Reencuentros noctámbulos [Cassie &Tim] (Gateway City, 8 de mayo 2019 en la tarde noche)

Tras la charla y la terapia de destruir cosas con Jesse se encontraba un poco menos desubicada. Cassie había podido hablar con alguien de sus preocupaciones y se había sentido apoyada, consolada y protegida. Por primera vez desde que conocía lo que había ocurrido encontraba un resquicio de paz y no se sentía tan maltrecha. Tenía un nuevo empuje en su vida para poder mirar un poco hacia el futuro. Aún no estaba preparada para decir nada pero tenía algo de esperanza en que la tormenta pasase y encontrar un resquicio de felicidad. No sabía cómo encaminar sus pasos. Ni lo que haría, sabiendo que su futuro como heroína estaba ligeras truncado. No quería estar en el equipo del falso Kon y sus besties. No conocía a nadie más en el mundo heroíco para unirse a un equipo o formar uno nuevo. Pero lo que tenía claro es que tenía que alejarse del grupo de raros de Omega. Cassandra no era muy extrovertida ni tenía la capacidad de adaptación de Bart. Para ella que no quedase en ese universo nadie de su grupo era  prácticamente como estar excluida de los equipos heroicos. Pero en aquel momento no tenía ganas de pensar en cómo enderezar su camino de la heroína. Después del desastre de Metrópolis estaba barajando muy seriamente colgar el traje. Siempre le había gustado ayudar a sus conciudadanos pero después del desastre que había provocado al ser víctima de una posesión demoníaca que no pudo frenar y al carecer de su red de apoyo en este mundo era un pensamiento muy lógico dejar todo lo de Wondergirl atrás.

Sobre las ocho de la tarde llegó la semidioses a su hogar en Gateway City. Cuando abrió la puerta llamó a su madre pero nadie contestó. Se dirigió a la cocina. En la nevera, colgado de un imán había una nota.En ella Helena le decía a su hija que se tenía que quedar en el museo hasta tarde y que si no tenía muchas ganas de hacer cena que tenía dinero en la encimera para encargar algo. Cassie suspiró.  No le agradaba comer sola. En esa situación recordó con nostalgia las veces que en ausencia de su madre se había quedado Conner en su casa y había cocinado para él.

Estaba agotada, tanto física como emocionalmente. Así que encargó comida china y mientras llegaba su pedido se fue a la ducha. El agua caliente la relajaba y tranquilizaba.

Su vida era una vorágine emocional por lo que unos minutos de paz la venían que ni pintados. la charla con Jesse le había traído nuevas perspectivas. Podía pensar nuevamente que tras esa negra, lluviosa  y huracanada tormenta quizá con el tiempo volvería a ver la luz del sol. Reconstruiría su vida, sus agitadas y dolidas emociones se calmarían y volvería a ser feliz. No era algo que pudiera conseguir de manera inmediata pero tenía que enfrentarse día a día a su tristeza y a su flagrante dolor e ir suavizandolo con resiliencia y nuevas emociones. Una persona salía de tu vida y entraba otra. Las heridas sanaban y al cabo de un tiempo se volvía a amar de nuevo.  La ruptura con el primer amor siempre era muy dramática y dolorosa. La primera vez  que se sufría en alguna experiencia siempre era dura. Con el tiempo y las siguientes decepciones se va aprendiendo a afrontar esas experiencias que nos hacen sufrir.  

Cassandra perdió la noción del tiempo en la ducha. Recorriendo su esbelto y entrenado cuerpo  el agua se iba llevando poco a poco y gota a gota sus frustraciones. Se sentía un poco más tranquila y relajada. Ese líquido vital que era el agua era un fuerte remanente de paz. Desde que se libró de su posesión la vida no había hecho más que empeorar más y más a cada instante. Se enteró de que su cuerpo había sido utilizado por un hermano de Raven, el príncipe del infierno Belial, para cometer un sin fin de atropellos y barbaridades. El colofón de su masacre fue calcinar la ciudad de Metrópolis. Luego,  descubrió que había un Kon en Omega. Se ilusionó pensando que su novio le daría apoyo, consuelo y la ayudaría a rencontrar a los seres perdidos en la  fusión de mundos. Su corazón se partió en mil pedazos rajando todas sus expectativas, esperanzas y alegrías al descubrir que el Conner que había quedado del azar que era Omega era un desconocido. Su universo había dado un vertiginoso vuelco y ya nada la hacía pensar que había un sentido. Todo era un gran y absoluto caos. Llevaba días sumida en una irremediable tristeza y una profunda depresión.

Tras la ducha se secó y  se vistió con un pijama rosa flamenco. La joven amazona estaba secando y desenredando su cabello sin ningún pensamiento en mente cuando llamaron al timbre. Mentalmente hizo sus planes; pagar al repartidor y comerse la comida china vendo cualquier serie de moda o comedia que aligerase un poco el drama que ya tenía en su vida. Cuando estás viviendo una situación intensa y triste no estás de humor para ver cosas elevadas ni tristezas; no tienes la cabeza para aguantar y soportar esas ficciones.  Necesitas algo que te haga escapar por un momento del melodrama de tu vida.  Bajó a la planta de abajo y se dirigió hacia la puerta de entrada. La rubia abrió muy resuelta sin esperarse quien estaba tras su puerta. Al ver la figura del tercer robin sus grandes ojos azules se abrieron enormemente  por la sorpresa. No creía verle tan pronto y menos cuando sus esfuerzos por buscarle no habían tenido ninguna noticia halagüeña. Cassandra pasó de arriba a abajo su mirada sobre Tim. Estaba analizándole, después de su desencuentro con el falso Kon, no quería llevarse de nuevo otro no grata sorpresa.

- ¿Tim?- su voz sonó más compungida y deseosa de lo que a la rubia le hubiera gustado.

Tragó saliva e intentó contener sus ganas de abrazar a una figura amiga. Esas bolsas bajo los ojos, ese pelo moreno medio largo y esos profundos ojos azules que le devolvían la mirada parecía indicarle que era un robin que ella conocía. Pero no quería aventurar nada. Suspiró y se cruzó de brazos.

- Eres Tim - dijo con una voz amigable. - O Tim- con una voz tirando a enojo. - Una cosa voy a dejar bien clara: no estoy disponible para personas de mundos o dimensiones sui géneris alternas … -

El rosa no  era un color que vistiera frecuentemente Cassandra para salir por la calle pero sí que era un color que utilizaba en su casa con ropa para estar cómoda o pijamas. La ropa y cosas de casa solían ser un poco más cursis que la vestimenta de calle. También porque ese tipo de cosas rositas con dibujos monos muchas veces se los solía comprar su madre y los tenía mucho cariño. Su casa y su entorno próximo era el lugar donde la amazona honorífica podía ser libremente un poco ñoña. Era una parte que la gente tenía poco vista. Pero como a todo el mundo a ella le gustaban las cosas bonitas, los pasteles, los unicornios y los animales bonitos. Como a  la mayoría de la gente.

La rubia se retiró hacia el interior de la casa para dejar entrar a su amigo y compañero del antiguo equipo de la Justicia Joven en Omega completamente desaparecido. Cassie se dio cuenta de que Tim habría recogido y pagado la comida que había encargado. -Gracias por hacerte cargo de la comida.-

La casa era grande. De apariencia elegante. Tenía un estilo de típica familia de clase alta con sus muebles de roble color caoba, sus estanterías con miles de libros,  sus figuras de cristal, sus cuadros de escenas reconocidas de los mitos clásicos y esculturas en mármol imitando obras famosas. Cassie condujo a Tim al salón. Era un lugar sofisticado con un aire cálido. Tenía un gran sofá cheslong de color negro y una mesita de ceistal. Enfrente, en  un gran mueble de madera oscura de nogal se encontraba una gran televisión  panorámica de color grisáceo y aspecto moderno.

- Espera aquí un momento.-  la joven fue a la cocina a traer un mantelito, los platos, los cubiertos, los vasos y unas botellas, una de agua y otra de Coca-Cola.

Ni corta ni perezosa movió con cuidado la mesa de cristal y colocó el mantel. En un momento la segunda Wondergirl había habituado la estancia para tener un sitio en el que cenar con tranquilidad. Cassie se sentó en el sofá y encendió el televisor. Puso el volumen bajo. Para que la película que ponían fuera un ruido de fondo en la cena y la conversación que necesitaban vos jóvenes. La rubia con los movimientos de sus manos invitó a Tim a sentarse junto a ella.

- Espero que dé para los dos sino puedo preparar algo en la cocina o tal vez hacer otro encargo de comida. - sonrió amigable.

Aunque cansada, estaba feliz de encontrar a alguien de confianza con quien poder charlar y desahogarse. Había tanto que decir y la rubia no sabía muy bien por dónde empezar.

-Bueno … ¿Qué has estado haciendo todo este tiempo, Tim?-

Cassandra no lo preguntaba para culpabilizar al tercer robin por no haber estado con ella cuando llegó a todo ese universo caótico o cuando necesitó su ayuda. No lo preguntaba para hacer notar que no estuvo cuando más le había necesitado. Lo preguntaba porque ella no quería hablar sobre sí misma. A parte de duro, era vergonzoso. Su vida se caía a pedazos y no sabía como hablar de ello. No sabía ni qué hacer. estaba terriblemente confusa, shockeada y perdida. Además, no quería centrar ese primer reencuentro en las mierdas emocionales que estaba viviendo. Porque aún estaba todo muy reciente y ni siquiera lo había procesado. No le salían las palabras ni  sabía explicarlo.

Cassie estaba poniendo la mesa y no escuchó la mención de Tim sobre la casa. Aunque no era mérito de Cassandra tener esa casa. Lo que si era diseño suyo era su habitación llena de póster de grupos modernos y de personajes heroicos. Su madre siempre había procurado que el hogar de ellas dos fuera una mezcla entre elegancia, diseño clásico y un entorno acogedor.

Tim se sentó en el sofá haciendo caso a su invitación. Cassie se sentó con sosiego y cansancio al lado del moreno.

- Por la pinta que llevas no sé si fiarme de tus hábitos alimenticios. No sé cuál es tu nueva obsesión pero pareces cansado y no sé si habrás comido en condiciones.- el tono de la amazona honorífica era amable pero se notaba la preocupación por la salud de su amigo. Ella sabía que a veces el tercer Robin se centraba tanto en algo que descuidaba su salud.

El moreno se recostó en el sofá y miró al techo. Se sirvió un vaso de refresco mientras Cassie comía un poco de ternera con bambú y setas. La rubia tampoco sabía cómo adentrarse en ese oscuro tema que rondaba la cabeza de ambos. La fusión de universos había sido un cruel cataclismo que había dejado a muchas personas, como Cassandra en las tinieblas, sin familia, sin amigos, sin ser recordados por sus seres queridos. Era un panorama bastante desolador cuando tus seres queridos no te recuerdan. Todo el mundo llora con el Diario de Noa cuando ella padece de alzheimer y no recuerda a su amado. Esa falta de memoria había ocurrido a escala mundial.

- Por lo que he visto eso sucedió hace un año … yo no tengo constancia de ello. He aparecido de súbito en esta realidad relativamente poco. - Suspiró. Aún no estaba muy entera para tratar de forma analítica y fría ese tema.- Un mes es lo que llevo en esto. - Quería maldecir y decir que ese universo fusión era una cutrez y una puta mierda. Una mala jugada de las fuerzas cósmicas a las que les gustaba destruir y fastidiar la vida de la gente. Pero quizá no era el momento de sacar su profundo resentimiento y su intenso sentir. Era una reunión de amigos y no quería empezar por lo mucho que estaba sufriendo. Tampoco tenía fuerzas para relatar sus tragedias.

El arco de las cejas de la rubia se frunció debido a la sorpresa. El tercer robin había dicho padres. ¿Qué padres? Algo empezaba a ser extraño en el ambiente. El Tim que ella conocía no tenía padres. Su madre había muerto al beber agua envenenada cuando fue secuestrada por Obeah Man. Jack Drake se volvió a casar años más tarde con Dana, la madrastra de Tim. Jake sería asesinado por Capitán Boomeran en el entramado que creó Jean Loring. Tras estos hechos. Timothy quedó huérfano y fue adoptado por Bruce Wayne. Cassie había acompañado a Tim en la pérdida de su padre y ahora aquel chico que parecía ser Tim mencionaba que tenía padres. todo se volvía enrevesado y confuso. Cassandra quería gritar pero las palabras no salían. estaba muy cansada de lidiar con desconocidos. De intentar encontrar apoyo en seres queridos que resultaban ser ajenos y extraños. Sentía una gran opresión en el pecho. mientras seguía sumida en su muda crisis Tim seguía hablando. Veía moverse la boca del moreno pero no conseguía entender ninguno de los sonidos que emitía. Y al final, Cassie habló de forma mecánica. dijo esa respuesta que damos cuando no somos capaces aún de asimilar y procesar lo que está pasando. cuando queremos gritar basta pero el mundo no va a ser misericordioso y detenerse.

- Todo está bien, no pasa nada Tim- ¿Por que era Tim? Podía ser cualquier cosa. Quizá ni era un muchacho llamado Tim. Tal vez era otra persona muy parecida que había aprendido una historia afín y … El cansancio y la depresión la estaban haciendo tener elucubraciones paranoicas. La rubia se rió internamente al tener esos pensamientos locos.

-Sí, lo sé. - Bruce estaba muerto. Sí, lo sabía se lo había dicho Capucha Roja.- Lo siento mucho. Primero tus padres muertos y luego Bruce.- Cuando ese joven preguntó por ir al baño la rubia le dió indicaciones. Cuando el aprendiz de Batman salió del cuarto Cassie salió al patio de la casa. Quería que todo eso acabase. Quería estar sola. Unas lágrimas traicioneras salieron de sus hermosos y ojos azules. Los minutos que estuvo sola en el patio, mecida por ese viento nocturno que es en ocasiones cálido y parece abrazarnos cuando tenemos un dilema, la dio tiempo a pensar y ordenar sus ideas. Ese Tim estaba tan solo y perdido como ella. ¿Iba a negarle ayuda porque no era la persona que quería y conocía? ¿Podría algún día recuperar a sus amigos de su universo o debía aceptar esos reemplazos?

Un sonido le llegó del interior de la casa y salió de su trance. Entró en el interior y se encontró con el moreno llamándola y buscándola. De su viaje en carretera con Jesse había comprendido que es deber de las buenas personas arreglar el mundo por mucho que hayas perdido la fe y sientas que no vales una mierda.

-Perdón. Necesitaba un momento para mí.- tragó saliva.- Sé que tienes problemas y quiero ayudarte. Pero no te quiero engañar. Yo no soy la Cassandra que quieres ni la que buscas. Has hablado de tus padres … el Tim que yo conocía los había perdido hace tiempo … y fue adoptado por Bruce. No sé si quieres compartir tus tragedias con esta extraña Cassie que quizá tenga partes que no conoces o que no haya vivido las mismas situaciones contigo que la que conocías … -

vuelta del aseo y la confesión de la rubia, Cassie pudo notar una diferencia muy marcada en el trato. Casi se podía oler la distancia que estaba trazando el moreno. A pesar de que la segunda wondergirl, en un gran esfuerzo con todo lo que estaba atravesando, había decidido darle una oportunidad. Había abierto un camino dispuesta a conectar con aquel Tim que había traído el tumultuoso efecto Omega y este la había rechazado de forma radical.

- Timothy - respondió la muchacha  a semejanza del moreno  - sé que hay que continuar. - apretó el puño clavándose las uñas en el dorso de la mano.- pero … eso no quiere decir que sea algo fácil. Para mí todo esto es muy reciente. Hasta hace un mes estaba en un mundo maravilloso con mi novio y mis amigos y sin embargo, ahora …. De aquello no queda nada. Yo he perdido mucho más que la mayoría. Y no sólo está el cambio y la pérdida … - se abrazó un poco a sí misma intentando recuperar las fuerzas.- están los efectos de la Guerra Mundial de los Demonios …-  no dijo nada más pensaba que era evidente para todos lo acontecido en Metrópolis.

Suspiró. No es sólo el dolor y los efectos tan grandes de las acciones. Es que no tenía a absolutamente nadie que la pudiera brindar un poco de consuelo, afecto y apoyo. Estaba perdida, triste y además, sola. Estaba caminando a ciegas por un mundo que le era tremendamente ajeno. ninguna mano acudiría en su ayuda.

- Creo que para las personas como nosotros es bastante difícil dejarlo correr. Somos los que se aferran hasta el último resquicio.- Aquel Tim se asemeja al que conocía. Sí bien no parecía haber sufrido las muertes y decepciones del que fue su amigo, Cassandra notaba que eran muy parecidos. La amazona honorífica intuía que la forma de proceder ante la catástrofe de aquel joven iba a ser la misma que la que fue la de su amigo. No sabía cuán acertaba estaba. No podía aventurar que su charla con este Tim sería una de las causas para que este joven decidiera aventurarse a continuar el manto de Batman. Una posición bastante categórica que tomaba un Tim frío, roto y alejado de todas las personas que una vez amó. Cerrándose. Acatando una actitud propia de  alguien frustrado y amargado con la vida y con sus brutales y demoledores golpes. Justo como había actuado el tercer robin que conocía.

Cuando el Capitán Boomerang mató a su padre Tim trató de ser fuerte. Intentó actuar como Batman, ser él. Intentó tener esa distancia emocional con todos,  incluso con sus más íntimos amigos. Pero al final acabó revelando la muerte de su progenitor al grupo y dejándose consolar por Kon, Bart y por ella. Las muertes de Kon y Bart trajeron la distancia y el cerramiento de Tim. Incluso se alejó de ella. Llegó a límites insospechados como tratar de clonar a sus dos mejores amigos. Y en un futuro no muy bienaventurado lo consiguió. Se volvió tan frío como Batman, incluso más.

- Espero que te vaya muy bien , Timothy. no es molestia. creo que me has ayudado a aclarar algo. - A pesar del dolor, realmente quería que ese Tim encontrase lo que andaba buscando y llegase a ser feliz. Que pudiera prosperar y el futuro le trajera algo hermoso y bueno. Cassandra no era adivina como su famosa homóloga griega. Pero sí que sus sueños y esperanzas tendían a truncarse como a la adivina que nadie creía.