Mala suerte en un callejón de mala muerte [29/09/2018] (tony stark, libre)

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Nueva york definitivamente no era conocido por ser uno de los lugares más seguros de estados unidos, incluso desde el sur se escuchaban las historias de la inseguridad y la pobreza en varias regiones, durante algunos meses Cane se había movido bastante por esos lugares, por los barrios pobres y entre los demás vagabundos, varios le habían ayudado a sobrevivir allí, enseñándole los códigos de calle para no terminar asesinado por algún grupo de bandidos local, y donde era más fácil o posible que te regalen algo de comida decente, o algún abrigo para las noches frías.

Por suerte para él, al menos de momento, ya no tenía que dormir en las calles, pero había conocido varias personas a las que les debía una por ayudarle, una tarde se decidió a salir, pero no siempre se encuentran situaciones bonitas por aquellos lugares, por no decir prácticamente nunca.

Logro encontrarse con viejos conocidos, a algunos de los que más le ayudaron les tiraba algún que otro pan que siempre se guardaba de las comidas en la mansión, no era mucho, pero en aquel lugar eso era un "gracias" bastante generoso, finalmente, ya anocheciendo, se decide a volver, tomando un pequeño atajo por algunos callejones oscuros, casi siempre estaban vacíos, ya que todos sabían que en aquel lugar nadie tenía un solo dólar en el bolsillo, así que ni se gastaban en molestarlos, pero esa tarde, para su desgracia, no lo estaría.

Mientras se acercaba a uno de esos oscuros callejones, se encontró con un joven de mal aspecto, seguramente borracho, amenazando a una de las vagabundas locales, apenas llevaba un cuchillo, se escuchaban los gritos de auxilio de la mujer, desesperada mientras aquel hombre intentaba desvestirla bruscamente, estaba pasando de nuevo, quizá tuvo suerte de que nunca haya pasado antes, de que nunca se haya repetido, quizá creyó que ahora al no ser conocidos podría tener un mejor control de sí mismo, pero se equivocó.

Aquel día corría algo de viento fuerte, anunciando una tormenta nocturna que seguro se desataría algunas horas luego, aquel viento comenzaba a arremolinarse alrededor de él, su corazón comenzaba a acelerarse, nadie hacia nada, la mujer pedía ayuda pero nadie venia, aquel hombre era parecido a él, parecido a aquel que tanto detestaba, de todas las posibilidades que pudo haber, tuvo que tocarle la mas difícil, intento calmarse, intento mantenerse bajo control, pero tener tanto poder, tanta ira, tanto odio dentro, y ser presentado con una situación tan traumática para él, no era fácil controlarse, no, era más que no ser fácil, era imposible.

Respiro hondo, se aclaró la garganta y levanto la voz levemente...

-De todas las posibilidades que pudieron existir, de todas las personas que me pude cruzar, de todas las situaciones en las que me pude ver metido...

El hombre se giró repentinamente al escuchar la voz, apuntando con su cuchillo mientras sostenía a la mujer con el otro brazo con bastante fuerza -¿Quien anda ahí? ¡Si no te vas a la mierda de aquí en este momento te voy a matar! Exclamaba aquella persona, en parte nerviosa, en parte soberbio creyéndose capaz de acabar con cualquiera que podría cruzársele con apenas una navaja.

-La demencia... carece de todo limite...

Aquella frase que para el solía significar mucho en algún tiempo del pasado, aquello que solía decirse cuando sabía que estaba pensando algo mal, que debía calmarse, que debía ignorar aquellos pensamientos que no deseaba tener pero aun así era capaz de escuchar y ver, fue lo último coherente que dijo en aquel momento, seguido de una respiración fuerte, de alguien claramente enojado, y varios insultos y amenazas de aquel hombre, antes de que todo aquel fuerte viento comenzara a moverse.

Moviendo sus manos iba amasando una enorme cantidad de aire a su alrededor, se acercaba lentamente, el hombre lo ve y suelta a la mujer, la cual instintivamente salió corriendo para el lado contrario, apunto su navaja hacia él, amenazante, y gritando toda clase de insultos y amenazas vacías mientras retrocedía algunos pasos, un grito gutural lleno de ira se hizo escuchar con fuerza en aquel oscuro callejón, mientras todo el viento comenzaba a dirigirse brutalmente hacia el asaltante.

Impulsado unos dos metros en el aire, cayendo contra el pavimento con gran fuerza, de suerte aun consciente, los insultos se volvieron suplicas, las amenazas se volvieron pedidos de clemencia, pero el viento seguía enfurecido rodeándolo, otra brutal ráfaga lo mueve contra una pared con gran fuerza, y lo mantiene allí por la presión del aire, casi clavado contra la pared, llorando de miedo, ahora el pedía ayuda, ahora los roles se habían invertido, y aquel capaz de violar y posiblemente matar inocentes, se volvía alguien inocente, creyéndose con el derecho de recibir ayuda, de merecer clemencia...

Esa noche Tony se había tomado un descanso del trabajo en el taller, lo que significaba que podía darse una vuelta en su armadura y patrullar la ciudad, volaba sobre los edificios de un barrio bastante pobre, le dolía pasar sobre sitios así, ahí abajo había gente durmiendo en la calle, pasando hambre, ojala pudiera ayudarlos a todos, pero era imposible, hacía lo que podía, donaciones a diversas asociaciones, inversiones en múltiples infraestructuras, pero era imposible llegar a todos.

Las alarmas del traje saltaron señalando una posición y lecturas anómalas de energía, Señor, en esta posición hay emisiones de energía con unos patrones extraños, no logro identificar que los está produciendo, habrá que ir a ver entonces ¿no?, le contestó el millonario a su IA mientras variaba el rumbo y aumentaba la velocidad.

Mientras se acercaba a la zona pudieron escuchar los gritos de una mujer huyendo, Jarvis la localizó poco después e hizo un zoom sobre ella, Ropas rasgadas, gritos de socorro y viene del lugar a donde vamos, creo que tenemos otra pieza del puzzle, informa a la poli Jarvis, trata de rastrearla para informarles de donde se encuentra, por supuesto, Señor, la seguiré a través de las cámaras de trafico y les recomendaré que venga un psicólogo con ellos.

La armadura de Iron Man giró la última esquina a solo unos metros del suelo, el fuerte viento no era un problema para los potentes repulsores, pero ¿de donde venia ese viento?, ahí, un poco más adelante había un mendigo en pie con aspecto furioso que parecía ser el centro de las extrañas emisiones energéticas, y un desgraciado con los pantalones a medio bajar y una miserable navaja en la mano, las piezas encajaban con facilidad, pero había que intervenir para evitar que el mendigo hiciese algo de lo que pudiera arrepentirse después

Aumentó la potencia de los repulsores un instante y se dejo caer al suelo después, si no lo habían escuchado llegar ahora lo harían, eso seguro, quizás despertara a algunos vecinos, pero salvarle la vida a alguien, incluso a una escoria como el tipo del cuchillo era más importante; si el ruido no era suficiente el fogonazo lo haría girarse al menos o lo distraería lo suficiente para elegir un nuevo curso de acción, ¿Buenas noches caballeros, les puedo ayudar en algo?, dijo Tony por los altavoces en el tono más diplomático que pudo.

El viento venia del cielo, chocaba en el vagabundo, usándolo de eje y a través de este era despedido con una potencia increíble, al menos para estándares humanos, hacia el asaltante, quien se mantenía sostenido en el aire, a varios metros, presionado contra una pared de ladrillo, parecía fuera de sí, incapaz de pensar claramente mientras aquel hombre gritaba de dolor.

Ignorando por completo los ruidos de Iron man cerca, parecía ciego de ira, cuando cayó Tony, ya haciendo más que un simple ruido, y haciéndose notar, el viento dejo de correr por un instante, el asaltante comenzó a caer, y Cane parecía comenzar a volver en sí, toda aquella cantidad de viento comenzaba a disiparse de su alrededor, volviendo a su curso natural.

Instante después cae de rodillas al suelo, agotado, aunque aún consciente, murmurando lo que parecen palabras sin sentido a primera instancia, y ya al escuchar con mayor precisión, se da a notar que está hablando en español, murmurando repetidas veces la misma frase, casi sumergido en su mente, perdido, el latir de su corazón comenzaba a regularizarse, al igual que su respiración, mostrándose solo levemente agitado, como quien apenas terminase de correr algunas cuadras.

-No debí hacerlo... no debí hacerlo... pero él lo merecía... no merecía clemencia... no merece paz... Repitió varias veces para si en aquel leve murmuro, el cual finalizaría con una última palabra para luego darse cuenta de la situación en la que estaba, y razonar que era lo que había pasado. -Silencio.

El Hombre de Hierro se lanzó a toda velocidad hacia el delincuente impidiendo justo a tiempo que se abriera la cabeza en la caída, le quedarían magulladuras y quizás algún hueso roto, pero nada que el tiempo no pudiera arreglar, y Tony se aseguraría personalmente de que ese tiempo lo pasara en la enfermería de alguna cárcel, el tipo estaba inconsciente, así que lo dejó allí mismo y se giró hacia el mendigo, analizándolo más a fondo.

Las lecturas de energía se estaban estabilizando, al parecer el tipo tenía algún tipo de control climático o algo así, estaba limpio para estar viviendo en la calle, pero su ropa y su pelo si encajaban con esa primera impresión, ¿que demonios estaría diciendo?[/i], se preguntó el millonario, ¿Jarvis?, inmediatamente le apareció la traducción en la pantalla del casco... aunque seguía sin tener mucho sentido, ¿seguro que es esto lo que esta diciendo?, Señor, ¿acaso cree que soy el traductor de Google?, por supuesto que estoy seguro, Señor, respondió ofendida la IA, Vale perdona, ¿puedes decirle que todo esta bien?, hable normalmente, Señor, yo lo traduciré al español para que él pueda entenderlo

Buenas noches, ¿se encuentra bien?, todo ha pasado ya, no tiene de que preocuparse, dijo Tony, y pudo escuchar como Jarvis traducía lo que él decía a ese extraño idioma.

Mientras sacudía su cabeza negando y llevando su mano izquierda hacia su sien, comenzaba a levantarse lentamente, observaba fijamente a la armadura, no parecía estar herido físicamente de ninguna manera, pero si cansado, como si le faltase fuerza al cuerpo, más aun así pudo levantarse del todo, tras ello comenzó a hablar, pero esta vez en el idioma local, ingles.

-Creo que estoy bien... ¿Quién eres? Pregunto mientras se reacomodaba la ropa, e intentaba mantenerse en pie, lo que le costaba pero de momento podía.

Desvió la vista levemente hacia el cuerpo del asaltante, notando que aun respiraba, y que estaba bien acomodado en el suelo. -Supongo que el... sigue vivo... la pregunta sería si fue por suerte o por desgracia... ¿La mujer?. Preguntaba mientras que con la vista la buscaba por los alrededores.

Lo ataque, deje que mi ira me domine, que mi odio, que mis traumas se apoderen de mí, me acostumbre a usar mis poderes, no temí usarlos, los use, pude haberlo matado, pero bien dentro de mí me sigo preguntando, veo esa pregunta, ese deseo, puedo sentirlo porque sé que sería capaz de hacerlo, de desearlo ¿Valió la pena? ¿Lo hubiera matado? ¿Me hubiese detenido? ¿Lo volvería a hacer? Se las respuestas, me guste o no admitirlas las conozco, puedo verlas en mi mente, pero no ganare nada discutiendo ahora, pensándolo, meditare al respecto, eventualmente...

-Mi nombre es Cane por cierto, y puedo hablar inglés. Decía a lo último, tras salirse de sus pensamientos, tras haberse perdido en ellos por un instante, algo que solía pasarle seguido, mantenía su vista en aquella armadura, quizá preocupado por las consecuencias de sus actos, con parte de su mente repitiendo aun aquellas preguntas, contestándolas, negándolas...

Al ver que el tipo reaccionaba y hablaba normalmente Tony retiró el casco de la armadura y lo ayudó a incorporarse, Vale, la verdad es que hacía mucho, mucho tiempo, que nadie me hacía esa pregunta, me llamo Tony Stark, también conocido como Iron Man, ya sabes por este modelito tan chulo, ¿estás mejor?, le preguntó al notar su debilidad, supongo que hacer esas cosas te debe de dejar un poco exhausto, apóyate un poco en mí ¿vale? Al menos hasta que puedas estar de pie sin riesgo de caerte.

Si, sigue vivo, un poco magullado, pero eso le servirá de lección y con un poco de suerte cuando salga de la trena no le quedarán más ganas de acechar en un callejón oscuro, parecía que le costaba hablar por algo más que el agotamiento que le había producido el uso de sus poderes, la chica esta bien, he avisado a la policía y vendrán con un psicólogo para atenderla, no te preocupes, la has salvado de ese tipo.

Encantado Cane, por tu cara creo que necesitas un café, la poli viene hacia aquí y se encargarán de él en un momento, ¿que te parece si te invito a tomar algo en el bar que he visto ahí en la esquina?, supongo que no será gran cosa, pero esos sitios a veces te sorprenden ¿que te parece?.

-He tenido días peores. Comenzaba contestando la primer pregunta de Tony. -Gracias, pero puedo solo. Decía negando la ayuda. -Acepto la idea del café, en estos momentos no me vendría nada mal...

Mientras se dirigían hacia el bar cercano, Cane se las arreglaba para mantenerse en pie y caminar, aunque algo lento al principio, iba observando todo a su alrededor mientras caminaba, quizá con desconfianza, quizá por costumbre, finalmente volvía la vista hacia Tony, curioso.

-Agradecería si pudieses... no comentar mucho el tema de lo mío, sé que no debí... Se corta a la mitad de la frase, simplemente negando con la cabeza. -Imagino que entiendes.

-Para ser honesto, quería lastimarlo más, posiblemente lo hubiese matado, no creo que valga mucho la pena mentir ya, es la primera vez en muchos años que pierdo el control, así que descuida que no iré causando más caos por ahí.

Por instantes se mostraba sincero, y con cierta confianza al hablar, hablaba con naturalidad, y con bastante buena pronunciación para no ser nativo del lugar, pero por otros momentos a veces la voz parecía que le temblaba, pequeños tartamudeos, movía sus dedos casi constantemente, y prestando atención se notaban las marcas de mordidas de las mangas de su ropa, indudablemente era una persona nerviosa.

Finalmente se las arreglan para llegar al bar cercano, entran, y Cane señala una de las mesas más alejadas, pide solo un café, y se sienta, comenzando a mover los dedos sobre la superficie de la mesa casi sin parar, finalmente sin decir mucho, cuando llega el café le da un pequeño sorbo y vuelve a mirar hacia Tony.

-Supongo que te toca hacer las preguntas, y ya que espero que tu pagues porque no tengo nada de dinero, pregunta lo que quieras. Dice finalmente, dándote lugar a hablar, mientras comienza a tomar su café de a pequeños sorbos, de cierta manera, tranquilizándose un poco.

-Ah por cierto, tu nombre me suena conocido de algo...

Si te parece dejamos aquí a Iron Man para que trate con la poli y les cuente la película, la mujer no creo que diga mucho y a ese tipo no le harán ni caso, seguro que diría cualquier cosa para librarse de la que le va a caer, asalto, intento de violación y lo que se les ocurra a los chicos de azul cuando lleguen, decía Tony mientras se quitaba la armadura y Jarvis tomaba el control.


Yo me encargo, Señor, no se preocupe por nada, aunque quizás debería abrigarse un poco, siii mama, anda vamonos antes de que insista más, caminaron un poco hasta llegar al pequeño bar, al menos estaba limpio, lo que era un buen comienzo.

Para ser honesto yo también te diré que el tipo merecía lo que le hiciste y más, pero conseguiste controlarte y eso es lo importante, podías haberlo matado pero ahora se pasará una temporada a la sombra, se que a veces es difícil evitar abusar de nuestras capacidades, y quizás a ti, por la naturaleza de tu poder sea aun más complicado...

Pues no llevo la cartera encima, le digo con una sonrisa, pero no te preocupes, seguro que podremos arreglarnos, ¡Preciosa!, gritó a la camarera, Janice ¿no?, dijo leyendo la pequeña plaquita con su nombre grabado, tráenos un par de cafés y un par de trozos de tarta, la joven asintió y ya casi se iba cuando reconoció al millonario.

Oh ¡¡DIOS MÍO!! es Tony, Tony Stark, Shhh, por favor Janice, estoy de incógnito, le digo guiñando un ojo, por suerte el grito no ha llamado demasiado la atención, Tráenos algo ¿vale?, la chica asiente y se va corriendo a por el café y las tartas.


Bueno, ella ha respondido por mi a tu pregunta Cane, Tony Stark, Dueño de Industrias Stark, Iron Man..., iba diciendo nombres sin que al parecer Cane los reconociera, bueno, supongo que llevas una temporada desconectado del mundo, ¿los Vengadores te suenan?, ¿la invasión Chitauri?, si vivías en NY tuviste que enterarte de eso... a no ser que fueras de una de esas realidades paralelas, claro, igual en tu mundo yo ni existía, dijo con una sonrisa.

Observaba con un poco de mayor intranquilidad el lugar y a la gente mientras bebía su café, mas especialmente desde que el millonario admitió no tener dinero encima, de por si estar con gente extraña lo incomodaba, pero su naturaleza de vagabundo que adopto durante los años le prohibían negarse a la posibilidad de comida gratis.

-Pues la verdad, no me suena, el hecho de que recuerde tu nombre de algo seguramente signifique que estuvimos en la misma realidad, o eso creo, pero soy bastante bueno olvidando las cosas a las que no les doy importancia, y aunque muchos crean lo contrario, no se leen muchos diarios solo por dormir cubierto de ellos.

Intentaba respirar profundo, calmarse un poco mientras comía la tarta, pero definitivamente no le era fácil, observaba el lugar, cada detalle, buscando distraerse, aunque pese a esto aun así mantenía bastante atención a cualquier cosa que dijese Tony, era atento, demasiado, aunque pareciese distraído, esto solo lo usaba para no prestar atención a las cosas que solían incomodarle, como estar en lugares públicos.

-Entonces... eres alguna especie de millonario famoso... creo que hasta ahí entiendo bien. si mis cálculos no me fallan, no veo muchas razones para que hayas decidido tomar un café con un simple pobre de la calle, curiosamente aun no has preguntado nada como si fueses un policía, por lo que queda fuera la opción de que no quisiste dejarme solo por si se me ocurría medio matar a alguien más. ¿Cuál era la segunda? No recuerdo, la tercera es que simplemente eres un excéntrico y o quieres demostrar tu humanidad al público tratando con gente de menor importancia.

Aunque hablaba con un tono que denotaba cierto nerviosismo, ya pareciendo algo común en el, se notaba un claro resentimiento hacia la alta sociedad, hablaba siempre de una manera bastante directa y honesta, y en ningún momento tratando a Tony como lo trataba todo el mundo, como el famoso Iron Man que todos adoran, a sus ojos, no era más que un tipo cualquiera con una armadura lujosa y dinero de más, posiblemente por su resentimiento por la alta sociedad lo tratase incluso peor que a otras personas.

-Hm... Creo que la segunda opción era la segunda cosa que describí dentro de la tercera opción... Dice casi como un pensamiento en voz alta, y luego simplemente niega al darse cuenta que no se entendía mucho lo que estaba diciendo.

-Lo que fuere, ahora me pregunto... ¿Qué es lo que sigue?.

Si, supongo que soy algún tipo de millonario famoso, y mis razones creo que son bien simples, necesitabas ayuda, no espero nada a cambio si es lo que estás pensando, como verás tampoco lo estoy haciendo para salir en las noticias, no se que habrás escuchado de mí o que ideas tendrás formadas, pero creo que deberías darme el beneficio de la duda ¿no?, dijo probando la tarta.

Ciertamente estos sitios a veces sorprenden, esta riquísima ¿no crees?, respecto a lo último que has dicho, por supuesto que soy excéntrico, pero lo sería igual si no tuviera ni un centavo, supongo que parte de mi genialidad es una dosis de locura, pequeña según algunos y grande según otros, pero eso es lo de menos, ¿que viene ahora?, lo miro en silencio un momento mientras ambos comían, bueno, tenemos varias opciones, la primera es que puedes irte cuando quieras, pero pienso que sigues necesitando ayuda; también puedes venir conmigo a mi casa y que te haga unas pruebas, quizás encontremos el origen de lo que te pasa y pueda ayudarte a controlarlo; la tercera sería llevarte a la mansión de los vengadores, allí no correrás ningún peligro, ni tu ni los que estén a tu alrededor y también podremos tratar de encontrar una solución.

Tony se tomó el último trozo de tarta, Yo quiero un poco más ¿y tú?, llamó de nuevo a Janice con un gesto y le pidió mas tarta y más café, cuando se fue continuó, mira, no me malinterpretes, pero de verdad creo que si no tienes muy buen control sobre lo que haces es peligroso que andes por ahí solo, y aunque te parezca difícil de creer quiero ayudarte, mientras hablaban el millonario no había dejado de dibujar en una servilleta algún tipo de diagrama, pero ahora que parecía estar terminado lo arrugó y empezó de nuevo, con trazos mas definidos.

-El beneficio de la duda lo tienen todos, de no tenerlo ya me hubiese ido desde el primer instante en que me invitaste a un café. Y ya estoy con un grupo de gente que puede ayudarme, al menos por ahora, soy algo así como un alumno en la Mansión X. Salí de la mansión para encontrarme con unos conocidos que me ayudaron durante mi época en las calles de nueva york, no esperaba encontrarme con esa... situación.

Decía aquellas últimas palabras con cierto peso, mientras tragaba saliva, más allá de lo traumático que podría ser presenciar un acto tan vil y repugnante como lo que el había visto, que lo llevo a la furia con la que casi mata a aquel asaltante, seguramente tendría razones de más para considerar esa situación como un extremo.

Supongo que es difícil de entender, que a simple vista parezco un mutante cualquiera con un poder destructivo y peligroso que podría causar problemas, en parte es cierto, pero maldigo mi repugnante suerte tan pésima de encontrar una de las únicas cosas en toda la existencia de esta maldita ciudad que podrían llegar a hacerme enojar tanto, quizá esto sea una prueba, una señal de algún dios o destino que simplemente quiere joderme, si se enterasen en la mansión no sé si realmente podría seguir allí, quizá deba alejarme aún mas de cualquier posible humanidad que aun posea, de cualquier sociedad, porque de algo estoy seguro, así controle mi poder al máximo, esas únicas cosas capaces de volverme loco siempre existirán, mientras yo exista, mientras tu existas mente, siempre estarán allí...

Respiraba profundamente cerrando los ojos por un instante perdiéndose en sus pensamientos por al menos un minuto, finalmente vuelve en sí, mientras observa por un instante al millonario de vuelta, negando cuando este pregunta si quiere más tarta.

-Espero hayas mentido cuando dijiste que no tenías dinero acá, o que al menos tengas una muy buena manera de salir bien parado de aquí.

Bien, me alegro, de todas formas toma, dijo anotando un numero en otra servilleta, te daría una tarjeta, pero sin cartera es difícil, Cane se quedó pensativo un instante y luego retomó la conversación, pues no es mi estilo mentir, la verdad, pero no te preocupes, estoy seguro de que no me pondrán pegas si les digo que les pago más tarde, además, pienso llevarle una de esas tartas a Pepper.

Tony volvió a llamar a la camarera con un gesto y Janice vino corriendo, Dígame señor Stark en que puedo ayudarle, llámame Tony, Janice, mira, quiero que una amiga mía pruebe esta tarta, está buenísima, ¿os queda alguna entera?, creo que si señ.. Tony, ahora lo miro, gracias Janice, ah, otra cosa, venía en la armadura y no he cogido la cartera, hasta que hora estáis abiertos, luego me paso a pagar, pues cerramos a medianoche, perfecto entonces, muchas gracias Janice, la chica se despidió y fue a preguntar lo de la tarta.

Ves, no hay problema, saben que no voy a ir por ahí dejando una cuenta sin pagar en un bar, dijo con una sonrisa el millonario, Jarvis me dice que ya ha acabado con la policía, ¿quieres que te lleve a algún sitio?, pudo pedir que venga un coche si quieres, la camarera salió con una caja de cartón, era de suponer que dentro estaba la tarta para Pepper, gracias Janice, te veo en un rato, vale, la joven asintió y los miró al salir.

Una vez en la puerta esperó hasta que la armadura aterrizó, con mucha mas delicadeza esta vez,Un momentito, le dijo a Cane, Hey, chaval, ¿me dejas un momento el móvil?, gracias, con el móvil del joven se hizo una foto en la que se viera claramente la entrada y el cartel del local, Jarvis, copia esa foto ¿quieres?, toma el móvil, gracias, el joven le pidió un autógrafo y se marchó contento de allí, Jarvis, twitea la foto y di que la tarta estaba buenísima.

Bueno, citando tus propias palabras... ¿Qué es lo que sigue?.

Tomaba la servilleta leyendo el numero para luego guardársela en un bolsillo, momento luego de perderse en sus pensamientos y volver en sí, escucha atento a la camarera hablando con Tony, negando levemente para sí mismo.

-Básicamente, porque eres famoso, y millonario, te dejan salir sin pagar... suena bien. es favoritismo en la realidad, bastante interesante, si tuviese un millón de dólares lo apostaría a que si yo pidiese lo mismo no me lo permitirían, y para colmo perdería porque estos sabrían que tengo un millón de dólares y por ende si lo permitirían, ironías de la vida...

Se levantaba estirándose para dirigirse a la salida del lugar junto al millonario, ahora ya podía caminar bastante mejor, posiblemente por comer la tarta y descansar ese rato allí dentro, se detiene en la puerta levantando la vista al cielo, respirando profundo, el viento fuerte de la tormenta que pronto se desataría pasa por él, de alguna manera calmando aquellos nervios, dejándole una sensación de tranquilidad que solo se lo daba estar en contacto con aquellos elementos que dominaba, cuando estos estaban en su mayor presencia o poder.

El aire, el viento en sí, siempre fue algo que el adoro, desde chico, desde cuando aún era un simple humano común, tranquilizante, en especial a varios metros de altura, sobre algún edificio, o sobre la copa de algún árbol, mientras se distraía el recuerdo de una vieja frase que alguna vez significo mucho para él se le cruza por la mente, murmurándola sin darse cuenta en su idioma natal, español.

-Las coincidencias son la manera de Dios de permanecer anónimo...

Hubo un tiempo, un momento donde eso significo mucho para mí, ¿Como pude simplemente olvidarlo? para ser alguien que gusta de calcular todas las posibilidades, no pensé en ello, las posibilidades de encontrar en un mismo día a algo capaz de hacerme perder el control y al mismo tiempo a alguien que su llegada marco la diferencia entre cometer otro grave error en mi vida y no cometerlo, una coincidencia, una poco probable, las posibilidades de ello eran casi nulas pero... aquí estoy.

Cierto o no lo que sus pensamientos le mostraban, las posibilidades en si eran considerablemente bajas, y algo, una sensación, algo extraño, una corazonada dirían algunos, le daba a entender que no podía ser solo una coincidencia, que algo allí tenía sentido ¿Cuál? eso lo descubriría con el tiempo, eventualmente.

-Las coincidencias son la manera de Dios de permanecer anónimo. Dice esta vez en el idioma local, volviendo a hablar en inglés, y saliendo un poco de las distracciones de sus pensamientos, tras que Tony se sacase la foto que luego pediría a Jarvis que se encargue de esta.

-Ahora... creo que me tocara volver a la mansión, a menos que se te ocurra otra cosa, me da la sensación de que, puede que en un momento termine llamándote, eventualmente... se verá...

Un placer Cane, dijo Tony tendiéndole la mano y estrechandosela con fuerza, espero que te vaya muy bien en la mansión, puedes llamarme de todos modos si quieres, el millonario se dio la vuelta y empezó a ponerse la armadura con cuidado de no tirar la tarta al suelo, ah, por cierto, casi lo olvido, toma esto, se sacó del bolsillo la servilleta en la que al parecer había completado el segundo boceto, te lo hubiera hecho yo mismo, aun se puede mejorar, reducir su tamaño y hacerlo mas cómodo y manejable, pero bueno, supongo que alguien habrá en una mansión de genios capaz de montarlo ¿no?.

Unos segundos después, mientras Tony volvía de nuevo a colocarse la armadura Jarvis le interrumpió, Señor, dime Jarvis, Mucho me temo, Señor, que el señor Cane no tiene la mas mínima idea de que es lo que le ha entregado, Señor, ¿que? ¿no se lo he dicho ahí dentro?, apostaría mis circuitos a que no, Señor, pero si tu no apuestas Jarvis, más a mi favor, Señor, o bueno, es un diseño de un pequeño equipo de sensores, partiendo de la base de las lecturas que recibí ese equipo debería ser capaz de detectar cuando estás perdiendo el control, igual hay que hacer algunas pruebas, pero si se activa puedes configurarlo para que haga varias cosas, desde una descarga que te deje inconsciente, la más radical, a una alarma o una llamada de teléfono, lo que tu veas, con más tiempo podría mejorarse, finalmente se colocó el casco, y esas últimas palabras le llegaron a través de los altavoces.

Entonces ¿que? ¿te acerco a algún sitio?, te aseguro que las vistas desde ahí arriba son impresionantes.