Esta puta mierda de universo me supera, Gateway City a 5 de mayo de 2019 [Autoconclusivo]

Sola, vacía, triste, frustrada, destruida y desesperada. No sabía muy bien qué mezcla de emociones escoger para describir su estado. Que el universo hubiera despedazado a tu alma gemela y en su lugar hubiera puesto a otro chico que ni siquiera te recordaba era un gran motivo para tener aquella crisis existencial. Los cimientos de su mundo se habían tambaleado de un día para otro. Omega, un nuevo mundo donde estaba rodeada de fenómenos extraños y se encontraba completamente desamparada. No era tan sólo lidiar con la “ruptura” de quien considerabas el amor de tu vida, tu alma gemela, con quien tenías una conexión que sabías que no ibas a poder encontrar jamás, sino además tener que hacerlo sin comprensión, apoyo o consuelo de algún amigo. Todo lo bueno de su vida Omega lo había engullido como una fiel vorágine. En un situación normal ya era difícil que la persona con la que llevabas saliendo desde que erais unos críos de la noche a la mañana no supiera ni quien eras. Tras la Word War Demon se complicaba exponencialmente la situación. Se sentía tan incomprendida, tan herida, humillada, sometida y con la autoestima completamente dañada. Sin nadie a quien poder abrazar. Sin nadie que la dijera que todo iba a salir bien.

Tumbada en la cama mirando al techo sin dejar de pensar, hiperventilar y llorar. Cassie no tenía fuerzas para afrontar al mundo. no quería salir de su cama. Quería quedarse en esas cuatros paredes y podrirse. Llovía como en su alma. El tiempo, quizá por designio de su padre o quizá por casualidad, parecía estar en sintonía con las miles de lágrimas que discurrían por su rostro.

Su madre se había ido a trabajar y había permitido a Cassandra tomarse el día libre de clases y quehaceres. Helena sabía que para su hija era más que una ruptura adolescente. la segunda Wondergirl había perdido muchas cosas cuando su universo fue arrastrado hasta Omega. La pérdida más importante eran sus personas más queridas; sus amigos no estaban. Aún quedaba la esperanza de que volvieran. Pero Conner Kent quien había sido sustituido por esa réplica de un universo totalmente alterado, a él le había perdido para siempre. era como si Superboy hubiera vuelto a morir. Cassie era joven, podía rehacer su vida con otra persona. No obstante, el proceso de duelo sería largo y difícil. Uno de los lutos más dolorosos para alguien es cuando se muere su pareja.

En un momento de semilucidez recordó unas palabras de su madre: bueno, te has librado de permanecer toda la vida atada a alguien con poco juicio y cultura. Eso es algo bueno. Sonrió y se rió sarcásticamente. Esa risa extraña que nace de la tristeza y la desolación. Esa risa que no es alegre sino que saca algo de nosotros para que empecemos a lidiar con ello. Que no es alegría en sí misma pero mueve algo por dentro para intentar sanar. Con un poco más de ánimos se levantó y sacó un banquito de madera del armario. Se subía a ese banquito para tomar las cosas que estaban en lugares altos. Se subió al mueble, que hacía de escalón para alzarla, y rescató un álbum de fotos. A Cassie le gustaba retratar todos los momentos importantes de su vida. Tras conseguir el objeto se sentó en la cama y empezó a mirar las fotografías que contenía. Vio cada uno de los momentos que había pasado con su querido Conner. Cada una de las situaciones graciosos, cada una de las situaciones donde se ayudaron, cada una de las situaciones donde se protegieron mutuamente, cada una de las situaciones donde se brindaron apoyo y consuelo …

Habían crecido juntos. Siempre el uno al lado del otro. Se le hacía muy doloroso tener que afrontar una vida entera sin él. Una vida entera que estaría marcada para siempre con su vacío y el vacío de la gente que era importante y preciada. Tenía la sensación de que su corazón estaba envenenado y moría poco a poco. se estaba ahogando en lágrimas. Quería gritar, quería golpear algo. Quería decirle a Omega que dejase de joder y que le devolviera a Conner a sus amigos. Pero era inútil. Nada de lo que hiciera de forma irracional iba a sacarla de esa basura de universo.

No sabía qué hacer. Tenía que dar una paso en firme y elegir un camino. Aunque era muy enervante y su sufrimiento la embargaba, sabía que no podía quedarse parada. Tenía que hacer algo. Supiró y de nuevo volvió a llorar. No, no quería dejarle ir. Peor no tenía la entereza de forma un nuevo lazo con el Conner de aquella dimensión. Tampoco tenía la esperanza de poder reconstruir con este la relación que tenía con quien era su pareja. Las buenas palabras que le dió el Kon-Omega eran bonitas pero no dejaban de ser una pantalla de humo. era un buen chico tratando de consolarla. Peor Cassie podía ver detrás de lo que había. No, no podían enlazarse de nuevo por que él no estaba dispuesto. Ella tampoco quería construir una relación basada en los recuerdos con otra persona. No quería tener un sucedáneo. Tampoco quería conocer a aquel extraño. Así que en ese momento la muchacha lo vio muy claro. Sacó todas las fotos quede Kon y ella contenía el álbum y las metió en una pequeña caja de cartón. Con pereza pero decisión se quitó el pijama y se vistió. Sacó de una caja negra en el interior de su mesita esa piedra verde a la que los kriptonianos les afecta tanto y la puso en la caja con las fotos. Su promesa, junto con la persona a la que se la había hecho, había desaparecido. Salió de casa y voló hacia el lugar donde se había sido enterrado el cuerpo de su Kon. Con sus manos desnudas escavó en la tierra un profundo hoyo y allí depositó la caja de cartón. A continuación cubrió el agujero. Enterró con la caja todos sus sueños e ilusiones de romance, pareja y un futuro junto al clon de superman. Era una de esas historias rotas donde el para siempre, solo dura un momento.

Regresó a su casa sucia y calada hasta los huesos. Se metió inmediatamente a la ducha. El agua la relajaba pero no podía currar sus grietas. Lloró desconsolada en la ducha. Cuando salió de baño se vistió con ropa limpia y pensó en lo que hacer. Su vida era un caos. Además de estar pasando por un duelo muy difícil y complejo, tenía una crisis. Había sido utilizada por démonos para masacrar, asesinar y torturar. Se sentía inútil y culpable. Siempre había tenido muy presente ser justiciera. Pero ahora debía abandonar ese sueño porque no había estado a la altura ni contaba con ninguna clase de apoyo o ayuda. No tenía equipo tampoco. El grupo de Omega que era el símil de su grupo, sin contar a Bart, eran unos desconocidos. Ella tenía muy claro que ese no era su equipo. Ese equipo era del Kon de ese mundo y ella ya no quería formar parte de nada que le fuera ajeno ni que tuviera que ver con el Superboy de Omega. Tal vez un tiempito en Themistira con sus hermanas la hiciera bien. Lo discutiría con su madre cuando está volviera del trabajo. Sin secar su cabello se tumbó en la cama y se abrazó a sí misma.