Repetición de las mejores jugadas

Precioso rencuentro del Capitán América con la Viuda Negra en el post de Siempre Vengadores. Me encanta lo fieles que son a los personajes y los diferentes puntos de vista de cada a uno al describir el mismo conflicto. Me gustaría citar las frases clave de todo el tema, porque los dos users lo están haciendo de maravilla, pero no me va a dar tiempo xD Así que lo haré del último post de Natasha:

Chernaya Vdova escribió:

- El Capitán América…- repite Steve, cogiendo el botellín - ¿Y quién demonios es ese? ¿El tipo sonriente de los pósters? ¿El héroe de guerra? ¿Un sicario del Estado? ¿De SHIELD? Todo el mundo parece tener una idea sobre quién es el Capitán América: “El Capitán América es un hombre justo, de elevados ideales”; “El Capitán América es el símbolo de la nación”; “El Capitán América siempre hace lo correcto…”; “El Capitán América esto… el Capitán América lo otro”; “Eso no es lo que haría el Capitán América…”;- bebe. Y toda su acidez se convierte en amargura. - Menuda estupidez… Yo te diré lo que es el Capitán América: Un maldito fraude. Material de propaganda y nada más. Un cuento estúpido que le soltamos a los nazis para que se lo hicieran encima, y a los niños para que durmiesen más tranquilos mientras sus padres y hermanos sangraban en el barro…

Sus ojos se desenfocan después de eso, y guarda silencio. No está mirando la estatua. Tampoco me está mirando a mí. Acaba de perderse en algún recoveco de su mente.

-Eh.- lo llamo, apoyando la mano en su hombro -Vuelve aquí, Rogers.

Y vuelve, pero tarda unos segundos. Y, cuando lo hace, hay sombras en sus ojos. Sea cual sea el fantasma que ha ido a visitar, lo ha traído de vuelta con él.

Y me encanta como vuelve a usar el recurso de los fantasmas del pasado <3

Chernaya Vdova escribió:

-Alguien me dijo una vez que mi pasado no me definía. Que seguía siendo una Vengadora. Y yo me lo creí. -digo, despacio-Me gusta pensar que mis habilidades sirven para algo más que para romper cuellos en la oscuridad.

Al mencionarlo, las imágenes acuden rápidamente a mi cabeza. Y también los sonidos. Un crujido seco, como el de un tronco al quebrarse en el fuego.

Cierro los ojos un instante. No quiero invitar también a mis fantasmas a esta fiesta.

Y no quiero seguir "riñendo" a Steve. Creo que ha tenido suficiente.

Abro los ojos y busco de nuevo su mirada. Esta vez, esbozo una media sonrisa.

- Creo que voy a rechazar el escudo. No combina con el resto de mi uniforme.

Maravilloso xd

Gwenpool escribió:

Y hablando de dale que te pego ¿Os he dicho ya lo difícil que es resistirse a lanzarse en brazos de este tío y dejar que te lleve al cielo? Pues no os imagináis lo difícil que es cuando lo único que ves a tu alrededor es “pim pam trucu trucu” es que por dios, esto es lo más porno que he visto en mucho tiempo y eso que he visto los fanfics que la gente escribe de Spidey y Deadpool… ¿Qué pasa? Me picaba la curiosidad, pero tranquilos que ya me eche lejía en los ojos y está todo perfecto.

Y lo peor de todo es que como me he hecho la desvalida, no puedo ponerme a hacer lo que me gustaría estar haciendo ahora mismo y tengo que fingir que me dan miedo esos demonios… que no es que no den miedo, pero siguen siendo NPCs sin nombre, al fin y al cabo no pueden hacerme nada y si me llegasen a hacer algo no sería un daño muy grave ¡Es la suerte de llevar una máscara en este mundillo! Claro que ahora mismo la mia la llevo en la mochila, que necesitaba quitármela si quería vender eso de ser una joven indefensa… ¿Debería habermela dejado?  ¿Y si el tipo este luego descubre mi identidad secreta y… y que? Si no tengo a nadie aquí, anda Gwen mira que eres tonta que se te olvida hasta tu propia origin story.

Por suerte el Velázquez este se conoce la zona y sabe por dónde meterse para no acabar siendo la cena de un demonio hambriento o para no acabar convertido en un kebab con patas... Un momento esto es muy extraño; me ha llevado a un apartamento, que he supuesto que sería el lugar seguro al que me iba a llevar para intentar hincarme el diente  pero ¿Por qué está llena de cráneos de demonios? A ver, que no me juzguéis que chulas estan pero… si este es su apartamento tiene un estilo algo ranuro ¡Y mirad que dibujo! Pero si parece sacado de esas películas de vampiros que veía cuando tenía quince años… ¿Banshee? ¿Ese no es el tío ese que vuela dando gritos o estoy yo loca?

Y ¡Uuuuuuuh! ¿Qué es esto? Mirad que cofre, pero si parece que de ahí me va a salir un botín de nivel alto. Yo lo siento pero no puedo evitarlo, mi instinto de videojugadora me llama a abrirlo, nadie puede resistirse a… ¿Pero qué leches? Lo he ido a abrir y el muy jodio me ha hecho un Dark souls; le han salido patas y ha echado a correr, esto si que es… oh… OH, leñe, Gwen, pero serás boba; que llevas en el sueño todo este tiempo. Joder y me doy cuenta ahora, después de haber pasado… ¿Cuántas horas en la vida real es una hora en un sueño? Que las matemáticas no son lo mío.

Pues ahora que sé al cien por cien que esto es el sueño… ¿Empezamos la función?... que si guaperas, que si, que te llamas Nick, no es como si te llamases E… E… mira mejor le sigo llamando Nick en mi narración y hablando de narración, creo que es hora de que entre en acción la tercera persona ¿No? Así hago el sueño más llevadero para todos.

¡Chaito!

La joven de cabello rubio adornado por unas mechas rosas se acercó al fornido hombre que de aquella ciudad infestada por demonios le había salvado y le había otorgado estos momentos de paz antes de la tormenta que se avecinaba, pues el hombre, que se presentó con el nombre de Nick, le señaló en un mapa la ubicación de los nidos de los demonios, a lo que Gwen miró con asombro y admiración, como Nick consiguió sobrevivir tanto tiempo en una ciudad infestada de demonios, le daba una sensación en el fondo de su corazón que le era difícil describir en aquel momento

-¿Confías… en mí?

Preguntó la joven, algo temerosa y nerviosa, aferrándose al brazo del hombre con miedo de que su respuesta fuera una negativa, aun así, asintió con seguridad cuando este afirmó que necesitaba su ayuda para acabar con los demonios, o al menos para volar el nido principal “¿Los demonios tienen nidos? ¿Ponen huevos como los pájaros? Ah, qué más da, si es un sueño ¡A divertirse!”.

A pesar de que los dos tenían el mismo objetivo en mente, aún quedaba el problema de cómo lograr ese objetivo; Gwen llevaba en su mochila una cantidad exagerada de explosivos que eran un peligro para ella y todos los que la rodean totalmente seguros porque Gwen es una chica responsable y sabe llevar unos explosivos “Ale, edito esto y queda perfecto”[i]

Esto tiene que estar aquí por fuerza. Esta es una muestra de como un personaje villano, por malo que sea, por cruel que sea, por loco que esté, es capaz de encontrar en otros una posición de sincera admiración y respeto. No es cuestión de lamerle el culo al jefe. Es cuestión de reconocerle el esfuerzo a alguien que con sus pelotas ha creado un imperio del crimen organizado, que se ha ganado la sumisión de sus semejantes, y el terror de sus enemigos. Chapeau para Bullseye por ser capaz de narrarlo tan bien.

Bullseye escribió:

Jamás había respetado a nadie como respetaba a Wilson Fisk.

Si le preguntabas por qué ésto era así, posiblemente no sería capaz de responder nada más allá de admitir que admiraba la manera en la que llevaba sus negocios. Wilson Fisk era, posiblemente, la persona más inteligente que Bullseye había conocido, y eso se dejaba ver en todas y cada una de sus cuidadosas acciones y decisiones. Eso le inspiraba una extraña sensación de seguridad. No a nivel físico, claro... Después de todo, él era el guardaespaldas de Fisk, y a quien le tocaba jugarse el cuello cada vez que se materializaba alguna amenaza. Además, su propia integridad no había sido nunca algo que le preocupara especialmente. No... Era otro tipo de seguridad. La sensación de que Fisk era como una poderosa roca en lo alto de un acantilado. Una roca a la que el agua no lograría erosionar jamás, y que permanecería allí, inmutable, pasara lo que pasara. Bullseye sabía que era muy difícil que Fisk cayera, y, por tanto, trabajar para él le ofrecía una garantía de continuidad que no podría obtener de nadie más en un mundo repleto de justicieros y vigilantes, especialmente algunos tan locos como Frank Castle. [...]

[...]Porque Wilson Fisk era el único hombre sobre la faz de la tierra al que Bullseye encendía los cigarrillos. El único hombre sobre la faz de la tierra del que no se mofaba o cuestionaba sus decisiones. El único hombre sobre la faz de la tierra que conseguía que permaneciese en silencio sin siquiera tener que pedírselo.

El único hombre sobre la faz de la tierra que había conseguido domar lo indomable. Controlar lo incontrolable.

Sí, podríamos decir que Kingpin se había ganado con creces el respeto del hombre que no respetaba a nadie.

Por otro lado, la respuesta de Kingpin en este tema, esperando el cambio de actitud de Javis me parece MUY dentro de personaje. Tan adentro que el user va a tener que empezar a controlar que no se le caiga el pelo. Ha sido una maravilla ver a un villano tan "cómodo" bajo su propia piel. BRAVO.

Wilson Fisk escribió:

- Ha cometido varios errores- dijo el empresario con voz de hielo- En otras circunstancias ordenaría a Bullseye inmediatamente que le matase pero, dado que parece reticente a la idea de quedarse muerto, veo conveniente intercambiar unas palabras con usted[...]

[...] Soy perfectamente capaz de trabajar con quien no me respeta pero, desde luego, no lo haré nunca con quien no me tema. Usted no me teme porque, aunque haya oído hablar de mí, está claro que no me conoce. Yo tampoco le conozco pero, no dude de algo, la información que no tengo la consigo. Su inusual resistencia solo significa una cosa, que Bullseye tendrá una oportunidad única para dar rienda suelta a sus instintos más bajos con usted. Así que si quiere evitarse ese sufrimiento solo debe decir: “Señor Fisk, lamento haberle perturbado y agradezco de corazón que esta vez perdone mi miserable vida”. Son unas palabras sencillas, dígalas y podré empezar a negociar con usted. Si no, le aseguro que Bullseye y usted tendrán una relación mucho más… cercana. Y si eso no fuese suficiente sepa que lo que no conozco lo puedo averiguar fácilmente, así que investigaré quien es y si tiene algún ser querido en este mundo haré todo lo que esté en mi mano, que no es poco, para que conozca a Wilson Fisk.

Tremendo WOMBO COMBO de villanos que tenemos aquí. SI SEÑOR


He tenido que editar porque no puedo dejar fuera esto. Los temas con Kim y Jake han sido pocos pero EXTREMADAMENTE intensos y yo no puedo estar más feliz de que estos dos personajillos consiguieran conectar a este nivel. En este fragmento Jake comparte sus inseguridades y sus miedos. Me pone los pelos de punta cada vez que lo veo...

Jake escribió:

Las lágrimas brotaron de nuevo por sus ojos, correteando de forma incontrolable por las mejillas del muchacho. Molesto, intentó arrancárselas usando la manga de su sudadera. ¿Porqué su cuerpo estaba llorando sin su permiso? ¿Qué era ese sentimiento que le oprimía el pecho y le ahogaba las palabras?

— Si no he vuelto a verte en todo este tiempo… es porque tenía miedo. Tenía miedo de que algo malo te ocurriera por mi culpa. Ya sabes, por todo eso de que soy el dueño de tu alma… no creo que a “quién tu sabes” le haga demasiada gracia… — explicó, mostrando abiertamente su temor hacia los demonios, una historia que todavía tenía que contar—Pero también… también tenía miedo de descubrir que después de todo este tiempo, tu...

Jake, que siempre se mostraba divertido, juguetón, altivo y confiado... ahora era un manojo de nervios. Se sentía perdido, confuso por todos aquellos sentimientos tan complejos que estaba experimentando a la vez. Era la primera vez que le contaba sus miedos a alguien, y ya no podía mantener por más tiempo su máscara de indiferencia. Al menos no con ella...

— Kim… no quiero que me olvides nunca. No quiero que nadie más se olvide de mí…— el muchacho agarró las dos manos de la niña y la atrajo hacia él, abrazándola por primera vez en mucho tiempo.— Y si sigo sin poder crecer… tendré que dejar el colegio, y borrarle la memoria a la familia que me ha acogido en su casa, y a los pocos amigos que he hecho en clase...

El chico sollozó mientras estrechaba a su amiga. El cuerpo de Jacob Birdwhistle temblaba como si tuviera mucho... mucho frío. 

— Kim...yo... quiero ser un niño de verdad.

Cuando me preguntan cómo pueden gustarme los cómics y las historias de superhéroes siendo una persona adulta, tengo que responder que el ser humano se ha sentido atraído hacia las historias de grandes héroes y sus proezas desde la antigüedad, con las narraciones de epopeyas como las de Hércules, Ulises, etc, etc. Por simple que pueda parecer, cuando uno vive en este mundo que nos ha tocado vivir, tan complicado y tan lleno de injusticias y atrocidades, leer cosas como la que ha narrado aquí mi amigo Steve nos producen una honda gratificación que surge de la clara confrontación entre el bien y el mal en su forma más pura (todo lo que representa el capitán contra todo lo que representa un skinhead) y el sencillo placer de ver cómo el bueno patea el culo del malo y, por una vez, la injusticia se soluciona y todo acaba con final feliz. Porque estamos cansados de tanto dolor y tanta injusticia en la vida real, y nada más que por este tipo de cosas es por lo que disfruto tanto leyendo cómics. Y este fragmento concreto de ese pedazo de post del capitán en "caminando al borde del precipicio" lo resume todo. Esa honda satisfacción de ver aparecer al epítome del bien ante una situación injusta y saber que todo va a terminar bien, como cuando escuchas sonar el tema de Superman y parece de repente que se ilumina el cielo.... Justamente aquí:

Steve Rogers escribió:

- ¿No pensarán de verdad que van a liberar a Zobelle?- dijo sorprendido el veterano Johnson, que estaba al lado de su sargento.

- Para nada… Sólo quieren tener una excusa para matar a los rehenes. Saben que nunca van a acceder a excarcelar a ese mierda, así que según su lógica les habremos traicionado y la matanza estará justificada. Nuestra única esperanza es que los SWAT lleguen antes de que transcurra el plazo y que a estos cabrones no les dé por ponerse a practicar el tiro antes de tiempo- Joan suspiró- Al menos el helicóptero creo que sí lo necesitan.

- Sargento, permiso para entrar en el edificio- solicitó una voz firme tras Joan.

- Negativo agente- contestó ella sin apartar la vista de las ventanas del edificio- Como ya he dicho esperaremos a los SWAT.

- Esos hombres no cuentan con salir vivos de ésta. No creo que los SWAT lleguen a tiempo de evitar la masacre. Solicito de nuevo permiso para acceder al interior.

- Tiene razón, pero… no pienso arriesgarme a provocarles. Permiso denegado- reiteró Joan con la mirada clavada en la puerta.

- Sargento- replicó la voz- La situación es crítica, así que voy a entrar con o sin su autorización pero, sinceramente, me gustaría tenerla.

- ¿Es que está sordo? ¡Le he dado una orden directa! ¡Quiero su nombre y su rango ahora mismo agente!- replicó algo picada Joan mientras seguía escudriñando el edificio.

- Capitán Steve Rogers.

- ¡¡Claro!! ¡¡Y yo soy Wonder Woman!! ¿Cree que es momento para bromas a…?- Joan giró la cabeza para encarar a su interlocutor y la mandíbula se le cayó al suelo. Alrededor del hombre que solicitaba permiso para acceder, un corro de policías la miraba con la misma expresión de incredulidad.

- ¿Señora?- preguntó con respeto el Capitán América.

- Tiene permiso para acceder, Capitán Rogers- asintió Joan con su mejor sonrisa del día- Nosotros le cubrimos.

Por fin dispongo un poco de tiempo para hacer las buenas menciones. Tenemos un foro lleno de talento y saber hacer y es de justicia sacar un ratillo para celebrarlo y agradecer el excelente roleo. Tengo muchísimo que mencionar, así que creo que más que extractos concretos voy a mencionar el nivelazo que están demostrando vari@s usuari@s.

En primer lugar, es obligado hablar del trabajazo que las usuarias de Elissa y Elektra (las dos empiezan por "E", las dos son griegas y las dos fantásticas ¿Casualidad? No lo creo) en el tema Recuperación parte 3: Mente.

Lo que tenemos aquí es un auténtico viaje a la psique de un personaje por una persona que, salta a la vista, lo conoce como si lo hubiese parido. Todas las facetas de Elektra Natchios se despliegan en este maravillo viaje onírico: La "niña abandonada", la asesina, la heroína, la amante... Aprovechando la herencia griega de los dos personajes y empleando la mitología y la cultura helénica como poderoso elemento simbólico Elissa se convierte (me perdonáis el cambio de tradición literaria) en el Virgilio que guiará a la señorita Natchios por todos los círculos de su infierno personal. El verdadero infierno de cada uno que no es otro que el que construye para sí mismo.

Por razones evidentes las partes que más me pegan son en las que se menciona a Matt Murdock, pero todo el tema es espectacular. Valgan estos ejemplos:

Elektra Natchios escribió:

Elektra frunció el ceño, en una expresión de profunda concentración infantil, cerrando los ojos tal como le pedía la psicóloga.

- Sí... el ábol... Es un roble, el árbol consagrado a los dioses. Tiene el tronco grueso, firme y recto, pero corto, cubierto de grietas que lo recorren desde el suelo hasta la copa, bajo cuya extensa sombra puede el labrador descansar después de un duro día de trabajo -hablaba con lentitud, como si estuviera recreando en su mente cada cosa que decía-. Sus hojas... son grandes y simples, humildes... de un color verde intenso que se ve dorado al atardecer. Las raíces... las raíces son fuertes y profundas... A su alrededor sopla la brisa que trae el aroma salado del mar y que se mezcla con el olor del césped fresco y tierra húmeda.

Elissa Stavridis escribió:

Psique tendió la mano, y sus dedos se quedaron inmóviles allí, a medio camino, entre ella y el arma. No llegó a tocar el sai. Los segundos transcurrieron, señalados por la respiración entrecortada de la joven herida.

Psique dejó caer el brazo, y el mismo movimiento descendente la puso de rodillas en el fango, justo delante de Elektra. Esta vez, Psique tendió las dos manos e, ignorando la sangre que cubría los rasgos de su compañera, las apoyó a ambos lados de su cabeza, acunando su rostro.

- Ξεκουράσου τώρα - pidió. “Ahora, descansa”.

El sai se desprendió de la mano mutilada de Elektra. El metal se zambulló en el fango con un chapoteo amortiguado. Las palabras de Psique, como una nana sin melodía, cerraron su único ojo, relajando su fatigado rostro y tendiendo su cuerpo herido sobre el fango. Y, allí donde su piel tocó el suelo, la nieve y el fango retrocedieron. El cuerpo de la griega se disolvió en una sábana de asfódelos, cuyos pétalos pálidos se abrieron al sol mortecino.

Psique se incorporó entonces, pero sus manos ya no estaban vacías. Sostenían una fíala de terracota, vacía. Tenía exactamente el mismo tamaño y forma que el agujero que se había abierto en el pecho de Elektra, y estaba decorado con el sai que la representaba.

La hechicera alzó el recipiente y murmuró una plegaria a los dioses antes de disponerse a regresar sobre sus pasos.

Y, para no cambiar aún de usuarias, no seríamos dignos de mirarnos al espejo si no destacásemos el espléndido trabajo de interpretación que éstas hacen con otros dos de sus personajes: Bullseye y Natasha Romanoff, respectivamente.

En cuanto a la usuaria de Bullseye, da gusto ver a una persona llevando un villano como éste con tanta soltura. Se nota que conoce al personaje y, más que nada, que se lo pasa de cine interpretándolo. Tener al amigo dianas en un tema asegura diversión, desmelene, cafrerío. En definitiva, Bulls es puro Rock and Roll.

Ahora bien, cuando hay que ponerse serios funciona perfectamente. Sirva este fragmento del tema Caminando al Borde del Precipicio para demostrarlo. La atmósfera malsana y misteriosa que ha creado augura que será un magníficio tema:

Bullseye escribió:

El sonido de la línea resultaba especialmente fuerte en la quietud de la noche.

“Este es el contestador de..."

Con un suspiro, la mujer colgó definitivamente el teléfono, masajeándose las doloridas sienes. Los años empezaban a pesar. Le habría gustado reconciliarse con Matt antes de...

- 'Para mi padre, tener algún fallo es motivo de repulsión, tener un defecto es ser un desertor, un traidor, o una traidora. No me extraña en absoluto que su mundo esté tan vacío de personas reales ni que sus personajes de ficción se suiciden tan a menudo'.

La mujer se quedó helada al escuchar la voz que, inexpresivamente, citaba uno de los pasajes de la novela que le había costado la enemistad con su hermano. Su mirada se desvió hacia el sillón que se encontraba en sombras en la esquina de la habitación de hotel. Margaret no podía dormir, asediada por la ansiedad, los nervios y la preocupación ante lo que pensaba hacer, así que había intentado contactar con su hermano, pero no se había molestado en encender la luz.

- Es un retrato crudo el que haces sobre tu padre, ¿sabes? No me extraña que tu hermano te haya retirado la palabra. Dime... ¿era peor contigo que con él? Mencionas que se sentía atraído hacia las adolescentes... ¿Cometió abusos contigo?

Asustada, cogió un abrecartas de la mesa del despacho y se volvió una vez más, temblando, hacia el rincón en sombras.

- ¿Q... quién es usted? ¿Cuánto tiempo lleva ahí? ¿Cómo ha conseguido entrar?

- Por la terraza. Es un sitio bonito, éste. Muy discreto. Con tantos millares de pinos, robles, tierras de cultivo y colinas es casi imposible que te detecten. Mucho más fácil trabajar aquí que en la gran ciudad. Un juego de niños, diría.

La usuaria de Natasha Romanoff, que ya nos dejó a todos anonadados con su prueba de rol, mantiene el nivel y sube la apuesta con las intervenciones de nuestra super-espía rusa favorita. Todas las facetas de Nat se muestran en sus temas haciendo un trabajo excelente mostrando la diferencia entre sus pensamientos internos y su comportamiento externo. Irónica, fría, implacable pero, también y cuando toca, vulnerable y cálida. Una gozada.

De ejemplo este extractito de Siempre Vengadores:

Chernaya Vdova escribió:

-Compadecerte tanto de ti mismo no es tu estilo, Steve.- replico. Tal vez suene duro. Pero tengo dos normas: no soy sutil con mis amigos, y no les miento más de lo necesario. Y creo que Steve Rogers no necesita que le mienta. -Claro que somos material de propaganda. Nos hicieron para una guerra. -le recuerdo, y no me importa incluirme en el mismo saco. Somos muy parecidos; todo lo parecidos que pueden ser la luz y la oscuridad, al menos. El héroe de la patria y el coco del enemigo. Dos caras de una misma moneda.- Puede que para más de una. -me corrijo- Siempre hemos sido símbolos. - añado, señalando la estatua frente a nosotros con un gesto de la mano- Seguimos siéndolo... Moriremos siéndolo.

Clavo mi mirada en la suya.

-“El Capitán América es un tipo que hace lo que puede”.- digo, imitando el tono que él ha usado minutos atrás. -“Pero, al menos, hace algo”.

Bien, dejemos a estas dos señoritas de momento y centrémonos en otra usuaria, la de Dick Grayson y Loki. Pese a que su serie de Disney+ ha dejado bastante que desear, tenemos el consuelo de que la usuaria de Loki siga aún deleitándonos con las maquinaciones e intrigas del buen Dios del Engaño. Mencionaremos el último post del tema ¡Luces, cámara, Omega!. Me encanta como mantiene el "personaje" de Tom Hiddleston para desvelar el engaño mientras, con alguna expresión aquí y allá, se nota que detrás ya se encuentra la afilada mente del hijo más astuto de Odín:

Loki Laufeyson escribió:

— Perdona, amigo— se disculpó, mirando a Charlie con una afectuosa sonrisa y se sentó elegantemente en el asiento de al lado.— Continúa con tu relato…

Fue entonces cuando Cillian realizó su entrada y se sentó junto al resto de sus compañeros tras unas breves salutaciones. La mente del embaucador empezó a trazar planes a gran velocidad mientras Matt Murdock explicaba su experiencia previa en el callejón con los tres matones. Era ahora o nunca. Tiraría la primera piedra, y después, se prepararía para las consecuencias de lo que estaba a punto de provocar...

— Es como tu personaje, Daredevil. Parece que dominas las artes marciales cuando estás a oscuras. ¿Crees que es una coincidencia o realmente has mejorado mucho entrenando para la serie? — bromeó el embaucador, mientras amasaba la tierra de sus mentes para plantar la semilla de una idea— No sabría que decirte, Charlie… pero hasta hace un rato, Jeremy y Wilson han estado comparando su brillante puntería entre dardos y palillos de aceitunas… — dijo con parsimonia, mientras alzaba una mano para mostrarles a todos como la varilla del cóctel que había lanzado Bullseye había quedado entre las perfectas marcas de Hawkeye — Y hablando de cosas extrañas... no logro recordar siquiera lo que hice ayer, ni lo que he desayunado esta mañana... ¿no es un poco raro?

En cuanto al Chico Maravilla original, el hecho de que narre sus aventuras en primera persona ya es indicativo de la versatilidad de ésta usuaria. No sólo como guiño a los propios cómics del personaje sino como forma ideal de mostrar las diferencias entre Dick y su mentor. Grayson ha sido entrenado por Batman pero no es Bruce Wayne. Tiene los recursos, los conocimientos y la motivación, pero su guerra no tiene el mismo enfoque. Dick ve otros matices que Bruce ignora o descarta. Puede divertirse con la cháchara entre dos matones o arriesgar el éxito de la misión por ayudar a quien, a priori no lo merece. Que estos fragmentos de Todos los Hombres del Rey den prueba de ello:

Dick Grayson escribió:

Como siempre, las charlas entre los matones eran una de mis partes favoritas de este trabajo. Que si el martillo de Thor, que si el imbécil del pijama azul, que si el calendario de Metralletas con Encanto… era la mar de entretenido escucharles. Sobre todo al charlatán con acento italiano. Tenía frases bastante ingeniosas, la verdad. Lástima que mi misión consistiera en silenciar a aquellos tipos por un par de horas.

Dick Grayson escribió:

Aceché por detrás a mi siguiente víctima, que se sacudía como un cubito de hielo mientras sostenía entre sus temblorosas manos la AK-47. Entonces me di cuenta, en la oscuridad del estrecho y destartalado pasillo, que aquel matón era un crío. No debía tener más de veinte años, con esos brazos flacuchos y esas piernas tan enclenques. Pensé en lo peor, en un chico joven de origen humilde, probablemente el mayor de todos sus hermanos. Una familia a la que tenía que cuidar, y por la que necesitaba ganar dinero fácil si quería sobrevivir a la crudeza de esta ciudad que a veces no era tan diferente al infierno. Apreté la mandíbula y sentí la impotencia arañar mis venas y apoderarse de mis pensamientos. Aquellos valiosos segundos en los que me detuve a pensar, decidiendo si noquearle o no, podrían haberme costado la vida en otras circunstancias. Pero quería pensar que aquel chico lo merecía.

— Este no es lugar para ti, chaval— le dije a sus espaldas, y el muchacho se sobresaltó y dejó escapar una ráfaga de balas apuntando a ninguna parte. Le arranqué el rifle de las manos y le pegué un empujón en dirección a la salida del almacén con una sola advertencia.— ¡Coge el dinero que hay en el camión y lárgate de aquí!

El chico estaba tan asustado que corrió con todas sus fuerzas hasta la entrada principal y luego ya lo perdí de vista. Con el humo todavía a mis pies, salí de entre las sombras desenvainando los eskrima sticks, que iluminaron mi uniforme de Kevlar en unas chispas eléctricas de vibrante azul cobalto, el mismo color con el que lucía orgulloso el pájaro de mi pecho.

Y bien, por último pero no por ello menos importante, mencionar también a tod@s l@s usuari@s que están participando en el tema I am become death, destroyer of worlds. Porque... estamos en un foro de superhéroes gente y, muchas veces, no hay nada mejor que soltar un buen monstruo en medio de la ciudad y todos a darse de palos con explosiones, rayos, destrucción y una buena dosis de epicidad. Un aplauso al usuario de Roxanne por montarlo y a todos los que participan en él. Un auténtico equipo improvisado de superhéroes colaborando contra una amenaza imparable haciendo el mejor uso posible de sus poderes. Yo solo digo que el Capitán Rogers ha tomado buena nota y puede que ya tenga un par de nuevos fichajes en la mochila para sus Nuevos Vengadores...

El tema "bad to the bone" empieza bastante fuerte. HAHAHAHA

Bullseye, y sus tutorías para el "buen entendimiento de las estructuras mafiosas 101"

Bullseye escribió:

Normas.

Las normas, niños, son importantes. Especialmente cuando hablamos de organizaciones criminales.

Las organizaciones mafiosas tienen que hacer frente a una gran cantidad de problemas que podrían suponer la diferencia entre una existencia rica y próspera y el exterminio absoluto, ya que, bueno, como podréis suponer, no se desarrollan en entornos precisamente pacíficos, y, en éstos ambientes, cualquier error, por pequeño que sea, podría derivar en desastre.

Mantener el orden en este tipo de organizaciones no es algo sencillo, ya que en cualquier momento te pueden pegar la puñalada por la espalda, así que tienes que mantener un control exhaustivo sobre los que están por debajo de ti al mismo tiempo que te mantienes alerta ante amenazas externas. Por eso son tan importantes las normas y las reglas, y una de las principales, que te enseñan en 1º de mafioso, es mostrar siempre respeto por el Gran Jefe.

Es muy gracioso en realidad, porque veréis, yo nunca me he caracterizado precisamente por ser bueno cumpliendo normas. Por lo general, cada vez que acepto un contrato, sea del tipo que sea, me aseguro de dejar siempre claro a la persona que me contrata que, a partir de ése momento, y hasta que el trabajo haya sido completado, el que manda y da las órdenes soy yo. Yo soy el que decide qué se hace, cómo y cuándo, y siempre me ha ido bien así. Soy como un animal salvaje, ¿sabéis? No se puede domesticar a un jaguar.

Pero aunque no me gustan las normas, soy lo bastante inteligente como para comprender los motivos que hacen necesaria su existencia, y para poder discernir cuándo es conveniente saltármelas y cuándo no.

Y, sobretodo, para saber que nunca, nunca, debes contrariar al gordo.

Me arranca esta sonrisa el momento "fenómeno fan" que está viviendo Gwenpool aquí:

Gwenpool escribió:

Mejor no averiguarlo, me voy a dar una vuelta por el bar a ver si encuentro a algún villano de esos ¿Se supone que esto es un bar de villanos, no? Pues ea, a ver si.... ¡JODER JODER JODER JODER JODER! ¿Le habéis visto? Es Bullseye ¡BULLSEYE! Dios mío, pero que hace aq… nada nada, yo misma me he respondido esa pregunta. Ahora estoy en una encrucijada; por una parte quiero hablar con él, que si no el tema va a ser muy aburrido, pero por la otra… es Bullseye… Que leches, de cobardes está el mundo lleno, me voy a acercar a él, le saludo con la copa y le sonrió

-Hola, compañero mercenario- le doy un trago al Martini, así, bien hecho Gwen, aguántalo en la boca, no lo escupas -¿Cogmo te vag en eg tgabajo? ¿Has tenidgo buegnos encaggos?

Eh, que le he hablado con la boca llena de Martini asqueroso, eso tiene que ser lo nunca visto en los cómics de Bullseye ¿A que si? Ups, no lo he podido aguantar más, lo he vuelto a escupir en la taza, yo es que lo siento pero no puedo, prefiero una coca-cola o un monster antes que esta bebida infernal, ew.

Y el Loki "Deja aquí la botella, Doris":

Loki Laufeyson escribió:

— Todo ha salido mal últimamente… Todo. ¿El teseracto? Ni rastro de él. Desaparecido. Como si el mismísimo tiempo lo hubiera engullido y se hubiera olvidado de escupirlo después. —contestó frustrado, retirándose el flequillo engominado de la cara. Morgan nunca había visto el cabello del dios de las mentiras tan desaliñado como aquella noche. Definitivamente, algo estaba mal en el príncipe asgardiano si estaba descuidando la elegancia y el porte que siempre le caracterizaban.

— Después, mi estúpida aprendiz se enamora del primer payaso que le hace ojitos y la embauca con cuatro trucos de magia baratos… —explica, encogiéndose de hombros y esbozando una sonrisa sin apenas gracia— Encima me culpa de haber condenado a Arión al infierno. ¿Qué esperaba? ¿Qué se fuera de rositas después de haber usado la gema del tiempo para convertir este planeta en un recreo de bárbaros y trogloditas? Venga ya...

Loki echa su cuerpo hacia atrás en forma de protesta y deja escapar un largo y tedioso suspiro. Después agarra la copa que le entrega el Rey Morgan con mucho cuidado. Primero cierra los ojos y se impregna del aroma del licor, y después le da un sorbo, que se desliza grácilmente por su garganta calentándole el pecho. Finalmente, sonríe satisfecho y asiente con la cabeza para darle su aprobación al hombre calabaza.

—Y ahora mi hermanastro reaparece para tocarme las narices y llevarse consigo a uno de mis mejores aliados. Después de todo el tiempo que llevo trabajando en mi venganza contra él y sus estúpidos amiguitos con capas y mallas.—sus ojos se afilan como los de un gato, fijos en las especias que flotan por su bebida— Los Vengadores… ¡No los soporto! Y es que Thor siempre consigue quitarme todo lo que quiero. — contesta con algo de rabia, apretujando la copa de cristal hasta que sus nudillos se tornan de un color amarillento— Siempre tiene que salirse con la suya, aunque sea mas tonto que un zapato… No se cómo lo hace. ¡No lo entiendo!

Por último, siento predilección por los seres superiores, que aún son capaces de sorprenderse con los mundanos placeres, como hace en esta escena Papa Legba. No sólo realiza una jugada maestra que demuestra que conoce las prioridades del Joker, aprovechándose de su conocimiento y poder, si no que además no se avergüenza en admitir que un mortal es capaz de hacerle consciente de lo afortunado que es por ser inmortal:

Papa Legba escribió:

El ambiente en esa “guarida” por llamarlo de alguna forma, resultaba cargante hasta para quienes estaban acostumbrados a estar allí. Salvo el payaso que parecía ser invulnerable a absolutamente cualquier estímulo externo. Su comportamiento errático, cada palabra afortunadamente posicionada para hacer los juegos verbales perfectos… Era como si un guionista inspirado viviese insertado en su cerebro. Como si parte de la consciencia del Joker estuviese programada en una I.A. cuyo objetivo fuese simplemente sonar más y más perturbador. Para el dios la vida del Joker sería un mero suspiro aunque fuese longevo, cosa que estaba seguro que no sucedería, pero un instante en su presencia ya le hacía comprender su reputación. Todos los temores de Gotham, su presencia y el carisma de terror que arrastraba allá donde su presencia podía hacerse tangible, que con el factor de aleatoriedad era en cualquier lado… Parecía el movimiento de un lector de mentes veterano cuyo objetivo fuese convertirse en la imagen del pánico. Y lo peor… era que de los mortales que el guardián conocía, ese hombre, esa sencilla persona que tenía frente a él, era de los que más se había acercado a conseguirlo.

Le resultó fácil sentir esa inquietud, la turbiedad de sus gestos, incluso ese desconcierto… La ansiedad de tener que permanecer alerta para cualquier posible salida del  payaso. Aunque Legba abrazaba en su castillo mental su inmortalidad como un niño a su manta favorita.

Sonrió, permaneciendo de pie todo lo grande que era, sosteniendo sus nudillos mientras no separaba la mirada roja de la vista del clown. -Vamos, Joker… Ambos sabemos que la suerte puede ponerse en modo manual de vez en cuando- y la carta, que antes se había guardado en la pechera, apareció por su manga, para volver a desaparecer tras su palma con un rápido juego de manos- Nesta Yabi- dijo casi a la vez que el payaso. -Usó los medios que tiene para jugar… Digamos que se le hizo grande- empezaba a impacientarse, no debía darle explicaciones a nadie y menos a un efímero mortal. -¿Sabes qué…? No tiene importancia. Iré a por uno de los Joker entonces- Dejó margen para que la amenaza se asentase. Maceraba en su boca como si pudiese saborearla… Lo que el pobre payaso no sabía aún, acostumbrado a las amenazas de muerte directas, era que el dios tenía un as bajo la manga. -Comprendo que es tu juego y son tus normas. Pero con esto, no me dejas más remedio que matar…- Estaba plenamente convencido de que Joker se regodearía, le animaría incluso a asesinarle.  Pero… como bien acababa de demostrar el africano, siempre tenía un as bajo la manga.

Se encogió de hombros, permitiendo al mortal ejecutar su parte de performance, ¿Qué se le podría ocurrir? ¿Darle él mismo un arma? ¿Echarle a las hienas? Era impredecible, y el dios disfrutaba en parte de toda esa víctima de la tragicomedia inducida. Respiró hondo y se encogió de hombros. -En fin… espero que con la cabeza del Joker negro estés más receptivo- y dio media vuelta sobre sus pies, caminando hacia una salida que no necesitaba tomar.

En el interior de la cabeza cubierta de rastas, su propia voz resonaba en una cuenta atrás hacia una reacción del payaso.
3… 2… 1…

¿Y qué me dices de tu respuesta precisamente a ese post de Papa Legba que mencionas? Sencillamente alucinante, amigo...

Joker escribió:

- ¡Faltaría mas! Be my guest. - añadió, volviendo a colocar las manos tras la espalda. Apoyó el peso en la punta de los dedos de sus pies y luego en el talón, ejerciendo un suave bamboleo hacia delante y hacia atrás. Una de sus manos se dirigió con maestría hacia la manga, de la que deslizó el electroshock hacia la palma de su mano, en un disimulado gesto mecánico que era para él más natural que respirar. Comprobó con el dedo meñique la presencia los pulsadores de la flor en su solapa, uno cargado de ácido, y el otro, de gas de la risa.

El hecho de que la muerte pareciera no importarle no significaba que no pudieran pasárselo en grande en el proceso.

La adrenalina se esparció como una corriente eléctrica a través de sus músculos llenándolos de un suave cosquilleo gratificante. Hacía tiempo que no tenía algo de acción. De hecho lamentaba un poco haberse perdido la oportunidad de colaborar en el numerito que habían montado los Swat al entrar en la milla de la diversión. Pero su agenda lo había convertido en algo imposible.

Un golpe de suerte para quien quiera que ahora tuviera una de las cinco listas con los nombres de todos los implicados en el juego. Como solía decirse, una Dama caprichosa.

Y entonces, con el más cutre de los desenlaces jamás escritos por un guionista sin talento drogado y a punto de morir de cirrosis en algún tugurio de mala muerte, hizo el peor giro de guión de la historia y lo echó todo a perder.

Su roja sonrisa se desvaneció, al tiempo que detenía en seco el modo en que se mecía. El inmenso hombre negro rotó sobre sus pies, dándole la espalda, poniendo camino hacia algún sitio indeterminado, pero alejándose de él. Pestañeó incrédulo varias veces, dejando caer los hombros con decepción, haciendo que ambas manos le colgaran inertes a cada lado del cuerpo. Su mandíbula de desencajó hacia un lado, mientras entrecerraba el ojo derecho y sus cejas dibujaban un perfecto arco inclinado propio del escepticismo más genuino que un rostro cubierto de maquillaje como el de Joker pudiera mostrar.

¿Que broma de mal gusto era esa?

- ¡Espera, espera, espera! Nah, nah, nah, nah, nah, nah, nah, nah, nah. - Exclamó apoyando una mano en la cadera, y andando hacia él, con la diestra alzada con un dedo apuntando hacia el techo y negando con vehemencia, plantándose frente al intruso, aún sin poder creerse lo que oía. - ¿Qué es esto, una inocentada o algo así? - exclamó, con el ceño fruncido y alzando un lado del labio, con un mohín. - ¿Me estás diciendo que te has presentado aquí por la cara, me pides entrar en el juego para poder participar y ni siquiera vas a intentarlo conmigo? - sus ojos brillaban con un destello asesino. - Es, es, es, ¡ES RIDÍCULO!- clamó alzando ambas manos con un exagerado ademán de frustración. - ¡Hasta me había preparado un par de trucos! ¿ves? - le mostró las palmas de las manos, donde reposaba el electroshock, y de su muñeca asomaban los dos pequeños cables que se hundían en el guante, dirigiendo los pulsadores de la flor al anular y el meñique. - ¡Pensé que habías venido a por un buen show! ¿Qué clase de amateur eres tu?

Me ha gustado éste giro de tuerca, creo que es la salida más inteligente que tenía de la situación en la que se encontraba y ha quedado guay:

Javis Kotska escribió:

-Puedo decir eso o… puedo decir algo que le va a gustar aun mas- sonrió, mirando a Fisk directamente a los ojos -Matthew, Donald, Ryan, Alexander, Artyom, Margaret, Laura, Scot… ¿Le suenan estos nombres? Le tienen que sonar, o me va a decir que el jefazo del crimen no reconoce a la gente que trabaja para el

Le guiño el ojo, en ellos aun aparecia un brillo desafiante

-Matthew es un cachondo ¿Sabe? Todas los sábados por la noche va al mismo bar de monólogos y más de una vez he conseguido que se suba al escenario, el pobre hace muchos monólogos sobre la vida con su mujer… he hablado con él sobre ello, las próximas navidades la va a llevar a Toronto, espero que se lo pasen genial. Donald, bueno ¿Por dónde empezar con el? Es muy trabajador y tiene mucha fe en usted, es más leal que un labrador y un entusiasta del buen café, de hecho se fulmina su sueldo en la cafetería más cara de la ciudad, bueno por eso y porque está enamorado de uno de los camareros, el otro día conseguí que fuera a hablar con él y parece que la cosa fue bien, ahora mismo deberían… si, deberían estar en la cama de su apartamento en el centro de Nueva York, una cosita muy pequeña, yo le he hecho alguna visita de vez en cuando, la verdad es que podría arreglarlo un poquitín, está peor que mis manos- levanto las manos llenas de sangre y se carcajeo -Sigamos ¿No? Ryan es mas serio, pero en el fondo tiene un corazón tierno; no se pierde ninguno de los partidos de sus hijos, tiene una casa preciosa en un vecindario de las afueras, la verdad es que incluso me da envidia, su mujer hace un pastel de carne que está de rechupete… me habló de su pasado, de cómo empezó siendo un vendedor de puerta a puerta y como acabó trabajando para, bueno no lo dijo directamente, pero yo se a que se refería. Alexander es un pobre delincuente juvenil con una madre en el hospital ¿Lo sabía usted eso? Se pasa más tiempo en el hospital al lado de su cama que en cualquier otro sitio, pensó que en los estados unidos tendría más suerte para que su madre fuera tratada que en Rusia, pero aquí la sanidad está muy cara… yo le he dado todo mi apoyo, espero que su madre se mejore, Artyom por otro lado es un grandísimo hijo de puta; se pasa las tardes que tiene libre en el campo de golf mientras su mujer se queda en su apartamento, cercano a las vías del metro, pobrecilla… aunque ahora me han dicho que tiene compañía cada vez que su marido sale de casa, bien por ella… y hablando de bien por ella ¿Sabía que Margaret y Laura están casadas? Si, se escaparon de su país natal por las duras leyes que en el ahí sobre la homosexualidad, entonces trabajaban para la mafia de su pueblo así que trabajar para la mafia de aquí fue algo automático. Tienen un piso precioso y dos gatos, Ron y Tom, que son unas bolitas de pelo adorable, las tardes que nos hemos pasado viendo películas en su televisión… y Scot, el pobre hombre perdió a su mujer en un accidente y ahora es un padre soltero intentando pagar la educación de su hija de 12 años, estuve hablando con él sobre pedir un aumento de sueldo a su jefe, pero dice que le tiene miedo… me pregunto por que será

Volvió a guiñar el ojo a Fisk, tras haberle contado la vida de algunos de sus trabajadores

-Usted tiene poder, si, pero ese poder está constituido por personas, hombres y mujeres que trabajan para Fisk en las calles, en los despachos, en los callejones… y yo estoy en la vida de cada una de ellas, soy su amigo, su confidente, su novio… su marido… y aun así usted no sabe quién soy, no me ha visto la cara nunca y, si hablara con alguno de los muchos y muchas que trabajan para usted, puede que ni siquiera me reconozcan.... Usted tiene poder, pero yo tengo el control, puedo entrar, salir, aparecer cuando quiera, coger lo que desee y luego desaparecer, se como funciona la gente, cómo funciona el sistema y puedo moverme entre él como pez en el agua ¿Acaso cree que he entrado aquí sin saber nada de usted o de su organización? Lo se todo, lo veo todo, incluso de ti, mi querido Bullseye; soy la oscuridad que se mueve bajo la sombra de los grandes hombres como usted, señor Fisk… por eso se que le viene bien mis habilidades, por que desde arriba solo se ven sombras, pero desde abajo se ve la imagen completa y yo puedo hacer que esa imagen desaparezca, lo justo y necesario, entre las sombras… ¿Qué me dice?

Levantó la mano, que ya había dejado de sangrar tanto y ahora solo soltaba unas pocas gotas de sangre, hacia Fisk

-¿Hay trato o no hay trato? Que le he prometido a Catherine que mañana desayunaré con ella, que aparte de ser una poli corrupta también hace unas tortitas que están de rechupete

Para continuar, mencionar ésta conversación entre Furia y el Capi, como siempre, sublime:

Steve Rogers escribió:

- A otro con esas, Furia- replicó Steve hastiado de aquel juego- A su gente puede venderles lo que quiera, pero sé perfectamente que me sigue la pista muy de cerca desde que abandoné SHIELD.

- ¡¡Puede estar seguro!!- saltó Furia- ¿Sabe lo que me preguntan desde que decidió irse de gira humanitaria por el país como si fuese el puñetero Bono? Me preguntan cómo coño me las he arreglado para perder al súper-soldado más famoso del planeta y por qué no lo he traído aún de nuevo al redil. Me da problemas hasta cuando no está, Rogers. Sus vacaciones terminarán por provocarme un jodido infarto ¿Es que las “grupies” de Nueva York ya le aburrían?

- No son vacaciones Furia- contestó con firmeza- Me dedico a ayudar a la gente.

- Sí ya… ¿Cómo lo de ese grupo de blanquitos a los que acaba de zurrar?- bufó- A usted se le necesita para cosas un poco más grandes.

- ¿Es que la gente de a pié no merece mi tiempo?

- A otro con esas, Rogers- espetó Furia devolviéndole sus propias palabras- ¿Tenía que detenerlos personalmente? Son simples terroristas, y no especialmente eficaces. Una llamada al Departamento de Estado y un grupo de fuerzas especiales habría pateado sus culitos arios tan fuerte que irían cantando el “Hava Nagila” de camino a Guantánamo.

- Sabe que no me gustan las bromas sobre Guantánamo- replicó Steve con seriedad.

- Estoy al tanto- le cortó. Acto seguido extrajo unos documentos de su maletín y se los tendió a Steve- Eche un vistazo a esto.

- ¿No tiene una tableta?

- He pensado que apreciaría el toque cásico de una carpeta con “información clasificada” estampado en la cubierta.

- Creía que no compartía información clasificada con los civiles- replicó con una sonrisa maliciosa.

- Cállese y lea.

Steve dio una lectura rápida de los documentos. Una de las cosas más útiles del suero de súper-soldado es que podía asimilar y memorizar cualquier información casi al instante, lo que también había mejorado bastante su ritmo de lectura. Trató de no detener la mirada demasiado en las fotografías, no eran imágenes que quisiese recordar con nitidez.

- La congresista Mclane…

- ¿La conocía?- preguntó Furia intrigado.

- Sólo su reputación. Parecía una buena persona.

- Todo apunta a que lo era.

- ¿Por qué iba a querer alguien matarla?- siguió Steve cada vez más interesado.

- Eso es lo que estamos tratando de averiguar.

- Bullseye es un asesino a sueldo Nick. Sigan el rastro del dinero y darán con la respuesta.

- ¿De verdad? Muchas gracias, capitán. Supongo que en la jodida agencia de inteligencia más importante a nivel global no hubo nadie a quien se le ocurriese esa brillante idea.

- ¿Entonces?- suspiró.

- No ha habido pago, al menos que nosotros sepamos. Y si nosotros no lo sabemos es que no lo ha habido. Bullseye se la ha cargado… porque sí. O eso quieren hacernos creer.

- ¿Quiénes?

- Está empezando a hacer las preguntas correctas- Furia apuró el café y clavó de nuevo la mirada en Steve- Hay gente poderosa metiendo mano en este asunto. Mierda muy turbia, capitán, de la que usted le gusta.

- No me gusta- contestó Steve picado.

- De la que le gusta exponer, me refiero- Furia sonrió complacido y a Steve no le gustaba aquello. El director de SHIELD sabía que ya lo tenía comiendo de su mano- Bullseye se ha cargado a una congresista de los EEUU sin razón aparente y todo el mundo quiere un pedazo de ese cabrón. Es un asesino internacional, por lo que SHIELD está autorizada para detenerlo y ponerlo bajo custodia. Tengo que cogerlo antes que el FBI, la NSA o, no sé, el puto ejército de salvación porque si yo no lo pillo primero jamás sabremos quién cojones está moviendo los hilos por detrás ni qué mierda quieren esconder bajo la alfombra.

- ¿Y por qué no lo detiene?

- Porque, lo que no dice ese informe es que he mandado ya un equipo de asalto a por ese hijo de mil padres y que todos mis agentes han acabado haciendo compañía a la congresista Mclane- Nick tendió, esta vez sí, una tableta a Steve y reprodujo las grabaciones de protocolo de los agentes. Steve cerró los ojos compungido, pero era incapaz de no escuchar los gritos de los agentes que caían bajo el fuego de Bullseye- Ese monstruo se ha parapetado en uno de sus pisos francos y tiene un arsenal  dentro que sería la envida de Corea del Norte. Le necesitamos, Rogers.

Steve cerró los ojos. No podía negarse a aquello, no podía dejar que Bullseye siguiese dispensando muerte a diestra y siniestra hasta que alguien (con suerte los buenos, si es que había de esos) pusiera fin a su locura. Ahora que sabía lo que estaba ocurriendo, todas esas muertes estarían sobre su conciencia.

- Es usted un manipulador…- Steve hizo un nuevo esfuerzo y se aguantó el segundo calificativo.

- Hijo de puta Rogers, la expresión que busca es “hijo de puta”- concluyó Furia- Un manipulado hijo de puta ¿Y bien?

- No pienso volver a SHIELD- respondió Rogers con firmeza.

- Ni yo se lo estoy pidiendo. De hecho, en esta ocasión me conviene más que vaya por libre. Cuanto menos le relacionen conmigo menos sospechosa será su participación en asunto y más libertad de acción tendrá.

Steve meditó durante unos segundos y se puso en pié.

- Dígame dónde está.

- En Concord, New Hampshire. Le daré la localización exacta cuando se ponga esto- Furia también se puso en pié y le tendió el maletín- ¿No pretenderá enfrentarse al asesino más eficaz del mundo con esos harapos que llevaba en televisión?

- No hay muchos sastres capaces de reparar uniformes tácticos de SHIELD- respondió Steve con una sonrisa en los labios.

- Me roba y encima se cachondea... Calle y vístase… Por cierto, el maletín es mío y lo quiero de vuelta…

Y, para terminar, éste post maravilloso de Viuda Negra con guiño a Batman incluido:

Chernaya Vdova escribió:

Marzo de 2019.
Gotham.

Hoy no está siendo un buen día.

Gotham: lo más parecido al hijo ilegítimo de una ciudad y una catedral inmensa. Tétrica. Debe de tener sus admiradores, pero yo no me cuento entre ellos.

Camino a paso ligero por una avenida, con el cuello de la chaqueta alzado y el ceño fruncido. Informe de la misión: éxito parcial. He encontrado lo que buscaba, sí, pero alguien lo encontró antes. A mi jefe no va a gustarle.

La pantalla del teléfono se ilumina, reclamando mi atención. Ningún nombre, ninguna foto: número oculto.

Suspiro.

S.H.I.E.L.D. de nuevo. La tercera vez esta noche. Supongo que ha llegado el momento de cogerlo.

Mi voz, disociada del resto de mí, responde como si nada ocurriera.

—¿Sabes, Nick? Ya sé qué voy a regalarte por Navidad. Una vida.

—Espero que las vendan en jodidos packs de dos, Romanoff. ¿Has encontrado a ese cabrón?

—Sí y no. Seguí su rastro, pero lo encontraron antes que yo. El Murciélago.

—¿Y qué coño ha hecho con él?

—Detenerlo. Está en el Asilo de Arkham.

—¿Qué coño? ¿Meten a un ex-agente de S.H.I.E.L.D. en Arkham y nadie me dice una mierda? Me cago en la puta, Romanoff.

—No mates al mensajero, Nick.

Sabiendo lo que sigue, aparto ligeramente el teléfono de mi oreja.

—¡¡Me. Cago. En. La. Puta!!

Furia sigue profiriendo improperios un par de minutos más. Es… extremadamente creativo.

Sería casi gracioso... si el escenario hubiera sido otro.
Pero lo que ha ocurrido no tiene nada de divertido, y la frustración de Nick no se aleja tanto de la mía.

Los ingredientes: Un agente de S.H.I.E.L.D. al que hasta ahora conocía como Gabriel Leblanc y una vieja conocida mía, Elektra Natchios.

El resultado: una de las mejores luchadoras a las que he conocido confinada al Helicarrier, con pronóstico reservado. El Agente Sparrow, responsable de la tortura, en paradero hasta ahora desconocido. Y, oh sorpresa, resulta que no responde ya al nombre de “Gabriel”. Porque resulta que Gabriel nunca existió.

Antes de venir aquí, hice una excursión a los archivos del Helicarrier para indagar sobre Cédric Valjean. A alguien le había parecido una idea estupenda reprogramar y contratar a un tipo con más páginas de antecedentes que yo. Como si aquel tiro no pudiera salirles por la culata en cualquier momento.

Si alguien quiere mi opinión, tendrían que haberle metido una bala en el cráneo en cuanto tuvieron la oportunidad.

—… la puta jurisdicción…

—¿Qué quieres que haga? —pregunto a Nick, interrumpiendo su retahíla de maldiciones.

Casi oigo su mirada fulminante al otro lado de la línea.

—Traer tu culo al Helicarrier —replica—. Vas a echarle un ojo a Elektra mientras yo hago el jodido papeleo. Mierda.

La comunicación se interrumpe. Guardo el móvil en el bolsillo de la gabardina y alzo la mirada a los tejados.

Llevan un buen rato observándome, siguiéndome. Soy buena notando esas cosas.  

Allí, recortada contra el cielo, veo la silueta del hombre que vigila la ciudad. El mismo que ha terminado la misión por mí.

Oh, tranquilo. Ya me iba.

Lo saludo con un gesto de cabeza y doblo la siguiente esquina, camino de la estación.

Mi trabajo aquí ha terminado.

Tengo un tren que coger.

***

Abril de 2019.
Piso franco de Natasha Romanoff.

Esta noche no hay rastro del gato callejero que suele rondar mi apartamento. Sonrío ligeramente. Se habrá cansado de esperarme despierto.

Salvo por un par de ventanas aún encendidas, la calle ya duerme. Hago girar la llave en la cerradura. Al fin en casa.

Llevo tres días en una misión de seguimiento; una de las más aburridas que he hecho nunca, por cierto. Y necesito un descanso.

El tipo es un empresario al que se le suponían conexiones con Hydra, pero que ha resultado ser un delincuente de lo más común: relaciones cordiales con la Mafia, blanqueo de dinero, esas cosas. Encantador, pero no es el tipo que buscamos.

Mañana por la mañana reportaré a la agencia. Por el momento, cuelgo la chaqueta en el perchero de la entrada y me deshago de los zapatos, dirigiéndome al cuarto de baño. Estoy deseando librarme también de la peluca rubia y las lentillas.

Justo en la puerta, hago una pausa.

Mi expresión no cambia. Mis gestos tampoco.

Relajada, me deshago del resto de la ropa de Harriet Jones, mi tapadera. Cruzo el apartamento en busca de algo más cómodo que ponerme.

—¿Vas a salir de ahí, Matthew? —pregunto, en voz alta, al terminar de vestirme— Necesito que me recomiendes un buen abogado. Es por un allanamiento de morada —termino, alzando las cejas y cruzando los brazos sobre el pecho.

Hoy os traigo varias menciones.

Empezaré por el post de Matt y... la griega. Os comparto un fragmento muy, muy breve, pero que me hubiera roto el corazón, de tenerlo.

Elektra Natchios escribió:

Elektra se arrodilló frente a Matt. No le preguntó cómo estaba; no le hacía falta.

Así que, simplemente, le abrazó.

Le abrazó sabiendo que él la apartaría de sí, sin aspirar a nada más que a retener un poquito de calor antes de que el interminable frío la engullera de nuevo.

Espero que pronto vuelvas a tener los sais en la mano, Natchios. Puede decirse que te echo de menos.

En cuanto a ti, Letrado. Estaré vigilando este post. Atentamente. Si te sales de ese abrazo antes de cinco segundos, iré a buscarte para acabar yo misma la paliza.

La siguiente mención es para el post de moi dorogoi Soldat. Ha sabido mantener la tensión en todo momento, llevándonos de un protagonista a otro con maestría.

Winter Soldier escribió:

Como cada día, antes de marcharse al trabajo, Richard L. Dawson se despedía de su señora esposa con un dulce beso en la mejilla bajo el porche de su lujosa vivienda. Era una preciosa casa de dos pisos, afincada a las afueras de Washington DC y que, probablemente, era la envidia de sus vecinos más chismosos.

—No te olvides de la cena de esta noche— le recordó Marilyn, con una sonrisa que podría haber salido en cualquier anuncio de dentífrico. Él sabía que aunque quisiese, no podría olvidarse, puesto que su mujer siempre le recordaba las citas importantes. Sobre todo si se trataba de una velada con sus suegros.

—No te preocupes cariño, seré puntual. Como siempre.— el hombre le dedicó una suave sonrisa, a pesar de que la idea no le entusiasmaba demasiado. Con su impecable traje, y su corbata a rayas, el señor Dawson agarró él pequeño maletín que descansaba en el suelo del porche, y rápidamente buscó refugio en el interior de su inefable Maserati Ghibli. 

Durante el viaje, Richard se deleitó con el silencio y la libertad que le brindaba la conducción. Era uno de los momentos del día que más disfrutaba y necesitaba, para tener sus pensamientos en orden antes de iniciar la jornada laboral. Acariciar el volante de cuero, el rugido felino de los motores susurrándole al oído... y por supuesto, la sensación de poder y control que experimentaba al dominar aquel monstruo de cuatro ruedas. Y ese sentimiento, esa seguridad... era lo que realmente necesitaba si quería enfrentarse a lo que estaba por venir.

Conocía los riesgos, pero la culpa era más poderosa que ningún otro sentimiento. Más implacable que el miedo. Y los secretos... empezaban a carcomerle por dentro, con una lentitud agonizante. Tenía que decirlo. Necesitaba que alguien detuviera aquella locura. 

Llegó pronto a la cafetería, y pidió lo que siempre desayunaba. También se sentó en su mesa de siempre, en la terraza, justo al lado de una maceta cuadrada de flores malva. Nunca se acordaba del nombre de aquellas flores, pero le encantaban. La naturaleza siempre le brindaba algo de paz por las mañanas. Cuando la camarera le trajo su café con leche, su cita de las ocho y media ya había llegado. No esperaba que le enviaran a una agente. Y menos a una tan joven y guapa, por lo poco que podía intuir bajo toda aquella parafernalia. Y cuando ella preguntó, Richard sintió por primera vez que se le aflojaba la voz. Toda aquella seguridad y confianza... habían desaparecido de un plumazo.

— Háblame de tu jefe.

El señor Dawson acarició su corbata rayada. La sintió demasiado apretada al cuello, como una soga invisible que en cualquier momento podría dejarle sin respiración. Sus ojos miraron a través del cristal de sus gafas con cierta inquietud. Bailaron por todos los rostros de los apurados transeúntes que paseaban de izquierda a derecha cerca de la cafetería. Después tragó saliva, y cuando se aseguró de que nadie más les prestaba atención, se llevó el café a los labios con la mano temblorosa.

— Él, es… bueno… — volvió a tragar saliva, y una fría gota de sudor resbaló lentamente por su sien. Con su otra mano recogió el pañuelo de la solapa de su americana, y se pasó la tela por el rostro hasta que finalmente, encontró las palabras adecuadas para responderle a la mujer.— E-está... P-planeando algo muy gordo. Algo que podría s-sacudir los cimientos de nuestra sociedad actual. —sus ojos buscaron los de ella con el terror marcado en el rostro—Parece que está construyendo unas instalaciones secretas donde…

Un sonido metálico partió la frase en dos. De la sudorosa sien del señor Dawson resbalaba ahora también su sangre. Un pequeño boquete de bala había agujereado su piel con precisión, matándolo al instante. El café se había derramado por la mesa sin reserva, y el cuerpo sin vida del ahora ex-administrador de Lex Luthor descansaba inerte en una silla de la cafetería más popular del centro de Washington. 

Los gritos llenaron de pronto las calles, y el resto de comensales abandonaron a toda prisa el local sin mirar atrás.

***

— Misión cumplida.

Las sirenas de policía sonaban cada vez más cerca del lugar del crimen. Y no muy lejos de allí, en el tejado de un edificio próximo a la cafetería donde habían silenciando al señor Dawson, se apoyaba un hombre alto y robusto en el saliente de yeso blanco. Las sombras de un rascacielos cercano le habían propiciado una buena cobertura, y su silueta parecería una sombra más a los ojos de los transeúntes. 

—¿Qué hago con la mujer?— preguntó con voz grave e inexpresiva. Con su mano derecha, la sombra parecía sostener un pequeño comunicador.

— No importa. El trabajo está hecho. Es hora de que vuelvas. — respondió un hombre al otro lado del teléfono, con cierta severidad.

Nadie más fue testigo de aquella pequeña mueca de desagrado antes de cortar la comunicación. Al parecer, no le gustaba eso de dejar cabos sueltos. De hecho, ni siquiera había estado a favor de actuar a plena luz del día, en una avenida tan concurrida como aquella. Pero las órdenes eran órdenes al fin y al cabo. Ahora tenía que asegurarse de desaparecer sin dejar rastro, como si nunca hubiera estado allí...

El hombre de negro empezó a desmontar el rifle de francotirador lo más rápido posible, y lo colocó con sumo cuidado dentro de un maletín de violín. Se ajustó la gorra de béisbol con una visera que ocultaba su rostro, y se subió la cremallera de la chaqueta de cuero para terminar de cerrarla sobre su pecho. Bajo aquel disfraz de civil, se escondía su característico uniforme de asalto que le había proporcionado la K.G.B. en sus mejores tiempos. 

Tras hacer algo de parkour por los tejados de los edificios de Washington DC, finalmente encontró unas convincentes escaleras de emergencia por las que descender a la calle. Pero antes de que pudiera abandonar tranquilamente el edificio, su cuerpo se detuvo en seco, percatándose de algo que hasta ahora no había notado. De pronto, el francotirador sacó del interior de su chaqueta una pistola, y rápidamente apuntó con ella al desconocido que se encontraba en su misma azotea...

Buen disparo, James. Ahora vamos a intercambiar unos cuantos golpes.

Disclaimer: estas menciones NO han sido patrocinadas por S.H.I.E.L.D.

Desde Rusia, con amor.

- Nat.

Porque... no fue culpa suya

Elektra Natchios escribió:

No había sido culpa suya.

Por último, vio a Matt. Y, por una vez, no vio únicamente el dolor y el sufrimiento que le había causado. Vio todos los incontables y maravillosos momentos que había vivido a su lado. Vio las innumerables veces en las que le había hecho feliz. Y vio también todas las veces en las que le había salvado. De no haber sido por ella, podría haber muerto más veces de las que podía contar, incluida la noche de su último encuentro.

No era un monstruo. No lo era.

Había tomado malas decisiones en su vida, se había equivocado mil veces. Pero podía hacerlo mejor. Podía enmendar todo lo malo que había hecho. Podía demostrarle al mundo que se equivocaba. Tenía que hacerlo; por su padre, por Locke, por Drake, por Mac, por Nina y por todas las personas que habían creído en ella.

Tenía que hacerlo por Elissa, y, por encima de todo, tenía que hacerlo por sí misma.

Porque durante toda su vida no había sido más que reflejos pertenecientes a alguien más. La hija de alguien. La novia de alguien. La estudiante de alguien. La esclava de alguien. La víctima de alguien... La angustia de alguien.

Ya era hora de dejar de ser reflejos en un cristal y empezar a ser ella misma.

Y tenía que empezar derrotando al auténtico monstruo. Superar sus propias pruebas de Hércules.

Tenía que vencer a Bullseye.

Voy a ir haciendo las menciones que pueda, que se me han acumulado unas cuantas. Si me dejo alguna, perdonadme, pero ha habido demasiados buenos post ultimamente.

Primero, destacar la magnífica reacción que tiene Elissa al entrar en el infierno en el tema de Naraka:

Elissa Stavridis escribió:

Aunque no quería ver, el destello de las lenguas de fuego traspasaba las cortinas de sus párpados. Aunque no quería oír, los gritos agónicos se filtraban a través de las fisuras del cristal. El sufrimiento pesaba en el aire como una losa; eterno como los mismos dioses. Una penitencia vacía que nunca se tornaría en redención. Un castigo vacío de aprendizaje. Un sinsentido para su mente fatigada, todavía demasiado humana para comprender.

Haz que pare.

Un temor y un reconocimiento antiguos - más antiguos que ella, más antiguos que los mismos dioses - anidaban en el corazón de Elissa, privándola de aliento. A pesar de la protección que el cristal le brindaba, sentía el sabor de las cenizas en la boca; el olor de la carne quemada en las fosas nasales.

Allí terminaba la esperanza. Allí terminaban todas las cosas.

Haz que pare.

Era igual que en las leyendas que contaba su madre, donde los dioses arrojaban a sus enemigos a la condena del Tártaro, aquella prisión envuelta tres capas de noche y un muro de bronce.

¿Acaso no había dicho Zeus que el Tártaro estaba tan por debajo del Hades como la Tierra lo estaba del cielo? Un yunque que cayera del cielo tardaría nueve días hasta alcanzar la Tierra, y nueve días más en caer desde la Tierra al Tártaro.

Así de profundo era el Infierno.

Y ella no tenía que estar allí. Ella… ella se desharía. Moriría. No, no moriría; seguiría despierta, tratando de cumplir alguna tarea imposible. Como separar el grano de una habitación inmensa. Como obtener lana de los temibles carneros de oro. Como llevar una caja hasta el Inframundo para que Perséfone la llenara con su belleza.  

Nunca tendría que haber cruzado esa puerta.

Se volvió a la joven pelirroja, sólo para verla convertida en un ser incorpóreo, escarlata como la sangre. El temor renació diez veces más fuerte.

Haz que pare.

Haz que termine.

Mátala. Mátala. Mátala...

El cuchillo apareció frente a ella, como respondiendo a sus deseos. Lo tomó entre sus manos y se dividió en tres, como los rostros de Hécate. Elissa creyó que se trataba de una señal.

Aproximándose a la pelirroja, alzó el arma, dispuesta a destrozar el caparazón rojo que la protegía.

Mátala. Mátala. Mátala...

Después, destacar el increíble descaro de nuestra querida gatita en Evil Sun, que, aunque se puede apreciar en todo el post, es aquí donde se muestra con mayor claridad:

Felicia Hardy escribió:

De pronto, Felicia se levantó de la mesa en la que se encontraba con el resto de villanos y tras disculparse con ellos, se acercó a la mesa donde se encontraba el rubio que había llamado su atención.

—¿Puedo...? —sin esperar respuesta, tomó el asiento que había justo entre Frost y Emperor— Espero no interrumpir nada "serio" —mintió enfatizando la palabra deliberadamente, mientras observaba de reojo a Frost— Me aburría en la otra mesa y vosotros parecéis gente con la que se puede hablar de negocios... —Los efectos del alcohol la estaban desinhibiendo más de lo habitual.

Ahora mencionar el helado y a la vez ardiente romance entre Pinguino Emperador y Killer Frost... No me aparecían los derechos para quotear dentro del tema, así que disculpad que no aparezcan los colores:

Killer Frost, Pinguino Emperador escribió:

—¿"Lo que es mío"? ¿En serio? Disculpe que me perdiese nuestra propia boda, señora Ogilvy.

—Ibas tan borracho que ni recuerdas nada, querido —le sonrió de forma pícara, siguiéndole el juego— Solo me molesta que esa gata, con la excusa del trabajo, esté ligando contigo.

—¿No es lo mismo que haces tú desde el primer día? —levantó una ceja mirándola con expresión bromista.

Frost se lo quedó miró fríamente para luego sonreír. Al parecer el alcohol empezaba a subirle.

—Creo que eso es lo que tu hicisteis precisamente ¿acaso no recuerdas nuestro primer encuentro?

—No soy yo el que se queja de que otros vayan ligando en el trabajo —dio una calada a su cigarrillo. El tipo que intervino en su defensa hacía unos momentos había subido al escenario a cantar. El estilo no era del que solía disfrutar, sin embargo, algo en su voz y cómo se movía sobre el escenario como si fuese su lugar natural, hicieron que Ignatius cruzase su mirada con la del moreno unos instantes mientras daba una larga calada a su cigarrillo— ¿No te gusta compartir? Es una costumbre hermosa —esbozó media sonrisa. Había algo tremendamente erótico en provocar así a una mujer que podría matarte con un chasquido de dedos.

—Nunca me ha gustado compartir y creo que a ti tampoco —le miró de forma retadora y con un rápido movimiento le quitó el cigarro de los labios para dar una larga calada y soltar el humo de forma pausada. La canción sonaba de fondo haciendo ver irresistible a este capullo que tenía delante de ella, haciéndole ver cómo le gustaba que le provocara de esa manera. La letra parecía hecha a medida para ellos dos, resaltando el encanto rebelde de Emperador que tanto le hacia arder a pesar que era una mujer de hielo— ¿Me equivoco?

—Bueno... Depende —le arrebató el cigarro y lo apagó en un cenicero ubicado tras ella, quedando sus rostros muy cercanos. Se perdió durante unos minutos eternos en los cristalinos y fieros ojos de la villana. La pasión feral que le inspiraba no había cedido un ápice desde el primer día, pero algo en aquél instante estaba por desbordarle. Sin embargo, el juego era diferente para ellos. Se alejó poco a poco hasta su posición original y la miró con picardía— Todo se puede negociar... Salvo mi libertad, mon chêrie...

¿Cómo podía ser a la vez tan fría y ardiente? Desde luego era un capullo con suerte.

El espectacular y súper poético post de OmegaDust en Flegetonte:

OmegaDust escribió:

Dos se abren paso a través del rojo...

Surcan en su superficie la distancia que los separa de su último objetivo, convirtiendo cada una de sus huellas en una laceración incurable para el universo mismo que han mancillado...

Con la implacable beligerancia de quienes ostentan un poderío con los que otros sólo podrían fantasear, extienden su debilitante enfermedad alimentándose de los restos informes de los que se alejan sin que la marca de su impío pecado sea capaz de hacer mella alguna en su conciencia o su culpa...

Impávidos...

Desconocedores de cuanto la piedad significa para la vida...

Su plaga se extiende hasta la catedral de huesos...

En ella sus contrincantes les aguardan con la ciega furia que todo ser vivo alberga latente en su interior... El mas básico de sus instintos les da caza convirtiéndoles en criaturas dispuestas a dar la vida, pues eso es cuanto defienden. Su perdurabilidad durante un nuevo amanecer. Su propia existencia cuyo derecho pelearan con uñas, garras o dientes hasta dar el último de los estertores...

Hasta dejar escapar el terminal suspiro que da paso a la negra paz del vacío...

No son los tótems los que desean pelear. Al menos no todos ellos. Sólo el Traidor Teratológico y su campeón...

Ellos deseaban saciar un apetito incombustible hasta la náusea...

Las lágrimas sangrantes surcaron el rostro de la Mujer sin sombra. Sobre la porcelana de su piel como una brecha abierta... Incurable, como lo parecía el Rojo mismo ante la influencia de la calamidad a la que llamaba la Sangre...

El campeón, con retorcimiento inimaginable, blandió su espada hacia los Tótems. Los bramidos hicieron temblar los tendones que sostenían la estancia. Sus tensiones reverberaban en el rojo como los taquicárdicos latidos de una criatura estresada hasta el límite...

Una bestia acorralada contra su agresor... su antinatural predador...

Su consabido verdugo...

La sangre salpicó el suelo de la estancia hasta que no quedó superficie sin cubrir. Cuanto no salía despedida de los cuerpos que el Hermano Sangre y su protector desgarraban con la salvaje precisión que sólo los mas aptos para privar de la vida han adquirido en su deshonrosa práctica continuada, sobresalía cual torrente a través de los labios de la Dama Nívea. Cada estocada una oleada de náusea a la que se sucedía una arcada... Su sangre tan pura y deliciosa para el Intérprete Consumido como extraída de un corazón aún palpitante...

Fue consciente entonces de que el interior de aquella frágil criatura blanquecina no parecía mostrar límite alguno a la cantidad de vigorosa sangre que podía expeler. Cuanto más masacraba a los Tótems en su desenfreno de horrores, más y más sangre necesitaba para levantarlos... Parecían alimentarse como lo hacía él de sus numerosas víctimas, utilizando el vital humor con el que empapaba sus cuerpos...

Sus ojos se encontraron durante un instante para su placer. Él era el receptor universal y ante su majestuosa figura que había alcanzado un poder digno de lo que los meros mortales alcanzaban a concebir como Dioses, se hallaba la universal donante...

Su cuerpo se quebraba por los tórridos horrores de la batalla...

La Inmaculada blancura ostentada al principio había comenzado a resquebrajarse...

Sus manos mostraban estigmas abiertos de los que perlas rojizas habían comenzado a desprenderse. Donde sus descarnadas costillas recorrían su torso, habían aparecido cuchilladas hendidas a diferentes alturas. Como el mártir asaeteado por sus descreídos semejantes, sus heridas habrían bastado para matar a un ser humano sin dudarlo...

El pesar se abrió paso en su mirada... y afrontó el deleite que había en su rostro con sus ojos llenos de algo desconocido para el sectario... pues incluso en ese momento había misericordia en su delicada expresión...

- Detente... Debes detenerte... - Acaso era una súplica...

O alguna otra cosa que quien se contemplaba victorioso sería incapaz de apreciar...

- Será lo único... que aún pueda salvarte...

Sus palabras fueron desoídas... y como si para él fuera un reto destrozar todo a su paso de un modo inhumano e inconcebible volvió a la carga...

Sus gritos la enmudecieron...

Sus risas triunfantes componían una enloquecedora psicofonía en la que por vez primera tuvo una extraña melancolía nostálgica que la paralizó de miedo...

La sensación de que la fragmentarían en pedazos tan pequeños que ni su maternal cristal sanador podría recomponerla jamás...

Después, el tema de la pelea entre GwenPool y Elian ha sido desternillante de principio a fin, y el último post de GwenPool es, como siempre, estupendo, pero dentro de que todo está genial (especial mención para el team Lok-Cat xdddd) querría destacar éste párrafo en concreto que me ha hecho especial gracia:

GwenPool escribió:

No tengo mis katanas ni mi mochila con armas, el tipo este me las habrá guardado por ahí y tendré que ponerme a buscarlas, pero aunque me quite mis pistolas y mis espadas, aun me quedan dos buenas armas; estas piernas perfectamente depiladas para que los lectores de comics no se escandalicen al ver una mujer peluda, vaya a ser que les de susto ver una mujer real

-Esto por haberte intentado alimentar de mi- le aparezco por la izquierda y le doy un patadón en el estómago -Esto por no haberme dejado continuar con el tema como yo quería- ahora le salgo por la derecha con un patadón en la espalda -Y esto, de parte de todas las mujeres del mundo

Luego, la reacción final de Elysia en el tema de "A moment of Weakness" me ha parecido particularmente impactante:

Elysia escribió:

El olor a sangre y carne quemada era tan fuerte que volvieron las náuseas, las mismas que había sufrido en el inmenso mar de Rojo. Dios, no quería volver a pasar por esto otra vez… otra vez no...

—Lissa… de-despierta… por favor… — gimoteé, abrazando el cuerpo de mi hermana inconsciente mientras las lágrimas brotaban por mis mejillas, desesperadamente y sin control.

Cuando Sasha pasó por nuestro lado para salir de la habitación, sentí la congelante palpitación del miedo. ¿Y si la mutante se había vuelto loca y arrasaba con todo el edificio? Aquel pensamiento fugaz me apremió a marcharme de allí cuanto antes, coger a mi hermana y trazar un círculo bajo nuestros pies para teletransportarnos directamente a casa. A un lugar seguro, lejos del horror.

Pero antes de que pudiera hacer nada, la voz tranquilizadora de la señora llamó mi atención, y le devolví la mirada con mi rostro bañado en lágrimas de desesperación.

—¿Por qué? ¿Por qué lo ha hecho? — medio grité, sin darme cuenta de que estaba alzando la voz más de lo necesario— ¡Ahora Gabriel también está muerto!

Lo único bueno que había nacido del interior de aquel monstruo. El muchacho calmado y sonriente que me había salvado la vida en Tahití. Dicen que mientras haya vida hay esperanza. Y ahora ni siquiera habría un final feliz para él.

Aquella noche habían muerto Gabriel y Cedric Valjean. Y a cambio, se había creado otro monstruo.

Mencionar también la maravillosa reacción de Nick Furia al ver al dragón en el tema del Helicarrier:

Matthew Murdock escribió:

Puente de mando del Helitransporte de SHIELD. Puesto del Director Furia.

Un gigantesco ojo draconiano ensombrece los ventanales del puente. La negra pupila, como un inmenso cráter en el centro del irregular iris azul, se clava en el único ojo de Nick Furia.

- Yo también te veo, hijo de puta- susurra el director de SHIELD con los brazos cruzados tras la espalda.

- ¿Di… director Furia?- le reclama una voz juvenil a su izquierda.

- ¿Sí, agente Mhamid?- contestó el interpelado sin perder la vista de su nuevo amigo reptiloide. Le gustaba saber el nombre de todos los agentes bajo su mando. Tenía comprobado que así los acojonaba un sesenta por ciento más, decimal arriba o abajo. Noam Mhamid apenas llevaba diez meses en SHIELD. Era ex agente del Mossad, aunque por su edad parecía imposible que fuese “ex algo”. Eran duros esos cabrones. Habría visto mierda de primera y hecho cosas tanto o más sucias. Debía de ser bueno, sino no estaría en SHIELD. Por eso, Furia sintió una divertida sensación de orgullo cuando sintió el terror en su voz.

- ¿Eso es… eso es un dragón?

- Eso parece, agente- siguió el director de SHIELD sin cambiar el tono.

- Un dragón… es un dragón.

- Estoy tuerto, hijo- apuntó Furia- no ciego.

- Un dragón… de “verdad”- repitió el novato recalcando la última palabra como si le avergonzase decirla.

- ¿Es que nunca había visto uno?- preguntó el otro sin modificar ni un ápice el tono.

- No… señor… es un… es un ser mitológico- el joven se quedó un rato pensativo- ¿Es que usted sí?

- Estoy viendo uno ahora mismo- dijo sin responder realmente- Que sea un ser mitológico no implica que no exista. Yo quedo una vez al mes a tomar copas con el dios del Trueno.

- Ya… ¿Y qué hacemos señor?

Nick Furia aguardó un momento para responder, como si no hubiese escuchado realmente la pregunta de su subordinado. Tras ello, mudó rápidamente en gesto de incredulidad y se dio la vuelta. Todos los agentes del puente estaban mudos, perplejos, mirando a Furia como si no supieran qué hacer. María Hill también observaba a su director con pose marcial.



- Por el amor de Dios ¡¿Qué coño están esperando?! ¡¿El año nuevo chino?! ¡¡Están en un maldito Helitransporte de SHIELD!! ¡¡Este cacharro tiene potencia de fuego suficiente para volar un país pequeño en menos de lo que se tarde en decir “dracarys” y aún nos sobraría munición para derribar una flotilla Kree!! ¡¡Johnson!! ¡¡Active todos los protocolos de seguridad para caso de abordaje!!- tras la primera orden de Furia, el grueso de la tripulación del puente comenzó a andar de un lado para otro, tomando posiciones y fijando las vistas en sus pantallas, como si hubieran sido activados con un botón- ¡¡O´Bannon, quiero diez comandos de asalto en cubierta en menos de treinta segundos!! ¡¡Spielmann, monitorice las torretas automáticas!! ¡¡García, encárguese de las baterías de estribor!! ¡¡Ivanov, usted las de babor!! ¡¡Quiero que desactiven el apuntado automático de los cañones de proa y que todos los artilleros disponibles se centren en derribar a ese bichejo!! ¡¡QUIEN ENCHUFE UN CAÑONAZO EN EL OJO DE FÚJUR RECIBIRÁ UNA BONIFICACIÓN CON MÁS CEROS QUE EL EXPEDIENTE ACADÉMICO DE JUGGERNAUT!!- Nick volvió la vista al ventanal y susurró- No me gusta cómo me ha mirado ese cabrón.

Tras dar las órdenes pertinentes, Furia apretó el paso en dirección a la puerta de la sala.

- ¡¡Hill!!

- ¿Sí director Furia?- dijo su segunda con una calma envidiable.

- El puente es suyo hasta mi regreso.

- Recibido, señor- dijo haciendo un leve asentimiento- Con todo el respeto ¿A dónde va usted?

- ¿Yo?- preguntó Nick mientras buscaba algo con la mirada. Sí, aquello valdría. No tenía mucha idea de qué hacía, pero era lo bastante grande como para volar un par de escamas a aquel bichejo.

Yo voy a hacerme unos zapatos con esa lagartija.

Y para el final dejo las dos joyas de la corona, la última reacción de Daredevil a la traición de Elektra, que es devastadora y súper canon:

Matthew Murdock escribió:

Demasiado cansado para atacar, para levantarse, incluso para hablar. La herida del hombro se había abierto. La sangre se extendía por el torso y el brazo. Se filtraba por las pequeñas aperturas del traje hasta caer delicadamente al suelo. Matt la olía, aunque el lugar no sólo estaba manchado por la suya. El hedor de la Mano invadía todo el lugar. Apenas podía distinguir los aromas antiguos, el cuero de los sacos, el metal de las pesas. Sangre, sólo sangre y azufre. Las pequeñas gotitas tocaban un compás burlón mientras, con los brazos rendidos, recibía sin resistencia el abrazo de Elektra.

Una

El cansancio espiritual era superior al físico. Podía enfrentar cualquier tipo de desafío, la fatiga era un estado de la mente, Stick se lo enseñó. La voluntad lo era todo, incluso sin su radar, eso sólo era una ayuda. Un privilegio, así lo habría calificado el anciano. Pero su voluntad estaba quebrada. Los brazos de Elektra Natchios le rodeaban, como quien se agarra al último salvavidas en un naufragio. Pero él era incapaz de sentir nada. No se opuso. Tampoco lo correspondió.

Dos

Una parte de él aún quería agarrarse a ella, decirle que todo pasaría, que podría salvarla, que podría salvarlos. Pero era una parte muy pequeña. La cabeza empezaba a pesarle.

Tres

¿Había ocurrido otra vez? ¿Era ese el precio que tenía que pagar por aferrarse a la sombra de un amor muerto? Muerto, como Nina, como Kuroyama. Un mal que Elektra había provocado y otro que su mano consintió ¿Quién era esa mujer que se aferraba a él? Creía haberla reconocido al inicio de la noche. Qué triste. Un ciego dejándose engañar por una ilusión.

Cuatro

¿Tenía razón el hombre de la máscara? Seguía siendo un niño abandonado, aferrado a sus sentimientos. Nunca sería un guerrero y, por tanto, estaba condenado a perder toda la vida. Perder, noche tras noche, hasta que una bala afortunada, un cuchillo silencioso o un golpe mal dado rubricasen el patético final de su historia. Casi se alegró de haber perdido el radar. Así se lo ponía más fácil.

Cinco

Elektra seguía aferrada a él. Caprichosamente se preguntó si era por una auténtica necesidad de confort emocional o si, simplemente, trataba de evitar que se fuese. No quería, o no querría si esa fuese la mujer que una vez conoció. “Te quiero”, le dijo una vez mientras dormía ¿Dormía? Si no, habría tenido que luchar mucho por aguantarse la risa.

Seis

Matt reunió ánimos para levantarse. Elektra no hizo ningún esfuerzo por reternerle, como si ya se lo esperase. Él le dio la espalda y comenzó su lenta marcha hacia la salida. Necesitaba irse de allí, aquel lugar estaba volviéndolo loco. Notó que poco a poco empezaba a marearse, pero luchó por conservar el poco orgullo que le quedaba. El pequeño rastro de sangre iba dejando prueba de su trayectoria, como un surco en la nieve. Mientras avanzaba, sin darse cuenta, golpeó con el pié uno de los sais de Nina. Puede que fuese lo único que quedase de ella en aquel lugar. Matt esbozó una sonrisa amarga. Con algo de dificultad se agachó y lo cogió. Lo sostuvo en la mano, calibró su peso y equilibrio. Uno como aquellos le había arrebatado a Elektra la última vez. Ahora sabía que para siempre.

- Sé lo que vas a decirme- dijo sin volver la mirada hacia ella- Que la Mano la había corrompido, que era imposible hacer nada por ella. Que en tu caso fue distinto…- Matt apagó su sonrisa irónica- ¿Lo fue? No, no lo creo…

Matt se quedó unos segundos en silencio, inmóvil, derrotado, con el sai en la mano. La sangre del brazo bajaba lentamente hasta manchar el arma.

- Vivo a quince minutos del Hechicero Supremo, tengo en mi agenda a tres de los científicos más brillantes de la historia. Hay muchas cosas que no comprendo de este mundo. No sé por qué puedo estar hablando contigo ahora mismo, ni por qué puedo… podía ver siendo ciego. Pero pido ayuda, Elektra. Podríamos haber hecho algo, haber pedido ayuda… Pero ese no es tu estilo ¿Verdad? Habría sido difícil, pero tú siempre escoges el camino fácil. Huir de los problemas en vez de enfrentarlos. No pides ayuda aunque la necesites, tal vez porque no la quieres.

Apretó aún más el sai, aquel instrumento de muerte que le arrebató a la mujer que amó. Cada fibra de su cuerpo se resistió contra lo que estaba a punto de decir, pero la rabia y la decepción ganaron la partida.

- ¿Sabes la única diferencia entre Bullseye y tú? Él no se engaña sobre lo que es. Ni a él mismo ni a los demás. Stick tenía razón: eres veneno. Uno que no estoy dispuesto a seguir tragando.

Matt lanzó el sai al suelo, clavándolo cerca de dónde se encontraba Elektra.

- Te ofrezco lo mismo que a ese monstruo enmascarado. Recoge tu sai y acaba con esto o, te lo prometo, la próxima vez que nos encontremos te daré el trato que doy a todos los asesinos. Si ese día llega, asegúrate de no fallar. A diferencia de ti, yo sí cumplo mis promesas.

Matt reanudó la marcha con lentitud, como si arrastrase un millón de cadenas a sus espaldas. Finalmente llegó al umbral de la puerta y la abrió con dificultad. Antes de abandonar el lugar, se giró una última vez, pero sin dirigir el rostro Elektra.

- Ahora lárgate de la casa de mi padre.

Y una que me ha enamorado hasta el punto de ponerme los pelos como escarpias, literal, mientras la estaba leyendo. Es maravillosa, preciosa, sublime, y quiero casarme con su user xddddd De verdad, pocas cosas he leído tan preciosas, y me dan ganas de saber dibujar para reflejar toda la impactante belleza de éste momento:

OmegaDust escribió:

"Una vida... se ha apagado... cuando aún... palpita..."

Una aberración que debe ser reparada...

Una oportunidad de ser sanada...

[----]

El mal se cernía sobre ellos como una nube ignominiosa. Rasgaba el cielo con su voz cargada con la promesa de mil tragedias... pero el español ya no la oía. Mientras el resto se sobreponía a su miedo y a su mortalidad humana, encarando a una criatura sólo comparable a un Dios que se había materializado ante sus agotados ojos, él era incapaz de dejar ir el cadáver que sujetaba como si renunciar a el supusiese renunciar al último atisbo de su cordura. Algo en su interior se lo impedía. Su mente sólo le atormentaba y su cuerpo no le respondía. No le quedaba fuerza alguna.

"Raven está muerta."

No podía ir al limbo a rescatarla.

"Raven está muerta."

Incluso aunque lo intentara, no había modo de traerla de vuelta.

"Raven está muerta."

Su magia no funcionaría si no tenía un componente tecnológico y a él ya no le quedaba nada.

"Raven está muerta... y es por tu culpa"

[----]

La cristalina gema de sangre brotó bajo ellos con la fuerza de un géiser. Sacudió la superficie del embarcadero, emergiendo por todas partes como rojas puñaladas que la tierra trataba de asestar al cielo... La parálisis de la criatura que encerraba en su corpórea prisión el hilo del que pendía la vida de Sentir Secreto hizo que su acometida fuese mas sencilla...

Su manifestación corpórea los traspasó en una ardiente saeta de piedra roja sin que pudiera hacer nada por esquivarla...

Atravesó el cuerpo de Raven a través de su espalda y su pecho, y a continuación el de Lorenzo a través de su pecho y hasta su espalda. Aquella construcción cristalina con forma de mujer mantenía sus ojos cerrados como en un sonámbulo trance mientras poco a poco su silueta cobraba otra forma. Dos fragmentos de mineral se desgajaron de sus laterales, alzándose hacia el cielo. Dos delgados brazos de dedos estilizados se elevaron en una muda súplica...

El ruego de una humanidad exterminada que prometía sus últimos latidos bajo el mal que se avecinaba...

La silueta se replegó sobre sí misma, desandando su paso a través de las dos criaturas. Atravesó a Lorenzo en su salida pero cuando sus finos brazos salieron a través de su pecho, entre las manos rojizas portaba una brillante y hermosa silueta cristalina ante la que el nigromante no podría sentir si no devota reverencia...

Aquella titilante formación de pura luz refulgía como una vela a punto de apagarse... mas aún luchaba por evitar que su propia blancura llegara a extinguirse. Ante la ausente fascinación del español el alma cobró la forma de un rutilante corazón palpitante que convertía la belleza terrenal en una experiencia insípida...

Los finos dedos que parecían sostener la destilada esperanza en esa mágica ingravidez comenzaron a estrecharse sobre el alma, a medida que recorría los pocos centímetros que la separaban del pecho de la inerte Raven. Ante su proximidad toda su silueta parecía volverse luminosa, como si el baño de esa iridiscencia de hermosura incomparable fuese capaz de reparar los males de un universo maltrecho...

Su luz se perdió en el pecho de la inerte Raven en el mismo momento que esas manos de rojo cristal lo envolvían por completo...

Y con el único alivio que experimentan aquellos que recobran cuanto les pertenece, un suspiro pacífico abandonó sus labios al tiempo que durante un breve instante, sus ojos se abrían para encontrarse con los de Lorenzo en el renacer de una metamorfosis tan trascendental que tuvo fuerza suficiente para cambiar su nombre...

-Raven...

PURA POESÍA, OIGAN

Y ya para terminar, quisiera hacer mención a éste hermoso tema redactado en conjunto entre el capi y Wonder Woman. No me voy a molestar en hacer una mención específica porque el tema ha de ser leído en su totalidad. Simplemente dadle al link... y disfrutad...    

La amazona y el capitán

Esta respuesta es una maravilla y de ahí no me saca nadie. Explorar la vulnerabilidad de seres poderosos no es nada fácil. Y joder qué bonito lo haces.

Ahri'ahn escribió:

Apartó la mirada ante su saludo, avergonzado. Ella le había encontrado moribundo y ensangrentado después de...

Al menos había sido capaz de invocar a los hilos multicolor para que cubrieran su cuerpo con sus últimas fuerzas antes de caer inconsciente. Al menos la humillación no había sido completa.

- También lo es para mí... -musitó-. Aunque habría preferido que fuera en otras circunstancias.

Intrigado, observó cómo se descalzaba para después hacer algo que no habría esperado jamás. Caminando descalza por el borde del estanque, como una sencilla mortal, se arrodilló detrás de él con una humildad que nunca antes había mostrado para comenzar a desenredarle la desordenada melena con los dedos.

No era que no estuviese acostumbrado a aquella clase de familiaridad; en la antigua Atlántida existían muchos menos tabúes que en la actualidad y el trato humano solía ser más cercano, pero no era lo que había observado desde que había llegado a aquella realidad. En aquella época la gente tendía mucho más a mantener una distancia tanto física como simbólica con sus semejantes, especialmente en las grandes ciudades, lo cual había contribuido a hacerle sentir fuera de lugar, aislado y solo.

Y, desde luego, no lo había observado en Diana.

Una vez la amazona hubo conseguido domar su cabello, tomó asiento a su lado con completa familiaridad, como si se conociesen de toda la vida. Técnicamente llevaban siendo compañeros casi un año, pero Arión nunca había experimentado en su presencia la sensación de confianza y tranquilidad que le embargaba ahora. La Diana que él había conocido era fría, era distante y a ratos arrogante, mientras que la mujer que se sentaba a su lado era... cálida, cercana y agradable. Le hacía sentir bien con su simple presencia, incluso sin hablar.

Entonces ella retiró la mano que mantenía cerrada la bata, permitiendo que asomara la más atroz de sus heridas, una tan profunda que sin lugar a dudas dejaría marca, pero estaba tan sorprendido que no acertó a impedirlo. Lo único que pudo hacer fue quedarse mirando aquellos hermosos ojos azules mientras ella anudaba el trozo de cordel en torno a su muñeca en un gesto cargado de simbolismo. Quizo apartar entonces la mirada, pero ella no se lo permitió.

- No sabes lo que he soportado -musitó en respuesta sintiendo la garganta reseca.

Fue a cerrarse la bata de nuevo, pero ella se lo impidió acariciando con su mano la herida aún fresca sobre su corazón, que pareció detenerse momentáneamente en su pecho para volver a latir, un instante después, con tanta potencia que fue como si reverberara en las estancias submarinas.

Recordaba la primera vez que la había visto, enfrentándose a Solomon Grundy en las calles de París. Aquella había sido la primera de muchas batallas juntos, y él se había sentido de inmediato atraído por su fuerza, su coraje y su osadía, cualidades que le recordaban a las mayores virtudes que había tenido su esposa. Sin embargo, el sentimiento no había sido recíproco y Diana no había mostrado nunca el menor interés hacia él, comportándose de manera fría y distante hasta el punto en que sus únicas interacciones tenían siempre lugar en el capo de batalla. La Diana que él había conocido no habría ido a visitarle para interesarse por su bienestar, y, desde luego, no se habría mostrado así de cariñosa y cercana.

Aunque terriblemente debilitado, Arion aún conservaba su visión mágica, una capacidad de mirar que iba más allá del simple acto de ver, y observó a la amazona como si estuviera escudriñando en su propia alma, como así era. El tercer ojo resplandeció en un hermoso y radiante color dorado sobre su cabeza, y el aura de la mujer se reveló ante él. Diana era, en efecto, quien decía ser. Su aura, su alma, era la misma que había tenido la Diana que él había conocido, e igual de pura. No se trataba de ninguna nueva añagaza para atraerle como había sucedido en China.

- ¿Eso crees? ¿Que mi orgullo me impide aceptar una derrota?

Volvió a apartar la mirada, ésta vez disgustado ante sus palabras.

- Diana, he sido derrotado más veces de las que puedo recordar. De hecho, la única razón por la que sigo vivo es porque siempre he tenido la inmensa suerte de contar con guerreros magníficos a mi lado para protegerme cuando era necesario. Mi fiel amigo Wyynde... Mi amada esposa, que era a la vez mi guardaespaldas y me salvó la vida más veces de las que podría contar... Y, ya en ésta época, amigos como Iron Man... y como... tú... -sus profundos ojos verdes volvieron a fijarse en los suyos-. Siempre he sido consciente del valor de la amistad, el compañerismo y el trabajo en equipo. Sé que donde uno falla, las fortalezas de los demás le apoyarán. La fuerza física nunca ha sido lo mío, pero cuento con otras habilidades que suplen dicha carencia. No... lo que me avergüenza no es haber sido derrotado, ni siquiera que hayas tenido que rescatarme. Ni tampoco el tormento físico. Estoy más que acostumbrado al dolor. Lo que me avergüenza es...

La humillación. La indefensión. La impotencia. El hecho de haber sido usado como un simple juguete roto.

Alzó la mirada al techo y suspiró.

- Ha sido mi estupidez, Diana. Me engañó como si fuera un simple novato. Me hizo creer que se trataba de una prisionera herida, y, cuando me adelanté a socorrerla habían trazado en el suelo un pentagrama mágico que anulaba mis poderes. Y entonces ella me besó de improviso y tampoco lo vi venir... Tenía una especie de sustancia impregnada en los labios que me paralizó -se llevó una mano a la frente, abrumado por el peso de su propia necedad-. ¿Cómo pude caer en semejante trampa? ¿Cómo no lo vi venir? Mi sentido del peligro estaba como loco... Había sensación de amenaza por todas partes, no pude... Puse en riesgo a Hellboy, pero sobretodo a ti, que tuviste que entrar a por mí. Ha sido... -cerró los ojos y una visión fugaz de Viper a horcajadas sobre él cruzó su mente-. Muy humillante.

Se quedó mirando la mano que ella le tendía durante varios segundos, para, después, volver a alzarla hacia la morena, con la misma intensidad con la que había analizado su alma minutos antes.

- No eres ella, ¿verdad? -preguntó de repente-. Tu aura es la misma pero no eres la Diana que yo conocí. Lo sé.

Está mención va para el pedazo de tema entre Steve y Natasha en Siempre Vengadores. Es un lujazo leeros, chicos. Ya sabía yo que vuestras nuevas adquisiciones os iban a quedar super canon! ¡Felicidades! Ya tengo ganas de leer más temas del Capi y la Viuda <3

Steve Rogers escribió:

Soy Steve Rogers

Soy Natasha Romanoff

Me han llamado soldado, héroe, líder, símbolo, paria, criminal, proscrito y fraude.

He sido un arma. Una sombra. La clase de historia que se cuenta a los niños para que tengan miedo a la oscuridad.

He pasado mi vida luchando batallas de otros. Mucho se ha dicho sobre mí. La mitad es falsa. La otra no se ajusta a la verdad.

He vestido muchos rostros. He espiado y asesinado. He seguido órdenes sin hacerme preguntas. Hasta ahora.

Un hombre vive muchas vidas. En alguna de ellas puede que fuera aquello de lo que me acusan. Pero hay algo que jamás podré dejar de ser: Aquello que he elegido.

Porque alguien me enseñó que no importa de dónde vengamos. Que aún podemos cambiar. Que siempre podemos decidir.

Hoy decidimos que seremos:

Siempre Vengadores.

En el tema de Tarot, a muchos participantes se les dieron objetos mágicos que les resultaran de ayuda para la misión. Ese tema tiene muchísimas intervenciones muy buenas. Me gusta cuando la gente piensa fuera de la caja. En algo que por muy pequeño que parezca pueda ser extremadamente útil, y creo que aquí Felicia hace algo bellísimo y que es espectacular. Mis dieses por este objeto que le va a la Gata negra como anillo al dedo, y además parece portar parte de su personalidad.

Me ha encantado.

Felicia Hardy escribió:

El grupo que conformaba el factor “Sorpresa” se desmoronó rápidamente; aunque a decir verdad, la idea de Harley había sido muy buena. Felicia no podía culparla porque era algo que ella misma hubiese hecho, pero se le adelantarón. Además no contaba con ningún tipo de rifle o arma más allá que aquel mísitco espejo...

«Alea iacta est» leyó mentalmente la gata tras contemplar nuevamente el espejo.

Ahora estaban Jason, Roxanne y ella. Listos o no, tenían que actuar con discreción hasta que llegase el momento “Dracarys”. Pero Jason empezó a adentrarse en las callejuelas acabando de una forma rápida y silenciosa con muchos de los vigilantes de la zona cercana a la catedral. Quinn lo cubría desde lo alto de una de las edificaciones. Entonces Black Cat miró a Roxanne y se dirigió a ella:

— Bueno, parece que nos toca pasar a la acción... Y como dice este bonito espejo: ¡La suerte está echada!

Como si de un conjuro se tratara, el espejo de mano se fragmentó en mil pedazos que se alzaron por encima de sus cabezas. Entonces se disgregaron y reposicionaron mostrando, cada uno de ellos, pequeños instantes que les revelaban la posición de la mayoría de enemigos. Con semejante ayuda, Felicia logró deshacerse de la mayoría de ellos, atacándoles por la espalda y dejándolos fuera de combate o sencillamente esquivándolos. Lo más curioso de aquello es que una vez derrotaba a un enemigo, los fragmentos de cristal volvían a reposicionarse para ir ampliando la zona de visión.
Estos pequeños fragmentos resultaron ser útiles como cámaras de vigilancia. Permitiéndoles a Felicia y Roxanne llegar a acercarse mucho a la zona de la catedral donde sabían que se encontraba Sabbac.

— Wow, tecnología arcana... ¡Me gusta! —añadió la gata tras ver como los cristales se unían de nuevo hasta volver a componer el espejo completo— ¿Qué me dices Rox? ¿Estás lista para darles caña?

Una pieza breve que refleja perfectamente la tristeza de la escena, narrándola desde una perspectiva tan personal como la de Catwoman que se va intercalando con el discurso del cura. Me ha encantado <3

Selina Kyle escribió:

Ante la muerte humana, la propia y la de nuestros seres queridos, cada uno de nosotros se queda con el corazón conmovido, la mente obnubilada y la mirada triste.

Nadie sabía con exactitud cuándo había llegado la mujer de la gabardina negra.

Dios tiene el derecho de llamar a la Mansión Eterna a quién desee, cuando desee, y de la forma que Él desee.

Nadie en el servicio o entre los invitados parecía reconocerla. Nadie recordaba haberla visto antes. Nadie hubiera podido llamarla por su nombre.

No consulta con nadie sobre nuestra muerte, ni exonera a nadie de la muerte.

Permanecía en pie, lejos del féretro y de la familia que se congregaba a su alrededor, completamente quieta. Escondía sus ojos tras unas gafas oscuras, y un paraguas negro proyectaba su sombra sobre su rostro, protegiéndola de la lluvia.

Él es el Creador de nuestro cuerpo y de nuestra alma, el Señor absoluto del Tiempo y de la Eternidad, de la Materia y el Espíritu. Por eso llegamos ante Él vestidos de humildad y Fe.

Se quedó allí, incluso cuando el resto de los invitados empezó a marcharse, murmurando sus condolencias a los chicos vestidos de traje que contemplaban la fosa abierta en la tierra. Parecían demasiado jóvenes.

Ante el llamado de Dios, callan todas las objeciones y las fábulas humanas. Queda solamente la respuesta de quien ha sido llamado ante Dios.

Aquello era lo que hacía Gotham, ¿cierto? Devorar familias. Escupir huérfanos.

En la esperanza segura de la resurrección para vida eterna, por medio de nuestro Señor Jesucristo, encomendamos al Dios Todopoderoso a nuestro hermano, Bruce…

El hombre que yacía en el féretro había sido huérfano también. Como lo era la mujer de la gabardina. Sí, Gotham los había despojado de sus lazos, y ahora era su única madre.

...y entregamos su cuerpo a la tierra. La tierra a la tierra; las cenizas a las cenizas… Del polvo al polvo.

El joven de ojos azules arrojó un puñado de tierra sobre el féretro. Ella lo miró, mientras pensaba que odiaba a aquella madre falsa, distante y oscura que era Gotham.

Igual que había odiado a su padre.

El Señor lo bendiga y lo guarde, el Señor haga resplandecer su rostro sobre él, tenga misericordia de él y le dé paz.

La mujer de la gabardina inclinó la cabeza. Una señal de respeto, quizás. Una despedida muda.

Amén.

Cuando alzó la cabeza de nuevo, vio que el joven junto a la sepultura le devolvía la mirada.

Señoras y señores, magos y mutantes, alienígenas y robots... ha llegado por fin el momento que todos esperábamos!! ¡EL SHIP DE DRAGO Y ELISSA HECHO REALIDAD!! xDDDDDDDDDDDD

A moment of Forgiveness

Vale la pena cada minuto leyendo sus palabras de confesión, malentendidos y arrepentimiento. ¡Por fin tenemos lo que queríamos! Ahora, por favor, no seáis malas y dejadles ser felices de una vez xDDDDDD

Sólo puedo decir que CONFIRMO LO QUE COMENTA DICK GRAYSON.

A moment of forgiveness es una absoluta fantasía.

Que bonito es ver el desarrollo de las cosas, sobretodo cuando se han hecho con calma y cariño, altos, y bajos, drama y felicidad. Ha merecido la pena la espera. De verdad que si.

Bruce Wayne escribió:

Identifico perfectamente la fractura de nariz. La ignoro, de la misma manera que ignoro todos los demás golpes. El cuerpo tiene algo maravilloso, y es que cuando alcanza el límite de lo que es capaz de soportar, los demás sufrimientos pasan a ser algo secundario. En mi caso, el dolor de la espalda prácticamente anula todo lo demás, incluidos los gritos de Selina. El dolor siempre es pasajero, pero hay un dolor que nunca cesa: el del hijo que ha perdido a sus padres... y el del padre que ha perdido a su hijo.

Me veo a mí mismo reflejado en él... En su ira, en su rabia... Y lo reconozco como lo que de verdad es... Dolor. En su forma más pura...

Ivy puede haber manipulado sus emociones, haberle convertido en alguien que no es... Pero el dolor... Ése dolor es suyo, y es mío. Y sé que tiene razón en todas las cosas que me achaca, todas y cada una de ellas fueron grandes errores con los que tendré que cargar lo que me quede de vida, y muchos más que cometí en mi propio universo, errores que se llevaron infinidad de vidas inocentes...

Todo eso es mi carga. No tendría que ser la suya.

Cuando termina de desahogarse, extiendo una trémula mano hacia él. Lo único que quiero es tocarle, comprobar que está vivo. Que está bien.

El invernadero se desmorona a nuestro alrededor, pero apenas soy consciente del peligro.

- No quería abandonarte -musito, entre esputos de sangre-. Te he fallado. Perdóname...

Bruce Wayne escribió:

El dolor siempre es pasajero, pero hay un dolor que nunca cesa: el del hijo que ha perdido a sus padres... y el del padre que ha perdido a su hijo.

NO ESTOY LLORANDO, VOSOTROS ESTÁIS LLORANDO.

Salud, seres vivientes...

El profundo agradecimiento que profeso por Elissa Stavridis permitiéndome la oportunidad de colaborar en su proceso de crecimiento puede tan sólo compararse con el excelso modo en que delata la fragilidad de su sentir en este tema compartido...

Gracias...

Elissa Stavridis escribió:

"Elissa... No encontrarás fuera... lo que te falta dentro..."

La palabras ciertas siempre eran las más dolorosas de escuchar. Pero había tanta comprensión en los ojos de la joven de piedra, tanta piedad, que la zozobra se diluyó rápidamente en una tristeza más serena, menos violenta… igualmente asfixiante. Tenía razón. El vacío seguía allí, en lo profundo del pecho de Elissa, girando y girando, tragando agua a través de sus fauces para después escupirla, agitada, turbulenta...

Su particular Caribdis.  

La muchacha sentía tambalearse el mito sobre el cual había construido toda su existencia. Sabía que no podía vivir en la sombra que su padre ausente ya ni siquiera proyectaba. No, no podía esconderse en los recovecos de un nombre. No encontraría consuelo en la firme pi, en la familiar alfa, en la sinuosa sigma. Nadie le devolvería unas caricias en el cabello y unos besos en la frente que nunca habían existido.

Por la sencilla razón de que nadie se las había llevado.  

Un bello instante de intimidad...

Elissa Stavridis escribió:

- No habrá mejor momento… -le dijo la joven- Quiébrate, Elissa... pues te sostengo...

Y Elissa Stavridis se rompió.

El dolor no despertó ecos en su garganta; siempre había llorado en silencio. Pero su cuerpo sí habló, temblando, convulso por los sollozos, como si realmente fuera a fragmentarse. Sus brazos rodearon a la muchacha que, fiel a su promesa, la sostenía.

La noche cayó sobre Delfos, arropándolas con un manto de oscuridad. Nadie vino a ver qué hacían, a pedirles que se fueran.

- Ευχαριστώ… -susurró Elissa, cuando sintió que no le quedaban más lágrimas. Con los ojos cerrados, se quedó un momento de más en aquel abrazo, en el refugio que ofrecía. En la extraña sensación de saberse consolada.- Quiero que sepas que yo... si algún día me necesitas... como yo te he necesitado hoy...

No era necesario decir más.

No le gustaban las implicaciones de tener un vínculo desigual. No, no quería repetir el modelo que llevaba reproduciendo toda su vida. Uno consuela; el otro es consolado, pero los papeles jamás se invierten.

No... Quería estar allí para ella. Si es que era posible que se encontraran otra vez.

Vengo a decir que no tengo perdón; Hace un año que no posteo en ésta sección, yo, que fui siempre una de sus principales defensoras. La principal razón es que durante bastante tiempo el foro estuvo inactivo y no había nada que mencionar, y cuando finalmente volvió a la vida sucedió de golpe y me encontré con que de la noche a la mañana debía 36 temas. Lo he dicho muchas veces, pero dispongo de muy poco tiempo para responder, y debiendo tanto no podía permitirme sacrificar parte del mismo para postear en ésta sección, ya que pensé que la gente preferiría que les respondiera, así que ha habido un sinfín de temas maravillosos que no he podido mencionar aquí por falta de tiempo y que después de tantos meses sería imposible recopilar. No sé si podré sacar tiempo para postear aquí o no, pero ésto es algo que necesitaba decir, ya que al fin, después de 39 temas (¡que se dice pronto!) ha concluido mi evento "Cuervos de Sangre", que dio comienzo en el año 2017. No podría haber sabido entonces que llegaría a convertirse en algo tan colosal que ha dado lugar a tantas maravillosas interpretaciones. Y sí, ya sé que precisamente mi último post en ésta sección fue para comentar el final del evento principal en la batalla de Nueva York, pero el evento no se cerró por completo hasta el día de ayer, con el maravilloso post que hizo OmegaDust para culminarlo. Y es éste, precisamente, el tema que quiero comentar, porque no podría haber tenido un mejor cierre.

He sido muy afortunada con los usuarios que han participado en mi evento, pues, a pesar de ser increíblemente largo, han permanecido en el barco hasta el final, y les estoy profundamente agradecida por ello. Por eso, me resulta tan increíblemente hermoso lo que ha hecho Omega, al inmortalizar para siempre en el Rojo las esencias de todos los participantes en ésta tragedia, todos los que, de un modo u otro, lo marcaron con su sello, incluidos los dos principales villanos de la misma, los cuales perecieron prácticamente al mismo tiempo en su final. No podría haber habido un mejor cierre, ni más bonito, y le estoy muy, muy agradecida tanto a Omega, por éste detalle tan maravilloso, como a todos los que han contribuido a ello.

Para finalizar, no podría irme sin hablar del cierre de otro tema, Las lágrimas de Sibila, que también concluyó ayer, y que ha resultado ser uno de los temas más emocionales, poéticos y bellos que he podido leer en éste foro, gracias al incuestionable talento de sus dos protagonistas, a las que admiro y aprecio tanto como las increíbles personas que son como por su inmenso talento a la hora de rolear. Un abrazo inmenso, Elissa y Omega

Estoy deseando de seguir roleando con todos vosotr@s. Historias increíbles acaban de terminar, pero nuevas aventuras igualmente fascinantes aguardan ante nosotros.

Quiero mencionar a Matt Murdock en el tema de La Profecía:

Matthew Murdock escribió:

Como una de tantas noches, el diablo salió a pasear. Recorrió ciudades y poblados. Recorrió yermos y sembrados. Silencioso como un muerto, ligero como el viento, invisible como una sombra. Siempre ajeno a ojos curiosos, el diablo veía todo y a todos. Escuchaba todas las conversaciones, el arrullo de las madres, los secretos de los lechos, los quejidos de los árboles y los maullidos de los gatos.

¿Veinticinco? Tío, no puedes subirlo todas las semanas… Y le dije “chaval, no me acercaría a eso ni con el coño de otra”. ¡¡Estoy harto Lisa!! ¡¡Harto de esa puta cara mustia!! La oferta y la demanda, colega, si no te gusta píllale a otro ¡¡Me paso el día comiendo mierda!! Vomitando sangre en el suelo, te lo juro por mi madre. ¡¿Es tanto pedir un poco de alegría?!  Y mira que yo voté a ese cabrón, pero se está pasando de listo… ¡¿No puedes hacer que se calle cinco minutos?! Venga, guapo… con esos ojazos te lo dejo a la mitad.  ¡¡Estoy intentando trabajar!! Llevo cuatro días sin pegar un ojo… siempre vuelve… ¡¡A la cama!! … toda esa mierda que hicimos allí… ¡¡No lo pienso repetir!!

Como una de tantas noches, el diablo aguarda. Sentado en lo más profundo de las cavernas, en las copas de los árboles, en las mesas de las tabernas. Nadie puede verlo, nadie se percata de su presencia, pues no desea ser visto. Sólo por aquellos que le buscan. Sólo por aquellos que lo llaman. Y, como todo el mundo sabe, el lugar idóneo para hablar con el diablo… es un cruce de caminos.

Un chillido. Alto, terrible, desgarrador… En el cruce de la décima con la cuarenta y uno. Parece un lamento de mujer. Los reflejos de Matt se activan. La adrenalina se dispara, fluye a chorros desde su cerebro hasta cada una de sus extremidades. La carrera comienza y los edificios desaparecen a sus pies. Los neones, de llamativos colores que él jamás podrá ver, pasan junto a su cabeza a gran velocidad, como veloces luciérnagas gigantes. Finalmente llega al lugar y, al parecer, no es demasiado tarde. Los gritos continúan mientras ella corre. El volumen de sus chillidos apenas permite a Matt escuchar el tap, tap, de sus tacones, o el latido de su corazón. Así que baja, baja y la detiene en plena fuga. Ella se asusta, al principio. Es lógico. Pero una extraña expresión de alivio, una que Matt no puede percibir, se dibuja en su rostro en cuanto reconoce la máscara roja. Se echa sobre él, ahogada en lágrimas. Y Matt… tuerce el gesto.

- ¿Qué le ocurre?

- Unos… unos hombres. Me interceptaron en el callejón. Antes de… antes de que me diese cuenta ya me… habían rodeado. Se reían. Yo… apreté el paso pero… pero me agarraron, me tiraron de la ropa. Querían derribarme y yo… No sabía qué hacer no… No pensaba… Sólo podía correr y gritar…

Y, a todo aquel que lo busca, el diablo le ofrece un trato. Hay que tener mucho cuidado, cuando se habla con él. Tiene fama de traicionero. Maquina, urde, engaña y trama. Eso piensa la gente, pero no es cierto. Pues por príncipe que sea, no deja de ser un esclavo. Y, más que de nadie, un esclavo de la verdad. Eso busca siempre el diablo. La verdad. No debe hacerse un trato con él a la ligera. Debe sopesarse cada condición, cada clausula. Porque, él mejor que nadie, sabe que la palabra obliga. Mejor que nadie conoce la pena por incumplir la ley, pues fue su primer infractor. Como primer traidor, conoce la traición. Como primer mentiroso, conoce la mentira. Siempre sabe la verdad. Y no es amable con quien trata de engañarle.

Matt la escucha. Su voz y su latido. Siente su calor. Aspira su aroma. Los gritos son de verdad. Las lágrimas son reales. Probablemente no quiera estar ahí. Probablemente la han obligado. Pero miente… Y la aparta, con cuidado pero con firmeza. Pues, a los sollozos, se han unido otros sonidos. El click de una navaja automática. La canción de unas cadenas. Y, a los sonidos, se unen los aromas. Póvlora... Tabaco rancio… cerveza, tanto la que ha entrado como la que ha salido. Gasolina y aceite de motor. Son nueve. Todos armados, sólo dos con arma de fuego. Y hay uno… al fondo. Lleva algo… bajo una prenda larga. Probablemente una gabardina. Emite una señal extraña. Sabe a metal y a electicidad. La trampa se cierra y Matt hace un último intento por desactivarla.

- Os doy una oportunidad de largaros.

Aún así hay quien lo intenta. Hay quien busca engañar al diablo. Él siempre se da cuenta. Y, una vez ocurre, también hay quien busca huir de las consecuencias. Porque algunos saben que hay tres cosas que dañan al diablo; El hierro, el fuego y el nombre de Dios.

No hacen caso. El bastón vuela y un revólver se dispara al aire justo antes de caer al suelo. Matt rechina los dientes por el petardazo, pero se mueve. No hay tiempo. La navaja silba a escaso centímetros de su cuello y el puño vuela, casi tan rápido como el bastón. Matt siente los dientes romperse, en las manos y en las orejas. El bastón regresa y, al reunirse con su hermano, el cable se dispara contra el segundo tirador. El primero trata de recuperar su arma, pero la goma de una suela roja se lo impide. Se escucha un crujido. Un cristal se rompe y con él nace el calor. No le impacta, pero está cerca. El calor nubla los sentidos de Matt. Debe concentrarse, pronto, en menos de un segundo. Porque no tiene un segundo. La cadena se lanza contra él y consigue detenerla con una mano. Ahora están unidos. Su agresor es fuerte. Matt lo es aún más, y con un tirón repentino lo atrae hacia sí. Su antebrazo se encuentra con la nariz del matón. Cae con estrépito, a escasos metros del suelo. Y el noveno… el hombre que sabe a metal y electricidad, aún no se ha movido. Matt dirige el rostro hacia él. Se concentra en él. Sabe que será el más peligroso. Y deja de estar en el presente. Torpe, distraído… Desprevenido por cauto. Demasiado cauto.

Los cuatro restantes tratan de agarrarlo. Uno recibe un codazo justo antes de tocarlo. Otro una patada en una tibia que cruje como una ramita. Pero los otros dos lo consiguen. Son fuertes, como el de la cadena, pero Matt lo es más. El forcejeo dura poco. O lo habría hecho si el último, el noveno, no hubiese mostrado lo que se escondía bajo su gabardina. Apenas puede escuchar su latido. Lleva algo puesto, un traje. Acolchado, grueso. Entonces el radar le da la última prueba. Sus manos se encienden como antorchas. Y los oídos de Matt arden con ellas.

Juro que me fascina, me fascina la manera que tiene de describir. En concreto en éste tema me ha resultado espectacular la manera de saborear y percibir diferentes sentidos con los oídos. El sabor, el calor... Es increíble, y consigue transmitir a la perfección el funcionamiento de los sentidos de Daredevil. De verdad que en todos los años que llevo en éste foro nunca había visto a nadie interpretar tan bien al Diablo de Hell's Kitchen. Además, toda la manera de describirlo, con las frases del demonio intercaladas me ha resultado muy poética. Matt... te adoro Quiero dedicarte un vídeo que me ha venido a la cabeza al leer la última frase que le dedica Shocker:

Eclipse escribió:

- Después... después despertó mi gen mutante... Creí ser otra cosa... Un ángel enviado desde el cielo para cobrarse la justicia divina -su mirada bajo al suelo, avergonzado-. Ahí murió más gente. Pero... no los maté yo. No directamente. Les atormentaba con visiones de sus pecados... Los crímenes que habían cometido. La mayoría se suicidaba o se volvían locos -tomó aire de manera entrecortada, alzando la mirada al cielo-. No me siento orgulloso de eso. En aquél momento no era verdaderamente consciente de lo que estaba haciendo, ni de mi responsabilidad en todo aquello. Ahora intento redimirme, enmendar mis acciones del pasado, pero no sé... A veces tengo la sensación de que no se puede huir de los errores cometidos.

No, no fuiste tú, es mucho menos grave torturar a alguien hasta que desea tanto la muerte que se suicida que decapitarlo limpiamente como hago yo ¿no?

No soy muy dada a las manifestaciones de afecto, pero sí lo soy para dar reconocimiento público a un trabajo bien hecho:

Este párrafo, en el que se percibe una Diana llena de determinación por el deber, pero que a su vez se muestra llena de cautela y fragilidad es lo que considero el equilibrio perfecto que representa el personaje de un modo íntimo y muy personal.

Diana de Themyscira escribió:

Sieglinde… - Habían dejado de tutearse pero tratándola por el nombre había bajado otra barrera de distancia diplomática - Necesito contarte algo como amiga - No como embajadora, no como visitante, no como miembro de la liga, heroína o princesa. Sólo Diana y Sieglinde. Sabía que era precipitado ya que se conocían de apenas unas horas.

Le había ofrecido sus recursos para encontrar a la villana y aun así no tenía certezas ni pruebas de que fuese a recibir apoyo una vez le contase toda la historia. Tal vez la otra Diana había buscado aliadas para su golpe en ese centro y en el peor de los casos, tal vez lo hubiese conseguido. No tenía alternativa una vez ya sabía que se habían conocido. Pero ser mujer consistía en eso, haber sufrido, sentir el miedo y confiar de todos modos.

- Cuando aterricé en este mundo, una de mis primeras preocupaciones fue asegurarme de que Themyscira existía y en caso de hacerlo, comprobar que mis hermanas estaban bien… Me he encontrado una situación difícil de controlar.  - Diana sacó su teléfono móvil y lo puso en modo avión antes de continuar, dejándolo sobre la mesa. Sabía que el sistema de la escuela estaba dotado con el holograma y seguramente tuviese mucha más tecnología de la que sabía en esa habitación, pero ella podía controlar lo que le correspondía directamente. No estaba dispuesta a hacer una petición a la directora respecto a los posibles micrófonos de la sala. - Conozco la existencia de la otra wonder woman… Cuando llegué varias hermanas me acogieron y me explicaron la situación. Ella… está intentando reunir fuerzas para un ataque contra la humanidad. Contra los hombres, de hecho…  - Se pinzó la nariz un segundo antes de continuar - Estoy gestionando la situación desde las sombras, haciendo lo posible porque la usurpadora no sepa de mi existencia, pero se enterará tarde o temprano. Estoy formando una rebelión, para mi suerte la mayoría de mis hermanas están de mi lado pero… me han hablado de cosas que ha hecho, de decisiones que ha tomado… Si no la detengo, el mundo lo pagará caro  - No cabía la duda en su voz. Estaba llena de determinación y la princesa inspiraba confianza y decisión cuando hablaba así. Sin embargo estaba comprometida.

- Pero no puedo hacer mucho de momento. Para el mundo es la soberana de Themyscira, la princesa legítima.. tengo suerte de que la embajada no ha despertado su interés y he podido ganar algo de influencia desde allí. He hecho acto de presencia en algunas galas… Pero se desdibuja mucho su imagen y la mía… Necesito tiempo. Para conseguir espacios, para recuperar mis apoyos, para formar una resistencia sólida. Yo sola no tengo opción contra mi propio ejército alienado en mi contra. - Apretó la mandíbula, tragando su orgullo - Dicho esto, Sieglinde… ¿Tienes algún consejo para tratar este fenómeno doppleganger? - la miró a los ojos. Pedir ayuda nunca era vergonzoso, pero sí desnudar los secretos de una isla que debía tener bajo control y que era su responsabilidad. A pesar de ello, una guerrera nunca apartaba la mirada del peligro.

Por otra parte, encuentro digno de mención este momento en el que podemos ver brillar en todo su esplendor uno de los componentes de la personalidad de Bullseye, haciendo que ilustre uno de los más importantes pilares de su personalidad, que es su ego. Dentro de tener un eutoestima que parece ser impenetrable y una capacidad para manipular la psique de sus adversarios, el asesino sanguinario delata aquello que es más importante para él. Ser el número uno, sin discusión, y hacer lo que sea necesario para mantener ese "puesto".

Bullseye escribió:

Pero entonces la mujer siguió hablando, y todas las ganas de bromear se le fueron apagando gradualmente.

Primero, utilizó el término "excepcional" para referirse a aquél pobre remedo de asesino, pero lo que dijo después fue mucho peor. Mucho, mucho peor.

- Todas las armas utilizadas en estos asesinatos son incapaces de recorrer la distancia desde la que fueron disparadas sin perder trayectoria de tiro. Las balas ni siquiera debían haber llegado a sus objetivos.

No. No podía ser. Él era el único capaz de hacer tal cosa. No había nadie en el mundo que tuviera esa capacidad. Era una de sus señas de identidad, lo que hacía que todo el mundo pudiera reconocer una de sus obras. Era lo que le hacía...

-...capaz de superar toda expectativa.

Y, tras decir ésto, se dio la vuelta para marcharse.

- ¡No! -gritó, y sus manos encadenadas golpearon el cristal antibalas con violencia inusitada, fuera de sí-. ¡Espera!

Tenía el rostro desencajado. No podía ser... No podía permitir que hubiera por ahí fuera alguien mínimamente capaz de rivalizar con él. Kingpin ya le había sustituido una vez, y sabía que no tendría reparos en hacerlo de nuevo.

- Espera -repitió cuando la mujer se volvió para mirarle. Intentaba parecer más calmado, pero sus manos temblaban ligeramente de ira contenida tras el cristal-. Déjame ayudarte. Puedo ayudarte, de verdad. Sóla sólo conseguirás que te peguen un tiro. No mentía cuando te dije que sé por qué círculos moverme. Cómo conseguir la información. Escúchame... puedo llevarte directamente hasta él -aseguró, y, por primera vez en toda la conversación, la falsa detective pudo notar por la expresión desesperada de sus ojos que estaba siendo sincero-. Sé dónde buscar, dónde ir. Pero sólo podrás acceder conmigo. Al lugar donde pienso llevarte no puede acceder cualquiera, ¿comprendes? Ponme uno de esos collares para perros que tanto os gustan, encadéname, lo que sea que te haga sentir segura, pero sácame de aquí y te conduciré directamente hasta él. Pero no pienso decir nada, dulzura. El trato es ése. Sácame y tendrás a tu hombre. De lo contrario, no tendrás nada. ¿Qué me dices?

Cuando un personaje vive algo de forma muy intensa, siempre es complicado tratar de narrar todos los matices. Pero me parece aún mas complicado cuando lo que te planteas es, no sólo narrar algo de mucha intensidad, si no además haberlo vivido a través de una máscara que no te permitia llegar a "sentir". Cuando Gwen es poseída por pereza, todo se llena de una capa de desídia, resignación, y melancolía. Como si se mantuviese sedada.

En este segmento, que me parece espectacular, podemos ver como Gwen no sólo se libra del demonio que la poseía, si no que además, se recupera a sí misma.

Bravísimo.

Gwen Stacy escribió:

♪♫♪♫

Los ojos se me inundaron en cuestión de un segundo, y busqué en sus ojos una prueba de mentira que no encontré. Me aferré a sus brazos y conseguí arremeter dos patadas contra el suelo, haciendo más agujeros en la vieja madera. Otro golpe, otro, otro… Si el moreno no hubiese estado ahí para sujetarme no sé qué hubiese sido de mí… Ni la fuerza Spider era suficiente.

El demonio se agarraba a mis magullados tobillos como alquitrán caliente, y se sentía exactamente igual. El dolor de Shawn, de mi padre, las despedidas no concedidas, la confusión, la incertidumbre…
Era doloroso, pero era mío. Tanto como lo habían sido las sonrisas antes de aquello. Tanto como la pérdida de su madre.

Jadeaba con fuerza, con todo el cuerpo tensionado. Me resistía, peleaba. Pensaba en lo poco que me quedaba por perder…

-... hng… ARG…… ¡¡Q….QUIERO….. VIVIR!! - Una última patada al suelo liberó una honda de energía inmensa que les lanzó por los aires. Tras ese gran estruendo lo único que quedó fue el crujir de la madera. Edward, Lorenzo y yo caímos fuera del círculo de sal, que ahora parecía más débil y tenue. Dentro del círculo, el espectro oscuro del demonio fue descomponiéndose poco a poco en pequeños resquicios, migajas y rastros de ceniza como si nunca hubiera existido. Los restos del demonio gritaron una última vez hasta que con un ligero temblor se extinguió.

Yo caí sobre el torso de Lorenzo, que me recogió de forma casi instintiva, ya fuera del círculo de sal. Edward recibió un fuerte impacto que lo dejó fuera de combate, inconsciente. Se había visto sometido a mucho esfuerzo y energía. A fin de cuentas, él si tenía la fuerza de un humano. Respiraba y no tenía heridas graves, parecía simplemente dormido.

Con la llegada del silencio noté mi cuerpo libre. Aún temblaba resentido, pero era mío de nuevo, cada músculo, cada hueso, cada pelo… Y todo el dolor. Los recuerdos me abrumaron como imágenes imparables de todas las memorias dolorosas del pasado y de los últimos días.

Me miré las manos, llorando mientras hiperventilaba. Aún olía a sangre. Las lágrimas no paraban de caer de forma descontrolada, el pecho se me movía con violencia y lo único que pude y supe hacer fue abrazarme al cuello del español y llorar como si fuese una niña pequeña. Entre balbuceos, saliva y lágrimas le abracé cansada pensando en todo lo que tenía que enfrentar a partir de entonces. Sola.

¡Howdy! Mucho tiempo que no me pasaba por aquí, pero esto sin duda, ha dejado mella.

Papa Legba escribió:

Se miró sus propias manos y empezó a patinar con la yema del pulgar sobre las cicatrices de la palma opuesta. Respiró hondo.

-Tú lo has dicho.- La vaquera no podía haberlo descrito mejor - Sólo humo…- nada de fuego. - Dime una cosa, sheriff, ¿Los suicidas son cobardes o víctimas? - contemplativo, seguía recorriendo sus propias cicatrices. Rebecca sentía las emociones con el, sabia que había dado en hueso y en uno muy jodido, desgastado y casi roto. - Di cuanto tenía por huir del dolor. Del pavor que me causaba la muerte. Ahora soy humo eterno…- En la mente de la vaquera se reflejaron un par de imágenes incontrolables para el dios. Un hombre muy parecido a él, sin su hechura, rastas, ni la calavera pintada. De ojos oscuros y cansados. Las cicatrices de las manos eran mucho más recientes y las de la espalda aún sangraban por sus muslos.

La imagen se disipó.

Volvió otra de una familia, el hombre acunaba su último hijo de meses de edad entre sus flacos brazos.

Se volvió a difuminar.

Varias imágenes se posaban en la periferia de su imaginario. Desenfocadas, como si estuviesen bajo un charco turbio. El desierto, los negreros gritando en otro idioma, el sol de cara, los chasquidos del látigo…

La morena apretó los ojos y agitó la cabeza. Las imágenes al fin se neutralizaron del todo. Legba tenía muchos poderes, controlar sus recuerdos no era uno de ellos.

De nuevo, silencio. Un acto de cortesía de la vaquera que de algún modo ahora sabía que aquel hombre se llamaba Esobala.

Antecedentes:
Mi Bro y unos cuantos amigotes que no me llegan a la suela de los zapatos se cuelan en un sitio lleno de peña que les dispara y claro, como no estoy estan un poco jodidos...

Bullseye escribió:

Distraídamente, Bullseye pensó en lo bien que les habría venido tener ahora mismo a Deadpool en el equipo. No sólo por tener unas habilidades de combate bastante decentes y un talento especial para las mutilaciones, sino porque se le daba de puta madre generar distracciones, principalmente porque lo único que necesitaba la mayoría de las ocasiones era usar su propio cuerpo de cebo para atraer todas las balas.

Sigh... Nunca lo admitiría, pero echaba de menos a ese loco hijo de perra...

Y por esto señoras, señores y señoros queda demostrado que ¡¡¡DEADPOOL ES EL PUTO AMO!!!

Como se nota que mi bro me quiere y me admira, que quiere (intentar) ser tan bueno como yo cuando sea mayor y todo eso.

P.D. Te quiero Bro.

P.P.D. Un beso y un abrazo.

P.P.P.D. El beso es en la mejilla ¿eh? Eso si, en el abrazo te cojo el culo como a ti te gusta.

P.P.P.P.D. Supongo que de vuelta me mandas una de esas puñaladas en el pulmon que te gusta darme ¿no?

Tenía que añadir esto aquí, se agradece cuando a uno le reconocen que siempre se esfuerza por superarse por alto que esté el listón.

Thaddeus Ross escribió:

Se quedó mirando a Wade como si no pudiera creer lo que veía, o como si el mercenario estuviera comportándose aún más estúpidamente de lo que era normal en él, lo cual era muy, muy, muy difícil. Pero Wade siempre se esforzaba al máximo para superar expectativas.

¡MAXIMO ESFUERZO!

El tema I want to go to a Fun Land en general está quedando desternillante, pero me gustaría mencionar éste párrafo en concreto porque me ha hecho especial gracia. (Por cierto, bro, not cool... Yo también tengo el cráneo de adamántium como lobezno! Muy mal que te hayas acordado de él antes que de mí )

Wade Winston Wilson escribió:

Este Batman tipo era la ostia de rápido... Wade intentó esquivarlo pero le fue totalmente imposible incluso con sus impresionantes reflejos y habilidades de combate, tendría que sacar la artillería pesada... pero además también tenía fuerza sobrehumana, aplastar un cráneo normal no era fácil y el suyo no era precisamente normal, a ver, no era de adamantium como el de su amienemigo mas famoso (si ese que se viste de licra amarilla y que va a ser coprotagonista de mi próxima peli), el cerebro de Wade quedo hecho puré contra la pared y trozos de su cráneo se quedaron allí clavados, pero lo peor, lo peor de todo, era que los ojos habían salido volando uno en cada dirección.

¿Alguno de vosotros ha intentado orientarse con un ojo que ha rodado bajo el sofá y otro colgando de los restos chorreantes de tu cráneo? Bueno, he de deciros que no es tarea fácil, además también está lo segundo peor, un mercenario bocazas sin boca no puede ser bocazas... ese tío me había arrebatado mi identidad de una puta patada, si no soy un bocazas pesado ¿que me queda? Pocas veces Deadpool se enfadaba de verdad, muy pocas, más que nada porque el y la realidad solían llevar caminos muy diferentes, pero esta vez se había enfadado, Wade saltó sobre la espalda del tipo que se hacía pasar por Batman agarrándole de cualquier manera mientras lentamente su cabeza se reconstruía

- ¡AAHHMMMAAAHHHHAAAAAMMMMAAA, le hubiera gustado gritar algo así como Wade Aplasta, pero sin boca para modular los sonidos que salían por su garganta era lo que había.

Y si, se lo que estáis pensando, como podía nuestro amado Deadpool mover su cuerpo, o ver, o siquiera pensar, o gritar, o lo que sea si su cerebro era una gelatina sanguinolenta en una pared a su espalda, la repuesta es simple, porque Wade no solía recurrir a su cerebro, no lo necesitaba (algo así como el espantapájaros, el de el Mago de Oz no el pringado de las jeringas en la mano), los cerebros están sobrevalorados en realidad, la cosa es que con cerebro o sin él (por ahora sin él) Wade intentaba ahogar a aquel tipejo con un brazo mientras con el otro lo golpeaba una y otra vez en la cara, y se sujetaba a su tronco con una apretada presa de sus piernas, que vale que pudiera moverse, pero tampoco le podías pedir a alguien sin cerebro que trazara un plan maestro ¿no?

- ¡Toma! ¡toma! ¡toma! fue lo primero que dijo cuando segundos después su cuerpo reconstruyó la boca, el cerebro podía esperar.

No recuerdo si me había pasado antes ésto... Literalmente es un post tan precioso que no me atrevo a responder por temor a estropear el final del tema... Es cómo... el final perfecto... Y cualquier cosa que yo pusiera a continuación sólo estropearía la experiencia, así que... Así se queda xd

Matthew Murdock escribió:

El latido de Elektra se aceleraba, a medida que lo hacía el de Matt. El olor del café ya no era el único que podía percibir con claridad en la habitación. Perdido entre el vapor del hornillo, su propio olor, también el de ella. Aquel que había percibido decenas de veces. Cuando eran más jóvenes. En la intimidad de un dormitorio; en el ajetreo de una fiesta, entre las copas, el tabaco y cientos de perfumes; en los tejados. Podía imaginarlo… casi verlo, si hacía un esfuerzo. Como el rocío sobre las hojas en una mañana fría. Salado, por su sudor. Una sal que era la del Egeo. Que eran las olas embravecidas a las que había hecho referencia la mujer de la playa. Que pueden hacerte encallar. Que también son el lecho y el impulso de la nave que te lleva a casa. Y el de él… como un vapor que salía de su nuca… Como las cientos de grietas de su Cocina del Infierno. Como si alguien hubiese echado agua en lo más profundo de las entrañas de la tierra y así templar un universo de fuego.

- Siempre fuiste una experta en hacerte notar disimuladamente. Aunque yo lo percibía todo… En el fondo, lo sabía. Escuchaba el latido de todos los hombres en cada habitación en la que entrabas. Casi podía escuchar cómo te seguían con la vista. Y, sin embargo, tú aparecías siempre. Con ese mismo perfume. Buscando la mirada del único hombre que no podía verte.

Acarició su pelo negro con cada beso. Al igual que en su representación imaginaria, vertió agua sobre la fragua de su interior. Era un momento efímero. Era un momento perfecto. Era la promesa de una infinidad de momentos perfectos. Y ninguno de los dos podría estropearlo aunque quisiese. Sintió en sus dedos la leve humedad del sudor de la mañana, tal vez también de una ducha reciente. Siguió sonriendo.

Matt Murdock tenía muchas sonrisas; de ironía, de compasión, de resignación. Sonrisas atónitas y clarividentes, cuando la muerte parecía llamar de nuevo a su puerta, y él no sabía si era una nueva broma y pasaría de largo. Sonrisas terribles, cubiertas de sangre, que aceleraban y detenían durante un segundo los corazones.

Matt Murdock sólo exhibía con ella esa sonrisa en particular. Nunca podría vérsela, pero sabía cómo le tiraba de las comisuras. Porque se tocó un instante el rostro. Y, como hacía con todo, la leyó con los dedos. Y esa sonrisa, llevaba escrito su nombre.

- Cuando regresaste… Cuando hicimos el ritual… Cuando "te purificaste"-Matt tragó saliva- Eso fue lo único que me hizo mantener la esperanza. El único indicio de que todo había salido bien. Lo que encendió la llama, en mi mente y mi corazón. Lo que me hizo pensar durante un segundo que no estábamos malditos… Que, algún día, quizá… todo podría volver a ser como antes- enterró su rostro en el pelo de ella- Volvió… Elektra… Tu olor volvió…

Y allí, hundido en ella… Matt Murdock sintió caer algo por sus mejillas. Y la misma sal de aquel mar antiguo brotó de sus ojos. Y todos los recuerdos vinieron a su mente. Pues el ser humano sólo recuerda un cinco por ciento de lo que ve. Pero Matt Murdock era ciego. Su mundo eran sonidos, olores y sensaciones al tacto. Así que pensó en el perfume de Elektra. En el olor cálido del asfalto en las mañanas soleadas en la facultad. En el frío cortante cuando se despidieron. En los truenos ensordecedores de las balas. En el chirrido lacerante de las hojas. Pensó en las heridas y la sangre derramada. En la sal escarlata regando los callejones y las azoteas. Pensó en el frío de la muerte. Pensó en el olor de la vida. En el mismo que estaba percibiendo.

Y, entonces… la apretó aún más fuerte.

Imaginó su postura y, aunque fuese ciego, agradeció que no pudiese ver su rostro lleno de lágrimas.

No, por vergüenza… sino porque era… era como aquella vez…

- No nos hace…-balbuceó- No nos hace falta movernos para volver a esa cabaña…- inspiró. Se llenó de nuevo del olor de la vida. Estaba viva. Estaban vivos…- Cierra los ojos. Finge que te abandonas a un sueño plácido… Finge que el beso del sol es la caricia de una hoguera. Finge que duermes y… y podré decirte lo mismo que aquella noche… Podré decirte…

Un segundo que era una eternidad. Unas palabras que eran una vida. Una historia. Su historia… En realidad… un viaje…

Porque “no siempre se vuelve a un dónde. Hay veces que regresamos a un quién”

- Te quiero, Elektra.

Y Matt Murdock, había regresado a casa.

Me esperaba muchas cosas después de haberle empalado con un remo y decapitado, pero sin duda ésta era la última que se me habría cruzado por la mente. Me dejó K.O

Wade Winston Wilson escribió:

Wade no tuvo que esperar mucho la respuesta de Elian, esta le llego de manera muy clara a su propio corazón, claro que lo hizo en forma de remo, por desgracia Deadpool no hablaba el idioma de los remos así que no captó exactamente lo que quería decirle el oniro, tampoco ayudó demasiado que saltaran sobre él y le agarraran la cabeza ya que al taparle los oídos no escuchó demasiado bien lo que le estaban diciendo, algo acerca del cáncer, de Gwenpool y de ¿cucarachas? No tenía demasiado sentido así que lo descartó justo en el instante antes de pensar que este nuevo masaje de Elian le había eliminado toda la tensión del cuello, el problema es que a su nuevo amigo parecía habersele resbalado su cabeza, llegar hasta su cuerpo iba a ser un problema.

Pero el poder de la amistad siempre venía en su ayuda (como decía Twligth Sparkle), Elian, sin duda preocupado por él, arrojó su cuerpo al lago para que Wade pudiera volver a unir sus partes cómodamente, claro que eso de que tu cuerpo le tocase nadar hacia tu cabeza mientras esta giraba lentamente al hundirse no era precisamente fácil, aunque no era algo nuevo para el mercenario, que no perdió demasiado tiempo en ello y no tardó en ponerse la cabeza en su sitio y caminar por el fondo del lago hasta la orilla, incluso pudo adelantar a la pequeña barca y llegar a la orilla antes que su nuevo amigo.

La verdad es que disfrutó el pequeño paseo por el lago, caminar por el fondo embarrado era relajante y las alucinaciones que le producía la hipoxia siempre eran bienvenidas, era como un colocón brutal de varios tipos de pastis mezcladas, con luces de colores incluidas, claro que Wade comprendía perfectamente por que la gente no prefería aquello a las drogas de diseño, el dolor y el tema de morirse eran un problema para la mayoría, pero iba a tener que hablar seriamente con Elian, o al menos algo parecido, ahora tenía el traje empapado y embarrado.

- Lo siento, pero no he pillado demasiado de tu respuesta, dijo el mercenario cuando Elian estaba casi en la orilla.

Tranquilamente, como si acabara de acordarse de ello (y seguramente era así) Wade se sacó el remo que le atravesaba el corazón y lo uso para ayudar al anonadado oniro a acercarse al embarcadero.

El post previo de Gwen en el atraco al banco también es muy bueno, pero con éste, una vez más es que no me esperaba la salida y me estuve riendo un buen rato:

Wade Winston Wilson escribió:

Pero el mercenario no tuvo tiempo para quejarse o preguntarle a su Bro si habían o no acordado no matar a nadie, porque entonces apareció ¿Gwen?... no ¡¡GWENPOOL!! que curioso, pensó Wade, creía que había dejado el foro, pero pronto le restó importancia, ni siquiera se acordaba de si había visto o no recientemente a la joven, eso daba igual ahora, lo importante era que había que detener esto ya, las rodillas de los héroes de generaciones futuras se lo agradecerían... si las rodillas fueran capaces de hablar se entiende.

- Pequeña no se cuantas veces...

Wade se dio cuenta del problema justo a tiempo, no podía advertir a su vieja amiga (aunque no fuera vieja) de los problemas de menisco y demás rollos que produce el Superhero Landing, pero a la vez se dio cuenta de la solución, así que mientras hacia chistes malos propios del Joker no dejaba de señalar el bocadillo de sus pensamientos, en el que un gif saludaba a Gwenpool, le iba a contar en otro bocadillo todo el tema del atraco y tal, pero se dio cuenta de que no era necesario, ya debía de haberse leído el post.

Al menos la chica había salvado al idiota del pintalabios y ahora tocaba seguir con el tema del robo y tal, los matones ya habían traído los 10 millones en bolsas de deporte y los habían dejado frente al falso Joker, el resto del dinero le daba igual a Deadpool así que les dijo a los matones que era para ellos, total no pensaba quedarse mucho más tiempo allí, pero claro, si él fuera el Joker les ordenaría a los matones atacar a Gwenpool, pero él, el verdadero él, Wade, no quería que la atacaran, necesitaba un plan maestro, algo que pudiera hacer el Joker pero que en realidad no hiciera correr ningún riesgo a su amiga...

- Dejádmela a mi chicos, dijo el mercenario cuando empezó a moverse con una cadencia especial, pasos lentos y contoneantes mientras miraba a los ojos a Gwenpool, al principio tuve miedo, me quedé petrificado, un par de pasos y un breve silencio, Seguí pensando que nunca podría vivir sin ti a mi lado, nueva pausa, pero luego pasé tantas noches pensando en cómo me hiciste mal y entonces el radiocaset volvió a tronar, pero esta vez con una canción distinta... estaba retando a Gwenpool a un ¡DUELO DE BAILE!