Buscando respuestas:
La joven Birdy estaba sentada en el tren para alejarse de todo y de todos. Se sentía perseguida por todos y estaba muy confusa ya que estaba sintiendo algo por cierto malvado que siempre protegía y lo cuidaba, ya no sabía si era porque era la única que podía calmarlo o porque sus sentimientos eran totalmente sinceros. Se sentía muy culpable de haberlo traicionado pero tenía sus motivos, tenía un gran motivo. Seguro que ahora él estaría furioso, por lo que había hecho. Se abrazó así misma para empezar a sollozar, su cabeza iba a estallar.-¿Qué puedo hacer? Estoy tan asustada...-Se dijo bajito, cuando por el pasillo de aquel tren, se acercaba a ella y rápidamente ella se secó las lagrimas y se intento poner seria.
Un hombre uniformado extendió su mano para tomar el billete de la joven.-Su billete, por favor.-Fue lo que le dijo a lo que la joven le tendió la mano con el billete, éste vio el destino hacia donde se dirigía la joven.-¿Así que va hacia Nueva York? ¿En busca de trabajo?- Le dedicó a la joven una cálida sonrisa como si fuera un padre con una hija.
Los ojos azules de la joven miraron a aquel hombre y ella asintió, sonrojándose levemente. Recogió el billete y lo volvió a guardar en su bolso.-Gracias.-Fue lo que dijo para volver a mirar por el cristal, dejándola sola con sus pensamientos. Se echó hacia atrás dejando escapar un leve suspiro, ella no era de pelear, no le gustaba las batallas pero ¿por qué ella tenía esos poderes? Fue lo que pensaba aquella joven. De pronto, recordó que en Nueva York estaría el Profesor Xavier, era el único que le podría ayudar y así podría encontrar respuestas.
Dejó caer la cabeza en el cristal del tren, dejando escapar un suspiro y un sonrojó bastante notable, ya que estaba pensando en Dientes de Sable, en la primera vez que estuvo con él tanto íntimamente como de manera psicológica. Aunque él era un despiadado asesino, ella lo calmaba. Susurró el nombre de él e instintivamente se llevó la mano a su vientre. Se sacudió la cabeza para quitarse esa idea de la cabeza, sacando su móvil para llamar al Profesor Xavier, no sabía si la iba a aceptar y con compañía, marcó el número y dijo muy tímidamente.-Buenos días, soy Birdy, Profesor, Xaviers, voy para la Mansión...-Le dijo al Profesor, lo que éste aceptó de buena gana aunque de fondo se podía escuchar una especie de gruñido.
Cuando la joven colgó el teléfono lo volvió a guardar en su bolso y se puso a pensar en todo lo que había pasado:
FLASH BACK
-Victor, por favor, duérmete, que yo conduzco.-Le dijo una joven Birdy hacía varios meses atrás mientras que conducía un coche a toda velocidad. Mientras que el copiloto, estaba protestando a su lado ya que estaban siendo perseguidos, él no era de huir pero por ella, era lo mejor.-Cómo no te calmes, me vas a ver enfadada y no querrás eso ¿Verdad?-Le dijo mientras agarraba con fuerza el volante, arrugando un poco la nariz al ver cómo encendía un puro e iba a empezar a fumar en el coche. Eso no le gustaba pero se iba a tener que aguantar porque sino iban a empezar a discutir en el coche y no era bueno.
El paisaje pasaba por el coche mientras que las horas pasaban, de vez en cuando paraban para descansar y comer algo. Aunque más bien su acompañante devoraba todo lo que había lo que le provocaba una dulce sonrisa, haciendo que le limpiara la boca con una servilleta.-Ten más cuidado, te habías ensuciado.-Le dijo amablemente mientras que se sentaba a su lado para observar el mapa para saber cual era su siguiente destino y donde tendrían que dormir esa noche, ya que se habían pasado tres días durmiendo en el coche y ya le dolía la espalda tanto a ella como a él.
Tras pagar, volvieron a la carretera y cuando cayo la noche, se fueron a un pequeño Motel de Carretera para dormir. La recepcionista que era muy tradicionalista, no los iba a aceptar ya que no estaban casados. Cuando escuchó que él dijo que estaban casados, los ojos de la joven se abrieron como verdaderos platos y sus mejillas se sonrojaron bastante. Provocando le una tímida sonrisa, bajando levemente la mirada y cogiéndole la mano. Se fueron al cuarto para intentar descansar un poco, que se lo merecían.-Voy...a ducharme....-Él tan solo esbozo una sonrisa traviesa para después salir de la habitación para fumar tranquilamente. Minutos después, volvió a entrar al cuarto viendo a la joven con una toalla verde enrollada en su cuerpo y su cabello rubio suelto recorriendo su espalda. Ella lo miró y se sonrojó bastante, mordiéndose el labio inferior. Se sentó en la cama e hizo que él apoyara la cabeza en el regazo de él, colocó las yemas de sus dedos en la sienes de él y empezó a utilizar una leve descarga eléctrica que lograba calmarlo bastante, fundiéndose ambos. Logrando que él se tranquilizará, conectando mentalmente con él.
Esa misma noche, fundiéndose en cuerpo y en alma. Amaneciendo abrazados y dormidos. Los ojos de la joven se abrieron lentamente cuando le vino el olor de la comida. Lo miro desde la cama, cubriendo su cuerpo desnudo con las sabanas. Recordando lo que había pasado haciendo que se sonrojará nuevamente. Se levantó de la cama y le robó un poco de fruta para después darle un beso.-Buenos días...ha sido, maravilloso.-Él la apartó el cabello rubio del rostro para esbozar una pequeña sonrisa y besarle en el cuello. Dejándola sola para salir a fumar nuevamente.
Ella terminó de desayunar y de vestirse. Saliendo del cuarto, viendo que él no estaba, dejó escapar un suspiro, fue a pagar la habitación y a esperar a Vic, en el coche. Al cabo de unas horas, él regresó y ella se montó en el coche en silencio. No le hizo preguntas y comenzó a conducir. Cuando se alejaban, solo él le comentó “que iban a comprar una Mansión para vivir los dos juntos”, lo que hizo que ella diera un volantazo. Continuaron su camino, en silencio.
Llegando a una ciudad donde compraron una Mansión, una noche en que ella estaba calmando a Vic, descubrió que que la iba a matar y aún más cuando descubrió que estaba en estado de buena esperanza. Si seguían huyendo matarían al bebé y ella moriría. No tuvo más remedio que traicionar a Dientes de Sables y ella huyendo hacia la Mansión de Xaviers.
ACTUALIDAD:
Una joven se bajaba de aquel tren rumbo a la Mansión, esperando que alguien fuera a recogerla para llegar a su destino y poder hablar de lo que le estaba pasando. Ya que eso la asustaba mucho, demasiado. Un Todo Terreno la recogió y se subió en él. Guardando silencio, aun con la mirada pérdida y sumida en sus pensamientos. Escuchando de vez en cuando cómo alguien le gruñía y le decía que en qué estaba pensando. Dejando ella escapar un suspiro y asintiendo con la cabeza.
VARIOS MESES DESPUÉS:
Tras dar a luz una niña preciosa, habló con los X-Men, sabía que era lo mejor y que estaría protegida. Le dolía mucho abandonar a su pequeña pero no quería ponerla en peligro, Logan aun protestaba cada vez que escuchaba llorar a la pequeña y gruñía cuando le pedían que cambiaran pañales o que le echara un ojo pero tenía que reconocer que la pequeña había salido bastante guapa y buena. Ella mandaría dinero para mantener a la pequeña, y escribiría cartas para que supieran de ella.
Birdy tomó la decisión y fue a sacar a Dientes de Sable de aquel lugar porque quería estar con él y era la única persona que podía controlarlo, bueno, más bien calmarlo. Esa noche, volvió a huir en aquel tren que la llevó a la Mansión Xaviers.