Caminos que se cruzan [Cassie & Jason](7 de mayo de 2019)

Cassandra había tenido noticias de que Tim estaba en ese nuevo Universo de Omega. Resultaba muy esperanzador saber que su amigo íntimo estaba vivo y podía contar con sus útiles y sabias palabras. Tras lo acontecido en la Word Ward Demons y el encontronazo con el que no era el Conner que conocía y quería, necesitaba alguien con quien hablar. La amazona honorífica precisaba de alguien cercano con quien poder descargarse. Alguien que comprendiera el dolor que le producía que su novio hubiera muerto y fuera reemplazado por una versión que ni les conocía. Aunque en su etapa en Star Labs sabía que en ese mundo también estaba presente su amigo Bart, en ese momento de su duelo necesitaba a alguien que le diera un visión de toda la situación más en el sufrimiento, la angustia y el desconsuelo de perder a alguien que en la amistad, la fuerza del amor y que con el tiempo todo se sana y se soluciona. Además, por la charla que había tenido con el actual Kid Flash sabía que el velocista había iniciado una relación cordial y amistosa con quien para ella era un falso Conner Kent. No quería perturbar el mundo interior y las amistades que había conseguido Bart. Ya que, sabía que ese mundo también había sido muy despiadado con él.

Al saber que el tercer Robin existía en Omega, a Cassandra se le ocurrió la idea de ir a la ciudad donde residía su amigo y hacerle una visita. Quizá personándose en su casa pudiera dar con él de una buena vez. No tenía muy claro por qué los números de contacto que tenía de Tim Drake no estaban operativos. Pero ya se resolvería esa duda el inteligente muchacho. Con la idea de buscar a uno de sus mejores y grandes amigos la rubia se vistió con ropa cómoda. Llevaba unos pantalones negros y una camiseta del mismo color, una camiseta de chandal marrón con dos estrellas doradas en los hombros y con líneas del mismo comor sobre el pecho. Una vez vestida, le dijo a su madre que iba a ver a una amiga y salió de su hogar rumbo a Gotham.

Cassandra se alejó un par de metros de su casa, y en una zona del parque donde no la veía nadie empezó a elevarse por los aires. Sabía que la forma más rápida y fácil para llegar desde Gateway City hasta la ciudad del murciélago era usar sus poderes de semidiosa. las dos ciudades estaban muy distantes. Estaban cada una en una punta de Norteamérica. No sólo usó su capacidad para volar por la rapidez, sino también porque el aire y las nubes la hacían relajarse. Momentos de paz y tranquilidad donde pudiera dejar de pensar un instante en la catástrofe y la borragine en que se había convertido su existencia era algo que necesitaba mucho.

La segunda wondergirl tardó tan sólo unos cuantos minutos en llegar a Gotham City. Sabía que en la ciudad donde regían las normas del murciélago no se permitían otros héroes, a menos que tuvieran permiso del patriarca del clan. Cassie no tenía ni idea cómo estaban las cosas en la batfamilia. Desde que había llegado a Omega no había podido verse con Tim, su único enlace con Batmans & CIA. Tampoco había encontrado rastro de Diana, su mentora. Si se hubiera cruzado con Wonder Woman tal vez esta fémina le hubiera dicho cómo estaban los justicieros de Gotham. Entonces, como la rubia no sabía si era bienvenida en esa urbe, se puso el gorro de la sudadera cubriendo su pelo y parcialmente su rostro. Aunque Wonder Woman y Batman estuvieran en buenos términos no sabía si el murciélago después de la destrucción de Metropolis consideraría que ella era un peligro y la habría restringido el acceso a la ciudad.

Cassandra caminaba por las calles de Gotham intentando encontrar la casa de su amigo Tim. pero para mala fortuna de la joven, la fusión de universos había cambiado la fisonomía de las ciudades y las calles que antes conocía de Gotham se le hacían desconocidas. Caminó por un buen rato hasta que su cabezonería se disipó y pudo reconocer que estaba perdida. Sus ojos se abrieron con sorpresa al darse cuenta de que no estaba en una buena zona de la urbe. Los edificios sucios y destartalados. Los mendigos pidiendo y personas que claramente se habían inyectado algo en las venas. Parpadeó. Los niños corriendo descalzos por las aceras. Las ropas humildes de los viandantes. Mujeres con escasa ropa en las esquinas buscando clientes. Estaba un poco conmocionada pero algo ocurrió de repente y tuvo que reaccionar. Un coche negro a toda pastilla por la carretera. Otro coche le perseguía disparándole. Las balas rebotaban por doquier. No era nada seguro. una de las balas salió disparada en dirección a una a una señora mayor que estaba alimentando a unos gatos callejeros. Cassie cubrió a la anciana. Los coches invadieron las aceras y casi atropellan a niños sin supervisión adulta que se encontraban jugando y cantando alegremente. Cassie tomó del brazo a uno de estos chiquillos y le metió más en la acera para evitar que fuera atropellado por los ingratos conductores. Cuando tuvo un momento se puso a pensar en qué lugar había ido a parar. Pero no tuvo mucho tiempo para reflexionar y lamentarse. más ruidos de armas empezaron a sonar. Wondergirl decidió aventurarse e ir en la dirección de donde venían los disparos.

La segunda wondergirl no estaba enterada de la muerte de Batman. Ni sabía que había aumentado el índice de criminalidad por la ausencia del afamado justiciero. No estaba muy versada en Gotham, ya que, era una ciudad a la que apenas acudía. Y menos tras el fenómeno Omega. Su dos únicos núcleos con la familia de los murciélagos eran su amigo Tim y su mentora Diana. Ambos para ella desaparecidos, puesto que no había logrado hallarlos en ese mixt dimensional.

Cassie corrió. Era rápida pero no llegó a correr más rápido que una persona normal entrenada. Con sus poderes de semidioses podía alcanzar velocidades cercanas a la del sonido. Pero en frente de tantos ojos mirando no podía destacar. En un ambiente en el que no sabía si tenía aliados y en el que posiblemente todos fueran enemigos no podía mostrarse.

No sólo estaba el hecho de que era una metahuma, en realidad una semidiosa pero todo el mundo pensaría que era meta, sino también que se había destapado su identidad. Su cara se había visto a nivel nacional y todo el mundo sabía que era ella quien poseída por un demonio destruyó la ciudad de la esperanza de América. Su cara había sido retransmitida una y otra vez por los medios de comunicación tanto como los analógicos como los digitales.

Cuando la rubia llegó a la escena los dos coches, que casi atropellan al niño e iban dando tiros por una calle llena de gente, acababan de colisionar. Los vehículos estaban empotrados contra los muros de un edificio que por sus condiciones parecía abandonado. Antes de acercarse para comprobar si los ocupantes de los coches estaban bien, se cubrió un poco con la capucha de su sudadera para ocultar tanto su cabello como parcialmente su rostro. No quería ser reconocida. Dos hombres intentaban huir. Pero la rubia consideró que lo urgente era ocuparse de los integrantes que no podían salir por su propio pie. Al llegar a los coche accidentados vio que había otros dos integrantes en los vehículos. Abrió la puerta del primer coche y entró para sacar al joven inconsciente que había allí. Arrancó el cinturón de seguridad de cuajo y sacó al chico.  Sacó el cuerpo en brazos y lo depositó en una zona más o menos segura. estaba sangrando. No era médica pero no tenía muy buena pinta de estar sangrando tanto. Luego fue hacia el otro coche y sacó a una mujer de mediana edad. No tenía heridas visibles pero estaba inconsciente. La dejó en la zona segura y procedió a hacer las maniobras para comprobar si respiraban y tenían pérdida de consciencia. Los dos sujetos respiraban pero no hacían ninguna señal de estar conscientes. Cassandra sacó su teléfono móvil del bolsillo y llamó a emergencias. Estaban sonando los toques iniciales cuando se dio cuenta que no tenía ni idea en qué lugar se encontraban. Sus ojos vieron un sujeto por allí y con la mirada fija en los heridos no reparó en Red Hood.

- Señor, ¿en qué calle nos encontramos?-

Alzó su vista y casi dejó su móvil caer al encontrarse con aquella figura tan emblemática y representativa golpeando brutalmente a uno de los implicados en la persecución. Cassie reaccionó usando su fuerza para levantar a Jason de la camiseta y apartarle del criminal.

- Creo que ya está bastante neutralizado.- comentó

- Emergencias, dígame.-

- Ha ocurrido un accidente, no sé en qué calle estamos por favor localice mi ubicación por GPS.-

- Señorita, ¿no puede decirnos la calle?-

-Le estoy diciendo que no lo sé- era frustrante cuando en una situación de vida o muerte no se te hacía caso. Los nervios empezaban a fluir por toda la piel de Cassie.

- No podemos ayudarla si no nos proporciona la información completa-

Aquella conversación empezaba a ser desesperante.

- Mire ... - su tono sonaba enfadado- [firebrick]me he perdido en Gotham y hay dos personas, quizá tres que necesitan asistencia médica.[/color] -

- De acuerdo. Mantenga el móvil operativo. Pasamos a triangular la señal de su aparato telefónico y enviaremos un equipo de asistencia médica. mantenga el teléfono en funcionamiento, Por favor.-  

Cassie suspiró. por fin le hacía caso la persona que tenía al otro lado del teléfono. Pero aún no podía respirar tranquila. Frente a ella había otra amenaza.

Ese criminal que llevaba un casco rojo y que significaba violencia e ira desmedida: Red Hood.  En su universo, Jason Todd tras su resurrección se había convertido en un vengativo señor de crimen. la ira, la rabia y el odio por su asesinato no vengado le había convertido en el cuervo de Gotham. Salvo que el alma  de Red Hood no descansaría tras su venganza ni su cuerpo volvería a la tierra. Su resurrección no había sido un préstamo sino una nueva oportunidad de vida concedida por el cosmos.  Una de las primeras acciones de Jason de su mundo después de abandonar la tierra de los difuntos fue descargar todo su enojo con quien consideraba su reemplazo, Tim Drake. ese encapuchado rojo había intentado matar al amigo de Cassie en varias ocasiones. Por lo que la amazona honoraria no le tenía en muy buena estima.

Sabía que debía ser precavida porque era un hombre imprevisible. Tenía que actuar con cautela. Aunque Donna siempre hubiera hablado bien del “pequeño Jason”, a Cassie no le agradaba nada que hubiera intentado poner fin a la vida de su amigo en numerosas ocasiones. Para la hija de Zeus la muerte y su posterior resurrección se habían llevado la cordura del segundo Robin y lo habían vuelto un monstruo.

Jason aprovechó un descuido de la rubia para hacerle una llave y tirar su móvil al suelo. La rubia volvió la cara a Capucha Roja enojada. Con la caída la llamada se cortó.

- Me parece que el que no sabe dónde se está metiendo eres tú. - respondió altiva Cassandra. Ni iba a dejarse amedrentar y menos por aquel Robin de segunda venido a menos. Jason la estaba apuntando con sus dos pistolas así que ella levantó los brazos. Su sudadera calló un poco y en sus muñecas resplandeció un brillo plateado. La segunda wondergirl puso los brazos en forma de X. Una postura que era defensiva para la tribu de las amazonas y en esa posición fueron más visibles sus brazaletes.

Todos los compañeros de Batman habían sido entrenados en múltiples disciplinas para hacer frente tanto a amenazas humanas como a gente como ella, que tenía dones extras. Cassie sabía por Donna que Jason a parte de tener mucha fuerza bruta y dejarse llevar por la ira, era inteligente. Además, de que tenía dos cosas de las que ella carecía totalmente; en primer lugar conocía Gotham y en segundo lugar tenía inteligencia de rata callejera. Cassie había sido siempre una niña bien, mimada y consentida por su madre. Sabía de los males del mundo por la literatura, el cine, la prensa ..., es decir de forma indirecta. no los había vivido en sus propias carnes. No tenía recursos para todo como la gente que se ve obligada a subsistir en malos  ambientes. Por lo que tenía que tener cuidado con él. Mientras Cassandra estaba pensando en cómo deshacerse  del pajarito psicópata, Jason dio justo en el blanco. Red Hood había hablado de Tim. Era justamente a la persona que andaba buscando. Era al tercero de los compañeros de bruce a quien había venido a ver la amazona honorífica.

- Mira, princeso no veo tu nombre escrito en ninguna placa que diga que la ciudad es tuya- respondió agraviada por lo de princesa. Vale que ella era hija de Zeus y una semidiosa pero no le gustaba nada la connotación que tenía princesita. Y menos de la boca de alguien como Jason, que parecía un Badass marichulo que trataba a las mujeres como objetos y era un auténtico cretino. No le conocía de nada pero por lo que contaban de él el Tim y el Dick de su universo muy buena fama no tenía. La opinión de Donna no contaba. Quería mucho a Donna, era como su hermana mayor, pero se equivocaba mucho con la gente. Sólo había que fijarse en sus relaciones caóticas y desordenadas.

 - Tú no te metes en mi camino y yo no me meto en el tuyo.- se dio cuenta que no podía dejarse llevar por la ira. Se maldijo a sí misma el mismo punto débil de Red Hood era el suyo propio. Cassandra había heredado de su padre ese carácter tempestuoso cuando se enfadaba.

Suspiró e inhaló profundamente, intentando serenarse y tener una actitud menos agresiva. Red Hood tenía información que ella no y la necesitaba. - yo no estoy aquí para jugar a ninguno de tus juegos de pandillero. Como bien has dicho he venido en busca de Tim, dime donde puedo localizarlo y luego cada uno que siga su camino.- Intentó sonar lo más amable que pudo pero se le notaba un poco el rencor y que no se sentía cómoda con Jason.  

Una de las virtudes de Jason es que sabía muy bien cómo meter el dedo en la llaga. Tenía ese tipo de inteligencia cínica, analítica y proyectiva que recolectaba información para usarla de espada. Porque como se dice desde siempre la mejor defensa es un buen ataque. Dar un golpe desestabiliza te puede poner el juego a tu favor. La vida en la calle te exige que pegues rápido y pegues primero. Así es la supervivencia en entornos difíciles.

A Cassie le era muy difícil controlarse. La rubia estaba viviendo un gran juicio social por lo que sucedió en Metrópolis. Sabía que ella no había tenido la responsabilidad porque fue poseída por una entidad demoníaca. Su cuerpo fue vulnerado y usado sin su consentimiento. Pero eso no quitaba que todos los comentarios de odio, todas las criminilaciones y todo el miedo vertido hacia ella no hiciera mella. Apretó los puños y contuvo las lágrimas. Las comentarios hirientes y venenosos de Jason se engarzaban en ella como la hiedra en las casas victorianas abandonadas, cubriendo la fachada y hundiendo sus raíces en la piedra.

Tenía que controlarse y calmar sus nervios. Estaba pasando por muchas cosas últimamente.  Su vida se estaba desmoronando y no podía controlar nada. Todo estaba fuera de control. La tristeza y la culpa dieron paso a la rabia. Pisó el luego enojada y con la fuerza de sus ancestros dejó una marca en el asfalto.  

-Parece ser que los rumores son más que ciertos. Mucha palabrería inútil sin ningún fundamento. - pegó una patada a una lata que estaba próxima y esta salió volando.- No te puedes comparar siquiera conmigo. La principal diferencia es que tú matastes y matas de forma voluntaria. Yo fui poseída y utilizada para cometer una masacre.-

Con una risotada Jason guardó las armas y puso las manos en señal de no agresión. A Cassie la pilló de nuevas la información sobre la desaparición de Batman. Sus ojos  profundamente azules se abrieron de par en par con sorpresa. La sorpresa pasó a ser preocupación. Porque sabía de buena tinta que cuando faltaba el gran rey murciélago de Gotham que la criminalidad y el caos se adueñaban de la oscura urbe. Incluso los aliados de Batman se desquiciaban. Cassandra lo sabía por el revuelo que causó en su mundo la larga ausencia de Bruce Wayne.

-No creo que esa sea la opción más razonable. Visto queda que la violencia engendra violencia y caos. Pero yo sólo estoy aquí de paso. No estoy aquí para la repartición sangrienta de territorios. Vengo de un lugar más civilizado. -

La rubia daba gracias de sólo estar de paso en Gotham. Ni ella ni nadie podían entender cómo reinaba tanta criminalidad y pobreza en la zona. Había otras ciudades custodiadas por héroes por ejemplo la destruida Metrópolis o Central City que no tenían esas tasas de miseria y corrupción.

-Puede- dijo un tanto cínica cruzándose de brazos - Oh, no me digas que esa cara larga es  porque no estás invitado. Quizá si fueras un poco más simpático los populares te inviten a su próximo evento- dijo sardónica.

Esa actitud tan arrogante, altiva y prepotente de Capucha Roja la estaba desquiciando. Esa personalidad de chico malo y rebelde que en otro ambiente le hubiera resultado muy atrayente y atractiva, pero encontrándose en lados contrarios de la ley no encontraba sus bravuconerías tan sexys.  Tenía unas inmensas ganas de partirle la cara y arrancarle ese estúpido casco rojo que llevaba en la cabeza. Se creía muy intimidante con él. Pero a Cassie le parecía un imbécil. Sabía que la función de aquel casco era simbólica que lo llevaba para resultar atemorizante. Para que los criminales lo vieran a distancia y sembrar el miedo mientras los cazaba. Pero a ella eso le parecía realmente innecesario.

La destrucción de Metrópolis de Belial. Jason seguía cebándose con ella en torno a ese tema que estaba muy reciente y muy caliente. Para ella la ciudad de Superman era mucho más cercana que para cualquier otro. Era una ciudad donde había tenido momentos y experiencias muy hermosas y preciadas con quien en su universo era su alma gemela, Conner Kent. Belial había decidido quemar hasta los cimientos esa urbe no porque fuera el faro de esperanza de Estados unidos sino por lo que significaba para Cassandra.  Ella había sido feliz en Metrópilis. Su destrucción dolía en muchos sentidos. Aunque no era su culpa, ella se sentía responsable. Responsable de todo ese horror, de toda esa masacre, de toda esas vidas sesgadas y de toda la agonía que trajo arrasar esa urbe. Se notó un poco de flaqueza en rubia. Sus ojos se empezaban a llenar y unas rápidas lágrimas discurrieron por su rostro. Pero tan rápido como aparecieron las limpió. Porque no podía mostrar su debilidad, no ante ese corrupto Robin. No ante aquella persona que se burlaba y se engrandecía de su desgracia.

- Como si pudieras juzgar de posesiones  - respondió mordaz.-  oh espera que quizá esa es la capacidad que te dio el pozo de Lázaro y no una inmensa ira. - Comentó  con cinismo. -Si yo fui poseída por el demonio Belial es porque estaba al pie del cañón. ¿Dónde estabas tú? - dijo acusadoramente -Fui ultrajada, vejada y ultilizada de la forma más vil porque no pude permanecer en la sombra ante el ataque y a la masacre a un autobús escolar. Tú actitud de delincuente del padrino según las informaciones que manejo no ha ayudado nunca a nadie salvo a tí mismo. Sólo demuestras que estás hecho de la misma basura que a los delincuentes que ejecutas. -

El antihéroe siguió con su cantinela de que los ideales justos eran de niñatos y de personas que creen en utopías. Parecía adepto de la doctrina del hombre es un lobo para el hombre. Era normal ver un mundo hostil cuando no has visto ni un atisbo de misericordia. cuando has tenido que luchar por sobrevivir la mayor parte de los momentos de tu vida. No obstante, la violencia y el odio nunca resuelven nada. Solo crean y aumentan círculos cada vez más grandes de odio y destrucción.

- Por eso Gotham es la ciudad con un mayor índice de criminalidad. Porque la brutalidad policial y tus técnicas dignas de la mafia italiana funcionan a la perfección.- Comentó sardónica.

Su posición se hizo más acusadamente defensiva ante el movimiento de Jason. Sus brazos estaban cruzados formando una x a la altura de la cara. Una posición básica en la defensa, cubrirse una de las zonas más importantes, la cabeza.  No sabía muy bien lo que iba a hacer pero como persona táctica y analítica que era, comprendió que la acción  del moreno de llevarse las manos a la espalda era por algo. Sus brazaletes refulgían esperando ser usados.

- Supongo que esa risa desquiciada es un trauma que te dejó el joker. dijo maliciosamente.- Claro porque es mejor tu cutrepandi formada por despojos que nadie quiere. Oh perdona que estás más solo que nadie por tu actitud tan amigable.- comentó irónica.- A Tim no le critiques porque siempre ha sido y será mejor que tú en todo . En lo que más importa, que es calidad de persona, siempre te superará. -