Segundo Encuentro (Blair van der Woodsen) 03-09-2018

Después del encuentro entre Scott y Blair, ella le había pedido un poco de tiempo, para pensar en todo lo que habían hablado, en todo lo que él le había ofrecido, parecía razonable, una propuesta de esa índole no debía tomarse a la ligera. Pero no fue sino hasta que llego a su habitación esa misma noche, se acostó, que empezó a meditar en su encuentro, a meditar en todo lo que se dijeron, en lo que hicieron-Quizás... Eso es también lo que yo necesito...- ¿Se equivocó en eso ultimo que dijo?, ¿Se había sobrepasado?, Se culpó por un momento-quizás eso la hizo dudar un poco-Él no quería eso, no quería que todo se fuera por la borda por esas últimas palabras.

También pensó un poco en ella, en lo que ella le había dicho:- Tu ves la gloria del combate, las peleas que libras y ganas, los enemigos que derrotas, el mal que vences, pero yo me paseo por la calle con los mismos ojos que ellos, y veo lo que queda después, los daños colaterales, millones en destrozos, muertos, heridos, familias dolientes que se preguntan porqué, porqué esos alardes de poder que sólo atraen más poder en la dirección opuesta.-

Se empezó a sentir un poco mal, ¿quizás era mala idea que se uniera a la Patrulla?, aquí iba a sufrir, iba a ver y vivir cosas que nunca antes había visto, ¿Eso era justo para ella?, empezó a sentir un poco de remordimiento, y de arrepentimiento, pero lo hecho estaba hecho, eso eran cosas que se superaban y sabía que una persona como Blair lo haría rápido, ella era una mujer valiente, decidida, y esas eran cualidades que necesitaba en los miembros de su equipo,  así que dejó de atormentarse  y comenzó a ver el lado positivo, en lo bueno que sería  tenerla aquí, en la mansión, en el equipo, a su lado. Trató de conciliar el sueño pero sabía que no podría hacerlo, y ni siquiera la soledad de su habitación(cosa que no estaba muy acostumbrado) le ayudaría de mucho  -Este va a ser un fin de semana muy largo…-

CENTRAL PARK 6:00 AM

Ya habían pasado dos días, eran las 6 de la mañana en New York, el viento era fresco,  y el sol no llegaba a molestar-un buen día para hacer ejercicio- se dirigió al Central Park, uno de los parques más grandes de Estados Unidos, muchas personas aprovechaban, y en las mañanas salían a caminar y correr. El ambiente era muy agradable,  árboles por todos lados, algún y que otro lago por ahí, el césped que abarcaba todo el lugar, todo muy tranquilizador, pero no había llegado a ese lugar con el mismo que las demás personas, sabía que allí se encontraría Blair, quizás trotando un poco, la pudo localizar corriendo en uno de los senderos del Parque, esperó en un lugar específico,  sabiendo que iba a pasar por ese lugar dentro de poco, se apoyó en unos de los árboles que rodeaban el sendero esperando a que llegara con los brazos cruzados. Scott cargaba unos blujeans , una camisa vino tinto y una chaqueta de cuero marrón, como el clima no era caluroso decidió ponérsela, y por supuesto sus gafas de siempre.

Giró un poco la mirada hacia la derecha y vio una figura aproximarse, el de una mujer, era Blair. Tenía puesto unas mallas ajustadas cortas y una camiseta de tirantes, aquella ropa ajustada le quedaba muy bien-bueno con ese cuerpo todo le debe de quedar bien- una sonrisa se le escapó al verla,  la joven corría con gracia, ni siquiera haciendo ejercicio perdía el estilo. Cuando ella se acercó lo suficiente, Scott le dijo con una sonrisa:

-Hola de nuevo Señorita Blair-

Lunes por la mañana y Blair comenzaba el día con su rutina de ejercicio diario; había tenido todo el fin de semana para hacer el vago en la casa de la playa con sus padres y había hecho exactamente lo que dijo que haría, absolutamente nada productivo relacionado con el trabajo. Había cocinado, había bebido vino en el porche de la casa, había paseado por la playa, se había bañado en el mar e incluso había salido de copas con unos amigos; ni siquiera había pensado demasiado en la visita de Summers a su despacho, a fin de cuentas la decisión estaba tomada, medito algo sobre ella, siempre era aconsejable repasar las decisiones en frío, y aunque seguía opinando lo mismo, él tenía razón cuando decía que había llegado la hora de que todos lucharan, el momento de proteger a los que apreciaba en su vida; sin embargo tenía claro que no tomaría parte de los combates, no había aprendido más que a defenderse y no estaba demasiado interesada de convertirse en el nuevo James Bond, o la versión americana de la Viuda Negra, estaba convencida de que sólo se llegaba a esos niveles de poder a través de mucho dolor, no sólo físico, y ella no quería eso.

Recorría uno de los senderos cuando un hombre apoyado en un árbol se cruzó en su camino, sea quien fuera su informador, era poderoso, y había hecho un buen trabajo, eso acababa de quedarle claro. También le había quedado que todo lo que le dijo en su despacho era cierto si había madrugado tanto sólo para interceptarla en su recorrido. Debía de estar muy interesado tanto en ella como en reclutarla si se había levantado a las 5 de la mañana para estar apoyado en aquel árbol apenas pasadas las 6. Se paró en seco recuperando el aliento y dando la carrera por finalizada como seguramente sería, se puso a estirar mientras le respondía.

- Buenos días Scott, que madrugador... ¿Que tal el fin de semana?

Ella acababa de obtener todas las respuestas que necesitaba, volvía al juego y tenía una escalera real en la mano. Puede que Scott se llevara una mano, quizás dos, pero ella ganaba la partida, aunque él no lo supiera todavía. Por supuesto no iba a responderle enseguida, iba a dejarle un poco más con la duda, con ambas dudas, que se cociera un poco más en su propio jugo. Era pronto por la mañana, todavía no se había visto absorbida por el estress del trabajo y le apetecía un café y divertirse un poco antes de comenzar la semana, se lo había ganado.

- ¿Te apetece tomar un cafe? Por allí hay un sitio que lo hace buenísimo.

Tal como lo sospechó Scott, Blair se había dado cuenta de que aquel sujeto postrado en el árbol era él(bueno es que esas gafas eran imperdibles). Ella se detuvo, y le pregunto sobre su fin de semana, el sonrió y le dijo con un tono divertido:-Al parecer no mejor que el tuyo.- Y es que la joven parecía muy relajada, feliz de la vida, mientras que Scott ni siquiera había podido descansar con normalidad, meditando, pensando en lo que hablaron, en ella. Muchas cosas en la vida le habían quitado el sueño, la mayoría... Cosas de mutantes, pero casi nunca una mujer, ni mucho menos alguien que acababa de conocer. Por un momento pensó que se estaba volviendo loco, o que estaba exagerando toda esta cuestión, pero la cosa es, que ya estaba allí, eran las 6 AM, en central park, y de nuevo con Blair y por alguna extraña razón, le agrada mucho volver a verla.

Blair dejó de estirarse y le dijo:-¿Te apetece tomar un cafe? Por allí hay un sitio que lo hace buenísimo.

De algo estaba seguro, la cosa no iba a terminar allí, Scott quería que le dijera un "si" o un "no" en ese mismo lugar, pero estaba claro que Blair quería otra cosa, no le iba a soltar su anhelada respuesta cuando él quisiera sino cuando ella quisiera(y si acaso era eso lo que le iba a decir), o tal vez le iba a decir que no, pero de buena manera, en un ambiente relajado, invitándole un cafe para compensarlo por haberla visitado en su despacho y eso. Pero estaba seguro de que Blair no era de ese tipo de personas, eran de las que te dejaban las cosas claras sin andar de rodeos.  

No le quedó otra opción que aceptar la invitación, no tenia mucho que hacer, ya le había dicho a sus compañeros X-men que iba a estar ocupado en la mañana, así que no tenia nada de que preocuparse, sacó su billetera del bolsillo del pantalón y le dijo:-Me parece bien, pero yo invito los cafés...-Como buen caballero, no iba a dejar que ella pagara su café así que decidió brindárselo.

Blair lo llevo a un puesto de café que estaba allí mismo en el parque, era un lugar al aire libre, habían muchas mesas pero solo algunas estaban llenas, ambos tomaron asientos, un empleado del local los atendió, los dos pidieron lo que deseaban y el muchacho se retiro.

Mientras esperaban sus cafés Scott, rompió el hielo y le dijo:-Pues... Cuéntame, ¿que has pensado de lo que te dije?-El quería ir al grano, no quería que la conversación se desviara, por eso le hizo esa pregunta. Guardó silencio y esperó respuesta.

Scott se comportaba como un caballero, aunque fuera un caballero algo escocido por algo, a juzgar por el comentario; cualquiera diría que no había disfrutado de su descanso semanal, y eso que no había visto en las noticias ningún titular sobre su supergrupo. Ni siquiera el Daily Bugle, que aunque sensacionalista y poco objetivo, siempre se hacía eco de cualquier aparición heroica. Cualquiera diría que tenía cosas en la cabeza que no le dejaban descansar, que estuvo pensando demasiado, y no puedo evitar sonreír satisfecha por ello, la confirmación implícita de haber causado una honda impresión, de ser objeto de los pensamientos de otra persona siempre era halagador, y ella no era del tipo de mujeres ultrafeministas que se ofendían ante los halagos excusándose en a saber que tonterías, vinieran de quien vinieran, siempre eran bien recibidos.

Caminaron hasta un puesto de café en el parque, que contaba con una pequeña terraza, no tenían prisa, así que se lo tomaron con calma, sin embargo en cuanto se sentaron llegó la pregunta, una que ella no quería responder, no todavía. Disfrutaba de la compañía de Scott y no quería que su visita acabara enseguida, además, disfrutaba teniéndole en ascuas, un motivo más para no darle una respuesta tan pronto. Iba a disfrutar del encuentro, del café, de una agradable y refrescante mañana antes de dejar atrás su vida como una persona normal para convertirse en alguien más, en algo más.

- Si, he pensado un poco en lo que me dijiste, pero todavía no voy a decirte la decisión que he tomado. Disfrutemos de la mañana, seguro que los mutantes pueden esperar un rato antes de que volvamos a hablar de ellos. Tienes que aprender a relajarte o morirás joven. Venga, demos un paseo.

Blair se levantó de su asiento y tras agarrar su vaso de café, comenzó a caminar por los senderos del parque que llevaban hasta la zona más oculta del mismo, la que más se asemejaba a un bosque, la preferida por los neoyorkinos para disfrutar de un ambiente agradable. El verano estaba a punto de acabarse y aunque todavía hacía bien tiempo, comenzaba a levantarse a primera hora una brisa fresca que en aquellos momentos, después del ejercicio agradecía sinceramente.

- Siempre he sentido cierta fascinación por el campo, allí hay menos ruido, menos señales, a veces es gratificante la sensación de abrir los ojos y… No ver nada, nada que no vea el resto de personas. No es que quiera dejar de ser lo que soy, mis habilidades y yo nos llevamos bien y reconozco que suelen ser una ventaja, pero como a todo el mundo, a veces me gusta estar en silencio, y en esta ciudad, con tantas señales, a veces es un poco complicado.

Siguió caminando al lado de Scott, cruzándose con otras personas que corrían o paseaban a sus mascotas; caminaban como dos personas normales que comenzaban a conocerse, no como dos mutantes. A veces tenía la sensación de que él tenía tan interiorizada esa etiqueta que simplemente se había olvidado de cómo ser una persona normal, simplemente Scott, y eso le inspiraba una cierta compasión, Tenia ese geste de alguien que había hecho demasiados sacrificios, que había visto demasiado; quizás ella estaba ahí para recordarle que había mucho más en el mundo que ser un mutante, que ser un X-men, que ser un héroe, Y aquel era un día tan bueno como cualquier otro para empezar con ello, a pesar de estar en ropa de deporte y algo sudada, a pesar de haber sido abordada en un parque solitario cuando despuntaba el alba. Era un buen día para disfrutar de la vida.

- Respóndeme a una pregunta. ¿Son todos en tu grupo tan serios como tu o te llevaste el premio del año? Admiro tu profesionalidad en este asunto, pero deberías aprender a vivir. No siempre puedes ser un héroe; a veces uno debe ser tan sólo lo que en esencia es. Un hombre, una mujer… Una persona.

Le miró directamente, era imposible leer sus ojos, pero afortunadamente era un hombre lo suficientemente transparente en sus gestos y expresiones para saber que pasaba por su cabeza. Aunque reconocía que todo sería más fácil su tan sólo pudiera ver su mirada. Suponía que eso siempre sería un misterio.

Scott le había hecho una pregunta a Blair, una de esas que se responden con un "si" o un "no", pero sabía que ella no le respondería ninguna de ambas, al menos por ahora, en cambio le aconsejó que se relajara (soltó una risita al escuchar eso) y le invitó a dar un paseo. Blair tenia pinta de que quería conversar, pero Scott no, no en el sentido de no querer hablar, si no en el sentido de que quería que le dijera su respuesta de una vez, pero eso no iba a pasar, así que a Scott no le quedó mas remedio que aceptar, no se imaginaba que quería Blair específicamente, pero acató consejo, dejó de pensar por un momento en los X-men, en sus responsabilidades en  la Mansión y se dispuso a disfrutar del día.

Empezaron a caminar por uno de los senderos del parque, estaba pegando una brisa muy fresca, tranquilizadora, las ramas de los árboles se zarandeaban de un lado al otro y las hojas caían como lluvia. Blair había llevado su vaso de café consigo, pero Scott no, no tenía ánimos de tomar café en eso momento, Blair mencionó un comentario acerca del campo, dijo que disfrutaba del silencio que esta transmitía, la soledad, a diferencia del bullicio de la ciudad, Scott la escuchó atentamente, parecía diferente, no parecía la Blair con la que había conversado en el despacho, esta parecía, mas relajada, más alegre, más abierta, debía de ser por las circunstancias, no puedes comparar un lunes por la mañana en el parque, a un viernes por la tarde en la oficina.

Meditó un poco en lo que le dijo, de verdad nunca lo había pensado, el campo no era lo suyo, él siempre ha sido un hombre de ciudad, pero sobre todo un héroe, y ni siquiera el simple hecho de pensar de ir a pasar unas vacaciones en el campo, había pasado por su mente-Para un X-men nunca hay tiempo libre-Y es que su deber lo apremiaba y aparte de que su equipo, los mutantes, siempre han sido lo mas importante para él, y la maldad nunca descansaba, siempre estaba presente y aparecía cuando menos lo esperabas. Pero esta vez trató de olvidar a los X-men por un momento, la Mansión, y todo este caos de omega que está sucediendo, vio los árboles, sintió la brisa, y trató de disfrutar del momento, de lo que la naturaleza le estaba ofreciendo en ese instante... Paz, tranquilidad, silencio... Era muy agradable. Hace mucho que no había sentido paz en su interior, y todo aquello era una bendición para su alma.  

Mientras que iban caminando, poco a poco se adentraban aún más en el parque, hacia el bosque, mientras lo hacían, se cruzaban en su camino, personas caminando, trotando, paseando con sus mascotas. Luego de eso Blair le hizo una pregunta:-¿Son todos en tu grupo tan serios como tu o te llevaste el premio del año? Admiro tu profesionalidad en este asunto, pero deberías aprender a vivir. No siempre puedes ser un héroe; a veces uno debe ser tan sólo lo que en esencia es. Un hombre, una mujer… Una persona.-

¿A qué se refería con serio?, ¿Parecía un hombre serio?, sea lo que fuese le causó un poco de gracia la pregunta y no pudo evitar sonreír:-Bueno, hay otros mas serios que yo, pero sí... Tratamos de mantener la seriedad en muchas cosas.-Con lo de "otros" hablaba de Logan, el sí era un tipo serio, y a pesar de que Blair no lo conocía no pudo evitar soltar ese comentario.

Pensó un poco en eso último que dijo, acerca de vivir simplemente como "hombre", no era un lujo que se podía dar, él era un mutante, un héroe, un X-men, un líder. Tenía una gran responsabilidad en sus hombros, y permitirse vivir como "hombre" era algo imposible.

En ese momento, todas esas cosas que quería evitar, olvidar, regresaron a su mente, frunció un poco el ceño, inclinó un poco la cabeza hacia abajo y le dijo:-Somos X-men Blair, héroes, no podemos hacer eso, tenemos una gran responsabilidad para con las personas, también con los nuestros. Este mundo nos teme, nos ve como una amenaza, nos odia, y a veces eso nos pone en peligro. Y para eso estamos allí, para ayudarlos.

Se dio cuenta de lo que Blair trataba de hacer, quería ponerlo en su lugar, en el lugar de una persona, que olvidara todas sus responsabilidades por un momento, que olvidara que era un X-men, que se diera cuenta de que, a pesar de que fuera todo lo que fuese, solo era un hombre (un ser humano) como todos los demás, y podía vivir como tal... O al menos eso fue lo que él interpretó. Se detuvo por un momento en el camino, levantó la cabeza y la miró fijamente.

-Se lo que tratas de hacer Blair, lo que tratas de hacerme entender y eso es muy amable. Pero yo no tengo tiempo de ser un hombre, al menos de vivir como uno, como alguien normal. Por supuesto, soy un ser humano como todos los demás, pero soy un mutante, soy un líder, y mi gente me necesita.-Siguió caminando un poco más, y quedó otra vez al lado de ella, apoyó su mano en su hombro y le sonrió-Quizás... Si las cosas fueran un poco diferentes, pudiera hacer eso que dices, y quizás no fuese tan serio-.

Lo dijo todo con un tono amable, no quería discutir y echar a perder el momento. A pesar de que la conversación había tomado otro rumbo, era muy interesante, y estaba disfrutando ese momento, el ambiente, con ella. Blair era diferente a todas las mujeres que habían pasado por su vida, ella era... Más humana, le estaba haciendo ver cosas que nunca antes había visto, o se había puesto a pensar, ayudándolo a ver su lado humano, no el lado Cíclope, sino el lado Scott y eso lo apreciaba mucho.

El ambiente se había esfumado como las brumas de un sueño que sabes que estás olvidando; intentas retenerlo , pero sabes que no es posible y se escapa como arena entre los dedos. Así, de esa misma manera se fue el ambiente ligero que había entre ambos. No estaba enfadada, no estaba tensa, no estaba furiosa, estaba triste y decepcionada por lo que escuchaba de sus labios. Ella no quería formar parte de algo así, comprendía que era una tarea que no entendía de horarios, días de descanso o vacaciones, pero no quería perder su identidad, no quería que lo que era desapareciera para quedar sólo una mutante en su lugar.

- ¿No te has planteado la posibilidad de que la culpa de que mucha gente os odie la tenéis vosotros? Tu mismo lo dices, eres un mutante, eres un x-men, eres diferente y cada cosa que dices y haces deja clara esa diferencia. No eres humano, no eres un hombre, no eres una persona. ¿Cómo esperas que el mundo os acepte y os vea como personas normales cuando os esforzáis tanto en no serlo? No tiene nada que ver con que seáis héroes o no, tiene que ver con las distancias que ponéis con el resto del mundo. ¿Alguna vez que has estado con tu uniforme y se te ha acercado un niño o alguien te has molestado en hacerte un foto si te lo pedían? ¿En decirle que estudie y no coma muchos caramelos? No puedes quejarte de algo que tu provocas y fomentas cada día.

Se apoyó sobre la barandilla de uno de los puentes de piedra del parque, por debajo transcurría otro sendero y cerca de allí había un estanque. Pegó un sorbo a su café y meditó sobre lo que debía hacer, era una decisión difícil, pero necesaria. Scott le gustaba, por supuesto, no era sólo algo físico, era un hombre valiente que tuvo el arrojo necesario para debatir con ella en sus condiciones, aun sabiendo que estas le ponían en una posición de desventaja. Se había defendido bien y ella estaba dispuesta a concederle una victoria; pero aquello ya había dejado de ser divertido, era una guerra seria en la que ella misma estaba en juego y haría lo que fuera necesario para no perderse a sí misma.

- Cómo esperas que tu y yo… ¿Cómo esperas algo cuando no paras de repetirme que no eres como yo? ¿Cómo quieres que yo… si tu no dejas de poner muros y distancia? Yo soy una persona normal y corriente, con una vida normal y corriente y tu no paras de repetir lo especial y diferente que eres. Un mutante, extraño, diferente. Y lo peor de todo es que realmente crees que eres así, crees que un sólo gen te hace diferente del resto de la humanidad. Mírame bien. ¿Tan extraños entre nosotros somos?

No especificó a que se refería, no lo creía necesario, y era un terreno demasiado pantanoso como para decir nada claro, pero él seguramente sabía de que estaba hablando. Comenzó a caminar con celeridad, dolida y no tenía muy claro porqué. Era sólo un hombre, otro más, podría disfrutar de su cuerpo y luego deshacerse de él como de tantos otros, pero había esperado más de él y se había equivocado. No quería de él lo mismo que de los demás, no después de haber esperado que hubiera algo detrás de esa pose de héroe abnegado y rarito darse cuenta de que no había nada más, que él no quería ser nada más, y que a pesar de todo lo que había dicho el último día, la veía realmente diferente. No creía que de verdad pensara lo que había dicho, no creía que él opinara que alguien como ella eran lo que el grupo y él necesitaban, no creía sus palabras. Había hecho todo lo necesario para atraerla, a sus habilidades, hasta su grupo; le había mentido a ella y se había mentido a sí mismo. ¿O era mejor mentiroso de lo que pensaba y ella era la única engañada? Sea como fuera estaba decepcionada, con él y con ella misma.

- ¿Sabes? No hacía falta que llegaras tan lejos para conseguir mis habilidades. Soy mucho más razonable de lo que crees; pero supongo que debo felicitarte, conseguiste engañarme y eso no es tan fácil.

Tiró su vaso vacío de café a una papelera cercana y volvió a dirigirse a Scott con el gesto serio. Había tomado una decisión e independientemente de lo que él opinara con respecto a sí mismo y el resto de los mutantes, iba a seguir con ella, pero ahora más que nunca, con sus propias reglas.

- Me uniré a los x-men, ayudaré en lo que pueda. Pero ten claro esto, nunca voy a ser una de vosotros. Soy Blair, soy una persona, no una mutante. Gracias por el café.

Se dio la vuelta para alejarse de allí a paso firme. Puede que finalmente se hubiera unido a la patrulla, pero eso no tenía nada que ver con que fuera mutante, era simple responsabilidad civil; si los Vengadores, la NSA o incluso esa nueva Liga de la Justicia hubiera acudido a ella para pedirle su ayuda por lo mismo que alegó Scott, seguramente hubiera acabado aceptando; pero la había perdido a ella y desde luego, no había ganado una mutante.

Scott se dio cuenta de como el semblante de Blair cambió por completo después de que él hablara, no parecía molesta, parecía mas bien... Triste, y eso le desconcertó un poco, no sabía porque, solo le había dicho la verdad, pero al parecer eso no le gusto a ella.

Spoiler:

Ese comentario le impresionó, al parecer ya la paz había terminado y las cosas se iban a poner incomodas otra vez. Era un comentario algo fuera de lugar, no quería que las cosas se pusieran tensas pero debía responder a eso.

-No es por eso que la gente nos odia Blair, el mundo nos odia porque somos diferentes, porque somos mutantes, a pesar de que en muchas veces los ayudamos, les salvamos la vida. Y aun así nos tratan de la misma forma. Y aun así seguimos, y seguiremos ayudándolos, porque es nuestro trabajo. Y  para eso luchamos Blair, por la unidad, de humanos y mutantes. Queremos acercarnos a ellos, no alejarnos como tú dices, por eso hacemos lo que hacemos...-

Sin querer le había dado un mala visión de los X-men a Blair, los había puesto como soldados mutantes sin emociones o algo parecido, no como humanos, incluyéndolo a él, ¿La estaba obligando a convertirse en algo que no quería? ¿En otro de sus soldados? Por supuesto la Patrulla es algo serio, se trata de ir y combatir el mal, no de sentarse en una oficina a contar números, pero las cosas se estaban yendo de lugar. Era razonable la forma de pensar de ella y por eso trato de enmendarlo, pero sabía que con lo que dijo  no era suficiente.

Blair, se separó de él y se apoyó en la barandilla de uno de los puentes que estaban en el parque, guardó un instante de silencio, como si estuviera pensando  en que decir, armando sus ideas-¿Que va a decir?.- ¿Acaso ya la había perdido?, Scott temía  que ella dijera que no aceptara el trato de ir a la Mansión, de unirse a la Patrulla, y eso era lo que menos quería, la quería en su equipo, la quería a ella. ¿Como su compañera o como algo más? Scott no lo tenía del todo claro, pero sentía una fuerte conexión con ella, la necesitaba a su lado,-Ella es diferente.-No dejaba de pensar, Blair no solo era atractiva, era inteligente, sencilla, y quizás esa sencillez de su forma de ser, esa humanidad que ella transmitía era lo que él necesitaba, y de algo estaba seguro en ese momento... No la iba a dejar ir.

Spoiler:

Sabía a lo que se refería, estaba herida, se notaba por el tono de sus palabras, quizás no esperaba que Scott le saliera con esas, pero lo hizo y le había decepcionado y esa no era su intención. Pero ella tenía razón, ella era una persona normal (ósea había vivido como una persona noma todo este tiempo), y él se había colocado en otra posición, en la de alguien diferente, como si un mutante no era alguien normal o alguien superior. A pesar de que toda su vida, Scott había estado luchando por defender la igualdad entre humanos y mutantes, y por primera vez había hecho lo contrario, ¿Acaso eso no era lo que su padre le había enseñado todo este tiempo? ¿Qué diferencia había entre él y Magneto en este momento? Había colocado a los seres humanos como inferiores  y a los mutantes como algo superior, personas extrañas, completamente diferentes a los demás. Y esas cosas la estaban alejando cada vez más de ella, sin darse cuenta, sus palabras los estaban distanciando, Tenía que recuperarla.

Blair aceleró el paso, por su forma de caminar estaba dolida, quizás incomoda, Scott trató de seguirle el paso mientras pensaba en que decirle, en como enmendar la situación, ya no era una caminata por el parque, ahora parecía una carrera, la estaba perdiendo, y parecía que ella ya no tenía mas ánimos de hablar, si esto terminaba así estaba acabado.-Blair...-Le dijo mientras le seguía, quería que se detuviera, o al menos que aflojara el paso, que se calmara.

Spoiler:

-¿Engañarte, de que estas hablando?-Le dijo rápidamente en respuesta, ¿acaso quería decir que todo este tiempo, lo que él estaba buscando eran sus habilidades?, ¿No a ella?,-Blair yo no quise...- Trató de decirle para detenerla, para que reaccionara, pero rápidamente Blair se detuvo y le miró fijamente, tenía un gesto serio, le interrumpió y le dijo:

     

Spoiler:

Y sin decir más, se alejó de él con paso firme, al parecer esto había terminado, al menos para ella, pero no para Scott, esto no podía acabar así, no era lo que él quería. Ella había aceptado unirse a la Patrulla, pero nada más, era como tenerla y a la vez no tenerla. Él no lo iba a permitir. Se acercó rápidamente a ella.

-Blair por favor...-la sostuvo por el brazo.- Espera. Espera por favor, lo siento, no quise decir nada de eso. Me equivoque, yo no quiero tus habilidades y lo sabes, sabes que quiero algo mas.-Le apretó un poco el brazo, pero no lo suficiente para lastimarla.-Escúchame... Yo, he pasado por mucho, he visto cosas y sentido cosas que no todas las personas llegaran a ver y sentir, si fueras telepata y leyeras mi mente sabrías a lo que me estoy refiriendo y eso pues... Me ha afectado un poco, te puedo decir que no soy el mismo Scott que antes.-Guardó un poco de silencio, le soltó el brazo y continúo:

-Blair yo no... No me he explicado bien, esas cosas que dije sobre nosotros... me equivoque. No somos como piensas que somos; somos personas normales, eso te lo puedo asegurar y eso me incluye a mí, tú y yo somos iguales, y yo no quisiera que cambiaras, te quiero así como eres. Y... Puede que tengas razón, y por eso también eres especial, porque en el poco tiempo que nos conocemos, me has ayudado a ver cosas en las que estoy fallando.-

Después de eso se mantuvo en silencio, esperando la respuesta de Blair, no sabía que iba a suceder a continuación, pero esperaba que Blair reaccionaria positivamente.

Caminaba con firmeza y rapidez, alejándose de allí; ya había dejado todo claro y no tenía nada más que discutir, no iba a montar una escenita en mitad del parque, no era necesario. Este tipo de cosas sucedían y no había que montar una tragedia griega en mitad de la calle por ello. Caminaba con tanta rapidez que cuando Scott la sujetó por el brazo para girarla, se chocó contra su pecho con la inercia del movimiento, y allí se quedó, con la cara y las manos pegadas a su cuerpo, él la tenía sujeta y no parecía querer dejarla ir, no hasta que se hubiera explicado.

Aquello era ridículo, no iba a huir, podía soltarla, no tenerla allí sujeta, demasiado cerca de su piel, oliendo su piel, su gel de afeitar, esos aromas tan masculinos que tanto le caracterizaban. No tenía muy claro donde fijar los ojos, si alzaba la cabeza y le miraba a los ojos, quedaba patente la posición de poder que estaba ejerciendo sobre ella, y su boca, sus labios, quedaban peligrosamente cercanos. Le gustaba, pero no iba a hacer el ridículo de aquella manera y había dejado claro que no iba a tocarle, estaba enfadada, y dolida, no iba a tirarse a un hombre con el que estaba enfadada y dolida. Fijó la mirada en los últimos botones de su camisa, desabrochados, dejando ver el hueco entre sus clavículas, el inicio de su garganta, era un punto mejor en el que fijar la vista, concentrarse en los movimientos de su nuez mientras hablaba.

Cuando finalmente la soltó, apenas se dio cuenta, le miró a los ojos, aun sabiendo que cometía un error, y poco a poco, como quien despierta de un hechizo, de una siesta pesada, retrocedió un paso liberándose del influjo de su presencia, manteniendo la mente más fría y clara. Se había disculpado, pero le había dado excusas, excusas que para ella no significaban nada, pues le hablaba de cosas anteriores a ella, y lo que había dicho, no tenía una temporalidad, era algo absoluto, estaba ahí, y ahí se quedaba.

- No conozco al Scott de antes, no se quien era ni como era, pero el de ahora se ha comportado como un auténtico cretino. Muchas personas han visto cosas y sentido cosas que no todos pueden llegar a ver y sentir, pero eso no te da derecho a pensar que sólo por esos momentos los demás no pueden entenderte ni sienten como tu. Todo el mundo pasa por desgracias y momentos dolorosos, está en mano de cada uno superarlos o convertirse en un gilipollas. Tu no los has superado.

Quizás estaba siendo un poco dura, pero él no podía en un instante establecer una distancia abismal entre ellos, poniéndolos casi en universos diferentes para luego excusarse con que había sufrido. Por mucho que alguien hubiera sufrido, nadie decía nada así si no era algo que llevaba dentro pensando en ello un tiempo, y Scott lo había dicho con tanta naturalidad, que de verdad pensaba que eso era lo que debía hacer, mantenerse en su nicho, en su guetto, apartado del resto del mundo, considerándose un bicho raro y considerando a los demás bichos aún más raros.

- No Scott, lo has dejado bien claro, te salió del alma, no intentes ahora convencerme de lo contrario. Ya te he dicho que estoy con tu grupo, no se que más quieres. Y la verdad, si por un momento te pararas a ver a tu alrededor, no me necesitarías para ver las cosas en las que estás fallando.

Echo a caminar de nuevo. Podría correr, pero no era necesario, no quería que la gente empezara a mirarla como si estuviera loca, echando a correr dejando a un hombre plantado como un tiesto detrás de ella. Además, había dejado bastante claro su punto de vista y no estaban discutiendo, no tenía motivos para huir, aunque con todo aquello, unirse a la patrulla estaba dejando de parecerle una buena idea. ¿Era demasiado tarde para correr a los brazos del Capitán América y su grupo de psicópatas violentos?

Blair, después de hablar se dio la vuelta y se alejó otra vez de Scott, puede que no estuviera molesta, pero ya había dejado en claro su punto de vista y había aceptado unirse a la Patrulla, pero la conversación no había terminado bien. Se alejó de él así sin más, cualquier persona del parque diría que eran una pareja y estaban peleados, pero la cosa no era así, pero lo que si estaba claro es que a Blair no le apetecía conversar más.

Blair aceptó unirse a la Patrulla, Scott debió de estar contento, al fin y al cabo logro convencerla de que aceptara su proposición y había conseguido un nuevo miembro para el equipo, uno con habilidades interesantes y si la pulía bien, iba a ser de gran utilidad. Pero aun así, Scott se sentía vacío, como si no eso no fuese suficiente, había conseguido otro miembro ¿Que más quería?, no sabía entendía que pasaba por su mente, pero no soportaba observar la imagen de Blair, alejándose de él. Sentía que no solo se alejaba físicamente, sino también emocional, como si esa conexión que  habían conseguido en el despacho se estaba desvaneciendo, desapareciendo, y eso era algo que él no podía soportar.

Scott permanecía inmutado, no sabía qué hacer, como responder, ¿Ir tras ella? ¿O irse a casa? En ese instante, en el que ella daba esos pasos, uno delante del otro, y en el que se alejaba de él, la visión de Scott se oscureció, todo a su alrededor se puso en negro, dejando solo la figura de Blair, de espaldas, distanciándose, en frente de él. En ese momento, Scott pensó, medito en las palabras de Blair, en él...-  Todo el mundo pasa por desgracias y momentos dolorosos, está en mano de cada uno superarlos o convertirse en un gilipollas. Tu no los has superado.-Esas palabras lo hicieron meditar, reaccionar.

-¿En qué me he convertido?-Pensó Scott, él había sufrido bastante, había cometido errores, de los que algunas personas nunca le perdonarían, pero se había dado cuenta de que no los había superado y eso lo habían convertido en alguien que no era. Había dicho cosas que quizás nunca hubiera dicho. Se colocó en una posición superior a los humanos, como personas diferentes, ¿Acaso no era por eso por lo que siempre había luchado?, la unión entre mutantes y humanos, la igualdad ¿Porque ahora pensaba de esa forma?

En ese momento, recordó, a él, portando la fuerza fénix, podía ver el fuego a su alrededor, esa sensación de superioridad, de poder, de inmortalidad.-No...- Dijo dentro de sí,-Eso es... Eso es el problema- Se dio cuenta... Su contacto con la fuerza fénix había influido en cierta forma en su manera de pensar, de ver las cosas, una forma incorrecta. Así como la fuerza influyó en él para matar a su padre, no se extrañaba que influyera de otras formas.-Me he desviado...- Y era algo que Blair le había hecho darse cuenta, o como dijo ella:-...si por un momento te pararas a ver a tu alrededor, no me necesitarías para ver las cosas en las que estás fallando.- Y tenía razón.

Él no quería cambiar, no quería ser otro Scott, quería ser el mismo de siempre, luchar por los mismo ideales de siempre, ser un héroe, nunca se había visto de ora forma, y también como una alguien valiente, sin temor de luchar por lo que quiere. Pero eso era algo en lo que estaba fallando en ese momento, Blair, la joven por la que se sentía atraído, se estaba alejando, había conseguido un soldado(por así decirlo) pero no a una compañera, no a ella como mujer y estaba a punto de remediar eso.

Cuando reacciono ya existía una cierta distancia entre ellos, rápidamente Scott apresuro el paso, se acercó hasta ella y le dijo:

-Blair espera un momento...-La sostuvo nuevamente por el brazo, pero suavemente, hizo que se volteara hacia donde esta él, para que lo mirara a los ojos-Blair mírame, no quiero que esto termine así, sé que decidiste unirte a la Patrulla y eso era algo que quería, pero no es suficiente, al menos no para mí. No se por qué, pero te necesito a mi lado, no solo como compañero de trabajo, sino... Como algo más, ¿Me entiendes?

La soltó, por un momento, inhalo un poco de aire y exhalo-Lo que trato de decir Blair, es que no quiero que las cosas terminen así, tú me atraes como mujer y me gustaría conocerte un poco más. Si me dieras una segunda oportunidad, te prometo que seré diferente, seré el Scott de antes, ese que aún no conoces, y te aseguro que no es un cretino.

Le sonrió al terminar de hablar, le hablo desde su corazón, le dijo lo que sentía, esperaba que Blair confiara en sus palabras y le diera una segunda oportunidad. Scott no quería perderle, así que había dicho todo lo que se podría decir, al menos eso era lo que él pensaba. Ahora todo dependía de ella...

De nuevo se sintió retenida por una mano en su brazo que la obligaba a girarse hacia él. Le miró a los ojos, a su rostro, y en él vio sincero arrepentimiento y miedo; sabía que había cometido un error y que estaba a punto de pagarlo muy caro. Le pidió una segunda oportunidad, desnudó sus pensamientos y alma ante ella. Su contacto sobre su brazo ardía, era firme, era intenso; era curioso lo que una simple mano sobre un brazo podía llegar a decir, y ésta le estaba pidiendo que se quedara, que no se marchara. Cerró los ojos y suspiró profundamente, pensando y meditando sus palabras; había cometido un error, había patinado de lo lindo, pero si algo tenía claro es que las palabras no eran el punto fuerte de Scott, y seguramente la diplomacia tampoco, él no era como ella en ese aspecto, no le habían enseñado que las palabras son un arma poderosa en el momento y los labios apropiados, no le habían enseñado a blandirlas con mesura y precaución. No podía juzgarle con la misma dureza que a otros, y a fin de cuentas, todos merecían una segunda oportunidad.

- Una segunda oportunidad Scott, sólo una más. No soy una persona piadosa, pero quiero ver si es cierto lo que dices, conocer a ese otro tú que no es un capullo.

No, ella era del tipo de personas que solía acabar y hundir a sus enemigos, a aquellos que la ofendían. No había crimen sin castigo, y aunque fuera una buena persona que no disfrutaba con la violencia, no le temblaba la mano para aplicar sus castigos.

Se puso de puntillas sobre sus zapatillas de deporte y depositó un suave beso en su mejilla, un perdón, una promesa, conocerse el uno al otro, a fin de cuentas, si iban a trabajar juntos, una relación fluida entre ambos siempre haría más fáciles las cosas y a ella no le gustaba demasiado complicarse la existencia; en lo que al terreno personal se refería, le gustaban las cosas sencillas, sin trabas ni problemas. Bastante complicado parecía ya todo ese asunto de los mutantes y los x-men como para añadirle un toque extra de problemas.

- Todavía me queda un rato, y ya conozco a “Scott el gilipollas” ¿Qué puedes decirme del otro? Es un misterio para mí…

No era una cita, aquello distaba mucho de ser una cita, no iba arreglada, no se había puesto sus tacones y no habían quedado a cenar a ningún sitio de moda de la ciudad. No era una cita en toda regla, pero era un buen momento para empezar a conocerle y comprobar si es cierto que no era el capullo que antes había mostrado. Tenía curiosidad, era natural, dadas las circunstancias, por él, por sus vivencias, por ese dolor que no superaba. No dejaba demasiadas dudas en que era algo relacionado con los mutantes, con su grupo, ahora también el de ella, y eso levantó ciertas sospechas sobre lo que se encontraría allí.

- ¿Hay algo que deba saber del grupo? Información relevante, organización, ese tipo de cosas importantes.

No es sólo que tuviera algunas sospechas de lo que podría encontrarse allí, no precisamente cosas buenas, sino que como era lógico, quería estar informada de las cosas importantes, tener algo antes de presentarse donde fuera, seguramente aquella escuela que Scott mencionó el viernes, como la nueva adquisición de los x-men.

- Una segunda oportunidad Scott, sólo una más. No soy una persona piadosa, pero quiero ver si es cierto lo que dices, conocer a ese otro tú que no es un capullo.

Blair había decidido perdonarlo, darle una segunda oportunidad. Scott pudo sentir un gran alivio dentro de si, por un momento pensó que las cosas iban a quedar mal, así como estaban. Después de oír aquello, sonrió un poco, esas palabras fueron como un bálsamo para su alma, no quería ni estaba dispuesto a perderla.

Luego Blair le dio un beso tierno en la mejilla, una señal de que habían hecho las pases. En ese instante, en que sus labios tocaron su piel, pudo recordar aquel momento en el despacho, cuando él se encontraba a ciegas y ella le besó. Quiso revivir aquella experiencia nuevamente, así que cuando Blair se acercó, él cerro sus ojos como aquella vez, quería sentirlo y pudo sentirlo, el perdón de ella, la paz.

Todo había vuelto a la normalidad, el ambiente de tensión se había esfumado, y todo estaba como cuando al principio. Blair le preguntó acerca de él, la impresión que ella había recibido de Scott no le había gustado, así que quería saber acerca del "viejo" Scott. Quería conocerle, saber de él, y por supuesto él también quería saber de ella, pero todo a su tiempo. Era una pregunta algo compleja, que requería una larga respuesta, pero sabia que debía responderla, o al menos darle unas pistas.

-A veces las personas se enfrentan a situaciones que le cambian un poco la vida, llegan cambios positivos y negativos, nosotros lo que tenemos que hacer, es esforzarnos por que esos cambios sean para bien. Y pues, el Yo de antes, no era muy diferente, si nos referimos al lado profesional, o con respecto al deber con nuestra comunidad, el deber de héroe. Era mas humano, nunca me preocupo nuestras diferencias, yo solo quería, bueno quiero, igualdad. Xavier me dio principios, ideales de los cuales me aferro fuertemente. Y es la lucha por la unión entre mutantes y humanos, la paz entre nosotros. Luchar por un mejor mañana... Creo que es una respuesta un poco vaga, pero te prometo que poco a poco te iras dando cuenta de que como era, mejor dicho de como soy, contarte las cosas que he vivido-que por cierto son muchas-ademas también me gustaría saber de ti, pero todo a su tiempo. -

Quería responderle todo, darle una respuesta completa, pero sabia que eso no iba a ser posible, al menos no en ese momento, pero quería que entendiera que había pasado por mucho, muchas vivencias, problemas, cosas por las cuales no pasaba la gente común, y esperaba que por lo menos, ahora, eso fuera suficiente.

Luego Blair le preguntó sobre el equipo, era una pregunta lógica, que debía de plantearse, tenia todo el derecho de hacerla, no era como entrar a una nueva empresa u oficina, iba a entrar a un equipo de super héroes, algo completamente diferente para ella. Scott pensó bien las palabras por un momento, no quería asaltarla con comentarios negativos del lugar, así que estaba buscando una respuesta menos intimidante, aunque sabia que Blair no es del tipo que se asustan fácilmente.

-Pues, aparte de que somos mutantes, creo que no mucho, el equipo... Pues los conocerás cuando llegues allá, todos son muy singulares, pero son buenas personas, y compartimos los mismos ideales, por supuesto no todo es color de rosas, hay algunos que tienen un temperamento muy fuerte, quizás tengas algunos roces jejeje... Estamos ubicados en la mansión, la escuela de la que te hablé, hay muchos chicos por doquier, por lo general los miembros de la Patrulla también son profesores en esa escuela, a eso se debe la propuesta de trabajo.-Dio una pequeña pausa y prosiguió

Y... En estos momento no me llevo muy bien con el director de la escuela, el profesor Charles Xavier, del que ya te he hablado, no estamos peleados, pero hemos tenido algunas diferencias, en estos momentos cada uno va por su lado, él esta a cargo de su escuela y yo de mis cosas, la patrulla y eso ¿me entiendes?, pero eso no significa que tu no puedas llevarte bien con el. El resto lo sabrás con el tiempo, ah y supongo que ya nos habrás visto por la televisión, espero que te guste usar uniforme, podrás escoger el que quieras y Mccoy el genio del equipo se encargara del resto-Se puso a reir un poco- Creo que mas nada supongo-Le tendió la mano, una sonrisa se dibujo en su rostro-Bienvenida a los X-men Blair van der woodsen.

Suponía que ese era el fin, las pleitos había terminado, ella aceptó ir con el equipo, estaban en paz, Scott había conseguido una compañera, una amiga, alguien con el que sabia que iba a disfrutar mucho tiempo juntos, quizás, podrían llegar a ser algo mas, solo el tiempo lo diría y Scott no estaba negando esa posibilidad, era una mujer hermosa, y quería estar a su lado.

Este solo era el comienzo de una aventura, no solo para Blair sino para todos en el equipo, un nuevo miembro significaba también nuevos cambios para todos. Scott solo esperaba que Blair se adaptara al cambio, ahí vería muchas cosas, cosas que la gente común no vería, cosas que quizás la harían cambiar, y así podría entender a lo que se refería Scott, solo esperaba que esos cambios fueran positivos. Esperaba... Que esa decisión no se convirtiera en la peor decisión que tomara Blair en su vida.

Blair recibió una respuesta bastante vaga por parte de Scott, pero tampoco es que hubiera esperado que hiciera un profundo autoanálisis en aquel momento, le hubiera bastado con simples detalles cotidianos, pero le había dado una respuesta vaga y misteriosa, él quería tomase su tiempo para darse a conocer y saber más de ella y por su parte, Blair no tenía ninguna prisa. Le interesaba eso es cierto, pero ahora era su compañero y aunque le había perdonado por su comportamiento anterior, seguía desconfiando; no estaba segura de que compartieran puntos de vista y en cualquier caso no estaba interesada en una relación profunda, menos aún con el líder de un grupo de héroes. Hasta el momento había hecho demasiadas concesiones sentimentales, ya tenía lo que quería de Scott y había llegado el momento, por su parte, de poner algo de distancia entre ambos.
Atendió a su explicación sobre el grupo, no estaba escuchando nada que no se esperara y no parecía haber nada oculto en sus palabras que la hiciera sospechar de nada; hasta que nombró a Charles Xavier, director de la escuela y seguramente el ideólogo del grupo. No le cabía duda de que había tenido con Xavier la misma discusión que acababa de tener con ella, a juzgar por las ideas que decía haber heredado; sin embargo parecía que otras propias habían crecido en él y seguramente ese era el principal motivo de sus discrepancias. Quizás sería interesante conocerle, y le daba más motivos para desconfiar de la corrección y el arrepentimiento de Scott; si no se llevaba bien con la persona que dentro del grupo abogaba por la igualdad y la tolerancia, estaba claro que sus ideas sobre las diferencias entre unos y otros eran más poderosas de lo que él quería hacer ver. No le daba muy buena espina aquello, pero siempre podía irse por donde había llegado si lo que veía no le convencía.

- Será un placer conocerlos a todos. Ya me pasaré un día por la mansión, te llamaré para avisar.

No se acercó para besarle de nuevo en la mejilla, ya tenía lo que quería, un cierto poder sobre él dispuesto a ser utilizado, pero desconfiaba de él, de sus pretensiones como mutante, de su ideología. Lo mejor por el momento sería mantener una prudencial y sana distancia, si quería estar cerca tendría que caminar él, ella ya había hecho bastante. No necesitaba más para escarmentar.

No le había pedido su número, ni su correo, no lo necesitaba; podría averiguarlo en el momento que quisiera y no tenía ganas de entretenerse más, su tiempo se acababa y debía prepararse para ir a trabajar; con un leve movimientote cabeza se despidió de Scott y siguió su camino, alejándose del parque. Tendría que reorganizar su agenda si quería tener tiempo para todo.