Sangre en las calles. [Libre para personajes magicos]

OFF:

Viernes 13 de Abril. 2018
Chicago.
9:14 pm.

Tres asesinatos y el posterior suicidio del autor material en una oficina de seguros de vida en el centro de actividad comercial en Chicago. Una ironica coincidencia que habia terminado con la vida de 4 personas que, a juzgar por lo que decia la prensa, eran ciudadanos normales, quizas hasta buenos. Gente normal, que trabajaba su jornada con gusto, llegaba con una sonrisa al trabajo, tenia hijos, una hipoteca, un auto nuevo y la suficiente estabilidad como para no cometer locuras. Hasta que de pronto, empiezan a matarse entre si. ¿Como confiarias en una compañia de seguros de vida cuyos empleados son asesinados por ellos mismos?

De eso habian pasado tres dias. Y ayer, en una especie de mala racha para la ciudad, tres niños mataron en un colegio a su maestra. ¿Sera culpa de los videojuegos? ¿Culpa del internet? No lo sabia. Pero uno de los niños intento suicidarse cuando lo habian atrapado, y hoy, estando encerrado en la comisaria mientras las autoridades dictan que hacer con ellos, sus padres preocupados piden a las autoridades que tengan consideracion. Sus niños nunca harian eso, repiten en llantos frente a la prensa amarillista que exhalta una sarta de sin sentidos en contra de todo lo que no les gusta. La religion islamica, los matrimonios homosexuales, el aborto... Chicago estaba de mala racha. Y yo estaba ahi, leyendo el periodico en la banca de un parque cerca del hotel donde me estaba hospedando. Tenia que ir a ver a ciertas al anochecer en un famoso club nocturno: "La rosa flourescente". Un nombre ridiculo, pero bueno, era un club de prestigio, con su zona elegante, su zona para divertirse y su zona V.I.P a la cual iba a acceder. La zona de los magos, seres magicos, bestias y criaturas que habitan en Chicago. Uno de ellos, ahi dentro, decia saber algo acerca de esos asesinatos, y preferia ir a investigar.


Mire mi reloj y vi la hora: 8:20. Quizas sea hora de avanzar y caminar. No tenia mi sombrero, solamente traia mi varita y mis cartas escondidas en una ropa casual, cubierta por un ligero abrigo color vino, semi formal para esa cena. Esos lugares siempre pedian que fueses bien vestido, a menos que fueses "el entretenimiento". Ahi... poco importaba si ibas bien vestida o no, al final, acabarias sin ropa. Suspire, y me dedique a caminar, mientras guardaba el periodico bajo mi brazo. Avance en silencio, ignorando a las personas que caminaban paseando por la noche, o buscando un lugar donde cenar o simplemente, de regreso a la seguridad de sus hogares. Una coche patrulla paso cerca mio, vigilando las calles, mientras los minutos pasaban hasta que me vi en el lugar. Una fachada moderna, con dos cadeneros que vigilaban la puerta.


-¿Invitacion o adivinanza?
-Adivinanza...

El cadenero se llevo las manos a los bolsillos traseros, sacando algo para despues esconderlo en sus puños, cerrando las manos. Hm, tipico seguro magico, prestidigitacion, precognicion y probables. Este bar era de los buenos, si podian permitir uno de esos.

-¿Que tengo en cada mano? -El sujeto me miro sin ningun tipo de emocion, mientras yo me concentraba. Percibia la magia de los objetos, un simple "comodin" que podia alterarse: Un dado, una canica, una corcholata. Cualquier cosa que no cupiese en un puño, pero cuyos detalles puedan cambiar con facilidad.
-En la izquierda no tienes nada. En la derecha un silbato rosa. Muy bonito por cierto.

El cadenero se permitio una sonrisa y se hizo a un lado, dandome paso para entrar al club. El ruido de la musica aturdia, asi que, simplemente me dedique a subir las escaleras hasta llegar al tercer piso, donde no se escuchaba casi nada. Un buen acondicionamiento de audio para la zona VIP. Al entrar, solo pude ver un espectaculo de luces, mientras hombres y mujeres, o al menos siluetas que los asemejaban bailaban sensualmente sobre mesas en las paredes, iluminados de vez en cuando por las luces estroboscopicas. Silenciosas personas pasaban cargando platos con bebidas, mientras todos charlaban en comodos sillones con mesas en el medio, donde habia alcohol, cocaina, hachis, opio, sangre, carne fresca y una increible cantidad de gustos para seres magicos y no-magicos.

Simplemente, me sente, mirando a las personas que por ahi se movian... Necesitaba encontrar al tipo que conocia acerca de esos asesinatos. La gente simplemente, seguia, ignorandome, ignorando probablemente a las personas que tuviesen al lado. Este lugar no era mas que la Sodoma y la Gomorra de la magia en Chicago, el palacio del Hampa de los seres que hacen Puff y se sacan unas cuantas cartas al jugar al Poker. Habia una mesa de personas jugando, todos callados, tenebrosos. Parecia una increible reunion de gente en luto que lloraba silenciosamente la muerte de un amigo o familiar muy cercano con una mano llena de cartas para apostarse unas cuantas centenas de dolares. Me quede observandolos, hasta que me fui a la barra, llamando al Barman. Un chico guapo, de no mas de 30 años, con un aire latino muy marcado. ¿Quizas fuese cubano, puertoriqueño? No lo sabia, pero parecia desentonar con los demas integrantes del servicio.

-Ponme algo suave.
-Lo que usted diga, guapa.

El barman empezo a buscar en las bebidas, y yo me gire en mi taburete, observando el desarrollo de la fiesta. Necesitaba encontrar a un soplon del cual no sabia ni siquiera su nombre. Esto seria muy interesante.

El barman me acerco mi bebida, a la cual le di un trago. La verdad es que no queria nada de alcohol, pero tenia que aparentar. Hacer una actuacion, como tantas a las que estaba acostumbrada, una forma de lograr un objetivo engañando a unos cuantos ilusos con cortinas de humo, efectos teatrales que unicamente servian para distraer al espectador y sorprenderlo con lo que menos esperaba: Magia de verdad. En este lugar, tenia que aplicar los mismos principios: Una muchacha picara, con una bebida en la mano y cierta facilidad al inclinar la cabeza, dando ciertos permisos de acercarse. La tipica bruja que asistia a estos antros de perdicion a liberar tension con seres de naturaleza magica.

Mientras pasaba la mirada por todo el lugar, buscaba encontrar una pista, alguien que desencajara del ambiente. Pero cuando se trata de un ambiente sobrenatural, ¿Que cosa es lo "normal" y que es lo "extraño"? Lo mismo me podria meter en problemas con un troll a meterme con el Ghoul del vampiro de turno. Tenia que andar con cuidado, y solo actuar cuando tuviera certeza de lo que estaba haciendo. Parecia que ahi no encontraria nada, por lo que tendria que buscar en otras partes.

En esa barrida con la mirada, me tope con una especie de entrada VIP, cubrida por un hombre al cual se le encargaba la mision de custodiar la entrada. Me fije un poco mas, y les mostraba una tarjeta. Debia ser una tarjeta de prueba, tipica en las seguridad de antros magicos. Quizas ahi pudiera encontrar algo, por lo que, tras dar un trago a mi bebida, me levante y empece a caminar hacia la puerta, en un paso sensual, casi contoneante. Al llegar con el hombre, le guiñe un ojo.

-Muestrame la tarjeta, mi vida.

El tipo se me quedo viendo y saco una tarjeta, con rombos blancos y rojos en la parte trasera. La tipica prueba donde tenia que averiguar que habia detras, asegurando que solo personas con poderes magicos o de renombre pudiesen entrar. Ya me conocia esos trucos. Lo unico que hice fue afilar mis sentidos, parpadeando un par de veces, hasta que tras unas risitas dije:

-Es un gato comiendose un elefante azul. ¿Me vas a seguir haciendo perder el tiempo? -El tipo se hizo a un lado y me dio permiso de pasar. Le guiñe de nuevo el ojo y continue, entrando al lugar. Vaya, no esperaba sorprenderme (aunque no hice muestra de ello), pero encontrarme en esa orgia y sodoma era algo contra lo que yo chocaba un poco... Habia dejado esa etapa de mi vida bien olvidada con Constantine y mi juventud. Di un paso largo, me sente en una barra, mirando a las personas, y le di un trago a mi bebida.

En uno de los asientos me encontre a la persona que menos esperaba encontrarme. Arion, el nuevo de la Liga de la Justicia, el chico que me habian pedido que revisara en la Atalaya hacia no mucho. Y estaba ahi, en lo que parecia... ¿Un extasis? ¿Se estaba drogando? No esperaba que eso pasara. Hice un gesto de gracia, como si me pareciara algo de burla, aunque realmente me preocupaba. No queria saber que pensaria la Liga de la Justicia de ver a uno de sus miembros en un lugar como este haciendo ese tipo de cosas.

-Pobre pardillo... -Me rei, levantandome y acercandome a el y al sujeto que tenia a su lado. No sabia quien tenia la presencia magica mas poderosa, pero, me sentia en una verdadera competencia de lobos por un cervatillo. Tenia que actuar rapido y de manera inteligente. -¿De donde sacaste a este muchachon? -Pregunte, descaradamente, mientras le daba un trago a mi bebida. Lo mejor era sacarlo de ahi, antes de que le pasara algo peor

Rack. Ese nombre me sonaba como a perro. Y probablemente eso fuese, o menos que eso... Al menos, los perros tienen buenos sentimientos y pueden cuidar a los demas. Con tan solo verlo, podias ver que Rack era una de esas basuras que pululaban por el bajo mundo de la magia. Traidor, embustero, abusador... Un embaucador de los que frecuentan todo tipo de antros de mala muerte para divertirse y matar a alguien cuando ya no les causara placer.

El tipo me llevo a unos sillones espaciosos, donde podia ver a Arion en ese estado tan lamentable. Tenia que ayudarlo, pero necesitaba distraerlo o sacar a Rack del juego y a sus peleles hacer que se fueran. Probablemente tendria un par de hechizos, pero no podria contra tantos magos, o al menos, no de la manera que me gustaria. Si fuese seguro, ya habria recurrido a la fuerza para sacar al atlante del lugar.

Tome la copa de vino, como si la pesara, con una sonrisa ligera, como si incitara a Rack a seguir hablando. Olfatee el vino, aunque no detecte nada extraño... Seria muy descortes no tomar el vino que me ofrecia, aunque, me estaba arriesgando a que me envenanara de alguna manera que el pudiese resistir y yo no. Tipico. Recordaba un caso similar donde con sangre de salamandra un dragonante enveneno a toda una familia en lo que deberia ser una comida "amistosa" de Dia de gracias.

-Lo siento, chico, yo no tomo esta... cosa que llamas vino. -Mencione en un tono arrogante, dejando mi copa con gracia sobre el suelo al lado del sillon. Era una de esas divas magicas que se creian hechas a mano por Dios, y como tal, deberia actuar. No sacaria mucho comportandome generosa y bondadosa con Rack. -¿Notas mi poder? Vaya, me halagas... Tengo mucho para dar, si me lo propongo... -Mi tono daba pie a muchas interpretaciones, como si cada palabra fuese elegida principalmente para seducir.

Mostro de su mano un flujo magico, como si estuviera canalizando hacia una carga que no se conectaba. Parecia una bateria magica, deliciosa, tal como llegar a una fiesta hambriento y ver una mesa con comida y bebida a reventar. Me resistiria, no sucumbiria al deseo de probar su magia y quedar igual que Arion, aunque era mas dificil...

De pronto, una voz llego a mi mente. ¿Quien podria contactarse? Mire discretamente a Arion, donde la gema de su pecho brillaba de manera notoria. Si, conforme la voz en mi cabeza hablaba, era mas acorde que Arion se comunicaba conmigo por medios telepaticos.

Me quede viendo a Rack y solte una risa, casi como una burla.

-Mi amor, primero invitame un cafe antes de hacerme probar tu magia. -Trague saliva y me recoste sobre el sillon, subiendo las piernas para poner mis zapatos casi frente a sus piernas- ¿Que te pareceria... ya sabes, hacerme un favor? Quiero probar unas cositas con un chico guapo... Y tu amigo el que esta en el sillon esta en el estado adecuado. Ya sabes, cosas poco correctas. -Le guiñe un ojo, moviendo mi pierna suavemente sobre su muslo, hasta que tocaba su estomago- Deberte un favor... Seria tan lindo...-Repentinamente me pare de rodillas en el sillon y me acerque a Rack, colocando mi cabeza en su hombro para susurrarle al oido. -Soy muy buena pagando mis deudas... -

Parecia que mis ofertas no tenian el efecto deseado. Rack se mostro reticente a aceptarme, terminando rapidamente conmigo. Bueno, mejor para mi. No queria soportar mas a ese maldito. Tan solo estar cerca de el me daba una horrible sensacion de que cosas malas me ocurririan, y solo queria venir a averiguar quien habia cometido esos asesinatos, ir a detenerlo y volver a mi casa sin haber perdido el alma en el camino.

Su mano se acerco a mi pierna y senti un cosquilleo, como si me acercara a una bateria cargada. Demonios, que bueno que no acepte esa droga o ahora estaria viajando por el mundo de las estrellas colocada hasta la medula de magia arcana. Supongo que tenia que agradecerle a esa voz mental que me habia detenido, pero ahora, tenia que esperar a que el "vampiro" se fuese.

-Que triste... -Mencione, alejandome lentamente a mi lugar. Por dentro, estaba realmente feliz que se fuera, pero por fuera parecia entre que no me importaba y que me parecia una pequeñisima desgracia. El problema de actuar como una diva es que no me sale del todo cuando odio ese estilo de ser de las personas.

El brujo se levanto y desaparecio, tan rapido como yo habia llegado. Simplemente, como si fuese de un encantamiento o un chasquido, la habitacion lujosa del antro se convirtio en una simple habitacion dañada por el paso del tiempo y la falta de cuidados. Los drogados seguian ahi, en su viaje espiritual al reino tenebroso de la magia sin control, y yo tenia que concentrarme solo en uno.

Me levante, sacudi mi abrigo y camine rapidamente hacia Arion para comprobar su pulso. Estaba bien, un poco bajo a decir verdad, pero sabia que pronto lo sacaria. Si podia sacarlo a el, quizas encontraria un aliado para dar con esos asesinos. No seria mala idea tener la ayuda de un mago tan poderoso como el Atlante, y si lo que la Liga decia era cierto, probablemente tener a un gran heroe haria que mi mision se cumpla aun mas rapido.

[i]-No se como contactarme contigo de nuevo, telepata, pero necesito tu guia para despertar al hechicero. ¿Que debo hacer? -Mencione, hablando al aire, como si estuviese hablandole a las paredes- [i]Soy todo oidos -Suavemente, mi mano se acerco a la gema del pecho de Arion y la toque para intentar hacer contacto.

OFF:

(fdi: Si no os gusta algo, edito)

Raven ya llevaba un buen rato en el bar, escondida entre las sombras del local, en una esquina de la barra, cuando Zatanna hizo su acto de aparición. El puente de su nariz se arrugó imperceptiblemente mientras sus ojos la seguían en todo su paso por el bar. Que esa mujer hiciese acto de presencia en ese bar sólo podía significar problemas.

Bueno, quizás no, pero no podía negar que le caía mal desde el día en el que la echó de la Liga de la Justicia cuando les pidió ayuda por primera vez. Y no contenta con eso, se esforzó en volver a los titanes en su contra en uno de los momentos más críticos de la primera invasión de Trigon. Una no tenía que ser un genio para darse cuenta de que Zatanna tenía un problema de racismo contra los genes demoníacos o algo similar.

Pero no, no estaba allí por ella. En realidad había seguido un par de pistas que apuntaban a que la iglesia de sangre tenía un reclutador en ese bar, y se había infiltrado con la intención de encontrarlo y sonsacarle toda la información relacionada con la rama de Chicago. Sin embargo, la aparición de la maga había trastocado sus planes, pues o bien Zatanna estaba buscando algo más gordo, o bien iba a por lo mismo.

Raven suspiró, observando cómo la maga se metía en una sala VIP, esperando un tiempo prudencial antes de seguirla. Llegó justo a tiempo de ver cómo Arión ardía y era purificado de lo que fuera que tenía en el cuerpo en ese momento, lo que hizo que la semidemonio arquease una ceja, cruzándose de brazos. No parecía que se hubieran fijado en ella, o quizás simplemente la estaban ignorando a drede, algo muy común entre los miembros "adultos" de la Liga cuando había algún miembro de los Titanes presente.

Así que Raven carraspeó cuando preguntó a Zatanna el qué la traía ahí, separándose de la puerta y acercándose a ellos. Raven vestía con un sencillo conjunto de pantalón negro ajustado, top negro, collar de pinchos y un cierto maquillaje con aire gótico o Punk, con su chakra brillando levemente en su frente. Su piel era tan cetrina como siempre, y su pelo caía suelto en una cascada negra por su espalda, igual que las alas del animal que la representaba

Eso mismo quisiera saber yo también. ¿Debería empezar a llevar una estrella de david en un brazo? La mujer pasó de largo, echando un vistazo a la pared que se encontraba detrás del sumo mago atlante. Pasó un dedo por esta, comprobó que salía sucio y se limpió con un gesto distraído No puedo asegurar que me guste la decoración añadió, echando un vistazo a los yonkis que se encontraban en la sala.

No, no le gustaba nada de nada la decoración

-Hmmm... esta bien. -Clavo, tomillo, canela, mirra y malva. Asenti, pensando en donde conseguiria cada uno de esos materiales en este lugar. De pronto recorde, y chasqueando los dedos, apareci mi sombrero sobre mi cabeza. Lo tome y volteandolo, meti la mano dentro del agujero de este para decir "Alenac ed amar anu recerapa". A mi mano llego una ramita de canela que saque y guarde en mi traje, para usarlas en el ritual que el vinculo telepatico de Arion me estaba pidiendo.

Me levante y fui a buscar en uno de los armarios los materiales que Arion me estaba pidiendo. O bueno, el vinculo telepatico de Arion conmigo. El caso es que, despues de buscar en los armarios, en uno de los cajones encontre la mirra y en otro encontre la malva en una bolsa de plastico. Bueno, lo demas lo podia pedir en el bar, suponiendo que no me miraran raro por pedir algo de ese estilo. Aunque en este antro, quizas sea algo tan comun como ver a una persona con dos brazos.

-No te muevas de aqui. -Le mencione al Arion drogado, o mas bien, a su vinculo telepatico, con un tono casi humoristico. Ya no estaba Rack, y no creo que le pase nada por un poco de buen humor en esta situacion tan extraña. Camine hacia la entrada, donde le hice un gesto al cadenero para que esperara y me dejara pasar ahora que volviese a entrar. Afuera, camine sorteando a los que estaban festejando, a los drogadictos y a las criaturas magicas peligrosas hasta que llegue a la barra, donde el mismo tipo me atendio. -Dame un vaso grande de agua con tomillo y clavo, sin cortar. Entero.
-Esta bien... ¿Quieres algo mas?
-No.

El tipo asintio y se agacho, abriendo unas puertas debajo de la barra donde deberia de guardar ese tipo de sustancias. Supongo que tambien tendra otras mas extrañas, como pelo de ogro, lagrima de grifo o intestino de kraken. En la casa del misterio teniamos una habitacion dedicado a guardar todo tipo de sustancias para ritos, hechizos y pociones que requieran algo inusual. Las cosas mas extrañas las teniamos que conseguir en misiones por lo general inseguras. Esto por suerte era una aventura que podria completarse en cualquier supermercado si estuviese abierto a estas horas.

El barman me dio el vaso grande de agua con el tomillo y el clavo dentro, asi que pague dos dolares y me fui de regreso, entrando sin ningun problema a la que habia sido la anterior zona VIP. Tomando todos los ingredientes, los coloque sobre mi mano, secando un poco antes el clavo y el tomillo para el hechizo que tenia que hacer.

-Arefse anu ne odot rinu y rarutirt - En mis manos se mezclo una borrosa y apestosa masa que tomo forma esferica, donde estaban triturados todos los materiales que antes habia recolectado. Esperaba que funcionase, porque si no, tendria que buscar mas ingredientes en otro lugar. -Asi que ahora... ¡Ogeuf! -Una intensa llamarada salio de mi palma de mi mano, quemando por unos segundos la esfera donde antes estaban todos los materiales triturados que se volvieron cenizas. El olor que inundo el lugar era bastante desagradable, asi que me tape la nariz con mi mano libre un momento.

Me arrodille y aguantando la respiracion, marque al hechicero con la ceniza. Cuando acabe, empece a pronunciar una salmodia que el vinculo telepatico de Arion me pedia pronunciar. Cuando termine, una llamarada inundo el cuerpo de Arion sin quemarle ni un cabello. Sonrei, congratulada de que el hechizo pareciera funcionar, cuando me percate de que habia cierto elemento indeseable en la sala. Raven. La hija de Trigon no era especialmente una de las personas con las que quisiera trabajar... Era algo ilogico, teniendo compañeros como Constantine o Tim Hunter. Pero, la verdad es que de todos, la Titan era la que menos confianza me daba.

Levantando ligeramente los labios, segui observando al atlante mientras se levantaba. Tire las cenizas que me quedaban al suelo y ayude al mago a levantarse.

-Estamos en Chicago, en la Rosa Flourescente. Ya no esta Rack... -Mire a Raven, y conteste- ¿Tambien estabas buscando a Arion o que te trae por aqui?

Mire al atlante que empezo a explicar los motivos de porque se encontro en la situacion de la cual tuve que rescatarlo. No me imaginaba a alguien dentro del bajo y peligroso mundo de la magia con la inocencia de Arion, pero, quizas el fuese el unico con tan poca malicia que podria caer en trampas muy sencillas si alguien se lo plantea.

-Arion... No te preocupes, todos cometemos errores. Pero la magia no es algo donde ande la gente buena. Siempre hay embaucadores, ladrones y picaros que solemos jugar sucio. Mucho mas en estos antros.-Suspire- Podria ayudarte a buscar tu santuario, sin embargo, estoy aqui para investigar una serie de asesinatos que parecen apuntar a alguna naturaleza magica. Esperaba encontrar informacion por aqui... -mencione, mirando de reojo a Raven- Pero no encontre a nadie en sus cinco sentidos mas que a Rack en este lugar.

Mientras el hechicero atlante se levantaba, yo sostenia la mirada sobre Raven. La chica-demonio siempre me habia inspirado desconfianza, como una persona que potencialmente, podia traer el armageddon a la civilizacion tal como la conociamos. Nunca habia aprobado su participacion dentro de los asuntos de la Liga de la Justicia o de los Titanes, sin embargo, yo no tenia la facultad de decidir quien era el colaborador o no de los superheroes. Yo solo estaba ahi para apoyarlos en caso de un ataque magico o que algo por el estilo se les salga de control y necesiten unas cuantas varitas magicas en vez de tantos puños.

Arion se fue a saludar a la Titan, mientras yo empezaba a revisar el lugar. Se podia sentir las runas que permitian cambiar la estetica del lugar, aparecer muebles y cambiar toda la atmosfera de la habitacion en cuestion de un suspiro, pero no encontraba la fuente. Estaba segura que habia alguna manera de encontrar aunque sea, el material con el que se hicieron los encantamientos, de tal forma podria encontrar alguna pista... Me lleve la mano a la barbilla, mientras pensaba en todo lo que habia visto con Rack... Y gruñi. Me habia desviado totalmente de mi investigacion, y probablemente, haya perdido tiempo. No importa, salvaste la vida de Arion. Hoy por ti, mañana por mi.

-Zatanna, si nos pasas toda la información que tengas acerca de las características concretas de esos asesinatos y las pistas que te han conducido hasta aquí, quizá Raven tenga alguna información que nos pueda ayudar... -Menciono Arion, cuando termino de preguntarle a Raven que es lo que lo trajo por aqui. Lo mire a los ojos durante un instante.

-Si leyeron la prensa, murieron tres personas en una oficina de seguros de vida, y su asesino, posteriormente se suicido hacia tres dias. Ayer, tres niños mataron a su maestra y uno intento suicidarse... A simple vista, no parece tener una relacion que implique el uso de la magia, pero mis fuentes me indicaron que en este establecimiento habia una persona que sabia acerca de esos crimenes. Todo apunta a una especie de encantamiento o conjuro que los imbuya a hacer esos actos, elegidos por alguien dentro de este mundo magico...-Toque mi cabello un momento, como si perdiese el hilo de lo que decia- [color=#990099Estaba buscando en esta zona cuando encontre a Arion, pero creo que aun tengo posibilidades de encontrar al responsable. Si piensan ayudarme, se los agradeceria mucho.[/color]

Todo indicaba a que los dos me iban a ayudar, cuando de pronto, sono el comunicador de Raven.

-Un momento... -Menciono la Titan. Bajo la voz, y mientras hablaba por su comunicador, seguia con ese gesto serio e impasible de serio. Pasaron unos segundos, hasta que por fin, termino- Tengo que irme. Necesitan que vaya a la Torre a auxiliar a Blue Beetle. Lamento no poder continuar con ustedes... -Y se dio la vuelta, conjurando asi un portal por el cual desaparecio tan rapido como habia llegado. Levante una ceja, y simplemente me limite a continuar.

-Vamos, aun tenemos cosas por hacer... -Tome a Arion de la mano con suavidad y sali con el de la habitacion.

El lugar no habia perdido diversion en todo el tiempo que pasamos ahi dentro. La fiesta seguia, las bebidas, el cigarro, las drogas (humanas y magicas). Todo corria en el antro de perdicion que nos encontrabamos, y teniamos que plantear una estrategia para encontrar pistas.

-Arion, creo que tu puedes ser bueno detectando auras oscuras. Vamos a sentarnos en una mesa, y discretamente puedes ponerte en ello... Yo te protejo, no te preocupes, necesitamos simplemente algo que nos de una pista. ¿Sabes identificar magia de sangre? SI pudieras encontrar una manifestacion que se mantenga latente o sea muy notoria, indicamelo... -Y como si fuese su chica, agarrado de la mano me lo lleve hasta una mesa circular, donde los asientos eran un sofa dispuesto como una corona externa al circulo. Me sente primero, y despues, permiti que Arion lo hiciera- Cualquier cosa extraña, sea una interferencia o algo por el estilo, avisamelo...

El ambiente se cargaba de esas malas vibras que te dan cuando sientes que nada bueno va a pasar. Estaba claro que este lugar no era ventajoso para los dos, y mucho menos para Arion, que sabia mucho menos de estos lugares que casi cualquier otro mago poderoso con el que trabajase en conjunto. El que mas conocia este tipo de ambiente era John Constantine, sin embargo, el no estaba aqui, ni queria verlo en lo reciente. Tenia que enfrentarme con lo poco que tenia a lo que podia ser un problema bastante peliagudo.

Recoste mis codos en la mesa, sosteniendo mi barbilla sobre las palmas de mis manos, mientras Arion se encontraba buscando algun tipo de energia. Resultaba bastante interesante ver como un mago como el se habia preservado atraves de las eras manteniendo un estatus de poder muy notorio, pero que no habia agarrado la malicia propia de nuestro campo: No queria decir que todos los magos eramos unas personas propensas a sobrepasar las barreras eticas, pero pareciera que es un requisito indispensable para mantenerse vivo en el mundo de la magia desde tiempos de la Inquisicion.

Sali de mis pensamientos cuando Arion me indico nuestro objetivo: Si estaba presuntamente muerto, probablemente manejase algun tipo de vinculo de sangre con una persona viva, o era autosustentable, manteniendose en el reino de los vivos gracias a la sangre de inocentes... Como los Ghouls y los vampiros. Bastante inusuales en esta epoca, a decir verdad, pero que se mantenian como un circulo MUY cerrado dentro de todos los circulos que son la magia.

-Permiteme... -Saque una cruz muy discretamente de mi traje, que sostuve en mi mano cerrada para que no se viera. Le hice un gesto a Arion y le indique que me siguiera para caminar hacia la barra. Llegue caminando como si nada, recargandome en la barra para ver que habia en cuanto a cocteles... cuando coloque la cruz sobre la palma del tipo. -Shhhhh... No queremos armar un escandalo... -El tipo tenia un rostro lleno de ira, cargado de venganza contra mi. Arion estaba a su lado, asi que tener a un amigo grandote junto a ti si te daba bastantes ventajas... -En un puff podria destruirte, pero quiero hablar contigo... Ey -Mire a Arion a los ojos- Acompaña a mi amigo a un lugar mas "privado"

Recargue un poco mas mi cruz sobre su palma, de donde empezo a salir una especie de humo gris. El individuo se levanto y fue caminando hacia la habitacion de donde habiamos salido. Le hice un gesto a Arion de que todo estaba en orden... o eso esperaba.

off: disculpen la demora, quise esperar a que los dos postearan para quedar yo tercero y no joderles el orden. Si tienen algun problema avisenme y yo edito.

Curiosas las cosas que uno hace en tiempos de necesidad. Una vez escuche un refrán, bastante peculiar a decir verdad: "Cuando el mundo a su alrededor cambia, los buenos hombres encuentran la manera de cambiar con el". Muy bonito y todo, pero de haber sido yo el que lo invento hubiese dicho algo del estilo de: "Si no te adaptas, te jodes", más claro, más conciso, y más corto. De seguro ese refrán en particular se puso MUY de moda en los primeros días del fenómeno Omega, y no hay que ser un genio para saber por qué. Incluso a yo, el portador del Espíritu de Venganza, me vi afectado por tantos cambios; en realidad creo que yo fui de los que más afectados se vieron después de todo. Mi área de trabajo cambio drásticamente de la noche a la mañana, tuve que comenzar a expandir mis prioridades y trabajar fuera de mi zona de confort casi a diario ¿Por qué? Simple en realidad, con todo esto de la unión de tantos universos y realidad, no solo los edificios, las ciudades y las personas fueron los que acabaron entremezclados y alterados. El "mundo de la magia", para referirnos a eso de forma simple, se vio alterado también, de una forma muchísimo mas drástica de lo que podría parecer a simple vista. Poderosos hechiceros, invocadores, nigromantes, brujas, criaturas mitológicas, y desde luego (por que con mi suerte no podía ser de otra forma) demonios de a montón. Toda una amplia y variopinta gama de magos y criaturas mágicas aparecieron de la noche a la mañana. Ningún "bando" se vio especialmente beneficiado de esto. El cielo no gano mas ángeles que el Infierno demonios (aunque tengo entendido que hubo ciertos conflictos a mediana escala en este ultimo dominio), aunque sobra decir que el Caos gano un poquito más de fuerza que el Orden, dado pues, el desorden de todo lo ocurrido.

¿Por qué mierda me importa? Pues resulta que muchos de estos seres mágicos de gran poder que llegaron a Omega tienen cierta afinidad con los demonios; como bien dije, no todos son de las fuerzas del Orden. Mas allá del ocultismo y la magia demoniaca, la eterna lucha entre el Orden y el Caos nunca fue realmente algo que me mantuviese despierto en las noches, excepto claro en esas ocasiones en las que un bando u otro se pasaba de la raya y el Ghost Rider era llamado para hacer trabajo nocturno y patear tal o cual culo para mantener el equilibrio. Desgraciadamente, como ya mencione, el aumento constante en el número de magos y hechiceros poderosos, así como el aumento en el número de demonios y de las relaciones entre estos dos primeros me ha obligado variar un poco mis objetivos. En resumen pase de cazar demonios y ángeles (además de pelear contra el villanito de turno de vez en cuando), a combatir magos, invocadores, hechiceros y toda clase de monstruos de naturaleza mágica. No es que estos grupos me causen especial molestia ni nada, pues por suerte para mí el Ghost Rider es de hecho muy resistente ante la magia, y hasta la fecha ninguno de esos frikis con los que me había enfrentado habían llevado consigo un arma forjada en el suelo, que es la única forma de frenarme; desde luego esto se debe a que mi debilidad es un secreto y prefiero que así se mantenga.

Esta noche en cuestión, me había visto forzado a buscar datos en uno de tantos clubes nocturnos por cuestiones laborales, este con un nombre particularmente feo: "La rosa fluorescente". Por supuesto este no era un club normal, sino uno de esos que tiene oculta su propia zona para seres mágicos. La verdad mi experiencia en esos lugares era casi nula, siempre había evitado esas zonas excepto muy contadas ocasiones en las cuales necesitaba información y ninguna de mis fuentes fiables podía decirme nada de utilidad; este era uno de esos casos. Para hacerla corta, ciertas cosas extrañas estaban ocurriendo en Chicago. Para cualquier otro esto hubiesen parecido solo una mala sucesión de hechos, una desafortunada coincidencia; pero no para mí. Solo digamos que, en mi línea de trabajo, que seas paranoico te puede salvar la vida más de una vez. Primero un pequeño altercado que incluyo a cuatro empleados de una agencia de seguros de vida, acabando los cuatro muertos, asesinados entre ellos. Tres días después, una maestra de primaria muere asesinada por tres estudiantes. Yo no soy precisamente un hombre que cree en las casualidades, y ciertamente no me trago toda esa mierda de los noticieros que solo se enfocan en buscar chivos expiatorios. Me fui directo para Chicago apenas me entere de la noticia, aprovechando mi tiempo de vacaciones (que no puedo estar toda la vida de gira, todos necesitan un descanso). Mi capacidad de localizar seres sobrenaturales en cosa de nada me facilito mucho el trabajo, y en cuestión de media hora ya tenía en mis manos a un demonio menor, de esos que necesitan camuflarse con un cuerpo humano. Contrario a lo que creería cualquiera, no me dedico a incinerar a todos los demonios que veo. Incluso yo no puedo estar en todas partes al mismo tiempo y sentirlo todo en todas partes; necesito informantes en las ciudades grandes para que me cuenten sobre todo lo que allí se hace. Si me detuviera en cada ciudad a buscar absolutamente todos los demonios que hay y exterminarlos, me llevaría varias vidas; y si no tuviese a esos demonios menores de ayudantes tendría que quedarme varias semanas en cada ciudad esperando que algo pasara y por muchas razones eso es una mala idea.

En fin, luego de un interrogatorio que consistió en mí, en forma de Ghost Rider, aplicándole la mirada de penitencia por unos minutos hasta que finalmente cediera, ya había obtenido toda la información necesaria. Aparentemente un “no-muerto” había sido visto cerca de la escuela primaria donde sucedió la tragedia de la maestra y los tres estudiantes, minutos antes de que ocurriera. Deje ir al pequeño con la advertencia de que si contaba algo de lo que había visto le encontraría y le volvería cenizas en cosa de dos segundos, y me fui. No me fue difícil encontrar al tipo que buscaba; los de su clase no tienden a aparecer mucho por estas zonas, y por lo general siempre es común encontrarlos acompañados. Si había más de uno en Chicago, y alguien sabia de su existencia, de seguro lo encontraría en ese club nocturno; era el que mejores referencias tenía en la ciudad, un lugar donde literalmente se podía encontrar de todo, me pareció el sitio idóneo para empezar a buscar.

Sin embargo no paso mucho tiempo antes de que me arrepintiera completamente de esa decisión. Para alguien como yo, capaz de detectar almas especificas y en especial aquellas pertenecientes a criaturas sobrenaturales, el siquiera mantenerme cerca de un club como aquel fue una experiencia demasiado desagradable. Simplemente eso, desagradable, y molesta, casi insoportable diría. Es como si a alguien con muy buen oído lo hicieran sentarse en primera fila en un concierto de Metálica; o si a alguien con buena vista le hicieran mirar fijamente al sol.  No estaba acostumbrado a captar tantas esencias diferentes tan de pronto, de modo que me costó unos minutos ubicarme hasta que finalmente fui capaz de detectar a la “persona” que había venido a buscar; fue como buscar una aguja en un pajar pero finalmente lo localicé. Se estaba moviendo rápido, como intentando escapar de alguien, así que tuve que apurarme. Ni siquiera me moleste en estacionar mi moto, simplemente frene a media cuadra de la puerta del club y salí corriendo para encontrármelo.  Él estaba demasiado ocupado mirando hacia atrás para asegurarse de que no lo siguieran como para ocuparse de mirar hacia adelante.- ¡Oye tú! - Giro su cabeza justo a tiempo para que mi puño impactara con su cráneo, lo cual a esa velocidad basto para tirarlo. Acto seguido puse mi pie en su cuello, mientras intentaba resistirse, y me acerque para darle una visión completa de mi rostro.-Mira, podemos hacer est--¡Oh por Dios! ¡El Ghost Rider! Por favor no me lastimes, hare lo que tú quieras.- -…- Sus lloriqueos me interrumpieron, y sobra decir que me tomaron completamente por sorpresa. Realmente, no supe cómo reaccionar ante eso. Había pensado en levantar un muro de fuego a nuestro alrededor, actuar un poco rudo a su alrededor o acercarle mi puño izquierdo al rostro después de imbuirlo de fuego infernal.  Tenía todo el acto preparado, y de golpe me entero que no lo iba a necesitar. –Espera…¿Tu sabes quién soy?.- La forma tan enérgica en la que asintió sin atreverse a mediar palabra conmigo me dio la pauta de que si. No voy a mentir, se sintió genial. Es decir, por algún motivo últimamente había tenido mala suerte a la hora de luchar contra los demonios y seres caóticos, en el sentido de que por provenir muchos de ellos de otro universo jamás habían escuchado del Ghost Rider y no sabían lo cagados que debían estar en mi presencia. Después de tanto patear culos para empezar a formarme una reputación entre seres de otros universos, encontrarme a uno que finalmente me conocía se sintió muy bien.

Lamentablemente, no fui capaz de de hacerle ninguna pregunta cómo me hubiese gustado, por que a los pocos segundos de tener mi suela en su garganta, comencé a sentir dos presencias mas acercándose a gran velocidad. Estas en cuestión destacaban de entre las demás; para ponerlo claro, no eran amateurs en esto de la magia, lo cual complicaba las cosas. Me prepare mentalmente para afrontar lo que sea que viniese contra mí. Gracias a mis poderes, podía transformarme en Ghost Rider mucho antes de que ellos comenzasen a hablar, pero no lo haría a menos que sintiera que eran una amenaza, es decir, apenas comenzaran a pronunciar algún hechizo o hacer magia. Por otra parte quizás era sol una idea mía, y esos magos no eran tan malos en realidad. Quién sabe, quizás hasta buscábamos lo mismo; eso esperaba al menos por que de otro modo las cosas se pondrían feas.

Todo parecia ir en orden... hasta que senti el manotazo en mi mano. La cruz salio volando por los aires, cayendo en el vaso de una criatura que no reconoci a primera vista. Demonios, un vampiro era, entre tantas cosas, una persona MUY rapida y muy fuerte. Un enemigo de temer, a decir verdad, pues cuando vi sus ojos, senti la ira de la bestia, el mal ancestral que se guardaba en su sangre: Un vampiro era una bestia ancestral, tan fuerte como un hombre-lobo, pero con algunas ventajas. Mientras que por su sangre corria la sed eterna, tambien corrian los conocimientos primigenios de la magia negra: La muerte, la sangre, la vida y el nacimiento. Hay casos para pensar que un vampiro es una de las tantas muestras que la magia acerca al hombre a Dios... o al Demonio.

Apenas intente moverme, el tipo se lanzo sobre mi, tirandome al suelo y lastimandome en la espalda. Sostuvo mis brazos mientras se acercaba a mi cuello... Maldita sea.

-¡Oge... -Iba a sacar una llamarada de mis manos para alejarlo, llena de adrenalina, pero no hubo necesidad. El atlante reacciono mas rapido y solto un hechizo ardiente sobre el. El espacio entre el vampiro y yo se cerro por un olor, una especie de esencia tan primigenia como la sed de sangre de mi atacante: El miedo. El miedo que hacia esconder a los hombres de las cavernas de los leones y de la oscuridad para buscar refugio. Aquel que hizo que se implantaran muchos miedos pequeños, y sobre estos se desarrollaran mitos y dioses: el miedo al fuego. -¡Bien hecho! Corre tras el, yo te alcanzo ahora... -Indique a mi compañero, mientras me levantaba y les seguia a la carrera.

Habia perdido ya el factor sorpresa, llame la atencion de un lugar del que no queria llamar la atencion, y ahora, tendriamos que cuidarnos mas la espalda. Si algo molesta mas en los arrabales de la magia son los agentes del Orden que atacaban los oscuros intereses de los fanaticos del Caos. Arion y yo entrabamos en la primera clasificacion... aunque, claro, mi caso era ligeramente mas complicado.

Salimos corriendo por la calle, cuando vimos a un hombre someter a nuestro prisionero. Quizas no sea lo correcto, pero los primeros en tener la intencion de capturar a alguien son los que se llevan el premio, y no iba a dejar que ningun esbirro ajeno (o quizas, alguien superior a el dentro de la misma orden) eliminase al vampiro que me ataco. Mientras corria, tome mi varita magica de mi traje, sosteniendola con la mano derecha. Al llegar con el, le apunte con mi varita y dibuje una especie de curva frente a el.

-¡Ejupme! -Intentaria echar hacia atras, mediante un empuje cinetico al misterioso hombre que sometia a mi prisionero. Si era alguien peligroso, entre Arion y yo podriamos detenerlo... O eso creia.


Nivel de magia: 100% - 5 % = 95%
OFF: Tu decides si el hechizo te da o no xD

Chicago.
Odio Chicago.
Pero lo que a los medios les había dado por llamar la colisión me había alejado de mi ciudad y aún quedaba mucho trabajo por hacer aquí.
Cuando estás limitado a moverte solo durante la noche y además no sabes guiar uno de esos endemoniados vehículos modernos tardas mucho en llegar a casa.
Pero Chicago es especialmente desagradable.
La Ciudad del Viento la llaman y no es en vano.
Un viento helado sopla constante en esta ciudad.
Muchos podrían pensar “¿que le importa el viento? Si está muerto”.
Pues me importa.
Y mucho.
Cuando no tienes calor corporal el viento es una putada.
Ojalá acabe pronto aquí y pueda volver a mi Gotham.
Con sus fétidos y cálidos callejones.
Siempre a cubierto del viento.
Pero hace un par de noches cuando pille a un sucio violador en acto de servicio para alimentarme me enteré de un par de cosas extrañas y no pude evitar interesarme.
Investigué un poco y encontré olores de mi presa natural.
El olor de la arena recién removida de una tumba y el antinatural olor del azufre infernal.
No podía irme de la ciudad dejando a esos seres vagando entre el rebaño de mi padre.
Debía ejecutar la sentencia que pendía sobre sus cabezas y devolverles al lugar al que les corresponde.

Uno de los murciélagos que había enviado a buscar por la zona volvió hacia mí y se posó en la mano que extendí para él.
Me traía buenas noticias.
Acababa de ver a pocas calles de distancia lo que no podía ser otra cosa que el demonio que andaba buscando.
Con un poco de suerte podría partir esta misma noche de esta ciudad maldita.

Salté al edificio de enfrente desde mi cornisa y corrí por los tejados hasta asomarme a la calle donde mi pequeño aliado lo había visto y allí lo encontré.
Dándole una paliza a un indefenso tipo.
No me hago esperar y salto desde la azotea cayendo a unos metros a la espalda del demonio.

Si Satanás expulsa a Satanás, contra sí mismo está dividido: ¿cómo, pues, va a subsistir su reino?
Y si yo expulso los demonios por Belzebú, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces.
Pero si por el Espíritu de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
"O, ¿cómo puede uno entrar en la casa del fuerte y saquear su ajuar, si no ata primero al fuerte? Entonces podrá saquear su casa.
"El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama.

Mi voz de ultratumba resuena en el callejón con las palabras que Mateo escribió en su evangelio.
Solo eso ya suele intimidar a estos seres.
Pues saben que se enfrentan a un enviado de Dios contra el que nada pueden.

Aunque pase por el más oscuro de los valles.
No temeré peligro alguno.
Porque tú, Señor, estás conmigo.
Tu vara y tu bastón me inspiran confianza.

El Altísimo dio diez mandamientos hijo de Lucifer.
Yo solo te doy uno.
No escaparas.
Miro a las cuencas vacías de sus ojos mientras desenvaino mi espada y empuño mi viejo crucifijo en la mano izquierda.
Estoy preparado para cualquier cosa que este ser pueda usar contra mi en su vano intento de seguir en este mundo unos minutos más.

Spoiler:

Supongo que al final un día tranquilo de trabajo, donde pudiera hacer mis cosas de siempre y volver a mi casa a tirarme una siesta en paz era demasiado pedir. Ni siquiera cuando finalmente me encuentro a alguien que sabe quién y soy, y a quien por ende no debo demostrarle mis poderes, puedo acabar tranquilo una jornada laboral ¿Enserio? A veces hasta yo mismo me sorprendía de lo mal que terminaban las cosas, en especial cuando todo estaba saliendo tan bien. Para empezar, ni bien llegaron los dos nuevos invitados a la fiesta a interrumpir mi interrogatorio antes de que siquiera lo iniciara, uno de ellos se acerco de golpe hacia mí y, valiéndose de su magia me empujo. Literalmente, lanzo un hechizo para empujarme. Pronuncio unas palabras y un segundo después una fuerza invisible me empujo hacia atrás de tal modo que casi me tira del culo al piso; tuve que hacer equilibrio para no caer.- ¿¡Oye cuál es tu problema!?- casi le grite cuando me empujo. Además del hecho de que me hubiese empujado sin motivo, me extraño que lo hubiese hecho con magia. Es decir ¿Realmente necesitaba usar magia solo para apartarme del camino? No es como si hubiese usado un hechizo muy complicado o colocado un campo de fuerza, solo un empujón, entonces para que gastar energías en vano. –Tú debes ser de esas que no pueden ponerse las botas sin magia.- Comente con cierta ironía, pero un tono de molestia aun presente, al tiempo que llegaba su acompañante.

Pero no pude dirigir mucho de mi tiempo en prestarle atención él, dado que por un breve momento estuvo demasiado ocupado contemplándola a ella. Melena oscura y bien peinada, caderas anchas, buen frente, y unas piernas laaaargas que parecían no tener fin. Quizás de no haber tenido una primera impresión tan mala de ella hubiese intentado ligármela. Como fuera, no tuve demasiado tiempo para disfrutar de la vista antes de que el tercer inventado llegara a la fiesta. Afortunadamente este no se presento como un ataque. Lamentablemente apareció a mis espaldas, me cito la Biblia, y me advirtió que no escaparía….Fantástico. Ahora si estaba completamente seguro de que Dios tenía que estarse burlando de mi en algún lado, de otra forma no podía explicar tanta mala suerte. No solo que un trabajo fácil se había complicado, sino que había pasado a ser bastante difícil. Por un lado estaba la parejita de mágicos, y por otro el tipo que, a juzgar por una lectura rápida de su esencia y teniendo en cuenta sus acciones (plus el aviso de Zarathos, que nunca está de más) era un puto enviado de Dios; un cazador de demonios, dicho de forma sencilla, y uno que no tenía ni puta idea de quién era yo. Algo interesante que rescatar de él era su esencia particular. Al principio me costó un poco descifrarlo, pero luego lo descubrí: era un vampiro. Usualmente los suyos hacían de todo menos, paradójicamente, cazar demonios. No es que yo fuese quien para juzgar dad mi condición, pero me pareció extraño, aunque de nuevo, si el propio hijo del Diablo puede hacerlo, cualquiera puede. Entonces, lógico, un cazador de demonios que no sabe que soy de los buenos me encuentra, y no hay que ser un genio para saber lo que quiere.

Le miro de reojo por un momento, restándole importancia a su presencia; era el más débil de los tres. En una de sus manos llevaba una espada, supongo que bendita, en la otra un crucifijo; como si eso fuese a funcionar conmigo, tuve que contenerme para no echar una risa. Zarathos, sin embargo, se rio bastante fuerte en mi cabeza.- Transfórmate, y acábalos. A los tres.-Estaba tentado a hacerlo, no lo negare. Se detectaba cierto aire de hostilidad hacia mi persona y ese tipo de ambientes no me gustan para nada. –Te has equivocado de presa, cazador. Yo sirvo a Dios, no a Lucifer.- Le comente, intentando sonar lo más dramático posible. Me hubiese gustado decirle unas cuantas cosas más, no necesariamente tan amables, pero entonces alguien interrumpió. Específicamente hablando, el no-muerto y el acompañante. El primero intento aprovechar el escándalo para escapar, pero el segundo invoco una especie de lazo mágico de su mano y lo aprisiono en cosa de nada. Estaba a punto de felicitarlo por sus reflejos, al menos hasta que hizo surgir del suelo varios barrotes de acero, separándonos a mí y al vampiro. Ahora que lo observaba mejor, tenía un particular tono anaranjado de pelo, y la forma en la que lucía, además de su porte y modo de hablar, indicaban un cierto aire de nobleza. Desde luego, el hecho de que se presentara como señor de la Atlántida ayudo bastante a dilucidar su identidad.

-¿A cuál de los dos te refieres?- le comente, dado que podía referirse tanto al vampiro del crucifijo que tenia detrás, como al que tenía enfrente, que si bien era técnicamente un no-muerto fácilmente podía ser metido en la categoría de vampiro.- Si hablas del que tengo atrás, pues aun no nos atacamos. El idiota llego con aires de enviado del Cielo y estaba por atacarme. Ahora, si te refieres a ese de ahí...- Comente señalando al pobre atado.- Pues, primero lo primero. No soy criatura, soy humano ¿No es obvio?- Comente con un tono de ironía mas que notable en mi voz.- Mi nombre es Johnny Blaze; motociclista, doble de riesgo, acróbata…soltero.- Termine guiñándole el ojo a la sensual maga del sombrero llamativo. Las miradas que recibí de los presentes me dejaron más que en claro que a esas alturas todos sabían que no estaban preguntando precisamente por mí. Típico, nadie pregunta por Blaze, todos quieren saber de Zarathos.- ¿Puedes culparlos acaso?-

-Supongo que quieren saber de la otra parte.- El transformarme en Ghost Rider en esas circunstancias solo provocaría pánico innecesario y quizás les daría la oportunidad de malinterpretar mis intenciones como un intento de ataque, cosa que no quería; tenía que permanecer como humano, al menos hasta que cualquiera de los tres intentara algo, entonces le quemaría el alma, literalmente. Por más poderosos que fueran esos magos, se de buena fe que el Espíritu de Venganza puede hacerles frente, no sería mi primera batalla contra seres mágicos o pseudo-cazadores de demonios. – A estas alturas es que todos saben que hay algo dentro de mí que no se ve a simple vista.- La primera vez que intenta explicárselo a alguien por poco me asesinan; tendría que buscar otra forma de contarlo.- Soy un cazador de demonios. Lo digo en serio, usen algún hechizo “detector de mentiras” si no me creen, es la pura verdad.- Considerando que uno de ellos era un vampiro portando un crucifijo, uno que por alguna puta razón no le hacía daño, no esperaba tener demasiadas dificultades para convencer al menos a uno de ellos de la veracidad de mi historia. Ahora a responder la segunda pregunta.- Ese vampiro es un testigo clave en una investigación de homicidio que estoy realizando.- Hice lo posible por poner mi mejor tono de policiaco de los 60s sin perder la seriedad.- Se lo ha visto rondando cerca de una escena de homicidio recientemente, de las ultimas ocurridas aquí en Chicago, seguro que lo habrán visto en las noticias. Como sea, mis fuentes lo colocan como sospechoso principal, de modo que vine a averiguar lo que sabe. ¿Podrían dejarme interrogarlo en paz, por favor? Aunque, si lo quieres mantener atado, no me quejo.-

Y entonces el vampiro empezó a lloriquear. Bueno, no lloriqueo realmente, pero retrocedió lo más posible, casi corriendo hasta ser frenado por el lazo que lo amarraba. Comenzó a gritar, a suplicar que lo apartasen de mi presencia. -¡¡¡Es un mentiroso, se los juro!!!¡¡¡El Amo lo envió para que me asesinara, para asegurarse de que no pudiese hablar!!!-….Desgraciado hijo de puta infeliz pedazo de- Está mintiendo.- Me las arregle para mantener la compostura, a pesar de las acusaciones, que lo último que necesitaba era que alguien me intentase derribar por creerse sus cuentos sobre Amos inventados.- Si tienen una forma de saber quién miente y quien no, úsenla, y verán.- Esperaba, realmente esperaba, que ninguno de ellos tuviese prejuicios suficientes sobre los demonios como para creerse ese cuento tan barato. Si no estábamos en problemas.

Las cosas nunca son tan faciles como podrian parecer. Mi hechizo resulto adecuado, empujando al hombre que sometia al vampiro. Este intento escapar aprovechando el lio, porque alguien cayo de uno de los tejados para intentar agarrar a los dos seres que estabamos persiguiendo. EL ambiente se estaba llenando de energias oscuras, que eran totalmente palpables para una maga como yo: Abundaba la magia oscura y demoniaca en esta calle, y estabamos a solo un chispazo de que hubiese una pelea de varios bandos.

El hombre que vino de arriba tenia un aspecto bastante raro. Larga gabardina, sombrero, y una voz bastante fea, como de aspecto tenebroso de un renacido de la muerte. Cuando llego, empezo a citar unas palabras extrañas, como si estuviese leyendo versos... Versos... ¿En serio? ¿Estaba leyendo versiculos de la biblia? Vaya, no esperaba eso en esta noche. Esperaria gargolas, asesinos, cazadores de demonios, brujos y nigromantes... ¿Pero un fanatico encargado de eliminar gente? Espero que sus objetivos coincidan con los mios... o al menos, se mantenga controlado de no atacarme a mi o a Arion en este momento.

Arion invoco unos barrotes que separaron al fanatico con el tipo que estabamos persiguiendo para que pudiesen mantenerse las cosas en relativa calma, al menos, hasta que Arion terminase su interrogatorio. Mientras el se acercaba, yo tome mi varita magica y me acerque hacia el fanatico, con un aspecto entre temeridad y  miedo. La gente que tenia el cerebro lavado por una creencia era muchisimo mas peligrosa que aquella que estaba controlada por un hechizo o simplemente motivada por cuestiones fisiologicas, mientras mantenia atencion en la conversacion de los otros.

-Espero que no estes buscando problemas aqui. Esta situacion no te incumbe. -Mi tono de voz se mantuvo serio, mientras le clavaba la mirada. Los barrotes me mantenian de alguna manera separada de cualquier ataque que pudiese hacer, y si intentaba ponerse violento, responderia con mucha fuerza. No queria molestarme y dejar fluir energias negativas en una situacion como esta, pero la gente no estaba ayudando: Mientras que se querian robar nuestro interrogatorio sobre una presa que nosotros estabamos buscando, el idiota que habia tirado solto un comentario acerca de su solteria como si eso me interesara... Todavia estaba enojada con Constantine y habia tenido un precioso fin de semana con Tony Stark... para que al final, no me devolviera las llamadas y me dejase plantada ante cualquri invitacion. Supongo que era lo logico, nuestra relacion no iria mas alla de un desliz de un fin de semana.


En el otro lado, el atado empezo a llorar y a gritar que el amo mandaba al tal Johny Blaze para matarlo y que no dijera nada. El otro nego, diciendo que era una vil mentira y que si podian comprobarlo, encontrarian que no era cierto. Mire a Arion, y asenti con la cabeza indicandole que yo me encargaria. Me acerque a los dos, y tocandolos con la mano en la cabeza, empece a conjurar.

-Onu adac ed aicnedecorp al ed acreca dadrev al ralever - Un ligero brillo blanco ilumino las cabezas del atado y de Blaze para que ambos empezaran a hablar. El vampiro comenzo.

-Soy vastago de Ronald Theus, la nueva forma del antiguo Lord Richard Flynn, un viejo vampiro de Escocia. El señor volvio de las sombras para reclamar su reinado sobre las 13 colonias de America y todo lo que se haya creado despues. Se me encomendo la mision de recuperar almas para que el señor pueda volver con toda su fuerza. -El tono de su voz era monocorde, sin expresar ninguna emocion, simplemente soltaba la sopa de lo que le habia pedido especificamente como si no estuviese conciente de ello- Mañana tengo planeado un atentado en una plaza comercial para conseguir algunos pecadores de la gula.

El vampiro se callo, volviendo a la realidad. Se hizo un silencio, y mire a Arion.

-Vaya. Ahora ya sabemos que es lo que pasa.

Off:

Nivel de magia: 95% + 5% - 30(2)% = 40%

Había oído antes ese nombre.
De hecho en cierta forma estaba emparentado con ese ser.
El vampiro que me había creado era un descendiente directo de ese tal Flynn.
Y por lo que averigüé mientras lo cazaba y exterminaba esa criatura era mejor que nunca llegara a despertar.
Solo una vez me había enfrentado a un hijo de la noche de esa fuerza.
A punto estuve de morir aquella noche pero la fuerza de nuestro señor me permitió vencer.
Estaba claro que esta había sido solo una presa menor que me conduciría al verdadero enemigo.
¿Podría confiar es estas personas para ayudarme?
Parecían poderosos hechiceros pero no sentía el mal en ellos.
En condiciones normales no recurriría a su ayuda pero había que evitar que ese ser recuperara todo su poder y exterminarlo.

No.
No busco problemas mujer.
Busco demonios y vampiros como estos para ejecutarlos.
Para limpiar el mal que corroe este mundo y dejar a la humanidad libre de decidir su camino sin su intromisión.

Hice una pausa antes de hablar de nuevo.
Lo que iba a decir era difícil para mí.

Si debo matar a Flynn creo que vuestra ayuda me sería muy útil.
Sin duda dos poderosos magos blancos podrán hacer frente a ese vampiro y juntos acabaremos permanentemente con el y sus huestes.
A lo largo de mi larga caza he encontrado formas de matar a estos seres de las que ni siquiera alguien de la talla de este enemigo podría regresar.
Si podéis sacarles más información hacedlo.
Si no acabemos con sus miserables existencias y busquemos a Flynn.

Al principio me sentí ligeramente perturbado al notar como el tipo de pelo anaranjado me observaba. No me estaba mirando de un modo hostil, lo cual era bueno, aunque no podía decir lo mismo de la mujer que le acompañaba, ni del vampiro cazador. Al menos ya sabía que uno de los tres no me atacaría, de modo que si convencía a sus compañeros de que no era una amenaza, al menos no para ellos, no me vería forzado a defenderme de nadie y no tendría que chamuscar a nadie que no se lo mereciera, por mucho descontento que eso le causara a Zarathos.- Eres demasiado blando.- Me decía cada vez que surgían este tipo de situaciones, y es que sin importar cuantos magos o cazadores se comportaran como imbéciles a mi alrededor, jamás mandaría al infierno a nadie cuya alma no fuese oscura. Es cuestión de ética laboral. Y, en realidad, estos tres de aquí ni siquiera eran los peores que me había encontrado. Al menos habían tenido la decencia y el sentido común de hablar y hacer un poco de investigación antes de comenzar a golpearme o dispararme o intentar encerrarme en algún lado.- Tú eres de los míos. Ya me caes bien, mi…peculiar conocido.- Mi pausa al hablar se debió al análisis más detallado de su alma que hice mientras hablábamos, esta vez extendido a mucho más que saber si el tipo se ubicaba entre “buenos” o “malos”. Al menos ya sabía que uno de ellos tenía la capacidad, al igual que yo, de saber diferenciar con total certeza entre amigos y enemigos. Aun así había algo curioso con respecto a su esencia que aún no lograba descifrar, algo que no me paso con las otros dos al momento de analizarlos a fondo, pero ya tendría tiempo para averiguar que era. –Ya basta, me harás sonrojar.- Comente con cierta ironía ante los halagos del hechicero, pero esta vez no fue ningún sarcasmo cargado de malicia, sino más bien de un modo más amistoso. Zarathos por otra parte no se tomó muy bien el comentario del mago diciendo que yo lo había controlado a él, pero estando en mi cabeza no había mucho que pudiera hacer además de gritar insultos y amenazas de muerte de lo más graficas; una suerte que el hechicero no pudiera escucharlas.

Entonces gire mi cabeza hacia los demás acompañantes, solo para ver como la mujer extendía su mano para tocar mi frente, al mismo tiempo que lo hacía con el vampiro. Por mero reflejo estire mi mano y sujete su brazo por la muñeca, haciendo que su palma descanse a escasos centímetros de mi frente, mientras la veía obrar su magia en la cabeza del vampiro.- Usualmente espero a que acabe la primera cita para empezar con toqueteos, así que si no te molesta…- Comente mientras bajaba su mano lentamente.- Nada personal, pero ya vi lo que le hiso al otro, y habiendo dejado en claro que no soy “malo”, hay ciertas cosas que prefiero mantener en secreto.- Como el verdadero origen de mis poderes, o el hecho de que hice un pacto con el Diablo; el tipo de cosas que pueden cambiar la opinión que tienen de mi con gran rapidez. A veces no tengo problema en soltar ese tipo de datos en algunas situaciones, como aquellas de vida o muerte donde el santurrón de turno necesita saber urgentemente los detalles sobre mis poderes demoniacos para así evitar una pelea en la que pueda salir lastimado alguien, o cuando me encuentro a otro como yo y siento que viene bien comentarlo para romper un poco el hielo entre nosotros.

Volviendo al tema de importancia, el vampiro dijo todo lo que necesitábamos saber, o bueno, casi todo. Nos dijo para quien trabajaba: Richard Flynn… ¿En serio? No pude ocultar mi cara de incredulidad ante tal cosa.- ¿Richard Flynn? ¿Cómo el actor Neil Richard Flynn?...Curioso nombre, a decir verdad.- Desde luego, el hecho de que lo describieran como un señor vampiro de la época de la América colonizada por europeos me hiso descartar la posibilidad de que se tratase del actor, pero aun así la coincidencia de nombres era demasiada. Una pena que no hubiese sido el verdadero, me hubiese gustado pedirle su autógrafo antes de mandarlo al Infierno hecho cenizas; que puedo decir, me gusto su papel de conserje en Scrubs. Al parecer todos habían oído de él menos yo, curioso; usualmente soy yo el que más sabe de estas cosas. Tengo que darle una buena releída a mis libros sobre vampiros, porque o algo se me está escapando o ese tipo venia de otro Universo. El cazador no tardo mucho tiempo en proponer el formar una partida de caza, al menos temporal, para ir a buscar al desgraciado; una partida de la cual, supuse, estaba excluido.- Querrás decir dos magos blancos y alguien más ¿Verdad? Porque, a no ser que no se hayan dado cuenta todavía, voy con ustedes.- Había cierta molestia en mi voz que no pude ocultar. Esa era mi investigación al igual que la de ellos, y no la iba a abandonar solo porque sus prejuicios sobre los demonios les hicieran sentir la necesidad de ser excluyentes.-

En vista de que aun necesitábamos la ubicación de Flynn, o al menos un punto de referencia para que pudiera empezar a rastrearlo, decidí que me tocaba jugar mi parte. No tenía pensado mostrar mi mejor carta todavía, pero de momento no la necesitaba para conseguir algo de información. Solo me tuve que acercar una vez más al vampirito para que este empezara a sudar de nuevo. No lo voy a negar, es mucho más fácil y placentero cuando te conocen. Ni siquiera tuve que transformarme para obtener lo que quería. Solo lo levante por el cuello de su camisa, y lo puse muy cerca de mis ojos. –Ahora, creo que podríamos retomar la conversación de antes, justo donde nos quedamos.- Al decir eso, comenzó a salir una estela de humo cada vez más grande de su camisa, específicamente del montón de tela que estaba sujetando, señal de que las cosas estaban calentándose. De la nada, mis manos se prendieron fuego, literalmente; la magia de la combustión espontánea. Solo que este no era fuego común, sino fuego infernal, y al vampiro, en calidad de tal, le causaba agonía el solo estar tan cerca de este. Cuando me dirigí hacia él, iba completamente en serio, y se notaba por el cambio abrupto en las facciones de mi rostro, usualmente relajadas pero ahora mucho más duras. Si no gritó de agonía fue porque, en esos momentos, tenía más miedo de lo que yo podría hacerle si gritaba que de lo que le pasaría si seguía tan cerca del fuego, el cual había comenzado a extenderse lentamente por su ropa, pero aun no había llegado a su piel, porque yo no quería que así fuese.- Si no me dices ahora donde está el tal Flynn, y como planea conquistar las colonias…bueno…digamos que te hare sufrir de tal modo que acabaras suplicando a que la luz solar descienda sobre tu cuerpo para terminar con el dolor…y creo que sabes cómo puedo hacerlo.-Cuando toca interrogar a estos tipos es que uno tiene que ponerse completamente serio; ellos son literalmente demonios, no te responderán a nada si no creen que eres peor que ellos, y tienes que serlo para obtener información; desde luego ser el Ghost Rider ayuda mucho en ese departamento. No había utilizado aun la mirada de penitencia, pues solo puedo usarla cuando me convierto en el Vengador y no quería llegar a eso todavía, pero no hiso falta. El solo pensar en que podría usarla basto para que se meara encima, y nos dijera todo lo que queríamos saber.- ¿Alguien más quiere saber algo o ya puedo mandarlo al Infierno?- Pregunte cuando termino de hablar. No me costaría mucho el hacerlo, sería cuestión de chasquear mentalmente los dedos y el fuego que rodeaba mis manos se extendería por todo su cuerpo, reduciéndolo a cenizas antes de que tuviese tiempo de gritar por ayuda.



Off: dado que este es su rol, supuse que sería justo que ustedes decidieran donde encontraremos a Flynn. Si hay algo más que quieren que el vampiro revele, como el número de tropas de Flynn o algún dato más, que sus pjs le pregunten al vampiro y escriban la respuesta que este les dará; se supone que esta tan asustando que no ocultara nada. Si quieren que Blaze lo mate para sacar opiniones de que sienten cuando lo ven quemar al vampiro, háganlo tranquilos, lo dejo a su elección; si quieren que se vaya, tampoco tendría muchos problemas. El primero en comentar tendrá en sus manos la decisión.

Aunque intente sacarle la sopa al motorista, el agarro mi mano y la apreto para que no pudiese hacer mi hechizo. Sin embargo, con el vampiro fue distinto. El empezo a explicar sin ningun problema, pero el que me hayan detenido me parecio un tanto... bueno, si no tienes nada que esconder... Me cruce de brazos mientras miraba como tomaban al vampiro como sujeto de torturas y lo empezaban a interrogar, mientras el ambiente se cargaba con el miedo de esa criatura... Hasta los seres mas infernales tienen clavada las emociones primigenias que impide o motiva que hagan algunas cosas. Tenia que evitar acercarme a estos tipos lo suficiente si no queria meterme yo en problemas como este vampiro... Mire a Arion y le asenti ante la idea de ir a buscarlo acompañad

-¡Esta en el edificio 340 on the Park piso 9! No se que planea, solo quiere que haya muertos a favor de su causa... Ha estado... ¡Ha estado manipulando algunas cosas! ¡No lo se, te lo juro! -El vampiro jadeaba, como si lo hubiesen golpeado en el estomago y le costase respirar. El sudor inundaba su frente, temeroso de su fatal destino. -¡Por favor! ¡Prometo trabajar para ustedes, intentare ayudarles!

-Acaba con el... Los vinculos de sangre no tienen muchas formas de romperse, y no quiero trabajar con infiltrados... -Me di la vuelta y espere a que el motorista acabase con el vampiro, algo inquieta por la terrible circunstancia que habia juntado a este grupo. Un vampiro, dos grandes magos y una especie de ser poseido por una entidad demoniaca que Arion habia descrito como "controlada". ¿Qué podia ser mas gracioso? Seguramente Constantine se estuviese riendo mucho en estos momentos, pues el tenia casi afinidad de atraer a este tipo de agrupaciones.- Yo se donde queda esta torre. Podemos movernos en un taxi para no hacer mucho ruido... O pueden tomar otros atajos. ¿Esta bien si nos vemos ahi en unos veinticinco minutos? -Le pregunte a los demas. Arion iria conmigo, pues por el momento no estaba muy interesada en un motorista ligon que me envia piropos y destruye demonios con la vista ni en el tipo raro que cayo del techo... Necesitabamos acordar un plan durante el viaje, por si acaso- Esta bien, espero verlos alla. -Se que era dificil confiar en un desconocido, y quizas esto se volveria una carrera por ver quien lo detenia primero, pero no me fiaba tanto de nuestros dos acompañantes inesperados como para viajar junto a ellos.

Tome a Arion del brazo, chasquee los dedos y camine unas calles hacia adelante junto a el, volteando hacia atras algunas veces para ver si no nos estaban siguiendo.

-No estoy tan conforme de nuestros acompañante, por todos los santos, ¿tenemos que colaborar ahora con un mitad demonio? Si hay algo de lo que no me fio es de los demonios... -Los muertos, los fantasmas, las animaciones, los golems... Todos eran mas confiables que la magia demoniaca, siempre. Aunque algunos intentasen luchar por el bando de los buenos, la sangre demoniaca era imposible de ocultar, como le pasaba a Raven con Trigon. Preferia ser desconfiada a estar muerta y con mi alma poseida por la fuerzas oscura de un habitante del infierno. Llegamos, despues de caminar unas cuantas manzanas, a una avenida, donde me puse a esperar un taxi. Tras dos intentos, uno paro, los dos nos subimos y le indique a donde ir al conductor. -Al Lake Shore East Park, por favor.


Acomode mi espalda en el asiento y mire por la ventana, mientras reposaba las fuerzas magicas que a mi cuerpo iban volviendo tras el hechizo que habia desatado sobre el vampiro. Tenia que estar preparada para cualquier situacion si llegabamos a enfrentar al enemigo, y mas si este era un antiguo y poderoso ser. Entre mas viejo, mas poder: Una de las reglas doradas del mundo de la magia.

Off:

Al final ya todos averiguamos lo que queríamos saber del vampiro y, por ende, ya no tuve motivos para mantenerlo con nosotros. No es por ser cruel ni nada…bueno, un poquito sí, pero este tipo era un vampiro joder; no hay crueldad suficiente aplicable a seres como él. El asunto es que si ya no nos sirve de nada, y no puedo dejarlo ir puesto que obviamente avisaría a su amo sobre nuestros planes de ir a patearle el culo, lo más lógico es o mantenerlo encerrado o matarlo, y no pienso hacer de carcelero ni nada, así que lo desintegre. Literalmente, de mis manos comenzó a salir fuego Infernal, que se esparció por la ropa del vampiro a una velocidad tal que pareciera como si este se hubiese untado en aceite antes de encontrarnos. Y la verdad no distaba mucho de aquello: el fuego del infierno es donde arden las almas de los condenados, apenas entra en contacto con uno se esparce hasta hacerlo cenizas; su carne era como “aceite” para mi fuego. El tipo ni siquiera tuvo tiempo de gritar (no mucho) antes de que se desintegrara, pues en cosa de dos segundos ya no existía. Instintivamente voltee hacia los presentes, esperando algún tipo de reproche por mi conducta, o algo por el estilo, pero afortunadamente me lleve una sorpresa. Y que grata fue esa sorpresa. Nadie me estaba reclamando nada, ni siquiera una mirada despectiva…bueno quizás una de parte de la maga del sombrero gracioso, pero tenía la sensación de que no se debía precisamente a mi reciente actuar. Ni siquiera el vampiro me veía con mala cara y eso que acababa de matar a uno de su “especie”. Sep, definitivamente no me molestaría demasiado trabajar con este grupo de personas. Al menos si me dejaban claro, pero esos eran detalles menores; no es como si los fuera a dejar irse sin mí al fin y al cabo.
Entonces la maga sugirió separarnos, ir cada uno por su lado y encontrarnos en un punto en concreto de la ciudad: donde nos había indicado el vampiro.- Suena bien por mi…- comente despreocupado mientras iba a buscar mi moto-…probablemente me retrasarían.- Remate con una sonrisa burlona dirigida hacia la maga, a quien sabía que no le caía demasiado bien, pero me daba igual. Ya habría tiempo para eliminar tensiones entre nosotros, y con algo de suerte…tiempo para algo más...

Con toda la calma del mundo me subí a mi vehículo, encendí el motor, y me fui a la mierda sin molestarme en ver hacia atrás, alejándome lo más de ellos que pudiera, o al menos eso quería que creyeran. La verdad es que no soy estúpido, aunque Zarathos opine distinto. Sé que cuando alguien dice “separémonos” lo que quiere decir es “ojala te pierdas y no nos encuentres en el resto de la noche, así podemos trabajar solos”. Y si esos dos querían irse solos, quien era yo para negarles la ilusión de haberme perdido. Una de las maravillas de poder sentir el alma de las personas es que casi no hay forma de detectar que las estoy sintiendo. De seguro notarían si intentase quemarlas, pero solo seguirlas, esa era otra historia. Ellos podían intentar perderme todo lo que quisieran, pero ya había visto sus almas, ya había sentido su poder; podrían haberse ido a otro estado y aun así los hubiera encontrado. Desde luego, sospecho que ellos pueden detectar mi “olor” demoniaco, pero en todo caso esperaba que eso solo les hiciera desistir del inútil propósito de intentar perderme. No es por alardear, pero soy de los mejores rastreadores del mundo; quisiera verlos intentar perderme. Bueno técnicamente conozco un par de hechizos que permiten camuflar la esencia del alma, pero no es magia que cualquiera pueda tener al alcance de la mano, y aunque la tuviesen, requeriría de artilugios mágicos de bastante poder; no sentí nada parecido cuando los conocí, así que supuse que no debía preocuparme por eso. Por otra parte estaba el vampiro cazador, pero de él deje de preocuparme cuando sentí que se alejaba del lugar; de hecho, iba exactamente en el sentido contrario a los magos del orden, quienes supuse, se dirigían a la dirección indicada. Ni idea porque habrá decidido alejarse de repente considerando que todo esto del grupo fue idea suya, pero francamente me parecía mejor así. El tipo ya había logrado caerme mal.

Vi a los dos poderosos, enormes, magnificentes magos blancos subirse a un taxi. Sep, un puto taxi; usan la magia hasta para empujar a desconocidos pero un hechizo de vuelo lo teletransportacion resulta ser demasiado; a estos quien los entiende. De todos modos, así eran mucho más fáciles de seguir así que no me queje mucho. Es más, si mi teoría era correcta, diría que podría seguirlos tranquilamente sin que ellos se diesen cuenta. Yo sabía podría sentir su presencia a más de una ciudad de distancia si quisiera, sin embargo ellos parecían no haberse enterado siquiera de mi existencia hasta el momento en el cual salieron del bar y me vieron frente a frente, aunque yo llevara ya bastantes días en esa ciudad. Si las cosas eran como yo pensaba, tenía una ventaja clave en esta “carrera”. No podía ganarla, pues no tenía ni puta idea de donde estaba esa torre y odio pedir indicaciones, pero si podía arreglármelas para llegar a la meta a tiempo. Y si tenía razón, podría hacerlo sin que ellos se diesen cuenta de que los seguía. Espere a que estuviesen, mínimo, a medio kilómetro de distancia antes de avanzar en su dirección. Me asegure de mantener una distancia mínima de casi un kilómetro, variando en los semáforos rojos. El viaje en sí no fue muy largo: había poco tráfico y el taxista sabia como tomar atajos, así que los magos llegaron a su destino bastante pronto. Hubiese pagado por ver la cara de profunda decepción de la maga cuando, unos segundos después de llegar al lugar y creer que serían los únicos esa noche, arribe yo, con una sonrisa de oreja a oreja.- Entonces… ¿Tienen un hechizo de cerrajería o la tiramos abajo?- Una burla amistosa para romper el hielo, esperemos que no se lo tomen personal

Chicos, elimino este tema porque solo quedamos 2 jugadores de 5 y me parece un poco absurdo seguir. Además, la trama era de Zatanna. Un saludo.