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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
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A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes)
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Wade Winston Wilson
Alexander Joseph Luthor
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Alexander Joseph Luthor DC Universe
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Tema: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 25th Enero 2023, 16:36
La gente se amontonaba frente a los juzgados de Nueva York desde hacía días pero hoy empezaban a llegar cada vez más, el juicio contra Dragoslav Katich había atraído mucha atención de medios y opinión pública, varias televisiones y periódicos transmitían in situ entrevistando a la gente que se acumulaba, y se acumulaban por un buen motivo a pesar de que el juicio estaba previsto para el día 26 y es que esta madrugada se había informado de que por motivos de seguridad el juicio del mutante se adelantaba 48 horas, un aviso que llegaba a duras penas con tiempo suficiente para que los abogados defensores llegaran a tiempo.
Para empeorar la situación las medidas de seguridad eran muy superiores a las normales, varios controles habían sido añadidos en todas las entradas e incluso había agentes de GECMA patrullando tanto el interior como el exterior del edificio, las colas del personal que trabajaba en los juzgados se alargaban cada vez más y estaban muy cerca de los manifestantes en algunos puntos, los coros que se escuchaban eran terribles, los más suaves de ellos solo pedían la muerte del asesino de masas, la gente increpaba a alguno de los trabajadores y a cualquiera que relacionaran con la defensa de Eclipse.
De repente hubo un relativo silencio y se escucharon algunos vítores, el fiscal del distrito Douglas Kennedy había salido un momento a la puerta, le dijo algo a uno de los guardias y, antes de volver a entrar, saludó a los manifestantes que volvieron a gritar pidiendo la cabeza del mutante, la cosa no pintaba bien para Drago, el guardia avanzó por la fila hasta llegar a donde se encontraban los abogados defensores a los que aún restaba un buen trayecto para llegar a la puerta.
- Buenos días letrados, el fiscal general me ha pedido que les entregara este documento.
Lo que había allí escrito no podía ser cierto, era imposible, el juicio de Dragoslav no solo había cambiado de fecha, había cambiado de juez, según el calendario previsto se le había asignado el caso al juez Johan Williams, un juez estricto y serio, pero conocido por no dejarse influir por nada aparte de las pruebas, pero al parecer se había recusado por no considerarse totalmente imparcial y ahora le correspondía a Andrea Kent, una mujer cuyas decisiones podían tacharse de crueles y racistas en muchos casos, ciertamente aplicaba la ley pero la interpretaba siempre de la peor manera posible para el acusado, en su opinión si una persona llegaba a juicio era casi seguro que debía de ser culpable y lo que era peor, la selección del jurado empezaba en menos de tres minutos, si no llegaban allí a tiempo conociendo a la juez y al fiscal, serían capaces de acordar al jurado sin tener en cuenta a la defensa por ausencia injustificada, esto cada vez apestaba más y más.
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Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 26th Enero 2023, 12:50
Wade estaba sentado en el borde del tejado haciendo un dibujo de los manifestantes, de vez en cuando si creía que le señalaban o le miraban el saludaba graciosamente con la mano para luego seguir dibujando una de sus grandes obras maestras, le habían asignado a una aburrida patrulla con un miembro de GECMA, no es que le cayeran mal estos tipos, pero se tomaban el trabajo demasiado en serio, es más a muchos les gustaba su trabajo, incluso demasiado y eso no estaba bien, no señor.
- ¡Hey! Bob ¿no estas hasta los huevos de estar aquí arriba?
- No me llamo Bob, contestó el soldado con desprecio.
Si, muchos de estos tipos eran así, la verdad es que eran un poquito nazis, pero al menos estaban trabajando para los buenos lo que los perdonaba un poco, pero eran una compañía terrible, ojalá le hubiera tocado Elektra o Shawn de compañero, la verdad es que le apetecía un café... aunque ahora que lo recordaba el brazo de Shawn no hacía café, asi que nada, le tocaba fastidiarse y aburrirse con aquel tipejo.
- ¿Y que tal la familia Shirley? volvió a insistir aburrido, había descubierto en su dilatada experiencia que no importaba cuanto te odiara una persona, si insistias lo suficiente te acababa respondiendo o marchandose y como este tipo no iba a abandonar su puesto era solo cuestion de seguir y seguir, y seguir...
- Ólvidame.
- ¡Nah! Es dificil olvidar a alguien tan carismático Andres, tambien había descubierto que ir diciendo nombres aleatorios servía para averiguar el verdadero nombre de alguien, con tiempo e intentos suficientes.
- ¿No puedes mantenerte callado un rato? sigue con tu estúpido dibujo.
- No le hagas caso cariño, Wade abrazó y consoló a su dibujo ¿habría oido lo que aquel malvado hombre acababa de decir? Logan solo está bromeando ¿no es así Fred? Y contestando a tu pregunta Austin, no, lo siento pero lo del mercenario bocazas es congenito.
- Charlie, dijo el soldado dandose por vencido.
- Te has equivocado, yo me llamo Wade y el Wadito, dijo señalando el dibujo, el soldado resopló y entonces el mercenario lo comprendió, ¡ah! Que tu te llamas Charlie, encantado colega de patrulla
Volvió a hacerse el silencio, al parecer poco más podría sacarle Wade a aquel tipejo, pero no por ello debía dejar de intentarlo no, a Deadpool no le gustaba aburrirse y las vigilancias eran muy aburridas.
- Charlie, esto es lo peor de las vigilancias chaval, los tiempos muertos, son un coñazo, dijo mirando a su compañero que se esforzaba por ignorarlo, y tras unos segundos de silencio incomodo continuó, ¿Nos hacemos unas pajillas?
- ¡¿Como?!, pregunto el soldado asqueado.
- Unas pajas, digo. Mira, si es para darnos un gustillo, dijo sacando un rollo de papel higienico de su mochila de Hello Kittie, tú me la meneas a mí, yo te la meneo a ti... Es para aliviar tensiones que te veo nervioso, eso si, sin mariconadas, ¿eh? naaaada de mariconadas.
Por toda respuesta el soldado se alejó varios pasos de Deadpool mirandolo aún más asqueado, puto homofobo, pues ¿no le había dicho que las pajas eran sin mariconadas? eran simplemente dos hombres muy machotes dandose placer sexual el uno al otro ¿que había de malo en ello? Tardó un momento en comprenderlo pero al final Wade comprendió lo que pasaba, ahí abajo había camaras y podían verlos, eso era lo que le daba vergüenza, bueno el no se avergonzaba de su cuerpo pero comprendia que otros menos dotados si lo hicieran, de repente algo al final de la calle llamó su atención.
- Señor he divisado algo sospechoso al final de la avenida, solicito permiso para acercarme a investigar, dijo por el comunicador.
- No te referiras al camion de Tacos que acaba de girar la esquina, ¿No Wade?, pregntó el general, está bien, “investigalo” pero rapidito, te quiero ahí arriba de nuevo en 5 minutos máximo, el pobre soldado de GECMA tambien necesitaría descansar un poco de Deadpool.
- ¡Señor! ¡si! ¡Señor!, no había tiempo que perder asi que ante la atonita mirada de su compañero Wade saltó desde lo alto del edificio al suelo, superhero landing.
Narrador (Todos pueden oírlo) escribió:
Tras el magnífico (pero nada practico) aterrizaje nuestro héroe corrió como el viento hacia su destino, tenía una misión que cumplir, el general Ross le había mandado investigar aquel sospechoso camión de Tacos y no dudaría en hacerlo a fondo.
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Sasha Triger Marvel Universe
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Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 2nd Febrero 2023, 18:42
La alarma retumbó por la habitación pero ella no había dormido, simplemente le indicaba la hora a la que debía ponerse en marcha. Ya se sabía de memoria el techo de su cuarto. Al menos había permanecido en la cama para descansar el cuerpo agarrotado. Hizo un par de estiramientos para espabilarse y se deslizó hasta la cocina para dejar la cafetera preparada mientras se daba una ducha ardiendo. No tenía ganas de nada de aquello, pero contando con lo que le esperaba después, encargarse de sí misma era un paseo. Se vistió con ropa neutral y aburrida en tonos negros y grises, como de oficina. Recogió su pelo en un moño alto y se hizo con unas gafas de sol que no pensaba retirarse en ningún momento del juicio. Se puso un abrigo largo totalmente innecesario pero que le permitiría estar con la mano dentro del bolsillo dándole vueltas a su zippo favorito.
Sabía que en caso de emergencia, o de que estallase la guerra, sólo debía llegar a su amigo para salvarle.
Escribió un mensaje a Jesse dándole los buenos días, pidiendo que le desease suerte a ella y a Drago. A él se lo había contado todo en persona. Todo. Sabía de la charla con el abogado, del asesinato de Cedric, de la charla con Drago en el hospital, de su plan B y C… Se empezaba a sentir una molestia para él. Nada más empezar la relación se había visto implicada en demasiados proyectos desdibujados, turbios e inestables. La MKL, el mechero, el equipo secreto, el asesinato…y ahora todo esto… A pesar de todo Jesse seguía ahí. Sentía una gratitud culpable cada vez que le debía explicaciones. No quería perderle por nada del mundo. Así que no perdió la oportunidad de pedirle perdón por las pocas explicaciones anticipadas que le había dado durante los últimos meses y prometerle que cuando todo acabase, tendrían una vida tranquila. Podrían dedicarse solo a la pastelería. Tal vez abrir el bar donde siempre le tenía visualizado trabajando. Poder despertarse juntos todos los días…
Pero aún no era el momento. Se limpió las lágrimas, llenó el termo de café americano y se dirigió a los juzgados. Ir en coche en Nueva York era una tortura un día cualquiera, no tenía duda de que ese día en concreto a varios kilómetros a la redonda del edificio lo único que encontraría sería un atasco inmenso, así que decidió ir andando. Habían habilitado una entrada alternativa a los asistentes del juicio para poder esquivar la parte más abundante de la concentración así como a la prensa, y no se lo pensó para ir directa. La seguridad estaba tensa y había intercambios constantes con la muchedumbre que acordonaba las escaleras de acceso. Atravesó la barrera de gente entre empujones, haciendo n esfuerzo activo por no escuchar los gritos y no mirar los mensajes de los carteles en contra de su amigo. Le dio tiempo de respirar hondo muchas veces antes de pasar la primera puerta. Había dispuestos cuatro arcos de detección de metales en cuatro filas organizadas, dos para hombres, dos para mujeres. Llegó calmada hasta su turno, retiró su bolso y su chaqueta metiéndolos en la máquina, pasando el móvil por la bandeja pertinente y volviendo a recogerlo todo al otro lado. Para su suerte la magia era indetectable. En cuanto cogió sus cosas le pasaron el escáner portátil por todo el cuerpo y una agente procedió a un cacheo superficial pero minucioso. - Puede pasar - Asintió con una sonrisa y buscó la sala donde ocurriría todo. Encontrarla no fue muy difícil, era donde había más gente arremolinada en la entrada. Muchos trabajadores formales recibiendo y haciendo llamadas, de un lado para otro, la prensa autorizada peleándose por el mismo metro cuadrado de plano fotográfico, los ordenanzas intercambiando carpetas y sobres, subiendo y bajando. Dudaba mucho de que eso fuese lo normal en un juicio, aunque nunca hubiese estado en uno. Respiró hondo de nuevo unas cuantas veces y se abrió paso hasta la tercera fila del público, el primer asiento junto al pasillo central tras la mesa de la defensa.
No pasó mucho tiempo sentada hasta que escuchó los cuchicheos sobre el cambio de juez. ¿Qué cojones se supone que era eso? ¿El mismo día del juicio cambian al juez? El mercado de papeles que veía no le transmitía mucha tranquilidad, pero sumado a las inquietudes generales y a ese cambio de última hora, estaba claro que no había trigo limpio. No hacía falta ser muy inteligente para darse cuenta de que no era un juicio corriente.
Levantó la vista al sello del departamento de justicia de los Estados Unidos, en la gran pared del fondo de la sala, donde se sentaría la nueva juez. “Qui pro domina justitia sequitur” El águila se posaba sobre el escudo militar, la rama y las trece flechas. Si el águila pudiese escuchar el juicio por sus propios medios, saldría del escudo y les arrancaría los ojos uno a uno. El tatuaje de la balanza que se había hecho años atrás en la nuca empezó a escocer. Nada iba bien y la insoportable sensación escalofriante de tener un mal presentimiento no descansaba.
“Que ellos jueguen sus cartas…” - pensó desde su corazón - “y yo jugaré las mías”.
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Eclipse Marvel Universe
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Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 13th Febrero 2023, 00:48
Tenía el pelo bastante más largo de lo habitual, pero al menos habían tenido la consideración de ofrecerle una cuchilla para que se afeitara (siempre bajo vigilancia) y un traje para tener un aspecto medianamente presentable. Sin embargo, el traje no hacía más que resaltar el collar que llevaba en torno al cuello, como si fuera un animal, haciendo que todo resultase una dolorosa burla.
El juicio había sido adelantado dos días. Drago no tenía ni idea de cómo funcionaban aquellos procesos, pero tenía la sensación de que todo lo que fuera salirse de la pauta establecida, ya fuera para adelantar o retrasar, no podía ser bueno.
Estaba nervioso y desmejorado. El último mes no había sido fácil. Cada noche tenía pesadillas horribles con Cédric y las cosas que le había obligado a hacer, despertaba angustiado por los remordimientos de lo que le había hecho a Xavier y a sus amigos, una y otra vez acudían a su mente las expresiones de Sieglinde y Sasha en el hospital, y no podía quitarse de la cabeza las advertencias de Matt. Estaba más pálido de lo habitual, con profundas ojeras, y había perdido algo de peso, aunque procuraba visitar el gimnasio siempre que podía para despejar su mente aunque fuera por unas horas. Al menos las heridas que le había infringido Sieglinde habían cicatrizado correctamente y podía andar sin dificultad. La gente dentro de la prisión le miraba mal, y tenían que mantenerle apartado, por lo que no había tenido ocasión de hablar con prácticamente nadie aparte de Matt en todo el mes.
La llegada al juzgado no fue mucho mejor; había una manifestación en la puerta y tuvieron que utilizar una entrada alternativa para evitar la horda de exaltados. Aquello parecía una olla a presión dispuesta a estallar en cualquier momento.
- ¿Qué está pasando? -le susurró a Matt en cuanto le reunieron con él en la sala. Sabía que las cosas estaban mal, pero no habría podido imaginarse hasta qué punto se había exacerbado todo en el tiempo que había pasado en prisión.
Una vez estuvieron sentados, recorrió la sala con la mirada buscando rostros conocidos. Intercambió una mirada de agradecimiento con Sasha y se detuvo al llegar a Elissa, con una mezcla de anhelo y dolor. Su relación había sido tortuosa y agónica, teniendo que verse continuamente separados. Apenas había podido verla un instante a principios de abril antes de que Cédric les separara, y había pasado casi un mes y medio desde que la había visto por última vez. Por una parte le alegraba tener la ocasión de verla de nuevo, pero por otra, odiaba tener que someterla a la tortura de presenciar algo que, sin lugar a dudas, no sería agradable.
La suerte estaba echada. Lo único que le restaba era confiarse a Dios.
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Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 26th Mayo 2023, 23:31
Peter Parker nunca había sido muy amigo de madrugar. Durante su etapa escolar lo hacía, desde luego, pero pocas veces se despertó a la hora por iniciativa propia. Sus tíos Ben y May habían sido sus despertadores más eficaces. Esta tendencia natural a la pereza se vio agravada tras la picadura de la araña radiactiva y su independencia del nido familiar. Trasnochar vapuleando criminales no era lo mejor para una adecuada higiene del sueño. Una noche de trabajo con Matt Murdock, tampoco.
Pero Peter no tenía clases hasta el mediodía y, que él tuviera noticia, tampoco le habían asignado ningún trabajo del Bugle. Podía permitirse la vigilia y podía permitirse dormir la mañana. Eso, al menos, era lo que él pensaba. Un zumbido hizo entreabrir los ojos al joven, uno que instintivamente le hizo pensar en su sentido arácnido y dar un salto que lo hizo pegarse al techo. Pero no había ningún peligro, al menos no uno físico. Al zumbido le acompañaba una sintonía. No era el despertador, no había alarmas aquella mañana. Era una llamada. Inmediatamente reconoció la música, la banda sonora de “Todos los Hombres del Presidente”. Era el tono asignado a Ben Urich, su compañero y reportero del Daily Bugle. El chico descendió grácil y descolgó el teléfono.
- Ben…-respondió algo adormilado- ¿Pasa algo? ¿Tienes idea de qué hora es?
- ¿Tienes TÚ idea de qué hora es?
- Eh… creo que me estoy perdiendo algo.
- De momento no,- Peter pudo distinguir una aspiración lente. Sin duda, una calada a un cigarrillo- pero si no estás en los juzgados en treinta minutos te perderás el juicio del siglo. Y yo no tendré fotos con las que acompañar mi artículo.
- El juicio del… ¿De qué hablas?
- ¡¡Cof!! Dios… menos mal que te he llamado yo… Si Jonah llega a escuchar esto le revienta el marcapasos… El Estado de Nueva York contra Dragoslav Katich, Pete… Asesinato. Mutante. Noticia: HOY
El corazón de Peter comenzó a latir como si él también fuese a necesitar un marcapasos.
- Eso… ¿Cuánto tiempo he dormido?- Miró el calendario de la mesita. Veinticuatro de junio. Aquello no era posible- Ben… Aún quedan…[/color]
- Lo han adelantado… ¡¡Cof!! Te habrías enterado si hubieses venido esta mañana a la reunión de prensa. Jonah está que echa fuego por la boca. No hay más fotógrafos disponibles. Nos han jodido pero bien adelantando la fecha. Así que coge tu pase, vístete y ven cagando mixtos. Veinticinco minutos, Pete… o igual no puedes entrar.
Ben no dijo nada más. Su habitual tono amigable había desaparecido, igual que la conexión. No tenía nada más que hablar con él o, al menos, no por teléfono. Peter tardó unos segundos en hacerse del todo consciente de la situación. No era sólo su trabajo lo que estaba en juego. Si no llegaba a tiempo… todo el trabajo que había hecho con Matt aquella noche… se iría al garete.
- Oh… Mierdamierdamierdamierdamierda…
Saltó a toda velocidad en dirección al armario, buscando en su interior la gran bolsa de deporte. Una vez la tuvo en las manos, se dirigió con igual premura a la mesa de trabajo. Fue introduciendo con las manos temblorosas todo lo necesario y, dando vueltas sobre el techo, repasó que no faltase nada. Una vez creyó estar seguro volvió a tierra para cerrarla. Ahora, sólo tenía que preocuparse de sí mismo. Se vistió con su nuevo traje de Spider-Man y se ajustó los lanzarredes con sus cartuchos así como el cinturón. Todos, también, invenciones fruto de la anterior noche de insomnio. Aquellos, al igual que el resto de los componentes de su nueva indumentaria, no pitarían en el detector de metales. La ropa de calle, así como la cámara, lo llevaba a la espalda, en una mochila de telaraña. Miró el teléfono móvil. Tenía veinte minutos… Así que echó mano de la bolsa de deporte, y saludó a Nueva York antes de lanzarse a través de la ventana.
Impulsado por dos elásticas hebras de telaraña rebasó los dos primeros edificios y, con un equilibrio al alcance de pocos (incluida gran parte de la comunidad metahumana), usó como apoyo una chimenea cubierta para seguir su camino. Tendría que romper su propio record de paseo en red para llegar a la hora. Tras un giro repentino comenzó a correr por la cristalera de un edificio de oficinas hasta que, de nuevo sobre ladrillo, se impulsó de nuevo y se dejó llevar por la inercia de la telaraña. Tras dos nuevas piruetas un nuevo zumbido alertó a Peter. Esta vez sí se trataba de su sentido arácnido.
- Estabas más que advertido, tío- dijo uno de los encapuchados del callejón mientras empujaba contra la pared a un aterrado hombre con delantal- Este es un barrio complicado… y sin la pasta de la protección, no podemos asegurar que no le pase nada a tu chiringuito. O a ti…
Tienes que estar de coña…
Una súbita voltereta recolocó a Peter en el aire quien, en un parpadeo, se había pegado a la susodicha pared, justo encima del aterrado hombre.
- Hoy tengo un poco de prisa, chicos ¿No os importaría deteneros vosotros mismos?
- ¡¡Es Spider-Man!!- aulló otro de los matones- ¡¡FREIRLO!!
La telaraña no tardó en amordazar al escandaloso delincuente, aunque sus labios tenían cosas más urgentes de las que preocuparse. Un puñetazo rojinegro cerraría sus ojos durante unos minutos, y la telaraña en sus muñecas y tobillos impediría que tuviese la tentación de huir al recuperar la consciencia.
- “FREÍDLO”. Si vais a disparar a un superhéroe, al menos tened la decencia de emplear bien el imperativo.
- ¡¡Nosotros trabajamos este barrio!!-exclamó otro mientras sacaba su arma de la parte trasera del pantalón. Peter no tardó en ver cómo el resto lo imitaban- ¡¡Y no vamos a tolerar faltas de respeto!! ¡¡Chicos…!!
- ¡¡Oooooh!! ¡¡Qué monos!!- suspiró Peter al tiempo que tapaba con telaraña la pistola del que parecía el jefe para, después, caerle encima y aprovechar el rebote para lanzarse contra sus compañeros- ¡¡Sois como Kingpins pequeñitos en formación!!
Otro más cayó bajo los puños del héroe que tuvo que echarse hacia atrás para esquivar un disparo. Fue por culpa de ello que perdió la pista de los dos restantes, aunque su sentido arácnido delató pronto la posición de los fugados. Su sentido arácnido y el rugir de un motor al fondo del callejón. El sedán blanco arrancó a toda velocidad y Peter tuvo el tiempo justo para apartar al tendero extorsionado contra la pared.
- ¿Está usted bien?
- S… sí…
- ¿Puede darme la hora?
- Eh…-con las manos temblorosas, el hombre echó mano de su teléfono móvil y lo puso frente al rostro enmascarado de Peter.
- ¡¡Vamos bien de tiempo!!- exclamó con júbilo- ¿Sabe? Me haría usted un gran favor si fuese llamando ya a la policía.
Peter alargó de nuevo la mano y un par de balanceos fue suficiente para alcanzar el parabrisas del coche fugado.
- ¡¡Si vais a entregaros mejor en los juzgados que en comisaría!!
Un disparo fue toda la respuesta del conductor, así que Peter se escabulló hacia su puerta y, con un rápido tirón, la arrancó, dejando a los dos maleantes a su merced. El del volante trató de apuntar de nuevo pero, antes de que se diera cuenta, estaba ya fuera del vehículo, sobre una “hamaca de telaraña”. A sabiendas de que el coche se descontrolaría, Peter saltó de nuevo a la carretera, frente a él, deteniéndolo con sus propias manos y haciendo fuerza hasta que frenó por completo. El último criminal hizo además de salir, pero una telaraña lo dejó pegado al salpicadero.
- ¡¡Cuatro minutos!!- se perdió la voz del arácnido entre los edificios- ¡¡Díselo a la poli cuando vengan!! ¡¡Creo que he batido mi record!!
…
El edificio de los juzgados ya estaba a la vista. Peter echó mano del móvil, que tuvo que coger al vuelo por el balanceo. Los números dentro de la agrietada pantalla le dibujaron una sonrisa. Ocho minutos. No despertaría las iras de Ben, ni de Jameson y tendría tiempo para hacer el trabajito previo que…
Mierda…
Su sentido arácnido le advirtió unos segundos antes que su propia vista. Sobre la azotea más cercana estaba apostado un hombre uniformado y equipado con lo ultimísimo en tecnología militar.
Uno de los “troopers” del presi…- pensó Peter mientras se escabullía a un callejón cercano y pegaba la bolsa de deporte con telaraña bajo un contenedor de basura. Dejó dentro todos sus rastreadores-araña, así no tendría problema en localizarla más tarde- Me pregunto si serán clones… Si hay alguien capaz de hacerse un ejército de clones, ese es Luthor… En cualquier caso, hasta aquí llegó el amistoso vecino Spidey…
Se cercioró de no estar a la vista de nadie y sobre su traje de Spider-Man se puso la ropa de calle. Tardó poco en llegar al Tribunal y, aunque se esperaba barullo, nada le había preparado para el caos que se había formado. Peter tomó aire y fue localizando con la mirada a los soldados de GECMA. Su pase de prensa le aseguraba acceso al interior y se había asegurado de que su traje de Spidey no tuviese ningún elemento que pitase en los detectores, incluido el cinturón y los lanzarredes, éstos últimos bien ocultos por la camisa y la chaqueta vaquera. La cámara tampoco sería un problema gracias al pase. Pero… si tuviera alguna forma de evitar los controles de todos modos… Un “cacheo aleatorio” podría ser un inconveniente. La gente de Lex no era conocida precisamente por su respeto a los derechos del ciudadano.
Peter casi había decidido escabullirse dentro haciendo uso de sus poderes arácnidos cuando vio caer de uno de los edificios una figura granate. El hombre uniformado avanzó en dirección a un camión de tacos, saludando marcial y cómicamente a uno de los agentes de GECMA. El joven se le quedó mirando ojiplático.
Parker… por una vez en tu vida… parece que te sonríe la suerte…
- ¡¡Wade!!- le llamó a voz en grito mientras agitaba la mano- ¡¡Wade colega!!- se fue acercando- ¡¿Qué tal tío?!- aunque estaba fatigado de pasear en red y jadeaba un tanto, se esforzó en exagerarlo- ¡¡Pero mírate!! ¡¡Todo un agente del orden!! Yo lo sabía, chaval. Siempre confié en ti, ya lo sabes… Algún día alguien sabrá aprovechar el talento de mi buen amigo Wade… Una sorpresa, la verdad, pero bien recibida…-se rascó la nuca-Oye… tío, me mandan a cubrir esto del juicio de Drogonlaf…-fingió- De Dragoslav… nosequé… Buff y voy perdidísimo… y tarde y… Oye ¿No podrías colarme por los controles? Ya sabes cómo es Jameson tío… me estoy jugando el curro… y el cuello…
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Wade Winston Wilson Marvel Universe
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Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 27th Mayo 2023, 18:56
Hoy estaba siendo un día magnifico... sin contar al aburrido que le había tocado de compi claro, primero los tacos y ahora venía verle su chico especial, el corazón se le aceleró a Wade por la emoción y ademas por una vez Peter/Spiderman/Aseguratedesillevaonomascaraantesdedecirelnombre estaba siendo amable con él... estaba siendo amable con él... ¿estaba siendo amable con él? Algo iba mal, Peter nunca era amable con él así de buenas a primeras, ni tampoco Spiderman, eso solo podía significar que su amigo, su chico especial, solo quería utilizarle, el corazón de Deadpool se detuvo, luego volvió a latir por supuesto, pero entre latido y latido se detenía cada vez del dolor emocional...
- ¿Me estás utilizando para rescatar a Dragoslav Katich? preguntó mirándolo con sospecha, Wade no sabía como había acertado con el nombre pero tampoco le importaba ahora mismo, casi había dejado caer los tacos al pensar en tamaña traición y hubieran sido dos desgracias seguidas.
- ¡¿Que?! ¡¡¡por supuesto que no!!!! ¿Por quién le tomas? Si no sé ni quién es ese Dragonlance Achís...
Ante la respuesta de Peter, Wade le abrazó, aplastando los tacos entre ellos, y le besó, por suerte para Spiderman no se había quitado la mascara así que no tuvo que saborear la lengua con sabor a comida mexicana durante ese beso, aún abrazado a el y acariciándole la espalda le susurró al oído, Perdoname por haber dudado de ti, entonces se separó de él y vio el desastre de los tacos, creo que vamos a tener que conseguirte ropa, no puedes entrar así a un juicio, bueno, vamos para dentro.
Wade se dirigió hacia la puerta principal ignorando la cola, le hubiera gustado ir de la mano de su chico especial, pero igual entonces alguien sospechaba algo raro, así que se contuvo, al llegar frente a los guardias mostró su identificación, él viene conmigo, lo siento señor pero necesito ver sus credenciales también, Deadpool se acercó al guardia y le dijo muy bajito al oído, si ahora mismo te decapitara y te acusara de traición no me pasaría nada, lo sabes, estoy loco, muy loco ¿de verdad vas a jugártela?, el soldado tragó saliva mientras el mercenario volvía a retirarse, además es un chico de fiar, no va liarla ni nada, en serio, Señor, me refiero a que debo anotar a todos los que entran, no pretendía molestarle
Tras comprobar la identificación de Peter Parker y que este firmara el ingreso les dejó pasar, por una vez la mala fama de Wade había jugado a su favor, solo se había comido un par de tacos antes de perder el resto, pero que su amigo y vecino Spiderman le debiera un favor valía más que todos lo tacos del mundo... bueno, que todos a lo mejor no, pero si que muchos..
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Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 30th Mayo 2023, 19:24
Una voz se introdujo en los sueños de Matt Murdock. Era un fenómeno común que los estímulos externos, los auditivos en especial, tomen forma en lo onírico. Integrándose, como si lo consciente e inconsciente decidiesen darse la mano, saltarse las reglas, desdibujar los límites mismos de lo real. Una circunstancia mucho más frecuente en el caso del abogado más famoso de la “Cocina del Infierno”, a quien sus sentidos aumentados maldecían a menudo tanto como le favorecían. Había caído en uno de los sofás de Nelson&Murdock, presa del agotamiento. La voz; fría. Robótica. Su teléfono móvil. Anunciando al responsable de aquella intromisión en su breve descanso.
Ben. Ben. Ben. Ben.
Echó mano del aparato con torpeza y, con la típica voz pastosa del recién levantado, contesto. Tenía que ser algo importante.
- ¿Qué hora es?- preguntó algo aturdido.
- Hora de levantar el culo, abogado. Tengo noticias y no te van a gustar.
- ¿Le ha pasado algo a Drago?- el corazón de Murdock le golpeó el pecho como un pájaro carpintero. Foggy dormía sobre su escritorio pero, a diferencia de otras veces, ni reparaba en sus ronquidos.
- Está bien- se limitó a murmurar Ben, en tono conciliador. Las noticias no eran malas, aunque no TAN malas- pero eso puede cambiar pronto. Ha habido una filtración, y antes de seguir, tengo que confirmar algo ¿Has recibido alguna notificación del juzgado en los últimos días?
- No- se limitó a responder el abogado. Ya creía saber por dónde iba la cosa- La resolución de la propuesta de prueba, y de eso hace un tiempo.
- Bueno, pues por lo visto hay un documento anexo al expediente en el que se certifica que Matthew Murdock- los ruiditos tras la línea parecían indicar que Ben estaba moviendo papeles- datos, datos, datos… Domicilio bien, número de colegiado… Todo correcto. Pues bueno, un tal Matthew Murdock, abogado, con despacho profesional en Clinton y con poder legal bastante para representar en juicio a Dragoslav Katich, ha sido notificado en tiempo y forma de la nueva fecha fijada del expediente…. Blablablabla… Iré al grano. Han adelantado el juicio de Drago, y según esto tú has sido notificado. Y la firma se parece bastante a la tuya.
- ¿Cuándo?- resopló Matt.
- Hoy, en cuatro horas. Son las cuatro y media, lo harán público en un rato. No tengo mucho tiempo, creo que de momento sólo yo tengo esta información y será sospechoso si no saco la primicia. Por cierto, también han cambiado el juez. Le han asignado el caso a Andrea Kent ¿La conoces?
- Su reputación- suspiró de nuevo el abogado- ¿Qué han alegado?
- Imparcialidad. Tiene un sobrino mutante. Creo que ni él mismo lo sabía, por lo visto el chaval solo tira pompas de jabón por las manos. Te tengo que dejar ¿Vas a pelear esto? ¿Incluyo alguna declaración en la nota?
- No, es lo que quieren. Podría alegar falsedad documental pero, por mucho que diga no haber recibido la notificación necesitaré un testigo de referencia para acreditar que esa no es mi firma y, aunque prospere... querrán contrastar con un perito calígrafo adscrito al juzgado, y nada me garantiza que no esté comprado o amenazado. En el mejor de los casos la fiscalía argumentará que ha sido una maniobra torticera para dilatar el juicio, y saldremos perjudicados. En el peor, me acusarán por denuncia falsa y, hasta que se ventile mi caso, el Colegio de Abogados me suspenderá temporalmente y ya me habrán quitado de en medio. Tranquilo- no lo estaba en absoluto- nos hemos preparado para esto- eso era verdad.
- ¿Te vas a presentar allí como si no hubiera pasado nada?
- Y a la hora, o intentarán abrirme un expediente disciplinario por esa vía. Gracias por todo, Ben. Te la estás jugando mucho esta vez.
- Todos nos la estamos jugando con esto. El cuarto poder, Mattie… creo que es el único con el que podemos contar ahora…-unos gritos se escucharon en la lejanía- Tengo que dejarte, Jonah acaba de llegar, y no tiene el mejor madrugar... Buena suerte, letrado.
Murdock se puso en marcha inmediatamente. Hacía días que tenía preparado un maletín con toda la documentación necesaria en referencia al juicio de Drago. Voló hacia su despacho y se hizo con una muda limpia. Repasó los detalles mientras se aseaba en el cuartito de baño y se cambiaba. Traje, corbata, camisa… Todo estaba allí. Beneficios de no tener apenas vida privada y de que el bufete fuese más hogar que su propio apartamento. No podía arriesgarse a llamar a Peter, esperaba que Ben le informase. Una vez aseado y preparado despertó a Foggy de una palmada y lo puso al corriente de la situación. Su compañero, aunque indignado, siguió también el protocolo de emergencia. Habían hablado largo y tendido de aquello. Foggy era aún más idealista que él. Creía en el sistema, en la justicia, en el “Debido Proceso” hasta el punto de, en ocasiones, cuestionar las actividades “extralegales” de Matt. Aquél día no había lugar para reproches, sólo para la acción.
- Será mejor que nos separemos- sentenció Foggy con un croissant de crema en la boca.
- Puede ser peligroso.
- Exacto, y así al menos uno llegará al juzgado.
Matt, con los cascos puestos fue navegando en su teléfono. Ojalá la voz fuese un poco más rápida. Le enseñó el mensaje que acaba de escribir a Foggy.
“Hoy no podré ir a comer contigo, pero espero tener tiempo pronto. Añoro cuando estaba entre tus brazos, siempre me parecía que el mundo era seguro, que nadie podía hacerme daño, que tú me apartarías de todo. Mientras caminábamos. A través del parque junto a la tercera. Por toda la calle Bleecker. Cuando me acompañabas a la puerta de los juzgados… sentía que podía vencer a cualquiera. Llámame”.
- Un poco empalagoso ¿No crees que cierta ciudadana griega se podría poner celosa? ¿Además, quién o qué se supone que es "Mali Pauk"?- fingió Foggy leyendo el mensaje y la destinataria. Aún tenía ánimo de bromear. Eso también encendió una pequeña luz en las mejillas de Matt.
- Es Tasha. Significa “Arañita” en Bosnio. Parecía apropiado. Ese es el recorrido que vas a seguir para llegar a los juzgados. Si lo lee y está por aquí te echará un ojo.
- ¿Has hablado con ella últimamente?
- No
- Ya…
- A mitad de camino…
- Pararé en una cabina y, si no encuentro ninguna le pido el móvil a alguien. Habitación 237, hotel Ritch. Digo que “vamos a sacar a Orfeo del Inframundo”.
- Exacto- siguió Murdock mientras se terminaba de preparar- Ellos sabrán ponerse en contacto con Elektra, el hotel es prácticamente suyo. Doy por hecho que Elissa estará con ella.
- Bien…- tragó Foggy.
Los dos compañeros se pararon frente a la puerta. Murdock apretaba su bastón. Foggy dirigió la mirada al cielo.
- Ya sabes que yo no he sido nunca muy religioso… ¿Crees que llevar tantos años de amistad con un monaguillo ciego me habrá hecho ganar puntos con el jefe?
- No creo Foggy- sonrió- No estoy seguro de caerle muy bien.
- Entonces somos tú, yo en mitad del infierno…
- Como de costumbre…
- Bueno- se encogió de hombros- Es donde mejor nos hemos movido siempre.
…
En el banco de la de defensa, Matt Murdock fingía organizar papeles mientras escrutaba todo con su oído. La pesada respiración de Foggy era una buena referencia para mantener el foco. Ayudaba saber que había podio llegar. Que estaba ahí. Era apoyo jurídico. Era apoyo moral. Era un amigo. Y no le sobraban.
Llegar al juzgado había sido toda una odisea; Cortes de carretera… retrasos en el transporte público, atascos… la manifestación. Eso, sólo para llegar. Abrirse paso entre los acampados del Tribunal tampoco había sido fácil. Y dentro tuvo aún más problemas. Matt había perdido la cuenta de a cuántas personas había tenido que enseñar su identificación. De los controles… del ruido. Pero estaba concentrado. Más que nunca. Y, pese a todos los inconvenientes, no pudo evitar esbozar una sonrisa al entrar en la sala y percibir como se aceleraban los pulsos en el rincón del Ministerio Público ¿Eso sentía su padre? ¿Al entrar en el ring? ¿Sería eso lo que habría escuchado de tener sus mismos poderes? Cualquiera podía ganar una pelea con las cosas a favor. Y, para su fortuna, a los Murdok siempre los habían subestimado. El último que lo había hecho con Jack, acabó besando la lona. Jack recibió una bala. Si la historia se repetía, le parecía un trato justo.
En esta ocasión, decidió no prestar atención al jurado. Se centró en la bancada del público. Sabía que el jurado iría predispuesto a comer todo lo que la fiscalía les sirviera. Sería mejor ir apreciando que mella hacían sus propias palabras. En aquel momento le interesaba más la gente. Incluso a esa distancia podía advertir el olor a tabaco en la ropa de Ben. También respiró aliviado cuando notó aquel aroma extraño, parecido al asfalto caliente, mojado por la lluvia tras un largo día de sol: Sasha Triger. Y, por último…
- A buenas horas…-susurró Ben.
- He tenido algún problemilla para entrar…
Matt se concentró. Peter olía a sudor… a química… a… ¿Tacos?
- Muy graciosa la camiseta, Pete… Tienes una manchita en la chaqueta, por cierto.
- La… ¿La camiseta? Ah sí… No es mía…- se rascó la nuca- He comido a toda prisa viniendo y se me ha manchado. He tenido que pedirla prestada a un amigo.
- Bueno… Yo me limito a agradecer que hayas llegado. Vete echando alguna foto.
Peter estaba allí y había podido entrar. El segundo gran golpe de suerte del día… Pero ¿Le habría dado tiempo a…? Entonces, una melodía llegó a los oídos del abogado. Muy tenue… Un silbido…
Sí… Le había dado tiempo. Buen trabajo, amenaza arácnida.
Pero había asuntos más importantes de los que ocuparse.
Habían entrado a Drago a la Sala, aunque su latido (acelerado, como no podía ser de otra forma) no provenía de la de acusados. En cuanto lo reunieron con él no tardó en preguntar qué estaba ocurriendo. El abogado no sabía bien por dónde empezar. Se limitó a colocar el brazo sobre el hombro de su amigo y cliente. Foggy le tendió la mano con profesionalidad y afecto, mientras seguía preparándolo todo. Cuando ya se hubieron sentado, mientras el acusado escrutaba la concurrida sala, Matt se acercó a su oído para susurrar.
- Han adelantado el juicio y han cambiado al juez, pero no tienes nada de qué preocuparte, estamos preparados para esto. Además, tenemos buenas noticias.
- ¿Ah sí?- se sorprendió Foggy.
- Quieren su terrorista mutante. Te quieren condenado. Tienen toda la fuerza del Estado para hacerlo… Y aún así han intentado maniobrar para que no podamos hacernos cargo de tu defensa ¿Sabes qué significa eso Drago? Que están mucho más acojonados que nosotros.
Vamos a hacer nuestro trabajo.
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Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 31st Mayo 2023, 19:07
- En Pie. El Estado de Nueva York contra el Dragoslav Katich, se abre la sesión en la sala de lo penal del Estado de Nueva York. Preside la Honorable juez Andrea Kent la potente voz del alguacil creo el silencio en la sala mientras todos se levantaban de sus asientos, pueden sentarse, volvió a decir en cuanto la juez hubo tomada asiento en su silla.
Andrea paseo su vista primero por el jurado, luego por la mesa del fiscal y por último, y sin ocultar su desprecio, por la mesa de la defensa, si por ella fuera podría encerrarse a aquel maldito mutante y tirar la llave sin perder el tiempo y el dinero del los contribuyentes en aquella pantomima, todo estadounidense tenía derecho a defenderse ante un tribunal, pero aquel tipo ni siquiera era americano, una lastima que en Nueva York ya no hubiese pena de muerte, eso libraría a la sociedad de aquellos parásitos.
- Buenos días, dijo la juez tras unos segundos, letrados, acérquense, por favor, una vez fiscal y defensa estuvieron frente al estrado la juez miró a Matt y continuó, la defensa quiere convertir este juicio en un circo, pero no se lo voy a permitir, en mi sala se cumplen las normas,en el informe he leído que durante la elección del jurado el señor Murdock recusó el limite legal y aún tenía quejas pero yo no voy a permitir ningún de retraso innecesario, nada de testigos sorpresa o pruebas de ultima hora que puedan haberse presentado antes, ante la duda simplemente las rechazaré ¿lo tienen claro letrados? nada de jueguecitos, y eso va para todos, una vez ambos regresaron a sus mesas la juez retomó la palabra dirigiéndose a toda la sala.
- Que se levante el acusado, señor Dragoslav Katich, se le acusa de los siguientes delitos; homicidio, tentativa de homicidio, daño a la propiedad pública, tenencia ilícita de armas y pertenencia a una organización delictiva ¿como se declara?, tras la respuesta de la defensa la juez le indicó al fiscal que podía proceder con su alegato inicial.
- Con la venia señoría, dijo el fiscal avanzando hacia el jurado, buenos días señores y señoras del jurado, mi nombre es Jonathan Kennedy y estamos hoy aquí para decidir el destino de un.. de un hombre, dijo tras una breve pausa perfectamente estudiada, por llamarlo de algún modo, pero a lo largo del juicio les demostraré que ese apelativo difícilmente puede aplicarsele, demostraré sin espacio para la duda que el acusado es un asesino violento que debe responder por el uso indiscriminado de sus letales poderes, por cuantiosos daños materiales, por numerosos heridos y por muchas muertes de inocentes.
- No solo eso señores y señoras del jurado, sino que además el acusado se niega a revelar la identidad de sus cómplices, permitiendo que estos sigan matando y sembrando el terror en nuestra Gran Nación, su organización criminal es responsable de numerosos ataques como el que sufrió ayer mismo la Comisaria 76, Kennedy hizo una pausa antes de mirar directamente a los ojos del jurado y continuar, en estos momentos de dolor e incertidumbre estamos volcados en la reconstrucción de nuestro país, pero seres como este siguen empeñados en destruirnos y deben ser castigados por sus crímenes como los monstruos que han demostrado ser, demostraré que el acusado no solo ha asesinado en el pasado sino que tanto él como sus cómplices están deseando volver a hacerlo.
- La defensa intentara embaucarles con su palabrería para sembrar la duda en algo que está muy claro, Dragoslav Katich es un asesino que no merece volver a ver la luz del sol, intentarán darles pena para que se apiaden del acusado, es la especialidad de Matt Murdock, dar pena para conseguir lo que quiere, quiere que ustedes muestren piedad ante el destino de un animal que no mostró ninguna clemencia ante sus victimas, alguien que incineró viva a una persona sin hacer caso de sus gritos de dolor ni de sus súplicas, un monstruo que redujo a alguien a cenizas.
El fiscal sabía que iba a ganar aquel caso, Matt Murdock, aquel puto lisiado, no era rival para él, Kennedy se había ganado su puesto con su esfuerzo y sus contactos, no dando pena a todo el mundo para que le permitieran estar en un sitio en el que no se merecía, con todo su orgullo miró de uno en uno al jurado mientras hablaba, para que todos sintieran que las palabras iban dirigidas a ellos, para que interiorizasen el mensaje, las pruebas vendrían después (y él tenía muchas más de las que necesitaba), ahora tenía que ganarse sus corazones antes de que ese abogaducho de tres al cuarto les contara su historia de chucho abandonado, de todas formas había tenido mucha suerte con el jurado, tanta que incluso la juez pensaba que todo era una táctica del inútil de Murdock.
El presidente del jurado, Charles Thompson, era un veterano militar conservador, un hombre de mediana edad y mandíbula cuadrada que sabia que los mutantes representan una amenaza para la seguridad nacional y deben ser controlados, condecorado por salvarle la vida a un mutante de su unidad, por lo que la defensa consideró que podría empatizar con Drago, cosa que él dudaba mucho.
Y el resto no eran mucho mejores que aquel hombre, se había leído bien a fondo todos los expedientes de aquellas personas, unos expedientes muy completos, para conocerlos bien y saber de que palancas tirar para influenciarlos:
Margaret Johnson: Una madre de mediana edad preocupada que teme por la seguridad de sus hijos debido a los poderes mutantes; Una mujer no demasiado agraciada, con el cabello rubio recogido en un moño, delgada y que viste de manera conservadora, con ropa formal y joyas discretas, una persona capaz de odiar a cualquiera que sea diferente y pueda suponer un riesgo para su familia.
Henry Patterson: Un líder religioso, un pacifista izquierdoso, alguien que normalmente defendería a bichos repugnantes como el acusado, pero que por desgracia para él considera a los mutantes como seres abominables que van en contra de los principios de su fe; un hombre ya mayor de aspecto dulce con veneno en su corazón, su cuidada barba blanca y su presencia tranquila refuerzan aún mas su aspecto bondadoso, si todo fallaba el dossier de este jurado era interesante, había mucho de donde tirar para presionarlo.
Diane Foster: Una joven que ha sido víctima de un robo hace un año y medio en el que su novio fue herido, con el pelo corto y castaño, y una mirada intensa y triste estaba seguro de que podría utilizar el resentimiento hacia sus atacantes contra Drago con facilidad ya que estos salieron libres, si esto no era suficiente siempre podría ofrecerse a revisar el caso personalmente y condenar a esa basura.
Jonathan Barnes: Un abogado que desea un buen puesto en la fiscalía del estado, un hombre de mediana edad, con gafas y un aspecto académico, pelo gris, expresión seria y que hará lo que le pidan.
Linda Rodríguez: Una ciudadana latina que ha sido influenciada por los medios de comunicación negativos y los estereotipos sobre los mutantes, y que cree que todos ellos son criminales y deben ser castigados, una mujer joven, de cabello oscuro y largo, con una expresión desconfiada; quizás el más dudoso de los jurados si Matt consigue darle pena con su papel de animal apaleado.
Thomas Mitchell: Un empresario que considera a los mutantes como una amenaza para la economía y la estabilidad financiera, y que prefiere verlos encerrados o controlados, con sus cincuenta años y el cabello recortado irradia un aire de seguridad y autoridad; lo que le será útil para influir en los demás
Sarah Miller: Una persona con miedo e inseguridad en su vida, que en cuanto vea a los mutantes como una fuente de peligro y desorden social, estará dispuesta a condenarlos sin importar las circunstancias, de apariencia nerviosa y ojos inquietos no será difícil intimidarla.
Robert Harris: En secreto es miembro de una organización anti-mutante que ha estado involucrado en protestas y manifestaciones en contra de los derechos mutantes, y que está decidido a verlos condenados; joven y de sangre caliente, con una complexión atlética y un aspecto intimidante condenaría a Drago aunque supiera que es inocente.
Karen Johnson: Una madre que ha perdido a un hijo mutante, desaparecido hace un par de años, pero según los informes psicológicos su pena solo enmascara el desprecio que siente ante todos los mutantes, de mediana edad, con el pelo castaño y una expresión de tristeza y resentimiento es el jurado ideal para este caso.
Michael Turner: Un agente de policía que ha tenido experiencias negativas con mutantes en el pasado, no cree que todos los mutantes sean criminales, pero si que deben ser vigilados pues sus poderes los hacen peligrosos para la sociedad, seguramente sea fácil de controlar.
Steven Jenkins: Un ciudadano conservador que está influenciado por discursos políticos anti-mutantes y considera que la existencia de los mutantes amenaza los valores y la seguridad de Estados Unidos; con sus cuarenta años y una expresión de desaprobación en su rostro es un gran cierre para este grupo de jurados casi perfectos.
Kennedy volvió a su asiento con una sonrisa en los labios tras acaba su alegato, Murdock ya había perdido y sería divertido verlo debatirse en el juicio como un pez fuera del agua.
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Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 1st Junio 2023, 00:55
- Creo que a Su Señoría le hago tilín...-susurró Foggy al oído de su compañero cuando la Juez Kent dedicó su mirada de asco al banco de la defensa. Matt se limitó a sonréir. Por el tono de su compañero era evidente lo que acababa de ocurrir, aunque no pudiese verlo.
-...letrados, acérquense, por favor. La defensa quiere convertir este juicio en un circo, pero no se lo voy a permitir, en mi sala se cumplen las normas. En el informe he leído que durante la elección del jurado el señor Murdock recusó el limite legal y aún tenía quejas pero yo no voy a permitir ningún de retraso innecesario, nada de testigos sorpresa o pruebas de ultima hora que puedan haberse presentado antes, ante la duda simplemente las rechazaré ¿lo tienen claro letrados? nada de jueguecitos, y eso va para todos
- Conforme, Señoría- se limitó a asentir Matt- La Defensa se ha limitado, hasta ahora, a hacer uso de su derecho. Le aseguro que nadie desea más que esta parte que el proceso se desarrolle conforme a lo dispuesto en la Ley, con todas las garantías procesales y sin ningún tipo de abuso.- dedicó una sonrisa al lugar donde intuía se encontraba la juez y volvió en silencio a su lugar junto a Foggy.
El abogado prestó la atención justa a la lectura de cargos y sólo se apartó de sus pensamientos durante la respuesta de Drago. No tenía motivos para preocuparse, en esta ocasión, por las palabras de su cliente. A diferencia de lo ocurrido en la vista preliminar, el riesgo de un repentino arrebato de nobleza por parte de Drago era mínimo. Había decidido ya hace tiempo luchar con uñas y dientes para probar su inocencia y la estrategia que habían elaborado juntos era sólida.
Más atención prestó al discurso de la fiscalía. No porque le interesasen genuinamente las palabras de su oponente. La orientación del alegato fué más o menos por donde Matt esperaba. Kennedy se despachó a gusto con Drago con una pasión mucho más allá del entusiasmo profesional. Apuntó mentalmente un par de afirmaciones a las que esperaba hacer referencia en su turno. Estaba más preocupado en atender a las reacciones del jurado. Su señoría había dicho verdad en una cosa; el proceso de selección de jurados había sido largo y extenuante.
No tenía pruebas de que los candidatos hubiesens ido seleccionados a dedo pero se hacía evidente por la naturaleza de los mismos. Las respuestas a los cuestionarios, práctica común en juicios de alto impacto mediático, demasiado bien calculadas. El juez anterior rechazó la propuesta de peritaje experto para analizar el lenguaje corporal de los propuestos aunque, en su caso, se debía más a un exceso de celo en la defensa de la intimidad de los jurados y en la honestidad del ciudadano. También se desestimaron las protestas relativas al pasado de algunos integrantes relacionado con la cuestión meta-humana. A juicio de su Señoría, en aquellos tiempos era imposible encontrar a alguien que no hubiera tenido algún contacto, positivo o negativo, con mutantes. Así que se habían quedado con lo menos malo. Matt los había estudiado bien. Buscando en quién presionar. En quién plantar la semilla de la duda. La mayoría eran casos perdidos. Tenía que centrar su atención en los demás.
Cuando Kennedy concluyó su intervención y volvió a su lugar, el abogado ciego casi pudo percibir de un modo físico su aura de arrogancia y suficiencia.
-La Defensa puede comenzar con su alegato inicial- escupió la jueza.
Tras unas breves palabras de aliento por parte de Foggy, Matt se levantó, con su bastón desplegado en la mano izquierda, aunque usando como apoyo el hombro de Drago. Tratando de confortar también a su amigo y cliente en quien, sin duda, habían hecho más mella las palabras de Kennedy. No sólo tenía que convencer al jurado de que el hombre a quien se juzgaba no era un monstruo. También tenía que hacerlo con el propio acusado.
- Con la venia, Señoría…
No hizo uso del bastón para llegar a la bancada del Jurado. A fin de cuentas, había estado en esa sala decenas de veces, a nadie le extrañaría que se desenvolviera con soltura por ella. Se limitó a apoyarse en él y, tras unos segundos, mientras calibraba el ambiente de la sala, comenzó a hablar.
- Damas y caballeros del jurado:
No envidio la posición en la que les ha colocado el Estado. Nunca es fácil cargar con el peso de la libertad de un hombre. Saber que ésta depende del juicio propio. Sí, me han escuchado bien, de un hombre. Eso es Dragoslav Katich, pese a los esfuerzos que el Ministerio Fiscal ha hecho por deshumanizarlo a sus ojos. Un ser humano, como todos ustedes. Un ciudadano, con sus mismos derechos y obligaciones. Es su derecho un juicio justo. Es su obligación dárselo.
Y es en esa obligación en la que quiero centrarme, pues no me imagino lo que sería estar en su piel. Saber que un error, una asunción previa, una mala interpretación… pueden robar a un semejante lo único realmente importante que tenemos en nuestra vida: el tiempo. Tiempo en el que desarrollar nuestra personalidad, trabajar, enriquecer nuestro cuerpo, mente y espíritu- Matt pensó en Elissa Stavridis, en cómo se había volcado por ayudar a Drago. En Sasha Triger, dando la cara en aquella sala, pese al peligro que pendía sobre ella. En Elektra, dispuesta a revivir el infierno por apoyar aquella causa justa- Tiempo que dedicar a uno mismo y a los seres amados.
Se detuvo unos segundos. Tragó saliva. Intentó no centrarse en los latidos de los miembros del jurado. Su discurso tenía que mantenerse invariado. No había otra estrategia que hablar con la verdad. Demostrarle que, en aquella ocasión, ellos habían sido los ciegos. Y que había poderes con mucho interés en mantenerlos de ese modo.
- El tiempo, es una cuestión fundamental en este caso. Y más concretamente, "nuestro tiempo". Pues vivimos en uno de evidente crispación. La cuestión meta-humana es hoy más vigente que nunca. Colma los medios, las conversaciones privadas… hasta nuestros propios pensamientos. Son, repito, tiempos de incertidumbre e, inevitablemente, la incertidumbre conduce al miedo. Nos ha tocado enfrentar un mundo que, hace años, no podíamos más que imaginar. Que sólo podría haber surgido del sueño febril del más imaginativo autor de ciencia-ficción; en el que hay hombres que levantan coches sobre sus cabezas, que escupen fuego por sus bocas, que son capaces, incluso, de introducirse en nuestras mentes… Pero, para esto último, no hace falta gozar de capacidades especiales.
El Estado, como es propio, les ha aislado. No tendrán noticia del exterior hasta que termine este proceso. Pero, no nos engañemos, nuestra preocupación, nuestra incertidumbre… Nuestro miedo… viene de antiguo. Éramos ya viejos conocidos antes de que se abriera el proceso contra Dragoslav Katich.
Es una labor, jamás me cansaré de decirlo, difícil. Pues tendrán que decidir sobre cuestiones que ni siquiera estarán seguros de comprender. La Defensa, pretende echarles una mano. Les suplico que dejen de lado todo lo que crean opinar sobre la cuestión meta-humana. Céntrense en lo único importante. En que hoy tienen, en sus manos, la libertad de un hombre. Uno que, al igual que ustedes no pidieron ser rubios, morenos, altos o bajos, tampoco pidió nacer con los dones que posee. Y, con ello, no es mi intención dibujar la condición meta-humana como algo negativo. Como una condena de nacimiento, o una maldición. Los poderes del acusado, al igual que cualquier capacidad humana, no son buenos ni malos per se. Es el uso que se da a esas capacidades lo que nos define. Citando a un buen amigo: “Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad”. Y Dragoslav Katich, aunque no pidió el suyo, decidió ponerlo al servicio de los demás. Decidió usar su poder con responsabilidad.
Pero ¿Qué sabemos nosotros de eso? ¿Qué sabemos de poder? Se lo aseguro, no es necesario nacer con la capacidad de desafiar la gravedad para ostentarlo. Ustedes doce. Hoy. En esta sala. Están dotados de poder. Un poder nacido de la voluntad popular. Del consenso. De la Democracia. Úsenlo con responsabilidad.
De nuevo, sé que es difícil. Pero la Defensa, reitero, les facilitará el trabajo. Convertiremos lo abstracto en aprehensible. Lo incomprensible en mundano.
Una nueva pausa. En esta ocasión decidió recorrer, a distancia prudencial, la bancada del Jurado. Pasando por cada uno de los rostros con su mirada muerta bajo cristal rojo.
- Imaginen que han salido por la noche. Con sus amigos, o con sus compañeros de trabajo. Han ido a un bar, tal vez a celebrar un cumpleaños o a poner la guinda final en una cena de empresa. Es una velada divertida. Hay música, buena conversación, camaradería. Y, como es propio en estos eventos, beben. Toman una, dos o, tal vez, cuatro copas de más. Todos sabemos, que de haber hecho eso, no estarían en condiciones para volver conduciendo a casa. No sólo sabemos eso. Sabemos que no DEBEN hacerlo. Serían un peligro para ustedes mismos y para otros. Por eso la Ley lo prohíbe. Pero nadie se lo impide. Se van dando tumbos. Meten la llave en el contacto con dificultad. El motor se enciende. Y… no recuerdan nada más.
Al día siguiente, se despiertan en el hospital. Su mente sólo les devuelve imágenes confusas, fragmentos… Pero pronto se hace evidente que algo no va bien, pues unos hombres de azul entran en su habitación y les comunican que han atropellado a un peatón. Serían, desde luego, responsables ¿No es así? Es cierto que no salieron de casa con la intención de matar a nadie, pero… SÍ decidieron tomar esas copas. SÍ cogieron el volante bajo los efectos del alcohol. Por tanto, habría un juicio y, en él, otros doce ciudadanos, en idéntica posición a la que ustedes ocupan ahora mismo, decidirían sobre su responsabilidad.
Bien. Pues ahora imaginen que, en ese mismo evento, ustedes han decidido no beber. O, al menos, se han limitado a tomar una cerveza. El resto de la noche, lo pasan a refrescos o a agua. Saben que tienen que conducir, o tienen obligaciones que atender a la mañana siguiente. Son responsables. Pero alguien… sin que ustedes se den cuenta… desliza algo en su copa. Y créanme; llevo suficiente tiempo en esta profesión como para saber que no se requiere mucho tiempo para eso. Se han entretenido sólo un segundo. Han mirado a un conocido, han atendido un mensaje, han sacado una fotografía… Beben, ignorantes del peligro. Y, al día siguiente, se despiertan. Igual que el accidentado borracho. Sin recordar nada. En un lugar extraño. Puede que desnudos o en compañía de alguien que no conocen. Es posible que tengan algún recuerdo, también borroso, también incompleto. Que sepan haber hecho algo pero… no parecían ustedes. No se sienten como si estuvieran al mando de su propio cuerpo. Y ya no sólo les asalta el miedo, en esa situación injusta, motivado por lo que puedan haberles hecho. También por lo que pueden haber hecho ustedes. Es una sensación horrible.
Esa sensación, amigos del Jurado. Ese miedo, esa incertidumbre, esa ansiedad… es a la que Cédric Valjean sometió a mi cliente, el Sr. Dragoslav Katich. No se juzga hoy a la víctima. Su juicio, si mis creencias son ciertas, se celebrará ante un Tribunal más alto que éste. Pero es necesario que lo conozcamos. Que sepamos quién era. Lo que era capaz de hacer.
La defensa probará, más allá de toda duda razonable, que durante el ataque al “Instituto Xavier para Jóvenes Talentos”, Dragoslav Katich se encontraba bajo el control mental de Cédric Valjean. Uno que había iniciado tiempo antes. Uno que lo exime de todo acto que cometiera bajo su influjo. También probará que dicho dominio pervivía cuando a Cédric Valjean le sobrevino la muerte.
Dragoslav Katich no es responsable de ninguno de los actos que ejecutase durante el tiempo que fue víctima de Cédric Valjean. Y, desde luego, no es responsable de su muerte. Salvo, claro está, que el Sr. Valjean decidiera quitarse su propia vida empleando al acusado como instrumento de la misma. Algo que, cuando lo conozcan tan bien como yo, cuando muestre en esta sala su verdadero rostro... les parecerá altamente improbable.
Y, en cuanto a la supuesta implicación de mi cliente en una asociación criminal… Estoy impaciente por conocer las pruebas de la acusación. Ya les adelanto que serán tan endebles como el resto de su caso.
Meta-humanos. Poderes mentales. Sugestión hipnótica. Olviden todos esos conceptos. Céntrense en la base. Son sólo herramientas. Medios para el mismo mal que desearía quien vertiese droga en su copa. Que desease anular su voluntad. Robarles su voluntad.
No hay debate político. No hay cuestión de Seguridad Nacional. Hay un hombre inocente que merece que le hagan justicia. Olviden todo lo que crean saber. Sus prejuicios y su incertidumbre.
Demuestren hoy, en esta sala, ser mujeres y hombres sin miedo.
Matt se giró, caminó a su lugar guiado por los latidos de Drago. Eso era lo único que importaba, la única hoja de ruta, la única opinión que le importaba.
- La Defensa ha concluido.
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Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 2nd Junio 2023, 00:59
Cualquier duda que le pudiera quedar sobre el adelantamiento del juicio se disipó en cuanto Matt le confesó que habían cambiado al juez. Si no era por enfermedad o motivos personales sólo había una razón en el mundo por la que podría suceder algo así, y las siguientes palabras del abogado no hicieron sino confirmar sus sospechas:
- Quieren su terrorista mutante. Te quieren condenado.
Drago inhaló profundamente asimilando lo que ello implicaba, tanto para él como para la causa mutante. Su mirada se desvió inconscientemente hacia Elissa y Sasha. Ojalá pudiera ser tan optimista como su amigo, pero nunca lo había sido. Hasta ahora, el mundo no le había demostrado que estuviera equivocado y dudaba mucho que fuera a cambiar próximamente.
Con cierta sensación de pánico se preguntó qué haría cuando lo condenaran. ¿Estaba dispuesto a pasar las siguientes décadas en la cárcel? ¿Sacrificar la posibilidad de una vida justo cuando apenas había empezado a vislumbrarla?
El alguacil anunció la apertura de la sesión y todos se levantaron mientras la jueza tomaba asiento. Drago estudió atentamente a quien no podía ser más que una enemiga colocada allí con una clara finalidad, tratando de discernir cuanto pudiera serle de utilidad, pero, más allá del profundo y evidente disgusto que le inspiraba su persona, no pudo extraer nada más.
Su mirada se desvió entonces hacia Matt en el momento del ultimátum de la mujer, tratando de averiguar ahora, por la reacción del abogado, cuán negativamente podían afectarles aquellas restricciones, pero Matt no pareció especialmente nervioso, lo cual suponía que debía ser bueno...
La cabeza le daba vueltas cuando escuchó la retahíla de acusaciones. ¿Tenencia ilícita de armas? ¿Pertenencia a organización delictiva? ¿Era así como denominaban al hecho de ser un mutante? ¿Por el mero hecho de serlo ya se le consideraba directamente un criminal? Algo se encendió dentro de él, una profunda y justa indignación. Cuando enfrentó la mirada de la jueza, la suya estaba repleta de determinación.
- Me declaro inocente de todos ellos, señoría.
A continuación, tuvo que soportar cómo el fiscal vertía todo su odio, su racismo y sus prejuicios como una marea ponzoñosa destinada a envenenar los corazones y las mentes del jurado. Estaba ardiendo por dentro, y, sin querer, recordó la conversación que había mantenido con Magneto en la Iglesia. Aquella basura se parecía demasiado al discurso que habían tenido los monstruos que habían arrasado Srebrenica. Ellos tampoco les habían considerado seres humanos por el simple hecho de profesar una religión diferente a la suya.
Para tranquilizarse trató de enfocarse en las cuentas del Tasbih que llevaba enrollado en torno a la muñeca, desgranándolas con los dedos de la otra mano mientras repetía mentalmente los 99 nombres de Alá.
Jamás había matado a un inocente. Nunca. Ni siquiera Cedric con sus poderes mentales había conseguido hacerle traicionar ese último pedazo de su alma. Aunque había estado a punto...
Monstruo. ¿Durante cuánto tiempo había estado él mismo convencido de eso? ¿Cuánto le había costado a Xavier convencerle de lo contrario?
"He escuchado la música que suena en tu cabeza. Nadie que sea capaz de componer algo capaz de suscitar tales emociones puede ser un monstruo". Aquello había dicho el hombre a quien había estado a punto de matar. El hombre que ahora yacía en coma por su culpa.
Si el ónix no fuese un mineral extremadamente duro, posiblemente habría podido hacer estallar las cuentas.
Permaneció con la mirada fija en el suelo en todo momento, incluso cuando la jueza llamó a declarar a la defensa, y no fue consciente de lo mucho que necesitaba un contacto amigo hasta que notó la mano de Matt en su hombro. Ligeramente sorprendido alzó la vista hacia él y apoyó su mano sobre la del jurista ayudándole a incorporarse.
Sólo por eso, y a pesar de estar prácticamente convencido de la inutilidad de todo aquello, escuchó lo que su amigo tenía que decir. Escuchó cómo reafirmaba su dignidad como persona sintiéndose absurdamente agradecido. No debería de ser así. No debería de sentirse agradecido porque alguien constatara lo que debería de haber sido obvio para cualquiera. Sería como agradecer a un pintor que tiñera el cielo de azul en su cuadro.
Hacía mucho tiempo que no se sentía tan deshumanizado, desde la época más oscura de su niñez. Cómo de mal debía ir el mundo para que fuera necesario recordarle a aquellas personas que tenía los mismos derechos que todos ellos...
Sintió una punzada de culpabilidad al escuchar cómo su amigo defendía el uso que había decidido darle a sus poderes. No siempre había sido así... Y la voluntad de cambiar, de mejorar, no había nacido de él, sino del único hombre que había creído en él y le había ayudado...
Cerró los ojos cuando el abogado mencionó la hipotética situación de despertarse y encontrarse de repente en la cama con otra persona, habiéndote arrebatado la posibilidad de decidir por ti mismo si era lo que deseabas o no. Aquello tenía un nombre. Un nombre que no deseaba articular ni tan siquiera en su mente. Sabía cuál era la comparación que quería hacer Matt, y era una metáfora perfecta de lo que había sucedido entre Cédric y él. Salvo porque la metáfora tenía más de realidad de lo que posiblemente Matt podía llegar a imaginar.
Empezó a temblar y se aferró al Tasbih como si de aquellas pequeñas cuentas dependiera su vida.
Al-Qai-iûm, al-Wâyid, al-Mâyid, al-Ajad, as-Samad, al Qâdir, al-Muqtadir, al-Muqaddim, al-Mu’ajjir...
El abogado regresó a su asiento y Drago, sin levantar la mirada del suelo, susurró un "gracias" que sonó débil pero genuino.
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Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 8th Junio 2023, 23:29
Cuando Drago entró en la sala sintió que se le encogía el corazón. Le sonrió con tristeza intentando inspirar la confianza que tenía en él. Asintió levemente con la cabeza. No permitiría que su amigo pagase por su crimen de ninguna de las maneras, así como tampoco permitiría que pagase por los crímenes que un psicópata psíquico le hizo cometer. Cuando se rompió el contacto visual la sonrisa desapareció y sólamente quedó un reflejo de la preocupación que sentía por él. Su aspecto era terriblemente preocupante.
Recordó su conversación en París. Cómo él la había sacado del pozo cuando era un cuerpo demacrado e inerte. El eco de los gritos de su amigo resonó en su recuerdo. “-¡Reacciona! ¡Eres más fuerte que ésto, maldita sea! Eres... eres... demasiado fuerte como para... hundirte así…-”
Necesitaba devolverle esa energía. Quería tranquilizarle, decirle que había un lugar para él, que todo saldría bien. Tenía la suficiente consciencia como para no montar una escena en el juicio, pero también sabía que la paciencia nunca había sido su virtud. Una de las piernas empezó a moverse nerviosa de arriba a abajo tamborileado desde su talón.
La cabeza de Sasha viajó por mil sitios y situaciones posibles diferentes. Repasó la conversación con Sieglinde, los planes, los últimos encuentros con su amigo, la cara de Cédric derritiéndose….
Todo aquello se cortó con la voz del alguacil dando comienzo al juicio y a la entrada de la juez. Con apenas siete palabras ya se había convertido en la persona a la que la mutante más odiaba de la sala. ¿Cómo coño podía posicionarse de esa forma antes siquiera de empezar la primera sesión del juicio? La mestiza llevó los dedos a sus gafas de sol, subiéndolas para asegurar que tapaban también sus cejas. No podía permitir que su cara le traicionase en un momento tan importante.
Y menos mal. Porque durante toda la intervención de la acusación los iris verdes de la mutante podrían haber matado al letrado en el acto. Nunca había tenido tantas ganas de que a alguien le diese un infarto.
Por fin le tocaba hablar a Matt. Con expectativa y la boca entreabierta se estiró un poco en el sitio para prestar toda la atención posible. Le seguía con la mirada, nerviosa por lo difícil que se lo habían puesto, pero entonces el abogado hizo su magia. Por un momento a Sasha se le olvidó que el cabrón era ciego. Llenó la sala con su presencia y consiguió todas las atenciones sobre él. No sabía si conseguiría convencerles porque el odio siempre hacía trampas con sus cartas, pero desde luego consiguió hacerse escuchar. Y es que tenía toda la razón. Una de las cosas por las que Sasha siempre se había sentido en desconfianza de los psíquicos era precisamente que esa sumisión de la que hablaba el abogado era instantánea e indemostrable. Con las drogas quedaba un rastro en sangre y pelo, con control físico quedaban heridas… Con la acción de los poderes mentales no había rastro demostrable. Y como una persona sin recuerdos, eso es lo que en el fondo le aterrorizaba. Por eso en parte se sintió un poco acusada cuando Matt habló del miedo. Y es que tenía razón… ese miedo no la hacía diferente de los que querían que el racismo saliese victorioso como veredicto.
Una punzada de vergüenza apuñaló el corazón de Sasha. Buscó a su amigo de nuevo. Lo que podía ver desde su sitio era que no levantaba la vista del suelo desde hacía un buen rato, que la línea de sus hombros estaba muy baja y no era nada estable…
Ella apretó los dientes. No sólo no se merecía la sentencia, directamente no se merecía pasar por todo aquello. Era de las personas más buenas que había conocido, siempre se hacía responsable de sus males,incluso de los que no le correspondían. Sólo los dioses saben los castigos que estaría atravesando su mente.
Todo aquello era terriblemente injusto.
La punta de los dedos de Sasha empezó a escarcharse, dentro de sus bolsillos.
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Mientras tanto, en el mundo exterior:
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Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 29th Septiembre 2024, 20:58
La sala de juicios estaba repleta aquel día. El caso de Dragoslav Katich había atraído la atención de los medios, los políticos y las facciones antimutantes de todo el país. Las calles de Manhattan se llenaban de manifestantes, mientras que el interior de la sala mantenía una aparente calma. Tras los alegatos iniciales el fiscal presentó su lista de testigos tanto a la juez como a la defensa. Una lista más corta de lo esperado. Policías que habían intervenido en la Mansión. El jefe de bomberos. Varios técnicos forenses de diversas especialidades. Al final de aquella escueta lista había un nombre más, uno que aparecía tachado. La fiscalía, al parecer, había informado a la juez del nombre de este testigo y esta había aceptado mantener su anonimato hasta el momento en que se sentara en el estrado.
El ambiente en la sala era tenso bajo aquella aparente calma. La juez Andrea Kent, una mujer de expresión severa y con un historial abiertamente ultraconservador, ocupaba el estrado. Conocida por sus posturas rígidas e incluso crueles, se la consideraba una figura controvertida en muchos casos. Aunque el sistema judicial mantenía la apariencia de neutralidad, había quienes temían que su ideología influyera en el proceso. Otros en cambio, sabían que la habían elegido precisamente por eso para presidir aquel juicio.
Frente a ella, el fiscal Douglas Kennedy ajustaba el nudo de su corbata, con una confianza calculada. Kennedy sabía que las pruebas en contra de Katich eran contundentes, o al menos lo parecían. Un veredicto de culpabilidad le aseguraría no solo un ascenso sino también reconocimiento entre las élites políticas del país. Para él, este juicio era un trampolín hacia el poder. Con una acusación tan mediática, se había preparado para manejar cada aspecto de la narrativa, incluso si ello significaba ignorar detalles que sugerían la inocencia del acusado. Quizás Katich fuera inocente de aquellos cargos, pero Kennedy sabía que el mutante era un asesino despiadado, no era como mandar a un inocente a prisión.
Kennedy había presentado su caso con firmeza. Según la fiscalía, Katich había sido encontrado en la escena del crimen: la Mansión X, un centro de refugiados mutantes que se había incendiado misteriosamente. Un agente gubernamental había perecido en el fuego, y el autodenominado Eclipse era el único que se encontró en los escombros, el único que pudo haberlo hecho. Los testigos, las pruebas forenses y la narrativa presentada pintaban una imagen clara de un hombre peligroso, alguien que debía ser responsabilizado. Alguien que debía ser apartado de la sociedad para siempre.
Sin embargo, Murdock alegaba que su cliente era inocente y que todo había sido producto del propio fallecido. En su alegato inicial, subrayó que las pruebas en contra de Katich eran circunstanciales y que no existía un motivo claro que lo conectara con el incendio, culpabilizando a la victima del asesinato. Además, afirmó que el acusado no era dueño de sus acciones cuando sucedieron los hechos... por desgracia para la defensa demostrar ese punto sería harto difícil.
El primer testigo de la fiscalía fue el sargento Michael Reese, el oficial que había llegado primero a la escena la noche del incendio. El cuadro que dibujó era el de un hombre aparentemente inhumano, sin mostrar signos de remordimiento, atormentado por la culpa. Lo que fue corroborado por los siguientes, el Jefe de Bomberos Henry Collins y varios técnicos forenses. Los expertos hablaron de la causa de las muerte de las víctima, del extraño origen del incendio, de las pruebas halladas y un largo etcétera. Sin embargo, Kennedy se aseguró de que sus testimonios reforzaran la narrativa de que el fuego fue iniciado de manera deliberada y señalando la culpabilidad de Dragoslav. Matt hizo un gran trabajo en la defensa, consiguió que los testimonios no tuvieran tanto peso como habría esperado el fiscal. Pero estaba claro que, por ahora, era una lucha injusta.
A medida que el día avanzaba, el fiscal sentía que el caso estaba firmemente bajo su control. Dragoslav Katich permanecía en silencio, observando cómo su destino parecía sellado por las palabras de aquellos que lo habían visto en la escena, pero no sabían nada de su vida o de lo que realmente había sucedido aquella noche. Las protestas de Matt podían lograr que ciertas palabras o pruebas se retiraran del registro, pero no podrían lograr borrarlas de la mente del jurado que, además, ya estaba predispuesto en su contra desde antes del comienzo del juicio
Finalmente, con la jornada llegando a su fin, la juez Kent anunció que el juicio se reanudaría al día siguiente. Mientras Katich era escoltado fuera de la sala, las sombras de su destino se alargaban, y el juicio que podría definir no solo su vida, sino el futuro de los derechos mutantes, seguía su curso en la impasible maquinaria de la justicia. O en este caso de la injusticia. Quizás el próximo día sería diferente, pero el hecho de comenzar con el testimonio de ese testigo secreto no auguraba nada bueno para Dragoslav
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[24-06-2019]
El cielo de Nueva York se había teñido de un gris oscuro que pesaba sobre la ciudad como una manta de plomo. Las nubes amenazaban con descargar una tormenta, y el aire, húmedo y denso, parecía succionar la energía de quienes caminaban por las aceras. Afuera del tribunal, los manifestantes se habían multiplicado. Las calles estaban bloqueadas por filas de patrullas policiales, y la presencia de helicópteros sobrevolando la zona añadía una sensación de asedio. La presencia de los Thunderbolts y de GECMA no hacía sino reforzar esta imagen. Los cánticos de protesta se mezclaban con el sonido lejano del tráfico, mientras los reporteros intentaban captar alguna novedad entre el tumulto.
Dentro del tribunal, el ambiente era aún más oscuro y sofocante. La tensión parecía casi palpable. La sala estaba abarrotada; periodistas, abogados, funcionarios y espectadores llenaban cada espacio disponible, de hecho, muchos se habían quedado sin posibilidad de asistir al juicio. El juicio de Dragoslav Katich, alias "Eclipse", había adquirido una resonancia casi mítica. No se trataba solo de un mutante acusado de asesinato; era una batalla por el alma de la sociedad moderna. La idea de justicia y los prejuicios hacia los mutantes se enfrentaban en cada palabra pronunciada dentro de esas paredes.
La juez Andrea Kent, sentada en su estrado, observaba con fría autoridad, ya había amenazo con desalojar la sala ante la más mínima interrupción por parte del público. Vestida con su toga negra, su mirada impasible se paseaba por la sala, incapaz de ocultar la ligera impaciencia que la carcomía. Para ella, este caso no solo era un juicio, sino una oportunidad para reafirmar el orden que consideraba natural. Los mutantes, en su opinión, representaban un peligro incontrolable, y Dragoslav Katich, con su aura de misterio y peligro, era el símbolo perfecto de ese caos. Su condena estaba asegurada y eso le demostraría a la sociedad que no hay paz para los malvados.
El murmullo en la sala se detuvo abruptamente cuando las grandes puertas de madera se abrieron. Los guardias escoltaban al acusado, quien entró lentamente, arrastrando los pies bajo el peso de las cadenas que lo sujetaban y el masivo collar que bloqueaba su poder. El aspecto de Katich había cambiado drásticamente desde el día anterior. La noche en la celda había dejado marcas visibles en su rostro y cuerpo: moretones oscuros le cruzaban la mandíbula y el pómulo derecho; su labio inferior estaba partido, y un hilo de sangre seca se asomaba en la comisura. Caminaba cojeando ligeramente, como si hubiera recibido una paliza. Las murmuraciones en la sala comenzaron a crecer de nuevo al verlo. Algunos parecían conmovidos por su aspecto maltrecho, mientras que otros, especialmente los detractores de los mutantes, lo observaban con una mezcla de temor y desdén.
Katich no mostró señales de dolor o vulnerabilidad mientras tomaba asiento junto a su abogado, Matt Murdock, quien lo miraba con preocupación evidente. Murdock ya había presentado quejas sobre el trato que estaba recibiendo su cliente, pero la juez Kent las había desestimado rápidamente, asegurando que todo estaba "bajo control". Ahora, las marcas en el cuerpo de Katich eran una prueba muda de lo que había sucedido entre las sombras. Aunque la versión oficial era otra, el acusado había intentado escapar montando un motín en la cárcel.
El ruido en la sala fue interrumpido por un movimiento en la entrada lateral. Los murmullos dieron paso a un silencio expectante cuando el fiscal Douglas Kennedy, con su habitual semblante sereno, anunció al próximo testigo con una sonrisa apenas disimulada.
- Con la venia Señoría. Llamo al estrado al presidente Alexander Luthor.
El impacto del nombre resonó en la sala como una descarga eléctrica. Incluso la juez Kent, siempre compuesta, levantó una ceja. Alexander Luthor, presidente de los Estados Unidos, se había convertido en una figura central en la política global tras la invasión demoníaca que había dividido al país y al mundo. Su presencia en este juicio no era solo inesperada, era un evento de proporciones históricas. La mayoría de la población lo consideraba un visionario y protector de la humanidad, mientras unos pocos lo veían como un tirano disfrazado de salvador. Su política hacia los mutantes era un tema de constante debate: apoyaba la idea de controlarlos, pero lo vendía como algo que no solo era por la seguridad del resto de la humanidad, sino de los propios mutantes. Algo que demasiada gente le había comprado ya.
La puerta trasera de la sala se abrió, y la figura del presidente Luthor apareció con una confianza casi palpable. Alto, de porte erguido y vestido con un impecable traje blanco, Luthor avanzó con la seguridad de un hombre acostumbrado a que el mundo girara a su alrededor. Su calva relucía bajo la luz artificial, y su mirada, calculada y fría, recorrió la sala antes de detenerse en el acusado. Durante un breve instante, los ojos de Katich y Luthor se encontraron, como si ambos fueran conscientes de estar en el centro de un juego mucho más grande que ellos mismos.
El presidente tomó asiento en el estrado, acomodándose con la tranquilidad de quien ha estado bajo los focos toda su vida. Luthor inclinó ligeramente la cabeza hacia la juez Kent en un gesto de cortesía antes de que esta asintiera para iniciar el procedimiento. Puso su mano sobre la biblia y se inició el procedimiento tal y como se había hecho anteriormente.
- Señor presidente, dijo Kent con tono solemne, es un honor tenerlo aquí. Le recuerdo que está bajo juramento, tenga en cuenta que usted es el presidente de los Estados Unidos de América, pero que, en este tribunal, yo ostento la máxima autoridad.
- Entendido, su Señoría —respondió Luthor con voz calmada y una cortes sonrisa.
Douglas Kennedy no perdió tiempo. Caminó hacia el estrado con la seguridad de alguien que sabía que tenía la clave para ganar este juicio. Este testimonio, de alto perfil, era el golpe final que sellaría el destino de Dragoslav. Sabía que la mera presencia de Luthor ya había inclinado la balanza en su favor y, al contrario que el resto de los presentes, sabía lo demoledora que iba a ser su declaración.
- Señor presidente, comenzó Kennedy, haciendo una pausa para asegurarse de que cada persona en la sala estuviera atenta, ante todo gracias por su tiempo hoy. Sabemos que es usted la persona más ocupada del planeta, dijo en un tono que arrancó una sonrisa a la mayoría de personas allí reunidas, había ensayado aquel interrogatorio cientos de veces. - ¿Puede decirme de que conoce usted al acusado?
El presidente miró al acusado con tranquilidad y luego a los miembros del jurado, respondiendo al fiscal mientras se centraba en ellos. Luthor sabía calar profundo en la gente, su capacidad de manipulación era casi tan grande como su fortuna y sabía el efecto que causaría. Cada uno de los miembros del jurado sentiría que estaba hablando con él, que Lex era un hombre como podían ser ellos y que estaba de su lado.
- Si, por supuesto. Conocí al acusado el 29 de enero de este mismo año. Justo el día que juré mi cargo. El acusado usó sus poderes para asaltarme en el baño, donde no me habían seguido mis guardaespaldas, y amenazarme.
- ¿Sintió usted miedo por su vida señor Luthor?
- No, aseguró tajante, no lo hice, pero no porque la situación no fuera aterradora. Un mutante apareció tras de mi en un lugar claramente elegido para que me sintiera vulnerable. Pero no estaba indefenso, nunca voy desarmado..., dijo tocando el lugar donde normalmente llevaba su .45, bueno, hoy si, ni siquiera el presidente puede entrar armado a testificar, dijo haciendo una pequeña broma que le hizo ganarse a mucha más gente.
- Además a pesar de sus amenazas el acusado no hubiera podido atacarme y salir vivo del lugar, un solo grito y se le hubieran echado encima. En realidad le tomé por loco y él mismo no lo negó, al contrario, tras hablar del peligro que corría decidió desaparecer como había aparecido. Por supuesto di la orden de que se le vigilara, aunque debo añadir que no había considerado que realmente fuera peligroso y quiero aprovechar este momento para pedir disculpas por mi error si usted me lo permite Señoría.
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Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 6th Octubre 2024, 00:20
El día terminó con una sensación turbia cuando la sala finalmente se desalojó. Matt había protestado las veces que hizo falta por acumulación y duplicidad. Era innegable para cualquiera que lo hubiese visto que los testigos presentados por la acusación iban una y otra vez a vender la misma imagen de Drago como un anuncio cutre de carretera comarcal. Sobra decir que todas fueron denegadas.
La noche fue complicada para la mutante. El plan con Magneto, saber que había micrófonos en su casa, ver cómo su moral se resquebrajaba y sus principios se veían cuestionados por ver sufrir a su mejor amigo… Todo…por su culpa. Con esa idea castigándole la cabeza consiguió dormir un par de horas y estar lista y en la sala para antes de que empezase el juicio. De hecho llegó demasiado pronto. Con tres cafés en vena y todas las llamadas pertinentes para dejar la pastelería a cargo de Jack y los nuevos, tomó asiento.
Matt Murdock parecía centrado una vez se colocaba en la sala. Tenía un aura de seguridad que parecía imperturbable. Como un tigre que observa a su presa desde lejos y permanece inmóvil esperando al momento oportuno. Aunque esta vez, en el banco de la defensa descansaba una figura femenina nueva que no había estado el día anterior. Sasha se fijó en su melena oscura que le daba la espalda.
Las puertas se abrieron y entonces entró su mejor amigo, de nuevo esposado hasta el cuello… pero en un estado mucho más lamentable que el día anterior.
La voz de la culpa se extendió como un virus impregnando cada pensamiento de un susurro que la castigaba desde dentro. Las preguntas se arremolinaron en su conciencia atropellándose unas a otras. ¿Qué le había pasado? ¿Quién había hecho eso? ¿Por qué? ¿Por qué nadie le defendió? ¿Corría riesgo? ¿Le había visto algún médico? ¿Y si tenía alguna contusión? ¿O una hemorragia interna? De nuevo guardó las manos en los bolsillos para que la escarcha no fuese apreciable para nadie y apretó los puños. Primero miró a Drago con preocupación, luego la voz de Magneto resonó en su cabeza transformando esa emoción en DETERMINACIÓN.
Y entonces, la llamada al último testigo de la acusación. Las miradas entre todas las personas de la sala se buscaban entre sí tratando de encontrar una explicación o reafirmación en lo que acababan de escuchar. Excepto Murdock, que simplemente apretó los dedos en torno al bastón. No quedaba muy claro si por una emoción excitante o rabia.
Caminó con una elegancia inmerecida hasta ocupar su lugar. Sasha no podía evitar sentir que sus tripas ardían de rabia. Se colocó las gafas de sol para no ser vista matando con sus pupilas al presidente. La ronda de la acusación fue lamentable, pero más aún lo fueron sus respuestas. Ya en la primera pregunta Matt objetó inútilmente - Protesto, señoría. Dragoslav Katich conoció a mucha gente antes de la noche de autos ¿Van a pasar todos a declarar? Fallo al encontrar qué relación puede guardar el incidente que relata el señor Luthor con los hechos objeto de enjuiciamiento- Era detestable. Parecía que no iba a terminar nunca pero entonces el abogado defensor se puso en pie.
- Bien, señor Luthor. ¿Por qué no denunció los hechos que relata en el momento de producirse? Es de todo plano imposible que no reconociera al líder de la Patrulla X y, perdóneme la franqueza, que no haya hecho público este hecho durante meses de campaña antimutante -
- Soy un hombre honrado, letrado. Y aunque sé que otros presidentes antes que yo han usado esa estratagema, nunca me ha parecido limpia la proyección de una imagen de mártir previa a unas elecciones. Quería que América me conociese por el tipo de hombre que soy en realidad. - Dirigió una mirada sutil y veloz al jurado.
- Y dígame ¿Qué cualidad predomina en usted? ¿Su sinceridad o su buena memoria? - Rápido la acusación saltó - Protesto, señoría, irrelevante - La juez aceptó asintiendo con la cabeza.
- Ha dicho que Dragoslav Katich le amenazó el día que juró su cargo ¿Cómo podría haber aprovechado su ataque como rédito electoral si ya había sido elegido presidente? -
- ¿Sabe cuál es el momento más peligroso para un presidente? El desfile de inauguración presidencial. Y tampoco quería ponerme una diana en la frente alegando una agresión en el momento más visible para que él o sus… colegas pudiesen terminar lo que empezaron. -
-La denuncia no requiere inmediatez, y como presidente tiene toda legitimidad legal para poner a trabajar a las fuerzas del orden ¿No relató los hechos a su gabinete o a las personas encargadas de su protección una vez hubo terminado el desfile, ya en la seguridad del despacho oval? No había necesidad de hacer públicos los hechos para proceder a la persecución del Sr Katich, de domicilio conocido, y a quien admite haber reconocido inmediatamente en el momento del incidente ¿Dió más importancia a su seguridad que a la aprensión de un supuesto terrorista? No encaja mucho con la políticas que defiende -
Luthor tomó una pausa mientras Murdock le apretaba las tuercas y bebió con calma del vaso de agua que descansaba junto a su puesto - Oh, sí lo hice. Mi jefa de campaña, Katy Bells, fue quien recomendó no hacer pública la denuncia. Sin embargo mi jefe de seguridad Henry Hills fue quien me recomendó no delegarlo en la policía y confiar en las habilidades del cuerpo de seguridad presidencial para la investigación de dicho ataque. Desconozco los motivos exactos por los que desconfiar de un profesional con treinta años de experiencia. Le diría que le preguntase los motivos de esa decisión usted mismo, pero desgraciadamente falleció de un paro cardiaco hace unos días. - Eso que mostraba Luthor… ¿Era una sonrisa?
- No poder interrogar al señor Hill es una verdadera lástima. Pero me conformaré con usted - sonrió de medio lado. Sasha lo hizo con la boca entera - Dado que se ha dado la feliz coincidencia de que conoció usted al acusado, tentemos más nuestra incomparable suerte ¿Conocía usted a Cédric Valjean? -
- No, no más que cualquiera que haya visto las noticias - Murdock giró casi imperceptiblemente la cabeza - Entiendo - Las gafas rojas se enfrentaron a los ojos de Luthor - ¿Cuál es su relación con Wilson Fisk? -
Kennedy bufó - Protesto, la relación del señor Luthor con... - Pero el presidente alzó la mano con pausa y sonrió - No me importa contestar - Carraspeó - Conozco al señor Fisk ya que hemos coincidido en varias galas. Cuando le dieron el premio a hombre del año en la ciudad de Nueva York, por ejemplo. Aunque no puedo decir que tengamos una relación aparte de eso. Recientemente he oído que el señor Fisk va a presentarse a Alcalde de esta ciudad y, si lo hace, estoy seguro de que ayudará mucho a su desarrollo. Tendrían suerte de contar con un hombre tan capacitado como él en ese cargo. Pero letrado, no entiendo que puede tener que ver que conozca o no al señor Fisk con este juicio.-
Esta vez, la jueza tomó la palabra - ¿A dónde pretende llegar, letrado?-
- Lo retiro, señoría. Coincido con el señor Luthor - plegó el bastón y se quedó de pié en el lugar de la defensa - De momento la relación entre el señor Fisk y el señor Luthor es irrelevante. Del mismo modo, solicito que este último testimonio no sea tenido en cuenta por el jurado. Todos agradecemos el tiempo del señor presidente, pero el incidente que ha relatado no tiene nada que ver con nuestro caso - Se encogió de hombros - Ignoro si Dragoslav Katich se acercó realmente al señor Luthor con intención de amenazarlo, aunque él mismo reconoce que no se sintió amenazado. Y no existe relación alguna entre tal incidente con la muerte de Cédric Valjean. Invito al señor Luthor a denunciarlo, si así lo desea, y estaré encantado de representar al Sr. Katich, de nuevo, en esa causa. Pero primero vamos a acabar con esta - se sentó - La defensa ha concluido. Pero rogaría al señor presidente que intente no irse muy lejos. Tal vez requerimos de su espléndida memoria en el futuro. -
Luthor se puso en pie estirando su americana con un gesto firme y manos a la espalda, abandonó la audiencia.
- Llamen al siguiente testigo al estrado - Sentenció la juez, dando por finalizado el primer round.
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Última edición por Sasha Triger el 6th Octubre 2024, 12:54, editado 1 vez
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Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 6th Octubre 2024, 11:41
Luthor se retiró del estrado y, cuando lo hizo la juez llamó ante ella al abogado defensor. Matt se aproximó ante la mirada furiosa de la mujer que dirigía aquel remedo de juicio.
- Le he avisado en repetidas ocasiones señor Murdock, no me gusta su actitud. Voy a cursar un informe al colegio de abogados para que se le suspenda la licencia, en aras del desarrollo de este caso he decidido comunicarselo en privado. Si persiste en su comportamiento, no le quepa duda de que esta noche podría usted acompañar a su defendido.
Estaba claro que la amenaza de la juez estaba destinada a intimidar a Matt, pero, si Andrea le conociera bien, habría sabido que quizá Matt deseaba estar con drago para protegerlo. El fiscal Kennedy llamó entonces a su siguiente testigo y se aproximó al estrado una vez la mujer había cumplido el protocolo.
- Buenas tardes señorita Kotska, en primer lugar debo decirle que lamento su perdida, Douglas hizo una pequeña pausa para que el mensaje calara en el jurado. - Puede decirnos si conoce usted al acusado, Dragoslav Katich, señorita Kotska.
Asintió solemnemente con la cabeza al pésame que le ofreció Douglas. En su rostro tapado por la máscara que le cubría su herida viéndose el dolor que le producía estar allí. Mas no era Martha la que tenía el control en aquel momento sino el Ente, que tras los ojos llenos de dolor de la mujer miraba la sala como el lobo cubierto con la piel de una oveja.
- Sí, conozco al acusado.
- ¿Podría decirnos de que lo conoce?, preguntó el fiscal.
- Le conocí hace unos meses, en la gala anual por los discapacitados y huérfanos de guerra, en Nueva York.
- Le importaría decirnos qué hacían tanto usted como él en aquella gala señorita Kotska.
- En ese tiempo yo era escritora freelance y acudí a la gala en busca de inspiración. - se pasó la mano por la nuca, apartándose el cabello que le colgaba de su coleta mientras intentaba recordar aquella noche, - creo recordar que él era colaborador en el evento.
- ¿Algo de lo que ocurrió allí le hizo sospechar que Dragoslav Katich era un asesino frío y despiadado?
Esa pregunta provocó una respuesta inmediata en el banquillo de la defensa, tal y como esperaba el fiscal. La juez sin duda le haría retirar la pregunta, pero no podrían borrarla de la mente de los presentes. Esa pregunta permanecería en la mente del jurado y más aún cuando la testigo continuase su explicación.
- Protesto Señoría, Especulativo. Si el señor fiscal va a dirigir todas las preguntas de la testigo pediría que nos ahorremos los intermediarios y suba él mismo a declarar.
- Se admite. Señor Kennedy, no me gustan este tipo de juegos, proceda correctamente a partir de ahora. Y usted señor Murdock abstenerse de bromas en mi tribunal, para mí la justicia es algo muy serio.
- Disculpe señoría, reformularé mi pregunta. Señorita Kostka, podría contarnos con sus propias palabras qué ocurrió el día 20 de abril del presente año, por favor.
- Todo lo sucedido aquel día en mi apartamento lo vi gracias a las grabaciones de mi tío, Javis Kostka; vi como entraban en él Dragoslav Katich y secuestraban a mi otro tío, Marek Kostka. Vi las grabaciones cuando mi tío me las enseñó días después y me dijo que Dragoslav vendría a por él, para eliminar las pruebas de su delito.
- ¿Y recuerda usted señorita Kostka qué fue lo que hizo el acusado antes de llevarse a su tío de allí?
La mirada de Martha busco a Drago, antes de volver la vista hacia el suelo delante del estrado
- Sí, recuerdo… - . el brazo izquierdo le comenzó a temblar, sus ojos bailoteando por toda la sala en un movimiento frenético y se pudo escuchar cómo tragaba saliva para intentar calmarse - como uso su poder para… sacarle los ojos a mi tío.
- Se que es doloroso para usted señorita Kostka, pero intente serenarse, solo nos queda una pregunta ¿Donde está ahora su tío Javis?
- Desapareció unos días después, no he vuelto a saber de él.
- ¿Dice usted que desapareció días después de decirle que el señor Katchik iba a por él y que temía por su vida?
- Si, eso exactamente.
Las preguntas cesaron y se le invitó a Martha a salir del estrado. El Ente volvió a mirar a la sala a través de la mirada de la mujer, en sus adentros sonando una carcajada profunda inaudible para cualquiera que no pudiera leer mentes; todo esto no era más que un juego para él, como un titiritero que hacía danzar a sus marionetas para entretenerse. Le divertía el pensamiento de que el encarcelamiento de un mero hombre daría paso a la liberación de lo inevitable, al fin de todo.
Pronto, muy pronto, todo habría acabado.
Sasha Triger Marvel Universe
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Ficha de Personaje Alias: Celsit Nombre real: Sasha Triger Universo: Marvel
Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes) 8th Octubre 2024, 20:03
- Días antes -
El despacho estaba abarrotado y las llamadas se arremolinaban con los mensajes y las citas pendientes. De un lado a otro se movía nerviosa pero centrada apagando fuegos aquí y allá. Tres pantallas reproducían tres noticias distintas y sentada en su despacho, no paraba de firmar con la mano derecha mientras la oreja izquierda sujetaba el teléfono contra el hombro - Estamos en ello señora Gupta, aún esperamos la autorización del ayuntamiento pero le prometo que lo de su hijo no quedará así. La llamaré tan pronto como tenga noticias - Y en cuanto colgó la llamada, el silencio pareció reinar a su alrededor. Parecía que no iba a terminar nunca, pero había conseguido quitarse lo más importante. O al menos todo lo que podía hacer teniendo en cuenta el horario de la administración pública. Derrotada apoyó la frente sobre las manos y entonces sonó su teléfono. Dirigió la mano rápidamente al teléfono del trabajo por inercia pero la pantalla no mostraba ninguna llamada. Fue entonces cuando se dio cuenta de que era su móvil personal. Lo sacó de los pantalones del traje y vio en la pantalla el nombre "Dawnglasses". Respondió con una sonrisa - GRACIAS A DIOS- Apoyó derrotada la sien en la palma de la mano - Necesito una copa… -
Con un taxi rápido se plantó allí. Él ya la esperaba dentro. Se sentó junto a él mientras le veía agitar con parsimonia el vaso deleitándose con el rítmico xilófono de hielos que era su whisky con soda. Ese día lo había rebajado. Quedaba mucho trabajo que hacer. Los murmullos habrían sido prueba suficiente de su llegada, si no hubiera detectado antes su olor. El olor de la piel tras un día soleado de playa. Puede que se debiera al efecto de radiación gamma. El camarero puso un whiskey que, a petición de Matt, hizo cuádruple - Tenemos hasta terminar esta copa para ponernos al día. Luego, me temo, será trabajo. Buenas tardes, Jenn -
La copa de la abogada bajó más rápido de lo que pretendía, la dejó sobre la barra y empujó con los dedos hacia la parte del camarero para dejársela más a mano. Luego se giró hacia Murdock - Sólo se me ocurren dos motivos por los que tú le echarías cola a eso- señaló la copa con la barbilla - ¿Tan feo pinta? - estiró la mano a un cacahuete de un pequeño bol que habían puesto sobre la barra, lo abrió con dos dedos como si fuese papel de fumar y lo lanzó a la boca.
- Tanto que agradezco no poder verlo - bufó en una risa que no buscaba - Mi padre pasó la mitad de su vida adulta subiéndose a un ring a recibir palizas. A perder noche tras noche. De niño, no lo entendía muy bien. Hoy... sé por qué seguía haciéndolo. No subía sólo por la posibilidad de ganar. Subía para demostrar algo, especialmente a mí - dió un trago algo más largo - No sé si responde a tu pregunta-
Jenn se quedó reflexiva perdiéndose en la luz que reflejaba en rojo en las gafas de Murdock, recordando el día que descubrió su identidad en la cocina del infierno - Bueno, es tu especialidad. Pero es fácil decirlo para alguien prácticamente irrompible - Pidió otra copa, igual de cargada. - Desde la propuesta del presidente mucha gente ha acudido a nosotros. Tienen tanto miedo… - se atragantó con sus palabras. En eso ella era una experta - Lo que quiero decir, Matt es que estoy hasta arriba de trabajo. Pero haré lo que sea necesario para frenar esta locura-
- No hay forma de frenar esta locura, Jenn - terminó la copa, y el gesto de su rostro parecía el de quien acaba de recibir un directo en el estómago - No lo digo en la tele. No se lo he dicho a Foggy. Ni a Peter. Ni mucho menos a Drago. Pero es así - Se encogió de hombros - Perdimos el día que ese calvo de mierda con complejo de Dios (y, por primera vez no me refiero a Fisk) ganó las elecciones. Y la gente tiene razones para estar asustada - se perdió un instante en el fondo de una copa que no podía ver. Y nació una nueva sonrisa. Una inquietante - Mi padre se subía, noche tras noche, a perder, hasta que acabó muerto... Muchas veces le he odiado por ello. Por dejarme solo. Hoy estoy más en paz con esa decisión - se rió. No fue una carcajada, pero era lo más parecido a una, si naciera de un susurro - A mi padre no lo mataron sólo por joder un combate amañado. Lo mataron por lo que significaba decir "no" a ese tipo de gente. Que no les tenía miedo. Por eso, quiero que te subas al ring conmigo. Tal vez demostremos eso, a quien esté dispuesto a verlo. Y, si hacemos bien nuestro trabajo... puede que el miedo cambie de dueños -
La abogada tragó en seco mientras sentía cómo se le desenfocaba la mirada. Sentía que una jarra de fría realidad acababa de empaparla por completo y hacía que su cuerpo fuese el doble de pesado. Respiró hondo - Ya tengo los guantes puestos - dijo con simpleza concentrándose en la mirada que el espejo tras la barra le devolvía - Te diré una sola cosa, Matt - El camarero sirvió la nueva copa y esperó a que se alejase un poco más. Bajó el tono de su voz. - Me has llamado a mi móvil. No al del trabajo - Dio un sorbo breve al whisky que ya no le sabía tan bien - Así que me tomaré la libertad de interpretar que no sólo buscabas el apoyo de la letrada Walters - Clavó su mirada fija al cristal rojo que nunca se la devolvía - She-hulk estará ahí cuando todo lo demás falle. No morirás sólo ahí arriba, por muy aceptado que lo tengas - Y chocó en un nuevo brindis el vaso con el suyo.
- Vuelta al presente -
Jenn tomó asiento entre Matt y Foggy. Revisando la lista de testigos hicieron un reparto para realizar los interrogatorios y después de nombrar al presidente, sólo con ver el lenguaje corporal de Matt, Jenn ya sabía que se lo había pedido. Sin embargo al terminar, la juez le llamó la atención entre susurros. Esperó a que volviese a la mesa para inclinarse sobre él y susurrar a un volumen especialmente bajo - ¿Qué te ha dicho? - Que tengo razón…- sonrió -No con esas palabras, pero si no, no estarían tan nerviosos -
El turno de la acusación fue, de nuevo, lamentable. ¿Acaso no tenían nada contra Drago como para tener que intentar echarle más crímenes a la espalda que nada tenían que ver con la vista que se discutía? El equipo defensor esperó a que terminasen y entonces Matt tomó la palabra - Señoría, dadas las extraordinarias circunstancias que rodean este proceso consideramos más que adecuado incorporar al equipo una letrada a prueba de balas. - Una vez se sentó el fiscal, Jenn recogió su pelo en un moño alto usando uno de los bolígrafos que llevaba en el maletín, se colocó las gafas y se puso en pie con un taco de folios en la mano.
- Señorita Kotska quisiera agradecerle haberse tomado las molestias necesarias para colaborar en esclarecer el caso aún con todo lo que está atravesando. No quisiera que se marchase de aquí con la sensación de haber perdido su tiempo, así que empezaremos por una cuestión clara. A diferencia del foco sobre el acusado que ofrece el fiscal, me gustaría centrar la cuestión que la ha traído aquí. Que nos ha traído a todos aquí. Averiguar quién asesinó al señor Cédric Valjean y hacerle cumplir justicia - Sasha sintió una punzada en el estómago - ¿Tiene usted algún tipo de información relevante que pueda aportar a la sala respecto al asesinato de Cédric Valjean o lo acontecido en la mansión X el miércoles día ocho de Mayo del presente año? Se lo pregunto porque aún no he tenido oportunidad de hacer anotación alguna sobre la causa presente sobre el señor Katich - Enseñó a la sala y a la interrogada la portada del taco de folios que llevaba en la mano. Un folio completamente blanco.
Martha asintió ante el agradecimiento de la abogada, mientras que el Ente, en su interior, sonrió entretenido cuando llegó la pregunta, hablando con la voz de Martha - Yo... no, solo tengo la información sobre las grabaciones de mi tío, que muestran a Dragoslav y a Cédric juntos, y la conversación que tuve con él antes de que "desapareciera" - De nuevo el Ente se regocijó en su interior, pues el espectáculo era más que entretenido.
Jenn frunció los labios y empezó a echar un vistazo por las otras hojas en su mano - Comprendo… lamento entonces comunicarle que quizá le hayamos hecho perder un precioso tiempo, dado que no soy capaz de encontrar en el sumario de pruebas esas grabaciones… - Hizo una pausa para coger aire - Sabe, según la regla 601 de la ley federal sobre evidencias se establece claramente que un testimonio puede ser considerado como prueba siempre y cuando no conste de una de las siguientes cualidades: - Alzó un dedo- Inconsistencia, dada la falta de pruebas fácticas sobre los datos que cuenta, me temo que deberíamos considerarlo de cara a este juicio. - alzó otro dedo - Capacidad de percibir los hechos, acaba de aclararnos que no tiene información al respecto de lo sucedido el día ocho de Mayo. Y por último… - Alzó el último dedo - Conflictos de interés o motivos ocultos… ¿Dígame, conocía usted a Cédric Valjean? - Si Matt tenía razón y estaba perdido, su trabajo consistía en demostrar la corrupción de aquella vista de la forma más sangrante posible y tal vez pudiese dejar claro que el llamamiento de aquella declarante no tenía ni pies ni cabeza. Cualquier otra sala hubiese desestimado la declaración por falta de relación con el caso, pero hacer que fallase en los tres límites de la ley haría que lo supiese hasta el más necio enganchado al otro lado de la pantalla.
Foggy con claro gesto de sorpresa murmuró hacia su compañero - ¿De dónde la has sacado? - Matt alzó las cejas con una fingida credulidad - De la agenda del móvil - Y sonrió de medio lado ocultando aún más la mirada tras el cristal rojo. - A veces no sé si te admiro más de lo que te detesto -
El ceño de Martha se frunció por una milésima de segundo, el Ente a punto de hablar con su propia voz cuando respondió, por la "arrogancia" de aquella mujer al hablarle así "¿Sabe?" Se dijo para sus adentros indignado por aquella palabra, pues él lo sabía todo y nada se escapaba de su conocimiento, mas tenia que hacer el papel de una "niña estúpida", así que relajó la expresión, mostrando cara de preocupación mientras asentía ante las palabras de la abogada - Yo le conocí cuando le entrevisté en Arkham, para el libro que estaba escribiendo en ése momento -
La abogada levantó un par de hojas con dos dedos - Pruebas de sumario once, doce y quince. Conseguimos acceso a las cámaras de seguridad de Arkham del día en que fue a realizar esa entrevista. Aunque convenientemente la cámara no enfoca directamente a la celda del señor Valjean, sabemos que el número 113 era el que le correspondía según la administración. ¿Qué información consiguió tras intercambiar unas palabras con el fallecido?-
Comenzó a negar con la cabeza pero interrumpió ese movimiento y pareció recordar algo. Segundos después volvió a negar con la cabeza - Nada que fuera de interés en el juicio, solo que me llamó con su poder hasta su celda - Jenn acudió rápida - ¿A qué se refiere con que le llamó con su poder? ¿Podría ser un poco más específica?- Y castigó las pupilas con su mirada. El ente hubiese soportado la mirada pero Martha tenía que evitar mirarla directamente a los ojos - El... se metió en mi cabeza, me habló y me hizo... ir a su celda.-
- Pobre criatura… no soy capaz de imaginar lo vulnerable que debiste sentirte con algo así - y justo después de decir eso dirigió su mirada a Drago para luego volver al resto de la sala- ¿Era el señor Valjean capaz de obligar a otras personas a hacer cosas contra su voluntad? - Los nudillos de Matt se apretaron en torno al bastón y los de Sasha dentro de sus bolsillos.
La ceja de Martha se arqueó, el Ente siendo entretenido por aquel "espectáculo", más rápidamente la bajó y continuó hablando - No, yo... cuando el me hablo no me estaba obligando, me hizo ir a su celda, sí, pero no... obligada - cada palabra que tenía que soltar con la voz temblorosa de la excusa de ser humano que llevaba puesto le daba mas asco, pero para su diversión siguió con aquella vocecilla - podría haberme negado, pero no lo hice... y no se por que - y la diversión del Ente era mayor, pues él también sabía como hacer que este juicio estuviera a favor de Drago y esperaba pacientemente a ver si la defensa tenía esa información. Sería divertido verlo.
- Disculpe señorita Kotska, estoy un poco confundida. Ha declarado que le hizo ir a su celda pero ahora nos indica que no la obligó. Esclarezca por favor lo que experimentó a manos del señor Valjean-
- Perdonen, el inglés no es mi primera lengua y puede que haya usado la palabra incorrecta. Lo que hizo el señor Valjean fue atraerme hasta su celda, me hizo ir pero no, no me hizo ir obligada, no lo sentí así.- Puede pedir a la sala un intérprete en el momento en el que lo considere necesario - Aclarado ese punto Walters se alejó y apoyó ambas manos tras su espalda - Le diré un dato. La mayoría de víctimas de violación no lesiva no saben que han sido agredidas hasta meses o años después por reconocer que conservan su voluntad y podrían haberlo “frenado si hubiesen querido”. Necesitamos saber si lo que sintió aquel día es algo propio de los poderes de un mutante o fruto de un magnetismo por el morbo que puede sentir una escritora freelance por el preso de un psiquiátrico - Clavó la mirada en los de Martha-
La magnitud de esa afirmación provocó una protesta que la juez aceptó de inmediato.
- Reformularé la pregunta. ¿Lo que la condujo al señor Valjean tuvo o no algo que ver con el poder del fallecido? ¿Se vio influida por algo incontrolable a lo que era difícil resistirse o fue algo humano y comprensible para cualquiera como una sensación de curiosidad o fascinación? - Fue algo humano, como dije antes: él me llamó y yo me pude haber negado, no fue algo incontrolable -
Jenn sonrió.
- Gracias, señorita Kotska - Sonaba sincera, luego se dio la vuelta hacia la juez y el resto de la sala - Bien señoría, me gustaría impugnar a la testigo y a su testimonio. Tras este interrogatorio ha quedado más que claro que lo declarado no tiene relación alguna con el caso, no tiene información relevante al respecto, podría tener un motivo claro de vendetta personal contra el señor Katich por lo que asegura haber visto en unas pruebas (que no tenemos en sala) y parecía sentir cierto… magnetismo genuino por el señor Valjean. - Jenn se colocó junto a Matt de nuevo - La defensa ha terminado - Y tomó asiento.
Según lo hizo, Matt se inclinó hacia ella para susurrar -Me prometiste tres asaltos, letrada. La gente aún no ha acabado de sentarse- Y con una sonrisa nasal Jenn dejó los papeles de nuevo frente a ella.
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Tema: Re: A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes)
A moment of (in)justice [24-06-2019] (Eclipse, Daredevil, testigos y asistentes)