¡Silencio! Se rueda...(Segunda parte, mayo de 2019)

La música estridente me taladra la cabeza. Luces estroboscópicas y colores chillones asaltan mis ojos, y el mundo entero parece haber perdido el sentido del equilibrio.

Estoy... ¿en un circo? Delante de mí, en la carpa, hay colgado un cartel anunciando el espectáculo de los Grayson Voladores. Hay dos sombras, representando a los padres de Dick en el número que les costó la vida, pero en lugar de ser imágenes estáticas se mueven, precipitándose una y otra vez a su destino fatal.


- Es curioso... ¿nunca te has parado a pensarlo? -dice Dick. Se encuentra a mi lado, sentado sobre la pasarela que conduce al trapecio con las piernas desenfadadamente colgando en el vacío-. Mis padres murieron por realizar su número sin red de seguridad... Y, sin embargo, yo siempre he sido la red de seguridad que te impedía caer a ti en la oscuridad. ¿No te parece irónico? -se pone de pie, saltando para aferrar el trapecio y comenzando a balancearse sobre el vacío-. La clave para un buen espectáculo de trapecio consiste en confiar en que habrá alguien al otro lado para atraparte. Pero, cuando yo caí... -salta en mi dirección, y yo me precipito hacia adelante para recogerlo... Pero no puedo. Mis manos... Mis brazos están... encadenados... Y por más que lo intento, no consigo moverme ni un milímetro. Las manos de Dick no aferran más que aire-, tú no estabas ahí para recogerme... Y no has dejado de caer desde entonces, Bruce...

- ¡No, Dick, no! ¡No era mi intención! ¡No, por favor!

No quiero verle morir otra vez. No, por favor, no... No puedo soportarlo.

- Antes te debatías pensando si eras Bruce Wayne o Batman... -sigue hablando mientras cae, en una caída imposiblemente larga, sin fondo-. Luz u oscuridad. Siempre has pensado que necesitabas a Batman... la oscuridad... que lo necesitabas para protegerte... Pero el trapecio no es un ejercicio que se pueda realizar de manera individual... ¿Te has parado a pensar... que, quizás... Batman necesita también a Bruce Wayne? La oscuridad no puede existir sin la luz...

Su voz se pierde finalmente en el vacío, y yo grito, sintiendo que se me desgarran las entrañas. No puede ser... no otra vez... Las luces son más intensas... La música más insistente... Y, entonces me doy cuenta de que tengo los brazos y las piernas sujetos a una estructura dura y áspera que parece ser madera... Y no estoy sobre la pasarela del trapecio, sino en suelo firme. Todo era... ¿un sueño? ¿Una alucinación? Pero con trazas de realidad porque veo que me encuentro realmente en la carpa de un circo. Hay luces intensas enfocando en mi dirección, deslumbrándome, y cámaras de televisión. Joker ha debido de drogarme para trasladarme hasta aquí y montar su pequeño espectáculo.

- Parece que el Bello Durmiente por fin se une a nosotros -comenta una voz burlona. No la reconozco, y tampoco puedo verle bien a causa de la luz que me da de lleno en los ojos.

- ¿Tan pronto? -la voz de Joker-. Aw, qué pena, está tan mono cuando duerme...

Ésto es. El número final. Fuera lo que fuera que tuviera pensado Joker, todo termina aquí. Al fin puedo encontrar un sentido a toda ésta locura. Ésto sí encaja con su modus operandi. ¿Capturar a Bruce Wayne y mantenerlo preso sin hacer ninguna exigencia a Batman o a la ciudad? No tenía sentido. ¿Torturar al hijo predilecto de Gotham y sacrificarlo en televisión pública para que todos lo vieran, incluido Batman? Eso sí tiene sentido.

¿Resultaría extraño si dijese que la idea de encontrar al fin la respuesta al enigma y abandonar la incertidumbre en la que he vivido inmerso estas últimas semanas me reportó una cierta noción de alivio aún a sabiendas de que posiblemente signifique mi muerte?

Pero me preocupa... Si ésto sale en televisión... Si mi familia lo ve y se presentan aquí y Joker usa su nueva fórmula mejorada sobre ellos... Dios, no... Tengo que encontrar la manera de advertirles, de decirles que no vengan.

No puedo permitir que se repita lo de Metrópolis.