La promesa de Prometeo (libre) [9 de abril de 2019 en Gateway City]

El suave balanceo la despertó mientras por su ojo de buey entraba un rayo de luz solar que iluminaba su camarote… un momento, algo estaba mal aquí ¿Que hacia ella en un camarote? Martha se levantó poco a poco mientras se frotaba la cara con la mano izquierda en un esfuerzo por espabilarse. Miró a su alrededor intentando buscar respuesta al porqué se encontraba en ese sitio y fue entonces cuando le vino a la cabeza lo que pasó:

Recordó estar en su piso cuando su tío le hizo una visita diciéndole que se viniese a pasar un dia con el, tambien le venía a la cabeza que le decía cosas como que estaría más segura con el y blah bla blah. Al final acepto y despues ya no recordaba nada más, ni donde estaba ella ni donde estaba su tío, menos mal que cuatro golpecitos rápidos en la puerta dieron respuesta a la última pregunta. Una vez revisado de que en efecto, llevaba ropa puesta, dejo a entrar a su tío que al entrar sonrió y le saludó efusivamente con la mano

-¿Has dormido bien?

Martha se fijó entonces en que su tío tenía en su otra mano un plato con palitos de pescado y una natillas, llevando el plato como si de un camarero se tratase, también se dio cuenta de que se había afeitado y cortado el pelo de la misma manera que cuando ella vivía con él en su adolescencia y traía cada noche a una mujer u hombre distintos, a lo mejor tenía una cita

-S… Si, eso creo… Oye ¿Dónde estamos?

El hombre se sentó en el borde de la cama y le ofreció el plato a Martha, que ella aceptó aunque un poco extrañada por la combinación; palitos de pescado y natillas no era un desayuno muy normal que digamos. Aun así empezó a comerse los palitos, no quería hacer el feo

-Estamos en mi casa barco- el hombre sonrió -se la gane a un tío en el poker, pobrecillo…

Su sonrisa desapareció de su rostro y agacho la cabeza, casi como si mostrase tristeza por haber ganado un barco gratis, más al segundo la alegría volvió a su rostro y se levantó de la cama

-Bueno, tu desayuna y vemos lo que hacemos esta mañana tan fantástica

Su tio parecia estar mas feliz de lo normal y eso inquietaba un poco a Martha, más el aun no había respondido bien a su pregunta

-No, a ver, lo que quería decir es que donde estamos, en qué ciudad

-Oh, vale, ahora te entiendo. Estamos en Gateway City

Martha miró a su tío mientras se metia una varita en la boca con ojos que mostraban total desconocimiento hacia el nombre que le acababa de decir; tendría que ser mas especifico

-En el estado de California

Y fue en ese justo momento cuando Martha casi se atraganta con su comida y tuvo que toser incontrolablemente para reponerse

-¿¡California!? ¡Eso está en la otra punta de donde yo vivo!

-¡Lo se!

Exclamo su tio, aunque el lo hacía de broma

-¡Que tengo que estar en Gotham el 10! ¿Que dia es hoy?

El hombre sacó su anticuado móvil, levantó la tapa y comprobó la fecha

-El 9 de abril

No pudo hacer otra cosa que agarrarse el tabique de la nariz y frotarselo mientras suspiraba

-Yo me vuelvo a mi casa

Se levantó de la cama enfadada y dispuesta a irse ese mismo momento al aeropuerto para salir de ahi, mas su tío la detuvo agarrándole la mano

-Tranquila, tienes un vuelo esta noche de unas tres horas. Llegaras con tiempo

Le miro con un poco de desconfianza en sus ojos, pero suspiró y aceptó lo que su tío le decía aunque eso le dio una pregunta más

-Si vine en avión… ¿Cómo es que no me acuerdo de nada?

-Bueno, era muy de noche y estabas muy cansada. Te pasaste toda el viaje durmiendo

Eso explicaba el que no se acordara del vuelo, aunque no explicaba porque no se acordaba de haber aterrizado ni de nada más. Al ir a preguntarle esto a su tío, el encendió la televisión que tenía puesta encima de un armarito

-Veamos las noticias, a ver si ha pasado algo interesante

Esto intrigó a Martha, que su tío estuviese evitando las preguntas, al menos eso le parecía a ella, sin embargo, lo dejo pasar ya que su tío era la única persona de su familia que quedaba sin vida y si no podía confiar en él ¿En quien podría?

En las noticias salió el asesinato de un joven y los policías que salían en las noticias llegaron a la conclusión de que sería por alguna venganza. Martha frunció el ceño

-Que asco, el mundo se va a la mierda

-Siempre ha estado en la mierda

Se giró para mirar a su tío, alzando una ceja en confusión

-¿Siempre? Ahora hay gente matándose por las calles y monstruos por todas partes… Yo creo que no siempre ha estado así

-Oh bueno- cogió una varita y se la metió en la boca -eso es porque no has visto lo que he visto yo

Y otra vez se quedó intrigada por las palabras de su tío

-¿Qué quieres decir?

-Nada, nada- el hombre tragó lo que tenía en la boca y sonrió -Oye, esta ciudad es famosa por su cantidad de artilugios griegos, a lo mejor alguno de ellos es la respuesta para acabar con los “monstruos”

El hombre hizo un gesto con las manos como si tuviera miedo, obviamente burlándose de los dichos “monstruos” que más que monstruos eran demonios, sin embargo, a ninguno de lo dos les gustaba llamar ni demonio ni dios a nadie; era darle demasiada importancia a seres que no se lo merecían

-¿Por qué no echas un vistazo al archivo histórico? Seguro que encuentras algo útil

Martha entrecerró los ojos, no sabía si su tío se estaba burlando de ella o lo estaba diciendo en serio. Suspiro antes de dar su respuesta

-Ire, pero solo porque me gusta la antigua cultura griega

Afirmó mientras le apuntaba con su dedo índice

-¿Tu te vienes?

-Oh, no. Yo tengo una "orgía" ahora más tarde

Martha abrió los ojos como platos

-¿Crees que está bien decirle eso a tu sobrina?

-Oh venga ya, ahora me dirás que no te diste cuenta de todas las personas que llevaba a la casa cuando eras pequeña

En eso llevaba razón. Sin más dilación Martha se vistió, con su bandana y su guante, encontrar la ubicación de su destino en la aplicación de mapas de su móvil  y salió de una vez por todas hacia el archivo histórico del que le hablo su tío; a lo mejor encontraría algo interesante

No era tonta, al menos no lo suficiente como para no darse cuenta de que su tío se la llevó a ese viaje en un intento de “protegerla”. Ella también era la única familia que le quedaba al hombre y desde su juventud había estado protegiéndola o al menos intentándolo, ahora al ser ella más mayor prefería vivir su vida como ella quisiera y si tenia algun problema… bueno, alguna llamadita a su tío tampoco estaría mal. Claro está, con eso de no ser tonta Martha sabía que estaba en “peligro” al vivir en una ciudad como era Nueva York; si algo le enseñaron las series policiacas es que en esa ciudad pasaban casi el 99% de los crímenes, al menos eso parecía en la serie que empieza por C y acaba por I, y su apartamento no era la más segura del mundo, vamos que le dabas fuerte al pomo y podías entrar. Aun así, nunca le había entrado nadie y eso, de alguna extraña manera, le hacía sentirse un poco más segura.

Caminaba mirando el móvil y no porque estuviese jugando a ningun juego o hablando con alguien, lo miraba para no perderse en una ciudad nueva en la que, al ser un lugar desconocido, no se sentía segura. Tampoco es que fuese de gran ayuda el haber visto en las noticias lo del joven asesinado, miraba para todos lados con un poco de temor de que algún loco la estuviera siguiendo con intención de hacerle de todo menos darle un abrazo; andaba encorvada, mirando a todos lados y con una bandana que le cubría la cara, cuando unos policías la miraron y empezaron a hablar entre ellos se dio cuenta de que la persona más sospechosa era ella. Corrigió su postura y dejó de mirar a todos lados como si fuese una criminal que rehuía de la policía que quería llegar al archivo sin tener que pasar antes por la comisaria.

Por fin llego al edificio en el cual se encontraba los archivos de la ciudad, el edificio no tenía nada remarcable y era un edificio cualquiera, para ella los edificios en España eran mucho más vistosos que cualquiera que hubiese en E.E.U.U. por eso a no ser que fuese algo espectacular, no se fijaba en ellos. Entró intentando no llamar mucho la atención y fue directa a una de las estanterías llenas de libros que se encontraban cerca de los ordenadores, los libros que ahi tenian eran, entre muchas comillas, los más nuevos que la gente podía ojear; si quieres ojear los más antiguos tendrias que ir más abajo y pedir permiso para hacerlo, a ella le bastaba con estos. Algunos de los libros tenían títulos en griego, ella dio griego y latín en el instituto, lo malo es que no se acordaba de nada de griego, de latín algo más por su parecido a su idioma natal. Busco uno de los libros con titulo en ingles y empezó a ojearlo ahí mismo, levantada delante del estante y fue en esa posición desde la cual vio de reojo como una joven que estaba usando uno de los ordenadores buscaba cosas sobre rituales, rituales sangriento además. Al principio pensó que sería otra persona perturbada con morbo de ver cosas gore, de esas existían un montón, más poco a poco en su mente empezaron a salir unas ideas más “trambolicas” ¿Y si era una cultista? ¿Y si estaba buscando sobre rituales sangrientos porque estaba preparando uno? Se intentó centrar en su lectura para así eliminar esos pensamientos oscuros de su mente, sin embargo, cuando la joven se levantó no pudo evitar seguirla con la mirada cuando se levantó a por el periódico ¿Por que lo cogia? Fue entonces cuando en la mente de Martha sonó un click y formó una teoría en su mente; esa joven rubia era la asesina del chico que salio en las noticias. Para ella todo encajaba, que estuviese mirando cosas sobre rituales sangrientos, que ojease el periódico, todo. Sobre lo primero, penso que estaria o buscando como hacer mas rituales o asegurándose de que lo había hecho bien y sobre lo segundo se le vino la idea de que estaría asegurándose de que no la hubiesen descubierto todavía… otra idea se le vino a la cabeza; ¿Y si estaba buscando más víctimas? Puede que no fuese solo ella la que estaba detrás del asesinato, a lo mejor era todo un grupo de cultistas locos que usaban caras bonitas para atrapar a jóvenes en sus garras y luego asesinarlos de la forma más horrible posible. Todas estas ideas pasaban por la mente de Martha mientras observaba de la forma más disimulada posible a la adolescente desconocida, la cual para ella era la autora del asesinato. Claro que todo esto podía ser nada más que idea de una mente alimentada por series y libros policiacos, de una mente triste y aburrida que buscaba algo para distraerse de su vida vacía, suspiro y volvió a ojear su libro, intentando que todas esas ideas de la rubia asesina se le fueran de la mente.

“Que pena, con lo cerca que estabas de saber si ella era la asesina” la voz del ente pareció activarla. Sabía que no tenía que confiar en él, sin embargo, esas palabras le dieron el coraje suficiente como para cerrar su libro y seguir con disimulo a la joven, para asi ver si de verdad era ella, o un grupo al que ella perteneciese, los que asesinaron al chaval. Entró en la hemeroteca un poco después de ella, para intentar que no sospechara, sacó un de los archivos un periódico antiguo y empezó a ojearlo, obviamente no se fijó en absoluto en lo que tenía entre manos, ya que de reojo espiaba a la “adolescente asesina” que parecía estar buscando algo en los archivos. Cuando esta sacó su móvil, Martha empezó a andar disimuladamente mientras fingía leer lo que tenía entre manos para intentar ponerse en una posición desde la que poder ver lo que estaba buscando la rubia en su móvil. Martha no se daba cuenta de dos cosas, tres si contabas con que todo esto podía ser solo su imaginación y que la joven fuese nada más que una simple e inocente adolescente, una que no se le daba muy bien eso de ir de “incógnito” por su aspecto, demasiado alta como para pasar desapercibida , y que la que parecía más sospechosa, como le pasó cuando venía hacia acá, era ella. Intentar mirar lo que la joven estaba escribiendo en el móvil no ayudaba en absoluto y la hacía parecer, a Martha, más sospechosa todavía incluso cuando para ella misma la joven rubia era la sospechosa en esta situación.

Se podría decir que su plan para “espiar” a la joven no había dado el resultado que ella esperaba. Parecía haberse olvidado que sus pintas, y no solo su altura, le dificultan el pasar desapercibida, eso y que en el archivo no es que hubiese la suficiente gente como para intentar pasar desapercibida, ni de lejos. En resumen, una mujer tan alta como ella y con las pintas que solía llevar no daban una sensación de tranquilidad a casi nadie y eso que llevaba la bandana porque si no eso si que seria un festival de miradas las 24 horas del día, aunque en realidad no es que cambiará mucho con la bandana puesta… básicamente, era una situación en la que salia perdiendo si o si.

Puede que habiendo más gente con ellas si que hubiese conseguido pasar desapercibida, a lo mejor incluso podría haber averiguado si la muchacha era  en verdad una cultista y la culpable del asesinato del joven, más al no ser ese el caso ahora se encontraba en una situación más que peliaguda y en la que llevaba todas las de perder; la joven descubrió que la estaba espiando, Martha no sabía cuando se dio cuenta pero supuso que fue cuando la siguió a la hemeroteca.

Cuando se quedaron totalmente solas, la joven no tardó ni un segundo en abalanzarse hacia ella y sujetarla mientras que con un tono muy severo le exigia una explicación. Martha miró a la joven a los ojos, estaba un poco sorprendida no por la fuerza con la que la joven la estaba sujetando que al ser ella tan débil no le sorprendía que los demás fueran más fuerte que ella, si no por la fuerza de su tono de voz, era casi como si una persona de una gran autoridad estuviera reprimiendola. Claro esta, en su cabeza algo hizo click

-Soy una agente secreta enviada por el padre del joven para buscar al responsable de su muerte

No era la primera vez que Martha mentía para intentar salir bien parada y se le daba bastante bien, sus mentiras eran rápidas y fáciles de contar, seguían la situación en la cual se encontraba y los más importante; ella parecía estar segura de lo que decía, no parpadeaba ni se ponía nerviosa, ni nada, era una mentirosa natural. De hecho, la primera vez que hizo algo como esto fue cuando estaba en el instituto y espero en el baño a un bully de su hermana para atacarle y cuando todo se descubrió, la jovencita Martha “confesó” que fue el chico el que la asaltó a ella incluso intentó hacer “otras cosas” con ella. El joven era un “maleante” al cual todos miraban con mala cara… pensar que podría haber atacado a una adolescente en el baño no era muy difícil de imaginar, así que al final el chico tuvo que dejar el instituto y fue marcado para siempre… aunque Martha eso no lo sabía.

-Y dejame decirte, que tu me estas haciendo sospechar

Al decir esto, puso su mano izquierda en el brazo de la joven que estaba sobre su esternón y miró fijamente a la joven con intención de que ella se diese cuenta, bueno mejor dicho que pensara, que ella decía la verdad. Tenía una mirada “desafiante” y también un poco dura, no podría mentir si no hacía parecer que decía la verdad. Lo malo es que una mentira solo se convertía en verdad cuando todo el mundo se la cree, en el caso de su mentira adolescente… solo una persona no la creyó, e incluso a día de hoy seguía sin creer que ella decía la verdad.

-¿Que me dices? ¿Me vas a dejar claro que tu eres cómplice del crimen o vamos a tranquilizarnos?

Intento quitarse un poco la presion que ejercia la joven sobre ella, empujando suavemente su brazo para que la soltara. Por fuera parecía muy segura, pero por dentro se moria de verguenza con cada palabra que decía, sin embargo, si le creía todo habría valido la pena.

La situación estaba un poco tensa, bueno más bien se podía cortar el ambiente con un cuchillo de la tensión que había. Aún seguía inmovilizada por la joven y podía ver en su rostro que tenía dudas si lo que Martha le estaba diciendo era verdad, esta ultima esperaba que su historia fuera al menos creible porque… esa joven parecía fuerte, al menos más fuerte que ella y si su “teoría” de que era en realidad una asesina resultaba ser cierta… no tendría como escapar, menos mal que al dar la joven la revelación de que era menor de edad Martha se sintió más segura; su razonamiento era que una asesina no diría que es menor de edad para librarse de una situación así, si no que la mataría sin más. No entendía muy bien cómo funcionaba los psicópatas, eso estaba claro.

En su libro la joven estaba limpia, lo malo es que ya que acababa de averiguar su inocencia, al menos en su simple punto de vista, ahora tenía el problema o mejor dicho el inconveniente de tener que seguir con su mentira de ser una agente secreta ya que si la muchacha descubriese la verdad tendría posibilidades de acabar en la cárcel; una mujer adulta con sus pistas siguiendo a una menor… no sonaba muy bien como defensa en un juicio. Tuvo que pensar rapido que decir para no levantar sospechas

-Lo sabemos

Esto lo dijo con toda la seriedad en el mundo, más en su interior se moría de vergüenza con eso tan estúpido que acaba de soltar. Pensó que si lo decía en plural quedaría claro que era una agente secreta de una agencia con más agentes, lo malo es que Martha no se podía creer la vergüenza de decir ese tipo de frases que parecen sacadas de películas. Aunque mientras la joven se lo creyese, a ella le iba bien.

La joven, de la cual aún desconocía el nombre, le dejó claro a Martha su incapacidad para siquiera hacerle una pregunta sin acabar en los juzgados. El cerebro de Martha se puso a trabajar mientras ella se aguantaba la vergüenza que estaba sintiendo

-Nuestra agencia no sigue las leyes.

Su intento de hacerle mover el brazo fue fallido cuanto menos, es lo que solía pasar cuando no hacías ningún tipo de ejercicio y tu cuerpo era un montón de carne y huesos. Menos mal que, gracias a sus mentiras y a lo mejor también gracias a la benevolencia de la joven, esta ultima la solto, permitiendole asi alejarse unos centímetros de ella y plancharse con la mano la ropa que había sido arrugada. También le dio paso a seguir con su frase de película de agentes secretos de clase b

-Nosotros hacemos lo que nuestro cliente nos diga, y nuestro cliente actual quiere ver a los responsables del asesinato de su hijo muertos

Ahora en vez de sentir vergüenza, se sintió impresionada por la mentira que fue capaz de sacar así de la nada, que ella supiera el joven podía no tener padres, o tener dos madres, o que su padre estuviese muerto, etc, etc. Martha miraba fijamente a los ojos azules de la joven y ahora que lo pensaba más detenidamente, si era menor de edad ¿Que le estaban dando de comer a los jóvenes ahora? No solo por su fuerza, si no por su aspecto. Cuando ella tenía… bueno de 18 para abajo no tenía ese aspecto… la genética era un chiste cruel, bueno eso y el no hacer ejercicio ni cuidarse. La situación se estaba destensando, más Martha vio correcto intentar cerrar la conversación con otra mentira

-Lo que a ti te protege no es ningún juez- si Martha fumase este sería el momento adecuado para sacarse un cigarrillo y ponerse a fumar -te protege que ya he averiguado tu inocencia

Se cruzó de brazos y se apoyó en la pared, intentando crear una imagen de seguridad ante la joven. Volvió a sentir vergüenza ante su actuación, aunque la verdad es que seguía impresionada por lo que estaba consiguiendo

-Pero no tienes protección contra los que le han hecho eso al pobre chico… será mejor que tengas cuidado si no quieres acabar igual.

Si todo iba bien, la joven se iría a su casa con miedo de ser la siguiente en salir en las noticias y Martha podría… darse una vuelta por la ciudad, o volver con su ti, eso no que él estaba ocupado. Lo malo es que pocas veces salia todo como Martha queria y este no parecía ser un caso diferente.

Todo parecía ir medianamente bien, la joven parecía haberse creído sus mentira iniciales y tenía pinta de que si la dejaba ir se acabaría todo. El problema vino cuando Martha, en vez de salir de ahí como debería haber hecho, prefirió seguir con más mentiras a la cual más ridícula que la anterior, no por no ser “creíbles” si no porque en vez de parecerse a lo que diría una persona real, parecian mas de una película de agentes secretos de serie b.

La falsa seguridad que había conseguido Martha con las mentiras se vio rápidamente destruida cuando la joven amenazó a la mujer con llamar a los servicios de la ley. Sabía muy bien que el aspecto que tenía era un poco intimidante y también “sospechoso”, de hecho no sería la primera vez que algun policia le para al entrar en una tienda porque tiene pinta de querer atracarla, mas no era su culpa tener que llevar la bandana y tener ojeras; era culpa del ente.

Cuando la joven decidió subir a la primera planta a Martha casi le dio una crisis nerviosa, se puso roja y a su brazo izquierdo le empezaron a entrar unos pequeños temblores; algo que le pasaba, a veces, desde pequeña cuando se ponía muy nerviosa. No quería que la policía viniese y la viera con las pintas que llevaba, acabaría en la cárcel seguro y su tío estaba ocupado como para sacarla de ahí. Solo le quedaba una opción: decir la verdad

La joven ya podía decir todo lo que quisiera que Martha ya estaba “mentalmente derrotada” y las respuestas amenazantes que recibió por sus mentiras ya no hacían más efecto al no poder poner más nerviosa a la mujer. La siguió con unos pasos que más de una mujer adulta parecían los de un niño que estaba empezando a caminar e intento explicarle todo a la joven

-Por… por favor, no llames a la policia

Le rogó mientras se sujetaba el brazo izquierdo con el derecho para que dejase de temblar

-Es.. Es que... me… me he puesto nerviosa y- trago saliva, intentando mantener contacto visual con la joven -com… com… como vi que esta… estabas buscando cosas raras pues.., no... no te estaba espiando ni na… nada de eso, es que- volvió a tragar saliva -fue al pa… pasar la mirada vi lo que bus… buscabas y

El cuerpo de Martha empezó a expulsar sudores fríos que le bajaban por el brazo izquierdo que aún seguía temblando levemente incluso aunque lo estuviese sujetando

-Pe… pensé que tu… tu serias un… una ase… asesina  algo y cu...cuando me agarraste yo me… me puse muy nerviosa- se estaba repitiendo, pero ella no lo notaba por la situación en la que estaba -y empe… empecé a mentir

Se estiró el cuello de la camisa, que sentía como si le estuviera comprimiendo el cuello con ganas de ahorcarla

-No… no soy agente secreta, soy escritora y no de las buenas

Reveló por fin, aunque con su lamentable actuación quedaba bastante claro de que no era una agente secreta ni nada parecido. No era una buena imagen ver a una mujer adulta ponerse así de nerviosa delante de una, lo que ella suponía era una adolescente

-Lo… lo siento… por favor, no… no llames a la policía- hizo el intento de soltar su brazo izquierdo, mas este siguió temblando y tuvo que volver a agarrarlo -No… no quiero ir a la cárcel

Ella se refirió a que si la policía la veía con esas pintas y “acosando” a una menor, definitivamente acabaría en la cárcel o al menos en la cárcel de alguna comisaría; prefería que no pasara eso.

En unos segundos Martha había pasado de agente secreta súper confiada a escritora nerviosa, incapaz de decir una frase completa sin trabarse y con un brazo que temblaba. Antes era un león, ahora era un perro viejo con una pata rota que lloraba en la puerta trasera de una carnicería por las sobras del dia. Al menos asi daba penilla, no como antes que lo que daba era rabia

Todo había salido a la luz y ahora que Cassandra sabía la verdad tenia dos opciones: Llamar a la policía de todas maneras ya que aunque Martha confesó sus mentiras seguía estando mal que la hubiese stalkeado de esa manera y la otra opción, que gracias a que la muchacha pareció apiadarse tras la penosa actuación de la mujer fue la que eligió, era dejarla ir ya que ella no llevaba mala intención y solo era una mujer sin muchas habilidades sociales que se había puesto demasiado nerviosa como para pensar con claridad. Tras la triste imagen que demostró Martha, Cassandra por fin decidió a hablar y Martha se esperaba lo peor; pensaba que directamente no acepta su disculpa y que llamaría a la policía de todas formas, menos mal que al final la joven resultó ser una persona piadosa y respondió con un tono de voz amistoso a las “súplicas” de la mujer con la cara tapada cuyo brazo izquierdo aún seguía temblando, más con menos intensidad.

-Yo no… no lo se, no he matado a… a nadie… creo

Intento soltar una puya, aunque teniendo al Ente con ella a lo mejor era más que una puya, pero al soltarla en ese momento quedó un poco mal. Aún seguía nerviosa y puede que no hubiese pensado muy bien esa “inofensiva broma”, solo tenía que esperar que Cassandra no se la tomase a pecho y volviese a amenazarla con llamar a la policía. Claro que a Martha se le pasó por la cabeza lo primero que dijo la adolescente [color:8748=#firebrick]“me va el morbo o que siento interés por la investigación policial” y pensó que una persona tan joven no le debían de gustar esos temas, más luego pensó que el cine gore existía por algún motivo. Tampoco es que fuese a recriminarle nada a la chica, no estaba en posición para hacerlo. “Que pena, que estas en una situación incómoda… crece de una vez” el Ente no ayudó en absoluto a la situación.

Quiso reír ante la gracia que soltó la joven sobre que si la situación le podría servir para algun libro, sin embargo, al estar aún un poco nerviosa en vez de reirse lo que salió de su boca fue un ruido parecido a una aspiración muy fuerte que le hizo pasar un poco más de vergüenza de la que ya estaba pasando

-No… no creo que escriba sobre esto

Soltó su tembloroso brazo por un segundo y se pasó la mano por el pelo echándolo hacia atrás, dejando así su cara libre de pelo que tapaba su triste imagen; las ojeras, la piel blanca y llena de sudor por estar nerviosa y, claro está, la bandana que adornaba su rostro. De lejos era difícil de descifrar porque llevaba puesta esa prenda en la cara todo el rato, pero cuando la tenias cerca, y si te fijabas muy bien, podías notar que estaba demasiado pegada a su rostro como para ser normal, vamos que le faltaba un cacho de cara. Al terminar de pasarse la mano por el pelo, volvió a sujetarse el brazo

Lo último que le quedó por decirle Cassie a Martha es que no volviera a cometer el error lo que acababa de hacer y en lo último que le dijo llevaba muchísima razón ya que si Martha se fijaba en lo superficial ella lo tenía claro; con su aspecto lo único que invitaba a hacer al verla era llamar a la policía. A veces se frustraba con esto ¿Es que acaso nadie veía lo plana que estaba la bandana sobre su rostro? En su país de origen lo tenía más fácil, nadie estaba tan paranoico ahí y al ver a una persona con la cara tapada no pensaban “Oh my god, she is going to kill me”, sobretodo porque en su país no hablaba inglés, pero también porque en Estados Unidos todo el mundo parecía estar cagado de miedo, incluso ella, era algo que te infecta una vez que te ibas a vivir allí.

-Gra… gracias- su brazo por fin dejó de temblar y pudo soltarse de una vez por todas -no volverá a pasar

En todo este tiempo, esa última frase fue la única que pudo decir de una vez sin tartamudear y la dijo mientras dejaba de sostener su brazo y ponía su mano derecha sobre la frente que tenía un color rojizo por la situación que acababa de pasar. Tuvo que buscar la silla más cercana, una de las que estaban enfrente de los ordenadores, y sentarse para agachar la cabeza con los brazos cruzados, suspirar e intentar relajarse

-Si… si era tu amigo… lo siento- levantó la cabeza solo para poder mirar a Cassie a la cara -nadie se merece perder a alguien querido

En eso ella tenía mucho que “opinar”; perdió a su familia cuando era una adolescente, quedandole solo su tío que la tuvo que criar en los momentos más difíciles de la juventud. Se lo decía pocas veces, pero le estaba muy agradecida por estar siempre a su lado.

-Si necesitas ayuda para superarlo, puedo intentar ayu… ayudarte

Le dijo esto incluso cuando ella no era la más indicada en el tema de superar la muerte de un ser querido. No lo era en absoluto.

Martha pudo ver casi al instante que la broma que había soltado no fue recibida exactamente bien por la receptora que con su lenguaje corporal se cerraba a la castaña. La pobre aun no sabía muy bien cuando era buen momento para hacer una broma y cuando era mejor callarse, lo malo de no tener muchas relaciones sociales es que cosas que para otros parecen ser obvias para ella eran difíciles de captar; estaba desentrenada en cuanto a relacionarse se trataba

-E… es verdad, lo siento

Agachó los ojos que apuntaron a sus zapatos, chocó las puntas de sus zapatos e inclinó la cabeza señalando que estaba arrepentida por haber soltado esa broma. No fue muy oportuna, lo malo es que se dio cuenta a retrospectiva así que no pudo evitar hacerla, al menos no la había cagado como antes, aun no se le iba de la cabeza lo ridícula que tendría que haber parecido cuando le estaba soltando esas mentiras tan estúpidas a la joven, era pensarlo y ponerse roja.

Escuchó la risita de la adolescente y para ser sincera, no le molestó tanto como si le habría molestado que se carcajease delante suya, que cuando alguien se resbala delante nuestra a no ser que sea un bebé o una persona mayor todos soltamos una risita casi como un acto reflejo

-Uff, yo tendría que escribir una biografía entonces

Eso fue un poco de auto humor por su parte aunque en verdad… toda su vida fue cuesta abajo y sin frenos desde ese incidente que le hizo perder su familia más cercana. Aun tenia muy caliente en su cabeza el despertar en el hospital con los vendajes por la cara tapando su rostro ahora deformado, el abrazo de su tío cuando vio que estaba bien y lo mucho que lloró ese día… todos esos recuerdos nunca se irían de su memoria. Martha volvió a la tierra cuando la joven “rechazó” su pésame, al no conocer la victima, y le explico el porqué de su interés por el asesinato del joven

-Oh pues… a lo mejor tendrías que tener cuidado- le aconsejo con toda la buena intención que pudo ya que ella no sabía que Cassie no era una adolescente normal -puede que estén buscando a… gente de edades similares

No sabía la edad de la muchacha, del joven asesinado si que conocía la edad ya que la dijeron en las noticias al igual que dijeron cómo murió… un poco morbo la verdad. Claro que esto hizo que las piezas se juntasen en su cerebro y se dio cuenta de que si la joven decía tener una edad similar a la víctima eso significaba que o no era menor de edad o para ella similar edad era ser jóvenes y ya está. Bueno y lo de ser menor de edad o no era un tema para debatir, Cassie a lo mejor era menor para algunas cosas y mayor para otras, sobretodo en estados unidos. Martha no dijo nada ya que pensó no se encontraba en posición para dudar de que si la adolescente era o no menor de edad

La ayuda que le ofreció fue aceptada, mas no para superar la muerte del joven como era su primera intención sino para ayudarle con el caso, al final si que iba a acabar actuando como una detective. Cassie le bombardeó con preguntas que Martha tuvo que coger una a una para poder responder correctamente, aun así tuvo que pararse un poco e intentar responder lo que ella le parecía la respuesta adecuada, aunque lo primero era corresponder a la presentación de la joven la cual Martha no sabia que era falsa

-Martha Rey- dijo su segundo nombre al completo sin darse cuenta, ya estaba acostumbrada a decir R. y ya… -y…- se paró un momento y se pasó la mano por la barbilla, pensativa -creo que ha sido una secta o algo parecido

Era lo primero que se le ocurrio, ademas pegaba por cómo había muerto el joven

-A lo mejor lo eligieron a él por… no se, puede que fuese virgen y los “cultistas” necesitasen su sangre para algo, además ...

Volvió a detenerse un segundo, tenía que intentar no hablar muy rápido o se acabaría explicando mal. Se pasó el brazo izquierdo por su muslo izquierdo, rascándoselo con la palma suavemente de arriba a abajo

-Mucha gente cree eso de que la sangre joven te rejuvenece, sobretodo en la antigüedad- se le vino a la cabeza una condesa que se bañaba en sangre -a parte una secta podría haber captado al chico y hacerle creer que él quisiera ser sacrificado para asi usar su sangre para… para lo que esos degenerados quisieran

Echo un vistazo a Cassie de arriba a abajo para así afirmar en su mente su segundo punto

-Por eso sospeche un poco de ti… con tu aspecto serías la indicada para atraer a los jóvenes a una secta, en muchas hacen lo mismo con mujeres y hombres hermosos y promesas que luego no se cumplen

Hablaba como si supiera mucho de estos temas y la verdad es que se pasaba la mitad del tiempo en un canal que subia videos “macabros” en los cuales hablaba sobre este tipo de cosas. No era una experta, solo estaba informada

-Que… ¿que crees tu?

Había soltado un rollo bastante largo y ahora le quedaba esperar a la opinión de “Drusilla” y ver qué pensaba ella de su teoría de la secta

Bajo las cejas cuando “Drusilla” comentó lo de que en las series de televisión el humor venía gracias al sufrimiento de las personas, algo que a Martha le recordó lo que era su vida; una desgracia tras otra. Lamentablemente no pudo devolverle la sonrisa a la joven, no solo por no tener los labios necesarios para hacerlo, sino porque tampoco es que pensar en su sufrimiento le trajese una sonrisa a la cara. Cuando lo de la edad fue aclarado sus ojos y cejas tomaron una expresión de entendimiento al darse cuenta de que la adolescente seguramente tendría 16 años ¿16 y tenía ese aspecto? Se agacho suave y disimuladamente la mirada hacia abajo y se echó un vistazo rápido a ella misma y luego a Drusilla, algunos tanto y otros tan poco.

Cuando le estaba exponiendo su teoría a la joven y esta soltó una risita, su mundo pareció derrumbarse en un instante. Exagerado, sí, pero para alguien con la autoestima de Martha reírte de algo que está intentando explicar con toda sus fuerzas para no quedarse trabada es más fuerte de lo que parece y su lenguaje corporal así lo demostró; encorvó la espalda y se encogió de hombros, cruzándose de brazos se acarició el antebrazo izquierdo con su mano derecha. Al menos cuando siguió explicándose la joven no se siguió riendo, eso ya la podría haber matado, sino que su expresión se volvió seria haciendo que dejase de estar encogida en si misma, como si de un capullo de un gusano se tratase

-Ci… cierto, por eso yo aun no soy presidenta, por mi aspecto- soltó una carcajada que más se asimiló a una aspiración de aire, aunque su rostro se volvió un poco más serio y un tanto asustado cuando escuchó la pregunta de Drusilla -Es que veo un… unos vídeos en Youtube, ya sabes “Las 7 sectas más perturbadores de la historia”

Se puso algo nerviosa al decir esto aunque no debería ya que estaba diciendo la verdad; el conocimiento que tenía sobre sectas y similares era por vídeos vistos en Youtube, claro que tras el historial que tenía con la joven que delante suya estaba no sabía si se creería esa verdad o pensaría que era otra mentira, aunque como se encontraba ahora mismo no es que estuviera como para mentir. La joven llegó a la conclusión de que no querían al joven asesinado por su sangre, sino no lo habían drogado. Esto hizo que Martha se pusiese a pensar un poco más, llegando a otra conclusión diferente pero parecida

-A lo mejor querían su carne- se pasó la mano por el pelo, echándolo hacia atrás -Algunas tribus antiguas se comían el corazón de sus enemigos para ganar su fuerza… puede que sea algo así ¿No?

Pensó un poco más, el joven puede que estuviese en buena forma física, sin embargo, no era ningún guerrero o algo similar como para que una secta quiera comer su carne para… como si de encender una bombilla se tratase, su mente se iluminó con otra idea

-Tal vez era un mutante y la secta quería comer su carne y sangre para intentar ganar sus poderes- Argumento, apretando sus manos entre si en señal de que ahora si que confiaba en lo que decía -O puede que fuera como Thor; un “Dios” o un “Semidios”...

Esa última parte la dijo con menos ganas y con poca confianza, claramente la había dicho por dar otra hipótesis, la idea en la que más confianza tenía era en la primera de que el joven era un mutante y esa secta pensaba que si se comían su carne conseguirían sus poderes… un poco estúpidos si que eran, comiendo carne y sangre de un mutante lo máximo que podías conseguir era alguna enfermedad

-No… no se como estaba el estado del cuerpo cuando lo encontraron- ahora mismo, no le aparecía en la mente que en las noticias hubieran dicho si el cuerpo estaba entero o no -Pero a lo mejor encontraron el cuerpo y la secta aun no termino el ritual… eso lo único que se me ocurre

Se volvió a cruzar de brazos, si no querían ni su carne ni su sangre ya no se le ocurrió qué más podría querer una secta de un joven de veinte años

Un capullo, eso era Martha. No en el sentido de afrenta si no en el de que se cerraba ante todo lo que a ella le resultara “desagradable”; una mala conversación, una situación incómoda, etc. Todo esto empeoró después de que el Ente dejase de estar sellado en la gema, como si ese ápice de libertad le hubiese devuelto algo que llevaba mucho tiempo sin tener, más de nuevo le fue arrebatado sin que ella pudiese hacer nada al respecto.
Cuando Martha volvió a su compostura normal, dejando de estar encogida en si misma, soltó una rápida risilla, esta vez si que se pudo notar que era una risa de verdad, al escuchar lo de “otras cualidades” para ser presidenta. Le hizo gracia porque se acordó de la cualidad número uno de todos, o casi todos, los políticos modernos

-Bueno… se mentir, esa es una buena cualidad para ser presidenta

Le costaba abrirse, sobretodo cuando la conversación empezó con ella haciendo el ridículo, pero una vez la conversación tomó un ritmo menos “opresivo” para Martha y la joven “Drusilla” noto que la morena era más insegura que un adolescente con acné antes de su primera cita, pudo relajarse un poco y dejar de sentirse tan mal e insegura, poco a poco se empezaba a recomponer para dejar de parecer que en cualquier momento fuese a derrumbarse en el suelo. La joven le comentó entonces que si lo que quería era informarse de un tema, lo mejor no era hacerlo en Youtube ya que su fiabilidad no es que fuera la mejor del mundo

-Bueno también he leído algún libr- se paró de seco cuando recapacito a que tipo de libros se iba a referir, H.P. Lovecraft era un gran autor de terror, pero sus libros eran eso, terror así que puede que tampoco fuese lo más fidedigno para saber cómo eran las sectas de verdad -No… esos creo que tampoco sean muy fiables

Una vez terminó de dar sus nuevas hipótesis sobre el por qué habían asesinado al joven, ahora le tocaba esperar a ver que pensaba “Drusilla” de todo esto, como la vez anterior esperaba que no pensase que eran ridículas o que el mero hecho de escucharlas le produjera la risa, la joven no parecía del tipo de personas que se reirá en tu cara por una idea algo ridícula, pero con un mundo lleno de gente nunca sabias que te podías encontrar. Su teoría del canibalismo fue desmontada por el hecho de las sustancias que le echaron al cuerpo del joven, claro que casi todos los alimentos modernos llevaban algunos componentes ajenos al propio alimento… puede que la carne humana fuera más delicada, que si le echabas algo perdiese el sabor o algo parecido. Martha cabeceo de un lado a otro para quitarse las imágenes que su mente estaba creando, eran un tanto desagradables.

Lo de que fuese un mutante y querían su carne para ganar sus poderes también fue debatida en su contra; así no funcionaba cómo se conseguían los poderes y ambas lo sabían, claro que Martha pensó que a lo mejor los cultista no conocían este hecho

-Puede que… puede que ellos no lo sepan, nunca se sabe lo que se le puede pasar por la cabeza a la gente

Pudo notar como lo último que dijo si que encendió la atención de la adolescente, como si esa fuera la respuesta que estaba buscando todo este tiempo. Martha, la verdad, no tenía mucho interés en todo ese tema de los dioses y demás; para ella no eran dioses sino alienígenas o algo así, si no creía en cristo tampoco iba a creer en un dios del trueno o en ningún otro dios de cualquier otra religión. Iba a decir algo al respecto, sobre que ella no pensaba que fuesen dioses de verdad, cuando le vino un cosquilleo en la nariz, en lo que le quedaba de ella, que le avisó de que iba a estornudar. Se sacó un paquete de pañuelos del bolsillo, estaba bastante desgastado y sólo le quedaban tres así que cogió uno, se bajó un poco la bandana dejando ver por un segundo a “Drusilla” parte de la deformación facial de Martha y se lo puso sobre sus orificios nasales antes de estornudar, un estornudo que sonó parecido al de una niña pequeña; casi insonoro. Se limpio con el pañuelo y lo tiró a una papelera que tenían allí cerca, miró a la joven con la mirada un poco bajada después de volver a ponerse la bandana bien

-Lo siento por… eso

Más que disculparse por el estornudo, se estaba disculpando por el hecho de que la joven hubiese visto parte de su rostro; sabía muy bien que podía resultar desagradable para el resto de las personas… a veces incluso era desagradable para ella.

Puede que la teoría fuese la acertada, que en efecto el asesinado fuese hijo de un dios y por eso le habían dado muerte, después de todo era la idea que mejor sonaba además cuando la adolescente se preguntó si el nombre del blog del chico venía por eso a ella le pareció que, en efecto, tenía sentido

-Sí, creo que puede ser

Se pasó la mano por la nuca para recoger algo de pelo y pasárselo por encima del hombro, acariciándolo con las manos lentamente. Cuando la joven dio la idea de buscar al dueño del almacén a Martha se le vino una idea de como conseguir esa información, mejor dicho de quien podría conseguir esa información

-Yo conozco a… alguien, la persona más inteligente que conozco- dejó de acariciarse el pelo, pasando a juntar sus dedos los unos con los otros -Puede que… puede que él nos encuentre esa información- se quedo pensativa un segundo -Aunque me dijo que se iba a ir a una… a un a fiesta para adultos

Casi soltó lo que le dijo su tío, menos mal que recapacito y supo usar otras palabras. “Drusilla” era una adolescente y a esa edad puede que no supiera lo que era una orgía o puede que si, así que lo mejor era no mencionarlo

-Así que no se si me lo cogerá… ¿Quieres que intente llamarle?

Puede que a la muchacha le gustase más hacer las cosas por su cuenta y la ayuda de otro desconocido le resultase no repulsivo, pero si algo que no aceptaría, aunque puede que conseguir la información para saber quién era el dueño no fuera tan difícil como Martha pensaba en un primer momento. Se metió la mano en su bolsillo izquierdo, en el cual guardaba su teléfono, esperando la respuesta de “Drusilla”, ya fuera negativa o positiva.

Una risa se escuchó en su interior, una carcajada con un tono de superioridad, la risotada del ente “Me divierte lo estúpidos que pueden llegar a ser los humanos y los “dioses”, creyendo poder conseguir poderes así por que si,el poder es solo para aquellos que se lo merecen.” pudo notar la forma en la que dijo “dioses”, no era como ella que pensaba que no eran dioses de verdad si no que el pensaba que, al igual que los humanos, los dioses también estaban por debajo de él. Martha, de nuevo, intentó ignorar a la entidad dentro de su cabeza para no perderse en su agravio

La risa de la adolescente le resultó más agradable de lo que en un principio debería, el resultado de estar en una situación que no es que le entusiasmara y que la conversación había tenido algunos momentos muy flojos, sobre todo por su parte, así que ese gesto de que a su receptora le hizo gracia su especie de broma… le sintió bastante bien. En sus ojos se pudo ver un tenue brillo, como si esta fuera su forma de sonreír ante la joven; no con la boca, sino con la mirada.

La política era un tema que a Martha le interesaba si y no; le gustaba hablar de cómo con algunos cambios en las políticas de muchos países se podría llegar a un mundo mejor, pero perdía el interés rápidamente cuando los demás intentaban llevar al tema a un bando u a otro, esos bandos que llevaban existiendo casi toda la vida y que cada uno decía saber qué era lo mejor para el pueblo y aun así nunca acertaban con la fórmula, un fallo tras otro. Asintió con la cabeza, demostrando que estaba de acuerdo con lo que dijo “Drusilla”
Su boca se abrió para contestarle cuando le pregunto sobre qué clase de libros, más se detuvo para recapacitar cómo responder a esa pregunta

-Libros de… terror cósmico- Decir simplemente “de terror” sería una forma muy simple de clasificar a Lovecraft -pero también salían… sectas y rituales, por eso no se si seria una fuente muy fiable… al fin y al cabo son fantasía

Todo iba bien, todo hasta… el estornudo. Cuando una “personal normal” estornuda no suele ser gran cosa, a lo mejor interrumpes una conversación que estás teniendo o puede que asustes a tu gato y de un brinco, pero Martha no era precisamente normal, no. La marca dejada por el incendio que acabó con su familia era destapada cada vez que estornudaba o cada vez que bebía de cualquier vaso si no es con una pajita y ella sabía muy bien que su aspecto podría llegar a ser desagradable. No solo porque hubiese tenido reacciones negativas, que las tuvo e incluso tiene ya que las personas con ese tipo de deformidades siempre atraen burlas e insultos, sino que también ella tuvo la misma reacción cuando se la vio por primera vez, en un espejo que le trajo un enfermero… ese rostro… no, no era el suyo, era algo alienígena. En ese momento no pudo evitar vomitar en una bolsa que colgaba de su camilla, en ese instante se convirtió en una persona totalmente diferente. La joven Martha que le gustaba tocar la guitarra y hacer ejercicio, que soñaba con ser una corredora de carreras profesional, esa Martha ya no volvería nunca más, no se repararía el rostro ya que esa era su penitencia; demasiado débil como para salvar a su familia… y demasiado cobarde como para irse con ellos.

“Yo nunca te dejare ir”

Eso nunca lo olvidaría. “Eso” siempre estaría ahí, por las noches, por las mañanas, en sus días bajos, en sus momentos más alegres, siempre junto a ella… inseparable

-No… no pasa nada si tienes que- con la mano hizo un gesto por la garganta de abajo a arriba, intentando emular el gesto de regurgitar -estoy acostumbrada, se que... se que no soy fácil de mirar

Lo tenia aceptado, desde hace muchos años. Por eso siempre llevaba la bandana, por eso se acostumbro a hablar sin labios con tela en la boca, como si fuera una parte más de su cara; Érase una mujer a una bandana pegada.

La sorpresa fue recíproca; no se esperaba que la adolescente pareciese entender a lo que se refería con “fiesta para adultos”, al menos eso pudo deducir por las expresiones de su rostro. Con su edad y en sus tiempos, cuando le decían que había una fiesta de adultos no pensaban en sexo ni en nada por el estilo, ¿Adultos charlando y tomando copas? Eso si. Puede que los tiempos hayan cambiado, o a lo mejor es que ella fue muy inocente de joven… fuera lo que fuese, se sonrojo al ver que la adolescente le había entendido

-Oh… oh, ya veo, si… perdón

Se disculpó casi instintivamente, pero un pensamiento vino a su mente; si ya le había dado algo que buscar a la joven su conversación se terminó ahí, ya no le haría más falta. Una forma de pensar extravagante, que se infravalora a si misma pensando que si no hacía falta a los demás, era mejor que desapareciera de su vista. Puede que ella no lo pensara así, o que no se diese cuenta, pero Martha y las personas como ella necesitan sentirse útiles, ver que los demás requieren de su ayuda. Si no, vuelven a su cueva, a su encierre…. A su capullo

-Bueno si… si no te hago más falta- se volvió a cruzar de brazos y a inclinar un poco la espalda, sutilmente no como antes que si se notaba más su incomodidad -Me… me iré

No lo dijo con fuerza, es más ni siquiera dijo “adiós”... dentro de su inconsciente aun quería ser de ayuda para la joven, ayudarla en lo que fuera incluso si era buscar algo que ella misma podría buscar sin problema. O también se podría marchar, alejarse de esta conversación como hizo de muchas otras, huir sin mirar atrás mientras la voz en su cabeza le grita lo cobarde que es, la voz que le taladraba cada día. La voz del Ente.

Pues claro que Drusilla no conocía esa categoría, muy poca gente la conocía y de esas personas mas de la mitad no había leído nada del género y era normal, no muchos escritos eran partícipes de esa forma de escribir historias y al verdad, no era sencillo hacerlas bien. Asintió con la cabeza, como afirmando que entendía que ella no conociese el terror cósmico. El entendimiento pasó a convertirse en un escalofrío que le recorrió toda la espina dorsal cuando la joven comentó que a veces la ficción se basaba en la realidad

-Pu… pues mejor que las historias que yo leo si que sean ficción- se rasco la nuca, con tan solo pensar que los terroríficos dioses que existían en el universo Lovecraftiano pudieran ser reales le daba un vuelco el corazón -No me gustaría que el universo sea el sueño de una criatura horrible, ciega e idiota

Realmente si los dioses representados en los mitos de Cthulhu estuviesen basados en la realidad, sería mejor saltar por la ventana ya antes de esperar a que una criatura que vive en el fondo del mar aparezca y que con su sola imagen te pueda volver loco. No sería la mejor forma de despedir a la humanidad,la verdad. Quien sabe, a lo mejor si que existían seres parecidos a esos en alguna parte del inmenso universo, un pensamiento escalofriante que hizo reír al Ente “No tenéis ni idea de lo que se esconde ahí fuera”. Tranquilizador como siempre.

La joven fue sincera y, sinceramente hablando, era lo mejor que se podía hacer en estos casos. Si alguien tenia una deformidad como la cara y la misma persona tiene conocimiento de lo difícil que era mirarla de nada servirá que le intentes hacer sentir mejor con su aspecto, lo que si es útil es lo que dijo Drusilla sobre que podía haber algo en ella más allá que su “deformada” apariencia

-Bueno... gracias- en verdad llevaba razón, cuando te acostumbrabas no daba tanta impresión, algo que le pasó a ella y a su tío que a ambos al principio también les costaba hasta que se acostumbraron -y sí, pero de esas cosas prefiero… no hablar

¿Que tenía Martha más allá de su herida facial? Una familia muerta, una mente torturada por un ente maligno y una tristeza en su corazón que la acompañaba cada día de su vida e intentaba ocultar tras humor negro y bromas inoportunas. Esa parte de su vida no es que le hiciese muy orgullosa  y quitando esa parte no le quedaba mucho; toca algo la guitarra pero no es que sepa tocarla al cien por cien y es “escritora”, es como si toda su vida se viera definida por esa tragedia de hace unos años.

El gesto de la adolescente le hizo sentir más tranquila, dándose así cuenta de que no fue para tanto lo que dijo. De verdad Martha estaba muy desconectada de la juventud actual… aunque también estuvo desconectada de su juventud ya que desde que paso...eso, dejó de tener amigos para estar siempre sola en su cuarto… estudiando. Al menos eso le dio buenas notas.

La mujer no se quiso ir porque quisiera irse, ni mucho menos ya que tras la primera incomodez inicial ahora estaba más “a gusto” hablando con Drusilla que al principio, no, ella dijo lo de irse ya que sentía que no le hacia mas falta a la joven pero puede que no fuese así, puede que si “unían sus fuerzas” como dijo la joven conseguirán encontrar al culpable más rápido que si la dejaba sola

-Bueno puedo… puedo buscar en algún artículo el nombre del almacén y su dueño- se paso la mano por la nuca, un poco nerviosa aunque no sabia muy bien porque mas haya de que le ponía nerviosa darle la idea a la joven -… a partir de ahí podemos mirar si conocía a alguien sospechoso o si conocía al chico… ¿Que te parece?

Lo de “dios prepotente y arrogante” le hizo cierta gracia, ya que cuando uno se ponía a leer los mitos de diferentes culturas se podía llegar a una conclusión; las deidades eran unas capullas. Por como eran representadas sería mejor ser amigo de un “demonio” que de un “dios”, que si uno le echa veneno a otro por matar a uno, que si otro le da su amor a todo lo que se menea, que luego si existen puede que no fueran así de verdad, vale, pero de momento era mejor fiarse de los mitos.

-La… la verdad es que sí, mejor eso que venga un cisne y acabe embarazada de un semidiós

Al menos con los dioses de los mitos de Cthulhu la muerte sería rápida y algunas veces indolora, ¿Pero tener relaciones amorosas con un animal? Eso si que era un castigo, un  castigo que se repetía muchas veces en los mitos. Los “dioses” eran unos loquillos. Tras unos segundos se preguntó si entendería la referencia mitológica que acababa de hacer… seria una situación muy incomoda si así no lo fuera

Su idea de buscar en las noticias le pareció bien a la joven, sin embargo, no buscaría el nombre en las noticias impresas si no que las buscaría en los portales digitales. Cerca suya había un ordenador y una silla, en la que antes se sentó cuando conversaba con Drusilla, esta vez trayendo otra más para dejar que la rubia se sentara a su lado si así lo quería. Encendió el aparato, que tardó algo más de medio minuto en encenderse, y se metió en Google para buscar la noticia del joven asesinado. No le fue difícil encontrarla, al fin y al cabo el periodismo actual se centraba en la miseria de los demás, en el sufrimiento y en el morbo para generar clicks, por lo que una noticia de un joven asesinado era néctar para ellos del que poder chupar para ganar más dinero.

A pesar de esto no encontraron ni el nombre del almacén ni el nombre del dueño, si salia en que zona se encontraba así que si la búsqueda por internet no daba ningún fruto siempre podrían ir hasta alli aunque puede que se encontraran con algún policía investigando y acabaran arrestadas, si eso pasaba Martha preferiría encontrarse con “Grissom” y no “Russell” que le gustaba menos. Dejándose de fantasías, siguió buscando entre los artículos para ver si alguno les revelaba algo, de momento su búsqueda fue en vano

“Podríamos indagar sobre los participantes de su blog” esa idea fue fantástica ya que, según lo vio en las series policíacas que veía, el asesino la mayoría de las veces conocía a la víctima a no ser que fuese un asesino en serie, aunque incluso ahí había excepciones. De todas formas, escribió el nombre del blog en el buscador y en pocos segundos lo encontró, más al darle click para abrir, la pagina resultó estar cerrada, dando un error de html, cerrada o por el mismo, poco probable, o por un familiar o por… su asesino. Parecía que tendrían que buscar en otra parte, más Martha no se daría por vencida sabiendo que podían utilizar una página especial para este tipo de búsquedas; “The Wayback machine”.

Se trataba de una página de internet en la cual ponías un url de una página y te dejaba ver como era antes, si tenían suerte también estaría el blog del joven. Bingo, al poner el url de su buscador salia el calendario de hace poco con algunos días marcados en los que poder mirar quien era partícipe en su blog, ahora podría buscar si había algo sospechoso o “alguien” y empezar por ahí. A Martha, que antes estuvo como encogida, se encontraba más “energizada” como si lo de hacer de detective le gustara de verdad, se levantó de su silla y ofreció a la joven a seguir con la búsqueda, ya que aunque a ella, más o menos, le gustara todo esto estaba segura de que no sabría distinguir algo sospechoso en el blog de un joven de veinte años que, aunque ya no era un adolescente estaba demasiado cerca de ellos. Ofreció a Drusilla su silla que se encontraba delante del ordenador y ella se quedaría con la otra, a su izquierda

-Ya esta, ahora podemos buscar quienes participaban en su blog y si había alguien sospechoso comentando, o si él mismo escribió algo raro

No lo diría, y casi ni lo pensaría, pero estaba orgulloso de haber ayudado en algo. No siempre se sentía útil y menos con el Ente en su cabeza, se podía ver en sus ojos la felicidad que resaltaba con el tono gris y pésimo de su cara… a lo mejor no estaría tan mal salir a conocer gente como tantas veces su tío le había insistido.

Menos mal que sus conocimientos de la web habían aportado algo en la pequeña investigación que estaban llevando a cabo y es que, cuando te pasas la mitad de tu adolescencia sola y sin salir de tu casa nada más que para ir a clase, acabas adquiriendo unos “conocimientos” que otras personas con vida social puede que no tengan jamás si no dedican algo de tiempo a investigar. Vídeos en los que gente hablaba sobre el fin del mundo llenos de mensajes crípticos, páginas en las que se hallaban todos los libros escritos de la historia, portales web en donde se vendían todo tipo de cosas, esas eran algunas de las cosas que Martha descubrió, a veces con ayuda de algún internauta anónimo, en todo el tiempo que estuvo sola en su cuarto junto al ordenador. No era la primera vez que le daba uso a la web que en ese momento estaban utilizando, ya que más de una vez un vídeo hablaba sobre alguna página que ya había sido borrada y solo se podía acceder a su contenido, ya anticuado y desfasado al no poderse actualizar, haciendo uso de la singular máquina del tiempo de Internet.

Claro que no siempre podrías “llegar a tu destino” ya que la herramienta que utiliza esta página para acumular automáticamente los datos de otras webs, no la tienen todas las páginas, por lo que deja algunos sitios webs sin poder ser preservados ahí a no ser que el creador de la pagina quiera preservarlo el mismo y lo haga manualmente. Martha se perdió en sus pensamientos sobre la intraweb y casi perdió el hilo de lo que estaba pasando delante de sus ojos cuando dejó a Drusilla tomar el control del ratón. El sonido de la rueda del ratón al detenerse la devolvió al mundo real y pudo fijarse, al igual que su compañera allí presente, en el singular usuario que atacaba con dureza a Marcus.

Por como hablaba, Martha podría decir que ya vio esto antes; esa forma de hablar tan “dura” y llena de sarcasmos era muy típica de los denominados “trolls” de internet; gente triste y sin vida que se dedican a fastidiar a los demás en la web, a insultar y a intentar dejarse a ellos mismos por encima y a los demás por abajo. Una página en concreto estaba llena de ellos y era el lugar perfecto para la cría de los peores seres humanos que jamas a visto Internet, las únicas dos cosas que evitaban a este usuario ser uno de esos “trolls” era primero su foto de perfil, que si de verdad tenía ese aspecto no se parecía en nada a aquellos que viven en el sótano de sus padres y se alimentan solo de gaseosas y patatillas. La otra cosa era que si, por los comentarios tan crueles se deducía, en verdad estaba relacionado con el crimen no podría ser un troll de internet ya que estos nunca salen de su casa a no ser que sea necesario.

Cameron Morrigan. Era un nombre pesado de decir, perfecto para alguien que se dedica a escribir en el blog de un chaval, incluso la ropa que llevaba hacía pensar a Martha en alguien difícil de tratar, vestido como un metalero un estilo del cual, aunque ella comparte partes de este como las chaquetas de cuero, no es muy fan ya que siempre los ha visto un poco prepotentes, incluso en la foto que tenía en su perfil parecía un capullo de mucho cuidado.

Para ella, el haber encontrado a un posible sospechoso ya era toda una victoria. Lo unico que tenian que hacer ahora era mostrarle las pruebas a las autoridades y ellos se encargaran de llevar a cabo una investigación y, si al final resulta ser culpable, la detención del mismo Cameron. Claro que el oro de unos es el bronce de otros y “Drusilla” no estaba del todo satisfecha con esto si no que tenía otro plan en mente; ir a casa del joven a investigar un poco más. Martha se quedó sin palabras unos segundos al no saber que la situación tomaría este giro tan repentino

-Yo… esto…

se pasó la mano por el pelo quitando algunos mechones de la frente que volvieron a caerse una vez hubo terminado ¿De verdad quería ir a la casa de un desconocido que por lo poco que sabían de él había matado alguien? ¿Que harían si era verdad? ¿Y si no era verdad? Las dudas la empujaban a rechazar a Drusilla, a irse a su casa, o mejor dicho al barco de su tío, y olvidar todo lo sucedido. Sin embargo, algo dentro de ella la empujaba a aceptar la sugerencia de la joven aun sabiendo que preferiría no hacerlo, como si las cuerdas de su mente las manejase un titiritero forzándole a actuar en una obra ajena a su gusto

-Vale… vayámonos- se levantó de su asiento con cuidado de no hacer mucho ruido con la silla para no llamar la atención ni molestar a las demás personas que pudieran estar por ahí -Pe… pero tenemos que tener mucho cuidado ¿Va… vale?

En su forma de hablar temblorosa se podía notar la inseguridad de Martha ya que no es que estuviera muy segura de lo de ir a casa del tal Cameron, aunque claro está peor sería que fuera la adolescente sola ¿Y si al dejarla ir a ella nada más luego ve en las noticias que se ha encontrado otro cadáver esta vez de una joven rubia? No sabe muy bien si podría vivir con ello y prefería no averiguarlo. También intentaría, en todo lo posible, que a Drusilla no le sucediera nada malo ya que, aunque no la conocía de mucho, caía en su deber como adulto asegurarse de que “la juventud” no se haga daño así que si la situación se ponía fea, podría dar uso de sus llaves de autodefensa y sacar a la joven de ahí. Claramente, Martha no tenía ni la menor idea de las capacidades físicas de la persona que tenía delante de sus ojos

Martha sabía que Drusilla sabía que a ella no le entusiasmaba en absoluto la idea de ir, sin embargo cuando la joven le dio la oportunidad de irse la rechazó negando con la cabeza, afirmando que la acompañaría y eso hizo. La morena siguió la rubia unos metros detrás de ella, en su mente había prometido protegerla si llegaba a pasar algo, más sus actos decían otra cosa; parecía que en cualquier momento fuese a salir corriendo con tan solo oír el aleteo de una mariposa. Estaba en una situación incómoda en la cual prefería no estar, pero como le decía su tío “Los conflictos nos hacen más fuertes”.

No se fijó en que habían llegado a la dirección, estaba pensando en sus cosas en ese momento, por eso le pilló desprevenida cuando la adolescente se abalanzó hacia un tipo en la puerta de su casa, tipo que al mirarlo más detenidamente pudo descifrar que se trataba de Cameron “Que bien…” pensó Martha sarcásticamente, hubiera sido mejor si no estuviera en casa; menos problemas. Se sorprendió nuevamente cuando el hombre usó sus poderes, llegando casi a dar un respingo al ver la oscuridad cernirse sobre ellas; en antes había una hermosa luz solar y un calorcito que te agradaba la piel, ahora no había más que sombras y oscuridad.

Se sujetó el brazo, mientras intentaba sacar de la gema una cuchilla, cuchillo que salió pero que apenas medía cuatro centímetros, claro que cuando el hombre gritó confundiendo a ellas dos con las asesinas de Marcus dejó de sujetarse el brazo y la cuchilla desapareció como si nunca hubiera estado ahí; se había dado cuenta de que se trataba de un malentendido. Cuando la joven hizo el gesto universal para rendirse, Martha para intentar que el hombre se calmara y no hiciera una locura, aunque usar sus poderes, o lo que fuera eso, ya parecía locura suficiente. Escuchó la conversación atentamente desde detrás de Drusilla, obviamente volvió a ser hipócrita en cuanto a lo de proteger a la adolescente se refería ya que ella se encontraba más lejos del hombre que ella, al parecer si que se trataba de un “semidiós”.

Una voz en su mente llegó a una conclusión al escuchar a Cameron quejarse e insultarlas “Joder, que puto llorica” y por extraño que pareciera, esa voz no fue la del Ente sino la suya propia ¿Por que había pensado eso? Ella que había sufrido la pérdida de su familia debería entender el dolor de los demás y que cada uno lleva ese sufrimiento como puede ¿Acaso el Ente la estaba influyendo negativamente? Tenía que ser eso. Sacudió la cabeza de lado a lado para quitarse ese pensamiento de la cabeza mientras Drusilla intentaba calmar a Cameron, dándose cuenta cuando la luz del sol volvió a brillar sobre sus cabezas. Levantó la cabeza, con una mirada que expresaba algo de duda sobre lo que acababa de pasar ya que, en su intento por borrarse esos pensamientos de la cabeza, se perdió gran parte de lo que estaba pasando delante de sus ojos. Sin embargo, entendió que el hombre había aceptado la ayuda de las dos mujeres, aunque un poco a regañadientes

-U… una pregunta, disculpe- con la misma voz temblorosa con la que estuvo hablando al principio con Drusilla, musito sus primeras palabras hacia Cameron -¿No sabrá usted cómo dieron con… con su amigo?

Estaba intentando ser muy formal con sus palabras, la situación ya era tensa de por si como ponerse a hablar de forma irrespetuosa

-Si sabemos cómo dieron con él, podemos evitar que den con usted o… podemos hacerles venir- eso parecía una contradicción; si querían proteger al chico tendrían que alejar a los asesinos de él, aunque Martha continuó con su idea de un plan -Podríamos… tenderles una trampa, hacer que ellos vengan a nosotros y pillarles por sorpresa

Eso decía ella, pero con la evidencia que tenían estaba claro de que era verdad que Marcus era un semidiós y si esos asesinos podía con el ¿Que podría hacer ella? No mucho, sobretodo si no podía conseguir que la gema “funcionase”, esperaba que Cameron, si pillaba a los asesinos antes de que le pillen ellos a él, pudiera hacer algo contra ellos. Martha parecía poco segura en sus palabras, aunque eso le llevaba pasando casi desde el momento en el que habló con la adolescente fuera de su mentira así que ya era lo normal. No sabía si a Cameron le gustaría su idea pero de momento, a no ser que su acompañante o el propio hombre tuvieran otra idea, no tenían otra cosa.

En el fondo, Cameron le recordaba a como estaba ella cuando perdió a su familia, aunque la gran diferencia era que, mientras Cameron parecía, al menos en un principio, actuar de manera agresiva para reflejar su dolor, mientras que Martha parecía como si estuviese muerta; no hablaba, a veces no comía e incluso algunos dias ni se movía de su cuarto. Ahora estaba “mejor”, todo lo mejor que se puede estar con una entidad malvada en tu cabeza y ya no se recluía en su casa. Cada persona llevaba el sufrimiento y la tristeza como podían, algunos evitaban el contacto con cualquier otra persona y otros… se volvían un poco más agresivos. Menos mal que Cameron se había calmado y podían conversar con él correctamente.

Se puso la mano en su barbilla cubierta por la bandana, al principio pensaba que no le gustaria estar ahi pero ahora se estaba poniendo interesante, era como en una de esas historias de novela negra que leía de vez en cuando, o como las series policiacas que inundaban los canales de televisión por cable. Puede que ni ella ni su acompañante fueran detectives, pero Martha había leído mucho y visto mucho en su tiempo libre, lo unico que tenia que hacer era pensar como lo haría un detective de verdad; unir las pruebas hasta que algo tenga sentido. Se sorprendió al escuchar lo del otro asesinato, ya que si era igual que el del chico no entendía porque no salio en las noticias, puede que en este caso la familia dijera que no se hiciera público o que solo saliera en las noticias locales haciendo imposible que Martha lo pudiera haber visto sin estar en la ciudad.

La otra cosa extraña era que la joven tenía un novio, una de las personas que Marcus atrajo con sus mensajes por los foros y cuando una mujer desaparecía, o se encontraba ya muerta, lo normal era poner en el punto de mira al ex-novio de la víctima ya que solían asesinar a sus parejas por despecho; si yo no puedo tenerte, nadie podrá. Por lo que les contó, Adrien empezaba a sonar bastante sospechoso con eso de admirar tanto a Marcus, puede que si fuera verdad eso de que lo habían asesinado para obtener sus poderes. Por ahora la cosa estaba clara, solo tenían un sospechoso y era bastante claro… sin embargo, Drusilla siguió preguntando y fue entonces cuando conocieron a otras dos sospechosas; Madea y Juniper.

Quitando los nombres un poco extraños que tenían las dos mujeres, también eran sospechosas, no por sus actitud falsa ya que entonces la mitad de la humanidad sería sospechosa sino por eso de “zalameras”, si al final resultaba cierto eso de que era un culto o una secta los que habían asesinado al pobre joven, podrían estar usando a mujeres y hombres atractivos para camelarlos y luego asesinarlos en cuanto se descuiden. Era algo parecido a lo que hacen los que llaman a tu puerta para darte panfletos para intentarte hacer entrar en una religión, mandaban a sus chicos más atractivos y jóvenes para atraer a la gente; puede que esos tres hubieran hecho lo mismo. A Martha se le vino una idea a la cabeza y, con la misma confianza falsa de detective con la que empezó a hablar con Drusilla, se dirigo esta vez a Cameron

-Tengo una idea,un plan, que puede salir bien o puede salir mal- se acercó un poco más a ambos para explicarle su plan -¿Tienes el whatsapp de los tres? Porque se me a ocurrido un plan; le mandas un mensaje a cada uno diciéndoles que has encontrado pistas sobre el asesinato de Marcus y Abigail, pistas, no que hayas encontrado al o a los asesinos. Lo importante es que les digas que se las vas a enseñar a la policía mañana por la mañana.

La mujer parecía confiar en lo que decía, e incluso su lenguaje corporal apoyaba la confianza que en un primer momento estaba demostrando, claro que como Drusilla ya vio momentos atrás, a Martha se le daba bien mentir y ahora mentía sobre tener confianza en lo que estaba diciendo, para dar algo más de seguridad a Cameron

-Y, si no me equivoco y alguno de los tres, o los tres, es el asesino o son complices de los verdaderos asesinos, vendrán por la noche a “silenciarte”

Se cruzó de brazos tras terminar de explicar su plan, si pudiera sonreír ahora tendría una sonrisa orgullosa en la cara. Jamás confesaría que ese plan venía de una serie de televisión llamada El Mentalista en la cual usaban un plan parecido para “atrapar” a un asesino y ladrón de bebés… quedaba mucho mejor si parecía que se le había ocurrido a ella

-Seguramente ya tenga tu dirección y seas su próximo objetivo y ya sepan donde vives, esto solo les hará tener un incentivo para venir a por ti. Pero tranquilo, porque estaremos esperándolos cuando vengan

Puso su mano en el hombro de Drusilla, con la misma confianza con la que explicó su plan, como si fuera su compañera investigadora, no obstante, segundos después, se arrepentio y la vergüenza inundó su cabeza comiéndose la confianza que estuvo acumulando todo este tiempo. Quito la mano de encima de la joven y se paso, su propia mano, a la espalda, cruzandolas tras de si. Ese plan era lo único que se le ocurría para atraer a los posibles asesinos a Cameron, claro que él estaba en posición de negarse ya que era el que más arriesgaba con ese plan y también podría salir mal y que ninguno de los tres venga, por no ser los asesinos o por no ser tan estúpidos como para caer en una trampa así. Tendrían que esperar a ver que le parecía el plan al joven y si aceptaría llevarlo a cabo. Tampoco sabría que hacer si al final resulta que si vienen y  aparecen armados, entonces podrían tener problemas graves si tenían que confiar en que Martha use sus poderes para ayudar; como demostró antes cuando no pudo ni siquiera sacar una cuchilla de la gema que midiese mas de siete centímetros.

Por cómo la miraba Cameron pudo descifrar que su plan de hacerle pasar por cebo no le estaba entusiasmado demasiado, puede que por la parte del cebo o por eso de depender de dos desconocidas tan dispares como el ying y el yang. Lo malo es que, de momento no tenían otra alternativa así que o aceptaba el plan de Martha o tendrían que buscar otra idea. Al menos la rubia aporto algún cambio a su plan para hacerlo mas atractivo, Cameron prefirió negarse gracias a la base de que ellos no eran más que tres desconocidos y los asesinos fueron capaces de acabar con la vida de un semidiós. Martha apretó las cejas, confundida por lo que el joven acababa de decir ¿No se supone que los asesinos no van de frente? Por lo que sabía de los asesinos de las películas, series y libros, muy pocas veces había un enfrentamiento sobretodo si era un profesional; aparecía, acababa con su objetivo sin ni siquiera el darse cuenta de que lo están matando y luego puff, desaparece. Puede que los asesinos de Marcus fueran eso, gente "normal" que trabajaba como asesinos profesionales, que no tuvieran ni que enfrentarse a Marcus directamente, que lo pillasen desprevenido y acabaran con su vida o lo aturdieron o algo. O puede que si que se enfrentarán a Marcus, entonces si que compartía la posición de Cameron de ¿Que vamos a hacer nosotros contra ellos? Prefirió no decir nada y dejar estos pensamientos para ella misma.

Menos mal que Drusilla supo tranquilizarle, a Martha no se le daba muy bien eso de tranquilizar a la gente puede que fuera por eso de no estar tranquila ella misma. La joven comentó que era muy fuerte, cosa que a la castaña le hizo algo de gracia ya que estaba ahí para proteger, entre mil comillas, a la adolescente, pero si era fuerte, lo suficiente como para no tener miedo a los asesinos de un semidiós. Y la otra cosa que dijo que, esto si que le pilló desprevenida, fue lo de no solo ser ella una semidiosa, como Cameron, si no que había hecho otras veces de heroína. Martha se aguanto un resoplido, no solo se metió en una situación que no le entusiasmaba por algo que, al parecer, no hacía falta si no que encima iba a ayudar a una “heroína”... bueno, al menos haría algo bueno y eso es....¿Bueno? La mujer tenía un pequeño conflicto interno que intentó camuflar lo mejor que pudo.

Por fin el hombre aceptó el plan y les permitió entrar a su casa para poder preparar una trampa con la que atrapar a los asesinos. La casa de Cameron no era muy grande, si vivía solo no le hacía falta más al igual que le pasaba a ella con su piso, así que no tenían muchos sitios en los que poder esconderse, lo bueno es que de los pocos que tenían, dos eran perfectos; enfrente de la puerta principal había un pequeño parapeto que dejaba un hueco para pasar y tras de el, una puerta en el centro y dos puertas una a cada lado. Una era la del baño, otra era la de su habitación, la del centro ni idea ya que esa no importaba

-Mira, nos podemos meter cada una en una habitación de esas y en la que se puede ver- Martha señaló a las puertas, la de la habitación de Cameron por la forma en la que se habría tenia visión de no solo la entrada si no parte del salón -te metes tu y si vemos u oímos algo sospechoso o que están atacando a Cameron, salimos de la habitación y estamos con él en un segundo ¿Qué te parece?

No dijo de que una de ellas se escondiera tras el parapeto ya que a lo mejor uno de los sospechosos se pasaba por allí y, mientras si que se podrían esconder tras las puertas cerradas, no podrían hacer mucho detrás del parapeto, además en el salón no tenían sitio en el que esconderse. Martha ocupó su sitio metiéndose en el baño y dejando la puerta entre abierta para escuchar lo que sucedía tras de ella, dejando la luz apagada para no llamar la atención de los visitantes. Drusilla se quedó con la otra habitación, en la que tendría visión de lo que sucedía afuera y podría actuar y Martha la seguiría. Fue justo en ese momento, entre la oscuridad del baño solo iluminada por la poca luz que entraba por el hueco de la puerta, cuando el Ente decidió tener una conversación con ella “¿De verdad quieres ayudarles?” el tono del Ente era despectivo, como siempre, sin embargo esta vez parecía que era una pregunta sincera “Él es un “semidiós” patético que no ayudó a su amigo incluso cuando, según él, se juntaba con gente extraña” Martha negó con la cabeza, Cameron no podría haber imaginado que asesinarían a Marcus pero....no, Martha intento borrarse esos pensamientos de la cabeza “Su amigo murió solo, mientras el seguía refugiándose en su casa ¿Acaso le invito a vivir con el? ¿Le proporcionó alguna ayuda? No. Es tan patético que es repulsivo… y hablando de ser patético”  noto una risa, una desagradable risa que hizo que se le pusiera la piel de gallina “La joven está, la otra semidiosa… se hace llamar heroína pero ¿Acaso el trabajo de los héroes no es ayudar a los demás? Me da a mi que Marcus estaría muy contento si “Drusilla” hubiera venido en su ayuda, no ahora. Además” Martha se intentó centrar en la misión, en escuchar si por fin alguno de los sospechosos llegaba, para no prestar atención al ente… el problema es que su voz se clavaba en su cabeza como un ardiente alfiler “me parece que lo que ella esta haciendo es ayudarse a si misma, no a Cameron ¿No crees? Es solo una jovencita asustada, que no quiere que lo que le ha pasado a otra persona le pase a ella y se justifica diciéndose a si misma que lo hace para ayudar a la patética excusa de hombre que es ese tipo. Los dos deberían de ser asesinados como la escoria que son....y se que tu piensas lo mismo” eso fue el último clavo en el ataúd ¿De verdad pensaba como el Ente? No, no era eso, era el Ente que intentaba influenciarla para que pensara como el, Drusilla, a pesar de ser una heroína, era buena persona y quería ayudar a Cameron, y él había perdido a su mejor amigo y no pudo hacer nada para remediarlo, no eran patéticos ni escoria ni nada de eso. Se repitió eso varias veces mientras la risa del ente se volvió a escuchar en su interior haciéndose cada vez más suave hasta desaparecer por completo, lo que le permitió escuchar a Adrien entrar, ella no pudo verle pero si podía escucharle. Ahora tocaba esperar y ver si el era el asesino o eran las otras mujeres y si era lo primero, entrar en acción para proteger a Cameron.

Drusilla tenía razón, era muy peligroso dejar al hombre solo si se tenía que enfrentar a, posiblemente, tres asesinos claro que ¿Que podria hacer ella en esa situación? Quedarse en el baño y luego fingir haber ayudado seria su mejor opciones; sabia defensa personal, sin embargo, si debía enfrentarse a unos asesinos capaz de matar dioses mal le iba si intentaba eso de la defensa personal. A la llegada de Adrien se quedó en silencio en la oscuridad del baño, la luz que se colaba por la pequeña rejilla que dejó en la puerta, por si tenia que salir rapidamente, se reflejaba en el espejo que estaba a su espalda, iluminando un poco más del cuarto.

No podia ver, pero si escuchar y eso hizo. Pudo escuchar algo de movimiento, mas no el suficiente como para que la joven rubia que estaba viendo la escena actuara así que supuso que aún no sucedió nada por lo que tuviera que actuar, siguió esperando. Escuchó la conversación y, por un momento, le dieron ganas de que Adrien fuese el asesino y matase a Cameron en ese momento ¿A quien se le ocurría acusarle nada más llegar? Si tienes sospecha de una persona, no se lo sueltas tan de repente, Martha no tuvo en cuenta de que en esas situaciones la gente no piensa o actúa como se debería debido al nerviosismo o al estrés, como cuando le gritas a un concursante de un programa de televisión por elegir la “s” en vez de la “e”; lo que él está viviendo es diferente a tu posicion relajante de espectador.

Continuó con su escucha de la conversación, no iba a mentir, se le daba bastante mal empatizar con Cameron ahora mismo. Ella sabía el dolor de perder a un ser querido, si, pero su empatía se iba al garete al escuchar al joven hablar “envidia”, como si los mortales tuvieran que tener envidia de los semidioses, como si no hubiera mortales que podrían poner a esos autoproclamados semidioses con facilidad. Su ceño se frunció aún más cuando escuchó la historia de Prometeo; robarle el poder a alguien matandolo, eso era una forma muy cobarde de hacerse más fuerte, de pequeña ella se pasaba casi todo el tiempo entrenando y haciendo deporte, simplemente porque le gustaba, y sabía que para llegar a ser fuerte uno se debe de esforzar. Matar a alguien y quedarse con su poder… eso era para los débiles.

Todos sus pensamientos se detuvieron cuando escucho el petardeo que precedió al humo que empezó a salir del artefacto, llegando incluso a colarse por la puerta del baño. La morena vio esto como una oportunidad para huir, salir de ahí y no volver a ver a esa gente, ni a los semidioses ni a los asesinos. Sin embargo, algo dentro de ella le impedía salir por la puerta y huir, algo que ella bien sabia de que se trataba “Eres una cobarde”. Se levantó con rapidez del suelo, irguiéndose en una posición recta mostrando lo alta que era la mujer en verdad, no cuando estaba encogida por sus inseguridades y, usando la energía, descolgó la puerta del baño y la empujo hacia delante. Martha no podría haber sido capaz de tal hazaña y, claro, no era la mujer la que ahora controlaba su cuerpo. Usando la misma energía con la que manipulaba la puerta, la rompió en varios pedazos, grandes pero no mucho y a paso ligero llegó hasta el salón en el que se encontraban las tres personas y, colocando las partes de la puerta en forma de ventilador, las giró con fuerza y rapidez creando así un viento que disipó gran parte del humo del artefacto, incluso llegando a tirar algunas cosas del salon que no estaban sujetas, incluso la bandana que llevaba puesta salió despedida, algo de lo que no se dio cuenta y tampoco le habría importado si se hubiera dado cuenta.

El humo se despejo lo suficiente como para dejar ver a la asesina, al menos una de ellas, que, tras sigilosamente haberse escapado de Cassie en la escalera, se preparaba para lanzarse, con un arma blanca parecida a una gran navaja, contra el cuello del desprevenido Cameron, algo que pudieron ver las dos mujeres que allí se encontraban, listas para proteger al joven. Una de las cosas que nadie tuvo en cuenta en esa situación es que, los asesinos podrían haber estado estudiando a Cameron y saber la debilidad de sus poderes, a lo mejor incluso estudiaron a la rubia ya que también era una semidiosa pero ¿El Ente? El era totalmente desconocido, al no tratarse de una semi deidad como los otros dos, por eso no tenían forma de esperarse a los poderes que el ser encerrado en la gema poseía. La joven era rápida, lo suficiente como para llegar asta donde estaba la asesinay empujarla con fuerza para apartarla de Cameron y lanzarla contra la pared que tenia al lado, esta acción impresiono levemente al ente, la joven era fuerte y rápida... tendría que observarla con detenimiento. Ahora la asesina estaba contra la pared y en frente tenia al Ente y a Cassie, no sin antes la joven rubia comprobar que todos los allí presentes estaban bien, esta ultima con su porte heroico, fuerte, decidió y la morena con su aspecto amenazante por la falta de la bandana y por su altura. El Ente tenia los brazos cruzados a su espalda y con disimulo empezó a sacar una gran cuchilla de energía que tapo bajando la mano para que sus piernas la ocultaran. La asesina vio una oportunidad y se lanzo hacia lo que parecía el eslabón mas débil; la alta y delgada Martha. El Ente estaba preparado, de hecho esperaba que hubiese algo de acción para así poder divertirse, ver de lo que eran capaces estas asesinas de semidioses, esquivo a la asesina y con un rápido movimiento de su brazo la cuchilla de energía pura corto la mano con la cual la asesina portaba el arma blanca.

En sonido de la cuchilla de energía pura cortando la carne fue bastante desagradable y, a pesar del corte limpio, no se vio sangre alguna salir del cuerpo de la encapuchada debido a que al cortar la carne, la cuchilla de energía quemaba la carne impidiendo así la salida de sangre al menos del brazo ya que la mano al golpearse contra el suelo si soltó un chorro de sangre al romperse esa protección que otorgaba la carne quemada, al igual que ese olor característico como si de un filete cocinado se tratase, mezclado con el desagradable olor de la sangre. La asesina no pudo ni siquiera reaccionar a la dolorosa herida ya que Cassie no tardo en reaccionar lanzándose hacia ella e inmovilizándola en el suelo con fuerza, el Ente volvió a mirar a la rubia con ojos curiosos, analizándola. No sabia como reaccionaria ante el desmembramiento, o si siquiera se dio cuenta, aunque si le decía algo diría que fue en autodefensa o para proteger a Cameron

-Aqui esta todo controlando, yo me encargo- dijo con una voz seria y confiada mientras que, con su energia, rodeaba a la asesina y la alzaba en el aire para ponerla contra la pared hacia la cual fue lanzada en un primer momento -Tu ve a la parte de arriba. Algo me dice que no estamos solos, jovencita

El tono de la voz de Martha había cambiado, eso era fácil de notar, pero no lo suficiente como para darse cuenta de que no era la mujer quien hablaba. Si se iba a divertir, tenía que hacerse pasar por ella un poco más, hacer pasar como que es la castaña la que está en control y como de momento había salvado a Cameron y ayudado a Cassandra… la única duda que podría despertar era por su bandana, que aun se encontraba en el suelo y dejaba ver su rostro deformado y el tono con el que hablaba, más decidido y confiado. Sujeto con fuerza a la mujer mientras gemía de dolor, otro ruido volvió a escucharse en la planta de arriba indicando que tenían aun mas compañía, pero, como ya dijo antes, el Ente dejaba eso a Cassie; tampoco seria divertido si el se encarga de todo.

La situación es la que se encontraban los cuatro podría ser estresante y agobiante para los… tres, no para el Ente que lo veía más como un pasatiempo. Había visto el poder de Cameron, puede que tuviera alguno más escondido bajo la manga algo que el Ente ignoraba, y francamente no le impresionaba y la joven rubia era fuerte no tanto como para ser una amenaza. Sin que ninguno de los tres lo supiera, el Ente lo tenía todo bajo control gracias a su fría y calculadora mente, movía los títeres para entretenerse sin preocuparse por las consecuencias, si él se divertía no le importaba si a su alrededor la gente sufría, es mas, eso seria incluso mas entretenido.

Noto el disgusto ante su desmembramiento de la asesina, cosa que francamente le pareció estúpida, ella asesinaba a alguien, le cortan una mano y a todos le parece excesivo. Esa clase de pensamiento era lo que mataba a la gente; pensar que un asesino no volverá a hacerlo y no castigarlo como es debido. Fue frustrante ver la cara del joven Adrien asqueado por la escena que ante sus ojos se mostraba, si por el Ente fuera habría cogido el miembro para ponérselo en la cara, esos seres que vivían lejos de cualquier tipo de sufrimiento y dolor, que ni una vez en su vida habían visto la sangre correr por el cuerpo de una persona… esos eran los peores de todos y el Ente, un día de estos, les mostraría el dolor. Pero no hoy.

Controlo sus ansias, sus ganas de acabar con la vida de todos los allí presentes, algunos simplemente por ser molestos, otros, como la asesina, por no hacer bien su trabajo y no haber matado a Cameron cuando mató a Marcus, un trabajo chapucero que merecía una fuerte reprimenda, una mas haya que simplemente un muñón; para él, eso era piedad. También aguanto ver a “Drusilla” recoger el miembro amputado de la mujer para preservarlo en hielo, toda esa piedad le estaba empezando a dar ganas de vomitar y controlo sus ganas de enseñarle a la joven rubia el significado de la palabra poder cuando le agarro de la ropa, como si el fuera un don nadie, como si se le pudiera ir empujando por ahí. Por suerte de todos los allí presente, el Ente era paciente y controlador, aguantaría eso y mas todo para divertirse un poco

-Lo… lo siento- dijo con una voz temblorosa, con un tono mas parecido al de Martha -Me… me puse nerviosa y he… actuado, como cuando nos conocimos

Dijo eso para darle algo mas de seguridad a la joven, que se confiara, para intentar hacerla creer que seguía siendo la misma mujer y que solo estaba intentando parecer segura. Martha era buena mintiendo, el Ente… era el mejor

-Siento… siento lo de la mano, me puse nerviosa y… no debí hacerlo, fue excesivo- agacho las cejas y miró al suelo, dando una falsa impresión de estar arrepentida por su “fechoría” -E… entiendo que no te fíes de mi… por eso no me opondré a que me aten

Si se hubiera opuesto a ser atada podría haber sido visto como una amenaza, un signo de cabezonería que podría resultar peligroso después de haber visto cómo manejo la situación anterior. Dejo que Adrien y Cameron le ataran el frágil cuerpo de Martha, el Ente se rió en sus adentros sabiendo que esas cuerdas eran inútiles contra él, no solo podría deshacerse de ellas si no que no tenía ni porque hacerlo, su poder era más que lo que ellos podían imaginarse. Aun así, siguió jugando a la carta de ser Martha y nada más,l de estar arrepentida de lo sucedido, de ser una simple humana

-Po… por favor- dijo, una vez los jóvenes la habían atado -Pasarme la bandana, porfavor- señaló a la prenda con los ojos -No… no quiero que sigáis viendo mi cara deformada, se que es molesto de ver

Comportándose así intentaba que bajaran la guardia, que la vieran como una mujer arrepentida por lo que había hecho y que ya no haría nada mas de ese calibre y así… seguir con sus jueguecitos sin que sospecharan nada.

-Perdón si os he causado molestia, lo siento de verdad… la menos hemos podido encontrar a las responsables de la muerte de Marcus ¿No?

Dijo con un tono afable, un tono de tranquilidad al haber conseguido atrapar a “las malas”

-Aunque lamento no poder ayudarte, Drusilla, ahí arriba, aunque después de lo que he hecho creo que ha hecho bien en dejarme aquí abajo- dijo con tranquilidad -Espero que todo te salga bien, ten cuidado cuando subas

En ese momento se le ocurrió una cosa, un jueguecito para hacer todo eso mucho más divertido de lo que ya era y teniendo a estos dos solos podría ejecutarlo sin que se dieran cuenta

-Cuando las entreguemos a las autoridades… espero que todo vaya bien, no me gustaría que sean como esos criminales que se acaban librando por falta de pruebas o por sus influencias

Su tono seguía siendo afable y un poquito confiado, como si estuviera segura de que todo iba a salir bien, como si intentase dar esperanzas a los dos jóvenes cuando en realidad… intentaba todo lo contrario

-Como vosotros, yo también quiero que a las asesinas se les castigue como es debido, estoy segura de que la justicia hará su trabajo... no hay nada de qué preocuparse

Con eso intentaba que en el subconsciente de los jóvenes allí presentes se implantara la idea de que las asesinas de Marcus se libraran de la cárcel, que salieran libres sin ninguna repercusión. A simple vista no se podía notar, se vería a Martha como una mujer realmente preocupada por que todo saliera bien, pero lo que el Ente quería es ver como, o los dos o uno de ellos, se tomaba la justicia por la mano y acababa con la vida de las dos mujeres o algo parecido… eso si que seria entretenido.

-Buena suerte y tened cuidado allí arriba

Los humanos eran un dolor. Siempre con sus ganas de sentirse algo en el universo, buscando significado a sus vidas o creyéndose importantes con sus guerras y gobiernos, las guerras de un pequeño punto azul en la inmensidad del universo… los semidioses no eran diferentes. Con todo lo que existe y existirá, que los dioses elijan la tierra como lugar de esparcimiento y a las humanas y humanos recipientes par sus hijos le parecía de lo más estúpido ¿Acaso no sabían lo que podrían encontrar si se dejasen de mirar el ombligo como los simios? Claro que el Ente también era orgulloso como un dios, prepotente como un humano y narcisista como el que más salvo que el ya no tenía que buscar nada más; sabía cuál era su propósito en el universo y era plenamente consciente de que lo llevaría a cabo, todos esos dioses, demonios, reyes y reinas que van a las guerras, que imparten leyes y dogmas o que traen las maldades más inimaginables al mundo, todos tendrían el mismo destino… y el era el destino.

Sus fuerzas, tanto mentales como físicas, se fueron a aguantar una risa o que sus ojos rodaran por sus cuencas con resignación. Todo esto le parecía tan insignificante, tan aburrido y mundano y a pesar de todo se aguanto sus instintos más básicos y se dejó reprimir por la joven rubia mirándola directamente a los ojos en todo momento. Oh, lo que le diría, las cosas que le helaría la sangre a esta “valiente” jovencita, parecía no temer a nada ni a nadie con un tono de voz fuerte que implicaba esto último, pero todo el mundo tiene debilidades y cuando alguien va por el mundo sintiéndose tan valiente y poderoso sin mirar ni un momento al suelo... llega un momento en el que tendrá que sentir el dolor de una caída. Con lo de la esquizofrenia no aguanto y se le escapó una pequeña risa, que escondió con un carraspeo

-Bueno… todos tenemos nuestros defectos ¿No?

Le cambiaron las amarras, las cuerdas normales y corrientes fueron cambiadas por un lazo dorado que llevaba la rubia. Miro al instrumento con unos ojos algo sorprendidos, no mucho, pensando en su cabeza de qué material estaban hechas para tener ese color dorado reluciente, oro no podría ser ya que si pensaban que eso seria mas fuerte que una cuerda normal… bueno, puede que una cuerda de oro sea algo más fuerte pero no lo suficiente. Le seguía haciendo gracia que le ataran ahora con algo incluso más fuerte, sus poderes aún seguían siendo completamente desconocidos por los tres que se encontraban enfrente suya; podría usar la energía para levantar la cuchilla que había llevado el intento de asesina en la mano y matar a uno de ellos por la espalda sin ni siquiera mover un dedo. Claro que luego tendría que enfrentarse a los otros dos maniatado y aunque el ganador en ese caso estaba claro, al menos desde el punto de vista del Ente, no quería arriesgar daños a su recipiente… no de momento. Esta vez si que se aguanto la risa cuando la joven le “prometió” buscar ayuda a “Martha

-Un poco tarde para eso...

Su tono fue casi con resignación,algo extraño para un ser como el Ente. Fuera lo que fuese, Drusilla subió al piso de arriba dejando al Ente solo con los otros dos, los cuales no confiaban nada en la “mujer” que tenían delante, Cameron incluso poniéndolo en palabras que le dieron al Ente una idea sobre los poderes del semidiós

-¿Puedes hablar con los muertos?- hubo una pequeña pausa tras la pregunta -No sabes como te envidio

Esto último sonó entre sarcasmo y envidia verdadera. Quien se pudiera imaginar qué puntos horribles y tenebrosos de conversación podría tener el Ente con los muertos… solo las mentes más imaginativas podrían llegar a tener una pequeña idea de lo que haría. Cuando la rubia bajó del piso de arriba con la patética asesina el Ente se olió que la diversión acabará dentro de poco por lo que dejó de controlar el cuerpo de Martha y volvió a su prisión en la gema, a su jaula en la cárcel, dejando a Martha aturdida sin saber que estaba pasando, como medio dormida. Cuando llegaron los policías y los sanitarios casi no hizo falta que le pusieran el relajante a la mujer que ya se encontraba lo suficientemente aturdida como para no representar una amenaza… claro que no era ella la amenaza.

Cuando la rubia llamó al número que ponía en el teléfono de la morena, le respondió un hombre que hablaba sobre unos extraños ruidos no identificables que sonaban por el fondo. Al explicarle las situación y decirle donde estaban el hombre colgó el teléfono y, más o menos veinte o treinta minutos más tarde, llegó a la puerta de la casa montado en un mercedes negro clásico casi nuevo, con su traje y su pelo bien peinado daba una sensación de ser alguien “importante”, además con su aspecto más joven de lo que en verdad era comparándolo con Martha incluso parecía más joven que ella, al menos se podía ver que era su tio en sus ojos verdes parecidos a los de la mujer, sus cejas también similares y su pelo castaño. Llevaba unas gafas de sol que se quitó al entrar en la casa

-Disculpen- dijo en su leve acento checo -¿Es aquí donde ha sucedido algo con una tal Martha?

No tuvieron ni que responderle, ya que el vio a Martha entre todos los que estaban allí y fue directo a por ella, arrodillándose delante de ella y acariciándole la cabeza, mirándola con unos ojos tristes que demostraban impotencia, la impotencia de no poder ayudar a su querida sobrina. Miro a la gema y frunció el ceño, esa gema, la causante de todo el dolor, la que llevaba su hermano en la mano y que usó para matar a tantas personas… parecía perseguirle. Se levantó del suelo y con los ojos busco al oficial de mayor rango, cuando lo encontró lo sacó fuera para hablar en privado y tras unos minutos de conversación, el hombre de bigote moreno y pelo corto le dio la orden a sus agentes de dejar la casa, llevarse a las criminales y marcharse. Algunos agentes se miraron los unos a los otros, más cumplieron las órdenes dejando la escena del crimen y marchándose en sus coches con las asesinas apresadas, los sanitarios les siguieron poco después tras asegurarse de que la mujer se encontraba bien y de llevarse la mano de la mujer que se encontraba en la ambulancia, no se la iban a llevar a la comisaría cuando tenía una herida tan grave como esa, dejando solo a cuatro personas en la casa, quien sabe lo que le dijo Borja para hacer que el oficial de policía dejara la escena del crimen así; sabia muy bien tirar de los hilos para conseguir lo que quería . En los ojos del hombre checo se podía ver que no era la primera vez que tenía que hacer algo así, el cansancio en sus ojos y el sufrimiento eran muy visibles en su rostro

-Les pido disculpas, de verdad- hizo una rápida reverencia con la mano en el pecho -Les pido perdón si mi sobrina les ha causado alguna molestia, si tienen que demandar a alguien, por favor, demandenme a mi, yo asumiré todos los cargos

Las palabras del hombre eran sinceras, haría lo que fuera para proteger a Martha… lo que fuera. Cruzó sus manos a su espalda y miró a su sobrina que estaba en el suelo sentada, sin saber que estaba pasando. Un suspiro salió de sus labios

-¿Por qué no puedo ayudarte?... todos estos años buscando ayuda, alguna forma de sacarte eso y aun así...

Murmuro. Giró la cabeza para darse cuenta de que los tres jóvenes presentes estaban mirándole, en su rostro apareció una sonrisa que, aunque parecía sincera con esos dientes blancos y perfectos, en esta situación resultó más forzada que otra cosa. Paso sus manos delante y las juntos, frotándoselas

-Si tienen que ir al hospital, si les ha hecho daño o roto algo, por favor, dejadme pagarlo a mi- en ese instante se dio cuenta de los trozos de puerta del suelo y de la mancha de sangre en el suelo -Por favor.

Saco su cartera y de dentro cogió seis billetes de cien y se los entregó a Cameron, de sobra para limpiar la sangre y arreglar la puerta que el Ente rompió. Tras entregarle el dinero, volvió a mirar a Martha, pidiéndole a la rubia que le quitara esa extraña cuerda dorada de encima para poder llevárselo, cuando lo hizo el hombre miró con fascinación el lazo

-Es asombroso… ¿De que material esta formado? ¿Es una aleación o una mezcla de fibras? ¿Cuánta tensión puede soportar? Fascinante

Ni siquiera dejó responder a Drusilla, dejando esas preguntas en el aire mientras levantaba a  Martha, cargándola sobre ella para llevarla hasta el coche

-Oh, otra cosa- se giró poco a poco para poder mirarles a los ojos -Sobre “esto”- con los ojos señaló a la gema que llevaba Martha incrustada en la mano -ni una palabra, os lo pido por favor, no vayáis contándolo por ahí, como si esto no hubiera pasado nunca… ¿Me haríais ese favor?

Llevaba tiempo haciendo esto, encubriendo a Martha a fin de evitar que la metieran en algún lugar en el que intenten estudiar lo que tiene en la mano, la gema, o peor que siguiendo el rastro de la gema la encuentre su hermano, Marek. Tenía pesadillas de lo que podía llegar a ocurrir si la encontrara, también las tenia sobre que podría haber pasado si en vez de cuidarla él, la hubiera “cuidado” su hermano; el mundo sería un lugar muy distinto si eso hubiera pasado. Bueno, al menos se pudo deshacer rápidamente de la policía esta vez, era fácil manejar a las personas y aun más si eran agentes de la ley que debían de seguir unas normas y unos protocolos estrictos que tenían que seguir a rajatabla, saber que decir y a quién era una buena forma de escaparse de los problemas.

Borja era experto en fingir ser una persona normal, todo lo normal que se podía ser teniendo un coche como el que parecía tener, esconderse entre la gente del día a día evitando así que sospechen de él, a diferencia de su hermano él supo pasar desapercibido durante toda su vida, nadie sabe como se llama ni de dónde viene y siempre a tenido la suerte de que la gente con la que suele trabajar y con la que ha trabajado no tienen conocimiento de la existencia de Martha, era invisible no por su seguridad, por la de su sobrina.

Le dio una sonrisa y mirada incómodas a la adolescente cuando ella asumió algo que al hombre checo le enfadó bastante claro que en esa situación, con Martha en un estado vulnerable, no quiso comprometerse más y pensó que esta vez lo dejaría estar al fin y al cabo era una niña que no conocía ni la mitad de la historia, qué más daba si la chica pensaba que podía decirle a Borja que se equivocaba en algo de lo que tenía poco conocimiento. Su dinero fue rechazado por el muchacho, hizo una muesca con la cara de resignación y se volvió a meter el dinero en la cartera, esperaba que si los dejaba felices, con algo de dinero para arreglar los desperfectos en la casa, sería más fácil y probable que mantuvieran la boca callada con respecto a lo que podían haber visto de su sobrina y la gema.


“Heroína”... no podía haber usado una palabra más errónea en esta situación. Borja frunció el ceño, ahora si que tenia ganas de salir de ahí lo antes posible y no volver a ver a esa gente nunca más. Si pudiera llevarse una muestra del cordel estaría más que contento, algo que no sería posible por cómo era la situación. Y así, subió a Martha en la parte trasera del coche, poniéndole el cinturón para que no le pudiera pasar nada, más al ir el a subirse al coche escucho lo que le dijo Cassandra sobre buscar ayuda para lo “místico”

-¿Mistico?- cerro la puerta por la que iba a entrar con un fuerte portazo -Mira eh... jovencita- desconocía el nombre de la adolescente, de ahi que usase ese termino para referirse a ella -“místico” al igual que “magia” son las palabras que usan la gente para referirse a sucesos que no llegan a comprender, todo se puede explicar, seguro que si me dieses una muestra de ese lazo podría recrear uno exactamente igual sin usar nada "mágico... solo mi cerebro

Les lanzo una sonrisa, empezó a analizarlos con la mirada, con los ojos ocultos tras sus gafas de sol no era posible ver como se movían de arriba abajo de izquierda a derecha, analizando a los jóvenes que tenia delante suya al igual que lo poco que podía ver desde su posición de la casa, la cual seguía con la puerta abierta

-Vosotros... no sois humanos ¿No?

Dejo unos segundos para que le respondieran o para que se quedaran en silencio ante la pregunta del desconocido hombre

-Es... fácil adivinarlo, tu, jovencita, con tu porte y tu artefacto ese- refiriéndose al lazo - una adolescente normal no se maneja de esa manera, ademas- hizo una pausa y miro a los lados, asegurándose de que nadie mas lo estuviera oyendo -he visto lo que puede hacer esa gema... Ni un ejército podria con ella, mucho menos tres jovenes- sonrio, le era satisfactorio explicar cosas ala gente, le entretenia y le era divertido hacerlo -No se si los tres no sois humanos pero... yo diría que al menos dos no sois lo que se diria "normales" ¿Me equivoco?

El hombre dio a relucir sus "dotes deductivas", claro que no es que fuese tan difícil determinar que eran, o mejor dicho que no eran, esos chavales y al tío de Martha no es que se le diera bien hacer de detective, según el se le daba bien todo; por algo se veía a si mismo como el ser mas inteligente de... la tierra y del universo, demasiado grande como para determinar si era verdad o no

-Estooo,antes de... irme- señalo con el pulgar detrás suya, al coche en el que estaba poyado y en el cual Martha descansaba y se giro hacia el -Permite que te de un consejo mi joven hero...¿Ína?

Al volver a girarse, la adolescente ya de habia marchado dejándole con la palabra en la boca. Miro al cielo unos segundos, preguntándose cuantos bichos se podían estampar en su cara antes de volver al mundo real meneando un poco la cabeza

-Bueno... pues adios- entro al coche y lo puso en marcha, dejando que el motor ronroneara un poco -En mitad de una conversación va y desafía las ley de la gravedad ¡Y ni se despide! Antes al menos se decía "adiós" antes de salir volando

Se giro con una sonrisa, esperando algún tipo de reacción de su sobrina, claro que al verla recordó que estaba aturdida por el relajante que le dieron. Dejo de calentar el motor y dejó que el coche les llevara de vuelta al barco, ahora lo único que tenía que hacer...era entregar el coche y lo que llevaba en el maletero a su "dueño*