Take control (Crush, Apollo) [23/07/2019]

- Supongo que no hace falta que os diga que las condiciones distan mucho de ser ideales -comentó Eclipse-. Carecemos de los recursos e instalaciones de la Mansión X, y, para ser honestos, no empecé a entrenar estudiantes hasta principios del año pasado, y siempre centrándome en proyectores de energía. Nunca he entrenado a nadie en tus... áreas de especialidad.

Alguna que otra vez le había tocado supervisar los entrenamientos, pero la mayor parte de las veces se hacían en la Sala del Peligro, con secuencias de combate previamente programadas, así que era más una tarea de vigilancia que otra cosa.

- Para ser honestos, lo único en lo que yo te podría ayudar, entrenamiento de combate, parece que ya lo tienes cubierto.

Sentado sobre una roca, examinaba los folios con la información que había ido recabando de Xiomara los días previos.

- Me gustaría saber, exactamente para qué consideras que necesitas entrenar. Según tengo entendido las capacidades físicas sobrehumanas no requieren de entrenamiento a menos que necesites controlar un hipotético exceso de fuerza a la hora de tratar con tus oponentes. Considerando que la súper resistencia no es uno de mis atributos mutantes, posiblemente no sería el más adecuado para trabajarlo contigo, aunque para eso hemos traído a Apollo -le dirigió una mirada de agradecimiento por haberse prestado a ayudar. De los metahumanos que estaban ahora mismo con ellos en la resistencia era el único con la capacidad física de enfrentarse a Xiomara sin sufrir ningún daño-. Y precisamente por eso, considerando cuál es la naturaleza de su poder os he traído aquí.

Señaló a su alrededor, hacia los picos nevados de las montañas del Valle del Lobo. Aquél lugar estaba bastante aislado y apartado del pueblo principal, pero también era el más protegido de toda la Granja, por eso Elissa y él vivían como huéspedes en la casa de Lobo Feroz, que disponía de habitaciones de sobra. Allí podrían entrenar sin riesgo de que un rayo perdido de Apollo originara un incendio difícil de sofocar en aquellos frondosos parajes. El hecho de que hubiera nieve podría, quizá, sorprender a sus dos acompañantes considerando la época del año en la que se encontraban, pero Eclipse había aprendido hacía tiempo que en aquél lugar el clima no obedecía a las leyes naturales del mundo ordinario. Quizá fuera porque en los cuentos las montañas casi siempre estaban nevadas, o porque  una de las hijas de Lobo era la encarnación del Viento del Norte. Fuera cual fuese la razón, la cuestión es que hacía bastante frío, aunque Apollo era inmune a ello.

- De acuerdo a lo que hablamos el otro día, entiendo que para lo que más necesitas ayuda es para la cuestión del autocontrol, ¿no es así? Puedo enseñarte varias técnicas de meditación para ello. ¿Has traído el bañador bajo la ropa como te pedí? Porque voy a tener que pedirte que te desnudes. Si consigues alcanzar el control y la relajación a pesar de las inclemencias del tiempo, habrás avanzado mucho en lo que buscamos. Y por supuesto, si necesitas ayuda con cualquier otra cosa, no dudes en pedírnoslo.

Ése era otro de los motivos por los que había pedido a Apollo que les acompañara. Una de las normas de la mansión era jamás quedarse a solas con ningún alumno o alumna menor de edad, y, considerando que el metahumano era abiertamente homosexual, no podía pensar en nadie mejor para que Xiomara se sintiera protegida y a salvo.

(OFF: si no te importa voy a poner que te desnudas a la par que lo hace Xiomara, porque de haber llegado directamente así Drago te habría dicho algo en el post anterior xd)

Pendiente como estaba de la czarniana no se dio cuenta de que el otro héroe también había empezado a desnudarse hasta que hizo su comentario. En ese momento volvió la mirada hacia él y tuvo que apartarla de inmediato.

La visión del cuerpo cuasi desnudo de Apollo hizo que reflotaran en su mente recuerdos muy desagradables de otro hombre, también rubio, también atractivo, y que también experimentaba atracción hacia otros hombres. Recuerdos que durante las últimas semanas había estado tratando de reprimir sin éxito.

De repente notó que le faltaba el aire. Empezó a temblar, se ahogaba. Hizo un importante esfuerzo por serenarse y, sin mirarle, le habló:

- Tú no tenías que desnudarte, Apollo... Se trata de que Xiomara aprenda a controlar los impusos de su cuerpo bajo circunstancias extremas. A ti el frío a éstas temperaturas apenas te afecta. Por favor, te ruego que vuelvas a ponerte el uniforme -pidió, en un tono que le salió más seco de lo que había pretendido.

Genial. Midnighter estaba allí también. ¿Es que no podían separarse ni medio segundo? ¿Tenían que estar siempre con las manos uno encima del otro?

El mutante se dio cuenta en seguida del camino que estaba tomando el tren de pensamientos y lo frenó en seco. No le gustaba pensar así de ellos dos. Apollo le había caído bien prácticamente desde el primer momento. Era un hombre honesto e íntegro, y Drago siempre había valorado aquella clase de transparencia en los demás. Además, con él nunca había tenido que temer el arrebatarle accidentalmente la luz, ya que Apollo era, literalmente, luz encarnada. Midnighter, por otra parte, no le había caído igual de bien; era un hombre arrogante, impulsivo y violento. Drago no había disfrutado nunca con lo que hacía, ni siquiera en su época más oscura, y ver la manera en la que el vigilante se recreaba en la violencia le hacía recordar de nuevo a Cédric y a las cosas que le gustaba hacer cuando estaban juntos. Midnighter era opuesto a Drago tanto en personalidad como en métodos, pero no quería cogerle rechazo por culpa de Cédric. Especialmente no a Apollo. No sería justo. Además, tanto él como su marido les habían ayudado mucho hasta ahora, y sin pedir nada a cambio. Paradójicamente, conocerles era lo que le había hecho cambiar las ideas tan cerradas que había tenido hasta entonces de la homosexualidad. Y ahora parecía que iban a terminar siendo responsables de lo contrario.

- No me importa, pero que no se acerque -fue lo único que dijo antes de dirigirse hacia Xiomara-. Bien, vamos a hacer lo que él ha sugerido, pero quiero que intentes algo; Tu instinto al golpearle va a ser actuar rápido y moverte mucho para poder entrar en calor. No lo hagas -la miró a los ojos con gravedad-. A la escuela llegan... o solían llegar... muchos perfiles como el tuyo. Chicas y chicos que corren hacia adelante todo lo deprisa que pueden para huir de lo que dejaron atrás. Odio, desprecio, discriminación... Con demasiada frecuencia, incluso el rechazo de sus familias. Éstos chicos se mueven impulsados por la pasión y la rabia, con el miedo y la venganza como única meta. Esas emociones, al final terminan apoderándose de ellos. Les impiden frenar, pensar. Como los aviones a reacción, que no tienen espejos retrovisores porque sólo vuelan hacia adelante. Yo también he pasado por eso.

Mientras hablaba, fue colocando a Xiomara en una posición de combate de artes marciales.

- Pero no funciona -continuó, en tono apesadumbrado-. Cuanto más deprisa te mueves, más tira de ti tu pasado. Y más te desgarras. Las emociones se adueñan de ti y te hacen pedazos.

Una vez le hubo mostrado la posición, se colocó a su lado en la misma postura, sólo que frente a él había sólo aire.

- Para evitar eso, para impedir que las emociones te dominen, debes frenar. Acordarte de respirar.

Inhaló profundamente, y después, conforme comenzaba a moverse, fue dejándolo ir con la misma lentitud.

- Intenta hacer lo mismo -le indicó-. Golpea a Apollo pero hazlo con lentitud. Abraza las temperaturas, no trates de combatirlas. Acéptalas.

Eclipse sintió al instante una punzada de remordimiento. No había pretendido saltar de aquél modo.

- No... no te disculpes, no es culpa tuya -dijo, poniéndole una mano en el brazo una vez se hubo vuelto a vestir-. Estoy un poco tenso últimamente, supongo que puedes entender por qué, pero no ha estado bien pagarlo contigo.

- Si quieres puedo pedirle que se marche, pero con todo el trabajo que tenemos últimamente apenas nos estamos viendo.

- No, no, por supuesto, claro que no... No era mi intención, de verdad.

Después del tiempo que había pasado separado de Elissa lo último que desearía sería separar a otras dos personas que se querían. Podía entender perfectamente lo que era eso. Sin pretenderlo, desvió la mirada hacia donde observaba Midnighter. La atención del súperhumano se había modificado ligeramente. Estaba demasiado lejos como para poder oírles, pero había notado seguramente el momento de tensión que se había producido entre Apollo y él y parecía tenso a su vez. La máscara dificultaba leer su semblante, pero su lenguaje corporal lo decía todo, y Eclipse tenía la sensación de que no estaba contento.

Un Midnighter enfadado podía ser un problema, especialmente considerando que ya no tenía sus poderes para defenderse.

Cuando empezaron los entrenamientos, el mutante observó con aprobación que Xiomara parecía estar atendiendo a sus indicaciones. Al parecer, no se había equivocado al juzgarla, pero no había sido difícil. Era cierto que veían frecuentemente perfiles como el suyo en la mansión, pero para él no era tampoco algo desconocido.

- Bueno, yo perdí el aliento hace muchos años -le respondió, rememorando aquél fatídico día en Srebrenica-. Y después pasé... muchos años más tratando de recuperarlo. Así que... te entiendo.

Cuando Apollo se reunió de nuevo con ellos y preguntó cómo debían proseguir, la respuesta fue clara:

- Continuad así durante un rato, pero no te limites a dejarte golpear; Quiero que vayas bloqueando sus ataques pero sin hacer uso de tu superfuerza. Vamos, Xiomara, déjame ver lo que tienes, y recuerda, mantén el autocontrol, respira.

Mientras los dos metahumanos intercambiaban golpes controlados, el instructor iba dando vueltas a su alrededor, observando a la más joven.

- Te resulta familiar, ¿verdad? -inquirió, mientras ella lanzaba un ataque tras otro-. Toda la vida corriendo hacia adelante, sin mirar atrás, apartando a todos los que trataban de acercarse... Pero... ¿cuál es el objetivo? ¿Cuál es la meta? Quiero que pienses bien sobre ello, Xiomara. No podemos correr sin rumbo.

Él lo había hecho durante mucho tiempo, y, cuando por fin creyó haberlo encontrado... haber alcanzado su objetivo...

La imagen de un Cédric cubierto de sangre se apareció una vez más en su mente. Sonriéndole con una sonrisa roja. Labios ensangrentados buscando los suyos... El sabor a metal... Un escalofrío recorrió su cuerpo y desechó el pensamiento.

- Ahora siéntate, ven. Cruza las piernas y coloca de manera relajada tus manos sobre las rodillas. Así -explicó, realizando él los movimientos para que ella los imitara-. Cierra los ojos y piensa en lo que te impide respirar. Focalízate sobre ello y expúlsalo. Relájate, piensa en cuál es tu objetivo y trata de ignorar el frío. Apollo, ya para ésta parte no te vamos a necesitar; puedes irte con tu marido si quieres -recordando el malentendido de antes, añadió-: Pero podemos vernos luego, si queréis...

No quería que pensara que le estaba echando, pero ya que él y Midnighter pasaban poco tiempo juntos, bien podían aprovechar aquél rato. Todo tiempo era poco cuando se trataba de pasarlo con los seres queridos porque nunca sabías cuándo te lo podían arrebatar.

Eclipse volvió a ponerse a la defensiva pero por un motivo distinto ésta vez, y su reacción también fue mucho más suave y controlada.

- No te preocupes, no hará falta -sonrió con sinceridad-. Midnighter es el mejor guerrero que tenemos, pero yo he sido profesor de combate durante varios años, y aunque no domine todas sus técnicas sé defenderme bastante bien. Pero gracias, lo tendré en cuenta.

Ya se sentía bastante mal por todo lo que había pasado y además haber perdido sus poderes mutantes. No quería que le hicieran sentirse aún más inútil haciéndole ver que ni siquiera sería capaz de instruir a Xiomara en combate. Sí, él no poseía el don sobrehumano de Midnighter, pero el entrenamiento en la Legión Extranjera había sido duro, y estaba versado en boxeo, judo y krav magá entre otras artes marciales, además de dominar el combate con tonfas y armas de fuego.

Quizá ya no pudiera lanzar rayos y generar oscuridad intimidante, pero aún era bastante capaz de patear uno o dos culos.

- Sí, por supuesto... después nos vemos -asintió antes de regresar con la czarniana.

>> Bien, jovencita... eso que has dicho antes... lo de que la ira te hace más fuerte... -sacando sus tonfas se situó frente a ella-. Hay algo que nunca debes perder de vista, y es que siempre eres responsable de tus acciones. Siempre.

Y eso era algo que no podía sacarse de la cabeza. Había cometido demasaidas equivocaciones en su vida, pero Xiomara aún era joven.

- Puede que en un momento dado pienses que no tienes más opciones... -continuó, lanzando una serie de ataques controlados con las tonfas-. Pero en el momento en el que tienes un hogar, poderes o habilidades extraordinarias y gente que se preocupa por ti... Siempre vas a tener opciones. Ten eso presente y todo irá bien.


PPD: Con tu próximo post podemos cerrar ya el hilo, Xiomara. ¡Gracias por participar!