En el oscuro sótano de un almacén abandonado, había instalado mi laboratorio, estaba resentido con Batman por haberme humillado en numerosas ocasiones, esta vez sería yo quién le destruyera a él.
Mis ojos centellearon en la oscuridad mientras en mi mesa de laboratorio, me movía en mi forma humana-he conseguido potenciar el suero, esta vez seré más fuerte y mortífero que nunca- dije mientras me llevaba aquel humeante suero en los labios y bebía todo su contenido apurando aquel frasco.
Arrojé el frasco vacío que se hizo añicos contra el suelo de piedra, mientras comenzaba a cambiar y mi musculatura corporal aumentaba, asi como también un hirsuto pelaje espeso cubría mi cuerpo, mientras un hocico de murciélago brotaba de lo que antes era mi nariz, y unos afilados colmillos brotaban de mis fauces abiertas, mientras mis puntiagudas uñas afiladas surgían y se formaban unas largas y correosas alas de murciélago bajo mis brazos, desgarrándose mi pantalón al adquirir aquel volumen de masa muscular, y destrozándose mi bata blanca en aquella transformación, surgiendo orejas de murciélago reemplazando mis orejas de humano y tornándose mis ojos los de un murciélago.
-¡¡Ske!!-emití un sonido como un leve grito,-ahora prepárate Batman-dije mientras salía por un pasaje oculto en aquella noche fria al frio aire nocturno y contemplaba la cieudad de Gotham, mientras extendía mis correosas alas de murciélago y me elevaba en el aire-porque esta vez soy más mortífero que nunca.