El hijo prodigo (Conner Kent - 02 de mayo de 2019 - STAR Labs)

El mundo había llegado a su fin y Luthor no había estado preparado ¿Qué había sucedido? ¿Cómo todo podía haberse convertido en aquella vorágine de fuego y destrucción? ¿Cómo habían podido perder su amada ciudad? Desde un vehículo blindado, preparado para cuando el presidente quería moverse desapercibido, Lex revisaba la información de los últimos días, si su plan de contención hubiera estado ya operativo, probablemente hubieran podido frenar toda aquella masacre…Y…Sin embargo…Aún a pesar de toda la destrucción y muerte, todo aquello jugaba a su favor.

Iba vestido con un pantalón de traje y una camisa blanca que llevaba arremangada, revisaba a través de una Tablet las grabaciones de los diferentes sucesos ocurridos: - Maldita sea…- Todo aquello había sido un terrible contratiempo, las masas ya empezaban a señalar con el dedo, y si no era rápido pedirían su cabeza en una bandeja de plata…Suspiró apagando el aparato electrónico y apoyó la espalda en el asiento, a su lado llevaba una bolsa bastante grande de Big Belly Burger: - Ya estamos señor presidente. – Su chofer detuvo el vehículo con suavidad y él bajó cogiendo la bolsa en la mano derecha, examinó el imponente edificio de STAR Labs, en el pasado no le habrían dejado entrar allí, sin embargo, ahora…La situación era diferente: - Por favor, Robert, espera aquí.

Una simple llamada de su gabinete le había bastado para que se aceptasen sus demandas, habían trasladado hasta allí a los héroes poseídos por las entidades demoníacas que habían provocado el caos y los estaban examinando, toda aquella situación era compleja, sin embargo, nada era lo suficientemente complejo para el hombre más inteligente del mundo, a su entrada ya había un médico esperándole, que se puso a caminar a su lado mientras le explicaba la situación: - Buenas tardes señor Presidente, tenemos al chico en la habitación de aislamiento Kryptoniano, en el módulo 4, de momento, las pruebas y lecturas que hemos hecho han sido satisfactori…- Un gesto de la mano de Lex fue suficiente para que el hombre guardara silencio: - El chico no va a escapar, por favor, desactiven las medidas de seguridad de su habitación, quiero hablar con él… – Se detuvo un instante: - …Ah…Y…Por favor, quiero que desactiven las cámaras de seguridad. -

Sin mediar palabra se dirigió al lugar, tenía poco rato, de cara a la prensa estaba en una reunión de urgencia para la reconstrucción de Metropolis que duraría tres horas, la gente no debía saber que estaba allí, todo debía llevarse con suma cautela, se detuvo delante de la puerta del módulo 4, suspiró un instante y picó a la puerta, cuando le dijeron que entrase, la abrió y se deslizó al interior.

La habitación era amplia, en apariencia era una habitación de hospital normal y corriente, pero en una de las esquinas había una cámara que enfocaba a la cama con sábanas blancas en la que estaba estirado Conner, Lex estaba plantado en la mitad de la habitación, la puerta se había cerrado tras de sí, observaba al chico con una mezcla entre nostalgia y tristeza:

- Buenas…- Dijo con calculada timidez, se acerco a una mesita que había en la habitación y dejó la bolsa: - Yo…He pensado que tal vez te gustaría tener compañía… - Por lo que conocía, este chico podía no ser el mismo Conner que el conocía, por lo que fue cauteloso en sus palabras: - He hablado con los médicos, dicen que en una semana aproximadamente, si todo va bien, podréis salir…- Abrió la bolsa de Big Belly Burger y sacó una hamburguesa doble con queso y bacon que iba envuelta en papel de plata, se la ofreció estirando el brazo: - Estoy seguro de que en este sitio no tienen grandes cocineros ¿Te apetece? He pensado que podemos comer juntos y charlar. -

No le gustaba estar encerrado ahí pero sabía que era por su bien, después de todo lo ocurrido era normal asegurarse que los que están poseídos estén de nuevo en sus cabales y no haya rastro de demonios. Por suerte por la mañana entre las pruebas y los ejercicios se mantenía animado, agradeció interiormente que los separaran por sexos, así no tendría que encontrarse con Cassandra. El solo hecho de recordar lo que ocurrió le venía un tremendo dolor de cabeza y un profundo pesar ¿de verdad era la imitación de alguien? Adiaba cuando las palabras le resonaban por la cabeza, tenía ganas de golpear cosas pero respiro hondo y se relajó. Ahora se encontraba tumbado en la cama esperando a que llegara esa comida sin azúcar, sin sal, sin grasa, sin lactosa, sin gluten y sin alma. ¿Enserio había alguien que creía que son ese tipo de comida se recuperaría? A veces pensaba que cogería fuerzas más rápido a base de tomar el sol como un reptil. Al oír la puerta abrirse volteo a mirar para saber quién le iba a traer la comida pero nunca se esperó que quien viniera fuera el mismísimo Luthor y su cara de asombro lo mostro.

Buenas…

Se sentó en la cama en modo defensivo porque sabía que este hombre cerca significaba problemas, empezando a imaginarse la bronca que le echaría había sido un producto defectuoso o a saber que movidas. Pero si pensaba que solo con su visita ya era asombroso no se podía ni imaginar con la forma tan amistosa con la que le estaba hablando. Le escuchó atentamente sin apartar la vista de el por si hacia un gesto extraño, afirmo con la cabeza al saber que solo estarían una semana si todo iba bien. Cogió con cuidado la Hamburguesa y la abrió para asegurarse de que no estuviera envenenada, tanta amabilidad era sospechoso pero al ver que todo estaba correcto, o al menos visualmente, se le empezó hacer la boca agua. No pudo evitar sonreír de lado ante la mención de lo horrible que era la comida, pero estaba en lo cierto.


No sé cómo pretenden que recuperemos fuerzas con esa comida tan pobre… ¿y de que quiere hablar señor presidente? ¿O le puedo llamar Luthor?


“¿Tal ver padre bastardo que solo me ve como una herramienta?” intensifico más la mirada al hombre para luego mirar la hamburguesa que tenía en sus manos para darle un mordisco, el cual suavizo su genio al sentir esa explosión de sabores en su boca. Mientras masticaba con la boca cerrada miro a la cámara de la habitación para luego mirar a Luthor a la espera de lo quiere hablar. Conner deseaba que ese hombre en verdad fuera la versión buena de Luthor porque significaba tener un enemigo menos pero también tenía otra vocecita que le decía que no podía bajar la guardia, que seguramente su visita sea parte de algún plan maquiavélico.

- Puedes llamarme simplemente Lex. – Dijo en respuesta a su pregunta, sin darle importancia al hecho de ser el presidente de Estados Unidos mientras rebuscaba en la bolsa y sacaba una hamburguesa para él, se acercó a una mesa que había en la habitación y se sentó en una de las sillas, luego, separó la silla que había frente a él y le dijo el chico: - Será mejor que te comas eso aquí, no creo que los médicos les haga mucha gracia que ensuciemos las sábanas de aceite de hamburguesa, esa cosa no sale ni quemando la ropa. – Abrió su paquete con cuidado y elegancia inusitada, como si manejase un explosivo, dejando entrever que no solía comer este tipo de cosas, dejando al descubierto su hamburguesa, también doble, con queso y bacon: - Y no te preocupes…- Dio un bocado, masticando con calma, y el tragar con suavidad continuó: - Las cámaras están apagadas, podemos hablar con total libertad. –

Rebuscó en la bolsa y sacó dos refrescos tamaño XXL, una gaseosa para él y una cola para Conner, que dejó en el sitio en el que había invitado al chico a sentarse, dio otro mordisco a su bocadillo y luego lo dejó sobre la mesa, encima del papel de plata para evitar mancharla: - Verás…Primero de todo…- De la bolsa sacó una servilleta con la que se limpió la comisura de los labios: -…Me gustaría darte las gracias por haber aparecido durante el ataque a la casa Blanca, tu compañero y tú hicisteis un gran trabajo, y no tuve ocasión de agradecéroslo. – Dejó la servilleta sobre la mesa y miró a su alrededor, en un amago de parecer cohibido, como si le costase hablar del asunto:

-Todo esto que ha pasado ha sido espantoso, no quiero imaginarme por todo lo que has pasado, y, sin embargo, se de primera mano lo que es que alguien controle tus actos… – En parte no mentía, él mismo había sido manipulado y utilizado por entidades alienígenas en el pasado: - Estamos trabajando duro para llegar al fondo de todo este asunto. – Lex cogió su vaso de refresco y dio un trago, el líquido al subir hizo un ruido algo desagradable, estaba claro, Big Belly Burguer no era el sitio favorito de Lex: - Sin embargo… - Dejó el vaso sobre la mesa y miró al chico a los ojos, aquello en la mirada de Luthor era ¿Ternura?

Le dedicó una sonrisa al chico: - …Se que tal vez no eres el Conner que yo conocía, pero puedo verlo en tus ojos, eres igual de valiente y buena persona que él, por eso, necesito que me ayudes con algo. – Guardó silencio unos instantes para dar otro mordisco a la hamburguesa, no tuvo prisa, masticó, tragó y se limpió: - Necesito que estés bien. – Levantó el dedo índice de la derecha para hacer un inciso: - Y con bien, quiero decir en todos los sentidos, no sólo físicamente…No te voy a mentir, con todo lo que ha sucedido últimamente, lo de Metrópolis, lo de Berlín…- Ahí, ahí había dado en el clavo: -…Van a venir tiempos complicados, por eso te recomiendo que desaparezcas del mapa un tiempo cuando te dejen salir de aquí, ve al campo, a la montaña…Donde te apetezca. – Dio un par de mordiscos a la hamburguesa, el chico necesitaba tiempo para procesar todo lo que le estaba diciendo:

-Es probable que la fiscalía busque abrir procesos judiciales contra vosotros, pero voy a hacer lo que esté en mi mano para proteger a todos los que pueda…- Ahora, ahora venía el momento indicado: -…Desde la administración estamos preparándonos para todo lo que vendrá, estamos redactando una serie de legislaciones para que incidentes como estos no vuelvan a suceder, queremos que tú y el resto de personas con habilidades especiales podáis vivir sin miedo, para que vuestros dones no se conviertan en un peligro, ni para vosotros, ni para los demás. – Volvió a su hamburguesa para darle al chico el tiempo necesario para procesar, analizar y comprender toda la información que Lex le estaba dando.

Afirmo con la cabeza en respuesta de como el mayor quería que se le refiriera, con un tracto muy cordial que aún le cojeaba a Conner. Sin rechistar salió de la cama para sentarse frente al presidente y comer en silencio. El semikryptoniano nunca había sido un genio empezando conversaciones y mucho menos con su supuesto padre por lo que opto por estarse callado esperando que el mayor hablara. No pudo evitar divagar en que en vez del presidente de estados unidos estuviera su querido amigo Warlock, ya podía imaginárselo con los dedos en el enchufe para “comer” junto a Conner simulando una cita. Ante esos pensamientos no pudo evitar sonrojarse y se le dibujará una media sonrisa, pero como si de un golpe de aire se tratase los recuerdos del día anterior con Cassie llegaron a su mente. Pensó en la pobre chica que le trataba con la misma dulzura que trataría a Warlock ¿ella pensaría esto con él? parecía inviable como habían acabado las cosas. Recordó con quien estaba negando con la cabeza para quitarse esos bonitos pensamientos y miro a las cámaras para centrarse, por suerte pudo escuchar la parte de las cámaras, volvió a mirar al adulto con una sonrisa maliciosa: era gracioso ver a un hombre de su estatus intentando comerse una hamburguesa. Acepto encantado el refresco y le dio un sorbo mirándolo atentamente para no despistarse, ya había bajado suficiente la guardia con Luthor.


No se preocupe por lo de la casa blanca, teníamos faena y tampoco queríamos robarle más de su tiempo, además es nuestro deber como héroes ayudar a quien lo necesitaba.


En verdad podrían haberse quedado pero él no quería quedarse más tiempo a su lado y menos con la posibilidad de que se hicieran la típica foto para los periódicos. Ahora se dio cuenta de la ironía, ese día se podía decir que huyo de su compañía y ahora tenía que aguantarle, todo hay que decir que estaba siendo más agradable de lo que nunca podría llegar a imaginárselo. Arqueo una ceja ante la mención de que supuestamente Luthor había sido manipulado, nunca supo de tal cosa pero… ¿acaso sabía algo de ese hombre aparte de que había sido creado por él? De golpe Conner se sintió pequeño con esas dulces palabras y esa tierna mirada, siempre buscando la aprobación de sus padres biológicos. Pero ahora era mucho mayor que aquella vez que Luthor le engatuso con dulces palabras, no iba a caer en la misma trampa dos veces. Comió un poco de su hamburguesa para tragarse ese nudo. Y ahí estaba de nuevo su sonrisa al saber, que da igual de que universo fuera, Lex iba a necesitar algo de su creación. Pero tan rápido como vino el empuje extra de confianza se fue ante la mención de Berlín, esa espina le iba a costar mucho tiempo sacársela. Ahora el moreno miraba asombrado al hombre que tenía delante, esta conversación era una montaña rusa se emociones para Conner dudando con que le saldría a continuación. Dio un sorbo a su bebida pensando en sus palabras, buscando algún sucio truco detrás de tanta bondad. Nunca pensó que Luthor le ofrecería la libertad, siempre pensó que utilizaría esos hechos para ponerle un collar y tenerlo bien amarrado a sus pies como un buen perro. Se acabó la hamburguesa mientras pensaba que decir, limpiándose los labios con la misma elegancia que hizo Lex, al parecer habían hábitos que se pasaban a través del ADN.


Me alegro que la administración vaya ayudar aquellos con poderes para que puedan vivir en paz sin miedo hacer daño a sus semejantes. ¿Y que podría yo hacer para ayudar?  Pero hay algo que no comprendo… ¿Por qué me dices que huya Lex, acaso ya he pagado por todo el daño que he hecho?


Esa propuesta sonaba muy maravillosa para salir de los labios de Lex así que recogería la máxima información posible para comentársela a Dick y a los demás. Como los supers no eran la clase de seres que daban la espalda a sus problemas y huían, Conner tampoco y por eso quería saber el porqué.

Dejó que Conner hablase mientras él seguía comiendo, cuando lanzó aquella última pregunta, lo miró fijamente, tragó el trozo de bocadillo que tenía en la boca y contestó: -Porque eres mi hijo. – El hombre fue tajante en su respuesta, dio un mordisco a la hamburguesa terminándola y se limpió con la servilleta, luego, dobló el papel de plata en varias veces y continuó:

- La prensa va a ir a por vosotros sin piedad, van a acribillaros, ellos quieren un culpable, no quiero que mi hijo tenga que pasar por todo eso, se lo que es ¿Sabes? Que te ataquen por errores del pasado…- Suspiró: - Por eso quiero que estés alejado de todo esto por el momento, llegará el momento en que tengas que responder por ciertos actos, pero no estarás solo, pienso brindarte todo mi apoyo, igual que a los demás. -

Cogió el papel de plata que había doblado y lo metió en la bolsa de Big Belly Burguer, ahora no miraba al chico a los ojos directamente, cómo si se avergonzase de estar abriendo su corazón de aquella manera: - En cuanto a lo que podrías hacer para ayudar…Aún es pronto para decirlo, estamos estudiando varias posibilidades, pero… - Miró unos instantes a Conner, como si pensase en decirle o no lo que estaba a punto de decirle: -…Pronto los equipos de héroes y el gobierno tendremos que trabajar muy de cerca, y necesito personas en las que pueda confiar…-

Cogió la bolsa de la hamburguesería y la dobló de la misma forma metódica y precisa que el papel de plata, denotando sus nervios: - Yo…Ya se que tú no confías en mi…- Acabó de hacer su tarea y miró a su alrededor: - ¿Quién lo haría? Cuando hubo el cataclismo, me asaltaron un montón de recuerdos, cosas terribles… - Miró hacia abajo con pesadez: - He visto las infinitas posibilidades y en la mayoría de ellas era un monstruo… -

Lex se puso en pie con la bolsa en la mano: - Bueno, me alegra de ver que estás bien…- Buscó en su bolsillo y sacó un teléfono móvil, parecía muy viejo: - Me gustaría que tuvieras esto a mano siempre, es un teléfono móvil, una línea directa conmigo, siempre que me necesites estaré allí para escucharte…- Extendió la mano ofreciéndole el teléfono: - No quiero que te sientas presionado, si no quieres saber nada de mí y quieres destrozarlo, lo comprenderé…- Lo dejó sobre la mesa al ver las dudas del chico y caminó hacia la puerta de la celda:

- Me gustaría que me dejaras demostrarte que no soy el Lex Luthor que conoces, y que quiero lo mejor, para ti, y para todo el mundo, Kon. – Abrió la puerta y le dedicó una última sonrisa paternal al chico, cargada de afecto, luego abandonó la habitación.

Los primeros pasos de su plan ya se habían puesto en marcha, las piezas empezaban a estar en posición, ahora, faltaba ejecutar un buen movimiento.