Happy New Year [31-12-2018] (Cualquiera que pueda haber recibido una invitación o conozca a alguien que la tenga, Libre, turno de posteo libre)

La fiesta se iba animando, la gente bailaba y ella salió de la pista, acompañada por Kyle de nuevo, no era mal bailarín en absoluto, pero parecía que llegaba el momento de socializar con el resto de invitados y esquivar a la invitada de la embajada rumana, no sea que fuera a hacerle otra descripción pormenorizada de sus logros académicos y profesionales. No lo aguantaría una segunda vez sin intentar ahogarla con los canapés. Ese tipo de comportamientos sólo podían permitírselos personas como Tony, con el suficiente carisma para que al aderezarlo con una sonrisa no pareciera que se bañaban en su propio ego, sino la simple realidad. Volvió a ver a la princesa Diana a lo lejos, en esta ocasión sola, y decidió que no sería mala idea acercarse a ella, a fin de cuentas habían compartido algunas experiencias juntas como aquella encantadora visita a su isla o los terribles acontecimientos de Halloween en Gotham.

- Princesa Diana, que agradable verte por aquí. ¿Cómo va todo por Washington? ¿Qué tal está la reina Hipólita?

Preguntaba con sincera curiosidad, a fin de cuentas no tenía ningún motivo para enfrentarse a Diana, puede que no compartiera por completo con su pueblo el concepto de “sociedad utópica” pero debía reconocer que salvo por el trato generalizado al género masculino, eran lo más parecido a una que se podía encontrar. En cualquier caso, Diana siempre se había portado con amabilidad con ella, no tenía motivos para no comportarse de la misma forma.

- Los adornos que me traje de Themyscira causaron furor entre mis amigas. Si salgo elegida deberíamos hablar seriamente de establecer rutas comerciales, así tu gente no dependería tanto de su propia climatología para abastecer sus reservas de materias primas.

Ya lo había dicho en la isla, era americana, pero no una perra sin consideración. No quería esquilmar sus recursos y por supuesto, no era buena idea cabrear a las amazonas. No se le ocurriría ofrecerles jeans, cerveza o restaurantes de comida rápida. Una fluida relación comercial se basaba en el beneficio mutuo. Ellas se aseguraban de tener siempre sus graneros llenos y el mundo se beneficiaba de sus manufacturas y una alianza fuerte.

La última campanada sonó y empezó a escucharse el estruendo de los fuegos artificiales, los gritos de alegría y los vítores de los invitados, la gimkana ya habría acabado, pero ahora el millonario tenia otras cosas en mente, no sabia si Jarvis habría incinerado la caja o alguien la habría encontrado, y no le importaba, se había prometido a si mismo que empezaría el año con lo que estaba a punto de hacer.

Tony la besó y se arrodilló ante una Pepper sorprendida y confusa, Cariño, a lo largo de los últimos meses he cambiado mucho, ha habido muchas cosas que me han hecho encaminarme hacia el hombre que soy ahora, mi secuestro, la traición de uno de los hombres en quien más confiaba, la creación de Iron Man y todo lo que ello conllevaba, la invasión Chitauri, la Colisión... cierta fiesta me hizo abrir los ojos ante algunos de mis defectos, el millonario miraba a su secretaria y pareja actual intensamente, Pero lo que realmente me ha hecho cambiar eres tú, tú me haces desear ser mejor persona.

Clint Barton se acerca con una pequeña cajita y se la da a Tony, Desde que me di cuenta de lo que realmente sentía por ti he querido hacer esto, pero no lo hacía por miedo, miedo a que me rechazaras, miedo a no estar preparado, miedo a que no sintieras los mismo por mí, miedo a que alguien tratara de hacerte daño por mi causa, pero he comprendido que no puedo seguir viviendo con miedo, el multimillonario abre la caja para revelar un anillo de lo mas simple, una pequeña banda plateada muy fina sin inscripciones ni dibujos.

Sé que a ti no conquistaré con grandes regalos o con joyas bonitas, sino con verdaderas muestras de afecto, este anillo lo he hecho con los restos del primer generador que instalé en mi pecho, el salvó mi vida, igual que haces tu cada día desde entonces, la emoción en la voz de Tony es palpable cuando saca por fin el anillo y pregunta, Virginia Pepper Potts, tu tienes la sonrisa que quiero que tengan mis hijos, ¿quieres casarte conmigo?.

El silencio se hizo en la sala mientras pasaban lentamente los segundos y Pepper trataba de recuperar su voz ante las palabras de Stark, pero era incapaz, ni siquiera fue capaz de golpearle por llamarla así delante de toda esa gente, por toda respuesta simplemente dejo que él le pusiera el anillo y luego lo hizo levantarse y lo besó, un beso largo y suave, lento, finalmente se separaron, Tony, yo..., déjame acabar por favor, dijo con un pequeño gesto, solo me queda una cosa más que decirte, he dicho que he tenido miedo, mucho miedo, de lo que te pudiera pasar por mi causa, ese era mi mayor temor, querida, llevo bastante tiempo encerrado ahí abajo haciendo los regalos de algunos de los invitados de esta noche, uno de ellos el tuyo....
Con estas últimas palabras uno de los paneles de la pared tras ellos se descorrió, revelando uno de los trajes de Iron Man, aunque era levemente distinto, algo mas pequeño y estilizado


La armadura empezó a andar sola hacia Pepper, deteniéndose ante ella Si la aceptas ya no tendré que tener miedo, porque sabré que estés donde estés, no correrás peligro, y si lo corres serás capaz de enfrentarte a él, como siempre has hecho, ay Tony, cuando creía que estabas actuando como un adulto me vienes con esto, le dijo ella en tono sarcástico, no te pido que te la pongas y me acompañes, aunque no te negaré ese derecho si quieres hacerlo, te pido que la tengas cerca y si alguien intenta hacerte daño por mi culpa, por culpa de Iron Man, o por que un dios decide que es más fácil matarte a ti que a mí, le des una lección al estilo Pepper.

Ella miró la armadura no muy convencida, pero finalmente se acercó y se montó, ajustaba perfectamente, de momento la mayoría de sistemas van en automático, cuando te acostumbres a ellos ya los iremos pasando a manual ¿damos una vuelta?, preguntó él llamando a su propia armadura y poniéndosela en unos segundos.

Un momento después de ellos solo quedaban dos estelas brillantes en las retinas de los presentes, aunque no tardarían en volver a incorporarse a la fiesta y quitarse las armaduras, había llegado la hora de entregar los regalos.

Regalos:

Un par de minutos antes de que empezaran a sonar las campanadas, la realidad comenzó a combarse sobre sí misma, comenzando a rasgarse en una de las esquinas alejadas del piso más alto de la torre Stark. A medida que la realidad se rasgaba, un humillo verde comenzaba a emerger de dicho rasgón y en cuestión de unos pocos segundos, este se convirtió en un portal abierto a un tunel de luz verdosa contra el que aparentemente las almas se agolpaban, intentando salir.

Del portal emergió primero una pierna derecha, fina, torneada y embutida dentro de una bota alta de armadura, seguida por una cadera generosa y una cintura delicada sobre la que finalizaba un peto. Después, un brazo también embutido en un brazalete de armadura emergió del portal, y finalmente al otro lado se encontraba una mujer de piel pálida, cetrina, ataviada con un largo vestido de noche azul oscuro con forro rojo. Dicho vestido tenía un corte lateral, y algunas partes se encontraban cubiertas con armadura, concretamente las piernas, cintura y pecho de la mujer. En su cabeza portaba una corona compuesta por dos cuernos forjados en obsidiana, y sus ojos verdes brillaban con energía oscura.

Según apareció, el portal se cerró tras ella sin dejar rastro. La ex-alcaldesa arqueó una ceja al ver las miradas boquiabiertas de alguno de los invitados que se encontraban más cerca de ella, pero prefirió ignorarlos, cargando con una pequeña caja entre sus largos y delicados dedos

Ropa de Joanna:

Sus ojos se centraron en el anfitrión, y pronto le sonrió, haciendo una leve inclinación en su dirección: Se encontraba ocupado, y no iba a molestarle. Por eso mismo, recogió un cuenco de uvas y se unió a la tradición, disfrutando durante cada campanada del delicioso sabor de la fruta.

Tony subió inmediatamente después al estrado y le pidió la mano a su ayudante, Pepper Potts, lo que hizo que la no-muerta arquease ambas cejas con incredulidad. Pese a que había conocido al magnate y había llegado a ver más allá de su fama de crápula y mujeriego, le creía con demasiado miedo al compromiso como para si quiera prometerse con nadie. Quizás esa faceta de showman de la que tanto hablaban no era tan exagerada después de todo.

Cuando finalmente ambos volvieron de su viaje, la ex-política (ahora abogada) emergió de entre los invitados con una enorme radiante sonrisa, aún con el paquete entre los dedos


La mujer sonrió suavemente, tendiéndoles la caja, dentro de la cual se encontraba una estatuilla tallada en obsidiana. La manufactura era exquisita, y era una reproducción perfecta (a pequeña escala) de la armadura de Ironman posando, los brazos en jarras y las piernas ligeramente entreabiertas

Digamos que... tengo acceso a unos artesanos con mucho talento comentó, sonriendo nerviosamente

Note que algo extraño paso con la señora Nieves cuando le hice aquellas preguntas. No tenia ninguna intencion en ofenderla, y su esposo parecio entenderlo, reaccionando rapido para acercarse a nosotras y darme respuestas de lo que queria saber. Mire a Blanca un poco preocupada, pero Lobo me menciona que lo mejor es nunca mencionar a los enanos. Entendia que si eso la incomodaba, no iba a mencionarlo nunca mas. Tras un momento, Blanca prosiguio, agendandome una cita para mañana, asi que, me tendria que ir en la madrugada de regreso a Washington para dormir un poco y poder atender temprano a la señora Nieves en mi embajada.

-Lo siento... -murmure en voz baja, estrechando su mano cuando se despidio de mi. Los dos se fueron, algo tensos, asi que, me quede sola. No me gusto que esa fuese un primer entable de relaciones, pero, creo que lo podriamos corregir con el tiempo. Fue un error, y no sabia absolutamente nada de ellos, asi que, seria algo que Blanca podria perdonarme. Me quede en la mesa, comiendo algunos canapes de camarón, mientras veia como otras parejas pasaban a bailar. Me gustaria volver a pasar, sin embargo, no veia por ningun lado al hombre que habia venido antes a invitarme a la pista. Sin embargo, quien se acerco a mi fue una chica que habia conocido hace unos meses. Blair Van der Woodsen.

-¡Hola, Blair! -Estire mi mano para saludarla, estrechandola un poco - Por Washington las cosas van tranquilas. La ciudad es muy bonita en año nuevo. Mi madre bien, aunque, ellas no celebran como nosotros el fin de año o la navidad. Las celebraciones son buenas, pero no son como lo que aqui conocemos. Lo que mas se parece a una gran festividad es el cumpleaños de la Reina o el mio. -Y despues, me menciono acerca de los adornos que compro y de su posible eleccion. Sonrei, y asenti firmemente- Entiendo, creo que los Estados Unidos o la OTAN serian buenos aliados comerciales para Themyscira... Aunque, eso debe ser hablado con la Reina y el consejo de sabias. Nunca hemos dependido de muchos apoyos extranjeros, y no sabemos como reaccionarian ante esa propuesta. Themyscira siempre ha sido un reino independiente, autonomo, autosustentable y autosuficiente.

No me habia dado cuenta del tiempo que paso, pero las campanadas empezaron a sonar. Me quede junto con Blair haciendo la cuenta regresiva, hasta que por fin llego el 2019. Esperaba que fuese un año mejor, con menos desastres como la Colision o los sucesos horribles de Hallowen, pero sabia que no debia quedarme con esa ilusion... Lo unico que podia era desear que el mundo fuese un poquito mejor cada año. Sin embargo, algo extraño paso. Tony Stark beso a Pepper y se arrodillo... ¡Por el amor de Hera! ¿Tony Stark pidiendo matrimonio? Sabia que era un buen tipo, y que no era el excentrico millonario que todos decian. Me quede boquiabierta mirando la propuesta, mientras escuchaba cada palabra que el decia. ¿Que tal seria la boda? ¿Como se organizarian? Queria hacer muchas preguntas, asi que, hasta que vi la armadura de Pepper, aplaudi rapidamente. Tony si que se preocupaba por su novia, y eso me gustaba. Una mujer deberia poder defenderse siempre que se encontrase en peligro, nunca esperar que un heroe los salvara... Aunque su esposo sea un superheroe.

Tony y Pepper se fueron volando, pero unos pequeños robots empezaron a salir por todas partes, llevando regalos y presentes de todos tamaños a los invitados. Unos llamaron mucho mi atencion, pues llevaban unas coronas de laurel y una especie de bata blanca. Cargaban una caja ancha y un poco alta, color dorada, que dejaron frente a mi. De ellos, escuche una especie de cantico pregrabado, como la musica que simulaba ser la musica de los dioses en el olimpo del cine de Hollywood. Sonrei un poco, y abri por arriba la caja. ¿Que regalo me habria dado Tony Stark?

Casi se me cae la cara de sorpresa cuando vi un vehiculo dentro. Una motocicleta, de la linea Stark de motos que habia visto anunciada hace unos meses. ¡Que hermoso! Por fin tendria un vehiculo terrestre que manejar cuando queria hacer cosas mas discretas, sin depender de tener que llamar a mi Jet a todos lados. En otras ocasiones, me hubiese servido tener esto, pero ahora, aprenderia muy pronto a conducir. ¡Habria una nueva motorista en las carreteras del mundo!

-Gracias, Tony... -Mencione en voz baja, sonriendo, mientras cerraba la caja de la moto.

FDI: Siento contestar tan tarde, pero para mí ha sido imposible seguir vuestro ritmo! xD

- ¡Ay! Bella dama dice... - Harley le dio un pequeño empujoncito al ricachón simulando vergüenza, cuando en realidad se le notaba que estaba saltando de alegría ante el cumplido. Harley era una mujer que expresaba de forma muy abierta sus emociones.

- Imagino que Selina y Pamela no tardarán en aparecer, lo que pasa es que ellas se tiran más horas que yo en el baño para arreglarse - sonrió entre dientes.

Harley lanzó entonces un pequeño suspiro al notar los labios de Tony en su mejilla. No podía evitar quedar encantada cuando otros hombres la alagaban o coqueteaban con ella. La mayoría de veces ella también lo hacía aunque solo fuera para llamar la atención del Joker. A pesar de que Ironman era uno de los buenos le caía bastante bien, de hecho y sin preguntarse muy bien el porqué, tenía la sensación de que el ricachón se parecía un poco a su querido Batman.

La Arlequina hablaba muy poco de su relación con el Joker, lo cierto es que pocas veces podía traerle a fiestas de este estilo,  eran demasiado "pacíficas" para el gusto de su novio, y no quería que las convirtiera en una carnicería. Sobre todo teniendo en cuenta de que la fiesta era exclusiva para ella y para sus amigas, así que esta vez tuvo que dejar al "pudding" en casa. Aunque por si acaso Harley se había asegurado de no decirle al Joker a dónde iba aquella noche.

- ¡Claro Tony! ¡Pásalo bien! Yo voy a jugar al escondite de mientras - Harley se despidió del hombre agitando su mano alegremente y empezó a buscar su botín por todas partes. Primero miró debajo de las mesas de los canapés, mientras se llevaba a la boca unos cuantos bocados de Sushi de salmón. Después pensó que sería una buena idea mirar debajo de las faldas de las invitadas también, para no dejarse ningún sitio dónde buscar.

La rubia se percató entonces de que su amiga felina había llegado, y en cuando se despidió de Tony para dejarlo marchar al balcón, la novia del payaso se echó encima de Selina para darle un fuerte abrazo.

-¡Te estabas perdiendo la diversión! ¡Venga, vamos a buscar nuestro botín!

Debió de pasar no más de una hora cuando Tony se agachó en frente de su asistente personal para pedirle matrimonio. Harley abrazó como nunca a Selina mientras suspiraba de la emoción. La gata casi podía ver como salían corazoncitos que estallaban de la alocada cabeza de su amiga.

- ¡Es taaaaaaaaaaaan bonitoooooooooooo! <3 <3 <3 - suspiró la rubia, y por un momento intentó imaginarse a ella vestida de blanco en un altar junto a su amado el Joker. ¡Sería tan bonito que eso ocurriera algún día!

Tony y Pepper se marcharon a volar juntos como dos recién casados mientras que la sala de baile empezó a llenarse de robots que llevaban regalos de un lado a otro. Uno de ellos se acercó a Harley con una caja de madera rectangular. El recipiente era de color negro y rojo con los rombos característicos de la Arequín. La rubia suspiró emocionada y no tardó abrir el regalo y en leer la nota que había junto a él.

- Esto... esto... ¡ESTO ES FANTABULOSO! - se sentía tan emocionada que tenía que probarlo allí mismo o iba a reventar.

Sacó de la caja lo que parecía un lanzador de granadas y se lo colocó en el hombro. Después buscó a su primera víctima con el rabillo del ojo. La mirilla del lanzador apuntó directamente a la cabeza de la princesa Diana de Themyscira.

- ¡Ey! ¡Wonder Woman! ¡Abre la boca! - rió Hareen Quinzel mientras apretaba el gatillo.

De el lanzador salió disparada una magdalena de crema que iba directa a la cara de la reina de las amazonas. Si Wonder Woman no conseguía atrapar la magdalena a tiempo no era problema suyo, ella ya la había avisado.

Tras dar mi mayor esfuerzo en la pista, sali con Blair hacia afuera, tratandonos de librar un poco de la abrumadora cantidad de gente. Estaba sudando un poco, y con el dorso de mi mano, limpie mi frente, para luego limpiar un poco la frente de Blair. Espero se este diviertiendo mas de lo que yo estaba pasando por aqui, si no, seria todo un chasco este esfuerzo. Me estire un poco, relajando los musculos, y comprobe mi bolsillo derecho. Ahi estaba el anillo, perfectamente en orden. Pese a la intrusion de una muchacha que disparo al aire con su pistola de confeti, no habia ningun incidente mas que el de gente tratando de divertirse en una magna fiesta.

Blair vio a Wonder Woman y parecio interesada en charlar con ella. Le di un beso en la mejilla y me despedi de ella para ir a comer un poco, y bueno, empezar a buscar por ahi el premio del millon de dolares. No creo poder encontrarla no me afectaria tanto, quizas el anfitrion hubiese puesto alguna trampa, como si esperara que alguien lo encontrara, o probablemente fuese una muestra de genialidad donde nadie, o al menos, no todos los invitados podria encontrar la respuesta a esa prueba.

Mientras recorria las habitaciones del piso donde estaba, sonaron las campanadas. Rapidamente reaccione y corri hacia donde estaba Blair, hasta que, al llegar al dos, casi tropezandome en la carrera, la tome rapidamente por la cintura y le di un beso en los labios. No importaba que estuviera ahi con Diana, sabia que no podiamos delatar a otros miembros de la Liga ni sus identidades secretas, asi que, sabia que probablemente Diana haria como si no pasara nada y esperaria a que me fuera.

-Feliz año nuevo, cielo.

Y despues, vi como Tony empezo a pedirle matrimonio a su asistenta. Me parecio un detalle muy lindo el anillo que le dio a la mujer, aunque, casi instintivamente, me lleve la mano al bolsillo, sintiendo mi anillo verde. Alguna vez, bromeando con mis camaradas del sector, deciamos que guardabamos el anillo como Gollum guardaba a su "precioso". Eran horribles los chistes sobre el señor de los anillos, pero teniamos cierto "parentesco". Volviendo con la nueva pareja, me sorprendio un poco ver a la armadura con diseño femenino que Stark le habia hecho a su prometida... Vaya, que buen diseño. ¿Quien le habra dado clases de dibujo tecnico para hacer los modelos de sus armaduras? Le voy a pedir a Blair que un dia le pregunte a Stark acerca de eso.

La pareja salio volando y la sala se empezo a llenar de robots de todo tipo, hasta que uno se acerco a mi. Me entrego una caja rectangular envuelta en papel para envolver regalos color dorado y con un moño rojo. Lo tome, dando las gracias, y empece a abrirlo con cuidado de no romper el papel. ¡Vaya! Una tableta digitalizadora para mis dibujos. Que detallazo. Con ella podria hacer mas trabajos cuando estuviera en la tierra, y podria hacer mas obras virtuales. Eso suele vender, o sirve para hacer diseños graficos para empresas y paginas web.

OOC:

¿Fiesta de… Año Nuevo?  ¿Una invitación a una fiesta? Pamela solía recibir unas cuantas, Poison Ivy muy pocas. Quité el sello y deslicé el sobre lentamente. ¿Papel reciclado? Oh Stark… estás en todo…  Ojeé la carta por ambos lados varias veces, todo parecía demasiado claro y no tenía un mejor plan. Además desde nuestra última visita de “cortesía” la situación se había transformado por completo partiendo de la original idea que teníamos en mente.  El día anterior, no sabía muy bien por qué, me encontraba nerviosa y lo ocupé en confeccionar mi vestido adecuado, con el semirrecogido adecuado sería suficientemente elegante para la alta gama Neoyorquina. Año nuevo nunca me importó demasiado pero me estuve planteando lo que significaba ir de nuevo a una puesta en sociedad. ¿Sería una invitada más o las miradas indiscretas se me antojarían bajo el juicio de villana como ocurría casi siempre? Sólo había una manera de averiguarlo. Guardé la invitación entre uno de los enredos del vestido y me puse rumbo al evento.

Había estado tan absorta en mis pensamientos que apenas recordé la presencia de las musas. Un grito de Harley, entrando me permitió la entrada discreta en el edificio. No dudaba de que Stark, a pesar de mi entrada en las sombras, ya sabría de mi presencia por su sistema informatizado, pero la avalancha de “fans” me darían algo de tiempo de observar mi alrededor.

Poco después del inicio de la fiesta el famoso anfitrión propuso una gymkana en la que seguramente más de un mendigo moriría. Cuando vives al margen del dinero resulta casi cómico quedarte al margen y observar cómo la gente enloquece por un puñado de papel y tinta sin un valor más allá que el moral concebido bajo los sudores de obreros inseguros que se comportan como perros maltratados.

Una larga cola de invitados impertinentes se formó frente los ojos de Tony que, poco a poco, les recibía con una paciencia aparentemente limitada. Era cuestión de educación llevar algún tipo de detalle a las fiestas de las que se es invitado, y ésta vez le había preparado un cóctel especial, dada su afición a la bebida. Aunque, como de buen sabida es mi etiqueta, permanecí al margen hasta que la situación se relajó, al igual que nuestro protagonista de la noche. De entre las luces de los dichos invitados hubo una, verde y brillante, especialmente particular.

Wonder Woman, cuyas tantas noticias llenaron los oídos de los villanos mejor informados de Gotham, del mismo modo que lo hizo Superman o linterna verde… Un primer espinazo me recorrió el cuerpo, esperé que no saltase a la defensiva al verme aparecer… Stark, más vale que sepas lo que has hecho al traerme aquí.

Aunque la mejor opción era no detenerse en un pensamiento tan negativo, supongo, de modo que me dediqué a disfrutar del bailecito, de la entrada de mi amiga felina y de una buena copa de champagne brute que paseaba uno de esos chismes por todo el salón. Hay quien no comprende mi manera de pensar respecto a esto… Cuido las frutas, las raíces, los tallos… cuido CADA parte de la vida vegetal, pero de eso no quita que comprenda el ciclo de la vida. Sin que las frutas se consumieran, no se obtendrían más semillas de las que surgieran nuevas vidas. No es algo tan hipócrita como el vegetariano que come pescado.

Surgió súbitamente un momento tenso en el que abandonaron dos de los invitados el ambiente de júbilo, si es que quedaba alguno, y se vió camuflado y totalmente eclipsado por el hecho de que la cuenta atrás empezó su comienzo para el fin. Y por costumbre, como todos los años, dejé surgir de la palma de mi mano una preciosa Lirio Candelaria  , tocaya y compañera de tantas aventuras en mi vida, dotada con la especial mutación de poseer 10 hermosos pétalos en cada extremo de su ser.  Nueve, ocho, siete…

3-2-1… Tus pequeñas han sobrevivido un invierno más gracias a ti. Lillian muere, un año más. Pero ellas siguen vivas gracias a ti.

Y una vez finalizado mi ritual personal, el 2019 empezó con una sorpresa para todos los asistentes cuando el multimillonario hincó su rodilla, empezando por unas palabras llenas de seriedad, romanticismo, cambio y renovación… No pude evitar pensar en nuestro primer encuentro y la cómica ironía que suponía estar presenciando esto.  Virginia Pepper Pots… dulce nombre. Tras el momento de estallido amoroso, con alguna lágrima de los presentes y la sonrisa enternecedora en el rostro de otros, la palabra “regalo” surcó mi curiosidad. Dudo mucho que yo perteneciera al grupo de invitados con ese privilegio… ¿Qué tiene un multimillonario que ofrecer a una mujer antitecnología y sin necesidad de economía?

Tras respetar su intimidad lo que consideré que había sido suficiente tiempo, esperé a su retorno y a la normalidad de la fiesta para proceder a mis primeras palabras con el anfitrión. Una vez ambos retornaron a la fiesta, me acerqué a los afortunados dejando por el camino, en otro cachivache, la copa que tomé con anterioridad. Deslizándome paso a paso, cuidando la cola de mi vestido natural, me encaminé a buen ritmo de mi contoneo inconsciente y una sonrisa en mi rostro iluminada con el verde de mi piel.

- Os deseo lo mejor a la feliz pareja y, si no tenéis inconveniente, aunque quede mucho por planear, me gustaría encargarme de las flores. – y solté una risotada suave y elegante llevándome una mano al pecho – Felicidades, de verdad. - y dirigí mi mirada a Pepper – Señorita Pots admiro su capacidad de amar así como la brutal relación que posee en este caso con el término de la corrección - y solté otra risa ligera, todo ambientado en un tono de humor para nada ofensivo – La saludaría con dos besos pero las autoridades sanitarias se lo prohibirían. Soy Pamela Isley y es todo un placer estar aquí. Es una fiesta preciosa a la par que interesante, muy buen gusto en la colección de arte, por cierto. - Nada me impedía pegar la oreja a ciertas conversaciones para enterarme de ciertos datos ¿no?.  Dirigí mi mirada ahora hacia quien realmente conocía mientras agarraba la invitación y olía el aroma reciclado mirándole a los ojos. – Todo un detalle. - Y mientras guardaba la carta, sacaba el frasco de medio litro. - Es un pequeño obsequio, no me gusta aparecer en fiestas con las manos vacías. Es... un calmante natural. Os aconsejo que lo uséis para una discusión en la que creáis que vayáis a consumiros o cuando necesitéis por urgencia mantener la calma. Es de efecto inmediato y tiene un sabor dulce.

Un pequeño grito se escapó de sus labios cuando de repente se vio entre los brazos de Kyle, y su débil protesta fue ahogada por el profundo beso que le dio. Vaya, sin duda esa si que era una buena forma de empezar el año. Cuando al terminar las campanadas la soltó, se rió, divertida por la situación el carmín que había quedado en los labios de su pareja. Se lo limpió con los dedos y se giró hacia Diana.

- Lo siento, mi chico es así de expontáneo. Hablaré de todos esos asuntos con la reina, por supuesto. Algún día deberíamos quedar, de todas formas, yo también he empezado carrera política y siempre está bien tener alguna que otra amiga entre tanto rival. ¿No crees?

la política era apasionante, por supuesto, pero claro, era básicamente igual que Wall Street, o incluso peor, una jungla despiadada donde todos querían acabar contigo. Saber que al menos podría haber alguien con quien tomar un café quizás salir a divertirse era un alivio y Diana parecía simpática y agradable. Una mujer femenina y trabajadora y menos centrada en ir a por el próximo divorcio que el resto de mujeres que ocupaban cargos de responsabilidad en aquella ciudad de locos. Adoraba Nueva York, pero a veces, simplemente tenía la impresión de que todos habían perdido el norte. Se despidió de la princesa con una sonrisa y le dejó una tarjeta con su número personal para que la llamara. Esperaba que pudieran llevarse bien.

- Hey Kyle, con ese regalo ya no tienes excusa para no terminar tus trabajos. Que chasco, no?

Se rió por la broma, siempre andaba quejándose de que no tenía material adecuado y eso le hacía perder el tiempo, pero tampoco había querido que le comprara lo que necesitaba. Ahora que Tony se lo había regalado, todas sus excusas se habían acabado y no le quedaba otra que ponerse las pilas con todos esos encargos atrasados.

Cuando regresaron una de las primeras personas que se acercó hasta ellos fue Joanna Hardings, a la que ambos saludaron efusivamente, habían pasado por bastante juntos y ambos se alegraban de que finalmente hubiera podido venir, Bienvenida querida, no era necesario que trajeses nada, dijo el millonario recibiendo la caja, al abrirla se quedó impresionado con el detalle y la examinó de cerca, impresionante, creo que voy a hacer un modelo en negro, está chulísima, muchas gracias, decía mientras abrazaba efusivamente a la ex-alcaldesa.

Tony, vas a incomodar a nuestra invitada, por favor, dijo divertida Pepper, ¿por que no la sueltas un momento y la dejas respirar cariño?, tienes razón como siempre, perdona Joanna, estoy eufórico ahora mismo, dijo el millonario guardando de nuevo la estatua en la caja y dándosela a uno de los pequeños robots de servicio, dentro de unas horas esa estatuilla estaría en el lugar de honor de la vitrina friki de figuras de acción que tenia en casa.

Poco despues se acercó Ivy, la última de las tres musas, Tony tenía muy claro que a Pepper no le había parecido demasiado agradable la idea de invitar a las tres mujeres, pero o bien había finalmente comprendido al millonario o simplemente estaba tan acostumbrada a sus excentricidades que la había aceptado, Gracias por venir Pamela, si te encargas tú de las flores estoy seguro de que serán impresionantes, dijo con una radiante sonrisa en el rostro.

Pepper sonrió ante los comentarios de la mutante, No era necesario, pero muchas gracias, el tono de Virginia era cálido y agradable, haremos un buen uso de él, puedes estar segura, la verdad no se que te habrá regalado Tony, pero se que con vuestros regalos pasó bastante tiempo pensando y después de ver el de Harley... bueno estoy segura de que con ese ha dado en el centro de la Diana, dijo Pepper haciendo un juego de palabras.

Tómate un tiempo para pensártelo si quieres Pamela, no hace falta que me des la respuesta ahora, solo te pido que tengas en cuenta los posibles aspectos positivos antes de descartar la idea ¿de acuerdo?, sinceramente esperaba que aceptara, pero no quería presionarla, Ivy era una buena persona que se había visto empujada a donde ahora se encontraba por las circunstancias, lo había demostrado en varias ocasiones ya, podía ser una importante aliada si se le daba la oportunidad, por cierto, ¿habéis resuelto la gimkana o se os ha adelantado alguien?.

Mientras hablaba, Kyle llego con Blair para darle un beso. Vaya, que bonita pareja hacian. Yo simplemente mire a otro lado, no podiamos relacionar mucho que Kyle conociera a la Mujer Maravilla... Ni siqueria tenia una coartada como lo podria tener Clark, o Bruce. ¡Inclusive Hal la tenia! Pero no iba a criticarlo, era un evento social, y tenian todo el derecho de divertirse.

-Oh, claro que si. Conozco un lugar donde preparan un cafe colombiano muy rico, en la 5ta avenida. Cuando quieras, me llamas y vamo...

Un grito me interrumpio violentamente. Me gire rapido, mirando* a la chica que habia sacado las pistolas de confeti hace tiempo. ¿Harley? Demonios
- ¡Ey! ¡Wonder Woman! ¡Abre la boca!  
- ¿Pero que dem... -Me disparo algo que pude ver, no era una bomba ni una granada, si no una... ¿Magdalena? No sabia si esquivarla, golpearla, o que demonios hacer. Realmente, estaba confundida, asi que solo pude sentir como el postre se estrello en mi cara, estrellandome la crema en la cara.

Me habian dado un pastelazo, en medio de una fiesta de la alta sociedad. Maldito sentido del humor de Gotham, lo odiaba. Algunos me miraron sorprendidos, otros les parecio gracioso, pero yo me estaba muriendo de la verguenza (como pocas veces en mi vida). Me quite el pastel de la cara, tome una servilleta y me limpie la crema, mientras miraba a Harley. Oh si, recordaria esto por un buen rato, y tendria mi venganza.

-Estoy bien, estoy bien... -Mordi la magdalena y me la comi, aguantando la ira. No le iba a arruinar la fiesta a Tony por patearle el trasero a esa chica, pero ya recordaria esto. Mire a Blair- Si me permites, voy al sanitario... -Mi tono era notoriamente mas frio que antes, como si me estuviera conteniendo. Iria al baño, me limpiaria la cara y esperaria ahi un momento antes de decir o hacer una tonteria. Pobre Tony, regalando cosas tan geniales y apenas salen de caja ya son usados para el mal.

Camine entre la gente hacia el baño, sin hacer mucho caso a lo que me decian. Diana no estaba , y solo saldria de ese baño hasta que no tuviese rastro de crema de magdalena en mi cara... Aunque, en el fondo, si estaba rico ese postre.

Al llegar al baño, me mire frente al espejo. No tenia tanta crema, asi que solamente tome un poco de papel, me limpie la cara sin quitarme el maquillaje, y con un poco de agua, me limpie las manos para que no quedaran pegajosas. No habia nadie en el baño, o al menos, no en los lavabos. Me sacudi las manos y camine de vuelta, con toda la calma del mundo hacia la fiesta.



*Mirese como mi avatar actual

Selina había decidido pasar desapercibida tan pronto como terminó de saludar a Stark. El regalo del millonario la sorprendió gratamente: una estatuilla felina de innegable belleza. Sin duda, Tony se había enterado bien de sus gustos.

Mientras contemplaba su regalo con una suave sonrisa, sucedieron dos cosas que atrajeron su interés. Por un lado, Harley decidió seguir disparando, sólo que esta vez con un arma distinta. La ladrona tuvo que llevarse la mano a los labios para ocultar la risa; lo cierto es que Diana acababa de demostrar un autocontrol estupendo ante la broma de la arlequina. Con aire distraído, Selina se preguntó si aquellos dulces tendrían buen sabor.

Entonces, llegó Pamela.

La ladrona sonrió, esta vez abiertamente; el trío estaba completo. Aprovechando la confusión que Harley había causado, haciendo que todos se volvieran para ver la digna salida de Wonder Woman, Selina pasó junto a la rubia y le hizo una breve seña para que la siguiera. Las Sirenas tendrían que reunirse, si es que querían formar equipo para la caza preparada por Stark.

Suponiendo que Harley vendría con ella en cuanto parara de reírse, la gata se acercó al lugar donde había visto a Ivy por última vez, quedándose en un discreto segundo plano mientras la pelirroja terminaba de conversar con Stark. Cuando Pamela estuviera libre, podrían ponerse manos a la obra.

La fiesta prometía ser inolvidable.