Two Gwens or not Two Gwens, this is The Question (Gwen Stacy) [7-7-2018]

Llegaba tarde al ensayo, como siempre, pero eso no era novedad. Era una tarde pobre porque Glory no podía ir y nos habíamos puesto de acuerdo para intentar ensayar de todos modos. MJ y Betty ya estaban allí y había tenido que retrasarlo un par de veces por las prácticas en la universidad y por un carterista barato que me había forzado a ponerme el traje. Ya había conseguido apañarme la ropa otra vez,  la diadema volvía a estar en su sitio y los cascos descansaban dentro de mi oreja al ritmo de Ramones.

Llevaba ya unos meses obsesionada con cruzar tres calles antes del local de ensayo para ver a mi nuevo crush Bebía los vientos por ella, era lo último en lo que pensaba antes de dormir y lo primero en lo que pensaba al despertar. El amor de mi vida. Me había imaginado tantas veces con ella, notando sus texturas, haciéndola gritar…

Giré la calle, el neón rojo potente iluminó mi cara a pesar de ser de día y mi corazón empezó a latir más fuerte.

Y ahí estaba, al otro lado del grueso cristal del escaparate.

Perfecta, preciosa, brillante y azul…


Estaba hecha para mí, algo dentro me lo decía. Era un rollo parecido al de Harry Potter, si la varita escoge al mago, los tambores escogen al batera. Y esta no paraba de gritar mi nombre. “Gwen! Sólo te quiero a ti!”. “Gwen! Sólo tú sabes cómo me gusta!”. En cuanto la veía me imaginaba sentada al otro lado, acariciando las membranas y los rebordes, ajustándole las tuercas, engrasando los pedales…

Doble bombo, dos Tom Base, Tom medio uno, dos y tres, caja central y auxiliar, dos hit-hats de distinto diámetro, dos rides y tres crash diferentes… Todo cromado en un precioso azul metálico que degradaba en negro con los platillos en dorado champán… Todo aquello rematado con la etiqueta de un precio donde descansaba la cifra 5,999$

Bufé mientras apoyaba una mano en el cristal. Luego la frente. - Algún día, pequeña…-

Justo en ese momento noté dos toquecitos en el hombro. Sobresaltada y obviamente avergonzada me di la vuelta mientras retiraba los cascos blancos del interior de mis orejas y me giraba. Un zumbado vestido de power ranger mexicano empezó a decirme un montón de mierdas inconexas que era incapaz de descifrar. De entrada, sabía mi nombre, me llamó Gwen..¿tres? - Aaaaaaah….. - Miré las chimichangas. Qué buena pinta, joder - Perdón… nos… ¿Conocemos? - Lentamente fui enrollando los cascos en torno al móvil con la pantalla reventada justo antes de meterlo en el bolsillo del pantalón. Le miré de arriba a abajo, intentando descifrar alguna pista. No me sonaba su voz, no me sonaba el disfraz… pero el caso es que no tuve la sensación de que fuese la primera vez que veía esa indumentaria.

Nota mental: Este tío, sea quien sea, ha dicho que se llama Wade.

Miré por un momento su numerito con el gorro mexicano y el bigote y esperé a que se lo quitase todo.

- ¡TA-DAAAA! - No, de verdad que no- aseguré observándole de arriba a abajo. Antes de poder comentarle nada empezó con una verborrea que no conseguí ubicar sobre las gwens, una muerta, una de no sé qué de una piscina, varias Gwens que tenía en casa… ¿Estamos hablando de mi propio multiverso? Porque si además se parecen a mí como para que este… tío me haya venido directo, creo que es bastante peliagudo.

Cuando se acercó a olerme me incliné en la dirección contraria, pero dio igual.  Luego vino no sé qué de su chico especial (no juzgamos), algo de unas magdalenas, un chacal… Intentar hablar con aquel tío era como navegar en /b. Una palabra no hilaba con la otra. Pero entonces mencionó a Spiderman y volvió a captar mi atención. ¿Spiderman era su chico especial? -Vas… vas muy rápido colega, no te sigo el… ¡wow! ¿A dónde vamos?- Justo antes de poder intentar entender algo, me llevó para dentro.

-Oye, espera, no…- el tipo sacó una placa donde me dio tiempo a leer “Thadeus”. ¿No había dicho que se llamaba Wade?

Antes de poder darme cuenta estaba con las baquetas más caras que jamás había tocado en las manos, sentada frente a la batería que antes contemplaba desde el otro lado.

Me quedé unos segundos en silencio, sopesando la situación. El encargado de la tienda respondió con su mejor sonrisa falsa y le intentó dirigir a unas baterías que sí estaban de demostración. Finalmente desistió y fingió ir detrás del mostrador a buscar las imágenes de seguridad pero en realidad llamó a la policía cuando no le oíamos.

Me quedé más segundos en silencio, calibrando el peso de las baquetas en las manos.

Más segundos.

No sé cuántos segundos.

Muchos segundos.

Intentaba encontrar qué era lo que yo debía decir, pero no tenía ningún hilo del que tirar. Aquel tío, Wade, Thadeus o como se llamase realmente parecía hacer una tirada de dados aleatoria para escoger qué decir  y cuando yo abrí la boca intentando seleccionar lo mejor lo único que conseguí fue - No creo que te pongan el café… - Con un hilo de voz - Es una tienda de música… - Y me giré a la batería.

No era apropiado, yo lo sabía. La voz de mi padre resonaba en mi cabeza respecto a lo que no debía hacer pero… si era completamente honesta conmigo misma… ¿Cuántas oportunidades tendría de tocar algo así en la vida? A ver, el grupo iba bien… pero no tan bien como para poder permitirme alquilar o comprar una batería de seis mil dólares jamás en la vida. Pisé el pedal del doble bombo y sentí cómo se me ponía la piel de gallina. - Uf… - Me mordí el labio esperando a que terminase el escalofrío y me dejé llevar.