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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
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En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019]
4 participantes
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Javis Kotska Marvel Universe
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Tema: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 10th Enero 2021, 18:59
Quién le iba a decir a Borja que ese dia acabaria asi, mucho mejor que como había empezado, eso seguro; volvió al bar en el que estuvo hace unos días pero esta vez tuvo la oportunidad de conocer a dos personas la mar de interesantes, ambas tenían unas voces impresionantes, una le conquistó por su voz, la forma en la que cantaba y porque… sentía algo cada vez que se encontraban, un dolor compartido difícil de explicar. La otra persona le conquistó no solo por su voz, o mejor dicho como cantaba con varias voces a la vez, sino por lo interesante que le resultaba y por el hambre científica que parecía compartir con ella, si la hubiera conocido antes, cuando aún no estaba podrido por dentro, podrían haber hecho cosas muy buenas para el mundo.
En fin, no siempre se consigue lo que uno quiere y no siempre se va por el camino correcto en la vida, el era prueba de ambas cosas. De todas maneras, Javis podría usar tanto a Ivy como a Aidan como distracción de… todo lo que se le pasaba por la cabeza, unas voces con las que hablar y que le saquen por unos momentos del pozo en el que se estaba cayendo, un pozo construido por el mismo y nadie más. La pelirroja, de una piel verdosa que si pudiera hacerlo le gustaría mirarla bajo un microscopio, les hablo sobre algo que había hecho en Gotham, una forma de protegerlo de los demonios ¿Magia? ¿Un escudo o algo similar? No les quiso decir que era, quiso enseñárselo.
Menos mal que tanto él como Aidan descansaron un poco de beber, que si no tendrían que descansar la mona antes de dar tan solo un paso, claro que Javis tenía la ventaja de ser medio ruso lo que le daba una ligera resistencia al alcohol; el vodka corría por sus venas. Los tres se levantaron de la mesa, Javis volviéndose a poner su chaqueta antes de levantarse y se dirigieron de nuevo a la puerta roja, subiendo esas escaleras cuya oscuridad consumía toda luz y te parecía estar subiendo hacia la nada… hasta que dieron con la puerta roja. La verdad es que Javis solía estar preparado para cualquier cosa, listo a enfrentarse a todo lo que se le venía encima y si no lo estaba, no le costaba mucho prepararse… aun así, nada le podría haber preparado para lo que estaba a punto de ver.
Dejaron que Ivy fuera la primera en salir, así la puerta se abrió donde ella entró la última vez. El olor tan fresco de las plantas les debería haber avisado, esa brisa de aire fresco que te daba cuando el aire era puro gracias a la ayuda de la naturaleza, el olor de plantas humedecidas por la humedad del aire. A pesar de esto, cuando salieron de la puerta roja, dejando que se desvaneciera como si nunca hubiese estado allí, a ambos les faltó poco para que su mandíbula no se desencajara; el invernadero, o lo que antes fue un invernadero, había sido cubierto de verde, donde antes los cristales estaban limpios, había macetas y columnas, ahora había plantas que subían por ellas hasta el techo, raíces que recorrían el suelo abriéndose camino entre el cemento y los cristales del invernadero tenían un tinte verdoso de las plantas que crecían a su alrededor y fue incluso aún más impresionante cuando se asomaron por ellos y vieron lo que antes fue una ciudad, convertido ahora en una jungla… y no de cristal precisamente
-Tu… ¿Has hecho todo esto?- se giró hacia Ivy, con una mirada incrédula en el rostro -es… no tengo palabras para describirlo
Lo que había conseguido aquella impresionante mujer, transformar una ciudad en una jungla, crear vida donde antes no había más que muerte y contaminación… era algo impresionante, con ese poder podría dar vida incluso en los desiertos más áridos, cambiar el curso de la tierra que, si seguía en ese ritmo, acabaría en un final desastroso. Entre todo lo verde, entre toda la belleza que sus ojos estaban captando… una pequeña flor blanca captó su atención, una entre las cientas que adornaban con sus colores el invernadero, de tal forma que parecía una ilusión, una imaginación de su mente que le estaba haciendo una jugarreta. Dio unos pasos temblorosos y se cayó de rodillas al llegar hasta la pequeñita flor, hundiendo sus rodillas en la hierba del suelo a fin de tocarla con la mano; era real, estaba ahí, delante de sus ojos… un jazmín, la flor favorita de su madre, de su hermana… de su sobrina. Recordó todas esas veces que, de pequeño, dibujo la flor en su cuaderno mientras su madre regaba el jazmín y su hermana cogía algunas para hacer un colgante o una corona de flores, los días calurosos de verano que pasaba en la casa de su hermana y veía a la pequeña Rosa hacerle un ramo a su hermana de sus flores favoritas… todas esas memorias, todos esos pequeños momentos que parecían ya olvidados, volvieron a su mente, llenándola de emociones que creía ya olvidadas.
No le importó que hubiera dos personas mirándole, ni siquiera si estuviese todo el mundo viéndole; cuando sus dedos rozaron los pétalos del jazmín con suma delicadeza, se echó a llorar como si aún fuera un niño en los brazos de su madre. Sus brazos, apoyados en el césped, parecían haberse convertido en una especie de cuerda temblorosa que cedía ante el peso de todas las emociones por las que su cuerpo estaba pasando; esa flor, esa pequeña y, para muchos, insignificante flor… le devolvió algo que llevaba mucho tiempo sin poseer, lo consiguió la primera vez que vio a la pequeña Martha corretear para saludarle con esa torpeza típica de los infantes y perdió… cuando perdió a su hermana
-He sido un hombre malvado- le confeso a ambos, mientras se secaba las lágrimas con la manga de la chaqueta -he hecho cosas horribles, cosas de las que jamás podré redimirme… y por eso, perdí a todos aquellos a los que amaba
Suspiro, reuniendo toda la fuerza posible para levantarse a pesar de sentir su cuerpo más pesado de lo que jamás lo sintió en toda su vida. Consigo levantarse, apretando los puños con fuerza y girando hacia Ivy, tenía el ceño fruncido y los ojos rojos tras haber llorado desconsoladamente ante el Jazmin, sin embargo, su mirada estaba llena de determinación
-Pero si puedo hacer algo bueno en este mundo… empezaré por esto- se acercó a la mujer, tomando una de sus manos con las dos suyas -Puedo… puedo intentar modificar la genética de las raíces de algunas plantas, hacerlas más resistentes o…- se quedo unos segundo en silencio, soltando la mano de la mujer empezó a mirar a su alrededor, hasta detenerse en Aidan; se acercó a él y le tomó por suavidad del cuello clavando la mirada en la suya como si estuviera buscando en sus ojos la inspiración -puedo… intentar crear una planta que transmita electricidad, imagínate- soltó a Aidan, volviéndose a girar hacia Ivy -una ciudad viviente, una planta que dé cobijo a la especie humana, que vivamos en unísono con la naturaleza, sin dañarla, sin contaminarla…
Se quedó en silencio, su mente había explotado en todas las direcciones y empezó a despotricar ante la mirada de sus dos acompañantes. Eso también era nuevo, detenerse cuando hablaba para escuchar las voces, las opiniones de sus semejantes… extraño, tampoco es que soliera considerar a los demás sus semejantes… puede que fuera verdad eso de que necesito la pérdida del único ser querido que le quedaba en la tierra para darse cuenta. Tenía la oportunidad de hacer algo bueno por este mundo, no solo por la raza humana sino por la naturaleza también… y no iba a perderlo todo de nuevo, esta vez no.
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 25th Enero 2021, 00:58
Aidan había dejado de beber después del incidente que había tenido en el bar, cuando comenzó a sentirse tan mal. Había empezado a consumir drogas hacía muy poco, desde el incidente de Metrópolis, y aún no estaba habituado a su uso, por lo que no había tenido manera de saber que el alcohol potenciaba los efectos del THC. Después de eso habían pasado otras tres horas en las que habían podido disiparse los efectos, lo cual había permitido que pudiese atravesar aquella puerta con Ivy y Yurich.
Era duro estar sobrio... muy duro. Pero la compañía de Yurich le hacía sentirse seguro, no sabía por qué. Era como si pudiera intuir de alguna manera que aquél hombre era peligroso, o quizás tan sólo fuera la seguridad y tranquilidad que exudaba, o simplemente el hecho de saber que le había escuchado cantar, y, por tanto, lo más probable era que deseara protegerle, pero se sentía un poco más tranquilo a su lado después de haberle asegurado que era capaz de conseguir casi cualquier cosa.
Aún así estaba agotado... Había pasado toda la noche sin dormir en aquél bar, y había sometido su cuerpo a un cóctail de toxinas que le había dejado físicamente hecho polvo. La única razón por la que había accedido a acompañar a Ivy y Yurich era que el miedo era un acicate mayor que el cansancio.
Y Aidan estaba muy asustado porque hacía cuatro días había realizado un pacto con varias entidades infinitamente más poderosas que él para traicionar a sus amos demoníacos, y si éstos lo averiguaban era más que probable que terminaran desollándole vivo o echándole de comer a sus "mascotas" infernales. Aidan no era ningún héroe, y, dado que había accedido a arriesgar su vida para salvar el mundo, tenía permitido, al menos, tener miedo. Por eso, cuando Ivy le había asegurado que su ciudad era un refugio seguro contra los demonios le había faltado tiempo para pedirle que le permitiera acompañarla y refugiarse con ella.
Lo que encontró al traspasar el portal excedió todas sus expectativas. El olor exhuberante y fresco de la naturaleza le recibió al entrar en el invernadero, invadiéndole de repentinos recuerdos de sus días de infancia en las praderas de Irlanda en compañía de su madre. Casi podía sentirla a su lado, su tacto cálido sobre su pequeña mano, su radiante sonrisa mientras el sol les bañaba con sus rayos... Inspiró profundamente, recreándose en la pureza del aire, y, por un instante, fue casi como si todos sus problemas y preocupaciones se hubieran desvanecido. Como en un trance, avanzó sobre el blando lecho de musgo que se había adueñado del cemento hasta las cristaleras, apartando las cortinas para observar el prodigioso espectáculo que se mostraba ante ellos, iluminado por los primeros rayos del amanecer.
- Madre... -musitó para sí, mientras la familiar ola de la inspiración le envolvía en su cálido arrullo, susurrándole palabras y notas al oído-. Madre de la tierra.
El irlandés comenzó a avanzar por lo que otrora había sido un invernadero pero que ahora parecía un lugar extraído de un cuento. El musgo había invadido todo, cada pasarela y superficie recubierta de una capa brillante y hermosa de diferentes tonalidades de verde cuyo contraste provocaba una sensación llena de magia y asombro. Se detuvo frente a una planta que le era muy familiar y extendió los dedos para acariciar los suaves pétalos de una rosa de Irlanda que floreció ante su roce.
- Madre del nacimiento... -musitó, extasiado. Sin saberlo, Ivy acababa de inspirarle la canción que emplearía diez días más tarde para seducir a la diosa Kali...
La primera vez que había visto a Ivy cantando en el pub, la mujer le había causado fascinación por su voz y por su aspecto, pero los ojos que se volvieron a mirarla ahora estaban llenos de algo más... reverencia y embeleso.
El propio Yurich pasaba por su propio momento de revelación personal, arrodillado ante una pequeña florecilla blanca que había conseguido arrebatarle las lágrimas.
- He sido un hombre malvado -les confesó luego-, he hecho cosas horribles, cosas de las que jamás podré redimirme… y por eso, perdí a todos aquellos a los que amaba.
Aquella historia le traía dolorosos recuerdos de sus propias elecciones... De hecho, era más parecida de lo que le habría gustado admitir, y, al instante, sintió una profunda conexión con aquél hombre. Cuando le tomó del cuello, unió momentáneamente su frente con la suya para demostrarle su apoyo.
Podría haber hecho algo parecido; haber confesado su larga lista de pecados, ofrecerle a aquella diosa su apoyo incondicional... En lugar de eso, cuando Yúrich hubo terminado de hablar, simplemente se arrodilló ante ella.
- Madre -pronunció, reverente-. ¿Qué puedo hacer para ayudarte?
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 28th Enero 2021, 21:50
A la pelirroja le resultaba exquisitamente cómico la facilidad con la que los hombres se embriagaban. Mucho más aún si dejaba volar la imaginación sobre los motivos que les habían llevado hasta ahí. Ambos parecían personas castigadas por una circunstancia que consideraban injusta y eso cuando vives en Gotham es el pan de cada día. Sonrió por la nariz y les acompañó todo el camino de las escaleras tomando la delantera hasta abrir la puerta en el nuevo y verde edén.
Intentó estar atenta a la reacción de ambos humanos hasta que se alejó lo suficiente y disfrutó de sus diferentes sensaciones. Por fin alguien que le comprendía, que era capaz de entender que esa alternativa era la mejor, la más sana y que era completamente placentero. Pero no solo eso. Ambos acompañantes parecían mostrar tanto la admiración como el respeto que la naturaleza merecía. Primero Yurich acarició con suma delicadeza unas hojas de Jashinum mientras se rompía, reencontrándose con fantasmas de su pasado. Desconocía por completo qué le había llevado a ese punto. Estaba convencida de no haber puesto ningún alucinógeno que hubiese podido afectarle de esa forma. Ahí en su suelo yacía un hombre arrepentido que lloraba las pérdidas de una vida marchita hace ya tiempo. Ella se acercó a él y apoyó la mano en su espalda con la misma delicadeza del tacto con la flor blanca.
En ese instante percibió en su propio cuerpo la caricia que Aidan regalaba a la rosa Irlandesa y se estremeció agradecida mientras su piel se erizaba. Suspiró relajada y placentera, y decidió concentrarse en el hombre que parecía necesitarla más -Todos tenemos cosas de las que arrepentirnos. Pero eso no debe ser escollo en nuestro rumbo. Es la fortaleza que mostramos en los peores momentos de vida lo que…- Pero de entre la pena y la autocompadecencia floreció la determinación y ese hombre se alzó de nuevo, concentrado en un propósito, vivo por algún motivo esencial. La villana le devolvió la mirada con una sonrisa de orgullo y afirmación, tomándole por los hombros mientras los pulgares le acariciaban.
Después este hombre se desprendió de ella y fue a enlazarse con el cantante. Ivy sonrió para sí. Estaba orgullosa de que esos dos varones no antepusiesen la masculinidad a sus propias emociones y dejasen brotar lo que su corazón les dictase. Enorgullecida alzó las cejas y cuando el irlandés se arrodilló, ella lo hizo con él no sin antes disfrutar unos segundos de ese gesto desde arriba.. Tomó la mano de Yurich con suavidad, haciendo que se arrodillase con ellos y ahí quedaron los tres sentados. -Agradezco vuestra intención. De verdad… Pero es una labor que debo cumplir. Mis conocimientos son muy avanzados y haciendo uso de mi poder es un estudio muy diferente que cualquier experimento de química botánica estándar- dedicó una mirada a Kotska, sincera pero firme. -Soy la mayor experta en vida vegetal que ha conocido el mundo y ni siquiera necesito hacer algo físico para crear vida modificada… - mientras hablaba en el centro del triángulo improvisado que formaban sus cuerpos crecieron un jazmín con el color de la rosa, y una rosa irlandesa blanca. -Agradezco vuestras intenciones, y si os necesito os llamaré. Además estaré encantada de investigar contigo sobre otras cualidades- añadió mirando a Yurich con una mano en el pecho. -Pero por el momento lo único que necesito es que os relajéis, me contéis más sobre vosotros y protejáis este sitio tanto como os está protegiendo él- Y con ese pequeño discurso disuasorio, les sacó de sus asuntos y ganó dos aliados por si la situación se volvía preocupante. Además tenía que reconocer que la presencia de ambos hombres le despertaba curiosidad e interés.
Yurich parecía el típico hombre derrotado de esquina de barra de bar y sin embargo en su máximo momento de debilidad se había levantado por cuenta propia y había decidido hacer algo bueno por el mundo.
Aidan, sin embargo, parecía el típico triunfador, estrella del Rock cuya vida le pasa factura entre polvos sin protección y exceso de droga. A pesar de ello había demostrado una fuerte sensibilidad y un sentido de la autoconservación abrumadores.
Ambos habían resultado ser una sorpresa interesante que luchaba contra sus prejuicios.
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You don´t need a sword to cut two roses...
Mis Raíces:
Javis Kotska Marvel Universe
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 3rd Febrero 2021, 14:15
Algo no estaba bien en todo esto, Javis tenía un pinchazo en la barriga y no sabia muy bien el porque sufría ese malestar, intento ignorarlo todo lo posible para que no afectará a todo lo que estaba sintiendo en ese momento. Las palabras de Ivy, que consiguió escuchar antes de levantarse y girarse hacia ella se le marcaron profundamente en el subconsciente; "Todos tenemos cosas de las que arrepentirnos. Pero eso no debe ser escollo en nuestro rumbo." Vivió toda su vida siguiendo a la vida de los Kotska, tal y como se lo decía su padre de pequeño “Naciste para gobernar a los demás, ser mejor que ellos, por eso as de ver a todas las demás personas como meras herramientas en tu camino a la grandeza” su hermana fue la primera en darse cuenta del error de ese sentimiento, él se estaba dando cuenta ahora y Marek… él nunca tuvo la oportunidad de darse cuenta y tampoco es que se hubiera dado cuenta.
Escucho con atención a la maravillosa mujer que tenía al frente, cada cosa que decía le provocaba un sentimiento de admiración cada vez mayor; era la mayor experta en vida vegetal del mundo y ella solita se bastaba para crear nuevas vidas a base de las plantas… era sencillamente fascinante. Vio como, del centro de sus tres figuras, aparecen dos plantas que, curiosamente, tenían los colores invertidos significando la unión de esas tres almas perdidas; cada hombre una flor, cada color un alma y las dos flores, una mujer. Una pequeña lágrima le cayó por la mejilla, no se la secó y dejó que recorriera su camino natural.
Cuando la mujer le pidió que, si querían, que le contasen más sobre ellos, descubrió el porqué sentía ese pinchazo en el estómago; a pesar de haber abierto su corazón a esas dos increíbles personas, aún no sabían su nombre verdadero, un conocimiento que solo una persona tenía en todo el planeta tierra… y esa persona ya no estaba en el mundo de los vivos
-Bueno… puedo empezar yo; mi nombre real es Javis Kotska, tengo 55 años… se que no lo aparento, me conversó bien- sonrió, soltando una suave carcajada intentando quitarle tanta pesadumbre a la situación -y… bueno, si queréis que cuente mas sobre mi… nací en lo que ahora es la republica checa, bajo la peor familia de la historia; descendiente de criminales, asesinos, dictadores… éramos lo peor de lo peor, mi padre, por ejemplo, tenía muchos enemigos, tantos que teníamos que vivir escondidos… claro que eso no duró para siempre y al final sus enemigos acabaron encontrándonos, asesinaron a mi padre, raptaron a mi hermana, a mi y a mi madre… - su brazo empezó a temblar muy visiblemente -a ella la… la violaron, delante de mis ojos- su brazo empezó a temblar tanto que tuvo que sujetarlo -solo… solo tenía 7 años...- se apretó el brazo con fuerza y suspiró, tranquilizándose -al terminar, mataron también a mi madre y quemaron mi casa conmigo dentro, por suerte mi hermano mayor pudo encontrarme y salvarme- en ese sentido no estaba mintiendo; la experiencia fue tan traumática que olvidó que esa fue la primera vez que descubrió sus poderes -mi hermano también salvó a mi hermana y… bueno, seguro que pensáis que esa experiencia hace a uno pensar y no cometer los mismos errores que su progenitor ¿No? Pues…
Paró un momento, quedándose con la mirada en blanco mientras sus ojos se fijaban en las flores, no sabía si era lo correcto, hablar de su turbio pasado… no, ahora que se había abierto tanto, no podía detenerse. Suspiro, sus ojos volvieron a su estado normal y prosiguió con su historia
-Me gradué de la universidad con doce años y desde entonces, trabajé junto mi hermano como mercenario, aunque yo… yo era mucho peor; hacía cualquier cosa que me pidieran, por el precio adecuado claro… He asesinado a personas que lloraban a mis pies y pedían clemencia, he fomentado conflictos armados, torturado a personas, extorsionado… ya no me enorgullezco de todo eso, pero en ese entonces… sentía estar en la cima del mundo, sentía que ese era mi destino; ser un Kotska como los que vinieron antes que yo- se miró la palma de la mano, cerrándola con fuerza -fue mi hermana la que se dio cuenta que nuestro pasado no marcaba quienes éramos… ¿Sabéis que? Tuvo una familia, dos hijas, la primera vez que vi a mi sobrina, Martha, yo- las lágrimas volvieron a llenar sus ojos, secándoselas con el dedo pulgar a fin de proseguir con su historia -me di cuenta de que no por ser un Kotska tenía que ser un hijoputa; deje mi antigua vida, deje atrás a mi hermano y me hice profesor de universidad e inventor, quería hacer algo bueno por el mundo… siento deciros que la historia no acaba aquí y que no tiene final feliz; mi hermana, su marido y mi otra sobrina, la pequeña, murieron en un incendio, dejándonos solos a mi y a mi sobrina, Martha- suspiro con la mirada gacha, aún recordaba el cambio de Martha, como sus ojos, anteriormente llenos de vida y excitación por el mundo que le rodeaba, se convirtieron en unas cuencas vacías de toda vida -En ese momento decidí, estúpido de mi, que si el mundo quería un Kotska, tendría un Kotska y volví a mi antigua vida… pero se ve que el Karma me la tiene jugada y… oh dios, mi Martha, mi querida y pobre Martha… un demonio, se la llevo yo… intente salvarla, no pude- ya no pudo soportarlo más, se echó las manos a la cara mientras lloraba desconsoladamente -yo… soy débil, soy un cobarde
Trago saliva y se secó las lágrimas, intentando recomponerse aunque algunas lágrimas seguían saliendo de sus ojos. Miro a Aidan y a Ivy, les acaba de soltar la historia de su vida, carraspeo un poco cuando recobro la compostura
-Bu… bueno- sonrió, una sonrisa llena de dolor que parecía intentar ocultar el dolor en su corazón -os he soltado un rollazo, perdón- se carcajeo con suavidad, una carcajada que sonó algo forzada -creo que ya sabéis todo lo que hay que saber de mí… ¿Qué hay de vuestra vida? ¿Qué os ha llevado hasta este punto?
Sonrió, resaltando sus dientes blancos con la pesadumbre de su rostro, sus ojeras y sus ojos rojos tras tanto llanto. Escucho las historias de sus dos acompañantes con atención, pero estaba claro que su mente empezaba a funcionar regular debido al alcohol y la falta de sueño; tenían que ponerse a descansar o si no acabarán con dolores de cabeza y tendrían que descansar más tiempo aún. Gracias a los poderes de Ivy, les hizo unas cámaras cien por cien naturales sobre las que descansar, claro que Javis las analizó un poco más de cerca antes de acostarse, fascinado por los poderes de la mujer. Al final se acostó sobre su cama y cerró los ojos, era hora de descansar para tener energías; tenían mucho que hacer.
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Abrió los ojos y miró a su alrededor; nada, no veía nada, no sentía nada y… tampoco podía moverse ¿Acaso había muerto y estaba de vuelta en su limbo personal? No, así no era como se sentía cada vez que resucitaba, esto era una sensación diferente y una voz que retumbó en sus oídos se lo dejo claro
-Te han abandonado...
Esa voz grave, profunda y potente… era la de su padre. Miró a su alrededor para ver si podía verle, sin mucho éxito, solo escuchaba su voz como si proviniese de un lugar cercano e invisible para el
-Sabes que acabaría así, esos frenéticos años, todas las personas que has destrozado, a llegado el momento de pagar; estas solo
No tuvo tiempo de pensar en esas palabras ya que unas cadenas aparecieron desde el oscuro cielo y se ataron a su cuello, forzándolo a levantarse. Una niebla de color azul empezó a llenar todo a su alrededor a la altura de sus pies y escucho unos pasos que se acercaban hacia el, cerro los ojos, intentando despertarse de lo que sin duda era un mal sueño, pero al abrirlos seguía ahí y… tenia delante a un conocido, al joven al que no pudo salvar hace años, aunque ahora era todo un hombre, su pelo negro le caía por los hombros y llevaba un traje de pianista de color negro
-E… esto es un sueño, tiene que serlo
La aparición negó con la cabeza
-A veces los sueños se vuelven realidad… se que es difícil de entender, pero si tomas mi mano, yo te guiaré
Se quedó unos segundos en babia, pensando en que responder al espectro que le ofrece la mano, sacudió la cabeza a fin de aclararse las ideas
-No… ¿Qué eres? No puede ser real, tienes que ser una imaginación mía, una creación de mi mente agotada
La aparición volvió a negar con la cabeza, esta vez con una sonrisa
-Somos creaciones de tu mente, somos tan reales como quieras que seamos; somos parte de ti.
¿Somos? La duda aprecio en sus ojos, mas no necesito respuesta para darse cuenta de a qué se refería cuando tras él, aparecieron dos figuras más, dos figuras que conocía bien; una mujer increíblemente alta, de pelo castaño y un hombre de gran musculatura y un rostro bien definido. La mujer se le acercó, se quitó la bandana que le cubría la boca y le miró directamente a los ojos, hablándole con una voz que parecía un grito de pasión mientras le apretaba las mejillas
-Siente el fuego, siente el calor que arde en tu alma, el corazón de un hombre roto… fuera de control
La aparición femenina le soltó, dejando que su rostro, derrotado, colgara de su cuello, esas apariciones… parecen estar representando como se sentía, su subconsciente, cada uno una parte de él. Levantó la mirada y observó a la aparición de cabellos rubios, que jugaba con su cuchillo lanzándolo y recogiéndolo por la punta, al mirada de la aparición parecía estar llena de rabia, de odio… de asco
-No me puedo creer que te hayas rendido- se acercó a él y le agarró con fuerza de los pelos, obligando a mirarle directamente a los ojos -este no eres tu, jamás desaprovechamos la oportunidad de hacer pagar a todos los que te han jodido… siempre tuviste el control- le soltó el pelo y se alejó con los brazos cruzados tras la espalda -tu corazón es frío como el hielo, acéptalo.
Las apariciones parecían estar consiguiendo su objetivo; romperle, hacerle darse cuenta de que, a pesar de que ahora se arrepentía de todo lo que hizo, seguía siendo, en su interior, el mismo monstruo que llevaba siendo todos estos años. Agacho la mirada, cerrando sus ojos y se intentó concentrar en el latido de su corazón, de pequeño su madre le enseñó ese método para poder dormir las noches en las que estaba muy nervioso, escucho como los pasos de las apariciones se hacían cada vez más distantes hasta desaparecer por completo
-Detén tus llantos… malo, bueno, no importa; nunca has estado solo- la voz femenina se acercó cada vez más, hasta escucharla encima de su cabeza y aunque no podía verla, no le hacía falta para saber a quién se parecía esa aparición -siempre estaré aquí cuando me necesitas, mi voz es más fuerte que la de ellos- se agacho y con una voz cariñosa, tranquilizadora y cálida le susurro al oído -No estás solo
La aparición le abrazó, sintiendo el calor de sus brazos en su cuello, un calor que hizo desvanecer las cadenas que le sujetaban, arrodillados en el suelo mientras escuchaba los latidos del corazón de la figura que le consolaba; había encontrado la paz, ya no era un simple Kotska; era un ser humano, como lo fue su hermana.
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Sus ojos se abrieron poco a poco, parecía estar despertando de un sueño para adentrarse en otro, el fresco olor de las flores de Ivy le acariciaron las fosas nasales haciéndole sentir como si se despertara en el paraíso… y no estaría muy equivocado si así lo pensara.
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 22nd Febrero 2021, 00:43
Escuchó, pensativo, las palabras de la mujer. Aunque iban dirigidas a su compañero, también podrían en cierta medida, aplicarse a él.
- Es cierto que llega un punto en el que necesitas plantarte. Hacer acopio de fuerzas y tomar una determinación o seguir viviendo un infierno el resto de tu vida -dijo, recordando la propia decisión que él mismo había tomado de rebelarse contra los demonios ayudando a Loki después de la masacre de Metrópolis-. Pero... ¿qué ocurre si no puedes encontrar el camino más allá de la tormenta que te ciega y te bloquea el paso? ¿Qué ocurre si estás perdido, o preso, y no posees la fuerza o el valor para romper las cadenas?
Sus ojos azules reflejaban desesperación al mirar a Ivy, la desesperación de alguien que ya no es dueño de sus actos y no sabe cómo escapar del vórtice de perdición que le succiona hasta el fondo. Había tomado la decisión de ayudar a Loki, pero aunque consiguiera componer la canción que atrajera a Kali fuera de sus dominios, nada garantizaba que sobreviviría a la experiencia de desatar la ira de una diosa, o que fuera a verse libre de sus amos demoníacos una vez consiguieran expulsarlos de vuelta al infierno. Ninguna de esas acciones rompería el contrato que pesaba sobre su alma, y lo más probable era que, una vez descubrieran su traición pusieran más empeño que nunca en capturarle, y ésta vez no se limitarían a darle órdenes. Posiblemente le matarían, o le torturarían, y el mero pensamiento de lo que podía aguardarle en el infierno le llenaba de pavor.
Sin embargo, todas aquellas preocupaciones parecían diluirse allí, en aquél mágico escenario que había creado la mujer planta, en el espectáculo de aquellas flores que se entretejían entre sí como un símbolo de su unión. Allí, el irlandés se sentía seguro y confiado por primera vez en meses. Se preguntó si Gob podría encontrarlo allí, y aunque lo más probable era que así fuera no quería renunciar a la falsa sensación de seguridad que le embargaba y de la que tan contadas ocasiones podía disfrutar. Parecía que su compañero disfrutaba de un estado similar, pues empezó a sincerarse con ellos, revelando aspectos tan terribles de su pasado que sus propias experiencias vitales, que tan abrumadoras le habían resultado, palidecían en comparación. Le escuchó en respetuoso silencio hasta el final, sin pretender interrumpirle. Cuando finalmente hubo acabado, descendió su mirada hacia las flores que la mujer había invocado.
- Yo no soy más que un simple hijo de pescadores de un pueblecito costero de Irlanda, en Galway. Desde pequeño soñaba con ser músico. Fue mi padre el que primero me enseñó a tocar la guitarra. Guardo... muy gratos recuerdos de las noches que pasábamos en el barco de pesca, tocando... -su mirada, ausente, pareció recorrer el vergel como si aún estuviera en Claddagh-. Entonces a mi madre le diagnosticaron cáncer de pecho. La vida de músico es dura. Si no tienes suerte, puedes llegar a tardar mucho en hacerte un nombre, y eso si no terminas perdido para siempre en el olvido sin haber tenido ocasión de despegar siquiera. No conozco a casi nadie en éste mundo que pueda mantenerse sólo con la música. La mayoría tienen que mantenerse con trabajos complementarios. Mi familia de por sí era pobre, y la sanidad en Irlanda es cara... En ese momento tuve claro que tenía que escoger una profesión más lucrativa, para poder pagar el tratamiento de mi madre, y pensé estudiar economía, contabilidad, empresariales... Jamás habría podido ser feliz trabajando en un banco, y mi madre también lo sabía. Me dijo que si renunciaba a mis sueños por ella nunca me lo perdonaría. Así que decidí esforzarme, trabajar duro para triunfar y poder traer a mi familia el dinero que necesitaba. Pasaron los años, y como no conseguía destacar en Irlanda decidimos trasladarnos a los Estados Unidos, donde la competencia en metal sinfónico era menor. Justo cuando estábamos a punto de remontar, mi madre murió -guardó silencio unos instantes, pensativo-. Mi mujer se había quedado embarazada y conseguir dinero se convirtió en una especie de obsesión. No quería... No quería que mi familia tuviera que pasar por esa clase de miseria. Quería... darle a mi hijo el mejor futuro posible. Que mi mujer pudiera dejar de trabajar en aquellos antros donde abusaban de ella. Si conseguíamos dinero suficiente, Múriel podría abrir su propio bar.
Se puso en pie y se alejó hacia uno de los árboles, acariciando la rugosa corteza del tronco con la mano.
- América era el paraíso, decían. La tierra de las oportunidades. Pero, en todo paraíso, siempre hay una serpiente...
Se dirigió lentamente hacia donde había dejado su instrumento y, sentándose a su lado, ló sacó. No había traído el amplificador consigo porque en el pub ya tenían todo lo que hacía falta, pero aquella guitarra se la habían regalado sus padres, a pesar de lo mal que estaban de dinero, para apoyarle y dejarle claro que deseaban que persiguiera sus sueños, y nunca actuaba sin ella. La gente pensaba que no se podía tocar una guitarra eléctrica sin el amplificador, pero lo cierto era que no era así. No sonaba igual de bien, claro, pero podía dar el apaño en un momento dado.
- Firmé un contrato que me impide hablar de lo que ocurrió entonces, pero recientemente he descubierto que, aunque no pueda contarlo, sí que puedo cantar sobre ello, si lo disfrazo lo suficientemente con metáforas. Si realmente queréis saber lo que ocurrió... puedo cantároslo...
Aguardó a ver si le daban su consentimiento antes de empezar a tocar una lacónica melodía.
And the serpent said: Richness I'll give it now to you Just keep on what you're doing To the devil his due I'm everywhere, the great lord I see every sin No matter how you hide behind your doors I will always sneak in
In every single corner of the world, yes there you are You're spreading your feathers like a god, a true superstar You fill my apartment with magic and treason, beware I see your lizard eyes in every man, we must all take care
Bitter and fucked up and blue You know the serpent is you Spreading the poison you can Venom's black in every man Snake of christ, you do us wrong Oh serpent with a deadly tongue Bitter and fucked up and blue You know the serpent is you
No bien hubo terminado de cantar la última estrofa (minuto 3'25''), volvió a dejar la guitarra en su estuche y quedó varios minutos mirando al vacío antes de continuar:
- No mucho después, mi mujer y mi hijo murieron en un accidente de coche que yo provoqué. Y así es como he llegado hasta éste punto -finalizó, cogiendo la petaca de su mochila y bebiendo un trago de bourbon. Llevaba demasiadas horas sin beber y, aunque sabía que no debería, era difícil resistirse. Especialmente cuando recordaba la dantesca imagen del cadáver decapitado de su mujer y el cuerpo ardiendo de su hijo en el asiento trasero del vehículo, todavía atado a su sillita-. "Bitter and fucked up and blue".
La siguiente estrofa quedó flotando en el aire: "You know the serpent is you".
Más tarde, Ivy les hizo unos especie de nidos entretejidos con ramitas entrelazadas y recubiertos de musgo. Los pétalos carnosos de una orquídea gigante hicieron las veces de almohada y Aidan durmió su primera noche sin pesadillas desde la muerte de su familia.
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 16th Marzo 2021, 23:34
Resultaba fascinante analizar cómo de una casualidad, un poco de magia con una puerta flotante y unos cuantos litros de alcohol la situación había derivado en esa visita. Se fijaba lentamente en la reacción de cada hombre, analizando su admiración y disfrutando su paz. Aunque duró menos de lo que la metahumana esperaba. Infló los pulmones cuando vió que el científico abría su pecho y desgarraba su dolor a golpe de realidad en carne viva. Escuchó con atención la historia y parte de su mente se atascó en ese niño atrapado en un ambiente de hostilidad y asfixiante compromiso y escape.¿Cómo unos padres consentían semejante circunstancia? En su mente era inimaginable. Las criaturas más puras de toda la raza humana siendo torturadas…
Ivy no dijo una palabra, pero cuando el hombre terminó de derrumbarse, abrazando sus lágrimas con los dedos, se puso en pie y apoyó una mano sobre la gruesa tela de su hombro. Esperó a su mirada y al fin le saludó - Es un placer conocerte, Javis Kotska- por algún extraño motivo esperaba que esa presentación le calmase los nervios -Espero haberlo pronunciado correctamente- Y los dedos verdes se deslizaron sobre su pelo en un breve remolino antes de separarse de él. -Sabes, aquí… Puedes ser tú mismo. Esta ciudad está llena de casos perdidos y casos por recuperar. El pasado es inalterable… Pero el futuro está lleno de posibilidades. Y mientras estés vivo, tú decides- Poco a poco el hombre se recompuso y cuando preguntó a los demás caminó hacia el irlandés, interpretando que el checo ya estaba mejor, tomando asiento a su lado, escuchando con la misma atención.
El dolor de una madre enferma, el de sus seres queridos, el trabajo duro y entrega para sacarla adelante, la mala coincidencia en tiempo de todos los hechos… Tal vez no era una cuestión de vida o muerte como con el científico, pero tampoco había sido una vida fácil. Justo cuando iba a repetir el gesto, con intención de apoyar la mano en su espalda el irlandés se levantó y tomó posesión de su arma más preciada. Ella escuchó, cada vez que las cuerdas del cantante vibraban era increíble para la pelirroja, una sensación de euforia, excitación y admiración que sólo la botánica había conseguido brotar en ella. Contuvo las emociones todo lo que pudo, y trató por respeto de centrarse en la letra y en lo que los acordes expresaban.
Algo tóxico y emponzoñado, visiblemente dañino, encerrado en otro cuerpo. Codicia.. dinero… ¿Acaso era una oda a la avaricia? Había algo más… la serpiente era una influencia.. Los ojos del lagarto…
Tal vez era…
¿Otro trato como el de Pamela?
Agitó la cabeza mientras Aidan apoyaba de nuevo el instrumento. Se puso en pie para luego sentarse de rodillas frente a él, con las manos apoyadas en sus muslos. -No me imagino tu dolor y la culpa que debe castigarte… Pero creo que es momento de contestarte algo que he dejado atrás…- “¿qué ocurre si no puedes encontrar el camino más allá de la tormenta que te ciega y te bloquea el paso? ¿Qué ocurre si estás perdido, o preso, y no posees la fuerza o el valor para romper las cadenas?” -No es lo mismo ser un cobarde que estar perdido Aidan Doyle… Y para encontrar soluciones, primero tienes que encontrar el problema- Hiedra se levantó, formando dos cómodas camas de vegetación, suaves y confortables. Tenían cerca alimento y un riego natural de agua. -Debéis encontrar vuestro camino. Pero por hoy ya es suficiente. Javis, perdona tu pasado para poder florecer en tu futuro. Y Aidan… encuéntrate…¿Qué eres… un hombre perdido… o un cobarde…?- Por raro que resultase, sus palabras no sonaban agresivas o juiciosas sino comprensivas y curiosas. Quería ayudar, pero no sabía cómo. -No olvidéis vuestro camino… Si queda aire en vuestros pulmones, aún es vuestro. Sois lo que sois hoy. No lo que seréis ni lo que fuisteis- las hojas de los árboles empezaron a cerrarse entre sí, formando un habitáculo más íntimo y privado de la luz. -Ahora...descansad- dijo en un último susurro antes de salir de ahí, buscando su cama donde debía estar su querida reina esperándola.
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Pasaron unas horas y el sol ya brillaba con fuerza. El verde de alrededor resultaba aún más intenso que de costumbre por los potentes rayos. Estaba segura que de haber dormido, ambos hombres estarían aún despiertos salvo que hubiesen recuperado horas atrasadas de mal dormir. Ya de lejos apareció descorriendo la cortina improvisada que había colocado y con una hermosa mujer bajo su brazo. -Buenos días mis mártires de bar, ¿Qué tal habéis dormido?- y recorrió con una mirada curiosa buscando residuos de resaca.
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 22nd Abril 2021, 01:43
Primero llegó el bostezo. Después se frotó los ojos agitando los puños sobre la cara. Los párpados le pesaban, pero finalmente decidió entreabrir uno de sus orbes azules cuando la cálida luz del sol acarició sus mejillas rosadas.
No llevaba puesto su maquillaje de siempre. Con ella no le hacía falta. No necesitaba máscaras ni disfraces. El lugar donde se encontraba no era ningún teatro, ni necesitaba subirse al escenario a interpretar un papel. A fingir ser la alocada arlequina enamorada del payaso psicópata. No. En aquel paraíso verde, en aquel sueño de una noche de primavera, podría ser ella misma por primera vez en mucho tiempo.
Harleen Quinzel se estiró la espalda y los brazos como un gato recién levantado. La pereza mañanera se adueñó de ella, así que decidió volver a acurrucarse al lado de Pamela, buscando su calor en un medio abrazo. La rubia quería seguir durmiendo en aquella confortable cama hecha de esponjosas flores y enredaderas, pero sabía que no podía seguir soñando por siempre, a pesar de que se sentía más a gusto que nunca. ¿Cuántas horas había dormido desde que había llegado al jardín de Pamela? Ya no las contaba. Sentía que había descansado al menos por cien años...
— Buenos días, Red...— la mujer se inclinó para besar la mejilla de su querida amiga, y después sonrió. Sonrió de verdad, expresando una felicidad infinita ensanchando la deliciosa comisura de sus labios. Sus dientes perlados brillaban casi tanto como la luz de la mañana. — ¿Has dormido bien?
La eco-terrorista le habló de sus dos nuevos invitados y la rubia empezó a entusiasmarse con la descripción de uno de ellos. A Harley le encantaba socializar y conocer gente nueva, así que no tardó en vestirse con uno de los trajes improvisados que se había hecho viviendo aquellos días con Ivy, y se colgó del brazo de su amiga para ir a despertar a los resacosos.
—¡Aidan!— exclamó la psiquiatra al reconocer al cantante. Se acercó a él corriendo y se lanzó a sus brazos hasta estrecharle con una fuerza casi inhumana para alguien de su tamaño. —¡Sabía que eras tú! ¡Estoy tan contenta de verte! — lanzó un pequeño gritito histérico que podría haber arrancado los tímpanos de cualquiera, y después se separó del moreno dando saltitos de alegría.
—¿Y quién es el otro guaperas?— bromeó la arlequina, fijándose por primera vez en el otro hombre del habitáculo creado por Hiedra. Parecía estar hecho polvo, y era tan delgado que casi creyó que acababa de pasarle una apisonadora por encima.
— Oh, perdonad mis modales...— sonrió divertida, haciendo una pequeña reverencia en frente de Javis. Después le ofreció su mano, imitando las presentaciones formales del siglo XIX.— Yo soy Harley Frances Quinzel… un placer conocerte.
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 8th Mayo 2021, 14:35
Escucho atentamente las palabras del irlandes, al igual que él escuchó su historia él pensaba hacer lo mismo, sin embargo, su respuesta, o más bien preguntas, a lo que les dijo Ivy, pues en esas palabras dichas por Aidan encontró antiguos recuerdos, de cuando no tenia mas que cuatro años, de su padre sentado en su sillón mientras se fumaba un puro y le daba consejos sobre la vida, de cómo tenía que vivir… siendo un Kotska. Recordaba como se agachaba hacia el, que se sentaba siempre de rodillas en la alfombra, y le cogia con suavidad de la cabeza, acariciándole los cabellos
“Hijo, cuando te encuentres en problemas… recuerda, eres un Kotska” llegados a este punto recordaba que le soltaba y se echaba un buen copazo de Vodka “has nacido para ser mucho más que las demás personas de la tierra, por eso has de ver a todos los demás como herramientas para alcanzar esa meta… así podrás librarte de cualquier problema que la vida te ponga delante”
La primera vez que escucho esas palabras no las entendió del todo bien, pensando que se trataba de una de esas historias que le gustaba contar a su padre y a su madre, cuando creció entendió a qué se refería… o eso pensaba, pues ahora, rodeado de tanta belleza con sus sentidos y más importante aún, su mente, más abiertos que nunca… entendió que eso que le dijo su padre podía tener otro significado, un significado que estuvo ignorando todo este tiempo y que por fin, después de tantos errores, de una vida llena de muerte y arrepentimientos, entendió… pero ahora debía ver si era demasiado tarde
-Entonces…- miró a Aidan, intentando mostrar una sonrisa tranquilizadora en el rostro -necesitas a alguien que te ayude a librarte de tus cadenas… como me han ayudado a mi
Podía parecer nada importante, una frase que decía un hombre agradecido de haber sido salvado de su vida pasada por un cantante y una eco-terrorista… pero era mucho más que eso, era un Kotska agradeciendo a otro ser humano que le hubiera ayudado, un Kotska que reconocía los errores de su vida y estaba dispuesto a cambiar, a ayudar a los demás… solo su hermana fue una vez así y ahora, después de tanto, al fin era su turno.
Después de terminar su historia, Aidan empezó a contar la suya, Javis dejando de hablar para centrarse en escuchar y entender al hombre, su pasado, su vida… no iba a permitir que su antiguo ego le nublara los oídos y la mente. Aun así, no mentiría si dijera que sintió algo de envidia al escuchar el principio de la historia de Aidan… un padre y una madre que le querían, un padre que le enseñó a tocar la guitarra… era una vida que, de pequeño, Javis deseaba, ser parte de una familia normal, con un padre que le enseñara a montar en bici, que le llevará a pescar… incluso aun siendo adulto, deseaba haber tenido una vida así.
Siguió escuchando su historia, la de su familia… imaginando en su cabeza una familia, un niño pequeño, un ser amado… era algo que bien sabía que no se merecía y que no debía tener, aquel que no puede morir a de alejarse de todo lo vivo, pues le recordara cada segundo de su eterna vida aquello que él no posee… ya vio a su familia morir tres veces, no quería hacerlo una cuarta. Aidan empezó a cantar su historia y el checo cerro los ojos, dejándose llevar por la melodía del hombres… sintiendo un pinchazo en lo más profundo de su alma al escuchar las palabras que salían de la boca de aquel hombre, la hermosa y a la vez terrorífica melodía, que contaba la historia de un hombre y un demonio… cuando terminó, Javis abrió los ojos de par en par y miró a Aidan, con unos ojos llenos de melancolía y empatía por el hombre.
No pudo hacer otra cosa que no fuera acercarse al hombre y… darle un abrazo, como él hizo en su estancia en el bar, cuando terminó su propia canción. Aun así, la letra de su canción seguían en su mente, bailando entre sus pensamientos, si significan lo que él creía que significan… tenía que ayudar a Aidan, a lo mejor así encontraría su propio perdón
-Siento tu perdida… se muy bien lo que es perder a los seres amados
El más que nadie podía empatizar con su situación, ver a su familia morir y sentir que todo fue por su culpa… no pasaba día que esos pensamientos envenenaran su mente, oscureciendo su visión, nublando su raciocinio… puede que aquí, en la naturaleza creada por aquella maravillosa mujer encontró la cura para el alma que tanto necesitaba, el y el extraordinario cantante.
~~~~~~~~
A la mañana siguiente, fue despertado por la voz de Ivy, frotándose los ojos para acostumbrarlos a la luz solar que se filtraba desde el exterior, mirando a su alrededor y viendo que Aidan también se empezaba a despertar
-... Creo que ha sido de las mejores noches que he pasado
Ni siquiera cuando se acostaba con hombres y mujeres, pasando la noche entre placer, drogas y excesos, pasó una noche tan buena como esa, aquel sueño… por fin pudo dormir sin pesadillas; cada noche, al cerrar los ojos, tenía las mismas pesadillas una y otra vez y al fin, después de años sin poder dormir bien, consiguió el descanso que tanto deseaba. Llegó la otra mujer, una rubia con una vestimenta de la que Javis no pudo evitar sorprenderse, admirando el logro que era crear tales ropajes de unas plantas
-¿Os conocéis?
Preguntó al cantante y a la arlequina. Viendo como hablaba, como se movía y como reacciono al ver a alguien conocido, Javis no pudo evitar ver a Harley como una niña, una persona alegre… otros dirían que era una rara, que tenía que actuar más según su edad… eso era todo patrañas; si ella era así y le gustaba ser así, que nadie se lo impidiera. Sonrió cuando la joven le llamó guaperas, escapando de entre sus labios unas suaves risitas
-Me llamo- se detuvo unos segundos, pero ladeo la cabeza de lado a lado y continuo -Kotska, Javis Kotska.
Ahora que se abrió ante a Aidan y a Ivy… ya no podía volver a cerrarse, debía de ser un hombre nuevo y debía empezar desde aquella misma mañana. Volvió a reír cuando vio la presentación tan formal de la rubia, alegrándose ante su divertida compañía
-En ese caso- se arrodillo ante Harley y tomo su mano, dándole un rápido beso como haría un cortesano en la edad media -Yo me llamo Sir Javis Kotska, a su servicio
Bromeo, levantándose del suelo con una sonrisa, a veces este tipo de juegos “tontos” eran muy buena distracción de… todo lo malo del mundo exterior y todo aquello que se le podía pasar por la cabeza, como el hecho de que a pesar de haberse abierto ante sus compañeros... aun no se sincero sobre sus poderes o mejor dicho, su poder... contarles algo así necesitaba su tiempo.
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 23rd Mayo 2021, 01:20
"¿Qué eres… un hombre perdido… o un cobarde…?"
Repasaba las palabras en su mente una y otra vez mientras pugnaba por conciliar el sueño. Aidan nunca se había considerado un cobarde. Siempre le había gustado pensar que era la clase de persona que sería capaz de dar un paso hacia adelante para afrontar una situación injusta o peligrosa. Sin embargo, ya no lo tenía tan claro. Hasta hacía un mes no tenía ni idea de que existían en el mundo la clase de horrores que había tenido que enfrentar en el pub de Morgan, o en Metrópolis... En ambas situaciones no había podido hacer nada más que aguardar que le llegara la muerte como un cobarde, y había sido otro el que había tenido que acudir en su rescate. Le habría gustado poder decir que había intentado resistirse, o hacer algo, pero lo cierto era que en ambos casos se había sentido petrificado, incapaz de reaccionar mientras Superboy intentaba arrancarle la garganta o los perros infernales de Belial devoraban a los que habían acudido a presenciar su concierto. Entonces se había sentido miserable y cobarde, pero, por otro lado... ¿qué habría podido hacer él contra tales criaturas? Acarició subrepticiamente la piedra que le había entregado Legba y que descansaba en su pecho recordándole el compromiso que había adoptado para devolverle el golpe a los demonios. Iba a enfrentarse ni más ni menos que a una diosa para poder traer de vuelta a aquél que podría solucionar todo... ¿Era realmente un cobarde... o un hombre perdido? Y si estaba simplemente perdido... ¿cuál sería su brújula?
"Necesitas a alguien que te ayude a librarte de tus cadenas… como me han ayudado a mí", había dicho Javis. ¿Quién sería esa persona? Su estrella del norte...
No supo en qué momento exacto se quedó dormido... Y fue, por una vez, un sueño sin sueños... De éstos que, si no fuera porque es evidente que te acabas de despertar, ni siquiera serías consciente de haber dormido. Y fue claramente evidente que se acababa de despertar porque el grito que dio Harley le sobresaltó hasta el punto de hacerle pegar un bote en el lecho de musgo, con el corazón a punto de salírsele por la boca.
- ¡Wah...! ¿Qué...? -su cerebro aún no había terminado de arrancar para poder entender dónde se encontraba o qué acababa de pasar cuando unos brazos familiares se arrojaron sobre él, envolviéndole con entusiasmo.
- ¡Sabía que eras tú! ¡Estoy tan contenta de verte! -exclamó ella, y el grito que soltó después, justo al lado de su oído, era tan agudo que funcionó como si se hubiera tomado litro y medio de café, terminando de despejarle por completo.
- Joder, rubia -le palmeó torpemente la espalda en un intento de devolverle el saludo-. Yo también me alegro de verte, pero necesito mis tímpanos si quiero seguir cantando... Y mis pulmones...
La arlequina se separó de él dando saltitos de alegría y el cantante se frotó las doloridas costillas.
- Vas a tener que decirme a qué gimnasio vas... -musitó mientras se ponía dificultosamente en pie-. Te sienta bien el verde, guapa...
- ¿Os conocéis? -inquirió el checo, que también se acababa de despertar.
- Sí, nos encontramos hace dos semanas en el desierto de Mojave. Ya sabes cómo van éstas cosas... Ella me encañonó con una pistola en la cara... Yo le canté una canción... Y acabamos dándonos de ostias con un montón de matones con cara de animal en la Cúpula de la Muerte. La típica historia -bromeó. Ahora que su cerebro por fin había terminado de arrancar, se dirigió hacia la rubia y le puso las manos confortantemente sobre los hombros-. No esperaba volver a verte tan pronto, canija, pero me alegra ver que estás bien. ¿Qué pasó con ese novio tuyo? ¿De qué conoces a Ivy?
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 22nd Julio 2021, 01:22
Los primeros rayos acariciaron el cuerpo de las mujeres que compartían cama desde hacía ya un tiempo. Harleen llevaba tantas noches expuesta a Pamela desde hace tanto que apenas necesitaba antídoto para poder rozarla sin preocuparse. Aun así, siempre llevaba preparadas un par de dosis encima de la fruta que ella misma había sintetizado para poder contrarrestar su efecto mortal. -Buenos días rubia…- dijo retirándole un mechón de la frente y dejando un suave beso tras sus dedos. -Contigo guardando mis espaldas siempre duermo bien- le sonrió y tras apoyar una mano en su espalda la acercó más a ella, dispuesta a cubrirle la cara con besos hasta que sonriese.
Se desperezaron con mucha calma y sin prisa, mientras Pamela le contaba la aventura en el bar místico de la noche anterior, y le notificaba la presencia de los dos invitados y el poco contexto que podía darles sobre ellos.
Harley arrancó el saludo con gritos eufóricos. -¡¡SHH!! Harl… quizá tengan resaca- Lo cierto es que odiaba corregirla o reprocharla. Lo bueno que tenía la arlequina es que con ella era libre. Al doscientos por ciento.. Y amaba esa locura que de verdad era suya.
Por eso, una punzada de celos y de curiosidad afloró en el corazón de la pelirroja, que frunció levemente el ceño antes de concentrarse en la tierra que pisaba y borrarlo de inmediato de su gesto. -Así que os conocéis…- Cada roce, cada gesto, la confianza que aparentaban tener… Y solo hace dos semanas. Las entrañas de la pelirroja se retorcían de rabia.
Comprendía la poligamia, de hecho la monogamia se le hacía algo arcaico, incomprensible y el peor de los errores románticos que pueden firmarse sobre la faz de la tierra… Pero Harley… Harley era diferente. Con ella todo tomaba otro significado…
Llevaba años intentando hacerla ver, intentando regalarle la verdad de un mundo que tenía un lugar para ella. Lejos de Joker, de esa vida, de su maltrato y su máscara… Y ahora aparecía ese hombre cualquiera de la nada…
Ivy cerró los ojos y respiró profundo. Abrió la boca para contestar, pero prefirió guardar silencio y dejar que la rubia se apropiase de su historia y se acostumbrase a contarla. Giró el rostro a Kotska y enguantando su mano le acarició la barbilla. -¿Y tú qué tal estás? Anoche estabas al borde del coma etílico…- clavó sus iris verdes en los descansados ojos del checo. Observó el pulso, la dilatación de las pupilas, la hidratación de la piel… Y sonrió amable.
-Ambos deberíais beber agua… estáis deshidratados por el alcohol- con un crujido vibrante las raíces se abrieron en el suelo junto a ellos y generaron un estanque de agua puramente cristalina, contenida por raíces de madera perfectamente encajadas entre sí. En una de las camas había una cesta de fruta y todos los enseres necesarios para que todos pudiesen desayunar. Ivy se inclinó con una jarra que nadie había visto aparecer, la llenó del estanque improvisado y tomó posiciones, apoyando el respaldo en el cabecero de la cama, dejando sitio para los dos invitados y la arlequina. -Deberíais comer y beber algo…- dijo dirigiendo un trago a su boca -Luego… ¿Qué queréis hacer?- terminó en voz alta mientras buscaba los ojos claros de la arlequina.
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Ficha de Personaje Alias: Harley Quinn Nombre real: Harleen Frances Quinzel Universo: DC Universe
Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 27th Agosto 2021, 00:03
—¡¡SHH!! Harl… quizá tengan resaca-
—¡Mejor! Así se les pasará de golpe.
— Joder, rubia...Yo también me alegro de verte, pero necesito mis tímpanos si quiero seguir cantando... Y mis pulmones...
— ¡Venga ya! No te consideraba tan flojucho, mi querido bardo— bromeó la arlequina, palmeando la espalda del cantante con fuerza, como si quisiera terminar de fortalecer el cuerpo de Aidan a base de tortas.
—Vas a tener que decirme a qué gimnasio vas...— protestó el moreno a semejantes golpes.
—¿No te dije que era gimnasta olímpica?— sonrío de vuelta— Quedé primera en todas las selecciones, hasta que mi padre apostó todo su dinero en mi contra y tuve que hacer ver que me tropezaba en la final si no quería que nos quedáramos endeudados hasta las cejas— a pesar de la desgracia de su historia, Harley la estaba explicando como si de un chiste se tratara, y cuando terminó la anécdota, soltó una enorme carcajada y tuvo que agarrarse el estómago para tratar de detener la incontrolable risa.
Entonces, Aidan se aproximó a la psiquiatra con ternura, y ella se quedó totalmente hipnotizada por su presencia y su enigmática voz. ¿Realmente se alegraba de verla? ¿Se había acordado de ella todo este tiempo? ¿Estaba preocupado? Era demasiado bonito para ser verdad. Casi se le saltó una lágrima al ver que personas que apenas la conocían le demostraban su afecto de forma tan amable. Les importaba saber que seguía viva...
— Mi novio… pues… bueno… él… — la rubia miró a Ivy de soslayo, sintiéndose incómoda por aquella pregunta trampa. Pero como si le hubiesen cambiado el chip de pronto, la arlequina volvió a la conversación con energías renovadas, y le contestó— ¡Se lo merendó un demonio!
Sin querer dar más explicaciones al respecto del paradero de St. Joker, la rubia se presentó al otro refugiado reciente, y dejó que besara su mano gustosamente.
— Oh, señor Kochka— pronunció mal su nombre, inevitablemente.— ¡Es usted todo un caballero!
Una risita juguetona escapó de sus labios, y Harley brincó en dirección a Pamela con alegría genuina, para después abrazarla con todo su cariño y devoción. Estaba tan feliz de estar allí con ellos, que el gozo no le cabía en el pecho. ¡Harley era pura diversión!
— Sí que me sienta bien el verde, sí...— dijo, mirando a Hiedra con una sonrisa encantadora y ojitos de enamorada.— Y respondiendo a tu pregunta… Ivy y yo nos conocimos en el psiquiátrico de Arkham. ¡Nos hicimos super amigas desde entonces! Es una anécdota divertida, si queréis os la cuento.
Pamela preparó la habitación para que sus comensales se relajaran y desayunaran tranquilamente bajo la cálida luz del sol, gozando a su vez del espectáculo mañanero de las flores y el vibrante canto de los pájaros. La arlequina se lanzó a por un trozo de sandía al grito de un “me muero de hambre”, mientras se sentaba cerca del estanque de agua que Hiedra acababa de hacer aparecer de la nada. Momento en el que aprovechó para coger un poco de su mano para beber, y después se dedicó a salpicar a todo el mundo con el líquido cristalino hasta darles en toda la cara.
—Luego… ¿Qué queréis hacer?
—¡Podríamos jugar a un juego! —saltó de pronto la rubia— ¿Qué tal el escondite? ¡O al pilla-pilla!
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 16th Septiembre 2021, 02:01
La verdad es que Aidan le dio una idea interesante ¿Por que era tan fuerte la arlequina? Claramente su forma física no denotaba tener tanta fuerza, su cuerpo era más atlético que otra cosa… bueno, seguramente sería otra mutante más, otra mutante… se le pasó por la cabeza el trabajo que hizo con Luthor, rápidamente desapareciendo de su mente al no ser importantes, al menos no ahora sabiendo que seguramente el mundo sería conquistado por el infierno.
La historia de Aidan y Harley podría ser una fascinante historia para cualquier otra persona, pero para Javis… levantó una ceja y asintió con una leve sonrisa ¿Había estado alguna vez en ese desierto?... Puede que sí, pero a lo mejor estaba demasiado borracho, o drogado, como para recordarlo. No quiso preguntarse sobre lo del novio de Harley, por la respuesta… parecía que era un tema peliagudo y la verdad es que ya tenian mucho de eso por ahí.
Si Javis hubiera estado más atento, podría haber visto cómo miraba Ivy a Aidan cuando esta abrazo al músico, pero al no estarlo hizo la broma del beso en la mano… por suerte supo ver que era una broma y nada mas, seguirle el juego a Harley
-¡Como de los que ya no quedan!
Respondió con su propia risita juguetona a la broma de Harley, para momentos después alzarse de nuevo, su rostro parecía… relajado, todo lo relajado que podrías estar tras una noche como la que acababa de pasar. Escucho esta vez la historia de cómo se conocieron las dos mujeres, de nuevo solo sintió algo de duda sobre cuál sería la razón de que estuvieran en Arkham… aunque no tardó en deducirlo, sorprendentemente tardo mucho menos con Ivy; la gente odia el cambio, incluso si ese cambio es bueno y lo que Ivy podía hacer… era un cambio inimaginable para el bienestar del planeta… y eso asustaba a la gente.
Noto el tacto del guante en su rostro y, aunque solo era un trozo de tela, le agradaba el tacto de otro ser vivo en su cuerpo, le recordaba a cuando era joven, el calor de los abrazos de su madre… cuando la vida era diferente
-Estoy bien- sonrió el checo -Soy medio ruso ¡Hace falta más que eso para tumbarme!
Sabia el numero exacto de alcohol que podía permitirse antes de morir por un coma etílico, lo comprobó, en un “estudio científico” hace años o en una fiesta de la hostia, ahora mismo no lo recordaba exactamente… pero claro, era mejor decir que era por ser ruso que por saberlo gracias a la ciencia. Justo cuando iba a coger algo de fruta, siguiendo el consejo de Ivy, algo vibró en su pantalón ¿Que era? Por unos segundos no supo reaccionar, hasta que se acordó de su teléfono móvil ¿Aún lo tenía? Parecía que si… lo que no recordaba era lo que le acababa de llegar, sacando el móvil del pantalón para ver… un video, llegado directo de las cámaras que tenía en el piso de Martha, acordándose en ese preciso momento que estaba esperando a que le llegasen las imágenes a su móvil para poder analizarlas cuidadosamente
-Disculpadme unos… segundos.
Se giró, dandole la espalda a sus compañeros, esto… tenía que verlo solo.
Su cabeza se levantó de la pantalla del móvil, sus ojos ni siquiera miraban hacia delante, ni hacia el lado ni nada… no miraban a la nada, perdidos en el vacío del alma del checo. La primera persona que le hizo sentir algo de empatía, la que le hizo… cambiar, la persona a la que perdonó que por su culpa muriera su familia, no solo porque gracias a él llevaron a españa al pirómano que los mató, sino que si él no hubiera sentido lo que sintió en aquellos momentos, no habría estado ocupado intentando crear inventos para ayudar a la humanidad y… quien sabe, a lo mejor podría haber salvado a su familia.
Pero le perdono, porque vio que él hizo lo que él nunca pudo; encontrar una nueva vida, una vida en la que podía ser mejor persona, pero entonces… vio esas grabaciones, desde todos los ángulos posibles… aquel hombre al que no pudo salvar hace tantos años y al cual perdonó por la muerte de su familia, autoconvenciendose de que no era culpa suya, raptó a su hermano, el hombre que le torturó, para vengarse… ya no era mejor que el, ni que su hermano… por alguna razón que ni siquiera la mente más poderosa de todo el universo podría explicar, ver estas imágenes le resultaron tan duras, casi tanto como si estuviera volviendo a presenciar los restos carbonizados de su hermana, su cuñado y su sobrina en la morgue.
Cuando se giró de nuevo hacia sus compañeros, de sus ojos parecían querer salir un mar de lágrimas sin embargo ni la más pequeña de las gotas recorrió sus mejillas, no; su mano apretó con fuerza el móvil, partiéndolo por la mitad en un gesto de ira, pero no solo eso, en ese gesto, en esos ojos, tambien se podia notar otra cosa… derrotismo. Miro a Aidan, a Ivy… a Harley, suspirando poco después… ya no tenía nada más que perder, así que… ¿Qué más daba si les revelaba la verdad?
-No… no fui del todo sincero ayer, cuando os conté cómo quemaron mi casa… mi hermano no pudo salvarme, yo… morí aquel día…- se quedó unos segundos, dejando que sus compañeros se dieran cuenta de lo que les acababa de decir -para ser exactos, he muerto unas tres mil setecientas veintisiete veces- lo que no dijo era cuántas de esas muertes eran por… suicidio -bueno, no, corrijo si puedo morir, pero siempre vuelvo… ni siquiera puedo regenerarme cuando estoy vivo pero cuando muero, da igual lo poco que quede de mí, incluso si queda una mísera partícula subatómica… volveré a la vida, lo he intentado todo pero… nada funciona
Se detuvo, dirigiendo la mirada hacia la cesta de fruta agarrando de ella una manzana, pasando sus dedos por ella notando su suave textura en la yema de sus dedos
-Por eso… tengo miedo de lo que pueda pasar si los demonios acaban ganando… tendré que ver a toda la humanidad morir mientras yo sigo aquí- por sorpresa de todos, soltó una suave carcajada sarcástica -siempre supe que eso acabaría pasando… pero no esperaba que fuese tan rápido-
Su mano empezó a temblar y la manzana se le callo al suelo, cuando se agacho para recogerla el temblor aumento, teniendo que sujetársela unos segundos con su otra mano para detener el temblor. Cuando volvió arriba suspiro, mirando la fruta aun en su mano que había dejado de temblar… un poco, lo suficiente como para que no se le volviera a caer
-Tengo un… sueño recurrente, más bien una pesadilla; estoy solo, flotando en el espacio… pero no hay estrellas, ni planetas… nada, ni siquiera color a mi alrededor, un vacío infinito… porque todo ha muerto, todo... menos yo…- con una mirada derrotada, miró a Ivy con una sonrisa que parecía estar siendo forzada a punta de pistola -¿Que quiero hacer ahora?... tengo toda la eternidad para pensarlo ¿No?
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Aidan Doyle Marvel Universe
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 28th Septiembre 2021, 00:44
- Auch -el irlandés simuló un gesto de dolor bromeando ante la efusividad de la rubia-. Supongo que es cierto eso que dicen de que "quien bien te quiere te hará sufrir". Pues deja que haga memoria... -continuó, haciendo como que pensaba tras la siguiente pregunta-. Creo que no me lo llegaste a decir, pero no sé, quizá se me pasó por alto entre tanto disparo y tantos armarios empotrados intentando matarnos...
Su expresión sin embargo se volvió seria cuando la arlequina empezó a contar la anécdota sobre su infancia. Parecía que estaba teniendo otro de aquellos extraños arrebatos suyos en los que la alegría era tan exagerada que parecía forzada. Le recordaba a aquél personaje tan popular de la Comedia Italiana del siglo XVII, Pierrot, el payaso triste, con la cara maquillada de blanco y coloridos ropajes, víctima melancólica del amor no correspondido, con un carácter que era mezcla de ignorancia, candidez, ingenio, dulzura y gracia. Siempre fiel, paciente, crédulo y ávido. Eternamente enamorado y constantemente metido en problemas. El payaso que sonríe a pesar de las lágrimas negras que recorren sus mejillas.
La manera en la que despachó la cuestión referida a su novio también le pareció indicativa de problemas serios. Incluso aunque le odiara (y según todos los datos de los que disponía tenía todos los motivos para hacerlo), lo normal habría sido que suscitara en ella alguna clase de reacción emocional. En cambio, la impresión que daba Harley era la de estar reprimiendo todos sus recuerdos y emociones dolorosas bajo estallidos forzados de alegría artificial, pero no tuvo ocasión de ahondar más en el tema porque la rubia cambió rápidamente de tema para centrarse en el otro invitado, y, francamente, casi lo agradeció. Aidan no entendía prácticamente nada de psicología y no habría sabido ni qué decirle.
No sabía por qué, pero lo que dijo luego Harley acerca de haber estado en el psiquiátrico a aquellas alturas no le sorprendió en lo más mínimo. Lo que ya no sabía era si el hecho de que Pamela hubiera sido también una interna debería preocuparle o no, pero decidió descartarlo. Total, de los que estaban allí, posiblemente ninguno se libraría de una temporadita en el manicomio, ¿verdad?
- No estoy seguro de querer saber esa historia, pero... ¿adelante? -bromeó con una encantadora sonrisa.
Bebió agradecido del agua que Ivy hizo brotar ante ellos, sintiendo la garganta reseca por los excesos de la noche anterior, y, aunque no estaban en otoño, le sorprendió encontrar en una cesta todo tipo de frutos del bosque; frambuesas, arándanos, moras... Cogiendo uno de los pequeños frutos redondos, se lo metió en la boca y cerró los ojos.
- Mmmmm.... Era justo lo que necesitaba. Lo único que me haría falta para considerarlo el desayuno perfecto sería un poco de yogur -comentó, agradecido-. Gracias, Hiedra...
Harley estaba empezando a proponer (¿en serio o en broma? Ya no era capaz de distinguirlo) entretenerse con un juego infantil cuando el checo se excusó mirando algo en su teléfono móvil que transformó por completo la expresión de su rostro, de agradable y relajada a sombría y tensa. Aidan se preguntó qué clase de noticias podrían afectar tanto a un hombre tan duro, y llegó a la conclusión de que posiblemente sería mejor no averiguarlo, especialmente cuando logró partir el aparato haciendo presión únicamente con los dedos.
Y, entonces, cuando pensaban que ya no quedaba más por compartir, que ya se habían sincerado por completo, el hombre reveló una nueva parte de ese complejo puzzle que componía su historia. Una aún más perturbadora que lo que ya habían averiguado acerca de él.
Era curioso... que lo que para unos podía ser la salvación... para otros actuaba como una maldición... No poder morir, era todo cuanto Aidan deseaba, para poder evitar la condena en el infierno, pero nunca se había parado a pensar en las verdaderas consecuencias a largo plazo. Desde que había hecho el pacto vivía al día, sin atreverse a pensar en el futuro más allá de dos semanas porque sabía que no podía permitirse ese lujo. Se limitaba a tratar de sobrevivir como podía sin pensar en nada más. Lo primero era encontrar la manera de burlar a Gob... Ya lidiaría con las consecuencias luego. No obstante, aquello le daba sin duda algo en lo que pensar...
Necesitaba una cerveza.
Cogió su chaqueta y se puso en pie.
- Yo quiero explorar éste paraíso que ha creado Ivy. Si alguien quiere acompañarme, agradeceré la compañía. Si no... marcharé solo y nos veremos de nuevo a la noche.
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Poison Ivy DC Universe
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 21st Diciembre 2021, 13:55
Había una cualidad que resultaba admirable de Harleen y era su habilidad para tratar su dolor. No había visto una capacidad para enmascarar emociones tan efectiva como la de la rubia. Podía engañar a cualquiera, incluso a sí misma. Sabía, porque ella misma se lo había explicado, que suprimir las emociones no hacía que desapareciesen y de hecho ya había visto en Harleen estragos de esa costumbre emocional, como la disociación. Le preocupaba, pero acababa de empezar su nueva vida y debía ir despacio. De momento Pamela se conformaba con poder observar en una distancia más corta.
La anécodta sobre Arkham era mucho más divertida cuando la contaba ella, le metía énfasis, interpretaba algunos guardias de seguridad, describía el psiquiátrico tal y como lo recordaba tal vez incluso más amable. Hacía efectos de sonido con la voz y describía con las manos los espacios. Resultaba tremendamente encantador. Ante la gratitud que Aidan le brindó mientras Harl recuperaba el hilo de la historia, simplemente negó con la cabeza con una sonrisa.
A pesar de que Javis se disculpó para ojear su teléfono, Pamela no le quitó ojo de encima. No sólo por la confusión inicial que demostró sino porque pudo ver cómo su alma abandonaba su cuerpo lentamente a través de sus ojos. Frunció el ceño mientras esperaba una respuesta. ¿Qué acababa de suceder? Cuando se reunió, Pamela interrumpió la conversación entre los otros dos sin dar pie a pausas dramáticas. -¿Qué sucede?- aguardó sentada, esperando que él hiciese lo mismo.
Una vez empezó a hablar, dejó margen a que se expresase con total libertad. El rostro de Pamela se debatía entre la sorpresa, el dolor y la compasión. Se puso en pie y apoyó la mano enguantada sobre su brazo. -Kotska- dijo buscando elevar su mirada desde el mentón - Nunca subestimes la capacidad humana de hacer daño. Destruir es lo que mejor se les da…- los ojos verdes atravesaron los ojos humedecidos del castaño. -Si lo que de verdad quieres es desaparecer, encontrarás la manera. Es un mundo nuevo, hay más magia, más dioses, más armas… Sólo eres indestructible hasta que se demuestre lo contrario- le guiñó un ojo y pellizcó con suavidad el mentón por el que le sostenía con dos dedos. -Mientras sigas aquí, me temo que debes seguir buscando- dijo acercándose a él con lentitud y posando sobre su frente los labios en un beso breve y ligero. Sabiendo que no moriría, y que había soportado terribles dolores, para él tal vez fuese un ardor soportable.
- Yo quiero explorar éste paraíso que ha creado Ivy. Si alguien quiere acompañarme, agradeceré la compañía. Si no... marcharé solo y nos veremos de nuevo a la noche. - Me parece muy buena idea. Tú tienes una eternidad pero nosotros debemos seguir caminando para estar vivos- enredó los dedos de Kotska con los suyos y dio un leve tirón para hacer que les acompañase. Por el camino los hombros de Harleen sirvieron de apoyo para su brazo libre y empezaron la marcha por un camino dibujado sobre el propio terreno que invitaba a una inmensa cueva de techos altos, verdes y vivos que se mecían con el viento.
Durante el paseo descubrieron arroyos naturales, partes de subterráneos donde se escuchaba el agua pero no se veía por ningún sitio. Especies de colores y formas que jamás habían visto, flores en movimiento, bioluminiscencias… -Oh, dejad que os presente a Perampla- Un sonido crujiente hizo que el suelo retumbase bajo sus pies, aunque no lo suficiente como para perder el equilibrio. Era una vibración contenida. Luego un ruido de arrastre fue apartando las ramas más pequeñas y hojas que estaban sobre sus cabezas hasta que apareció ella. -Hola pequeña…- resultaba ridículo el adjetivo para un ser que debía mirar hacia abajo para contemplarles con sus múltiples ojos.
La metahumana extendió sus brazos para acariciar lo que debía ser la mandíbula de esa criatura, que empezó a emitir un ronroneo seco y profundo que retumbaba en el pecho. -No es preciosa?- Estaba tan embelesada como podía estarlo en Harley. Observaba completamente orgullosa, satisfecha y enamorada maternalmente de esa criatura.
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 10th Enero 2022, 01:15
Aunque nadie le preguntó, Harley seguía muy dispuesta a contar su historia. Y como tampoco nadie la detuvo, empezó por explicar el momento más divertido de su primer encuentro.
— Veréis, yo en realidad soy médico. Doctorada en Psiquiatra, nada más y nada menos ¿A que suena como algo increíble? —río de pronto, a su escandalosa y particular manera.— Sé que esto os va a parecer sorprendente, pero yo era muy buena estudiante. De verdad que sí. Y gracias a la gimnasia gané una beca para estudiar en la universidad. — explicó, sin perder ni un momento la sonrisa. Le encantó ver el rostro anonadado de los invitados de Ivy al darse cuenta de que jamás hubiesen pensado que aquella era su profesión real, y no una payasa del circo. — El caso es que me destinaron de prácticas al Asilo de Arkham. ¿Y a qué no adivináis a quién conocí allí?
De pronto, la arlequina se lanzó a los brazos de Pamela y la estrujó contra su cuerpo como si de un peluche gigante se tratara.
— A mi Puchie-Reddie de Fresi — exclamó toda entusiasmada en dirección a su pelirroja favorita, con el mote más cursi que se le acababa de ocurrir. Después le estampó un dulce beso en la mejilla, y siguió contando la anécdota.
— Fue muy gracioso, porqué se supone que yo estaba allí para hacerles terapia a los presos. Y en una de nuestras primeras sesiones, se me ocurrió preguntarle a Pamela sobre la empatía. ¿Y sabéis lo que me dijo? ¡Qué qué sabía yo sobre la empatía cuando estaba apuntando mis notas en cadáveres profanados de árboles caídos! — Harleen volvió a soltar otra carcajada, desternillándose de risa mientras se apoyaba en Pamela.— Después de aquel día, empecé a usar una grabadora para nuestras sesiones…
La rubia se estaba quitando las lágrimas de alegría de los ojos con la yema de los dedos cuando Javis volvió a la conversación con aire alicaído.
— ¿Una mala noticia? — preguntó la rubia, al ver el rostro derrotado del checo tras chequear su teléfono móvil.
El resto de criaturas del corral enmudeció ante tal revelación, y Harley decidió romper el silencio, incrédula por lo que estaba oyendo.
— Venga ya, no me jodas. ¿Eres primo de Vándalo Salvaje o qué? — protestó, mientras empezaba a pensar en todas aquellas personas que había conocido a lo largo de su vida con el mismo problema que Kotska. — Mientras no te pongas tu solo a cantar…
Y de pronto, la voz de Harley se tornó melosa y cantó para todos una breve canción de cuna, que Pamela rápidamente identificó:
Javis Kotska,
nacido el lunes,
bautizado el martes,
casado el miércoles,
enfermó el jueves,
empeoró el viernes,
murió el sábado,
enterrado el domingo.
¡Y este fue el fin de Javis Kotska!
Después de ver como el resto trataban de consolar al checo, la rubia se dedicó a hacer un leve puchero hinchando los carillos, cuando vio el acercamiento tan cariñoso de Pamela. ¡Qué envidia! ¡Ella también quería un beso!
— Ivy tiene razón. Quizás es que no has encontrado el momento adecuado para morir. ¿Quieres que te ayudemos a averiguar cómo matarte? — preguntó, con toda la tranquilidad del mundo. Como si realmente no se estuviera dando cuenta de la gravedad que implicaban sus palabras.
Para tratar de animar un poco el ambiente, Aidan propuso ir a dar un paseo, y Harley se apresuró a terminarse la sandía para poder ir con ellos. Cuando la dejó bien vacía, buscó la mirada de Pamela y se colocó la cáscara en donde estaban sus labios. Esperó a que la pelirroja se riera al ver una sonrisa de sandía.
—¡Sí, eso! ¡Marchémonos a explorar! ¿Qué tesoros podrían estar ocultos entre la maleza de este bosque laberíntico?— exclamó la arlequina, imitando la voz de esas típicas locutoras antiguas de las películas del estilo Indiana Jones.
Durante el viaje les sorprendió una curiosa criatura a la que Pamela solía llamar “su bebé”. La psiquiatra no parecía demasiado sorprendida de verla, siempre había visto a su amiga rodeada de todo tipo de plantar carnívoras, unas más grandes que otras, y la verdad, es que esta en concreto no se quedaba corta.
—¡Hola Perampla! ¡Cuántos dientes tienes! — y ayudándose con el dedo índice, empezó a contar mentalmente todos los dientes de la primera hilera, quedándose totalmente absorta en su absurda tarea— Es una lástima que no me haya traído la cámara de fotos. Podríamos haber jugado a ver quién aguanta más poniendo la cabeza bajo la boquita de Perampla.
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 16th Enero 2022, 01:05
Era agradable ver la relación que tenían las dos mujeres, aunque le sorprendió que Harley fuese una vez una psicóloga aunque claro, no era ajusto juzgar a un libro por su portada... lo que si que era más creíble es que Ivy se hubiera enfadado por que la rubia hubiese utilizado una libreta para tomar notas, sobre todo al ser de papel; solo hacia falta mirarla a ella y ver a su alrededor para darse cuenta de la devoción de la mujer por todos los seres botánicos aunque si que tenia que decir que el muchas veces fue un asesino de arboles; cuando tenia que despejar su mente, dibujaba los planos de aquello que quisiera construir en un plano y muy a menudo, mas de lo que confesaría, se olvidaba de aquello, guardado en algún cajón perdido de su laboratorio. Quería preguntar mas sobre como se conocieron, claro que su llamada le llevo a otro lugar... a uno mucho mas oscuro.
. . .
Estaba cansado, oh, muy, pero que muy cansado.
Vio ese cuerpo, destrozado, con todas las marcas imaginables de la tortura que uno se podía imaginar… vio la sangre brotar de la cabeza de su padre y escuchó los gritos desgarradores de su madre… y también vio a su sobrina, sentada sobre una silla, con las mismas heridas, todo aquello mientras veía cada corte, cada quemadura en el cuerpo de ese joven ¿Cuántos años podía tener? ¿A cuánta gente había hecho esto su hermano?... a cuánta gente se lo había hecho el. No, esta vez no se iría sin más, no le dejaría, a él no y lo intento, jamás luchó por algo así en su vida, pues no solo luchaba por el joven torturado, luchaba para sí mismo; para dejar de ser lo que era, enterrar su pasado, renacer como alguien nuevo… de tal forma que perder el combate no era más que su destino.
No quedaba nada, ninguna de las fotos que colgaban de las paredes o las flores que su hermana guardaba en hermosos y coloridos jarrones, todo aquello, todas esas memorias… convertidas en ceniza. Camino entre los escombros, a veces mirando el suelo buscando rastro de lo perdido en el fuego… hasta que llegó a ese punto exacto; cuatro marcas, en tres de ellas se podía aún ver la silueta del cuerpo carbonizado de su hermana, de su cuñado, de su sobrina… y cerca de ellos, se veía la silueta, el suelo casi intacto, del cuerpo de Martha, la única superviviente. A su espalda, una voz le llamó, la voz de un hombre que no era más que su informante en la policía que le traía lo que estaba buscando… pero no lo que necesitaba. Era el informe del caso de la tragedia de su familia en el cual venía el nombre del culpable, el nombre del ser, pues para él no podía ser ni mujer ni hombre, solo una criatura deleznable, que le arrebató su familia, que absorbió la felicidad en su vida y ensoberbeció para siempre a él y a su sobrina… si se hubiese puesto a llover en ese momento sus lágrimas habrían pasado desapercibidas, pero no su rostro; la rabia, la desesperación, la incontenible ira que sintió en aquel momento, cuando leyó ese nombre, cuando vio su foto, cuando reconoció… quien lo trajo hasta aquí.
Quería matarlo, hacerle pagar; era su culpa, si no hubiera buscado a su hermano, si no hubiera enviado a ese hombre a la cárcel no lo habrían deportado a España… no habría quemado su casa. Pensó en llegar hasta él, hacerle pagar por la muerte de su familia, que ardiera todo aquello que una vez quiso… Sin embargo, cuando dio con él y lo observó de lejos, vio su error; lo que antes era un joven que asesinaba a aquellos que veía culpables, ahora era un hombre nuevo… era aquello que él siempre quiso ser… una persona fuerte que pueda dejar el pasado atrás, cambiar y mejorar. La muerte de su familia no era su culpa, era su penitencia, la penitencia de haber cometido tantas atrocidades, su pago por todas las vidas que había arrebatado… era algo con lo que tendría que vivir toda su vida y fue en ese instante cuando eligió no volver a arrebatar la vida de aquellos que no se lo merecieran.
Y aun así… ¿Por qué se sintió así cuando vio las grabaciones? En todo el mundo, no, en toda la historia no existía persona que mereciera aquel destino que Marek Kotska, entonces…no, aquella sensación en su interior no era por el destino de su hermano; era por el hombre que llevaba a cabo ese destino. Las palabras de la mujer creadora del paisaje en el que ahora se encontraban le resultaron cálidas, casi… casi como las de ella, incluso cuando hablaban sobre la muerte, sobre la posibilidad de que pudiera encontrar alguna forma de dar fin a su vida
Escucho la canción de Harley, que de algo le sonaba más su aturdida mente no conseguía decir de que, mientras Ivy, haciendo uso de una hoja, le daba un suave beso en la frente, al igual que sus palabras, su tacto fue cálido llegando a atravesar la clorofila y tocando su frente, fría por la conmoción. Ambas hablaron sobre la posibilidad de que encontrara alguna manera de morir, pero si existía alguien que fuera experto en formas de suicidarse, era él; todas aquellas máquinas que creo a lo largo de su vida, todos esos artilugios en los que se pasó horas trabajando, muchos de ellos no eran más que formas de acabar con su vida… estaba claro que su vida no era más que un fracaso tras otro. Su rostro quiso sonreír cuando Harley hizo aquella pregunta, pero su mente se opuso a tal gesto
-Eso llevo haciendo desde que tenía 7 años…
Vio la interacción de Harley con Ivy, vio la sonrisa que se hizo con la sandía; aquella joven era feliz, una felicidad que él no entendía pues jamás pudo alcanzarla lo que le hacía preguntarse, en su cínica mente de un hombre derrotado, si aquel rostro feliz era verdadero o no era más que una máscara que se ponía la mujer… algunas preguntas eran mejor dejar sin respuesta.
Forzado a caminar junto a ellos por la sugerencia de Aidan, siguió a Pamela hasta que, de nuevo, la mujer le dejó impresionado, casi olvidando lo que vio en su teléfono antes de romperlo; aquella criatura, que para muchas otras personas no sería más que un aterrador y gigantesco monstruo… para él fue un ser majestuoso, una criatura indescriptible para la ciencia, que dejaría sin palabras incluso al mismísimo Darwin. Miro a Aidan, preguntándole con la mirada si se podía creer lo que tenían delante, girando la mirada poco después a Ivy, antes de levantar la mano y acercarla a la criatura, apoyándola en ella, acariciándola con suavidad; no se lo podía creer, estaba….
-Está viva…
Dijo con una voz temblorosa, pasando la mano con suavidad por la piel rugosa de Perampla con un brillo en los ojos que antes desapareció de su alma, casi llegando a soltar una suave risa cuando escucho la proposición de Harley… mas aquel fulgor no tardó en desaparecer de nuevo, cuando su mente llegó a una horrible pero verdadera conclusión. Su mano se despegó de la criatura, su cabeza se agachó y sus ojos miraron al suelo con la mirada perdida
-No… no puedo quedarme aquí- dio un paso atrás y le dio la espalda a la criatura, a Aidan, a Harley… a Ivy -eres la mujer más increíble que he conocido, has sido capaz de traer vida donde antes no había más que fríos edificios sin vida… es por eso que he de marcharme; todo lo que toco, todo lo que aprecio en la vida muere o es corrompido, roto, transformado en una sombra de lo que una vez fue… tu traes vida, yo traigo la muerte.
Apretó los puños con fuerza, subiendo la mirada al cielo… ¿Qué sentía? ¿Era rabia, tristeza, ansiedad? No, era otra cosa, algo que, incluso su “mente más inteligente de la tierra” era incapaz de descifrar
-Antes, en el móvil… vi cómo asesinaban a su hermano, claro que él se merecía ese destino- suspiro, pensando en todas las atrocidades cometidas por Marek Kotska... y en las cometidas por Javis Kotska -No fue eso lo que provocó mi reacción, sino quien le estaba matando; un hombre, un joven al que mi hermano torturó hace años… pensé que volvería a buscarle para vengarse, pero no lo hizo; cambió su vida, siguió hacia delante, se convirtió en una persona mejor… aquello que yo nunca pude alcanzar
Suspiro de nuevo, desapretando los puños y dejando las manos que parecían colgar de sus brazos a punto de salir y caer al suelo enhierbado de lo que una vez fue el asfalto
-Por eso, cuando vi que se rebajó a ser como él… a ser como yo… todo aquello que pasa por mi vida acaba en penumbra, si me quedo aquí este maravilloso paraje acabara en cenizas, como todos aquellos lugares a los que una vez llamé hogar… no merecéis eso, no me merecéis a mi… y yo no merezco esto
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 6th Febrero 2022, 01:23
- Espero que tu manera de tratar a tus pacientes no fuera apuntándoles con un revólver entre los ojos en la primera sesión -reaccionó Aidan con una carcajada sin poderlo evitar-. Aunque supongo que podría funcionar como terapia de choque en algunos casos -añadió con un guiño a la rubia, siguiendo la broma.
El nombre del Asilo Arkham no le sonaba de nada, pero entendió que debía de tratarse de algún hospital psiquiátrico importante. Lo que también empezó a entender era que la relación que unía a las dos mujeres iba más allá de simple amistad. Inicialmente no había hecho la asociación porque lo último que había sabido de la vida amorosa de la arlequina era que se encontraba en una relación con un novio abusivo, por lo que a priori no había caído en que podía ser bisexual. Más allá de eso, tampoco le dio mayor importancia, pues se trataba de algo tan natural como cualquier otra relación que fuera sana. Y lo cierto es que la pelirroja parecía tratarla bastante mejor que el malnacido con el que había estado antes.
Al escuchar la anécdota se escribió una nota mental para no sacar el bloc que usaba para anotar las ideas que se le ocurrían para las canciones delante de Ivy.
- ¿Quién es Vándalo Salvaje? ¿El cantante de una banda de rock ochentera? -bromeó mientras recuperaba la petaca del bolsillo de su chaqueta para echárselo al coleto.
Entonces la rubia empezó a entonar una antigua rima infantil inglesa que Aidan había escuchado alguna que otra vez, pero le resultó raro que la arlequina la conociera porque había quedado ya bastante desfasada.
- ¿Has leído el libro de rimas infantiles de James Orchard Halliwell? -inquirió con curiosidad.
Lo que sucedió después, no obstante, desintegró por completo el espejismo de relajada tranquilidad y seguridad que había creído encontrar en el refugio natural de la mujer planta.
Todo empezó con una frase, dicha en un tono totalmente inocente:
"¿Quieres que te ayudemos a averiguar cómo matarte?"
Y continuó con una respuesta enunciada con el mismo tono de absoluta naturalidad:
"Eso llevo haciendo desde que tenía 7 años".
Aidan no podía creer lo que estaba oyendo, y tampoco sabía qué era más horrible; que un niño intentara suicidarse con siete años o que un ser humano propusiera alegremente ayudar a matar a otro sin el menor asomo de vacilación.
Apenas había salido del pasmo que le había producido aquella breve interacción cuando un gigantesco, espantoso y aterrador monstruo planta con unas fauces erizadas de colmillos apareció ante ellos. Aidan retrocedió por instinto, tropezó con unas raíces y cayó al suelo de culo sin dejar de mirar con ojos desorbitados aquél ser al que Ivy se estaba dirigiendo como si se tratara de un inofensivo bebé.
Su mirada repleta de incredulidad se desvió de la afectuosa caricia de la mujer planta al alegre y despreocupado saludo de Harley (broma de humor negro incluida), y de ahí a la manera en la que el checo no parecía comprender por qué él no compartía su asombro y admiración.
Justo después empezó a hablar... revelando lo que le había dejado tan marcado... Habló de asesinatos... de torturas... con la naturalidad con la que un panadero hablaría de su día a día en la panadería.
El hombre al que había conocido como Yurich ya le había contado en el bar que se dedicaba a asuntos turbios y había admitido haber realizado numerosas atrocidades a lo largo de su vida, pero era como si Aidan hubiera escogido hasta aquél instante ignorarlo todo, como si de aquella manera pudiera cambiar lo que era en realidad. Pero entonces recordó el modo en el que se habían conocido Harley y él, la pelea en la Cúpula del Trueno, y volvió a evocar en su mente el lugar en el que había conocido a los demás. Un lugar donde se reunían monstruos y entidades malignas de todo tipo.
Volvió a mirar a la gigantesca planta carnívora y, por primera vez, fue plenamente consciente de quiénes eran las personas que le rodeaban. Y, en consecuencia, en qué clase de persona le convertía a él.
Había intentado engañarse a sí mismo, haciendo planes con Loki para ayudar a expulsar a los demonios y terminar la WWD, pero aquél acto no podía simplemente borrar todo lo que había hecho.
El pub de Morgan también le había llamado a él.
Estaba entre villanos, y él era uno de los malos.
Todas aquellas eran personas acostumbradas al asesinato, personas para las que matar resultaba algo tan cotidiano que no les causaba ningún impacto. Él no había matado nunca a nadie de manera intencionada, y la única vez que había estado rodeado de muerte había vomitado todo lo que llevaba en el estómago. Pero ése era su mundo ahora, y tenía que cambiar y endurecerse si quería seguir vivo.
Con cuidado se puso en pie, sin dejar de mirar con recelo a la criatura.
- Es... es... -tragó saliva-. Desde luego es algo... espectacular -contestó a la pelirroja. Después se acercó hasta Javis y le puso las manos sobre los hombros en un intento de transmitirle confort-. Yo... no sé qué decirte, tío... No he pasado nunca por una experiencia así...
Le desconcertaba mucho que el mayor pesar del checo no fuera el asesinato de su hermano sino la pérdida de fe en su asesino. Le resultaba algo totalmente incomprensible, pero hizo su mayor esfuerzo para tratar de entenderlo.
- No creo en un destino preestablecido. Creo que nosotros mismos nos labramos nuestro camino. Todo depende de nuestras acciones y decisiones.
En su caso, las suyas le habían llevado a convertirse en un esclavo demoníaco, pero no podía culpar a nadie más que a él mismo.
- Lo que quiero decir es... que no creo que por el hecho de estar aquí tenga que ocurrirnos algo necesariamente malo... Creo que lo has pasado mal, has tenido una vida dura... Me atrevería a decir que ninguno de nosotros lo ha tenido fácil -continuó, mirando a cada una de las mujeres-. Pero tú puedes decidir lo que vas a hacer mañana. Puedes elegir cambiar el rumbo. Ayudar a proteger éste lugar. Y... -se pasó la lengua por los labios resecos-, si necesitas ayuda para encontrar a ese hombre... averiguar qué le hizo cambiar de opinión... Quizá te ayude a entenderlo.
Sólo esperaba que, al proponer aquello, no estuviera condenando a muerte a otro inocente.
Sólo esperaba no estar vendiendo su alma aún más.
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 25th Mayo 2022, 22:45
Escuchar a Harley siempre era un regalo para los oídos de Ivy y no se esforzaba en camuflarlo. Por un instante pensó que hablaría de Joker pero cuando escuchó su nombre en los labios de su chica favorita, con aquel mote empalagoso y el beso sobre su mejilla no pudo evitar derretirse. Acompañó en la risa a la rubia murmurando por lo bajo - Y tenía razón… - sonrió dejando un beso en su frente recordando sus primeros momentos juntas.
Sin embargo su idea respecto a la situación de Kotska hizo que el bello se le erizase y se pusiese seria - Harl…eso es algo muy - delicado, pero Javis la interrumpió con la conclusión que más temían. Su vida había sido un desangelado camino de soledad, duda, desesperación e incertidumbre.
Ivy buscó el contacto de los ojos de Aidan, que parecía ser la única persona presente a la que la situación le parecía tan grave como a ella. El suicidio… era una decisión respetable pero definitiva. SI aquel hombre necesitaba ayuda no dudaría en asesinarle si eso le daba la paz que buscaba, pero era algo que debía estar muy asentado en la consciencia de quien iba a cometerlo.
La criatura reculó, dejando espacio a los visitantes después de que el hombre se derrumbase de nuevo por completo. Poison Ivy notó cómo se le grababa a fuego una frase. “Todo lo que toco, todo lo que aprecio en la vida muere”
Carraspeó y se puso en pie acercándose a él.
- Kotska - Llamó su atención tratándole desde el apellido.
- Me maldijeron y bendicieron con mis poderes hace muchos años. En mi piel se sienten más de los que realmente fueron. Desde que los recibí no pude volver a tocar a ningún otro ser humano. No podía ayudarles, amarles o acompañarles sin el riesgo de que muriesen a mi lado. Una vez intenté ayudar a unos niños que se escaparon del horfanato de Gotham. Les protegí, les alimenté… cuidé de esos críos como si fuesen míos. Pero hubo un factor que no contemplé… -Frunció el ceño mientras miraba severa a los ojos del hombre castigado - Uno de los niños me quiso, el pequeño Danny… él… me abrazó. Me pilló desprevenida. Me dio el mejor abrazo que he recibido nunca… y falleció en mis brazos al instante. - La mano de Hiedra hizo que el rostro de Javis se levantase - No elegimos los castigos que nos llegan, pero de ti depende qué hacer con ellos. Ya tienes todas nuestras opiniones, y también nuestras opciones… Tal vez Harley nos haya sorprendido con la respuesta más sensata.- Se inclinó para estar a su misma altura - Si lo que quieres es desaparecer… Gotham es tu sitio. Puede que no soportes la vida. Puede que quieras acabar en Arkham con el cerebro tan fundido que no recuerdes que estás vivo. O que te drogues entre callejones para conseguir un estímulo que te haga sentir que merece la pena seguir aquí… La realidad es que tienes que tomar una elección Javis.-
Perampla se arrastró pesadamente hasta colocarse bajo las manos de Kotska proporcionándose a si misma una caricia que hizo que los demás se apartasen de él. La planta parecía dispuesta a obedecer una orden - Puedo hacer que te mastique eternamente. O que te destruya el cerebro con la suficiente constancia para que tus funciones conscientes dejen de cumplir. Si lo que quieres es apagar tu consciencia… aún quedan cosas por probar.- Miró al hombre a los ojos - Opciones que no sabías que existían. -
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 16th Junio 2022, 00:13
— Tranquilo, solo saco la pistola cuando se me ha terminado la paciencia. — rió la arlequina, continuando con la broma de Aidan, mientras recordaba como apuntó al moreno con su revólver el día que se conocieron. —Sobretodo cuando quiero que un chico guapo me preste atención.
Harley le guiñó un ojo al cantante y después volvió a reír. Alegre y risueña, la rubia parecía más entusiasmada que nunca. Probablemente porqué estaba rodeada de gente que la escuchaba y la respetaba. Y especialmente... estaba al lado de su querida y apreciada pelirroja.
— ¿Quién es Vándalo Salvaje? ¿El cantante de una banda de rock ochentera?— preguntó Aidan con cierta curiosidad.
— ¿No sabes quién es? — parpadeo la arlequina, creyendo en serio que alguien como el irlandés tendría que conocer a uno de los villanos más temidos de la historia. — Es otro ser inmortal, un hombre de las cavernas que ha sobrevivido hasta la actualidad y ha intentado dominar el mundo en más de una ocasión. Yo conseguí verlo una vez, cuando el Joker fue miembro de la Sociedad de la Injusticia…
Por un momento, se sintió extraña al nombrar al payaso del crimen con aquella naturalidad y sin trabarse. Evitó pensar demasiado en cómo habían quedado las cosas entre ellos dos antes de correr a refugiarse en los jardines (y los brazos) de Pamela, y continuó con la explicación.
— Por desgracia, hay más seres inmortales de los que creemos. Solomon Grundy es otro tipo que murió y resucitó… es... como una especie de Frankestein para que nos entendamos. De ahí es de donde saqué las rimas infantiles— le explicó al cantante— Era otro preso de Arkham. — Después miró a Javis.— Podríais formar un grupo de inmortales entre todos, así seguro que lográis encontrar una manera de solucionar vuestros problemas…
Pero nada de lo que la arlequina pudiera decirle parecía consolar a Kotska. Estaba demasiado sumido en su propia miseria como para caminar en dirección a la luz.
— No puedes traer la muerte, porqué ni siquiera puedes morir.— encogió los hombros, en un vano intento de animarle.— Así que no te preocupes por nosotras, no nos vas a traer mala suerte ni nada de eso… ya estamos bastante malditas de por si.
De pronto, Aidan pareció palidecer, y se tropezó al encontrarse con la adorable Perampla. Pobrecito… debía de ser su primera vez con uno de los bebés de hiedra.
— ¿Estás bien?— preguntó la arlequina, agachándose a su lado por si necesitaba ayuda. Pero Aidan parecía pensativo, y tenía su mirada fija en el conjunto de la situación.— Parece que has visto un fantasma…
Después escuchó en silencio la propuesta de Hiedra para aliviar el dolor del checo inmortal, asintiendo varias veces la cabeza como si estuviera de acuerdo con todo lo dicho. A veces, la muerte es el descanso definitivo, sobre todo para aquellos a los que su tiempo les tenía que haber llegado hace siglos. Quizás ellas no podrían proporcionarle lo que necesitaba… ¿pero quién sabe? Tres cabezas piensan mejor que una.
— Es curioso... aún a día de hoy… la degeneración humana es capaz de sorprenderme… — dijo, reflexionando sobre la historia del asesino del hermano de Javis.— La mente humana es muy frágil. Yo tuve fe… hace mucho tiempo. Creía que todos y cada uno de los criminales con los que trabajaba eran capaces de redimirse. Tan solo necesitaban desarrollar más la empatía. Una empatía que iba muriendo lentamente... por cada guerra librada, por cada muerte cometida… —de pronto, la mirada de la rubia se ancló en el suelo, y adoptó una postura cabizbaja—Por más que intentaba ayudar a las personas que se habían desviado del camino… más me daba cuenta de que el mundo estaba loco y no tenía cura… ¿Peor sabéis lo que era peor? Que esa locura... era además contagiosa...
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019] 18th Junio 2023, 02:59
Los profundos ojos verdes de la metahumana recorrieron el rostro torturado y agotado de Javis con una carga emocional de empatía y piedad difíciles de explicar para alguien que no ha vivido el dolor de querer desaparecer del mundo. Si sus características biológicas no le permitían ni ejecutar su propio derecho a morir, ella debía ayudarle. Primero se inclinó sobre la arlequina, cubriéndola con sus brazos y dejando un beso sobre su clara frente - No puedes cargar con el peso del mundo sobre tus hombros, rubia… - Y con una caricia leve la elevó del suelo, intentando recobrar su ánimo. - Nadie es inmune a un dolor tan inhumano que has pasado a su lado.- No merecían más explicaciones. Ella sabía que se refería a su relación con Joker y todo el sufrimiento que le había costado pagar por él.
Acto seguido se incorporó de nuevo a la mirada apagada de Kostka y le levantó el rostro para hacer que la viera - Tu silencio delata el castigo de tu alma.. y también tu decisión. - De la mano de Hiedra brotaron semillas de dormidera de alta efectividad. Una inhalada de sus esporas sería suficiente para descansar una semana en coma en un hospital. Teniendo en cuenta que iba a mantenerle activo el tratamiento, no despertaría nunca.
La mano se ofreció frente a la nariz del hombre deprimido y esperó unos segundos. Él la miró con una sonrisa agotada pero tranquila y feliz. Apoyó la punta de la nariz entre los huecos de los pliegues de la mano de Pamela y mientras inspiraba con paciencia y potencia, una lágrima rodó por su mejilla. En cuanto se separó de ella, sin llegar a abrir los ojos, dejó escapar las décadas de castigo y angustia en un sencillo suspiro que hizo eco en el bosque.
- Ah….-
Los demás pudieron sentir cómo sus propias penas se disipaban acompañadas de la calmada paz que ese suspiro había expandido entre ellos y en todo su entorno. El mundo parecía haberse quedado en silencio.
Rápidamente Harleen procedió a recogerle de las axilas e ir poco a poco recostándole en el suelo, donde ahora yacía un lecho parecido a un sepulcro translúcido sostenido por cientos de flores rojas que le acompañarían en su eterno descanso.
- Aquí yace Javis Kotska. Por fin - Dijo simplemente dejando una rosa azul sobre el pecho del hombre antes de retirarse lentamente acompañada por los vivos. Sobre los labios inmóviles de Javis descansaba una sonrisa relajada y eterna.
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Tema: Re: En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019]
En la naturaleza se encuentra la cura para el alma(Javis/Poison Ivy/Aidan Doyle)[24/04/2019]