Nova Orbis, Nova Vita (Craneo Rojo, Tony Stark, libre para quien se oponga a Hydra)

Un día en una taberna llamada El Dios Astado en Ealdwic zona solo accesible a personas miembros de algunas sociedades
secretas en la ciudad de Londres.





Al llegar se ve claramente un portal, el lo atraviesa sin más, cuando está al otro lado se encuentra en Agharta.

Isla:

Orden de posteo:

PD para Tony:

5 usuarios es el limite recomendado por temas, tengo entendido, asi que de momento asi se va a quedar.

El Portal se había abierto, tras meses de arduo trabajo habían logrado el objetivo, la tecnomagia del Grupo Orochi pertenecería pronto a HYDRA, Johann Schmidt sonreía, su sonrisa incomodaba a sus nuevos aliados, pero le daba igual, los muy imbéciles dejarían de existir en poco tiempo, dentro de unos años, cuando su bienamada organización hubiera extraído todo lo que fuera de valor de su mundo, se produciría la colisión allí, era de lo más conveniente, obtener un beneficio a cambio de... nada.

El Cráneo no podía negar que la situación le complacía y le divertía, lo que deseaba el grupo orochi también era tecnología y magia de nuestro mundo,  Johann hizo la primera entrega, un pequeño maletín lleno de discos de datos acerca de la tecnología de nuestro mundo, aún le parecía sorprendente que hubieran aceptado algo tan simple como pago por lo que le iban a entregar a él, lo llamaron una muestra de buena voluntad, Schmidt lo llamaba debilidad.

El científico del grupo Orochi hizo una señal al droide que le acompañaba y este dejo en el suelo un pesado baúl de alta tecnología, en el interior había armas de última tecnología de aquel universo y los planos de esas y muchas más, cogió una de ellas, con el aspecto de un rifle futurista, pesaba demasiado poco para parecer una verdadera amenaza, Se activa en ese botón de seguridad, tarda 3 segundos en cargar el primer disparo, y tras cada disparo algo más hasta agotar su batería, le dijo el científico.

El Cráneo Rojo apunto a un árbol a poco más de cien metros y pulsó el gatillo, el blanco se volatilizó y la onda de choque se notó incluso donde ellos se encontraban, Un arma interesante sin duda, Según los términos de nuestro acuerdo les ofrezco la hospitalidad de HYDRA, les alojaremos..., ahí fue cuando todo empezó a torcerse, el portal empezó a distorsionarse y empezaron a escucharse disparos, ¡cerradlo inmediatamente!, tronó la voz de Schmidt, llevaoslos a una celda, pacíficamente si es posible, si esto ha sido una trampa lo lamentareis.

El científico aterrado tardo en reaccionar, y el droide que le acompañaba intento detener a los agentes de HYDRA que iban a tomarlo prisionero, el Cráneo Rojo le arrancó limpiamente la cabeza de una patada y el droide cayo al suelo, nos entregaremos, grazno el científico Orochi dando ordenes a los droides de no atacar a HYDRA, sino de apoyarlos si había problemas, entiendo su preocupación y aceptamos el arresto hasta que todo se aclare, dijo ya mas calmado y los agentes lo escoltaron lejos de allí.

El Cráneo entonces se dirigió al centro de mando, para hacerse una idea de lo que estaba ocurriendo, al menos este primer envío había salido bien, si esto no era una trampa de Orochi, él habría obtenido el primer pago y esos estúpidos no habrían obtenido nada...

Tony se encontraba en Japón desde hace unos días, revisando la instalación del primer reactor ARK en la isla, los nipones habían visto con gran interés la posibilidad de eliminar las centrales nucleares y sustituirlas por estos reactores de última tecnología, seguros y limpios, estaba en medio de una reunión cuando Jarvis lo interrumpió, Señor, lamento interrumpir, pero se mucho me temo que sera necesaria la presencia de Iron Man, dijo la voz digital en un perfecto japones.

Parece que tendrán que disculparme caballeros, dijo con una inclinación despidiéndose cortésmente, la señorita Potts se encargará de todo en mi ausencia, dijo saliendo de la habitación, has estado muy hábil Jarvis, no soportaba ni un minuto más en la reunión, demasiado rígidos estos tipos, demasiado correctos, lo lamento, Señor, pero no era un ardid, SHIELD se ha puesto en contacto conmigo, al parecer somos los más cercanos en este momento, en una pequeña isla al sur se han detectado lecturas energéticas muy extrañas, un portal al parecer, bien, vamos a ello pues.

Unos minutos después Tony rompía la barrera del sonido en dirección al portal, sin tener la más mínima idea de a qué tendría que enfrentarse, cuando llegó a la zona parecía que la fiesta hubiera empezado sin el, Jarvis, informa a SHIELD y pregúntales si han enviado a alguien más, ya sea cosa suya o de otra organización, enseguida, Señor, tras la confirmación de Jarvis Tony se lanzó en picado, al centro de la acción, al punto más cercano a lo que quedaba del portal, que se cerraba rápidamente.

No tenía el día para reírle las bromas a nadie, a decir verdad nunca estaba con ganas de hacerlo, no comprendía porque la gente sentía esa misteriosa necesidad de comportarse como payasos retrasados para que les aplaudieran. Eso no significaba que no tuviera sentido del humor, por supuesto, apreciaba el humor sutil, pero no las bromas ni las idioteces que se hacían por puro afán de llamar la atención. Como alguien que siempre había estado en el ojo del huracán, no comprendía la necesidad de atención y aprobación, no comprendía porque alguien necesitaba ser aprobado por personas que no significaban nada para uno en las cosas que hacía. Ella ni siquiera necesitaba la aprobación de su familia más cercana para hacer lo que le había salido de sus benditos cojones toda la vida. Había nacido con la promesa de poder hacer lo que le viniera en gana y nunca había hecho nada menos.

Pero su mal humor aquel día no tenía nada que ver con las payasadas de nadie, sino más bien con la osadía de alguien. Ella era Aoki Natsuki, controlaba gran parte del territorio Japonés, era una de las personas más peligrosas del crimen organizado en el continente asiático, y un grupo de intrusos nazis se había puesto a hacer un bizcocho en su cocina. No les había pasado desapercibida la construcción de la base a ninguna de las familias, pero la guerra quedaba muy atrás en sus memorias y cuando consiguieron averiguar quienes eran sus tímidos inquilinos que no enseñaban nunca la cabeza ya era demasiado tarde, a fin de cuentas todos tenían asuntos más importantes que tratar. La colisión de universos no había ayudado a nadie, las tríadas estaban en una guerra interna que habían sacado de sus fronteras, pensando que sería el momento de adquirir más territorios, los rusos habían respondido muy a su manera y el equilibrio en Japón era más precario que nunca, algunos de los jefes de las grandes familias estaban tensos, algunos de los territorios que tenían habían cambiado sus fronteras ganando o perdiendo territorios a favor de otros y si la situación no se normalizaba pronto, la guerra acabaría por alcanzarles también a ellos.

Lo primero que tenía que hacer para demostrar su fortaleza, para disuadir a otros de entablar relaciones hostiles, sus hombres eran buenos, pero no eran soldados, en el mejor de los casos eran asesinos; pero no quería matar a nadie, no en específico, quería destruir la base, y para ello tenía que contar con los mejores. No eran baratos, pero el dinero no era un problema si le aseguraban buenos resultados y aquellos hombres, siempre garantizaban un excelente servicio. No entendía porque esa manía a los mercenarios, ofrecían un servicio que otras personas contrataban y lo hacían con eficiencia. Ya era mucho más de lo que hacían algunos trabajadores que se consideraban "honrados". No era una especialista en incursiones, pero había aprendido lo suficiente como para acompañarlos, había llegado a sus manos una remesa de juguetes interesantes. Eso de la colisión no había sido del todo malo, habían aparecido nuevas empresas de tecnología y armamento, la más fructífera, Stark International, y el gobierno americano estaba ansioso por mover ese armamento, sin duda alguna esa empresa hacía las delicias de los estadounidenses, no tenía muy claro que rollo se gastaría su presidente, pero no iba a hacer demasiadas preguntas dada la situación, aquello era mucho mejor que cualquier otra cosa que hubieran puesto en sus manos para vender y aparte de sus honorarios, siempre se quedaba una pequeña parte, como impuesto revolucionario, y quedarse aquello era mucho mejor que los m16 que intentaban encasquetarle siempre. ¡Los países en conflicto sólo compraban 7.62, no 5.56! A ver cuando se enteraban... Pero daba igual en aquel momento aquella preferencia de calibres, ella llevaba un fantástico g36 colgado del hombro mientras el barco se movía bajo sus pies acercándolos a todos a la isla y a su lado, estaba el maletín en el que dentro se encontraba un pequeño, pero al parecer potente dispositivo con el flamante logo de Stark Industries pintado sobre él.

Cuando llegaron a la isla, neutralizaron a los centinelas, Jason le había explicado en una ocasión, que todos los soldados, incluso los de operaciones especiales, cuando hacían trabajos de infiltración y eliminación de centinelas eran observados psicológicamente a posteriori, decía que para la psicología de una persona era un impacto a tener en cuenta matar a alguien a una distancia tan escasa, inmovilizarle y después clavarle un cuchillo en la garganta, sentir como se ahogaba en su propia sangre, los estertores de la muerte. Natsuki había sentido aquella sensación un par de veces, y quizás su mente estaba demasiado quebrada, demasiado blindada o quizás demasiado insensibilizada como para que aquello la afectara; se colaron en el complejo sin demasiadas complicaciones, iba en el medio del grupo, siguiendo el plan que el capitán había elaborado con las instrucciones que había dado, no estaba muy conforme con su presencia allí, pero finalmente había tenido que acabar tragándose sus palabras. Su objetivo era la bodega, los niveles inferiores, las columnas que soportaban el peso de la edificación, seguramente allí también tendrían las celdas. Eran nazis, seguro que tenían celdas, les chiflaba encerrar y rajar a quien no les gustara, putos enfermos, luego decían de ella. ¡Era una persona completamente sana mentalmente a su lado! Y según lo que veía a diario al lado de casi cualquier persona, para su desgracia la lógica era algo que no imperaba demasiado en aquel puto planeta, pero estaba segura de que si se fugaba a otro planeta los buitres intentarían hacerse con lo que era suyo y su abuela intentaría casarla con algún príncipe marciano. Mejor rodeada de locos que con unas manazas acercándose con lascivia a ella, sólo había existido un hombre que se había ganado el derecho de su cuerpo, y dudaba que existiera otro que pudiera lograrlo de nuevo.

Los miembros de Orochi a este lado del portal fueron escoltados hasta el transporte que los sacaría de allí mientras el Cráneo se hacía cargo de la situación en la sala de mando, uno de los pocos edificios que quedaban en pie en la zona densamente cubierta por vegetación, el edificio estaba fuertemente blindado, recuerdo de las tropas japonesas y por eso había sobrevivido hasta ahora.

Por ahora tenían a alguien que se había colado disparando desde el otro lado del portal, pero que al parecer no era precisamente amigo de esos cretinos de Orochi, no debían tener la situación tan bien controlada como creían, pero un momento después los sistemas antiaéreos localizaron dos blancos en vuelo, uno de ellos posiblemente un místico, ya que no dejaba ningún tipo de traza energética, Bueno... sabíamos que esto iba a ocurrir... capitán, active el protocolo Armagedón y ordene a las tropas aumentar la presión sobre nuestros visitantes.

Nuevas alarmas sonaron, alguien se acercaba también por tierra, y no se olvide de los recién llegados capitán, deles una calurosa bienvenida y reúnase conmigo en el transporte, sacrificar unos cuantos soldados no era un problema para el Cráneo Rojo, más aún cuando estaba previsto desde el principio, según Zola SHIELD o cualquiera de esas nuevas agencias no tardaría en detectar la apertura del portal, y Schmidt era de la teoría de que si no puedes esconderte de tu enemigo siempre puedes volarlo por los aires.

En el centro del campamento había una pequeña sorpresa, un dispositivo termonuclear capaz de asolar media isla, y de paso borrar todo rastro del campamento y de quienes se quedaran allí, incluso había pensado en añadir a la ecuación uno de los pocos depósitos de energía del Teseracto que le quedaban a HYDRA, pero no lo consideró necesario, sus cálculos habían sido correctos, soldados por tierra, Iron Man y un tipo flotante... pronto no serían más que cenizas, con un poco de suerte Rogers estaría con las tropas de tierra.

Los drones Orochi no parecían ser rival para los héroes que habían hecho acto de presencia, claro que las tropas de HYDRA tampoco conseguían nada más que entretenerlos, bien... ese era su objetivo, mientras se dirigía hacia el submarino un par de esos soldados le salieron al paso, ilusos, pensó mientras empezaba a correr hacia ellos y antes de que pudieran reaccionar los había dejado secos, se escuchaban más pasos, así que finalmente no esperaría al capitán, una lástima, era un buen oficial.

Entró en la nave y cerró la escotilla, Nos vamos capitán Fisher, inmediatamente, el oficial tan solo asintió y comenzó a impartir ordenes, nadie que apreciase su vida hubiera hecho otra cosa, si le preocupaban lo más mínimo aquellos que quedaban atrás no dio muestras de ello.

Ya en marcha el Cráneo se dirigió a donde estaban los invitados, Parece ser que alguien se ha colado sin autorización desde su lado, les hago directamente responsables de las pérdidas que hemos sufrido, espero por su bien que esto no fuese un intento de engañarme, no soy un enemigo agradable caballeros.

Tony se había lanzado en picado hacia el tipo de verde al que aquellos droides y los soldados de HYDRA le estaban dedicando todas sus atenciones, no aguantaría mucho si no recibía algo de ayuda y si se oponía a HYDRA se merecía al menos el beneficio de la duda, derribó unos cuantos drones y detectó una de esas extrañas emisiones energéticas que Jarvis rápidamente catalogó como magia, un rayo verde pasó junto a él e impacto en el tipo antes de que pudiera reaccionar, entonces un pelirrojo salido de dios sabía donde empezó a hablar

¿Pero que demonios?, pensó para si mismo, en ese instante todas las alarmas empezaron a sonar en el interior del traje, ¡Cuidado!, fue todo lo que le dio tiempo a gritar antes de que cientos de pequeños misiles se dirigieran hacia ellos provenientes de una de las baterías de artillería antiaérea que acaban de poner en funcionamiento, los objetivos eran él y el pelirrojo, que iba absolutamente desprotegido, así que se lanzó hacia los proyectiles confiando en sus sistemas defensivos, el podría soportar varios de esos impactos.

Disparó sus repulsores y los láseres de alta intensidad, destruyendo la mayoría de misiles en vuelo y esquivando casi todos los demás, continuó la pasada y destruyo la pieza de artillería, regresando inmediatamente junto a aquellos dos extraños, Señor, tengo malas noticias, ¿esto se va a poner peor?, mucho peor, Señor, he detectado una masa crítica radioactiva, creo que hay un dispositivo termonuclear que hará explosión dentro de muy poco tiempo, ¡¿QUÉ?!, un gran Kaboom, Señor, en no mas de dos minutos, mierda....

Al aproximarse Tony, el tipo de verde que aún no tenia muy claro el concepto de amigos o enemigos, le lanzó una ráfaga con uno de los rifles de HYDRA, que impactó sin causar ningún daño en la armadura, No hay tiempo para explicaciones, salvo que alguno de los dos pueda contener una explosión de ..., consultó un instante las lecturas que le proporcionaba Jarvis, unos veinte megatones será mejor salir cagando leches de aquí, dijo retirándose la máscara, si esos tipos eran tan raros que no reconocían a Iron Man dudaba que reconocieran a Tony Stark, pero al menos cabía la posibilidad de que al ver que era humano le prestaran atención, el tiempo jugaba en su contra y tenían que salir de allí, ese edificio de allí va a estallar en minuto y medio liberando los siete infiernos y destruyendo todo en kilómetros, ¡VAMOS!.

Todos huían de la isla, sin orden ni concierto. Craneo Rojo había activado la autodestrucción del edificio, aunque eso ella no podía saberlo. Sin embargo, Natsuki no huía, había llegado con su equipo a la base del edificio y allí se había encontrado con un sorprendente regalito, una cabeza termonuclear armada y lista para hacer explosión en cualquier momento. Iban a colocar su propio artefacto cuando la cuenta atrás se activó. Debía encontrar una salida si no quería acabar achicharrada con un grupo de mercenarios; volver por donde habían llegado no era la mejor opción, tardarían demasiado aun contando que no hubiera nadie para frenarlos.

De repente recordó algo que su abuelo siempre le había dicho, cómo su padre le hablaba de las salidas subterráneas al mar que tenían algunos búnkeres, así que simplemente buscó una vía de salida hacia abajo. No les costó demasiado encontrarla, un pasillo que bajaba y al final de él la suerte parecía sonreírles, un muelle con un submarino completamente equipado para zarpar se encontraba allí. No se lo pensaron dos veces y el equipo completo entró al submarino explorándolo a su paso, evitando los guardias en la medida de lo posible, aunque no pudieron evitar dejar un par de cadáveres atrás. En su exploración dieron con un despacho, sin embargo a parte de algunos planes y diseños que no parecían relevantes no encontraron mucho más, no había tiempo para buscar más a fondo; pero por si acaso los cogió junto con una botella de Schnapps que se encontró, todo aquello debía pertenecer al cabroncete que quería volar la isla por los aires. Sin embargo, ella era una chica muy educada que nunca se llevaba nada sin avisar, así que en un papel escribió con pluma y caligrafía elaborada.

“Señor Cabroncete: Me llevo la cápsula de emergencia de tu submarino y tu Schnapps. Xo xo”

Había sido educada, se llevaba el alcohol y ahora el capitán de aquel grupo conducía aquella lata de sardinas mientras ella daba buena cuenta de la botella con el resto de hombres, abrazada al maletín de Stark International. No sabía porqué, alguien había decidido hacer su trabajo. Esperaba que murieran todos, o le tocaría matarlos de uno a uno si la liaban y eso sería mucho más trabajo del que había previsto. Aquel cacharro no tenía demasiada autonomía de oxígeno para tanta gente, así que esperaron a que la explosión pasara antes de dirigirse a la isla más cercana. Seguramente el templo estaría hecho trizas, una pena…

Caigo inconsciente al suelo dejando un pequeño rastro de la propia caída, el tipo que me ayudo no se qué hará, ¿le creerá al de rojo o no?, ¿esta es una isla desierta?, y así es como termino el día en “un nuevo mundo, una nueva vida” (si sobrevivo claro).

PD:

Tony se quedó impresionado del poder que demostró el tipo pelirrojo, no las tenía todas consigo cuando se dirigieron hacia el templo, pero tampoco podía abandonarlos, así que fue tras él con la esperanza de que ese templo estuviera suficientemente resguardado para sobrevivir a la explosión, las lecturas que recibía su armadura eran imposibles, ni siquiera la radiación pudo traspasar la barrera que había creado el hechicero.

Pero el esfuerzo fue demasiado para él, su cuerpo se debilitaba visiblemente mientras se esforzaba por mantener el escudo, hasta que finalmente cayó, Iron Man reaccionó al instante recogiéndolo antes de que impactara contra el suelo y frenando su caída, depositandolo en las manos de los acolitos del templo, Jarvis, ¿que tenemos?, los restos de esa extraña barrera energética mantienen a ralla la radiación, Señor, pero no puedo decirle por cuanto tiempo, ademas el viento generado por la explosión no tardará en diseminar los residuos, ¿alguna sugerencia?, que vuelva a casa y estudie una solución al problema lejos del peligro, Señor, ¿esa es tu sugerencia?, Señor, no dispone de los medios necesarios para contener tal cantidad de radiación, exponerse usted no solucionará el problema.

Piensa, piensa, piensa Tony, piensa, se repetía a si mismo el millonario, física básica: ¿que es la radiación?, radiación Alfa, Beta y Gamma, Banner vendría de lujo ahora, pero no está, la mente de Tony funcionaba a marchas forzadas, mezclando ideas y conceptos en un vano intento de encontrar una solución, el problema es la ionización, la absorción de energía por los tejidos..., Jarvis, ¿cuanta energía hay en la armadura?, 37%, Señor, perfecto... activa a máxima potencia los sistemas de recarga ambiental, dijo mientras los reconfiguraba, y reza porque sea suficiente, Señor... si hace lo que creo que va a hacer correrá un riesgo enorme, si no lo hago miles de personas se verán afectadas durante generaciones, vamos Jarvis, no hay más opciones, dijo el millonario mientras despegaba.

La teoría era simple, los sistemas de carga ambiental estaban diseñados para absorber pequeñas cantidades de energía y almacenarla para aumentar la autonomía de la armadura, con la reconfiguración que había hecho, los sistemas se centrarían en las partículas radioactivas, aprovechando su energía residual y volviéndolas inertes, pero la cantidad de energía no tardaría en ser excesiva para el sistema y si algo salía mal... bueno, si algo salía mal Tony ya no tendría que preocuparse más de su plan de pensiones.

Unas horas después Tony por fin regresó al templo, tendría que someterse a un tratamiento antiradiación, pero solo por si acaso, el sistema había funcionado a la perfección, aunque había habido momentos de tensión, como cuando casi se sobrecarga el generador ARK y convierte la armadura en una bola de fuego, el millonario aterrizó agotado y se interesó por el hechicero, que seguía inconsciente, pero los acólitos insistieron en encargarse ellos de su salud, por lo que Tony les dejó una tarjeta para que le pudieran localizar cuando el pelirrojo se despertara y se llevó al otro tipo a su sucursal de Tokio, allí podrían atenderlos a ambos.