¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
Años de Omega
¿Quién está en línea?
En total hay 140 usuarios en línea: 1 Registrado, 0 Ocultos y 139 Invitados :: 3 Motores de búsqueda
En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018)
2 participantes
Autor
Mensaje
Solaris Omega Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 191 Fecha de inscripción : 04/12/2015
Tema: En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018) 11th Noviembre 2016, 02:53
18 de Noviembre del 2018 09.00 De la Mañana Antigua Base Militar de Nuevo México Último paradero conocido del BPRD
A pesar de la fructífera semana que habíamos pasado en la mansión X, conocer el legendario lugar que era considerada la Meca para todos los mutantes no era el único objetivo que había motivado ese viaje. A causa de la peligrosidad de portar el diario en el plano físico, y de lo que podía haber supuesto el riesgo de haberlo perdido, nos habíamos decantado por hacer las cosas de una manera mas segura, pero también mas retorcida. Björg había pasado semanas memorizando cada página, cada dibujo y cada escritura secreta de los diarios que nos habían sido cedidos con el objetivo de encontrar lo que de niños, siempre habíamos creído que era una leyenda. Pero la MKL, a pesar de no tener sede oficial, llevaba mucho tiempo en marcha, y eso incluía conocimientos que estaban vetados para todos aquellos que podían ponerlos en peligro. Era triste pensar que vivíamos en una sociedad a la que todavía había que darle la realidad con cuentagotas, bajo el riesgo de que la sociedad misma en la que se sustentaba todo colapsara hasta llegar a medidas extremas, como una guerra abierta. De haberse sabido que un demonio destructor como Anung Un Rama vivía en la tierra, muchos habrían hecho lo que hiciera falta para detenerlo, sin valorar nada más. Así de ignorantes éramos. Gracias a un mapa, y a las indicaciones que mi hermano había memorizado en esa prodigiosa cabeza suya, pronto estuvimos en la buena dirección. Desde el cristal de nuestro jeep alquilado pronto pudimos comprobar como una figura se dibujaba en el fondo del horizonte. El lugar parecía destartalado, pero no lo bastante como para que de vez en cuando no hubiera vigilancia. No parecía haber un alma en todo el terreno, lo que nos indujo a pensar que de alguna manera continuaba siendo un lugar en el que se hiciera algo. Las verjas y barreras parecían operativas, o lo serían de haber alguien para controlarlas.
- Que opinas. - giré apenas el rostro hacia mi hermano, que observaba el lugar tras bajarse del vehículo, con las manos en los bolsillos.
- Deshabitada, pero vigilada. - murmuró como si hablara al cuello de su camisa.
Sonreí al percatarme de que en muchos casos, el tiempo que habíamos pasado juntos jugaba un importante papel en el modo en que los dos veíamos las cosas, y aunque no siempre procedíamos u opinábamos igual, si compartíamos cierto patrón a la hora de racionalizar que siempre hacía nuestra forma de trabajar más fácil. Me hizo un gesto con la cabeza que comprendí, y apagando el Jeep, aparcándolo en una esquina, pasamos a través de la verja y comenzamos a andar hacia los barracones. Estaban vacíos, pero de alguna manera, conservados. Como si estuviera preparado como un refugio de emergencia, o un lugar en el que se hacían simulaciones, quizá. No podía estar segura. Comprobamos algunas de las estancias, dejando atrás varios cuarteles, almacenes o instalaciones sanitarias, hasta llegar al cuerpo central.
- ¿Sala de mandos?- pregunté observando las medidas de seguridad dela puerta de entrada, que por suerte parecían fáciles de quebrantar.
- Menos de un minuto. - respondió mi hermano, mientras sacaba un pequeño aparato decodificador, cuyo algoritmo había programado él personalmente. La cerradura electrónica se abrió en 42 segundos, lo que significaba, a pesar de todo, que tenía una composición compleja. Björg guardó el aparato de nuevo en el bolsillo trasero de su vaquero, y abrí la puerta, sujetándola después para que pasara. - Esta abandonada. ¿Lo sabes? Hemos perdido el rastro. - comentó, mientras paseábamos por los pasillos, atentos a cualquier cosa que pudiera pasar. Yo llevaba un táser pequeño, pero no nos sería de mucha utilidad contra un gran número. Era una mera medida defensiva.
- Podrías dejar de ser tan negativo. No sabemos nada. Quizá haya ordenadores, o documentos olvidados, o...- desembocamos en una enorme sala. Las huellas sobre la pintura en la pared, así como de las radiaciones de luz que habían recibido y que oscurecían los colores, dejaban claro que una gran cantidad de equipo había sido desalojado de la sala. De pronto, sentí que mi ánimo se desinflaba. Quizá fuera verdad, y nuestro rastro se hubiera enfriado. Al fin y al cabo, las indicaciones del cuaderno tenían muchísimos años, quizá mas de veinte. Era absurdo pretender que continuaran en el mismo sitio, y de haberse cambiado, que no hubieran tomado las medidas de seguridad necesarias para salvaguardar un secreto tan importante. - Bueno, creo que lo más consecuente es continuar buscando. - comenté, sin darme por vencida.
Pero Björn no me miraba a mi. Ni siquiera el entorno. Sólo miraba fijamente un punto del techo, en el que había una cámara semiesférica incrustada, como la que había en la mayoría de casinos. Contemplé el objeto y luego a mi hermano.
"Está encendida. Antes de que preguntes cómo lo se, es lógica. Si la cerradura electrónica seguía en funcionamiento, cabe esperar que las cámaras también lo hagan." resonó en mi mente, con ese tono claro e iluminado de Björn, que te hace sentir que esas conclusiones proceden de una obviedad que a ti se te escapa. Con un suave pitido, las cerraduras de las puertas se cerraron, bloqueando cualquier posible acceso, o escape. La voz no tardó en sonar.
- ¡Están ustedes en una propiedad privada del gobierno de Estados Unidos! Han vulnerado el perímetro. A su ubicación se dirige una escolta, que los llevará al punto de detención mas cercano. Manténganse alejados de las salidas y paredes hasta que lleguen. Si portan armas, deposítenlas sobre la mesa lateral, y aléjense de ellas. Repito. Aléjense de las paredes y puertas, y depositen las armas. - repetía la voz.
Intercambié una mirada con Björn, que me remitió un asentimiento, y obedecimos. Todo el dialogo interno que tuvimos a continuación fue un razonamiento de porqué seguir sus órdenes era mas práctico que contradecirlas. No teníamos permiso, pero si una salvaguarda, y aún mas importante que eso, quizá esos "escoltas" pudiesen decirnos dónde estaba el servicio antes ubicado en esa zona. Nuestras mayores armas no estaban guardadas en mi cinturón.
_________________
Hellboy Dark Horse Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 1081 Fecha de inscripción : 26/04/2014 Localización : Donde haya algún cabronazo Empleo /Ocio : Pateador de culos sobrenaturales a jornada completa Humor : ¡No juegues conmigo, mujer! ¡He estado bebiendo con esqueletos!
Ficha de Personaje Alias: Hellboy. Nombre real: Anung-Un-Rama. Universo: Marvel
Tema: Re: En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018) 11th Noviembre 2016, 08:50
18 de Noviembre del 2018 10:55 de la Mañana Base del B.P.R.D en Fairfield, Connecticut. Despacho del director Tom Manning.
El tic-tac de un enorme reloj acompañaba la música clásica que de manera armoniosa decoraba aquella mañana de domingo. Una colorida alfombra natural había decorado los jardines que rodeaban el enorme edificio camuflado como una planta de residuos. Una tapadera que hasta la fecha había dado resultado. Ese domingo todo estaba tranquilo. Hellboy no había causado ningún problema, Abe estaba enfrascado en sus libros, Johann charlaba con Liz... Para el director Manning aquello era casi un sueño, y más aún cuando se sentó en la enorme butaca negra y se reclinó ligeramente hacia atrás, té en mano, humeante debido al calor que de él emanaba. El director lo removió ligeramente y luego sopló la superficie con una sensación de paz de la que pocas veces podía disfrutar. Se llevó a los labios aquel líquido verdoso y tras saborearlo lo dejó en la mesa. Abrió uno de los cajones y sacó su pluma estilográfica con el símbolo del puño cogiendo la espada grabado y dobló el periódico del día por la mitad, dejando el crucigrama a la vista. Se colocó las gafas y se reclinó ligeramente sobre su enorme mesa, encendiendo la luz que tenía sobre ella.
- A ver... Uno horizontal... "Río de Perú que se une al Marañón para formar el Amazonas... Versículo del Corán..."- Con cuidado comenzó a rellenar aquel pasatiempo con una ligera sonrisa en los labios. Por desgracia para él esta sonrisa no duró demasiado, pues apenas había terminado de escribir la palabra "Ucayali" el teléfono sonó violentamente. El director exhaló un largo suspiro, dejando la pluma sobre el periódico y descolgando el aparato negro que descansaba en su escritorio.- Aquí Tom Manning. Sí... Buenos días para usted también... ¿Perdón? ¿Cómo? Bajo en seguida.-
Tom tenía ante él un montón de pantallas que mostraban lo que parecía una base militar. Tenía el ceño fruncido mientras los agentes tecleaban a toda velocidad y otros llamaban por teléfono en la sala de mandos.
- ¿Cuándo dicen que se han colado?-
- Hará apenas dos minutos señor. En el momento en que han conseguido sortear la alambrada exterior... No sabemos como lo han hecho pues cuando hemos activado las cámaras ya estaban dentro.- Allí, frente al director y un par de agentes que observaban junto a él la situación, una mujer y un hombre paseaban por la antigua base de Nuevo México como quien pasea por un parque. El director se llevó la mano a la boca, acariciándose el mentón, pensativo. No parecían las típicas personas que se habían extraviado, sino unos de esos curiosos que, impulsado por las leyendas, se colaba en un sitio peligroso o prohibido para llevarse alguna exclusiva o un momento de fama. Los dos intrusos se acercaron a una de las naves.
- ¿Han avisado al departamento de Santa Fe?-
- Así es señor. Sin embargo, debe haber algún problema con la megafonía del lugar pues no consiguen mandar un mensaje a través de ella. Es posible que el tiempo y...- Pero Manning le cortó señalando a la pantalla.
- ¿Qué hacen? ¿Van a abrir el edificio? ¡No pueden hacer eso! ¡Llame ahora mismo al departamento de Santa Fe! ¡Que manden un comando y detengan a esos dos metomentodo!- El agente descolgó el teléfono y marcó rápidamente un número. Se puso a dar instrucciones que el director no escuchó. Estaba mirando fijamente las pantallas, observando como aquella pareja parecía estar a punto de entrar en el edificio. El hombre se agachó y sacó algo con lo que se puso a trastear. Las cámaras tenían las lentes sucias y no se podía ver bien, provocando que el director maldijese por lo bajo.- Suba el volumen.-
Uno de los agentes que estaba sentado frente a las pantallas así lo hizo, y las voces de ambos fueron más nítidas.
- Control Room?-
- Weniger als eine Minute... Diese verlassen. Wissen Sie es? Wir haben den Überblick verloren.- La cara de Manning empalideció hasta extremos insanos. Alemanes. Miró al agente que estaba hablando por teléfono, quien asintió con la cabeza.
- Dígales que los quiero aquí. Quiero que traigan a esos dos comedores de chucrut de inmediato. ¿Ha quedado claro? Que venga el agente Krauss.- El director estaba furioso y asustado al mismo tiempo. Hacía mucho tiempo que los alemanes no daban problemas, pero que de repente apareciesen dos con la capacidad de colarse en la antigua base militar burlando la seguridad n o le hacía ni pizca de gracia. Aunque no pudiesen encontrar casi nada sabía que quien buscase bien podía encontrar los antiguos ordenadores o algún que otro poster que alguien hubiese olvidado. Peinaron totalmente el sitio antes de cambiar a la base actual, pero incluso tras un exhaustivo examen y limpieza la casualidad era muy caprichosa, y bastaba con algún pequeño despiste para que se descubriese el pastel. Entraron en el edificio y el corazón comenzó a martillear su pecho con fuerza. La cámara de dentro tenía una imagen mucho más nítida y enfocó a los dos personajes que se acababan de colar allí dentro. Las puertas se cerraron y por fin una voz comenzó a hablarles por megafonía, indicándoles que no se moviesen. Ellos obedecieron y se quedaron allí plantados. Manning se relajó un poco. Al menos ahora tenían la situación controlada... Pero convenía no bajar la guardia. No sería la primera vez que una situación así se volvía en su contra cuando los tipos a los que habían rodeado se convertían en seres diabólicos y devoraban o mataban al escuadrón que había ido a buscarlos en un abrir y cerrar de ojos... Momento en el cual mandaban a Abe o a Hellboy al lugar del crimen. Solo esperaba que esta vez no fuese una de esas.
------------------
El avión del B.P.R.D sobrevolaba el suelo americano menos de una hora después del incidente. Por suerte para el comando aquella pareja no estaba armada y siguió sus órdenes al pie de la letra. Durante el trayecto hasta la base de Fairfield les hicieron preguntas: cómo habían encontrado aquel lugar; cuáles eran sus nombres; cuánto tiempo llevaban en los EEUU... Todo muy profesional y al mismo tiempo parecía que hubiesen cometido algún crimen contra la humanidad. Naturalmente el director Manning y aquellos agentes sabían que lo único que habían hecho fuera de la ley era colarse en una instalación privada gubernamental, lo cual no podía ser siquiera considerado delito mayor. Sin embargo Manning quería hablar con ellos en privado y averiguar todo lo que sabían en cuanto supo que se trataba de alemanes. Nunca le habían caído bien por la mala experiencia que había vivido con ellos. Johann parecía ser el único que había traspasado aquella barrera. Este tradujo al director lo que la pareja dijo antes de que se subiesen al avión, momento en el cual hablaron en inglés en todo momento. No parecían peligrosos ni agresivos, pero muchas cosas no lo eran.
Pero si hubo algo que dejó al director de piedra y que favoreció el traslado a la base principal fue un cuaderno que llevaba la mujer. Este estaba lleno de indicaciones que señalaban aquel lugar, y alguna que otra firma del profesor Broom. Una foto donde salía este de joven junto a una pareja que el director Manning no reconoció. También era cierto que le habían mandado la foto a través de una captura que habían hecho. Cuando la tuviese delante podría asegurar si les conocía o no. Fuera como fuese ese cuaderno contenía información de cómo llegar a la base, y quería saber cómo demonios había caído en las manos de aquellas personas y no lo tenían ellos en la base.
Cuatro horas y media después del despegue entraron en el enorme edificio en unos coches con las ventanas tintadas de negro. Habían sido extremadamente cuidadoso en que la pareja no viese nada durante el viaje, metiéndolos en una sala sin ventanas y manteniéndolos ocupados en todo momento. A través de los cristales no se podía ver nada y dos agentes les acompañaban en los asientos traseros, mirándolos fijamente por si se les ocurría hacer alguna tontería. Les bajaron del coche y fueron llevados a través de pasillos de hormigón hasta entrar en un interrogatorio. Entregaron el cuaderno a Manning quien se puso a ojearlo atentamente. La foto no le dijo nada ahora que la tenía delante. No reconoció a la pareja. Pero sí reconoció la letra del profesor y su firma, y un par de cartas que dedicaba a una tal Agnes Müller y a un tal Günther Müller, agradeciéndoles su ayuda y ofreciéndoles la suya. Las indicaciones que en el cuaderno aparecían situaban la antigua base militar de Nuevo México, y pudo encontrar fechas. La mayoría eran de antes de los años 60, pero muchas otras que parecían más modernas carecían de indicadores temporales. Tras unos minutos de reflexión, el director suspiró y entró en la sala. Cuando lo hizo la pareja se puso de pie y él les instó a sentarse.
- Buenas tardes... Pueden sentarse...- Él estaba a un lado de la mesa y ellos al otro. Sacó el cuaderno y lo ojeó una última vez antes de asentir ligeramente con la cabeza y mirarles.- Bueno... He comprobado sus perfiles y la información que nos han facilitado y no parecen ser quienes dicen ser... Verán, yo trabajo a diario con personas como ustedes que son mucho más de lo que a simple vista se ve, y que llevasen este cuaderno con las indicaciones para encontrar una base militar abandonada pero que sigue siendo una instalación gubernamental me hace pensar... ¿De dónde sacaron esto? En realidad son muchas las preguntas que se me ocurren... Miren, esto de aquí... El... "Be pe erre de"... Estas siglas, ¿qué son? ¿Algún código militar o algo así? Y estas personas... ¿Quiénes son? ¿Terroristas o algo por el estilo?-
Volvió la foto hacia ellos y se la acercó para que la pudiesen ver. Su voz no sonaba cortante ni tajante, pero tampoco estaba siendo amable. Era serio, como sólo el director del B.P.R.D en situaciones como aquella podía serlo. Pretendía poner nerviosa a la pareja para que cantasen. Lo más probable era que lo hubiesen robado o alguien de la organización lo hubiese vendido, pero no recordaba haber visto nunca ese cuaderno ni haber oído hablar de esas personas, lo cual escamaba al director. Había otras siglas entre aquellas páginas. MKL. Sonaba a bomba, y no le gustaba nada.
Tema: Re: En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018) 13th Noviembre 2016, 20:06
La espera se hizo larga, pero no perdieron el tiempo. Habían ideado un protocolo para dicha actuación. Ella sacó el salvoconducto, un pequeño cuaderno que si contenía alguna información, toda ella genérica y sin demasiada concreción. Fechas, localizaciones, algunos nombres e incluso un par de cartas antiguas dirigidas a sus parientes, pero de las que no era posible sonsacar nada mas allá de un correo formal entre personas de una época en la que el medio escrito todavía estaba en boga. En previsión de lo que pudiera suceder, mi hermano sacó del interior de sus bolsillos un par de barras de chocolate con mantequilla de cacahuete. Deposité la pistola eléctrica junto al cuaderno sobre la mesa, y Björn colocó con sumo cuidado su pequeño artefacto electrónico. Comió sin ninguna prisa, mientras yo repasaba en mi mente lo sucedido, ya que nuestra última información había resultado ser inexacta. Si la base estaba allí, debía estar protegida por algún método mas complejo que una cerradura electrónica. Si no lo estaba, el rastro se había enfriado y localizarlos se convertiría en una tarea que no estaban preparados para afrontar con sus medios actuales. Quizá con mas equipo, o mas apoyo, pero no ellos dos solos.
Los hombres irrumpieron en la sala, instándoles a que se pegaran contra la pared. Se aproximaron hacia ellos con la intención de cachearlos, momento en que decliné la circunstancia en base a que no había ninguna mujer que pudiera hacerlo conmigo. Aquello me salvó, ya que sólo me pasaron el detector de metales que no reaccionó, puesto que el centai que portaba ese día no tenía protecciones. Se suponía que debía ser una misión de observación, incursión como mucho, de manera que había optado por una ropa que me permitiera la mayor maniobravilidad. Cogieron nuestras cosas y nos llevaron hacia un aeropuerto, donde nos subimos a un avión privado. No tenía ningún tipo de marca comercial, ni tampoco alguna tipología o símbolo que nos diera a entender que pertenecía a algún colectivo. Aquello me escamó. El gobierno no habría utilizado un avión ajeno al destacamento apropiado, para portar a dos detenidos. Eso sólo podía significar una cosa. O estaban en manos de alguna agencia gubernamental secreta, o habían caído en una trampa. Que los vídeos de las instalaciones funcionaban no implicaba que aquellos que los vigilaran fuesen militares del ejército de EE.UU. Quizá esas instalaciones habían sido compradas con fines privados, o peor, ocupadas por miembros de alguna sociedad, asociación o grupo. El nombre de Hydra empezó a cobrar fuerza en sus múltiples sospechas. Durante el vuelo, además de resolver las preguntas con concreción, ya que no tenían alternativa, pues les habían quitado la documentación, etc. Se dedicó a recopilar todo lo que sabía y a tratar de construir una secuencia de acción lógica y funcional. Su hermano por el contrario, procuró recabar toda la información posible sobre ellos o el entorno. En una de sus crisis narcolépticas que el pasaje notó, fue capaz de ver tras despertarse la silueta de la ciudad de nueva york.
"Vamos a aterrizar. Hemos vuelto a Nueva York."
Procuré no mostrar respuesta de ningún tipo con cada aclaración que Björn me iba haciendo durante el viaje. Los coches se adentraron hasta la misma pista de aterrizaje, de manera que pude llegar a entender hasta qué punto preferían tenernos desinformados sobre dónde íbamos o quién era quien nos mantenía aislados. Eso cada vez olía menos al gobierno de Estados Unidos, al menos, de oficial. Dudaba que el F.B.I o la C.I.A se inmiscuyeran en algo tan descabellado como la intrusión de una propiedad gubernamental, sobretodo teniendo en cuenta su estado de abandono. Su único problema es que eran extranjeros, y que podían considerar ese factor sospechoso. Quizá trataran de asustarlos con posible cárcel, pero le parecía demasiado apurar la situación. En función de cómo se sucedieran las siguientes horas, debería tomar la decisión de comportarnos como unos turistas asustados o bien mantener la frialdad y la calma.
Las instalaciones parecían nuevas, pulcras, sin ningún tipo de indicación o posible pista, salvo el espejo del otro lado de la sala, el recurso mas amplio de las salas de interrogatorios. Desconocían si habría o no alguien al otro lado, pero detalles como ese eran irrelevantes. Mi hermano se sentó en la silla, manteniendo una pose relajada. Yo, por el contrario, me senté con la espalda recta, las piernas juntas, entrelazando las manos sobre la mesa, con el gesto adusto. Vi mi reflejo en el espejo. La imagen que ya formaba tan parte de mi como mis pies o mis manos. En ocasiones resultaba tan familiar que me olvidaba la pinta que tenía la verdadera mirada que me aguardaba al desactivar mi poder. Un hombre con traje abrió la puerta, y ambos nos levantamos, por educación. Nos sentamos cuando él nos lo pidió, y aguardamos. Pude comprobar como Björn alzaba la cabeza, mientras sus pupilas se dilataban durante unos fugaces segundos. Luego, volvió a reposar en su silla, con la mirada normalizada. Yo por mi parte, traté de encontrar algún tipo de señal identificativa, pero no tenía ninguna. Ni siquiera, como era habitual, una placa con su nombre. El hombre se dirigió a nosotros de una forma directa e inquisitiva. Yo tuve unos segundos para tomar mi decisión.
- No responderemos ninguna pregunta, salvo previa presentación de sus credenciales. - respondí, tajante. La severidad de mi rostro apoyadas por mi perfecto inglés sin acento dejaron bien clara mi postura al respecto. No podía dar información a una persona que ni tan siquiera me había explicado en qué situación nos encontrábamos, dónde, o porqué se nos había retenido.
El hombre pareció contrariado un instante, se miró el bolsillo derecho de la chaqueta, y entonces introdujo la mano en él, y sacó una tarjeta con un número identificador, la bandera americana, la banda holográfica y la fotografía junto con el nombre. Claro que eran falsificables, pero resultaba complicado. Leí el nombre que aparecía en la tarjeta, y después volví a mirar al hombre a los ojos. Procuré no desviar la mirada, si no permanecer con ella fija en mi interlocutor, lo que le daría una impresión de fuerza y confianza.
- Buenas tardes, agente Manning. - saludé entonces, por educación, permitiéndole retomar sus preguntas de nuevo. Él tenía el control de la situación, al menos de manera aparente. Yo tendría que hacer un verdadero esfuerzo para invertirlo, pero iba a intentarlo. Habría que probar con la colaboración y negociación. - Ese diario que sostiene en las manos fue hallado en la biblioteca de un anciano que vivía en las inmediaciones de un pueblo alemán. En las labores de desescombro de su hogar, se halló material que había permanecido intocado desde la segunda guerra mundial. Joyería, mueble, relicarios y una gran colección de escritos fueron recuperados, expuestos y vendidos en diferentes subastas de índole histórica a lo largo del país. Ahí fue donde adquirimos el diario. - respondí. Esa construcción exponía el modo en que mi abuelo había guardado sus diarios y reliquias, y como lo habíamos adquirido, si bien podría explicarse de un modo mas sencillo dando datos personales, eso no quitaba veracidad a la historia que acababa de exponer. Podía denegar sus siguientes preguntas con la excusa de que no lo sabíamos, sin embargo, me decanté por otra opción. Mas arriesgada, pero también, con mayores posibilidades de éxito. - No estamos autorizados a revelar esa información, agente Manning. - no me tembló la voz lo más mínimo.
Ahora había abierto todo un campo de actuación. Si, como creía, desconocían lo que era el B.P.R.D les habría dado a entender que disponían de esa información, colocándose entonces ellos en posición favorecida. En caso de que lo supieran, aunque lo dudaba, se inquietarían, a causa de la posibilidad de que dos desconocidos poseyeran dicha información. Esa posibilidad de peligro podía jugarles una mala pasada. Fuera como fuera la circunstancia, ese factor actuaría como cebo, para redirecionar el interrogatorio.
- Incluso si no pueden revelar dicha información, ¿Saben que han traspasado una propiedad privada del gobierno? Eso es un delito, y para ustedes que son extranjeros, podría suponer más de un problema. - expuso él, manteniendo su tono bajo control. No era la primera vez que hacía eso, ni de lejos.
- Desconocíamos que se tratara de una instalación en uso. Acorde a las comprobaciones realizadas por el registro de la propiedad de Nuevo México, dicha propiedad lleva sin ser legalmente mantenida por el gobierno más del periodo estipulado, lo cual la convierte en terreno abandonado. Si bien aún hay secciones de verja que se mantienen en pie, hay varias secciones que ya no la tienen, y la privacidad de dicha propiedad no esta señalizada de forma propicia. No está precintada debidamente, ni los carteles están ubicados en zonas visibles. - expuse, ladeando sutil la cabeza hacia la derecha. No era cierto que no habían visto carteles, pero en la zona por la que habían entrado, estaban tirados por el suelo, o tapados entre otros objetos, lo cual bien podían utilizar como atenuantes.
Observé entonces por mi visión periférica que Björn se inclinaba hacia adelante, y respiraba de manera pesada. Mi preocupación por él estaba rozando lo que era capaz de soportar. Llevaba mucho tiempo sin ingerir nada y la falta de azúcar comenzaría a pasarle factura de un momento a otro.
- Entre todos los objetos personales que han requisado, se encuentra una pitillera plateada con unos diales de medicación. Si es tan amable, agente Manning, le agradecería poder tener acceso a uno de ellos. - le pedí con corrección.
- Aún no hemos acabado nuestra conversación. No creo que le importe esperar unos minutos. ¿Verdad? - preguntó el hombre inclinándose hacia atrás.
Entrecerré los ojos y apreté la mandíbula, aunque mantuve mi ilusión impertérrita. Mi hermano apoyó ambos brazos sobre la mesa. Esa pregunta era un elemento de presión claro. No era la primera vez que veía algo como eso. Había presenciado y vivido los suficientes interrogatorios como para saber que todo elemento de presión sería utilizado en su justa medida. Pero ellos desconocían hasta qué punto björn pasaba de estar agotado a crítico a causa de la falta de azúcar. Me mantuve en silencio unos preciados segundos.
"No dudes. Va a creer que soy un buen punto sobre el que atacar. Puedo aguantarlo. "
- Yo evitaría hacer eso. - dije entonces en voz alta. Manning lo creería una respuesta. Pero no lo era. Era una advertencia a mi hermano. Si continuaba usando sus poderes, su agotamiento sólo empeoraría. - Sin su medicación, agravará muy deprisa. Si quieren llamar a una enfermera para que ella se lo suministre, no opondremos objeciones. - insistí, con la esperanza de que cediera. Si no, íbamos a vernos en una situación comprometida.
-Dirrectorr Manning, hemos encontrrado inforrmación rrelevante sobrre los detenidos. - el chasquido del interfono llegó directo al pequeño aparato de escucha en el interior del director del B.P.R.D. El director, después de dar un profundo suspiro, asintió con la cabeza y salió de la habitación, cerrándola detrás de si. Entró en la habitación de al lado, donde el alemán se mantenía vigilando. Un agente abrió la pitillera y le tendió una de las jeringas, similares a las que los diabéticos utilizaban para inyectarse la insulina.
- Esa mujer es un témpano. - gruñó el director por lo bajo, tomándose un trago de café con un antiácido, mientras la miraba a través del espejo. Se mantenía en la misma posición, mirando al frente.
- Y no es lo único, Dirrectorr Manning. Es la carra pública de una de las mayorres causas de polémica actual en Eurropa, nada menos que en mi Alemania natal. Rresulta que esa mujerr que tenemos ahí sentada es la dirrectorra de un prrogrrama llamado "Metahuman Kraft Ligue". No hay mucha inforrmación mas allá de su oferrta escolarr y otrros detalles sin imporrtancia, perro según he leído, se trrata de un centrro en el que se acogen mutantes y místicos. - el alemán le mostró la pantalla del ordenador.
Algunos recortes de periódicos, fotografías de la inauguración con el matrimonio Vorgrimler Müller dando la mano de un representante que había aprobado la cesión del palacio de Hohenzollern, su retrato como perfil de la dirección, acompañado de Björn, Omar y Lorenzo, y el resto de su plantilla escolar. Blogs sensacionalistas al respecto, algún que otro vídeo de entrevistas realizadas antes de todo ese horror de la colisión. Cómo sentaría al director del B.P.R.D un descubrimiento como ese, era lo que no sabía el alemán.
_________________
Hellboy Dark Horse Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 1081 Fecha de inscripción : 26/04/2014 Localización : Donde haya algún cabronazo Empleo /Ocio : Pateador de culos sobrenaturales a jornada completa Humor : ¡No juegues conmigo, mujer! ¡He estado bebiendo con esqueletos!
Ficha de Personaje Alias: Hellboy. Nombre real: Anung-Un-Rama. Universo: Marvel
Tema: Re: En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018) 14th Noviembre 2016, 16:40
Manning sabía lo que hacía, y cuando la mujer dijo que su hermana requería de una medicación lo usó para meter un poco de presión al interrogatorio. No iba a dejar que el hombre sufriese algún tipo de ataque ni nada por el estilo, pero sabía que en una situación así a veces la gente cedía. Sin embargo, antes de poder usar eso en contra de los dos detenidos el agente Krauss le avisó por el intercomunicador. El director asintió e indicó a uno de los agentes que permitiesen al joven tomar su medicación mientras abandonaba la sala del interrogatorio. Krauss le esperaba con las manos cruzadas en la espalda, mirando a través del cristal a la pareja que se había colado en la antigua base militar de Nuevo México. Una impresora que había en la parte trasera de la sala desde donde observaba todo comenzó a hacer los característicos ruidos de preparación y posterior impresión de algo.
- Esa mujer es un témpano. Sabe lo que se hace y cómo manejar sus cartas. Bueno, cuénteme qué han descubierto.- Krauss giró sobre sus talones y asintió.
- Y no es lo único, Dirrectorr Manning. Es la carra pública de una de las mayorres causas de polémica actual en Eurropa, nada menos que en mi Alemania natal. Rresulta que esa mujerr que tenemos ahí sentada es la dirrectorra de un prrogrrama llamado "Metahuman Kraft Ligue". No hay mucha inforrmación mas allá de su oferrta escolarr y otrros detalles sin imporrtancia, perro según he leído, se trrata de un centrro en el que se acogen mutantes y místicos.- Manning frunció el ceño, atragantándose con el antiácido que se acababa de llevar a la boca.
- ¿Mutant qué? ¿Podría repetirme eso?-
- "Meta-human Kraft Ligue". Se trraduce como liga de metahumanos. A decirr verrdad como ya le he dicho no aparrece mucho en el orrdenadorr. Porr lo que he podido averriguarr se trata de algo así como un centrro de rreclutación de mutantes y místicos. Es muy moderrna. Apenas llevarrá unos pocos años en funcionamiento. ¿Le habló en algún momento el prrofesorr Brroom de ello?- Manning se llevó la mano al bolsillo y sacó el cuaderno que llevaba la mujer. Allí estaba la foto que ahora observaba donde el profesor salía acompañado de una pareja. Sin duda tenían que ser los padres de la mujer y el hombre, quienes casualmente eran hermanos. Manning intentó recordar si alguna vez el antiguo director le había hablado de esa MKL alguna vez, sin éxito. Krauss se dirigió a la impresora después de que esta emitiese un ligero pitido y cogió unos papeles que había impreso, dándoselos al director.
- Aquí tiene... Si me perrmite, crreo que estos no son enemigos. Si es cierrto que ella es la dirrigente de la MKL y tenemos una foto de sus padrres con el prrofesorr tal vez no estuviesen en la antigua base porr casualidad... Es posible que estas coorrdenadas que acompañan a todos estos garrabatos básicamente se las diese el prrofesorr a sus padrres. Obserrve estas fechas. Año 1955. Eso fue el año en que el agente Hellboy ingrresó de manerra oficial en el cuerrpo de actuación del B.P.R.D. En aquel tiempo la organización ya tenía cierrto rodaje, perro aún distaba de serr la grran emprresa que tenemos ahorra con la que siemprre soñó el prrofesorr por lo que he leído y me han contado... Quizá sean aliados que buscan cooperrarr. No deberríamos descarrtarr esa opción.- Manning se acarició el mentón mientras digería esta nueva información que el agente le había dado mientras observaba los papeles recién sacados del ordenador. Salía la foto de un castillo y la mujer que tenía en aquella pequeña sala frente a él. Era cierto que la información obtenida no era muy extensa, y el documento más antiguo era una publicación hecha en 2010 en un periódico alemán. ¿Habrían estado ocultos al igual que lo estaban ellos hasta ese momento? ¿El gobierno alemán habría descubierto su secreto? Todo eran posibilidades en un enorme abanico que aumentaba a medida que nuevas ideas invadían la cabeza del director. Lo mejor: entrar en la sala y enseñarles lo que habían encontrado. Puede que eso les volviese más parlanchines.
El director volvió al interior de la sala y se sentó de nuevo.
- Discúlpenme. Un pequeño asunto que requería mi atención. Bien, ¿por dónde íbamos? Ah, sí, los hermanos Vorgrimler Müller y la MKL.- El director les ofreció las hojas que habían impreso y dejó que las observasen con paciencia. Aquello era como ir de pesca. Debes tener paciencia y saber cuál es el mejor cebo para que los peces piquen. Una partida de ajedrez en la que debes anticiparte a tu adversario en cada movimiento.- Sabemos que usted es la directora de la "Mutant Kraft Ligue" alemana, una organización que acoge a mutantes y seres con poderes mágicos bajo su techo. Ahora la pregunta es... ¿Por qué hacer eso? ¿Acaso están preparando un ejército con ellos o simplemente le gustan los bichos raros? Como bien sabe los mutantes aquí en los EEUU no son bienvenidos por todos. Algunas personas como yo no tenemos nada en su contra, pero hay mucha gente que los condena o les teme por su enorme poder. Y no puedo evitar preguntarme si la razón de esa organización es ayudar a esos seres o por el contrario aprovechar su enorme potencial con fines terroristas o bélicos... No me gustaría pensar que la Alemania actual esté repitiendo los errores que cometieron otros en el pasado.-
Puede que alguno pensase que eso era un golpe bajo por parte del director al hacer referencia a las matanzas y experimentos que los nazis llevaron a cabo durante la segunda guerra mundial. No era su intención. Ahora era más curiosidad lo que le invadía que otra cosa. Si era cierto que buscaban el bien común al igual que ellos tal vez podrían colaborar. Desde luego peor que S.H.I.E.L.D no podía ser.
Tema: Re: En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018) 15th Noviembre 2016, 00:49
El hombre se excusó, para salir de la sala. Quizá iban a realizar un intercambio, era habitual en ese tipo de interacciones. Lo que se llamaba el "poli bueno, poli malo" de toda la vida, aunque ahora solía hacerse por separado. El hombre comprensivo y negociador iba primero, el tajante y autoritario después. Preparé mi mente para aguantar cualquier envite, incluido el chantaje emocional que pudiera sufrir por el estado de mi hermano. Pero en menos de cinco minutos, un hombre se aproximó a nosotros con el dial de medicación, facilitándoselo a Björn y normalizando así sus necesidades de ingesta de glucosa. Ese hecho me contrarió, y por tanto, me puse aún mas en alerta. Lo normal es que hubieran alargado su táctica un poco más el tiempo, permitiendo que empezara a mostrar algún síntoma, antes de ceder y darnos la medicación. Verlo habría resultado doloroso para mi, pero tenían que creer que estaba dispuesta a permanecer en mi posición. La única manera de convencerlos, era convencerme a mí misma de que podía hacerlo, y de que debía ser así. Pero ahí estaba la descabellada situación. Entonces otras posibilidades me surcaron el intelecto a un ritmo frenético. Quizá hubieran contactado con alguien, y ese fuese sólo el periodo previo a la espera de una entrega. Por lo que a nosotros respectaba, bien podríamos estar siendo secuestrados por algún tipo de organización que fingiera pertenecer al gobierno de Estados Unidos, aunque eso sonaba más a fantasía paranoide que a algo factible. Por otro lado, quizá hubiera una situación de emergencia que necesitara de la presencia del agente Manning, o puede que sólo fuese un elemento mas para ponerles nerviosos. Sin embargo, si la realidad era que lo reclamaban para un momento de crisis, eso esclarecía que debía tratarse de un hombre de grandes cualidades, o bien, de alguna figura autoritaria. Björn dejó la jeringuilla sobre la mesa, aliviado, reclinándose en el respaldo de su silla y alzando la barbilla. Luego su respiración se volvió acompasada. Me quedé allí escuchando a mi hermano dormir, un sonido que era tan reconocible para mi como la música para Omar. A veces envidiaba la facilidad con la que, sin proponérselo, se dormía. Luego recordaba que no era por placer, y me sentía horrible por tener ese tipo de pensamientos.
El hombre volvió a la sala, desperdigando sobre la mesa un montón de hojas impresas en las que salía la información pública de la MKL. Si bien no era un secreto, tenían un exhaustivo control de sus propias redes, de manera que si algo arriesgado, inconveniente o inapropiado era publicado al respecto, Björn y el equipo lo bloqueaba. Cosas como el temario concreto, algunas de sus instalaciones, etc, no eran de dominio público por diversas razones, y se asegurarían de que continuara así. Eran celosos de su información, aunque eso no significaba que no hubiera una cara pública que daban a conocer, tanto a los medios como al gobierno. Una que en su mayoría trataba de no dar demasiadas explicaciones, y mantenerse en una disposición abierta, para proyectar la idea de control sobre ellos, que era un espejismo obvio, dada la situación actual de Europa.
- Haría bien en releer sus informes, Agente Manning. no es "Mutant Kraft Ligue", si no "Metahuman Kraft Ligue". - corregí, aprovechando una de las pocas oportunidades que tendría para hacerlo. Si Björn hubiera estado despierto se me habría adelantado con toda seguridad. Entrecerré los ojos ante su incisivo discurso, aunque mi ilusión se limitó a pestañear, un par de veces, antes de tomar aire. Dibujé una suave sonrisa de suficiencia, como un erudito a quien plantean una pregunta que ya esperaba, y de la que además, tiene respuesta. - Si su conocimiento del marco histórico se extendiera un poco mas allá de los errores cometidos por mi pueblo, sabría que el planteamiento que ha hecho es tan absurdo como sus preocupaciones al respecto. Un ejército de esa índole es imposible en la Europa Contemporánea. Los derechos de los mutantes no tienen nada que ver en su país y en el nuestro, agente Manning. En mi país, un mutante no llegará jamas a ser policía, bombero o militar. No puede participar de dichos campos, y de hecho, la integración de los mutantes en las labores de educación aún son prácticamente una novedad. Mi organización ha sido aprobada y supervisada por el gobierno, aunque comprendemos la polémica que hay al respecto. - expuse, sin variar mi tono de voz, que resultaba informativo. - De hecho, y si puedo hablarle con franqueza, algo que le gustará dado que es usted quien está al otro lado de esta mesa. - planteé, cediéndole con mis palabras el supuesto control de la situación, que se supone tenía desde el principio. - Lo único que pretendemos es alejar a esas personas de las influencias de hombres como usted, agente Manning. Hombres que dicen no tener nada en contra de esos colectivos, y que sin embargo, los referencian siempre en primer lugar como armas y "bichos raros" en sus discursos igualitarios, que no consisten mas que en la repetición hasta la saciedad de la constante amenaza que quienes son diferentes constituyen para su estatus. - exprese asertiva, haciendo descender mi mentón, haciendo con ello que mi mirada fuese mas penetrante, y manteniendo mi discurso con un suave toque que complicaba distinguir si hablaba con agresividad o convicción.
A mi lado, mi hermano hizo una respiración mas profunda, y poco después, elevó la cabeza, con el habitual instante de desubicación que sufría al despertar de un sueño tan profundo en lugares desconocidos, o en situaciones extrañas. Me miró, y luego, le devolvió la mirada al Director del B.P.R.D. que parecía sorprendido por mi discurso, o quizá, por mi predisposición a hablar.
- Podría explicarle muchas mas cosas sobre mi organización, Agente Manning. Como el porqué es necesario que hombres y mujeres excepcionales vivan alejados de una sociedad que les da la espalda, en la que aún hay gente que se alegra de sus desgracias, en las que se alzan los puños para atacar a colectivos solo por la idea de que pertenecen a un mal arraigado que hay que eliminar. Algunos de nosotros comprendemos muy bien el daño irreparable que causó la segunda guerra, por que a día de hoy seguimos escuchando cristales rotos. - finalicé, erguida con una inmensa dignidad, mirándole con intensidad directa a los ojos que habían tratado de juzgarnos desde que se sentara en aquella sala de interrogatorios.
_________________
Hellboy Dark Horse Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 1081 Fecha de inscripción : 26/04/2014 Localización : Donde haya algún cabronazo Empleo /Ocio : Pateador de culos sobrenaturales a jornada completa Humor : ¡No juegues conmigo, mujer! ¡He estado bebiendo con esqueletos!
Ficha de Personaje Alias: Hellboy. Nombre real: Anung-Un-Rama. Universo: Marvel
Tema: Re: En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018) 15th Noviembre 2016, 09:44
- Precisamente esa es la razón por la que me pregunto lo del ejército. Conozco bien la situación de los mutantes y seres con poderes en Europa, mucho más estricta que aquí en los EEUU, y por ello las posibilidades de que estos se alcen contra aquellos que coartan sus derechos es mayor. No hay nada como aplastar a un pueblo para que este se levante contra aquellos que gobiernan. Si sus conocimientos históricos son buenos, cosa que por su forma de hablar parece ser patente, sabrá que cada vez que una gran potencia ha intentado acabar con una minoría ha terminado siempre mal para la gran potencia, como sucedió por ejemplo en la guerra de Vietnam.- El choque de trenes era inminente. Dos cabezas pensantes enfrentadas una a la otra. Manning por su parte tenía la experiencia y un equipo detrás que le respaldaba y ayudaba en esa clase de stuaciones; Sieglinde por la suya su determinación alemana y una energía e ilusión otorgada por la juventud y por una lucha que sabía podía ganar: la integración de los mutantes y seres mágicos en el mundo. Ninguno parecía estar dispuesto a ceder en su terreno más de lo que habría sido estrictamente necesario. Manning aprovechó el ejemplo de Vietnam para demostra a la joven que no se equivocase al juzgar sus palabras, pues él mismo sabía de los errores cometidos por su país en el pasado. Un gran líder es aquel que es capaz de valorar una situación más allá de sus propios intereses y hacer una buena crítica personal. No había sido capaz de dirigir aquella organización durante tantos años sólo por su cara bonita.
En el exterior de la sala el agente Krauss observaba la situación con atención. Alguien llamó al a puerta e indicó que pasase. Abe Sapiens apareció a través de ella con sus brillantes ojos oscuros y un traje negro que le cubría los muslos y los brazos hasta el codo.
- Me había llamado, ¿agente Krauss?- Este pareció despertar de una especie de trance en el que se había sumido y se dio la vuelta, con un peculiar sonido robótico causado por el traje.
- Sí, así es agente Sapiens. Acérrquese. Estas dos perrsonas han sido vistas rrondando porr la antigua base militarr de Nuevo México. Ya sabe, la antigua base del B.P.R.D. Perrtenecen a una orrganización llamada "Metahuman Krraft Ligue", quienes al parrecerr tienen un prrogrrama de inclusión de serres con poderres como mutantes o magos en una especie de escuela o algo porr el estilo parra su inclusión en la sociedad... Me prreguntaba si tal vez usted pudiese verr si ellos son mutantes o algo porr el estilo... ¿Agente Sapiens?- Pero Abe se había acercado hasta el cristal con el ceño fruncido. En cuanto fue consciente de que Johann esperaba su respuesta se giró, agitando ligeramente la cabeza.
- Oh, sí, perdone señor Krauss. Es solo que conozco a esa gente. No en persona, pero sé quiénes son. Ella es Sieglinde Vorgrimler Müller y él su hermano Björn. Son los hijos de Lieselotte y Conrad. El profesor Broom fue amigo suyo. Colaboraron en el pasado durante los inicios del B.P.R.D y con un proyecto llamado MKL... De hecho hace poco salieron a la luz. Me sorprendió. En el buen sentido.- Krauss asintió a las palabras de Abe.
- ¿Crree usted entonces que son de fiarr?- Abe frunció el ceño, sin entender bien la pregunta del agente.- La rrazón porr la que estaban en la base de Nuevo México. Crreemos que pudiesen estarr buscándonos porr alguna rrazón.-
- Yo nunca les conocí, pero el profesor me habló de ellos en un par de ocasiones. ¿Cómo encontraron la base?- Johann puso al corriente de la situación a Abe quien asentía con sus aclaraciones. Señaló las cartas del profesor y un par de fotos.- Sin duda esta es su letra. La última vez que me habló sin embargo de la MKL fue hace tiempo, en el año 1982 para ser precisos. Encontré una foto muy parecida a esta y le pregunté por ella. A mi parecer eran amigos, o así fue como se refirió a ellos el profesor... Creo que podemos estar tranquilos.- Johann asintió y habló al director a través del intercomunicador, exponiéndole la situación y lo que había dicho Abe. Manning asintió y se quedó pensativo unos segundos.
- Bien señorita Vorgrimler, ¿qué le parece si dejamos de marear la perdiz y vamos al asunto que realmente nos afecta? Ustedes estaban en una base militar de Nuevo México que sirvió hace años de centro para una organización secreta conocida como el B.P.R.D... Lamentablemente para ustedes, hace mucho tiempo que no trabajamos allí. El gobierno nos cedió este edificio pocos años después de que finalizase la guerra. En el año 1952 para ser exactos. Ustedes han venido buscándonos. Bueno, pues aquí nos tienen. Perdone todo el secretismo y demás. Como bien sabe ocultar una organización así no es sencillo, y no lo hemos conseguido con caras bonitas. Y como habrá podido comprobar, en efecto, los hombres como yo detestamos a los "bichos raros" y sólo los usamos como armas.- Dijo en un tono cláramente sardónico mientras los agentes Krauss y Sapiens entraban en la sala a petición del director. Ambos saludaron con una pequeña reverencia de cabeza.- Estos son el agente Krauss y el agente Sapiens. Y ahora que las presentaciones han sido hechas y hemos dejado las apariencias a un lado espero que usted también responda con sinceridad a la pregunta de qué hacían en la base de Nuevo México esta mañana.-
Tema: Re: En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018) 15th Noviembre 2016, 22:54
Las insinuaciones de ese hombre además de resultar hirientes para mi a título personal, delataban un gran interés por el nuestro "Objetivo". Resulta muy pesado tratar de convencer a cada retrógrado corto de miras del motivo que nos había impulsado a formar la MKL. Pero no sabían hasta qué punto desconocían la verdad, hasta que punto habíamos pasado desapercibidos a sus ojos sin que ellos supieran de nuestra existencia. Ese era el problema. La información. Yo tenía demasiada. Ellos, ninguna. Hubiera deseado explicarles el porqué estaban tan equivocados. Si nuestro plan hubiese sido montar ese ejército con que fantaseaban los mayores sensacionalistas de cada país, ellos no se habrían enterado hasta que ya nos tuvieran encima.
- Es precisamente porque aprendemos de las experiencias pasadas que sabemos con certeza que una rebelión violenta no solucionará nuestro estigma. La inclusión, el respeto y la coexistencia nos las ganaremos en el futuro, pero primero, debe ser visibilizada la causa. - expuse entonces, recobrando mi actitud severa, pero instructiva.
Ese hombre era un excelente interrogador. Se podía percibir en su expresión tranquila, en su apariencia de control, pero también en el equilibrio que había mantenido durante el interrogatorio, un método que, por gris, era brillante. Trataba de provocarme, pero nunca lo bastante para ser hostil u obsceno, si no tanteando la línea de lo que se consideraría políticamente correcto. Por contra, en las sutiles amenazas había un atisbo de serenidad que invitaba a pensar que estaba abierto a las negociaciones. Incluso aunque sus opiniones o modos no fuesen acorde a mi estilo, debía reconocer que ese hombre parecía tener una gran inteligencia. No me había pasado desapercibido el pequeño aparato de escucha en su oído, al que hizo caso durante unos segundos. De una forma repentina, su tono rompió con todo el que habíamos establecido. Se le notó cierto alivio. Sus siguientes afirmaciones elevaron mi nerviosismo y alerta, hasta obligarme por primera vez en mucho tiempo a recordarme mantener el control de mi poder. No podía creer lo que estaba insinuando. Por primera vez durante todo el interrogatorio fruncí el ceño de manera visible. Todas mis ocurrencias respecto a que si de hecho pertenecía al B.P.R.D, no tenía razones para ser irónico respecto al hecho de usar a Hellboy como arma, se desvanecieron en el momento mismo en que se abrió la puerta, y dos criaturas a cual mas excepcional se presentaron allí. Me levanté Como un resorte, elevé una mano a la altura del hombro doblando el codo y chasqueé los dedos enguantados, algo que me había llevado mucho tiempo en práctica.
- ¡Björn!- mi hermano se levantó de la silla, y nuestra compenetración hizo el resto. Con un sólo parpadeo, sus iris se extendieron barriendo a su paso sus azul zafiro, convirtiendo toda la parte coloreada de su ojo en un espejo negro y profundo. Observó con esos ojos que había envidiado desde que conociera su existencia a los dos presentes. Temía que fuera una ilusión, o algún tipo de treta para obligarnos a bajar la guardia, pero el silencio de mi hermano, lejos de mantenerme en vilo, me resultó de lo más esclarecedor. Las evidencias, como las mentiras, los trucos, etc. las revelaba enseguida. Tenían poco valor para él. Un silencio era equivalente a un gran nivel de observación, y por tanto a un gran nivel de interés. Ambos cautivaron por completo mi atención, incluso a pesar de que a fuerza de convivir con todo tipo de criaturas podría decirse que había visto mucho de lo que este mundo y lo que ocultaba tenía que ofrecer.
"Sea lo que sea, no nos engañan. El agente Manning es humano, Sapiens es una hibridación, y Krauss una entidad ectoplasmática ergonómica independiente." sentir la voz de mi hermano en la cabeza me hizo sentir un poco más relajada.
Guardé silencio durante un buen rato, sólo observando la situación, mientras Manning trataba de hacerme entender que debía responder a la duda que ahora nos había llevado hasta allí. Björn mantenía su mirada activa, mientras yo me decidía, y miraba inquisidora a los tres agentes que había frente a nosotros. Uno de ellos portaba un traje muy extravagante, que funcionaba como una especie de escafandra. Sin embargo, los numerosos sistemas de aire que tenía, de válvulas y presiones... Aquello me recordó a algo que había visto y estudiado. Algo que se remontaba a épocas antiguas, y que se había ido modernizando, pero que jamás creí que fuese a ver aplicado en un traje.
- ¿Se encuentra bien, Señorita Vorgrimler?- preguntó Sapiens, en un intento de mostrarse interesado sobre el estado de silencio en el que me mantenía. Pestañeé, saliendo del bloqueo que había causado en mi la sucesión de acontecimientos. Se suele decir que a menudo, en este tipo de cosas, uno espera de todo menos que salgan bien, y he de confesar que es cierto. Quizá esto era lo único que no me esperaba.
- Eso significa que el B.P.R.D sigue en activo. - dije para mi, aún observándoles. Los intensos ojos negros del Agente Sapiens me recordaban a los de mi hermano. - El gobierno les mantiene en secreto, pero continua manteniendo la organización. ¿Es correcto?- una parte de mi deseó ser capaz de contener mis deseos de llorar de alegría, de relajarme, de desahogar el alivio que suponía para mi haber sido capaz de hallar algo que parecía tan imposible como el santo grial. Pero no hice nada de eso. Me cuadré, manteniendo mi postura serena y elegante, delatando la rigidez de la que solía hacer gala, en comparación a la postura inclinada e informal que siempre adoptaba Björn. Alargué mi mano hacia la criatura híbrida, dispuesta a estrechársela, haciendo un esfuerzo por controlar el nerviosismo que causaba en mi cualquier tipo de contacto. Sapiens estrechó mi mano. Se la ofrecí al ente ectoplásmico, y por último al Director del B.P.R.D. - Buscarles, Agente Manning. - respondí entonces con sencillez, evitando derramar ni una sola lágrima por pura fuerza de voluntad. O terquedad. Eso es lo que llevamos intentando desde que murió Trevor Bruttenholm.- expliqué, mientras soltaba la mano del hombre y la dejaba reposar con cierto porte militar a los lados de mis caderas, con la sensación del trabajo bien hecho, y el cumplimiento del deber a modo de bálsamo, haciéndome mas llevadera la emoción que me embargaba.
_________________
Hellboy Dark Horse Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 1081 Fecha de inscripción : 26/04/2014 Localización : Donde haya algún cabronazo Empleo /Ocio : Pateador de culos sobrenaturales a jornada completa Humor : ¡No juegues conmigo, mujer! ¡He estado bebiendo con esqueletos!
Ficha de Personaje Alias: Hellboy. Nombre real: Anung-Un-Rama. Universo: Marvel
Tema: Re: En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018) 16th Noviembre 2016, 21:19
La mujer se irguió como un resorte en cuanto Abe y Krauss entraron en la habitación, con los ojos tan abiertos que el director temió que como no los cerrase estos saltarían de sus órbitas. Levantó la mano e hizo sonar sus dedos con un fuerte chasquido, como un látigo, que captó al instante la atención del hermano, despertándole de su estado semi comatoso. Abe frunció el ceño al ver como la mujer parecía estar experimentando una especie de ataque de ansiedad, o tal vez fuese la sorpresa por verles a ellos. No pudo evitar preguntar si se encontraba bien. La mujer salió de ese estado de petrificación, cuadrándose como buena alemana y ofreciendo la mano para saludar a los nuevos invitados a la pequeña fiesta improvisada en la sala de interrogatorios. Preguntó si la organización seguía en activo, y el director levantó una ceja, indicando que hasta que ella no respondiese a su pregunta no lo haría él. Y así lo hizo. Su respuesta: buscarles, en concreto desde la muerte del profesor Broom. Abe y Manning se miraron durante un instante y entonces el director se puso de pie.
- Bueno, pues aquí nos tienen, señorita Vorgrimler. Pero no puedo evitar preguntarme qué es lo que desean de nosotros. Si, nos buscaban y ahora nos han encontrado, ¿pero cuál era la razón de su búsqueda?- Manning estaba ya mucho más tranquilo con esta información nueva que había obtenido de esos dos intrusos. Al final iba a resultar que no tenían nada que temer.
- Nos gustaría retomar la comunicación, y el modelo de apoyo, si sus creencias siguen siendo las mismas que lo eran cuando el profesor Broom estaba en activo... Pero además... ha habido varios sucesos en europa que no nos han pasado desapercibidos, y nos preguntábamos si estaban al corriente de ellos. Algunos de nuestros alumnos... tienen una sensibilidad especial. y tienen presentimientos que, creemos, están relacionados con estas apariciones.- Los miembros del B.P.R.D escucharon atentos la explicación de la mujer, quien se tomó en mitad de esta unos segundos de silencio, de reflexión mientras narraba todo. Manning asintió e indicó a la mujer y su hermano que les acompañasen fuera de la sala.
- A decir verdad no sabíamos que el profesor Broom estuviese en contacto con ustedes. Nunca nos dijo nada. Pero eso ahora no importa. El B.P.R.D ha seguido en activo desde su fundación hasta el día de hoy. Hemos tenido nuestros altibajos, pero en general hemos conseguido frenar algunas de las más peligrosas amenazas que asolaban el mundo. Si lo desean podemos ir a un lugar un poco más... Agradable, incluso enseñarles el lugar.- Durante la siguiente hora Manning les puso al corriente de lo que había sucedido y de lo que hacían allí, tras aclarar todo el tema del profesor Broom y las cartas que se mandaba con los abuelos de la mujer. Les explicaron que el profesor murió hacía casi veinte años a manos de uno de los enemigos más antiguos de la organización: el brujo Rasputín. Rasputín fue el encargado de traer a Hellboy al mundo pero por suerte fueron ellos quienes se quedaron con el pequeño demonio rojo, educándole y enseñándole cómo vivir de manera totalmente distinta su vida en aquel mundo. A pesar de que fue creado para la destrucción del mismo, los cuidados y el cariño de Broom le mostraron que podía hacer otras cosas, cosas grandes para protegerlo, y hasta el día de hoy así lo había hecho.
Hablaron del choque de universos que había sido bautizado por la mayoría de gente como el "efecto Omega". No sabían muy bien quién había acuñado el término, pero era la manera en la que se refería todo el mundo a día de hoy. Les hablaron de las nuevas criaturas y organizaciones que habían surgido de la noche a la mañana, de los nuevos aliados y enemigos que tenían a medida que la información fluía de ambos lados. Una carretera de doble dirección donde ellos les contaban lo que el B.P.R.D hacía o había hecho y ellos les ponían al corriente de lo que planteaba la MKL. Era sin duda una organización interesante, mezclando mutantes con seres mágicos. Allí el único mutante que tenían era Abe. Hellboy era un demonio y Krauss era lo más parecido a un fantasma que se habían echado. Liz era una humana con poderes piroquinéticos cuyo origen parecía ser un ente que vivía en su cuerpo. Algunos agentes miraban a los dos invitados con un alzamiento de cejas, pero pronto seguían con sus cosas. Desde el choque de universos la cantidad de personas nuevas o seres extraños que habían pisado la enorme base se había multiplicado. Ya casi era el pan de cada día.
Tal vez la parte que más interesó al director y a los dos agentes fue la cooperación que ofrecían al B.P.R.D. Aunque ellos no tenían ni idea de mutantes una organización que les ayudaba en Europa no les vendría mal, sobre todo con la cantidad de veces que debían ir allí a por criaturas que tenían ganas de incordiar, o para tener más controlado todo. La verdad es que les habría venido de perlas tener ayuda con los dos jinetes, o como poco información. En cuanto a los seres mágicos o las entidades demoníacas parecía que el B.P.R.D tenía la voz cantante, pues llevaban setenta años trabajando en ello, mientras que los de la MKL apenas habían alcanzado la década de edad, y aunque antes habían trabajado en un pequeño pueblo de modo similar al B.P.R.D en la base militar de Nuevo México, aún les quedaban deberes por hacer. Sin embargo demostraron tener unos vastos conocimientos de la magia y los seres sobrenaturales.
Finalmente, cuando parecía que se había dejado claro las intenciones de cada uno el director les ofreció un refrigerio en la cafetería para después hablar de una cooperación sobre el papel, nada de palabras al aire. Sentarse en su despacho y aclarar todo. Aquella mujer parecía ser la típica con la que organizar algo era una gozada. Tan cuadrada, tan alemana, tan precisa... Todo lo que otros de sus agentes no tenían ni en pintura.
Cuando llegaron a la cafetería el director se volvió a la pareja con una ceja alzada.
Tema: Re: En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018) 28th Noviembre 2016, 01:05
A pesar de las reticencias iniciales, estaba claro que se trataban de quienes decían ser. Björn habría detectado al instante la mentira en ellos, y no le advirtió en ningún momento que lo que decían era falso. Aunque por otro lado, mi hermano había demostrado no ser infalible en ese aspecto, quizá de algún modo su autismo beneficiara a quienes trataban de engañarlo o manipularlo. Pero en general, hablar ante él era un seguro de que lo que se decía era veraz. Tuve que controlarme para omitir mis múltiples preguntas, y mantener a raya mi curiosidad con el objetivo de parecer mucho mas centrada y profesional. Nuestra política en la MKL consistía en crear un clima de tolerancia en base a que las dudas y preguntas supusiesen para los alumnos algo normal, constante y que no pretendía ser intrusivo. Normalizar la curiosidad ayudaba también a su desarrollo y a la conciencia que tenían de si mismos, les ayudaba a expresarse, en lugar de esconderse. Pero no podía dar por hecho que en todos los lugares fuese así, y por eso procuré mostrarme, ante todo, severa, tranquila y competente. En mi interior, era como una niña experimentando la navidad por primera vez. Me sentía como la mujer que había encontrado el Santo Grial, como Noia, la pequeña niña de la Mkl que había sido bendecida, o maldecida, según se mirara, con los ojos del hada, y era incapaz de ver nada malo, mas allá del mundo perfecto que esos ojos transmitían para ella.
Hubo todo un proceso de intercambio de información, que consistió no sólo en ponerles al corriente de cómo se había vivido el acontecimiento Omega, cuyas repercusiones astronómicas parecían provenir de algún tipo de lectura de ficción post-apocaliptica, si no también de las últimas fluctuaciones de criaturas de gran poder demoníaco que habían asolado diversas ciudades del globo, incluyendo entre ellas escocia. Por aquellas fechas, casaba con un amplio nivel de enfermedades, padecimientos y dolencias de nuestros alumnos místicos o híbridos celestiales, lo cual apuntaba sin duda a algún tipo de manifestación de gran poder demoníaco. Eso era preocupante, no sólo para los seres vivos del planeta, si no también para nosotros en concreto. A causa de la gran concentración de seres mágicos que se albergaban entre nuestras paredes, solíamos ser un "foco caliente" de la actividad sobrenatural y paranormal, y eso siempre generaba problemas a la hora de proteger a profesores, alumnos y familiares. Eso nos mantuvo ocupados un buen rato, mientras el director nos enseñaba algunas de las instalaciones. Galerías de tiro, salas de relicarios, celdas, despachos, y ahora, nos dirigíamos a la cafetería. Era un buen momento para que mi hermano descansara y se tomara un tentempié.
- Tienen unas instalaciones impresionantes, Director Manning. - había adoptado ese nuevo formalismo después de que se presentara con su rango. Mi hermano, a mi lado, llevaba una hora utilizando su poder de manera intermitente y mostraba síntomas de cansancio. - Lamento oír que tuvieran que enfrentarse a una amenaza de tales dimensiones. Hicieron un gran trabajo encubriendo el incidente de Londres, teniendo en cuenta las repercusiones que tiene a nivel mediático el Grand National. Para conseguir la información con la que contamos tuvimos que hacer una exaustiva labor de investigación y seguimiento. Les felicito por ello. Si nuestros jóvenes alumnos vuelven a experimentar alteraciones de algún tipo, serán los primeros en saberlo. - me giré, para mirar a mi hermano, que ahora estaba centrado de nuevo en el pequeño dispositivo de Hackeo que le habían devuelto, tecleando con ambos pulgares con tanta determinación como si tratara de desactivar una bomba. - Disponemos de un gran número de métodos para establecer contacto con ustedes. Líneas seguras, canales telepáticos, reliquias y objetos. No creo que a partir de ahora nuestra mutua colaboración sea un problema. Las cosas han cambiado mucho desde la época de las cartas. - aseveré, mientras cogía dos bandejas y mi hermano se sentaba en una mesa que tuviera las sillas colocadas en eje paralelo con la tabla. Cogi comida para ambos, que consistió en una ensalada y un sandwich frio de pavo con queso de untar, una botella de agua y un plátano troceado, y una bandeja que contenía un puré de patatas con mucha salsa y salchichas, acompañado de al menos cuatro postres distintos y una coca cola para mi hermano. Tomamos asiento en la mesa. Extendí con un gesto elegante la servilleta, y la coloqué sobre mis rodillas.
- Si me permite, Agente Sapiens, espero que no considere descortés lo que voy a decirle. Creo que es usted fascinante. - admití, para después prestar atención al alemán. - Y usted, Doctor Krauss, toda una eminencia. Conocimos sus hazañas como medium ectoplasmático, pero desconocíamos su condición. No se si conoce el trabajo que mi abuelo realizó tras la segunda guerra. Recuperación de entidades ectoplásmicas para su correcta transición. Muchos horrores se vivieron durante esa dramática época. Creo que quizá le interesaría echar un vistazo a los viejos apuntes de mi abuelo. - ofrecí, sabiendo que podían ser un duro material para visionar, pero de gran validez científica. - Tiene usted todo un elenco de especialistas y expertos, Director Manning. Un equipo formidable sin duda. Debe usted estar orgulloso de ellos. - aseveré, como si no quedara espacio para cualquier asomo de duda. Pero a pesar de estar viviendo un sueño, no podía evitar sentir un pequeño rescoldo de inquietud, pues aún había algo que deseaba con mucha fuerza, y no sabía si sería posible cumplir. Hoy todo aquello que había oído de niña, que a ojos de cualquier extraño parecían tan sólo historias de un viejo senil, se había materializado y cobrado forma ante mis ojos. Todos los individuos de los que me habían hablado estaban allí, frente a mi, tan reales como Björn o yo. Todos, menos uno. A quien yo había seguido en sus andanzas, en la medida de lo posible. Del que sólo tenía fotos borrosas, bocetos de fans paranoicos, o alguna que otra declaración de haber sido visto. La última leyenda sin rostro. Aún no había visto a quien había sido bautizado como Hellboy.
_________________
Hellboy Dark Horse Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 1081 Fecha de inscripción : 26/04/2014 Localización : Donde haya algún cabronazo Empleo /Ocio : Pateador de culos sobrenaturales a jornada completa Humor : ¡No juegues conmigo, mujer! ¡He estado bebiendo con esqueletos!
Ficha de Personaje Alias: Hellboy. Nombre real: Anung-Un-Rama. Universo: Marvel
Tema: Re: En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018) 28th Noviembre 2016, 19:53
Ambos parecían conformes, y la opción de ir a la cafetería después de toda la explicación fue la idea más acertada. Al fin y al cabo llevaban más de dos horas paseando por aquella enorme base y la hora de la cena estaba próxima. Un pequeño tentempié para mantener los ánimos a flote. El director no lo sabía, pero en realidad no hacía falta una parada para tomar algo por parte de la mujer. Estaba emocionada, como un niño la mañana de Navidad. Habían atendido a cada explicación, cada sala y cada detalle que les habían enseñado con una atención que no recordaba en casi ninguno de los agentes que había pasado por allí antes. Una apuesta segura siempre era la biblioteca, que dejaba con la boca abierta a todos los que la veían por primera vez, pero ella fue realmente fácil de complacer. Estaba viviendo algo con lo que sólo había podido soñar durante su adolescencia. Pero el hombre sí necesitaba comer algo, y decidieron que era lo mejor.
Manning pidió un té y se sentaron en una de las mesas. Sopló la superficie del mismo, empujando una delgada nube de vaho en dirección al centro de la mesa. Se dibujaron pequeñas ondas que chocaron con las paredes hasta desaparecer y sorbió con educación y cuidado. Todavía estaba caliente. Retiró sus gafas de su nariz y, tras cerrar las patillas con un ligero "clic" y meterlas en el bolsillo derecho de la chaqueta, se frotó ligeramente los ojos.
- Bueno señorita Vorgrimler, debe entender que no todo el mundo está preparado para asimilar que entre nosotros hay seres con poderes mágicos o criaturas mitológicas. De saberse cundiría el pánico a escala mundial en muchas ciudades importantes, dudando hasta de quiénes son ellos mismos en muchos casos. Por ello es preferible siempre actuar en las sombras, donde la gente no suele mirar.- Aunque en el pasado Hellboy y Abe fueron reconocidos como ciudadanos americanos honorarios mucha gente parecía haber olvidado al B.P.R.D, posiblemente acusando esas ideas o recuerdos a leyendas urbanas o a algún documental de poca fiabilidad donde habían podido aparecer. A decir verdad, el director había sabido mover muy bien los hilos para que no se supiese quiénes eran ni qué hacían. Con la llegada de internet y de los teléfonos móviles de última generación mantener el secreto había sido una tarea hercúlea, digna de mención, pues a día de hoy cualquiera con un móvil podía acceder a cualquier fuente de información del mundo con un simple click. Y pensar en borrar una foto o un vídeo una vez ha sido subido a internet donde cualquiera puede bajárselo a su ordenador o teléfono es algo impensable. Por ello Manning había aparecido en un par de programas desmintiendo como miembro del F.B.I cualquier posible información con respecto a la organización, tildándola de fraude y comparándola con cosas como el Monstruo del Lago Ness o el Bigfoot. De momento había funcionado para casi todos los casos, aunque siempre había aquellos que estaban dispuestos a llegar hasta el final, la mayoría de los cuales terminaban trabajando como miembros de la organización para evitar nuevos curiosos. Se recompensaba su ímpetu y determinación con la posibilidad de trabajar con ellos. No había ninguno que rechazase esta propuesta.- Con respecto a los métodos de comunicación, no se preocupe. Si hemos sido capaces de escondernos todos estos años encontraremos una manera de hablar sin levantar sospechas ni ser descubiertos.-
La mujer entonces se dirigió a Abe y Krauss. Halagos para ambos y una breve anécdota para el alemán acerca de su abuelo. Este asintió y un sonido metálico acompañó el tamborileo de sus dedos sobre la mesa.
- Me siento halagado. Pero no puedo evitar preguntarme si ustedes también tienen algo... Bueno, en realidad, si permiten también mi indiscreción, he notado algo en ustedes. Una especie de poder o algo por el estilo. No quisiera inmiscuirme donde no me llaman, pero no puedo evitar que despierte mi curiosidad.- Abe era capaz de percibir ciertas alteraciones y poderes en una persona siempre y cuando estos fuesen lo suficientemente fuertes. En el caso de Björn, quien llevaba usándolos de manera intermitente toda la tarde había sido sencillo, y ella estaba envuelta en una especie de pequeña nube de poder. No era capaz de conocer los poderes de alguien, pero sí si había algo en ellos.
- Sin duda suena como algo interresante. Los diseños de mi trraje son bastante moderrnos. En cuanto llegué aquí me ofrrecierron una rreforrma de mi trraje orriginal y los cambios fuerron bastante buenos, aunque sí me gustarría ver en lo que trrabajó su abuelo. Es posible que sean los prrimerros diseños de lo que se converrtirría luego en esto.- Se dio un par de golpes a la altura del pecho que sacaron un asentimiento en la cabeza de Abe. Este miró al director tras las palabras de la mujer acerca de los agentes. Suspiró ligeramente mientras se acariciaba el pelo y tenía la vista perdida en el centro de la mesa.
- Bueno, trabajamos con lo que tenemos. Algunos son más dóciles que otros... Y luego está él.- Manning señaló con la cabeza a la entrada de la cafetería. Una mujer de piel pálida como la nieve y los cabellos castaños cruzó el umbral de la puerta. Llevaba una camiseta de tirantes azul y una pequeña cruz dorada en el cuello. Sus manos estaban cubiertas por unos guantes azules arremangados en las muñecas. Pero no era ella a quien se refería el director, sino a una figura enorme, de más de dos metros de altura y casi la misma anchura que la acompañaba. De hecho, de no haber sido porque ella era una de las agentes más reconocidas habría pasado totalmente inadvertida. Sus brillantes ojos amarillos miraron por encima de las pocas personas que allí había hasta localizarles y se acercaron a ellos. No hacía falta ser una lumbrera para reconocerle. Esa enorme mano de piedra, esa cola que se meneaba por detrás, esa larga gabardina de color marrón claro, esos cuernos como dos corchos de botella exageradamente grandes, esa piel roja como la sangre... El mejor agente del B.P.R.D, y casualmente también el más testarudo. Manning avisó a Liz para que fuese a buscar a Rojo para que la pareja conociese al equipo entero. Al fin y al cabo, si pretendían cooperar entre ambas organizaciones todos debían estar al corriente de la situación.
Cuando llegaron hasta donde estaban reunidos la mujer suspiró mirando al director.
- Sentimos la tardanza, señor Manning. Alguien estaba demasiado ocupado no haciendo nada.- Hellboy frunció el ceño y bufó ante el comentario de la chica, quien le miró alzando una ceja y cruzándose de brazos.- Buenas tardes. Soy la agente Elizabeth Sherman, y este grandullón de aquí es Hellboy...-
Tema: Re: En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018) 8th Diciembre 2016, 22:53
Las instalaciones eran espectaculares, pero con mucha distinción, me vi obligada a declinar la oferta de pasar por la biblioteca que el Director Manning había hecho a mitad de visita. Conocía por mi abuelo la gran cantidad de material que el profesor Trevor Bruttenholm tenía bajo su poder, y aquello habría equiparado a perder a Björn durante unas cuantas horas, algo que sin duda, podría hacer cuando llegara la noche, si es que les permitían pasarla allí. Aún no habían planteado nada, pero eso habría sido como un sueño hecho realidad. De suceder, dudaba que fuera capaz de dormir, y esta vez, no sería a causa del insomnio crónico, ya que existían pocas instalaciones más seguras que las del B.P.R.D. Si les pidiera una habitación segura, no tendría problemas para conciliar el sueño. En los calabozos habría estancias mas que de sobra. Las palabras del Agente Sapiens causaron en mí cierta alerta. Claro. El debía ser algún tipo de perceptor, como lo era Björn, y mi hermano había estado usando sus poderes sin concierto durante toda la visita, así que no habría sido difícil percibirlos si sus habilidades funcionaban de manera similar.
- Creo que no me encuentro en disposición de denegar lo que para usted resulta obvio, Agente Sapiens. Efectivamente, tanto mi hermano como yo somos mutantes. - asentí, aunque no hice mas hincapié en el tema, evidenciando de un modo sutil que profundizar en el exigiría un poco más de tiempo. - Yo diría, agente Krauss, que el sistema de válvulas aún continúa siendo el mismo. Aunque me encantaría estudiar su traje mucho mas a fondo. Como ingeniera, me resulta impresionante. - añadí, antes de que el director pusiera de manifiesto sus frustraciones para con su equipo. Entendía a la perfección a qué se refería. De la misma manera que el B.P.R.D tenía estupendos especialistas, yo también los tenía, pero eso no suponía en modo alguno que fuesen gente fácil de tratar, o que hacerlo en algunos casos fuera siempre sencillo y agradable. Enzo y Omar, o como yo les solía llamar, el dúo dinámico, eran en algunos casos insoportables de tratar. Como dos adolescentes en el cuerpo de dos hombres adultos con responsabilidades.
Me hubiera gustado manifestar mi acuerdo para con la situación, pero el hombre señaló hacia la entrada de la cafetería, y tanto yo como mi hermano nos giramos para observar. Me quedé sin habla. Mi hermano, por primera vez, reaccionó antes que yo. Se levantó del asiento, no sin antes llenarse la boca de un buen puñado de puré de patatas con salchicha, masticar mientras una gota de salsa amenazaba con caer por su comisura, recogerla con el pulgar, lamerla, y secarse en la camiseta. Un gesto que le habría costado un buen codazo, sin duda, de no ser porque me había quedado inmóvil. Acompañado de una hermosa mujer de cuerpo armónico y mirada fiera, entraba la criatura que me había fascinado desde que iniciara mi aprendizaje de todo lo paranormal. Era contradictorio pensar que una mujer con mi devoción católica pudiese ser tan firme seguidora de un demonio como él, pero es que ejemplificaba de manera exacta mucho de aquello en lo que creía. Antes, era sólo un espejismo, una esperanza, mi fe infantil. Ahora estaba allí. Frente a mi. Mi unicornio personal.
Hellboy.
Me levanté con rapidez cuando ellos casi estaban ya a nuestra altura. De pronto escuché la voz de mi hermano, y tuve el pleno convencimiento de que estaba en mi cabeza, pero luego al observarle, vi sus labios moverse.
- Buenas tardes, Agente Sherman. Agente Hellboy. Nos agrada conocerles. - dijo en un alarde de buena educación poco habitual en él.
De lo que fui incapaz de percatarme, era de que ese tipo de cosas mi hermano sólo las hacía cuando tenía la certeza de que me había quedado en blanco. Noté su presencia adentrarse en mi cabeza.
" U=C. raíz cuadrada de Rh.I"
Mi cabeza se reinició en ese momento. Era un pequeño truco. Volvió a repetírmelo, y en ese instante, comencé a buscar los conceptos que conocía. Busqué y rebusqué hasta que al final creí dar con el término adecuado, que manifesté acto seguido, mirando a mi hermano. La gente creía a menudo que era algo de lo que me había acordado, y que venía de una conversación previa, por lo que no le daban más importancia. Sólo alguien que nos viera a menudo en nuestra dinámica diaria podría empezar a sospechar del uso de la telepatía que Björn usaba conmigo.
- Ecuación de Chézy. - le dije, para luego volver a mirar a los agentes. Intenté priorizar a la joven por dos motivos. Seguro que sentirse ignorada a causa de venir acompañada del agente mas emblemático no le haría ninguna gracia. Por otra parte, y por lo que me habían dicho msi abuelos, desde que lo encontraran, Hellboy no se encontraba cómodo con las miradas fijas, que era justo por lo que me caracterizaba yo. Saludé a la mujer tendiéndole la mano y ella me la estrecho. - Disculpe, Agente Sherman. Es todo un honor conocerla. - estreché su mano, por primera vez alegre de tener que llevar un guante, el cual pudo ocultar mi repentina sudoración. Luego miré a Hellboy directa a los ojos. Eran amarillos, intensos como el núcleo de dos llamas. Era mucho mas imponente de lo que había imaginado. Su contextura física equivaldría a la de un campeón de halterofília de gran peso, manteniendo la proporción peso un poco mas alta de la correspondiente a su altura. Mi ilusión fue la que se encargó de ocultar el intenso temblor de mis manos. Traté de mantener la calma, pero no había estado mas nerviosa en... no se. En toda mi vida, creo. Intenté recobrar la compostura, pero en este momento era un hervidero de emociones. Quería que viera en mi una mujer segura y confiable, a Iron Maiden II. Por otra parte, quería expresarle mi extremo respeto. Y una, la que más me sorprendió y avergonzó a mí misma, quería saltarle encima, darle dos besos, decirle que lo que hacía era increíble, y pedirle una foto para enmarcarla y ponerla en mi despacho. A medida que su mano se acercaba a la mía, se unió la ansiedad de que iba a tocarme, y al final, en el mismo instante en que su mano estrechó la mía, sucedió.
Todo colisionó en mi interior, las sensaciones, mi profesionalidad, mi deseo de saber, y ese lado fanático que ignoraba que tenía, junto con mi nerviosismo. Eso se tradujo en una distorsión de mi ilusión que fui incapaz de controlar, y donde había una alemana vestida con pulcritud y formal, todo se volvió una masa de destellos de diferentes colores que apenas sí dejaban ver una silueta humana. Mi hermano abrió los ojos con sorpresa absoluta, algo que no solía sucederle con frecuencia. Fui consciente de que me sucedía, cuando al mover mi mano para estrechársela, observé como los colores se sucedían con tanta rapidez que parecía algún tipo de espectáculo láser. Tragué saliva, incómoda e incapaz de creer que estuviera haciendo el ridículo de esa manera.
"¿Qué estas haciendo?"
La voz de mi hermano me hizo sentir mas tranquila, y también, mucho mas humillada. Entonces, los colores cesaron, y en su lugar, uno de ellos empezó a cobrar protagonismo. La ropa volvió a su lugar, pero en mi ilusorio rostro el sonrojo pasó a ser un rojo intenso que equiparaba el suyo, y luego, literal, lo dejó atrás, pasando a ser uno incandescente que sólo habrían sido capaces de ver en el metal al fuego. Me sentí avergonzada como no recordaba haberlo estado en muchísimo tiempo. Aquello había sido lo mas poco profesional que me había sucedido como Iron Maiden II, y en ese momento, no sabía como arreglarlo. Solté la mano de Hellboy, y la coloqué en su lugar, con la postura erguida, y apretando los dedos en un puño. Cerré los ojos, e hice varias respiraciones profundas, en un llamamiento interno a la calma, hasta que mi ilusión volvió a restablecerse por completo.
- Disculpen a mi hermana. Lo que han visto ha sido producto de algún defecto fisiológico de sus capacidades. - debía ser la primera vez que mi hermano me excusaba por algo, y lo peor de todo, es que a causa de su memoria, yo tampoco lo olvidaría jamás. Al menos me sirvió para volver a introducirme en la profesionalidad que me caracterizaba.
- Disculpen este lamentable espectáculo. - me disculpé ante todos los miembros del equipo. No podía hacer otra cosa. Lo hecho, hecho estaba. - El es Björn, y yo soy Sieglinde. - dije, mirando de nuevo a los ojos de los recién llegados, buscando recobrar de nuevo la apariencia severa que me caracterizaba, y enfriando en neutralidad mi ilusión, para que ocultara las lágrimas que amenazaban con caerme por las mejillas. - Permítame decirle, Agente Hellboy, que es un auténtico privilegio poder conocerle. - mi mano se alzó hacia mi cabeza, ofreciéndole un cuadre militar perfecto y elegante. - Si me permite, querría poder expresar el profundo agradecimiento que siento por la labor que desempeñan usted y sus compañeros, y decirle que respeto profundamente todo cuanto ha hecho por nosotros, y el mundo entero. - añadí, antes de bajar la mano, clavando en sus ojos los míos. Aunque el no vería el mar en que se habían convertido, ahora que las lágrimas me estaban saliendo solas de ellos. Solo un par de ojos azules firmes y seguros de si mismos, que cargaban de sinceridad las palabras que le había dicho.
_________________
Última edición por Solaris el 26th Abril 2017, 13:17, editado 1 vez
Hellboy Dark Horse Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 1081 Fecha de inscripción : 26/04/2014 Localización : Donde haya algún cabronazo Empleo /Ocio : Pateador de culos sobrenaturales a jornada completa Humor : ¡No juegues conmigo, mujer! ¡He estado bebiendo con esqueletos!
Ficha de Personaje Alias: Hellboy. Nombre real: Anung-Un-Rama. Universo: Marvel
Tema: Re: En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018) 25th Diciembre 2016, 00:38
Los dos nuevos agentes se unieron al pequeño comité de bienvenida, dispuestos a saludar y enterarse de qué estaba pasando. Manning había pedido a otros agentes que buscasen tanto a Rojo como a Liz pues lo que estaba sucediendo les interesaba. Que esas dos personas que decían ser de una organización que hacía algo parecido a ellos pero en Europa era importante, sobre todo sabiendo que el profesor Broom había mantenido el contacto durante un tiempo con miembros de esta organización y que había pasado desapercibida durante todos esos años. En ningún momento habían oído nada de ellos ni habían encontrado nada, lo cual tampoco era de extrañar puesto que, a pesar de tratarse de una organización secreta, el B.P.R.D no se dedicaba al espionaje sino a la seguridad. Durante todo ese tiempo les habían estado poniendo al día de la situación que vivían en Europa y eso había explicado por qué nunca les habían visto ni habían podido contactar con ellos en el pasado, pero ahora eso poco importaba. Pensaban instaurar una alianza que les beneficiase a ambas partes de modo que todo ese secretismo pasaría a a ser secundario. Fuera como fuese, ahí estaban los dos agentes esperando que les pusiesen un poco al día. El hombre fue el primero en saludar, extendiendo la mano hacia ellos, quienes se la estrecharon con los respectivos saludos. Entonces le llegó el turno a la mujer, quien parecía estar sumida en algún tipo de mundo paralelo o algo por el estilo pues no se movió tras el saludo de su hermano.
- Ecuación de Chézy.- Todos fruncieron el ceño ante esas palabras, carentes de sentido en ese momento. Hellboy alzó una ceja mirando a Liz que estaba de espaldas a él. Manning alzó ambas sin moverse y luego miró a Abe. La mujer reaccionó al cabo de un par de segundos, disculpándose y saludando primero a la morena. Ella le sonrió y le devolvió el saludo con un estrechamiento de manos. Y entonces miró al demonio. En el momento en que ambas manos se tocaron la mujer se convirtió en un espectáculo de luces de todos los colores que obligaron a más de uno a entrecerrar los ojos por el dolor de los flashazos. El demonio, quien no sabía que la mujer tenía poderes no entendía si era el causante de eso o si estaba sufriendo algún tipo de ataque epiléptico.
- Eh... ¿Se encuentra... Bien?- La mujer finalmente se tiñó de carmín y así se quedó. Una parte de Hellboy pensó que le estaba tomando el pelo o algo por el estilo, burlándose de su aspecto, pero prefirió desechar esa idea al ver la cara de preocupación de Abe. Algo iba mal con ella. Soltó la mano del demonio y respiró profundamente, recuperando lentamente su color. Su hermano aclaró la situación explicando que se trataba de algún defecto en sus habilidades. Lo poco que Hellboy sabía de los mutantes era que tenían poderes y que la mayoría de estos estaban relacionados con su estado de ánimo, tal y como le pasaba a Liz sin ir más lejos. Cuando la ira o la frustración se apoderaban de ella las llamas podían salir despedidas en todas direcciones sin ningún tipo de control, así que supuso que le había pasado algo parecido a ella.
Sieglinde recobró el control y, ahora que estaba más tranquila, ofreció sus sinceras disculpas a todo el equipo por el espectáculo de luces que acababan de ver, y esta vez saludó al demonio de una manera cordial y más centrada, ofreciéndole un gesto militar y alabando sus hazañas y las del resto defendiendo el planeta.
- Ya... Bueno, hacemos lo que podemos... Sieglinde y Björg... Bueno, ¿en qué podemos ayudar?-
- En pocas palabras, los hermanos Vorgrimler pertenecen a una organización llamada MKL que protege el mundo de amenazas e intenta incluir de manera paulatina a seres con poderes mágicos y mutantes en una sociedad que les rechaza. El profesor Broom ayudó a sus... ¿Abuelos me han dicho? Sí, a sus abuelos en el pasado. Durante mucho tiempo nos han buscado para continuar la labor que desempeñaron y bueno, para contactar con nosotros. Queríamos poneros un poco al día... Y estos son los mejores agentes que tiene el B.P.R.D, señorita Vorgrimler. Como verá, aquí tampoco cerramos la puerta a nadie... ¿Hay algo más que quiera saber o quiera comentar con el señor Hellboy o la señorita Sherman? O con cualquiera del equipo. Estamos aquí para ayudarles en lo que podamos.-
Tema: Re: En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018) 4th Junio 2017, 22:37
Recupérate como sea. Deja de hacer el ridículo de una vez. Miré a Hellboy a través de mis ojos anegados en lágrimas, a causa de la humillación que sentía. Hacía muchísimo tiempo que no me dejaba llevar por mis emociones, de hecho había trabajado en ello con dureza, y que me hubiera pasado una cosa así a estas alturas me recordaba que aún estaba muy lejos de poder ostentar con orgullo el título que mi madre había llevado antes que yo. Su capacidad para sobreponerse a los problemas y afrontarlos con determinación siempre habían sido para mi un ejemplo y una inspiración. Creo que jamás había sentido el peso que recaería sobre mis hombros con mas intensidad que el día en que escuché a través de los pasillos como algunos alumnos y profesores se dirigían a mi con ese apelativo. Puede que lo iniciaran como una burla. Para mi era motivo de orgullo. Pero en ese momento, no me sentía digna de llegar ese nombre. Carraspeé con disimulo, y llevé una mano a mis dos ojos, donde los acaricié como si se tratara de cansancio, con las yemas de los dedos, cuando la realidad era que estaba secando mis lágrimas. No dejaría que ese fallo empañara mi reputación, la de mi apellido, o la de la labor que desempeñaba. No podía permitírmelo. Así que enterré mi dolor y mi confusión, y convertí mi profesionalidad en el punto central que explotar de cara a los agentes a los que tenía que impresionar a toda costa. La idea de suponer una carga para las instituciones de renombre estaba convirtiéndose en un motivo de preocupación aún mayor que el hecho de que en los últimos tiempos, mucha gente se estaba acercando a mi de formas que no estaba preparada para afrontar.
- Pues verán, en realidad, les quedaríamos muy agradecidos si pudieran invertir unos minutos de su tiempo en repasar con nosotros una breve lista. Sí hay algo en lo que pueden ayudar, aunque entiendo que sonará un tanto complejo. Sabemos que somos recién llegados, y no tenemos derecho a exigirles nada, pero si vamos a empezar a colaborar, no creo que debamos posponer este tipo de peticiones. Si quedan fuera de nuestro alcance, solo tienen que decírnoslo.- planteé, procurando sonar segura pero no invasiba. Comprendía a la perfección que había muchos motivos por los que denegar nuestras peticiones, entre ellos que no nos conocían aún de mucho. Pero una vez hechas las presentaciones, y haber planteado las cosas con franqueza, no veía motivo para posponerlo mas. Además, resultaría agradable centrarse en alguna tarea que me distrajera del tremendo fiasco que había cometido hacía unos momentos. - Suponemos que una institución como la suya dispone de una sección en la que mantengan retenidas o a salvo a algunas criaturas. Cuando sucedió el "acontecimiento Omega" algunos de los seres que manteníamos en nuestra institución desaparecieron, y tenemos la sospecha de que ahora se encuentran en libertad. De ser así, es posible que durante este medio año las hayan enfrentado, y capturado. Así que quizá ahora las mantengan aquí. ¿Nos permitirían visitar esa sección? - pregunté, con la esperanza de que así fuera.
Muchas eran las inquietudes que nos causaba su falta. Muchos eran buenos amigos, conocidos, e incluso alumnos. Pero sobretodo, había alguien a quien hacía tiempo que buscábamos, ya que aguantar a su contraparte se estaba volviendo insoportable. Las dos gemelas se complementaban, de tal modo que en compañía ambas resultaban cómicas, sagaces, inteligentes, activas. Pero por separado, exasperaban.
El camino hacia abajo se hizo largo para mi. Mientras yo me debatía en el infierno personalizado de mi fracaso controlando mis poderes, mi hermano y Azul conversaban de algo apasionante como la diferencia entre las esporas de los Lactarius y las Macrolepiotas. No se cómo pudieron llegar a ese punto de conversación, pero para cuando llegamos a la planta baja, ya habían determinado que era un campo fascinante, y que deberían hacer hincapié en hacer un estudio conjunto en el futuro, para discernir posibles implicaciones a aplicar para atrapar a criaturas como los gnomos, tan dependientes de los hongos en su ecosistema natural.
- No se ponga nerviosa. No tiene porqué. - la voz de la joven flamígera interrumpió mis pensamientos, haciendo que me girara para mirarla, aunque no dije nada. - Entiendo que puede resultar imponente, y que no somos lo que se dice comunes. Son muchas emociones con las que lidiar, y no siempre es fácil. Sólo... respire hondo. - añadió, con una sonrisa que dejaba entrever toda la buena fe de la mujer.
- Gracias. - murmuré con un asentimiento de cabeza, serena, bajo mi ilusión, presa de una incomodidad terrible. Resultaba un tanto lamentable que tuvieran que consolarme así.
Agradecí que apretáramos un poco el paso al llegar abajo, y comenzamos a mirar a través de los diversos cristales. había criaturas de lo más variopintas ahí abajo.
- Hemos sufrido varias desapariciones, pero no les negaré que hay una criatura a la que hemos buscado de manera incansable desde hace tiempo. Su gemela lleva viviendo en el interior de las cavernas de Hohenzollern desde hace mucho tiempo. Se trata de una Orgusha. Mide en torno a 1,60. Su piel es violácea y su cabello blanco rizado. Contextura robusta. Sólo posee el ojo izquierdo, y tiene un gran agujero en el centro de una frente amplia. - expresé, recordando a su gemela. Azul aposentó dos de sus dedos sobre sus labios, y luego miró hacia Hellboy.- Si la han encontrado, seguro que les ha supuesto mas de un quebradero de cabeza. - añadí. Desde luego, Lorna era la más problemática de las dos.
- Por casualidad, no tendrá un gran problema con la autoridad, un egoísmo exacerbado y muy mal carácter. - preguntó Abe Sapiens, tras compartir una mirada cómplice con Hellboy.
- Es ella. ¿La han visto?- pregunté, segura de que debía ser ella. Resultaba bastante reconocible. Pero sobretodo, habían dado en el clavo con su personalidad. Le extrañaría que se tratara de otra distinta, puesto que apenas se veían ya criaturas de su especie, y menos, con un vínculo tan fuerte como el suyo como para haber renegado de sus ojos derechos. Abe señaló hacia una dirección. Pasearon un poco mas, hasta una de las celdas. A través del cristal, se veía a la vieja Orgusha. Había cogido todo enser que le había sido posible y lo había acumulado en un lado de la habitación. Incluso había arrancado el catre de la pared, y ahora se sentaba sobre todas las cosas, como los viejos dragones hicieran en un tiempo pasado, sobre sus tesoros. Llevaba en la mano un bacín metálico, y varias bandejas de comida apiladas. Miré a los presentes, y luego a la celda. La criatura entonces se levantó de un salto ágil, que contradecía su forma física, y se acercó al cristal, que comenzó a golpear con fuerza, gruñendo varias cosas que no se entendían. Sin duda habían tenido que insonorizar la sala. - Entiendo. - dije, mirando a los agentes, mientras el Director Manning miraba a través del cristal, con una expresión bastante repulsión. - ¿Creen que sería posible que la sacaran para hablar con ella?- pregunté. Los agentes se miraron entre ellos, y tras eso, miraron a Hellboy. De algún modo, parecía tener la última palabra sobre el asunto.
[FDP: Se me ha ocurrido que esta es una gran oportunidad para tener uno de esos diálogos tan de Hellboy en el que se habla con un monstruo al que ya ha partido la cara. Esta especie de ogros de las cavernas es, a pesar de lo que parece, muy ágiles, fuertes y resistentes. Les gusta acumular cosas y se ponen muy territoriales y desagradables. Pero sobre todo esta, tiene un don especial para resultar inapropiada de palabra. Grita, chilla, muerde, patalea, hará cualquier cosa para salirse con la suya. Así que si te apetece rolearlo, podemos hacer la conversación en conjunto. Creo que puede ser divertido]
_________________
Hellboy Dark Horse Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 1081 Fecha de inscripción : 26/04/2014 Localización : Donde haya algún cabronazo Empleo /Ocio : Pateador de culos sobrenaturales a jornada completa Humor : ¡No juegues conmigo, mujer! ¡He estado bebiendo con esqueletos!
Ficha de Personaje Alias: Hellboy. Nombre real: Anung-Un-Rama. Universo: Marvel
Tema: Re: En busca de las Leyendas. [Hellboy] (18 de Noviembre del 2018) 4th Julio 2017, 14:39
¿Una organización que combinaba mutantes y seres mágicos? Eso era nuevo. Bien era cierto que allí en el B.P.R.D había tanto mutantes como seres mágicos, aunque a decir verdad sólo había un mutante. Abe. Liz tenía en su interior una especie de entidad, un espíritu de fuego que se veía profundamente afectado por los cambios de humor de la joven; Johann Krauss, un ser ectoplásmico que vivía en el interior de un traje metálico capaz de hablar con fantasmas y seres que estaban en otro espectro; y luego Hellboy, mitad demonio, mitad humano quien llevaba en su mano derecha la llave del infierno, condenado a traer el fin de los tiempos. Los demás eran agentes que el gobierno mandaba para ayudar a la organización en sus misiones. Hellboy sabía que existía un edificio en Nueva York llamado "Mansión X", un hogar para mutantes donde eran educados por Charles Xavier, uno de los más importantes de su especie y que buscaba una convivencia armónica entre humanos y mutantes. Pero más allá de eso no tenían contacto con los mutantes.
Lo que sucedió después fue... Extraño. Querían ver las criaturas que guardaban allí en la base. No era lo habitual. De hecho la mayor parte de la gente no sabía que tenían seres mágicos y sobrenaturales en los sótanos de aquel enorme edificio. Lo que llevaban allí eran criaturas potencialmente peligrosas o que necesitaban un sitio donde ser acogidos. Ellos buscaban uno en concreto, y tal vez lo habían encontrado desde el choque de universos. Hellboy miro a Liz, quien se encogió ligeramente de hombros, volviendo la vista a los invitados después. A Manning también le pareció una petición poco habitual. Aunque, pensándolo bien, llevaban un buen rato visitando el resto del edificio. Era una de las pocas secciones a las que aún no habían accedido. Asintió y se volvió al resto del equipo.
- Bueno pues... Bajemos a ver si con algo de suerte está esa... Cosa que andan buscando.- Manning encabezó la pequeña comitiva, seguido del resto. Abe y Björg charlaban apaciblemente de sus cosas. Hellboy ni siquiera prestó atención a lo que decían. Estaba seguro de que sería un montón de burocracia o cualquier tema aburrido.
- ¿Qué te parece?-
- ¿Hmm?- Hellboy miró a su compañera, quien se lamió los labios por dentro de la boca, pensativa.
- Ellos, los alemanes... ¿Crees en lo que dicen?-
- A estas alturas casi me creo cualquier cosa, aunque yo tendría los ojos bien abiertos... No me terminan de convencer.- Liz sabía que no era por nada. Rojo odiaba a todo el mundo. Al menos de entrada. Luego se calmaba o simplemente terminaba por aceptar a la gente con la que trataba. Además, le tenía cierta manía a los alemanes, y el espectáculo de luces no le había hecho especial gracia.
- Aún es pronto para juzgar, aunque a mí me han caído bien... No seas tan duro.- Le dijo con una sonrisa, acercándose luego a la mujer para comentarle algo que el demonio no entendió, y negó para sí.
Bajaron sin más distracciones hasta la sección donde estaban las criaturas. Sieglinde les describió a la criatura que buscaban, y según iba hablando Hellboy comenzó a cagarse en todo interiormente. Sabía perfectamente a qué criatura se refería, y por desgracia la tenían allí. Suspiró cansado y sabiendo la que se le avecinaba. No necesitó que Abe le mirase con esa sonrisilla que se le ponía cuando le tocaba comerse una mierda de ese calibre. Cuando estuvieron frente a la sala donde la tenían esta se lanzó al cristal golpeándolo y gruñendo. Solo de pensar en entrar ahí le daba quebraderos de cabeza. Chasqueó la lengua y se dirigió a la puerta.
- ¿Es completamente necesario sacarla?- Al parecer sí lo era, al menos para los invitados. Que manía con buscar siempre lo más molesto.- Si no la saco yo que no salga...-
La puerta de la ante sala se cerró tras él y abrió la que daba directamente a donde se encontraba la criatura. Una bocanaba de un horrible hedor le llegó en cuanto entró. Olía a rancio y a polvo, y ya podía escuchar los gruñidos y quejidos desde el otro lado de la puerta. Entró y cerró la puerta con cuidado, lentamente, reuniendo toda la paciencia que le fuese posible. El juego comenzó casi al instante. Algo le golpeó la cabeza con un sonido seco. Al suelo cayó un vaso que le habían dado para beber, vacío, que rodó hasta chocar con su pie. Aspiró profundamente, y se giró. La criatura le gritaba y movía los brazos frente a ella.
- ¿Qué querer tú ahora, eh? ¿Has venido a molestar? Ya os he dicho lo que sé, y no pienso ayudaros. ¡Fuera de aquí!-
- Mire, señora, si fuese por mí no estaría aquí, pero tienes visita, así que venga, andando.- Ella se rió y se dio la vuelta, dirigiéndose al montón de cosas que había acumulado en una de las esquinas de la sala. Ignoró al demonio, quien no se movió del sitio. Miró al cristal tras el cual todos le observaban. No le gustaba que tanta gente le mirase. Le ponía nervioso.- ¡Eh! ¿Me has oído?-
- Lorna no se va a mover de aquí. Si quieren algo que entren.- Exacto, justo lo que Hellboy se esperaba: cooperación. Dio un par de pasos en dirección a la criatura.
- A mí tampoco me caes especialmente bien y tengo muchas cosas que hacer, así que déjate de tonterías y...- Esquivó un plato que la criatura le lanzó cual frisbee, estrellándose al otro lado de la sala. De un salto subió a todo su montón y miró desafiante al demonio.
- He dicho que de aquí no me muevo. Si quieres sacarme tendrás que hacerlo a la fuerza.- Y comenzó una lluvia de objetos en dirección a Hellboy. Alzó el brazo de piedra para proteger su cara de todo lo que le lanzaba, apretando los dientes mientras avanzaba, dispuesto a cogerla por la pierna y sacarla a rastras si hacía falta. Maldijo por lo bajo. A medida que se acercaba al montón de cosas, los proyectiles se volvían más pesados y precisos, y hacían más daño.
- Joder, qué coñazo de persona... ¡Señora, deje eso quieto!- Bajó el brazo para escalar por los escombros y se llevó dos buenos golpes en la mandíbula y otro en la nariz que le provocó un pequeño corte.
- Pues no está yendo tan mal como esperaba...- Abe permanecía con los brazos cruzados en el exterior de la sala, observando el lamentable espectáculo de ver a Hellboy intentando coger a la escurridiza criatura.
- Y Rojo todavía no ha sacado su pistola... Creo que empieza a controlar su... Vale, olvídalo.- En el interior, Hellboy levantó sobre su cabeza una enorme mesa y se la lanzó a la criatura con tal fuerza que al estrellarse contra la pared se convirtió en un montón de astillas. Había fallado, pero la criatura se estaba quedando sin enseres que tirarle.
- ¡Vete de aquí, apestoso mono gordo y rojo! ¡Mírate, haciendo de niñera de una anciana! ¡Qué orgulloso debes sentirte!-
- ¡Ya me estás cabreando! O bajas o te bajo.-
- Vas a tener que mover tu enorme culo aquí arriba si pretendes hacerme bajar, bola de sebo. Eso claro si consigues pillarme.- Y de un salto sobrevoló por encima del demonio, aprovechando el viaje para darle con fuerza con el bastón en la cabeza. Hellboy se llevó la mano al punto de impacto del bastón y maldijo por lo bajo.
- ¡JODER!- Saltó hacia ella de nuevo y esta cometió el error de intentar pegarse con Hellboy cuerpo a cuerpo. Puede que fuese fuerte y resistente, pero el demonio llevaba a sus espaldas setenta años de apaleamientos, palizas y golpes que le habían curtido como a un filete. Se molieron a palos hasta que por fin Rojo consiguió agarrarla por el cuello y alejarla de él estirando el brazo. Ella seguía zarandeándose y diciendo toda clase de improperios. A Hellboy le sangraba la ceja y tenía cara de pocos amigos, pero ya la tenía. Se dirigió a la puerta y salió al exterior con ella, sin cerrar la sala ni nada. Sólo pensaba en sacarla y que esos pesados hablasen lo que fuese con ella. Se acercó al grupo y la dejó en el suelo, sujetándola por el hombro. Ella seguía farfullando y gruñendo, pero la fuerza de Hellboy era la suficiente para retenerla.- Ale, aquí tenéis a su majestad...-