Alice Delaney

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Nombre:

Alice Delaney

Alias:

Quiet edict (Quiet Empress)

Edad:

19 (17 de Noviembre)

Universo de Origen:

Marvel.

Organización:

Independiente.

Nacionalidad:

Inglesa.

Raza:

Metahumana/Mutante.

Mentor:

Xavier.

Bando:

Heroes

Ocupación:

Estudiante de medicina en la Universidad de Harvard. Estudiante de la mansión X y aprendiz de Natasha Romanova.

Descripción Física:

Alice es una chica bastante bajita, con una constitución bien definida debido al entrenamiento adquirido en la mansión X. Sus caderas son ligeramente anchas y no tiene excesivo pecho. Las facciones de su rostro son delicadas, dando el aspecto de ser más joven y delicada de lo que realmente és. Tiene unos ojos grandes y expresivos, cuyo color varía según la luz y el estado en que está su poder. Su estado neutro sería el Hazel, donde el iris es marrón alrededor de la pupila pero verde en su exterior. Cuando su poder se encuentra forzado bajo control, sus ojos son de un castaño claro, de un color que recuerda a la miel y por el contrario, cuando lo está usando activamente su poder, son totalmente verdes. Su nariz es pequeña y más bien puntiaguda, con un puente poco pronunciado y unos labios delicados y carnosos, aunque no en exceso.
Su piel es pálida, mostrando cierta cobertura de pecas en la altura de los pómulos. Pese a su palidez, no suele quemarse, más bien al contrario, su piel se oscurece con relativa facilidad, mostrando un tono más moreno en las estaciones del año propicias. El cabello largo y negro hasta la cintura siempre recogido de un modo distinto, puesto que su trastorno hace que esté constantemente cambiando el modo en que lo lleva. Tiene varios piercings en ambas orejas.

Tiene un tatuaje en el antebrazo izquierdo que reza lo siguiente;


Tiene otro tatuaje en la espalda, cuya forma y figura sigue privada hasta que sea vista ingame.
Su manera de vestir es siempre la misma, llevando distintos jerséis anchos que camuflan gran parte de su figura y realzan el aire aniñado de su rostro, siempre cubriendo sus manos hasta la altura de los nudillos. Suele vestir tejanos, tanto negros como azules y grises, aunque muy ocasionalmente puede llevar faldas o shorts, en cuyo caso siempre irán acompañados de medias que cubren su piel.


Eso sí, siempre, siempre, siempre viste botas, sean a la altura del tobillo o por debajo de la rodilla.
Usa gafas, principalmente para leer, usar ordenadores o escribir, aunque a menudo se olvida ponérselas, puesto que ve bien sin ellas y sólo las necesita en momentos puntuales.

Descripción Psicológica:

Quiet es una chica introvertida, tímida y extremadamente callada que prefiere comunicarse mediante la escritura, o en el lenguaje de los sordomudos. Tiene facilidad para hablar de su vida siempre y cuando sean detalles sin importancia, pero cuando se trata de hablar de las cosas que le afectan, es incapaz de comunicar que tiene un problema hasta que éste está resuelto.
Sin embargo, con tiempo y confianza se mostrará habladora y bromista. Es una chica dulce y tranquila a quien le gusta pasar desapercibida.
Aunque se puede mostrar alegre y positiva, por lo general y a causa de su TOC tiene la manía de autoculparse de todo lo que sucede y a sentirse responsable de cosas que por norma general escapan a su control.
Tiene un gran sentido de la empatía y a menudo es capaz de poner el bienestar de los demás por encima del suyo propio.
Por norma general es una chica madura y responsable, aunque fiel a su edad puede tener momentos en que el instinto y la situación pasen por encima de la lógica, y pueda lanzarse de cabeza al peligro sin pensarlo, o que actúe de manera más aniñada si está rodeada por gente de su edad y lo está pasando bien. A veces gesticula nerviosamente con las manos, dado que estaba acostumbrada a comunicarse mediante símbolos con gran parte de su familia.

Historia:

Alice nació un 17 de Noviembre en Stratford Upon Avon, Inglaterra. Sus primeros años fueron como el de cualquier otro niño feliz criado en el seno de una familia bien estructurada. Keith Delaney, su padre, era el Jefe de Policía de Stratford, y su madre, Regina Delaney, médico. Cuando Alice cumplió el segundo año de edad, Regina empezó a preocuparse de que la pequeña todavía no había dicho sus primeras palabras, pese a que había caminado y mostrado un crecimiento igual al de cualquier otro bebé.
Una vez se habían asegurado de que no era sordomuda y faltos de ideas de los motivos que podían llevar a su pequeña hija a negar el habla, aun cuando podía reír cuando se sentía feliz o llorar cuando se hacía daño, terminaron pensando que la pequeña podía tener algún grado de autismo. Así, pese a estar asistiendo a una escuela con total normalidad, a sus cuatro años de edad, Alice empezó a visitar y seguir a varios psicólogos o logopedas, y aunque todos lograban sacar en claro que la niña no sufría una deficiencia, nadie lograba entender porque la pequeña Alice no hablaba, pese a que a veces, imitaba el sonido de los animales, o tarareaba las canciones que escuchaba cantar a su madre. Así pues, la pareja pensó que simplemente, la pequeña estaba tardando más en hablar, sin tener una implicación en su inteligencia o su aprendizaje.

Finalmente, cuando no lograba expresar mediante gestos lo que quería, ocasionalmente utilizaba algunas palabras, pero siempre frases muy cortas, y dichas en voz baja, como si tuviera miedo de que alguien más a parte de sus padres pudiera escucharla. Keith y Regina, se alegraron y sintieron felices, aunque mentalizados de que la niña podría tardar aún años en comunicarse normalmente mediante palabras, simplemente intentaron no presionarla.
Aun así, les costaba entender lo que la pequeña quería y viendo que la pequeña, como cualquier otro niño, disfrutaba de los juegos y las adivinanzas, a Regina se le ocurrió intentar proponer un juego a la pequeña. Y así empezó a enseñarle el lenguaje de simbolos de los sordomudos lo cual ayudó en gran medida en la calidad de vida de la família.
Cuando Alice tenía ocho años, y aunque Regina se opusiera tajantemente ante la idea, Keith empezó a enseñar a Alice cómo apuntar y disparar un arma. El jefe de policía, sin saber muy bién que podía hacer para ayudar a su hija, decidió enseñarle a defenderse con distintos tipos de armas. La idea inicial era tan sólo pasar rato a solas con su hija, puesto que en la intimidad era cuando la pequeña hacía escuchar su voz. Su primera arma, fue una Diana Mod. 27; calibre 5.5mm a punta de alza y guión. No había lata de refresco que sobreviviera a la puntería de la pequeña, y para desgracia de la madre, le terminó cogiendo cariño a su pequeño rifle de aire comprimido.

Tras varios años, Alice era capaz de mantener conversaciones con sus padres, aunque en el colegio seguía mostrándose extremadamente callada y sus amigos más cercanos aprendieron el lenguaje de signos para comunicarse con ella. Cuando se encontraba a solas con uno de ellos, sin embargo, se mostraba de lo más charlatana, bromeaba y reía con cualquiera de ellos.

Por lo que simplemente, se la consideró una chica rara, algo excéntrica pero normal dentro de lo que cabía.

Nunca tuvo problemas de bullying ni similares en el colegio. Extrañamente, cuando alguien intentaba meterse con ella y la presionaba para que hablara, cuando Alice les instaba a dejarla en paz… Le hacían caso.

Fue en uno de esos momentos en que Alice disfrutaba de la confianza y las charlas con sus amigos cuando empezó a darse cuenta realmente de sus poderes. Tenía dieciséis años, habían salido a dar una vuelta cuando dejaron a Alice a solas con uno de los chicos del grupo, Albert. El pobre chico, incapaz de imaginar los poderes de Alice, había reunido el valor suficiente para declarar sus sentimientos, y se encontraba en pleno proceso cuando Alice, llevada en un arranque de vergüenza y sin saber qué hacer, le “pidió” que dejara de hablar, haciendo que Albert se cortara a media frase, incapaz de seguir hablando. Albert mostraba recelo y miedo en su mirada, cuando Alice se dió cuenta de que algo no funcionaba del todo bien. Los otros iban a volver en cualquier momento, y llevada nuevamente por el miedo, le ordenó a Albert que no explicara a nadie lo que allí estaba sucediendo. Y así sucedió. Albert, era incapaz de explicar a nadie el porqué, pero desde entonces evitaba deliberadamente a Alice, y las pocas veces que se veían, le dedicaba miradas de reproche y rechazo.

Albert finalmente se mudó y nunca más volvió a saber de él. Sintiéndose culpable por lo que había pasado, Alice dejó de asistir al colegio y se negaba a salir de su habitación, por miedo a que su propio poder pudiera herir o pudiera perjudicar a la gente de su alrededor en modo alguno. Uno de esos días, sus padres decidieron irrumpir en su habitación e intentar hacer reaccionar a su hija, pero Alice se negaba a hablar, y simplemente comunicaba con signos su deseo a estar sola y no volver al colegio. Finalmente, en un arranque de ira adolescente y por primera vez, alzó la voz a sus padres, profiriendo una única e hiriente orden.

Abandonarme. Alejaos de mí y olvidad que existo.

Para su sorpresa, sus padres se miraron extrañados y Regina rompió a llorar, y Keith, preocupado, abrazó y siguió preguntando a Alice qué sucedía. ¿Había tenido problemas en el colegio? ¿Alguien le había hecho daño?
Que sus poderes fallaran con sus padres, la desorientó todavía más, pero aún así no quiso volver al colegio y volvió a comunicarse únicamente con lenguaje de signos.

Una vez dada de baja en el colegio, Regina y Keith empezaron a educar a su hija en casa. Fue entonces cuando Alice empezó a interesarse en la medicina.

Los siguientes tres años, Alice únicamente se relacionaba con sus padres. A menudo practicaba su puntería con su padre, hasta el punto de ser capaz de manejar armas de fuego real, y acompañaba a su madre al hospital, siempre vigilando de no utilizar su poder.

A los dieciocho años, sin decir nada a sus padres, se tatuó una frase que para ella sería de gran valor, y que dictaría gran parte de su conducta en los años venideros, aunque en el fondo, llevaba muchos más siguiéndola sin proponérselo.

Fue pocos días antes de cumplir los diecinueve años, cuando de camino a buscar a su madre en el hospital, conoció a un peculiar hombre de bondadosos ojos azules. Se movía en una curiosa y moderna silla de ruedas y tenía una sonrisa bondadosa permanentemente danzando en su rostro. Aquél hombre se dirigió a ella y consiguió su atención con una sencilla frase. “Conozco el secreto de tu voz.”

Xavier le explicó toda la historia que había tras el Gen-X, la verdad de su poder, y cómo existía una “escuela”, que podía ayudarla a controlar su poder e incluso se ofreció a hablar con sus padres y convencerles de irse a vivir ahí.

Y fué así, como meses más tarde, Alice se encontraba en su nueva habitación de la Mansión X, aprendiendo a sobrellevar y controlar sus poderes, con la esperanza de poder usarlos para ayudar a la gente y no para perjudicar sus vidas. Con la esperanza puesta en su nuevo futuro, Alice se sentía realizada y feliz, aunque en el fondo se sintiera sola. Pero, ¿quién iba a quejarse? la vida la brindaba una oportunidad de cambiar las cosas y tomar las riendas de su propia fuerza, y eso, desde luego, era algo que estaba más que dispuesta a aceptar.

Poderes:

Manipulación vocal. Debido a la naturaleza de su poder, Alice tiene una hermosa voz capaz de transmitir sentimientos, afectando y modificando levemente los seres sintientes de su entorno. De momento, es capaz de dar órdenes simples que deben ser cumplidas bajo ciertos requisitos. Inicialmente estos requisitos son que Alice se encuentre suficientemente calmada como para modular su voz correctamente, y que las órdenes no impliquen peligro alguno para quien las recibe sea o no indirecto. Para entendernos separaré el poder en dos grupos.

• Voz de Sirena; Alice es capaz de modular su voz mediante su poder de manera que este transmita aquello que ella desee. Esto puede ser activado mediante diálogo normal, el canto o incluso tarareando, aunque este último es obviamente mucho más débil que los dos anteriores. El poder no se disipa al instante, sino que dura unos minutos tras haberse callado. (El tiempo puede variar según la situación y el usuario. Puede llegar a durar una hora si el entorno es propicio para la sensación, por ejemplo si ella transmite calma en un lugar agradable donde puedan estar tranquilos. En ambientes contrarios, el poder se vería reducido según la naturaleza del entorno. Suponiendo una situación de peligro o alguien a quien se le ha muerto un familiar, los propios sentimientos de la persona pueden reducir el efecto, siendo quince minutos el mínimo.)
  

• Edicto de la Emperatriz; Alice puede dar órdenes que serán seguidas por su oyente siempre que se cumplen los requisitos de su poder. Inicialmente, la persona que lleva a cabo la orden actuaría como guiada por un instinto, sin saber muy bien porqué lo ha hecho, incluso llegando a cuestionarse la naturaleza de su propia acción. No es una hipnosis, por lo que la persona en cuestión sería consciente de que algo la ha empujado a actuar de un modo u otro, aunque el efecto que causa en cada persona puede ser diferente, el aquí descrito sería el más común. Estas órdenes también están delimitadas al instante en que Alice formula el edicto. Por ejemplo, ordenar a alguien que haga algo al cabo de unas horas no surtirá efecto, al igual que normas activadas por otros medios (ej, Cada vez que digan tu nombre, salta. El sujeto saltaría al instante si Alice dijera su nombre, pero sólo durante los primeros minutos tras haber recibido la orden).
  

Habilidades:

• Nociones básicas de medicina, (primeros auxilios), cursando medicina en la Universidad de Harvard.
  
• Por irónico que parezca, canto y música (Piano especialmente)
  
• Puede llegar a ser muy persuasiva.
  
• Conocimiento del lenguaje de signos, y mucha facilidad para leer los labios.
  
• Atlética y flexible.
  
• No es mala estudiante, es aplicada.
  
• Tiene buena puntería y sabe disparar armas de fuego aunque no tiene ninguna propia, ni en posesión.
  
• Aunque a su madre le disgusta, le encantan las armas y tiene bastante conocimiento gracias a su padre.
  
• Tiene buen acondicionamiento físico gracias a los entrenamientos con Planaria Glámez.
  
• James Logan le ha ayudado a fortalecerse, a pelear y a defenderse.
  

Debilidades:

• Es inocente e ingenua, por lo que tiende a confiar demasiado deprisa y es fácil mentirle.
  
• Tiene un código de conducta, regido por su propia moral. Romperlo puede tener severas repercusiones en su carácter. (No matar, no robar, no hacer daño sin un motivo real y justificado, etc)
  
• Tiene un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). No le gustan las puertas abiertas, ni cruzar la calle si no es por el paso de peatones, ni pisar la juntura entre baldosas, la comida debe estar ordenada por tipo de producto, y antes de comer separa los alimentos por tamaño y color, etc.
  Tras unos años de terapia Alice había sido capaz de dejar la medicación y llevar una vida normal con sólo unos tics maniáticos vestigios de su enfermedad, (Re-colocarse el cabello constantemente, juguetear con las mangas de su jersey, desatar y re-atar repetidamente los cordones de sus botas). pero si pasa por épocas de estrés y presión vuelve a sufrir ataques de obsesión. En su caso la obsesión se muestra como pensamientos repetitivos y constantes en los que Alice se imagina haciendo daño a la gente que tiene a su alrededor, aunque los métodos y la naturaleza de los mismos sean completamente ilógicos, lo cual le causa estrés y desorden emocional, obligándola a retomar la terapia y los medicamentos.
  
• No le gustan las alturas, aunque no les tiene pánico como tal.
  
• Hay tres cosas que la alteran y le impiden usar su poder con claridad. El primero, es obvio. Los sitios con contaminación acústica que le impidan hacer llegar su voz, el llanto de niños pequeños (les tiene pánico), es incapaz de dar órdenes que puedan herir en modo alguno a niños y adolescentes, haciendo que estos sean relativamente invulnerables a sus poderes.
  
• Tiene mucho miedo a su propio poder. Si lo activa sin querer y altera a alguien a su alrededor de manera inconsciente, puede llegar a sufrir ataques de ansiedad y verdaderos ataques de pánico que activarán su poder sin que ella tenga el control sobre el mismo.
  

Equipo y recursos:

Inicialmente llega a la Mansión X con lo puesto, una mochila con su ropa y sus complementos. Tiene cosas típicas en cualquier joven, reproductor de música, teléfono móbil, ordenador portátil etc.
Dos pistolas que adquirió para su misión en Babilonia. Tiene permiso de armas desde que cumplió los 16 años en Inglaterra.