King and Queen (Autoconclusivo; Wilson Fisk, Martha R.) [12-05-2019]

Fisk era un hombre ocupado, hombres inferiores aprovechan su tiempo libre para irse a beber con sus amigos, para ver una película en el cine con su novia o, simplemente, dar un paseo sin un destino fijo… pero él estaba por encima de aquellos hombres y mujeres, el era el Kingpin y no podía vivir con esas frivolidades, pues el mundo cambiaba a cada dia y el mundo era su trabajo pues su imperio del crimen debía ser tratado con cuidado, como un recién nacido al que le arropas con una suave manta para que no sufra ni la más mínima rozadura.

Por eso estaba esa noche ahí, caminando hacia su despacho; el trabajo de un rey no terminaba nunca. Tomó en sus manos el pomo de la gigantesca puerta, merecedora de un hombre como él, abriendo la puerta de par en par y entrando en el despacho buscando con la mano encender las luces de la diáfana estancia, pues ahora solo las luces de los edificios cercanos la iluminaban… sin embargo, tras escuchar la puerta cerrarse tras él, sus preocupaciones dejó de ser la iluminación y pasó a ser descubrir quien o que estaba en el despacho con el

-Le estaba esperando, señor Fisk- dice una voz femenina desde la mesa del despacho, provocando que Kingpin se girará con un gesto de frustración entre sus cejas -Es usted un hombre ocupado, me ha costado encontrar un momento para… charlar con usted.

La figura parecía masculina; pelo corto y cuerpo sin prácticamente ninguna curva, además de la altura que incluso sentada se veía como una persona alta, aunque no tan alta como Fisk. Llevaba un traje o al menos eso parecía, al solo poder ver, de entre la sombra, parte de su cara, los ojos que le miraban fijamente, como un lobo que observa a la pobre ovejita desde la oscuridad… ¿Y quien era la ovejita y quien el lobo?

-Espero que no le moleste mi intrusión pero… creo que le va a interesar lo que estoy por decirle.

Fisk, con un rostro más relajado al darse cuenta de quien era su “invitada”, da unos pasos hasta llegar al sofá de su despacho, sentandose en el ante la atenta mirada de la mujer

-Me gustaría decir que me sorprende verla, pero estaría faltando a la verdad

La figura femenina se ríe con suavidad desde la silla, levantándose con una tranquilidad y un porte que provocaría a un ingenuo espectador pensar que el despacho era en realidad suyo

-Me alegra ver que es usted el hombre del que que he oído hablar, me habría decepcionado después de todo lo que he oído y... leído sobre usted- Martha empieza a rodear la mesa, dando una vuelta asta llegar al frente de esta misma, las sombras amparando a su rostro en el camino -tengo el conocimiento de que ha dejado entrar en su organización a un tal... ¿Javis, no? El hombre imposible le llaman…

Fisk observa con detenimiento la figura ocultándose entre las sombras, mientras avanza y echa mano de un decantador y se sirve una copa, de nuevo cualquier otra persona corriente habría temido a la figura que se agazapaba entre las sombras, el… el no era una persona corriente y sabía lo suficiente de esta mujer como para no temerla como una desconocida

-Se está convirtiendo en una mala costumbre entre los miembros de su familia colarse en mi despacho sin ser invitado…- Fisk mira con detenimiento su figura oculta, sus enormes ojos intentando descifrar el rostro detrás de las sombras -No se inquiete... No la tengo tan vigilada. Mis presunciones acerca de su relación con el señor Kotska son eso... Meras presunciones ¿Quién si no me preguntaría por él si no esa sobrina que tanto se esfuerza en ocultar?- llevándose la copa a los labios da un sorbo al licor ámbar, que brillaba con las luces de los edificios cercanos -Con éxito, debo decir en mérito suyo

La mujer, no pudo hacer otra cosa que no fuera soltar una carcajada ante el comentario de Kingpin sobre su familia

-Oh, en mi familia tenemos muchas malas costumbres, una de ellas es- la figura ensombrecida al fin salió de la penumbra, dejando ver su rostro deforme a Fisk -la traición... ¿O acaso creía que él le iba a ser siempre leal?... por eso he venido aquí hoy, tengo… cosas importantes de las que hablarle

Fisk se acomodo en el sofá, cruzando los dedos mientras miraba con una pose reflexiva a la mujer, manteniendo un semblante serio al observar la deformidad de su rostro; era francamente impresionante, aunque a lo largo de su vida había visto cosas mucho peores

-Con un hombre como su tío la traición no sólo es esperable, sino que la sorpresa sería que no se produjese más tarde o más temprano. Por supuesto estoy muy interesado en todo lo que tenga que decirme, pero me intriga saber por qué traicionaría usted la confianza del señor Kotska dado lo... protector que él parece con usted…

El semblante, hasta ahora serio y seguro de la mujer, cambia a un ceño fruncido, un rostro enrojecido por la ira y unos puños apretados con fuerza, con una rabia incontrolable

-¿Protector? El lo único que ha hecho ha sido destrozarme la vida, ocultando la verdad ¡Mintiéndome!- una extraña y, en cierta manera, encantadora energía azulada rodeo la mesa del despacho, provocando que parte de esta se rompiera en pedazos, dejando una enorme grieta en mitad de esta -... Discúlpeme, le aseguro que le pagaré los desperfectos causados ¿Qué es, caoba?

-Lo era- dijo Fisk con una media sonrisa en el rostro, un gesto extraño ante lo que acababa de pasar -No se preocupe, dada la naturaleza de mis asociados habituales siempre tenemos repuestos- -le ofrece un asiento a su lado en el sofá con su enorme mano -Me daré por más que pagado si accede a contarme su historia ¿En qué modo ha destrozado el señor Kotska su vida?

Aceptando su invitación, Martha camino con  unos pasos seguros hasta el mueble, sentándose al lado de Kingpin como el que se sienta al lado de un desconocido en el metro

-Bueno, es una historia muy larga... digamos que me robó algo muy importante que no puedo recuperar y... bueno, por eso estoy aquí- con una pose recta y firme, se levanta del sofá y da unos pasos hacia uno de los enormes ventanales de la habitación, girando la cabeza hacia Kingpin a fin de continuar su conversación -Venganza, señor Fisk, venganza... De él y de todos los que una vez se interpusieron en mi camino, de todos aquellos que destrozaron mi vida

Fisk hace un esfuerzo por ocultar su sonrisa. Su sociedad con Javis Kotska no había sido del todo en los términos que a él le hubiese gustado. No podía negar que sabía hacer bien su trabajo y su actitud desafiante, aunque era algo relativamente fácil de soportar, daba muestras de algo bastante más grave. Javis Kotska era caos y, aunque por el momento estaba siendo uno controlado, no sabía hasta cuándo seguiría siendo así. Por otro lado, su relación comercial había sido casi una imposición soterrada de Luthor. Nunca soñó con que su relación con ese hombre se desarrollase en unos términos de igualdad, pero no quería dar el mensaje de que tenía la opción de manipularle sin una respuesta

-La venganza es un fin muy legítimo que conozco bien. Pero, cómo sabrá, su tío, además de ser un hombre de muchos recursos, se ha procurado la protección de gente que cuenta incluso con unos más vastos que los suyos y, me cuesta reconocerlo, los míos. Por otro lado ¿Cómo puedo saber que su oferta no es, en realidad, una estratagema del propio Javis? Se acerca a mí reclamando venganza, pero bien podría estar trabajando junto al hombre que dice desprecia- da un nuevo despreocupado sorbo a su copa -No tome esto como una descortesía. Pero un hombre no se mantiene en la posición que ocupó sin ser algo receloso.

De nuevo, Martha no evita que de su boca se escape una fina carcajada

-¿Por qué cree que estoy aquí? Mi tío es muy bueno ocultando cosas... Pero si lo conoces tan bien como yo, te es fácil encontrarlas; nombres, lugares, momentos... He estado “ampliando" mis contactos con los suyos, yendo de menos a más importante... Y si me pregunta cómo voy a enfrentarme a todas esas personas mas poderosas incluso que usted... No lo haré ¿Por qué debería hacerlo? No me sería para nada beneficioso ¿Sabe cuántos de ellos confían plenamente en él? Ni siquiera con los que lleva trabajando años y yo puedo ayudarles, a ellos y a usted sobre todo y yo sacaré un... "pequeño" beneficio de todo esto- su rostro vuelve a girarse hacia la ventana, bajando los ojos hacia las calles cientos de metros más abajo, viendo a las personas corretear por las callejas de Nueva York -Usted y yo no somos muy diferentes; somos grandes personas, tenemos fuerza, poder, los pobres de ahí abajo no son merecedores ni de pisar nuestra sombra

Llegados a este punto, Fisk no hizo nada para ocultar la sonrisa en su rostro

-Es cierto, puede que no seamos tan diferentes usted y yo- se levanta y se acerca al gran ventanal, observando junto a Martha el paisaje nocturno de la ciudad -Bien ¿Qué quiere a cambio de su ayuda contra el Señor Kotska?

La castaña observó con el filillo de sus ojos a Fisk mientras se acercaba para situarse a su lado, sonriendo para sus adentros

-Oh, muchas cosas, señor Fisk... pero tranquilo, no solo le ayudare con el Señor Kotska, no... cuando mi plan haya terminado, seré la mujer más poderosa de la tierra, incluso aquellos a los que usted mencionó antes estarán temblado bajo mis pies- miro al frente, apretando el puño en el cristal de la ventana -Es usted un hombre admirable, Fisk, por eso se que tendrá planes para el futuro- Martha se acerca al minibar que Fisk tenía en su despacho y saca una botella de whisky, echándole un vaso a Fisk y ofreciéndoselo, evitando de la misma forma echarse uno a ella misma -yo le aseguro que si los tengo y si me ayuda, usted podrá formar parte de ellos, todo lo que haya podido imaginar, todas sus ambiciones... todo, será suyo, sólo necesito unas cosas esenciales; hombres, mujeres, personas leales, armamento... pero más importante aún, los medios para que la palabra se corra por las calles

-Una oferta tentadora, desde luego, pero parece olvidar que ya existe un hombre que ostenta el puesto al que usted aspira, uno con el que tengo una relación comercial que no estoy en posición de concluir- da un sorbo a la nueva copa -No estoy diciendo que no me interese lo que propone, pero habría que actuar con mucha cautela. No es conocido precisamente por ser una persona descuidada…

-Eso es verdad ¿Por que cree que no he tomado una copa con usted? No me puedo permitir ni el más mínimo fallo ni la más mínima distracción- girandose en dirección contraria a Fisk, Martha empieza a caminar por el despacho, arrastrando los dedos con suavidad por el cristal de las ventanas -El también formará parte de mi plan, bueno ya forma parte de mi plan pero aun no lo sabe… para ocultarte de hombres con tanto ego, lo único que tienes que hacer es… agacharte- soltó otra carcajada, está más sonora que las anteriores -Usted no, usted sabe lo que pasa allí abajo, por eso le admiro a usted más que a el, Señor Fisk, Si acepta nuestra "relación", podrá seguir con la relación comercial con total tranquilidad, para no levantar sospechas y cuando la segunda parte de mi plan se ponga en marcha... Bueno, ya no habrá que preocuparse más de él... Ni de Javis

Fisk esboza una media sonrisa y da un nuevo sorbo para ocultarla

-No se preocupe, el envenenamiento no es mi estilo. Digamos que me interesa su propuesta. Doy por hecho que ambos deberíamos dar una muestra de "buena voluntad" para cerrar el trato... Por ejemplo ¿Cuál sería el movimiento más inmediato con el que el señor Kotska intentaría perjudicarme? Del mismo modo, usted podría pedirme algo equivalente... Ya sabe, si está en mi mano

-Tranquilo, se que no lo es- se ríe con suavidad, pues no dijo esto por temor a ser envenenada, sino por temor a emborracharse lo mas minimo -Me parece bien... El señor Kotska tiene guardado un archivo con toda la información de sus "clientes" y en cualquier momento puede dársela a sus enemigos, señor Fisk... Yo podría- metiéndose la mano en el bolsillo, saca un usb de color negro, entregandoselo en sus enormes manos -darle ese archivo para que usted haga lo que vea conveniente con el y a cambio necesito que me haga un pequeño favor, solo uno... Que alguno de sus hombres hable con una editorial para que publiquen un libro y... Bueno, darle un poco de fama a la fuerza, usted ya me entiende

Fisk casi podria decir que estaba asombrado cuando sostuvo el USB entre sus dedazos

-Desde luego, es una muestra de buena voluntad más que aceptable. De hecho, la contrapartida que pide por ella me parece bastante modesta en comparación... Entre las muchas empresas que forman parte de mi conglomerado hay varias empresas editoriales. Le ofrecería publicar con nosotros, pero eso haría saltar las alarmas sobre nuestra asociación. Ofreceremos a la firma que le preocupa un acuerdo económico que les satisfaga a cambio de que la publiquen, con una asignación suficiente para correr con los gastos de una campaña de promoción como la que sugiere. Por lo general no suele hacer falta más, aunque si se ponen pesados emplearemos métodos más convincentes... También puedo emplear las que yo poseo para atrasar lanzamientos que pudieran hacer sombra al suyo y... persuadir a otras dentro del sector para que hagan lo mismo.

-Las grandes ciudades no fueron creadas edificio a edificio, señor Fisk, sino de ladrillo en ladrillo... Me parece bien su plan, sin lugar a duda veo que he acertado viniendo aquí hoy- Martha se gira hacia el y levanta la mano para invitar a Fisk a estrecharlas -¿Que me dice?  Por una relación duradera, mi querido señor Fisk

-No tan rápido...- le interrumpe el gran hombre con, ahora, una sonrisa mucho más evidente en su rostro -Como le he dicho, un hombre como yo no sobrevive en este negocio siendo descuidado ¿Qué me garantiza que no hay más copias de estos archivos a parte de la que me ha ofrecido? Tal vez una que obre en su poder... No se preocupe, la ayudaré con su maniobra editorial, eso no supone ningún riesgo real para mí. Pero si queremos convertir un mero gesto de buena voluntad en... como usted dice, una "relación duradera", debo estar completamente seguro de su compromiso con la causa y de que en el futuro no tratará de seguir el mismo camino traicionero que su tío...

Un leve brillo se noto en los ojos de Martha, la sonrisa de la mujer sin labios

-No me esperaba menos de usted... Pues mire, estos archivos estaban guardados en la antigua casa de mi tío donde él tiene su ordenador y... bueno, mire esta noticia- de su bolsillo saca su móvil y pone las noticias en directo de un incendio en un bosque de la república checa -parece ser que ha habido un incendio que ha empezado hace... Digamos hora y media, que, fíjese en las imágenes, ha alcanzado una mansión- apaga el móvil y saca del bolsillo una foto en la que se ve a su tío de Joven enfrente de la casa -mi tío es tan desconfiado que solo se fía de él mismo, por eso lo tenía todo guardado en el mismo sitio... Una pena ¿No cree, señor Fisk?- le pregunta con un brillo, ahora pícaro, en los ojos -No le puedo prometer que el la tenga guardada en su propio móvil, pero si así fuera, usted ahora tiene la única copia que queda en el mundo... Creo que podrá darle uso cuando Javis intente hacer algo ¿No cree usted? Y en cuanto a mí…- de nuevo, se giró a la ventana, mirando hacia afuera con los brazos cruzados a la espalda -No tiene por que preocuparse, yo cuido bien de los que cuidan bien de mi- gira la cabeza muy levemente y le guiña el ojo a Fisk -Yo no soy como el

No hizo falta más; con un apretón de manos, la relación entre Wilson Fisk y Martha R. Kotska acababa de comenzar y prometía ser enormemente beneficiosa para ambos… o al menos eso parecía aquella noche, pues la mujer había sido sincera; ella no era él, al igual que no era Marek, no… ella sería mucho peor que ello, una mancha oscura en la historia, una muestra de lo que la familia Kotska podía llegar a hacer… una muestra de en lo que se podían convertir cuando sus corazones eran vencidos por el vacío y su mente nublada por la ira... solo el futuro sabría decir a que punto estaría dispuesta a llegar la mujer castaña, pero algo era seguro... este solo era un pequeño paso hacia su objetivo final.