Besos para el bello durmiente, Los Ángeles(California), instalaciones de Star Lab a 2 de Mayo de 2019 [Cassie &Conner]

Cassandra se despertaba con ese olor a limpio y desinfectado tan característico. Sus ojos veían el blanco pulcro de las sábanas y las paredes. Sentada en un incómoda silla estaba con el gesto cansado Helena Sandsmark, su madre. La cabeza le daba un poco vueltas y una sensación de mareo se hacía presente en su ser. Pestañeó varias veces no sabía que estaba ocurriendo. No tenía ni idea de por qué estaba en aquel hospital. Cassandra se encontraba confusa y desorientada. Tras la invasión demoníaca y su posesión, la segunda Wondergirl había terminado internada en una cama de las instalaciones médicas de Starlab. Star Lab se había encargado de dar asistencia médica a los que habían sido poseídos por la semilla demoníaca. Los científicos de la prestigiosos centros neurálgicos de la ciencia estadounidense, querían hacerles unas pruebas a quien había sucumbido a la posesión demoníaca.

Helena Sandsmark sonrió al ver despertar a su hija. La mujer había estado muy preocupada desde que un día salió de casa y no volvió más. Luego las noticias solo trajeron imágenes de alguien con el cuerpo de su hija cometiendo acciones brutalmente cruentas. La historiadora supo enseguida que no era su hija. Cassandra era bondadosa y amable. Siempre estaba dispuesta a ayudar aunque su exterior pareciera duro. Su madre sabía que su hija no podía ser la responsable de ese caos. A la morena se le encogía el corazón al ver que algo ocurría y no podía hacer nada ni por el mundo ni por la persona que más amaba, su preciosa Cassie.

Viendo la duda en los ojos de su pequeña Helena empezó a explicarle lo que había ocurrido. Pero enseguida se lanzó a los brazos reconfortantes de su progenitora, ambas mujeres se abrazaron fuertemente. Helena acunó suavemente a su niña y la besó con dulzura la frente. Las dos féminas tuvieron unos momentos de cariño, comprensión y afecto. Wondergirl no recordaba lo que había hecho estando en poder de Belial. La joven escuchaba los sucesos que su madre había visto en las noticias y las informaciones que tenía sobre ella conseguidas gracias a que tenía muchas amistades y contactos en puntos claves. Cassandra estaba apesadumbrada sobre los terribles sucesos que narraba su progenitora. Su cuerpo había sido utilizado como una maquinaria para cometer brutales masacres. La rubia apretó el puño con rabia. Se sentía tan impotente, frustrada y devastada. No había conseguido hacer nada para ayudar y salvar el mundo sino que había sido usada por el mal. La destrucción y la muerte causada por Belial la pesaba. No había podido hacerle frente y se sentía responsable de los actos del demonio.

No obstante, había un resquicio de esperanza en su corazón. Cuando avisaron a Helena de que Cassandra estaba en aquel lugar, la madre de la semidiosa se enteró por casualidad de que también estaba allí alguien muy importante para su hija, su novio Conner Kent. una inmensa alegría inundó a Cassie. Desde que su dimensión había sido asumida por Omega a principios de la Word War Demon  no sabía nada de su novio y de sus amigos. Pensaba que quizá les había ocurrido alguna desgracia. Pero la información transmitida por su madre la hacía sentirse confiada y feliz. A pesar del dolor, la frustración y los traumas derivados de la invasión demoníaca, había encontrado a Kon. Conner Kent su compañero de vida desde hacía mucho tiempo. como siempre ellos estarían juntos afrontando las adversidades de la vida; apoyándose, consolandose y queriéndose. Le había echado mucho de menos esos días de ausencia. Ya le había perdido una vez, cuando este murió, y no lo había podido afrontar muy bien. La rubia no sabía que sería de su vida sin alguien que era tan importante y estaba tan metido a fuego dentro de su corazón, su alma y todo su ser.

Su novio, su amor y su vida. Estaba vivo en este universo y seguramente él la necesitaba tanto como ella a él. Quería abrazarle, besarle y consolarle. Cassandra soñaba con volver a estar juntos y compartir tanto lo bueno como lo malo. Ardía en deseos de verle y poder compartir de nuevo todo con él. Juntos saldrían adelante en ese nuevo universo. Él era toda su esperanza. Kon había sido, era y sería (por lo menos en el pensamiento actual de Cassie) una de las personas más importantes e imprescindibles en su vida. La maravillosa rubia no sabía que sus deseos se volverían tan amargos. El Conner Kent de Omega no era quien ella esperaba. No había esperanzas para el amor que ella profesaba a su novio. Porque quién había sobrevivido no era él. No era su otra mitad. No era su alma gemela. Era otra persona como una historia bastante diferente, aunque su cuerpo y su personalidad fueran los mismos. No era quien ella esperaba con todo el amor y devoción de su corazón.

Pero como ella aún no se había reencontrado ni con Conner ni con ninguno de sus amigos ni con nadie de los héroes adolescentes de los que formaba parte, debido a que su dimensión se había fusionado con Omega en la Word War Demons, la joven no era consciente de esa situación. Omega había roto a todo el mundo; destruido familias, roto corazones y despedazado amistades con su selección completamente aleatoria de los sujetos y las dimensiones. Cassie no era la única pero eso no paliaría su dolor.

Tal vez si hubiera sido consciente de la situación no se habría ido presurosa en su buscas. No habría atravesado el pasillo corriendo y abriendo cuidadosamente casa puerta en busca de su alma gemela. Si hubiera sabido que aquel chico no era su predestinado no habría cruzado esa puerta no se habría subido ágilmente a cama de aquel desconocido clon de de Superman. Sí Cassandra hubiera sabido que ese chico era un desconocido nunca hubiera posado sus labios sobre los labios del moreno, iniciando un beso amoroso, cariñoso y devoto. Si ella tuviera algún conocimiento de la situación de Omega nunca se hubiera acercado a él. A la rubia no le gustaba juntarse con desconocidos. Porque era muy reticente a aceptar a personas que eran ajenos a su grupo. En su pensamiento esas versiones de otro universo no eran quien ella conoció y por lo tanto no buscaría ningún acercamientos con los extraños.

La cabeza le daba vueltas intentando asimilar todo lo ocurrido, pero no avanzaba. Solamente recordaba cómo era la sensación de utilizar todos sus poderes kryptonianos, pero no con quien ni cuándo. No había nadie para saciar su curiosidad cuando despertó la primera vez, así que decidió seguir durmiendo esperando la visita de alguien. Sus sueños eran cortos, incontinuados, no sabía si había dormido horas o solo cinco minutos. Cansado de seguir durmiendo se puso a analizar la habitación: era una de hospital pero no concordaba mucho con la decoración clásica, seguramente estuviera encerrado en una habitación diseñada para kryptonianos, y no sabía decir si era una buena o mala señal. Cuando parecía que el día iba a ser aburrido entro alguien, se lo quedo mirando analizándola pero nunca espero que esa chica le besara, pillándolo por sorpresa haciendo que tardara unos segundos en reaccionar. Con suma delicadeza le cogió de los brazos apartándolo de el para que sus labios se separaran.


Cassandra? Eres tú? Cuanto tiempo sin verte ¿todo bien? A lo mejor tú puedas decirme que ha pasado y porque estoy aquí…


De esta chica tenia pocos recuerdos, solo sabía su nombre, que era discípula de Wonder Woman y tenía una relación con Tim o eso recordaba, nunca había mostrado mucho interés en las relaciones de los porque sentía que no era de su incumbencia y respetaba mucho la vida privada de los demás. Le miro con una ligera sonrisa, no sabia porque pero intuía que acababa de desatar una tormenta de desgracias.

Sonrió de forma tímida ante su risa, al parecer había errado en el nombre y eso empezaba a preocuparle de que fuera demasiado cercano para ella. Afirmo con la cabeza cuando me4nciono un fuerte golpe en la cabeza, seguramente por eso apenas recordaba nada. Cuando le cogió de la mano no pudo evitar mirar el gesto y luego volverla a mirar, empezando a fijarse en su belleza y cándida sonrisa, que le confortaba más de lo que pensaba. Ante la mención de la posesión arrugo la frente, claramente molesto, empezando a comprender más su situación. Pero ese estado le dudo bien poco cuando nombro ese cariñoso apodo, tuvo que desviar la cara para poder disimular lo máximo posible el sonrojo que seguramente tenía en sus mejillas. Nadie le había dicho bebe básicamente por su gran físico y que una hermosa chica te digiera te hacía sentir especial pero rápidamente volvió a serenarse y la miro, no era momento para pensar en esas cosas. Negó con la ultima pregunta, empezando su turno de palabra.

Apenas recuerdo nada de lo que ha pasado… Cassie… recuerdo que luchaba contra alguien pero no estaba solo, ese extraño compañero me enseñaba a utilizar todos mis poderes kryptonianos sobre la marcha… seguramente fuera el demonio que me controlaba.

Dudo un poco en llamarla de ese modo, quería hacerla sentir cómoda como ella le hacía sentir a él. Solo esperaba no pasarse de confianza. Ante la mención del demonio no pudo evitar enfado, a nadie le gustaba que se metieran en su cuerpo y le hicieran hacer saber que, ante eso un extraño sentimiento agonizante se le empezaba a formar en el estomago

No he podido hablar con nadie, eres a la primera persona que veo. Me pregunto cómo estarán Raven y Warlock ya que fueron las últimas personas que recuerdo con claridad antes de que todo se llenara de tinieblas. Solo espero no haber causado muchos destrozos.

Cerro los ojos para serenarse y ordenar las preguntas que se formaban en su cabeza.

Si estamos aquí significa que ganamos y estamos todos a salvo… ¿sabes que ha pasado exactamente? ¿Y donde están todos? Perdona, me acabas de decir que no sabes mucho más.

Abrió los ojos e intento levantarse pero su cuerpo se sentía muy pesado, seguramente no había descansado lo suficiente, así que de momento se quedó sentado en la cama. Volvió a mirar a la dulce chica.

Creo que no estoy recuperado del todo, tu compañía me reconforta pero temo estar abusando de ti… ¿me podrías traer un vaso de agua? Me noto la boca seca

Estaba a punto de decirle que se fuera a descansar por si estaba igual que el pero por suerte se dio cuenta que podía sonar como si la echara de la habitación y no era lo que pretendía.

Si quieres podemos irlos a buscarlos juntos, aunque no sé si se nos permite andar libremente por… este lugar

Miro por todo el lugar intentando encontrar una pista mientras movía los dedos de los pies, a ver si podía empezar a moverse pronto. Por suerte no notaba nada roto.

Se miró las manos cuando menciono los recuerdos. Conner no estaba muy seguro de querer recuperar los recuerdos de cuando estuvo poseído, algo le decía que con quien probaba sus poderes no eran maniquís precisamente. Volvió a mirarla entre preocupado y aliviado.


Mas que descontrolados, es como si los hubiera recuperado todos, o mejor dicho, he aprendió a utilizarlos. Me siento más fuerte que nunca pero a la vez mi cuerpo se siente pesado, seguramente de tanto utilizarlos. Warlock es un nuevo amigo que he conocido en este mundo… y ahora que lo mencionas sí que note rara Raven antes de que mis recuerdos se desvanecieran.


Frunció el ceño como si le doliera la cabeza, pensar tanto después de un largo reposo no le sentaba tan bien. Se limitó a escuchar en silencio a la chica hasta que no pudo más. Palabras como “mi cielo” “mi vida” le indicaba que precisamente no se trataba de una relación amistosa muy cercana, sino algo más, un grado más romántico y no pudo pensar en un alíen en concreto. No pudo evitar reírse de forma corta cuando nombro lo de princesa.


No gracias, eso se lo dejo a otros. Em… Cassie…yo


Tan rápido como vino la sonrisa desapareció, mirando el suelo mientras intentaba hablar. Haciendo gala de su tenacidad y orgullo la miro a los ojos, si no la miraba a los ojos cuando le contara la verdad seria un completo cobarde.


Lo siento... Lo siento mucho pero…


Le cogió sus manos para acurrucarlas en las suyas en modo de apoyo, este momento era muy difícil para él. Conner deseaba ser el Kon que la chica buscaba para no hacerla sufrir pero la vida era cruel y últimamente el medio kryptoniano estaba bien que servido.


Yo no soy el Conner Kent de tu mundo Cassie.


Quiso hacer una broma del plan “por eso yo soy más reservado y me importan las normas” para relajar el ambiente pero sabía que podría empeorar las cosas, así que decidió ser corto, conciso y esperar la reacción de la chica. Nunca le había sabido tan mal no corresponder los sentimientos de alguien.

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Se le partía el corazón verla así pero era mejor así, si hubiera seguido el juego de que todo iba bien solo les causaría mas tristeza y dolor. Le dejo tiempo de asumir la nueva realidad, levanto la mirada preguntándose como estarían Warlock, Bart y los demás. Abrió los labios para remojarlos pensando las palabras adecuadas pero como siempre le era muy complicado.


Es cierto que he perdido a la Cassie de mi mundo, pero nuestra relación intuyo que no era tan estrecha como la vuestra, quiero decir…


Se rasco la nunca, las palabras les costaba salir como si estuviera invocando la peor de sus pesadillas. Respiro hondo para sacar nuevas fuerzas, hablándole en tono calmado para no alterarla mas.


Nuestra relación era la de dos compañeros de equipo y si no recuerdo mal ella salía con Tim. Pero como tú dices podemos ir poco a poco y ser amigos.


Con disimulo cogió el aparato del lado de la camilla el cual servía para avisar a las enfermeras por si acaso, nunca se sabía cuando iba a necesitar su ayuda

Cuando le dijo que su madre era Catwoman y Bart no había nacido pulso el botón, esto se le estaba yendo de las manos de forma bastante desagradable, esperando que los sanitarios pudieran tranquilizarla y ayudarle con esa especie de crisis existencial. Cuando señalo el aparato afilo su mirada, nadie le hablaba en ese tono.


He llamado a los sanitarios para que te vengan ayudar ya que claramente te ha dado una crisis. Pero si crees que necesito a otros para echarte de mi habitación vas muy equivocada, así que adiós, que tengas un agradable día.


No pudo decirle nada más porque se fue dando un fuerte portazo, era increíble que no hubiera echado la puerta al suelo. Se tumbó cómodamente en la cama mirando al techo, a los pocos minutos vino una enfermera.


Al fin se despertó ¿necesitas algo?


La enfermera le hablaba con un tono dulce sin ser consciente de que hacía apenas unos minutos había desatado una gran tormenta.


Yo… nada, solo vayan a ver a la paciente Cassandra, mi compañera de equipo, no digas que te envió yo, solo una revisión rutinaria.


La enfermera le miro extrañado por esa curiosa petición, afirmo con la cabeza y le sonrió.


Está bien, are lo que me pida, si necesita cualquier cosa solo llámanos Conner


Dicho eso se fue dejando solo al superchico con sus pensamientos. Las ultimas palabras de Cassie le habían afectado más de lo que pensaba. “Fake Conner” ¿y si decía la verdad? Nunca se había sentido completamente el mismo. No había tenido una infancia la cual pudiera desarrollarse, había venido al mundo ya siendo un adolecente y con un guion marcado el cual no se le permitía salirse lo cual le frustraba mucho. No era el Kon de Cassie. No era el Kon de Bart. Entonces quien se supone que era él ¿un arma? Por suerte estaban Wally y los demás de su grupo que si eran de su mundo, el cual le daba cierta autenticidad pero la espina seguía ahí clavada, haciendo que su desangro sea lento y doloroso.