Hundir la Balsa (Burai, abierto)

En la Mansión X, donde todo parecía transcurrir con la rutina habitual de los jóvenes mutantes y los profesores, había siempre un subtexto de tensión y más aún con todo lo que estaba ocurriendo en aquel momento. Era imposible que, en un mundo donde los mutantes eran temidos y perseguidos, la paz fuera algo constante. Los estudiantes más jóvenes se encontraban en clases o entrenando en la Sala de Peligro, mientras otros, más veteranos, mantenían sus propias agendas, siempre preparándose para lo que el futuro pudiera traer o ayudando en lo que quedaba de la reconstrucción.

En una de las esquinas menos concurridas de la mansión, al final de un largo corredor, se encontraba Burai. Era un mutante imponente, de aspecto rudo, una de las últimas incorporaciones a la mansión. Conocido tanto por su incontrolable furia como por los escudos de energía que podía crear en combate. Su temperamento lo hacía temido, pero también era respetado, tanto por los estudiantes como por algunos de los X-Men. Burai estaba concentrado en su propio entrenamiento, lanzando golpes potentes a un saco de arena que había colocado en una de las áreas de entrenamiento privadas, cuando una figura familiar se acercó con paso ligero.

Era Sage, una mutante que siempre intentaba pasar desapercibida, pero cuya inteligencia y capacidad para recopilar información la hacían extremadamente valiosa. No era una combatiente como otros muchos en la mansión, pero había estado involucrada en muchas operaciones clandestinas. Además, tenía contactos en todo el mundo, incluida Genosha, un vínculo que pocos conocían pero que le daba acceso a información privilegiada, como pronto descubriría Burai.

- Burai, dijo Sage en voz baja, asegurándose de que nadie más pudiera escucharla, lo que tenía que decirle podía ser considerado traición... Aunque ella solo quería ayudar a los suyos.

Burai apenas desvió la mirada del saco, pero sabía que si Sage lo buscaba, no era por algo trivial, ella no solía moverse demasiado de su zona de confort, que básicamente incluía su habitación, las clases y el comedor, normalmente cuando no hubiera demasiadas personas allí. Sage esperó que el mutante parara un momento y dio un paso más cerca, bajando aún más la voz, su tono de urgencia era patente en el mensaje que iba a transmitir.

- Hay algo que debes saber. Recibí información de uno de mis contactos en Genosha… y es importante. Parece que Magneto está organizando un asalto a La Balsa para liberar a los mutantes que están presos allí, a todos ellos. Es la prisión en la que tienen a Drago. No tengo muchos detalles aún.

Sage hizo una pausa, miró a ambos lados nerviosamente para asegurarse de que nadie más estuviera cerca. Algo inútil en una sala en la que estaban en completa soledad, entonces continuó.

- Te lo digo a ti porque los profesores no lo aceptarían. Si se enteran de que Magneto planea un asalto, harán todo lo posible para detenerlo o interferir, y eso podría arruinar todo. Los mutantes en La Balsa… algunos de ellos no son santos, lo sé. Pero otros están allí por defenderse, por ser lo que somos. No podemos permitir que sigan ahí, y mucho menos en manos del gobierno. Mis primas están allí, yo... yo voy a ayudarles como pueda, no sirvo para un ataque frontal, pero si puedo encargarme de los sistemas de seguridad, las cámaras o lo collares de los presos. También puedo ayudarles buscando a aquellos que, como yo, no quieren quedarse de brazos cruzados a esperar que nos encierren a todos...

Sage apretó los puños mientras hablaban, sus ojos oscuros brillando con una mezcla de furia contenida y determinación, la normalmente tranquila mujer parecía a punto de estallar. Era cierto que muchos de los prisioneros en La Balsa no eran precisamente héroes, pero ella también sabía lo que era ser perseguido por lo que uno era. La cárcel no era un lugar para mutantes. No en ese mundo.

La mutante dio otro paso más, sus cuerpos casi se tocaban, todo un logro para alguien a quien no le agradaba el contacto físico. Su voz era apenas un susurro.

- Si estás dentro ven al Puerto del East River mañana por la tarde, busca el contenedor 827, es el punto de reunión. Si decides no venir... está bien, lo entenderé, pero, por favor, no se lo digas a nadie.

Mucha gente considera que lo más relajante del mundo son las meditaciones, u otros tipos de diversiones, algunos les gustaba ir a los juegos mecánicos de las ferias en los parques, ir al cine, una tarde de maratón de películas, que no está mal o una campaña completa del videojuego de guerra Pro Estados Unidos de forma colaborativa en línea con alguien que no conoces, en mi caso parece que soy la excepción lo que me provoca muchas críticas ya que mi día no está completo sin mis largo entrenamientos de dos horas y pico de entrenamiento, cinco de calentamiento, quince de cardio, veinte de abdomen, veinte de pecho, veinte de tríceps o de algún otro grupo muscular y media hora de golpear el saco de boxeo para practicar diferentes combinaciones de golpes, primero un golpe con la derecha y la guarda arriba con el otro brazo, después paso a doble golpe recto, izquierda, derecha, izquierda, derecha, después a tres golpes, derecha, derecha, izquierda con golpe de gancho y así probando diferentes combinaciones, cuando termino el entrenamiento me detengo sintiendo el calor en mi cuerpo, respiro profundamente para calmar mi ritmo cardiaco mientras que estiro los brazos para enfriarme seguido de agarrar mi toalla para secarme el sudor primero de la frente después del resto de mi cuerpo, me dirijo hacia uno de los bancos dónde agarro mi camisa para ponérmela, me quedo contemplando el saco de boxeo, para ponérmela es ahí cuando uno de mis compañeros mutantes me hablan.
-ah hola eres esa chica Sage, ¿verdad?-respondo desviando mi mirada del saco
Sage me explica me explica que Magneto planea el ataque a la prisión de la Balsa dónde tiene a Drago como prisionero y que sus primas están ahí, todo eso apretando los puños con fuerza, como si estuviera conteniendo su rabia a un punto que estuviera por explotar, cosa que yo comprendo.
-Lo mejor es dejar decírselo, si dejamos que Magneto libere mutantes, los humanos nos considerarán una amenaza, si se liberan todos esos mutantes les dará una excusa para atacar a todos los mutantes de forma indiscriminada- respondo- eso es lo que diría el profesor X, pero yo no- mira yo ya participe una vez en un rescate pero fue en un centro de detención-
Sage me da la dirección de donde debo encontrar a los que participarían, pero que si no quiero participar que no las delate.
-tranquilo no lo haré.
-¡espero que de verdad no lo hagas!-me reclama Ryan horas más tarde, después de la cena y regresamos a nuestras habitaciones dónde le explico a Ryan lo que Sage me había dicho y esa es la reacción de Ryan.
-se te olvida que rescatamos a Thomas de…- intento decirle pero Ryan me interrumpe- es diferente, él fue llevado con sus padres y eran chicos arrestados solo porque sí-
-Drago es de los nuestros, además te prometo que haré todo lo posible para no liberar a alguien peligroso-
-sí y al día siguiente, serás el objetivo de Batman, los Watch Dogs y los Thunderbolts, puedo continuar y si el profesor se entera-
-no vas a decírselo y no soy el único con súper fuerza, sin los escudos-
-podrían identificarte por tu traje-
-puedo llevar una máscara o un traje diferente-
-espero que sepas lo que haces, pero solo es para salvar a Drago, si me entero que liberaste a un mutante extremadamente peligroso tipo Jaggernaut, te mato-

La bruma del amanecer flotaba perezosa sobre las aguas del East River en Nueva York, envolviendo los muelles en una atmósfera densa y cargada. El puerto, habitualmente un hervidero de actividad, estaba ahora casi desierto, sumido en la quietud previa a un gran movimiento. Los enormes contenedores de carga estaban apilados como titanes dormidos, formando una especie de laberinto gigante de acero oxidado y sucio. Los pocos faros del puerto iluminaban con un tono mortecino, proyectando sombras largas y deformadas entre las estructuras metálicas. Era el lugar perfecto para una operación clandestina: apartado, mal iluminado y, sobre todo, olvidado.

Al fondo del puerto, donde la luz era aún más escasa y el sonido de la ciudad apenas llegaba, había una zona de contenedores en desuso. Entre el entramado de hierro y óxido, apenas visible bajo una luz parpadeante, estaba el contenedor 827. Su puerta estaba parcialmente oxidada y el número de identificación casi ilegible apenas se distinguía en su superficie. Sin embargo, esa noche, el contenedor era más que un simple depósito de carga olvidada: era el punto de reunión para una misión desesperada.

En la penumbra cercana, las figuras empezaban a llegar. Iceman, con una ligera capa de escarcha cubriendo sus botas, se apoyaba contra un contenedor cercano, vigilando los alrededores con sus brazos cruzados y una mirada distante, apenas inclinó la cabeza en señal de reconocimiento cuando Kitty llegó. Su respiración emitía pequeñas nubes de vapor, y con un movimiento casual, hizo que un charco de agua cercano se congelara, como una distracción mientras esperaba.

A su lado, con la astucia que la caracterizaba, estaba Mística. Su forma, en aquel momento permanecía en su cuerpo natural, con su piel azul brillando apenas bajo la tenue luz del puerto. Sus ojos amarillos brillaban con intensidad mientras evaluaba el lugar y a los mutantes que iban llegando, sus pensamientos ocultos tras una fachada impenetrable, muchos iban allí disfrazados o habían cambiado su aspecto para no ser reconocidos, pero ella era una maestra y era difícil engañarla, posiblemente Bobby no hubiera reconocido a su vieja amiga sin su ayuda.

Hydro-Man, inquieto y con una sonrisa casi desafiante, estaba listo. Sus poderes sobre el agua serían esenciales para lo que estaba por venir, y aunque no era el tipo de hombre que seguía órdenes fácilmente, sabía que esa misión era lo suficientemente importante como para hacerlo.

Unos pasos más allá, Sage, siempre calculadora y analítica, mantenía la mirada fija en su dispositivo portátil, revisando los esquemas de la prisión y las medidas de seguridad. La inteligencia artificial que controlaba la Balsa no iba a ser fácil de desactivar, pero para alguien como ella, lo imposible era solo un reto interesante.

A medida que más mutantes llegaban, la tensión en el aire se hacía palpable. Burai, de pie en la sombra, se mantuvo en silencio, observando con ojos calculadores mientras los demás ocupaban sus posiciones. Otros mutantes, más pequeños y anónimos, se reunían también, cada uno con sus habilidades únicas, sabiendo que lo que estaban por hacer podía costarles la vida y que, si fallaban, la situación actual empeoraría aún mas.

Cuando finalmente todos estuvieron presentes, el aire comenzó a vibrar con una energía inusual. Una ráfaga de luz azulada se materializó entre las sombras del contenedor, y en un destello de energía, Cable apareció. La figura imponente del viajero del tiempo, con su mirada dura, recorrió a todos los presentes con una seriedad que solo alguien que ha visto el futuro podría tener. Apoyó la pesada arma que portaba sobre su hombro y miró a los presentes uno por uno.

- Soy Cable, dijo finalmente con voz grave y firme, su brazo metálico reflejaba hipnóticamente los destellos de luz. - Lo que vamos a hacer es peligroso. Vamos a colarnos en la jodida Balsa. Las probabilidades no están de nuestro lado y si alguno no está listo para lo que viene, este es el momento de marcharse.

Dominó, a su lado sonrió cuando Cable habló de posibilidades, precisamente por eso estaba ella allí ¿No? Cable hizo una pausa, escaneando las caras de los mutantes que lo rodeaban, buscando cualquier señal de duda. Nadie se movió. La decisión ya estaba tomada. Él hubiera desechado a la mayoría de ellos, seguramente un solo grupo más pequeño podría hacer el trabajo mucho mejor, pero tenía órdenes.

- Nuestra misión es simple: entrar en la Balsa, liberar a los mutantes prisioneros y salir sin ser vistos. Pero aquí viene lo importante, añadió endureciendo el tono aún más, no quiero muertos. Los guardias pueden ser unos gilipollas, pero solo están haciendo su trabajo, y aunque ellos nos quieran muertos, no vamos a hacer lo mismo, porque somos mejores que ellos. Si nos descubren los dejamos inconscientes, pero no matamos a nadie. Si alguien se salta este punto se las tendrá que ver conmigo ¿Entendido?.

Los mutantes escuchaban atentamente, sabiendo que cada palabra era crucial. Cable no era hombre de muchas palabras y no perdía el tiempo, así que prosiguió.

- Nos dividiremos en tres grupos, continuó, cada uno entrará en un contenedor. Hydro-Man será el encargado transportarnos bajo el agua y guiarnos hasta la Balsa. Una vez allí, cada grupo se separará para cumplir su misión. El primer grupo intentará colarse por los desagües. El segundo y tercer grupo entrarán desde los flancos, uno por cada lado de la prisión. Nadie puede ser visto. Si algún grupo es descubierto intentará evitar que los guardias den la alarma, pero sin matar a nadie. Y tened cuidado con sus armas, porque ellos no tendrán esa consideración con nosotros.

La atmósfera se volvía más tensa con cada palabra. La Balsa no era un simple centro de detención, sino una prisión de máxima seguridad para algunos de los mutantes más peligrosos del mundo. Los guardias eran entrenados específicamente para contrarrestar los poderes de los mutantes, sus armas de ultima tecnología podían acabar con ellos fácilmente... si los descubrían.

- El primer grupo tiene la misión más importante, escoltar a Sage hasta el puesto de mando, para que ella desconecte todos los sistemas, borre las grabaciones y elimine cualquier rastro de nuestra presencia, evitando que puedan llegar refuerzos. Además tienen que desactivar los collares que suprimen los poderes de los prisioneros que vamos a liberar, localizar las celdas correctas y guiarnos hasta ellas. Mística liderará el grupo, nadie es mejor infiltrándose. Kitty, tú iras con ella. He oído que eres más dura que la que yo conocí, espero que no tengas que demostrarlo.

Finalmente, Cable miró a los mutantes restantes. Era hora de formar el segundo y tercer grupo.

- Bobby, tu liderarás el segundo grupo, mientras el primero llega al centro de mando vosotros deberéis intentar acceder al bloque de celdas principal. Una vez tengáis las ubicaciones vuestra misión será rescatar a los presos y llevarlos con seguridad hasta los contenedores. No queremos que los tipos realmente chungos aprovechen nuestro ataque para fugarse, pero prefiero que ellos escapen a dejar a un solo chaval inocente ahí dentro ¿Queda claro?

Iceman asintió, dejando claro al viajante del tiempo que conocía su parte a la perfección.

- Yo lideraré el tercer grupo, nos quedaremos vigilando el perímetro y solo intervendremos si las cosas se complican. Y creedme, siempre se complican, concluyó, con un leve tono irónico en su voz.

- Yo voy con ellas, dijo Dominó cuando Cable hubo terminado, se que se supone que iba a ir contigo, pero creo que me van a necesitar más.

Cable asintió, estaba acostumbrado a la forma de actuar de la mujer, había aprendido que era mejor respetar las corazonadas de su compañera.

Reglas del asalto:

El miembro 'Max Eisenhardt' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

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'Dado de 10' : 2

Disfraz de Burai:

Llego a dónde Sage me indicó, el puerto East Reaver, camino por el hasta el contenedor 827, escrito en letras apenas legibles, esperando que nadie haya visto me pongo la el pasamontañas para que no se ve mi rostro en el metal oxidado, ahora entiendo porque eligieron este lugar, por la tarde volteo de un lado a otro para asegurarme de que no hay nadie viéndome, al no haber nadie me acerco al lugar y abro la puerta.
Dentro del ya se encuentran otros mutantes entre ellos Sage, levanto las manos como si fuera yo la víctima de un asalto, y me acerco para decirle.
-soy yo Sage-le digo levantando mi pasa montañas mostrando apenas mi rostro para que no haya problemas-es obvio que no voy a usar mi traje aún en proceso de los X-men, ni mis lentes- digo acercándome, pero si un disfraz improvisado-
-bien, ¿Cuál es el plan?-
Me mantengo en silencio el resto del tiempo y es hasta que por un portal aparece Cable, había oído hablar de ese mutante pero no lo había visto nunca, lo primero que nos dice es que no quiere muertos, que nos dividiríamos en tres grupos, uno entrara por el desagüe los otros dos por los costados.
-no suena muy difícil, solo tenemos que esperar a que Sage desactive la seguridad, buscar a los prisioneros que queremos sacar, evitar a los más malos se vayan si es posible, mientras que los demás vigilan, bien creo que iré en el segundo grupo, porque como pueden ver no quiero que cierta persona se entere de que vine, así que no traje mi traje no mis lentes, no poder usar mis escudos de energía, solo me queda mi fuerza sobre humana que muchos tienen y podré  cargar sobre mí a alguien, ya sea de los nuestros o de los prisioneros, así que necesitare de que alguien  me cubra la espalda-digo sin esperar una objeción o queja y de paso quizás quiera hablar con Bobby sobre su relación de pareja.

El miembro 'Burai Ishii' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

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'Dado de 10' : 1

El miembro 'Kitty Pryde' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

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'Dado de 10' : 2