Ruta 666 (Johny Blaze). 2 de Mayo de 2018. Arizona.

2 de Mayo de 2018.
20:35 de la tarde.
Ruta 66, Arizona.
Bar "In the fear of nowhere".

El rojo sol había abandonado el cielo hacía poco. Las estrellas inundaban el cielo, mostrando miles de constelaciones diferenciables incluso para los que no tenían ni idea de astronomía. Las conocidas montañas cilíndricas del más famoso desierto americano recortaban el horizonte, dándole una imagen de película western. Si uno se concentraba, era capaz de escuchar algún relincho de caballo, el sonido de unas espuelas al caminar, y la típica guitarra eléctrica muy distorsionada cantando el inicio de un duelo a muerte. La oscuridad era total, iluminada por una luna creciente aún demasiado nueva como para distinguir el camino del campo. Tres pequeñas luces brillaron en medio de la noche. Dos amarillas y una roja. Esta estaba situada bajo las otras dos. Se iluminó un poco más y volvió a recobrar su tenue rojizo. Una nube de humo abandonó los labios de Hellboy, quien observaba con calma un roído bar de carretera. El "In the fear of nowhere". "En el temor de la nada". Sin embargo, parte del neón que lo rezaba estaba fundido, quedando el mensaje tal que así: "In ___ Fe_r __ No____". No sabía si era una casualidad del destino o que lo habían hecho a posta. La W titilaba, traduciéndolo a "El infierno ahora". El demonio soltó una risa sarcástica. Llevaba tiempo siguiendo a Johny. Era escurridizo, muy escurridizo, así como rápido como nadie. Era capaz de recorrer el país de un extremo a otro en cuestión de horas. Apuró su cigarro y, tras una última calada y apagarlo en la arena, se encaminó hacia el bar. Varias "chopper" y "harleys" llenas de llamas, calaveras y símbolos satánicos invadían la entrada. De coches lo único que había era un antiguo cadillac, decolorado por el sol y la arena. Un tipo enorme, con una barriga tan grande como un tonel vigilaba la puerta. Llevaba unas gafas de sol y un palillo salía de su boca. Varias "medallas" cubrían su camiseta sin mangas, y una chaqueta convertida en chaleco de cuero negro cubría parte de ella. Una melena tan larga como su barba caía por su espalda. Descansaba apoyado contra una pequeña barra de madera.
Cuando Hellboy se acercó a él, este se bajó las gafas y el palillo calló de sus dientes.


- ¿Pero qué cojones...? ¿Qué coño eres tú?- Estaba claro que sabía lo que era Hellboy, pero la sorpresa de encontrarte con un demonio siempre es grande, y más aún cuando haces culto de ellos. Sin embargo, cuando por fin te encuentras con una entidad infernal, la gente no solía alegrarse tanto como aparentemente hacían ver. De hecho, la mayoría creía que el culto a Satanás no era más que una especie de moda, como un código entre los moteros, sin llegar a creer en él del todo.

- ¿Sabes que las gafas son para llevarlas durante el día? La gente que se las pone de noche no hacen sino mostrar lo estúpidos y paletos que son.- El demonio pudo escuchar la música rock salir del interior del local. El tipo no supo como reaccionar, si intentar pegar a Hellboy por el insulto o cagarse encima por ver un demonio de más de dos metros ante él, aparecido de la nada.- Como veo que te has quedado un poco en blanco voy a explicarte qué vamos a hacer. Tú me vas a dejar pasar y así no tengo que entrar a la fuerza. ¿Qué me dices?

- ¡Lárgate de aquí hijo de la gran puta! ¿Quién cojones te crees que eres? ¡Vete cabrón!- Y sacó una pequeña cruz de su bolsillo, estirándola hacia Rojo, con la mano temblorosa. El demonio resopló y negó con la cabeza.

- Verás, estamos en el mismo equipo. Yo soy de los buenos. ¿Ves? De los buenos.- Estas últimas palabras las dijo lentamente, como quien le está explicando algo a un niño pequeño. Acto seguido estiró el brazo izquierdo, levantándolo hasta la altura del tipo de la puerta. Atado en la muñeca llevaba el rosario que su padre, el profesor Broom llevaba siempre encima hasta el día de su muerte. El hombre miró el rosario y luego a Hellboy, confuso y aparentemente asustado. Rojo se llevó la mano izquierda a los ojos y murmuró por lo bajo, maldiciendo el tiempo tan valioso que le hacían perder siempre.- Mira tío, ahí dentro hay un tío con el que quiero hablar, ¿lo pillas? No es muy difícil. Así que aparta. Paso de movidas, pero si me intentas joder tendré que darte una tunda. ¿Lo has entendido?

Y rodeó al tipo, el cual aún no sabía muy bien qué hacer. Entró en el local y la música de este llenó sus oídos. No solo la que salía de los altavoces colocados en las paredes, sino el choque de unas bolas de billar entre ellas, la charla que mantenían algunos tipos entre ellos, la puerta crujiendo al abrirse... Y le invadieron olores como el de la cerveza, el humo del tabaco y la orina. Desde luego aquello era lo que vulgarmente se conocía como "antro de mala muerte". Todos los presentes se giraron al verle entrar, y se hizo un silencio sepulcral. Lo único que sonaba de fondo era a Axel Rose cantando. En parte lo entendía. Después de todo, la gente no está acostumbrada a ver como un demonio de más de dos metros se planta en el bar al que vas todas las semanas a echarte tu partida de dardos o a beberte una cerveza bien fría como un cliente más. Hellboy miró a los presentes, buscando a Johny.

- Muy bien caballeros, y señoritas. Hay dos formas de hacer esto. Podemos tranquilizarnos y seguir cada uno a nuestras cosas o podemos comenzar una pelea de bar que acabará con más de uno en el hospital. Yo soy partidario de la primera, lógicamente, ya que no seré yo el que acabe en una ambulancia metido, pero la decisión os la dejo a vosotros. Sólo he venido a buscar al famoso motorista Johny Blaze. ¿Alguno de vosotros sabe quién es?- Y esperó a ver la reacción de su público. No le gustaba pegarse con gente. De hecho, lo detestaba. Era mucho más fuerte y resistente que ellos y sólo debía enfrentarse a los demonios o criaturas sobrenaturales que habitaban el mundo. Pero tampoco era idiota. Si todos aquellos tipos se le echaban encima no iba a quedarse de brazos cruzados lógicamente. "Espero que Johny salga. No me gustaría tener que sacarle de aquí a puñetazos".

OCC:

"In the fear of nowhere". Un antro mal mantenido y alejado de la mano de la luz en medio de la nada misma. No es el tipo de lugar que alguien como yo acostumbra frecuentar, pero tengo mis razones. Para empezar una de ellas es mi "amistad", si así se le podía llamar, con la gerente del local, Rosi, quien básicamente es un estereotipo de la clásica sureña rubia que se maquilla en exceso para aparentar ser mas joven sin mucho éxito, que enfatiza las palabras con "L" y cuyo acento parece producto de una obstrucción nasal. Comencé a ir a ese lugar al poco tiempo después de adquirir la maldición del Ghost Rider; es el lugar ideal para que los condenados descansen un poco. Obtuve cervezas gratis de por vida en ese local después de que le salve la vida a su dueña de un grupo de sectarios satanistas que planeaban sacrificarla en un ritual profano. Desde luego, los tragos sin pagar no eran la única razón por la cual entraba ahí a beber. Últimamente, desde que comencé a hacer mis espectáculos de motociclista en este universo he ido adquiriendo cierta fama a tal grado que ahora no puedo ni hacer tres cuadras sin que alguien me pida un autógrafo, me de su numero o me hable de lo genial que soy. El tipo de personas que van a lugares como "In the fear of nowhere" tienen demasiados problemas como para darle importancia a con quien comparten espacio; eso o simplemente están ocupados jugando billar, muy ebrios o drogados como para prestarme atención. Ademas, tenia un pequeño trato con Rosi: cada vez que me toca hacer un salto el televisor de su bar se "descompone".

Soy consciente de que muchos tipos como yo prefieren ir por ahí luciéndose lo mas posible, haciendo saber a todos que están en su presencia, acostándose todas las noches con sus mas sexys admiradoras y, en general, exponiéndose a mas no poder. Pero esas mismas personas no tienen que cuidarse todas las noches de no transformarse en un esqueleto llameante durante el sexo, o que de golpe aparezca u grupo de demonios salvajes con ganas de asesinar a todos sus conocidos. Por no mencionar que, entre la fama cada vez mayor que comenzaba a romperme seriamente las pelotas, los eventos de caridad para celebridades con dinero a los que asistía para fingir que tenia vida social y mis salidas nocturnas como motorista fantasma, sumado a los horarios de las giras de Johnny Blaze y mis "trabajitos de héroe" que surgían a cada rato apenas tengo tiempo de sentarme a tomar un simple trago. No hay literalmente nada que agradezca mas después de una semana difícil que el poder ir a un bar y tomarme unas cuantas cervezas para olvidarme de mis problemas. En serio, seria capaz de tomarme una cerveza con sabor a orina de marsupial, aunque afortunadamente ese no era mi caso actual, siempre y cuando estuviera fría y pudiese ingerirla en un local tan oscuro como par que nadie pudiera venir a fastidiarme hasta que saliera.

Desafortunadamente ese no seria el caso aquel día, o al menos eso me pareció. Creí que eso no pasaría, creí que nadie seria tan idiota o tan brillante como para ingresar a aquel bar buscándome. La pobre Rosi llevaba todo el día llamando a los imbéciles electricistas para que arreglaran su letrero de neón. Las letras se habían alterado por los cortes de luz y en ocasiones parecía que decía "El infierno ahora". Muchos demonios pueden interpretar eso como una señal de que son bienvenidos a entre y codearse con sus iguales; parecerá una estupidez o incluso infantil pero la cruda verdad es que los demonios y ángeles llevan siglos reuniéndose en ese tipo de lugares, alterando ligeramente los carteles de entrada de forma que paresa que es una "casualidad" cuando en realidad todo es parte de un protocolo de seguridad estricto y si tienes la mala suerte de colarte en esos lados sin invitación te mueres.

Esa idea se me había cruzado por la mente un par de veces, la posibilidad de que una pandilla de demonios malinterpretara todo y fuera al bar buscando problemas. Todo comenzó cuando escuche una conversación a las afueras del bar; no tengo muy buen oído pero los gritos del grandullón que cuidaba la entrada se escuchaban desde adentro sin dificultad. Eso era una buena señal, si el tipo seguía vivo entonces quien fuera que estaba allí parado no tenia intenciones de matar, o quizás solo estaba esperando a entrar y liquidar a alguien en especifico, probablemente yo. Sin embargo su entrada me dio una opinión mixta, muy contraria a lo que en realidad esperaba. Para empezar no iba disfrazado como un humano; la mayoría de ellos se transforman en humanos aun estando dentro del bar lo cual me indico que, o él no podía hacerlo o no tenia reparo en mostrar su verdadera forma. Otra cosa que me llamo la atención fueron sus ropas, el simple hecho de ver a un demonio expuesto y vestido no era algo muy común en mi linea de trabajo; creo que incluso estaba armado, lo cual solo haría el caso mas extraño dado que los demonios no usan armas por lo general. Pero lo mas llamativo de ese ser, ademas de su piel roja y su imponente estatura eran sus cuernos, o mejor dicho la ausencia de ellos. Estaban perfectamente lijados y cortados, casi como si hubiera rechazado su propia herencia demoníaca; quiero decir, de por si el perder ambos cuernos en una batalla es algo casi imposible, pero la forma en la cual los tenia lijados de una forma perfectamente redonda no podía ser sino debido al trabajo manual. También cabía destacar su mano de piedra, pero ya he visto muchos como él portar garras y tentáculos así que una mano de piedra no me sorprendía.

Desde luego, el gigantón entro preguntando por mi; clásica suerte Blaze. Las opciones eran dos, muy simples: o Johnny sale, o muchos sufren, al menos este iba directo al grano y podríamos acabar eso rápido; pero solo después de que me acabara mi cerveza, de todo modos no esperaba que nadie ahí fuese tan idiota como para enfrentarse al demonio. Recién entonces me percate de algo que me sorprendió aun mas que el aspecto de mi nuevo visitante: no sentía maldad en él. Quiero decir, como Ghost Rider puedo saber a la perfección cuando estoy en presencia de demonios y detectar su maldad, pero en este caso solo pude detectar al demonio pero no a su maldad; en términos simples es casi como si fuera un chico bueno...pero eso no podía ser...¿O si? Quiero decir, yo, Danny todos los GR hemos sido demonios y aun así ayudamos a los buenos. El propio hijo de Satanás, Daimon Hellstrom, me ha ayudado en mas de una ocasión al igual que su novia Jaine Culler, una mujer-demonio medio loca pero muy sexy y con un arma mágica ¿Que impedía que este tipo fuese un "gigante amigable"

Entonces una voz me despertó de mi tren del pensamiento. Era Rosi; la desgraciada me delato. Me golpee ligeramente la cara con mi mano derecha mientras bajaba la frente en señal de derrota para luego dedicarle una mirada de muerte a la mujer "¿Así es como me pagas por salvar tu viejo culo eh?". Estaba bastante molesto por eso, tanto que comencé a calentar, sin notarlo, el vaso de cerveza que tenia en la mano izquierda; a los pocos segundos literalmente podía escucharse el sonido del liquido hirviendo mientras la superficie se llenaba de burbujas. Sabiendo que no quedaba de otra, me gire hacia el demonio.- ¿Se puede saber quien me anda buscando esta vez?- en mi voz se notaba un claro tono de fastidio; luchar con demonios es divertido y todo pero ya me estaba hartando que a cada rato viene alguien a buscarme. Si no era un ángel pidiéndome que salve el Cielo de nuevo era un demonio que pedía a gritos un golpe en la cara.

Mire de pies a cabeza al demonio una vez mas; de nuevo, no podía sentir la maldad que acostumbraban los de su tipo.- Si no supiera que es imposible diría que el propio hijo de Satanás.- Había intercambiado golpes con el buen Lucifer y a decir verdad este tipo se le parece bastante, de hecho considerando su forma demoníaca hasta se parece mas al señor de la oscuridad que su propio hijo Daimon. -Oye si no te molesta ¿Podrías esperar un momento?.- Me voltee hacia Rosi, cambiando el tono de voz y le susurre-. Trae un par de botellas de cerveza, ahora.- Y la mujer de inmediato se puso a buscar.- Estoy a la mitad de algo de extrema importancia.- De nuevo, me voltee hacia Rosi, quien estaba sacando los vasos.- Deja las botellas.- Y una vez hacia el demonio.- Pero si quieres puedes venir aquí, tomarte una cerveza por cuenta de la casa y después charlaremos de lo que sea que quieres.- Sabia que Rosi no era tan estúpida como para decirle "No" a ese demonio, y menos a mi después de como me había mandado al frente; ya charlaríamos al respecto. .- Ahora, si tienes mejor cerveza contigo y esta fría, soy todo oídos.- En serio, me habían ya me habían estropeado mi tiempo de descanso y aunque no lo denotara me estaba haciendo enojar. Solo quiero tomar una puta cerveza en paz ¿Es mucho pedir?

off: por el momento decidi que no hay demonios en ese lugar ademas de ti. Por cierto, ¿Viene Abe o alguien mas o sol oestas vos?

La gente de allí dentro mantuvo la compostura, sin mover nadie ni un dedo. El demonio resopló. Al final tendría que sacarles la información por la fuerza, y eso no le gustaba. Pero entonces un tipo se giró, con la mirada seria y un tono que denotaba molestia. Ahí estaba. El famoso Johny Blaze. Hellboy se acercó a él mostrándole una sonrisa.

- Bueno, ya sabes lo que se dice, que la familia no la puedes escoger. Puedes llamarme Hellboy si así lo deseas. Y tranquilo, no tengo prisa en absoluto. De hecho, agradecería una cerveza fría para tratar el tema que he venido a discutir contigo. Estoy cansado de tener que pelearme con cualquiera que se me cruza en el camino.- Se sentó junto al rubio y cogió con cuidado la cerveza con la mano izquierda. Si lo hubiese intentado con la derecha seguramente habría roto el frágil vaso. Dio un trago que le supo a gloria y suspiró. Miró al resto del bar, los cuales no dejaban de mirar con curiosidad y miedo la mesa donde se encontraban los dos extraños seres tomando una cerveza como si nada raro sucediese. Los amarillos ojos del demonio observaron el lugar lentamente. Si les atacaban allí lo más seguro es que acabase reducido a cenizas. Era en su mayoría madera vieja y roída, y el polvo se agolpaba en todas las esquinas y vigas que lo recorrían de un lado a otro. Se volvió después de un rápido vistazo al hombre con el que tomaba la cerveza. Parecía cansado, cansado de no poder descansar en condiciones. Hellboy sabía lo que era el Espíritu de Venganza. Un ente que vivía en el interior de alguien y que lo convertía en un ser capaz de mandar de vuelta a los demonios y monstruos que abandonaban el averno, pero a un precio enorme. Cada noche debía obedecerlo, luchar contra su propia voluntad, sentir cómo el alma se te quemaba cada segundo que este ser vivía en ti... Nadie, por malvado que fuese, merecía semejante dolor y tortura. Sin embargo, admiraba como habían intentado luchar contra él para ser más útiles al mundo, luchando incluso contra aquellos que querían convertirlo en su esclavo particular.

La espuma estaba hasta arriba cuando comenzó a hablar.

- Veo que tú no me recuedas... Seguramente seas de otra dimensión distinta a en la que yo te conocí. El famoso Johny Blaze, también conocido entre los que sabemos de la materia como el motorista fantasma. Tranquilo, tu secreto está a salvo. Vengo a advertirte de la situación que estamos viviendo. Como seguramente habrás podido comprobar, el mundo que conocíamos se ha ido al carajo. La colisión esa de los cojones conocida como Omega ha abierto toda clase de portales y mierdas a otras dimensiones y el mundo se ha llenado de cabronazos con ganas de joder. Yo me dedico a hacer algo parecido a ti: cuando un hijo de perra de estos se cuela y la intenta liar, voy yo y le recuerdo por qué no debía salir del infierno, mandándole de vuelta con la marca de mi pie en su trasero o metiéndole la cabeza tan dentro del culo que pueda olérsela. Sin embargo, hay veces donde lo que se cuela es gordo y muy, muy hijo de puta. Cuando eso sucede, suelo tardar un poco más en mandarlo de vuelta, algunas veces incluso me ayudan compañeros míos. El problema está en que con toda esta mierda, al parecer a algún capullo con cara de culo se le ha ocurrido la brillante idea de invocar a los cuatro jinetes.- Un frío silencio recorrió el local cuando pronunció aquello. Los cuatro jinetes, los que traerían el apocalipsis, andaban sueltos, o al menos estaban preparándose para ir a la tierra. No era nada agradable, y menos aún con toda la mierda que ya de por sí tenían encima debido a la colisión de mundos, que además había aumentado enormemente la cantidad de seres sobrenaturales que existían, puesto que había que añadir todos los que provenían del otro mundo.

>> El caso es, que estoy avisando y reclutando, por así decirlo, a cualquier ente o ser capaz de luchar contra ellos o contra cualquier amenaza que pueda aparecer en el mundo. Algunas podremos enfrentarnos a ellas nosotros sin problema. Cuando hablo de nosotros me refiero a la organización con la que estoy. Nos llamamos B.P.R.D. Somos un puñado de gente y seres que mandamos de vuelta a casa a cualquiera con ganas de venir a tocar los cojones. Y tú estás entre los posibles aliados que buscamos. No te digo que te unas a nosotros, que enroles en nuestra organización. Simplemente te digo cuál es la situación, por si acaso no la conocías, y te pido que me digas cualquier cosa que sepas o que hayas oído hablar acerca de ello. Por el momento hemos sido capaces de frenar a Peste, y estamos siguiéndole la pista a Victoria. La última vez que le vimos fue en Marrakesh.- La última vez. Hacía casi un mes. No habían vuelto a saber nada del jinete desde entonces, y eso le escamaba enormemente al demonio. Un ser con semejante poder no desaparecía de la noche a la mañana así como así. Algo había pasado. Alguien intentaba joderles y empezaba a cabrear muy seriamente al demonio. Fuera como fuese, debían encontrarlo cuanto antes, o las cosas podían ponerse muy pero que muy feas en cuestión de días, incluso horas.

OCC:

Casi escupí un poco de cerveza cuando escuche las primera palabras del demonio ¿El hijo de Satanás? ¿Él? ¿En serio? Tendría que decirme en algún momento que tenia un hermano llamado Daimon Hellstrom, y  tal vez lo mismo al propio Daimon aunque dudaba seriamente que este ultimo se lo tomara muy bien. Esto ponía en duda todo mi conocimiento del Cielo y el Infierno. Es decir, yo mismo he visto al hijo de Lucifer en mi dimensión y no se parece en nada al que ahora tenia enfrente; francamente no sabia que pensar de ese tipo. Asimismo, esto generaba muchas mas dudas en mi cabeza de las que respondía...de hecho no respondía ninguna y casi me daba dolor de cabeza el solo pensarlo ¿Acaso el Gran Jefe de arriba también tenia otro hijo? ¿Acaso había una dimensión donde Jesús era una especie de ninja caza demonios? De nuevo, sonaba estúpido pero considerando mi situación actual no estaba en posición de descartar ninguna idea por su estupidez. Quiero decir....mierda, hay otro hijo de Satanás, hasta donde yo sabia podía haber perfectamente dos Diablos en este Universo; quizás hasta dos Dioses... necesitaba otro trago.

A pesar de toda la migrania que me había provocado sus primeras palabras, no me distraje mucho de la conversación. El hijo de Satanás (Dios, me costaría mucho acostumbrarme a eso) se presento a si mismo como Hellboy; curioso nombro, casi parece como el apodo que un demonio le daría a su mascota pero no pensaba decírselo. Si era verdad lo que decía, pues no quería hacer enojar a uno de los pocos seres que hasta el momento se había acercado hacia mi con una buena actitud y ganas de beber una cerveza. Por algún motivo todos los que quieren hablar conmigo son, o muy "puros" para beber, o no tienen tiempo, o me quieren asesinar.  A decir verdad, este hijo de Satanás era mucho mas simpático que su "hermanito", lo cual me llevo a pensar que podría terminarme esa botella tranquilo; gran error. Su siguiente comentario, una vez mas, casi me hizo escupir. ¿YO lo conocía? ¿Ahora se supone que yo lo conocía? ¿Como seria ese otro Johnny Blaze del otro Universo? Madre mía, ni siquiera mis encuentros con el Doctor Extraño me generaban tanto dolor de cabeza y dudas existenciales como este tipo con solo un par de oraciones. Me frote la sienes con fuerza, tratando de aliviar un poco la quebradero de coco que se me estaba produciendo- Espera....espera...ahora se supone que hay otro yo en tu universo...y él, o bueno, yo, te conozco de otro lado¿Correcto?-.Si la cosa seguía así, no podría tomar mucho de mi cerveza y la mitad del liquido acabaría en el suelo o sobre la barra y tendría que pedir otra ¿Acaso estoy destinado a no poder terminar un trago tranquilo? ¿Es esto algún tipo de castigo divino por decirle a Dios que se vaya a la mierda en su propio reino? ¿O es la forma del Diablo de decir "deja de hacer tus viajesitos a mi casa cada dos por tres"?

Desde luego, tal y como me esperaba, al ser un demonio que me conocía, sabia perfectamente sobre mi maldición del Ghost Rider. La pregunta correcta seria ¿Que tanto sabia de mi? Él conocía al GR de su dimensión ¿Que tan diferente seria de mi el Johnny Blaze de esa dimensión? Mas. Malditas. Preguntas. Justo lo que me hacia falta. Ignorando mi propio fastidio y dejando para después los montones de dudas que surgían por cada oración que el demonio terminaba, continué escuchándolo aun a riesgo de mi propia salud mental. Por fortuna solo siguio hablando del choque de realidad y de toda la mierda que esta había provocado al traer a todo tipo de mamarrachos y payasos a nuestro mundo; incluso medio sonreí cuando lo escuche hablar sobre su trabajo, recordando a un par de desafortunados demonios que habían sido devueltos al infierno con una cicatriz de quemadura permanente en el trasero con la forma del pie del GR. Cuando comenzó a hablar sobre las dificultades de enfrentar algunos demonios por su cuenta y sobre como lo ayudaban compañeros, ya deduje mas o menos por donde iba la cosa. Estaba pensando en reclutarme para su organización gubernamental o tropa de élite o secta o hermandad ocultista o lo que mierda fuera. De todos modos mi respuesta no variaría demasiado; el GR conduce solo. Aunque por otra parte y siendo completamente francos ¿Cuando fue la ultima vez que estuve con alguien? Y sin contar a los muchachos de la gira que apenas me conocen ¿Cuando fue la ultima vez que me rodee de sujetos como yo, que supieran lo que soy y no les importara? Por un breve lapso de segundos llegue a darme pena yo mismo.

Pero todos esos pensamientos se fueron al demonio cuando escuche las ultimas palabras de Hellboy.-Los jinetes...- Susurre. El ambiente se tenso de repente, se oscureció; entonces sentí como si solo estuviéramos Hellboy y yo, los únicos dos del lugar conocedores del verdadero mal que ahora amenazaba al mundo.  Un escalofrió me recorrió el cuerpo .Hambre, Peste, Guerra y Victoria; los cuatro jinetes del Apocalipsis, los que traerían el fin de la humanidad, el Armagedon, el final de los días, la destrucción del mundo y un sin fin de calamidades ¿Quien seria tan estúpido para liberar a los cuatro en la Tierra? Mas aun en esta Tierra tan mezclada y confusa que tenemos ahora. No soy el tipo de personas que le temen a los antiguos y misteriosos demonios míticos del inframundo y todas esas mierdas, pero esto era diferente. Incluso yo, que me enfrente al propio Satanás, y al arcángel Zadkiel en el Cielo, se que con los cuatro no se juega. Zadkiel solo era un "quiero y no puedo" ser Dios, y Lucifer no tenia toda su fuerza cuando nos enfrentamos. Pero estos jinetes...ellos eran una harina de otro costal. Ellos están destinados a marcar el fin de los días en nuestro mundo. No son un "quiero y no puedo", son seres de increíble poder, incluso para mis estándares. Cualquiera que me conociera solo hubiese necesitado ver mi reacción y el gesto en mi cara para comprobar lo realmente peligrosos que eran esos seres: estaba en verdad preocupado; yo nunca me preocupo.

Las cosas se relajaron un poco cuando Hellboy continuo hablando de su organización: B.R.P.D. Otra sigla cuyo significado tendría que preguntar después. Me dijo lo básico, que eran un puñado de personas como yo, posiblemente con poderes, que se encargan de cazar demonios y devolverlos al Infierno. Me gusto lo que escuche, en especial la parte en la cual no estaba obligado a enrolarme con nada si no quería. -Pues a decir verdad...- dije mientras me rascaba la cabeza un poco.-...recién ahora me acabo de enterar de los jinetes. Curiosamente ninguno de los demonios que he estado cazando estos últimos días me ha dicho nada de ellos. . Hice una pausa para tomar, por fin, un breve trago de cerveza sin nada que me hiciera escupirla y luego continué. Esta vez el demonio me había dado buenas noticias.- ¿Los cuatro jinetes aparecieron pro separado? Mierda, esa es una buena noticia.- Prefiero enfrentarme contra cuatro tipos muy poderosos de uno en uno antes que con los cuatro juntos. Y solo para mejorar las cosas, ellos habían frenado a Peste; tal vez la situación no estuviese tan cagada como creí. -Emmm, mira, no se si Victoria, en calidad de jinete y todo eso, tenga un alma. Pero si la tiene, ten por seguro que puedo rastrearlo.- Termine con una pequeña sonrisa.

Desgraciadamente, eso tampoco me duro demasiado, por que en el instante en el cual termine de hablar y me dispuse a bajarme lo que quedaba de un trago, algo inundo mis sentidos; mi sentido de GR mejor dicho. Era otro ser naturaleza demoníaca, como Hellboy y al igual que este ultimo no pude encontrar maldad en su ser ¿Pero que mierda era hoy, el día de los demonios buenos? ¿Acaso todos interpretaban que el maldito cartel de la entrada era una especie de invitación para los fugados del infierno y venían aquí a cazarlos? Con algo de suerte seria eso y no otro sujeto buscando reclutarme por que a decir verdad ya me había encontrado con Hellboy y el tipo me caía bien, dentro de todo, y no quería un conflicto de intereses. -Oye, grandote.- Le comente con toda normalidad, como si fuese cosa de todos los días.- Estoy sintiendo algo ahora mismo. Tranquilo, no es un jinete.- Le dije rápidamente antes de que le diera un ataque.- Es otro ente del demonio, como tu. Pero en este hay algo mas.- Hice una pausa para girarme en la silla, de modo que quedara con la espalda recostada en la barra y los codos apoyados.- Este tipo, sea quien sea, es muy poderoso. No puedo decir que es mas fuerte que yo, pero tampoco que es mas débil. Es extraño, pero no detecto mal en él. Aun así tal vez quieras tener esa manopla de piedra preparada por las dudas. Y con eso, me baje de un trago la botella, la apoye a un costado y me dispuse a esperara que nuestro invitado atravesara esa puerta para poder verlo mas de cerca.

Entonces recordé algo que me había olvidado de comentar.- Ah por cierto, se me olvidaba, tienes un hermano. Se llama Daimon Hellstrom, él es el hijo de Satanás de donde yo vengo. .-. La forma en la cual lo dije casi sonó como si hubiese sido un amigo recordando de pronto que tenia que decirle a otro que se olvido las llaves en su casa.

Aquella ruta, la ruta maldita, la que tiene el número de Lucifer. Era un ambiente muy de película western, no era mi género favorito pero sí el de mi hija. Malditos recuerdos, me hacen blando. Pero tenía que centrarme, estaba en una moto en marcha con varios demonios cuadrípedos. La moto ni siquiera era mía, pero tenía prisa. Al parecer había un antro de mala muerte con las luces de neón medio fundidas, parecía que se podía leer algún mensaje "subliminal" para que los demonios entrasen. El solo despistarme dos segundos por la presencia de dos entes demoníacos fue mi perdición, los demonios cuadrípedos me asestaron un fuerte placaje y me lanzaron contra la puerta del bar con tal fuerza que caí al interior de este mismo. Mis ojos parpadearon del color verde del necroplasma que en mi interior habitaba, mientras se ondeaba mi larga capa roja alrededor de aquel antro de mala muerte. Los dos demonios cuadrípedos entraron galopando a gran velocidad y se abalanzaron contra mí, eran como dos perros, aunque de dos metros-Mantengan la calma, no pasa nad.....-Antes de poder acabar uno de ellos había atravesado mi torso de un mordisco.

Tomé la mandíbula superior en inferior de una de las bestias y apliqué tal fuerza que separé su cuerpo en dos partes. Me reincorporé soltando los trozos del demonio muerto, mirando al restante. Antes de que pudiese hacer nada, una cadena voló desde la herida de mi torso hacia las fauces bestia triturándola desde el interior. Tras acabar, como si nada hubiese pasado oculté mi apariencia demoníaca y mi traje necroplásmico en mi apariencia humana, con tal de intentar no llamar mucho más la atención. Anduve tan tranquilo hacia la barra, y noté algo extraño...¿qué cojones era eso? Parecía ser un demonio, aunque carecía de cuernos, y estaba hablando con una especie de tipo el cual me resultaba muy familiar. Ambos tenían un alma corrompida, pero muy poderosa, intenté hacerme el loco-¿Qué tal por aquí?, oye tú, monada..-Miré la pequeña etiqueta del vestido de la dependienta-Rosi, sí, ponme una buena cerveza fría y unos cacahuetes-Esperaba que no le diesen por atacarme también, sería gracioso-¿Y qué hacen dos seres tan poderosos reunidos?-Dije mirando de reojo a los dos, como el que no quería la cosa.

Mira que bien, dos noticias buenas en una. Primero, que no era el único hijo del caído y había otro por ahí dando por saco en el universo del cual provenía el Motorista. Y la segunda es que había otro ser poderoso cerca de nosotros. Uno parecido a mí. ¿Un demonio que luchaba contra el mal? Hellboy le dio una buena calada al puro y exhalo una densa nube de humo grisaceo. Que los demonios no le hubiesen dicho nada al Motorista de que los jinetes estaban libres por el mundo era bastante grave. Eso significaba que quien los hubiese convocado no era alguien que estuviese en el infierno. Eso o que algo se hubiese escapado de él lo suficientemente poderoso para que los cuatro saliesen por el mundo a pasear como Pedro por su casa.

Se escucharon unos ruidos provenientes del exterior del local, y de repente alguien entró literalmente volando atravesando la puerta. El tipo se levantó sacudiéndose el polvo, y acto seguido dos enormes seres parecidos a perros pero del tamaño de un oso entraron detrás de él. El tío fue mordido por uno de ellos, pero en menos que canta un gallo había partido por la mitad al del mordisco y destrozado con una cadena que salió de su cuerpo al otro. Justo antes de que cambiase su forma demoníaca y tomase una humana para disimular, Hellboy fue capaz de ver a aquel ser que había entrado tan discretamente en el bar. Esa piel negra con marcas blancas, esa boca provista de dientes y unos ojos rojos. Aquella enorme capa roja con un enorme cuello que alcanzaba por encima de su cabeza. El demonio apretó los dientes y frunció el ceño.

- Spawn...- Dijo para sí, apenas imperceptiblemente. El tío se acercó a la barra y dirigió un comentario hacia la mesa en la que se encontraban ellos dos. Hellboy se levantó y se acercó hasta la barra, quedándose justo detrás del nuevo invitado a la fiesta.- Bonita manera de entra en un bar. Sobre todo discreta. Acompáñame Simmons, tenemos que hablar.-

Colocó la mano de piedra sobre él y medio lo arrastró hasta la mesa donde se encontraba Johny. Cuando estuvieron los tres sentados, Hellboy se recostó contra el respaldo mientras daba una nueva calada a su puro.

- Bien, permitidme que os presente. Johny Blaze, este es Al Simmons, conocido también como Spawn. Un hijo de puta bien duro que de vez en cuando se le va la cabeza a la hora de hacer amigos. No eliges muy bien que digamos Simmons. Y Al, este es Johny Blaze, conocido también como el Motorista Fantasma. Un esqueleto en llamas al que le gusta dar una paliza de vez en cuando a demonios cabreados que se creen lo suficientemente graciosos para salir de sus cuevas a liarla. Y yo, soy Hellboy. Hijo del caído, portador de esta mano que traerá el fin del mundo... Los más guapos del lugar vaya. Y Simmons, la razón por la cual sé quién eres es porque para quienes trabajo nos especializamos en saber qué seres sobrenaturales invaden el mundo. Llevaba mucho tiempo buscándote, eres escurridizo de cojones. El caso es que le estaba comentando aquí a mi amigo Johny que tenemos problemas con los bichos del inframundo y sus ganas de salir por ahí a joder al personal cada día. No sé si estás aquí por pura casualidad o nos estabas buscando, o lo que sea. En cualquier caso, ahora estás con nosotros...- Bien era cierto que esos dos no eran precisamente almas caritativas ni amables. De hecho, ninguno de los tres eran la bondad personificada, pero en los tiempos que corrían, era mejor tener a los peores de los peores de tu bando que en tu contra. Y además, estaba acostumbrado a tratar con seres infernales con malas pulgas. Lo único que esperaba es que estuviesen dispuestos a realizar un pacto, una tregua, y cooperar por un bien mayor.

No paso mucho tiempo desde que le adverti a Hellboy que un demonio poderoso pero "bueno" se acercaba a nuestra posicion hasta que este mismo aparecio. Desgraciadamente el hecho de sentir una presencia demoniaca en las cercanias de un bar no te permite adivinar el como va a entrar a este. Bien podia deslisarse por una ventana, bien podia tirar abajo la puerta de un patador, salir por las cañerias del inodoro, caer del techo, aparecer desde el interiro de mi botella de cerveza (lo cual no haria si apreciaba su vida) o incluso emerger del piso. Sin embargo este demonio en particular parecia desconocer el concepto de "discresion", asi como el de "bloqueador solar", o al menos eso quise pensar. Èl literalmente atraveso la puerta volando; no, en serio, irrumpio en el bar como un misil a propulsion destruyendo todo lo que estuviese en su camino. En realidad era alguien que jamas habia visto, pero su poder era mas que evidente para cualquiera versado en la magia o con capacidad de sentir el poder y la escenacia del alma de los demas; en mi caso yo era ambos asi que podia decir con total certeza que estaba ante un ente de gran poder. Por eso mismo es que ni parpadee cuando uno de los demonios cuadrupedos que lo venia persiguiendo le atraveso el pecho: la diferencia de poderes entre ellos era avismal, al primer demonio lo pude sentir desde bien lejos, en cambio los perros del diablo tuvieron qu acercarse mucho mas para poder detectar sus presencias.

Tal y como lo supuse, a nuestro invitado no le resulto problema alguno la herida, su cuerpo se recupero a una velocidad regenerativa impresionante, comparable a la del propio Ghost Rider o la de otros mutantes con ese don como Dedpool. Al primero lo partio por la mitad con sus manos, para el segundo utilizo una extraña cadena; si podia dañar a un demonio con eso, no podia ser un arma ordinaria. Fue entonces cuando me fije en la apariencia del demonio. Sus ojos eran de un verde casi luminoso y daban un aspecto un tanto macabro. Algo peculiar que note de este fue su boca, o mejor dicho la falta de esta; al menso esa impresion me daba a primera vista por su traje ¿Como mierda haria para hablar? Ni idea. Hablando de la vestimenta, la de este tipo en cuestion era curiosa cuanto menos. Un traje completamente negro con lineas blancas trazadas al rededor del cuerpo, principlamente visibles en la cabeza y el pecho. Llevaba una capa roja de tonalidad carmesi y las cadenas ya antes mencionadas colgando de donde habian salido. Esto ultimo me recordo un poco a mi ¿Acaso las cadenas misticas eran algo comun entre los demonios que cazaban demonios? Si era asi ya le preguntaria por las suyas al "hijo del Diablo".
Entonces el "hombre" dejo atras su forma demoniaca y paso directo a la humana, despues de lo cual procedio a acercarse hacia nosotros.- Bien pensado.- Comente en tono jocoso, con evidente sarcasmo en mi voz.- Convertirse en humano, muy inteligente, de esa forma no llamas mucho la atencion.- Puntualice mi comentario señalando hacia los desastres que habia provocado y los pobres residentes aterrados que se habian tirado debajo de las mesas. Este tipo era un asco en eso de la identidad secreta y el no llamar mucho la atencion. Tampoco es que lo queria joder, solo era un pequeño chiste.

-¿Que no es obvio lo que hacemos? Yo calculo impuestos y mi amigo de aqui esta jugando al solitario.-De mas estaba decir que tal vez no le resultaba muy normal la idea de que dos entidades del infierno estuviesen reunidas casualmente en el unico bar de la zona cuyo cartel descompuesto daba la impresion de ser una invitacion a los demonios para que se reunieran. La verdad no podia culparle, de haber estado en su lugar a mi tambien me hubiese parecido muy sospechosa la cosa. De por si el hecho de que el grandote rojo me encontrara casualmente en ese bar me habia dado una mala idea de lo que pasaria en un principio. Hablando del buen Rojo, al parecer el tambien conocia al hombre de negro. Al parecer Giganton estaba muy bien conectado, eso o su organizacion del gobierno o lo que mierda fuera tenia un muy buen alcance ;tal vez hasta su buen par de informantes por aqui y haya.
El buen Hellboy, de quien aun tenia mis sospechas en realidad, nos presento a mi y al otro, quien al parecer se llamaba Spawn, curioso nombre. No pude evitar soltar una risita disimulada cuando hablo sobre una charla discreta. Es decir, despues de destruir medio bar, causarle un infarto a la duena, acabar con dos perros demoniacos a plena vista de todos y pasar de su forma demoniaca humana en publico, la presencia de Spawn ya no era muy discreta. Y el grandote por otra parte...era un gran demonio rojo de unos dos metros o mas, con una mano de piedra y cuernos cortados en la frente ¿Aun se podia tener una conversacion discreta con estos dos?

No se tardo mucho en invitar al tal Al a unirse a nuestro pequeño trio (por Dios que mal sono eso). Ain embargo no me gusto mucho su presentacion ¿Un hijo de puta bien duro? ¿Encerio?- No me vengas con esa mierda.- Comente mietras le daba otro trago a mi botella.- Rambo es un hijo de puta bien duro; Steven Seagal y Machete son hijos de puta bien duros. Èl es un ente demoniaco de gran poder, tendras que ser mas especifico que eso.- Otra cosa que note que "se olvido" de comentarle alquerido Spawn era la verdadera gravedad del asunto que teniamos entre manos. Es decir, yo nunca fui del tipo serio pero hasta yo era consciente de la gravedad del problema que teniamos entre manos, Simmons debia serlo tambien.- Dime Al ¿Has oido hablar de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis? ¿Si? Pues estan sueltos en este mundo.- Termine todo dandole un ultimo trago a la botella, el cual la acabo por vaciar. Entonces la deje y me pedi otra.

- ¿Quieres que sea más específico? Está bien. Este tío sería capaz de meterte tantas cadenas dentro del culo que no pudieses volverte a sentarte en un año. ¿Te parece suficiente duro? Y por cierto, esos tíos de los que hablas son personajes de ficción. En la realidad no aguantarían ni dos días.- Hellboy miró con seriedad a Johnny a los ojos. No estaban ahí para ver quién era el más fuerte o el más guay, sino para tratar un tema tan delicado como lo de los malditos jinetes. Dio una larga calada a su puro y exhaló una nube de color grisaceo densa que se quedó flotando unos segundos sobre ellos. La gente no debaja de mirarlos, pero eso poco le importaba a Rojo. Estaba tan acostumbrado a que le mirasen con mala cara por la calle, de manera que que lo hiciesen en un local no iba a cambiar su mundo.- Bien capullos, escuchad con atención porque no pienso repetirlo más veces. ¿Entendido? No tengo ni idea de quiénes pueden haber aquí cerca poniendo los oídos.-

Lo malo de los demonios es que podían muchas veces adoptar la forma que quisieran. Podían estar mirándoles en ese momento y escuchando todo lo que estaban hablando acerca de los jinetes y de cómo pretendían enfrentarse a ellos. Si los jinetes ya iban con ventaja la cosa se podía poner todavía peor de lo que ya estaba. Afortunadamente Johnny era capaz de sentir la presencia de seres sobrenaturales, de manera que si él no hacía nada es que no tenían de qué preocuparse.

- Veréis, a mediados de marzo sentimos una presencia muy poderosa en la zona de Inglaterra. No teníamos ni idea de qué se trataba, pero era algo gordo. De manera que fui allí con un equipo de investigación. Descubrimos al llegar que se trataba de nada más y nada menos que Peste, el menor de los jinetes. Es extraño ya que, si siguiesen el orden bíblico, habría sido Victoria el primero, y le seguirían Guerra, Peste, y por último, Muerte. Hace tiempo que le llevamos siguiendo la pista al que estamos convencidos que es Victoria, pero es extremadamente escurridizo. Se le ha visto por el norte de África, pero no hay manera de encontrar una localización exacta. Se mueve muy rápido y parece no asentarse en ningún sitio de manera prolongada. Es posible que esté buscando algo. Algún tipo de arma o portal. Sea lo que sea, no es nada bueno. Si está buscando algún arma, significa que hay algo en este mundo lo suficientemente poderoso para esclavizar a la humanidad. Y si se trata de un portal... También puede ser peligroso. Porque significa que puede permitir la entrada a algo en este mundo. La razón por la cual te busqué a ti Johnny, es porque, al igual que yo, te enfrentas a diario a seres sobrenaturales mágicos e infernales para defender el mundo. Tienes la capacidad innata además de sentir esos seres sin importar la apariencia que lleven, de manera que podrías echarnos un cable para localizar a esos seres con mayor facilidad. Nosotros tenemos un par de agentes que hacen lo mismo, pero desgraciadamente necesitan estar cerca para poder notar la naturaleza de un ser. Tú puedes moverte por el mundo a toda velocidad y localizar a estas criaturas con mayor facilidad. Y tú Spawn, también te buscábamos para esta tarea. Necesitaremos juntar todas las fuerzas posibles si queremos frenarles. No es como salir a cazar fantasmas o demonios comunes. Estos son otra liga, la liga de los campeones de hecho. Hay que parar a esos hijos de puta y necesitamos reunir a todos los que estén acostumbrados a tratar a seres sobrenaturales para conseguirlo. Peste cayó con mucha dificultad, y eso que era el menos poderoso y el menor de los cuatro. A medida que nos acerquemos a Muerte se volerán más y más peligrosos y sanguinarios. No podemos permitirnos un fallo con estos. Si metemos la pata, se acabó.- El demonio esperó a que sus palabras hiciesen efecto en ambos y ver qué tenían que decir. Cualquier cosa, idea, sospecha, lo que fuese, les vendría genial. Estando como estaban, todo era útil.

-En realidad Steven Seagal es un cinturón negro séptimo dan de aikido; consulta Wikipedia si no me crees.- ¿Por qué dije eso? Pues a decir verdad no sé, a veces algunas cosas se me salen de la boca. No pude evitarlo, no me gusto para nada la actitud que el demonio había tomado conmigo de repente. Yo solo quería más información, no me trago el "hijo de puta bien duro". Si, seguro, bien duro, como no. No hay muchos "hijos de puta bien duros" cuyos poderes puedan llegar a compararse con las de una entidad semi divina del grado del Ghost Rider. El hecho de que también sea capaz de conjurar cadenas infernales simplemente aumenta mi curiosidad ante quien es mi nuevo compañero. Por más que no hubiese demasiada maldad en su arma, tampoco la tenia completamente limpia, precisamente. El hombre había hecho cosas, de eso podía estar seguro, y había pecado bastante. No es que no me fie de los grandes pecadores, solo no me fio de los grandes pecadores que encima tienen poderes infernales de tal calibre y encima se presentan rompiendo todo; el hecho de que me lo describan como un "hijo de puta muy duro que te puede meter cadenas por el culo como el más desquiciado de los sadomasoquistas" no ayudaba realmente a darme una buena impresión de que mierdas tenía enfrente. Pero ya tendría tiempo de sobra para repetirlo, por el momento había otros asuntos más importantes que tenía en mente, como mantener mis sentidos alerta para asegurarme de que no hubiese nadie escuchando lo que no debía, solo para que Hellboy pudiese sentirse más tranquilo. Ya me lo imaginaba arremetiendo contra el primero que viniera, aunque el pobre solo viniese a pedir la hora.

Pero gilipolleses a un lado, finalmente se puso a lanzar unos cuantos datos interesantes sobre los Jinetes. Nos conto todo de una forma muy cliché para los empleados del gobierno. Comenzó con una fecha en particular, en este caso cerca del 15 de marzo, en la cual él se dirigió con su equipo para investigar una presencia inusual en la zona. Allí fue donde se encontraron cara a cara con ...¿Peste?. Ciertamente había mencionado antes a Peste, pero yo creí que simplemente había sido el primero de los cuatro en ser derrotado, no el primero en aparecer. Tal y como Hellboy comento más adelante, eso iba en contra del orden bíblico, lo cual nos daba una pauta para dos suposiciones: o bien el que escribió esa parte se equivoco en un minúsculo detallito, o algo peor.- ¿Hay algún modo de saber que Peste fue el primero? Es decir ¿Como están seguros de que Guerra no está en este mundo ahora, o que Victoria no llego antes que Peste pero paso desapercibido? No es que no confié en lo que sea que usan para detectar ese tipo de presencias, pero puede fallar a veces ¿O no?- Si Guerra ya se encontraba en este plano de la existencia, pues estábamos muy jodidos. Ciertamente el hecho de que hubiesen detenido a Peste ya nos facilitaba mucho las cosas, pero aun quedaban otros tres y eran perfectamente capaces de joder al mundo por su cuenta; en realidad es mucho más sencillo de lo que parece.

Decidí no interrumpirlo más por el bien del relato hasta que este concluyera. Así fue como me entere de que ya tenían en la mira a Victoria; perfecto, a pesar de que no lo pudiesen localizar eso dejaba en la mira únicamente a Guerra y Muerte. Ahí fue cuando me toco entrar en escena. Ya esas alturas estaba claro porque mi reclutamiento pintaba bien en todo el esquema del gran demonio rojo. Mi supervelocidad, los sentidos de GR, el hecho de que nadie pudiese encontrar a Victoria por que se movía rápido...definitivamente no hay que ser un genio para saber porque me necesitaban. Y obviamente, en pos de la defensa de la humanidad no podía declinar esa oferta. -Los Jinetes no son como nada a lo que te hayas enfrentado hasta ahora.- Comento Zarathos en mi cabeza.- Pondrán a prueba tu voluntad y tus habilidades, puede que no regreses vivo y lo sabes.- - Eso es exactamente lo mismo que pienso cada vez que salgo a conducir en estado de ebriedad.- Dije, intentando tranquilizarlo un poco, pero sin resultados. No le preocupaba perderme, eso estaba claro, pues ninguno de los dos nos queríamos realmente, solo aceptábamos nuestra compañía por que no nos quedaba de otra. Lo que a él realmente le preocupaba era tener que repetir todo el proceso con otra persona. El sabía que si yo moría el Espíritu de Venganza pasaría a otra persona, quien por ser inexperto en el área del ocultismo, o al menos no tan experto en la materia como yo, no podría controlar todo el poder del GR de la manera en que yo lo hago. Eso solo le facilitaría a Mephisto encontrarlo, y hacerlo su esclavo una vez más; Zarathos no quería eso, y por eso no podía permitir que yo muriera. .-Tranquilízate, nada va a pasarme mientras te tenga en mi interior.-

Y justo entonces me di cuenta de que, dado que el relato de Hellboy había terminado, yo había estado todo ese tiempo hablando solo como un completo lunático, diciendo de la nada frases que no venían a colación con el tema.- Lo siento.- Respondí, aunque sin estar realmente apenado.- Una pequeña charla con el demonio que está dentro de mi cabeza.- En otro contexto, con otros compañeros, eso me hubiese hecho ganar un pasaje solo de ida al manicomio. .-Ahora, volviendo al tema que nos concierne.- Mi gesto cambio completamente con esas últimas tres palabras. La sonrisa de mi rostro desapareció, mis ojos se entornaron y en general adopte un semblante mucho más duro. Era la hora de ponerse serio.- Necesito saberlo todo.- Tres palabras, simples pero con un gran significado.- Si saben algo de los Jinetes que yo no, quiero saberlo. Quiero saber también de que aliados disponemos, todos los que sean aptos para la búsqueda o el combate contra los demonios. Y quiero saber que pueden hacer, como son, que debo esperar cuando estemos cara a cara; no solo que son "hijos de puta bien duros", porque eso ya me lo figure.- Hice una pausa para que Hellboy procesara lo que acababa de decir, que le quedara claro que no aceptaría un no por respuesta y que necesitaba saber eso. Ya me habían cagado muchas veces, o me habían llevarme una desagradable sorpresa, por falta de información sobre lo que tenía que hacer; esta vez no iba a dejar nada a la suerte.

-Y por si no ha quedado lo suficientemente claro, mi respuesta es sí. Si puedes proporcionarme esos simples datos, estoy dentro; me dare una vuelta por Africa para ver que encuentro cuando tu quieras. .- Comente de nuevo con un tono mucho más suelto. - No quiero saber todo de sus vidas personales, solo que esperarme de cada uno cuando me toque conocerlos al fin, y más aun cuando me toque patear culos de Jinete con ellos.- Y dicho eso me baje lo que quedaba de mi botella de un trago, y pase a tomar la siguiente que Rosi amablemente me había traído a la barra. Algo me decía que realmente me harían falta unas cuantas de esas para el viaje.- Y si es posible.- Comente al final.- ¿Crees que pueda ir a hacer una visita guiada a esa organización de la que me hablaste? No hace falta si no quieres, solo para empezar a ubicarme con la gente con la que se supone trabajare.

Johnny escuchó todo lo que el demonio le contó, hasta tal punto que acabó conversando consigo mismo, lo cual provocó que Hellboy frunciese el ceño sin entender de qué demonios estaba hablando. En cuanto el motorista se percató de la situación se disculpó y entonces pidió lo que era lógico: saberlo todo. El demonio rió irónicamente y bebió de su cerveza mientras Johnny se explicaba. Dio una larga calada al puro y exhaló una densa nube grisacea que flotó a su alrededor. Se inclinó sobre la mesa, apoyándose sobre esta con la mano de piedra y atravesando la nube con su cara.

- Lo que te he contado es todo lo que sabemos. Por eso estamos en una situación tan crítica y necesitamos a todos los que estén acostumbrados a enfrentarse a seres como los jinetes, o al menos bastante poderosos.- El demonio no mentía. Eso era una de las cosas que más inquietaba al B.P.R.D y al demonio. Otras veces, cuando se habían enfrentado a algún ser poderoso tenían algún tipo de información o pista sobre qué eran, de dónde habían salido o qué eran capaces de hacer. Sin embargo, los jinetes estaban en otro plano totalmente distinto. Se trataba de unos seres cuya aparición en el mundo era el fin de este, de manera que lo único que se sabía era eso, y que eran cuatro, así como sus nombres. Era algo que no se podía entender o concebir hasta el momento en el que aparecían.- El poder de Peste era devastador. Arrasó con todo con un solo movimiento de su mano, y nos dijo que sus tres hermanos vendrían. Por ello creemos que Peste fue el primero y que los otros todavía no han aparecido. ¿Por qué Victoria? Como te he dicho, tenemos algunas imágenes y pistas de que se encuentra en el norte de África, y vimos que su arma era un arco. En la Biblia y otros escritos, Victoria siempre es representada con un arco, por ello pensamos que es ella la que está corriendo por todo el desierto africano. No sabemos nada de ellos, salvo que están aquí por algo. Algo que queremos saber, y no va a ser nada fácil averiguarlo.-

El demonio pensó entonces en la posibilidad de llevar a la base al motorista. Él parecía controlar al espíritu de la venganza mucho mejor que la pequeña Tortita, quien como le dijo el propio motorista, le rechazaba y evitaba a toda costa transformarse en él. Su encuentro fue fortuito, a diferencia del encuentro con Johnny, a quien quería encontrar desde hacía tiempo.

- Si quieres y crees que te puede servir, eres bienvenido. Sin embargo, debes saber varias cosas. La primera y más importante es que somos una organización secreta. NAdie debe saber nada de ese lugar, no porque hagamos cosas oscuras o atentemos contra el mundo, sino porque evitamos a toda costa que cunda el pánico en el mundo porque los jinetes están libres o demonios huyen del infierno cada día a centenares. Si le hablas a alguien de ese lugar te encontraré y tú y yo tendremos un problema, y no quiero problemas contigo. Ambos luchamos contra lo mismo y me gustaría que nos viésemos más como aliados que enemigos. La segunda es que, a menos que yo te lo diga, sería bueno que dentro de la base no te transformes. Aunque la gente está acostumbrada a ver cosas que helarían la sangre es mejor no llamar demasiado la atención más de lo normal. Ahí podremos informarte algo más de lo que hemos encontrado, pero como ya te he dicho apenas hemos encontrado nada. Los aliados de los que disponemos por el momento son pocos. Un ser parecido a nosotros ya que es una criatura sobrenatural y una vaquera muy dura y con una puntería envidiable. Es una humana normal y corriente, pero ambos sabemos que eso no significa nada en este mundo. Y por supuesto mis compañeros de la organización.- No era mucho, pero desde luego era mejor que nada. El demonio no podía darle mucha más información al motorista ya que eso era todo lo que él sabía. Tal vez cuando volviese de ese viaje hubiesen encontrado algo nuevo que contar. El demonio volvió a apoyarse contra el respaldo de la silla y miró a Johnny, quien parecía reflexionar acerca de lo que Hellboy le acababa de contar.- ¿Hay algo más que quieras saber?-

Nuestra situación pintaba cada vez peor. Cuando Hellboy me dijo todo eso sobre los Jinetes, supuse que solo era la información estándar, es decir, lo básico que le dices a cualquiera para presentarle el problema en cuestión, como un prologo, de modo que si te rechaza no se va sabiendo mucho, y si acepta le cuentas el resto. Pero no, no fue así; Helboy me había dicho absolutamente todo lo que sabía de ellos, lo cual en realidad era prácticamente nada. La parte de Peste fue muy útil en realidad, porque me permitió hacerme una idea de varias cosas, y el hecho de que le hubiesen derrotado, cosa que era obvia considerando que el demonio rojo no me había pedido que lo buscara ni me había hablado más de él, fue un bonus bastante bueno. Desgraciadamente, si lo que Hellboy me dijo a continuación era cierto, y no tenía motivos para creer que fuera de otro modo, el desgraciado había sido más que un dolor de cabeza para ellos; todavía me sorprendía el hecho de que pudiesen haber derrotado a un ser con esos poderes, pero eso solo me dio la pauta de que tenía muy buenos compañeros, o la tecnología de la organización debía ser de esas que vería en una película del futuro. Fuera como fuese, aun teníamos esperanza, por más cagadas que parecieran las cosas. Es decir, sí, Peste era el mas débil de los cuatro, y sí, solo eso se necesito para causar una supuesta destrucción de grado bíblico, pero si su organización había sido capaz de hacerle frente a un quedaba esperanza. Nuestras posibilidades, si atacábamos a los demonios uno por uno, solo podían mejorar si Hellboy seguía sumando a su "ejercito" a seres con poderes como los míos. No es por alardear ni nada, pero sé que el Ghost Rider es poderoso; tanto como los Jinetes, pues no creo, pero bien acompañado, podríamos resistirlos.

Lo siguiente fue la aparición de Victoria. No hubo que agregar en ese tópico, solo me claro el por qué pensaban que ese era Victoria, dado que lo habían visto llevando un arco encima, que era el arma característica suya. Desconozco la velocidad de sus caballos, pero ya tenía que hacerme a la idea de que muy posiblemente su velocidad superase incluso a la de mi motocicleta de fuego infernal. No me gustaba la idea de perseguir algo como eso, o de que hubiese algo de por si mas rápido que yo, pero si me habían puesto a buscarlo por algo seria. Por mucho que odiara admitirlo mi mejor oportunidad de hacer algo era dejar que Hellboy trazase sus planes y confiar en que estuviese en lo correcto. Si ya había frenado a uno antes, y contaba con toda una puta organización detrás, de seguro sabía lo que hacía. Desde luego eso no evitaría que me quejase respecto de tener que buscar por toda África a ese jinete, que seguramente podría desaparecer mucho antes de que los refuerzos llegasen y a quien dudaba poder enfrentar solo en caso de encontrarlo, pero de eso ya hablaríamos.

Entonces vino lo que estaba buscando, la respuesta a mis peticiones; ambas fueron sí. Obviamente me tuve que comer su lección de los protocolos de seguridad y confidencialidad y todo eso, además de una ligera advertencia/amenaza que deje pasar por que él estaba en todo su derecho a hacerla dada la situación. El típico "No puedes decirle a nadie, todo esto es muy secreto, evita que cunda el pánico, si hablas te matare" que me recordaba a los Hombres de Negro en cierta medida. Por otra parte, la segunda condición me sonó un tanto más extraña. No entendí por que no podría transformarme dentro de la base. Si hubiesen sido mis primeros años como Ghost Rider lo hubiese comprendido, pues en esas oscuras épocas ni siquiera yo podía controlar mucho a Zarathos y evitar convertirme en un esqueleto llameante todas las noches. Pero en este punto de mi vida realmente no le encontraba el sentido. Al final acabe cediendo por el simple hecho de que no quería seguir postergando tanto las cosas. Tuve que confiar, de nuevo, en que mi aparente nuevo compañero supiera lo que estaba haciendo. Quizás había muchos religiosos en su oficio que no toleraban la idea de ver a un demonio paseando a sus anchas por el lugar. Quizás le temían demasiado al poder del Ghost Rider como para correr el riesgo de tener a uno transformado, y si yo me convirtiese en medio del edificio cundiría el pánico entre todos. Aun así todo parecía sustentarse en la teoría de que no era capaz de controlarme en ese estado y acabaría rompiendo algo, o de que sus propios agentes no serian capaces de controlarse frente a mí y acabarían mojando sus pantalones. Fuera como fuese, le di el "Sí" a sus condiciones y proseguimos con la información.

La breve descripción de los aliados que me dio me dejo bastante desconcertado. No pude evitar mirarlo con un gesto pasmado en mi rostro de "¿Eso es todo?". No es que la información que me brindo de ellos fuese poca, que en realidad lo fue pero no lo suficiente como para no poder hacerme una idea de lo que vería. El problema fue el número. Solo me nombro a dos aliados, ósea que para luchar contra los Jinetes, al menos por el momento, solo disponíamos de cuatro soldados en total; cinco si el tal Spawn decidía unirse aunque había estado muy calladito en la charla. Yo había creído que para derrotar a Peste necesitaron un ejército de cazadores de demonios, pero el que solo le hubiesen derrotado esos tres, por más apoyo que recibieran en el campo de batalla, me daba la pauta de que no podía estar mejor acompañado para el trabajo. Más sorprendente el enterarme que una de ellas era una humana... ¡Una humana común y corriente enfrentándose a los Jinetes! Que si, que será muy ruda y todo lo que quieras, pero sigue siendo una humana; yo al menos me defiendo con mi transformación y el hecho de que soy técnicamente mitad demonio, al menos en el interior. Es decir, vale, entiendo lo de la entidad sobrenatural que aparentemente era uno de nuestros aliados, pero aun no entraba en mi cabeza la posibilidad de que hubiese incluido en esa clase de equipo a una "vaquera" por más buena puntería que tuviese. Pero bueno, si lucho contra Peste y no murió...

Sonreí ligeramente al escuchar su última pregunta. Claro, me había quedado una duda respecto de sus compañeros de organización; me hubiese gustado que fuese más específico en ese aspecto pero no iba a presionar mucho mi suerte, y si el tipo ya estaba dispuesto a llevarme allá pues los conocería en persona. Le di un trago grande a mi cerveza, hasta reducir la botella a la mitad, y luego mire al demonio.-Solo una pregunta mas ¿Cuando comienza el viaje?- Y con eso me levante y me dispuse a recoger un par de botellas para llevar en el camino, esperando que el gigantón me siguiera de cerca.

off: si queres podríamos continuar este rol directamente en la sede de la organización, para que Johnny tenga su visita guiada, conozca a todos, etc. Si no te apetece, pues podríamos terminar el rol ahora, tú decide que hace Spawn.

Abreme.:

Me apoyé sobre la barra de aquel antro mirando a los dos otros seres, algo dubitativo, a pesar de que se presentasen tenía algunas dudas, pero quizás debía guardarmelas. El vengador fantasma me preguntó sobre algo obvio ¿como no iba a saber que eran los cuatro jinetes? Yo mismo he estado a su lado-Claro que se quienes son, Johnny. He tenido ciertas aventuras con ellos pero, cabe posibilidad de que en este universo hayan cambiado ¿no?-Aunque no se pudiese notar, dentro de mi cabeza sonreía pero no era yo, si no aquel ser que habita realmente en mi interior, omega spawn. La conversación seguía hablando los dos individuos mientras yo me mantenía un poco al tanto pero estaba atento a toda palabra que soltaban-A ver que me entere...entonces hay una organización a la que perteneces y la que ha estado vigilandome también ¿no?-Dije con un tono áspero pero totalmente pasivo, mientras intercalaba mi mirada entre los dos seres.

La información que dieron era bastante relevante, la verdad desde que empecé como Hellspawn hasta ahora siempre he detestado los típicos seres apocalípticos o las tipicas divinidades prepotentes. No sería mala idea ayudarles pero tampoco podría descuidarme pues la confianza no es una virtud que yo tenga y menos cuando son dos personas así de poderosas. Dejé de apoyarme sobre la barra y anduve acercándome a los dos, mientras la capa algo rota de color carmesí se ondeaba tapando de forma intermitente mi rostro. Al andar el ruido de unas cadenas chirriando a un volumen bajo se hacía notar, y entoné seriamente ciertas palabras-Me parece bien colaborar, pero que os quede claro que yo me muevo por propios interes, es decir..-hice una breve pausa-No es que os vaya a traicionar ni nada, pero que lo que me suponga una pérdida y demás no me interesará. Bueno, volviendo al tema ¿cuando vamos a esa base?-Me crucé de brazos esperando la respuesta, con una sonrisa que se dibujó en mi rostro abriendose la máscara para dejar mostrar aquellos colmillos afilados cual daga mientras un brillo con fulgor de color verde se emitía desde mis fauces.

El demonio se volvió hacia Spawn ante su tono cortante por que le hubiesen estado siguiendo la pista para ver qué hacía. Hellboy frunció el ceño y se reclinó sobre la mesa, mirando a Simmons a los ojos.

- Por supuesto que os hemos estado siguiendo. Cualquier ser que pueda ser una ayuda o un incordio es seguido por nuestra organización. Pero tanto para bien como para mal. Si alguna vez se os va la mano y mostráis al mundo sin poder evitarlo que hay demonios y criaturas salvajes y mágicas a su alrededor correteando como Pedro por su casa entenderéis que os tengamos que dar un toquecillo, ¿no? Los humanos no están preparados para ver a demonios por las calles como si fuesen ratas de alcantarilla, llenando todos y cada uno de los rincones oscuros del mundo. Pero también estamos aquí para ofreceros asilo y cobijo en el caso de que os persigan por vuestra naturaleza, como han hecho varias veces. Y sólo te digo una cosa Simmons, exactamente lo mismo que Johnny. Si le habláis a alguien de lo que vais a ver en la base, te encontraré y tendremos un problema serio.- Lejos de sonar como una amenaza, era una advertencia lo que Hellboy había querido meter a esos dos en sus respectivas cabezotas. El B.P.R.D era una organización secreta que tan solo unos pocos sabían de su existencia. Los antiguos presidentes del gobierno, los que trabajaban en ella y alguno más perdido por ahí de la mano del creador, pero fuera como fuese intentaban mantenerse lo más lejos del público posible. Después de todo, mucha gente podría volverse loca si se enteraban de que había algo así por ahí fuera.

El demonio apuró su cerveza y apagó el puro en el pequeño cenicero que descansaba en el medio de la mesa. Se crujió la espalda y se levantó.

- Pues si os viene bien, iremos ya mismo. Nos pasarán a recoger en un helicóptero en cuestión de minutos. A menos claro está que queráis ir en vuestras motos o en lo que sea que hayáis venido...- Y el demonio esperó a que respondiesen antes de salir del bar, pagar lo que habían pedido y esperar a que les recogiesen. El cómo avanzaría la cosa en el B.P.R.D era algo que tan solo el tiempo les podría decir.

OCC: