[Omega] Porfa, porfa ¿Nos la podemos quedar? (Mar'i Grayson, Jason Todd) [01/01/2019]

beep beep beep beep
Buenas noches, Gotham City, es uno de enero son las ocho cuarenta y cinco de la noche y aquí comienza Gotham Tonight el programa de radio para esas almas nocturnas que prefieren la hora del murciélago, hace una noche precio-

Steph dejó caer el puño con todas sus fuerzas sobre el despertador mientras se quejaba angustiosamente. Su plan de uno de enero original había sido no despertarse hasta que fuera dos de enero, pero al parecer, a la Steph del pasado se le había ido por completo de la cabeza apagar aquel aparato endemoniado que acababa de despertarla y disparar el dolor de cabeza provocado por la resaca de tres pares de narices que llevaba encima.

Siempre decía que no iba a volver a mezclar, culpa de Tim que le había invitado a esa tercera copa. O de Jason por la cuarta. O de ese chico tan mono que no conocía y que le había invitado a la quinta... ugh ¿en qué punto les había parecido buena idea acabar en aquella fiesta después de devolver a Arkham a Calendar Man?

-Nghsghhhhhhhnghhhh- Lo que venía a significar más o menos "Maldito despertador"

Intentó volverse a dormir, pero solo consiguió tener más ganas de vomitar de dar tantas vueltas en la cama y más dolor de cabeza de pensar en por qué no conseguía dormirse.

Estiró la mano y dio golpes en la mesilla hasta encontrar el móvil. El brillo de la pantalla le deslumbró unos segundos pero consiguió ver la hora.
21:05
1 Mensaje nuevo
JayJay
Rubita, se quedó Tim con tu cartera para que no la perdieras vente a recog...

-Nghsghhhhhhhnghhhhhhh- Que traducido era algo como "Maldito niñato responsable ahora me toca ir hasta allá".

Se arrastró a la ducha como pudo, si no iba a dormir al menos iría a recoger su cartera que la iba a necesitar para ir a clase y a lo mejor aprovechar alguna sesión tardía de cine o algo así, de esas que eran diez veces más baratas y estaban vacías, porque quedarse sola en casa no era una opción y quedarse sola en casa de Jason CON Tim era MUCHO MENOS una opción. Aunque las posibilidades de que Responsableman hubiera salido de patrulla eran altas. PERO POR SI ACASO.
Estaba a punto de empezar a vestirse cuando se encendió la radio de nuevo, pero esta vez en lugar del locutor de Gotham Tonight sonó la voz de un policía pidiendo apoyo con un código que Steph no identificó, porque sonaba demasiado distorsionado.

-Nghsghhhhhhhnghhhhhhnghhhnhghghgnhhhh- Que en la versión adaptada para menores de 18 años significaba "Córcholis, rayos y centellas, no me puedo creer que me vaya a tener que poner el traje en estas condiciones, menuda contrariedad tan poco agradable"

Apenas diez minutos después, Spoiler salía por la ventana del segundo piso de una casita en la zona residencial de Gotham, soltando improperios para todo aquel que quisiera escucharlos.

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Insignia de Fidelidad : Mensajes : 26 Fecha de inscripción : 25/01/2017

Las calles eran familiares. Demasiado familiares. Pero en realidad sólo lo parecían… porque aquellas no eran sus calles.

Mar’i no sabía qué hacer. Había salido disparada de aquella casa en cuanto se dio cuenta de que en realidad no era la suya, de que sólo lo parecía, porque no había ni rastro de su presencia en aquel lugar. No estaba el horrendo jarrón de arcilla que había hecho con cinco años y que por aquel entonces le había parecido una obra maestra. Ni las fotos que solía haber colgadas por la pared. Y luego estaba el nada insignificante hecho de que donde solía estar su cuarto había un armario de la limpieza.

Ni siquiera sabía cómo había acabado allí. Había estado en su ciudad, en su hogar, tan tranquila… pero de repente ya no estaba en el mismo sitio. Todo a su alrededor era parecido, pero si se fijaba podía encontrar diferencias, cosas que la gente con prisa pasaría por alto. Una casa donde antes no la había. Un solar donde solía haber un parque al que su padre la llevaba a jugar cuando era una niña pequeña. En otro momento lo habría achacado a un despiste, a un truco de la vista o de la mente. Pero ahora sólo le recordaba que no estaba en casa. Y que tenía que encontrar la manera de volver.

Las calles estaban prácticamente desiertas, algo que le convenía, pues así nadie se fijaría en ella. Las aceras estaban llenas de restos de confeti, de serpentinas y de demás cosas que indicaban que había habido una gran fiesta. Pero… ¿qué día era? Mar’i se fijó mejor en los escaparates de las tiendas, que le dieron una pista clave para averiguarlo. “¡Feliz Año Nuevo!” Claro. Los restos de la fiesta eran el típico desorden que se origina tras la Nochevieja. Era uno de enero. Pero… ¿cómo podía ser? ¡Si el día anterior había sido veinte de noviembre!

Mar’i se mordió el labio, intentando respirar. Tenía que haber algo que pudiera hacer. Alguien con quien pudiera hablar. Alguien sabría cómo hacerla volver a su mundo… ¿verdad? ¡Alguna forma habría! Lo único que sabía era que quedándose quieta y entrando en pánico no iba a arreglar absolutamente nada. Tenía que intentar lo que fuera. Y lo único que podía hacer en ese momento era encontrar a alguien que pudiera ayudarla.

-Cálmate, cálmate, cálmate… -se repitió a sí misma, respirando hondo, mientras subía una cuesta. Se encontraba en una zona residencial, por el aspecto de las pequeñas casas idénticas que llenaban la colina. Otro lugar más que le resultaba familiar pero que era distinto al recuerdo que tenía en su memoria. Y tan concentrada estaba en intentar encontrar algo, algo que le diese una pista de cómo volver, o de dónde estaba, que cuando una figura enmascarada apareció ante ella lo primero que hizo, siguiendo sus instintos, fue lanzar un rayo de energía a pocos centímetros de donde la figura estaba. Lo cual había sido un error terrible. Era de noche, lo cual significaba que su energía estaba bajo mínimos, y, si aquella figura tenía algún tipo de poderes metahumanos (o lo que fuera que hubiese en ese lugar extraño), ella dependería sólo de sus habilidades físicas. En otras palabras… la había cagado seriamente.

-ME CAGO EN BATDIOSITO- Cuando había decidido salir esa noche lo último que esperaba era que se iba a encontrar con alguien que tirara rayos láser y que de entre todas las personas a las que podía disparar en todo Gotham apuntara a esta pobre vigilante que había decidido salir a responder a una llamada en lugar de quedarse en casa, tapadita con las mantas y superando la resaca.
Ah, Spoiler, gran tonta, mejor persona.

Se retiró hacia atrás de un salto ya con el bo en la mano. No es que un palo retractable fuera a hacer mucho contra rayos láser pero a lo mejor parecer amenazante hacía que su atacante se lo pensara dos veces antes de vaporizarla ¿no?
Observó a su atacante y, si no hubiera entrenado con Batman, se habría relajado. Era una chiquilla, claramente no era humana y parecía más perdida que Damian en un parque infantil... todo eso es lo que veía a simple vista, al ser de noche no era capaz de descifrar del todo su expresión pero su lenguaje corporal decía que estaba asustada o arrepentida o algo parecido.

Eso solo hacía la situación más complicada. Si era algún tipo de ser de otro planeta u otra dimensión, que no hablaba su idioma y estaba asustada las posibilidades de que, aunque no fuera hostil, la vaporizara eran altas.
Otra opción era que lo entendiera y que fuera hostil.
Una tercera era que lo entendiera y fuera encantadora y dulce como una florecilla, pero había pasado suficiente tiempo en Gotham como para prácticamente ni plantearse que esto era una posibilidad.

Mientras se planteaba si su capa resistiría un ataque de ese tipo y sin soltar el bo, se acercó lo suficiente para no tener que gritar mucho para que la chiquilla la escuchara.
Intentó sonar lo menos hostil posible pero el dolor de cabeza no estaba ayudándole.

-Ehm... ¿hola? Soy Spoiler y espero ESPERO de verdad que no estuvieras intentando dispararme a malas, porque le tengo una alergia horrible a que me atraviesen rayos láser y ya llevo bastante encima como para tener que enfrentarme a alguien que es capaz de dejar un boquete como el que has hecho en la pared- dijo, rezando para que le entendiera y, si no era hostil, por lo menos le diera tiempo a buscar una salida a ese embolao.

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Vale. Vale. Si bien el primer instinto de Mar’i había sido el clásico “antes de que me ataques, toma rayo”, al parecer la figura encapuchada había sido más reflexiva y no la había atacado. A lo mejor hasta pensaba que iba a dispararle otro rayo. Si ése era el caso… mejor se guardaba lo de que no podía disparar ninguno más. Sí, mejor calladita.

Se quedó observándola detenidamente, respirando hondo en un intento de calmarse; tal vez no tuviera que preocuparse por volver a soltar un rayo sin querer, dado que podía sentir que sus energías habían disminuido de forma notable, pero la mezcla del miedo de no saber dónde estaba y de haberse encontrado a alguien que podría ser hostil justo en su cara habían hecho que su corazón latiese a mil por hora. La figura encapuchada no parecía ser muchos años mayor que Mar’i, y se la veía cansada. Aun así, mejor no subestimarla, sólo por si acaso. Pero no parecía querer atacarla; ya fuera porque le tenía miedo o porque sencillamente no era hostil, no había hecho ningún movimiento amenazante. Aunque, eso sí, no soltaba el bo que llevaba en la mano.

Al escucharla hablar, Mar’i dio un respingo. Había estado tan concentrada intentando adivinar sus intenciones que no se había esperado que le hablase. Y el nombre le resultaba familiar. Spoiler… ¿dónde había oído mencionar antes a alguien que se hacía llamar así? Por más que lo intentaba, no lograba recordarlo, y al final desistió. Tenía la cabeza tan liada que no era de extrañar que se olvidase de un nombre que sólo recordaba haber oído mencionar de pasada antes.

-No. No, no fue a malas. Pero si intentas algo, dispararé de nuevo -dijo, en un intento de guardarse las espaldas. Si la tal Spoiler se lo creía, mejor-. Yo… Yo soy Nightstar.

Se le había ocurrido de improvisto. No había querido darle su nombre, por si acaso (al fin y al cabo, ella no le había dado el suyo), y lo primero que se le ocurrió decir fue aquel nombre que había pensado para cuando empezase a patrullar las calles, como quería hacer en un futuro. Antes de acabar en un lugar desconocido y no saber siquiera si podría volver a su casa. Pero nunca había deseado ser Nightstar más que en ese preciso instante.

¡No era hostil! ¡Gracias a todos los dioses, sus amigos y otros seres con poder para decidir!
Observó ahora un poco mejor a la joven, no, definitivamente no parecía hostil, ni muy estable emocionalmente...
La chica le daba lástima, parecía más perdida que un pulpo en un garaje, era como un cachorrito abandonado bajo la lluvia y Steph no podría dejar pasar a un perrito perdido ni aunque quisiera.

Se relajó un poco y bajó el bo. Sin soltarlo, porque eso de que le pudieran tirar rayos láser no le acababa de dar confianza. Pero lo bajó, así tenía un aspecto mucho menos amenazante... o por lo menos esperaba. Cuando le habló intentó que su tono pareciera lo más dulce y amable posible, el mismo que usaba cuando intentaba ayudar a un rehén nervioso o incluso a un ladrón con poca experiencia. En ese momento todo era trabajo de sus capacidades de convicción.

-Mira, vamos a hacer una cosa... Nightstar...- Con ese nombre o era bailarina en algún local, o era superheroina o sus padres eran unos hippies que no querían tener hijos, no había mucho más. Por lo de los rayos láser suponía que lo de superheroina -...tienes pinta de que eres nueva en Gotham y yo tengo un máster en "sitios que es mejor evitar" y, mira te voy a dar un consejo gratis, te estás metiendo en una zona que no te conviene con rayos láser o sin ellos así que... ¿qué te parece si te llevo a cenar algo, te saco un mapa, te digo dónde no meter la pata si no quieres que te la corten? A cambio me debes un favor, para la próxima-

La miró expectante antes de moverse, no se atrevía a dar un solo paso porque eso podía conllevar asustarla y no se lo podía permitir. Tenía que ser cautelosa si quería sobrevivir.

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Mar’i la observó con los brazos cruzados, en un intento de disimular lo perdida que se sentía y las mil y un dudas que amenazaban con hacer explotar su cerebro. Al oír lo de que era nueva en Gotham, quiso replicar que no, que aquella era su ciudad… pero es que aquel Gotham no era su Gotham. Las calles peligrosas podían no ser las mismas, los lugares seguros que conocía podían no existir. Spoiler tenía razón: era nueva en Gotham. Al menos, en ese Gotham.

Pero ahora venía la pregunta del millón… ¿podía fiarse de Spoiler? Parecía querer ayudarla, pero a lo mejor sólo la estaba engañando para llevarla a cualquier sitio, a la guarida de cualquier villano al que le encantaría hacer pincho moruno de Mar’i. No sería algo tan raro; desde pequeña le habían enseñado que, en Gotham, a duras penas puedes fiarte de tu sombra, como para encima fiarte de desconocidos. Pero el problema era que no tenía otra opción. Porque si de verdad Spoiler la estaba engañando, iría de cabeza a una trampa, pero si no lo hacía, si estaba siendo sincera y quería ayudarla, pero Mar’i no aceptaba su ayuda y se iba por su cuenta, podía acabar metida en algo muchísimo peor. No es que tuviese muchas salidas. Y lo que sí que tenía era un hambre canina, tanta que por los pelos no le sonaron las tripas cuando Spoiler mencionó lo de la cena.

La observó unos segundos, mordiéndose el labio, y después frunció el ceño.

-Iré contigo -dijo, dando un pequeño paso hacia ella-. Pero cuidado. Si esto es una trampa, o lo que sea… te frío en el sitio. Quedas avisada.

Daba igual que no pudiera cumplir su amenaza, pues aún seguía con las energías bajo mínimos, y hasta que no saliera el sol y pudiera recargarse el único rayo que podría freír a Spoiler sería el de una tormenta. Prefería que le tuviera miedo, al menos por el momento. Si le tenía miedo, no intentaría nada contra ella… o eso esperaba.

-Mira, que no te fíes de mi deja claro que eres una chica lista, sobre todo por aquí, pero te prometo que soy una persona decente, no te puedo enseñar el batcarnet de superheroína porque Batman ya no los emite- y aunque los emitiera a Steph no le daría ni los buenos días, probablemente, pero de eso no tenía por qué enterarse Nightstar -Así que nada, sígueme, conozco un sitio que sirven desayunos durante todo el día y hacen unos gofres que... bueno, es que no hay palabras- soltó una risilla, aun estaba algo nerviosa de ahí que hablara tanto -Aunque si prefieres algo con más fundamento también tienen comida en plan comida de... bueno de patatas y esas cosas, en plan bien. Pero yo te recomiendo los gofres y si planeas hacer ronda esta noche hacen un café bien cargado que revive gente, palabrita de batdiosito- Empezó a caminar camino al local con paso lento para que le fuera siguiendo -Bueno, no te recomiendo que entres mucho más por esa zona, por cierto, está peligrosamente cerca del Bowery, tengo un amigo que vive allí y cada vez es menos peligroso, pero a sus habitantes no les hace mucha gracia la gente como nosotras, así que bueno, a no ser que tengas asuntos serios por allí mejor si no metes mucho el morro por allí-

Era una sensación rara el estar criando a una chiquilla que no conocía que nada a comer gofres a esas horas, la verdad, pero cosas peores podían pasarte en Gotham. Ella parecía asustada todavía y Steph... bueno, a Steph se le daba bien eso de adoptar a la gente que veía perdida y asustada, así que nada. En realidad mientras no la friera con un rayo ella se daba por satisfecha y al fin y al cabo Jason tenía que estar dormido, seguro, podía permitirse el picar algo (por no decir cenar) antes de ir a recuperar sus cosas.

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“Vale. Rebobina y congela. ¿Acaba de decir Batman?” Mar’i abrió los ojos como platos ante aquella mención, pero se obligó a sí misma a calmarse y no decir palabra. Si aquél no era su Gotham, era de esperar que el Batman de aquel lugar no sería el que ella conocía. Mejor no mencionarlo siquiera, porque era muy posible que le trajera más problemas de los que le podría solucionar.

La sola mención de los gofres y las patatas, para gran vergüenza suya, le borraron cualquier otro pensamiento de la cabeza que no fuera el del hambre que tenía. “Las prioridades ahí bien, Mar’i” se regañó a sí misma, resoplando. No tenía remedio.

Al ver que Spoiler echaba a andar, Mar’i fue con ella, no sin antes mirar a su alrededor para intentar memorizar el sitio que abandonaban. Quería saber, por si acaso, dónde acababa de estar… principalmente porque Spoiler le había dicho que por allí no debería meterse, y eso podía tener dos formas de verse: si Spoiler era de fiar, mejor recordar el lugar para no volver a él, y si no lo era… a lo mejor podría hasta ser un lugar seguro. Fuera lo que fuera, mejor tener una referencia, por si las moscas.

-¿También aquí hay problemas con los vigilantes? –preguntó, mirando a la otra de reojo. Recordaba demasiado bien los problemas que había en el lugar del que ella venía; a decir verdad, ella no recordaba que la situación hubiese sido distinta en algún momento, al menos, que ella hubiese visto. Las cosas no eran precisamente fáciles para nadie. Y, al parecer, en aquel Gotham era más de lo mismo, por lo menos, en la zona de la que Spoiler le estaba hablando.

Si hubiera estado más atenta al lenguaje corporal de Nightstar quizás se habría dado cuenta de ´como reaccionaba cuando hablaba de Batman, si hubiera estado más atenta también se habría dado cuenta la cara de "si hiciera falta yo me comía hasta un caballo vivo" que puso cuando comentó la comida... en general se habría dado cuenta de algo. Pero en su defensa estaba resacosa, cansada y el pensar en gofres le había dado bastante hambre, pese a las náuseas, así que no se había enterado de nada y simplemente siguió parloteando mientras caminaba animada hacia el restaurante, pensando si debía aprovechar y pedir los gofres normales o de arándanos.

La pregunta le pilló un poco por sorpresa, porque estaba muy sumida en una ensoñación que incluía un buffet libre de comida de desayuno y un camarero muy guapo que la invitaba a un café especial que no venía en el menú buffet, así que parpadeó un par de veces y miró a Nightstar frunciendo un poco el ceño, descifrando la pregunta a una velocidad comparable a un caracol al sol con 40º de temperatura.

-¿En el Bowery dices? ¡Todo el mundo tiene problemas en el Bowery! Estamos trabajando en ello, pero todavía sigue siendo el peor barrio de la ciudad. Yo me crié allí ¿sabes? Llega un punto que el ruido de los disparos te arrulla para dormir, todo un poco tétrico, por eso voy de vez en cuando, mi plan maestro es deshacerme del crimen primero del Bowery, luego del anillo del crimen ¡y luego de todo Gotham! Pero sin tocar los muelles, esa zona es demasiado para mi, si me ayudan igual pero....- Mierda, se había puesto a desvariar. Respira hondo Stephanie, deja de contarle tu vida a alguien que acabas de conocer y compórtate como una persona normal -Y si dices en general... a ver, ser vigilante en Gotham no es fácil, si has venido aquí para conseguir fama y fortuna te has equivocado, pero en tren se llega fácil a Metrópolis- suspiró algo dramáticamente -Pero nos las apañamos, desde la colisión de mundos las cosas han cambiado mucho, pero en parte nos ha dado oportunidad de trabajar en un mundo relativamente moldeable o algo así, intento convencerme de ello- Le dedicó una sonrisa amable, cálida -Así que si has venido a ayudar eres más que bienvenida, no creo que pueda ayudarte demasiado con las batrelaciones, pero unos cuantos estamos trabajando por nuestra cuenta desde la colisión y estoy segura de que estarían contentos de que te unieras a nosotros... no es que trabajemos juntos como tal, pero nos apoyamos. Somos una familia un poco disfuncional y muy rara-

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Por X’hal, Mar’i jamás había conocido a nadie que hablase tanto como Spoiler. ¿Era por el agua de la ciudad, le daban cuerda o algo…? ¡Madre mía! Aunque lo bueno era que, de tanto que hablaba, la muchacha podía ir recopilando información que a lo mejor le resultaba útil.

-Sí, bueno, la fama y la fortuna no son mucho mi estilo –murmuró; había recibido tantas charlas desde que aprendió a volar que podría recitar de memoria a lo himno de las girl scouts eso de “un héroe tiene que luchar por la justicia y el bien de los demás, no por su propio beneficio”. Aunque, de todo lo que estaba diciendo Spoiler, hubo algo que le hizo levantar la cabeza de golpe. ¿Colisión de mundos? ¿Qué era eso? Abrió la boca, dispuesta a preguntar, pero después negó con la cabeza y decidió no decir absolutamente nada. No tenía muy claro que debiera hacerlo, por tanto, mejor callar por si las moscas.

-Quizá… podría ser buena idea –dijo, ladeando la cabeza para mirar a Spoiler. Ella sola por su cuenta en esa ciudad no conseguiría nada, eso estaba claro. Y a lo mejor podía pedirles ayuda a ellos… cuando supiera que podía confiar en ellos. La verdad era que no tenía nada que perder.

-¡Genial! La fama y la fortuna no debería ser el estilo de nadie que se considerara a sí mismo un héroe, pero claro... no todo funciona así. Mucha gente se cree que puede ganar dinero con una máscara y cinturón verde de kárate y bueno, hemos tenido un par de problemas por culpa de eso, pero es una historia larga y dramática y estoy segura de que no te importa- dijo al darse cuenta de que estaba volviendo a hablar demasiado sobre un tema que ni le iba ni le venía a la pobre chica, que había tenido la mala suerte de encontrarse con Steph y no con alguno de los otros héroes de Gotham.

Notó como levantaba la cabeza de golpe y esperó su pregunta, pero la pregunta no llegaba. Y eso le hacía pensar que la pobre Nightstar estaba en una situación muy parecida a la que había estado ella antes de encontrarse con Jason y que le diera toda la información.

Pero no quería asustarla, era su último objetivo de eso ya se ha hablado, así que no dijo nada directo... le sacaría información durante la cena, descubriría si la chica estaba más perdida que un pulpo en un garaje y a lo mejor hasta entendía un poco mejor lo que estaba pasando con la colisión... porque había pasado bastante tiempo desde que había ocurrido ¿Y si esa chica acababa de llegar cómo dejaba la colisión? ¿quizás estaba de antes pero no se había dado cuenta? Eso sería difícil.
Tendría que investigar.

Y aquel "Quizás" lleno de duda y de desconfianza le llego a Steph al corazón. Le sacó una sonrisa y una promesa a si misma a proteger a aquella chiquilla pasara lo que pasara, que alguien le pasara los papeles de la adopción, porque acababa de hacerla su niña.

Paró en seco y se giró para mirarla tomándole de la mano.

-No te preocupes Nightstar. Voy a ayudarte y todo va a ir bien ¿Vale? Te lo prometo- le dijo con su tono más amable pero firme.

Probablemente iba a necesitar ayuda para cumplir su promesa y solo se le ocurría una persona.

En cuanto empezaron a caminar otra vez sacó el móvil.

Whatsapp
Buscar: JayJay
Mensaje: ¿Has salido de patrulla ya? Si la respuesta es sí, necesito que acabes con lo que estés haciendo y vuelvas a casa. Si la respuesta es no ¿puedes esperarme? Es importante.
Besis *emoji de carita dando un beso* *emoji de corazón morado* *emoji de manitas rezando*

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A ver, todo aquello podía ser una trampa. ¿Una persona que no te conoce de absolutamente nada y está dispuesta a ayudarte sin pedir nada a cambio? O era más buenaza que Superman cuando le pillas en un buen día, o aquello tenía truco. Pero pocas cosas le apetecían más a Mar’i que confiar en Spoiler (aparte de volver a su casa, por supuesto, eso ocupaba el número uno). Parecía tan amable y tan alegre que, si al final esa vocecita llamada desconfianza que le susurraba constantemente al oído terminaba por tener razón, se habría encontrado con la mejor actriz de la historia.

Al oír sus palabras, reprimió las ganas de confiar ciegamente en ella y dejarse llevar como una niña pequeña que cree que los adultos siempre saben lo que hacer. Al fin y al cabo, así había sido hasta no hace tanto tiempo. Pero tenía que hacerse a la idea de que, en ese momento y en ese lugar, la única persona que de verdad iba a velar por Mar’i era la propia Mar’i. Su padre no iba a estar allí para sacarla de los líos en que pudiera meterse. Y aquello era lo que más la asustaba. Así que se limitó a asentir despacio y susurrar un agradecimiento, pero no le soltó la mano.

“¿Pero tú no querías ser una heroína?” se reprendió a sí misma, mordiéndose el labio para intentar reprimir las lágrimas que amenazaban con caer; nunca había sido demasiado buena controlando sus emociones y la culpa de eso era toda todita de su madre y de sus genes tamaranos. “¿Pues qué te crees que es eso más que tragarse el miedo y tirar para adelante? ¡Valor y al toro! ¡No siempre vas a tener quien te guarde las espaldas!”

Aquella frase, al igual que lo de que un héroe ha de serlo por motivos altruistas, se la sabía de memoria. Pero una cosa era la teoría y otra muy distinta la práctica. Y Mar’i, en lo que a ella misma concernía, estaba sola.

La pantalla no tardó en iluminarse para mostrar la respuesta de Jason.
No había un término medio para él. O te contestaba en tres segundos o tardaba tres horas.
En ese momento se alegró de que fueran solo tres segundos.
Mensaje: ¿Qué patrulla ni que hostias? Drake es masoca, pero yo estoy de vacaciones y de resaca. Me acabas de despertar. Te dejaste la cartera en casa, vente.

No sabía por qué se le había ocurrido ni por un segundo que Jason no se quedaría en casa para pasar la resaca. Las resacas eran sagradas para el segundo Robin y, la verdad, Steph entendía por qué.
Le respondió todo lo rápido que le permitían los dedos, mandandolo en varios mensajes para que pudiera responder antes.

Mensaje: Y esto me confirma que fue Tim haciéndose pasar por ti el del mensaje de antes.
Mensaje: Te iba a decir que pusieras códigos pero JAJA es Tim.
Mensaje: Perdona por despertarte!!!!!! No era el plan *emoji de carita triste*
Mensaje: Bueno, iba a cenar antes, pero si tienes algo que ofrecerme voy directa *emoji guiñando el ojo y dando un besito* *emoj de gofres* *emoji de los ojos*
Mensaje: PD: casi se me olvida, creo que te conviene ponerte el casco para abrir la puerta *carita sonriente sonrojada*

Miró a Mar'i, parándose, si seguían hablando se alejarían del giro para ir a casa de Jason y no le apetecía darse una vuelta por el Bowery así vestida y porque sí. -A lo mejor vamos a casa de un amigo y cenamos directamente allí, si te parece bien- dijo y en ese momento su cerebro hizo clic y empezó a pensar lo sospechoso que parecía aquello. Uy. Mejor arreglarlo -Vale, entendería que no pensaras que esto empieza a oler mucho a chamusquina y que estamos intentando raptarte para alguna red de tráfico chunga o algo así, creeme, me he cargado varias de esas y el modus operandi es más o menos el mismo, pero te juro que soy de todo menos una criminal... puedo enseñarte... no lo se, no puedo enseñarte mi documentación porque ni siquiera la llevo encima, para evitar problemas si me coge alguien, pero... ¿Quieres ver artículos en los que salgo? Puedes comparar los pocos rasgos que se ven con el traje ¡O te puedo demostrar que soy yo la que escribe en mi blog! Bueno, igual no lo conoces, pero puedo dejarte echarle un ojo y demostrarte que soy yo la que lo escribe entrando en la cuenta. Uff, menudo lío. Y Hoodie... bueno, ese no es su nombre real pero para que nos entendamos, bueno, es una buena persona, en serio. Te lo puedo jurar con una mano en el corazón o donde me digas. Estoy hablando demasiado ¿verdad? Lo siento mucho.-

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La verdad era que le daban ganas de mirar a ver qué escribía en el móvil, por si acaso. Pero si lo hacía a lo mejor se enemistaba con ella, o la atacaba o algo. Así que Mar’i se limitó a seguir andando, pero, cuando oyó que Spoiler le decía que iban a cenar a casa de un amigo, se quedó paralizada en el sitio.

-¿Qué? –preguntó, frunciendo el ceño-. ¿Esperas que te crea todo eso sin más? Mira, no sé qué piensas pero no te conozco tanto como para meterme en tu terreno sin más… -pero la verdad era que no tenía ningún otro sitio al que ir. Y por poco que se fiase de Spoiler, si esta Gotham se parecía en algo a la que ella había dejado atrás, sería mucho peor ir ella sola por sus calles. Así que se tragó sus palabras y se limitó a dirigirle una mirada cortante como un cuchillo, en un intento de avisarla, de recordarle que podría freírla al instante si estaba intentarlo llevarla hasta una trampa. Por más que, en realidad, no pudiera. Eso Spoiler no lo sabía.

-Está bien –masculló, cruzándose de brazos-. Espero que sea tan buena persona como dices, y espero aún más que no me estés llevando derechita a una trampa. Porque como lo estés haciendo, despídete de tu cabeza, porque no volverá a estar en su sitio.

Acababa de marcarse un farol como una casa. Pero la muy escasa experiencia que tenía con los villanos (aunque realmente esperaba que Spoiler no lo fuera) le decía que no importaban tanto los poderes que tuvieras, como lo que pudieras hacerle creer a tu enemigo que podías hacer. Sólo esperaba que no le saliese el tiro por la culata.

Obviamente la chica, pobre chica, puso cara de no tragarse ni media mierda y le preguntó si esperaba que se lo creyera sin más. No, la verdad es que Steph no esperaba que se lo creyera... Nadie en su sano juicio se creería algo así. Pero eran vigilantes y ella en particular se hacía llamar Nightstar, estaba bastante bastante lejos de estar en su sano juicio.

-Lo se, lo se, en serio que se que suena a una trampa pero si quieres te dejo mi movil con el 911 marcado para que llames instantaneamente o yo qué se, algo así, pero esque...- se quedó en silencio y suspiró. ¿Qué excusa podía darle que sonara convincente? No se le ocurría nada y dudaba que se le ocurriera en los próximos segundos porque era una locura. Así es como empezaban la mitad de capítulos de Mentes Criminales... pero ella no era una asesina en serie ni nada ¿cómo convencías a alguien de que no eras un asesino en serie sin decirle "Oye mira, te prometo por el Niño Jesús y por Superman que no soy una asesina en serie, de hecho nunca he matado a nadie... queriendo".
No, no sonaba demasiado convincente.

La mirada le hizo daño, en serio, era justo que la mirara de ese modo, pero aún así que alguien te mire como si fueras una mala persona no es halagueño. Y menos si te consideras una buena persona. Y Steph se consideraba una buena persona la mayor parte del tiempo.

No se esperaba, ni de lejos, que soltara ese "está bien" y ya estaba preparando un modo de convencerla de que por lo menos se fuera a una zona más segura así que cuando le dio el discursito de potencial muerte si das un paso en falso (al que la verdad, Steph estaba acostumbrada), la miró parpadeando muy lento por unos segundos.
Bastantes segundos.
Muchos segundos que habrían sido muchos más si no le hubiera sonado el móvil.

Le dedicó una sonrisa a Nightstar mientras sacaba el móvil. Sí que era Jason.

Mensaje: hay sobras de ayer, vente si quieres
Mensaje: Casco? Tan feo crees que estoy con resaca, rubita?

Se le escapó una risita y se apresuró a contestarle mandándole un mensaje de voz para que la chiquilla no se pusiera más nerviosa, que bastante tenía ya.

Mensaje de voz: Tengo claro que estás feísimo con resaca, que te he visto esa carita tuya más de una vez pero el casco es porque viene una amiga y no creo que quieras que ella sepa lo feo que eres ¿verdad?

Esperaba que eso ayudara un poco a que estuviera más tranquila, aunque la verdad es que el mensaje no sonaba muy tranquilizador ahora que pensaba.
Mejor dejar de pensar

-Bueno, vamos, me ha dicho que hay sobras de la cena de ayer y creeme, ese chico cocina mejor de lo que debería, le traen especias de Oriente Medio y pfff, es una locura, así cualquiera cocina bien ¿Te gusta la comida árabe? A mi me gusta bastante la mayoría... pero vamos, que a mi me guste una comida tampoco es tan especial, soy una glotona de manual- se rió de su propia broma, porque por qué no, mientras guiaba a la joven por las callejuelas de Gotham -Lo bueno es que cada vez que vuelvo de su casa tengo que bajar la comida porque vive a tomar por saco del metro, se nota que el muy... niño rico siempre va en moto a todos lados-.

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Hubo un momento en el que llegó a pensar que había roto a Spoiler. De verdad. ¿Qué otra cosa iba a pensar? ¡Se había quedado quieta, mirándola, sin decir nada!

Le dieron ganas de preguntarle si tenía monos en la cara o algo, pero entonces le sonó el móvil y por fin reaccionó.

Hay que tener en cuenta que Mar'i no era cotilla. Bueno. Al menos intentaba no serlo, pero a quién no le gusta un buen chascarrillo... Ahora bien, la situación reclamaba un poquito de cotilleo. Porque no era lo mismo estar con alguien que estaba mandando gifs de gatitos que con alguien que estaba mandando mensajes de "mira, estoy aquí con una pringada medio alienígena, tráete a tus colegas supervillanos y la matamos". Y le gustaría saber con cuál de los dos tipos de persona estaba en ese momento.

El que enviase un mensaje de voz le hizo sentirse un poquito mejor... pero muy poco. ¿Qué clase de persona le decía a otra "ponte el casco que viene una amiga"? Claramente, estaba hablando con alguien que tenía mucho interés en mantener oculta su identidad, lo cual era especialmente preocupante porque Mar'i no estaba ocultando la suya. Bravo. Menos mal que los ojos disimulaban un poco, y que luego si se ponía gafas de sol no se notaban.

-Me gusta -asintió, siguiendo a Spoiler a donde quisiera que fueran. La verdad era que le encantaba. Y le traía recuerdos. Pero mejor no pensar en eso, no en ese momento. Tenía que mantenerse en modo supervivencia, y los recuerdos bonitos no iban a ayudar.

Por un momento le dieron ganas de darle el móvil a Mar'i y decirle "No pasa nada, cielo, mira lo que quieras, te darás cuenta de que soy una joven adulta totalmente normal excepto por la costumbre de ir vestida con mallas y pegarle a criminales". Pero había mucha mucha información en ese aparatito que podría causarle problemas si alguien ajeno a su familia lo veía. Obviamente estaba altamente protegido, pero si uno le daba el movil a alguien para dejarle tranquilo, quitaba las defensas y Steph no se acababa de atrever.

-¡Genial, porque entonces te va a encantar! Además, preparó tantísima comida que no nos la pudimos acabar ni de lejos, entre eso y lo que traje yo y todo... y mira que somos de buen comer, bueno, no los tres, pero al menos dos de nosotros somos máquinas de engullir- se rió de su propia broma, mientras guiaba a Mar'i por las calles de Gotham.

Por suerte casa de Jason no quedaba mucho más lejos de allí, entre unas cosas y otras habían hecho un muy buen trecho antes de decidir dónde iban, así que en apenas unos minutos en los que Steph parloteó sin parar sobre comida, lo mucho que le gustaban los perritos pequeños y peludos y lo incómodo que debía ser el salvar el mundo con tacones, llegaron al edificio de Jason, del que, por suerte para ellas estaba justo saliendo una señora.
Cuando la señora salió, sin comprobar que la puerta se cerraba por alguna razón, Steph se lanzó y consiguió sujetarla en el último segundo, permitiendo que pasaran sin tener que llamar al telefonillo (lo cual era una ventaja, porque Steph siempre se olvidaba del número de casa de Jason y eso conllevaría llamarle y bueno, una movida).

Después de subir los pisos por las escaleras, porque el puñetero ascensor parecía haberse estropeado, Steph llamó una vez al timbre y dos a la puerta. No era un código secreto ni nada, pero le molaba que lo pareciera.

En cuanto se abrió la puerta sonrió de oreja a oreja, aunque sabía que con ese traje no se vería.

-¡Sorpresa! Esta es mi nueva amiga Nightstar ¿quedan empanadillas?- dijo con tono jovial.

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En un principio la idea había sido simple: cena en casa, unas cuantas birras, quizás seguir con la tradición de ver pelis porno malas para reírnos de ellas o incluso hacer feliz a Steph y poner un karaoke con canciones de Disney o grandes éxitos de los 90. No necesitábamos mucho más para pasar el cambio de año, los tres juntos y un plan tranquilo nos iba de maravilla. Brown vino pronto al piso y estuvimos cocinando parte de la tarde, después llegó Tim cargado con postre y bebidas. No tardamos en tener la mesa lista y comenzamos a comer, olvidándonos de la hora, como si la medianoche no fuera mucho más especial que otra cualquiera.

Steph estaba tranquila, cosa que agradecí enormemente. No hizo ningún comentario disfrazado como broma, ni lanzó pullitas como quien no quiere la cosa antes de llevarse la cerveza a los labios. Aún le costaba estar mucho rato con los dos, no había que ser muy listo para darse cuenta de ello, y la verdad es que me jodía mucho más de lo que quería admitir en voz alta. Se había convertido en mi mejor amiga en este universo, una especie de hermana, o lo que yo entendía como una, sentía la necesidad de poder compartir con ella lo que me hacía feliz, y coño, me dolía saber que no podía hacerlo bajo pena de terminar haciéndole daño. Mi actual felicidad se debía compartir con cuentagotas a la paciente, y según pasaba los meses, mi paciencia se iba agotando. Jugar a los médicos nunca había sido mi fuerte, una pena. Pero esa noche Steph no dijo nada, no insinuó nada, sólo rió, comió y disfrutó con nosotros. Bendita sea, santa Stephanie.

En un principio la idea de la noche había sido simple, pero Calendar Man había tenido que pasar a este universo también, así que, justo cuando habíamos empezado a comernos la tarta de selva negra que teníamos como postre, salimos corriendo a ponernos los trajes en cuanto nos dimos cuenta de que ningún otro “héroe” estaba contestando las llamadas de socorro de la policía.

La “misión” de última hora tan sólo nos había entretenido hasta las 3 de la madrugada, y aunque volvimos a casa con toda la intención de seguir con nuestro pastel, teníamos demasiada energía como para sentarnos en un sofá cual especial de navidad de una sitcom de bajo presupuesto. Tras cambiarnos de ropa, bajamos a tomarnos algo al bar que había en la esquina de mi calle, y sin saber muy bien cómo, nos vimos en medio de una fiesta en un local varias cuadras más adelante, con cuatro o cinco copas de más en nuestros organismos. Y bailamos, y nos reímos, y desfasamos mucho más de lo que en un principio habíamos decidido hacer en este fin de año. Un par de horas después de que amaneciera, Steph estaba sentada en un taxi camino a su casa, su cartera en posesión de Tim (porque una muy borracha rubia había decidido dejarla encima de la barra del bar cuando se fue a pedir el taxi) y yo me encontraba demasiado ocupado comiéndole la boca a mi novio mientras subíamos en el ascensor como para que me importara mucho de lo que sucedía a mi alrededor.

Alguien rompió una botella en la calle, y las risas que le acompañaron después hicieron que abriese los ojos de golpe. Mala idea, muy mala idea. Joder. Me llevé una mano a la cara y me apreté un poco los ojos sobre los párpados recién cerrados. Coño, resaca. Un dolor de cabeza se instaló de golpe con fuerza, y la habitación me giró durante unos segundos hasta que regresó a su estado natural. Y una resaca de las buenas. Era de noche y la única luz que entraba en el dormitorio era la de la calle. Giré en la cama, vacía, y cogí el móvil de la mesilla, cagándome en todo lo cagable cuando la luz de la pantalla iluminó mi rostro.

Tweety:
He salido a patrullar, no podíamos quedarnos todos durmiendo
Estaré un par de horas y regreso
No estaría mal si calentaras algo de comer a mi vuelta, eh?
Escríbeme cuando despiertes

Tim era gilipollas, responsable, sí, pero gilipollas. Pateé las sábanas y me levanté, por no decir, repté, de la cama hasta el baño. Eché una meada y me lavé los dientes, el sabor a alcohol rancio de mi saliva comenzaba a darme mucho asco.

Rubita:
¿Has salido de patrulla ya? Si la respuesta es sí, necesito que acabes con lo que estés haciendo y vuelvas a casa. Si la respuesta es no ¿puedes esperarme? Es importante.
Besis *emoji de carita dando un beso* *emoji de corazón morado* *emoji de manitas rezando*

Alcé una ceja y comencé a escribirme con Steph mientras buscaba algo de ropa que ponerme. Drake se había hecho pasar por mí para mandarle un mensaje antes y Spoiler iba a traer a una chica a mi casa. Parecía que el 2019 empezaba con fuerza, y no una que especialmente estuviera gustándome. Si quería que ocultara mi identidad es que la cosa era oficial, y si insistía tanto y estaba tan amigable, es que igual, y solo igual, Steph temía que pudiera enfadarme con ella por algo que había o estaba a punto de hacer. Me puse la ropa que usaba para entrenar, me coloqué una pistola en la pierna y utilicé uno de mis antifaces. Fui matando el tiempo mientras guardaba las sobras de anoche en tuppers en la nevera, intentando no ponerme en la peor situación para cuando llegaran ambas mujeres. No es que tener que iniciar una pelea en mi propia casa el 1 de enero con una resaca fuera mi gran ilusión. Cuando ésta llamó a la puerta (era ella, siempre llamaba igual como si tuviéramos un código secreto o alguna gilipollez parecida) cogí el arma, quité el seguro y la llevé a mi espalda antes de abrir.

Y entonces Mar’i.

Porque era ella.

En mis recuerdos no tenía mucho más de 5 o 6 años, y la chica que estaba al lado de Spoiler era una adolescente. Pero era ella. Joder, sería imposible que no pudiera reconocerla.

No era mi Mar’i, no era la hija de mi Kori ni de mi Dick, no era de mi universo. O sí. Steph también había pasado de mi mismo universo aunque en un momento diferente. Quizás podía ser ella. Quizás era ese pequeño resquicio que aún se podía recuperar. Pude ver en su rostro como, a pesar del antifaz, ella también me reconoció. Quizás si era ella, quizás si era mi niña.

Joder, a la mierda, me daba igual si no era de mi universo.

Era Mar’i.

– Pasad las dos, ya – ordené con firmeza, cogiendo la muñeca de Mar’i y tirando de ella, sin esperar a que pudiera entrar por su propio pie. Cerré la puerta en cuanto ambas pasaron y dejé la pistola sobre el mueble de la entrada, caminando hasta la pelinegra y cogiendo sus manos. El corazón me iba a mil por hora y me sentía como el estúpido más grande del mundo – Eres Mar’i Grayson, ¿sabes quien soy yo? ¿Qué recuerdos tienes de mí? – todo sonaba tan falso que la presión que se habían instalado en mi pecho aumentó. Necesitaba que fuera ella, que fuera la mía. No iba a dispararla si no lo era, no iba a echarla de mi casa. Todo había cambiado desde la última vez que me había enfrentado a una situación parecida, pero necesitaba creer que aún existía un poco de mi hogar, del verdadero, de mi pasado real.

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Holy water cannot help you now
Thousand armies couldn't keep me out
I don't want your money
I don't want your crown
See I've come to burn your kingdom down

Seven devils all around me!
Seven devils in my house!
See they were there when I woke up this morning
I'll be dead before the day is done

Insignia de Fidelidad : Mensajes : 26 Fecha de inscripción : 25/01/2017

Un antifaz no ocultaba mucho, al menos no cuando se trataba de una persona a quien habías visto con un antifaz un millón de veces, de una persona a quien conocías de toda la vida.

Y la persona que estaba frente a ella en ese momento era Jason Todd.

Cuando le vio, Mar’i tuvo que apoyarse en la pared para no caerse, ya fuera por la impresión que le acababa de dar verle allí o, también… porque no podía ser. Por favor, otra vez no. Ya tenía bastante con que el que se suponía que era su padre no recordase ni que ella existía, como para encima tener que pasar todo aquello de nuevo con el que siempre había sido su tío favorito.

Pero entonces la cogió de la mano, y dijo su nombre, y el nudo que la joven tenía en la garganta se deshizo tan rápido que no pudo parar los gruesos lagrimones que empezaron a rodar por sus mejillas. Como aquello fuera una trampa, iban a estarse riendo de ella toda la vida, pero no lo podía evitar. Había encontrado, en ese lugar extraño y muy probablemente hostil, a alguien que al fin parecía conocerla, que parecía saber quién era. Que sabía que existía. Aunque no fuese exactamente el que ella recordaba (o al menos no lo hubiese sido en bastantes años), seguía siendo el tío Jay. Y sabía quién era.

-E-eres Jason Todd -susurró por lo bajo, respirando hondo en un intento de calmarse y poder hablar con más claridad-. Te conozco desde que nací. Cuando era pequeña, me llevabas a caballito durante horas o me perseguías mientras volaba. Si te pedía que jugaras conmigo a las muñecas te acababas inventando historias de secuestros o atracos, y a mí me encantaban, pero papá siempre te echaba la bronca y te decía que no me contaras esas cosas, y tú siempre decías que es que si no no tenían gracia. Eras… eres mi tío favorito. ¿D-de verdad te acuerdas de mí?

Había anticipado que Jason se enfadara, obviamente. En ese tipo de situaciones la paranoia rampante que Batman te inculcaba desde pequeño, sumada a su propia inseguridad y los cruces de cables provocados por la Fosa hacían de Jason una persona volátil y un poco peligrosa. De hecho se había preparado para que la llevara a una habitación aparte y le gritara, en susurros, sobre llevar desconocidos a su casa e incluso había preparado un discursito sobre ayudar al prójimo y ser buena persona.

Lo que no había anticipado es que la escena fuera a parecerse más a la telenovela de las cuatro que a la sitcom de las ocho. Si todo hubiera seguido su plan, después de la bronca vendría una ronda de cervezas y unas risas mientras Steph explicaba lo gracioso de su encuentro y le sonsacaban información poco disimuladamente a la chiquilla, pero para no faltar a la costumbre, nada estaba saliendo como había planeado.

Que Jason hubiera dejado la pistola relativamente lejos era una buena señal, pero por si acaso la cogió, le puso el seguro y la guardó en el primer cajón, como si aquello fuera lo más normal del mundo. Luego se alejó hasta una esquina deseando poder desaparecer.

Observó la escena con sentimientos encontrados. Por un lado una mezcla de orgullo y felicidad por haber hecho que Mar'i, que parecía ser el nombre real de la chiquilla, y Jason se encontraran. Sabía lo importante que era para Jason el encontrar el más mínimo resquicio de su mundo, para Steph también lo era pero no era lo mismo, y pensar que le había ayudado resultaba muy gratificante.
Pero por otro... llevaba un tiempo teniendo aquel sentimiento constante, y no podía quitárselo de encima. Esos celos punzantes de que a quien ella quería fuera feliz... pero gracias a otra persona. La sensación de que no era importante para nadie, o al menos no tan importante, que si desapareciera en ese instante, nadie se daría ni cuenta.

Su parte más consciente sabía que no era así, que Jason y Tim y su madre le echarían de menos, que probablemente organizarían partidas de búsqueda y pondrían su cara en los bricks de leche, pero no podía quitarse ese sentimiento de encima... y justo cuando estaba empezando a conseguir no ponerse de mal humor cuando estaba cerca de Jason y Tim.

Se cruzó de brazos intentando parecer tranquila y se apoyó en la pared, pensando en como cuando tuviera un trabajo estable iba a gastar su primer sueldo en gofres y un psicólogo y tratando de centrarse en lo tierno de la escena.

Solo cosas bonitas, Steph. Solo cosas bonitas.

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