WWD: El final del ingenio. (Sasha) [10/04/2019]

El búnker llevaba asentado desde la primera hora de la madrugada de la noche anterior. Nos habíamos visto en la obligación de formalizar el comité de emergencia y mantenerlo en constante movimiento debido a la situación que se había desarrollado en el planeta entero desde el día 4 de Abril. La invasión demoníaca había comenzado en varios puntos estratégicos del globo, casi todos ellos con una relevancia religiosa de calibre universal. El templo dorado, Bohd Gaya, Jerusalén, la Meca, el Vaticano. Este último había supuesto un riesgo añadido para uno de los más formidables miembros del equipo. Lo único que sabíamos es que seguía vivo. Bloodtear* hacía grandes esfuerzos por mantener una línea de comunicación abierta a modo de pequeñas señales o informaciones breves. Utilizaba equipamiento aún activo dentro de la sede Vaticana de la MKL siempre que le era posible, pero no podíamos mantener una comunicación constante sin correr el riesgo de que el enemigo detectara el origen de la señal o su contenido. No debíamos amenazar la seguridad de la institución, que para mi pesar ya peligraba, con una temeridad semejante.

Sentíamos el peso que nos generaba el vacío de cada una de las sillas que nos rodeaban.

Cada ausencia era un absoluto martirio para mí.

Saber que uno de los activos de nuestro equipo que más preparado estaba para una situación de esas proporciones estaba apresado bajo la influencia demoníaca invasora del Vaticano había sido un golpe de lo más duro a la moral.

Bloodtear se trataba de un cenobita. Un alma en pena. Había pasado a través de casi todos los círculos del infierno, con lo cual, disponía de conocimientos de un valor incalculable acerca de todo lo que tenía que ver con los demonios. Una baza que a la hora de confrontar la guerra que amenazaba la humanidad podría suponer la diferencia entre la victoria y la derrota.

Y las circunstancias nos imposibilitaban tener acceso a él.

Me froté los ojos, que me ardían a causa del cansancio y las lágrimas desapercibidas que había derramado en el mas absoluto silencio. La situación sobrepasaba toda expectativa imaginable. Haber previsto cualquier cosa de una escala semejante habría lidiado en un nivel de paranoia intolerable, y sin embargo, ahí estaba el desastre de proporciones bíblicas, haciéndome sentir miserable y estúpida, por no haber hecho más. Por no haber llevado a cabo el cometido que se me había confiado. Por mi falta de capacidad.

Ecumenical se encontraba ingresada de gravedad en una sección habilitada a tal fin en el castillo. El aumento de poder demoníaco desmedido la había dejado al borde de la muerte, aunque no estaba segura de fuese un término aceptable para una musa angelical. Destrucción tal vez habría sido mas próximo. Goldswing tampoco ocupaba su sitio. Había sido puesto bajo vigilancia con los otros en una de las secciones selladas. Nistempty, por otra parte, había acabado encerrada en uno de los sitios más seguros de toda la instalación por pura casualidad. Cuando el demonio que la poseía había perdido el control, la sala del Telar de Tráfalos se había sellado ante la amenaza mágica, y la había contenido en su interior.

Como contraparte, ahora resultaba imposible acceder al artefacto, o mantener sus funciones, de manera que se había desatado un caos entre todos los individuos mágicos que habían hecho de Hohenzollern su hogar. Perdiendo el telar, perdíamos una de nuestras primordiales defensas mágicas.

El silencio comenzó a hacerse denso en la sala, mientras contemplábamos los protocolos de actuación sobre la mesa. El café había dejado de hacernos efecto, y el amanecer nos había alcanzado mientras teorizábamos el escenario ideal para conseguir sobrevivir a esa tragedia. Una propuesta me arañaba la parte posterior de la cabeza desde la media noche. Tenía que tomar una determinación, y debía hacerlo ya.

A pesar de la falta de confianza que arrastraba tras de mi, del miedo paralizante ,no podía permitirme continuar fallando a todos. En mi postura como Dama de Hierro, sólo podía lograrlo, o morir en el intento.

- La situación se ha vuelto desesperada. - no hubo respuesta. - Hemos intentado tomar medidas laxas para contentar a todos nuestros miembros, pero creo que coincidiremos en que en estas circunstancias extremas se trata de un error. Las cosas sólo han empeorado desde el día cero, y no sabemos cuánto mas dispondremos de poder o energía suficiente para contener a los demonios dentro del castillo. No podemos permitir que nuestros protegidos se una a una guerra de la que no serán mas que carne de cañón, por mucho que sus instintos naturales así lo deseen. Esto ya no es una cuestión racial, o de faéresis. Se trata de proteger a todos los que en este momento no están en disposición de hacerlo por sí mismos.

- Solaris...¿Qué es lo que estás proponiendo?- había un leve rastro de temor en la voz de Cassanova.

- Vamos a implementar el Arca.- procuré mantener mi tono de voz todo lo firme posible, pero pude ver en sus reacciones el dolor que les producía la idea. Hubo un suave murmullo general de disgusto, pero no de oposición.

- Crreo que ya hemos hecho lo posible porr evitarrlo. - el rostro del anciano Rostchrek denotaba un cansancio mas allá de lo humano. Sus ojos estaban inyectados en sangre. Se mesó la barba, como solía hacer cuando necesitaba concentrarse. Le resultaba un gesto pacificador de algún modo. - Hay demasiadas crriaturras que se arriesgan a la muerrte, sólo porr perrmanecerr bajo nuetrro techo con ellos. Tenemos que prrocurrarr que su segurridad sea lo prrimerro.

- Sed cautos, amados. - la dulce voz de Hanasaka nos obligó a suavizar nuestros rostros. Sólo ella o su marido eran capaz de tener tal efecto en nosotros. - Nuestras decisiones presentes afectarán por entero a nuestro futuro. Lo que hoy salvará sus vidas no por todos será bien entendido. Lo que protegerá a algunos, herirá a otros. Si todos estamos de acuerdo en esta decisión, habremos de trabajar también en sanar sus cicatrices.

Aquellas palabras removieron mi interior. Mis ojos se humedecieron cubiertos bajo la ilusión que me protegía de mi vulnerabilidad. De mis terribles flaquezas. Fui incapaz de contenerme porque comprendí la tarea a la que nos enfrentábamos. Comprendí lo que Hanasaka quería decir con ello, pues sus cicatrices eran las nuestras. Las de todos los que en algún momento habíamos sido estigmatizados, por el motivo que fuera.

- ¿Es necesario efectuar una votación? - ante la falta de claridad, evalué que era lo oportuno. - Propuesta para iniciar el protocolo Arca. Levantad las manos a favor. - mi mano se levantó sin dilación, junto con otras 10. Dos abstenciones. Cuatro negativas.

- Espero que esto no se trate de un error que no podamos subsanar. - la voz de Goldpeak nos hizo aún mas conscientes de nuestro propio pesar, pero nos estábamos quedando sin alternativas. Todos parecían revueltos en sus sillas, preparados para abandonar la reunión clandestina, que parecía haber alcanzado un fin.

- Quiero realizar una última propuesta.- aquello volvió a llamar la atención de los participantes. - Propongo a Sasha Trigger como candidata para su ingreso en este equipo. - la sala al completo enmudeció. Parecían incrédulos.

- ¿AHORA?- exclamó Autumfall, con genuina sorpresa.

- Ahora. Cualquier persona que tenga la opción de suponer una diferencia potencial debería ser valorada, teniendo en cuenta las actuales circunstancias. Ella procede de la mansión X, está entrenada, tiene capacidades de combate, fue agente de campo. Tiene recursos y cualidades óptimas para superar emergencias, y una capacidad de adaptación digna de mención.

- ¿Con quién vas a asignarla? - preguntó inquieto Whispermoon.

- No querría que la posibilidad de su ingreso os generara ningún tipo de duda. Si a todos os parece razonable valorarla como una posible miembro, durante su proceso de prueba me acompañará a mí. - El murmullo se acrecentó en esta ocasión, y cedí unos momentos para la discusión. Cuando consideré que había pasado un tiempo prudencial, hablé de nuevo. - ¿Es necesario efectuar una votación? - la sala entera respondió con una negativa.

La decisión se había tomado por unanimidad.



A mediodía, después de un breve sueño reparador aunque escaso, emití una notificación que Sasha recibió a través de su busca interno. Algunas de las terminales de Woodrow AH habían sido dañadas, pero las situadas en el resto del castillo que no se había sellado funcionaban con total normalidad. La versión portable del holograma notificó a la mutante de que se la requería para una reunión urgente en mi despacho, a la cual se rogaba confirmación previa para asegurarme de que vendría y esperarla no suponía una pérdida de tiempo.

De manera habitual era un recurso que para mí, escaseaba. En esos momentos era imprescindible.  

Se le notificó que la reunión se celebraría durante el primer turno de comidas de la cafetería. Cuando la mutante se presentó, le ofrecí asiento con un firme gesto de la mano en uno de los dos confortables sofás que había frente al inmenso escritorio. Rodeé la mesa y tomé asiento a mi vez, entrelazando mis dedos enguantados sobre el escritorio y mirando a Sasha, llena de determinación.

- Hace una semana, viniste a cuestionar nuestra metodología de actuación. Te explicamos las circunstancias especiales en las que nos veíamos obligados a trabajar, y creo que dejé clara la postura que la institución debe mantener de cara a poder seguir siendo un buen ejemplo de lo que la cooperación, la integración y el esfuerzo pueden conseguir para todas las razas.- aquel comienzo me llenó la boca de un sabor amargo. - Sin embargo, y como sabes, se ha desatado una invasión demoníaca y eso ha tenido consecuencias para todos nosotros. Nos vamos a ver obligados a adaptar nuestro método de trabajo, si lo que queremos es conseguir proteger esto por lo que tanto hemos luchado. - Mi mirada severa se encontró con la de Sasha. - En su día, te ofreciste a ayudar en cuanto fuera necesario para participar de nuestros ideales, incluso si eso suponía ponerte en peligro. Ahora te pregunto. ¿Sigues dispuesta a asumir ese riesgo? - pregunté, sin miramientos, esperando su contestación.

- Vamos a implementar un protocolo de seguridad, mediante el cual aislaremos a los individuos peligrosos en una zona controlada del castillo. Para hacerlo, necesitamos localizarlos, neutralizarlos, y transportarlos a las instalaciones pensadas para tal fin. - expliqué el protocolo Arca, en su versión mas básica. - Tu tienes experiencia en rescates. ¿Puedes ayudarnos a llevarlo a cabo?


[NOTA*: Puedes aprender más sobre Bloodtear y el resto del equipo en el apartado de ambientación, equipo y recursos. Lo encontrarás en su correspondiente sección de Spoiler.]

A pesar de que Sieglinde siempre hablaba de que la Mansión X y la situación con Estados Unidos era mucho más progresista, era difícil de imaginar teniendo en cuenta las palizas, el constante rechazo, los abusos y todas las dificultades por las que tiene que atravesar allí la comunidad mutante. Desde cosas directamente violentas a gestos más sutiles como rechazarle una hipoteca a un hombre con alas y una cola. Sin embargo lo sucedido hace nueve días en la MKL había sido para Sasha un golpe de realidad. Había atravesado un cristal de frustración tan frío, tan omnipotente, que sólo podía luchar por entenderlo. A raíz de la invasión Badoon cuestionó a Sieglinde, no a ella directamente sino a la inmovilización de nadie en la MKL para intentar ayudar.

Su entreno con el simulador le hizo ver que efectivamente Estados Unidos era el paraíso en comparación a lo que se vivía en cualquier ciudad de Europa. Aún y con todo algo debían poder hacer. Estaba claro que simplemente reprimirse y encerrarse no iba a mejorar la situación de los seres extraordinarios de la escuela, y después de haber tenido una charla con Sieglinde sobre ello, lo único que le quedaba a Sasha en la garganta era la tensión de haberla cuestionado. Ella era extremadamente educada y no había mostrado pista alguna que indicase que estuviese dolida o molesta, de hecho no había mostrado mucha emoción… Poco a poco en la cabeza de la mestiza encajaba cada vez mejor el nombre “la dama de hierro”.

Por eso, los nueve día que pasaron desde la reunión con ella, hasta que fue llamada por la directora se le hicieron eternos. Algo dentro le decía que la había cagado una y otra vez. Una voz no paraba de repetirle que debió haberse callado, que debía haber contenido su humor para poder seguir garantizándole a Elsa y a ella misma ese hogar tan maravilloso. Tal vez fuese sólo ansiedad… Pero seguramente no.

El busca pitó y vibró y cuando Sasha leyó el código de Sieglinde notó cómo se le secaba la boca. Pulsó el botón y lo volvió a meter en su bolsillo trasero del vaquero. Woodrow apareció frente a ella informando de la reunión urgente- Sí, en seguida voy para allá…- dijo confirmando la asistencia mientras maldecía su existencia.

Allí estaba puerta del despacho de Sieglinde. Levantó la mano para llamar. Tragó saliva, permaneció unos segundos disfrutando de lo que pensó que serían sus últimos minutos allí, y llamó para entrar. Obediente tomó asiento donde la alemana le indicó. Justo iba a abrir la boca para disculparse pero la directora arrancó primero. - Hace una semana, viniste a cuestionar nuestra metodología de actuación. Te explicamos las circunstancias especiales en las que nos veíamos obligados a trabajar, y creo que dejé clara la postura que la institución debe mantener de cara a poder seguir siendo un buen ejemplo de lo que la cooperación, la integración y el esfuerzo pueden conseguir para todas las razas.- Joder, lo sabía, lo sabía lo sabía lo sabía.

Quería hablar, abrir la boca, pedir perdón, decir que había cometido un terrible error… pero antes de poder intentarlo, ella continuó.

Su sensación era similar a la de una niña pequeña cuya hermana mayor regañaba por una inconsciencia. A fin de cuentas tenía toda la razón, ella no conocía nada, ni siquiera era consciente de la temeridad que había sido la experiencia con Aidan en Francia. Agachó la cabeza, tratando de no parecer cobarde. Encontró un término medio entre los ojos azules de la alemana y el suelo, se fijó en sus manos. Gesticulaba completamente calmada pero ella no podía evitar sentirse como un cordero de camino al matadero. Y era todo por su culpa. -¿Sigues dispuesta a asumir ese riesgo?-

Levantó la cabeza automáticamente, buscando su mirada, con la boca entreabierta.

¿Le acababa de pedir… lo que le acababa de pedir?

- S…sí, sí sí, claro- tragó la poca saliva que tenía en la boca y sus hombros se relajaron. Toda su postura era mucho más tranquila. Ni en el mejor de los casos imaginables aquella conversación terminaba así en su cabeza.

Escuchó el plan con detenimiento mientras notaba cómo el corazón le volvía a latir. Era complicado, arriesgado y…eran…demonios. Su presencia en la MKL le había ayudado a comprender a esas criaturas, pero el trauma se seguía reflejando en el interior de sus párpados cada vez que pasaba cerca de alguno. Pero aquello… aquello era la gallina de los huevos de oro. Dejarlo pasar era una completa locura.

- Bien… es un plan de contención y traslado entonces.- El holograma se hizo visible en el despacho y separó varias pantallas holográficas de las cámaras de seguridad de la zona en cuarentena de las criaturas demoníacas. Se podía ver cómo algunos descansaban tranquilos, casi preocupados. Otros estaban en completo frenesí, golpeaban las puertas, las paredes, incluso a sí mismos. Muchos habían cambiado de forma, de poderes… Y otros parece que ni siquiera eran conscientes de sí mismos. La situación era crítica a pesar de estar controlada temporalmente. -¿Cuántos hay que trasladar? ¿Con quién podemos contar para ello?- había que ponerse en marcha. Sieglinde le había dado una oportunidad y no estaba dispuesta a desperdiciarla.

Pude percibir la turbación de Sasha. A menudo me preguntaba si traerla a la MKL había sido la decisión correcta teniendo en cuenta sus circunstancias especiales. Eran demasiados los factores para haber valorado por completo la perspectiva real de los acontecimientos que les habían llevado hasta ese punto. Uno de los motivos de su traslado había sido, sin lugar a dudas, la intención de alejar a Elsa de la amenaza que suponía el haber recibido una carta de uno de los psicópatas genocidas mas famosos de Estados Unidos. Otro, el poder familiarizar a Sasha con su redescubierta naturaleza. Para conseguirlo, había tenido que adentrarse en un lugar que era por completo ajeno para ella, tanto en idioma, como en costumbres, políticas, protocolo e incluso comportamiento social. Conocerse le había exigido un sobre esfuerzo de adaptación extra que habría resultado demoledor en el terreno físico, mental y emocional. Desde habituarse al Jet Lag, hasta aprender todo lo necesario para vivir en la MKL, por no mencionar dejar atrás a sus amigos, su país natal e incluso su negocio.

Y sin embargo, no mostró sombra alguna de duda cuando le planteé la opción de su participación. Sin vacilación. Sin miedo aparente. Se enfrentaría a los Demonios, a pesar de que para ella ese hecho comprendía un Handicap absoluto.

Dispuesta a dar el primer paso en cuanto la voz de la necesidad gritara con urgencia la palabra: "¿Voluntarios?".

Woodrow AH proyectó entonces a través del espacio abierto del despacho diferentes secciones del castillo que contenían cámaras de vigilancia o seguridad. Algunas de ellas aparecían como un marco en negro. Tal vez por daños, o bloqueos. Fuera como fuera, había zonas imposibles de visibilizar. Descartamos todas de inmediato, para poder centrarnos en las que sí disponíamos.

- Por el momento, no me preocupan aquellos que no suponen un peligro para otros o para sí mismos. Que esos queden contenidos en las zonas del castillo en las que están ahora mismo no supone ninguna amenaza. La prioridad para aplicar el protocolo debería centrarse en quienes por sus transformaciones puedan llegar a efectuar daños graves, tanto humanos como materiales. Hay unos cuantos individuos concretos que podrían llegar a dar problemas, por ejemplo Matmónzera, pero para ser sincera mi principal preocupación es localizar y retener a Serminngua. Es la guardiana del Telar de Tráfalos. Si ella se descontrola, no sé de lo que podría ser capaz. - un atisbo de tensión se vertió en aquellas palabras. Tal vez porque estaba respaldado por una verdadera inquietud.

Tras la proposición de Sasha para convertirse en miembro del equipo y la votación de activación del protocolo, haber pospuesto la elección de los voluntarios habría resultado una pérdida de tiempo. Había procurado cerrar la selección antes de salir del búnker. La cuestión era agilizar el proceso, tanto por nosotros como por todas las criaturas que nos arriesgaríamos a rescatar. Así que cuando preguntó quién estaba disponible, yo ya tenía la respuesta.

- He hablado con todo el personal disponible, y he conseguido unos cuantos voluntarios que aceptarán ayudar en lo que puedan, además de mí y ahora también de tí. - saqué el dispositivo de Woodrow de mi bolsillo, buscando la lista. Lancé los que había marcado para que sus fichas oficiales de registro del personal de la escuela se proyectaran frente a la mutante que debía asumir el mando de la operación. - Lorenzo, Omar, Bertram, Zane, Saqr, Tzen, Tzeni y Cordelia, la presidenta estudiantil. - tuve que dejar escapar un tono preocupado al mentar a la última, por un tema de coherencia.

La realidad es que Cordelia era el único miembro del alumnado que había sido incluído en las actividades del equipo y se trataba de un caso por completo excepcional. No sólo había demostrado ser merecedora por completo del lugar que ocupaba entre nuestras filas, si no que además a causa de su procedencia desconocida contaba como refugiada y su situación oficial aún estaba siendo determinada. Por el momento, estaba bajo responsabilidad y custodia de la MKL, pero en el terreno legal, fuera de toda legislación hasta que se regulara su ciudadanía. La ilegalidad de su situación había pasado ya por varios pleitos, en los que lo único que se hacía era posponer un resultado claro.

Cosa que, por el momento, nos beneficiaba a todos.

- En sus fichas hay un pequeño resumen de su catalogación y habilidades. ¿Qué mas puedo proporcionarte para que tu trabajo resulte más fácil? - preguté pretendiendo demostrar que tenía la misma capacidad para dirigir que para seguir, aunque la realidad era que no era cierto. Una vez asumido el liderazgo, resulta complicado delegar, pero era necesario no sólo para cumplir nuestros objetivos, si no también para que Sasha tuviera la oportunidad de mostrar el verdadero potencial de un miembro de la Patrulla X, y ganarse así por sus propios méritos su propio apodo en el Búnker.

La americana tuvo muchas impresiones según le presentó al equipo con el que contaba. Leyó las fichas a toda velocidad mientras Sieglinde le explicaba la situación. La mente de la mutante se puso en marcha de cero a cien. Lorenzo y Omar eran ya conocidos para ella y sabía que sus habilidades en esta circunstancia serían terriblemente útiles. Luego vino Bertram, aunque no le conocía mucho sabía que era un experto en lo suyo, se alivió al escuchar su nombre. Después vino Zane, apenas se lo había cruzado un par de veces pero parecía que todo le resbalaba, y siempre estaba fumando. Cuando leyó sus poderes asintió con la cabeza. Si podía controlar la descomposición mientras mantuviese contacto con ellos sería su arma secreta. Descomponer a un demonio al tacto podía ser útil, mucho más si luego revertía los efectos. Cuando escuchó el nombre del pájaro alzó las cejas. ¿El bibliotecario? La curiosidad le hizo leer aún más rápido. Sonrió ampliamente al terminar su información, tenía un papel clave.

Contaba con la ventaja de la presión que le suponía no poder fallar. No después de haberles cuestionado. No sólo se sentía agradecida con la oportunidad, tenía la sensación de que le había tocado la lotería. Y estaba dispuesta a darlo todo por demostrar que podía ayudar. Las opciones viajaban, se quedaban y se descartaban como un solitario con naipes, tratando de purgar lo más rápido posible las ideas inútiles o con peor eficacia, quedándose las ideas que parecían más coherentes. -Sí, necesito saber si contamos con algún elemento especial que pueda ayudarnos, alguna sala de contención especial, algún ritual, amuleto o totem que los contenga…- se dio cuenta de que estaba perdiendo el tiempo cuando tenían a otros expertos -No. Mejor facilítame un canal abierto de comunicación con todo el equipo, pero el micrófono de Lorenzo y Bertram que no se apague, si tienen algo importante de lo que informarnos no podemos perder tiempo. - Le había dado una orden a Sieglinde. Cuando se dio cuenta se paralizó un segundo. Luego se dio cuenta de que eso era justo lo que le había pedido. No había tiempo para culpas ni correcciones.

Sabiendo que apenas llevaba en la MKL menos de un mes, pensar que su plan era el mejor posible no sólo era pecar de soberbia sino también de estupidez, así que sabiendo que la alemana le podría sacar más potencial al plan, le hizo la lectura esperando consejos, pegas y anotaciones extra.

- Habría que dar aviso de toque de queda, que los alumnos y el personal que no esté disponible guarde cuarentena en sus habitaciones. Creo que lo más sensato sería dejar a Omar como escolta de apoyo. Si algo sale mal, si alguien sale herido…le necesitaremos. Zane debería quedarse el rol de escolta de riesgo o de agente de emergencia. Si es capaz de descomponer parte del cuerpo de alguno de los alumnos, las piernas por ejemplo para ralentizar a algún descontrolado, o si entran en frenesí descomponerlos para trasladarles con mayor facilidad a un sitio seguro, podría ser la mejor de nuestras opciones. Pero creo que debería ser la última baza. Entiendo que Serminngua utiliza la magia y por ello es la guardiana del telar, si las plumas de Saqr repelen la magia como dice su ficha, debe encargarse de ella, es lo más obvio. Además su inteligencia es el motivo perfecto para darle a él un caso tan delicado. - Se detuvo para tragar saliva - Tzen y Tzeni son más antiguos que los propios demonios y son portadores de sabiduría, cuando les explique el plan seguro que tienen algo que decir para mejorarlo. Se lo comentaré desde el comunicador para no perder tiempo, antes de que nos juntemos. Son los más versátiles, creo que deben ir rotando posiciones, estando como apoyo allí donde más se les necesite. Su canal de voz también debería estar abierto permanentemente, por si pueden enseñarnos algo de última hora - Pensó en la presidenta estudiantil por último. Sería una locura dejar que fuese sola, por muy buena que sea. - ¿Sus cambios de estado no tienen que ver con su temperatura, ¿verdad? Si ella se manifiesta en estado gaseoso y yo pudiese enfriarla al momento tal vez pueda someter a varios demonios a la vez a un estado de letargo o de calma instantáneo y duradero, al menos los minutos necesarios para trasadarles . - Respiró hondo - ¿Crees que con tus ilusiones puedes apaciguar a los descontrolados usando piezas de su pasado que conozcas? - Suspiró de nuevo -  Da el aviso a los demás, facilítanos el comunicador a todos y dame una lista del orden de prioridad en cuanto a los demonios, del más importante y complicado al más sencillo - Había que estar frescos para la primera parte o el cansancio de los traslados nos jugaría mala pasada. Se preparó para salir en cuanto la rubia estuviese lista, sostuvo el pomo de la puerta del despacho entre sus dedos - Y lo más inteligente sería ir uno por uno, evitar que el frenesí de los demonios despierten el de los otros. Divide y vencerás…-

Podía contemplar en Sasha un cambio sutil, muy alejado del conjunto de expresiones que solía reflejar de manera habitual. Es increíble lo mucho que es capaz de variar el lenguaje corporal y lo perceptible que es cuando tienes tantas interacciones con personas que están formadas para soportar situaciones de peligro, tensión o estrés. En el caso de la híbrida, cuya bajada de peso no me había pasado desapercibida desde su llegada pues estaba pasando algunas dificultades para comer, su cuerpo parecía más firme. Todos los movimientos que efectuaba eran precisos y se ejecutaban con rapidez. Podía ver en su rostro una expresión de concentración, mientras sus ojos se movían sin parar de las carpetas a los videos, de los archivos a algún lugar irrelevante de la habitación. Una pausa de los estímulos que su cerebro estaba utilizando para recabar y almacenar a toda velocidad la información que le estaba ofreciendo.

Sólo había visto a Sasha así en una ocasión anterior y me había dejado una profunda impresión. Durante su introducción a las dinámicas de combate europeas a través de la situación de invasión badoon llevadas a cabo por Bonka 03 en el simulador. En ese momento, me había percatado de que la suavidad con la que estabamos tratando de ayudar a la adaptación de nuestra invitada no era la adecuada para ella. Con cada uno de nuestros encuentros, mis espectactivas sobre ella, así como mis impresiones cambiaban para aproximarme más a comprenderla como individuo. Había demostrado con sus inquietudes que tenía un firme sentido del deber. De lo que era correcto. De lo que la moral le impelía a hacer. Su espíritu era fuerte y sus convicciones la dominaban, a veces, en exceso. Algo en lo que confiaba, sería capaz de ayudarla a templarse con el tiempo.

La firmeza con que atajó la problemática que ella misma había planteado me dejó claro que una vez se le otorgara el mando, ejercería ese privilegio sin pararse a pensar en las posibles consecuencias indeseables de cosas como el decoro, la educación o el sentimentalismo.

- De acuerdo. - asentí con la cabeza, sin poder evitar sentirme un poco extraña por aceptar ese nuevo papel en el desarrollo de algo tan relevante para la institución. - Podemos utilizar los micrófonos que solemos usar para las charlas. Llevan un pequeño auricular incorporado, son portátiles, y salvo que nos alejemos más de cinco kilómetros, deberíamos poder escucharnos si permanecemos dentro de la misma señal. Si queda alguna estación de Woodrow AH en la zona, también podríamos enlazarlo a nuestro canal. Pero que todos llevemos el busca sería lo ideal.

Escuché con atención el plan que había propuesto. Había llevado a cabo un análisis rápido y certero de las circunstancias, de las variables a contemplar, de las capacidades de su improvisado equipo y también tomado decisiones en función de explotarlas de la manera más efectiva dentro de lo razonable. La aproximación que había hecho era diferente de la mía propia, pero no era desacertada. Había que tomar en consideración que el conocimiento que tenía de mis compañeros era mucho mas limitado, pues yo ya tenía la experiencia de mi parte, además de otros conocimientos que iban mas allá de lo que Sasha podía haber leído en las carpetas con sus respectivas fichas personales.

Nada de eso impedía que el plan se llevase a cabo y en ningún caso hacía peligrar a nadie más del propio riesgo que entrañaba la misión a la que estábamos a punto de enfrentarnos.

- La idea de combinar tus poderes con los de Cordelia es demasiado compleja. Su cuerpo no produce sensaciones térmicas al varias sus estados, pero las temperaturas sí le influyen a la hora de llevarlos a cabo. Con el calor, tiene dificultades para solidificarse, lo contrario que con el frío, que le impide adquirir forma líquida o vapor. Sí puede servir como método para paralizar a varios a la vez, pero para que mantuviera sus facultades, deberías ser capaz de revertir al cien por cien las temperaturas de una manera controlada. ¿Te ves capaz de hacer algo así? - ya me habían informado de que uno de los principales problemas con el poder de Sasha es que maniobraba mejor en los extremos que en las temperaturas medias. Algo que esperaba que el entrenamiento y los medios de que disponíamos ayudaran a mejorar. Ahora que sabíamos que el hielo tenía un origen mágico podía aprender a controlarlo con otros métodos. Aunque así fuera, por el momento, no estaba segura de depositar mi confianza en ese factor de riesgo. - Lo que sí sería posible es que paralice a varios a la vez, cambiando su estado de líquido a sólido, y tu les enfriaras uno por uno. Resultaría más tedioso y necesitaría de más tiempo, pero reduciría el riesgo de inutilizar a uno de nuestros voluntarios. El frío suele ser un buen factor tranquilizante en la mayoría de los miembros de la especie demoníaca.- le sugerí como alternativa. - Puedo intentarlo. También he estudiado algo de Demonología y tengo conocimiento de las apariencias de algunas de las figuras de autoridad dentro de los círculos demoníacos. Tal vez pueda conseguir una distracción momentánea lo bastante confiable como para daros algo de tiempo. - carraspeé, incómoda por lo que suponía explicar lo siguiente, pero sabiendo que sería necesario para darle un poco más de ventaja táctica a Sasha. - Respecto a mi capacidad, quiero que sepas que en su día, estudié en una escuela militar. Aunque no lo parezca, aún soy capaz de defenderme y disparar. Creo que podría intentar conseguir un arma con dardos tranquilizantes, de las que tenemos para emergencias.- con ello, no sólo me daba más margen de éxito a mí, si no que la dotaba a ella de más medios de los que tal vez, creía que poseíamos. - Me pondré a trabajar en la lista de inmediato. - cogí mi PDA, sacándola del estuche y escribiendo las prioridades con rapidez. - Una última sugerencia, Tzen y Tzeni son pacifistas. No lucharán para defenderse, pero sí en defensa de aquellos que les importan. Tal vez sería inteligente que ellos dos fueran juntos, o con alguno de nosotros. Así su instinto de protección jugará en nuestro favor. - la intención de Sasha era inutilizarlos de manera individual, pero sin perder de vista que todos debíamos permanecer conectados.

Ultimamos los preparativos, y pocos minutos después, Woodrow AH llevó a cabo el siguiente anuncio a través de la megafonía de la escuela. Al menos, de la que aún estaba intacta.

- Este es un mensaje para todos los miembros de la "Metahuman Kraft Ligue". Se ha declarado toque de queda. Repito. Se ha declarado el toque de queda. Todos los alumnos y profesores deben ir a sus cuartos o en su defecto, a los espacios de seguridad asignados. Aquellos profesores y trabajadores encargados de la guardia, diríjanse a la sala de actos principal para el reparto de asignaciones. Los voluntarios, diríjanse a la entrada principal. Repito. Los voluntarios, diríjanse a la entrada principal.

Mientras todos avanzaban en el pasillo en contradirección a la mayoría, los miembros del equipo de espionaje tenían en la cabeza una realidad con la que no estaban del todo cómodos, pero a la que estaban habituados. Cada uno de ellos había pasado por una prueba similar antes de formar parte del "Búnquer". Eso no lo hacía más sencillo a la hora de acatar las decisiones. Todos tenían autonomía suficiente para saltarse la cadena de mando por supervivencia, así como de priorizar las órdendes de Solaris sobre las de Sasha si se daba una situación extrema. Quizá era la vez en las que consideraran mas probable que algo así podía llegar a suceder. La prueba de la híbrida resultaría una de las más duras por las circunstancias.

No hablaban de un cártel de la droga, ni de una pequeña célula terrorista. Eran sus propios compañeros a quienes iban a enfrentarse. Para mí, suponía una ventaja. Sasha, por mal que me pesara, no tenía la relación que ninguno de nosotros tenía con el resto de miembros. Con toda probabilidad, sus juicios serían mucho más objetivos que los nuestros, con menos esfuerzo. Esa idea me tranquilizó un poco, pero no cambiaba el hecho de que sentía el homrigueo en cada uno de mis músculos.

Una sensación que ardía con suavidad, ganando fuerza a medida que recortaba mi distancia con la entrada principal. Íbamos a ponernos en peligro. Todos nosotros. Me recordaba con vehemencia eso, porque en el momento en que pasáramos a la acción, todos nos consideraríamos meras herramientas. Variables matemáticas. Piezas en un tablero. La única diferencia con el ajedrez, es que no permitiríamos que nadie fuese eliminado en el proceso. Cuando llegué, tendí a Sasha una hoja en la que aparecían una veintena de nombres ordenados.

Serminngua era el primero. Matmónzera el tercero. Sólo había otra criatura que me preocupaba más que él, pero no estaba segura de que hubiera despertado. Puede que incluso se hubiera marchado. Ahora que el Telar de Tráfalos no estaba siendo controlado, era posible que mostrata fallos en la contención. Algo que sin duda, cualquiera de los dos expertos presentes traerían a la palestra de inmediato, en cuanto Sasha aclarara las últimas dudas, antes de ponernos en marcha a todos.

Sentí el corazón palpitando en mis oídos. Las siluetas de mis compañeros, apareciendo de uno en uno. Con cada uno de ellos, percibí la pesada carga de mi propio cuerpo. La situación se hizo real en un instante, en cuanto el último de nosotros se detuvo en el círculo.

Hoy no protegíamos el mundo... si no el hogar.

Sieglinde atajó la situación con un “De acuerdo” que hizo que algo dentro del corazón de la mutante se encogiera. Tal vez fuese simple incomodidad pero sumada a la sensación de impertinente que la pastelera cargaba sobre sus hombros desde la llegada a la MKL, se sintió como si algo estuviese especialmente incorrecto en todo aquello. La voz de la alemana siempre era tan precisa y constante que incluso escuchar que acataba una orden hacía que algo pareciese fuera de lugar. Mucho más si era ella quien la daba. A fin de cuentas, para la mayoría de ellos, aún era una desconocida.

Cuando mencionó a Woodrow a Sasha se le iluminó una bombilla de última hora - No sé si es posible, pero tal vez sería bueno que Woodrow registrase el traslado. De ver esas imágenes o de releer un acta podríamos obtener información útil que se nos pueda pasar por alto por estar metidos en la acción. Por si un incidente similar volviese a ocurrir… -

La rubia puntualizó algo sobre la operativa con Cordelia. El único problema era que debía ser capaz de hacerla cambiar de estado. Al principio sus poderes no habían sido cosa fácil, ya que lo que suponía mayor facilidad era el cambio entre estados. Para su suerte la mansión le había enseñado a modular la temperatura hasta haberla convertido en un termómetro humano y ser capaz de saber a qué grados estaba un objeto con sólo tocarlo. Lo de Cordelia no debía ser mucho más complicado, además no tenía en mente que precisamente el miembro más joven corriese algún riesgo. Lo único que necesitaría sería un momento de tranquilidad para poder concentrarse, y había establecido 3 miembros sólo de apoyo. No debía ser demasiado duro. Pero comprendió que la directora propusiera una alternativa. De hecho, era una bastante mejor que su idea principal. - Perfecto, no es problema, sólo necesito tocarlos. -

Habiendo solucionado esa parte, la morena se centró en el mensaje de Sieglinde. Reconoció para sí misma que la demonología y el satanismo no era algo que hubiese pensado que descansase sobre la estantería de la alemana. Pero dada la situación y por lo poco que la conocía, seguramente el estallido mundial de demonios la hubiese hecho quedarse en vela durante varias noches recopilando la información para estar preparada. Esa mujer siempre parecía ir un paso por delante.

Sorprendida, pero no demasiado, asintió ante la información. Súbitamente la estricta y burocrática directora había adquirido un nuevo perfil para ella. Sabía defenderse, podía disparar y tenía muchos más recursos. Eso tranquilizó el corazón de Sasha de cara a la misión. - Que Tzen y Tzeni vayan juntos entonces, haremos un equipo de dos y uno de uno. - Tras ese cambio de circunstancia, se alegró de haber cambiado el plan de Cordelia original. Algo dentro de ella sentía que Sieglinde ya lo había planeado todo en conjunto antes de hablar.

Poco después ya estaba todo dispuesto y Woodrow difundía el mensaje por cada rincón de la escuela. Escuchó la palabra “voluntarios” y un flashback de su encuentro con Bonka y la rubia se proyectó en los párpados de Sasha. Cuando ella habló de poder contar con fuerzas voluntarias para este tipo de cosas. No se atrevería a decir que la idea fuera suya ni mucho menos. Pero que el último recuerdo sobre eso fuese un debate incierto y poco probable y pudiese verse ahora rodeada de un equipo dispuesto a defender lo que más le importa le envió desde el centro de su corazón al resto de su cuerpo una sensación que no sentía desde que entró a la patrulla por primera vez.

Los pasos de la mutante eran ligeros. Se había puesto su traje de la mansión para poder usar sus poderes con total libertad, pero había retirado los complementos y accesorios innecesarios, así como el logo de la patrulla, ya que no operaba como tal. Llegó de las primeras. Le había dado tiempo de repetir el plan en su cabeza mil veces buscando huecos, fallas y quiebros. Construir planes nunca había sido su fuerza en Estados Unidos pero confiaba en el respaldo que le había dado todo el equipo. La MKL había sido su hogar durante muy poco tiempo y entre esos muros había seres que no tenían a donde ir. Ellos perdían más si perdíamos todos.

Una vez estuvimos juntos aclaramos un par de puntos, entre ellos el orden inmediato. - Lo más lógico sería que los voluntarios cubriesen los traslados de bajo riesgo. Tzen y Tzeni podrían ir como apoyo, que permanezcan atentos por si su apoyo es necesario en los otros traslados principales. Si un demonio se resiste o despierta durante el traslado, creo que podrán advertirles y advertirnos rápido. Omar debería hacer ronda de apoyo en la zona central del traslado. Si se le necesita al final del trayecto o al inicio podrá aparecer rápido. Que cada uno vaya a su zona correspondiente. No me parece cauto hacer de forma simultanea el traslado de todos los más descontrolados a la vez, iremos acorde a la lista dejando lo más sencillo para el final. - Cuando estemos más cansados. -