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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
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Mensajes : 412 Fecha de inscripción : 04/06/2014 Localización : Flora de Gotham Empleo /Ocio : Investigadora y madre a tiempo completo. Humor : Verde
Ficha de Personaje Alias: Poison Ivy Nombre real: Pamela Lillian Isley Universo: DC Universe
Tema: Re: Cowboys VS Alienígenas (Rebecca Logan, Pamela L. Isley, Rocket Racoon). 30 de Marzo de 2018. 5th Noviembre 2016, 17:44
El suspiro de alivio se hizo evidente a través de mis labios. Era la última carta que me quedaba por encima de las feromonas, y esa no quería utilizarla. Ella estaba ahí quieta, inerte y no merecía lo que le estaba pasando. Esos momentos marchitos para mi amiga tenían que pasar pronto o acabaría desquiciada. Por eso sonreí cuando la vi alzarse con la mirada fija de nuevo en su objetivo. Si hay algo que a Rebecca se le da bien es expresarse con su cuerpo. Cuando trabajas con animales tienes que acostumbrarte a ello, todo el adiestramiento con refuerzo positivo se mantiene con estímulos visuales y parecía haber llevado esa costumbre a la vida real. Sus ojos muchas veces expresaban más de lo que nunca podría alcanzar con la voz. Asintió la cabeza mirándome fijamente, y salimos.
Me sorprendió gratamente descubrir que el primero que se preocupaba por el estado de Rebecca era el rubio. De entre todos los seres egoístas que había conocido Fauna estaba poco a poco ascendiendo posiciones. Lo lógico habría sido que estuviese preocupada por Rebecca y no haciendo carantoñas con el amigo de Groot. Ni siquiera estaba ahí la primera para preguntarle en cuanto saliera. Qué descaro… Cuán desagradecidos pueden ser los seres del otro mundo.
Pero mi amiga tenía claro su objetivo. Ella sí sabía cuáles eran las prioridades. La acompañé a prepararse. Observé el rasgo peculiar de su modo de vida. Era Sheriff siempre, y que el resto no viesen que ella era Sheriff hacía que no lo fuese para nadie. Tenía que estar preparada siempre. Le dejé su espacio. Me habría gustado hacerle la trenza, acompañarla en el trayecto, pero estaba convencida de que hacerlo por sí misma la estaba curando por dentro.
Al llegar Rebecca hizo lo propio, dar prioridad a quien había mostrado interés por ti, en este caso Starlord. Sonreí por dentro ante tal gesto y luego vi la mirada de socorro de la metahumana. Pensé para mí sobre ella. Tenía claro cuál había sido su error conmigo, aunque ese no influenciaba el presente en absoluto. Podía juzgarla y pensar sobre sus actos. No podía condenarla por enamorarse de un ser nuevo. Quién soy yo para involucrarme en eso, pensé mientras miraba a Groot fugazmente. Pero sí podía juzgar su actitud infantil ante el estado de Rebecca. Qué desconsiderada había sido… Pero por otro lado no podía dejar de ver a la niña tonta que era. Esa que necesitaba una madre en ese instante. No pude evitar acercarme a ella y apoyar dos dedos en su hombro, buscando no sobresalir de la tela de sus tirantes. -Hablaremos luego. Quédate en el bosque- susurré buscando un tono sólo audible para Fauna. Me incliné y besé su pelo. Había visto así a Rebecca. Conocía de lo que era capaz y sabía que sería inevitable que un tiempo pasase hasta que se templasen las repercusiones de la insensatez de la chiquilla. Pero no voy a permitir más huérfanos en Gotham. Además, Rebecca tenía razón. Era su casa, y el bosque era la mía.
Asentí a Groot, devolviéndole la mirada junto con una disculpa, sintiendo que no debería haber vivido esa situación. Lamentando por dentro de mí el dolor que le provocaba ver así a su amigo. Clavé la mirada detalladamente en el mapache, calculando su peso y su medida. Valeriana y Melissa serían suficientes. Miré a Groot y le conté lo que le estaba preparando, simples calmantes recetados para la ansiedad y el insomnio. Cerré el puño generando un pequeño fruto seco recargado de ambas sustancias y magnesio, de absorción y efecto inmediato. En principio lo hice para que se relajara, era más que evidente que estaba en tensión, pero cuando vi que se acercaba a la puerta detrás de Fauna coloqué hojas pequeñas en torno a toda mi mano izquierda desde el codo, preparándome con fuerza por si intentaba zafar su hombro de mis dedos. -No aprendes nada- dije por lo bajo antes de meterle el fruto en la boca. - No te matará, si no Groot me habría parado. Traga, en ambos sentidos- dije refiriéndome a que apechugase y se quedase con nosotros mientras bloqueaba la puerta con la mano con la que le había dado el fruto.
Una vez dejé claro que no debía marcharse de allí, porque eso solo empeoraría las cosas, miré al rubio con un suspiro y me senté a la mesa, cruzando las piernas bajo ella. - ¿Qué plan tenéis ahora?- Pregunté señalando una botella de agua mineral fresca que descansaba sobre la encimera de la cocina, pidiendo que alguien me la alcanzase con ese gesto. - Supongo que habrá algo así como gruas espaciales. ¿Dónde os quedaréis durante la reparación? ¿Cuánto tardará aproximadamente y dónde partiréis? ¿Tenéis plan de volver a la tierra?. si no calmaba los nervios yo, nadie lo haría. Y sí, quería esa información para verle.
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Ficha de Personaje Alias: Starlord, el legendario forajido. Nombre real: Peter Quill. Universo: Marvel
Tema: Re: Cowboys VS Alienígenas (Rebecca Logan, Pamela L. Isley, Rocket Racoon). 30 de Marzo de 2018. 9th Noviembre 2016, 12:33
Un gesto con la mano fue todo lo que recibí de la vaquera. Inevitablemente pensé en la cantidad de veces que había hecho yo la tontería esa del "háblale a la mano", aunque sabía que no era esa la intención con la que me lo había hecho. Asentí y vi como ambas mujeres subían las escaleras. Me di la vuelta y vi la situación que tenía entre manos. Como líder de aquel grupo me tocaba tragarme estas cosas de vez en cuando. Mis amigos eran mis amigos, eran mi familia, pero al igual que toda familia, hay rencillas y muchos, muchos choques entre nosotros, y cuando a alguien le tocaba dar la cara siempre era a mí. Lo hacía sin problema, aunque muchas veces esa cara recibiese un bofetón al mostrarla. Gamora tal vez fuese la que más desoía mis órdenes o mis peticiones. Era una especie de espíritu libre al que le importaba bien poco si me metía en un lío por una decisión suya. Siempre decía que no tenía que meterme donde no me llamaban, que aquello era tan solo su responsabilidad. Pero yo sabía que en el fondo tenía que hacerlo, por muy cabezota que se pusiese o por muchas veces que apoyase su enorme espada en mi cuello. No podía dejarla de lado...
Al igual que no pensaba dejar de lado a Rocket en aquel momento. Yo no entendía qué demonios estaba pasando. Es decir, sólo se habían dado un beso y habían correteado un poco. Podía entender que la vaquera se enfadase porque la chica dejase sus tareas o algo así, pero de ahí a ponerse tan mala como se había puesto... Joder, no sé, me parecía un poco excesivo. Tenía que haber algo detrás de todo aquello. No podía ser eso todo. Había algo que se me escapaba, de eso no tenía duda alguna. Pero bueno, fuera como fuese estaría ahí para mi amigo.
Al rato bajaron y respondió entonces a mi pregunta, seria, seca, directa, cortante como un cuchillo contra la mantequilla. Me pareció hasta fría su respuesta, como si estuviese perdonándome la vida o algo así. Al menos estaba bien. Y entonces se dirigió a la muchacha... Y joder, yo que creía que frío era la manera en que me había respondido. Fuera de la casa, tal cual. Así, sin más. ¿Pero qué das't le pasaba a esa gente? ¡Si sólo se habían dado un beso! No era como si hubiese cogido los restos de su madre y los hubiese usado para hacer un castillo de arena o algo así. Estaba a punto de replicar y decir que me parecía que tal vez estaba siendo un poco dura cuando sonaron aquellas palabras.
- Esta es MI casa.- Cerré la boca. Tenía razón. Su hogar, sus reglas. No podía negar que me parecía muy excesivo, pero ella era la que ponía las normas allí. Mi labia era legendaria y se me daba bien calmar las situaciones, pero aquella no era una de esas situaciones que puedes calmar con palabras bonitas. Yo nunca había echado a nadie de mi nave ni de los Guardianes por mucho que la liasen porque entendía que la gente de vez en cuando cometía errores, pero das't sea, esta vaquera era dura. La mujer de verde besó la cabeza de la muchacha después de decirle algo totalmente ininteligible, aunque tampoco puse la oreja. Podía ser muchas cosas, pero cotilla no estaba entre ellas. Rocket estaba a punto de estallar, y agradecí que no tuviese ninguna de sus armas gordas a mano. Groot le apoyó, intentando tranquilizarle. Tenía que contar con que él le ayudaría. La mujer le dijo algo también y bloqueó la puerta antes de que este saliese. Le... ¿Dio algo de comer? Miré a Groot y vi que no se movía. No debía ser nada malo entonces, pero me aterró la idea de que Rocket considerase aquel gesto que tampoco entendí mucho como si estuviese alimentando a un animalillo. Eso habría sido demasiado para mi compañero, y no le habría culpado si hubiese volado toda la casa de un plumazo.
Cada minuto que pasaba me daba más cuenta de lo mucho que sobrábamos en aquel lugar, y sólo pensaba en irnos de allí y dejar a esa gente con sus cosas, cosas que habíamos puesto patas arriba con nuestra llegada. La mujer de verde nos preguntó y, tras acercarle la botella que pedía, suspiré, rascándome la nuca.
- A decir verdad no tenemos ningún plan. Este no es nuestro lugar. Nosotros no tenemos un hogar fijo, salvo tal vez una estación en el extremo del universo, pero eso no viene al caso. Sólo estábamos en la Tierra de pasada para asegurarnos de que estaba bien... Y ahora estamos aquí tirados. Tenemos unos amigos que tal vez puedan ayudarnos con lo de nuestra nave. No sé lo que tardarán, y hasta entonces supongo que cogeremos todo lo que puede ser recuperable de la nave y buscaremos algún hotel o lo que sea donde quedarnos a esperar. Sobre si volveremos a la Tierra o no una vez nos vayamos (si es que nos vamos) dependerá de si esta necesita nuestra ayuda o no... Suele necesitarla, así que supongo que sí volveremos.- Supuse que ella lo preguntaba sobre todo por Groot, con quien parecía haber entablado algún tipo de simbiosis o unión o relación o algo que podía asemejarse a amor. No sabía si Groot podría sentir amor como lo sentía yo. No el amor que sientes a un amigo o un familiar, sino el amor romántico hacia otra persona o alien o lo que sea. Quién soy yo para juzgar. Pero tras verles un par de ocasiones supuse que sí sería capaz.- En cualquier caso... Sentimos lo que hemos causado con nuestra aparición. Nuestra intención no era la de poner todo patas arriba. Simplemente estábamos aquí de paso. En cualquier caso creo que es momento de que nos marchemos. Aquí no pintamos nada y deberíamos comenzar a buscar un sitio donde quedarnos. Groot, tú... Puedes quedarte si quieres. Nosotros hablaremos con el cuerpo Nova y te informaremos de lo que sea. Bueno, si os parece bien a ambos, claro está...-
También pensaba decirle a la muchacha que si quería venirse con nosotros podía hacerlo. Me sentía culpable de que la hubiesen echado del rancho, y sabía que Rocket lo agradecería. Se lo diría tranquilamente fuera, sin que la vaquera estuviese de por medio. Lo último que necesitaba era cabrearla más y de un modo u otro sabía que si seguía comportándose de esa manera tan ilógica para mí acabaría por decir algo o Rocket terminaría por volar aquel lugar, y no me apetecía tener que lidiar con ninguna de las dos. Sus razones tendría, pero incluso con esas razones me parecía demasiado.
Mensajes : 495 Fecha de inscripción : 24/05/2014 Localización : ¡Yiha, vaquero, mi hogar esta allí donde tengo mi sombrero! Empleo /Ocio : Criadora de Caballos Humor : ¡Hay una serpiente en mi bota!
Ficha de Personaje Alias: Cowgirl Nombre real: Rebecca Logan Universo: DC Universe
Tema: Re: Cowboys VS Alienígenas (Rebecca Logan, Pamela L. Isley, Rocket Racoon). 30 de Marzo de 2018. 10th Noviembre 2016, 23:13
La manera en que Ivy había encarrilado a la vaquera hacia el medio necesario para calmarse dejaba claro el tipo de relación que se había establecido entre ella meses atrás. Lo que había comenzado como una intervención casual que había salvado la vida a uno de los pobres desgraciados encerrados en Arkham acabó siendo toda una cruzada organizada desde el bosque colindante al rancho para forjar una sociedad sostenible. El sheriff no era idiota, y sabía hasta qué punto un acuerdo comercial podía hacer las delicias de unos terrenos siempre fértiles en los que la hierba crecía por orden, obra y gracia de una mujer capaz de controlarlas. Pero aquello había dejado de ser lo más importante cuando ambas comenzaron a sumirse en el pasado, relatándose mutuamente las experiencias, hasta alcanzar un nivel de confianza que había trascendido la amistad, hasta prácticamente hermanarlas por completo. Recordaba con claridad el día en que ambas habían hablado sobre lo sucedido, sobre la realidad de cómo habían acabado como estaban ahora. Como la confianza que Ivy había depositado en un hombre y sus creencias la había arrebatado su vida, otorgándole una nueva muy distinta, plagada de nuevas compañeras, pero la imposibilidad de sentir el contacto físico nunca mas de la manera mas instintiva y primaria. Obligada a cuidarse de cada contacto, de cada modo en que interactuaba con todo lo que la rodeaba. De como ella le confesó haber apuñalado a su padre en la rodilla, cómo despellejó al hombre que había matado a su madre, cómo arrebató las patas a la criatura que la aplastó bajo sus pies. De la terrible enfermedad de su padre, que era precisamente lo que ahora encaraba a causa del incidente.
El hecho de mantener a Rocket bajo su mismo techo no le suponía un problema, pues era Fauna quien había cometido el crimen terrible por el que debía ser castigada, y que sólo por la intercesión de Hiedra había sido perdonada de la pena capital. De la misma manera que de una forma automática había comprendido que Trenza no tenía culpa de nada de lo que el degenerado de su padre había hecho con ella, de que era una víctima de un abusador y de las circunstancias en las que se había visto envuelta, Rocket disponía también de esa inocencia que le convertía en víctima, y no podía culpar al mapache por lo que había sucedido. No comprendía lo que era, ni tampoco de dónde procedía, y sus costumbres se le escapaban. Así que lo único que podía exigirle era que se comportara acorde a las reglas dentro de su casa mientras los guardianes se quedaran bajo su techo. Pero a Fauna... las repercusiones de lo que había hecho deberían ser valoradas desde la primera a la última, pues a pesar de contar con la defensa de Hiedra, no parecía sustentarse lo suficiente como para no tomar represalias.
Por muy aliado que fuera, la falta estaba hecha, y todo violador de la ley debe recibir su justo castigo. Ahora lo único que quedaba por determinar, era su gravedad, y ese era el punto en el que, por la exposición de Hiedra, su juicio estaba comprometido. La idea de que sus valores pudieran estar tergiversados le repugnaba, pero no tanto como permitir que un malhechor escapara sin pagar su justa deuda.
Se dirigió directa al grifo, y llenó un vaso de agua. Con el primer trago, y las intenciones de tragar, se dio cuenta de que el reflejo de las arcadas no había desaparecido, así que volvió a echar el agua en el fregadero, y escupió la que tenía en la boca como si su intención principal hubiera sido aclararsela, en lugar de beber.
Ivy se encargó de calmar los ánimos, y aunque la situación continuaba siendo tensa, todos parecieron intentar hacer un esfuerzo por normalizarla, empezando por el líder del equipo.
- No creo que os convenga salir en esta ciudad cuando caiga la noche, sobretodo si no la conocéis. Y no os queda tanto, si no disponéis de vehículo. Podéis quedaros aquí esta noche. - mas que un ofrecimiento, la Sheriff parecía haber dispuesto, por su tono de voz, que eso es lo que sucedería. - Disponéis de tres habitaciones en esta planta y hay dos camas supletorias que pueden colocarse. El sofá puede serviros, si no queréis compartir habitación. Groot a Ivy seguro que estarán cómodos en el bosque. - sugirió, mirando a Hiedra bajo aquella sombra oscura que generaba el sombrero sobre sus ojos hinchados por el llanto. -Si os parece aceptable, iniciaré los preparativos. - dijo, con esa serenidad fría. Aún procuraba compensarles aquel incidente mostrándoles hospitalidad, aunque ahora que se había obligado a abandonar su emocionalidad a un lado, la calidez con que les había recibido al principio no era lo más predominante en sus palabras. Ahora, su planteamiento, lejos de hacerles sentir como en casa, planteaba las cosas de un modo práctico y sencillo. Mas utilitario que otra cosa.
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Tema: Re: Cowboys VS Alienígenas (Rebecca Logan, Pamela L. Isley, Rocket Racoon). 30 de Marzo de 2018. 12th Noviembre 2016, 00:10
- ¡¿QUÉ?! ¡¿QUÉ?! ¡GROOFFFFFFFF! - Ya estaba. La gota que colmaba el vaso. Notaba como se me estaban hinchando las venas. Como la presión se me estaba acumulando en la sien y peligraba con estallar. Aquella terrana había cometido el grave error de sobrepasarse conmigo. Por mi cabeza lo primero que se me pasó fue la idea de que aquella terrana me estuviera obligando a comer algo como si fuera una de sus mascotas. El nivel de peligro fue en aumento mientras me tragaba aquella cosa seca. Terminé de tragármela y no veía el momento en que me quitara las manos de encima. Oh cuando lo hiciera. ¡OH, cuando lo hiciera! ¡YO...!
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Yo me sentía relajado de golpe. Fue como un bajón. Como si estuvieras en pleno frenesí en medio de un tiroteo y te dijeran que tenías que parar y volver a casa porque algún idiota se había olvidado de traer más munición y no quedaba. Poco a poco me fuí calmando y volviendo a pensar con algo de raciocinio. Lo cual fue peor. Al menos para mí. Lo malo de calmarte, de volver a tus cabales y de tener el control de nuevo, era que gastabas toda esa energía que se había acumulado en una única tarea: pensar. Y lo malo de pensar es que si no le echas freno, llega un momento donde es contraproducente, y empiezas a cavilar y a darle vueltas a un mismo asunto viéndolo desde perspectivas distintas. Desde puntos de vista distintos donde el blanco ahora es negro y lo que era negro se vuelve gris. Y yo estaba en ese camino. Mientras Quill se disculpaba y la vaquera ponía a nuestra disposición unas camas para dormir, yo tenía mi propio debate interno. Seguía con la traca inicial: el por qué de todo aquello. Tan sólo nos habíamos besado y pasado un buen rato volando de aquí para allá. ¿Tan malo había sido eso? "Mi casa, mis reglas", ¡MIS HUEVOS! ¡No lo entendía! ¿Qué daño había hecho Fauna?... ¿O qué daño le había hecho yo a Fauna? .... ¿Tal vez era ese el problema? ¿Yo había sido el problema? ¿Yo había hecho que echaran de su casa a Fauna?
¿Veis? Ese es el problema de pensar demasiado: llega un punto donde no sabes lo que es verdad de lo que no. Lo que es lógico de lo ilógico y terminas tergiversando lo que en un principio pensabas, lo cual es una auténtica putada. Eso no significaba que no estuviera enfadado, al contrario: seguía estando TREMENDAMENTE enfadado. En mis cabales, tranquilo, pero enfadado e indignado. Si hay una cosa en éste mundo que odio es la falta de camaradería entre iguales. Antes de los Guardianes mi norma principal era "no tener compañeros". Odio cuando alguien que consideras tu compañero decide traicionarte y apuñalarte por la espalda. Siempre es mejor ir por libre, sin nadie que pueda hacerte daño... o al menos "era". Y Fauna... Por cómo hablaba de la vaquera, de su vida en éste rancho... se notaba que sentía respeto y afecto por la vaquera. Como si fueran hermanas de la misma familia.
Si, seguía cabreado...
- Voy a declinar su oferta, señora - le contesté con todo el respeto que pude encontrar en esos momentos: yo seguía en mis trece pero no quería que mis compañeros salieran perjudicados por mi culpa. No otra vez. - Pasaré la noche junto a los restos de la nave. Necesito estar sólo. - Agarré el picaporte con suma tranquilidad y lo giré para poder salir, no sin antes decir - Dejadme sólo..
Realmente quise decir "el que mi siga, que se atienda a los consecuencias"... pero no. Ya había causado suficientes disturbios que se habían comido mis amigos y lo había pagado una inocente. Y de nuevo... ¿había sido culpa mía?
Si ésta vez me dejaban, iría a los restos de la nave. De verdad necesitaba tener un rato para mí y pensar. Si hubiera ido a por Fauna... habría sido una muy mala idea. Para ella y para nosotros.
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diálogo: darkorange
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Tema: Re: Cowboys VS Alienígenas (Rebecca Logan, Pamela L. Isley, Rocket Racoon). 30 de Marzo de 2018. 25th Noviembre 2016, 03:27
Arqueé una ceja, dubitativa. Una estación al otro lado del espacio… ¿Por qué la NASA no informaba sobre nada? Cierto, hay seres como Superman y Powergirl en este mundo, pero dudo mucho que sea lo único que haya y por tanto, hay mucho que el gobierno esconde, incluyéndolos a ellos, y eso no me gusta. Mi creencia no podía alcanzar que a infinitas millas hubiese tecnología y formas de vida capaces de crear algo como una estación y que nuestro planeta en completo retardo no formase parte de ello. Suspiré para mis adentros con un “Humanos…” rondándome los pensamientos.
Luego sonreí ampliamente dejando ver mis encías de un tono verde oscurecido por la concentración de sangre y miré fugazmente a Groot ante esa afirmación. Volvería a verle, quizá más pronto de lo que me esperaba. Quién sabe… El caso es que no sería una única vez… y lo agradecí para mis adentros. No podría vivir sabiendo que existe alguien como él y tener que vivir con la idea de que vive a una distancia inimaginable para cualquier ser del planeta al que yo permanecía enraizada. Giré el rostro hacia Groot con la proposición y empecé a hablar con él dándole la mano. Le propuse dormir entrelazados en la llanura del bosque, podríamos estar en paz y descansar en una completa y perfecta armonía con el planeta y la vida que yacía en la tierra. Él sonrió y me miró con ese brillo tan particular en sus ojos, yo simplemente le asentí. Aunque no se marchaba de mi conciencia la charla que debía tener con Fauna antes de nada, noticia que también comuniqué a mi príncipe. La metahumana había cometido muchos errores pero ese no había sido uno consciente y al fin y al cabo era una cría… Necesitaba el abrazo y la lección de una madre por partes iguales y sólo había una persona capaz de enseñarle algo así.
Luego me percaté de cómo el cuerpo machacado de mi amiga se dirigía al grifo. Había vomitado mucho y si no bebía iba a deshidratarse del todo. Ya era extraño que no le faltase azúcar… Solté con suavidad las ramas de Groot y me acerqué a ella, apoyando la palma de mi mano calmadamente en su espalda, entre sus escápulas y detuve el vaso antes de que fuera colmado. -Espérate…- Fruncí el ceño y le tomé prestado a mi amiga un bol de cristal que guardaba en uno de los armarios de la cocina. Eché una mezcla de estabilizadores estomacales y antieméticos. Alargué la mano y tomé un poco del tarro de miel de mi cosecha particular. Siempre procuro que Becca tenga con qué alegrarse las tostadas por la mañana. Mezclé todos los ingredientes, moliéndolos con una cuchara contra el cristal y lo removí con un poco de miel hasta hacer una pasta - Toma y luego bebe - Le dije, inconscientemente con tono de madre. No podía evitarlo… Lo que acababa de ocurrir, en otro contexto, bien podría ser una disputa entre alumnas de instituto. Una tenía 19 años y la otra debía estar en unos 15. Por mucho que no lo quisieran así, yo debía cuidar de ellas.
Una vez recuperé el puesto junto a Groot, despedí al mapache con una mirada que pocos han visto para luego seguir con vida. Era testarudo, una criatura molesta, irreflexiva, ignorante e irrespetuosa. Si finalmente decidía irse, sabría que al menos estaría tranquilo y dejaría de cometer estupideces. -Yo soy Groot- Sonreí echando un leve soplo de aire por la nariz - Rebecca, Quill y vosotros- dije volteando mi rostro todo lo posible para poder ver al máximo de presentes -Groot y yo nos retiraremos al bosque. Rebecca sabe que es muy seguro, y dudo mucho que si ocurriese cualquier cosa él pasase más desapercibido en otro sitio.- dije refiriéndome a mi acompañante. Él se irguió todo lo alto y potente que era y yo le acompañé despidiéndome de todos, como siempre, desde la distancia. Groot llevó su mano a la piel de mis lumbares desviando pequeñas raíces que empezaban a escalar por mis costillas y yo deslicé mi brazo sobre sus hombros, haciendo lo mismo mientras me levantaba sobre su poderoso brazo, cubriendo sus hombros con hojas de hiedra venenosa.
Cerré la puerta detrás de nosotros con una de las trepadoras del porche, que se estiró para poder tirar del pomo hacia fuera y con el sonido de la cerradura encajando en su ranura dejamos atrás el hogar, la tensión y a nuestros amigos mientras avanzábamos poco a poco a nuestro ecosistema privado. Los árboles se abrieron a nuestro paso con el crujido acorde y se cerraron detrás de nosotros dejando que las brácteas cortasen el acceso con el sonido que produce el viento entre ellas. Paso a paso y con calma me acerqué al punto donde había citado a la metahumana. Me acerqué a ella. Estaba convertido en un gato minúsculo, enroscado en su propio cuerpo, ronroneando por el estrés. Groot me llevaba sobre su brazo y la pequeña fue capaz de saltar para ponerse sobre mis muslos. Deslicé entre sus dientes esa pequeña pieza de precaución para acariciarla sin temor alguno y empecé a deslizar mis dedos corazón y pulgar por la base de sus orejas hacia arriba y abajo con suavidad y calma, como si el tiempo no existiese. -Mi dulce Fauna...No eres consciente de la poca culpa que tienes sobre lo que acaba de ocurrir…- ella me miró, con los ojos húmedos y las orejas casi pegadas al cráneo, tratando de meter la cabeza entre los hombros cada vez más. -Quédate en mi bosque. La resolución del incidente va a llevar varios días y requiere de paciencia. No vas a quedarte sin hogar, no permitiré que haya un sólo huérfano más en Gotham.- afirmé con una firmeza que contrastaba con el espectro maternal que mi cuerpo proyectaba sobre ella, acogiendo su columna en mi torso y rodeándola cubriéndola del frío. -Mañana hablaremos con la mente despejada, todos necesitamos descansar... - Miré cómo los párpados se le cerraban lentamente, había llorado como nunca en su vida. Empecé a susurrar y a ejercitar las caricias cada vez con menos fuerza, con el dulce de siempre había una dosis generosa de calmantes y valeriana. -Te haré tu propio espacio joven Fauna... - dije mientras a nuestro alrededor se formaba una habitación con paredes hechas de raíces y ramas estucadas con hojas gruesas que la mantendrían caliente. Dentro, una cama de hojas de Mimosa que la abrigarían con gusto amoldándose a su cuerpo, una almohada y un cesto con frutas de todo tipo. Ella sabía dónde estaba el lago, no permitiría que le faltase de nada mientras yo estuviese cerca. -Ahora… duerme…- susurré colocándola en la cama, viendo cómo recuperaba su forma antropomórfica y las mimosas se ceñían a ella, abrazándola en su calor.
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Tema: Re: Cowboys VS Alienígenas (Rebecca Logan, Pamela L. Isley, Rocket Racoon). 30 de Marzo de 2018. 1st Diciembre 2016, 21:23
Iba a replicar a la vaquera cuando dijo lo de que no nos convenía salir por la noche en aquella ciudad alegando que en situaciones peores habíamos estado. Además, teniendo a Gamora y a Drax en el mismo equipo los que debían tener miedo eran los que vivían allí. Pero lo pensé dos veces al analizar la forma en la que había dicho aquello. No era una opción per sé, más bien yo habría dicho que era casi una orden. Como cuando Cosmo nos decía que esa noche nos quedábamos en Sapiencial a descansar. Era un punto y final a ese argumento, así que suspiré, asintiendo y agradeciendo de corazón el ofrecimiento. Rocket fue el único que no pareció contento con la decisión, y lo demostró saliendo de la casa y diciendo que necesitaba tiempo para él solo. La puerta sonó al cerrarse en la habitación y me encogí ligeramente de hombros.
- Por favor, no se lo tengáis en cuenta. En el fondo es un buen amigo... Uno de los mejores que he tenido, y todo esto del cambio y la locura por la que hemos pasado le ha afectado enormemente. Simplemente está perdido y frustrado... Un poco como todos.- En cuanto colocásemos la casa y las camas iría a hablar un rato con él a la luz de las estrellas. No sería ni la primera ni la última vez que haríamos eso. Tener una charla de colegas cuando la mierda parecía llegarnos hasta las cejas. Sabía que necesitaba un rato para él, y todos lo respetamos. Puede que otra cosa no, pero cuando alguno quería tener un rato a solas lo respetábamos, fuera quien fuese. Eso era algo que agradecía a mis compañeros, sobre todo porque a veces no les soportaba y necesitaba desconectar un par de días de todo.
Es curioso, pero me enterneció la sonrisa que se dibujó en la cara de Hiedra cuando dije lo de que estaríamos por Terra de vez en cuando. Ver a Groot con alguien era... Era raro, no lo puedo negar. De todos nosotros era el único que no había tenido un romance o un amor o algo... Hasta Drax había estado casado antes de convertirse en el Destructor... Y yo conocía a su hija y bueno, no hacía falta ser una lumbrera para ver que, en efecto, era su hija. Gamora había tenido romances con tías y tíos. Yo creo que como era raro que alguien le gustase cuando lo hacía le importaba bien poco quién era. Incluso había visto a Rocket con un par de chicas acompañándole. Pero no Groot. Nada de nada. Y ahora veía aquella relación o lo que fuese que tuviese mi amigo de madera... Y era raro pero guay al mismo tiempo. Me alegraba por ambos, sobre todo por él. No conocía lo suficiente a Hiedra como para saber si eso era normal en ella o no, pero en cualquier caso aprobaba aquella relación... Y la vaquera parecía que también, así que todos salíamos ganando.
Di una enérgica palmada y sonreí.
- Está bien, nos quedamos. Pero al menos explícanos un poco las normas y demás y deja que te echemos una mano.- La vaquera se dirigió al grifo para beber agua supuse, y entonces la mujer de verde se acercó a ella. Cogió un cuenco y comenzó a mezclar algo, preparándolo con cuidado. Fruncí ligeramente el ceño sin dejar de prestar atención. Aquella mujer debía tener poderes de algún tipo porque había preparado varios mejunjes a lo largo de la tarde. Quizá fuese una curandera o algo así... ¿Sabría hacer algo con lo que calmar a Gamora o Drax? Lo mismo hasta le pedía una medicina o un jarabe para cuando se les fuese de las manos. Reí para mis adentros ante ese pensamiento. Se despidieron en cuanto acabó con aquello y nosotros les deseamos buenas noches. Ay que ver, menuda cara de felicidad que llevan. Qué envidia sana que me dan. Me volví entonces a la vaquera.- Tú mandas jefa.-
- Yo dormiré en un cuarto sola.- Como en la nave. Cada uno teníamos nuestro cuarto así que asentí. Drax más de lo mismo. Ahora era cuestión de dónde nos colocaría la vaquera. Yo seguramente pediría el sofá o una habitación cercana a la puerta para salir luego a hablar con mi compañero y ver qué tal se encontraba.
Mensajes : 495 Fecha de inscripción : 24/05/2014 Localización : ¡Yiha, vaquero, mi hogar esta allí donde tengo mi sombrero! Empleo /Ocio : Criadora de Caballos Humor : ¡Hay una serpiente en mi bota!
Ficha de Personaje Alias: Cowgirl Nombre real: Rebecca Logan Universo: DC Universe
Tema: Re: Cowboys VS Alienígenas (Rebecca Logan, Pamela L. Isley, Rocket Racoon). 30 de Marzo de 2018. 22nd Mayo 2017, 18:35
Es posible que Pamela Lilian Isley se hubiera acercado mas a la vaquera hasta la fecha que ninguna otra persona sobre la tierra. Ni sus padres, ni sus amigos, ni sus trabajadores. En apenas unas semanas, se había vuelto una parte vital de todo su ecosistema, y eso comprendía hasta la última faceta de la vida de la Sheriff. Pamela era la primera persona que conocía el incidente que le había cambiado la vida de la única mano fidedigna que podía narrarlo. La suya. Era la única a la que habría permitido entrar en su casa sin permiso, precisamente porque siempre lo había pedido, cuando le dejó claro que era requisito indispensable. Había depositado en ella una confianza que había trascendido y ahora era tan esencial para ella cuidarla que no le cabía en la cabeza que estuviera relegando tanto. No había dejado el vaso todavía sobre la pila, cuando su compañera clorofílica ya había cogido un bol del estante, y mezclado varios componentes para preparar uno de sus remedios caseros. La miel lo hizo mas apetecible, aunque el sabor en si no era malo. Hiedra Venenosa, la ecoterrorista mas buscada de Gotham, la villana, la asesina, podría darle cualquier mejunje sin explicación, y la Sheriff, sin cuestionarlo, se lo comería, como estaba a punto de demostrar en ese momento. Hasta ese punto resultaba de trascendente su relación, para la Sheriff.
Comió una buena cucharada. La mezcla impidió que la vomitara, cayó en su estomago como una losa de cemento, calmando la terrible sensación de dolor y agujetas, y también tranquilizó la náusea. Tal y como le había indicado su amiga, tomó medio vaso de agua, y cuando notó que se quedaba por fin dentro de su estómago, respiró profundamente y suspiró, aliviada.
El mapache abandonó la casa, cosa que de algún modo la hizo sentir mas tranquila. Sin ninguno de los dos motivos de crispación en el interior, podría intentar reorganizar algo mejor sus pensamientos. Aunque tras lo que había vivido, no se encontraba con fuerzas mas allá de reconducir todo de la manera mas práctica y desear poder dormir, para darse un descanso de todo. Y todos.
- Manos a la obra entonces. - asintió, mientras contemplaba a su amiga salir enraizada a la criatura que había convertido a Hiedra Venenosa en la mayor de las Mimosas. Quiso pensar que al menos, de todo el horror que había sucedido, también había algo de bueno. Pero Hiedra, y todo lo relacionado con ella, siempre era así. Hasta en el paraje más inhóspito conseguía hacer crecer brotes verdes. Cuando ambos desaparecieron a través de la puerta, sólo quedaron Gamora, Drax y Quill. El ambiente aún continuaba algo turbado. - Las normas son sencillas. Nadie entra en esta casa sin permiso. Yo me despierto al alba, pero sois mis invitados, así que podéis descansar y comer cuanto queráis. No entréis al silo, a las caballerizas ni a los establos sin compañía o permiso. No asustéis o hagáis daño a los animales. Si lo hacéis os las veréis conmigo. - advirtió, dejando claro que iba muy en serio. - Eso es todo. - finalizó, antes de poner a todo el mundo en marcha, asignando a cada uno una habitación, y preparando las camas.
Les explicó donde estaba todo, y luego, les preparó una cena deliciosa de pollo cajún especiado, arroz, patatas asadas y ensalada de col. De postre, tomaron pastel de cereza. Ella no comió nada, mas que la pasta que Ivy había preparado. El olor de la comida le dio nauseas, pero no volvió a vomitar. Después de recoger la mesa, tras la cena, dejó que Peter secara los platos, y ofreció su mueblebar a los presentes.
- Si vais a gastar el Whisky bueno, hacedlo en condiciones. Si alguno de vosotros le echa refresco o sifón, le pegaré un tiro en el culo. - dijo, retomando algo de la jovialidad que había conseguido mientras sucedía la cena, ahora algo mas animada. - Descansad, forasteros del espacio. - se despidió, subiendo las escaleras y cerrando la puerta tras de si, dispuesta a arrojarse en la cama y dejar que el sueño aliviara sus preocupaciones...
Pero el sueño nunca llegó. Durante la primera hora, trató de encontrar la postura, sin éxito. Durante las siguientes dos horas solo trató de descansar los ojos, pero el estómago volvía a producirle molestias. Cada vez que creía que por fin iba a dormir, la imagen la golpeaba de nuevo, haciéndola despertar como si se tratara de una pesadilla. Ni siquiera fue capaz de acceder al duermevela. Así, frustrada y agotada, bajó las escaleras vestida con la camisa, el chaleco y las botas, pero sin el pantalón. Abrió la nevera en silencio, y agarró el bote de pasta que le había preparado Ivy, a la que añadió un chorro de sirope calmante, que había utilizado en otras ocasiones como adormecedor o ligero anestésico. Le había sido muy útil aliviando el dolor de las heridas, así que ¿Porqué no hacer uso de él ahora? Se desplomó en el sofá con el bol sobre las piernas, y una botella de agua de mineralización débil, que solía guardar para su amiga. Comenzó a comer despacio, a cucharadas pequeñas. Fauna estaría por ahí. Quizá con el mapache. Sólo pensarlo de nuevo le hizo dar una arcada, pero no vomitó. Trató de despejar todo eso de su mente. Se levantó, dejando el cuenco en la mesa baja, y retiró la rejilla. Apiló unos cuantos troncos y dio paso al gas, encendiendo la chimenea. Volvió a su sitio, y sus ojos se fijaron en las llamas crepitantes, que poco a poco se estabilizaban, haciendo arder los troncos con un ruido hogareño, y algún que otro chasquido. El fuego tenía algo de hipnótico. Ayudaba a poner la mente en blanco.
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140Star-Lord
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Ficha de Personaje Alias: Starlord, el legendario forajido. Nombre real: Peter Quill. Universo: Marvel
Tema: Re: Cowboys VS Alienígenas (Rebecca Logan, Pamela L. Isley, Rocket Racoon). 30 de Marzo de 2018. 14th Junio 2017, 22:20
Órdenes claras y sencillas, como las que yo solía dar en el grupo. Mejor, así sería más complicado incumplirlas. Una vez Rocket hubo abandonado la casa y la joven nos dijese lo que podíamos hacer y lo que no, nos preparó una deliciosa cena y después anunció que subiría a su cuarto a dormir. Podíamos beber pero con clase, aunque a decir verdad yo no estaba como para andar bebiéndome el alcohol ajeno, y no creía que ninguno de mis compañeros hiciese lo propio tampoco. Nos quedamos los tres solos mientras ella subía las escaleras y yo me acerqué a la pila a limpiar los platos. Gamora seguía sentada en la silla donde habíamos cenado y Drax permanecía a su lado. El silencio era total, y como ya me incomodaba un poco (sobre todo sabiendo que la mirada de mi compañera estaba clavada en mi nuca), me volví, encontrándome con aquellos penetrantes ojos.
- ¿Qué?- Dije frunciendo el ceño.
- ¿Cómo que "qué"? Estamos tirados en la Tierra, Peter. ¿O es que no te has dado cuenta?-
- Obviamente me he dado cuenta. Te recuerdo que es mi nave la que ha acabado hecha un montón de chatarra.- No negaré que me dolía pensar que esa nave que nos había acompañado en tantas misiones estuviese hecha polvo entre todos los árboles del bosque que rodeaba aquella casa. Suspiré. Sabía a qué se refería Gamora. Ella quería saber qué íbamos a hacer, cuál era nuestro siguiente paso. Estábamos muy lejos de nuestro... ¿Hogar? En realidad no teníamos hogar. Vagábamos por la galaxia y cualquier sitio podía ser nuestro hogar. Siendo muy cursi, nuestro hogar éramos nosotros mismos, los propios Guardianes. Nos llevábamos a matar la mayor parte del tiempo, y cualquiera habría pensado que estábamos locos, pero cuando estábamos juntos éramos algo más que amigos: éramos una familia, y la familia cuida unos de los otros. Por eso se nos daba tan bien a pesar de ser tan distintos.- Podemos... Pedir ayuda al cuerpo Nova. Nos deben un par de favores.-
Ella resopló y negó con la cabeza, descruzando las piernas y levantándose. Se acercó hasta mí, apoyándose de espaldas a la pila para poder mirarme a la cara. Se cruzó de brazos y suspiró.
- Más que vale hacer buen uso de esa boquita de oro de la que tanto presumes. Quiero salir de este planeta cuanto antes, y sé que no soy el único. A Rocket tampoco le hace especial gracia. Aguantaremos por ti lo que haga falta, pero no abuses de nuestra confianza...-
- Sí, mamá.- Ella resopló y abandonó la sala, seguida por Drax, que se secó las manos con un paño y lo dejó cerca de mí. Les desee dulces sueños y me quedé allí limpiando los platos. Cuando por fin terminé me dirigí al cuarto que se me había asignado. Me quité la chaqueta, quedándome en camiseta. Mucho más cómodo. Me dejé caer sobre la cama y saqué mi walkman para escuchar algo de música y desconectar. Del otro bolsillo saqué una Game Boy que conseguí en un puesto en la estación Sapiencial y me puse a jugar al tetris. Pulsé el botón del play y me abstraje un rato. No duró demasiado. Al cabo de unos quince minutos me había quedado sin pilas y puse los ojos en blanco con un resoplido. Me quedé allí, mirando al techo, pensando en todo lo que había pasado, y ahora que el mundo parecía haberse parado un momento permitiéndome pensar con calma, sentí una presión en el pecho. ¿Qué haces, Peter? La había vuelto a cagar, metiéndonos a todos en un lío de mucho cuidado. El cuerpo Nova me iba a mandar a la mierda por todo aquello. Otra nave... Ya de paso podía pedirles un aumento o algo así... Di un golpe con el pie al colchón, fruto de la frustración. A ver cómo convencía al grupo de que todo se arreglaría.
Me quedé allí dando vueltas un buen rato, sin conseguir pegar ojo. Estaba cansado, pero al mismo tiempo la culpa y la sensación de estar en un sitio que no me correspondía me mantenían despierto. Probé a cambiar de postura, a abrir la ventana, a encender y apagar la luz... Nada. Me tapé la cara con ambas manos, ahogando un grito que sonó como un bufido. Me levanté, quedándome sentado en el lateral de la cama. Me quité los cascos del cuello con más fuerza de la que me habría gustado y dejé el reproductor sobre la mesilla de noche. Mis manos recorrieron mi pelo desde la frente hasta la nuca y conté hasta diez. Entonces comenzó otro ritual, el de andar alrededor del cuarto teniendo esta conversación en mi cabeza. La madera crujía levemente bajo mis pies y al cabo de cuatro o cinco vueltas comencé a intentar memorizar qué tablones eran los que crujían. Después de diez minutos sabía de sobra cuáles eran e intentaba evitarlos para no molestar a los demás. Me asomé por la ventana, sacando la mitad del cuerpo a través de ella. Ni rastro de Rocket desde allí. El cielo estaba despejado y se veían todas las estrellas perfectamente. Me volví a sentar en la cama. Me puse el Walkman y aguanté treinta segundos antes de volver a quitármelo. Necesitaba algo y no sabía que era, así que, tras pensarlo un rato, salí del cuarto.
Para mi sorpresa había un par de luces encendidas. Qué raro. Creía que las había apagado antes de irme a la cama. Me acerqué a apagarla y me percaté de que había alguien en el sofá con el fuego encendido. Me incliné para ver quién era. Rebecca. Estaba ahí mirando las llamas completamente ensimismada en ellas, seguramente ajena a que yo me encontraba a escasos metros de ella. La miré unos segundos, sintiendo lástima por ella. Habíamos llegado arrasando y le habíamos causado algún tipo de trauma o problema o vete tú a saber qué. Ahora que todo estaba tranquilo me di cuenta de que era bastante mona. Tenía los cabellos rubios como el trigo y los ojos de un azul claro que parecían piedras preciosas. Era curioso. Cualquiera que nos hubiese visto habría pensado que éramos hermanos o algo así. Me acerqué a ella y me aclaré la garganta para avisar de que no estaba sola.
- Tú tampoco puedes dormir, ¿eh? Te... ¿Importa si me uno? A lo mejor te ayudo a encontrar lo que buscas.- Dije en un tono bromista alegando que la razón por la que miraba al fuego con esa intensidad era que intentaba descifrar algo de él. Me senté en el otro extremo del sofá, apoyándome sobre mis muslos con los codos y mirando al fuego. Los ojos me traicionaron cuando me di cuenta de que no llevaba pantalones, perdiendo la vista en aquellas largas y suaves piernas. Bueno, supuse que eran suaves. Al menos lo parecían con los brillos de las llamas. Agité ligeramente la cabeza y volví la vista al fuego, mirándola de vez en cuando de reojo. Si las cosas no hubiesen estado tan tensas lo mismo me habría lanzado un poco a tantear la situación y ver qué surgía... Pero no me parecía el momento.- Oye... Quería pedirte perdón por todo... Es... Siento que hayáis tenido que sufrir esto... Sobre todo tú... No pretendíamos causar problemas ni nada... Y gracias... Por todo. Por la cena y por darnos un lugar donde pasar la noche... Es... Es de agradecer, ¿sabes? Normalmente no estamos acostumbrados a esta clase de cosas y bueno... Gracias... Esta casa es preciosa... ¿Es tuya?-