Ultimatum (Kitty, Magneto) [04-05-2018] {Nueva York}

Había llegado el momento de actuar, la única oportunidad que tenía de ver al Magneto de este mundo cara a cara y hablar con él… o detenerle si era preciso. Es verdad lo que me dijo Logan; aquí es diferente, es un líder político de la nación de Genosha, reconocida como una nación propia. Aun así no me podía fiar, no debía fiarme de él pues sabía de lo que era capaz si su mente llena de odio y resentimiento se ponía a ello.

Y yo era la única que podría evitarlo.

Ya no era una niña que necesitaba que la llevaran en coche; tenía dieciocho años y mi propio carnet de conducir, así que le dije a los demás que me iba unos días, alquile un coche y me fui hasta la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York. Estaba cerca y podría haber cogido el autobús, pero si era necesario hacer lo que pensaba hacer, prefería tener un vehículo con el que salir de allí.

Se que no estaría en el edificio de la ONU ya que ahora mismo estaba vacío, salvo por la gente que trabajaba en él casi a diario. No, estaría en alguno de los hoteles cercanos siendo protegido por sus guardaespaldas los cuales, más que seguro, serán mutantes; Magneto no se dejaría proteger por simples humanos.

Tenía tres hoteles alrededor de la sede de la ONU; uno de tres estrellas, dos de cuatro estrellas y uno de cinco estrellas con toda clase de lujos. Ni siquiera pensé en los otros y mi mente se fue directa al de cinco estrellas, pues si algo sabía de Magneto es que era un hombre de gustos grandilocuentes.

Lo que tenía que averiguar ahora era en qué planta se encontraba, pues ir flotando de planta en planta, de habitación en habitación seria una idea pésima; las demás personas que usaban ese hotel para alejarse advertirían de mi presencia y eso podría suponer un problema grave. No, con este tema tenía que ser inteligente.

Llevaba puesto una chaqueta de cuero rosa, una camiseta a rayas azules y unos pantalones negros con botas amarillas, pero debajo de todo eso tenia el traje de los X-Men, el único que tenia de momento y que me cubría la cara, teniendo esta capucha asomando por la chaqueta.

Entre al hotel y me acerque al mostrador, poniendo la mejor voz de niña rica que me salía

- Mira, oseaaaa, mi padre es super rico y me ha pedido, osea, que le pille la mejor habitación que tengais ¿Me entiendes?

El hombre me miró confuso, así que tuve que seguir con mi charada de niña rica

- Osea ¿Me entiendes o no? ¿Cuál es vuestra mejor habitación?

Por fin el hombre pareció reaccionar, girando la cabeza de lado a lado suavemente antes de fijar la vista en el ordenador y teclear la información de la habitación, levantando la cabeza poco después para responderme

- Tenemos la Suite Presidencial en la planta 48, pero actualmente está siendo ocupada

- Oseaaa ¿Quién se cree que es para quitarle la Suite a mi padre?

El hombre negó con la cabeza

- Lo siento, esa información es confidencial

Tras aquella negativa hice un gesto de enfado de niña rica y me crucé de brazos, saliendo del Hotel entre gritos llenos de palabras hirientes hacia el hotel y hacia el hombre que me atendió. Al salir, gire la esquina y me metí en un un callejón al lado del edificio. Tenía la información que necesitaba, aunque no estaba segura de que Magneto estuviera alli.

Tenía que arriesgarme, así que me quite mi ropa normal y me prepare el traje, comenzando a subir poco a poco las plantas hasta llegar a la número 48. Me quedé en el pasillo y busqué la puerta de la Suite presidencial hasta que la encontré y me detuve, pensando en cómo debería de actuar; entrar, deshacerme de su seguridad y confrontar a Magneto.

Me hice intangible y pase a través de la puerta, sorprendida al ver tanto lujo y al… no ver a nadie, así que me volvi tangible otra vez y di unos pasos, siendo sorprendida entonces por un rayo frío como el hielo que me congelo ambas manos a la pared. Mire a mis dos manos rodeadas de hielo y luego vi al culpable de todo aquello

- ¿¡Bobby!? - exclamé, al mismo tiempo que él también exclamaba mi nombre - ¿¡Que haces con Magneto!?

El chico, cubierto de hielo, me miró confuso. Tras de sí apareció Mystique ¿Estaría siendo controlado? No, las palabras que pronuncio después me dejo claro que ese no era el caso

- Kitty, tranquila, no se que has venido a hacer aquí pero Magneto no es el Magneto que conociste, no se que pudo hacer en tu mundo - eso me dejó claro que no era mi Bobby, aunque eso estaba claro que no era el mío por que el nunca se aliaria con Magneto - pero te prometo que aquí no es así

Me tendió la mano en gesto amable, esperando a que aceptara para descongelarse la mano. Yo baje la cabeza y suspire

- Magneto… el no es el único que no es como tu te crees

Me hice súper densa y rompí el hielo que congelaba mis manos, dejando a Bobby sorprendido pues él se podría esperar que me hiciera intangible no que rompiese el hielo de esa forma. Le derribe de un fuerte puñetazo y me avalanche sobre Mystique, intentando ella darme una patada en el cuello para derribarme. No me hice intangible sino que segui siendo superdensa y deje que su pierna crujiera al darse contra mi.

Había soportado la fuerza fénix, cuando ponía superdenso mi cuerpo una patada no era nada. Si su pierna no se partió en dos fue porque me moví con el golpe, para que le doliera menos. Aunque no demasiado, pues a continuación le di un cabezazo en la nariz y la tiré al suelo.

Seguí mi camino aun sin entender cómo es que Bobby podía aliarse con un loco como Magneto. Llegue hasta el cuarto principal,  entrando por la puerta cerrada haciéndome intangible y confronte a Magneto

- ¡Magneto! - le grité - Soy Kitty Pryde, tenemos que hablar

Cerré el pestillo de la puerta, aunque me pareció una estupidez después de hacerlo pues Magneto podía abrir la puerta con un simple gesto. Pero no pensé mucho en eso pues tenia cosas mas importantes en la cabeza, como por ejemplo Bobby

- ¿Qué has hecho para que Bobby confíe en ti? Por que mi Bobby jamás se aliaria a un… monstruo como tu, por mucho que digan que eres un líder y que has cambiado, yo se como eres en verdad

Mire a Magneto, a ese hombre que era tan similar al que causó tanto daño y tanta destrucción en mi mundo. No era él, era diferente… pero si Logan era tan parecido ¿Quién me podía a mi decir que aquel hombre que tenía delante no sería el mismo que aquel responsable de los hechos acontecidos en mi mundo? Su sonrisa… me dio escalofríos, como si estuviera viendo los dientes del lobo antes de ser devorada

- Están bien, solo tendrán que descansar un poco

Por que así lo quise, por que yo no mataré a ningún mutante, no como otros; no como el. Se detectar una amenaza cuando me es lanzada, más ni un rastro de miedo pasará a través de mis ojos. He tenido mucho tiempo para pensar en que haría en esta situación, qué le diría a Magneto si pudiera verlo, claro que jamás pensé que llegaría a hacerse realidad. Al fin y al cabo venia a tener una conversación, así que le escuche sin dejar que incluso su mas mínimo movimiento escapara de mis ojos

- ¿No manipulas? - sonreí sarcásticamente ante la implicación de aquello - En mi mundo vi a muchos “lideres” como tu, personas que influyen con sus turbios ideales a las personas a su alrededor; no hace falta manipular para hacer eso, solo ser “convincente”

Negué con la cabeza, arqueando una ceja y torciendo el labio hacia abajo ligeramente

- ¿Amenazando? ¿Es eso lo que crees que he venido hacer? No, he venido para asegurarme de que aquí está el hombre que destruyó todo lo que los X-Men logramos, todo lo que el Charles de mi mundo trabajo para construir, el hombre que mando a los mutantes de cabeza al genocidio por que su odio por fin le llevo a cometer un horrible, terrible crimen

No era él, en eso estoy segura. Mas también estoy segura de que era él en sentido de que esa mente genocida se escondía tras esa fachada de “político” al igual que en muchos otros casos, incluso algunos ejemplos históricos que a él le harían hervir la sangre. Cuando se irguió, tense los músculos, pero cuando comencé a hablar me relaje, aunque no lo suficiente como para que pensara que no me defendería si tramase algo.

Le mire con el ceño fruncido mientras hablaba de Genosha y por como lo describió… me recordó a Utopía, a la Utopía donde los pocos mutantes sobrevivimos al genocidio al que fuimos tratados después de lo que hizo Magneto.

- Yo también tuve un lugar así, un lugar al que fui llamada a liderar por votación - hice énfasis en aquella palabra, pues quería dejar claro que no era yo la que desee liderar aquella pequeña “nación” - un pequeño terreno al que fuimos obligados a llamar hogar si no queríamos recibir “la cura”, si no queríamos sufrir un genocidio.

Y de nuevo, puse énfasis en la última palabra. No había cura, ya que lo nuestro no la necesitaba. La cura que los humanos crearon solo era una forma de genocidio, de eliminarnos del mundo. Yo resistí, yo, Jimmy y muchos otros, aunque no muchos más… y todo por su culpa, por su odio el cual se que sigue en su interior, por mucho que lo negase.

- Puede que en tu mundo, antes de… todo esto, fuese tu alumna, pero de donde yo vengo… tú no fuiste más que un genocida, un loco cuyo nombre en los libros de historia es recordado junto a…

Deje de hablar y le mire directamente a los ojos, pues él ya sabía que estaba a punto de decir. El continuo hablando sobre cómo ya no era el mismo y que era yo la que deseaba aferrarme al pasado. Pero no, por que incluso tras su muerte aquellos ideales envenenados siguieron en la mente de muchos mutantes, los ideales de odio, de guerra contra los humanos, de superioridad, de no creer en la convivencia entre humanos y mutantes

- Puedes haber convencido a muchos, Magneto, puede que incluso hayas convencido a Charles, a los X-Men, pero no a mi… yo sufrí de primera mano lo que tus ideales son capaces de acarrear y aunque pongas esta imagen se que en tu interior nunca soportaras a los humanos, se que ese odio sigue en tu interior y que en algún momento, no, hoy, no mañana, puede que ni siquiera dentro de muchos años, pero en algún momento…

Di un paso al frente, cruzando los brazos mientras seguía manteniendo la mirada con el

- Te llame “monstruo”, ya que solo uno fingiría ser lo que no es - y negué con la cabeza a su invitación a marcharme - El mundo necesita líderes que no estén envenenados por el odio, que crean en un futuro en el que podamos coexistir

Descruce los brazos y los baje hacia abajo con una impresión despreocupada. Los grandes líderes no lo eran porque querían, sino que eran llamados a liderar y estaban obligados a responder a la llamada ¿El? El quiere liderar más que nadie. Mi mirada se volvió de indiferencia, más la llama de la rabia seguía brillando en las esquinas de mis ojos

- Puede que no “seas” el hombre que causó tanto sufrimiento, pero se que está en tu interior, que ese odio hacia los humanos, ese resentimiento que le llevó a matar a Charles con sus propias manos y aniquilar a millones de personas inocentes, todo eso está dentro de ti… y cuando por fin salga a la luz… yo estaré aquí de nuevo.

Cuanto más escuchaba a Magneto… menos me convencía de que había cambiado, pues en sus palabras no oía al hombre que él deseaba mostrar que era, aquel líder elegido por los mutantes, que tendía puentes para nosotros. Al menos no era el Magneto de mi mundo, él ya habría intentado matarme nada más llegar a la habitación.

Pero, de nuevo volvía a recordarme a mí misma, eso no significaba que no tuvieran similitudes. Me llamo criminal, no con esas palabra pero si insinuando, poniendo de ejemplo lo que hice antes de entrar aquí y lo que seguía haciendo estando allí plantada. Yo me crucé de brazos

- He hecho lo que tenía que hacer… tú tienes que saber muy bien lo que es eso ¿No?

Le miré inquisitivamente, mientras él seguía explayándose, respondiendo a mis inquisiciones con las suyas propias. Puede que dijera la verdad, que Genosha sí que fuera una democracia con todo el sentido de la palabra, mas mientras fuera dirigida por él… acabaría siendo, otro imperio romano.

Note la furia de Magneto, no solo en su rostro y en sus palabras, sino en cómo todo el metal a nuestro alrededor parecía estar a punto de retorcerse o levitaba a nuestro alrededor. Descruce los brazos y apreté los puños mientras le miraba fijamente, sin embargo toda aquella demostración de poder termino y Magneto siguió hablando

- Tu no les dirás nada, porque se lo diré yo y aceptaré cualquier castigo que me quieran poner

Dije la verdad, sin ningún índice de miedo en mis palabras, al igual que no mostré miedo alguno cuando me amenazó, cuando me explico como le sería tan fácil acabar conmigo. Solté una leve carcajada

- Según tu soy una niña ¿No? ¿Y qué tipo de “líder” amenazaría con asesinar a una niña?

Parecía haberse calmado, comenzando ahora a decir que el y yo compartimos los ideales, siguiendo aquella “acusación” con la historia de lo que yo había tenido que vivir. Negue con la cabeza a la ultima pregunta

- No, yo les protegí, les ayude lo mejor que pude y no me arrepiento de nada de lo que hice, por que no hice nada de lo que arrepentirme

No maté a nadie, no invadí ningún país y lo único que tuve que hacer fue defendernos de aquellos que querían destruirnos, como Jean, sin matar a nadie. Pero nunca hice nada de lo que arrepentirme, nada… no, si hice algo, si que hice algo de lo que sigo arrepintiéndome a día de hoy. Rogue intentó avisarme, intentó detenerme, pero yo pensaba que iba contra nosotros así que… William Stryker, el hijo del general Stryker, yo le maté de un puñetazo, lo que causo que su consciencia fuera enviada a los centinelas.

No me arrepentía matarlo, me arrepentía de lo que paso a causa de su muerte.

Seguí escuchando a Magneto, escuchando de verdad con las manos puestas sobre mis caderas mientras dejaba que terminara de explayarse. Cuando acabo, me hizo tres preguntas a las que yo ya sabía cómo iba a responder; mirándole, levante un único dedo

- Solo uno y por hacer aquello - baje la mirada, el arrepentimiento me nublo la mente - cause la muerte de más mutantes de las que quiero pensar..

Cerré los ojos y apreté los puños, aquello todavía me seguía corrompiendo el sueño, teniendo pesadillas con los centinelas masacrando a los mutantes. Pero negué con la cabeza y volví a levantar la mirada, mirándole con unos ojos llenos de determinación

- Por eso se que asesinar a alguien para conseguir tus fines nunca es la solución

Ni siquiera a el. Me volví a cruzar de brazos, mirándole de arriba abajo. Suspire y le corte mientras seguía hablando, levantando una mano para que se detuviera.

- Ya he visto todo lo que necesita ver; vine aquí para saber si tu eras como el Magneto de mi mundo… pero veo que no - antes de que dijera nada, volví a interrumpirle - pero no voy a estar de tu parte y no me fiare de ti, no ahora, puede que nunca...

Decía haber aprendido de sus errores, mas el temor que sentía al Magneto de mi realidad me hizo dudar aquellas palabras… ¿Acaso esa era la razón de que no me llegara a fiar de él? ¿Algo que él, técnicamente hablando, no hizo? Pero podría hacerlo… si yo tenía algunos recuerdos de la Kitty que vivió con Logan, él tenía que tener recuerdos de… de aquel Magneto.

- ¿Has visto… has visto lo que hizo mi Magneto? En tus recuerdos, al igual que yo recuerdo cosas que yo nunca hice y nunca viví - le volví a mirar inquisitivamente - ¿Llegarías tu a ese punto?

“No” me respondí a mi misma, pues el hombre que tenía enfrente no era el mismo que causó tal destrucción…. “Shadowcat”, llevaba tanto tiempo sin usar ese nombre que no pude evitar sonreír y soltar una carcajada cuando lo escuche

- Si es verdad eso que dices, yo ya no tengo razón para estar aquí, al igual que no tuve ninguna razón para venir hasta aquí… si es eso verdad, yo ayudare cuando sea necesario a los mutantes y si para hacerlo, debo ayudarte... lo hare, pero - le clavé la mirada en la suya - no durare ni un segundo si veo que te estas convirtiendo en el hombre que temo, no dudes ni un segundo que seré yo la primera en irá a detenerte.

Yo no tuve mucho el “””placer””” de conversar con Magneto cuando aún estaba vivo en mi mundo, cuando aún no había hecho eso. Pero ahora que sí que puedo hablar con él, me he dado cuenta de por qué tanta gente le sigue; la labia, algo que tiene en común con Charles. He tenido roces con ambos, ya que no me pareció bien que yo teniendo solo catorce años se me pusiera en peligro en la mansión.

Claro que ese pequeño roce no tiene nada en comparación a mi “roce” con Magneto. Fruncí el ceño; sabía lo que significaba la palabra sofista y también sabía que significaba la palabra grandilocuente, que tan bien describe al hombre que tenía delante mía. Hombre… ya no pensaba en él como un monstruo, sino como una persona, un mutante… ¿De verdad fue mi miedo el que me hizo venir aquí?

Cuando se colocó enfrente mía, le seguí mirando con los mismos ojos con los que le veía desde hace rato. puede que solo quisiera acercarse o que con ese gesto intentara intimidarme. Lo tenía crudo si esa era su intención, pues si ni Jean con la fuerza Fénix podía amedrentar, él tampoco sería capaz.

Terrorista… al escuchar esa palabra, recordé el tiempo que pasé siendo perseguida, siendo la terrorista más buscada de los Estados Unidos. Este Magneto si que se parecía mas a mi… no, no éramos ni iguales, ni parecidos. Por muchas experiencias similares que hubiésemos vivido, él y yo éramos tan diferentes como las peras y las manzanas, teniendo solo pequeñas similitudes que nos asemejan.

- Yo…

Pensé unos momentos con la mirada agachada, reflexionando sobre nuestra charla; todo lo que él y yo dijimos, todo lo que hice. Deje mi respuesta de si le creía o no en el aire, sin responder ya que el tiempo me dejaría poder responder a esa pregunta con más certeza.

Narró los hechos que yo viví en mi mundo como si él mismo los hubiera vivido también, como si él fuera… ese Magneto. Recuerdo que él hizo aquello para vengarse de la muerte de sus hijos, de la muerte de Wanda y Pietro ¿Sería él capaz de repetirlo aquí si pasara lo mismo? ¿De descargar su furia contra toda la humanidad y en parte, contra todos los mutantes que no estaban con él? Temía la respuesta de aquella pregunta; si respondía con una afirmación o si simplemente tardaba más de un segundo en responder, me haría superdensa y usaría mi fuerza para…. no quería pensar en lo que haría en esa situación.

La pregunta se escapó de mis labios, casi sin querer como si estuviera respirando. La respuesta… por unos segundos, unos instantes, lo tomé no como una afirmación, pero sí como una negativa a responder ¿Sería capaz? Parecía que aquella pregunta le ofendió sobremanera, así que deje que se explaya, volviendo a acusarme con mis acciones antes de entrar.

Cuando terminó de hablar, di dos pasos hacia atrás y me giré en dirección a la puerta. Cuando llegue al marco, estando justo bajo el, giré levemente la cabeza y le mire, con mi voz pesándome sobre los hombres le respondí

- No hay noche que yo no recuerde los peores episodios de mi vida… y por eso he de agradecer a tu yo de mi mundo

Y me hice intangible, bajando las plantas de los edificios hasta llegar al callejón del que vine, saliendo de la esquina para buscar el coche, montarme en él e ir a la mansión X. Tenía que contarle todo lo que hice a los profesores… a Logan.



Me encontraba en la misma sala en la que tuve mi conversación con Logan mi segundo día aquí, pero ahora no había cervezas en la mesa y tampoco habría un intercambio de historias; ahora habría una confesión, puede que alguna pregunta o algún gruñido. Y por seguro estaba; un castigo. Mire a Logan, algo de vergüenza se escapó de mis palabras y de mi mirada

- Logan, yo… me escape de aquí para ir a ver a Magneto, en un hotel cerca de la sede de las Naciones Unidas

Espere su reacción ante aquella información, así sabría si podía continuar o si tenía algo que decir al respecto con tan solo lo dicho puesto en la mesa.

Logan lanzó un pequeño gruñido y la miró un rato, él mismo había estado tentado de visitarlo y, de ser necesario, partirle su puta cara de chulo de mierda. Por suerte esta vez había tenido más cerebro. Sacó un puro y le mordió la punta, la escupió al suelo y encendió el cigarro, dando un par de caladas antes de hablar. Si él hubiera ido allí se hubiera liado parda, muy parda, y por el gesto de la pequeña no había salido bien pero tampoco demasiado mal. Si hubiera ido realmente mal ya estaría en todas las noticias.

- ¿Se cuenta algo interesante el estirado ese?

- Según ha dicho, es un líder elegido por los mutantes de Genosha, arrepentido de lo que hizo en el pasado… - suspire, antes de seguir hablando - pero no me lo he llegado a creer, bueno, puede que sí se haya arrepentido y sea un “buen líder”, pero… no me fio de él, nunca me fiare de él.

Y apreté los puños antes de continuar

- Me escapé de la mansión, me colé en un hotel y ataque a Mística y a Bobby para llegar a él y… por unos instantes quise - trague saliva y no termine la frase, moviendo la cabeza de lado a lado ligeramente - merezco que se me castigue y aceptaré cualquier castigo que se me imponga.

Logan volvió a gruñir, esta vez era patente que no le había gustado lo que había oído, dio otra calada y se sacó el puro con la mano derecha, usándolo para señalar a Kitty.

- Lo demás puedo entenderlo, incluso lo de Mística ¿Pero Bobby? se supone que erais amigos ¿Me habrías atacado a mi si hubiese estado del lado de ese capullo? Le recriminó el mutante. - Su cantinela es la misma que cuando vino a la Mansión. El propio Magneto se la creía, pero yo he pasado demasiadas cosas para creermela, al menos del todo. Si quiere ser mejor persona que lo intente, si lo consigue un problema menos, si no, le partimos todos los huesos. Pero creía haberte enseñado mejor respecto a golpear a la gente. Solo se le puede pegar a los malos y a Scott, bromeó finalmente para quitarle hierro a la conversación.

- Logan, yo…- lo que estaba a punto de contarle no se lo conté en nuestra primera charla, pero dado a lo que acababa de pasar parecía tener más relevancia que nunca - se que no debí hacerle daño, pero de donde yo vine tu yo del futuro, Cable, estuvo a punto de matarme, la vez que más cerca estuve de morir

Le miré directamente a los ojos, puede que esos hechos hubieran tenido lugar hace ya años, cuando sólo tenía catorce años, pero fue la razón de que yo abandonara la mansión durante mucho tiempo; yo solo era una niña y no entendía como el profesor permitia que se pusiera en peligro a niños y niñas de mi edad.

- Ese tipo no era yo niña, yo nunca, ¡Jamás! Permitiría que nadie te hiciera daño.

Y aun sigo sin entenderlo. Continúe hablando, sin apartar la mirada

- Se que tu nunca harías algo así, pero si hubieras estado allí, con él… ¿Se me castigará?

- ¿Castigarte? ¿Por seguir tu instinto? ¿Por enfrentarte a un peligro sin importante las consecuencias? Bueno, si el pelirrojo dirigiera el cotarro tal vez, pero creo que ya has tenido tu propio castigo ¿no es así?

Baje la mirada, apreté los puños contra mis rodillas e intenté aguantar las lágrimas. Me lancé hacia él y le abrace, haciéndome super densa para que no se pudiera escapar tan fácilmente de mí y en su oído le dije una frase que una hija le diría a un padre. Por que eso era el para mi, después de perderle, de volver a encontrarle de nuevo, significaba tanto para mi… no se que seria yo para él, pero para mi era así.

- Te quiero, Logan

- Y yo a ti niña, pero si no me sueltas inmediatamente igual cambio de idea con lo del castigo… Y si le dices a alguien que te he dicho esto lo negaré, total, nadie te creería.

Le solté mientras asentía moviendo la cabeza de arriba abajo con una pequeña sonrisa; no hacía falta que me avisara que no se lo dijera a nadie. Esto se quedaría entre el y yo, un secreto que me guardare toda la vida.