Dancing Queen (Libre)[Febrero 2 del 2019]

Sábado 2 de Febrero , San Diego:

-Y la reina de este año es . . . .  Abigail Adams!- Exclamó el director y deje salir un alarido de rabia que se ahogó entre gritos de alabanza para la zorra. ¿Por qué esa maldita nerd había ganado? Yo era la líder del equipo de porristas ,la chica más popular y bonita de toda la escuela. Todo el mundo me amaba y esta puta se atrevió a arrebatarme lo que es mio.

Debo ser perfecta, ¿Si no soy la mejor que sentido tiene vivir? mis padres siempre me lo dijeron. ¿Ahora que? no tengo futuro. Ella robó mi futuro. Sobreviví el fin del mundo, esta basura no era nada comparada conmigo.

Sentí un profundo dolor en mi estómago y una poderosa jaqueca.  Vomite una sustancia viscosa y grasosa como el petróleo en el piso , una cantidad que no debería ser capaz de contener en mi estomago. Conocimiento comenzó a apuñalar mi cerebro y los gritos de terror no ayudaban con mi jaqueca.

Las gotas salpicaron al resto de los estudiantes y pronto me estaba viendo desde sus puntos de vista y escuchando el ruido desde otras direcciones. Que bonito poder, con esto seguro me eligen reina de la secundaria.
Era una hermosa noche de febrero , Swarm se encontraba en un tejado cerca de una secundaria local que tenía el típico baile de fin de curso. En su mundo de origen era común tener uno o dos héroes de guardia por si algo malo pasaba en este tipo de festividades. Llamado en su mundo “Una Carrie” , no era raro que la gente manifestara poderes durante este tipo de situaciones. No sabía si en esta realidad era igual pero mejor estar seguro. Para mayor seguridad había instalado una pequeña Go-Pro en su casco , por si algo pasa y necesita ir a la corte. Necesitaba rediseñar su mascara para ocultar mejor esa cámara pero no tenía tiempo ahora , el artefacto estaba colocado en su frente como si fuera un ciclista promedio. Aparte de eso tenía su kit de primeros auxilio básico y varios precintos de plástico.

Mientras esperaba el héroe se encontraba usando su celular,ya había usado su poder hoy para exterminar las plagas de una biblioteca pública y no se encontraba tan ansioso por esto.Esta pequeña estratagema publicitaria estaba ayudando a poco a poco aumentar su popularidad, con algo de suerte los primeros contratos de exterminador le llegarian en una semana.

Encontró un foro de ayuda para metahumanos de todo tipo (mutantes ,magos ,aliens,etc) de otras realidades que trataban de apoyarse mutuamente. El tema que había subido hace un par de minutos había recibido un par de respuestas y ahora estaba escribiendo la suya.

Tema: Películas perdidas (Rocky):

Cuando fue a su buzón privado con una leve sonrisa en su rostro varios gritos de horror se escucharon, opacando la música que venía de la escuela. Saltó y rodó en el piso para amortiguar el impacto de la caída. Sacó su celular descartable y comenzó a correr hacia la escuela con su enjambre de avispas y alrededor de unos 20 moscardones blindados. Marcó un número rápidamente y comenzó a hablar.

-911 ¿Cuál es su emergencia?- Una mujer le respondio al otro lado de la linea

-Swarm al habla , tenemos una potencial situación peligrosa con metahumanos en la secundaria Winston. Vamos a necesitar policia, paramédicos , bomberos y control animal por las dudas- No estaba bromeando , si quería minimizar el número de daños colaterales necesitaba todo tipo de gente ya que desconocía las habilidades del villano de turno.

-Señor ¿podría esperar a que lleguen los oficiales?- Contestó la mujer con un tono cansado de lidiar con locos con superpoderes y spandex.

-Lo siento, el deber llama- Colgó el teléfono y siguió corriendo. En unos segundo estaría listo para poner fin a cualquier locura que se estuviese dando en el gimnasio de esa escuela.

Una tenue luz de vela iluminaba la pequeña habitación de hotel en la que Edward se encontraba, en San Diego no tenía tantos contactos cómo en otras partes del país por lo que encontrar un lugar idóneo en el que instalarse gratis había sido complicado, un cuchitril apartado del centro en el que la grasa y la mugre eran su compañía era el mejor lugar que había podido conseguir…No siempre se podía vivir de lujo: - En fin…Vamos a ver si te encuentro. – Samigina le había hablado la noche anterior:

-Mi vásssssssstago está a puntttttto de manifesssstarssse….- Odiaba cómo el muy desgraciado arrastraba las sílabas: - Guíalo Johnssssss…Ssssserá mi nuevo recipppieenttttte. – Él afirmó y le dijo que haría el trabajo, que controlaría a ese pequeño bastardo ¿Su verdadero plan? Iba a cargárselo, pero todo debía parecer un accidente, no iba a permitir que le recipiente de Samigina llegase a madurar, jamás le permitiría cruzar a la Tierra mientras estuviera vivo.

El exorcista sostenía un mapa de la ciudad en una destartalada mesa bajo la cual, intuía, había todo tipo de cosas que prefería no averiguar, en su mano derecha sostenía un péndulo con una amatista enganchada en el extremo opuesto, que giraba suavemente, trazando círculos en sentido horario: - Locate…Locate….- Murmuraba el hombre mientras el péndulo aceleraba su ritmo de giro, tenía los ojos cerrados, concentrado en su tarea…La piedra empezó a girar a más velocidad cuando Edward pasó la mano por encima de una zona en concreto:

-¡NO! ¡NO POR FAV…- Un grito súbito inundó la habitación, parecía provenir del mismo aire que, con violencia, se agitó en la habitación, apagando la vela y dejando el cuarto a oscuras a la vez que la amatista se clavaba con fuerza en un punto concreto del mapa: - ¡Mierda! – Johns buscó en su bolsillo y sacó un mechero, lo prendió para iluminar el lugar y dio un ligero respingo cuando delante suyo vio a un chico joven y algo rechoncho que le miraba fijamente, tenía una herida en la cabeza que sangraba sin parar: - ¡Joder! - el mechero se le cayó al suelo apagándose, suspiró y cuando lo cogió y lo encendió de nuevo no había nadie, suspiró y miró el mapa, era hora de trabajar.

---

Los gritos parecían recorrer el edificio, cualquiera diría que se trataba de una casa encantada, la policía ya se había agrupado y acordonado el colegio, Edward, con una simple ilusión consiguió engañar a los jóvenes agentes enseñando una acreditación del FBI y diciendo que dentro estaba un peligroso criminal que era de su jurisdicción, a veces se sorprendía del incrédulo y fácil de engañar que podía ser un tipo que llevaba una pistola.

Iba vestido con un jersey gris y una camisa blanca debajo, un pantalón negro y unos zapatos del mismo color, llevaba su abrigo bajo el brazo y lo dejó en la recepción del instituto, en la mano derecha llevaba su maletín, se había preparado bien, tres frascos de agua bendita, su grimorio y una cuerda trenzada de metro y medio trenzada por monjes en el siglo XIII, una verdadera joya capaz de retener al hijo de puta más resistente, en la izquierda una linterna con la que alumbraba el sitio:

-¡Dios mío no! – Un grito le puso en alerta, salió disparado en la dirección de la que venía, las luces del edificio estaban fundidas, y lo único que veía era lo que su linterna llegaba a mostrar, pudo ver un rastro de sangre en las paredes del sitio a medida que avanzaba, al girar la esquina se encontró a un chico tirado en el suelo, en mitad del pasillo, el mismo que el de su visión, tenía una herida en la cabeza y había un charco de sangre en el suelo, cerca de donde estaba: - Joder…- Murmuró mientras alumbraba al joven con la luz, empezó a caminar, pero antes de que pudiera acercarse, el joven se empezó a agitar y a retorcerse, poniéndose en pie:

-AAAAAAGH…- Empezó a correr disparado hacia el exorcista mientras chillaba, tenía los ojos en blanco y unas venas marcadas en el rostro, se movía rápidamente a cuatro patas, preparado para atacar a Johns, él se preparó para el impacto, lanzando el maletín al suelo y cruzando los brazos en cruz para evitar que el inminente choque le hiciera mucho daño.

Un gigante de casi dos metros tackleo a la criatura y la estampo contra el suelo. El hombre fue seguido por un enjambre de insectos que parecía no tener demasiado efecto contra el demonio.

Las placas de quitina de su armadura estaban algo resquebrajadas pero la seda de araña aguantaba perfectamente el castigo de estas abominaciones. Las mordeduras y arañazos no podían penetrar el tejido pero el impacto le seguía dando.

Con un movimiento rápido le puso un presintió de plástico en las muñecas y en las piernas tratando de restringir los movimientos de esa cosa pero él sabía perfectamente que solo le daría un par de minutos como mucho. Todo sería mucho más fácil si tuviera el permiso de usar fuerza letal pero no se podría dar ese lujo. Eran adolescentes y por más divertido que sea golpearlos tenía que contenerse.

-Inmunes al dolor , super fuerza , velocidad y agilidad . No necesitan respirar y parecen no necesitar órganos sensoriales para funcionar. En realidad no es superfuerza ,es mas como un humano bajo los efectos de la adrenalina-  Exclamó con un tono dolorido¿Cómo sabía estas cosas? Ensayo y error. Si tenía que entregar la filmación realmente esperaba que no se hiciera pública, afectaría negativamente su imagen.

-Swarm ,control de artrópodos mayor con un rango de 100 metros y biokinesis menor, solo afecta artrópodos- Dejó salir un suspiro cansado mientras veía como la criatura se movía desesperadamente tratando de zafarse de sus amarres.

-Alguien necesita implementar un sistema para agilizar esto. Estoy harto de tratar de resumir los superpoderes de los villanos- Era incómodo e impráctico pero sabía que no tenía los protocolos como en su mundo. No podía simplemente decir “Fuerza 2” y pretender que el resto de personas entendiera de lo que está hablando.

-Encerré un par en el salon de quimica pero no tenemos mucho tiempo hasta que rompan la barricada asi que ¿Algun plan?- Comento con un tono dentro de todo tranquilo. Sabía que el problema principal estaba en el gimnasio sin embargo era mejor esperar a refuerzos antes de lidiar con el resto de las criaturas. Su poder era extremadamente inefectivo en este caso pero eso no lo detendría.


Mordí una de mis mano cuando trato de arrancarle la garganta a Abigail que se encontraba en estado de shock. Mis dientes ahora eran finos como agujas y no dejaban de supurar aquel liquido negro , se rompian con facilidad quedando alojados en la carne pero en cuestion de segundos volvian a crecer.

Mi mano entendió el mensaje y corrió a la esquina del gimnasio con el resto de mis extremidades. Jessyca siempre fue una puta pero ahora que era mi vasallo,una parte de mi y no dejaria que nadie cuestione mi autoridad, ni siquiera yo. Tarde unos minutos en entender que la violencia es la única forma para que ellos entiendan quien está al mando.

Otras partes de mí estaban corriendo por la escuela, frenando invasores pero no como yo quería. Necesitaba soldados , no perros rabiosos y ellos no estaban a la altura. Fui a buscar algo de ponche para poder meditar bien la situación , mi vestido azul claro ahora estaba manchado por mi podredumbre negra, mi padre tendría que comprarme otro mañana.

Tome el líquido rojo tranquilamente mientras escuchaba la respiración agitada de la gente que estaba escondida debajo de la mesa. Alrededor de 10 personas que todavía no eran parte de mi reino, ¿Por qué no? ¿Acaso no soy lo suficientemente buena para ellos?! Aprete el vaso demasiado fuerte y lo rompí. Varios pedazos de vidrio cortaron mi mano, era bueno saber que no sentia mas dolor.

-Upsi- Exclame , está bien si ellos no quieren obedecerme, perfecto. No los necesito , no necesito a nadie con mal gusto o idiotas bajo mi mando. Necesito encontrar una forma de exiliarlos pero ahora tenía otro problema entre manos. Una de mis manos me trajo un tacho de basura en el cual vomite todo el ponche y más de ese liquido negro. Excelente, ya ni siquiera tengo que usar mis dedos para esto.

-Mucho mejor- Ahora tenían que pensar cómo lidiar con los invasores , dos hombres para nada normales. Uno era bastante inutil pero el otro parecía ser un problema ¿Como lo sabia? llámenlo intuición femenina.

Edward observó en silencio al tipo que le acababa de salvar la vida, no tenía ni idea de quien era, aunque por las pintas podría tratarse o de un fan de Transformers o un héroe, el contexto inclinaba la balanza hacia lo segundo, aunque no descartaba esa opción:

-Bueno Swarn…- Edward se levantó poco a poco y caminó hacia la criatura que se revolvía en el suelo, la miró a los ojos y, con un tono inquisitivo dijo: - ¿Quién es tu señor? – El chico empezó a reír, al principio fue algo velado, sutil y suave, pero la carcajada fue incrementando en intensidad, Edward se agachó y lo sujetó por el rostro con una mano, apuntando con el haz de luz de su linterna a los ojos directamente con la otra: - ¡Responde! ¿Quién es tu señor? ¡Te lo ordeno! ¡Contesta! – La criatura paró de reír y entonces, mirando al hombre a los ojos con odio contestó: - Tú ya sabes quien es mi amo…-

Las bridas de plástico cedieron y se partieron, el poseído se zafó de Edward lanzándolo contra un lateral, el golpe contra las taquillas con la espalda resonó por todo el pasillo, el monstruo rompió a correr en dirección contraria a ellos dos, perdiéndose en la oscuridad: - Hijo de…- Johns se levantó poco a poco, frotándose la cadera: - Me hago viejo para estas mierdas…-

Se acercó al héroe y le observó bien con la luz de la linterna, el tipo era grande y tenía un traje llamativo, aunque no tenía ni idea de quien era ¿Uno de esos nuevos héroes llegados de otros mundos? Se paró a medio camino y puso su maletín en el suelo, lo abrió lentamente mientras hablaba con el tipo: - Necesito saber cuál es la situación ¿A cuantos nos enfrentamos? Ese tipo que se acaba de escapar no era importante, digamos que están funcionando cómo una especie de colmena, por aquí debe haber una reina, o un rey, alguien que mueve el cotarro, si inhabilitamos a quien da las órdenes acabaremos con el resto…- Sacó la soga y se la colocó alrededor del cuello, el objeto emitía una luz plateada, cómo si la propia luna saliera a través de ella: - Si colaboramos podremos hacerlo con fácil…- Un ruido interrumpió lo que estaba a punto de decir, una explosión que parecía provenir de más adelante, un humo ligeramente azulado empezó a invadir el pasillo:

- ¿Has dicho que habías encerrado a dos en el aula de química…? – Suspiró, putos novatos, una sala llena de productos químicos y el conocimiento del infierno ¿Qué podía salir mal? Al menos el colegio tenía sistema anti incendios, si le pegaban fuego al edificio podrían…Johns miró fijamente los aspersores de agua del techo, luego miró al tipo, de nuevo a los aspersores, sonrió y dijo: - ¿Sabes dónde está el cuarto de mantenimiento? –

----

Caminaron un rato por los pasillos, tan solo alumbrados por la tenue luz de la linterna, el recorrido era lento porque a cada esquina tenían que cerciorarse de que no hubiera una trampa, Edward no le había dado detalles de su plan al hombre-bicho pero este había accedido a acompañarle, ya estaban llegando cuando un ruido en sus espaldas le puso en alerta, un golpe metálico y luego el sonido de cientos de cristales cayendo al suelo:

-Están cerca…- Murmuró el mago mientras aceleraba el paso, ya estaban a un par de metros de la puerta: - ¡Más de lo que crees zorra! – Una figura humana cayó de golpe del techo sobre ellos, instintivamente fue a caer sobre Edward, que llevaba la linterna: - ¿¡No podíais quedaros en vuestra puta casa!? ¿Teníais que interrumpir nuestro baile? – Johns se protegía cómo podía, el peso de la criatura sobre sus costillas le estaba empezando a oprimir demasiado, cogió del cuello al monstruo para evitar que se acercara demasiado pero la fuerza física de su enemigo era mucho mayor que la suya: - Hijo de…- De pronto algo levantó al pesado monstruo, apartándolo de él:

-¡Gracias colega! – Johns salió corriendo rápidamente y se metió en el interior del cuarto de mantenimiento mientras los ruidos de pelea se intensificaban y a ellos se les unían chillidos y alaridos: - Vamos, vamos…- Buscó por el cuarto hasta que encontró lo que había estado buscando, el depósito del agua del sistema de incendios…Sonrió mientras abría la tapa, quedaba medio, unos 25 litros…Abrió su maletín y cogió los de agua bendita, los vació rápidamente, un golpe en la puerta, cómo si algo se hubiera estampado contra ella le hizo acelerar el paso:

- Huic malo mederi vulneribus aquam mundam…- Cogió un poco, con las manos haciendo de cuenco y se lavó la cara, volvió a murmurar las mismas palabras y entonces cerró la tapa del depósito, cogió una silla que había en el suelo tirada y buscó un detector de humos en el techo, cuando lo hubo localizado puso la silla debajo y se subió a ella…Otro golpe en la puerta, aunque esto sonaba cómo si la intentasen tirar abajo: - ¡Un minuto! – Sacó su mechero y lo acercó al detector, lo encendió…El aparato empezó a emitir un pitido y, repentinamente, la alarma de incendios empezó a sonar por todo el edificio, la puerta empezó a romperse, los aspersores se activaron y empezó a caer agua, un agua bendecida, especialmente dañina para los demonios.

*Off: He puesto que el depósito está por la mitad, así que el agua nos durará unas dos rondas, el impacto del agua debilitará a los demonios y los hará vulnerables a los ataques físicos mientras estén expuestos a la misma.

Los efectos que provocará en ellos será básicamente cómo pequeñas quemaduras allá dónde impacte, una debilitación en su ‘conexión’ (les costará comunicarse cómo un enjambre) y debilidad física.

-Supondré que todos los estudiantes- Respondió Jack ante la pregunta de lo que parecía ser un exorcista o algún tipo de experto en magia. Le sorprendía que llevaba ropa poco llamativa , la mayoría de los magos independientes que conocen tienen atuendos extravagantes en el mejor de los casos. Posiblemente sea de alguna organización del gobierno o tal vez algo internacional como el Vaticano.

-¿No me digas que son demonios? Odio a las criaturas mágicas- Exclamó al escuchar la descripción que le había dado de las abominaciones y su forma de organizarse. Podía intuir que por lo menos no eran aliens por la forma de hablar que tenían.  Aunque una duda  pasajera le pasó por la mente ¿Acaso los demonios no son aliens? o sea viven en otra dimensión técnicamente. Jack negó con la cabeza , este no era el tiempo ni el lugar para discutir la semántica de la clasificación de estas criaturas.

Sin perder tiempo Swarm escoltó al hombre al cuarto de mantenimiento asegurándose de que no lo mataran. Fue una tarea difícil pero Edward pudo ejecutar su táctica sin problemas haciendo que la lluvia sagrada cayera por toda la escuela.

Los chillidos de dolor de las criaturas comenzaron a resonar por todo el lugar. Ellos no estaban acostumbrados a sentir dolor , no se suponía que lo sintieran así que esta nueva experiencia los impacto.

Ahora que eran vulnerables a los ataques físicos, Swarm liberó su enjambre, avispas picando ojos , labios , lengua, etc , no era letal pero sí extremadamente doloroso. Suficiente para que pudieran abrirse paso por toda la escuela hasta llegar al gimnasio. Pero cuando abrieron la puerta se encontraron con una sorpresa , la “Reina” había salido corriendo por la puerta principal.

La situación era la siguiente , estaban dentro del gimnasio y los demonios dentro de este se encontraban retorciéndose en el piso del dolor por los insectos y el agua bendita que caía. Podían notar como había gente no infectada debajo de una de las mesas más grandes del salón.

Afuera estaba la reina con su vestido manchado de esa podredumbre negra. Parecía una chica adolecente común con la excepción que su mandíbula estaba llena de estructuras óseas similares a agujas en vez de dientes que supuraban esta sustancia.

-Policía , ¡no se mueva!-  Gritó uno de los policías detrás de un patrullero apuntando con su arma. Había en total 6 vehículos formando una barricada y con suficientes oficiales de la ley como para dejarla como un coladero si hacía algo sospechoso.

-Por favor no disparen! - La chica dijo con una voz gutural y alzó las manos. Se podía escuchar el claro terror en sus palabras pero podría ser una treta del demonio. O también podía ser auténtico miedo que sentía una adolecente, tal vez la ducha fría que recibió fue el golpe de realidad que necesitaba. De todas formas su ejército estaba inutilizado por ahora , tenían que actuar rápido antes que el agua de los aspersores se terminara.

Atravesaron el gimnasio sorteando a los adolescentes poseídos que gritaban y se revolvían, intentando librarse de la terrible combinación de agua bendita y el enjambre que les atacaba sin tregua, un poderoso tándem que los postraba y les impedía evitar que Edward y Swarn llegasen hasta la puerta principal, cuando consiguieron salir al exterior las luces de la policía les deslumbraron, tenían varias patrullas de frente señalándoles con la luz: - Joder…- La chica estaba de pie, con las manos levantadas, llorando y temblando de miedo: - N-No…No entiendo que está pasando…Por favor, no me hagan daño…- Les decía a los agentes, que seguían con sus armas en alto, ahora apuntando también al héroe y el exorcista:

-¡Levanten las manos! ¡Despacio! – Los agentes estaban asustados, podía notarse en sus voces, temblaban y no eran firmes, no entendían a que se estaban enfrentando, o por qué esa chica tenía aquel aspecto, o por qué aquel tipo se había conseguido colar en el instituto…Del interior del edificio salían chillidos de dolor de los demonios, Edward levantó sus manos: - Tranquilos amigos…Soy…- Fue a dar un paso, pero un disparo al aire fue una advertencia para que siguiera allí, frunció el ceño, si no le dejaban moverse la cosa se iba a complicar: - ¡Quieto! – Repentinamente la chica rompió a reír, parecía que esa distracción era lo que estaba esperando.

Disparó una gran cantidad de la podredumbre que emanaba de su boca hacia delante, empapando a muchos de los agentes que cayeron al suelo revolviéndose: - Nuevos esclavos para mi ejército…- Murmuró mientras los agentes infectados se ponían en pie y atacaban brutalmente a sus compañeros, disparando sin piedad sobre ellos, las armas se giraron hacia Johns y su compañero:

-Oh, joder…- Fue rápido, probablemente lo más rápido que Edward se había movido jamás, murmuró un conjuro, un gran escudo morado se alzó cubriéndole a él y a Swarn mientras los agentes disparaban sin piedad hacia ellos, las balas quedaron incrustadas en la pantalla de luz mientras ellos retrocedían hacia el edificio: - Tenéis dos opciones, podréis ser parte de mi ejército o morir…Vosotros elegís…- La chica rompió a reír mientras avanzaba hacia ellos, resguardada por los nuevos poseídos.

Atravesaron la puerta de nuevo y se adentraron en el gimnasio, dónde seguía cayendo agua bendita, la chica se quedó en el umbral junto a sus guardias personales, mirándolos fijamente con una sonrisa, esperando pacientemente…Su momento no tardaría en llegar.

Siguieron avanzando de espaldas, con el escudo alzado y volvieron a los pasillos de la escuela, seguía cayendo agua, pero no debía quedar mucha: - Busquemos un lugar para resguardarnos…- Estaban en el pasillo que llevaba hasta el gimnasio y había puertas a su izquierda y a su derecha, una llevaba a una sala de audiovisuales y la otra al cuarto de mantenimiento, Johns señaló el cuarto y se metieron dentro:

-Tenemos que pensar rápido, hay que inutilizar a la reina, esa chica es la que controla a todo el grupo, si nos deshacemos de ella podremos acabar con esto…- Murmuró Johns mientras cerraba el pestillo de la puerta, inútilmente, pues cuando quisieran entrar lo harían sin problema alguno: - ¿Tienes algún poder útil aparte de lanzar avispas? -