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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
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Tema: Snakes in the grass (Wilson Fisk) [22-01-2019] 7th Diciembre 2022, 01:44
Una gota de lluvia se deslizaba por el cristal de la limusina, había cientos más, cientos iguales a ella, pero Lex se fijaba en aquella en concreto, las demás gotas eran iguales pero no idénticas, los detalles eran importantes, detalles minúsculos que otros no eran capaces de ver, pero el tenía la maldición de verlos y no podía permitirse permitirse el lujo de ignorarlos, él y solo él tenia la capacidad de salvar a la humanidad y para ello a veces había que hacer sacrificios ¿cuantos había hecho ya? ¿cuantos más tendría que hacer?
Aquella partida se alargaba más y más, cada jugada, cada ficha que movía le acercaba más a su objetivo, en ocasiones como aquella se preguntaba si realmente merecía la pena, sabía perfectamente que algunas de las medidas que iba a tomar harían daño a muchos inocentes, cientos o miles de personas iban a sufrir por las decisiones que había tomado y que estaba a punto de tomar, pero también sabía que millones se salvarían gracias a él, siempre había odiado a superman, pero al menos en su mundo estaba bajo control, más o menos, pero tras omega había descubierto que sus temores acerca de él estaban fundados, en muchos universos superman había esclavizado a la tierra, y en este extraño mundo que había surgido tras la colisión había muchos más de aquellos seres, un sinfín de ellos, eran como un cáncer que si no era extirpado de raíz acabaría con el mundo, algo que no podía permitir.
El coche se detuvo y tras aquel momento de reflexión se reafirmó en sus convicciones, la puerta se abrió y Luthor bajó del coche no sin antes volver a mirar la ventanilla, la gota ya no estaba, había desaparecido tal vez engullida por otra, no dejaría que aquellos seres engulleran a la humanidad, era su deber, él era el único capaz de ver lo que iba a ocurrir, el único capaz de evitarlo, la melancolía había pasado, salió del vehículo con su mejor sonrisa mientras los flashes iluminaban la noche, de nuevo era la hora de estrechar manos y conseguir apoyos.
Lex era un hombre ocupado, muy ocupado, ahora ademas ya no solo tenía que dirigir Lexcorp sino el país más importante de todo el mundo, aún así finalmente había decidido acudir al evento, un evento sin duda prestigioso pero que ahora mismo distaba de estar a su altura, no, no asistía por haber obtenido un premio por los avances logrados por su empresa en el campo de la biotecnología, asistía por la compañía, concretamente por otro de los ganadores, alguien con el que hacía tiempo que quería hablar pero que no podía permitir que se les viese juntos, no todavía, aquel tipo era escoria sin duda, pero era el tipo que necesitaba ahora mismo, faltaba aún una media hora antes de la entrega de premios, la charla en las mesas era animada pero no le costó localizar a Wilson Fisk y cruzar una breve mirada con él.
- Si me disculpan un momento
El presidente se levanto y se dirigió hacia el baño, girando en una puerta justo antes de llegar, una pequeña sala que estaba dispuesta para aquella reunión, no le costó encontrar el mueble bar y se sirvió un Hakushu, era lo mejor que encontró allí, oyó la puerta abrirse y no llegó a girarse, él había llegado antes, pero no podía darle la ventaja a su oponente y quizás futuro aliado permitiendole creer que le estaba esperando, un juego dentro de un juego que a su vez forma parte de un rompecabezas, la partida estaba ya muy avanzada y por fin se iban a ver las caras.
- Buenas noches señor Fisk, permitame felicitarle por el premio, dijo probando el licor, no estaba mal, nada mal, ¿quiere que le sirva una?
Se giró por fin hacia el hombre que había entrado, si lo que decían de él era cierto aquel hombre podría aplastarlo sin dificultad reduciéndolo a un amasijo de carne y huesos partidos, pero si también había oído que era un hombre inteligente, muy inteligente y hacerle el más mínimo daño al presidente de los Estados Unidos no era un movimiento inteligente, no, se necesitaban mutuamente, las conexiones de Fisk con los bajos fondos iban a ser muy útiles en los tiempos que se avecinaban y Luthor podía darle a Wilson Fisk legitimidad e influencia.
Le miró directamente a los ojos, si, aquellos ojos eran los de alguien tan despiadado como él, de alguien casi tan inteligente como él, de alguien casi tan peligroso como él, si lo obtenía para su bando sería un gran activo, sino... sino sería alguien difícil de eliminar, a largo plazo tendría que quitarlo de en medio por supuesto, cuando todos aquellos repugnantes seres estuvieran muertos o totalmente bajo control, pero mientras tendría que colaborar con él, Luthor estaba seguro de que aquellos ojos lo estaban evaluando a él igual que él estaba evaluando al Kingpin, esperaba que ahora que por fin se conocían en persona Fisk llegara a la misma conclusión que había llegado él, juntos serían imparables, enfrentados ambos fracasarían.
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Tema: Re: Snakes in the grass (Wilson Fisk) [22-01-2019] 10th Diciembre 2022, 02:44
La gran limusina negra detuvo su avance a escasos metros de la puerta. Llantas reforzadas con gel resistente, lunas polarizadas y a prueba de balas, armazón revestido de lámina de acero; Procedimiento estándar para esa clase de eventos. Y nada de protección “oficiosa”, por supuesto. Sólo empleados de seguridad privada subcontratados por Industrias Fisk. Con sus nóminas, permisos, vacaciones y seguros dentales. Sólidas Berettas APX en sobaco y tobillo bien surtidas de munición. Con sus licencias en regla. Pero nada de Lápida o, muchísimo menos, Bullseye. Hombres a los que Wilson Fisk, de hecho, ni siquiera conocía oficialmente. Cuyos servicios jamás había contratado. El equipo legal de Industrias Fisk estaría más que encantado de demandar a cualquiera que se atreviera a sugerir la más mínima relación (laboral o de cualquier otra índole) con eso dos individuos. Nadie lo hacía, de todas formas. Más allá de algún osado articulito de Ben Urich, que siempre se cubría las espaldas lo bastante como para que la insinuación no se convirtiese en acusación. Artículos cuya existencia permitía, por supuesto. No sólo aquellos que hablaban del misterioso Kingpin del crimen, en los que, como era normal para un hombre de su talento, jamás salía mencionado su nombre. Sino los que ponían en tela de juicio sus actividades legales y su desempeño como empresario. Había que permitir una cantidad razonable de mala prensa. Si nadie habla mal de ti, en algo estarás fallando.
La puerta del coche se abrió, y Wesley se apresuró a entregar un amplísimo paraguas negro a su jefe. Que cualquiera de sus hombres intentase cubrirlo habría sido una cómica pérdida de tiempo, dada la estatura de Fisk. No, Wilson se tapó de la lluvia hasta entrar en el recinto, donde volvió a hacer entrega del instrumento a uno de sus empleados. Aunque quedaba tiempo para el acto de entrega, la sala estaba considerablemente animada. Antes de adentrarse por completo en el salón principal, Fisk extendió el brazo y la siempre obediente mano de Wesley le tendió con delicadeza una rosa. Cortada “ex profeso” para el evento de aquella noche. Con una sutileza impresionante, dadas las dimensiones de las manos de Fisk, se la colocó en la solapa.
Ya podía dar comienzo la mascarada.
El desfile de sonrisas forzadas, apretones de manos y falso interés por los asuntos ajenos se desarrolló como era costumbre. Fisk identificaba las caras de cada asistente inmediatamente, segundos antes de que se acercasen a saludarle o a felicitarle por su galardón entre dientes. A hablar sobre asuntos triviales o cuestiones empresariales, comentándole únicamente aquellas cuestiones que querían hacer de dominio público entre los círculos financieros ignorantes, en la mayoría de casos, de cuánto más sabía él en realidad. El empresario los correspondía con una cortesía que distaba mucho de ser falsa, por la fuerza de la costumbre, y fingía sorpresa al recibir ésta o aquella noticia, siendo todo lo convincente que cada situación requería. Muchos de los presentes sabían que bajo la conversación a viva voz se desarrollaba otra silenciosa. Algunos querían o debían favores. Otros buscaban u ofrecían ayuda a cambio de la esperanza de una contraprestación. Otros, la gran mayoría, hablaban animados mientras sus ojos suplicaban silencio. No, la cortesía y el deleite no eran falsos. Wilson Fisk disfrutaba, realmente, de aquello.
Como disfrutaría cuando, al subirse a la tarima, recibiese el galardón y todos los presentes aplaudieran su inofensivo discurso de empresario sacrificado y filántropo. Porque el verdadero poder no era permanecer en la sombra. Que nadie conociera el origen de la base de sus ingresos. Los cimientos del Imperio. El verdadero poder era que todos lo supieran y todos se vieran obligados a fingir. A aplaudir la mentira como cierta. Que ninguno se atreviera a decirlo en voz alta.
Ese, habría sido el único deleite que Wilson Fisk habría encontrado en aquel trámite protocolario de no contar con la presencia de un hombre al que llevaba tanteando un buen tiempo. El único en aquella sala al que consideraba a su altura, pese a lo diferente de su condición. El único que merecía ser temido, y no por la posición que recientemente acababa de alcanzar. Considerar que el poder político es el auténtico poder, es desconocer por completo qué es el poder en absoluto. En otras circunstancias, un presidente no sería más que una nota marginal en una hoja de ruta predeterminada. Lex Luthor era ya peligroso antes de alcanzar tan “elevada” posición. Ser presidente no hacía peligroso a Lex Luthor. Lex Luthor hacía que la presidencia de los USA fuera algo a tener en cuenta.
Por ello, en cuanto sus miradas se cruzaron, Fisk cortó con cortesía a un directivo de la Roxxon, que le hablaba sobre una supuesta revolución energética que le proporcionaría millones de dólares, y se excusó. Un único cruce con aquellos ojos verdes y vivaces. Que parecían leerlo todo y a todos.
Cuando Fisk se adentró en la estancia, Luthor ya se encontraba allí.
- Buenas noches señor Fisk, permítame felicitarle por el premio- dijo mientras probaba una copa de Hakushu- ¿Quiere que le sirva una?
Lex había hecho los deberes, y le hablaba con la cortesía esperada en un encuentro de esa clase. Pero Fisk, sabía lo que subyacía bajo sus palabras. El ofrecimiento, uno que él mismo había hecho en multitud de ocasiones, hallándose en la misma posición, no era un acto servil o mera cortesía. Era una demostración de deferencia de quien se cree o se sabe superior. Y aquél tono… Fisk lo había escuchado muchas veces. En muchos hombres, algunos de ellos ya muertos.
Era tan curioso… cómo cambia la perspectiva del que ha nacido en el privilegio. La gran mayoría de los hombres y mujeres de aquella sala, por mucho que alardeasen de haberse “hecho a si mismos”, se habían criado en el seno de familias poderosas y de amplios recursos. Lo mismo ocurría, según sus investigaciones, con Lex Luthor. Considerar al actual presidente, simplemente, como un heredero rico habría sido una calificación poco acertada y, entre otras cosas, una mentira. El genio de aquel hombre estaba fuera de toda duda. Aunque hubiera contado con una buena base para ampliar su fortuna, pocos habían conseguido lo que él. Y no se refería únicamente al ámbito monetario. Luthor no era un genio, o un superdotado. Era un intelecto que el mundo sólo recibía una vez cada varios cientos de años. Un Da Vinci, un Newton… Y aún así, en cierto momento debió toparse con la triste verdad. Ya sea por el aislamiento de sus congéneres que su propio intelecto debía procurarle o por simple lógica. Que, para alcanzar la grandeza, la moral general no aplica. Y que, para conseguir ciertas metas, hay que trascender la ley. Muchos habían llegado antes a esa conclusión, sin necesidad de un intelecto tan privilegiado, pues para ello sólo era necesaria ambición. Cuando se llega a cierto punto en la cadena, sólo se puede crecer rompiendo las reglas del juego. Y, sin embargo, todos esos hombres no se consideraban a sí mismos unos criminales.
Fisk, que había seguido el camino contrario, que había roto la ley por supervivencia. Que descubrió desde muy joven que sólo rompiendo las reglas se le permitiría subir a donde otros ya estaban por el mero hecho de nacer… era un criminal. Porque Fisk conocía la verdadera naturaleza de las “reglas”. Que eran los grilletes que los poderosos ponen a los demás para que jamás alcancen su posición.
Ese era el tono de Luthor… el de un criminal que no se considera como tal, creyendo que se rebajaba hablando con un auténtico criminal. Lo había escuchado antes, muchas veces… más que nadie con Norman Osborn. Pero Osborn, era un loco. Luthor, pese a la opinión contraria de muchos, no lo era. Pues, esa soberbia aristocrática, era el único rasgo que Luthor tenía en común con los otros de su clase. En lo demás era algo completamente… único.
- Un galardón sin importancia, comparado con este gesto de cortesía. Pocas veces tiene uno la suerte de que le sirva una copa el hombre más poderoso… de este planeta.
La pausa buscaba emular sorpresa y humildad. No había nada en el tono de Fisk que indicase otra cosa más que respeto. Pero si Lex estaba a la altura de lo que decían de él, se daría cuenta de la pequeña “vendetta” del empresario de Nueva York. El hombre más poderoso… “de este planeta”.
Sí… Fisk también había hecho los deberes.
- Estaré encantado de acompañarle- Fisk no solía beber en ese tipo de entrevistas, pero rechazar la copa sería reconocer que se sentía en la necesidad de estar en completo uso de sus facultades para seguir el ritmo de Luthor. Además, un hombre de su envergadura ni siquiera notaría los efectos de una cantidad tan insignificante de alcohol. Lo tenía más que medido- De hecho, es más que probable que esa botella provenga de la bodega de alguno de mis barcos. Doy por hecho que sabe que mis principales intereses están en Oriente y no conozco a muchos más que la importen. Yo mismo pasé un buen tiempo en Japón con mi esposa Vanessa. Será como… estar en casa. Por cierto, no recuerdo si está usted casado... Aunque sospecho que a un hombre de su talento no le debe resultar fácil encontrar una "Primera Dama" a su altura.
Fisk recogió la copa en cuanto Luthor se la llenó. En su mano parecía casi de juguete. El empresario neoyorquino aguardó tras el presidente mientras lo hacía. El tiempo suficiente como para que se hiciera consciente de su imponente presencia tras la espalda, para luego retirarse con una sonrisa.
- En los últimos meses- dijo tras probar el Whisky- he tenido, a veces el placer, a veces tedio…- dijo pensando en un hombre en concreto- de conocer a ciertos amigos suyos. Así que me alegro de que podamos, al fin, hablar en persona.
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Tema: Re: Snakes in the grass (Wilson Fisk) [22-01-2019] 10th Diciembre 2022, 13:46
El tiempo pasado investigando a Fisk resulto ser muy acertado, aquel gigante sería difícil de manejar tal y como él había esperado, difícil, pero no imposible, ambos tenían demasiado que ganar y demasiado que perder según el resultado de la reunión, ambos sabían lo que se estaban jugando, por desgracia para ambos también eran dos hombres muy orgullosos, quizás demasiado para que aquello saliera bien, la puya del Kingpin dio de lleno en el blanco, pero Luthor ya esperaba algo así, de hecho le hubiera decepcionado no recibir algo semejante y no permitió que llegara a reflejarse ni por un instante en sus movimientos ni su rostro.
Aquella pulla dejaba claro que el hombretón no estaba intimidado por Luthor, se sabía un rival digno, si todo se limitaba a eso podía tolerarlo, si la situación escalaba tendría que cortarla, una cosa era aceptarlo como igual y otra muy distinta permitir que se creyera superior a él, estaba dispuesto a hacer ciertas concesiones para cumplir sus objetivos, pero soportar humillaciones no era una de ellas.
- No son necesarios los cumplidos entre amigos señor Fisk, dijo en cambio mientras le servia la copa, al menos a mi me gustaría considerarle así, usted y yo tenemos más en común que con ninguno de ellos, continuó al entregársela
Si, de nuevo otro acierto, el whisky era bueno, pero no solo lo había elegido por su calidad, las relaciones de Wilson Fisk con oriente eran de sobra conocidas, unas relaciones que sin duda servían para ocultar otras más turbias, el Kingpin era un hombre sin moral según algunos pero tras estudiarlo Lex había llegado a una conclusión diferente, era como él, tenía su propia moral, no dejaba que nadie le dijera que hacer o como hacerlo, encontraba su camino, solo así podía haber llegado desde las cloacas hasta la cima, sus hombres le tenían una lealtad que no se explicaba con el simple miedo, no, era un hombre inteligente y astuto, alguien a tener en cuenta, su tamaño y la fortaleza física no le impresionaban, no eran lo más peligroso de Fisk.
- Por desgracia yo no he tenido su suerte en ese sentido, hace tiempo si hubo algo, pero desde la colisión me he concentrado en mi trabajo, en mis objetivos, no soy una persona que confíe con facilidad en la gente señor Fisk, creo que usted me comprenderá, ese es precisamente el motivo de que hayamos aplazado tanto esta reunión ¿no le parece a usted así?
Luthor se sentó cómodamente en uno de los sillones frente al corpachón de su futuro aliado (o al menos eso esperaba), Wilson era un tipo duro de aquello no cabía duda, un hombre que conocía las sutilezas del poder, quizás no tan bien como él, pero casi, su tamaño y su reputación le ayudaban a infundir miedo, ese no era su estilo, prefería parecer inocuo hasta que fuese necesario, pero no podía poner en duda la efectividad de sus métodos.
- Si, sinceramente yo también me alegro de que hayamos podido vernos cara a cara, había oído hablar mucho de usted pero puedes conocer realmente a alguien hasta que lo tienes delante, Luthor iba a añadir algo más pero decidió suavizarlo un poco, no deseaba presionar a Fisk demasiado, debo decirle que realmente me ha gustado conocerle, me ha servido para confirmar la imagen que tenía de usted y creo que podemos trabajar muy bien juntos.
El punto débil de su “rival” era el orgullo al parecer, igual que el suyo, así que ¿que se diría a si mismo en una situación así? ¿sería prudente pasar a temas mas serios? Tambien había oido de el que otro de sus puntos debiles era la familia, pero presionar en esa dirección podría generar más problemas que beneficios, quizás un acercamiento algo más lento pero más amigable sería lo correcto, si, por lo que había visto de Fisk esa sería la mejor opción, al igual que el no respondía bien ante amenazas por muy veladas que fueran, sería mejor mostrarle los posibles beneficios de trabajar para él, o mejor aún que pareciera que se refería a trabajar con él.
- Lamento que la indisposición de su esposa le haya impedido acompañarle a este evento, como usted sabe una de las especialidades de mi empresa es la biotecnología y la medicina, si lo desea puedo poner a su disposición lo que necesite para que su esposa mejore lo antes posible.
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Tema: Re: Snakes in the grass (Wilson Fisk) [22-01-2019] 10th Diciembre 2022, 15:52
Fisk sonrió complaciente y tomó asiento frente a Luthor una vez que él se decidió a hacerlo. La copa de Hakushu iba perdiendo su contenido a medida que, el ya presidente, hablaba. Las palabras del de Metrópolis eran cuidadas y, hasta cierto punto, elogiosas. Hablaba de amistad, y de una futura relación provechosa. Defendía que no se podía juzgar la auténtica altura de un hombre hasta tenerlo delante, cosa con la que Fisk coincidía. Y esquivó con gracia el comentario sobre el “Último Hijo de Krypton” y todo lo referente a su situación sentimental. Por parte del industrial neoyorquino, en esta última materia, no había ninguna intención oculta. Fisk desconocía, como todo el mundo, qué se escondía en el corazón de Lex Luthor.
Todo estaba yendo como cabría esperar, hasta la mención de Luthor a Vanessa… Fue casi imperceptible, pero un pequeño gesto de ira se dibujó en el rostro de Fisk. Algo menos que un tic. Una mueca, rápida como un parpadeo, en el labio. No podía culparle por ahondar en el asunto. Él mismo había mencionado a su esposa. No era una amenaza velada, o eso le parecía de momento. Sin embargo, algo se revolvió en el interior del Kingpin del Crimen… que se limitó a sonreír. Dejó la copa, mediada, en una mesita cercana. Y, con una pausa estudiada, un poco más larga de lo estrictamente necesario, extrajo una pitillera de plata de la solapa y encendió un cigarrillo con parsimonia. La distancia entre los dos hombres era suficiente para que el humo no incomodase a Lex. Tampoco pretendía hacerlo. No era uno de esos mafiosetes de tres al cuarto, que se ven en la obligación de reforzar su autoridad escupiendo humo a la cara de otros. La ceniza iba cayendo lentamente, tras cada calada, en un delicado cenicero de metal.
- Gracias por su amable ofrecimiento, pero mi mujer ya dispone de todos los cuidados que precisa- se limitó a decir- Y, en el futuro, su salud seguirá siendo, como hasta ahora, un asunto exclusivamente privado. No lo tome como una descortesía pero, al igual que usted, soy un hombre celoso de su intimidad. Más aún cuando Vanessa está involucrada.
Fisk dio otra larga calada a su cigarrillo, y observó a Luthor con el mismo cuidado con el que eligió sus palabras.
- También he venido con la esperanza de una colaboración futura y provechosa para ambos. Decir que es un hábil empresario sería una descripción tan pobre de sus cualidades, que sería rayana en el insulto. Sé cómo ha llegado a donde está. Y también sé que cree haber hecho tratos en el pasado con hombres como yo. También sé lo que está intentando, entre otras cosas, porque yo mismo lo he conseguido con éxito en situaciones anteriores. No voy a permitirme el atrevimiento de adivinar qué pasa por su cabeza. Pero sí le haré una amistosa prevención; Oswald Cobblepot, Carmine Falcone, Rupert Thorne, Morgan Edge… Ha mencionado "La Colisión". Yo no tuve la suerte o la desgracia de conocer a esos hombres en el pasado. Pero sí puedo imaginar cuáles fueron sus tratos con usted. Cómo enfocó la cuestión. Porque, al igual que yo, sabe que un hombre, por poderoso que sea, es tan fuerte como lo sea el eslabón más débil de su organización. Que todos contamos con puntos fuertes y débiles. Que nadie es estrictamente necesario más que en un tiempo y lugar determinados. Pueden ser días, meses, años, e incluso décadas. Pero nada es eterno… Salvo el amor ¿Quién sabe?- Fisk apagó el cigarrillo y recuperó la copa- Perdóneme la inmodestia pero, voy a decirle qué haría si me viese forzado a hacer tratos con un hombre como yo. Estrecharía su mano. Le ofrecería mi amistad. Lo mantendría a una distancia prudencial. Lo bastante cerca como para conocerlo bien, lo bastante lejos como para no quedar dañado por la metralla si algo explotase en su entorno. Me enteraría de qué ama y qué odia. Y lo usaría… Y, cuando ya no me fuese útil, emplearía ese conocimiento para librarme de él. Porque, de forma inevitable, en esa colaboración, él también acabaría por conocerme bien a mí. Y su caída podría ser una nueva oportunidad. Déjeme plantear una hipótesis… ¿Cuánto subiría la popularidad de un presidente si, después de encerrar a todos los monstruos, dirigiera una campaña contra el supuesto Señor del Crimen más poderoso del país? ¿Con la promesa de librar a la nación de uno de sus mayores focos de corrupción y delincuencia?
Fisk se levantó con la copa en la mano para, con parsimonia, dirigirse a una de las pequeñas ventanitas de la sala. Dando la espalda a Lex, pero no como falta de respeto, sino como gesto reflexivo.
- Sé que es hombre de ciencia. Y, por tanto, sabe qué es lo único que ha mantenido la paz mundial desde que se lanzaron las primeras bombas atómicas. “Destrucción Mutua Asegurada”. Le ofrezco mi colaboración y mi amistad. Pero también le ofrezco lo segundo. Algo a lo que jamás llegaremos, mientras sigamos demostrándonos el respeto del que está haciendo gala en esta sala. He escuchado sus discursos. Coincido con usted. O, al menos, en lo que subyace de los mismos. Nuestro potencial no podrá desarrollarse por completo mientras dependamos de la benevolencia de los monstruos. Son un grillete en nuestro tobillo. Pero no cuenta en público todos sus motivos. Otro, aunque usted mismo se lo niegue, es el miedo. Porque sabe que… si realmente quisieran. Si su cansina sensación de superioridad moral despareciera. Ni su preclara inteligencia, ni su influencia, ni su poder o sus recursos… les impedirían irrumpir en su habitación y, simplemente, partirle el cuello.
La copa de Whisky, ya vacía, se rompió en la mano de Wilson Fisk.
¡CRACK!
Los pedacitos de cristal cayeron al suelo y éste, con fingida sorpresa, se miró la mano derecha.
- Dios… qué torpe puedo llegar a ser… Para un hombre de mi tamaño es realmente difícil medir su fuerza. Perdone, siento que llevo demasiado tiempo hablando. Lo único que quiero decirle es que, usted es hombre de ciencia. A mí, me gusta más la historia. Y sé que no soporta a quienes levantan coches sobre sus cabezas porque: “Igual que en el cielo no pueden brillar dos soles. No pueden existir al mismo tiempo Darío y Alejandro”… Bueno… si quiere que nuestra relación sea larga y provechosa. El sol de Metrópolis y el sol de Nueva York deberán brillar en el cielo. O ambos se pondrán al mismo tiempo.
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Tema: Re: Snakes in the grass (Wilson Fisk) [22-01-2019] 10th Diciembre 2022, 19:54
Había tocado una fibra sensible, eso estaba claro, no en la reacción de Fisk, que no pareció inmutarse salvo por un nimio temblor que fue tan fugaz que Luthor no estaba seguro de haberlo percibido, sino en la ausencia de esta, aquel silencio que se alargó algo más de lo debido dijo más de lo que pasaba por la cabeza del Kingpin que sus palabras, Lex tenía muy claro que se estaba enfrentando a un rival a su altura, si el comentario había creado aquella ínfima grieta en la mascara del señor del crimen quería decir que aquel era un tema que mejor habría que evitar.
Finalmente Fisk decidió atacar directamente el tema que les había llegado allí, y de nuevo se dio cuenta de lo parecidos que eran, quizás sus motivaciones eran diferentes pero no tanto sus formas de hacer las cosas, claro que al parecer aquel grandullón le estaba infravalorando, destrucción mutua asegurada, podía creerlo así si quería, estaba seguro de que cuando llegara el momento de eliminar al sol de Nueva York este se resistiría, aguantaría y quizás sobreviviera escondiéndose, pero destruirle a él, eso lo dudaba mucho, aún así acababa de demostrarle que como rival sería un autentico problema.
Incluso la ruptura de la copa era algo medido por supuesto, aquello no pasó desapercibido al presidente del gobierno, pocas cosas pasaban desapercibidas para él, una dosis de amenaza siempre que se hiciera en la medida correcta reforzaba las palabras, si, estaba seguro de que él mismo en el lugar del Kingpin hubiera hecho algo similar, quizás incluso el señor del crimen hubiera tomado como tal la referencia a su esposa aunque no hubiera sido aquella su intención, pero en hombres como ellos era normal dejar claras las consecuencias de la traición, lo único en lo que se equivocaba era en lo del miedo, él no tenia miedo a nada ni a nadie, pero estaba dispuesto a dejarlo pasar.
- Destrucción mutua asegurada, curiosa elección de palabras señor Fisk, más aún teniendo en cuenta el maletín que el servicio secreto insiste en que siempre me acompañe, dijo con una ligera sonrisa Luthor, aquel tipo le estaba gustando, quien sabe, podría llegar a tolerar otro sol siempre que no brillara demasiado, personalmente no creo en la modestia, no es sino una mentira que nos contamos a nosotros mismos para creernos mejores, son hechos señor Fisk, así es como alguien como nosotros trataría a alguien de suficiente poder para serle útil, espero que me disculpe por haberlo intentado con usted, ciertamente la información que había recibido no le hace justicia, usted es mucho más de lo que se ve a simple vista y con ese tamaño aquello no era decir poco.
- Que sea un hombre de ciencia no evita que disfrute de la historia señor Fisk, es fácil cometer errores si no se mira todo en su conjunto, parece que ese es otro punto más que tenemos en común, su palabras son sin duda acertadas, ante nosotros hay dos caminos en uno de ellos colaboramos y ambos conseguimos nuestros objetivos, en el otro... esos objetivos son mucho más difíciles de alcanzar.
Ahora fue el turno de Luthor de meditar un momento sus siguientes palabras, ciertamente no “necesitaba” a Fisk, pero su ayuda sería inestimable en el futuro cercano, si, por el momento estaba dispuesto a pagar su precio, más adelante ya se vería.
- ¿Ha pensado alguna vez en meterse en política señor Fisk? Yo tardé un tiempo en decidirme a hacerlo, por el camino me he encontrado a muchos que piensan que obtener este cargo es un fin en si mismo, pero para mi es solo un medio para obtener mis objetivos, desde la posición en la que estoy tengo los recursos y las herramientas para acabar con la lacra que casi destruye nuestro mundo, héroes y demonios, magos y alienígenas, todos son lo mismo, un riesgo, uno que no podemos permitirnos.
Dejó su copa también vacía sobre la mesita, había meditado mucho acerca de lo que debía ofrecerle a Fisk y de lo que debía exigirle a cambio, pero todo eso estaba ya olvidado, Wilson Fisk no era el hombre que había creído antes de conocerlo, ciertamente era mucho más inteligente de lo que creían aquellos que se enfrentaban a él, un digno rival, un valioso aliado, no, no iba a “exigirle” nada al Kingpin, iba a tenderle la mano, si sabía jugar al ajedrez incluso podría enfrentarse a alguien digno por una vez.
- Había pensado que con el apoyo político del presidente a un hombre respetado como usted no le sería difícil hacerse con la alcaldía de Nueva York, desde esa posición le sería sin duda mucho más fácil llevar sus negocios.
Una nueva pausa, que Fisk rumiara la idea, no era necesario añadir nada más en ese sentido, Fisk era inteligente y mucho, la mera mención de la alcaldía le haría pensar en que la policía y la fiscalía ahora trabajarían para él, no solo los que ya lo hacían a escondidas sino que incluso aquellos “incorruptibles” que ahora le miraban con desdén se verían obligados a rendir cuentas ante él, pero hora de la guinda del pastel, algo que sabia que interesaría enormemente al grandullón.
- personalmente una de las cosas que más valoro de este cargo es la información, realmente es sorprendente la cantidad de información a la que puede acceder una figura oficial, más aún con el proyecto de ley que tengo entre manos según la cual los “superhéroes” deberán registrarse oficialmente o ser perseguidos como criminales ¿le gustaría conocer la identidad de alguno de ellos? ¿Spiderman? ¿Daredevil? Sus máscaras ya no les protegerían, ayúdeme a impulsar esa ley, usted controla las calles de Nueva York, una de las ciudades más importantes del mundo, estoy seguro de que sabe influir en los medios y la opinión publica.
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Tema: Re: Snakes in the grass (Wilson Fisk) [22-01-2019] 23rd Agosto 2023, 20:17
Wilson Fisk sonrió.
Las palabras de Luthor eran muy parecidas a una disculpa. No es que acabase de creerlo del todo, no en hombres de su posición, no en aquellos que prosperaban a base de mostrar una cara que no era la suya. Eso era lo que nunca habían entendido todos esos payasos en mallas que tanto insistían en incordiarle. Que no hacía falta llevar una máscara para ocultarse.
El magnate de Nueva York extrajo un pañuelo y se secó la mano con parsimonia. De momento, parecía que la advertencia se había tenido en cuenta y que la conversación tomaba un camino realmente provechoso para ambos. Aunque no los pormenores, los rasgos fundamentales de aquel acuerdo habían pasado ya por la cabeza de ambos antes de iniciarse las conversaciones. Todo lo previo no habían sido más que pequeños envites "amistosos" para tomarse la medida.
- Efectivamente-asintió con mirada amistosa mientras tomaba asiento. Era un momento en el que podía mostrarse relajación. Una pose de esa índole favorecería el desarrollo del trato- Estudiando con detenimiento todos los futuros probables, una colaboración entre ambos es la forma más rápida y sin contratiempo de conseguir nuestros fines. Fines que, por mucho que otros insistan en no verlo, serán tan beneficiosos para nosotros como acabarán siéndolo para el conjunto de la colectividad. Le admito, Sr. Luthor, que mis ambiciones filantrópicas no han sido nunca tan grandes como las suyas. No es que me asuste pensar en grande, pero siempre me ha gustado ir de menos a más. Yo me he centrado en salvar mi ciudad. Usted está empeñado en salvar al mundo... empezando por los Estados Unidos, claro. Siempre me he preguntado, cosa que seguro no hacen nuestros amigos de las capas, si el mundo merecía realmente ser salvado. Según su criterio, es así. Voy a respetar tanto su criterio como los ideales de un hombre que, en esencia, son tan similares a los míos.
Fisk juntó sus enormes dedos frente a su rostro, apoyando los codos en las rodillas.
- Le reconozco que nunca había pensado en entrar al juego de la política, al menos, con ánimo de convertirme en servidor público. He financiado multitud de campañas y movimientos en los últimos años. Tengo muy buenos amigos tanto en la política local como en la nacional. Me precio de conocer bien a gente de importancia en el ejército y la judicatura. Siempre he creído que hacía más servicio a mi ciudad y, en definitiva, a mi país como... Voy a intentar decilo de una forma gráfica... "Guardián", de aquellos que ostentan el poder. Como contrapeso. Como botón de emergencia en caso de que se desvíen de los fines loables a los que han jurado servir, ya que menciona usted ese maletín que porta siempre consigo. Pero no, nunca había pensado en hacer campaña. No me sería difícil conseguir la elección, pero siempre he estado más cómodo observando en consistorio desde mi torre. Aunque, con un programa tan interesante como el que me propone, estaría dispuesto a pensármelo. El actual alcalde no goza de mucha popularidad y, ya que menciona los beneficios de un buen flujo de información, yo tengo en mi poder bastante como para hacerle replantearse agotar la legislatura.
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Tema: Re: Snakes in the grass (Wilson Fisk) [22-01-2019] 25th Agosto 2023, 00:49
Una a una las piezas de aquel gran puzzle iban encajando, Fisk había resultado un hueso más duro de roer de lo que había esperado, tendría que hacer más concesiones de las que hubiera deseado en un principio y por supuesto mantenerlo vigilado por si decidía escaparse del redil, pero por otro lado su fuerza y capacidad también serían más útiles de lo que había considerado al evaluarlo inicialmente, no dejaba de ser un criminal nacido en las cloacas de la ciudad, pero no sería Alexander Luthor quien despreciara a un hombre con deseos de poder si estaba respaldado por sus propios méritos, al menos no mientras no se opusiera a él.
Había conseguido no solo aplacar al gigantón sino crear un ambiente suficientemente agradable para hacerle creer que estaban tratando entre iguales, eso daría cierta satisfacción al desmesurado ego de Wilson Fisk, pero no cometería el error de infravalorar a aquel hombre de nuevo, puede que el Kingpin no estuviera a la altura de Luthor, pero podía demostrar no solo ser un rival digno en caso de enfrentarse, alguien que vendería caro su pellejo, sino alguien que podía frustrar por completo sus planes en las circunstancias adecuadas y eso si que no podía permitirlo, esta colaboración, si bien no era ideal, estaba seguro de que sería muy provechosa.
Luthor fue asintiendo a las palabras del hombretón, mostrándose conforme ante las puntualizaciones que hizo, entendía perfectamente a lo que se refería, tradicionalmente su familia se había mantenido en la sombra, él mismo había preferido ser el marionetista que tiraba de los hilos en lugar del hombre sobre el que se centraran los focos pero en la situación actual era inviable, demasiada información podía perderse por el camino, un repentino ataque de conciencia podía mandarlo todo al carajo, en algo tan delicado era imprescindible tomar las riendas y eliminar a todos los intermediarios posibles, cuantas menos variables hubiera que tener en cuenta más fácil sería que sus planes salieran como debían.
- Como solía decir mi padre el que no arriesga no gana... o gana menos de lo que podría, lo más difícil es saber cuando arriesgar o cuando no, queda pues a su elección señor Fisk solo le pido que le de unas cuantas vueltas a la idea.
Luthor hubiera preferido alargar la conversación unos minutos más, pero unos golpes en la puerta le hicieron mantener silencio, al parecer se les debía haber acabado el tiempo, nadie se atrevería a interrumpirles si no era así.
- Señor Presidente
Lex hizo un breve gesto en dirección al agente de Seguridad Nacional que volvió a cerrar la puerta, una vez se pudo escuchar el sonido de como se cerraba Luthor volvió a ponerse en pie y recorrió la distancia que lo separaba de Fisk, tendiendo la mano como lo haría a un igual, eso seguro que le encantaría.
- Señor Fisk, un verdadero placer haberle conocido, es una lástima que no hayamos dispuesto de más tiempo, era mejor utilizar solo la verdad con aquel hombre, era un jugador muy bueno para arriesgarse con dobleces, estoy seguro de que pronto podremos remediar eso.
Momentos después el presidente estaba en el escenario dispuesto a recibir su premio y largarse de aquel lugar, tenía demasiado que hacer para perder el tiempo allí después de haber resuelto el único punto importante.
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Tema: Re: Snakes in the grass (Wilson Fisk) [22-01-2019]