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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
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Ficha de Personaje Alias: Deadpool Nombre real: Wade Winston Wilson Universo: Marvel
Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 19th Abril 2017, 20:13
Haciendo gala de mi buena suerte, acabo convirtiéndome en algo así como un Jonás del evolucionismo; pues, en lugar de ser engullido por una gigantesca ballena, lo soy por una criatura jurásica de aspecto colosal.
- ¡Oh, papá! ¿Estás ahí, papa? - pregunto en voz alta a medida que caigo por un profundo túnel de oscuridad que deduzco se trata de la garganta de la propia bestia
Así, tras unos interminables segundos de caída, mis pies tocan el mucoso y asqueroso interior del animal.
- Joder, pinocho al menos tenía un barco - comento, molesto, mientras camino por el lugar en busca de una manera de salir - Y un bicho que hablaba
Entre queja y queja, continúo mi camino hasta toparme con un lugar cuanto menos interesante; el costillar. Y es que, con suerte, podría arrancar un trozo de su desmesurada estructura osea y usarla para perforar su carne desde dentro.
- Si Dios hizo a Eva de la costilla de Adán, a saber que podría conseguir con esto
Con determinación, me sujeto de la punta de una de estas y tiro con todas fuerzas; logrando, gracias a mis habilidades sobrehumanas, partir un trozo de considerable envergadura. Provocando un posterior temblor por todo el lugar; como si de un terremoto se tratasa.
- ¿Eso te ha dolido? - pregunto, en voz alta, como si el animal pudiera oírme - ¡Pues espera a ver cuando te la clave entera!
Acto seguido, clavo la parte rota y filosa del hueso en las paredes internas del estómago; provocando otra sacudida. Continúo insistiendo hasta que un líquido comienza a invadir el interior de este.
A juzgar por el color, parece tratarse de agua; probablemente del lago.
OFF: Siento la tardanza, gente. Por cierto, aunque nuestro narrador lo haya olvidado, aún estoy desarmado XD Así que en lugar de una espada, he usado una costilla. Mucho más poético
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 20th Abril 2017, 13:26
El rayo de Loki y la acción de Ghost Rider habían inmovilizado al animal. lo que creaba una abertura para que ella pudiera sumergirse y usar a Colmillo de Dragón para rajar el vientre de aquella bestia en pos de rescatar a Deadpool. sin embargo, no pudo efectuar su acción. Sintió cómo algo se enganchaba en su pierna y la arrastraba hacia el fondo del lago. Una inmensa ostra había apresado su tobillo.
Al estar bajo el agua no podía maniobrar con su espada de la misma manera que lo hacía en la tierra. El agua tiene una mayor densidad que el aire y por ello, los movimientos en el medio acuoso son las difíciles de efectuar. Se consume mucha más energía para realizar un movimiento dentro del agua que en el medio terrestre. Además, las fuerzas que interactúan en dicho elemento son muy diferentes a las que imperan en la superficie terrestre.
Debido a esta serie de circunstancias, era mucho más difícil y complicado lanzar una ataque con su espada. Tenía un alto porcentaje de asestar un golpe errado al ser que apresaba su pierna. La valquiria decidió que para librarse de aquella ostra del pleistoceno, lo mejor era hacer gala de sus otras virtudes raciales. La rubia se acuclilló y posó sus manos una en cada extremo de la gigante almeja. Haciendo uso de su tremenda fuerza, con la cual podía levantar hasta cuarenta y cinco toneladas, forzó la concha hasta abrirla. Liberó su pie. Pero no se conformó solo con eso. Obligó a aquel ser a pegarse sobre sí mismo.
Una vez libre y viendo que el charlatán había salido de su prisión de carne, nadó rauda hasta la orilla. Se abrió paso entre las vísceras y la sangre que estaban esparcidas por el lago gracias a la acción de aquel bocazas vestido de negro y rojo. Tenía el tobillo ligeramente a dolorido y eso la impedía avanzar tan rápido como hubiera querido. Salió del agua desaliñada, mojada e iracunda. Los asgardianos no eran una raza conocida por su infinita paciencia. Ese hecho se mostraba ahora en el ceño fruncido de la Brunilda. Su cara mostraba un estado de absoluta indignación y rabia. Tenían que matar al responsable de toda deplorable situación cuanto antes. los ataques de aquellas bestias no habían sido casuales. Ese vil hechicero que nombraron los demás como responsable de este indómito mundo les estaba lanzando un ofensiva para impedirles avanzar. Era la más viva encarnación de la furia y sabía que tenía que controlarse.
Cerró los ojos un momento para controlarse. Cuando los volvió a abrir, vio como el grupo que había llegado en primer lugar a tierra firme estaba reduciendo a un grupo de trogloditas, que les había atacado. Bufo tremendamente hastiada. Se iba a cobrar una a una todas esas penurias. Ella era una guerrera y encaraba al enemigo de frente. Por eso, la actitud de Arión de ponerles dificultades para frenar se camino en vez de dar la cara, le parecía de cobardes y la enfadaba en lo más profundo de su ser.
A ella no le importaba mucho estar como una zarrapastrosa, con toda su dignidad y honorabilidad, cual si fuera una imperial y majestuosa reina, pasó entre los cadáveres. Imploró a sus superiores silenciosamente por sus almas. Las cuales podía ver angustiadas y desamparadas pero al no poder usar por completo sus poderes no podía auxiliar. Comprobó que aquella versión joven del hechicero se encontrase con vida.
Brunilda se preguntaba dónde diablos estaban las personas de ese grupo que en nivel de desconfianza batían todos los records. Miró al suelo y pudo distinguir dos grupos de pisadas. Unas que eran de un grupo numeroso y otras que eran las de la hechicera y el Jothum. Miró al resto de sus compañeros. Podían ir tras aquel rastro o podían esperar su regreso. A ella el combo de dos magos y un gigante del hielo no le hacía mucha gracia. Por si estaban urdiendo una confraternización con el enemigo.
Sin pensar mucho en lo que iba a hacer el resto del grupo, siguió el rastro. Conducía a una gruta sospechosa. Al entrar pudo ver al mago descamisado, un montón de cadáveres de trogloditas y a la muchacha y el jothum con un gesto de impresión. Dirigió su mirada hacia lo que ambos observaban tan intensamente. Miraban unas estatuas que no daban muy buenas vibraciones. No era muy ducha en magia ni en corrientes místicas pero podía percibir que había algo extraño en ellas. A ella no le sonaban lo más mínimo. Tocó la estatua de la fémina y pudo notar que emanaba en lo más profundo de su ser vida.
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Ficha de Personaje Alias: Loki Nombre real: Loki Laufeyson Universo: Marvel
Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 20th Abril 2017, 18:06
No esperaba que aquel hechizo hubiera salido tan bien. Y es que durante el largo viaje en busca del atlante, mis poderes se habían reducido proporcionalmente a mi altura, y cuando sentí la magia pura de aquel misterioso lago recorrer mis venas… ¡casi pensé que volvería a crecer! Pero menos mal que no lo hice, porque ni siquiera me había dado tiempo a despedirme de mis simpáticos compañeros. Lo que pasó en realidad fue que el rayo que salió de mis manos lo petó, y de poco no me cargué a la criatura marina de un plumazo.
Quise saltar de alegría al ver que había tenido un gran golpe de suerte, pero me di cuenta de que mientras levitaba no podía hacer eso, así que simplemente estiré de la túnica de Dalae hasta llegar a la superfície, a tiempo para ver como el Ghostrider se ponía las pilas y aprovechaba que el Pliousaurus estaba aturdido para colocarle la soga al cuello, en este caso, las cadenas al cuello.
Me sorprendió bastante que el hombre calavera se mostrara más participativo de lo normal. Su excusa fue que no quería perder a nadie más del grupo. Lo de la “carne de cañón” lo dijo para disimular, seguro. En el fondo de sus huesos estaba cogiéndonos a todos cariño y no sabía cómo decirlo para no quedar menos masculino.
Una vez en la orilla, cuando ya nos creíamos a salvo, aparecieron de la nada una horda de trogloditas armados con intenciones muy violentas. Eran muchos, y yo no me veía con las facultades físicas necesarias para combatir con ellos, así que decidí agacharme y esconderme tras Dalae y Raden. Cuando nos dimos cuenta, Constantine había desaparecido, arrastrado por varios de los primitivos hasta el interior de una misteriosa cueva que emanaba una fuerte energía mágica. Era extraño, ¿algo mágico en medio de la nada? Esto olía a Arión por todas partes…
Seguimos el rastro de Constantine hasta la profunda y húmeda caverna. Continué levitando sigilosamente detrás de Dalae, y descendí sin problemas cuando Raden provocó el derrumbamiento de las escaleras. Escuchamos gritos, sentimos un golpe de viento fuerte y después el olor a carne quemada. Cuando llegamos a la escena encontramos a Constantine en medio del percal. se había liberado gracias a sus trucos de magia y estaba tratando de… ¿exorcizar? a los trogloditas. Dejé que Raden y Dalae se ocuparan del resto de enemigos, y me dirigí a las estatuas, justo en el momento en el que Brunilda entraba en escena. Me alegré de ver que la rubia había salido más o menos ilesa del lago.
–¿Estáis todos bien? – pregunté una vez hubo terminada la pelea. – Por cierto, yo de vosotros intentaría matar menos personas de lo normal, no vaya a ser que uno de esos involucionados sea amigo vuestro…–comenté con pura ironía, imaginándome que los neandertales que yacían muertos en el suelo podrían ser perfectamente Sasha y Planaria, o incluso alguna de las ex-novias del inglés. No sería de extrañar puesto que tenía una en cada puerto.
Después volví la mirada en dirección a las tres estatuas que emanaban la poderosa energía mágica y las acaricié con la mano enguantada. Estaban talladas de una forma hiperrealista, demasiado bien hechas para la época dónde nos encontrábamos. ¿No era demasiado pronto para que empezaran con los sacrificios paganos?
Susurré varias palabras en el idioma rúnico, y traté de leer la magia que desprendían las rocas, con tal de saber su origen y su historia. Me dio la impresión de que tenían algo interesante que contar...
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Ficha de Personaje Alias: Arion Nombre real: Ahri'ahn Universo: DC Universe
Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 28th Abril 2017, 12:08
Nota:
Transcurrida una semana desde la última respuesta procedo a avanzar turno
- Oh, buen intento, John, no ha estado mal... -musitó Arión, contemplando el despliegue del inglés desde su esfera de cristal.
Sin embargo, el exorcismo no encontraría oposión, ya que, ésta vez, Arión no había tenido necesidad de intervenir directamente en su forma astral. En el primer poblado no había tenido tanto tiempo para actuar, había tenido que improvisar, pero una vez había sabido el lugar al que se dirigían le había resultado muy sencillo conectar su mente con las de aquellos cavernícolas a través del Ojo de Ra y controlar su primitivo pensamiento para volverlos más violentos e incontrolables. Les había hablado, directamente en sus mentes, y les había convencido de que tendrían refugio, protección y alimento de sobra para toda la tribu si mataban a los extranjeros que aparecerían al día siguiente en su territorio.
Lo que Arión no había podido anticipar era que los primitivos desearían complacer al "espíritu" que les había hablado sacrifícándole a los que se habían ganado su odio, ni que le asociarían con las tres figuras pétreas de aspecto humanoide que había en su refugio. Sin saberlo, les había facilitado el primer paso hacia el descubrimiento del animismo.
Y hubo otros que resultaron a su vez beneficiados por ello; Las tres poderosas figuras atrapadas en la piedra despertaron de su letargo al percibir la poderosa tormenta mágica que John había desencadenado en la cueva. Sí, había utilizado su propio poder para nutrir el suyo, pero lo había cogido dormido, latiente, y le había dado vida y forma creando algo nuevo, algo que provocó un latido dentro de la roca.
Sin embargo, algo impidió que Arión se diera cuenta de lo que acababa de pasar, o, más bien, alguien...
El tiempo se detuvo para él cuando la vio atravesar la entrada de la cueva, y la sonrisa de suficiencia se borró de su rostro. Dalae... Su rostro llenó la superficie de la esfera, obviando todo lo demás, y el mago extendió los dedos para rozar el cristal. Una rara mezcla de emociones le invadía cada vez que la veía; una parte de él la odiaba con todo su corazón, pero otra parte se alegraba de que hubiera sobrevivido al monstruo del lago. La primera voz clamaba por su muerte, y la segunda ansiaba tenerla entre sus brazos en Atlantis a cualquier precio. Arión no sabía cuál de las dos voces escucharía cuando llegara el momento.
Presenció con una sonrisa casi orgullosa cómo la mujer y su gigantesco guardaespaldas realizaban una masacre entre los aterrorizados homo erectus, que, asustados y desconcertados por la magia desatada por John, una magia que estaban muy lejos de comprender, apenas acertaban a defenderse cuando la espada y el hacha mordían su carne, y, aunque lo hubieran intentado, muy poco habrían podido hacer contra la pericia de la asgardiana y el Jotun.
Muy pronto, el lugar se convirtió en el escenario de una carnicería. Arión no podía apartar sus ojos de Dalae. La deseaba. Y la tendría, no importaba el precio.
Pero no era el único interesado en la figura de la morena. Alguien más estaba pendiente de sus movimientos, sobretodo cuando se acercó a las estatuas. Y un nuevo latido palpitó en el interior de la roca al presentir su magia.
De todos los allí presentes, quizá la primera en notarlo fue Brunilda cuando colocó su palma sobre la superficie de la piedra y pudo notar una vida latiente que poco a poco se iba haciendo más fuerte, a medida que absorbía la magia que, sin control, se estaba acumulando en la sala.
Aquella vida se estremeció de excitación cuando Loki hizo su aparición y pasó sus dedos enguantados sobre la mágica prisión que mantenía cautivos a tres de los seres más poderosos de la creación...
Y Loki habló, y de sus labios brotó la magia en la forma de un idioma antiguo y arcano... Y la piedra vibró, de una manera cada vez más intensa y violenta, haciendo que tanto Brunilda, como Dalae, Loki y el inglés retrocedieran por instinto.
Y la roca explotó. Cientos de fragmentos de piedra se esparcieron por toda la caverna como diminutos proyectiles, obligando a los involuntarios rescatadores a cubrirse el rostro con el brazo para protegerse de los impactos. Cuando la lluvia de rocas cesó y por fin pudieron volver a mirar se encontraron con algo sorprendente... Las tres figuras habían cobrado vida y se regocijaban en el centro de la sala.
- ¡Libre! ¡Libre al fin! -gorjeaba el deforme sátiro entre bailes y carcajadas.
- Por el Cosmos... ¡al fin! -exclamó el hombre musculoso.
La mujer únicamente se limitó a mirarles con aquellos hermosos ojos sin pupila, deteniéndose más en los tres magos y, principalmente, en el pequeño Loki, causa última de su liberación.
- Gracias, mortales... Nos habéis liberado del encierro al que nos sometió Arión... Mis hermanos y yo os damos las gracias.
* * * *
Por su parte, Deadpool hacía honor a su nombre realizando una escabechina en las entrañas del pobre animal, que no tardó en exhalar su último suspiro con la ayuda del Ghost Rider.
Cuando llegaron a la orilla no les costó ningún esfuerzo seguir el rastro de sangre y cadáveres hasta el interior de la cueva, donde el más alto de las tres entidades liberadas les dirigió una mirada evaluadora.
- Así que... ¿éstos son los campeones que se han reunido para detener a Arión? Cuán curiosos son los designios de las parcas...
- Uno de ellos ha sido maldecido -observó la mujer señalando hacia Hellboy.
- Hermana, sabes que no debemos desafiar las acciones del destino... -dijo el hombre tratando de detenerla, pero ella se deshizo de su agarre.
- Basta, Tynan. Nuestra función es procurar que el universo se mantenga eternamente sobre la línea que es el equilibrio entre Orden y Caos. Arión, con sus acciones, ha destruido ese equilibrio, y estos hombres son los únicos que pueden restaurar el Orden.
Sin encontrar oposión, avanzó hacia Hellboy y le rozó la frente con suavidad. Al instante, el gigante rojo despertó.
- Acercáos, mortales -dijo la mujer-. Mis hermanos y yo responderemos todas vuestras preguntas.
Lo último que recuerda Hellboy:
Ahri'ahn escribió:
[justify]Mientras nuestros valerosos héroes se decidían entre detener a Deadpool o permitir que éste matara a Arturo, el grupo de cazadores se adentró en la cueva para conseguir la carne para el banquete. Al acercarse al oso y ver que aún respiraba comenzaron a lancearlo hasta matarlo. Después lo descuartizaron y lo cargaron entre todos.
Cuando volvieron a salir fuera el grupo decidió por mayoría seguir a los hombres primitivos por el bosque y pronto llegaron a su poblado, consistente en unas cuantas chozas hechas con madera y pieles de animal en un trozo de tierra árida. Hombres, mujeres y niños se afanaban en torno al fuego, desescamando peces, desollando ciervos o afilando palos de madera para hacer lanzas.
Al llegar allí todos parecían considerarles seres superiores, tanto por haber sobrevivido al oso como por su aspecto general y sus ropas, y se mostraron dispuestos a satisfacer todos sus deseos.
Una de las mujeres, sorprendida ante la melena rubia de Brunilda, se quiso acercar y tocarle el pelo musitando con admiración las palabras "cabellos como el sol".
Al caer la noche dio comienzo el festín y comenzaron a asar los restos del oso en una gran fogata situada en el centro del poblado. Brunilda y Loki ocupaban el lugar de honor a la derecha del jefe, y a su derecha se sentaba el chamán, pues aquellos Homo Erectus seguían una especie de religión animista muy, muy básica.
Al finalizar el banquete, el jefe acompañó a Brunilda y Loki hasta una de las mejores chozas, y los demás fueron ubicados, también por parejas: Dalae con Arturo, Zarathos con Deadpool y Constantine con Hellboy; Raden se quedó a dormir fuera porque era demasiado grande como para caber en tan reducidos espacios. Todos estaban agotados después de las experiencias de la jornada, así que no tardaron en caer dormidos, todos... excepto Hellboy. Por la razón que fuera el demonio rojo no conseguía conciliar el sueño, así que salió de la choza con la intención de dar un paseo nocturno por el poblado.
Fuera, reinaba el silencio; todo el mundo dormía. El gran fuego cuyas llamas parecían llegar al cielo hacía tan sólo unos momentos ahora no era más que un montón de brasas rojizas, y en el aire cálido y perfumado del bosque sólo los chillidos de los pájaros y demás animales nocturnos rompía el silencio.
El demonio se disponía a regresar a la choza para descansar cuando le pareció oír a lo lejos unos gritos que no tenían nada de animal. Parecían más bien una llamada de socorro, así que corrió hacia el lugar del que sonaban los gritos, mas, lejos de encontrarse con la escena de batalla que esperaba, lo que vio fue a un homo erectus cuyos cabellos blancos le permitieron identificar como el chamán de la tribu, agazapado entre las hierbas. Frente a él ardía un fuego de llamas tan negras como la misma noche.
Al verle acercarse se puso de pie y le habló, con una voz clara en perfecto inglés:
- Sí... Ven, Hellboy... acércate...
Como el sonido de un viento susurrante, el mandato distante fue pronunciado... y Hellboy, movido por un extraño impulso que no fue capaz de rechazar, obedeció. Y entonces lo vio, proyectando su ser astral por encima del cuerpo del anciano chamán se encontraba la silueta esbelta de Arión.
- ¿Qué ocurre, viejo amigo? ¿Te sorprende verme después de que me traicionaras en China?
El chamán, poseído por la forma astral de Arión, hizo un gesto y de la hoguera antinatural brotó un humo negruzco que envolvió el cuerpo de Hellboy, ciñéndose en torno a su rostro como una máscara macabra, filtrándose por su boca y su nariz, asfixiándole como si fuera alquitrán. El demonio pugnó inútilmente por arrancarse aquella cosa de la cara, pero en cuanto acercaba las manos el humo se filtraba volátil por entre sus dedos únicamente para volver a asfixiarle un segundo después. Hellboy gritó, pero el humo engulló sus gritos penetrando hasta sus pulmones hasta que lo hubo absorbido todo. Y, entonces, sus pupilas desaparecieron, y el color amarillo de sus ojos se tornó negro. Y cayó, en coma.
Mensajes : 927 Fecha de inscripción : 01/10/2014 Localización : Entre Midgard y Nflheim. Empleo /Ocio : Mucho empleo y nada de ocio. Humor : No.
Ficha de Personaje Alias: Dalae. Nombre real: Dalae Darkle. Universo: Marvel
Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 4th Mayo 2017, 19:45
La caverna entera pareció temblar, como queriendo avisarles de lo que estaba a punto de suceder, pero al menos Dalae no le hizo mucho caso. Había magia en el ambiente, podía sentirlo. La quería para sí. –¿Estáis todos bien?-Brunilda entró en escena, y Loki aprovechó para mostrar su preocupación por todos los presentes. Un buen uso para su lengua de plata, aunque menos útil que el habitual de forjadora de mentiras. – Por cierto, yo de vosotros intentaría matar menos personas de lo normal, no vaya a ser que uno de esos involucionados sea amigo vuestro…-Ah, ahí estaba su maestro de siempre. El sembrador de sospechas, el que no podía decir dos frases seguidas sin que una de ellas incomodara a alguien, por lo menos. -No tengo amigos por aquí. Así que por lo que a mí respecta...-Pensó automáticamente en Sasha y Planaria. Por suerte, ellos vivían en Nueva York, muy lejos de allí, y resultaba casi imposible que fueran alguna de esas criaturas.
No tardaron en ponerse a inspeccionar las estatuas. Raden se quedó algo por detrás, como dejando ese trabajo a los magos. Al fin y al cabo, tampoco es que pudiera hacer mucho. La asgardiana estaba observando la estatua de Chaon, como pensando cuál sería la mejor manera de absorber su magia. ¿Debería romperla? ¿Apoyar la mano y ver si reaccionaba? Su elección no era casual, y difícilmente se podría explicar por una simple preferencia por el caos que Chaon representaba. Estaba bastante segura de que ese era uno de los enemigos de Arión... Cosa que no tenía tan claro en el caso del hombre y la mujer. Así que, si tenía que perjudicar a alguien... Prefería que fuera a él. No le gustaba mucho la idea de que alguien que había tratado de matar al mago estuviera ahí, con semejante poder. Evitaba pensarlo, pero el hecho de que los enemigos de Arión estuvieran por ahí la preocupaba. Al menos, un poco. Estaba a punto de tocarla cuando Loki susurró un conjuro en el idioma de sus ancestros. Un conjuro que hizo trizas la roca y la lanzó sobre ellos, devolviendo a la vida a las tres criaturas. Huelga decir que el grupo de héroes improvisados retrocedió, procurando que las esquirlas de roca no los dejaran tuertos.
Cuanto más hablaban esas criaturas de ellos, más convencida estaba. Habían tenido suerte, mucha suerte. Al fin y al cabo… Tener el favor de los dioses de la Atlántida podía mejorar su situación. Siempre y cuando estuvieran diciendo la verdad, y no fuera una nueva trampa. Se tomó su tiempo para observarlos mientras hablaban entre sí, mientras la mujer curaba a Hellboy con facilidad. Sí, para ella, estaba claro que se trataban de dioses. Y aunque hacía tiempo que había dejado de confiar en la bondad de las deidades, no veía problema alguno en aprovechar ese regalo que les había dado el destino, a pesar de que Chaon estuviera incluido en él.
Pero… Había algo que la inquietaba, y esas dudas se reflejaron poco a poco en su expresión. ¿Por qué los consideraban los “campeones reunidos para detener a Arión”, cuando todos sus esfuerzos ni siquiera habían conseguido romper la maldición que él había impuesto a Hellboy? ¿Qué pretendían en realidad? Dalae sabía por experiencia propia lo mucho que les gustaba a los seres superiores jugar con los mortales, enviarlos a luchar sus guerras por ellos. Le había pasado con Pesadilla, y a veces sentía que le pasaba con Loki. No le importaba ser una pieza de ajedrez… Pero siempre que supiera las reglas. Y tal y como se habían presentado esos tres dioses, no lo estaban. Si realmente sólo desearan restaurar la armonía en el mundo, irían ellos mismos a detener a Arión, en lugar de buscar “campeones” que lo hicieran en su lugar.
-¿Cómo habéis acabado así? Es evidente que podéis contrarrestar la magia de Arión sin problemas… ¿Y por qué debemos hacerlo nosotros?-A pesar de haber usado un tono relativamente respetuoso, no dejaba de entreverse la desconfianza que se escondía detrás. Veía difícil que los recién despetrificados dioses cambiaran de parecer, pero nunca estaba de más conocer sus motivos. Se cruzó de brazos, mirando de reojo el despertar de Hellboy, como para asegurarse de que todo estaba en orden. Quizás tardara un poco en recomponerse, pero… Tener despierto al demonio siempre era algo positivo: Era uno de los pocos que podían plantar cara al Sumo Mago sin morir instantáneamente, y no tener que llevarlo a cuestas les permitiría ir más rápido. Aunque quizás ahora no necesitaran caminar deprisa: Siempre podían pedirle a Tynan y sus acompañantes que los teleportaran a algún lugar más cercano a la ciudadela. Con un poco de suerte, accederían, y podrían acabar antes con aquello.
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Ficha de Personaje Alias: Arion Nombre real: Ahri'ahn Universo: DC Universe
Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 5th Mayo 2017, 01:05
FDI: respondo por ir adelantando y que la conversación se haga más fluida, así el siguiente que responda ya tendrá respondidas las preguntas de Dalae y podrá pensar otras nuevas u obrar en consecuencia.
- ¡Jajajaja! -la risa atronadora de Chaon rompió el silencio-. La jovencita es descarada, ¿eh, maestro? Seguramente haya alguna lección que podría enseñarle a su corazoncito arrogante...
- Cállate, Chaon, y presta atención a las palabras de la muchacha: está claro que nos conoce -dedujo Tynan al constatar que la pregunta clave, aquella que debería haber sido la primera en formularse, no había salido de entre sus labios-. Así que... ¿sabes quiénes somos, muchacha? Y, sin embargo, no eres de Atlantis.
- Sí, nos conoce... -la mirada penetrante de Gemimn se clavó en ella como si pudiera leerle el alma, y la expresión de su rostro se suavizó, casi mostrando ternura-. Claro que nos conoce.
- Escucha pues, joven maga: mucho antes de que el mundo se formara tal y como tu lo conoces, antes de que Arión tuviera su segundo renacimiento, mis hermanos y yo fuimos encerrados en la piedra por una entidad cósmica más antigua y poderosa que el tiempo, cuyo nombre ha sido olvidado.
- Sí, sí, preciosa, mucho más antigua y poderosa -siseó Chaon bailoteando en torno a Dalae y dirigiéndole una mirada cargada de veneno-. ¿Qué? ¿Eres consciente de nuestra verdadera naturaleza y aún así piensas que Arión podría derrotarnos estando unidos? No somos un trío de bufones, ¿sabes?
- ¡Chaon! -le amonestó Tynan, asegurándose de que guardaba silencio antes de continuar la historia-: Fue Arión el que nos liberó 45.000 años atrás. Al hacer que todos involucionáramos en el tiempo nos devolvió a nuestra antigua prisión de piedra. Por qué debéis hacerlo vosotros es simple -extendió las manos a ambos lados de su cuerpo para que sus hermanos las tomaran, y así quedar los tres enlazados quedando Tynan entre Gemimn y Chaon. En ese momento, la magia que irradiaba de los tres seres se intensificó de manera notable y la voz del dios se hizo más profunda y grave-. Somos la Balanza, no nos está permitido intervenir en los asuntos de los hombres, y, sin embargo, el Equilibrio ha sido roto, la Balanza quebrada; debe hacerse algo, Arión debe ser detenido, pero no podemos hacerlo nosotros, no sin quebrantar las leyes cósmicas sobre las que se sustenta nuestra propia existencia. Ni siquiera deberíamos estar aquí hablando con vosotros -soltó las manos de sus hermanos-. Sin embargo, la urgencia de la situación lo amerita. ¿Hay algo más que podamos hacer por vosotros?
Ficha de Personaje Alias: JC Nombre real: John Constantine Universo: DC Universe
Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 6th Mayo 2017, 14:00
Estás en primaria. Empieza la clase y sacas el libro, la libreta y el estuche. El profesor repasa la lista de alumnos y anuncia que vais a decir los resultados de vuestros ejercicios. Sabes que los has hecho pero hay uno que no lo tienes del todo claro, y de repente crece el ansia en tu pecho y cuello al contar los turnos de tus compañeros y calcular la posibilidad de que te toque corregir a ti ese preciso ejercicio.
Estás en una tienda de ropa. Hay un montón de complementos que te gustaría comprar y los vas mirando todos. Te llevas unos cuantos al probador y escoges menos de los que te gustaría, pero no tienes suficiente dinero. Pagas los complementos y vas a salir, y entre tu y la salida se encuentran los detectores de la alarma. Sabes que no has robado nada y aun así el miedo te sube por la espina dorsal por si cabe la posibilidad de que pite y tengas que pararte a que te registren.
Estás delante del ordenador y acabas de mandar un mensaje por whatsapp a la persona que te gusta, preguntándole si hace algo el sábado y si quiere salir contigo. Llevas bastante tiempo hablando con esa persona y sabes que os gustáis y que sólo hace falta dar el paso. Ves que sale el doble asterisco azul. Lo ha leído, pero no te responde nada aún. Sabes que es cuestión de tiempo que te diga algo y aun así... ahí está de nuevo, el miedo irracional.
Ese preciso miedo era el que buscaba John con su jugada: la inspección de las almas, que sintieran que estaban siendo observados palmo a palmo. La agitación del momento. El miedo, la incógnita, el terror... Factores claves si lo que buscas es dejarlos traspuestos y tener tu tiempo suficiente para escapar. Lo peor de aquella jugada era sufrir las consecuencias, y el mago por desgracia sí llevaba parte de un demonio dentro. La sangre de ese miserable. No dio tiempo de activar la segunda parte de su plan porque tanto Dalae como su compañero el gigante azul hicieron buena cuenta de sus secuestradores. John deshizo el hechizo y la fuerza mágica que había desatado cesó, quedando en una nube invisible pero palpable dentro de aquella estancia. Fue una bendición que sus dos compañeros de viaje estuvieron ocupados haciendo la remasterización de La matanza de Texas para que no lo vieran temblar. Todo su cuerpo estaba temblando de miedo bajo su gabardina, y tuvo que hacer acopio de toda su voluntad para que dejara de hacerlo. Casi sintió la cercanía de sus "acosadores personales"...
Cuando pudo volver a ponerse de pie, frotándose los brazos doloridos por el agarre de aquellos neandertales, la agitación en su cuerpo volvió cuando Loki de alguna forma hizo que aquellas estatuas volvieran a la vida. ¡JODER! No estaba preparado para otra sorpresa y es salto que pegó casi podía asemejarse al de un gato.
Los "recién llegados" eran... eran de lo peor. Al menos dentro de la lista de John Constantine: seres superiores, arrogantes que se rigen por unas normas rectas y firmes, con un palo metido por el culo. Al menos esa es la descripción que suele achacarse a la gran mayoría de deidades de éste universo como los ángeles, por ejemplo. Por lo que decían, quedaba confirmado totalmente que Arión era el responsable de todo aquello, y que al parecer Dalae conocía dichas deidades. No tenían pinta de ser deidades nórdicas o vestir los mismos atuendos que Dalae y Loki. ¿Deidades de Atlantis?
- Pero está claro que las normas han sido quebradas y que hay que hacer algo al respecto - sugirió el mago cuando el grandullón mencionó que no podían hacer nada PERO que había que hacer algo. Viva la paradoja... - Está claro que en éste cuento nosotros somos la mano pero, teniendo en cuenta la situación no creo que al equilibrio le importe mucho que puedan echarnos una mano. ¿Cómo podemos detener a Arión? ¿Pueden ofrecernos alguna ayuda con la que podamos enfrentarlo? ¿Y qué podemos esperar cuando lleguemos a Atlantis?
El mago esperaba que, usando un tono respetuoso y alegando al hecho de que el equilibrio ya estaba jodido las deidades vieran el mismo hueco argumental que veía John y les echaran una mano. Vale que acababan de rescatar a Hellboy de su sueño maldito, pero aun así su futuro era bastante negro sin una manita divina.
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 6th Mayo 2017, 15:16
- La muerte y sus designios son más amigas que enemigas. Más si es el batalla cuando eres abatido. Deberían sentir gracia plena si las puertas al Walhalla no estuvieran cerradas.- respondió a las palabras de Loki. Ella como figura representante de aquel camino desconocido tras la vida sabia de las del más allá. Notó la vida que fluía e impregnaba cada milímetro de aquellas estatuas de piedra. Esa sensación de estar en contacto con algo plenamente vivo se iba haciendo cada vez más fuerte. La visa iba cobrando fuerza como cuando un polluelo estaba a punto de romper el cascarón y nacer. Quizá más bien como la flor que trae vence al invierno y trae consigo la primavera. Una metáfora de raíces asgardianas, tenían hasta una fiesta y todo para la venida de la primavera. La guerrera rubia enarco una de sus cejas. Un gesto interrogante se mostraba en su terso y blanco rostro. Al minuto frunció el ceño. No la gustaba nada de aquella aunque no comprendiera muy bien lo que estaba pasando. Presa de ese miedo irracional que nos da lo desconocido se apartó. Desenfundó a Colmillo de Dragón por sí un peligro pudiera aparecer. Cuando la pieza explotó arrojando miles de fragmentos contra ellos, la Valaquia frenó cada uno de aquellos proyectiles con su esplendorosa y fuerte espada. Brunilda como era muy obtusa en magia no sabía cuál había sido el factor desencadenante que había propiciado la reconversión de las estatuas en seres vivientes.
La atractiva mujer se acercó al cuerpo petrificado de Hellboy y con sus poderes mágicos liberó al demonio rojo del hechizo de Arion. Aquella acción dejó muy desconcertada a la guerrera. ¿Podrían confiar en esos tres?
- Disciplina y ética no la vendría mal aprender, no digo yo que no. - Respondió a lo dicho por Chaon. Su contestación basada en la firme creencia asgardiana de que los males del espíritu se solucionan con ejercicio y educación en valores. Miró a Loki pensando en que a él le hacía falta lo mismo.Ante la mención de Atlantis puso cara de asco. Ella no era muy fan de Namor no de su reino ni de ninguna de sus historias.
La valquiria les miró con su serio semblante. Eran unos desconocidos que afirmaban ser unos entes místicos encargados de velar por el equilibrio del universo. Dudaba y desconfiaba en un alto grado muy alto de aquellas afirmaciones. En primer lugar, habían dijo que eran amigos del mago demente autor de toda la epopeya que estaban viviendo. A pesar de que Arion les hubiera traicionado. En segundo lugar no se fiaba nada de los usuarios de la magia, en su experiencia vital se había topado con muy pocos místicos dignos y justos. Ella sólo podía confiar el Stephen Extraño que fue quien unió su cuerpo y con su alma, haciendo que Brunilda volviera a ser un ser completo. En tercer lugar, ella era una diosa y una emisaria de la muerte. La habían comparado con una simple mortal. Si no podían percibir su grandeza, ¿Qué clase de seres místicos eran? En cuarto lugar, uno de ellos había dicho que Dalae les conocía. Esa hechicera del hielo no era de fiar. Por lo que si ella les conocía había que desconfiar.
Sin embargo, habían liberado a Hellboy de su hechizo. En Asgard se seguía el concepto de retribución y hospitalidad de las tribus nórdicas por lo que ella no podía atacar a aquellos tres seres a menos que mostrasen una abierta hostilidad y agresión hacia ellos. Quien ayuda a un hermano de armas debe ser respetado, venerado y tratado con hospitalidad.
-Por la gloria de mi casta, las virtudes de las tres madres(Gaea, Freya e Idunn) y las reglas de hospitalidad de mi sagrada raza que debo confiar en quien ayuda a un hermano de batalla.- Supo que a regañadientes debía rebajar su nivel de agresividad y agresión. Envainó su brillante espada en la funda de cuero marrón que estaba sujeta a sus ropajes. Un chist salió de sus labios al tratar de contener su indignación. Era un gesto muy similar a cuando un lobo dominante acepta al alfa de la manada.
-Lo único que podéis hacer por mí es devolverle el fulgor a Colmillo de Dragón y traer a Aragorn. - A la Asgardiana no le preocupaban esos temas místicos del orden, caos y equilibrio. Después de todo ella era el estandarte de la verdad, dignidad y justicia asgardiana y ellos resolvían todo en el campo de batalla. Donde impera la palabra del mejor guerrero.
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 11th Mayo 2017, 12:37
Noté la vibración de las estatuas a través de mis dedos enguantados. La magia reinaba la habitación, fluyendo por todos los rincones y adentrándose en el corazón de las rocas. La piedra reaccionó rápidamente ante el mágico poder y lo absorbió para sí, provocando un gran estallido. Lo vi venir, y me escondí rápidamente bajo la capa de mi aprendiz. Lo que ocurrió a continuación me resultó más que asombroso, era casi como ver el nacimiento de un pájaro, que luchaba por salir del cascarón y ser libre.
Mis ojos se abrieron de par en par, admirando las tres figuras divinas envueltas en luz, deleitándose con su reciente libertad. Los dioses nos dieron las gracias, y sentí un leve cosquilleo en el estómago cuando la hermosa mujer posó sus ojos en mí, carentes de pupilas. Como agradecimiento, la mujer se acercó a dónde yacía el demonio dormido y con un solo movimiento de su mano, lo liberó de su maldición. Los ojos de Hellboy se abrieron al instante, llenos de vida.
-¡Chúpate esa Arión! - grité para mis adentros, contento de tener de vuelta a la mole roja con nosotros. Sin duda, Hellboy era de los miembros más valiosos del grupo, y sin su presencia, las probabilidades de vencer a Arión se reducían drásticamente.
- Arión 1, Loki and Co 2… - susurré para sí mismo, con una sonrisa traviesa.
Me sorprendió la facilidad con la que Dalae se dirigió a los desconocidos, ¿Acaso les conocía? Estaba claro que si, y seguramente Arión le había hablado de ellos durante el breve tiempo que pasaron juntos. Chaon, Tynan y Gemimn eran dioses de la antigua Atlántida, y quedaron encerrados en la piedra por culpa de la involución provocada por la magia de la gema del infinito. Ellos eran la balanza, los vigilantes que se encargaban de mantener el universo en constante equilibrio, y por eso no podían intervenir en el mundo humanos. Típico de los dioses superiores, que dicen que solo existen para observar como el mundo se rompe en pedazos. Igualitos a los dioses de los dioses Asgardianos, que se sientan en sus divinos tronos observando como el mundo arde sin mover ni un solo de sus divinos dedos. Pero el mundo se había desequilibrado, y alguien con mucho sentido del humor había decidido juntarnos en este peculiar grupo de antihéroes.
Seguí escuchando en silencio mientras mis compañeros hablaban con los dioses. John hizo varias preguntas interesantes, y Brunilda no dejaba de debatirse sobre si considerarlos amigos o enemigos. Yo estaba ganando tiempo para pensar en un plan. Uno de esos planes en los que sólo Loki sabe como salir de ellos.
- Pídeselo, ¿A qué esperas? Sabes que no puedes hacer nada en tu estado. Eres débil, pequeño Loki… tarde o temprano deberás sacrificarte de nuevo y volver conmigo...
Podía pedirles que nos teletransportaran a la Atlantis. Podría pedirles que nos dieran un arma capaz de atravesar la carne de Arión. Podría pedirles que nos protegieran de su magia. Podría pedirles tantas cosas…
- Pero solo hay una que deseo de verdad… devuélveme a mi cuerpo.
- Nunca fue tuyo para empezar.- susurró para sí mismo.
Tomé una decisión, y di un paso al frente con los ojos vidriosos. Mis orbes esmeralda se encontraron con la mirada inexpresiva y blanquecina de Gemimn.
-¿Podrías devolverme todo el poder que Arión me ha quitado? Yo era otra persona antes de empezar esta misión, y si él regresa, tendremos el poder suficiente para devolver el equilibrio...
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 13th Mayo 2017, 06:54
La bestia no duro mucho contra los poderes combinados del Ghost Rider, la guerrera asgardiana y el mercenario inmortal. Haciendo honor a su nombre, Deadpool protagonizo una autentica carnicería con su cuerpo, tanto en vida como en muerte. Definitivamente al humano no le gustaba que lo digirieran, ni que esa era prácticamente la segunda vez que algo así le pasaba. Al menos demostró que podía dirigir esa ira hacia algo productivo, y que podía permanecer en forma humana durante la cantidad suficiente de tiempo como para acabar con una amenaza. Brunilda, por otra parte, seguía siendo la misma luchadora fiera e implacable que siempre había sido desde el primer momento en el que se encontró con el Espíritu de la Venganza. Entre los tres ninguna bestia, por mas grande o feroz que fuese, tenia ni la mas mínima posibilidad, y esa gigantesca criatura marina no fue la excepción. Por otra parte, definitivamente fue una distracción mas que adecuada. Solo cabria preguntarse si su intromisión también era obra de Arion o solamente un estorbo afortunado para el mago atlante. De una u otra forma, cumplió su papel, y el grupo se dividió entre aquellos que podían o querían enfrentarlo, y aquellos que prefirieron quedarse en la orilla esperando a que el resto de sus compañeros terminaran con la vida de su nuevo enemigo. Zarathos sintió almas acercándose a la distancia un par de veces durante el conflicto, pero los descarto como amenaza rápidamente. Al fin y al cabo, eran meros humanos, y la mitad del grupo que se encontraba en tierra firme no era para nada indefensa, sino mas bien todo lo contrario. Ellos se encargarían de todo. O al menos eso esperaba Zarathos. La verdad no le interesaba mucho, solo intervendría si sentía que la vida de cualquiera de ellos estaba a punto de extinguirse; un par de heridas nunca detuvieron a nadie...demasiado. Siempre y cuando no se lastimase el gigante de hielo estarían todos bien, concluyo, al fin y al cabo era él quien llevaba la carga.
Sus pensamientos acabaron siendo certeros, o bueno, casi certeros. Tuvo razón en pensar que los humanos no serian nada ante los poderes de los hechiceros y el gigante, lo que no calculo fue que ellos tendrían la oportunidad de secuestrar a uno de ellos y alejarlo del resto, debiendo los demás seguirlo para evitar perderlo. Al Ghost Rider no le hizo mucha gracia, desde luego, tener que seguir a sus camaradas a un paradero desconocido solo para rescatar al ingles que acabaría matando poco después de haberse encargado de Arion, pero tampoco es como si hubiese tenido que hacer demasiado. Podía sentir como la vida a su alrededor se iba extinguiendo rápidamente a cada paso que daba, señal de que los trogloditas estaban descendiendo en numero cada vez mas y de forma muy acelerada. Mejor así, no tendría que hacer mucho, les tocaba pelear a los que decidieron no hacer nada contra el dinosaurio. Solo esperaba que no tuviesen que cargar con otro cuerpo inconsciente. Afortunadamente ese no fue el caso y, para cuando los miembros restantes del grupo llegaron a la caverna contemplaron, ademas de una particularmente encantadora masacre de cavernicolas, tres entidades de poder inmenso que se encontraban frente a ellos. Tan inmensa que incluso el propio Zarathos podia sentir las increíbles energías mágicas que emanaban de ellos. Una fuerza sumamente poderosa que no inspiraba mas que respeto y duda, y hasta un cierto temor en la cabeza de Zarathos. Juntos eran mas fuertes que Arion, mas poderosos que aquel que venían a buscar, eso sin duda. Una suerte que, al parecer, estuviesen de su lado. El demonio hubiese odiado tener que gastar tantas energías mágicas en vano solo para enfrentarse a ellos, mas aun teniendo en cuenta que contra semejante poder no había garantía (por no decir posibilidad) de victoria; no al menos en el estado en el que sus energías se encontraban.
Como si lo anterior no fuese poco, la mujer demostró sus habilidades, curando a Hellboy de la maldición de Arion en cosa de unos segundos, con insultante facilidad. Ni siquiera las fuerzas combinadas de John y Loki habían bastado para romper esa maldición, y esa mujer lo había conseguido sin esforzarse. Eso era posiblemente un golpe para la moral del grupo (o el orgullo masculino de los dos magos antes nombrados) mucho mayor que la propia maldición en si. Existían esos tres seres, ahora libres en el mundo, cuyo poder podía fácilmente superar al del Sumo Sacerdote y no tenían problemas con demostrarlo ¿Entonces por que no lo enfrentaban ellos? ¿Por que debía aquel variopinto y disfuncional grupo resolver esos problemas? Afortunadamente el demonio no fue el único en pensar en ello, y la hechicera Dalae pregunto antes que él. Al parecer, ellos eran dioses atlantes, en calidad de lo cual tenían prohibido intervenir en esa clase de asuntos. Tristemente, el demonio entendía perfectamente a lo que se referían. Seres como ellos no pueden involucrarse, incluso aunque las acciones de Arion hubiesen inclinado la balanza a tal grado. Pasaban cosas parecidas con su particular panteón de deidades, pero eso era tema para otro día, de momento, era hora de las preguntas. Después de que los espíritus respondiesen a las preguntas de Dalae, que eran realmente las únicas preguntas que al Ghost Rider le interesaba ver respondidas, el resto del grupo paso a expresar sus dudas. Él espero hasta el ultimo momento para hacer su petición, bastante similar a la del Dios de las Mentiras, Loki. -Mi pregunta es, al mismo tiempo, una petición, que humildemente les hago, dioses atlantes.- Dijo, viéndose forzado a tragarse su orgullo por una vez en la vida, cosa que le parecía un insignificante precio a pagar a cambio de lo que estaba a punto de pedir.- Mi alma se encuentra, en este momento, compartida con la de un humano, Johnny Blaze.- De seguro dicho humano ya estaría insultándolo de pies a cabeza por la revelación de su nombre contra su voluntad, pero una sonrisa inconsciente se formo en Zarathos mientras recordaba el particular refrán humano: "ojos que no ven...o en este caso no comprenden, corazón que no siente."
-Aunque inferior a ustedes, Arion sigue siendo un enemigo de cuidado, y muy versado en las artes mágicas...- Para los entendidos en el tema, lo que pediría era bastante obvio, pero aun así se vio ante la necesidad de expresarlo, solo para asegurar.- El humano, Blaze, esta limitando mis poderes subconscientemente, por lo cual me veo obligado a funcionar a la mitad de mi capacidad, o menos. Quiero saber si es posible que ustedes limiten el control que esa parte humana posee, o mejor aun, la eliminen, de modo que sea capaz de alcanzar mi máximo poder, y así aumentar enormemente las posibilidades que tenemos de derrotarlo. -Con algo de suerte, incluso eliminarían el alma de Blaze de la suya.
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 13th Mayo 2017, 11:28
FDI: Intervengo para dar un poco de vidilla. Los que ya habéis respondido no estáis obligados a hacerlo ahora, pero que responda el que quiera y cuando respondan los que faltan por hacerlo (Hellboy y Deadpool) avanzaré el turno.
La Balanza escuchó pacientemente cada una de las peticiones de los diferentes miembros del grupo hasta que habló Ghost Rider. En ése momento Tynan se dispuso a hablar para decirle que su deseo no podía ser concedido, ya que implicaría alterar aún más el equilibrio. Él no podía hacer nada que perturbara el orden establecido, lo único que estaba en sus manos hacer era restaurarlo, y el cuerpo que en aquellos momentos ocupaba Zarathos no le pertenecía a él.
Sin embargo, antes de que pudiera llegar a articular palabra, el alma humana del Ghost Rider desapareció de un plumazo, dejando únicamente al demonio en control de todo su potencial y a Tynan completamente atónito y desconcertado. Pero Gemimn no lo estaba; la encargada de preservar el Orden en el panteón atlante tenía muy claro quién había sido el responsable.
- ¡Loco! -exclamó, furiosa, increpando a Chaon-. ¡Has vuelto a desafiar las acciones del destino para aniquilar a su campeón electo!
Porque, admitámoslo... si la parte humana que contenía al Ghost Rider desaparecía... ¿quién iba a evitar que Zarathos matase a Arión?
- Oh, vamos, querida hermana, lo único que he hecho ha sido contribuir un poquito más a la natural demencia que mi sola existencia aporta a éste delicioso y pequeño universo, pero no me censurarás por ello, ¿no? ¿Acaso no soy responsable del Caos?
- Sí, mi loco hermano, te conozco bien; ¡Intentas contagiar tu demencia al universo para arrebatar el Equilibrio de las manos de Tynan!
- ¿Y qué? ¿Es mejor que tu repugnante Orden domine el cosmos? -replicó él, desafiante.
- Retuerces la verdad y el significado según te conviene, loco. Yo no pretendo hacerme con el control del Equilibrio. Ya sabes cuál es la finalidad de nuestra existencia: procurar que el universo se mantenga eternamente sobre la línea que supone el equilibrio entre Caos y Orden, ¡y tú acabas de quebrantar esa norma sólo por ver muerto a Arión! Bien sabes que él no tiene la culpa de lo que está ocurriendo, no es responsable de sus actos. No es más que un pobre peón a merced de un demonio.
Ante sus últimas palabras, Chaon rompió a reír. Era una risa demente, desquiciada; la risa de un loco.
- Oh, sí, lo sé, mi muy encantadora hermana, ¡y eso es lo más divertido de todo! -exclamó entre risas el dios.
Aquello fue el colmo de lo que Gemimn estaba dispuesta a aguantar. No podía soportar tanta crueldad, y menos aún tratándose de Arión. La diosa se irguió en toda su imponente figura, la viva imagen de la más justa indignación, y sus manos se encendieron en un resplandor violáceo de poder abrumador, al igual que sus ojos.
- ¡Loco! -exclamó, fuera de sí-. ¡Eres la verguenza del cosmos! ¿No hay compasión ni sentimientos debajo de ésta forma contrahecha?
Si nadie hacía nada por impedirlo, parecía que iban a contemplar una batalla entre dioses...
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 20th Mayo 2017, 20:24
Tras salir del agua, completamente empapado, puedo observar como tres seres de gran tamaño se acercan hasta nosotros; seguidos por otros miembros de nuestro grupo que, al parecer, no habían participado en la tarea de "limpiar el pescado más grande del mundo".
- No, señora; no estoy maldito...Es solo mi cara...¡Aaaaaaah! El demonio...claro...
Pronto, se inicia una extraña conversación entre todos los presentes; que si no se que del orden, que si demonios...
Chorradas de esas.
El caso es que, entre unas cosas y otras, a uno de los lumbreras de tamaño colosal se le ocurre la genial idea de despertar todo el poder latente en el cráneo llameante. Hasta yo sé que eso es una mala idea.
Esto molesta de sobremanera a la única mujer de la triada, quien increpa al Sr. Tumnus por lo ocurrido.
- A ver, a ver...Antes de daros de hostias hasta en el carnet de identidad, si es que tenéis de eso, necesito pediros algo - interrumpo a los dos colosos; acercándome hasta ellos, y colocándome entre los mismos - Como muchos de los presentes ya habrán notado, el rollo Flash Point este que ha hecho el melenas ha provocado que cada equis tiempo mi mente se vea nublada por una especie de transformación repentina de mi cuerpo...El caso es que tengo bastante lagunas en mi memoria como para seguir viviendo con ello, y me gustaria...
Antes de que pueda acabar mi petición, un intenso dolor recorre todo mi cuerpo; empiezo a notar ese malestar general que precede a los lapsus mentales.
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 22nd Mayo 2017, 17:54
La mano de la asgardiana se posó sobre la empuñadura de la espada cuando Chaon se acercó a ella. No servía de nada contra un dios como él, pero la frialdad del acero en sus manos la hacía sentirse mucho más segura. Fuera como fuera, no era necesario. Los otros miembros de la Balanza reaccionaron rápidamente, y en seguida dejaron de prestarle tanta atención. El orden y el caos estaban destinados a enfrentarse constantemente, y ese momento no era la excepción. Pero, al menos... Ya conocían la historia. Al igual que Sueño y Pesadilla, eran entidades que habían caído víctimas de algo que no podían controlar. Y, como no, necesitaban a alguien que les sacara de la situación. Alguien mortal, y extremadamente inapropiado para la tarea. Al menos, en esa ocasión colaborar con las entidades en cuestión les suponía una recompensa directa: Recuperar el mundo tal y como lo conocían.
Dalae dirigió una mirada gélida a Brunilda cuando dio la razón a Chaon. Tenía su gracia que una de las guerreras de Odín, que no hacían otra cosa que proclamar lo buenas que eran, coincidiera con el dios del Caos. La hipocresía siempre había sido moneda corriente en Asgard, pero eso ya era demasiado. No es que Dalae no mintiera, o retorciera sus palabras para alinearse con el bando que fuera necesario... La acción en sí no la incomodaba en absoluto. Lo que le hacía rodar los ojos era la persona que lo decía. -Si me hubieras enseñado disciplina y ética en su momento, no estaríamos teniendo esta conversación. Has tenido oportunidades de sobra para ello.... Maestra. -Mentiría si dijera que no le guardaba algo de rencor. Apenas unas trazas disueltas en el cúmulo de bilis que tenía escondido en alguna parte, ya que entendía que ese entrenamiento había sido necesario. Pero, por poco que fuera... Ahí estaba. Dalae intuía que hubiera sido más feliz si le hubieran dado un juguete en lugar de un hacha cuando era pequeña, y eso era difícil de perdonar. Pero... Ya no había nada que hacer. -Hablando de ética... No sé si te has dado cuenta, pero él es el "malo", según tu clasificación de las cosas. Tiene su gracia que tú, siendo una de las más honorables de por aquí, opine como él.
Fue entonces cuando empezó la ronda de peticiones. Uno a uno, como quien pide un deseo a una estrella fugaz, los miembros del grupo se dirigieron a la Balanza. John pidió a la vez los medios para detener a Arión y alguna pista para conseguirlo. Brunilda, más poder. Y Loki... Volver a ser él mismo de nuevo. No, no él mismo. Nunca había dejado de ser Loki. Sólo tenía que crecer, dejar atrás ese cuerpo con apenas una chispa de magia y cambiarlo por uno que pudiera hacer frente a Arión. Era una perspectiva... Esperanzadora, en cierto modo. Dalae no quería que el atlante muriera, y aunque aún estaba tratando de averiguar de dónde venía esa idea, tenía muy claro que su maestro no dejaría que el resto de "héroes" le hicieran daño. Al menos, nada irreparable. Pero, por otra parte... La asgardiana se había acostumbrado a la ausencia de los reproches que su maestro solía dirigirle de vez en cuando. Casi había empezado a gustarle que el pequeño dios le tirara de la capa, o se escondiera detrás de ella. Le hacía pensar que realmente confiaba en ella, que la necesitaba y apreciaba. Lo iba a echar de menos.
El mero pensamiento de lamentar la desaparición del niño la hizo sonreír amargamente para sus adentros. "-Así que así es cómo se ablanda la gente..."-Dijo para sí, al tiempo que veía a Serrure adelantarse, dispuesto a perder la inocencia por segunda vez. El último en intervenir fue el Ghost Rider, quien también deseaba ser aún más poderoso. Deshacerse de su alma humana para volver a ser un demonio con todas las de la ley... Una propuesta que no sorprendía a nadie. Desde luego, si Dalae hubiera estado en su lugar, habría hecho lo mismo. Sólo tenía un inconveniente:o Zarathos pretendía matarlos a todos. No era ningún secreto que, para él, Arión sólo era el primero de una larga lista que incluía a la práctica totalidad del grupo. Contenerlo en el estado en el que estaba en ese momento ya era toda una hazaña, así que no podían permitir que perdiera la última limitación que lo contenía. Sin embargo, Chaon veía la situación de una forma muy diferente. Dalae dio un paso atrás cuando el demonio adoptó su verdadera forma, arrastrando instintivamente a Loki consigo, siguiendo un impulso protector que no sabía que tenía. La temperatura de la gruta subió un par de grados de golpe, al tiempo que se llenaba de la luz que el fuego demoníaco despedía, y los improperios que los dioses se dirigían entre sí.
Era obvio que estaban en problemas. Aunque los dioses habían demostrado saber que Arión no merecía la muerte, de poco servía si Zarathos estaba suelto... O si su lucha acababa con ese maltrecho mundo. Pero... ¿Qué podían hacer para impedirlo? Deadpool seguía con la ronda de deseos, impávido ante el demonio y la catástrofe universal que supondría el choque entre el Orden y el Caos. Quería volver a ser normal, o todo lo normal que podía considerararse a Wade Wilson. -Eso es...-Musitó, más para sí misma que para los demás. -Quizás la manera de solucionarlo sea restaurar el equilibrio otra vez, tal y como estaba antes de que el tiempo retrocediera. Es lo más justo.-Su voz había perdido buena parte de la seguridad con la que contaba al principio de la conversación, pero a pesar de todo se las arreglaba para hacerse oír. No quería que John obtuviera una manera de derrotar a Arión, ya que no se fiaba de él; y no quería que Zarathos lo asesinara. Por otra parte, restablecer el equilibrio beneficiaría a sus intereses... Permitiría a Loki crecer, ella podría recuperar las energías que había perdido al crear el barco, mantendría a Hellboy más o menos igual, y mantendría bajo control al demonio, sometiéndolo de nuevo a un alma humana. Era un plan perfecto. O lo sería, si eso no supusiera devolver a Deadpool a su forma original (convirtiéndolo así en una amenaza, por mínima que fuera en comparación con el Espíritu de la Venganza)... Y matar a Raden. No podían entrar en la Ciudadela con un gigante de hielo de dos metros y medio, era un hecho. Era mucho más práctico tener un espectro capaz de filtrarse por los más ínfimos recovecos de una muralla, o aparecer y desaparecer a su voluntad. Era cuestión de valorar los pros y los contras de cada opción. Además... Dalae pretendía convencer a Tynan, dios del Equilibrio, y no podría hacerlo pidiendo que lo restableciera sólo a medias.
El gigante de hielo miró largamente a la joven asgardiana, consciente de que sus palabras llevaban implícito su propio sacrificio. Lo entendía, pero no lo aceptaba. No quería morir otra vez. Respiró hondo, exhalando una nube de vapor helado, y se sentó sobre una roca, cruzando su hacha sobre las rodillas. Aunque no dijo ni una sola palabra en contra de la propuesta de la morena, cualquiera podría darse cuenta de que no estaba de acuerdo en absoluto. -Una vez hecho eso... Tan sólo tendríamos que llegar lo antes posible a la Atlántida para acabar con esto.
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 30th Mayo 2017, 17:35
Arrrggg salió de sus labios. Como les gustaba dar lecciones de vida a aquellos que estaban más perdidos que nadie. Dalae una muchacha que vivía en la ética del egoísmo y la displicencia. Brunilda no era como Thor. Ni pretendía serlo nunca. No gastaba su divino tiempo en ir predicando y enseñando el camino recto a aquellos que se habían torcido. La senda de la virtud era complicada y por eso la gente se tomaba desvíos. Pero ella no era un pastor que conduce a la oveja descarriada de nuevo al rebaño.
- No soy madre de nadie para enseñar las bondades, la ética y moral. Yo entreno valquirias. Sólo quien es digno de mis enseñanzas quien puede llegar a ese lugar honorable. Enseño cosas fundamentales tras ser honorable; cómo resistir y embestir. - Eran muchos años, muchas vidas, muchas reencarnaciones, muchos niños en Asgard y en Midgard a los que acogía, bendecía y daba lecciones. Muy pocos de sus aprendices o personas de su reino quedaban grabadas en la memoria de la guerrera asgardiana. Sólo quien ocupaba un lugar importante en su corazón podía permanecer en su recuerdo. Los demás eran tan sólo destellos fugaces. Brunilda no era una mujer accesible. Los años y las traiciones la habían vuelto desconfiada, seria y dura. Había muy pocas personas en los nueve reinos a las que interpusiera antes que a su deber como estandarte de la justicia asgardiana y su misión como diosa de la muerte. Dalae como muchos otros ciudadanos asgardianos había sido un segundo efímero en su longeva existencia.
- No obstante, ¿Sabes lo que ocurre cuando intentas fabricar una espada con un metal con impurezas? Puede que consigas templarlo y pulirlo. Hacer una espada fuerte, gloriosa y consistente. Pero la impureza genera una grieta en el arma y se acaba pariendo. Sólo un ingente trabajo y un esfuerzo reiterado puede limpiar el metal de las impurezas. Lo mismo con las personas. Yo estoy demasiado ocupada para ofrecer tutela veinticuatro horas a aquellos que abrazan al mal en su seno y no buscan la justicia ni la redención. - Esa cría ciertamente se merecía que alguien le cortase su lengua viperina. Criticaba, culpabilizaba y echaba cosas en cara y sin embargo, ella no era quién para abrir la boca porque practicaba el ejemplo contrario a lo que sus palabras decían.
- Pero no te equivoques muchacha no eres quien para juzgar mis estándares morales o cualquiera de mis acciones ni en mil años. Además, no confío en ninguno de los criterios de morales de cualquier persona de este lugar. Desde mi perspectiva en este pintoresco grupo, no hay quien pueda vanagloriarse de hacer lo correcto ni pueda definirse como alguien digno. -
Estaba comprobado que no se podía rebajar el estado de alerta ni cinco segundos. Ghost Rider había hecho su petición. la asgardiana de cabellos dorados puso muy mala cara mientras él describía su propuesta a aquellos seres. Una de las cosas que más valoraba su raza era la lealtad, no sólo hacia los suyos sino también hacia los midgarianos. Muy especialmente a aquellos que les ofrecían cobijo a su alma en su cuerpo mientras su cuerpo asgardiano se recuperaba de las fracturas de un Ragnarock. Samanta Parrinton y Barbara Norris, que habían prestado su cuerpo para compartirlo con el alma de Brunilda, sus queridas anfitrionas humanas eran para ella no sólo mujeres fuertes y dignas sino personas muy venerables. Si Ghost Rider compartía su cuerpo con un anfitrión humano, ella consideraba que era algo deplorable erradicar el alma del humano con el que te había tocado convivir.
Volvió a desenvainar su espada. La vileza del mundo nunca descansaba. Aunque pensaba que la única y mejor solución era ponerle fin a la vida de ese mago, que había enloquecido y en su falta de lógica y racionalidad había trastocado el orden natural y los hilos invisibles que mueven y mecen el destino del mundo y de cada uno de los seres que habitan en él, no era partidaria de arrancarle a Gost Rider su parte humana. Gritó con furia y su voz sonó como un rugido de animal furioso. Era el mismo tono que usaba siempre para infundir miedo en el enemigo. Los mismos gritos usan los vikingos para infundir temor a sus contrincantes. Gritos de furia y rabia nacidos de la más profunda irritación y bravura del alma. Brunilda no temía ni a la muerte ni al castigo ni a ningún ser autodemonimado dios de la creación. Con todo su orgullo y entereza asgardiana se movió hasta donde estaban discutiendo los tres de la balanza. Con toda su gloria de diosa de la muerte y paladina asgardiana tomó a ese vil ser entre sus poderosas manos.
- Mira intento malforme de cabra, me da igual quien seas y los poderes que digas tener. Revierte lo que has hecho o yo y mi espada vamos a dar cuenta de tí.- La palabras razonable y precavida ni estaban ni iban a estar nunca en su vocabulario. Miró a los otros dos sin ningún atisbo de miedo en su mirada. decidida a plantarles cara si la ocasión lo requería. Como todo ciudadano nacido y criado en Asgard ella era muy terca y muy fiel a sus ideales y a los de su venerada patria. Arrogante, brava y aguerrida hasta el final de sus días como toda valquiria que se precie.
off: ya sé que es muy gallo pero es un comportamiento muy fiel a mi Bruni
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Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 30th Mayo 2017, 21:29
Al principio, todo era oscuridad. No había ni una luz, ni siquiera un ligero atisbo de que algo pudiese brillar en mitad de todo el cosmos. La más profunda negrura ocupaba todo, un todo que al mismo tiempo no era nada. No había principio ni fin, no había un antes ni un después. Simplemente la nada... Una nada que se había apoderado del demonio en ese momento. No era consciente de sí mismo, ni de lo que le rodeaba... Dudaba hasta de quién era o había sido. Intentó pensar, un pensamiento perdido en un inmenso mar de dudas. ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado? Por mucho que intentase recordar qué era o quién era no había manera de conseguirlo. Eso sucedió los primeros minutos, las primeras horas, los primeros días... Aunque bien podrían haber sido unos segundos los que habían transcurrido. En aquella negrura era imposible saberlo. Una pequeña luz, tan lejana como una estrella en el firmamento parpadeó en la lejanía. Hellboy no sabía si lo había imaginado o realmente había visto una luz. Entrecerró los ojos, o eso imaginó que estaba haciendo, pues no podía ver absolutamente nada, tanto con ellos abiertos o cerrados. De hecho ya dudaba de si tenía o no ojos. Y entonces volvió a verlo. Esta vez no tenía duda de que había visto una luz. Era algo más grande, del tamaño de un pájaro en el cielo. Desapareció. Volvió a parpadear de nuevo, ahora del tamaño de una manzana al otro lado de un largo salón. El sonido del mar llegó a sus oídos. El olor a algas y sal inundó su pecho. Fue consciente entonces de que estaba respirando.
Hellboy...
Un susurro en la inmensidad de toda aquella oscuridad. Sintió por fin. Sintió un penetrante dolor en su cabeza. Un dolor agudo que le apretaba la frente y las sienes, como si le estuviesen clavando algo. Apretó los dientes, sintiéndolos de nuevo.
Hellboy...
De nuevo aquel susurro, aquella voz tan tenue que no sabía si lo había imaginado entre el sonido de las olas o realmente había alguien llamándole. La luz parpadeó con fuerza, y se acercó a esta. Sintió el suelo bajo sus pies, y al mirar hacia abajo pudo ver una débil silueta de estos absorbiendo la luz que entraba por la pequeña bola que había ante él. Sus pasos eran lentos y pesados, largos como un día, o puede que tan rápidos como un parpadeo. Sintió como su cuerpo volvía a estar donde debía estar. Su cola, sus brazos, sus cabellos, su lengua... Todo fue cobrando forma a medida que se acercaba a la bola que parpadeaba. Los pensamientos volvieron a inundar su cabeza. Recordó... Imágenes difusas al principio, rostros y lugares después. Vio a Abe, a Liz, a su padre, a Kate... Vio a personas que había conocido después, como a Rebecca, a la Mujer Maravilla, a la pequeña Tortita, a Arión... Se detuvo. Arión... Recordó a Arión... Y recordó lo que este había hecho. Recordó que el mago había perdido la razón o algo así... Si... Si, eso era. Había conseguido algo... Un objeto o un artefacto lo suficientemente poderoso como para cambiar el mundo, y lo había hecho... Pero no como el atlante siempre había querido. Había perdido la razón y quería que todo sucumbiese... Recordó al chamán y vio una desagradable sonrisa cruzar su rostro antes de que una enorme figura negra se alzase y le ahogase con algo tan oscuro como esta. Una sensación fría y desagradable le recorrió la espalda y el cuello, y notó su mano izquierda acariciándoselo.
Hellboy... Por aquí...
Ahora ya no tenía dudas. Alguien había dicho su nombre y le llamaba desde la bola luminosa. Continuó avanzando hasta que la tuvo al alcance de la mano. Se agachó para examinarla, pero no podía ver nada. Había figuras al otro lado pero era incapaz de reconocer ninguna. Entrecerró los ojos y se acercó un poco más... Podía oír a gente gritar al otro lado, pero eran gritos lejanos, muy lejanos, tan lejanos como si estuviese escuchándolos a través del tiempo. Se acercó un poco más a la bola, hasta que su nariz la tocó.
Lo primero que sintió fue el suelo contra su rostro. Lo segundo un dolor que le recorría todo el cuerpo. Lo tercero fue el olor. Un fuerte olor a rancio y quemado. Los gritos y sonidos metálicos ahora eran tan claros como un amanecer. Alzó la vista y vio los campos cubiertos de sangre, ejércitos caídos en combate hasta donde alcanzaba la vista. Y se dio cuenta de que estaba postrado sobre ella.
Muchos soldados aún luchaban en la lejanía, gritando con furia y desesperación, clamando al cielo y a la destrucción que habían traído sobre aquella tierra. Se levantó como un resorte, con la respiración entrecortada y la parte delantera de su cuerpo impregnada de sangre. Nadie se había percatado de él, o eso parecía. Todos estaban ajenos a la figura carmesí que miraba desconcertada. El cielo era rojo como el fuego y largas columnas de humo subían hasta donde alcanzaba la vista. El olor y sabor a hierro le obligó a escupir. - ¿Lo recuerdas ya?- La voz provino de su espalda, y se giró con violencia. Allí, frente a él, una pequeña niña le miraba. Llevaba una especie de sombrero de tres puntas y un traje antiguo.
Hellboy frunció el ceño y la miró de arriba a abajo. Llevaba un pequeño grajo en sus manos que le miró con unos brillantes ojos amarillos.
- ¿Quién...?- Pero ella negó con la cabeza.
- Eso no importa ahora, Hellboy. ¿Recuerdas por qué estás aquí? ¿Recuerdas quién eres? Esto es el futuro que le espera al mundo si no lucháis... Esto es lo que le espera a la humanidad si no encontráis a Arión... Él no tiene la culpa, pero debéis pararle... No puede completar su plan o todo será destruido.- Un fuerte ruido, como el de una explosión pilló por sorpresa al demonio, quien dio un pequeño respingo, volviendo la cabeza en dirección al origen de aquel estruendo.
- Pero... ¿Cómo voy a pararle, si ni siquiera sé dónde estoy?- Volvió la vista a la niña, quien sonrió de manera inocente, pero también triste.
- No creo que eso sea un problema para ti... No es la primera vez que te desvías del camino y te encuentras, ¿verdad?- El demonio supuso que se refería a todo el viaje que había llevado a cabo a través de medio mundo cuando abandonó el B.P.R.D en busca de sí mismo y de su lugar en el mundo. Había viajado a través de los rincones más ocultos y recónditos de la tierra, conociendo a seres tan inverosímiles que nadie le creería. Tras todo aquello había encontrado algunas respuestas, aunque no todas. Algunas todavía eran un misterio para el demonio, quien esperaba poder saberlas algún día. Pero aquel no era el momento supuso, a juzgar por la mirada de la niña. No le sonaba de nada, y al mismo tiempo tenía la certeza de haberla visto antes.
- ¿Te conozco?- Ella sonrió de nuevo, antes de empezar a desaparecer ante él.
- Encuentra el camino... Ayuda a tu amigo... Él no es el culpable... Ayúdale a volver al camino correcto, como hiciste tú...- Sus palabras eran un susurro en medio de todo aquel caos, y el demonio dio un paso en su dirección.
- Espera, ¡vuelve! ¿Cómo salgo de aquí?- Pero ya no había niña ante él, solo la inmensidad de aquel descorazonador campo de batalla. Hellboy miró su mano de piedra durante unos segundos.- Como hice yo... Ya... ¿Por qué siempre que me cruzo con alguien sabe más sobre mí que yo mismo?-
Tenía una cosa clara: debía ayudar a Arión. El atlante lo habría hecho por él, sin importarle las consecuencias. Podría hacerlo. Alzó la vista hacia el cielo y se llenó los pulmones antes de ponerse en camino. ¿A dónde? Aún no lo tenía claro, pero algo le decía que pronto lo averiguaría.
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Ficha de Personaje Alias: Arion Nombre real: Ahri'ahn Universo: DC Universe
Tema: Re: [Minievento] El tiempo en sus manos - Pt. 1. Poitain (Dalae, Loki, Razor, Brunilda, Constantine, Hellboy, Blaze, Wade) [16-03-2019] 31st Mayo 2017, 20:41
La mirada encendida de Gemimn en conjunto con la magia que exudaba todo su ser era algo realmente pavoroso que presagiaba el choque entre dos de las fuerzas más poderosas del universo, dos fuerzas que nunca jamás deberían tocarse y que inducía, a todo aquél que tuviera al menos un ápice de sentido común, a poner la mayor distancia de por medio posible.
Pero claro, esa descripción no incluía a Deadpool, el cual, totalmente ajeno a la crepitante energía mágica que flotaba en el ambiente, tan densa que podría prácticamente palparse, se situó entre los dos para exponer su petición.
Aquel arranque de osadía (o de estupidez, según se mire) dejó a Tynan tan estupefacto que no llegó a intervenir como siempre hacía para separar a sus hermanos, los cuales, a su vez, se habían quedado momentáneamente perplejos, lo suficiente como para que Brunilda pudiera intervenir y aferrar a Chaon.
- Mira intento malforme de cabra, me da igual quien seas y los poderes que digas tener. Revierte lo que has hecho o yo y mi espada vamos a dar cuenta de tí. -exigió en tono amenazante.
Suficiente. Aquella impertinencia era el colmo.
- Contén tu lengua, muchacha desvergonzada -ordenó Tynan extendiendo hacia Brunilda su palma, rodeada de energía mágica palpitante-. No tienes ni idea de quiénes son aquellos a los que tan arrogantemente increpas.
- ¡Jajajaja! -rio Chaon, de manera totalmente descontrolada, como si no le importara lo más mínimo la amenaza de la valquiria-. ¡Fulmínala, Tynan!
- ¡No! -intervino la diosa-. Sabes que nuestro hermano actúa siempre con el sinsentido de su locura, y sabes que lo que ha hecho está mal. Perdónala, mi señor.
- Haré lo que me plazca, Gemimn -fue la dura réplica-. La locura de Chaon es tan necesaria para la Balanza como el Orden al cual representas. No puedo permitir que le amenacen -apartó la mirada de su hermana para volver a mirar a la valquiria-. No obstante, tampoco quiero hacerle daño a ella. Así pues... ¿atenderás a razones, muchacha? Libera a mi hermano.
- Bah -se mofó el dios de las serpientes en el cabello-. Sois demasiado blandos; la necia se ha atrevido a alzar la mano contra la Balanza, y tal acción no puede quedar sin castigo. Quédate al margen, Tynan, y, por una vez, déjame hacerlo a mi modo.
Tan pronto el dios hubo pronunciado éstas palabras, la valquiria se vio arrojada a un mundo de locura sin parangón y Brunilda se vio envuelta en un furioso y turbulento torbellino repleto de horrores que estaban más allá de la imaginación, pues a lo que se estaba enfrentando no era otra cosa que la propia locura encarnada.
Aquél tormento indescriptible se prolongó durante varios segundos que se le antojaron como una eternidad hasta que Tynan finalmente interrumpió su calvario devolviéndola de nuevo a la realidad.
- Basta de toda ésta locura, Chaon -le espetó con severidad-; ¿crees que no sé que has hecho ésto únicamente para provocar a nuestra hermana y traer al mundo la demencia que tanto te gustaría presenciar? Conoces las consecuencias si se produjera el contacto entre vuestras formas.
- Ohh... Te ruego perdón, oh, gran señor -replicó con sorna el aludido, con una voz que rezumaba veneno-. Bah, pronto llegará el día en el que la gente escupirá ante tus palabras en lugar de reverenciarlas. Ten por seguro que llegará, querido Tynan, tan seguro como que el Caos eternamente competirá con el Orden que tanto pareces apreciar. Y ese día el universo se inclinará ante mi voluntad y se rendirá al caos, a ese caos que incluso ahora medra en éste ridículo mundo.
Y, tras decir ésto, se desvaneció en lo que parecía ser una especie de borrón de energía oscura.
- Tynan, yo... -empezó la diosa, pero el aludido la hizo callar con un severo gesto.
- Silencio tú también, Gemimn. Ya has hablado bastante -volvió a mirar a los involuntarios espectadores de aquél drama cósmico-. Se suponía que no debíamos dar información alguna que pudiera influir en el desarrollo de los acontecimientos, y tú has quebrantado esa norma casi igual que lo hizo Chaon -hizo un gesto con la mano y el alma de Jhonny Blaze regresó a su cuerpo en toda su gloria. Anulados los efectos de la gema del tiempo, Johhny volvía a ser él mismo, y volvía a tener a Zarathos bajo control, en su aspecto humano-. Dicho lo cual, y una vez arreglado éste desastre, volveremos al punto en el que nos habíamos quedado antes de que la locura de Chaon nos alcanzase. ¿En dónde estábamos? Ah, sí -su mirada penetrante se enfocó en Constantine-. Ayuda.
De un nuevo gesto, la espada de Brunilda destelló con fuerza y su querido y amado corcel volador apareció como por arte de magia a su lado, relinchando y arañando con la pata delantera en el aire, feliz de volver a ver a su dueña.
Tynan avanzó hasta detenerse ante Kid Loki.
- La concesión de tu demanda implica restaurarte a tu antiguo cuerpo, pues es la única manera de que recobres tu poder. Puesto que me lo has pedido, y es el orden natural de las cosas, que así sea -hizo un nuevo gesto y una oleada de energía mágica verde envolvió a Kid Loki como si de un tornado se tratara, girando a su alrededor y extendiéndose hacia arriba hasta desaparecer, dejando tras de sí al adulto que había sido antes de iniciar aquella aventura.
De la misma forma, Deadpool regresó a su forma humana y Arturo sintió que ya no dependía del influjo de la piedra mística para mantener apartados los efectos de la Gema del Tiempo. Y Raden... dejó de existir para transformarse en una nube de humo blanquecino que flotó mansamente hacia el cayado de Dalae, desapareciendo en su interior.
Hellboy, a pesar de estar despierto, no había pronunciado palabra, y tenía la mirada perdida en algún punto más allá de la estancia. Les miraba sin ver, como si no fuera realmente consciente de su presencia.
- Hemos disipado la maldición que mantenía a vuestro amigo sumido en el sueño, pero hay algo que aún le mantiene cautivo, y esté donde esté se encuentra lejos de nuestro alcance. No sabemos lo que es, pero no es maligno y creemos que, eventualmente, llegará a salir por sí solo, quizá cuando aparezca el estímulo adecuado. Si le vais guiando debería ser capaz de andar por sí mismo. Es todo cuanto podemos hacer por él.
Una vez más retrocedió sobre sus pasos para volver a detenerse ante Constantine.
- Ésa es toda la ayuda que os podíamos dar sin alterar el Equilibrio, pero ahora entre todos ya tenéis las herramientas necesarias para vencer a Arión. Lo único que tenéis que hacer es colaborar y trabajar en equipo. Respecto a cómo llegar a la Atlántida...