The Killing Moon
Con este ya iban siete cuerpos en el último par de semanas, lo que volvía la situación preocupante no solo para los agentes agolpados en aquel sucio callejón. Las víctimas siempre eran del mismo tipo, jóvenes que volvían ya sea de su lugar de estudio o de sus trabajos. Y el modus operandi también se repetía. Esperar a que alguno de aquellos callejones de Red Hook fueran atravesados o siquiera pasados un poco por afuera por parte de aquellas muchachas, para luego arrastrarlas hacia lo mas tenebroso de las mismas. Allí eran degolladas y su sangre luego substraída, casi como una suerte de ritual vampírico hecho a las apuradas.
- ¿Un puto vampiro aquí en Nueva York? ¿Q-que tan loco sería eso? - Se preguntó uno de los oficiales que acompañaban al ya conocido agente Flint, mismo que ya sea por instinto o por costumbre, mantenía cierta calma y despejado el área alrededor del cuerpo. Para que así él pudiera verlo bien desde su punto de vigilancia a varios pisos por encima. Después de todo, Moon Knight poseía en una sola personalidad de su ser mas experiencia forense que todo el equipo allí presente. Ni se diga cuando ponía a todas a trabajar al unísono.
Le bastó solo un par de minutos de análisis visual y luego poniéndolo en comparación con fotos de los casos previos para confirmar lo teorizado desde ya hace un par de noches atrás. No era este el caso de un vampiro real, ni siquiera el de un buen imitador a uno queriendo desviar la atención a un caso sobrenatural.
<< Simplemente un enfermo mas en esta maldita gran ciudad. >> La voz de Jake Lockley dice lo contundente, como innegable, de aquel caso que tenían entre manos. No podían perder mas tiempo, tenían que moverse antes de que la próxima víctima cayera. Y por la cadencia de muertes cada vez mas constantes, todo apuntaba a que la sed de sangre del asesino estaba a nada de exceder la de una sola víctima por noche. No, Marc Spector sabía que cuando uno de volvía un animal así de violento, siempre se querría mas.
<< No atacará muy lejos...pero tampoco querrá ir tan lejos hacia una zona que desconozca. >> El aporte de Steven Grant fue mucho mas útil para lo que Marc tenía que realizar. Palabras que vinieron acompañadas de los certeros cálculos a los mejores puntos en Red Hookdonde aquel asesino atacaría.
No podría estar en todos lados al mismo tiempo, claro. Pero tenía soluciones para eso a mano entre que se subía hasta el techo mas cercano y luego se montaba en su fiel Angelwing. Surcando la noche neoyorquina, entonces fue clavando en cada manzana de los límites de Red Hook pequeños dispositivos de vigilancia, micrófonos con batería suficiente para durar mas allá del amanecer ya hasta solo un par de horas. Era entonces cuando la noche parecía ser mas profunda, eterna, insoldable como los horrores que por ella moraban.
- Alguno...tiene que darme...algo. - Mascullaba, con una voz ronca de exigencia para que el grito desesperado de ayuda pudiera ser captado lo mas pronto posible, y así con el Angelwing volando a máxima velocidad ir hacia el punto en específico donde se produjo aquel grito de auxilio. Las ansias recorriendo de tal manera el cuerpo del encapuchado, que cuando por fin el grito llegó, una sonrisa leve no pudo evitar asomar por su rostro. Tal vez el costado mas impetuoso de Jake en su interior queriendo salir a flote. Pero no lo dejaría, no al menos hasta llegar allí y encontrarse con la peor situación posible.
De momento se manejaría con la cabeza fría, aún cuando sentía la sangre hervir a medida que en Angelwing cortaba el aire de los cielos nocturnos de Red Hook, como una gigante ave rapaz ya visualizando su presa que en este caso se creía tan osada como para considerarse también un depredador.
- Ya casi... Ya casi. - Salta del planeador cuando pasa por encima del callejón en puntual, valiéndose de su capa para entonces descender hacia aquel oscuro punto del barrio neoyorquino. Con un aterrizaje perfectamente controlado cayendo de cara hacia donde el asesino tenía ya acorralada a la víctima.
- ¡No lo harás! - En menos de un parpadeo, la mano derecha de Moon Knight lanza una cuchilla lunas que vuela rumbo a la diestra ajena. Logrando clavarse en su muñeca lo suficientemente profundo para que entonces aquel desquiciado con máscara de hombre lobo suelte su cuchillo. Le parecía irónico ese detalle, mas teniendo en cuenta su experiencia con un tal Jack Russell mucho mas licántropo que esta escoria en sí. Aunque toda gracia desapareció cuando el bastardo aquel sacó del interior de su chaqueta un arma que el cruzado lunar no se había esperado.
Seguramente la mismas siendo una baza por si se topaba con una presa muy rebelde, pero que ahora era lo único que detenía al puño de Khonshu de caerle encima con su implacable venganza. Quedaba ahora el intentar una vía mucho mas diplomática, y por lo tanto mas delicada en un principio para aquel vigilante que ya había venido dispuesto a repartir mas golpes que palabras.
- Alto... Piénsalo bien... Solo por un segundo... Le disparas a la chica, eso te lleva un segundo... Uno donde ya has visto que puedo ponerte una de mis cuchillas entre ceja y ceja... o algo mucho peor. - No se movía, apenas si tensaba sus músculos entre que hacia negociar al evidentemente nervioso asesino que jamás se creyó poder ser acorralado así.
- Tu decide...un segundo para conseguir una muerte más...o para intentar matarme a mí... o simplemente te rindes. - Tres opciones, ojalá él hubiera tenido tantas cuando Khonshu le resucitó en aquella olvidada tumba entre Egipto y Sudán. Pero no quiso perderse en ese recuerdo, no cuando los nervios de aquel sujeto parecían ya llegar a un punto crítico. Definitivamente haría algo, y por dentro Marc le rezaba a su tan peculiar dios porque fuera lo más lógico.
Bajó finalemente el arma, pasando entonces a sollozar notoriamente destruido por una situación así de alejada a su placer de omnipotencia asesina. Obteniendo de parte de Moon Knight un silencio de solo un par de segundos, donde pudo agradecer por la vida salvada. Pero no por eso no se derramaría sangre esta noche.
- Chico listo. - Una nueva cuchilla luna cruza las distancias entre él y el asesino. Para terminar clavándose la misma en el cuello del mismo. Generando que accione el arma cuyas balas se pierden en el cielo, pero ninguna le atina por fortuna ni a la chica ni a un Moon Knight ya corriendo para intentar alejar a ella del hostil armado. Abrazándola contra su pecho por unos instantes, entre que veía como el tipo se retorcía intentando palpar la luna creciente de resplandeciente filo clavado en su carne gutural.
- No morirás desangrado...hasta dentro de ocho minutos más... Reza porque la ambulancia llegue hasta entonces... Ese ya es mas tiempo del que quisiste darle a ella. - Buscar entonces sacar de allí a la joven aún en profundo shock. Una viajera nocturna a salvo mas, pero no compensaba las que ya habían muerto en la conciencia de Marc. Por eso aún sentía mucho trabajo por hacer.