Invitado Invitado
| Tema: Διόσκορη (Autoconclusivo)[4 de Abril de 2019] 17th Marzo 2019, 22:36 | |
| Nuestro cuerpo cambia constantemente y los recuerdos es el elemento que nos une a la persona de ayer. Por eso, tener el la cabeza esos nuevos recuerdos la confundía. Las escenas se perfilaban tan nítidamente en su cabeza. Las amistades, los amores, los odios y esos fuertes sentimientos hacia las personas que conocía una y otra vez en mil dimensiones y mil vidas. No sabía quién de ellas era ella. Quizá era a la vez todas y ninguna de ellas.
Había unas realidades que le gustaban más que otras. En un mundo de la Segunda guerra mundial donde conducía su motocicleta con Yuki y Yumi Katsura sacando de campos de concentración a mestizos de caucásicos con orientales, gente como ella que eran excluidos de la sociedad por ser hijos de dos razas. Uniéndose con Donna. Para luego conocer a Diana y formar las Wonder Girls. Mujeres juntas luchando por un mundo y un futuro mejor. Una andadura épica. una sonrisa se posaba en sus labios al traer esos recuerdos de aventuras y lucha a su memoria. Una hermandad y amor tan fuerte que era imparable. Como la unión de querer cambiar el mundo y llevar la justicia a cada rincón del globo movilizó a miles de mujeres y hombres para enfrentarse a las injusticias y hacer un lugar más digno y mejor para todos.
Pero en otro mundo Diana se había puesto del lado de un Clark dictador sin acordarse de ella. Su ídolo había traicionado todos sus ideales y se había olvidado de ella. Ese amargo dolor de ser desilusionada por alguien muy íntimo. De que tu hermana te de la espalda. Se vuelva alguien extremista y ni siquiera piense si estás viva o muerta. Sólo piense en los ideales de Régimen. Ese sentimiento de tristeza de no poder confiar en ella nunca más dolía. Recordaba claramente cómo su corazón se quebraba al haberle negado el abrazo. Diana juró que no sabía que Kal-El les tenía presos pero no sabía o no quería saberlo. Realmente la engañó Clark o decidió conscientemente ser engañada. Cuando no sabes nada puedes reprochar. A veces sabes que hay algo oscuro ahí y te niegas a buscar en lo en lo oscuro. No sacas a la luz tus más profundos temores porque dentro de tí sabes que son ciertos. Además, había perdido a sus mejores amigos. Primero a Bart y cuatro años más tarde a Tim. Al menos Kon seguía a su lado. Los dos habían logrado superar juntos todas las adversidades que se les habían puesto por delante. Siempre habían estado el uno para el otro y el amor había salido fortalecido.
En New 52 era una ladrona adolescente que empezó su andadura como heroína al robar unos brazaletes encantados de un templo. Más tarde fue reclutada Red Robin. Ella tuvo un affaire con él tercer pupilo del murciélago. No la extrañaba siempre le había llamado la atención Timothy. Era inteligente, resolutivo, astuto, creativo, tenía mucha confianza en sí mismo, se esforzaba por dar lo mejor, tenía altos estándares para sí mismo, tenía firmes convicciones, una ética moralmente adecuada, era amable, leal, honesto, divertido, simpático, comedido, sabía ponerse serio cuando la ocasión lo requería, era culto y se podía hablar de todo con él. La molestaba su extremo secretismo a veces. Pero, ¿quién es perfecto? En el universo del que criba provenir siempre había sido tarde para ellos. Bart era una versión tergiversada. Nunca pensó que su amigo castaño pudiera albergar ese rencor y sentimientos negativos que mostró en ese mundo. Raven era como si se hubiera criado con su padre y permitido ser más adolescente. Rose era una villana. Kiran era realmente agradable. Pero le pareció muy psicótico que matase a guardias para ser condenada y permanecer siempre con su pareja. Se tomó muy literalmente lo de en las buenas y en las malas. Con Conner había un especie de atracción que no llegó a nada porque el kriptoniano era incapaz de sentir alguna emoción, casi cual digno vulcaniano. Miguel era un chico bueno y simpático. Garfield era muy similar al adolescente que Cassie nunca había conocido. Ya que, ella había conocido a un Gar más maduro. Diana era su tía y Zeus su abuelo en lugar de su padre.
Ese universo donde todo era una parodia y burla en sí mismo. Todos eran unos personajes exageradamente caricaturescos. Se parecía mucho a esa serie de dibujos animados que tanto le agradaba a Bart: Tiny Titans. No podía negar que era una divertida comedia.
Todas esas imágenes la desconcertaban y empezó a emparanoiarse. Una de las peores experiencias en la vida es no poder confiar en uno mismo. Es difícil saber qué hacer cuando tu mente te traiciona y no puedes diferenciar lo que es real de lo que no. Sabes que hay algo mal en ti pero no eres capaz de discernir cual es la ficción. ¿Cómo compartir con alguien lo que te pasa si no entiendes el problema? Cuando no sabes qué es lo que ocurre pero sabes que hay algo mal. Cuando no sabes quien eres y estás completamente desamparada y abrumada por los delirios de tu propia mente. Con todos esos recuerdos de las diferentes las realidades se sentía agobiada, asustada, confusa, perdida y tremendamente sola. Un suspiro de irritación se escapó de lo más hondo de su ser. Se sentía tan vulnerable y caótica. Dejó caer su cuerpo al suelo y se sentó con las piernas dobladas. Se abrazó fuertemente a sus rodillas de forma inconsciente, esperando encontrar ese consuelo que tanto necesitaba. Intentaba contener las lágrimas pero no pudo hacerlo por mucho tiempo y fuertes y saladas besaron sus inmaculadas mejillas, liberando a un paso fuertes torrentes de frustración. Nunca había querido ser una marioneta en manos de los dioses. Ahora con toda esa información en su cabeza y su desconcierto extremo se sentía tan sólo un mero juguete de los Olímpicos.
-Joder- comentó aura mientras la furia comenzaba a arremolinan se en su pecho. Se levantó y descargó contra el armario. No fue un golpe terriblemente fuerte pero el alto ropero de roble macizo se tambaleó. De lo alto del mueble se callejón unas cajas que desparramaron su contenido en el suelo.
-Cassie, ¿estás bien?- preguntó desde el piso de abajo su madre.
Un sentimiento de no quería herir ni causar preocupación a su progenitora se apoderó de ella. Sorbió sus lágrimas e intentó responder serenamente.
- Sí, sólo se me han caído unas cosas.-
Se puso a recoger sus pertenencias desperdigadas. Empezó a tomarlas y organizarlas cuando reparó en las fotos. Eran de sus diversas etapas como heroína. Allí estaba en sus primeros tiempos con su peluca azabache en honor a Donna, sus enormes gafas y sus camisa negra con el símbolo de Wonder Woman dorado. Aparecía con sus compañeros y amigos de la Young Justice; Impulse, Robin, Superboy, Secreto y Arrowette. Parecían tan lejanos aquellos días. Todo parecía más fácil en aquella época. Miró con cariño la foto de los seis durante un rato. La guardó en el álbum y tomó otra. Esta vez era una de cuando se unieron en los Teen Titans. En esa etapa su traje era diferente como el de sus amigos. Eran más adultos. Ni Greta ni Cissie estaban en ese grupo. Garfield, Raven, Kori y Vic habían formado equipo con los algunos de los antiguos miembros de la Young Justice. Cassie suspiró. Esos tiempos sí que fueron más complicados pero permanecieron juntos.
Una vez que todo estuvo en su lugar, bajó a la sala para intentar sentir los reconfortantes brazos de su progenitora. Helena estaba sentada en el sofá de la sala viendo la televisión. Los programas habituales habían sido cancelados para dar en directo unas espeluznantes primicias. Los templos de las principales religiones terrestres estaban siendo atacados por hordas de demonios. Los demonios se fueron adueñando de todas las confesiones religiosas, dejando a la ciudadanía mundial a merced de estos seres oscuros y sus endemoniados amos. Los medios de comunicación pronto hicieron eco de los sucesos retransmitiendo casi a tiempo real cada acontecimiento.
En un principio los ataques de los demonios se habían centrado en las principales fes. Estaba claro que querían erradicar las doctrinas religiosas tal vez fundar un nuevo culto. Lo que quería decir que el Panteón Griego también estaba en peligro. La religión de los Olímpicos no estaba aún en las últimas. En estos primeros años del siglo XXI el dodecateismo había crecido de forma sustancial junto a las demás religiones paganistas.
“ Sólo quiero que estés preparada para lo que está por llegar. Que sepas cómo usar tus poderes en caso de que tuvieras que tomar el relevo en el panteón.”
Cassandra se quedó ojiplática. Aquello era seguramente lo que su padre le había comentado días atrás. Un chist se escapó de sus labios. Quizá debería haberle hecho caso a Zeus. Pero, ¿cómo confiar en alguien que nunca ha estado para tí cuando le has necesitado? Zeus era un padre que se creía que el dinero ya educaba, ayudaba y criaba perfectamente a tus hijos. En lugar de dinero el Dios griego daba poderes.
Miró a su madre y esta le devolvió un gesto de preocupación pero también en su semblante se mostraba comprensión. Helena apoyaba a su hija en su decisión de ser heroína.
-Mamá, tengo que salir de casa un momento. -
-Ten cuidado. Coge un chaqueta antes de irte que va a refrescar.-
La joven rubia tomó una cazadora de cuero marrón y su bolso para salir de su casa. Una vez fuera del edificio, la amazona intentó llamar a Tim Drake pero su teléfono no daba tono. Luego intentó llamar a su novio. Quiso gritar cuando la compañía telefónica le avisaba que no existía ninguna línea con ese número. Lo mismo le ocurrió al tratar de contactar con Bart y con sus otros amigos héroes. Su intercomunicador de los Teen Titans emitía un sonido extraño y no la dejaba contactar con ningún grupo heroico. Se empezaba a exasperar. Como su equipo no daba señales de vida, Cassandra decidió acudir a la embajada de Themyscira. Quizá allí pudiera encontrar a Diana o Artemis o cualquier amazona que pudiera acompañarla a hablar con los doce Olímpicos. Wondergirl alzó el vuelo rumbo a la embajada. |
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