Citius altius fortius( Conner Kent & Bart Allen) [2 de abril de 2019]

El menor de los Allens se encontraba en el garaje tuneando una tabla de skate con pinturas acrilicas y resina. Su intención era dar a la tabla un diseño como de lago con peces. Algo así como los miles de dibujos japoneses basados en ese mismo tema. Bart pasaba mucho tiempo haciendo manualidades y arreglos para no estar aburrido. Realizar estas actividades le ayudaba a centrarse. Max siempre le mandaba ejercicios, tareas y manualidades  que requisiesen precisión, tiempo y concentración. El muchacho siempre había necesitado mucho control debido a su personalidad y a la conjunción de esta con sus poderes. Mientras realizaba su artística labor se puso a pensar en todo lo que había acontecido y los efectos que había tenido en todos y cada uno de los habitantes del Monte Justicia.

El ambiente  estaba decaído. Los últimos días habían sido extraños, confusos y llenos de cambios. Todo estaba cubierto como por una densa capa densa de desánimo, decepción y depresión.  En muy poco tiempo habían ocurrido muchas cosas y todas ellas no habían sido agradables. Sobre todo para superboy no había sido su mejor momento. Hacía unos cuantos días, en una invasión extraterrestre el moreno había causado por una acción arriesgada múltiples pérdidas y destrozos. Sumado a esta catástrofe, Raven había decidido abandonar la base y emprender una nueva vida por su cuenta con un tal Andy. Este hecho había dejado una amarga sensación en el estado de ánimo del grupo. Para más Inri, Bart  había discutido con su primo. Conner había intentado mediar con el fin de que la tensión entre los dos velocistas se relajase pero era muy difícil. Tanto Bart como Wally llevaban muchas discusiones y asuntos no resueltos a cuestas. Desde hacía tiempo que su relación se venía resintiendo.

Bart  había empezado a superar y adaptarse al efecto Omega hacía relativamente poco. No le agradaba estar deprimido ni inmerso en un ambiente triste. Raven había sido uno de sus pilares. Ella se iba para comenzar una nueva etapa. Iba a extrañarla pero sabía que era bueno que la émpata se abriera al mundo. Tenía la esperanza de que siguiera en contacto con ellos, aunque ahora viviera en otro lugar.

Superboy también había sido de gran ayuda y apoyo para el velocista. Desde que apareció en Omega una de las personas con quién más había conectado era con Kon. En su rostro universo era uno de sus mejores amigos.  En el nuevo mundo, a pesar de ser una versión un tanto cambiada de su buen amigo con una historia vital diferente, también se había convertido en alguien importante para el velocista.

Al castaño no le gustaba estar abatido. Era un joven de personalidad alegre, optimista y enérgico. Todo ese ambiente tan mustio  y decadente le hacía ponerse nervioso. Tampoco le agradaba que el clon lo estuviera. Sabía que tanto el Conner de Omega como el Conner de su Universo tenían problemas importantes lidiando con las emociones.  las emociones negativas eran las más difíciles de asimilar y afrontas. Por eso, Bart pensó que tenía que ayudar al otro de alguna manera.

A pesar de que no era el mejor momento, no podía evitar pensar que lo mejor para salir de aquel envolvente estado de miseria era hacer algo divertido. Eso era lo que mejor se le daba moverse. El movimiento siempre rompe con los estados depresivos. Lo que tenían que hacer era moverse. Sonrió. Tenía que buscar algo entretenido y dinámico para volver el ambiente más ameno y motivador. Con ello en mente el activo muchacho se dirigió a la habitación del medio Kriptoniano. Quería proponerle realizar una competición de juegos para ver quien era el mejor. En su mundo ellos solían hacer mucho eso. No sólo es que los dos jóvenes fueran competitivos y un tanto arrogantes, confiando al cien por cien en sus capacidades, sino que además les resultaba divertido. No sólo era por ver quien era mejor sino que pasaban tiempos entretenidos y agradables entre amigos. Su rivalidad era una rivalidad muy sana que a menudo causaba risas y diversión por doquier.

Sin pensarlo mucho, Bart dejó su tarea de pintar el skate y se dirigió en busca de su amigo. Recuperando viejos hábitos, el castaño entro sin llamar al cuarto de Conner. El ojidorados sonrió alegremente y se dispuso a contar a su amigo sus planes.

- Connert Kent- gritó enérgicamente emocionado. Tomó a su amigo por la muñeca. - Vamos a hacer un torneo de minijuegos. A ver quién es mejor. - Se rió con una risa contagiosamente alegre.- estoy seguro que te pulo en todo- comentó con la arrogancia y confianza que da tener una juventud bien llevada.

Tras lo acontecido en Berlín, Superboy había estado mucho más distante  e introvertido de lo habitual.  Bart notaba ese cambio de actitudes en la gente. No le gustaba cuando alguno de sus amigos se cerraba. Creía firmemente que aislarse no era la solución, era un problema. No confiar en los demás ni dejar que nadie te apoyase o alijerase tu carga era hundirte más en el problema. Sumirse en un estado depresivo y autocastigarse no arreglaba los errores. El ojidorados no sabía lo que había pasado en Europa y Conner estaba demasiado enclaustrado para encararlo directamente. El velocista sabía que la manera de que el moreno se abriera era tratando el tema cuando estuviera mucho más relajado. Tenía que preparar el camino y dejar que las preocupaciones del mayor salieran de forma libre y voluntaria.

Se rió cálida y adorablemente habiendo conseguido sacar a Kon de su encierro autoimpuesto.

- Genial - dijo muy lleno de energía, tan dinámico y optimista como siempre. Él era un encanto y era muy difícil resistirse a sus peticiones. Lo sabía. Bart tenía ese aire alegre y confortable que te hacía dejarte llevar. Era tan dinámico y enérgico que hacía moverse a los demás. Su aura solía impregnar al resto. El castaño calentaba los corazones como el sol calienta y derrite la nieve.

- Consisten en diversión, competencia y amistad- dijo tan emocionado como misterioso. Tomó al moreno del brazo y lo medio arrastró a la sala de juegos de la base.

- Aquí.- dijo muy ilusionado sonriendo y apoyándose en la mesa de billar. - Primero juguemos un poco a tenis de mesa. El mejor de cinco o de siete.- habló enérgico.

Ese juego le recordaba sus buenos días con la Young Justice de su mundo. Él y superboy jugaban a menudo a ese juego. A Bart le encantaba porque podría actuar rápido por la velocidad de la bola. Además, el semikriptoniano podía responder tan rápido como lo hacía él. Los supers podían igualar en velocidad a los velocistas.  Le gustaba competir con Conner. Se divertía y no tenía que esforzarse por disminuir sus atributos. Los dos podían mostrarse rápidos y fuertes. Eran rivales adecuados para el otro.

Aunque por los gestos Conner no parecía muy entusiasmado por el plan, Bart sabía que al final se acabaría divirtiendo como siempre. Ese Kon distaba un poco del que conoció. Ya que, el amigo de su mundo no dudaría un segundo en demostrar que podía hacer cualquier cosa bien. Al clon de Omega sin embargo, le costaba arrancar. Pero el velocista sabía que en el fondo estaba también esa actitud desinhibida y temeraria que conocía tan bien. El castaño estaba convencido que al súper le gustaba mostrar sus habilidades y ser alabado por hacer las cosas bien.

Conner se posicionó en la mesa de ping pong, tomando una raqueta y una pelota. Se puso a jugar con la pelota y la raqueta. Del mismo, modo Bart se puso en su lugar frente al semikriptoniano. Bart sonrió complacido porque aquella actividad de competencia sana entre dos amigos fuera a comenzar.

- Es fácil, la pelota rebota en la mesa y tú le das. Pierde quién la deja caer.-  Explicó al moreno porque este comentó que no recordaba cómo iba el juego.

Se rió feliz. Encontró en la mirada y la sonrisa de Superboy lo que estaba buscando. Esa actitud de Le sonrió de forma juguetona, no le iba a poner las cosas tan fáciles. Kon hizo un lanzamiento que rebotó en la mesa. Bart la hubiera golpeado de vuelta. Pero como el mayor dijo que comenzaba él, con un rápido y ágil movimiento la interceptó con la mano.

- Vale, entonces yo empiezo. Luego no te arrepientas. En muchos juegos y deportes el saque da ventaja.- se rió de una forma animada y juguetona. La risa de Bart tenía como diferentes matices según la ocasión. El velocista era alguien tendente al optimismo y la alegría. Por eso, los matices de su risa cambiaban según fuera la ocasión. Era como una especie de lenguaje oculto que decía mucho de él. Era como esos típicos ruiditos que todos hacemos sin darnos cuenta pero son muy definitorios sobre lo que estamos haciendo o pensando.

Bart se dispuso a sacar y comenzar el juego. Con una rapidez vertiginosa, sacó. El castaño confiaba en que su amigo pudiera seguirle el ritmo. Era la primera vez que jugaba contra aquel superboy y esperaba con mucha esperanza que fuera como en su tierra de origen. Conner era una de las pocas personas, y una de las únicas y especiales que no era no velocista, que podía igualar y comprender su ritmo. Cosa que agradecía mucho. A menudo  le resultaba difícil tener que controlar su innato estado de aceleración por grandes periodos frenados. Le resultaba agotador tener que adaptarse al ritmo de los demás para poder encajar con ellos y que le comprendieran. Sin embargo, resultaba grato y alentador poder tener descansos con alguien. Que el clon igualase sus velocidades en juegos y deportes o que le entendiese cuando hablaba a altas velocidades resultaba un gran alivio y descanso para Bart.  La pelota rebotó en la mesa.

El Pin pon es un deporte divertido, rápido, competitivo y barato. Además, su práctica es beneficiosa para la salud. Ejercita las articulaciones del cuerpo y mantenerlas activas sin llegar a sobrecargarlas, mejora la velocidad coordinación de los movimientos, incrementa la capacidad de concentración, mantiene el cerebro activo, ayuda a la memoria, mejora el estado de ánimo y el humor,al jugarse en parejas ayuda a las relaciones y la comunicación y es bueno para el equilibrio. Como era una actividad que producía mejoras en ámbitos físicos, psicológicos y sociales por eso estaba en la sala de juegos. Ayudaba a mantener las cualidades que se necesitaban para ser un héroe.

Lo más importante en el juego del Pin Pon era el control. No podrías dar la bola con la fuerza y velocidad desproporcionadas. Tenías que controlar y ser preciso para que la bola diera en el punto exacto. Conner había dado con mucha fuerza a la pelota y Bart al saber que la bola daba fuera no hizo por golpearla. Si la bola no tocaba la mesa eso era un punto para él. La pelota se incrustó en la pared, Kon se avergonzó por aquel fracaso y Bart se rió.

- A ver si me demuestras lo bueno que eres- comentó en un tono un tanto competitivo.

Bart seguía preciso y rápido las botas las que le devolvía Kon. La bola con va con presteza de un lado a otro de la mesa. Meter punto era difícil cuando hay en la partida dos buenos contrincantes. Al castaño le tocaba sacar pero fue interrumpido por el moreno.

- Once. Yo voy dos, contando la bola en la pared y tú vas uno-

Continuaron un rato más jugando al ping pong. Bart estaba muy metido en el juego. Kon estaba jugando de forma más decidida y el velocista sonrió. Le gustaba sentir que el moreno se estaba divirtiendo tanto como él. El velocista tenía mucha habilidad en los juegos. No sólo porque hubiera practicado mucho y porque su aprendizaje fuera acelerado también sus habilidades le ayudaban a ser muy ágil, tener buenos reflejos y aventurar de forma certera la dirección de la pelota. Por esto, siempre conseguía estar adelantado al Superchico.

De forma repentina Conner dejó la raqueta sobre la mesa de ping pong y Bart se extrañó. Sin mediar palabra el semikriptoniano se dirigió a la estantería. El castaño comprendió que su amigo se había aburrido del ping pong.

- Vale. - comentó tan alegre y positivo como siempre.

Se sentaron y Kon empezó a colocar las piezas en el tablero. Bart decidió ayudarle y también se puso a poner las fichas en su cuadrado correspondiente. El clon había dejado al Allen las fichas blancas. Al velocista no le importaba mucho.

- En el ajedrez tiene ventaja quién saca primero. Pero con ventaja o sin ella voy a machacarte. -el tono de Bart era cálido y dulce no sonaba para nada a amenaza.

Kon hizo su primer movimiento y Bart efectuó el suyo sin pensárselo mucho. Estaban cómodos en ese ambiente relajado.  El castaño pensó que igual era un buen momento para que que su amigo  hablase de sus preocupaciones.

- Kon, ¿qué tal ha ido todo estos días?- Bart sabía que el Superchico la había liado en Berlín. - Yo extraño un poco a Raven. Siempre estaba ahí y hacíamos cosas juntos. ¿Qué opinas de que tenga un novio y se haya mudado con él? ¿Por qué crees que no nos ha dicho nada? Yo me habría alegrado mucho si me hubiera contado que tenía pareja. -

Miró a Conner mover su pieza y rápidamente movió un peón distante. Parecía un movimiento imprudente y poco calculado. Como en todo el velocista siempre parecía estar haciendo las cosas disparatadamente a su manera.

Al semikriptoniano le pilló por sorpresa la pregunta del curioso velocista. El moreno se paralizó y Bart sonrió para darle tranquilidad. No hacía falta que respondiera si no quería o no estaba preparado. Era un tema difícil. El castaño lo había sacado de forma indirecta para que su amigo le respondiera la información que estaba dispuesto a revelarle.

- ¿En cuántos movimientos va a ser eso? Porque he planificado que en siete movimientos le doy Jaque a tu Rey.- respondió de forma bastante ingenua esperando a que el mayor procesase su primera pregunta y pensase cómo quería resolver la situación que le resultaba incómoda. Tras unos instantes Kon continuó. En esa situación los segundos se habían hecho eternos para los dos y no solo para Bart, como era habitual.

- No. - el velocista ladeó la cabeza un poco perdido. No sabía a qué o quién se estaba refiriendo con el ellos. - No sé quién son. ¿Con quién sueñas?-

Bart y Conner no habían hablado de lo acontecido en Berlín. El velocista intuía que al clon le pasaba algo de porque veía a su amigo más apático y retraído de lo normal. Tenía como un estado de ánimo que hacía indicar que algo sucedió en la misión de Berlín. También le llegaban informaciones indirectas como las noticias, el informe de la misión y los comentarios que surgen cuando se creían que nadie estaba prestando atención u oyendo.

Luego el moreno comentó sobre Raven.

- Supongo que la gente se empareja y se olvida de sus amigos- dijo con pesar - pero no me parece bien. No creo que ningún tipo de cariño este sobre otro. Yo te prometo estar ahí aunque me empareje.- puso su mano sobre la de Conner a modo de consuelo y apoyo.

La mirada dulce y cálida del velocista adquirió un tinte de preocupación ante lo relatado por su amigo. Conner le estaba relatando que se equivocó en un cálculo. Debido a ese error, murieron personas. Era algo difícil de superar. Era duro y era muy difícil. Porque no había sido por imprudencia. Había sido por una mala lectura de la situación. ¿Qué palabras se le dedican a alguien cuando lo intenta hasta más no poder y falla estrepitosamente? Y no sólo es el fracasar de uno mismo, es que ese fracaso conlleva unas consecuencias en las vidas sesgadas.

Kon se había llevado las manos al rostro para lo ocultarlo. El moreno se encontraba sumido en una crisis y a Bart se le partía su tierno corazoncito.-No puedo imaginar lo difícil que debe ser cargar con ese peso.- Bart dejó todo lo que estaba haciendo  y puso una de sus manos sobre la del superchico. Sus miradas se cruzaron y el clon pudo notar la mirada bondadosa y llena de afecto de su amigo.  

- Estoy aquí para todo lo que necesites, siempre. No se puede hacer nada para cambiar el pasado. Palabra de velocista. Sí te entrometes todo se lía. Mi abuelo y Wally te pueden dar los detalles. Lo único que podemos hacer es mirar al futuro. Si sientes que le debes algo a esas personas, entonces sé mejor. Resarce del daño que hiciste. Eso es mejor que quedarse parado por algo que no puedes cambiar. -

El actual Kid Flash abrazó al fortachón y le palmeó la espalda con el fin de brindarle su apoyo y consuelo. Poco a poco parecía que el ambiente se iba relajando y pasaron a hablar sobre el abandono de Raven por irse a vivir novio Andy.

- Siempre voy a estar a tu lado, nunca te voy a dejar ir Kon.- dijo de forma dulce y cariñosa.

Después de expresar cálidamente sus sentimientos amistosos, Conner emitió unas palabras desgarradoras. Tras esas reveladoras y tristes palabras el ambiente volvió a enrrarecerse. Todo era otra vez triste. Como si la tormenta nunca acabase.

- Es difícil llevar un gran legado- Suspiró. Él lo sabía bien. Su familia estaba llena de grandes héroes. Justicieros valientes y sacrificados. Su padre entregó su vida por liberar al mundo. ¿Cómo puedes hacerte un huequito con tan altas expectativas y miras?

- Cuando miras a un gran héroe vemos sus triunfos, no sus fracasos. Estoy seguro que Súper también tuvo sus movidas. También se sintió incapaz y tuvo errores. Ellos fueron como nosotros. Ellos también tuvieron que aprender de sus errores. - Los ojos ambarinos de Bart se fijaron muy íntimamente en los azules de Kon.- Tú eres Kon. No eres ni Clark ni Kara ni nadie más. Tú eres tú propia persona. Sé que es difícil compararse con quién ya dio el Do de pecho. Sé tú propia medida Conner.-