SECRET SANTA 2019

¿Quien no tiene ganas de darse un relajante baño de sangre?

Como la dibujante tarde más le va a dar un ataque de ansiedad, jajaja

La futura alcaldesa

La escultura no es lo mío

-¿Menuda pasada de película no crees Gwen?- pregunté mientras me acaba la poca coca-cola que me quedaba en mi vaso para luego tirarlo en la papelera más cercana. Mientras tanto mi rubia acompañante ya había salido del cine y estaba colocándose la bufanda cuando llegué a su lado.

-No sé yo, eso de que haya miles de multiversos con sus respectivas variaciones de cada persona no me acaban de convencer. Eso sí, tanto la acción como la banda sonora fueron una pasada, lo que me recuerda que me tengo que pirar ya si no quiero llegar tarde al ensayo. Nos vemos bizcochito- contestó en tono burlón mientras me daba un suave beso en la mejilla y comenzaba el trote rumbo a su ensayo.

-¡ Venga ya ! Es Navidad, por un día que descanséis no va a ser el fin del mundo- le grité ya que se había desplazado bastantes metros de mi.

-¡Uno no se vuelve una estrella del rock sin esfuerzo!- fue lo último que escuché antes de que se metiese en el primer taxi.

Decepcionado saqué la pequeña caja donde guardaba la pequeña identificación plastificada del congreso sobre Bioquímica en el cual nos habíamos conocido, así como un pequeño bizcocho.


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-Menudo coñazo de dimensión, ¿ no hay nada más entretenido?- dijo Miguel O´Hara mientras ojeaba una gran pantalla localizada a pocos metros del sofá donde estaba sentado. Aburrido siguió haciendo zapping entre dimensiones hasta que una le llamó la atención:

-Universo 1618...ni tan mal- comentó complacido mientras cogía un gran puñado de palomitas para llevárselas a la boca.


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Un atractivo rubio de figura esbelta se hallaba rodeado de numerosos micrófonos y cámaras portados por una horda de periodistas ansiosos por acribillarle a preguntas. Los continuos flashes remarcaban el azul de los ojos así como el pequeño piercing que tenía encima de la ceja derecha.

-¡Glen, Glen ! Aquí Clark Kent del Daily Bugle. ¿ Es verdad que la relación con tu madre sigue en punto muerto desde tu decisión de dejar de lado los estudios para dedicarte plenamente a la música?

-Mi madre siempre fue una mujer estricta, tanto dentro de la comisaría como fuera, espero que las últimas ventas de mi disco le haya demostrado que…-

-Glen solo va a responder a preguntas sobre música, así que por favor, no desviéis el tema- interrumpió de forma nerviosa una joven menuda con un desorganizado moño castaño a juego con unas gafas poco ajustadas.

-Tal como dijo mi increíble representante Penny, estoy aquí para hablar de mi música- recalcó mientras ajustaba su posición en la silla.

- ¿Es verdad que los MJ están a punto de separarse de forma indefinida? Fuentes apuntan a que por problemas de ego-

-No se de donde has sacado esas fuentes pero ya les puedes decir que cierren la boca, tanto MJ como yo y el resto de la banda decidimos seguir nuestros caminos profesionales por separado de momento. Eso no implica que haya tensión entre alguno de nosotros- comentó cabreado mientras que Penny se acercaba hacia él alejándolo del centro de la muchedumbre para introducirlo en una limusina la cual arrancó rápidamente alejándose del tumulto.

Ya dentro del vehículo, Penny le dio un suave beso en la mejilla y le cogió la mano con intención de tranquilizar a Glen, objetivo que cumplió.

-No puedes caer siempre en su juego, sabes que es lo que quieren- le recriminó, algo que molestó a su pareja, apartándole la mano mientras se frotaba la cara con frustración.

-Estoy harto de siempre la misma mierda, o critican que soy un egocéntrico o que me meto de todo cuando no es verdad. Quizás mi madre tenía razón y no soy suficientemente duro para todo lo que conlleva esto-

-¿Eres tonto? Te he visto ser aplastado por Rhino, casi devorado por el Lagarto y un largo etc. Eres la persona que más veces le han dado una paliza y aún así se ha levantado siempre- bromeó para luego darle un suave puñetazo a modo de coña.

-Y hablando de eso señores, lamento interrumpir el momento pero informan de un ataque del Duende Verde cerca de Central Park- informó el chófer, un anciano de avanzada edad con el pelo canoso y engominado hacia atrás, a juego con unas gafas de sol. Conducía con una mano, ya que tenía la otra extendida sujetando una bolsa que fue recogida por la estrella del rock

-Gracias Stan, la verdad no sé que haría sin ti- sonrió mientras abría la bolsa mostrando su característico disfraz blanco y negro con tonos celestes. Poco a poco fue quitándose la ropa provocando un sonrojo en la cara de la chica de al lado, para sustituirla por su traje.

Ágilmente se propulsó desde su asiento hacia el techo ya plegado de la limusina, cayendo con gracia en el capó para posteriormente dar otro gran salto e impulsarse telaraña a telaraña hacia el alboroto que se estaba generando en medio de Central Park.

Eran estos momentos en los que Glen se notaba más vivo, con la máscara puesta ya no existía ni la polémica estrella de Rock, ni el mal hijo, ni el novio ausente...solo existía White Spider.

Tras un par de minutos finalmente llegó a su objetivo, divisando el colosal cuerpo del Duende Verde emitiendo llamaradas en dirección al cuerpo policial, el cual había acordonado la zona creando un perímetro de seguridad rodeando al villano entre un par de coches. Aunque dicha barrera poco pareció importarle al monstruo, agarrando con suma facilidad uno de los vehículos para posteriormente lanzarlo contra dos agentes del cuerpo que atemorizados se quedaron paralizados ante el inminente impacto.

-Creo que esto te pertenece Harry- se burló el superhéroe enmascarado mientras entraba en escena, enganchando dicho coche con sus telarañas aprovechando su impulso para devolver el objeto al Duende, siendo un golpe directo que lo estampó contra unos árboles cercanos.

-Maldito alborotador, creí que ya te había advertido de que no volvieses a mostrar tu careto mientras estamos trabajando. Un día de estos una de tus temeridades le costará la vida a alguien- le recriminó la agente Stacy, no pudiéndosele escapar a Spidey una sonrisita.

Después de varios meses como superhéroe, ya se acostumbró a esta extraña relación con su madre, oficialmente llevaban meses sin hablarse, por lo que las breves interacciones que mantenían “durante el trabajo” eran muy importantes para el trepamuros.

-Tranquila agente, está todo bajo control- bromeó mientras le daba la espalda a la amenaza con el fin de deleitarse con la cara de irritación de su progenitora. Algo de lo que se arrepintió al instante, siendo incapaz de reaccionar con el tiempo suficiente como para esquivar la siguiente llamarada de su enemigo.

En cuestión de segundos el caos nubló su mente, quedando su visión reducida a las llamas que aún le quedaban en el traje ignífugo que su colega, la Dra. Octavius, había desarrollado. Aún confuso se levantó de los escombros de lo que antes era un coche de policía, para ver como la figura del Duende se había elevado gracias a sus alas rumbo al centro de Nueva York.

Decidido a pararle, ya estaba a punto de iniciar la persecución cuando una imagen por el rabillo del ojo le dejó impactado: el cuerpo semicalcinado de María Stacy, su madre. En estado de shock, se acercó al cadáver para empezar a sollozar debajo de la máscara, sabía que si no hubiese hecho el tonto nada de esto hubiese pasado.

Ensimismado con sus remordimientos, Glen volvió a reaccionar ante los potentes gritos de más gente que estaba siendo atacada por su archienemigo. Secándose las lágrimas se volvió a ajustar la máscara y se dirigió decidido en busca de su objetivo. Glen Stacy tendría que llorar luego la pérdida de su madre, ahora mismo White Spider tenía una ciudad que salvar.

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Miguel reflexivo apagó la gran pantalla, era duro ver como daba igual en que dimensión, todos sus compatriotas arácnidos sufrían el peso de una pérdida, pero al menos podía decir orgulloso que todos ellos se levantaban ante las adversidades.

Al fin y al cabo eran Spiderman ¿no?

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