Al fin aire fresco (Dick Grayson) [6 de mayo del 2019] /Star Labs/

Finalmente le dieron el alta a Conner después de hacerle las pruebas necesarias y curarle de su problema de crecimiento, los doctores le aseguraron que ahora crecería como un adolescente normal por lo que los cambios no serían de un día para otro. También le soltaban porque no había ningún rastro del demonio de la envidia que lo poseyó, todo ese tiempo poseído era una gran niebla que no le dejaba ver y había doctores que decían que era mejor que no recordara nada por lo que el medio kryptoniano dedujo que realmente había hecho cosas horribles. Una vez había empaquetado su equipaje en la mochila, que tampoco es que tuviera mucho, salio de su habitación sin mirar atrás directo a la cafetería para encontrarse con Dick. Le avisaron de que su viejo amigo le esperaba ahí y le pareció mejor idea que recibirle en esa habitación, solo esperaba que ahora pudiera comer algo con alma y no esa comida de hospital. Cuando le vio parado ahí en medio del comedor le ofreció la mano para luego abrazarlo.


Al fin aire fresco… ¿has pedido ya? Creo que tenemos un buen rato para ponernos al día.


Le sonría y le invita a sentarse en la mesa vacía más cercana a ellos, sentándose uno frente al otro dejando su mochila al lado. Se acercó un camarero y le tomo nota de lo que pidió el chico de acero, se le notaba que tenía hambre, espero que el otro moreno le digiera que era lo que quería tomar. Miro a su mochila pensando en el dispositivo que le dio Tim, una vez el camarero se fue volvió a mirar a su amigo.


Aunque parece tengo bastante de que hablar contigo a no ser que quieras empezar tú. Espero que todos los amigos que no me han venido a visitar estén bien y solo estén demasiado ocupados con lo que ha pasado.


Por las noticias que veía por la televisión de la habitación le había puesto el día pero prefería que su buen amigo Dick le contara todo de primera mano.

Mi pierna se balanceaba sola, arriba y a abajo, inquieta, mientras esperaba sentado en una mesa de la cafetería de STAR LABS. A aquellas horas estaba algo vacía, y la mayoría de los médicos, científicos y enfermeros estaban ocupados con sus quehaceres. Era el mejor momento del día para poder hablar tranquilamente con mi amigo, tenía demasiadas cosas que contarle y debíamos ponernos al día antes de retomar la normalidad de nuestras vidas. Si es que podían considerarse normales.

Había decidido venir como civil, a pesar de que ahora tenía a la prensa encima más que nunca, tanto con Nightwing después de que la Young Justice se disolviera, como con mi nueva responsabilidad siendo el CEO de Empresas Wayne. Así que tuve que retomar de nuevo el hábito de llevar gafas de sol a todas partes para evitar miradas indiscretas. Seguro que a Conner le hacía gracia ese detalle, ya que la primera vez que nos vimos como civiles, yo llevaba esas características gafas de sol.

El temblor de mi pierna se detuvo en cuanto vi una silueta familiar en la lejanía. Me levanté de mi asiento y esboce una genuina sonrisa nada más ver aparecer a Superboy por una esquina. El tímido superchico se mostró más afectuoso de lo habitual, y los dos nos fundimos un fuerte abrazo de reconciliación. Qué aliviado me sentía de verle sano y salvo.

— Te daría la mano… — dije señalando a mi derecha, que estaba vendada y resguardada en un cabestrillo.— Pero necesitaba más ese abrazo. — confesé, y ambos tomamos asiento en la mesa que teníamos cerca.

Yo no tenía tan buen aspecto en comparación con el moreno. La guerra me había dejado bastantes lesiones: arañazos en la cara, moretones, nuevas cicatrices... y mi cuerpo era el de un humano normal y corriente que se recuperaba a la velocidad de… un humano normal y corriente. Qué envidia me daban los velocistas en ese aspecto.

— No hay duda, colega. Tenemos muchas cosas de las que hablar. Pero primero de todo… quiero saber como te encuentras. ¿Qué tal han ido las pruebas con la hormona del crecimiento? Los médicos me han comentado que querías una modificación genética… — debía que reconocer que me había quedado bastante impactado por la noticia al principio, pero tenía toda la lógica del mundo. Entendía que Superboy deseara avanzar y crecer como cualquier otro ser humano. Conner llevaba mucho tiempo estancado en el cuerpo de un chico de 16 años. Todos los demás del equipo habían crecido y habían alcanzado la madurez. Ya éramos adultos, y le llevábamos por lo menos diez años de ventaja. — También me gustaría saber cómo te sientes al respecto de todo lo que ha pasado… Y si te sientes con ánimos, me gustaría que me explicaras todo lo que recuerdas desde el momento de la posesión hasta ahora… Cualquier cosa será útil. 

El camarero se acercó a tomar nota y le pedí un sándwich de huevo y unas patatas fritas. No había comido nada en toda la mañana, y es que había estado trabajando con todo el papeleo de Wayne Enterprises. Estos días después de la invasión demoníaca habían sido toda una locura...

Cancelado por la ausencia de la usuaria de Conner.