Smoke on the water...(Constantine)[28 de Febrero del año 2019]

Trabajada la piedra con el favor de habilidosas mañas artesanas había adquirido una nueva forma...

Horas inestimables se vertieron sobre diestras y siniestras ilustradas procurado moldear imagen y semejanza de la escena mitológica, cuyo origen residía en el poso de un tiempo pasado, los anecdóticos sucesos de las criaturas que por entonces conformaban los ecos populares de una cultura en la actualidad extinta. Aferraban las tres náyades jarras y jarrones marmóreos entonados de pincel niste agrietada por la humedad que producía el gorjeo del agua al chocar contra su propio cuerpo batiendo la espuma que producía el polvo acuático fijado a su superficie, recreado el musgo en las bocas de sus contenedores acariciaba la superficie del constante surtir acuoso eterno que nunca se detenía...

La materia grana incrustada en roca caduca de años horadada, desmerecido aguante impuesto a su condición escultórica, engarzada en un espacio desocupado a causa que lo justificara evidenciando la cualidad parasitaria de su permanencia en torno al conjunto...

Emergía de la voluptuosa talla una geométrica construcción anquilosada de cristal rojizo que impedía ver las delicadas espaldas de las damas de rostros modelados de delicia en base a un canon ideal de belleza sobrehumana, persecución única delirante que arrastraba lógica o razón apresando cuanto era bueno en la veracidad de su incumplimiento...

Del preludio de un crujido deconstruyó la materia el organismo que residía en su interior...

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Sobre la niebla rojiza, existencia infinita...

Paciente...

De nueva ruptura concedida hacia la inédita ocasión de hallar en el costumbrismo asentado un nuevo ser que ilustrara un motivo fehaciente que justificara su presencia en un mundo al que tan sólo emergía en calidad de invitada, rebeló su interna duda constante contra el cristal matriz de la existencia acelerando así el proceso de liberación que por repetición se convertía en preámbulo constante...

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Nube de esquirlas salpicaron con el suave compás digno de la lluvia la superficie de la fuente, abierto en un tañido habitual el bloque de mineral brillante y rojo...

Cediendo del cavernoso interior la semilla blanca extendió las lindes de sus horizontes deslizando la escética proporción de su cuerpo a través de los salientes labrados, supeditada a disponer su presencia inmersa aposentada en sus enjutas caderas bajo la presencia de la continua capa de agua rugiente de la construída cascada artificial. Apresadas sus líndes en un nuevo abrazo procurado por sus descarnados brazos la aureola pendulaba en torno a su cabeza con un ritmo sutil acompasado, la grácil manta hebrada emergió de la superficie del agua hasta convertirse en el gigantesco nenúfar sangrante salpicado de inmensas flores de Mathaêr...

La Mujer Sin Sombra protegida bajo el manto de la noche cerrada, permitió que el Olfateador superara la barrera de la fontana aposentando su tupido cuerpo de pelaje albar en la zona externa y acució su sentido primordial, expectante...

Aguardando la venida de quien hubiera provocado su alumbramiento...

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"Ashes to Ashes... Dust to Dust..."

Una epifanía. Una revelación. Se dice que a uno sólo le falta esa pequeña chispa para ponerse en movimientos, para plasmar los pensamientos que estaban siendo retenidos en su mente y crear una obra de arte. Se dice que sólo falta eso para que un discurso tenga un buen cuerpo, para escribir un buen guión o para crear la mejor de las óperas primas con un talento hasta la fecha poco visto.
Una epifanía es suficiente para que el ser humano se mueva, deje su vida sedentaria y que forme parte de la historia. Da igual qué tipo de historia, con qué final ni con qué propósito pues las epifanías son neutras, y es la mente del ser humano quien la moldea y la deja salir a través de sus manos, su voz, su cuerpo y voluntad. Es el ser humano entonces el pincel final que le da cuerpo a la obra, sin importar si es una buena o una mala decisión. Sin importar los riesgos y las consecuencias.

El ser humano necesita de las epifanías para ser un ser humano.

John Constantine no era diferente a los demás en ese sentido: le surgían ideas, las ponía en práctica, se equivocaba o le salían mal, pero no por ello dejaría de tener ideas. Tal vez fuera una locura, tal vez tendría que replantearse mejor aquella "idea descabellada" pero, mientras no llegaba el momento, John seguiría adelante.
La brocha le pesaba en la mano por el cansancio. El mono que llevaba estaba manchado de pintura, así como parte de su rostro y algunas puntas de su rubio cabello. Resoplaba con intensidad, buscando el aliento que había perdido. Mientras tanto se echó atrás, y contempló su propia obra, el transcurso de ésta y visualizando el acabado final: uno de los muros de aquella enorme habitación estaba pintado de arriba a abajo de colores oscuros, rojos y marrones. Eran brochazos sin ningún sentido y sin ninguna besante artística. Simplemente, eran prochazos, pero lo que importaba no era la obra en si, sino con qué se había hecho.Una mezcla especial para un día aun más especial.
El mago tuvo la idea la misma noche que había conocido a Garnet, una de sus nuevas "pupilas" por así decirlo. Los recuerdos de sus otras vidas no le dejaron ver los suyos propios y el por qué de su anterior vida. El por qué de todos sus males o, al menos, eso quería creer. "Una menos. Quedan... cuatro más" pensó el inglés mirando el techo. Ese sería el peor.

...

Lo dejaba por hoy. Estaba ya cansado y el olor a pintura se le había metido hasta en la cabeza. Cada vez que daba una bocanada a su cigarrillo saboreaba lo mismo. Escupía, volvía a probar y se resignaba. Una buena ducha le iría bien, así que guardó el mono en aquella habitación la cual nadie encontraría jamás, pues se había asegurado de ello, y puso rumbo al piso de Garnet. Si mago, una buena ducha y una buena cama era lo que necesitabas para volver a sentir que seguías vivo. Tal vez el cáncer se había ido gracias a la "amabilidad" de los demonios y tal vez habías pasado un día más sin que la muerte te pisara los talones, pero nunca se sabe. "Hola muerte. ¿Qué tal el día? El mío bien. Nos vemos en otro momento".

De camino para ver a Garnet, el mago se paró en seco, justo frente a un cruce, y sintió como si el mundo se parara por unos segundos. Era una sensación extraña, pero familiar. La había sentido otras veces. Los pelos de la nuca se le pusieron de punta y notó cierto cosquilleo en la yema de sus dedos. El tabaco le sabía a nada y la ceniza nunca llegaba al suelo. Luego... luego todo siguió su curso, excepto el mago.
Lo había notado. Lo había sentido. Por un momento creyó que había aparecido cerca de él un ser mágico, o un mago con un extraño poder. Lo sentía como todo mago que se preciara y que fuera capaz de abrir su tercer ojo. Él estaba especializado en la nigromancia y en la demonología, pero no era exceso a sentir otras fuentes de la magia, aunque fuera con ese leve pinchazo, esa llamada de atención por parte de sus seis sentidos.

Estaba cerca...

Lo más extraño de aquella sensación fue la idea que se le implantó en la cabeza. Una idea que fue tomando forma según avanzaba bajo el manto de la noche hasta el epicentro de aquella ola mágica: no había aparecido, sino que había nacido. ¿Un ser acababa de nacer, y ya con éste aura mágica a su alrededor? ¿Qué broma era esa? Pero no era ninguna broma cuando giró la esquina y se encontró con la fuente.
Lo primero que le llamó la atención fue el crujido bajo su zapato. Bajó la mirada. Una piedra... no... un cristal rojo. Un pequeño trozo que había llegado hasta ahí. Lo segundo... lo segundo fue la mujer semidesnuda que tenía delante..."Pelirroja... mujer y pelirroja tenía que ser. John, dile adiós y lárgate."

John no le hizo caso a la experiencia.

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"La magia es engañar al universo y hacerle creer una mentira increíblemente escandalosa"

Smoke on the water...(Constantine)[28 de Febrero del año 2019] 11gruj9

Smoke on the water...(Constantine)[28 de Febrero del año 2019] 11gruj9

La cúpula de melena suspendida sobre la superficie del agua visible a una altura que dejaba apenas inquirir las alas de sus pestañas flotando en el nivel del líquido elemento mantenía el eje de flotación sobre el que la aureola oscilaba con tenue movimiento rotatorio inclinado hacia delante. Elevaba el anillo de forma que ejecutaba en irrefrenable rutina la ilusión sosegada de una continua reverencia hipnótica sin fin...

Descubrió sus ojos bajo el manto acuático sin el irremisible pestañeo habitual producido por el natural escozor que el agua proporcionaba en la extrema sensibilidad de que hacían gala los delicados órganos de la vista, encontrando la distorsionada imagen de una criatura que se aproximaba... Finos dedos intangibles hilaron en la superficie interior de su albugíneo tronco el hormigueo cuyo resultado produjo un estremecimiento que obligó a la Dama Nívea a contraerse en un estertor desconocido...

Emergió en precipitada urgencia sobre la cristalina cubierta líquida que deslizó en su delicado cuerpo descarnado la desprendida ilusión de impermeabilidad, gotas de rocío surcando la superficie translúcida perfecta de su piel hasta verterse en la masa original siendo incapaz de humectar siquiera el tejido prendido a sus descarnadas articulaciones, anudando en la única excepción el escaso valle que torneaba el preludio de sus pequeños senos...

Polynach inquieto acució su carrera descendiendo del pedestal contenedor hasta acercarse al individuo, exhalando de su bulboso morro ronquidos sordos consecuencia del constante olfatear obviando tras su interacción su presencia, a opinión de su primordial sentido irrelevante, alejándo sus inquietudes de la fuente hacia los terrenos colindantes plagados de cuanto sí resultaba revelador para él...

Orbes engarzados de vetas rosa zarzi se enredaron en las lindes de su propio iris despuntado de cárdenos grafismos...

Miradas encontradas en el único revuelo quebrado del prolongado batir la espuma...

- Jhon...- cientos de apesadumbrados tonos tañeron su nombre, mas sobre el eco en que descansaba el mensaje permanecía tendida con asombrosa gracia la presencia de una voz femenina afinada en maternal indulgencia... - apágalo... por favor...- hizo de su ruego brumoso espasmo, finos dedos entrelazados contra la delgadez supina de su cuello. Las hermanadas cubrían en un gesto donado por la providencia sus propios labios y de aquel tejido aferrado a la superficie de sus pulmones, tosió de nuevo al notar el humo prendido sobre las paredes de sus pulmones con la última calada que se perdió entre los labios del afortunado a quien pertenecía ese nombre...

El tormento de un deslizar plomizo nadando en lo profundo de su respiración se apaciguó hasta desaparecer, sus extremidades pendidas de nuevo sobre la única sustentación de sus entecas articulaciones oscilaban en torno a la frágil cadencia de unas caderas despuntadas por su delgadez... Ocultó sus ojos en un aleteo de pestañas otoñal aspirando el alivio sordo de la agonía pasajera...

- Lo siento...Jhon....- sus pasos dispusieron rumbo hacia el florecimiento de piedra que marcaba el limítrofe terreno inmerso en fluida transparencia... - me... arde...- en un anhelo por reiterar el transitorio alivio experimentado el aire insufló su fuerza en el interior de su torso blanco emergiendo en el efluvio de un suspiro manso...

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"Ashes to Ashes... Dust to Dust..."

El mar estaba en calma, literalmente. Por una vez desde hacía mucho tiempo, y posiblemente fuera la primera y única, la cabeza del mago estaba en total y absoluto silencio. Ni una pauta de pensamiento; ni una preocupación; ni siquiera una brizna de lo que hubiera podido ser una ínfima opinión al respecto. Nada. Cero absoluto. Era la reacción que tuvo al contemplar aquella mujer, a medias de la superficie del agua de la fuente, observándolo con esa mirada y pronunciando su nombre.

Cero absoluto.

Fue cuando la pelirroja salió de la fuente y se acercó al mago que éste reaccionó. Una chispa en su cerebro puso en funcionamiento todo el tinglado, y se acordó del cigarrillo en la boca, el sabor del tabaco y la ceniza que se desprendía al consumir parte de su cuerpo de hierba y papel.
"Vale John, ésto es lo que hay: una chica semidesnuda con una órbita en la cabeza, trozos de cristal rojo por todas partes y ésta sensación que te martillea la cabeza constantemente. Si John: alguien te ha cambiado el tabaco por algo más fuerte. O eso, o tu flor en el culo ha decidido darse unas vacaciones."
La experiencia de John en situaciones como ésta siempre le decía lo mismo: lárgate, no mires atrás y olvida lo que has visto. Ya se encargará otro. Escenas sobrenaturales que no tienen puta lógica, sobretodo cuando la chica en cuestión parece haber salido de una peli de ciencia ficción con teoremas de la creación y todas esas mandangas. Y el martillo. El martillo, constante, y perenne.

Pero John no se dio la vuelta y se largó. John no le hizo caso a su subconsciente, una vez más, agarrando el cigarrillo y tirándolo al suelo, haciendo caso a la queja de la mujer. La curiosidad por saber qué era, de dónde había salido y qué podría sacar de provecho eran factores demasiado fuertes para olvidarse. "Pelirrojas John. Pelirrojas".

- ¿Quién, y ya que estamos, qué puñetas eres tú? - El tacto del inglés se hizo patente cuando los nervios le salieron a flor de piel. - No tienes pinta de haber salido de arriba y mucho menos de abajo, y podrías ser una persona normal y corriente con un problema en la cabeza de no ser por el aura que desprendes. ¿Y cómo sabes mi nombre? - Sólo faltaba añadir un "quién te envía" a esa frase, pero no merecía la pena preguntarlo.

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Smoke on the water...(Constantine)[28 de Febrero del año 2019] 11gruj9

En el fondo de su duda apremiante, subtérfugo encubierto por la sensación de calma total emergía la voluntad del incrédulo desconfiado...

Con la premura del inquisidor imparable las vibraciones emergieron de su boca cargadas de exigencias a las que ni el propio conocimiento de la Dama Nívea era capaz aún de responder. Respuestas perdidas en bruma rojiza sustentadas en el vacío de su inconsciente, al que en contadas ocasiones se había visto invitada siempre por fuerza externa con el objetivo único de indagar algo más sobre la naturaleza verdadera de su existencia en el mundo...

El artefacto dañino que ensombrecía con posos de denso alquitrán neblinoso la delicada respiración desapareció en pos de una claridad despejada, al respirar matices sutiles con suaves toques de fresca hierba y dispersas partículas de agua que gravitaban sobre la chapoteante superficie tornasolada, volviéndose levitantes gotas diminutas...

- No he sido capaz de hallar respuesta... para esa pregunta...- de sus pies alargados batieron pasos decididos, sobrepasaron el límite del muro que los mantenía inmersos en la superficie transparente que resbaló sobre la perfección argenta de su piel, despeñándose sobre su misma materia sin dejar sobre la fragilidad de sus extremidades rastro alguno... Rocío resbalando sobre pluma blanca...- No has de temer por mi...Jhon... - sus huellas aposentadas sobre verde manto de hebras vivas, imperturbable ante su presencia sobre él...- El nombre... es hermoso... nos evoca... nos define... - sobre el parpadeo emergió de nuevo el cristal engarzado de sus ojos, sutiles vetas de cuarcita rosa esgrimiendo caligrafías olvidadas sobre el fondo de su lienzo rojo...- Emerge de todo cuanto existe... con tanta claridad... que puedo interpretarlo...- de sus cejas arqueadas despuntaron cúspides de un padecimiento anciano como el tiempo mismo...- Mi nombre... me es aún desconocido... mas cedieron para mí una palabra, hace ya mucho tiempo...- alzadas sus menudas manos anudaron las falanges sus propias extremidades en un abrazo vacío de contenido, mas que el de sí misma...- No tengo fuerzas... para pronunciarla... duele...- suspendió su mensaje en el silencio antes de que las miles de tonalidades que conformaban su tono único se fundieran en una sola, de fémina infante...- Siempre...duele...

De intentos solitarios acometidos en la privada extensión de sus ser propiciada por el maternal elemento rojizo, cubierta protectora que privaba de todo terrible elemento externo sus delicados sentidos, trataba de comprender la identidad que le había sido revelada por la construcción de vibraciones que la habían hecho sentir personificada en el tejido interior de los sonidos que conformaban la palabra...

Mártir...

Escueta... pero cargada de unas consecuencias de tal inhumana crudeza que su mente aún no le permitía exteriorizarla. Fundido sobre el subconsciente de la Mujer Sin Sombra persistía la certeza de la propiedad sobre cuanto esa exánime formación significaba para sí...

La inequívoca seguridad de que no había si no verdad en su sentir sobre ese término...

Demasiado esencial para aceptar aún sus consecuencias...

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"Ashes to Ashes... Dust to Dust..."

La forma en la que hablaba aquella chica era... rebuscada, a falta de una palabra mejor para describirlo. No era de éste mundo, estaba más que claro. Las personas no iban por ahí semidesnudas y mucho menos en pleno Febrero a menos que les faltara un tornillo allá arriba. Además, estaba el asunto del cristal rojo y ese aura alrededor de la mujer. Cada segundo que mantenía su mirada encima de ésta acrecentía las dudas y las preguntas en su cabeza.

Y para terminar de redondearlo todo, la mujer no parecía querer responder a sus preguntas. No, mejor dicho, no sabía responder a sus preguntas. Decía que no tenía las respuestas que le pedía el mago, y eso que eran bastante simples: qué eres y cuál es tu nombre son cosas que toda persona podía responder sin bacilar. Pero de nuevo, ella no parecía ser "cualquier persona", mucho menos "una".
Decía que no debía temer de ella, y volvió a repetir su nombre. Eso no terminaba de ayudarle a que no se sintiera inseguro delante de su presencia. No le había dicho su nombre en ningún momento y John tenía la sensación de que esa mujer le conocía... bastante bien. O tal vez fuera un paranoico extremo y se estaba dejando llevar.

Fuera cual fuera la respuesta, la pelirroja no parecía dispuesta a soltarla, ni siquiera su propio nombre con el cual, se abrazó, ¿afligida? Algo la estaba perturbando por dentro.

"Creo que ésta chica acaba de escalar a la primera posición de mi lista de cosas raras que me han pasado ésta semana".

Su mano derecha quiso llevarse un cigarrillo a la boca, pero se detuvo a mitad de camino, acordándose de la petición de la chica que tenía delante. "Me la suda" dijo su yo interior, pero algo le hizo retirar el cilindro y volver a guardarlo. En lugar de eso se agachó y recogió uno de los pedazos de cristal rojo que tenía más cerca. Lo miró de cerca, lo examinó.

- No sabes lo que eres y no sabes tu nombre. Lo he captado. Al menos sabrás qué haces aquí, ¿no? - le preguntó de forma inquisitiva, centrando su mirada en los ojos de la mujer. - Mi pregunta es clara: ¿qué quieres hacer? - Era una pregunta simple pero a la vez, llena de matices. Esperaba que al menos pudiera responder a esa pregunta de una forma que el propio mago pudiera salir de algunas dudas.

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"La magia es engañar al universo y hacerle creer una mentira increíblemente escandalosa"

Smoke on the water...(Constantine)[28 de Febrero del año 2019] 11gruj9

De la percepción de un mundo alentado de tinieblas surgía la incesante necesidad de Jhon por mantenerse reticente a cuanto se escapaba de su extenso entendimiento, versado en aspectos de la existencia que para la Dama Nívea eran desacostumbrados incluyendo los considerados un ejemplo de cotidianidad, no hallaba respuesta para el desasosiego que experimentaba en su presencia...

Hizo la culpabilidad presa anegando su abdomen de un agarre tal que hizo cesar sus palabras para contemplar en silencio el defensivo discurso que esgrimía el ser, reiniciando el ritual que había producido un ardor visceral en su ser interno al consumir el humo la esencia de la carne cubriéndola de alquitrán...

Renegando de finalizar el proceso culminado con la incineración del cilindro de hierba seca prensada, que retornó a su bolsillo, la Dama Nívea enfrentó de sus ojos orbes plagados de incógnitas los inquisitivos reflejos lapislázuli que emanaban con fiereza de Jhon Constantine...

Entrelazaron sobre sus dedos los rescoldos de lo acontecido en el emerger de su presencia hacia el mundo, secciones de joya roja desprendida de su natural conjunto. Esparcido manto de lágrimas cárdenas, destellos de luz carmín deslizan en muda procesión su fulgor sobre el terreno. Entre sus dedos, la piedra se mantiene inalterable imposible de rayar con la ejercida presión de una mano o la construcción de queratina en que despunta la solidez de los dedos que la conforman...

- Ella... me liberó... - de una fluidez digna del agua emergida, aproximo la siembra de sus pasos hacia la criatura que sostenía la composición de su refugio, salvaguarda de cristal rojo al primoroso cuidado de su protección...- Emerjo... a su elección... - del pestañeo de un atardecer emergieron de nuevo los soles ardientes de sus iris rojizos... - Quiero... comprender...- la carencia de elocuente elaboración dilapidó su escaso discurso..

Construía la verdad mas esencial en su sencillez la única respuesta que era para sí real...

Así como correspondía a la razón primordial de su escaso entendimiento...

Delegaron sus manos la firmeza ejercida hasta entonces en las lindes de su ascético cuerpo argento, pendidas inertes entornando la cadera despuntada de hueso, deteniendo su avance a distancia escasa del ser que exigía el conocimiento resolutivo del que la naturaleza de La Mujer Sin Sombra había sido privada...

- Aún... hay mucho que desconozco... - la delgada fragilidad de su fisonomía se quebró para abrazar entre sus delicadas manos blancas una esquirla de Narina... Erigiéndose tras recoger la gema del terreno, el abanico abierto de sus falanges ofreció la porción al reticente ser...- Podrías enseñármelo... Jhon...

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"Ashes to Ashes... Dust to Dust..."

John miró con extrañeza el pedrusco rojo que sujetaba en sus manos. Ante las palabras de la chica pelirroja, el mago sintió en su mano no una roca o una joya preciosa, sino un trozo de carne. La parte de un cuerpo vivo. Esa desagradable sensación se hizo paso en su mente como si fuera un gusano en una manzana. "Ella me liberó... emerjo a su elección... quiero comprender".

- Me temo que ya somos dos, cielo.

JC se vio obligado a aceptar que tal vez, y sólo tal vez esa chica se le escapara de las manos. ¿Qué era? No tenía ni puta idea. No había visto nada parecido a ella en toda su vida. Por lo general las criaturas con las que siempre se cruzaba solían tener un enlace a veces claro y a veces confuso con el infierno o con el cielo. Era mucho más fácil cuando sólo tenías dos direcciones a las que apuntar. Con su periplo en la Liga de la Justicia Oscura había visto cosas que iban más allá de la comprensión humana pero que se agarraban con saña a las leyes de la magia y el misticismo.

Pero esa chica escupía sobre todo cimiento conocido y se reía.

Definitivamente, ésto le venía grande. La chica le pidió ayuda. ¿Por qué todo el mundo SIEMPRE acude a John por ayuda? ¿Tenía un cartel en la cara donde ponía "beneficencia" y no lo sabía? Todo ésto le estaba dando ganas de encenderse un cigarrillo... joder...
Le iba grande... pero tal vez...

- Mira amor, ésto... - John cogió el trozo de cristal que le ofrecía la muchacha... - Vamos a ver a alguien que tal vez sepa algo sobre ti pero antes busquemos algo que ponerte encima.

...

Era la única opción que se le pasó por la cabeza. El único que estuviera lo suficientemente cerca para darles una respuesta, aunque ésta fuera encriptada. "Si algo te saca de quicio, acude al buen doctor".
Conseguirle un abrigo a la muchacha no había sido difícil: en las iglesias siempre estaban dispuestos a ofrecer ropa a los más necesitados. Benditos ignorantes... Un abrigo marrón oscuro con una capucha peluda por dentro cubría el desnudo cuerpo de la pelirroja, y solventado ese problema, la llevó casi de la mano hasta el edificio donde sabía que podría encontrar a su "salvador": Papá Medianoche.
Subieron por el ascensor hasta el ático, donde les recibió un hombre de tez negra, vestido con los ropajes clásicos de un ritual vudú.

Era Papá Medianoche.

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- John Constantine en mi morada. Auguro que no es una visita de cortesía, ¿verdad John? - Papá Medianoche era un hombre bastante alto, bien musculado y con esa elegancia compartida con la propia muerte. Sus ojos habían visto más que cualquier ser humano y su boca callaba secretos tras su enigmática sonrisa.
- Vengo a que me eches una mano... con ella. - El mago se apartó levemente para que el brujo pudiera ver a su acompañante. Éste entrecerró los ojos al verla.
- La curiosidad hizo que el gato llevara a su presa ante el cuervo. Acércate muchacha. Deja que te vea mejor.

Si, había sido la curiosidad quien hizo que John llevara a la pelirroja al pequeño jardín botánico que tenia montado Papá Medianoche en aquel ático, donde solía hacer sus rituales para hablar con el Más Allá. Había sido la curiosidad quien había aconsejado a John... y no se arrepentía.

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"La magia es engañar al universo y hacerle creer una mentira increíblemente escandalosa"

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[OCC: Dialogo previo pacto con el Usuario del personaje de Papa Legba. De agradecimiento profundo por la concesión de su presencia...]

Inicia su ascenso en torno a la suave hendidura del ombligo, tan menuda en el argento torso ascético que podría haberla realizado una diminuta lágrima de transparente agua en su caída de rocío sobre la piel nevada... Repta bajo la piel translúcida una picazón tan evidente como para un ojo humano las hormigas afanan el interior de la tierra. Sentir compartido desde el inicio de su existencia emergente, conciencia impaciente por la perspectiva del acceso al conocimiento... Titila con fuerza sobre cascadas sangrantes de hebras perladas de natural belleza, pétalo blanco, la aureola estrellada arranca brillos dorados en oscilante marcha cantando el tañido de delicada campana de cristal...

Siempre presente... paladina... recurrente...

Curiosidad...

Del conocimiento adquirido reiteraba la pretensión encarada de censurar la frágil fisonomía de la Dama Nívea, propiedad carente de sentido enfrentada a la brutal evidencia que se sumaba a las que desafiaban la percepción del resto de las criaturas a las que había encontrado en el evocador emerger de Narina quebrada. Arrancada de la natural cualidad de las criaturas vivas en búsqueda constante de autoconservación, no despertaba el ascetismo de su figura pretensión que clamara el desahogo de necesidad instintiva...

Apresada bajo el tejido trenzado en los cálidos tonos de la tierra abrieron surco sus pasos reposados en obediencia al paradero ofertado por su guía, directriz única basada en el contacto entrelazado de la extrema delgadez de sus falanges despuntadas en transparentes lágrimas de cristal afilado. Su tacto volátil se vertió entre la extremidad inmersa en tangencia de Jhon Constantine, contacto de pluma guiada por soplo sobre labios de durmiente...

Furtivo inmaterial...

Vívidos recuerdos plagaron el interior de una eternidad roja conformada del poso de su conciencia encaminando su presencia presa durante su elevación en el interior del habitáculo metálico, retornó con fuerza el sentir de una criatura a quien había conocido en los albores de su propia inexperiencia emergida de joya en la densa neblina transparente que le hizo creer que sería capaz de extender sus manos hacia la luminosa luna pendida del cielo nocturno especiado de estrellas tomándola para sí...

Sus orbes de grana cárdena enfrentaron entonces la del Paseante de Horizontes...

Soplo suave del deshacer de cubierta terrosa, cuando la vestidura vertió sobre el suelo su presencia liberando a la Dama Nívea de su cobertura, mostrando en obediente inocencia cuanto podía asumir como propio... Correteo feroz perdió la presencia del Olfateador entre la espesura del improvisado crecer latente, así se materializó en su mente la Creadora de Vida, y la maravilla del milagro que era capaz de obrar...

Denso silencio bañado en secreta fascinación...

- Es imposible. - brotó incredulidad de arguyo entre dientes, de su mirada de nieve procuraba intimar en la natural cubierta de su compañera refleja en sangre...
Envalentonado por la determinación que produce el recelo a cuanto no es dominado o conocido, la criatura alargó la mano hacia la construcción de hueso, natural don escultural que sustentaba cuanto transmitía emociones al resto siendo pieza capital del lenguaje no compuesto por vibraciones...

De ancestrales conocimientos sustentados en tejidos capaces de alterar la realidad presente pendieron carices múltiples de secreta conversación...

Iluminó sus yertas órbitas del halo de un tono escarlata de atardecer en llamas...

-¿Dónde está?-- Desdibujado en el gutural tono ancestral de tribal sabiduría, flotando en el poso olvidado de una disciplina que se cree extinta emerge como espejismo sombra compuesta de humo que emana del reflejo lejano de un conocimiento añejo como el tiempo mismo, mas aún dispuesto a aprender... Enfrentan rubís tallados y diamantes de sangre en una batalla gemela de curiosidad borgoña... Insufla de esencia el cráneo prestado con la indolencia del sabedor impulsado por un ansia superior al deseo de conocer... de tal magnitud del sentir procede el silencio posterior instaurado a expensas de los presentes... - Ukuthula garnet...- suspende del borde de perla blanca un suspiro delator, vertido entre la trémula mandíbula del pasado extinto...- - Ella es ella. No importa cuantas especies, razas o clasificaciones conozcas. Ella es una única clasificación central compuesta por todas las clasificaciones que existen. Es... el punto central de la tela de araña.- eleva de su saber la vibraciones que conforman una verdad que de pronunciación talla a su paso la piedra como antaño se hiciera con los saberes de la historia caduca...– ¡ọganjọ!- Del poder de su nombre brota la atención destilada al reclamo del Paseante de Horizontes... –No tiene nombre ni necesidad de uno. Es pieza única y última. Pero es mía- ... clama en el rincón en que vibra discurso que se desvanece en la apremiante negrura de sombras que todo devoran...– También va por ti, John. Debe resurgir de nuevo y como no lo presienta iré a buscaros hasta el útero de vuestra madre de ser necesario.

... con un aliento extinto de otra época que aún retumba en el interior de la quijada grisácea, anochece sobre el valle cóncavo de sus ojos...

y queda la noche...

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"Ashes to Ashes... Dust to Dust..."

- ¿Qué pasa, papi? ¿Problemas con las cataratas? - Un pequeño chascarrillo que no pudo evitar cuando escuchó al brujo decir aquel simple comentario, pero Papá Medianoche lo ignoró completamente.

Papá estaba interesado, o tal vez consternado. Necesitaba respuestas y parecía saber quién podría dárselas. John se entretenía con una de las hojas selváticas de aquel ático mientras el brujo preparaba un sencillo ritual de invocación, o mejor dicho, un ritual para crear un nexo. ¿Pero con quién? El mago sabía de sobras de las negras capacidades con las que "jugaba" el brujo, y más de una vez había recurrido a sus queridas calaveras. Tan sólo que, en las anteriores ocasiones eran unas charlas tranquilas. Ésta vez, la cosa parecía ser más seria.

Los ojos de la calavera se iluminaron con fuego fatuo, y una sensación de frialdad inundó la estancia. Si, había hecho contacto, y el inglés tuvo curiosidad y repulsión al mismo tiempo. De todas las veces que había compartido un ritual con Papá Medianoche, aquella era la primera vez que veía esos ojos... y escuchaba esa voz.

"Ukuthula garnet... ọganjọ... ¿Qué cojones está diciendo?" pensaba al escuchar la encriptada revelación cuando la voz le llamó la atención. Por lo general, cuando un ser salido de vete tú a saber te hace una advertencia, lo normal es callarse y asentir. John no era de esas personas: se había meado en la boca del Diablo y había escupido sobre el infierno. La autoridad no era lo suyo y el miedo... bueno, cada uno responde como puede ante el miedo y la ira.

La voz y la presencia se desvanecieron, y la temperatura volvió a la sala.

- Menuda boca tiene el pájaro éste. ¿Quién era, papi? ¿Uno de tus buitres?
- Uno con el que no quieres cruzarte nunca, John, y a quien es mejor tener contento. - Echó una mirada sobre la pelirroja.
- Ya, bueno... ¿Tú has entendido algo de lo que ha dicho?
- Que ella es importante, y que le pertenece. John, te lo recomiendo: no juegues con él.
- Que si, que si, ya me ha quedado claro. - "Y una mierda". - Bueno papi, gracias por la charla. Dale las gracias por nada a tu amigo.
- Puede que puedas dárselas tú mismo, John.

Papá Medianoche dibujó una de sus enigmáticas sonrisas, depositando su intensa mirada sobre el mago. Éste se despidió, haciendo mover la mano, dirigiéndose hacia el ascensor de bajada. Sabía lo que venía después: un intenso escalofrío y una sensación de inseguridad. Siempre se sentía así tras visitar a Papá Medianoche.
Lo curioso eran aquellas tres palabras que había dicho la calavera. La revelación por parte del ente habían azotado la colmena que era su inquietud y su desconcierto, alimentos preferidos para su curiosidad. Quería saber más sobre esa chica.

- Dime cielo, ¿has entendido algo de lo que ha dicho la calavera? ¿Te ha servido de algo?

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"La magia es engañar al universo y hacerle creer una mentira increíblemente escandalosa"

Smoke on the water...(Constantine)[28 de Febrero del año 2019] 11gruj9

Transcurre la conversación a expensas de cuanto ha movido al Esquivo Niste a reclamar la ayuda desdibujada del Caminante de Horizontes, su completa concepción de cuanto le rodea dota las líndes de la convivencia elemento céntrico de circunspección, ojo negro como pozo sin fondo por el que transcurren reflejos de una dioptría concentrada en la oquedad de su asomo a otra perspectiva incompleta...

Rota por sus propias circunstancias...

Todo cuanto ve... Todo lo traga...

A través de ese lugar controlado por el Caminante de Horizontes emerge la voz primigenia de un lenguaje perdido, emula en su gravedad el último bramido del eco de la tierra serrada por el progreso de mares y ríos, separa con dolorosa nostalgia la Pangea tribal de que está compuesto su nombre, su pasado y su destino...

Sin atisbo de temor reflejado en las facciones estáticas, marmórea estatua hierática permanece en silencio bajo la mirada bañada en leche tibia...

Enmudecen...

La siembra de pasos reintegra su labor a su marcha irrefrenable, El Olfateador insinúa en su presencia entre las hojas la aparición alba de una estrella iridiscente. Corretea con los sutiles goteos de sus patas sobre el suelo velado de reflejos vivos con la única excepción de la antinatural carencia de La Dama Nívea. Rastrea hostigado por de intranquilidad repentina sus presencias hasta encontrar cuanto de él conforma mitad indivisible, intimidado ante la flagrante carencia desasosegada que supone la momentánea concepción de conformar parte esencial de un todo, hogaño enviciado por la perspectiva sospecha de una soledad imperativa que anhela evitar por instinto...

- A mi se refiere... y habla de paz...- sobre sus delgados pies enrosca su pelaje albugíneo, asegura su cercanía tomando entre sus diminutas patas la frágil constitución de sus articulaciones descarnadas...- Mas... si algo confirma... lo poco que conozco... es que no he hallado... criatura como yo...- oprime la dulzura fresca de sus labios teñidos de piel de cereza en la compunción de una certeza condenatoria tornando su tono de doncella en la linde quebradiza de la infancia...

De mano elevada por una energía cuyo delicado cuerpo parece incapaz de ostentar, alarga sus dedos despuntados en lágrimas de cristal transparente afilado, tornea en la superficie de su piel de perfección alba la cubierta de los dedos del Esquivo Niste, impelida por la firme disposición de colaborar en su esclarecimiento...

Percibe el arraigado desprecio del dolor compartido al instante por instinto que baña la terrible constante de pérdida continuada...

- Agradezco... tu ayuda... - las vibraciones que emite, ha comprendido... que pretenden otorgarle un nombre, mas con ninguna de ellas identifica la verdadera esencia del ser, aproximada en su pronunciación tan sólo por el Sufriente Añil... amenazando en el pesar prohibitibo con hacerlos desaparecer...- Siento en ti... percibo... deseo de saber... - orbes abiertos muestran el desarrollo vívido de un universo flotando sobre las sutiles estelas cárdenas y rosáceas que se retuercen en el iris sangrante de sus ojos... - La curiosidad... es cuanto me guía... - timbra la aureola excitando su ritmo ante la expectativa de compartir mas allá de un objetivo...

Sobre la cálida sombra de sus dedos, su tacto como de pluma deslizándose sobre un párpado dormido... contempla el suave recuerdo oculto tras la verdad de su nombre...

[OOC: OmegaDust, a través del tacto, puede ser capaz de acceder a recuerdos, vivencias o sensaciones. Es posible que acceda a algún recuerdo fuerte de tu vida. Eso ha de ser a tu elección. Si así lo deseas, puedes remitirlo en el próximo post, o enviármelo. Agradecida en profundo por este intercambio.]

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"Ashes to Ashes... Dust to Dust..."

"Es decir, que estamos como al principio".

Las explicaciones de la joven pelirroja no acallaron las preguntas que tenías John en la cabeza. Tan sólo las acariciaron por encima mientras les cantaba una nana con la ventana abierta y el sol entrando por ésta. Imposible dormirlas e imposible acallarlas. El mago tendría que hacer sus propios juegos para averiguar qué coño estaba pasando y quién demonios era esa chica.

- Cuando una calavera te habla de paz no suele ser la paz que estás buscando en tu vida, precisamente. - John hizo el amago de llevarse al mano al bolsillo donde tenía el paquete de cigarrillos, pero se detuvo recordando que, si quería tener resultados, tendría que bailarle el agua a la pelirroja, así que los dejó donde estaban. - Agradécemelo cuando hayamos terminado, encanto. Y es curioso que lo menciones: la curiosidad es el café de mi vida.

El ascensor llegó abajo del todo y John sintió un escalofrío recorriendo toda su columna hasta aposentarse en su cerebro, congelando todos sus nervios. Esa sensación como si te lamiera un fantasma, cada vez que salía del edificio de Papá Medianoche. Debería estar acostumbrado pero no, le era imposible.

Los dedos de la pelirroja vieron un pasado, oculto y arraigado en el corazón del mago, envuelto en las sombras del tiempo, gritos y llantos de dolor, y un tormento perpetuo que jamás cesaría.
Vio a un grupo de jovenes, adolescentes que se creían los amos del mundo. Vio como ese grupo de ocultistas se dirigían a NewCastle a buscar un conocido en un edificio abandonado. Una antigua discoteca. Vio a una niña, extraña y diferente, jugando con un ser aun más extraño. Vio como el grupo decidieron topar una puerta prohibida y llamar a un ser prohibido. Vio como al principio se acunaban en la ignorancia, en la pesadumbrez del fracaso. Vio a la niña de nuevo, bajando las escaleras... pero ya no era la niña: era la criatura prohibida de nombre Nergal que la había poseído. Vio como éste destrozaba el juguete de la niña y reclamaba su alma como pago. Vio como el mago, joven y presuntuoso intentaba enmendar su error, sin dejar ir el alma de la niña. Vio como ambos eran arrastrados a la boca del infierno y como John trató de sacar a la niña de aquella pesadilla.

¡VAMOS, CORRE!
LA NIÑA ES MÍA, JOHN CONSTANTINE.
Lo he conseguido... la he traído de vuelta...
John... no..... John........
No.... ¡NO!

Vio a John, llorando de rabia y pena, sosteniendo el brazo amputado de la niña. Vio como aquella era la primera de las muchas "mujeres de John Constantine".

John condujo a la pelirroja hasta un callejón. En cualquier otro momento aquella acción y aquella escena podrían haber sido el inicio de una "historia de terror", pero no era el caso. El mago sacó una tiza y se puso a escribir en el suelo las letras del abecedario, distribuidas en orden mecanográfico.

- Vamos a probar con ésto. No suele fallar pero tampoco es del todo fiable. - Se sacó un cordel, lo ató al trozo de gema roja que cogió cuando se encontró con la pelirroja y lo dispuso como si fuera un péndulo encima de las letras. - Necesito que hagas dos cosas: la primera, que pongas la mano sobre la mía. La segunda, que te concentres en lo que quieres saber, que en éste caso sería tu nombre, ¿me equivoco? El péndulo hará el resto.

[FDI: Te dejo total libertad para el movimiento del péndulo, ya que en ésta ocasión la voluntad es la de OmegaDust y no la de John.]

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"La magia es engañar al universo y hacerle creer una mentira increíblemente escandalosa"

Smoke on the water...(Constantine)[28 de Febrero del año 2019] 11gruj9

Emula su virginal intelecto, ensombreciendo de vivencias dolorosas su frágil psique se abre paso embriagando sus sentidos preconcebidos en fructífero hecho primario con el propósito de percibir como propio el dolor al que es ajena. Con trémulo convencimiento aferra sus delicadas falanges que con vital aguante sobreviven construidas en torno a la articulación que obra como cuentacuentos retorcido, descubre el sabor de un pesar sin fin añejo, con el matiz de la experiencia renace renovado supeditando su futuro al cargo de una conciencia saturada, miserable de sus actos...

De tal intensidad prende impronta en su sentir aún inexperto que amenaza con desvanecer su conciencia doblegada, sólo en la simulación de lo que para el Esquivo Niste supuso vivir la condena torturada de sus propias decisiones...

Torna su rostro lienzo blanco de un penar inacabable enmarcado en sedosa textura roja destaca su desasosiego, penden las hebras sangrantes inquietas lágrimas blancas de fibra vegetal unidas a un corazón dorado, mecen de las silenciosas canciones del viento sus ilegibles ritmos, su particular modo de percibir las melodías que produce el aire en el interior de los oídos...

- Lamento... mucho... - nieve sobre ascuas cuando se sucede el volátil pestañeo que siembra su contemplativo mirar sobre tierra...- tus... pérdidas...- henchido su torso en la inspiración que amenaza con quebrarlo a causa del volumen de aire que aparenta consumir, funde su suspiro delatado sólo por el gesto, carente del mínimo sonido acompasado que a menudo conforma la comparsa de suspiro...- Si hubiera un modo... de aliviarlas... incluso... la mas pequeña de ellas...- encuentran sus rostros en la fulgurante arremetida de la artificiosa luz de las farola, arraigadas en calles oscuras construyen cónicas ventanas que tientan la vista...- Si lo hubiera... eso haría...

Desheló sus huellas níveas sobre el rumbo de su paseo, contrita de imponer a causa de su inacabable curiosidad la evocadora conmiseración del padecer compartido. Se detienen en un lugar por el cual resbala la presencia de centella de Polynach, su pelaje albar vibrando entre los recónditos rescoldos ocultos que debe recorrer para acceder a cuanto causa su fascinación, guiado por el percutir constante de matices suspendidos en la maralla que sólo adquiere orden por la delicada intervención de su natural sentido capital...

Sobre el suelo, líneas enredadas...

- Qué es eso...- inquiere de su voz un tono imperante que acucia con su juventud, hasta interpretar el grado que roza lo infante...

Sumisa conocedora, aposenta la estilizada extremidad sobre la de Jhon Constantine, ausente sensación costumbrista de peso o presencia sustituida por un secreto contado por una brisa cálida que recorre su piel, anunciando su contacto...

Eclipsa los soles ardientes de las joyas de sus ojos...

Nombre...

"Púlsar... si es posible... concédeme... mi nombre..."

Fuerza su ceño la arcada invertida, sus cejas poseídas por el arrebato del amante, anhelo de un reencuentro condenado al centro de su expresión...

El péndulo tiembla...

Y la gema carmesí mengua, desvaneciendo las partículas que la conforman en la ilusión conocida de una corriente caliente que eleva las cenizas fundidas, consumido rastro de joya roja que hace resbalar el resto de la Narina contra el terreno bajo sus pies...

El amago de una menuda explosión de miles de chispas rojas con la duración de un parpadeo, desvanece su materia misma hasta que no queda mas que la duda de su presencia esfumada...

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"Ashes to Ashes... Dust to Dust..."

No había funcionado. De nuevo había sido un desastre. Una mala jugada y no solo eso: el péndulo que había creado mediante aquella piedra rojiza se había deshecho y convertido en nada delante de sus ojos esperando que ésta vez saliera al menos una sílaba o una letra. Pero no, el destino no quiso que ni John ni la pelirroja supieran del nombre de la misma, y no contento con eso tejió un nuevo enigma para el mago. ¿Había una fuerza oculta que echó mano del cristal y lo pulverizó? ¿Era una voluntad o un mecanismo de defensa? Y de ser así, ¿tan peligroso sería descubrir el nombre de aquella chica? Como un yonki, John sintió una inquietante necesidad de seguir adelante, de buscar su pequeña jeringuilla y meterse el mejor chute de toda su vida. Un acertijo tan complejo con tantas posibilidades... y contando tan solo con una chica amnésica que hablaba de forma extraña. "Un lacito en la cabeza y tendría regalo de Navidad".

El inglés no sería el único que se llevaría un presente con aquella mala apuesta. La pelirroja, al poner la mano sobre la de John pudo ver de nuevo un fragmento de su pasado, concrétamente uno que tenía marcado a fuego.

En aquella visión, la pelirroja vio a John frente a tres sombras en una sala cubierta de un manto atemporal. Por más que intentara enfocar su tercer ojo, la chica era incapaz de ver con claridad el rostro o la forma de aquellas tres sombras, irradiando un aura maligna y desprovista de sentimientos. John estaba frente a ellos sin su gabardina, con las mangas levantadas y una de sus muñecas abiertas, chorreando sangre.
La escena mostraba el desconcierto de las tres sombras, las cuales discutían entre ellas por el alma del mago. La más grande de las tres no dejaba de gritar que era su derecho, que había sido el primero y que ninguno de los dos podía quitarle su premio. No parecía que encontrasen un acuerdo y el mago con una sonrisa les dijo que se quedaban sin tiempo y usó su otro as: se cortó la otra muñeca, acortando más el tiempo de vida que le quedaba al inglés.
Las tres sombras llegaron a un acuerdo, y aquello supuso una liberación y una tortura para el mago: le iban a dar más tiempo, le iban a curar el cáncer pero...

- Ésto es magia demoníaca, John. Voy a disfrutar con ésto.

Las manos de la sombra mayor se hundieron en el tórax de John, abriéndolo en canal. John gritó con tanta fuerza y tanto dolor que cualquiera en su sitio hubiera muerto. Pero él no podía morir porque aquel príncipe demonio lo estaba sanando. Durante lo que pareció una eternidad, John estuvo a punto de rozar la locura en aquella atroz prisión de sufrimiento, mientras el demonio disfrutaba con una sonrisa que no se mostraba, pero estaba allí.

- Tsk... puta mierda - comentó John en la realidad, en el presente, levantándose del suelo. - Parece que tendremos que ser más tocapelotas. Ven, acompáñame. Quieres saber tu nombre, ¿no? Entonces me se el lugar perfecto.

John no iba a renunciar así como así porque una piedra se hubiera disuelto en el aire. Él era más cabezota que eso. Esperó a que la muchacha se levantara y se dispuso a dejar el callejón cuando de pronto...

- John Constantine. El GRAN John Constantine. - La voz de aquel hombre sonó tan áspera y falta de amabilidad como una sierra mecánica oxidada. John se paró al tener enfrente a un hombre que le doblaba el peso cuya cabeza envidiaba el rubio cabello del mago.
- ... detrás de mí... - susurró el inglés a la pelirroja. "John, ¿qué has hecho, hijoputa?" El mago no reconocía esa cara pero estaba claro que él y sus dos gorilas si por el aspecto amenazante con el cual se acercaban a la pareja.
- Tres años, John. Eres un hombre bastante escurridizo.
- No me van los calvos con la barriga más grande que su ego.
- No me vengas con gilipolleces, John. Me debes tu puta vida, así que me quedaré con la putilla que llevas contigo.

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"La magia es engañar al universo y hacerle creer una mentira increíblemente escandalosa"

Smoke on the water...(Constantine)[28 de Febrero del año 2019] 11gruj9

Enciende el sol de sus iris plagados de estrellas que se precipitan extinguiendo brillos ondulantes desde el pétalo de rosa hasta el real amoratado…

Coalescencia del recuerdo opaco trasciede a través del aleteo de sus virginales falanges blanquecinas, contacto como de pluma soplada que encuentra en la firme mano del Esquivo Niste el sustento de la materia con que los más retorcidos miedos tejen con sus afiladas garfas de aguja la umbría de las pesadillas…

Gruñe la tríada convertida en ira… Salpica el llanto interno que su indignidad les causa con su prematura sangre arrancada del natural recorrido encubierto en su piel llena de muertos, torturas, culpa...

Desasosiego…

Henchidas sus costillas, abrazo de hueso que sustenta su torso en una inhalación prolongada innecesaria acontecida a causa del fortuito descubrimiento del recorrido de cuatro esquinas confrontadas… Allá donde los vacíos oscuros bailan al ser pronunciados sus nombres procuran llenar su vacua existencia arrebatando a quienes en el eco envidian todo cuanto los seres dotados de libertad aman..

Anuda varias vueltas con la lazada de su sangre palpitante que escapa irrefrenable la promesa perentoria de un dolor sin nombre irreconocible para el ser humano…

- Des...garra… - cubre película cristalina la pincelada de la ausencia en los orbes de joya rojo sangre vanagloriada de un padecimiento que construye la entelequia de un presunto futuro que transcurrirá bajo la piel de la Dama Nívea con parejos presagios de cruel inclemencia… - Donde el mal alimenta… el vacío descarnado de su esencia… así quien el poder ostenta… la tortura en vida reclama… - el complejo proceder abruma la frágil construcción básica de su entendimiento…

Formas similares, mas no idénticas… Conceptos absolutos, más nunca definitivos….

”Púlsar…. No comprendo…”

- El dolor que sana…- vibra el timbre de un mensaje que se extingue sobre la delicada floración rosada que confecciona los pétalos de sus labios…- La tortura… que alivia…

Del impulso frenético de sus frustraciones haya fuerza obligando así en su avance a la Dama Nívea a perseguir cual sombra hermanada a sus gestos las huellas que riega tras su marcha…

Abrupta aparición impulsa al Esquivo Niste a interceder de nuevo ante una tríada impregnada de determinaciones retorcidas que reverberan en el interior albar de su tórax… Retuercen sus almas el velo inquieto de un deseo que evoca en el interior de su garganta un ardor rasposo que atiere la sinfonía que causan los nombres que paladea sobre su lengua…

Sabor a Hierro…

Cargan…

El olfateador eleva la cola denostando con la firmeza de los improperios a su alcance la indisposición de la violencia con que agravan la frágil silueta de la Mujer Sin Sombra…

Sostiene en el cosquilleo de su tacto enroscando los nudos que conforman sus falanges la suspensión de su delgado cuello quebradizo, en la implacable amenaza de un acto desesperado… Duda sembrada en el interior de sus orbes encontrados, ribetes de cárdeno ultramar amenazan con asfixiar en la última luz de la puesta de sol el atardacer ardiente que hasta entonces conformaba el paisaje de su mirada suplicante…

- Tu y yo…- Emerge su sonrisa abrupta, invocada en la seguridad fantasiosa que se alimenta de la firme fe compartida por cuantos ejecutores infames consideran musa ilustrada…- Lo vamos a pasar muy bien.- Constante mal inacabado…

Rencorosa Venganza...

Tiemblan sus manos de villano tras despejar su semblante de la sangre bautismal con que la Mujer sin sombra le impregna encubriendo la silueta que conforma su persona…

Esbelta delicadeza blanca ahora salpicada de la herida abierta de una boca que brama ensañada de un estertor involuntario en forma de arcadas que no se soliviantan tras la primera bocanada. La densa calidez de su paso pinta con el sabor del hierro a quien a través de su rumbo circula....

Timbra la aureola plagada de estrellas en un tañido lastímero que constituye perfectos semitonos a la melodía de angustia que interpretan sus ojos de gema granate…

Medida tras medida multiplicando sin la preocupación de incurrir a la imposibilidad física que plantea su ascético cuerpo enjuto, emergen las cascadas de sangre ahogando el entorno y los presentes bajo el hálito de un velo rojo mucilaginoso...

El arrepentimiento que aflora con el mar de sangre retiene los terrores reservados para el Esquivo Niste en el refugio infranqueable del maquiavélico imaginario de la tríada menguante…

Retrocede su valor mientras la Dama Nívea aún transforma la pretensión de sus ideas al proceso del martírio al que habían planificado someterla, traducido mediante el léxico de la sábia de la vida derramada…

Sabor a Hierro...

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"Ashes to Ashes... Dust to Dust..."

Tener una agenda grande es un problema, digan lo que digan. Si, serás más popular en la sociedad, te conocerá más gente y seguramente nunca te hartes de que alguien aparezca pidiendo un poco de tu tiempo. Lo que viene siendo una criatura social, nacida y crecida en el seno de grandes grupos, eventos y muchas sonrisas falsas. Pero sigue siendo un problema porque, ¿quién es capaz de recordar todas las caras, nombres y números de una lista más larga que el listín telefónico? En el caso de la agenda de John evolucionaba de problema a putada, porque en lugar del listín habría que compararse a la lista negra de morosos de hacienda, dándole el puesto de moroso al propio inglés. Podrían torturarlo y darle de comer a los cerdos que seguiría siendo incapaz de recordar quién cojones era ese tipo y sus matones y qué le había hecho para tenerlo tan contento con la vida. Súmale la vida de los otros Johns y tienes un cóctel de primera capaz de destrozarte las neuronas de un sólo copazo.

- Mira ami-
- ¡Cierra la puta boca, John! Ciérrala o te dejaré sin dientes para poder masticar la mierda que te darán en el hospital como digas una palabra más.

Aquel tipo no iba con miramientos. Fuera lo que fuese lo que John le había hecho era grande, gordo y pustulento. Una rabia así no se quita con una simple mano trucada o un mal consejo. Querer sacarle el por qué de su visita inesperada sería como darse de cabeza contra un horno en marcha con la puerta abierta. El mago calibraba su cabeza para encontrar una forma de salir de esa cuando el tipo siguió con su exigencia, yendo a por la pelirroja.
La sorpresa se la llevaron todos, no sólo mr Jon Doe: la muchacha empezó a vomitar sangre a mares. Literalmente, a mares. Los zapatos lustrosos del tipo así como su camisa cara y sus pantalones de los domingos se manchó de sangre. En el acto soltó a la muchacha echando el cuerpo para atrás mientras ella seguía con su idea de quedarse sin sangre en las venas. Más tarde John sumaría uno y uno y caería en la cuenta que era imposible que cupiera tanta sangre en un cuerpo, menos en uno tan pequeño como el de esa chica. Eso sería luego, porque lo primero era salir de ahí.
Aprovechó el momento y la distracción para dar de baja temporal a los matones del desconocido. Le dio un puñetazo en la garganta al primero, y éste se llevó las manos al cuello y tosió. Al otro le metió dos dedos de su mano derecha en los ojos y empezó a gritar, quejándose por sus ojos. Cuando era el turno del jefe éste se giró al escuchar a sus dos hombres quejarse, y paró el brazo de John que iba directamente a su cogote. En cambio fue el mago quien recibió el enorme puño del desconocido en su barriga. Hizo que le saliera todo el aire de los pulmones y el inglés notó como su almuerzo y parte de sus vísceras pedían permiso para salir subir por su garganta y salir por su boca. Por suerte se quedaron a medio camino.

- ¡HIJO DE PU-!

El zapato de John visitó repentinamente la entrepierna del tipo, haciendo que le soltara el brazo y se le cortara la respiración. Era un golpe tremendamente bajo, pero adecuado dado la experiencia que tenía el mago en las peleas. Aprovechando que los tres estaban tratando de recuperarse, John agarró a la muchacha y rezó para que dejara de vomitar sangre en lo que corrían por los callejones de la ciudad. Tenían que alejarse y como bien dijo antes, conocía el lugar perfecto para buscar el nombre de la desconocida y, ya puestos, esconderse.

...

El irlandés estaba vacío. Suerte la suya porque no tenía ganas de darle explicaciones al dueño. El pub estaba cerrado pero John tenía una copia de las llaves así que entró, llevando consigo a la pelirroja. Cerró la reja tras de si como si el bar permaneciera cerrado y se dirigió a la puerta que daba al sótano, el cual usaba como almacén personal en Nueva York... o al menos uno de ellos. El arreglo con el dueño había dado sus frutos, pero entrar sin permiso y meter a una desconocida porque si tal vez jodiera el plan entre el irlandés y el inglés.

- Espero que aquí tenga una respuesta, porque viajar al Vaticano no está entre mis planes... - Aún le dolía la barriga del puñetazo de aquel tipo y la cabeza le daba vueltas. Seguramente aquella noche tendría vértigos. Menudo panorama le esperaba.

El sótano era como cabía de esperar: frío, húmedo y polvoriento. Unas escaleras daban acceso de la puerta al suelo de éste. Todas las paredes estaban cubiertas por estanterías con objetos tan raros como extraños, libros y artefactos que seguramente deberían estar en un museo de no ser por contener ocultos poderes o maldiciones. En medio de todo aquello dos mesas con libros abiertos encima. Desde su última visita no le dio tiempo a limpiar. Mejor dicho, no le dio la gana limpiar. "Tengo que contratar a alguien que lo haga. Y luego hacer que no recuerde dónde ha trabajado ni qué ha tocado... Ya recuerdo por qué no baja nadie a limpiar".

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"La magia es engañar al universo y hacerle creer una mentira increíblemente escandalosa"

Smoke on the water...(Constantine)[28 de Febrero del año 2019] 11gruj9

[Tema en pausa]

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