Explicaciones y algunas introducciones (profesorado de la mansión X) [1/11/18]

Observé a mis alumnos irse corriendo tras el sonido de la campana en la escuela, en cuanto me quedé solo eche un largo suspiro. Sonrei un poco para mis adentros y dejé un momento mis cosas en el suelo para ponerme bien la ropa mientras pensaba en el evento que sucederia en unos minutos. Al fin tendría tiempo para hablar con Charles Xavier de forma mas extensa y relajada.

Tenia mucho interés realmente en lo que el profesor Xavier tenia que decirme: me ayudaria a dar con el paradero de Stephen Strange? me daria una idea de que le estaba pasando al mundo? me revelaria la ubicación de la cafeteria para poder hincar el diente?....dejemoslo en un quiza si, quiza no, yo no podia saberlo seguro, aunque mis tripas clamaban furiosas exigiendo que les echara algo de combustible como casi siempre después de usar un poco de magia estos últimos meses.

Ultimamente me pasaba mas a menudo eso de tener hambre tras un hechizo y el rugir de mis entrañas me hizo pensar bastante en ello. No parecia algo muy raro pero curiosamente solo empecé a notarlo tras la colisión y como ese tantos otros efectos extraños: a veces la magia estallaba con mas fuerza de la habitual y otras por mas que luchaba por manifestarse le costaba mucho hacerlo.

Finalmente después de una pequeña reflexión, eche otro suspiro y cogiendo mis cosas empecé a caminar sin rumbo por la mansión. Estaba dispuesto a perderme en ella y descabelladamente se me ocurrió que, aunque no lo quisiera, acabaria llegando al despacho del señor Xavier sin darme cuenta.

-En fin, avanti a la aventura Ancel Dario- me dije mientras caminaba por los pasillos.

Finalmente, me plante ante la primera puerta que se me ocurrió y efectivamente mi sospecha se hizo realidad, en cuanto giré el picaporte. La sala de profesores y presidiendo la mesa sobre la que estaban dispuestas varias cosas entre ellas un par de ordenadores, el hombre al que habia venido buscando en primer lugar: Charles Xavier.

Me adelante hasta su lado y volví a estrechar su mano con una sonrisa antes de tomar asiento como tan amablemente me indicaba que hiciera.

- De nuevo, e' un piacere profesor Xavier. Gracias por arreglar nuestro encuentro tan deprisa, no se preocupe, aunque fuera precipitado es algo natural. Entendí que debe estar usted muy ocupado con todo lo que esta sucediendo y la verdad es que si tengo unas cuantas preguntas para usted- rio con suavidad y me acomodo en la silla - um puedo?- le señale una de las botellitas de agua - siento si es descortés de mi parte pero hace unas cuantas horas que no bebo nada y usar un poco de magia durante estos dias provoca mas efectos secundarios de lo que se esperaria normalmente- bromeé.

En cuanto escuché la llamada del profesor Xavier mentalmente me dirigí tranquilamente a su despacho. Ese día había salido a la calle con los alumnos para estudiar las leyes de Newton desde un punto de vista más práctico. Después de todo, la teoría era necesaria, pero la práctica también, y puesto que acabábamos de terminar estática y estaba a punto de combinar los principales problemas de dinámica y estática unidos sería mejor tomarnos la primera clase con algo más de calma, ya que era una de las partes que más costaba a la gente de la asignatura. Después de varios ejercicios con bolas de billar, una manzana en honor al matemático y un par de fórmulas que dicté, habíamos terminado con la lección al aire libre, y me dirigí a la reunión de profesores sorpresa que teníamos.

Entré saludando a algunos alumnos mientras me colocaba la chaqueta que llevaba. El día anterior había sido verdaderamente horrible tanto en nuestra querida ciudad como en las inmediaciones, aunque era la oscura Gotham la que se había llevado la palma según leí. Una noche de verdadero pavor y miedo donde todos habíamos sentido un terror tan fuerte que muchos habían perdido el conocimiento o la razón incluso. Los hospitales estaban llenos de gente y muchos alumnos no habían ido a la escuela ese día. Suspiré recordando lo mal que lo habíamos pasado Sasha y yo pero me quité ese pensamiento de la cabeza lo más rápido que pude. Tenía que estar despejado para la reunión que teníamos, sobre todo si era tan repentina. Lo mismo había algo gordo que tratar. Puede incluso que del tema de la noche anterior.

Llamé a la puerta para anunciar mi llegada y entré. Xavier y un nuevo profesor me esperaron dentro. Me quité la chaqueta y la colgué de mi mano.

- ¡Hola a todos! He venido lo antes que he podido. Estaba en el jardín estudiando las leyes de Newton con los chavales. ¿Cómo están? Profesor Xavier,- me acerqué a él y le saludé, y luego me dirigí al nuevo,- y... No me suena tu cara... Soy Planaria Glámez, encantado. Profesor de física y matemáticas. Encantado.-

Y después de estrechar su mano me senté en frente del joven nuevo a la espera de que diese comienzo la reunión.

Un joven de aspecto algo desaliñado pero decidido entró en la sala con paso seguro. El hombre se presento como Planaria Gamez y como profesor de Matematicas y Física. Realmente esperaba algo distinto en un profesor dedicado a esas asignaturas, (debido quizá a aquel cliche del profesor mas anciano o estirado) pero yo no era nadie para ir juzgando a cualquiera, al fin y al cabo en aquel lugar todos eran diferentes e iguales al mismo tiempo.

- E' un piacere Sr. Gamez, Ancel Dario Wetzler para servirle en todo lo que requiera - le dije con tono cortés y amable y estrecho su mano - El profesor Xavier me ha traido como sustituto para el señor Kavich en las clases de música debido a un accidente tengo entendido -

Tras el apretón de manos volvi a sentarme en mi silla, a la espera de los demas profesores y que empezara aquella pequeña reunion.

Estaba en la Biblioteca organizando algunos tomos que había leído para matar un poco el tiempo cuando Xavier me pidió que acudiera a su llamada en su despacho. Terminé de colocar los libros sin mucha parsimonia y me dirigí a la despacho canturreando una canción, distraída.

Al llegar entré sin llamar, seguro que Xavier sabía de mi presencia tras la puerta. Cuando pasé me encontré con el profesor, con Planaria y con el nuevo integrante en el profesorado.

-Encantada, Ancel- le saludé. -Soy Jean- me presenté, ofreciéndole mi mano y una sonrisa. Después saludé a los restantes telepáticamente mientras me sentaba en la silla siguiente a Planaria, esperando lo mismo que todos.

La siguiente en entrar a la sala fue una mujer. Figura estilizada y mas o menos mi altura, con un bonito cabello pelirrojo, estreche su mano cuando me la tendio y hice una reverencia respetuosa y cortes.

- E' un piacere segnorina, Ancel Dario Wetzler Alessandri, para servirla -al momento me senté en la silla de nuevo, y la mire algo curioso porque adivinó mi nombre sin siquiera haberselo dicho antes; podria ser una telepata como Xavier quiza? No lo sabia pero intuia que accederia pronto a esa información y no queria ser descortés asi que aguardé por si habia alguien mas a quien esperar mirando al sr. Xavier.

Momento de meditación.
Se encontraba a un par de kilómetros de la mansión, río arriba, donde el pequeño río tenía un pequeño salto de agua.
Era pleno invierno, pero necesitaba meditar, nada que no hubiera hecho ya con anterioridad.
Se desnudó y se sentó en la postura del loto bajo la cascada.
En los primeros momentos sintió un frío atroz, pero lo dejó pasar y su mente se perdió en las rutinas de meditación aprendidas hace ya tantos años.
-¿Cuál es el sonido de una sola mano?.- Ese pensamiento pasó por su mente meditante.
Así estuvo dos horas.

-Venid a mi despacho.- La voz sonó lejana en su mente, ya que su ser se encontraba en este momento más allá de su consciencia.
La voz resonó varias veces, profundizando en los túneles de su psique, hasta oirla claramente como aquel que escucha a alguien que habla delante de él.
Abrió los ojos y salió corriendo poniéndose apenas los pantalones y sujetando el resto de ropa en la mano.

Corrió los dos kilómetros a todo ritmo, tardando algunos minutos en llegar.
Entró en la mansión sin detenerse, hasta llegar al despacho del jefe.
Desde dentro de la habitación se escuchó algo de alboroto en la puerta. Logan mientras se había puesto a toda prisa la camisa e intentaba ponerse las botas a toda prisa.

La puerta se abrió sola dejando a Logan expuesto delante de los otros.
Le vieron empapado en agua, con la camisa mal puesta y descalzo de un pie mientras intentaba ponerse el otro a toda prisa.
- Es que anoche llegué tarde y me acabo de levantar.- Lo dijo sin mucho convencimiento, pero enérgicamente, no le apetecía dar explicaciones de donde iba ni de lo que hacía.
-¿Qué tal va todo?.-
El Profesor, cuyo labio sonreía apenas al ver la situación, ya que sabía perfectamente de donde venía Logan. Le explicó la razón de la reunión al recién llegado y le presentó al invitado.

Logan se acercó y le dió un fuerte apretón de manos diciendo:
- Soy Logan, profesor de educación física, artes marciales y de mecánica para aquél que esté interesado.-

El siguiente en llegar a la sala fue con diferencia el mas extraño de los (hasta ahora) 3 profesores que se habian presentado a aquella reunion sin contarnos a mi y a Xavier. Era tambien el mayor de todos o al menos me lo sugeria su aspecto, y entró en la sala completamente desgarbado y empapado, sin un zapato y algo atolondrado.

Al parecer, eso era algo natural porque el señor Xavier solo sonrió sin decir nada, lo cual me dio a entender que no le suponia ningún reparo o extrañeza en aquel hombre. Comentó que acabava de levantarse aunque las clases habian comenzado desde hacia unas horas (acababa de dar una yo mismo) y dudaba que un profesor de la escuela no estuviera levantado ya a las horas que eran puesto que su reloj biológico lo habría acostumbrado a ese ritmo de vida.
No obstante, y reiterandomelo a mi mismo me dije que yo era nuevo allí y podria ser que el recién llegado llevara poco tiempo como era su caso, o simplemente tuviera algún trato especial de alguna clase. Preferí no preguntar.

- Ancel Dario Wetler caballero, es un placer conocerlo -al estrecharle la mano noté una fuerza increible en ella e inmediatamente supe porque era maestro de artes marciales y educación física: denotaba un fisico y fortaleza corporal extraordinarios. Tras esto volvi a sentarme esperando empezar por fin la reunión.

Hice un gesto con la cabeza como comprensión ante la situación del resto de profesores, era perfectamente comprensible y la verdad no esperaba que todo el profesorado de una escuela de mutantes se presentara a una sola reunion y menos convocada con tan poco tiempo y antelación.

-Bien, ya todos os habéis presentado. Éste joven se llama Ancel Dario Wetler y es profesor de música.- ante la presentación volvi a levantarme y a hacer una leve reverencia de cortesia, y tras ello volvi a sentarme dedicandoles una sonrisa a todos los presentes, mientras el profesor Xavier continuaba con su explicación.

-Como todos sabéis, anoche se produjo un terrible ataque sobre Nueva York, en el transcurso del cual, nuestro compañero Drago resultó gravemente herido, con una costilla rota, un órgano perforado y quemaduras de segundo grado en el brazo izquierdo. Ahora mismo se encuentra en el hospital, pero estamos trabajando para trasladarlo a nuestra propia enfermería en cuanto sea posible moverlo.-

Y ahí lo tenia, se confirmaban mis sospechas respecto al anterior profesor y desee para mi mismo que tuviera una pronta recuperación. Mi mente le dio vueltas a la idea de que podia haber sido el causante de tan graves lesiones a un mutante de preparación elevada como debia ser el señor Katich, se me ocurrian varias opciones pero todas igual de improvables, de lo que si estaba seguro es que si buscaba algunas respuestas o acción estaba en el lugar indicado pues al parecer la fama de Nueva York como imán para desastres no era para nada infundada.

-Todo sucedió tan rápido, considerando que ocurrió ayer por la noche, que he tenido hoy que moverme muy rápido para encontrarle un sustituto. Me interesaba alguien con capacidades "especiales", alguien que no mirara a nuestros alumnos como bichos raros o monstruos, y lo encontré en Florencia. A pesar de lo repentino e inesperado de la situación, el señor Wetzler tuvo a bien aceptar mi propuesta, aún sin tener ni idea de lo que estaba pasando, y gracias al jet pudo llegar a la mansión a tiempo para dar la bienvenida a los alumnos nuevos. Debo decir que su clase me ha agradado y sorprendido a partes iguales, y dado que no sabemos cuánto tiempo va a permanecer Drago incapacitado, podemos darle la bienvenida como nuevo profesor en la mansión. Su contrato de momento será temporal, por obra y servicio, hasta que se reincorpore Drago, pero existe la posibilidad de volverlo permanente en caso de que Drago prefiera no volver a incoporarse o que aumente la plantilla de alumnos con interés por la asignatura optativa de música. Eso, claro está, en caso de que al señor Wetzler le interese el puesto de trabajo y desee quedarse...-

Rei un poco ante el comentario final, porque no lo esperé realmente.

- Bien señor Xavier, la verdad es que aun no lo tengo claro respecto el trabajo a largo plazo, pero creo que estoy en el lugar indicado para lograr encontrar algunas de las respuestas que busco desde hace unos meses, así que, para mi, es un placer y un honor poder ayudar aqui durante el tiempo que el señor Katich necesite para recuperarse al menos, no conozco el dolor de organos perforados pero si el de una quemadura grave, asi que espero que tenga una recuperación tranquila y que a su debido tiempo pueda conocerlo a el también. -le dije con un gesto respetuoso.

Jean y Logan aparecieron también para la reunión, la primera comunicándose con nosotros telepáticamente, a la cual respondí de la misma manera, y el segundo calado hasta arriba y con cara de haberse metido una buena carrera. Me sorprendió que Ancel me hablase en italiano, especialmente porque no había dicho nada de que supiese hablarlo y porque era poco común conocer a gente que lo hablase. Sonreí levantando las cejas y le respondí.

- Il mio piacere, signor Wetzler. E 'bello sentire di nuovo la mia lingua padre.- Lo bueno de Suiza es que tenías la posibilidad de hablar cuatro idiomas sin problema. Además, el italiano era la lengua de mi padre y me la enseñó de jovencito, continuando las lecciones en el orfanato. El director tomó entonces la palabra, explicando quién era el nuevo profesor y qué hacá allí en la mansión. Sabía que Drago había tenido una noche movidita y bastante desagradable. La última vez que hablé con él fue esa misma mañana poco antes de echarse a dormir. Estaba hecho polvo, y sentí una pequeña presión en el pecho al pensar que la gente normal tardaba en curarse mucho más que yo. No sabía cuánto tiempo necesitaría de recuperación así que el director tuvo que ponerse a buscar un sustituto como alma que lleva el diablo. Lo encontró en Florencia. Buscó a alguien que fuese de los nuestros, acostumbrado a tratar con seres con poderes y que no le resultase incómoda la presencia de mutantes en la mansión. Aunque, después de todo, eso éramos nosotros.

El profesor continuó con la explicación. Dijo que podría llegar a darse el caso que Ancel formase parte fija de los profesores. Asentí pensativo. Según dijo, dependía de lo que hiciese Drago tras su recuperación. Pensé un momento en mi horario, en busca de un hueco para ir a visitarle. Tenía varios así que le llamaría para ver qué tal se encontraba y a partir de ahí decidiría cuándo le venía bien. Volví a la reunión justo a tiempo para escuchar las palabras del nuevo profesor, y tras acabar sonreí de nuevo.

- Pues bienvenido seas querido Ancel. Aquí estarás como en casa, créeme. ¿Le ha enseñado ya la mansión profesor? ¿Sabe ya dónde tiene que hospedarse y demás?- Dije volviendo la mirada a Xavier. Sabía que podría leer mis pensamientos en los que me ofrecía a enseñarle la mansión en el caso de que no lo hubiese hecho ya el propio director y de que estaría encantado de hacerlo, al igual que en su día lo hicieron conmigo. Era una buena manera de recordar dónde estaba cada cosa y para qué servía cada aula o sala. Siempre era divertido mostrar ese lugar tan mágico e increíble.

- Bien por donde empezar- carraspee un poco para aclararme la garganta - Bueno supongo que alguien como usted, capaz de enterarse de mi trabajo, de mis capacidades y mi talento, estará al tanto de que hace un par de años viaje al Tibet por motivos muy personales, desde entonces me he dedicado al estudio de mi magia en mas profundidad para dar respuesta a algo que llevo buscando mucho tiempo...-me detuve un momento a los presentes antes de continuar -...he viajado por todo el mundo en busca de esa respuesta por mi mismo pero no he conseguido encontrarla. Así que me habia propuesto viajar hasta aquí con anterioridad (coincidiendo precisamente con su llamada profesor) para encontrar al mejor místico conocido: Stephen Strange. - pare un momento para darles unos momentos de reflexion.

- Bien, mas allá de esta busqueda personal, desde el dia del cataclismo, he notado que el flujo de la magia en general se ha alterado. El viento me susurra en sus melodias que algo no va bien, y yo mismo lo noto tras hacer magia. A veces fluctua, otras explota y otras a duras penas se manifiesta...No es precisamente una buena señal, y la verdad es que no tenia mucha idea de que estaba ocurriendo. Pensaba preguntarle todo esto a Strange pero, ya que ustedes estan también en todo esto, si no es inconveniente me gustaria saber que rayos ha ocurrido con el mundo en general- tome un poco de agua tras mis preguntas y esperé a que alguno de los presentes diera su opinión.

Escuché su explicación con paciencia y interés, y me sorprendió gratamente que el profesor no hubiera indagado mas allá de lo estrictamente necesario, mi carrera músical no era muy dificil seguirla solia ser noticia hacia unos años pero me alegró escuchar que no habia escuchado mucho mas, al fin y al cabo y siendo sincero era bastante celoso de mi vida personal.

Mencionó que no sabian mucho sobre lo que ocurrió realmente sobretodo porque iban escasos de referentes a los que consultar, y mencionó a la Bruja Escarlata que desapareció el dia de la colisión y a una aliada llamada Zatanna Zatara de la dimension con la que la nuestra colisinó el pasado Marzo. Las fechas me cuadraban con las variaciones en el flujo magico, asi que me parecia bien concordar una reunión con la señorita Zatara.

- Bien estaria encantado de conocerla pero, no es necesario que se de prisa profesor, puedo esperar no se preocupe, en cuanto a Strange me gustaria que si le llega alguna noticia por pequeña que sea, por favor se lo suplico, comuniquemelo, me ayudaria muchisimo - le sonrei y le di la mano - mas allá de esto no tengo mas dudas salvo donde esta ubicada la cafeteria - reí suave - me estoy muriendo de hambre la verdad - mire a los demas cordial dispuesto a dejar que me mostraran las instalaciones y todo lo necesario.

off:

Logan ya estaba sentado, con la ropa bien puesta, bueno, en su estilo personal.
Miró a la cara al recién llegado y le dijo:
-Yo de magia no sé nada, eso se lo dejo a los especialistas. Pero lo que he oído a compañeros que si bien magia tampoco controlan, sí controlan energías y han notado cosas similares a las que comenta, mejor que lo digan ellos, eso sí.-
-En cualquier caso no es algo que se note sólo en la magia o en las energías naturales del mundo, sino que también se nota en otros seres más físicos, que de eso sí sé yo. Parece que se ha multiplicado la cantidad de villanos y de heroes. Y a mi modo de ver muchos de ellos merecían estar encerrados en un sanatorio mental y tirar la llave para siempre.-

Me giré hacia Logan cuando me habló del tema de multiplicacíon de heroes y villanos en el mundo, y analicé sutilmente esa información mesandome suavemente la perilla; si lo que explicaba era cierto eso significaba que asi como podia haber mas personas capaces de ayudarles tambien habria el doble de personas a las que deberia evitar o confrontar durante su propia busqueda, me hizo algo de gracia el comentario final por la soltura con la que lo dijo aunque no aprovaba mucho los juicios de ese tipo tan personal, de todas maneras no me alteré ni deje entreveer molestia al contestar.

- Gracias por la información Logan, es algo que tendré en cuenta en un futuro - le dediqué un gesto respetuoso y me levanté en la silla - bene yo estoy listo para el tour por la mansion señor uhm Glamez verdad? Por supuesto me encantaria contar con la presencia de todos en esta visita cuantos mas mejor - le pregunté a Planaria sonriendole y también sonreí a todos con gentileza.

Escuché todo lo que nos contó. Al parecer no era un mutante como había pensado originalmente, sino más bien algo parecido a un místico. Yo no conocía muchos místicos. Bueno, estaba Lyz que hacía magia y demás, y mi antigua compañera Tanith, pero dejando a esos de lado no tenía mucho contacto más con la magia en sí. Lo mejor sería escuchar lo que tenían que decir y ya vería si podía aportar algo interesante. Cuando habló del famoso Steven asentí para mí. Todo el mundo había oído hablar alguna vez de él. Sabía que era amigo de Tony y que era un mago de la leche, que tenía un poder como para cambiar el transcurso del universo y el tiempo. Una pasada vaya. La verdad es que que hubiese gente así me gustaba pero al mismo tiempo me daba algo de miedo y respeto. Después de todo, estaba seguro que el choque de universos se había producido por alguna explosión mágico/cósmica que había mandado todo al carajo y nos había dejado el planeta hecho un caos de aupa. Después el profesor Xavier habló de la Bruja Escarlata. Esa era la mujer que andaba buscando Wiccan, mi amigo que conocí en París. Hacía tiempo que no sabía de él. Le dije que le ayudaría a encontrar a su madre pero nunca volvimos a hablar más del tema. Tenía que llamarle, a ver qué era de él.

Cuando terminó la explicación le sonreí encogiéndome un poco de hombros.

- Yo estoy un poco como todos. Magia aquí vemos poca. Tengo un par de amigos que sí son magos, que podría presentarte si quieres en algún momento. Y con respecto a lo de la colisión, yo hablé con la princesa Diana, una mujer muy poderosa que pertenece a un grupo conocido como la JLA, la "Liga de Justicia Americana". Ella dijo que, al parecer, había alguien detrás de todo esto de la colisión, pero que no lo sabían a ciencia cierta, así que nos tocará esperar a ver si se descubre algo... Mientras tanto, estaría encantado de mostrarte la mansión. ¿Alguien se nos une? Profesor, ¿qué habitación va a tener? Lo digo por ir allí y ayudarle a acomodarse antes de mostrarle todo. Seguramente quiera darse una ducha y demás después del largo viaje.- Dije con una sonrisa al profesor de música, después de dirigirme al director. Había un montón de habitaciones, y me las conocía casi todas, o al menos dónde estaba cada una situada, debido a que me tocó aprendérmelas al llegar para ayudar a encontrar alumnos y profesores.

- Lo mismo digo señor Xavier, y gracie por toda su ayuda también estaré a la altura de sus expectativas creame - dije con una sonrisa mientras le estrechaba la mano una vez mas. Después y sin mas dilacón recogí mis cosas de la silla con un rapido movimiento dispuesto a seguir al señor Glamez en la visita.

- Bueno cuando ustedes quieran dama y caballeros yo siempre estoy listo para la aventura, y la verdad aunque la ducha puede esperar, por ahora si que me apeteceria dejar mis maletas y todos mis utensilios en la habitación antes de visitar cualquier otro lado - dije sonriente a Planaria, mirando a Logan y Jean esperando a ver cual seria su reacción, la verdad se moria por empezar a visitar cada habitación de aquel sitio fantastico.

El grupo salió del despacho y se dirigió a la zona de alojamiento. Se le enseñó su habitación.
Era una habitación simple, pero amplia. Gran cama, amplios armarios, mesa de despacho en el otro extremo. Un par de ventanas en el lateral.
En el fondo de la habitación, una puerta conducía a un pequeño pero bien equipado baño.
La habitación era sencilla, pensada para ser cómoda y tener cierta intimidad, pero no no repleta cosas ya que la vida en la escuela se hacía en las zonas comunes.
El nuevo miembro depositó sus maletas en la habitación y pidió seguir viendo la mansión antes de instalarse del todo.

Fueron mostrándole las diversas zonas de la mansión, biblioteca, aulas, despachos de profesores, zonas de esparcimiento, gimnasios, salas de entrenamiento, comedor, cocinas, almacenes, talleres, etc. También le comentaron ligeramente los horarios.

-¿Alguna duda o zona que quisieras conocer más?.-

Escuché a los presentes en la reunión y permanecí en un segundo plano, observándolos a todos con detenimiento. Planaria era un chico muy majo con energía -por más de un motivo, no hace falta explicarlo, ¿no? Logan seguía como siempre... Para el placer visual de Fénix.

El profesor se marchó después de hablar lo necesario con Ancel y me despedí de él con un movimiento de cabeza. No estaba segura de si decirle algo al nuevo sobre por qué estaba yo aquí y qué tenía que ver con la colisión, pero como ni yo lo tenía claro, preferí no decir nada.

Seguí a los hombres fuera del despacho hasta la que sería la habitación del nuevo profesor, donde dejó sus cosas. La visita siguió el rumbo normal, mostrando todo hasta llegar a la puerta principal, de cara a los jardines.

-Creo que es la hora de hacer una visita a la cafetería, chicos. Nuestro hombre se muere de hambre- dije con jovialidad, con la sonrisa que me caracterizaba. Hacía ya un rato que Ancel había comentado que quería ir a la cafetería y la ruta turística se alargó un poco más de lo tenía que durar, a mí me entró un poco el gusanillo y aproveché para sacar a coalición las ganas del nuevo.

-¿Te gusta la mansión? ¿Es todo de tu agrado, de momento?

Su habitación pareció gustarle. Vale que no era el palacio de Buckingham, pero oye, tendría un sitio donde dormir y tener algo de intimidad, así que seguro que lo agradecería. Además, en la mansión siempre había gente con la que charlar o hacer cosas si tenías un hueco en tu agenda. Dejó sus cosas y salimos rumbo a enseñarle todo. Cerró su puerta y guardó la llave a buen recaudo. Le dijimos que la guardase a buen recaudo, ya que algunos alumnos tenían la tendencia a gastar bromas a los profesores novatos. A mi me cayeron un par, aunque bastante menos de las que se pensaban. Pero claro, en los Abyss o estabas preparado para cualquier faena o acababas lleno de alquitrán y plumas. En cualquier caso, habían sido bromas bastante divertidas y originales, nada de mal gusto. El profesor Xavier había advertido que las novatadas malas serían castigadas severamente, y todo el mundo respetaba eso. Después de todo, se les permitía hacer alguna que otra broma inocente, cosa que era también bastante productivo, ya que comienzas a soltarte y conocer a otras personas.

Al acabar la visita y explicarle un poco qué era cada cosa y qué podía hacer de todo nos dirigimos a la cafetería, porque al parecer el pobre tenía más hambre que dientes. Llegamos y ese olor a café y pan tostado nos invadió de lleno, hacinedo que cerrase los ojos y sonriese inconscientemente mientras me dejaba embaucar por aquel aroma tan delicioso. Un picoteo no haría mal a nadie...

- ¿Qué vais a querer tomar? Ancel, ¿tú qué quieres? Yo me tomaré una caña de esas de medio metro de chocolate y un chocolate caliente... Cómo mucho, lo sé, pero hago mucho ejercicio para compensar.- Mucho ejercicio y tener un metabolismo que convertía todo lo que comía en pura energía, de manera que podría no haber tenido límite y devorar tanto como se me antojase. Nunca había visto mi límite, pero tenía curiosidad por ver hasta dónde podía llegar sin sentirme lleno. Algún día lo probaría.- ¿Qué te parece el sitio? Está chulo, ¿verdad? Con el tiempo aprenderás dónde está cada cosa, no te preocupes por eso.-

Me sentí un poco perdido al principio con tanta gente y un sitio totalmente nuevo a descubrir, no daba abasto para atender a todos algunas veces lo que desde luego me encantó, eran gente la mar de amable, uno mas tosco que otro habia que decirlo pero buenisima gente.

Mi habitación según el profesor Xavier habia pertenecido a un tal Gambito, cuando llegué estaba limpia y ordenada, tenia mesa, una cama grande, armarios amplios y un baño, y al fondo sobre la cama un cuadro con un ejemplar de todas las cartas de la baraja de poker, a un lado pude ver una bandera francesa doblada, así que me sonreí seguramente fuera el pais de origen de dicho individuo, en general me gusto mucho, la cerramos con llave y luego seguimos el tour. Sonrei levemente ante los comentarios de Planaria, el muchacho era tan jovial que contagiaba el entusiasmo y la energia. Al poco llegamos a la cafeteria y nada mas entrar y oler el ambiente mi estomago rugio sonoramente reclamando alimento.

- Perdon... - dije con vergüenza, no era muy apropiado para mi empezar con algo como aquello - yo creo que...tomare una buena napolitana de chocolate, una tostada de jamon y queso y quizá un par de vasos de zumo de piña. - sonreí a mis acompañantes - muchas gracias a los tres por esta visita, habeis sido muy amables, el lugar es "bellisimo".

Logan se sentó en una mesa con los demás.
- Bueno, algo nos hemos enterado de ti por tus explicaciones, pero cuéntanos más. De tí, de tu pasado, de tus habilidades, cuanto tiempo tienes pensado quedarte por aquí.-

Spoiler:

Le dirigí una mirada a Logan y al escucharlo bajé un poco la cabeza ante la pregunta sobre mi pasado, no me gustaba hablar sobre mi vida personal.

- uhm bueno....no me gusta hablar mucho sobre mi pasado asi que si no es molestia preferiria no hablar mucho de ello, en cuanto a mis habilidades como habreis supuesto soy un mistico dedicado a la música, extraigo mis poderes del sonido y de las melodias que interpreto con mis dos artefactos especiales - toqué con un brazo la caja de las musas que llevaba siempre a modo de bolso - cada partitura tiene su propia magia y efecto dependiendo de la música y los sentimientos que lleven implementadas.. - expliqué mientras ibamos a la barra y ordené lo deseado para mi, de camino a la mesa volvi a hablar -....me quedaré al menos hasta que Drago se recupere o...hasta encontrar una respuesta importante a lo que busco.