la Mansión tras un ataque demoníaco... y para tocar el piano, nada menos? ¿Qué probabilidades había de que quedara alguien allí? ¿Y por qué aquella canción, de entre todas?
A no ser que estuviera sucediendo otra cosa. A no ser que lo hubieran entendido mal.
A no ser que los titulares se equivocaran.
Elissa abrió mucho los ojos. El piano volvía a sonar.
A lo lejos, distingues algo, un edificio en ruinas que aún se mantiene en pie. Escuchas un sonido proviniendo de él, una melodía que reconoces como el Claro de Luna de Beethoven, sólo que retorcida y desafinada, como si el piano del que proceden las notas estuviera defectuoso.
- Elysia - susurró, con urgencia.
Y abajo, de espaldas a ti, con la mirada fija en el reloj inmóvil, se encuentra una figura familiar cuya visión provoca que se te pare el corazón.
Ella había… soñado con esa melodía.
Ella conocía… sabía… quién estaba pulsando las teclas del piano de la Mansión.
Una sonrisa se forma en tus labios, emulando la suya.
Pero no comprendía qué estaba haciendo él allí.
Al parecer, Drago lleva desaparecido desde el 13 de abril, el día que se produjo la fuga masiva de Arkham. Lamento comunicarte que la última vez que se le vio fue en compañía de Cédric el día 18.
Estás a punto de hablar, pero, en ese momento, la mano del mutante se dispara hacia tu garganta, agarrándote por el cuello. Tus ojos se abren con desmesura al notar el súbito incremento de la presión en tu cuello. Su mano se crispa como una garra de acero y tú notas que te falta el aire, que cada vez más y más la vista se te nubla…
- Elysia, es Dragoslav. - logró decir, sintiendo que tenía que empujar las palabras para que salieran de su garganta. Como si la presión de la mano de su sueño no les permitiera salir.
Una afirmación absurda.
Una pieza que no encajaba.
¿El hombre desaparecido había vuelto a poner pie en la Mansión? ¿Por qué? Aunque, como a ellas, lo hubieran atraído las noticias del ataque, ¿cómo se las habría arreglado para llegar tan deprisa? ¿Por qué ponerse a tocar el piano, en lugar de poner a salvo a sus compañeros?
- No sé qué está pasando. Pero algo va mal. - musitó.
Tic... tac... tic... tac... tic... tac…
Al final del pasillo se alzaba la puerta.
La entrada al aula de música.
La canción se había detenido.
Se miraron una última vez.
Lyz cruzó la distancia que la separaba del pomo. Y la puerta se abrió.
El telón se levantó.
Sobre el escenario, Dragoslav Katich alzaba un cuchillo. En el suelo, Charles Xavier, aparentemente inconsciente, aguardaba la muerte.
Y, tras ellos, un hombre rubio sonreía, preparado para dar a su mirada una nueva mano de pintura carmesí.
La escena se mantuvo congelada un instante.
Luego, Elissa se oyó gritar.
La user que lleva a Elissa siempre consigue plasmar a la perfección la humanidad y credibilidad de su personaje, y el mejor ejemplo de ello es éste fragmento que me ha parecido precioso:
Elissa Stavridis escribió:
Elissa vaciló bajo la lluvia torrencial. Y Elysia dio un paso hacia el porche.
Lyz, que llevaba días sin dormir bien, que tenía dudas sobre su papel de heroína, que había accedido a ayudarla a pesar de lo tarde que era, a pesar de que no debía nada a Charles Xavier o a la Mansión.
Siempre sería su mejor versión.
Porque Elissa es humana, y como humana, tiene defectos, miedos e inseguridades y ella nunca vacila a la hora de interpretarlos. Bravo
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 1st Enero 2021, 00:21
Shawn Wild escribió:
Pero antes de que pudiese hacer algo, noté un fuerte tirón que me empujaba hacia arriba, era tan potente que incluso pudo retirar parte de la sustancia que me envolvía, pudiendo ver con dificultad el cuerpo de Gwen jalando a Lorenzo y a mi hacia ella, ya con las garras listas para rajarnos.
Pero ella no contaba con los desesperados intentos de Savage por sobrevivir, yo era su última esperanza y no me iba a soltar así porque sí. Comencé a gritar de dolor cuando noté en ambos brazos como los dos demonios tiraban con todas sus fuerzas en su dirección, estirando cada músculo de mi cuerpo a unos límites insanos. Notaba como en cuestión de tiempo mis extremidades iban a explotar del dolor y la tensión. Unas pequeñas lágrimas salieron de mis ojos fruto del dolor y de la impotencia que sentía al volver a ser una carga: primero a los Titanes y luego a Lorenzo.
-Si tan solo hubiese sido más fuerte, lo siento Gwen-fue lo único que pude gritar entre los jadeos del esfuerzo que hacía por no ser partido en dos. Pero llegó un momento en el que no pude más...y todo se volvió rojo.
Un dolor intenso de mi brazo derecho hizo que gritase desgarrado del dolor, todo estaba borroso pero pude discernir la mirada horrorizada de Lorenzo ,el cual también estaba luchando contra el agarre de Gwen, dirigirse hacia mi extremidad derecha. Extrañado intentñe centrarme en ella para ver como todo el brazo había sido arrancado de cuajo por la fuerza de Gwen, haciendo que por inercia Savage tirase tan fuerte de mi que salí disparado contra el suelo impactando en él.
Me sentía tan débil que no podía ni gritar, solo podía llorar mientras veía como el suelo alrededor se estaba tiñendo de rojo de mi sangre mientras yo intentaba levantarme con ambos brazos sin éxito ninguno. Esa maldita sensación del miembro fantasma era lo único que me mantenía consciente del dolor, pero cada vez me costaba respirar más, seguramente me había fracturado una costilla en la caída y no paraba de perder sangre de mi muñón.
-Quizás me merecía esto desde un principio-pensé con angustia mientras luchaba internamente por no cerrar los ojos.
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 5th Enero 2021, 10:46
He intentado mencionar sólo una parte de ésto, pero he sido incapaz. Me ha emocionado de principio a fin, así que va, lo pongo entero.
Edward Johns escribió:
Observó con dificultades las figuras que se alzaban en el cielo, era difícil distinguirlas a esa distancia, pero había un sinónimo para ellas, poderosas, no sabía qué clase de entidades habían tomado los cuerpos de aquellos héroes, pero tenía clara una cosa, no eran moco de pavo, no eran los demonios rasos a los que normalmente se enfrentaba…Miró a su alrededor, la gente a la que habían estado trayendo hacia la isla se agrupaba, confundida, se miraban con temor y sin atreverse a decir una palabra, el miedo era palpable y era normal, las noticias volaban y muchos ya sabían lo que significaba que los hubieran escogido para ir a la estatua.
Antes de que el exorcista pudiera siquiera moverse el cielo se quebró en un poderoso relámpago, cómo el tambor que rompe el silencio para dar inicio a una terrible batalla, y eso era, precisamente, lo que había empezado a desarrollarse, cuando el mago se disponía a moverse y entrar en acción, unas criaturas que se desplazaban a cuatro patas y que podrían haber sido el concepto de perro de cualquier esquizofrénico, aparecieron en la zona en la que se encontraba junto al resto de gente, ladrando y mostrando los dientes en tono amenazador, haciendo que la gente se moviera y empezando a desplazar al rebaño, cómo si de perros pastores se tratasen.
Johns siguió al grupo, aún amparado bajo el manto, mientras siguiera allí debajo no podrían encontrarle, todo estaría bien, tenía que seguir oculto y mantener su tapadera…Se aferró al trapo con fuerza, procurando que no se deslizara de su cuerpo mientras se camuflaba entre el grupo, quedando rodeado de gente para así facilitar su camuflaje:
-N-No… ¡NO PUEDO MÁS! – Un hombre joven salió entonces corriendo, empujando a la gente e incluso derribando a algunos, alejándose del grupo corrió hacia el borde exterior de la isla, el muy capullo intentaba lanzarse al agua para escapar de aquel lugar, o ahogarse para acabar con aquella incertidumbre y miedo, a sabiendas de lo que les esperaba cuando hubieran terminado su caminata. No llegó a moverse ni un metro, uno de los perros guardianes se lanzó a su cuello y lo mordió con violencia, hundiendo sus colmillos en la blanda carne y desgarrándola, el tipo chillaba rodando por el suelo mientras un torrente de sangre no dejaba de emanar de la herida mientras la bestia masticaba la carne que había arrancado, el tipo empezó a convulsionar mientras Edward se repetía una y otra vez: No puedes salvarlo…No puedes salvarlo…Ya está muerto…
Finalmente llegaron a la base del monumento, la placa que tenía el poema de El nuevo coloso había sido partida y destrozada, ahora, sobre el pedestal se había erigido una estructura hecha de una especie de mármol negro, oscuro cómo la noche, carente de luz y brillo. El objeto tenía unas formas precisas y bien definidas, se trataba de algo burdo, como si a cortes hubieran pulido la forma sobre el propio mármol. La estructura parecía ser un trono, casi hecho de oscuridad sólido y, sobre el mismo, sentada con las piernas abiertas, había una mujer que miraba al grupo con una sonrisa arrogante en los labios.
No debía tener más de 18 años probablemente, era rubia y tenía los ojos azules, llevaba puesta una armadura de color rojo con ornamentos dorados incrustados, en su cintura, una especie de cuerda que emitía un brillo rojizo destacaba por encima de la armadura, tenía los brazos apoyados sobre el trono y miraba al rebaño impaciente, la gente cuchicheaba, muchos de ellos la habían reconocido ¿Qué hacía ella allí? La mujer levantó la mano para hacerles callar, un solo gesto bastó para que el miedo invadiera de nuevo al grupo, que, poco a poco, guardó silencio mientras los perros rondaban a su alrededor.
A su lado había un hombre, vestido de cuero y con una máscara, a pesar de la misma era fácil intuir su nerviosismo y su miedo, el tipo estaba pálido, pobre cabrón, a saber por qué estaba allí: - Bien hecho mis pequeños…- Se alzó de su trono poco a poco mientras observaba satisfecha a la multitud: - Vosotros, débiles humanos, seréis la piedra angular sobre la que construiremos un nuevo mundo, un lugar mejor…- Empezó a caminar en dirección al grupo, algo en su mirada, sus gestos y su forma de moverse auguraban lo peor…Edward miró a su alrededor, en busca de una salida, una forma de escapar, pero ahora mismo era imposible, no podría correr más de 3 metros sin que le dieran alcance…Un niño, de tal vez unos diez años salió corriendo en dirección al demonio, su madre, que había estado junto a él, intentó detenerle, pero el chico se escapó de entre sus dedos para llegar a las piernas de Casandra, a la que abrazó temblando de miedo:
-¡Wondergirl! ¿Vas a ayudarnos…? – El chico sollozaba, Edward agachó la mirada…Tan joven…Maldita sea…La criatura se agachó para mirar al chico a los ojos, mientras la madre lloraba, angustiada, desde el suelo: - Dime pequeño ¿Cómo te llamas? – Le sonrió mientras le ponía una mano en el hombro: - J-Joseph…- Cassandra hizo que el niño se girase con suavidad hacia el grupo: - ¿Y esa es tu mamá Joseph? – Señaló a la mujer que sollozaba en el suelo, al borde del colapso, Edward observaba la situación en silencio, una y otra vez en su cabeza resonaba la misma frase: No puedes ayudarlos…No puedes ayudarlos…
El niño afirmó y ante un gesto de su ama, uno de los perros obligó a la madre a ponerse en pie y caminar pesadamente hasta donde estaba su hijo, una vez se hubieron reunido la madre abrazó a su hijo unos instantes, Cassandra dejó que la reunión familiar transcurriera tranquilamente mientras la gente miraba, entonces puso una mano en el hombro de la mujer, separándola del niño, al que miró a los ojos: - Joseph, dile adiós a mamá. – Él no acabó de entender aquello, tampoco tuvo tiempo, las manos de la chica sujetaron a la mujer por ambos hombros y con un ligero esfuerzo estiró cada uno en dirección opuesta al cuerpo de la mujer, un sonido muy parecido al que hacía una nuez cuando se partía resonó con fuerza mientras se partía por la mitad, cómo si la estuvieran dividiendo siguiendo un segmento que cruzaba su cuerpo en dos partes. Sus órganos se desparramaron por el suelo en una orgía de vísceras y sangre, de una forma similar a cuando uno cascaba un huevo, la ejecutora rompió a reír ante aquel acto mientras arrojaba las mitades del cuerpo al suelo: - Mierda…- Edward apretó los puños mientras el niño se desmayaba y caía al suelo, la gente rompió a gritar, hubo un amago de huir de allí, pero los perros volvieron a poner en su lugar al rebaño entre rugidos y ladridos.
La mujer enfocó su mirada al niño, en su rostro se dibujó una pérfida sonrisa mientras estiraba la mano hacía él, que había caído a sus pies inconsciente, empapándose en la sangre de su madre. Algo se despertó dentro de Edward, un fuego que ardía en pecho, un calor que le embriagaba de arriba a abajo ¿Heroísmo? Quien sabe, solo sabía una cosa, no podía seguir viendo ese espectáculo y no hacer nada. Agarró un trozo de la sábana que llevaba aunada al cuerpo y lo desgarró, hizo una bola de unos 12 centímetros de grosor y mientras se movía entre la gente hacia la mujer murmuró: - Ignitae. – La tela se prendió en llamas, poco a poco, el fuego anaranjado fue tomando notaciones doradas, formando una esfera de fuego que quedó suspendida en la palma de su mano, se movió entre la gente rápidamente. Ella cogió al chico del pie y lo puso boca abajo, mostrándolo a la multitud: - Esto es lo que os espera los que no sepáis obedecer mi volu…- No pudo terminar su frase, la bola de fuego salió disparada de la mano de Johns y golpeó su cara, el fuego se extendió rápidamente por todo su cuerpo, la mujer soltó al chico instintivamente, en una respuesta ante el dolor mientras chillaba, más de rabia que por el impacto que las llamas pudieran estar causando en su cuerpo, que ahora ardía en unas llamas que apenas durarían unos segundos y que apenas la dañarían, pero que servirían de distracción: - ¡Corred! ¡Huid! – La gente empezó a intentar escapar en desbandada, los perros demoníacos rugían y se lanzaban a por todo aquel que podían alcanzar, sangre, chillidos, dolor…Una distracción perfecta.
Johns atravesó aquel infierno y corrió hacia el niño, lo cargó cómo pudo sobre el hombro mientras la mujer seguía envuelta en llamas, casi pudo notar el calor cuando la mano de Cassandra se extendió hacia él para intentar agarrarle, en la carrera de su vida, esquivando a gente que caía al suelo derribada por los perros, huyó hacia el interior de la estatua de la libertad, sabiendo que era cuestión de unos minutos que el orden y el miedo se volviera a imponer sobre el grupo, y, cuando esos sucediera, irían tras él y el crío.
Se resguardó tras un mostrador y suspiró, sólo tenía unos minutos, tal vez segundos…Miró al chico, inconsciente: - Joder…- Se quitó la sábana santa y envolvió al muchacho en ella, dejándolo cubierto, mientras estuviera tapado con ella no podrían localizarle, pero eso planteaba otra problemática, le tocaba pasar a la acción, ahora era un blanco fácil, eso cabrones podrían rastrearle, si quería sobrevivir, debía luchar, un grito colérico invadió el aire resonando con fuerza y algo hizo temblar toda la estructura de la estatua ¿Que estaba sucediendo? :
-Vamos…- Sacó su maletín y lo abrió rápidamente, sacando su contenido, una espada rota y un guantelete metálico con tonos dorados, se lo puso rápidamente, la armadura encajaba perfectamente en su mano, sintió un hilo de esperanza que le recorría desde la mano hasta el pecho y cogió la espada, que, aún rota, estaba terriblemente afilada, la miró fijamente unos instantes, decidido y firme. Lanzó al maletín lejos y se puso en pie, estaba listo para luchar.
Sin perder un minuto se escabulló por los pasillos, más alerta y preparado cómo jamás lo había estado en su vida, había robado dos objetos sagrados de la caja de Gregory, la espada y el guantelete de San Jorge, objetos que el santo llevaba en su batalla cuando confrontó a un gran demonio con la forma de un dragón, la espada, aún rota, era capaz de causar un gran daño a demonios y el guantelete había podido resistir el impacto de las llamas de la bestia, ambos eran objetos muy poderosos , sin embargo, no eran más que baratijas contra un ejército de aquel tamaño, si Edward quería sobrevivir, debía acabar con la fuente de todo aquello…Miró a su alrededor y encontró las escaleras, debía llegar hasta el nivel superior, dónde estaba Raven, y matarla, sólo así se acabaría toda esta locura, empezaron a llegarle gritos de dolor provenientes del exterior, los alaridos de los perros parecían estar acercándose, pronto estarían allí…
Caminó con precaución por las escaleras, alerta por si sentía alguna presencia o le llegaba algún ataque sorpresa, tenía la espada en alto, listo para hundir la hoja en lo que fuera que se cruzase en su camino…Se deslizó lentamente entre las sombras y llegó al replano del siguiente piso, al cerrar la puerta tras de sí no pudo evitar mucho los ojos al ver la recepción del segundo piso.
Se quedó atónito cuando vio, delante suyo, a unos cuatro metros aproximadamente, mirándole fijamente con una sonrisa mientras acariciaba uno de los tres perros demoníacos que había junto a ella, a la que posiblemente era la única mujer que había logrado hacerle sentir que valía la pena seguir vivo en los últimos años: - ¿Martha? – No…Ella no…Estaba preparado para cualquier cosa, había abandonado a toda esa gente a su suerte, había disparado con fuego sagrado a un demonio que podría haberle matado en un segundo sin pestañear, estaba dispuesto a sacrificarse y morir aquella noche, pero no estaba preparado para enfrentarse a la mujer a la que amaba.
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Dinah Lance DC Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 5th Enero 2021, 11:07
Secundando la mención
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Lorenzo Borgia Omega Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 12th Enero 2021, 16:01
Que veo una barbaridad de historias cruzadas llenas de sentimientos encontrados, de dramatismo, de construcciones muy humanas, de cómo la personalidad de cada personaje afecta a las circunstancias en las que se ve envuelto, y que no puedo mas que agradeceros que pongáis tanta pasión en lo que estáis haciendo, porque de verdad, estáis obrando magia pura.
Gracias a todos por hacerme vivir esta experiencia.
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Rebecca Logan DC Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 13th Enero 2021, 01:41
Hay veces que es difícil llevar a personajes que están por encima de la moralidad humana. Semidioses, dioses y otras criaturas que no comparten con nosotros, simples mortales, el concepto del bien y el mal. Si de algo son capaces todos ellos es de apelar a nuestras fallas para movernos a su voluntad, como titiriteros que usan los hilos en su juego macabro.
Que retorcido y que listo eres...
Papa Legba escribió:
El guardián retiró la mano, ya que no había siquiera un aroma de aceptación en todo lo que la vaquera le decía, no sólo con palabras. Su gesto era de comprensión absoluta, una empatía que la vaquera no hubiese creído en otras circunstancias, de no ser porque su expresión se había vuelto..tan…¿Humana? Los rasgos burlones del dios desaparecieron y sólo se abrió paso una dulce voz aterciopelada, tan grave como de costumbre, que hablaba del deseo de un mundo en el que no tuviese que pedirle ese favor. - Sé lo que te estoy pidiendo- (Exigiendo) corrigió el dios en sus pensamientos - Pero con todo lo que sé, por todo lo que he podido averiguar, es la mejor manera de afrontar toda esta situación. Tengo que protegerte, a ti, a otros tantos que confían en mí. Y a mí. Y la única manera, sheriff, es que estemos juntos… Más juntos que nunca- para rebajar la sensación de invasión, retrocedió sus pasos sin estirar sus piernas y fue a apoyar su trasero sobre una rueda de paja, poniendo también uno de los pies contra ella. -Comprendo lo que supone para ti, pero no será como con ella. Victoria sólo arrebató tu esencia y te produjo pesar… Una sensación desgarradora que puede que no cures dentro de poco… Pero conmigo sería diferente- Habló con calma mientras juntaba ambas manos y las dejaba caer sobre sus piernas -Serás más grande, seguirás siendo sheriff, tendrás consciencia, lo recordarás todo. Trabajaremos como un caballo con dos jinetes a los que obedecerá por igual. Y la diferencia más importante… no voy a obligarte a nada- Eso no era del todo cierto, pero confiaba en su capacidad de convicción.
Dejó unos segundos para macerar toda la información. -Aprenderás cosas nuevas, cosas que quizá ni siquiera sospechabas conocer… Y sobretodo, te mantendré a salvo y después de que todo esto acabe, me marcharé. Y tú serás… libre. Por completo. Tu marca desaparecerá en el momento en el que yo abandone tu cuerpo y no deberás volver a verme- Estaba tranquilo, quizá con ganas de un buen puro, pero muy tranquilo. A fin de cuentas, se lo debía y tampoco es que pudiese negarse, pero si Legba tenía media oportunidad de hacerle sentir que era bajo su aceptación, sería como haberse coronado. Su alma estaría más receptiva, mantendrían mejor conexión, mejor comunicación, no le rechazaría, le ocultaría mejor de la mirada de los grandes… Todo jugaría a su favor si consiguiera que la vaquera accediese por voluntad propia.
-Tu vida no cambiará en lo más mínimo. Seguiré tu rutina aquí, te sentirás de hecho más fuerte, aguantarás más carga física, te sentirás menos agotada, no padecerás dolores fuertes…- el africano respiró hondo, pinzándose la nariz como si contuviese un fuerte dolor de cabeza. -Oye… Normalmente no soy tan sincero ¿De acuerdo? Pero no podemos estar aquí mucho más tiempo y creo que te mereces la verdad- miró al tejado mientras inflaba el pecho, como si le costase lo que estaba a punto de escupir. Bajó el rostro y nego con la cabeza un par de veces antes de volver a establecer contacto visual. -La persona que se refugie conmigo será quien mejor protegida esté… Y quiero que seas tú- Se mordió el labio, dubitativo. -Tengo mis motivos, no creo que te sirvan… Pero es la verdad… Quiero que estés bien. Y si he pensado en ti… Ha sido porque eres diferente a muchos de los que hay ahí fuera- confiaba que su trastorno de ego con el sheriff confiase en esa afirmación. Dicho esto, él aguardó paciente, sentado… Una última respuesta de Logan.
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Ahri'ahn DC Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 13th Enero 2021, 10:29
En los últimos días ha habido mogollón de temas que me han dejado boquiabierta, sin embargo tengo menos tiempo que un reloj averiado y no he podido mencionar nada. Voy a intentar mencionar ahora aquellas de las que me acuerdo, pero es posible que me deje alguna, así que, si alguien ve que no lo menciono, que no se sienta excluido Y es que si espero más tiempo igual se me olvidan más, así que empiezo:
El primero, del tema Devorar y Sesgar. La respuesta previa de Shawn ya me resultó impactante, pero ésta es absolutamente brutal, tan gráfica como una película, y transmite una crudeza y una sensación de malestar muy difícil de superar, siendo a la vez súper humana, angustiosa y aterradora. Una obra maestra de post:
Gwen Stacy escribió:
[justify]Las lágrimas humanas resultaban incómodas para ver con claridad, pero la fuerza demoníaca ayudó para seguir tirando y mantener la firmeza en el agarre. Empezamos a envolver cada vez más longitud de cuerda sobre nuestros nudillos acercando distancia todo lo posible. Hasta que crujió y el inmenso salpicón nos obligó a cerrar los ojos. Las lágrimas cayeron, pasando camufladas sobre nuestro rostro cubierto ahora por completo de sangre cálida. El aroma a hierro se nos filtraba en la nariz y podíamos notar como los músculos del brazo, una vez lo agarramos, se relajaban por completo.
Observamos un instante la extremidad, inerte por completo, en nuestra mano. Las gotas de sangre resbalaban por nuestra barbilla. -No..-Si…- Colocamos el brazo dentro de nuestra boca, abriéndola todo lo posible y clavando los dientes en la carne muerta. No podíamos permitirnos perder una mano útil y tampoco devolverle el brazo. Quién sabe si el simbionte podría volver a unirlo al cuerpo. Vimos con lentitud cómo el cuerpo caía, permaneciendo quieto por completo. ¿Se habría desmayado del dolor?
Cuando los gritos de Shawn cesaron, fue como si escuchásemos por primera vez la melodía, el murmullo del hombre que se había acercado a él. Todo volvió a ser real. -¿Dónde…- estaba Savage…? Parpadeamos un par de veces y tratamos de despejar la sangre de nuestros párpados en un gesto inútil que sólo hizo que nos impregnásemos más de la esencia del joven.
Nos dejamos caer, tocando el suelo húmedo con las manos y los pies y nos movimos a rastras desde la distancia, con suma lentitud, sin levantarnos del suelo. El brazo cayó también desde nuestras fauces, quedando en cualquier esquina. El rostro de Gwen, desolado, inconsolable y agotado asomaba en un cuerpo que no le correspondía. Las garras se arrastraban en nuestro paseo a cámara lenta hacia el joven. Los pensamientos humanos se concentraban en una idea que tomaba protagonismo, aunque iba cargada de culpabilidad y rechazo. “Si le mata… pierdo lo único que me queda”. Sin embargo la consciencia demoníaca tenía otros planes “Al eliminarlos… Raven conocerá la verdad, nos premiará, podré volver a hacer lo que quiera sin tener que cumplir los deseos de nadie…Y podré castigar al traidor”.
Llevaba más tiempo quieta del que pensaba, permitiendo que esa música incesante penetrase en la seguridad de ambas almas que luchaban por tomar poder de un sólo cuerpo. Un cuerpo que les permitía ser fuertes para conseguir una paz interior añorada por ambas y a la vez tan distinta… -Sálvale…- dije contradiciendo el torbellino confuso de emociones que atacaban mi corazón, notando el calor de la rabia en mis entrañas que alimentaba a Pereza.
Según terminé de pronunciar esas palabras, mis garras se alzaron dispuestas a atravesar el pecho del muchacho y ensartarlo contra el suelo. De mi rostro desapercibido sólo caían lágrimas y sangre.
Dicho post magistral tiene su complemento en la respuesta de Lorenzo, desgarradora en su humanidad:
Lorenzo Borgia escribió:
-Sálvale...
Lorenzo le remitió una mirada que hubiera deseado que no fuera tan angustiosa como lo fué. Su rostro estaba lleno de sangre diluida a causa de las lágrimas. Tuvo un momento de duda, en el que sintió un dolor punzante en el pecho. Ella era otra víctima. Como había estado punto de serlo él de no ser por... No. No podía permitirse eso.
Su siguiente movimiento tenía que ser tan rápido o más que la resolución que había tomado con Gula. Tenía que hacerlo en el momento oportuno, o se libraría de ellos con demasiada facilidad. Como si Pereza no se percatara de su presencia en su obsesiva persecución del joven, se aproximó hasta el cuerpo tendido e inconsciente de Shawn y comenzó a elevar las manos con la misma grácil flacidez que utilizaba para todo. Lorenzo se levantó mientras Pereza preparaba el golpe de gracia. Las pequeñas criaturas salieron entonces de su traje y se lanzaron contra ella en un ataque frenético. Caminaban sobre su cuerpo haciendo que sus pequeñas garras se clavaran en su piel como diminutas agujas. Avanzaban con rapidez haciendo que el foco del dolor fuera difuso, trepando por sus piernas y su tronco hasta llegar a sus brazos, donde activaron unos potentes imanes mágicos que se atrajeron entre sí obligando al demonio a unir sus brazos con un violento choque que los retuvo. El hombre agarró entonces los brazos de ella, dando un potente tirón, tratando de empujarla lo justo para que al menos una parte de su cuerpo entrara en el círculo. La notó hacer resistencia, pero sus piernas resbalaron sobre la sangre coagulada ayudándole a él con el movimiento. Un gruñido abandonó sus labios y sus pies trataron de encontrar otro apoyo al verse arrastrada, pegándose al suelo justo en el momento en que su torso traspasaba el margen de los límites del hechizo. Sus piernas tiraron con fuerza, quebrando el pavimento bajo sus pies. Pero su torso continuaba paralizado. El español se asomó al rostro de la mujer, que aún lloraba y le miraba con confusión y algo de odio. El demonio continuó tirando de sus piernas, pero Gwen Stacy, la joven White Spider, seguía asomada a ese rostro confundido y consumido. El español sacó un nuevo artefacto, mientras las pequeñas criaturas sobrantes salían del círculo subiendo a su cuerpo y aferrándose a él.
- Ayúdame a salvarlo. - casi se lo suplicó.
Entre sus tres usuarios, Shawn, Gwen y Lorenzo, han sabido crear un tema lleno de dramatismo, tensión y humanidad que se ha convertido en una obra maestra por el trabajo conjunto de los tres. Me maravilla ver la cantidad de buenas interpretaciones y la miríada de desarrollos y matices que están saliendo de mi evento, me siento muy afortunada
Otro tema que también está resultando ser precioso y evocador es el de A moment of weakness, gracias también a las contribuciones de todas sus usuarias. Éste último post de Sasha y Sieglinde me ha resultado hermoso y desgarrador:
Sasha Triger & Solaris escribió:
Respirar le ardía como ascuas. Notaba como si sus pulmones estuviesen llenos de hollín. Tal vez lo estuvieran. Abrió los ojos pestañeando varias veces. Estaban llenos de lágrimas. Tosió con violencia incorporándose y notando el dolor en el cuerpo. Observó mi rostro, algo borroso. Si hubiera tenido fuerzas su instinto le habría dicho que se retirara. No podía soportar mas ilusiones y mentiras. Agarró la mano con desesperación, y aún así, se cuidó de evitar cualquier posible contacto piel con piel. Así de automatizado lo tenía, hasta en las situaciones más extremas. Me miró a los ojos, deseando que todo aquello fuera real, por su propio bien.
- ¿Eres tu? ¿Eres tu de verdad?- apretó sin percatarse mi muñeca. No me hizo daño, pero afianzó la sensación de tacto, y le hizo sentir mejor. Volvió a toser con violencia. Era como un millón de hormigas andando dentro del tórax. -Sí, si... Soy yo, te lo juro por nuestro entrenamiento- algo que podía hablar de un entrenamiento rutinario cualquiera... O uno secreto que sólo conocíamos ciertas personas muy concretas de la MKL. - - Si. Si. Estoy. - ¿Bien? No. Para nada. - No han sido los demonios. Ni siquiera estoy segura de que fueran de verdad. - se incorporó un poco más, pero aún estaba algo mareada. Por mucha rabia que le diera, debía tener paciencia. -Lo eran, yo los he visto... espera, incorpórate despacio. - Le ayudé a apoyar la espalda - Lo que ha pasado ahí dentro sólo ha podido hacerlo Dragoslav. - ¿Culpa... de.... Drago?- Parpadeé incrédula. Sieglinde tenía mi lealtad, mi gratitud y devoción... Pero Drago tenía mi corazón y pensar que nos hubiese traicionado o que hubiese jugado así con nosotras... no era un plato dulce que digerir. -Estás segura- no era una pregunta, pero necesitaba una respuesta. Aunque cuanto más vueltas le daba en la cabeza… más sentido tenía, a pesar de lo doloroso de ese golpe. No se me olvidaba el factor Cédric, era mi objetivo principal. Tal vez le pudiese estar manipulando hasta ese punto...
- Tiene que serlo. - la dama de hierro estaba llena de convicción, y su camuflaje delató una alteración emocional aún mayor dando una nueva sacudida llena de reflejos descontrolados cuando hizo hincapié en ello. - Lo que he vivido ahí dentro... sólo una persona lo sabía en todo el mundo, y fue por una circunstancia forzosa. Dragoslav era el único que ha podido hacer una cosa así. - me devolvió la mirada. Podía ser apasionada, impulsiva, pero no era tonta. Ya me había dado cuenta de que la obesidad de Sieglinde formaba parte de una tapadera. Había tenido que cargarla sola ahí fuera y me había costado mucho menos de lo que pudiese esperar de alguien con su aparente tamaño. - Tu estabas ahí dentro. ¿No has visto nada extraño? ¿Nada que pueda confirmarlo?- ¿Extraño? Si... Que le delate...- dudé un instante. Realmente tenía varios confidentes tanto en lo de Elsa como en lo de Mephisto... No muchos, pero sí varios. -No. Pero confío en ti. Eso significa que Drago está- La música sonó frente a nosotras, en el aula de música que casi podía visualizar desde nuestra posición. Un par de grandes salas derribadas de distancia… y podría volver a tocarle -Aquí...
Otra joya que nos ha brindado la WWD es el tema de Souls as white as heaven... as black as hell, tal como ha mencionado arriba Lorenzo, y justamente yo quiero mencionarle a él en su última intervención. Cómo se puede decir tanto en tan pocas palabras...
Lorenzo Borgia escribió:
La lancha recorría la negrura que le separaba de su condena de muerte. De su última esperanza. Porque ahí estaba Ángela... y la despiadada criatura que no dudaría en arrebatársela si con ello podía hacer aún más acuciante el dolor que amenazaba con desgarrar todo lo que le convertía en un ser humano. Tanto si lo había hecho la que se proclamaba "hija de Trigón" como si no era más que el resultado de unas circunstancias forzosas, la realidad era que el hombre que se dirigía a afrontar las últimas consecuencias de la guerra demoníaca no era el mismo que unos días atrás. Ni en las peores circunstancias se habría imaginado a sí mismo tomando las determinaciones que ahora aceptaba como inevitables y que estaba dispuesto a continuar hasta el final. Fuera el que fuera. Movido por el horror había dejado atrás todo lo que en otro tiempo le había hecho ser quien era. Había renunciado a sus principios, a la mesura, a la moral, a la determinación, tal vez incluso a la esperanza. A su mismísima alma al hacer un uso indiscriminado de un poder cuyos efectos podían tener devastadoras consecuencias para aquellos que utilizaba para sus propósitos.
Ahí estaba, con una creación que en otro tiempo habría dado voz a las que no la tenían. Que habría servido para unir a todas las que creían que debían sufrir en silencio, y que vivían creyendo de verdad que estaban solas. No había dudado en relegarlas a un segundo plano. En ser él quien las callara para conseguir algo que pudiera borrar de la faz de la tierra el horror que los demonios estaban sembrando en ella.
Lo que se había originado con el objetivo de aliviar y servir como consuelo se había transformado casi tanto como él, en su peor versión. Ahora ninguna de ellas hacía otra cosa. Sus voces continuaban desoídas y silenciadas. En su lugar, todas aquellas gargantas sólo tronaban para dejar salir gritos desgarradores. Porque sufrían...
Sufrían tantísimo...
Después querría mencionar a los usuarios de Superman y Lex Luthor por ésta SOBERBIA prueba de rol que nos han brindado y que me ha dejado sin palabras:
Superman & Lex Luthor escribió:
Ladeó la cabeza, moviendo con ella el pesado respirador y contempló con esfuerzo la silueta del hombre que le devolvía la mirada con una expresión de serenidad en el rostro. El nirvana descansaba en las comisuras de sus labios como en la pacífica expresión de un buda delgado.
- Buenos días ¿Cómo te encuentras hoy? - El tono de Lex Luthor fue cálido y agradable, cercano, como si estuviera viendo a un viejo amigo: - ¿Te están tratando bien? Bueno, no es como si pudieras saberlo...
La respuesta del hombre tendido en la cama se hizo esperar. Lex Luthor no podía estar seguro de si se trataría de la debilidad generalizada a causa de la enfermedad que padecía Superman, de la necesidad de aliento que el respirador le proporcionaba o si su espíritu estaba ya lo bastante quebrado como para convertir el gesto más pequeño en una agonía insoportable. Fuera cual fuera la respuesta, le satisfaría. Después de un prolongado instante, la débil voz como un crujido insufló una frase entre el sonido de aliento mecánico.
- ¿A qué has venido?
- He venido a charlar contigo, ya sabes que hay poca gente que pueda mantener una conversación coherente conmigo... O que pueda interesarme lo que tengan que decir... Tú en cambio... - Sonrió y miró al alienígena a los ojos, su mirada irradiaba orgullo, cómo si estuviera mirando un trofeo o un importante premio: - Te he traído un regalo, a pesar de lo maleducado que has sido conmigo... - Luthor le mostró una bolsa de papel que había traído: -... He intentado que hables conmigo, que me expliques cosas de ti... - Sacó poco a poco el contenido, mostrandole la tableta electrónica que llevaba dentro: - ... Y aunque te has negado en rotundo, hasta un niño sabe sumar dos y dos. Mira... - Encendió el aparato y apareció una transmisión de vídeo que mostraba una granja grabada desde el aire: - ...He pensado que te gustaría verla una última vez.
Nada de lo que pudiera salir de esa bolsa podía ser bueno para él. Como nada de lo que Luthor disfrazaba de regalo, muestra de aprecio o buena intención derivaba jamás en nada bueno para nadie que no fuera él mismo. Su egolatría se extendía más allá de lo imaginable. En su mente sólo había espacio para una persona, y esa era él. Lo que fuera que le mostrara sólo respondería a un deseo de satisfacer algún delirio privado. Si no hubiera estado a la fuerza postrado en la cama no se le habría ocurrido participar en modo alguno. Deseó con todas sus fuerzas tener la capacidad de encender su mirada láser una última vez para reducir esa tablet a una masa humeante, pero sólo consiguió que sus ojos parpadearan con un triste reflejo rojizo, como una lámpara que ha perdido contacto con los cables de los que depende para encenderse.
No le quedó otro remedio que asomarse a la imagen que le ofrecía el aparato. La vieja granja Kent, en Smallville. El lugar en el que había sido adoptado por sus padres, donde había recibido las lecciones más importantes de toda su vida. Donde había comprendido lo que era la familia, el amor, la justicia y la preocupación por los demás. Donde se había forjado en realidad el héroe. Jhon y Martha... los dos habían fallecido ya a causa de la avanzada edad, pero ahí estaba su granja, con su inmenso granero pintado de rojo, y sus ventanales azules. La había conservado como el tesoro de su infancia. Como el epicentro de una felicidad que decidió dejar atrás en una toma de responsabilidades en un camino sin retorno. Sus ojos volvieron hacia el rostro lleno de felicidad inmerecida de Lex Luthor. El hombre que había hecho lo imposible por acabar con Superman.
El hombre que ahora estaba viviendo la realidad de un sueño que creía cumplido.
-¿Que...- no pudo acabar la frase sin intercalarla con una respiración forzosa que delataba el intenso esfuerzo que era para él mantener una conversación. - ...vas a hacer?
- Lo que voy a hacer, amigo mío, es quitarte todo lo que eres, todo lo que alguna vez has representado... - Sonrió satisfecho mientras apagaba la tableta y la guardaba de nuevo, ya era suficiente: -...Destruir todo lo que eres hasta el punto en que mi victoria sobre ti sea completa ¿Sabes? Mientras hablamos... - La habitación temblo: - ... Una invasión a gran escala ha empezado, el mundo tal como lo conocemos se acabará ¿Y sabes qué? En su último suspiro, la gente de este país pensará ¿Por qué Superman no nos ha salvado esta vez? - Dejó la bolsa en el suelo, sin quitarle los ojos de encima: - La vieja granja de los Kent seguirá en pie, me he asegurado de ello, es mi regalo para ti. - De repente se apoyó sobre el cuerpo moribundo del hombre, sus rostros estaban muy cerca y en su cara brillaba una sonrisa de lunático, desesperada: - Dímelo, Kal-El... Quiero oírlo de tus labios, dímelo...Te he vencido. - Esperaba ansioso oírlo, escuchar aquellas palabras, había postrado a su enemigo, sabía su identidad y ahora mismo unos alienígenas, aquellos seres que su enemigo les había dicho a todos que no debían temer estaban arrasando el planeta... Había destruido todo lo que él simbolizaba, pero aún faltaba el último detalle, la guinda del pastel.
El hombre postrado cerró los ojos. El demente se zambulló en sus delirios de poder, en su necesidad de aplastarlo. A Kal-El se le acababa el tiempo. Quien había activado el cronómetro era Lex Luthor que le enfrentaba con una expresión desencajada. Había sido capaz de contactar con una especie alienígena que le había proporcionado una tecnología con la que los planetas más avanzados sólo teorizaban. Traspasó lo inimaginable para conseguir vaporizar la kryptonita creando un gas de rápida absorción que le permitiera introducirla en su sistema nervioso.
Al principio, tras exponerse al gas, pensó que iba a ser algo temporal, como el resto de exposiciones. Ese había sido su mayor error. El componente le produjo una reacción descontrolada en el cuerpo, debilitándolo con el tiempo como lo haría una enfermedad autoinmune. Se esparció hasta que sus poderes quedaron reducidos, y después gracias a una maniobra orquestada por Luthor, había sido capturado y le habían impedido la exposición a la luz solar. Eso sólo le había ayudado a empeorar cada vez más, hasta ver sus poderes mermados casi por completo. La mayor parte del tiempo permanecía sedado. Sólo se le permitía estar despierto para asistir a las periódicas visitas del maníaco que le mantenía con vida para su propio disfrute.
Pero como sucede con todos los que sueñan con ser Dioses, nada nunca es suficiente.
Con una tos renqueante, Kal-El trató de cargar sus pulmones todo lo posible. Una nueva amenaza se avecinaba, y no tenía nada que ver con la invasión. Se trataba de un último gesto cargado de poder y voluntad. Elevó una de sus manos de títere hacia el respirador, y lo retiró de su boca sabiendo que desde ese momento, cada respiración sería como sostener el peso del planeta sobre sus hombros. Respecto a la invasión, sabía que no podría evitarlo, por mucho que lo deseara. No había nada que le hiciera perder la esperanza... y continuaba sin perderla. Lex Luthor se dio cuenta con lentitud de que parte de esa tos era demasiado rítmica. Las comisuras de Kal-El eran las que se habían curvado con una sonrisa propia tan sólo del conocimiento y la experiencia que otorga la vejez.
- Lo que tú quieres... ningún hombre puede dártelo...- le respondió en un susurro doloroso. - Lo que Superman es... nadie puede quitármelo. Nunca me ha pertenecido. Les pertenece a ellos...- dejó caer la cabeza sobre la almohada cerrando los ojos por un momento. - Cuando no responda a la llamada... otros lo harán. Mirarán al cielo y en lugar de esperar, actuarán. - su mano inerte resbaló hacia el lateral de la cama, dejándose caer sin fuerzas. Una mano que en otro tiempo había sido capaz de arrastrar estrellas. - Ellos serán... sus propios héroes.
Lex cerró su puño con rabia ¿Después de todo aún seguía negando la verdad? Después de haberle destruído en todas sus formas... Se separó lentamente del alienígena sin quitarle la vista de encima: - Lástima... - Se puso en pie lentamente y cogió la bolsa de papel, se fue alejando con calma aunque en su interior estaba lleno de rabia homicida ¿Cuanto le habría gustado en ese instante aplastar el cráneo del hombre de acero? Ni el mismo era consciente de cuánto: -... Nadie va a escuchar tu llamada, te pudriras aquí, Kal-El, sabiendo que lo último que pudiste hacer por la humanidad fue no ahogarte en tu propia tos, alejado del mundo y olvidado. – Volvió a sacar de la bolsa la tablet colocándola sobre la mesita auxiliar. La granja ya no aparecía en la pantalla. La panorámica de metrópolis apareció con un presagio de muerte, siendo sobrevolada por docenas de naves que descendían inexorables sobre la silueta de la ciudad recortada contra un cielo azul iluminado por el sol. Un cielo perfecto para volar. Lex Luthor abrió la puerta de la habitación y le dedicó una última mirada: - Nunca fuiste un Dios, ni siquiera un hombre. - Y con esa sentencia final cruzó el umbral y cerró la puerta, dejando a Superman solo, abandonado y olvidado.
No tardarían en administrarle la sedación de nuevo, pasaría el resto de sus días postrado en esa cama hasta que la enfermedad que le aquejaba se lo llevase por delante. Kal-El observó la figura de su némesis saliendo a través de la puerta, con la certeza de que no alcanzaría la satisfacción que deseaba ni el mismísimo día que su cuerpo dejase escapar su último aliento. Había sido capaz de destruir su propio mundo si con eso podía destrozarle a él. Con esa decisión, Lex Luthor había dejado atrás todo lo que tenía algún valor. Renunciaba a su humanidad arriesgando a sus congéneres, a su patria entregándola a quienes les deseaban mal, practicaba el egoísmo mas exacerbado para conseguir un objetivo que solo él deseaba, y aplastaba la moralidad por un anhelo personal de poder.
A cuántos hombres y mujeres había visto morir a lo largo de los años... buenas personas que habían recibido el final demasiado pronto, y otros tantos que lo habían hecho con una crueldad que muy pocos llegaban a imaginar. Cuántos se habían extinguido en una vorágine sin sentido de violencia... como la que se avecinaba.
”Todos morimos solos. A todos nos olvidarán con el tiempo... pero no todos morirán habiendo sido amados.” sus respiraciones eran pesadas y rítmicas, a pesar de no llevar el respirador puesto. Lex llevaba razón, salvo en una cosa. Algo esencial que le otorgaba a Kal-El la tranquilidad que necesitaba para poder dejar todo ir, ahora que ya no tenía el control ni de sí mismo. Responderían. Lo harían con la determinación y la fuerza que eran capaces de mostrar en los peores momentos. Ellos salvarían su propio mundo. “En mis últimos momentos, me marcharé igual que todos ellos. Siendo sólo un hombre.”
La enfermera aparecería pronto. Volverían a colocarle aquel respirador y caería de nuevo en ese sueño agitado que le produciría la imagen de la tableta flotando en su subconsciente, el sonido de las explosiones y los gritos...
Qué extraña era para él esa sensación de fragilidad.
-Tu… ¿Has hecho todo esto?- se giró hacia Ivy, con una mirada incrédula en el rostro -es… no tengo palabras para describirlo
Lo que había conseguido aquella impresionante mujer, transformar una ciudad en una jungla, crear vida donde antes no había más que muerte y contaminación… era algo impresionante, con ese poder podría dar vida incluso en los desiertos más áridos, cambiar el curso de la tierra que, si seguía en ese ritmo, acabaría en un final desastroso. Entre todo lo verde, entre toda la belleza que sus ojos estaban captando… una pequeña flor blanca captó su atención, una entre las cientas que adornaban con sus colores el invernadero, de tal forma que parecía una ilusión, una imaginación de su mente que le estaba haciendo una jugarreta. Dio unos pasos temblorosos y se cayó de rodillas al llegar hasta la pequeñita flor, hundiendo sus rodillas en la hierba del suelo a fin de tocarla con la mano; era real, estaba ahí, delante de sus ojos… un jazmín, la flor favorita de su madre, de su hermana… de su sobrina. Recordó todas esas veces que, de pequeño, dibujo la flor en su cuaderno mientras su madre regaba el jazmín y su hermana cogía algunas para hacer un colgante o una corona de flores, los días calurosos de verano que pasaba en la casa de su hermana y veía a la pequeña Rosa hacerle un ramo a su hermana de sus flores favoritas… todas esas memorias, todos esos pequeños momentos que parecían ya olvidados, volvieron a su mente, llenándola de emociones que creía ya olvidadas.
No le importó que hubiera dos personas mirándole, ni siquiera si estuviese todo el mundo viéndole; cuando sus dedos rozaron los pétalos del jazmín con suma delicadeza, se echó a llorar como si aún fuera un niño en los brazos de su madre. Sus brazos, apoyados en el césped, parecían haberse convertido en una especie de cuerda temblorosa que cedía ante el peso de todas las emociones por las que su cuerpo estaba pasando; esa flor, esa pequeña y, para muchos, insignificante flor… le devolvió algo que llevaba mucho tiempo sin poseer, lo consiguió la primera vez que vio a la pequeña Martha corretear para saludarle con esa torpeza típica de los infantes y perdió… cuando perdió a su hermana
-He sido un hombre malvado- le confeso a ambos, mientras se secaba las lágrimas con la manga de la chaqueta -he hecho cosas horribles, cosas de las que jamás podré redimirme… y por eso, perdí a todos aquellos a los que amaba
Suspiro, reuniendo toda la fuerza posible para levantarse a pesar de sentir su cuerpo más pesado de lo que jamás lo sintió en toda su vida. Consigo levantarse, apretando los puños con fuerza y girando hacia Ivy, tenía el ceño fruncido y los ojos rojos tras haber llorado desconsoladamente ante el Jazmin, sin embargo, su mirada estaba llena de determinación
-Pero si puedo hacer algo bueno en este mundo… empezaré por esto-
Para darnos un respiro de tanto drama y quedarnos con una buena sensación en la boca, os paso la primera intervención de Gwenpool en el foro, que por supuesto ha sido magnífica y tengo el inmenso honor de que haya sido en un tema mío, Gwenpool is better! No puedo seleccionar ninguna parte porque el tema es magnífico de principio a fin, así que lo copio entero:
Gwenpool escribió:
¡Toma ya! Por fin entró en acción, bueno, aun no he hecho nada en absoluto pero ¿Veis lo que pone ahí arriba? “Bla bla bla GWENPOOL” ¡Esa soy yo! Está claro que la única razón de que aún no tenga más de mil temas pendientes es porque la gente del foro es muy tímida y les intimida un personaje tan increíble como yo misma, eso o que casi nadie me conoce y no sabe cómo llevar un tema conmigo… ¿Puede ser la primera opción, porfi? Además lo dice en el título, ahí, bien clarito para que lo vea todo el mundo.
Bueno, dejemos la emoción del primer tema a parte, ahora me toca ponerme en situación ¿Qué hacía yo por el norte de Michigan? Fácil, se que ese era el lugar secreto de los Thunderbolts y por eso estaba allí, el mismísimo Deadpool me lo había contado antes de dejar el foro… por lo que estoy leyendo en el tema, a Ross no le sentó muy bien… ¡Ya se! Me voy a unir a ellos, así verán que soy mejor que Deadpool y me pondrán esa insignia debajo del avatar. La cosa es… ¿Cómo leches llego yo hasta arriba? ¡Que ya han respondido dos personas! Voy a tener que escalar el Everest de post… bueno, todo sea por la insignia, un momento ¡Pero si ya la tengo! Bueno, aun tengo que meterme en el tema, que sino seguro que me la quitan
Joe, ya podría haber empezado a subir de post antes de ponerme a narrar lo otro, ahora me va a costar más trabajo. Para los que estén leyendo esto, es como escalar uno de esos paneles con cosas a las que engancharse, salvo que en vez de cosas deformes, me agarro de “a” o “c”, bueno de la c menos que es difícil agarrarse. Me tuve que subir todo el post de la pelirroja ¿Pero el del guapete este? Imposible, yo me índigo, hago una huelga ¡Post más cortos y más fáciles de escalar!... un momento, esta barra de spoiler… si me pongo aquí en la esquina ¡Oh! Puedo usarla como trampolín; respuesta de Ross ¡Alle voy!
Y volé, por todo el post de… jopelines, no he podido ni leer su nombre de lo rápido que iba. En fin, por poco me salgo del tema y me estampo contra el banner del foro, menos mal que al pasar por la imagen me pude enganchar en la red de la valla. Ahora tocaba lo más difícil; entrar dentro ¿Cómo podría hacerlo? Pues muy fácilmente, me bajo hasta donde haya escrito Ross, le cambió el orden a su frase para que ponga “Bienvenida Gwen, te estábamos esperando”. . . . Vale, acabo de descubrir que no puedo cambiar las frases de los demás ¿¡Como entro yo entonces!? Si no puedo cambiar las frases de los demás… un momento, eso en morado no es de ningún personaje ¿Verdad? O no de uno importante. Si pudierais verme, veríais que tengo una sonrisa de oreja a oreja, pero como no podéis verme os lo describo; tengo una sonrisa de oreja a oreja. Escale hasta la frase de la camarera y empecé a copiar letra por letra, lanzándolas asta mi parte del post para que formaran la frase
-Gwenpool, credenciales autorizadas
Y boom, ya estoy dentro ¿Ves que fácil? Apenas me ha costado la vida subir los posts y encontrar la manera de entrar, para nada en absoluto. Bueno, ahora que estoy aquí, tendré que poner una pose para que cuando me vean se queden como “guauauauau”. A ver, tumbada en modo relax, sentada con las piernas cruzadas… a no, ya se, sacara la navaja que tengo en la mochila, me la pongo en la boca sujetándola como si fuera una rosa y me pongo en una pose sexy, ya sabéis, de lado con la cabeza apoyada en el puño. Ale, ahora toca esperar a que vengan… ¿Van a tardar mucho? Que me estoy dejando el cuello
Casi me caigo del sofá cuando entraron y mira que ya me lo esperaba, bueno Gwen, ha llegado tu momento, es tu primer post, estas algo nerviosa y puede que no salga todo lo bien que te esperabas, que no sea el tema que te haga tener cientos de solicitud para abrir temas nuevos, respira, tranquilízate y dale a tope
-¡Soy- me levanté del sofá, extendiendo los brazos con una sonrisa -la increíble Gwenpool! Famosa en el mundo entero por ser mil veces mejor que Deadpool, en serio, preguntadle a los japoneses ¡Ellos me adoran!
Oh, qué bonito, es mi primer post con él y ya se está preocupando de que Ross no haga pop con mi cabezón, que amable… y la pelirroja esta aun no me ha dicho que champú utiliza para tener el pelo así. A ver, a lo mejor seria buena idea centrarme primero en el gigante rojo que me está apuntando con el dedo antes de ponerme a charlar con... joder, si que están lejos sus nombres, mira mejor ya los leeré si se presentan en sus próximos post, que pereza tener que volver a subir
-¡Pues muy fácil! Como estamos en un foro de rol, me he colado por tu respuesta y he utilizado el color de la frase de la camarera para poder entrar- sí, lo dije con una sonrisa en la cara porque es la verdad ¡Los héroes nunca mienten! -Cosillas a parte ¡Quiero unirme a los Thunderbolts! Se disparar, pelear, usar armas blancas y como los malos que vamos a patear seguro que son personas sin nombres que están ahí para que les demos pal pelo ¡No tengo problemas en llenarle de agujeros!
No se si me los estoy ganando, por eso de ser mi primera respuesta y no poder ver sus reacciones hasta que ellos las escriban… tengo que hacer algo más, sino voy a acabar siendo echada del tema…¡Y del foro! No, eso no puede ser, que acabo de empezar
-También sé usar una multitud de armas y siempre tengo algunas bombas en mi mochila ¡Todo lo necesario para ser una heroína!... ¿Qué me dices, Rosso?- que ingeniosa soy, he juntado Ross con Rojo, aunque ya no hace tanta gracia si explico la broma -Se que seré una fantástica adición al equipo, pero si no te entusiasma la idea, por favorcito no me aplastes, que aunque sea mejor que Wade no me regenero como el
Como primera respuesta no esta mal ¿A que no? podría haberla alargado un poco mas, pero ese no es mi estilo, yo voy a lo natural, a pelo. Ya solo queda ver si con esto convenzo a Ross para que me deje unirme, como no me deje esto va a ser un tema muy incomodo ¡Con lo que me ha costado entrar!
Cambiando totalmente de tercio, vamos a pasar al romanticismo con Kind of a farewell. Me ha encantado la manera en la que va traduciendo las estrofas de la canción para ir construyendo el mensaje que quiere transmitirle a Jesse. Preciosísimo Además que la canción está súper bien escogida...
Sasha Triger escribió:
Cogí una de las guitarras que descansaban en una esquina y me senté, ajustando el pie de micro, dejando la guitarra descansar sobre mi muslo. Acaricié la madera un instante antes de colocar los dedos y empecé mientras pensaba lo que quería decir con cada verso…
Everyday I wake and everything is broken Llevo rota mucho tiempo Turning off my phone just to get out of bed y he necesitado estar sola… Get home every evening and history's repeating Vivo en un bucle de dolor... Turning off my phone 'cause it's hurting my chest y no puedo compartirlo con nadie... And heaven knows I'm not helpless Sabes que no estoy indefensa... But what can I do? ¿Pero qué puedo hacer…? I can't see the use in me crying No veo en qué me ayuda llorar If I'm not even tryna make the change I wanna see si ni siquiera voy a intentarlo… I can't sit and hope No puedo quedarme sentada... I can't just sit and pray that No puedo seguir acudiendo a ti, Jesse… I can find a love when all I see is pain Puedo encontrar tu amor aún cuando sólo veo dolor... I'm falling to my knees pero me estoy rindiendo… And though I do believe y aun así creo… I can't just preach, baby, preach que no puedo seguir predicando I can't just preach, baby, preach los consejos que me das, Jesse… All I hear is voices, everybody's talking Todo el mundo habla, y hace mucho ruido... Nothing real is happening Nada me parece real… 'Cause nothing is new now in all this tragic Porque nada parece nuevo dentro de mi vida And I just feel sedated Me siento sedada… Why do I feel numb? y entumecida… Is that all I can do? ¿Eso es todo lo que puedo hacer por ti…? And heaven knows I'm not helpless Sé que sabes que no.. But I'm only human pero soy humana I can't see the use in me crying Sé que esto no me ayuda… If I'm not even tryna make the change I wanna see Sé que tengo que cambiar... I can't sit and hope No puedo esperar I can't just sit and pray that que estés siempre ahí… I can find a love when all I see is pain Aunque disfrute tu cariño… I'm falling to my knees me estoy viniendo abajo… And though I do believe (though I do believe) Y aunque confío en ti… I can't just preach, baby, preach no puedo simplemente predicar contigo. I can't just preach, baby, preach No puedo seguir confesándote... And heaven knows I'm not helpless Sabes que no soy débil But what can I do? pero tengo que irme… I can't see the use of me crying Quedarme aquí llorando… If I'm not even tryna make the change I wanna see no me ayudará a mejorar I can't sit and hope No puedo pretender… que sigas ahí I can't just sit and pray that Rezar porque no te canses... I can find a love when all I see is pain Y aunque sé que me quieres… I try to do the things that save it, I believe (I do believe) tengo que hacer todo lo posible por salvarme… I can't just preach, baby, preach Porque aunque creo en mí… I can't just preach, baby, preach No puedo únicamente predicar mi dolor… I can't just preach, baby, preach Y ser débil para el tuyo...
Y según terminó de sonar la última cuerda, busqué su mirada.
Y del romanticismo pasamos al erotismo en el tema de Poupée de cire, poupée de son, que está siendo, definitivamente, el tema más excitante en el que he participado, y eso que llevo ya unos cuantos. Es increíble cómo escribe ésta mujer y la capacidad de evocación que consigue transmitir con sus palabras. Alucinante
Sasha Triger escribió:
El tacto sobre mi hombro me sacó del trance. -Me cuesta creerlo, la verdad…- susurré buscando la verdad en su rostro. que no pareció delatar lo que yo buscaba. Le sonreí con sus besos, con cada gesto… hasta que se acomodó, cosa que imité quedando también descalza. Entonces comenzó su ritual apagando intermitentemente las velas. Le observé desde la entrada, aún intentando asimilar el entorno y el sitio donde había sido conducida. Sus palabras me daban ganas de seguirle allá donde fuese. - y cómo, al estar privado de la vista, todos los demás sentidos parecían sobreestimularse… - Cientos de imágenes diferentes y de posibilidades invadieron mi mente con esa declaración de intenciones. Algunas bastante directas, como posturas concretas o detonantes con los que jugar. Otras más sutiles, como el hecho de que, sin visión, percibiría mejor su voz…
Para cuando se quitó la camiseta de espaldas a mí y se dio la vuelta, yo ya estaba frente a él. Esa mirada… Esa jodida mirada…
No iba a esperar mucho más. Nuestro encuentro iba a ser inminente e inevitable, así que decidí darme un último regalo de paciencia. Sonreí, observando su tatuaje mientras lo repasaba con la yema de los dedos, ligeramente cálidos -Qué buen chico… Casi no pareces el hombre que me ha encerrado con él en el baño del bar… - Deslizando los dedos por su nuca, agarré su pelo cerrando el puño y haciendo que inclinase la cabeza al lado contrario, dejando aun más expuesto el tatuaje. Le guié conduciéndole con mi cuerpo, con la mano dominante y otra mano en su espalda que le rozaba con suma suavidad en contraste con la zurda hasta que le senté entre dos velas, una encendida y otra apagada. -Si te sigues portando así de bien va a ser un lujo…- Y con él ya sentado, clavé mis rodillas en el suelo frente a su mirada.
Buscaba en él constantes señales de consentimiento, de aprobación y también de incomodidad. Tenía que leerle muy bien si no quería incomodarle, pasarme de la raya o hacerle daño y me concentré en eso. Por un instante cruel, Plana se cruzó por mi mente en una desagradable comparación. Sí, él podía utilizar los rayos para intensificar el placer, pero… Este juego, esta caza… nunca había sido igual con nadie.
Aproveché su vulnerabilidad y me concentré en el tatuaje para dejar de pensar en eso. Empecé recorriendo con suma calma los nudos celtas, besando uno a uno mientras le liberaba la espalda y el pelo, empezando a acariciar sus muslos, cada vez más cerca de las ingles según descendía por su brazo. -Háblame si hay algo que te perturbe…- Era mi esclavo, haría lo que yo quisiera, pero siempre había que dejar claro que era cosa de dos. Por mucha actitud, rol o juego que hubiese de por medio.
Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 13th Enero 2021, 11:07
<3 Gracias por ese par de menciones, me alegra que te hayan gustado <3
Yo queria mencionar a Rebecca Logan y es que me enamora su preocupación por los animales, incluso si en esa situación la mayoría no nos preocuparíamos por ellos
Rebecca Logan escribió:
- No es mala idea padre. Sólo hay un problema. No quiero alertar a los animales. No son responsables de lo que han hecho estos patanes cuatreros, y además, la yegua está a punto de parir. No quiero alterarla y que eso pueda dañar al potro.
Es que me encanta ^^
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 18th Enero 2021, 01:18
Pocas pérdidas he visto que, siendo sencillas, te dejen una sensación amarga en la boca pero cálida en el corazón.
Roxanne Illios escribió:
-No me queda mucho tiempo, mi querida Roxanne- su voz sonó tranquilizadora, sabiendo que Roxanne puede que no soportara otra perdida mas -me alegra que, al final, hayamos podado estar más unidas
No supo qué decir; después de perder a su familia, encontró confort en poder hablar con su madre biológica, compartir su vida con ella… ni siquiera eso le quedaría. No podía dejar que la pesadumbre cegara su mente, aprovecharía lo poco que le quedaba con su madre para estar con ella y… hacerle las preguntas que tenía que hacerle, mas no pudo ni abrir la boca; su madre negó con la cabeza ya sabiendo de antemano lo que estaba a punto de preguntarle
-Lo siento pero… aunque puedo responderte a esas preguntas que me quieres hacer, te pido por favor que me permitas tener unos últimos momentos contigo, en silencio… felices
Tenía muchas ganas de conocer qué pasaba en sus sueños, sin embargo, lo que le dijo su madre sonó tan… placentero; pasar el poco tiempo que le quedara juntas en silencio, juntas. La mujer dejó la piedra y se sentó al lado de su hija, apoyando su cuerpo en el pecho de esta, sintiendo su respiración, mientras miraba el cielo estrellado. Puede que su raza no lo hubiera hecho del todo bien, pero en ese instante, bajo esas estrellas… Fommesse era feliz. Roxanne vio cómo el cuerpo etéreo de su madre se desvaneció en un polvo dorado y brillante que se esparce por el viento, desapareciendo como miles de luciérnagas que escapaban entre los humedales de un pantano.
Desde el segundo en el que se lo dijo, se estuvo preparando… no funcionó del todo; las lágrimas llenaron sus enormes ojos de dragón y mojaron sus blancas plumas, incluso a pesar de no haber estado con ella tanto tiempo, seguía siendo su madre y perderla, después de haber perdido ya tanto… fue otro golpe que tuvo que soportar a solas.
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 18th Enero 2021, 12:31
Es de obligada reverencia personal hacer valer el fragmento en que nos asomamos a la fragilidad de un dios entre los hombres... hermoso segmento en el que la divinidad aún siente y palpita...
Papa Legba escribió:
Legba no pudo evitar fijarse en el aspecto de la joven. ¿Cómo aparentando tanta debilidad y fragilidad podía permitirse saciar a quienes rozaban su pálida piel? ¿Cuál era su habilidad y por qué había surgido ahí de repente? Una punzada de celos sacudió el corazón muerto de El Dios cuando comprobó cómo observaban los ojos cansados los largos cabellos carmesíes.Sin embargo buscó entre su calma y su interés los motivos suficientes para mantener la compostura.
La diosa complaciente se encontraba atrapada en ese ataúd de geoda del cual parecía formar parte. Era tan suyo como lo eran sus ojos o su voz. -Hablas como las antiguas…- el guardián se inclinó para tener ambas pupilas al mismo nivel. -Deteneos- y cuantos la tomaban en contacto la soltaron, guardando una distancia prudencial que les permitiese contemplarla aún en lo lejos.
Los dedos vendados se extendieron envolviendo el crisol rojizo, recorriendo sus vértices y experimentando una a una con plenitud, saboreando con parsimonia, sus sensaciones. Sus ojos seguían las yemas de sus dedos hasta que se detuvo, antes de tocar su piel. No podía permitirse el lujo de hacer pensar a dos de sus aldeas más conflictivas que la quería sólo para él. -Significa Paz Rojiza… ¿Te duele ese nombre?- Era difícil clasificar los sentimientos del dios en ese instante. Una mezcla entre envidia, duda, curiosidad y celos mezclados entre sí furiosamente, emitiendo explosiones constantes dentro de sus impulsos.
Mas sin nunca dejar de tañir su propia esencia...
Papa Legba escribió:
El dios hablaba con calma y amabilidad. Parecía irreconocible para cualquiera que conociese su faceta más despreciable. Intentaba explicar que la presencia de esta nueva deidad debía racionalizarse y no explotarse como parecía que habían estado haciendo en las otras visitas al continente. Y si de eso podía conseguir la paz entre ambas tribus y una tradición de peregrinaje para verla o conseguir agua en su ausencia… resolvía un peso sobre sus hombros.
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 19th Enero 2021, 01:52
¿No es precioso que haya algunos que no sólo son capaces de pillar el chiste, si no de contarlo de una manera magnífica? ¡NO ME NEGARÉIS QUE ES PARA "PARTIRSE"! AHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA
Alexander Joseph Luthor escribió:
Delante suyo habían unas escaleras, encima de estas, con un cartel roñoso de madera que colaba de un hilo, quedando torcido, había una indicación en la que, con la misma letra que el anterior cartel ponía: ¡Cuidado con las escaleras! No pierdas el pie y tropieces.
Se asomaron por las escaleras, se veían viejas y antiguas y la madera parecía podrida en algunos puntos, tras debatir unos minutos determinaron que cinco de ellos descenderían y Nichols se quedaría arriba en la retaguardia cubriendo su bajada: - Sánchez, tú irás delante, asegura las escaleras. –
Empezaron el descenso con cuidado, asegurando su pie a cada escalón, el sudor frío recorría sus cuerpos y la tensión hacía que los riñones les dolieran con intensidad, después de todo lo que estaban pasando esperaban que les dieran un buen tiempo de descanso…Sánchez maldijo cuando uno de los escalones se partió al pisarlo, por suerte retiró el pie rápidamente y suspiró aliviado: - ¡Tengan cuidado! Ese hijueputa peldaño se partió. – El hombre continuó el descenso, su corazón bombeaba fuerte ante el alivio de haber salvado una trampa mortal, mientras bajaba usaba su linterna para ver cada peldaño, sin embargo, ninguna luz podría haberle prevenido cuando uno de los peldaños intermedios de la escalera cayó entero, cómo un bloque, al pisarlo, Sánchez perdió el equilibrio y su pie se quedó atrapado en el hueco que quedó entre el escalón anterior y posterior:
-Sánchez ¡Salga de ahí! – Pero ya era tarde, las luces de la estancia se encendieron, unas luces blancas y deslumbrantes que les cegaron por un instante, un sonido terrible les inundó los oídos y los aterró, pero más lo hicieron al escuchar los terribles chillidos de Sánchez: - ¡DIOS MÍO! ¡P**A! – El sonido del hombre cayendo por las escaleras, su cuerpo golpeando los peldaños de madera, con la espalda, con la cabeza, con el torso…El ‘PLAF’ final al golpear el suelo de cara, todo acompañado de los gritos del hombre, que maldecía en español, su lengua materna, una risa sonó a través de unos altavoces, similar a las que sonaban en las series de televisión, el resto de la unidad bajó rápidamente, aún algo cegados por el repentino fogonazo de luz.
Al llegar abajo Brown pudo ver a uno de sus mejores hombres, el padre de dos niños y un soldado ideal, tirado en el suelo, chillando sobre un charco de sangre que venía del terrible corte irregular que tenía a la altura de la rodilla, aquel hombre había perdido su pierna derecha y ahora era un muñón de sangre y carne, las lágrimas le caían por el rostro mezclándose con la sangre que le caía por la nariz mientras se presionaba la herida de la pierna, tenía trozos de metal oxidado clavados en la herida: - ¡Dios! Dios mío…-
Brown se acercó a examinar las heridas y luego miró el punto en el que el hombre había caído, en el lugar del peldaño que había caído se encontraba ahora una cuchilla vieja y oxidada que estaba llena de sangre y restos de piel...
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 19th Enero 2021, 14:51
Es un placer narrar a jugadores proactivos y creativos que no se limitan a esperar a que el máster se lo de todo mascadito, sino que son capaces de pensar fuera de la caja y salirse del camino preestablecido.
Timothy Jackson Drake escribió:
Aquellas hojas debían ser impulsadas por algún mecanismo hidráulico, si alguien diseño esa trampa no solo tuvo que poner el mecanismo en algún lugar cercano que garantizase la eficiencia de la maquinaria, si no que tuvo que idear algún sistema para acceder al mismo, probablemente la sala estaba sellada por aquel extremo, pero desde algún lugar del templo debía poder accederse a la maquinaria que movía esas cuchillas: - Vamos…- Golpeé la pared con los nudillos mientras ponía la oreja pegada, las cuchillas empezaban a cerrarse, ya no debía haber más de un metro y medio entre ellas y mi cuerpo: - Vamos…- Me moví unos centímetros y golpeé de nuevo con los nudillos, esa parte de la pared sonaba diferente…Me moví rápidamente, casi tropezando debido al estado de mi cerebro, cogí la mochila y saqué los explosivos restantes sobre la superficie de la pared, estos empezaron a emitir un pitido y un destello rojo, me alejé rápidamente mientras las cuchillas se cerraban, ya solo tenía un margen de un metro antes de que se cerrasen completamente…PI…PI….PIIIII…La pared saltó en pedazos cuando los explosivos hicieron su trabajo, levantando una gran humareda, todo el pozo tembló pero yo no tenía tiempo de comprobar el estado de la estructura.
Cogí la mochila como pude junto con la antorcha y corrí hasta mi salvación, atravesé la pantalla de humo y me arrojé contra el suelo de la habitación oculta mientras las cuchillas crujían al deslizarse las de la izquierda sobre las de la derecha, juntándose y mostrando el resultado de su movimiento, una cámara totalmente sellada que habría destrozado y destripado mi cuerpo en cuestión de segundos…Suspiré aliviado mientras mi corazón bombeaba a toda velocidad debido a la adrenalina, no tenía tiempo para celebraciones…Busqué una pared sobre la que apoyar la espalda y me coloqué en cuclillas, con la mano derecha agarré la muñeca izquierda y cogí aire, Bruce me había enseñado esta técnica, pero jamás me había visto en la necesidad de usarla…Bueno, supongo que hay una vez para todo, cogí aire calmadamente, llenando mis pulmones, apreté con fuerza la muñeca y en el momento en que solté el aire di un tirón fuerte y seco del brazo izquierdo que crujió con fuerza cuando el hombro se volvió a colocar en su sitio:
-¡AAGH! – Me caí al suelo de rodillas mientras me agarraba el hombro, quemaba, quemaba cómo pocas cosas me habían quemado jamás, mi cabeza daba vueltas, pero no tenía nada que ver con la droga, el dolor nublaba mis sentidos, lo veía todo rojo…Cerré los ojos…
….
Me desperté en la misma habitación en la que me había desmayado, no tenía consciencia de cuánto tiempo había transcurrido, tal vez unos minutos, tal vez unas horas: - Ufff…- Bufé al mover el brazo, estaba mejor, pero aún escocía…Miré a mi alrededor, antes ni me había dado cuenta pero en esa habitación ardía un fuego en una especie de lámpara que colgaba del techo, iluminando algo la estancia, a mi izquierda había un pasillo que se perdía en la infinita negrura, delante de mí el hueco por el que me había conseguido colgar y a mi derecha el mecanismo de la trampa, lo observé detenidamente ¿Cómo podía ser? Aquellas piezas que lo componían parecían bastante modernas en comparación, eran materiales metálicos pulidos y bastante bien trabajados ¿Cómo podía ser eso? Me puse en pie y usé la lámpara para prender mi antorcha de nuevo…
Ficha de Personaje Alias: Elektra Nombre real: Elektra Natchios Universo: Marvel
Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 19th Enero 2021, 14:57
Alucino con las pruebas de rol que estamos teniendo últimamente. Ésta es una obra maestra de principio a fin
Matt Murdock escribió:
DIABLO DE LA GUARDA
«Perdóneme, padre, porque he pecado».
El sonido de las ratas correteando entre los contenedores. El aroma hediondo de la gasolina derramada sobre el pavimento. El sabor metálico de la sangre empapando sus labios. Un quejido lastimero que nadie escuchó.
No había escapatoria del callejón, no para ellos. Corriendo como si el diablo te pisara los talones, decía el refrán... ¿Y lo que no decía? El diablo, al final, siempre terminaba echándote el guante. Cuando Daredevil se puso de pie, sosteniéndose con fuerza un costado de su cuerpo, a la altura del abdomen, jadeando por una herida que no dejaba de manar... cuando Daredevil se puso de pie, lo hizo en medio de un mudo desfile de matones inconscientes, tirados en el suelo siguiendo un patrón irreconocible.
«Cuéntame, Matthew».
Le costaba andar, pero no tenía otra opción. Su respiración, agitada, soltaba nubes de vaho en el frío aire de una noche neoyorquina de invierno. Daredevil arrastró su pierna derecha, posiblemente dislocada, y avanzó, un paso a la vez, goteando sangre por un sinfín de violentas heridas como Hansel y Gretel dejando su rastro de migajas en el bosque.
Se había encargado de los siete tipos del callejón, pero un infierno lo aguardaba dentro. No pudo menos que sonreír fugazmente ante la ironía. Por una vez en su vida, iba vestido para la ocasión.
«Temo que... Dios me haya abandonado».
Daredevil abrió la puerta de hierro de un sólo tirón. Su brazo gritó en agonía. No estaba en condiciones de seguir. En cualquier momento podía desmayarse del dolor, o caer muerto por las hemorragias. ¿Y entonces qué lo haría seguir adelante?
La culpa. La culpa lo haría seguir. Un paso a la vez. La culpa era parte de su código genético, de su herencia católica, de su credo personal. Él había dejado que esto pasara. Él debía solucionarlo. Era su responsabilidad.
Del otro lado de la puerta lo recibió una lluvia de balazos. Uno alcanzó a atravesar su hombro limpiamente, los demás agujerearon la pared detrás de él. Dando una voltereta en el aire, Daredevil se lanzó por el corredor concentrado únicamente en el silbido de las balas cruzando el aire, en el olor de la pólvora en la punta del cañón de la pistola, en la pesada respiración del hombre que disparaba una y otra vez con el miedo palpitando violentamente contra su pecho. De una patada lo desarmó, y con un gancho derecho lo lanzó al suelo. Su papá estaría orgulloso.
Podría haber soltado un comentario ingenioso, pero no estaba de humor. En su lugar, se limitó a golpear al hombre. Una vez. Dos veces. Tres. Cinco. Diez.
«Dios nunca nos abandona. A veces, el mundo puede parecer muy oscuro. A veces no vemos el camino delante de nuestros pies. Pero el Señor siempre iluminará la senda, Matthew. Él todo lo perdona. Lo único que requiere es un salto de fe».
Mientras bajaba en el ascensor, Daredevil se preparó para el comité de bienvenida que lo recibiría del otro lado de la puerta. El edificio parecía ser una fábrica abandonada. A juzgar por el frío glacial y la humedad que rezumaba de las paredes, el lugar debía de estar sumido en las tinieblas. Pero ningún alma merodeaba voluntariamente en la oscuridad.
Daredevil intentaba no pensar en Penny. Había ido allí por ella, pero no debía dejar que su recuerdo lo distrajera. No podía lidiar con la idea de que la niña estuviera muerta... y todo por su culpa. Penny no tenía madre, y su padre solía abusar de ella. Matt Murdock, el renombrado abogado de Hell’s Kitchen, ganó el caso en su contra y metió al bastardo en la cárcel. Los servicios sociales se llevaron a la pequeña, con la esperanza de un futuro mejor. Un futuro que nunca iba a llegar.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron, los matones descubrieron que no había nadie allí. Dos se adelantaron, metiéndose envalentonados en la caja de metal, sólo para ser sorprendidos por el diablo de Hell’s Kitchen que aguardaba en el techo.
Lo que siguió pareció una embestida de animales. Daredevil contra una docena de hijos de perra. A uno le pegó un codazo en la cara al mismo tiempo que le pegaba una patada en el pecho a otro. Otros tres tumbaron al enmascarado con ferocidad, y con igual ferocidad lo golpearon con caños y garrotes. Daredevil ya no sabía si lo que escupía era sangre o su propia alma.
Pero se levantó. Siempre se levantaba.
Mientras agarraba a uno por el cuello, corrió por la pared para patear a otro en la nariz. Dio una vuelta mortal hacia atrás hasta caer de pie, y, sujetando dos porras, se lanzó en un frenesí descontrolado contra los cuatro que tenía delante, revoleando sus armas con agilidad, precisión, y equilibrio perfecto. Ya no sentía el dolor ni el entumecimiento. No sentía frío ni calor. Sólo rabia. Rabia como un perro que ha sido apaleado lo suficiente.
«No podrá perdonar esto, padre».
Roto pero no vencido, Daredevil cruzó el último umbral para encontrarse con su destino. Estaba en una habitación pequeña y probablemente mal iluminada. Podía oír sonidos rebotando en todas las direcciones, la temperatura bajando y subiendo drásticamente de un punto al otro. Había muchas personas en aquel sitio, apelotonadas juntas. A juzgar por sus latidos, no debían de tener más de diez o quince años. Niños.
Excepto uno. Un hombre parado en el centro del infierno. Un hombre que amenazaba con ejecutarlos a todos si el diablo de Hell’s Kitchen no se quedaba quieto en su lugar. Penny. ¿Dónde estaba Penny? Podía oler su aroma. Pero había más, muchos más, decenas de ellos. ¿Qué era... qué era este lugar? ¿Por qué tenían a todos estos niños aquí? ¿Y qué era ese jodido ruido...?
Oh. Cámaras. Cámaras de video. Desde la distancia, Daredevil olfateó los nauseabundos olores de un colchón repleto de chinches al otro lado de la habitación. Podía sentir asqueado la humedad que desprendía, los sudores, los... Dios santo...
Por todos los cielos...
No...
«¿Por qué, Matthew? ¿Qué es lo que has hecho?».
Maldito sea. Maldito enfermo pedófilo de mierda. Maldito hijo de perra. El corazón del hombrecito se saltó un millón de latidos y su respiración se entrecortó cuando Daredevil se lanzó sobre él. Primero lo desarmó con tanta violencia devastadora que le quebró la muñeca de un solo golpe. Luego lo mandó al suelo de una patada asoladora en sus partes, dejándolo probablemente sin día del padre. De por vida.
Y gritó, Daredevil gritó, incapaz de digerir la repulsión que le provocaba el infierno en el que vivía. Agarrándolo del cuello de la camisa, separó al hombre del suelo solamente para estamparlo otra vez contra el duro pavimento de un puñetazo en la cara. Y le volvió a pegar. La sangre salpicaba la boca del diablo como la tinta en la firma de aquel contrato funesto. Y gritaba, como una bestia herida, sin parar de golpearlo. Le dolían ya los nudillos, pero no se detuvo. No podía parar. Ya no sabía cómo.
En un mundo de oscuridad perpetua, Matt Murdock no olía nada más que sangre.
«Creo... Dios... creo que maté a un hombre».
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 25th Enero 2021, 08:21
No me esperaba menos de la user de Aidan, la verdad, su respuesta merece una mención ipsofacto, sobre todo de esta parte que me ha resultado singularmente hermosa:
Aidan Doyle escribió:
- Madre... -musitó para sí, mientras la familiar ola de la inspiración le envolvía en su cálido arrullo, susurrándole palabras y notas al oído-. Madre de la tierra.
El irlandés comenzó a avanzar por lo que otrora había sido un invernadero pero que ahora parecía un lugar extraído de un cuento. El musgo había invadido todo, cada pasarela y superficie recubierta de una capa brillante y hermosa de diferentes tonalidades de verde cuyo contraste provocaba una sensación llena de magia y asombro. Se detuvo frente a una planta que le era muy familiar y extendió los dedos para acariciar los suaves pétalos de una rosa de Irlanda que floreció ante su roce.
- Madre del nacimiento... -musitó, extasiado. Sin saberlo, Ivy acababa de inspirarle la canción que emplearía diez días más tarde para seducir a la diosa Kali...
La primera vez que había visto a Ivy cantando en el pub, la mujer le había causado fascinación por su voz y por su aspecto, pero los ojos que se volvieron a mirarla ahora estaban llenos de algo más... reverencia y embeleso.
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 25th Enero 2021, 09:49
Y otro par de menciones para empezar de buena mañana:
Selina Kyle escribió:
Selina estaba aburrida. Y tensa. Si es que combinar ambas cosas era realmente posible. Pam las tenía en la oscuridad acerca de su plan, y Sel no era como Harley. No confiaba en la pelirroja, aún siendo amigas. La razón era sencilla: respetaba su inteligencia, y su poder. Sabía que era peligrosa. Sabía que sus intereses no siempre coincidían. Y sabía que, si quisiera, podía hacerle mucho, mucho daño.
Y, a veces, tenía sueños. Sueños en que Pamela usaba sus feromonas sobre ella. Sueños en que la controlaba. La obligaba a hacer cosas.
Aquello la aterrorizaba.
Catwoman solía decir que los gatos no eran mascotas. No puedes domar a una gata; ella hace lo que quiere. Y Selina quería seguir haciendo exactamente eso: lo que le diera la gana. No le gustaba ser un peón en una partida ajena; jugar a un juego del que desconocía las reglas.
Tenía que hablar con Pamela.
Echó un vistazo a Harley. Como era habitual, a la rubia no le había costado encontrar con qué entretenerse. Al parecer, alguien le había dicho a Harl que las plantas crecen más felices con música. Así que allí estaba ella, cargando con una enorme regadera y agasajando a las inmensas plantas carnívoras de Pam con una alegre canción infantil.
Selina tenía que salir de allí enseguida, o se convertiría en la tercera regadera del invernadero.
Y, por último, es preciso reseñar el sensacional primer post de Matt Murdock en el foro, tan maravillosamente fiel al pj como la prueba de rol:
Matt Murdock escribió:
Recuerdo... la luz.
Un mundo blanco y dorado. Y las hojas de los árboles... de un verde intenso y traslúcido. Casi podías ver el cielo del otro lado. Cientos de miles de motas surcando los rayos del sol como la espuma de una cascada. Recuerdo los colores. El rojo de los edificios de Hell's Kitchen; el gris de las calles; el azul del cielo. Recuerdo las noches llenas de estrellas. Mis noches ya no tienen estrellas... y yo no tengo nada más que noches.
Pero siento la calidez del sol en mi piel, filtrándose por una ventana abierta. Casi puedo adivinar los rayos dorados, y las motas como espuma, y los colores. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
—¿Señor Murdock?
—¿Hmm?
—¿Cómo se declara el acusado, abogado defensor?
—Inocente, su señoría.
—Muy bien. La sesión se levanta hasta mañana martes a las nueve en punto.
* * *
En el cuarto de baño, afuera de la corte, Matt Murdock se lavaba la cara con agua fría. Este era el primer juicio en muchos meses, y era uno en el que no quería verse envuelto. En lo absoluto. Pero en diciembre del año pasado le llegó una carta de desalojo por atraso en el pago del alquiler. Necesitaba volver al ruedo... urgentemente. Y... Foggy ya no estaba. Karen tampoco. No había nadie más. Matt tenía que encontrar el modo de salir adelante, solo, como fuera posible.
¿La persona a la que estaba defendiendo? Una viuda negra con estrechos contactos entre los polacos. Y los polacos habían estado haciendo mucho ruido últimamente en Nueva York, en especial desde la guerra de bandas con los puertorriqueños que les abrió las puertas de Hell's Kitchen. Murdock no estaba realmente emocionado por representar a una criminal... pero no podía dejar pasar la oportunidad de sacarle valiosa información sobre los polacos, aunque echara a perder su buena relación con el NYPD.
Aparte, necesitaba el dinero. No lo más cristiano del mundo, pero nadie vivía de buenas intenciones.
—Lena Potocki, ¿eh, Murdock? Nunca pensé que te rebajarías a ese nivel.
—¿A tu nivel, Holt? —murmuró Matt, cortando un rollo de papel para secarse la cara. Sus ojos, como siempre, miraban sin ver bajo los lentes rojos. Pero estaba furioso, que no se equivocaran.
—Ja. Buena esa. Lo próximo que dirás es que la justicia es ciega.
—Si la justicia fuera ciega, este juicio ya habría terminado —respondió, sin alterar su semblante. Muy a su pesar.
—Tú lo dijiste, no yo... Oye, tras todo el fiasco de «Clinton», ¿sabes cómo están empezando a decirle ahora al barrio algunos imbéciles? Heck's Kitchen. Denme un jodido respiro. Como si necesitáramos más de esa mierda políticamente correcta.
—Tengo cosas que hacer, Holt. Y voy a necesitar que tu asistente me envíe las notas del caso para esta noche —dijo el pelirrojo, moviendo su bastón de lado a lado en su camino hacia la puerta.
—Ya. Nos vemos, Murdock.
Cabrón.
* * *
La ansiedad lo estaba empezando a afectar, por lo que decidió desviarse por un callejón que corría detrás del edificio del juzgado. Se sentía asfixiado. No podía respirar. Había sido un invierno jodidamente duro, y la cosa no hacía más que empeorar. Matt se aflojó el nudo de la corbata, respirando intensamente. Estaba oscuro, el mundo estaba sumido en la más absoluta oscuridad desde hacía meses. Desde que había perdido su radar. Desde que había perdido su realidad.
Y ahora estaba solo.
Llevaba más de medio año sin encontrarse con nadie.
Estaba en bancarrota.
Y sí, se había rebajado a defender criminales en la corte. Daba igual cómo mierda quisiera excusarse.
¿Y Dios? ¿Dónde estaba Dios? ¿Dónde...?
Un silbido rasgó el aire, pero Matt no fue lo suficientemente rápido como para hacer nada al respecto. Sintió por un instante cómo su hombro derecho se congelaba, antes de notar el intenso y ardiente dolor de una daga clavada en su piel y carne, atravesándolo de lado a lado.
Murdock cayó en una rodilla, intentando mantenerse en pie a pesar del dolor. La sangre empapaba ya su camisa y su chaleco a borbotones.
—¿Pero qué mierda...?
Sujetó la daga por la empuñadura, y en ese instante se dio cuenta de que no era una daga... era un sai.
—¿Elektra...?
Matt se agachó justo para evitar una patada destinada a romperle toda la cara de un golpe. El aire se movía rápido a su alrededor, erizándole el vello de la piel, silbando en sus oídos. Sentía la temperatura corporal de otra persona a menos de dos metros de distancia a sus dos en punto. Una mujer. Cabello largo, pero usaba un pañuelo en la cabeza. Una suerte de falda colgaba de su cintura. No podía ser. Y no lo era. Ese no era el aroma de Elektra Natchios, aunque se le pareciera en todo lo demás.
—Elegiste un muy mal día para buscarme...
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Gwen Stacy Marvel Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 25th Enero 2021, 20:37
Madre mía muchísimas gracias por todas las menciones. No sé qué ha pasado este mes que os veo jodidamente inspiradísimos, ¡Están saliendo unos postazos bestiales!
Gracias y por favor, seguid así porque es un gustazo leeros.
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Sasha Triger Marvel Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 25th Enero 2021, 21:25
Soy una pesada, lo siento, pero es que el tema A moment of weakness me tiene loca. Me emociona, me estremece... Es que no sé de dónde saca esta gente el talento pero lo está echando todo en las letras que hay ahí dentro. Qué maravilla, qué preciosidad qué burrada...
Mil gracias a las usuarias de este tema porque de verdad que por cosas así merece la pena estar horas escribiendo.
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 26th Enero 2021, 21:08
Voy a empezar con doble mención a la user de Dick y Harley, por que sus dos ultimas respuestas me han encantado por motivos diferentes; la primera me ha resultado graciosa por que demuestra lo raro que es que alguien que parece tan joven cómo Caín vaya llamando "hijo" a adultos, bueno y lo del donut y el estereotipo de los policías también ha estado molto bene;
Dick Grayson escribió:
— Un placer, señor. Disculpe mis modales, justo es la hora del desayuno...— recogí entonces el café y la caja de cartón. Aún quedaba un dónut sobre ella— ¿Le apetece? Es de frambuesa.
Genial, Grayson. Fomentando el arquetipo del policía despreocupado come-donuts. Al menos podía presumir de quemar todo lo que me comía durante mis horas como vigilante nocturno.
De camino al coche patrulla me terminé también el café (ya no ardía tanto como para quemarme la lengua) y tiré la caja de donuts y el resto de cartones a la papelera de reciclaje. Me limpié las manos con una de las toallitas que había dejado en el coche y me coloqué el cinturón. Sin más dilación, nos conduje hacia la iglesia donde se había cometido el crimen, llevando como co-piloto a aquel curioso detective de rostro amable y calmado.
—-¿Cuando te uniste al cuerpo, hijo?-— dijo de pronto, rompiendo el silencio del trayecto.
— Hará algo más de un año… más o menos. Pero en esta unidad tan sólo llevo tres meses...— se me hizo algo raro que me llamara “hijo”, eso me lo solían decir los señores de mediana edad, no un hombre que parecía rondar los treinta. El señor C presentaba un aire bastante juvenil con aquel cabello tan oscuro y despeinado, y… ¿Aquello que tenía en la frente era un tatuaje? Qué tipo tan peculiar...
Y la segunda mencion, para Harley, me ha conmovido, simple y llanamente, me ha emocionado leerla y es que se puede leer perfectamente todo lo que le esta pasando por la cabeza a Harley y como al final vuelve a la "normalidad", una manera de protegerse de la realidad... es fantastico, de verdad;
Harley Quinn escribió:
Dejarle. Dejar al Joker. ¿Eso era posible?
Si quieres sobrevivir, tienes que alejarte de él… Es un asesino, está loco, viola, mata, tortura… Hace que la pena de muerte no parezca tan mala idea… Y lo que es peor, nos corrompe a todos…
¿Cuándo había llegado ella? ¿Qué hacía allí?
Después de tanto… eres la única que sigue aquí conmigo…La única que alguna vez me ha mirado como si fuera un ser humano…
No. No eran cuatro. Eran seis en aquella habitación.
— Tal vez deberías pensar en buscar otra persona, una chica como tú volverá feliz a cualquier chico...— dijo Gaghiel sin tapujos.
Pero la atención de Harley estaba puesta en las otras dos figuras. ¿Es qué nadie más se había dado cuenta? Allí estaban, mezcladas con las otras tres.
Eres una mujer fuerte, valiente, única… Tienes un valor incalculable Harleen...
Pero nadie más parecía verlas. Sólo ella.
— Y zi quere niño, io te recomedo adopta- — Continuó Gray, haciendo una pequeña reflexión sobre su vida en el orfanato.
Una náusea. Harley empezó a sentirse algo mareada por culpa de la conversación. La abrumaba, y su respiración se agitó a medida que las diferentes voces se iban mezclando a su alrededor. No quería esto. No necesitaba esto ahora.
Vas a repetir conmigo… Joker me maltrata y quiero sobrevivir.
— No puedo hacer eso… él… me... me necesita. No puedo dejarle... — una sonrisa desencajada se grabó en el rostro de la arlequina. Pero sus ojos no rieron en acompañamiento, estaban tristes.
Quiero que todo sea como antes... Cuando nos divertíamos. Cuando lo único que me preocupaba era poder hacerte reír.
Lo mejor sería que él tuviera las mismas aspiraciones que tú pero se hubiera acomodado a lo fácil, a la rutina.— la voz aterciopelada de Aidan empañó dulcemente sus oídos, disolviendo el resto de voces. El cantante la seguía mirando a los ojos, buscando llegar a la consciencia que había al otro lado. El calor de su cuerpo contra el suyo en aquel medio abrazo la devolvió a la realidad. Quiso aferrarse a esa sensación...
Quiero hacerte reír... porque es el sonido más maravilloso que he oído jamás....
Basta. Basta...
No vas a estar sola nunca más, Harley… Es imposible no quererte.
Las lágrimas volvieron a brotar por el rostro de la rubia, estropeando el poco maquillaje que le quedaba después de la batalla en la cúpula del trueno.
— Él… me... — Harleen miró a Aidan con intensidad, el moreno podía distinguir el miedo en sus ojos. Necesitaba sacarlo de dentro. Quería decirlo en voz alta, pero no tenía el valor de hacerlo — Él… me.. Ma...ma… —la ansiedad trepó hasta su garganta y le asfixió las cuerdas vocales, impidiéndole así pedirle ayuda.
Él te matará.
Harleen Quinzel no estaba todavía preparada para aquella gran verdad.
Los ojos de la rubia perdieron la cordura en un parpadeo. Su cerebro la estaba protegido de enfrentarse a una traumática realidad.
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Elian Iquelo DC Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 26th Enero 2021, 23:49
Éste tema del Conner poseído por el demonio Envidia me ha resultado absolutamente brutal. Leerlo es aterrador
Conner Kent escribió:
Bart corrió hasta quedarse frente a su amigo Conner el cual lo miraba desde arriba en el cielo. Extendió los brazos y fue bajando del cielo con suma calma, mostrando su superioridad hacia aquel mortal tan querido para el dueño del cuerpo que poseía. Envidia se iba a pasar en grande machacando a ese insecto. Una vez sus pies tocaron tierra ambos cuerpos desaparecieron, comenzando a correr y luchando a una velocidad que solo podría ser captada por un ojo velocista. Iban corriendo por todo el terreno y su única prueba de que habían estado ahí era el sonido de sus golpes chocando que dejaban al pasar. El combate estaba muy igualado y eso Envidia le cabreaba, representaba que él tenía el cuerpo de un ser tan superior como el, no entendía porque un mocoso humano le podía hacer frente. En un arrebato le cogió de la cara, tapándole la nariz y la boca, para comenzar a volar ganando una gran altura. Cuando el campo de batalla se veía minúsculo decidió volver para bajar a súper velocidad soltándolo para estamparlo contra un trozo de muro que antiguamente había pertenecido a la torre de la libertad.
El polvo que había levantado el impacto los envolvió impidiendo que no se viera nada, Envidia ya empezaba a saborear la victoria demasiado pronto. El polvo de fue asentando revelando a un Bart ensangrentado que se tambaleaba, eran de los que morían de pie. Indignado de que no se muriera le estampo contra el suelo para luego partirle ambas rotulas. El crujir de los huesos era música para sus oídos y los gritos de agonía del velocista un magnifico coro que le daba más épica a la música. En todo momento Bart lucho para liberarse pero su cuerpo no pudo más y colapso cayendo en un coma provocado por el mismo cuerpo para protegerle de tanto dolor. Envidia se arrodillo para colocando a Bart entre sus brazos como si estuviera imitando la estatua de la piedad, mirándolo fijamente para darse cuenta que aunque estuviera más muerto que vivo, aún seguía aferrándose al mundo de los vivos. Alzo la vista para encontrarse con el ser llamado Warlock, sonriéndole con maldad, sentó el moribundo cuerpo entre sus piernas para ocultarse detrás de él. Cogió una de las muñeca y una la alzo para moverla simulando que Bart estaba saludando a Warlock mientras que con la otra mano sujetaba la cabeza para que no se cayera para atrás, dicha mano se manchaba cada vez mas de sangre. Envidia no podía dejar de sonreír detrás de castaño, le era muy divertido jugar a las marionetas con un medio cadáver.
Harley lloró y lloró bajo el abrazo tierno y delicado de su pareja. Los dedos enguantados del Joker se cerraron sobre sus rizos rubios...
Entonces recordé los tirones de cabello.
...Sus escuálidos y alargados brazos la rodearon con calidez...
Entonces recordé cómo me hice los moretones del vientre.
...Y finalmente, sus llanos de auxilio hicieron eco en la mente destrozada de su acompañante.
— Harleen... no, no. Por favor...
Su paciente se separó levemente de ella para después mirarla con el rostro compungido. Harley no consiguió apartar la mirada de aquellos ojos cuerdos. La dejaron atrapada en una fina y peligrosa telaraña, como el ingenuo insecto a la espera de ser devorado lentamente por su hábil depredador.
— No llores. Por mi no.
Las lágrimas no cesaron. Entonces cerró los ojos...
...Y recordé la risa. De cómo el Joker se reía mientras me empujaba al vacío, hasta que mis huesos se quebraban sobre el asfalto. Fue por mi culpa. Él me dijo que no había entendido el chiste.
Sus suaves labios bebieron de las lágrimas de la arlequina, pero no pudieron retirar el dolor. Harleen amaba a ese hombre, pero también le odiaba. Y si alguien pudiera asegurarle de que él no la volvería a maltratar jamás, se entregaría allí mismo a sus más profundos y ocultos deseos.
De pronto, una muestra de que el monstruo no había desaparecido.
Harley contuvo la respiración ante la repentina expresión de ira que desapareció del rostro del Joker tan pronto como había aparecido. El cuerpo de la mujer tembló bajo la atenta mirada de aquel hombre que la ceñía cada vez más contra él. El miedo en su rostro tampoco desapareció. La simple idea de ver de nuevo la sonrisa inquietante de su amante la desestabilizó.
— No quiero que sufras por mi, Harleen. No soporto la idea de hacerte llorar.
Por último, éste de la que está demostrando ser una más que digna rival...
Kim HwaJae escribió:
Tuvo que reprimir la necesidad de lamerse los labios. No sólo porque era un gesto que solía utilizar sólo como reclamo, si no también porque tal y como lo habría hecho habría delatado algo que en nada tenía que ver con la sensualidad y el erotismo. Aunque en cierto modo lindaban de manera muy estrecha. Hambre...
Cuando el hombre la rodeó, despejando su cuello, uniendo su cálida espalda a la suya, atreviéndose a asomarse a la piel escondida bajo las capas de tul sangrante cubierto de estrellas, casi podía saborear la vida que poco a poco le arrebataría de entre los labios en el mismo instante en que entraran en contacto. Fantaseaba, pero no como al pobre incauto le hubiera gustado. No. Mientras él soñaba con su piel, sus pechos desnudos sobre su torso y sus labios llenos de un aliento que sonaba con la dulce melodía que se podría escuchar tan sólo en el jardín de las delicias, ella imaginaba la delicadeza de un beso que se volvía el último, al tiempo que la vida se escapaba poco a poco de su cuerpo mortal. Imaginaba el reguero ardiente de su energía deslizándose a través de su propio cuerpo, haciéndola sentir revitalizada, deseada y joven. Esa perspectiva, junto con la presión a su espalda, le hizo erizar la piel. Elevó el cuello hacia atrás apoyada en él mientras permitía que su aliento se vertiera en sus oídos, cargado por las poéticas palabras de un hombre muerto. Desprendía ese calor digno de los varones jóvenes, en el cenit de su plenitud, que se creían invencibles, triunfadores, y cuyos deseos eran implacables. Eso quería para sus labios.
Un irrefrenable aliento lleno de sueños.
PD: Y mientras tanto, en Nueva Orleans...
Gray Fox escribió:
Rodeo la farola con sus manos y empezó a tirar de ella, rápidamente se escuchó un crack y el polvo de las baldosas que se rompían al sacar Gray, a la fuerza, la farola del suelo dejando los cables sueltos que chisporrotean cuando fueron separados. La anciana sujetaba el poste como si fuera un madero grande, con las dos manos ayudándose de su pecho para sujetarlo bien, mas cuando tuvo buen agarre lo paso a sujetar con ambas manos como si fuera una especie de bate enorme, temblaba por el poco equilibrio que otorgaba sujetar algo tan largo, a pesar de que la anciana tenía la fuerza necesaria como para que la farola no fuera más que un juguete para ella.
A pesar de que la farola solo pesará como máximo 200 Kg, era alargada y difícil de maniobrar, además de que la anciana ya no era tan rápida como en sus viejos tiempos, por lo que la criatura esquivo muy fácilmente el intento de ataque de la anciana, aunque sí que dejó una buena marca en el lugar del golpe
-Me cagen to- se quejó la anciana, casi se dejo la espalda en el intento de darle con la farola -Ya no toi como ate- se colocó una mano en la espalda mientras volvía a levantar la farola que se quedó sin cristales y sin bombilla tras el golpe -Qui alguen me lo zujete, le vey a reverta la puta cabeza a farolasoh
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161FeliciaHardy Marvel Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 27th Enero 2021, 03:40
Me gustaría mencionar una respuesta en el tema de Devil Sun que me resultó hilarante nada más leerla. Se trata de un fragmento extraído de la respuesta de Emperor Penguin.
Emperor Penguin escribió:
[...] De pronto, nuevas irrupciones en escena le sacaron de sus absurdos celos. Poison Ivy... Estaba buena, es cierto, pero querer más a las coles que a las personas te metía de lleno en el pabellón de los chiflados a su humilde parecer, además, Frost no necesitaba que ella la defendiera. De hecho el jefe estaba demostrando tenerlas bien gordas metiéndose con una tipa que podía convertir el bar entero en un glaciar si se cabreaba, lo cuál le hacía aún más gracia viniendo de un tipo sin poderes y bastante atrofiado. Era todo un personaje. [...]
Me gustaría pasar ahora a unas cuantas respuestas dentro del tema del Tarot. Las cuales me parecieron dignas de mención, cada una por un motivo distinto.
La primera que me gustaría mencionar es la respuesta que logró emocionarme de nuestra querida Dragona Roxanne.
Roxanne Illios escribió:
[...] Sin embargo, se detuvo, quedándose en silencio mientras miraba a la prótesis; se le vino una idea a la cabeza. Se apartó de los demás unos cuantos metros y dirigió su mirada a Solaris
-Estos últimos días he perdido mucho y entre ellas... estaba mi identidad- de momento solamente ella y Solaris sabían a lo que se estaba refiriendo -mis emociones tomaron control de mi, me hicieron comportarme irracionalmente, ahora mi secreto esta en las noticias de todo el mundo y… bueno, debería haberme transformado antes, a lo mejor así les… podría haberles salvado- Solaris ya se podía hacer una idea de lo que estaba a punto de hacer -No volveré a correr ese riesgo
Hubo otra luz, pero esta no tan cegadora como la de las cartas, que iluminó a las personas allí presentes y, cuando volvieron a mirar, la jovencita tullida había desaparecido delante de sus ojos y en su lugar se encontraba un dragón de plumas blancas que reflejaban la luz del sol dándole un tono celestial a su pelaje aplumado
-Esta vez… no me quedaré quieta [...]
A continuación me gustaría citar un fragmento que recuerdo que cuando lo leí me hizo especial gracia dada la situación planteada.
Harley Quinn escribió:
[...] De pronto, el desconocido, pongámosle Mr. X, abrió un portal que llevaba a un páramo hacia lo desconocido. La psiquiatra miró al resto de sus compañeros y decidió traspasar junto a ellos la vertiginosa entrada a Armenia, deseando no arrepentirse después.
—Espero que al menos nos pagues el taxi de vuelta a casa...— comentó, no demasiado convencida. [...]
Y finalmente me gustaría mencionar a Solaris por una intervención que aportó sensatez y lógica a una situación como muy bien definió ella misma "macarrónica".
Solaris escribió:
[...] - Haríais bien en no confundir la precaución con cobardía, ni la temeridad con la valentía. - no iba a tolerar que la gente tomara decisiones en base a un discurso, por muy motivacional que fuera, y por mucho que proviniera de la persona que en principio parecía mas "débil". Roxanne era un ejemplo superlativo de la definición "No es lo que parece". - No es una cuestión de moral, ni siquiera del deber. No soy una persona versada en un enfrentamiento de estas proporciones. Si voy a hacer esto, quiero hacerlo sabiendo que existe una posibilidad por mínima que sea. Es una cuestión de si queremos arriesgar la vida en estas circunstancias, y de que si vamos a hacerlo, más nos vale tener una idea de cómo vamos a conseguir lo que nos proponemos de la manera más eficiente. Así que antes de ir a ningún sitio haríamos bien en conocer de qué somos capaces cada uno. [...]
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Dick Grayson DC Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 27th Enero 2021, 17:29
¡Madre mía! ¡Estáis todos on fire! Últimamente estoy leyendo muchos post de calidad, se nota que ya estamos a puntito de terminar WWD y van llegando por fin los momentos épicos que tanto esperábamos!
Quería mencionar a varias personas, pero sus habéis adelataaauuu! jajajaja
Bueno, yo cada vez que leo algo del Joker me entra pánico real. Es un personaje tan impredecible que nunca sabes por donde te va a salir, te puede hacer reír, llorar o cagarte en todos sus muertos en un mismo post. Y admiro mucho la capacidad que tiene esta usuaria para crear un ambiente de terror psicodélico como el del tema "Horror Circus". Ahí va un fragmento:
Joker escribió:
Lo siguiente que vieron les heló la sangre en las venas y la energía en los circuitos. Su cuerpo se ladeó permitiendo que sus miradas se asomaran a la desagradable estructura que componía a la aberración embutida en su traje violeta. En su parte derecha entre el hombro y el cuello tenía un agujero sangrante del que sobresalía un trozo de columna vertebral de aspecto húmedo, con un cráneo que no parecía del todo humano por el tamaño y la cantidad de dientes que tenía, dando como resultado un retorcido ser de dos cabezas.
Los iris verdosos volvieron a los ojos del Joker, y por primera vez en la vida, a Dick Grayson le pareció ver algo humano en una mirada que siempre había estado empapada de locura. Algo que le atenazó las entrañas.
Aquello no era miedo. Ni siquiera pánico.
Era auténtico terror.
- ¡NIGHTWING AYUDAME! ¡AYUDA...- su petición de auxilio se cortó con una serie de horripilantes gritos a medida que su cuerpo parecía ganar fuerza colocándose de pleno cara a cara con quienes le habían pedido audiencia. Su brazo izquierdo se agarró de los restos de hueso que sobresalían de su cuerpo con desesperación, como si tratara de arrancarlos sin éxito. No parecía poder controlar nada más de su persona. La calavera enfocó a los dos héroes que aún quedaban fuera de su influencia. El tejido comenzó a trepar por sus huesos, llenándola de venas, nervios, arterias, músculo y piel. Tardó poco más que un parpadeo. Aun así esa imagen, esos sonidos húmedos y esos crujidos se les quedarían tan clavados en el subconsciente como los gritos de absoluto sufrimiento que profería el payaso. Ni la peor de las palizas de Batman le habían hecho gritar así. Joker perdió la fuerza a medida que su segunda cabeza comenzaba a tomar forma. Sus ojos volvieron a ponerse en blanco, su cuello se cedió hacia delante y la baba mezclada con la sangre comenzó a gotear desde su boca cubierta de maquillaje rojo.
Se había abierto las comisuras de los labios, a causa de sus propios gritos.
La calavera profería a su vez sus propios sonidos. Un renqueo horrible se abrió paso entre sus enormes dientes. Una mata de pelo encrespado y verdoso se abría dejando ver un rostro blanco con pintalabios rojo que, de nuevo, hacía reminiscencias al Principe Payaso del Crimen. Pero su estructura facial en nada tenía que ver con él. Su rostro coronaba en clavos y su barbilla estaba llena de púas como diminutos anzuelos. Sus inmensos ojos de dos colores dirigían a Warlock y Dick una mirada penetrante, tal vez porque no tenía párpados de ningún tipo. Parecía un rostro humano que alguien hubiera arrancado y colocado sobre uno tan ignominioso que no habría sido posible mirarlo sin perder la cordura por completo.
Y ese sonido que hacía...¿Pretendía ser una risa?
- LoOOo... sss-sSSienTO... El JOker... al QUe llAMmas... esTA apag-GAdo... o fuerA DE coBERtur-raaaaaah... - aquella cosa volvió a reír, mientras alzaba ambos brazos, como si les diera la bienvenida. El sonido de su voz rota hizo que se les pusiera la piel de gallina y tuvieran que luchar por no salir corriendo de allí en ese mismo instante.
Aquello, fuera lo que fuera, ya no era El Joker.
La siguiente cita es del post de la Batalla de la Capucha. No sabéis lo afortunada que me siento por tener a una Batfamilia tan perfecta ;___; Los users de Jason, Tim y Barbara son tan fieles al canon que cada vez que les leo es como si estuviera leyendo un cómic de Batman. En este fragmento, me maravilla la simplicidad con la que la user de Barbara ha plasmado las diferentes personalidades de los personajes y su relación con Bruce.
Barbara Gordon escribió:
Hacía mucho tiempo que conocía a Bruce Wayne. Había conocido a dos versiones de él. Sabía cómo era, lo práctica y racional que era su mente. Lo había admirado y reprendido por ello a partes iguales. Pero una parte de mí seguía esperando un mensaje emotivo, una despedida real. ¿Acaso no era lo que, en el fondo, queríamos todos los que estábamos en aquella habitación? Estaba segura de que incluso Jason y Damian esperaban una palabra amable.
¿Cuántos de nosotros hicimos todo lo posible por obtener un halago de sus labios? ¿A cuántos nos hirieron por su causa?
Lo conocía perfectamente pero, aún así, no quería aquel mensaje desapasionado. No quería a Batman. Quería al Bruce que me permitió luchar junto a él, el que vino a verme al hospital después del disparo.
No quería oírlo hablar de su propia muerte como si todo entrara en sus cálculos.
—Si escucháis esto, es que el protocolo Knightfall ha empezado y actualmente estoy muerto. Como bien todos sabréis, siendo Batman tuve que preparar un plan B para cada situación posible, incluída mi propia muerte.
Claro. Así era él. No dejaba nada al azar.
— La figura de Batman lleva protegiendo Gotham y el mundo durante demasiados años, y si estáis escuchando este vídeo implica que llegado el punto ha sido insuficiente. Batman ha de morir conmigo, es vuestro turno de crear vuestro legado.
Vuestro legado. ¿A quién se refería? ¿A los cuatro muchachos que habían llevado el traje de Robin? ¿A las que habíamos luchado bajo el nombre de Batgirl? Me sentía extrañamente distante de aquel rol, como si de repente no formara parte de la familia.
Y, mientras todos escuchaban el mensaje, yo aparté la mirada del aparato. Necesitaba ver sus rostros.
Y vi la mandíbula tensa de Dick. La rabia en los ojos de Jason. La seriedad que cubría las facciones de Tim como un segundo antifaz. La postura solemne de Damian, como si fuera un soldado escuchando el himno nacional.
Lo siguiente son varios fragmentos bastante memorables del tema de Souls as white as heaven...as black as hell. Todos los jugadores se están luciendo un montón con sus personajes, y va a quedar un final de World War Demons TOH EPICO.
Edward Johns escribió:
Se quedó atónito cuando vio, delante suyo, a unos cuatro metros aproximadamente, mirándole fijamente con una sonrisa mientras acariciaba uno de los tres perros demoníacos que había junto a ella, a la que posiblemente era la única mujer que había logrado hacerle sentir que valía la pena seguir vivo en los últimos años: - ¿Martha? – No…Ella no…Estaba preparado para cualquier cosa, había abandonado a toda esa gente a su suerte, había disparado con fuego sagrado a un demonio que podría haberle matado en un segundo sin pestañear, estaba dispuesto a sacrificarse y morir aquella noche, pero no estaba preparado para enfrentarse a la mujer a la que amaba.
Se avecinaaaa el draaaamaaaaaaa
Martha R. escribió:
-Oh, cuánto daño me haces- la energía azul rodeo el cuello del hombre, levantando con cuidado en el aire sin llegar a cortarle la respiración del todo -Y si lo que quieres es hacer daño…
Se relamió los labios, o mejor dicho los diente, sabiendo que lo que le estaba a punto de contarle le llenaría de pesadumbre
-¿Recuerdas el asesinato de tus padres? Que triste... pero ¿A que no sabes por qué están muertos? o, mejor dicho, por quien...- se acercó hasta estar a un menos de un diez centímetros de la cara del hombre, mirando directamente a sus ojos esperando el torrente de emociones que estaban por venir -Deberías saberlo- se acercó a su oído y le susurro -llevas trabajando para él todo este tiempo
Tristeza vio los ojos de Edward llenarse de sentimientos negativos, pero sobre todo… de pesadumbre
-Estás mintiendo…
¡BOOOOM! ¡EN TODA TU CARAAAAA! XDDDDD
Aidan Doyle escribió:
Un grito desesperado, el ruego inocente de un niño. Aidan abrió los ojos.
Que nunca se te venga el techo encima, y que los amigos reunidos debajo de él nunca se vayan.
- Dime pequeño ¿Cómo te llamas? -le preguntó mientras le ponía una mano en el hombro. La misma mano que había levantado en vilo a un bebé para devorarlo vivo.
- J-Joseph…
- ¿Y esa es tu mamá Joseph?
El terror, un terror como no había experimentado jamás, cerró sus garras sobre él desde dentro. No era capaz de pensar. No era capaz de reaccionar. Lo único de lo que era capaz era de seguir repitiendo estúpidamente la oración en su mente.
Que siempre tengas palabras cálidas en un frío anochecer, una luna llena en una noche oscura, y que el camino siempre se abra a tu puerta...
Pero ni siquiera eso podía acallar los gritos de la mujer. Nada podría. Aidan supo, con abrumadora certeza, que nada podría acallarlos nunca.
Y el puto Aidan que bien escribe, leches. Me encanta como ha combinado el horror que está viviendo con la oración que rezaba con su madre cuando era pequeño.
¡Eso es todo amigoooos!
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Elektra Natchios Marvel Universe
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 28th Enero 2021, 01:12
Yo quería hacer también algunas breves menciones. Pequeños detallitos que me han ido gustando de casi todos los post que se han publicado últimamente:
Ésta la menciono porque sí. Porque tengo que hacerlo. Porque me enamora y porque refleja a la perfección la dinámica existente entre Elektra y Matt:
Matt Murdock escribió:
No obstante, cuando esa fracción de segundo hubo terminado, el tablero de juego volvió a cambiar. Una nueva pieza se había sumado a la partida. Y esta vez... joder, esta vez estaba seguro. Su voz, sus movimientos, la fricción de su ropa... su aroma. Olía a hoja perenne, sangre, y al aire antes de una tormenta. Olía a los vientos del Egeo sobre piel aceitunada... y sus recuerdos le traían también viejos sabores que nublaban sus sentidos. Nunca podía recordar cuándo había sido la última vez que se encontraron. Siempre los separaba una eternidad.
Elektra. A lo largo de su vida, Matt tenía la fortuna de haber amado... pero nunca había tenido suerte en el amor. Y peor había sido para todas las desafortunadas que lo habían amado a él. Karen, Heather, Glorianna, Nyla, Natasha, Felicia. Pero Elektra... si alguien, en todo el mundo, entendía lo que significaba estar con Matt, era ella. Elektra pagó el precio, haciendo el mayor de los sacrificios. Y aún así, había vuelto. Muchas veces. Pero del mismo modo en que no podía olvidarla, tampoco podía olvidar la razón por la que jamás podrían estar juntos. Ninguno podría tener lo que quería. Porque lo que Elektra quería... en algún recoveco profundo de su alma... era matar gente. Y Matt sólo quería salvarlos. A todos.
De Edward Johns me encanta el hecho de que, en un foro repleto de héroes de moral digna y noble, él nunca intenta hacer que su personaje quede bien. Independientemente de que sea mejor o peor persona, rara vez queda como "el héroe", y eso es loable:
Edward Johns escribió:
El niño gritaba colérico en una lengua extraña que no conocían, había comenzado esa mañana y Josh, desesperado, buscó el teléfono de un experto para que les pudiera ayudar…Y allí estaba el tipo en cuestión, vestido con un pantalón negro estrecho, unos zapatos del mismo color y una camisa blanca que llevaba arremangada, en el suelo a su lado tenía un maletín, sus herramientas de trabajo había dicho: - Aguante un poco más señor Miller…- El hombre le dirigió una sonrisa frívola, casi protocolaria ¿Así pretendía hacerle sentir bien? Llevaba veinte minutos luchando por sujetar la cuerda que inmovilizaba a su hijo, el cuál levitaba en el techo mientras murmuraba con una voz gutural y sobrenatural cosas sin sentido alguno: - Aet nos, tenebrum aeterna…- Los susurros de su hijo se le clavaban en el oído con fuerza ¿Por qué a ellos?
Del mismo tema me gustaría mencionar también a la user de Kim por la vívida crudeza de éste texto descriptivo, y es que nunca dejará de asombrarme su capacidad para evocar ésta clase de ambientes:
Kim HwaJae escribió:
La visión de túnel nos impedía ver más allá del asfalto de la carretera que se abría ante nosotros. No éramos capaces de recordar la última vez que habíamos parado. Las noches no eran más que un cambio en el telón de fondo, como si por mucha distancia que recorriéramos jamás llegáramos a ningún sitio.
Las noches... antes habían significado algo.
Ni siquiera recordábamos haber cruzado de nuevo el mar. Solo sabíamos que tras lo sucedido en la meca habíamos vuelto a los Estados Unidos. Había algo hecho pedazos en el interior de nuestra mente que nos atormentaba sin parar. Una neblina negruzca y con olor a pútrido lo cubría todo. No nos dejaba comprender sucesos enteros. Era como mirarse a un espejo reventado y tratar de recomponer el rostro que nos devolvía la mirada al otro lado sin más ayuda que la de nuestras propias cataratas. Los fragmentos a veces volvían a nosotros, nos arañaban la mente como si alguien hubiera llenado nuestra cabeza llena de cristales rotos y la sacudiera con virulencia, tratando de hacernos el mayor daño posible.
¿Qué era ese olor?... como de piel quemándose...
Al principio pensábamos que se trataba de una orgía, con todos esos cuerpos entrelazados unos con otros, los jadeos, los gritos. No éramos capaces de ver dónde acababa uno y empezaba otro. Podíamos oler los fluidos y el sudor. Tardamos demasiado en darnos cuenta de que no se podía diferenciar porque no había nada que diferenciar. Aún tardamos más en entender lo que eso significaba. Aquella masa correspondía a una multitud desnuda, pero sus cuerpos estaban fundidos unos a otros. Sus pieles se derretían uniéndolos a las personas a su alrededor. Cada vez que se movían se desgarraban dejando expuestas heridas sangrantes que salpicaban a los demás de sangre fresca. Alguien se sentaba sobre ese túmulo de personas torturadas. Reía. Sus ojos amarillos como el carbón encendido...
Nos señalaba y entonces...
Un destello. Un torbellino de fuego venía hacia nosotros a gran velocidad. ¿Eso es lo que era? El pitido del camión nos sacó de nuestros pensamientos, haciéndonos realizar una finta desesperada por no chocar de frente contra esa mole de diez toneladas. El golpe habría sido brutal. Nosotros podríamos sobrevivir pero tal vez el conductor no. Esquivamos en el último momento metiéndonos en el carril contiguo. Aceleramos, volviendo de nuevo a la realidad. La carretera. Las líneas. Los quitamiedos.
Respecto al tema de Harley con Lex Luthor, todo el tema está genial, pero me ha hecho particular gracia éste fragmento:
Harley Quinn escribió:
Quiso decir que sí, que empezaba mañana mismo si le parecía bien. Pero no quería sonar como una psiquiatra desesperada. No iba con ella eso de arrastrarse a la primera de cambio, por muy mal que le fueran las cosas en aquel momento. Debía mantener la dignidad, hacerse algo de rogar para despertar el interés del señor Luthor si quería ganarse sus favores. No debía olvidar que ahora era… el fucking presidente de los Estados Unidos.
— Tengo que pensármelo.
Recogió la tarjeta del político y se la guardó en el bolsillo de la blusa. Después le dedicó una mirada divertida al tal “Daniels”. El cuerpo del fortachón se había tensado rápidamente en cuando la mujer clavó sus ojos en él, e instintivamente, el hombre escondió tras su espalda la mano que llevaba la marca de los dientes de la arlequina.
Casi se quedó con la boca abierta cuando Luthor habló de la suite en el Hotel Belle Monico, uno de los más prestigiosos de la ciudad. Tuvo que contener su emoción de alguna manera, así que a cambio se mordió el labio para evitar lanzar un gritito.
—¡Y zapatos! —añadió de pronto a la lista de cosas a pagar con la Lex-tarjeta.— Me debes… unos… zapatos...— dijo mirando en dirección a sus pies descalzos. El suelo de aquel almacén estaba helado, y la arlequina iba turnándose un pie con el otro para poder pisar el suelo. Después de todo, había perdido sus bonitos tacones rojos por culpa de los guardaespaldas de Luthor, que la habían arrastrado hasta aquel lugar de mala muerte a la fuerza. — No pensará usted que vaya a un hotel de lujo con estas pintas…
Del user de Tim Drake me gustaría destacar la creatividad de la que está haciendo gala en el evento. Y es que no siempre se solucionan las cosas de maneras super espectaculares y heróicas. A veces lo mejor que se puede hacer... es no hacer nada.
Timothy Jackson Drake escribió:
Las serpientes eran unos animales temibles, sin embargo son depredadores hechos para emboscar a sus presas, su visión es reducida y solo son capaces de percibir movimientos pero no distinguir figuras con claridad, tampoco tienen un sistema auditivo en sí mismo, aunque pueden percibir las vibraciones en el suelo, la antorcha al caer contra el mismo podía servir de reclamo para las mismas, eso sumado al enorme calor que desprendía la llama causaría un efecto reclamo para alejarlas de mí el tiempo suficiente como para ser capaz de alcanzar la cima de la escalinata si me daba prisa.
Cerré los ojos, dejando que el aire entrase en mis pulmones poco a poco, respiré pausadamente y sin prisa, notaba mis músculos relajarse, todo mi cuerpo entró en un estado de paz y calma, Bruce y yo habíamos pasado por cientos de situaciones de ese tipo y habíamos salido airosos, inspiré y exhalé lentamente por la nariz, un paso en falso y significaría la muerte, cualquiera de esas serpientes podía matar a un hombre adulto sola, juntas acabarían conmigo en segundos.
Y para el final dejo la maravillosa, humana y creíble intervención de Elissa en A moment of weakness:
Elissa Stavridis escribió:
El mundo se llenó de fragmentos.
Mariposas azules. Cédric deslizando la mano sobre el torso de Dragoslav. Un empujón. ¿Sasha? Un rayo de luz. Cédric retrocediendo hacia la ventana. El techo derrumbándose sobre ella. Lyz alzando las manos. Una cúpula de cristal. La mujer a la que no conocía, alzando un arma. Tres disparos.
Bang. Bang. Bang.
Elissa se encogió bajo el peso del sonido. Su pecho, hueco de aire entre aliento y aliento, retumbó en respuesta. El eco: tres latidos temblorosos, erráticos. Pánico. No le dio tiempo a saber qué temía, pero sí a temerlo. De una forma inconsciente, irracional.
El aliento gélido del Hades sobre su nuca.
Pero él no se desplomó.
Los pulmones de Elissa se llenaron. El alivio se extendió como una mancha de aceite. De una forma demasiado rápida, demasiado injusta para la mujer a la que el bosnio acababa de inmovilizar contra el suelo.
- Dejad que se vaya -suplicó la voz de Dragoslav-. Yo os he hecho ésto. Cogedme a mí pero dejad que él se vaya. Por favor. Lo único que queríamos era estar juntos... Él lo dijo... Dijo que nunca lo permitiríais... No tendríais que haber estado aquí... No me obliguéis a haceros daño.
Los ojos del bosnio pasaron por encima de ella, sin apenas detenerse. Para Elissa fue como si la atravesaran. Como si fuera invisible. Como si no estuviera allí. Nada parecido a aquella mirada enfebrecida que la había buscado entre los presos de Arkham. No estaba allí: ni la chispa del reconocimiento, ni el alivio de volverla a ver.
Y ahora defendía al mismo hombre que había provocado la fuga. Que la había dejado indefensa, tumbada en el suelo, casi muerta.
La griega notó como la semilla de la irrealidad germinaba, envolviendo su cuerpo con un tallo retorcido y poblado de espinas. No reconocía al hombre que tenía delante. No sabía quién era. No conocía aquel cuerpo sin marcas. No comprendía las palabras que brotaban de sus labios. Sus ojos azules le resultaban extraños.
¿”Estar juntos”? ¿De qué estaba hablando? Era imposible que se hubiera forjado aquel vínculo entre ellos en tan poco tiempo. Era imposible que Cédric sintiera por Drago algo sincero, algo… normal. Algo que no hubiera sido alcanzado por la podredumbre que arraigaba en su alma.
Todo estaba mal… No podía concebirlo. Algo tenía que ser mentira.
El rostro y el cuerpo de Dragoslav, aunque extraños para ella… eran los de verdad. No estaba usando ninguna ilusión para cubrirse. Elissa sabía que no podía hacerlo mientras convocaba un haz de luz. Aquél tenía que ser el resultado del Extremis. ¿Y sus palabras? Las palabras, por mucho que ella deseara otra cosa, eran sinceras. Entreveía al hombre al que había conocido, al que había tratado, en aquella súplica: “no me obliguéis a haceros daño”.
Y allí terminaba todo parecido.
Había visto lo que Cédric Valjean podía hacer con las mentes. El francés había presumido de ello en Arkham, se lo había mostrado a ella. Controlaba a los guardias… Controlaba a los presos…
Controlaba a Dragoslav de algún modo.
“No me obliguéis a haceros daño”. Las palabras evocaron en Elissa la imagen de un sueño: las manos del mutante cerrándose sobre su garganta.
¿Quién era Dragoslav ahora? ¿Cuánto de Cédric había en él? El bosnio seguía presionando el cuerpo de la mujer que lo había disparado contra el suelo. La amenaza que cerraba la frase. “No me obliguéis a haceros daño. Si me obligáis… lo haré”.
Curiosa elección de palabras. ¿Acaso eran ellas las que lo estaban obligando a algo...?
Elissa miró a Cédric, a punto de escurrírseles entre los dedos. Miró a Dragoslav, dispuesto a enfrentarse a todas ellas para protegerlo. Creyó, por un instante, ver los hilos invisibles que movían al bosnio, que lo ataban al francés.
No podía dejarlos ir.
Lissa rozó la mano de Lyz. No es él, susurró. Una advertencia y una petición. Iba a hacer algo, y necesitaba que Elysia lo supiera.
Los ojos de Elissa deshicieron y rehicieron el recorrido entre ambos. Dragoslav y Cédric. Cédric y Dragoslav. Tenía... dos opciones.
No. En realidad, sólo había una. Cédric… Era inestable. Podía salir mal de muchas maneras. Casi había salido mal la primera vez. Y, precisamente porque había estado allí, sabía que no era un lugar al que quisiera volver.
No quería volver nunca.
- Dragoslav Katich - llamó Elissa, elevando la voz, amable pero apremiante. No era un grito. Un grito hubiera podido significar que el bosnio atravesara a la mujer que había bajo él.
Elissa sabía que las sílabas del propio nombre son como cuerdas que se tensan. Aunque uno no quiera hacerlo, debe volverse. Debe mirar.
La griega necesitaba que aquellos ojos azules la miraran sin traspasarla.
La mitad de sus motivos eran egoístas. La otra mitad… bueno. Tenía una llave. Y necesitaba una puerta.
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 28th Enero 2021, 12:54
Decid si esto no es para volverse loco con esta chica. HAHAHA
Harley Quinn escribió:
Harley lloró y lloró bajo el abrazo tierno y delicado de su pareja. Los dedos enguantados del Joker se cerraron sobre sus rizos rubios...
Entonces recordé los tirones de cabello.
...Sus escuálidos y alargados brazos la rodearon con calidez...
Entonces recordé cómo me hice los moretones del vientre.
...Y finalmente, sus llanos de auxilio hicieron eco en la mente destrozada de su acompañante.
— Harleen... no, no. Por favor...
Su paciente se separó levemente de ella para después mirarla con el rostro compungido. Harley no consiguió apartar la mirada de aquellos ojos cuerdos. La dejaron atrapada en una fina y peligrosa telaraña, como el ingenuo insecto a la espera de ser devorado lentamente por su hábil depredador.
— No llores. Por mi no.
Las lágrimas no cesaron. Entonces cerró los ojos...
...Y recordé la risa. De cómo el Joker se reía mientras me empujaba al vacío, hasta que mis huesos se quebraban sobre el asfalto. Fue por mi culpa. Él me dijo que no había entendido el chiste.
Sus suaves labios bebieron de las lágrimas de la arlequina, pero no pudieron retirar el dolor. Harleen amaba a ese hombre, pero también le odiaba. Y si alguien pudiera asegurarle de que él no la volvería a maltratar jamás, se entregaría allí mismo a sus más profundos y ocultos deseos.
De pronto, una muestra de que el monstruo no había desaparecido.
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Tema: Re: Repetición de las mejores jugadas 29th Enero 2021, 18:54
De nuevo, un perfecto ejemplo de lo raro que alguien, mas joven que tu, te llame "Hijo" como si fuera un señor mayor
Jesse Custer escribió:
¿Tranquilo... "hijo"?
Jesse se quedó bloqueado por un segundo, con la cuchara a medio camino de su boca, mirando al tipo raro que parecía ser hasta más joven que él, a juzgar por la suavidad de sus rasgos, y que sin embargo se había referido a él como si fuese su padre, o algo por el estilo.
-- Hmmmm... -sopesó si hacerle algún comentario, pero no había nada que pudiera decirle que no sonara mal, y de todas formas no le conocía de nada y lo más probable era que se tratara de algún loco inofensivo, así que decidió centrarse en su comida sin darle mayor importancia.
Y continua el tema con Jesse descubriendo la identidad del "loco", citando un verso de la biblia muy adecuado y comentándole que, tanto el como Caín, han sido jodidos por el de arriba, aunque no explícitamente pero lo deja caer... me likey :'D
Jesse Custer escribió:
Mientras Jesse cogía su plato, los cubiertos y el servilletero, el otro hombre se ofreció a ayudarle llevándole el vaso, mas en un momento dado tropezó y, al entrar en contacto el líquido con su piel, éste se tornó automáticamente en ceniza. El predicador se quedó mirando al desconocido completamente atónito, sin hacer o decir nada, tratando de discernir si aquello había sido o no una alucinación. Sin embargo, pronto quedó claro que no lo había sido cuando el hombre moreno vertió el extraño polvo en el cenicero y le pidió disculpas con aire apesadumbrado.
Jesse no contestó cuando se ofreció a pagarle una nueva consumición. En su lugar, se limitó a observar, todavía alucinado, como el desconocido se volvía a sentar y continuaba comiendo como si tal cosa. Y, al agachar la mirada para cortar el filete, la extraña marca de su frente, que inicialmente no había visto, se reveló parcialmente.
- Venga, hombre, no me jodas... -musitó, dejando escapar el aire por la sorpresa. Al cabo de un par de segundos, depositó sus cosas sobre la mesa y se sentó ante el extraño, observándolo con atención-. "Maldito eres de la tierra, que ha abierto su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano" -dijo en voz baja, citando el famoso castigo de Dios que se mencionaba en el Génesis.
Jesse había pasado la mayor parte de su infancia y juventud estudiando la Biblia, y sabía que lo que aquella cita quería decir era que dondequiera que viviera, la maldición lo seguiría y la tierra sería siempre árida para él. Jesse había interpretado siempre aquél párrafo como que el castigo de Dios estaba destinado a arrebatarle los dones de su habilidad más preciada: la agricultura. Nunca habría imaginado que el alcance de la maldición se extendería hasta abarcar cualquier cosa de origen vegetal que tocase, pero no le extrañaba nada, viniendo del cabronazo sádico de Dios. Porque tenía que ser eso, ¿no? Había reconocido la marca. La había estudiado en el seminario. Y era lo único que encajaba.
¿Cuáles eran las probabilidades de que un cura enemistado con Dios se encontrara con el mismísimo Caín en un bar de carretera perdido en algún lugar de la estatal entre Oklahoma y Nuevo México? Era demasiado bueno para ser verdad.
- Entonces... -dijo al fin, para romper la tensión que se había generado de repente entre los dos-. Si no me equivoco y realmente eres quien creo que eres... Parece que tenemos un enemigo común. Soy Jesse Custer, por cierto. Un placer -finalizó, ofreciéndole su mano con una sonrisa conciliadora y amable.