Continuando con la exploración [Planaria Glámez, abierto] 23/abril/2018

-... Yo también te quiero cielo. ¡Que te aproveche! ¡Te llamo luego!- Colgué a Sash y sonreí. Que gustó daba estar enamorado, y tenía un par de días de descanso. Deseaba llevarla a la cuidad del amor más adelante. Sabía que era lo típico, pero me gustaba la idea de darle recuerdos bonitos. Ella no tenía memoria de su infancia así que quería que tuviese otras memorias más bonitas ahora. Guardé el teléfono y paseé por la ciudad. La idea de que ella empezaba a comer me abrió un poco el apetito y pensé en donde podía cenar. Saqué la guía y me puse a ojearla. Quería uno a ser posible cerca de los campos Elíseos y la torre Eiffel para ficharlo para el futuro. Vi varios y decidí ir a ver que podía encontrar. Me dí cuenta de que estaba muy cerca del famoso museo Louvre, así que decidí ir a echar un vistazo.

Iba andando cuando a lo lejos vi una enorme luz que parecía salir de la parte delantera del museo. Sonríe y aceleré el paso. No sabía que tenían un espectáculo de luces, y no quería perdérmelo. Pedí perdón a un par de viandantes con los que choqué. Además de inglés sabía perfecto francés, alemán e italiano. Este último un poco peor, pero debido a que mi madre era italiana sentía la necesidad de aprenderlo. El idioma de mi padre, el alemán, era mi segundo idioma, después del inglés. Cuando por fin alcancé la plaza vi la pirámide azul, tan preciosa y mágica como en las películas y fotos, pero no vi ningún espectáculo ni nada por el estilo. Me quedé un poco descolocado y pregunté a unos peatones que paseaban por delante del edificio.

- Excusez-moi, pourriez-vous me dire si il est un spectacle maintenant au Musée ?- Pregunté por el espectáculo de luces pero la gente se encogía de hombros. Fruncí el ceño tras preguntar a tres y que nadie me explicase nada. Entonces vi a un tipo con lo que parecía un extraño disfraz y que decía algunas cosas. Tenía una banda en la cabeza y parecía estar concentrado buscando algo. Decidí acercarme con cautela pero sin parecer que sospechaba algo. Después de los incidentes de Bélgica no me tomaba nada a la ligera. El chaval debía tener mi edad, y cuando estaba casi a su altura escuche que hablaba en inglés, y me pareció entender algo acerca de mutantes. Un último grito me lo confirmó y le puse la mano encima del hombro. - Oye perdona, ¿te encuentras bien? No es normal que alguien se ponga a gritar así como así en medio de la calle.- Le ofrecí una sonrisa. No parecía un loco, pero estaba empezando a asustar un poco a la gente.

- Emm, sí claro, no hay problema. Por cierto, me llamo Planaria. Encantado.- No entendí muy bien por que quería ir a hablar a otro lado, pero parecía un poco abatido o desorientado. Le extendí la mano con la presentación y le sonreí. Abandonamos la plaza del museo y nos dirigimos tranquilamente hacia los campos Elíseos. Estábamos a un rato, y el atardecer parisino ayudaba a tener una conversación agradable y tranquila sin interrupciones. Ahora que estaba cerca de el muchacho pude apreciar que era algo más joven que yo, y que llevaba un traje un tanto curioso. Parecía incluso una especie de héroe o algo así. Después del choque de universos habían aparecido varios nuevos héroes por todo el mundo, y había encontrado bastantes en Europa, lugar donde, quitándonos a los Abyss Knights y algún que otro súper héroe o villano que aparecía de vez en cuando, estábamos bastante libres de esta clase de personas.

Las farolas se encendieron ante nosotros iluminando con un tono anaranjado la acera. Más viandantes se cruzaban con nosotros, y saludé a algunos con el típico "bonne nuit!", intentado ofrecer una sonrisa siempre. Le tenía un poco de manía a los franceses y su actitud de superioridad. Cada vez que me cruzaba con alguno y les decía que era ginebrino me miraban mal o por encima del hombro. Creo que nos consideraban gente de segunda clase o algo por el estilo. A pesar de ello, intentaba ser todo lo amable que pudiese. El chico parecía extranjero. Estadounidense para ser más preciso. Últimamente había tratado más con ellos, especialmente desde que empecé a salir con Cels y mi visita a la mansión X. Pero por ahora no tenía ninguna intención de mostrar mis poderes. No sabía sí el chico los tenía o no. Además, prefería el anonimato siempre que pudiese mantenerlo. Volví mi cara hacia él y le sonreí.

- Bueno cuéntame. Esta zona parece estar un poco más tranquila que la plaza del Louvre. ¿Qué sucede? ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?- La verdad es que no tenía ni idea de por donde iba a salirme. Podía ser cualquier cosa lo que me dijese, así que me límite a escuchar lo que pudiese decir.

Tras un mes de todos los sucesos caoticos que habian acontecido este mundo, y arduo trabajo por parte de la Liga de la Justicia y los Vengadores, ademas de todos los heroes que jamas habiamos conocido o ya conociamos, todo este caos habia podido "detenerse". Quedaba un largo camino para la reestructuracion del mundo como era antes, pero estabamos en ello.

Ahora, tras ver que nuestros enemigos eran otros, junto con los que ya teniamos, era momento de investigar y volver a detenerlos, como antes ya habiamos hecho. Esta vez, me enfrente a Cheetah, aunque pudo huir, al menos evite que pudiera robar documentos de la embajada de Estados Unidos en Francia. Ahora, tenia el dia libre antes de moverme al anochecer a algun otro pais. Me puse una ropa de civil, y aunque mi identidad secreta no fuese mas que una verdadera broma, mucha gente me reconocia por la television. Diana Prince era la Mujer Maravilla, y aunque quisiera, si me disfrazaba como Diana Prince, llamaba solo un poco menos la atencion que si iba con mi armadura normal.

-Bonjour, monsieur. Puis-je vendre un café avec deux cuillères à soupe de sucre? Merci - Tras tomarme algunas fotografias con una regordeta familia de Alemania, me meti a una cafeteria. Habia pedido un cafe, mientras me disponia a hacer tiempo para seguir vigilando en la ciudad del amor.

-Oh, Wonder Woman! Ne vous inquiétez pas, ce café c'est sur ​​la maison. C'est un honneur de servir - El hombre tras el mostrador supo al menos que levantar la voz haria que muchos en la cafeteria que no se habian percatado de mi presencia se levantaran a saludarme o a tomarse fotos conmigo, lo cual le agradecia. Me gustaba que los ciudadanos del mundo me quisieran, pero hasta a mi me gusta la privacidad. Le agradeci, por no levantar la voz, y luego negue con la cabeza, sacando de mi blusa un billete de cinco euros para pagarle por el cafe. Espere a que me lo sirviera, y cuando me lo entrego, se despidio con la mano, como quien hubiera visto al amor de su vida. - Avoir une belle journée.

Sali de la cafeteria mientras llevaba mi vaso con un sorbete de plastico con el cual tomaba mi bebida, caminando hacia cualquier direccion. Al avanzar, y tras leer algunos carteles, pude concluir que estaba realmente cerca de los campos Eliseos. No me gustaba para nada ese nombre, es decir... ¿Por que alguien le pondria a una avenida el nombre de un lugar del inframundo? Podria ser una parte bonita del inframundo, claro, mi tio Hades no era tan malo al final, pero no era el mejor de los lugares que puede haber en el universo.

Segui caminando, hasta sentarme en una banca a tomar mi cafe mientras observaba como algunas parisinos paseaban como si nada en esta hermosa area verde, y habia los que claramente eran turistas, tomando fotos en todos lados. Si algo me sorprende de los humanos es que, aunque las catastrofes les asedian, siempre pueden estar felices y con esperanza de que algo bueno les vendra. El turismo estaba volviendo poco a poco a la normalidad, claro, sin contar que muchos no tenian ya dinero por problemas bancarios, o porque sus propiedades se vieron dañadas o totalmente destruidas por el caos que se propicio ante las aperturas de portales.

Al ver pasar a la gente, vi a dos individuos, uno se me hizo muy conocido, era Planaria Glamez. El chico que habia llegado a Themyscira, y aparte, habia luchado conmigo contra el Kraken, pero... iba acompado de una persona que jamas habia visto, con un traje bastante peculiar. Ambos parecian andar en silencio, como si no se conocieran del todo. ¿Sera que Planaria quiere conocer a los franceses disfrazados?

-Hmmm.... -Me levante, y me acerque a ellos, sonriendo y con mi cafe casi vacio. - Bonjour, excusez-moi, pourquoi es-tu habillé comme ça? Est-ce une sorte d'uniforme? - Dije, refiriendome al chico que acompañaba a Planaria. A el, lo mire a los ojos y le sonrei, esperando que me reconociera.

- Espera, espera, espera.- Paré nuestra marcha y me volví a Wiccan.- ¿Que eres un Vengador? ¿Del equipo del capitán América y Iron Man? ¡Yo conozco a Tony Stark! ¡Es amigo mío! Una larga historia. Todo empezó en el CERN de Ginebra cuando vinieron él y su compañera Astrid buscando un elemento nuevo y demás, pero eso es otra historia.- ¿Otro súper héroe más por aquí? Estaba claro, la colisión de mundos habla hecho que cientos de nuevos héroes apareciesen por el mundo. Incluso Europa, ajena prácticamente a toda esta temática de hombres y mujeres superiores, se había visto invadida por ellos, en el buen sentido. Antes los Abyss Knights éramos la única organización heroica de aquí que yo supiese. Luchábamos contra Zenn, nuestro archienemigo, quien secuestraba a los pocos hombres y mujeres que tenían poderes para usarlos con fines bélicos y malvados. Me alegré de encontrar a este chaval tan amable.

- Verás, no me gusta presumir ni nada, pero te has topado con uno de los héroes más poderosos de este lado del charco.- Dije con una sonrisa y dándomelas un poco de interesante. Miré con cuidado de que nadie nos estuviese viendo y cubrí mi brazo izquierdo con una maraña de pequeños relámpagos azules que provocaron un mágico brillo entre nosotros.- Con respecto a lo de la sede de héroes europea, yo pertenezco a ella. Somos una pequeña congregación que luchamos por mantener estable la situación aquí. En Europa el tema de los superhéroes no es como en Estados Unidos, donde hay uno por cada tres personas y en cierto modo os tienen idolatrados o aceptados. Aquí la gente no está nada acostumbrada, así que intenta no hablar mucho de ello. Suelen mirarte mal o avisar a la policía. Nuestra organización, conocida como los Abyss Knights, trabaja en secreto y con la mayor discreción posible. Sin embargo, desde un viaje que hice a Nueva York el noviembre pasado he estado más involucrado en el mundo del heroísmo. He conocido a algunas de las figuras más importantes de este gremio, como Iron Man, Charles Xavier o la famosa Wonder Woman. Y aunque mi familia son los Abyss siempre estoy dispuesto a echar un cable allí donde se me necesite. Después de todo, es el deber de un héroe.- Y le guiñé un ojo. Parecía un chaval sincero y amable. Estaba algo nervioso o esa era la impresión que me dio, pero tras alejarse un poco del grupo de gente curiosa su nerviosismo había decaído enormemente.

Mientras charlábamos vi como nos acercábamos a los campos Elíseos, con la torre Eiffel asomando tras un edificio. Tenía curiosidad por saber que hacía el chico este. Por lo que deduje de su explicación debía tener la posibilidad de tele transportarse o algo por el estilo.- Pero bueno, cuéntame. Tengo curiosidad por saber cuáles son tus poderes o habilidades. A todo esto, ¿qué eres? ¿Mutante, mago, alguna clase de ser superior...?-

No había comenzado a hablar cuando la voz de una mujer captó nuestra atención. Iba vestida de paisano. Era bastante alta, más o menos como media cabeza más que yo. En cuanto la vi me quedé de piedra. Aquella melena morena, preciosa y brillante; esos profundos y mágicos ojos azules, únicamente comparables al misterioso y profundo mar en tempestad; y esa sonrisa bella y reluciente, capaz de hacerte olvidar la existencia del mal en el mundo. Una sonrisa se dibujó en mi rostro y se me aceleró el corazón.- ¡Princesa Diana!- Y me lancé a sus brazos en un cálido abrazo. Aquella era, junto con Sasha, la mujer más maravillosa que había conocido nunca. La verdad es que el apodo le iba al pego. Era una de esas personas que, cuando estás junto a ellas, sabes que no te puede pasar nada malo. Era fuerte, valiente, aguerrida, una auténtica guerrera. Ya había coincidido un par de veces con ella desde que caímos en su isla durante el choque de mundos, pero jamás pensé en encontrarla allí en París, y menos con ropa de calle. Tras abrazarla me separé de ella con una sonrisa y me volví al chico que acababa de conocer.- Princesa, os presento a Wiccan. Es un joven que acaba de llegar a la ciudad más por accidente que otra cosa, o eso creo. Wiccan, ¡te presento nada más y nada menos que a la mujer maravilla!

No alcance a escuchar de que hablaban, pero, si yo le hablaba en francés al chico disfrazado y no me respondia podia ser que... no me entendiera, o simplemente, no fuese francés y no hablara el idioma. Planaria no pudo traducirle, se emociono mas al verme y fue a abrazarme. Yo tambien le di un abrazo con cierta calidez, aunque no lo conociera mucho, pero, no seria la primera persona a la que abrazo porque si.

-Princesa, os presento a Wiccan. Es un joven que acaba de llegar a la ciudad más por accidente que otra cosa, o eso creo. Wiccan, ¡te presento nada más y nada menos que a la mujer maravilla! -Sonrei ante las alabanzas que Planaria decia y estire mi mano para que la besara el tal Wiccan. Sus pintas me parecian curiosas, pero ya despues hablaria de ello. Volvi a hablar ingles, y dije en voz algo baja.

-Planaria, te agradeceria que no dijieras por ahi que soy la Princesa, ya me tome demasiadas fotos hoy con los parisinos. -Sonrei de una manera muy discreta y mire a Wiccan- Llamenme Diana. ¿Que les trae por aqui? -Agarre a ambos de la mano y me los lleve, estabamos en medio del camino y si la gente se empezaba a fijar en mi atraeriamos una multitud. Camine rapidamente con ellos y nos sentamos en el pasto cerca del camino, y ahi termine de tomar mi cafe, para luego decir - No me gusta estar en medio del camino... Aparte, asi no me piden muchas fotos.

Estire las piernas un momento, mientras miraba alternativamente a Wiccan y a Planaria. Tenia aun bastante tiempo, y al menos, tener un rostro conocido en Paris era un alivio.

- ¡Oh, sí claro! Perdóneme Diana. La costumbre ya sabe.- Y sonreí a mi amiga. Me hacía mucha ilusión coincidir de nuevo con ella. Nos tomó por los brazos y nos sentamos en el césped. Nos preguntó que hacíamos allí y Wiccan pudo explicarse algo mejor. Debió darse cuenta de que Diana estaba familiarizada con el mundo de los héroes ya que no parecía tenso ni nada, al menos no demasiado. Habló acerca de los incidentes del mes pasado, del momento de la colisión de mundos y no pude evitar una graciosa carcajada ante su comentario. Luego nos habló acerca de sus poderes y la relación que tenían con la magia, terminando preguntándome sí era de los suyos.- Me reía porque los incidentes del mes pasado, con la colisión de mundos, fue cuando Diana y yo nos conocimos. Mi grupo y yo fuimos absorbidos por un portal y acabamos en su hogar. Estuvimos a punto de convertirnos en un colador, pero gracias a la preciosidad que tienes aquí pudimos regresar a cada sanos y salvos. Según parece fue una colisión de universos. No sé sí estas familiarizado con la física cuántica y los viajes ínter dimensionales. Según dicen hay un infinito número de universos paralelos, todos ellos relacionados de alguna manera entre ellos. Nosotros experimentamos aquel día un choque de dos, gracias al cual ahora la mujer que tienes delante de ti puede estar aquí con nosotros, o nosotros aquí con ella, según lo mires. Pero sí vamos a hablar de estas cosas hace falta algo.

Me levanté un momento, dejando a ambos en el césped sentados. Me acerqué a una heladería que había visto justo al lado del parque y compré helado para todos. Hacía buen tiempo y yo necesitaba algo de comer para aguantar. Cogí chocolate para mí, y el típico helado napolitano para los otros dos. Chocolate, vainilla y fresa. Eran los tres sabores más típicos. Cogí un par de tarrinas grandes para ellos y yo un cucurucho, ya que me encantaba. Al cabo de unos minutos volví y repartí los dulces entre ellos. Me senté y les sonreí.

- ¡Perdón por desaparecer! He ido a comprar un poco de helado para tomarlo mientras charlamos.- Me senté con las piernas cruzadas y disfruté del delicioso sabor del chocolate. Era uno de mis sabores favoritos. Los recuerdos de los dulces de Sash me recorrieron la mente y sonreí para mí mismo. Era una genia de la repostería. La verdad los echaba de menos. Sonreí a mis dos compañeros y hablé.- Sobre lo de sí soy de los vuestros Will, supongo que te refieres a que sí soy un héroe o algo así. La respuesta es sí. Como ya te he dicho, pertenezco a un grupo que nos dedicamos a luchar contra el crimen y demás aquí en Europa, y fuera de ella. Mis poderes son controlar y generar la electricidad. Puedo absorberla de cables, motores, baterías, etc. Cualquier cosa que los tenga, además de poder generarla yo mismo. Puedo electrificar cosas o lanzar poderosos rayos por mis manos. Y además poseo un factor de curación acelerado, el cual no sólo sana en cuestión de segundos heridas de gravedad o mortales, sino que además me vuelve inmune a enfermedades y toxinas. Sí te refieres a sí soy un mutante, la respuesta es afirmativa también. No recuerdo muy bien cuando los obtuve, pero creo que fue en un accidente con tan sólo siete años de edad. Caí sobre el núcleo de la central eléctrica de mi padre... Y el resto es historia. Durante mi adolescencia aprendí a usarlos. A todo esto Diana, ¿se ha averiguado algo más de la colisión de universos? La última vez que hablamos aún estaba todo muy en el aire. ¿Habéis descubierto algo nuevo?

Algo que me llamo la atencion fue que me estrujo la mano en vez de besarla. Quizas no supiese como era el protocolo, pero, despues se lo comentaria. No era una ofensa muy grande, pero me gustaba que se actuase de manera correcta cuando conocia a gente que era ajena a mi. Cuando nos sentamos, Planaria explico a Wiccan que yo era de otro universo, y tambien, Wiccan nos explico que era de ese famoso grupo de Vengadores, al menos como apoyo. Los escuchaba, cuando Planaria se levanto, pidiendonos permiso.

Me quede viendo con cierta duda y con una sonrisa tranquila a Wiccan. Tome el ultimo trago de cafe de mi vaso, y tras aplastarlo, me puse a ver el cielo un momento. Mientras esperabamos que volviera Planaria, le dije al muchacho.

-Hace rato te pregunte porque llevabas esa ropa, pero te lo dije en Frances pensando que eras de aqui. ¿Es algun tipo de uniforme, o algo por el estilo? Me parece muy curiosa tus indumentarias..

- ¡Perdón por desaparecer! He ido a comprar un poco de helado para tomarlo mientras charlamos.- No me dio tiempo de continuar hablando con Wiccan, solo escuche su respuesta cuando llego Planaria con un helado para mi. Casi se me ilumino la mirada, mientras lo tome con mucho gusto. Si algo me encantaba en este mundo era el helado, por lo que me puse a comerlo con un gusto increible. De hecho, me lo comi muy rapido, mientras Planaria hablaba sobre su historia y sus poderes. Yo sabia que podia manipular la electricidad, lo habia visto cuando luchamos contra el Kraken

-Ñam... hmm... -seguia comiendo, cuando Planaria me pregunto si sabia algo mas - La Liga de la Justicia no ha averiguado nada aun que no sea de conocimiento publico. Lo demas es confidencial, lo siento. -Sonrei, aunque no me gustase mucho guardar secretos, era necesario- Yo soy una de las fundadoras de la Liga de la Justicia, y aunque no soy mutante como ustedes, tambien tengo poderes muy amplios. Si algun dia necesitan ayuda de alguien de la Liga, estaremos ahi para defender el bien. -Le di un ultimo mordisco a mi helado y se termino, limpiandome los labios despues con un dedo - Que rico... ¿Donde lo compraste, Planaria? ¡Quiero mas!

Comprobé como engulleron el helado con gusto y una sonrisa. Yo hice lo propio con el mío mientras escuchaban lo que contaban. No me sorprendió que Diana guardase cosas para ella y la Liga de la Justicia. Desde la colisión estuve investigando acerca de ellos. Algunos miembros los recordaba del cuarto de Diana en Themyscira. Estaba lleno de recortes de periódico con noticias acerca de ellos. Eran un grupo de héroes que protegían el mundo de los ataques de cualquier mal superior que lo amenazase. Entre ellos estaban un tío llamado Superman y otro conocido como Batman. Ellos tres eran los más famosos de este grupo. A juzgar por lo que investigué, eran un grupo enormemente poderoso, capaces de cosas inimaginables. Me sentía honrado de conocer a alguno de los miembros de este grupo. Diana parecía ser la más amable, o al menos abierta de ellos. Tal vez algún día les conociese. El propio tiempo lo diría.

Diana me dijo que quería más helado y Will preguntó acerca de la situación en Europa. Yo podía responderle a eso con bastante exactitud. Puede que no fuésemos la Liga de la Justicia, pero gracias a mis sistemas de seguimiento e investigación teníamos bastante controlado lo que sucedía en nuestro continente. Fui a comprar más helado y traje otras tarrinas al cabo de unos minutos. Le traje también a Will por sí acaso quería. Me dejé caer mientras terminaba mi cucurucho.

- Sobre la situación en Europa puedo hablarte yo mismo Will. Después de la colisión de universos tuvimos un montón de alarmas y avisos de nuevos seres y mutantes por toda ella. Sin embargo, la mayoría de los conflictos y demás han sucedido en Estados Unidos o en el espacio. El único peligro más fuerte al que nos hemos enfrentado es un malvado alienigena conocido como Dr Zenn. Un malvado científico loco con aires de grandeza que pretende esclavizar al mundo entero. Es bastante más peligroso de lo que parece. Alrededor de la tierra tiene un montón de pequeñas estaciones a las cuales puede teletransportarse cuando quiera.- Llevaba un par de meses siguiéndole la pista. Había creado un arma capaz de fundir la tierra, y temía que estuviese dispuesto a usarla. Los únicos que nos habíamos enfrentado a él habíamos sido nosotros debido a que Tanith le conocía del pasado. Con el poder suficiente como para desintegrar un planeta y esclavizar a la población gracias a sus inventos era un peligro a escala mundial. Los Abyss Knights existían desde hace casi doscientos años, luchando contra Zenn y sus antepasados. Una parte de mí se sentía orgulloso de poder pertenecer a una orden tan antigua y leal. Pero había cosas que no me terminaban de cuadrar con respecto al modo de actuar de los héroes convencionales, aunque no le daba especial importancia.

Ahora era yo el centro de las miradas, y me sentí cómodo con ello. Sabía que Diana se interesaría hasta cierto punto por mis historias. Pero a Will acababa de conocerlo, y me escuchaba.

- El caso es, que estamos en constante lucha contra este ser, el cual ha aprovechado el caos producido por el choque para golpear donde más débiles somos. Temo que, tarde o temprano, habrá una fuerte guerra a escala mundial producida por él. Pero no os preocupéis, le paráremos los pies.- Ya me había enfrentado a él y habíamos conseguido salir victoriosos de nuestros encuentros. Además, sabiendo que había más gente a parte de nosotros luchando por La Paz mundial me alegraba y me hacía sentir importante.

-La Liga de la Justicia de Europa esta trabajando, no te preocupes. -Le dije a Wiccan una vez Planaria se habia ido a comprar mas helado. El muchacho estaba interesado en el trabajo de los heroes, y aunque no le pudiese decir mucho, al menos le podia informar. Si el muchacho fuese un heroe, por su disfraz y sus poderes magicos que no he podido comprobar, buscaba informacion, tal vez la encontrara si hablara con las personas adecuadas.

Planaria volvio entonces, con mas helado para mi, el cual empece a comer con mas gusto que antes. Empezo a charlarnos sobre ese tal Dr. Zenn, lo cual llamo bastante mi atencion, ¿Debia ser "del otro lado"?. En mi universo, esa amenaza no existe, pero si hubiese algun problema con ese tipo de Alienigenas, sabia que la Liga lo detendria y todavia tendria tiempo de comerse un helado.

Tras que Planaria dejase de hablar, hable emocionada.

-¿Un alienigena maligno? ¡No te preocupes, Planaria, la Liga de la Justicia cuenta con un plan para acabar con alienigenas! Hemos ya vencido a muchos seres de otros planetas, y si este quiere destruir la Tierra, yo misma le cortare la cabeza. -Me lleve la mano izquierda que tenia libre para llevarmela a la cintura, donde pudieron ver como se materializaba en una especie de espectro de color azul una espada con una empuñadura en forma de aguila. La levante, con gran emocion, y le di una lamida a mi helado- ¡Dime donde tienen sus bases, y arrancaremos hasta sus cimientos, valientes guerreros! -Despues me quede callada, dandome cuenta de mi error. No debia sacar mi espada en publico, eso asustaba a la gente, y llamaba demasiado la atencion. Algunas personas vieron el espectaculo y tomaron fotografias, por lo que, rapido como aparecio, desapareci mi espada, ruborizada por dejarme llevar- Ehmmm... ¿Teneis alguna forma de irnos? Mejor vayamos a comer, yo los invito, pero salgamos de aqui. -Baje la voz y dije en un susurro- Debo recordar no desenvainar en medio de un parque...

Me pare, y comence a caminar muy rapido hacia la avenida. Lo mas importante era salir de ahi... Creo que, estoy abusando tanto de Wiccan como Planaria, espero que ellos no sean azotados tambien por turistas curiosos que aprovechan cualquier oportunidad para tomarse fotografias.

Cuando acabé de hablar Diana se emocionó contándonos sus historias de la Liga de la Justicia, los cuales habían acabado con otras amenazas alienígenas. En un arrebato, desenvainó su espada y la esgrimió ante nosotros. Fue un gesto divertido, pero la gente no estaba acostumbrada a que de repente alguien sacase una espada en medio de un parque. Ella se percató de su gesto y, lentamente, la volvió a guardar, con un ligero tono rojizo en sus mejillas. Reí inclinándome un poco hacia atrás. Billy también nos ofreció su ayuda y le ofrecí una cálida sonrisa.

- Agradecemos vuestra ayuda, pero no os preocupéis. Esto es algo que corre a nuestro cargo. Después de todo, somos una organización que vela por la paz mundial, así como la protección del mundo. Zenn es nuestro enemigo, y debemos enfrentarnos nosotros a él. Aunque, llegado el momento, contaremos con vuestra ayuda si fuese necesario.- Diana propuso entonces que nos movilizásemos buscando un lugar más apartado y menos lleno de gente, empujada posiblemente por su actuación con la espada. Billy también accedió a comer, y nos levantamos.- Conozco un sitio perfecto cerca de aquí. "La Ratatouille". Un restaurante de comida típica francesa casera. Venid, os aconsejaré. ¡Hay algunas cosas que están para chuparse los dedos!

Y así, dejamos atrás los campos Elíseos y la majestuosa torre Eiffel y nos dirigimos al pequeño restaurante situado en el 168 de la rue Montmartre. Teníamos un agradable paseo hasta allí, así que, como conocía a Diana, me puse en medio de ambos y les sonreí.

- Bueno Billy, creo que todavía no has podido contarnos del todo tu historia… Yo me he explayado de lo lindo. Cuéntanos. ¿Estás aquí en Europa por pura casualidad o has venido buscando algo en concreto? Tal vez nosotros podamos ayudarte en caso de que sea esto último.- Y le guiñé un ojo. Estaba feliz de haber encontrado de nuevo a Diana, y el chico este parecía ser alguien amable y de confianza. Las primeras farolas se encendieron a nuestro alrededor, tiñendo las calles de tonos amarillentos y anaranjados, y los saludos en francés nos rodeaban mientras andábamos hacia nuestra merecida cena.

-¿La Ratatouille? Si, vamos, con tal de movernos... -Segui a Planaria, apresurando mi paso tanto como podia. Mas que nada, yo tenia prisa en llegar, para huir de los curiosos. Durante el camino, permaneci en silencio, escuchando como Planaria hablaba con Wiccan, preguntandonle acerca de sus intenciones en Europa. Apolo se estaba retirando de nuestro cielo, y las farolas se prendian. Yo estaba feliz con mi helado, y hasta que no se me acabara, todo estaria bien.

Avanzamos, llegando a una calle un poco pequeña para mi gusto, donde estaba pasando un autobus. Habia tanto parisinos como gente que claramente era turistas, y aunque, no me fije en ellos, me fije en toda la parafernalia que cargaban: camaras, gorras (aunque ya estuviese anocheciendo), lentes oscuros, botellas de agua, y arrastraban algunos sus maletas. Los escaparates mas cercanos eran de comida, parecia una zona de restaurantes, pero, las partes altas de los edificios parecian ser zonas residenciales. Vi a una persona parada en un balcon, fumando un cigarrillo mientras pensaba en sus cosas. No me molestaba, pero, mientras sacudia las cenizas de su cigarro, estas iban siendo tiradas al suelo, cayendole a una persona sin que se enterara de eso. No entendi muy bien porque hizo eso, pero Planaria y Wiccan se me estaban adelantando, asi que volvi a caminar, quedandomele viendo al civil, que ni se entero de mi presencia.

Al estar afuera del restaurante, simplemente, me quede viendo la puerta, mientras esperaba.

-¿Tienes reservacion... o algo? No se como funcionan estos restaurantes, en Washington hay que pedir una cita, parece.

Billy parecía buena gente, y me sentía bien contándole mis cosas y que él me contase las suyas. Con Diana no había sido tan directo, ya que ella era algo más dura y cerrada. Además, nuestro primer encuentro había sido algo violento allí en su isla. Sonreí para mí. Desde la aventura del kraken, sin embargo, confiaba casi totalmente en ella. Billy nos contó su historia y que andaba buscando a gente que antes no estaba en el mundo. Él había hablado acerca de los Vengadores, así que supe que pertenecía a mi misma realidad. Le sonreí e hice un gesto con la cabeza hacia Diana.

- Pues aquí tienes a una de las más importantes eminencias de la otra realidad.- Y sonreí a Diana tras darle un pequeño golpe cariñoso en el brazo. Ella preguntó si tenía reserva en el restaurante y Billy me miró buscando respuesta a aquella pregunta. No tenía reserva, pero me había informado. "Ratatouille" era uno de los restaurantes más aconsejados de la ciudad, pero no solía estar especialmente lleno nunca, así que no tendríamos problemas para pedir mesa.- Pues no tenía reserva, pero no os preocupéis. No debería haber problema para cenar aquí. Y sino buscaremos otro sitio. Conozco un par más.

Cruzamos con cuidado la carretera y me acerqué al camarero que había en la puerta del restaurante. Billy cambió su atuendo de súper héroe con capa por unas ropas de paisano. La verdad es que cambiarse así sería de lo más útil y cómodo. Podrías ir directamente a los sitios y fiestas o reuniones sin miedo a que fueses mal vestido. ¿Demasiado elegante? ¡Voilá! Cambio instantáneo. ¿Muy poco arreglado? ¡Tachán! Y vestido para la ocasión. Cada día que pasaba, me alegraba más de vivir en un mundo lleno de héroes. Había cosas realmente mágicas y que a uno le alegraban el día.

- Bonjour monsieur! Quoi de neuf? Voudriez-vous savoir si elles ont une table pour trois, s'il vous plaît?- Le pregunté si tenían una mesa para los tres, y el hombre me devolvió el saludo con una sonrisa y asintió con la cabeza.

- Bonjour monsieur! Bien sûr! S'il vous plaît, si vous voulez bien me suivre.- Y entró en el restaurante. Me volví a mis compañeros y les indiqué que siguiésemos al camarero. Sabía que Diana hablaba francés por el saludo que nos hizo, pero el pobre Billy parecía no enterarse muy bien, así que le guiñé un ojo y le dije que todo iba genial.

El interior del restaurante era bastante elegante, algo modernillo, y muy bonito. Los olores de comida nos rodearon, y la cháchara general ambientaba la noche. Quesos, vinos, guisos... Todos esos deliciosos aromas provocaron que mis papilas gustativas comenzaran a trabajar y mi sistema digestivo se preparase para la situación. El camarero nos llevó a una mesa redonda que había en un pequeño patio, donde iluminó la mesa con unas velas centrales y nos indicó que tomásemos asiento. Tras agradecerle su tiempo y ayuda, nos trajo tres cartas de menú y, con una inclinación de cabeza, nos dijo que otro camarero nos atendería en cuestión de segundos. Una vez dentro abrí la carta y comencé a leer los platos. Había de todo y cada cosa parecía más rica que lo anterior.

- Bueno chicos, ¡aquí estamos! Buena comida y mejor compañía, ¿no creéis?- Y reí, ofreciéndoles mi sonrisa. La verdad es que cenar con Diana era algo que me apetecía muchísimo. Y Billy me caía muy bien también. Puede que aquello fuese el principio de una gran amistad. Me habría encantado que Sash estuviese allí también. Con ella, las cosas siempre eran geniales y divertidas. Luego le mandaría una foto.- Bueno Diana, cuéntanos. ¿Qué haces tú aquí en la ciudad del amor? Por cierto Billy, si necesitas traducción no tienes más que pedírmelo, ¿vale?

Me llamo mucho la atencion como Wiccan cambiaba sus ropajes rapidamente sin necesidad de desnudarse. Yo tambien podia hacer eso, aunque tenia que hacer otro tipo de parafernalia, y tener antes puesta la ropa que queria ponerme. Mas tarde le preguntaria si el pudiera enseñarme a hacer eso. Ojala fuera asi, eso me podria facilitar muchas cosas cuando tenia que viajar como Diana Prince.

Planaria tras darme un golpecito, que no entendia muy bien porque me lo dio, nos explico que no tenia reservacion, pero que no seria dificil para el poder entrar. Lo observe y estuve atenta cuando hablo con el mesero en la puerta. Al parecer no hubo problema, asi que, pudimos pasar. Yo no era de comer en restaurantes, basicamente porque no tenia mucha paciencia, ni nadie a quien invitar. Me quedaba en mi casa cuando estaba afuera de Themyscira, en la Atalaya habia aveces comida y claro, en mi palacio siempre habia comida lista para mi.
Sin embargo, era fascinante lo que bien que olia todo, tanta gente feliz comiendo, los meseros moviendose de aqui para alla con platos de comida. Me separe un poco del grupo y fui a una especie de mesa con muestras de queso, tome una con un palillo y me la lleve a la boca. Su sabor me agradaba, y eso me ponia feliz. Despues, volvi con mis nuevos amigos y me sente a la derecha de Planaria.

Vi mi carta y comencé a leer. Cada platillo era mas maravilloso que el anterior, algunos los conocia por cosas que me enteraba en mis viajes, pero, lo que mas me llamo la atencion fue el pato a la naranja. A mi me gustaban las aves, en mi juventud habia ido a cazar distintas bestias que habia en la Isla, y eso me traia buenos recuerdos. Tambien vi la seccion de bebidas, y aunque los vinos me gustaban, decidi optar por un vaso de soda con helado.
Mire a Planaria, que hacia un comentario amigable sobre nuestra presencia, y luego me pregunto que es lo que hacia en Paris. Me lleve la mano a la cabeza, casi involuntariamente buscando mi diadema para acomodarme el cabello y sonrei.

-Bueno, estaba buscando a una ladrona muy peligrosa llamada Cheetah. Queria atacar la embajada de Estados Unidos para robar unos documentos, pero llegue a tiempo y la pude ahuyentar. Lastima que no la pude atrapar, pero decidi tomarme la noche libre. -Aunque me molestaba mi fracaso, supongo que no puedo evitar ese tipo de situaciones.- Aparte de eso, no tengo muchas cosas que hacer por aqui. -El mesero entonces llego, y al verme, primero pregunto por mi orden.  Señale los productos de la lista, mostrandole la soda con helado, el pato con naranja y la sopa de cebolla- Je veux canard à l'orange, soupe à l'oignon en entrée et de la soude avec de la glace.

Billy y Diana estaban allí buscando a gente. Yo sólo regresaba a casa tras los incidentes de Bruselas. Como había perdido allí mi moto por el ataque de los malditos soldados esos ahora tenía que regresar en tren. No me disgustaba la idea. Pero haber perdido mi moto me jodía bastante. La tenía desde hacía relativamente poco la verdad, apenas un año, y ya me la habían dejado totalmente inservible. Ni siquiera Hans sería capaz de arreglarla, aunque nunca me había fallado mi querido amigo mecánico de Múnich. Negué con la cabeza para mí y preferí no pensar más en ello. Estábamos de cena y Billy me pidió que le eligiese la cena, que se fiaba de mí.

- Mmm, que elija por ti... Bueno a ver, hay un poco de todo aquí en realidad. Diana por ejemplo ha pedido sopa de cebolla y pato a la naranja. A mí el pato me gusta mucho, más de hecho que el pollo, ya que es algo más jugoso. La sopa de cebolla está rica también... Déjame ver... El ratatouille está para chuparse los dedos. Es de mis platos favoritos. Es una especie de pisto hecho con berenjena, pimiento y patatas, añadiéndole un poco de cebolla y tomate frito. Eso te lo recomiendo enormemente.- El ratatouille era una maravilla. Además, allí lo hacían de morirse de rico. Además, aunque fuese un plato de verdura, la cual algunas personas le tenían cierta tirria, estaba tan rico como un buen guiso o una carne. Seguramente le gustaría.- El pollo al vino también está de morirse. Lleva además patatas asadas que están de lujo... Creo que te gustará.

Le sonreí. Eran unos platos muy típicos de Francia, y le había pedido unos más o menos suaves. El pollo tal vez era un poco más fuerte debido al vino, pero no dejaba de estar delicioso. Comenté a ver entonces qué podía pedir yo. De primero la sopa bullabesa me llamó la atención. Hacía tiempo que no la tomaba, y un poco de pescado y marisco siempre entraban. Y de segundo entrecot a la mostaza. Sonreí para mí mismo y me volví al camarero.

- Nous demandons à la ratatouille et coq au vin, la bouillabaisse et le steak soupe de moutarde. Et de boire du vin. Merci beaucoup!- Y le di las cartas. El camarero hizo una pequeña reverencia y se marchó.- He pedido vino para beber, asíq ue si prefieres otra cosa pídesela ahora cuando traiga las bebidas. Espero que te guste lo que he pedido. A mí me encantan esos platos la verdad. Bueno, ¿tenéis planeado quedaros mucho tiempo por aquí por Europa? Generalmente no solemos tener muchas visitas la verdad. Los héroes suelen estar más ocupados cuidando de EEUU y demás. ¿Tanto lío tenéis ahí montado? Soléis salir en las noticias. Que si Gotham no se qué, que si Nueva York no se cuantos... ¿Acaso los villanos no tienen otro sitio donde atacar? Parece siempre sacado de una americanada jajaja ¿No saben que hay más países y lugars del mundo además de EEUU??- Lo dije con una sonrisa y cláramente metiéndome con ellos.

Al terminar de entregar la carta al mesero, me puse a escuchar lo que mis acompañantes pedian, haciendo el calculo de cuanto habria que pagar. Sonrei ante la peticion de vino que Planaria hizo al mesero , y posteriormente tome la servilleta para ponermela sobre las piernas, preparandome para la llegada de mi comida. Mire por el patio, observando los coches pasar, pensando en todo lo que estaba pasando en algunas ciudades, pero Paris no parecia estar tan afectada. Quizas la Liga de la Justicia Europea seguia activa, pero no lo sabia, hacia tiempo que ella ya no se juntaba con sus ex-compañeros, ni tenia contacto con ninguno, pero, el comentario de Planaria acerca de que siempre los males atacaban en Estados Unidos me hizo empezar a reir durante un momento.

-Eso crees tu, pero te aseguro que nunca has ido al Pacifico a golpear a los malos en la Isla de Saipan. Una vez fui junto con Green Lantern a atrapar a unos bellacos que estaban haciendo fechorias, traficaban armas y tenian una red de contrabando muy elaborada, pero gracias a nuestra red de informacion los pudimos atrapar. Creo que no muchas veces he visto tantas balas disparadas en un solo lugar -Hice memoria, recordando ese escenario, cuando nos disparaban con fusiles, granadas y machetes. Me volvi a reir, un poco mas animada- El mundo esta lleno de problemas, pero ahi estamos nosotros para detenerlos

Despues, mire a Wiccan, con cierta perspicacia y curiosidad.

-Wiccan, ¿O Billy? ¿Como prefieres que te llame? -Estaba un poco confundida, Planaria lo presento como Wiccan, pero lo llamaba Billy- Bueno... El caso es que, ¿Como es que te cambias de ropa, eh? -Sonrei, hablando amistosa y dulce, recostando mis codos en la mesa y sosteniendo mi cabeza con las manos, mirandole- Yo tambien quiero aprender a hacer eso sin tener que dar tantas vueltas

Entonces, cuando el mesero volvio, no traia la comida, pero traia una canasta con trozos de pan recien salidos del horno, mantequilla y un par de quesos untables, por lo que me puse rapidamente a untar mantequilla y queso en mi pan, hambrienta.

- ¡Uuuuuuu! ¡Pan y mantequilla! ¡Que aproveche!- Bendije la mesa para mí y comencé a comer un poco de pan y mantequilla. La verdad, tenía un hambre canina, y eso que no había usado mis poderes en todo el día. Escuchaba como Billy y Diana conversaban acerca de la posibilidad de cambiarse de ropa en el instante. "Hmm, la verdad es que seria comodísimo... ¿Te lo imaginas? Podrías ir al trabajo vestido como quisieses... Total, puedes cambiarte justo antes de entrar. No me vendría nada mal. Ademas, asi podría ponerme mi traje sin necesidad de llevarlo desde casa. No es que me incomode, pero pasaría mas desapercibido. Hablando de pasar desapercibido, me estoy poniendo aquí morao a pan y estos no se dan ni cuenta... Mira que me caen mal los franchutes, pero cocinan que da gusto los cabrones. Si tuviésemos un poco de mermelada ya sería lo mejor. Ay, la mermelada de frambuesa. Cómo está de rica. Lo que daría por una tostada con mermelada y mantequilla."

No fui consciente hasta que punto estaba ensimismado y metido en mis pensamientos hasta que me di cuenta de que habían cambiado por completo de conversación. Ahora Billy le preguntaba a Diana si ella y la Liga habían tenido algo que ver con el choque de universos. Por lo que habíamos hablado y yo había vivido durante este suceso en la isla de Themyscira sabía, o suponía, que ella no había tenido nada que ver. No fue capaz de explicarnos nada, ni tampoco a la reina Hipólita en la isla. Tragué pan y me quedé mirando. ¿Podría ser que alguien hubiese provocado el choque de universos? No sabía mucho de física cuántica, pero por lo poco que sabía sí que era consciente de que los choques interdimensionales y demás historias no eran algo que sucediese todos los días, ni mucho menos. De hecho, se necesitaba una fuerza de dimensiones abismales para provocar cualquier tipo de choque o fuerza universal para estas cosas. Que una sóla persona o ser lo hubiese provocado me alarmaba bastante. Después de descubrir que Diana era hija del mismísimo Zeus me quedé un tiempo algo descolocado. Después de todo, rompía los esquemas de mis creencias cristianas. Sin embargo luego pensé que tal vez no fuesen más que gente algo más poderosa que lo normal.

- Lo dudo Billy. Un choque así necesita una liberación energética enorme, dudo que haya ninguna criatura capaz de hacer algo así... Y si la hay, creo que tenemos un problema bastante serio la verdad... Diana, tú dices ser casi una diosa. ¿Hay alguna criatura o ser capaz de liberar semejante cantidad de energia?

Mientras comia mi pan y escuchaba la respuesta de Wiccan, mire a Planaria un momento mientras veia como se llenaba de panes. El pobre camarero tendria que traernos canastas de pan cada diez minutos quizas, o menos, a este ritmo. Tome otra barra de pan, cuando ambos nos callamos, y untandome mantequilla, escuche una pregunta de Wiccan. ¿Que si yo habria tenido algo que ver con ese desastre? ¿Mis amigos o yo? Esa pregunta me ofendio, bastante.

Me recoste un momento hacia atras, y negue con la cabeza. ¿Por que la Liga tendria la culpa, si hemos estado trabajando tanto como ese grupo de los Vengadores? Casi iba a responder, pero Planaria le indico a Wiccan que no era posible que mis amigos o yo hubieramos podido hacer eso. No creo que ni siquiera el mismo Zeus pueda... Aunque, ¿Su padre Cronos? Imposible, el estaba encerrado en el Tartaro.

-No, William -Sone muy seca, seria al hablar- Ni yo ni la liga hemos tenido nada que ver con este desastre. Nos agarro desprevenidos, como a todos en la "otra dimension" -marque las comillas con los dedos, con cara de enojo- Y no, Planaria, no soy casi una diosa, soy una diosa. Y entre esas cosas, no puedo decir que haya algo que provoque tal colapso, ni una razon para provocarlo. No se si Cronos pudiese hacer eso, pero es imposible, esta encerrado en el Tartaro, y no saldra ahi en unas cuantas eternidades.

Espere un momento para continuar, pues el mesero estaba apunto de llegar con los platos de Wiccan y Planaria, junto con mi sopa. El pato aun no lo traian, pero, junto a la comida estaba el vino. El mesero abrio la botella y sirvio tres copas, una para cada quien. Tras agradecerle, se fue.

-Como decia... Nosotros no provocamos eso, fue... algo que ocurrio. Tan simple como eso. Si encontrasemos al presente, nada me detendra para darle unos buenos golpes en la cara. -Tome mi cuchara, y le di una probada a la sopa. Estaba bastante rica.

Bueno, una diosa... Era cierto sin duda alguna que Diana tenía unos poderes enormes. Ya la había visto en acción contra el malvado y gigantesco kraken el mes pasado. Sin embargo, distanciaba bastante del concepto que tenía yo de un dios. Para mí, el único dios que existía era el de la biblia. Diana era, al igual que yo, una persona con súper poderes. Siendo honestos, para los humanos de a pie sí eramos como dioses. Yo, sin ir más lejos, era capaz de controlar y generar electricidad, así como curarme casi cualquier herida mortal en cuestión de segundos o minutos. La primera vez que hablé con Diana me quedé muy trastocado cuando me habló acerca de su naturaleza divina, y tuve algunas dudas de fe. Después de todo, la biblia decía que Dios era el único ser todopoderoso del universo y demás. Sin embargo, comencé a pensar en que tal vez Jesús era, al igual que Billy, una especie de hechicero o mago. Un ser superior al igual que nosotros a ojos del mundo, y gracias a ello obraba milagros. Aún me asaltaban dudas existenciales acerca de esto que había vivido, pero llevaba tiempo reflexionando acerca de ello y las respuestas que yo mismo había encontrado parecían ser lo suficientemente buenas.

- Los Vengadores y los X-Men. A esos yo los conozco. Soy amigo de Tony Stark de hecho. Nos conocimos hará un año en Ginebra. Un tío divertido, aunque un pelín chulillo la verdad jajajaja. Y los X-Men los conocí hace un poco más de un mes, cuando viajé a Nueva York. Estuve hablando con su líder, el profesor Charles Xavier, ofreciéndole mi ayuda y conocimientos si los deseaba en mi naturaleza de mutante. Muy buena gente la verdad.- Luego me volví a Diana y le sonreí arqueando una ceja.- Diana, Diana. No te enfades con el pobre Billy ni conmigo mujer, que en el fondo no somos más que un par de chicos queriendo saber cosas sobre vosotros. Además, si te enfadas y frunces el ceño te saldrán arrugas, y con lo guapa que tú eres no quieres que eso pase.- Y con una carcajada, alcé la copa de vino para que brindásemos los tres por esa amigable y divertida cena que había unido a tres seres completamente distintos los unos de los otros una noche cualquiera.- Por la paz mundial, y porque nuestros caminos se crucen más a menudo. A todo esto chicos, ¿vosotros de dónde sois? Sé que Diana vive en Themyscira, o que al menos es de allí. No sé si tendrá algún pisito de soltera en algún otro lugar. ¿O no es de soltera, princesa? ¿Tenéis a algún galán por ahí que os acompaña con el gesto ruborizado cuando salís de misiones? Y tú Billy, ¿tienes a alguna guapetona rubia o morena que te espera en casa?- Y moví ligeramente las cejas con una sonrisa ladina.

La verdad, siendo honestos, no tenía ni idea de para qué lado tiraba Diana. Cuando estuvimos en Themyscira, a Tom y a mí nos miraron mal por ser hombres. Tal vez tuviesen cierto asco o repulsión hacia nuestro sexo. ¿Que Diana podía ser lesbiana? ¿Y por qué no? No tenía nada de malo desde luego. Sin embargo, a estas alturas, y después de varios encuentros, la consideraba mi amiga, y quería saber más de ella, como sus amores y demás historias. Hablando de amores, tenía que presentarle a Cels. Seguramente se llevasen bien. Ambas tenían un fuerte pero buen carácter, y los dulces de Cels gustaban a todo el mundo. Estaba convencido de que la princesa no sería una excepción.

Mientras me preparaba otro pan untandole mantequilla, vi a Wiccan escuchar mi charla, pero, por alguna razon, le parecia extraño lo que le acababa de decir. Se quedo callado, recordandome un poco a Planaria cuando en Themyscira le conte mi origen, aunque la reaccion del chico fue mas discreta, quizas seria igual de dramatica. Cuando le iba a preguntar que era lo que ocurria, el mesero trajo la comida, y eso animo a que William me respondiese.

Su respuesta fue algo seria, quizas hasta se sintio algo incomodo ante mis declaraciones, pero solia contar la verdad en cuanto a ese tipo de preguntas. Algunas personas se preguntaban si era verdad o simplemente yo era exagerada, pero no les podia culpar. Ningun documental habia viajado nunca a Themyscira, ningun mortal mas que en las leyendas habia conocido el Monte Olimpo, nadie nunca habia hablado con un dios de una manera directa y esplendorosa. Sonrei muy discretamente, dando una cucharada a mi sopa para ahora prestar atencion hacia Planaria. El chico me caia muy bien, era como Flash y Green Arrow, siempre haciendo bromitas, con buen humor, se sabian divertir para mantener el espiritu. A mi eso de las bromas nunca me habia gustado mucho, solia tomarme las cosas muy apecho... pero supongo que no podria enojarme aqui.

Levante mi copa para brindar cuando Planaria levanto la suya, diciendo tambien un "Por la paz mundial". Me recordo mucho a las cenas de navidad de la Liga de la Justicia, donde brindabamos tambien por eso. Despues di un trago a mi copa de vino, y segui escuchando a Planaria, cuando me hizo una pregunta que algunas veces mis amigos y la gente curiosa cercana a mi me hacia. Me puse la mano en la frente muy rapido, como si me buscara acomodar la diadema que no llevaba puesta, y despues baje un momento la mirada.

-Eh... Si. Tengo una casa en Washington, y otra en Londres... -Hice una pausa, mirando a otro lado como si quisiera desviar el tema, pero sabia que me lo insistirian mas- No, bueno, no se. Es complicado. Amo a dos compañeros de la Liga de la Justica, por encima de muchas personas que amo en el mundo. ¡Pero no hablemos mucho de mi! ¿Tu tienes novia? ¿William tiene novia? -Queria rapidamente librarme de eso, no es que no me gustase hablar de Batman y Superman, pero no podia hablar tanto acerca de ellos, o quizas podria meterlos en problemas.

Me reí para mis adentros al ver cómo Diana evitaba darnos una respuesta precisa acerca de sus romances. Parecía que tenía un par de supuestos novietes o algo por el estilo. Su rostro se sonrojó muy levemente, dando por zanjada la conversación. Entonces Billy habló de su pareja, que resultó ser un hombre en vez de una mujer. Abrí los ojos y me reí. Recordé a Hans, un compañero de la universidad que también era homosexual y me invadió la ternura. Recordaba cuando me lo dijo. Me resultaba divertido por así decirlo tener un amigo homosexual. Así siempre podía decirme si estaba guapo sin necesidad de preguntárselo a una chica y que fuese demasiado descarado. Por desgracia, Hans se fue al segundo año de carrera a vivir a Japón junto a su familia por temas de trabajo. Al parecer, su padre era embajador y le destinaron a la embajada alemana del país asiático. Mantuvimos la relación a distancia a través del Facebook y el skype. Hacía tiempo que no hablaba con él. Tal vez era un buen momento para hacerlo.

- Bueno, por eso no te preocupes Billy. Yo he perdido, por así decirlo, a algunos antiguos amigos y amigas desde lo de la colisión. Una es una antigua monja que nos cuidaba en el orfanato. Hace semanas que intento contactar con ella pero me ha sido imposible, pero algo me dice que está bien. Así que tu tranquilo, encontrarás a tus compañeros tarde o temprano. Esperemos que más temprano que tarde.- Di un par de bocados a mi plato mientras asentía con la cabeza. La última vez que hablé con Xavier fue... A principios de abril, si mal no recuerdo. La última vez que estuve en Nueva York. Cuando empecé a salir con Cels de hecho.- Bueno, fue a principios de abril. Fui a verle a la mansión X para ofrecerle mi ayuda. Muy amable la verdad. Como tú también eres un mutante no creo que tengas problemas para acceder a él. De todas maneras, si la próxima vez que vaya a Nueva York estás por ahí y no has podido hablar con él yo estaría encantado de acompañarte si así lo deseas Billy.

Me volví a Diana y abrí los ojos mientras me tapaba la boca con el dorso de la mano, terminando de masticar el bocado que había pegado.

- Charles Xavier es una de las mayores eminencias de nuestro universo, princesa. Es posiblemente el mutante más poderoso y sabio que hay, capaz de leer la mente de cualquier persona y sentir sus emociones. No sé si habrá tenido tiempo de hablar con él Diana. Tal vez pueda ayudaros con las investigaciones acerca de la colisión de mundos. Estoy convencido de que él sabrá un montón de cosas. Debería hacerle una visita.

OFF:

La confesión de Billy acerca de sus gustos no me dio mas que una leve sorpresa. No era que me molestase, los griegos a los cuales los dioses vigilaban constantemente tenian esos gustos, inclusive se dice que una vez Zeus se acosto con otro hombre. Hasta me parecio interesante. A fin de cuentas, el amor es igual independientemente del genero de la persona, por lo que, me agrada que no tenga ningun tipo de miedo acerca de lo que realmente siente. Asenti rápidamente ante el muchacho, y después escuche su charla acerca de Charles Xavier. Ese nombre lo tenia mas que presente.

-Charles Xavier es aliado de la Liga de la Justicia. Lo conocimos el mismo dia que ocurrio el desastre de la colision. Sus X-men han accedido colaborar con nosotros para entrenar a los nuevos heroes que han surgido por culpa del desastre, tanto a los que tienen superpoderes como los que no. -Tome mi copa con la mano y le di un pequeño trago- Confiamos que con ellos podemos acabar con esta organizacion terrorista... Omega. Todos los heroes que quieran pueden colaborar activamente, solo asi podemos vencer a los criminales que han estado aprovechandose de esto. -Luego vi venir a uno de los meseros, que trajo las comidas de Billy y Planaria, dejandolas frente a ellos. Despues, de otro carrito, saco la sopa de cebolla que habia pedido y la puso frente a mi.

Tome mi cuchara y probe la sopa. Deliciosa, exquisita. Me habia encantado, asi que les sonrei, indicandoles que mi plato estaba excelente. Mire a mis dos acompañantes, esperando saber que les habia parecido su comida, y luego prosegui.

-La Liga tambien esta aceptando nuevos miembros que quieran luchar junto a nosotros. Si acaso conoceis a alguien que busque un techo donde ser acogido y unos compañeros con los que luchar por el bien, el salon de la Justicia en Washington tiene sus puertas abiertas. -Y hable con un tono amable, no esperaba ser una reclutadora. La Liga no era un ejercito, era una alternativa para muchos heroes disfrazados de encontrar a mas personas como ellos de luchar contra los peligros del mundo.

Así que los X-Men eran aliados de la Liga de la Justicia. Interesante. Ambos grupos eran de universos diferentes, pero ante el choque y la necesidad de aliarse con todo aquel que tuviese unos fines similares podía ser interesante. Tal vez podíamos hacer lo mismo los Abyss. Operábamos en Europa pero podría ser bastante bueno para todos. Ya había propuesto mantener relaciones con Xavier y los X-Men, aunque Tanith se había mostrado reticente hasta el momento. No pensaba que nadie debiera inmiscuirse en los asuntos de nuestra organización, pero mi naturaleza de mutante casi me obligaba a querer contactar con este hombre. Me invadía un poco la pena de no conseguir que ella quisiera hablar con otros grupos, pero tampoco la culpaba en exceso. Aún seguía dolida por la muerte de Lord Rick, y los constantes ataques de Zenn la mantenían más que ocupada. La sede de la liga estaba en Washington. Tal vez me pasase a hacerles una visita la próxima vez que viajase al otro lado del charco.

- Gracias Diana, si conozco a alguien interesado se lo diré. Yo ya pertenezco a mi organización, pero si alguna vez necesitas ayuda o algún contacto en Europa, no dudes en llamarme o localizarme. Te informaré de todo lo que sucede por aquí, siempre y cuando no tengáis una manera más efectiva de enteraros claro está.- Según lo que había leído de este grupo desde que pisé por primera vez Themyscira y me enteré de quiénes eran, no sólo habían defendido la tierra de enemigos situados en la misma, sino de seres provenientes de otros planetas. Ahora que lo pensaba, no estaba seguro de cuál era el planeta de origen de Zenn. Ni siquiera sabía si se trataba de un alienígena autóctono por así decirlo. Quiero decir, lo mismo se trataba de algún tipo de ser diseñado en un laboratorio o un clon o algo por el estilo. Desde luego su apariencia física era muy parecida a la de un humano. Cualquier posibilidad era plausible a decir verdad.

Mientras comíamos pensé en lo que me había dicho Billy acerca de sus compañeros y se me ocurrió que tal vez pudiese ayudarle. Mi pequeño rastreador de señales era bastante preciso, y lo único que tenía que hacer era añadir unos nuevos parámetros para localizar otro tipo de radiaciones. Además, con eso podría mejorar mi pequeño invento y aumentar su radio de alcance. Al menos, podría echar un vistazo por Europa a ver si encontraba algo.

- Por cierto Billy, tal vez pueda ayudarte en tu búsqueda. Verás, además de héroe, también soy algo así como un inventor. Estudié la carrera de ingeniería industrial y me especialicé en telecomunicaciones y motores eléctricos. He diseñado un pequeño aparato capaz de rastrear las radiaciones emitidas por distintos tipos de objetos o personas. No sé si lo sabes, pero nuestros poderes emiten una pequeña radiación que puede ser localizada. Algo así como un medidor radioactivo de esos que se usan en antiguas plantas nucleares para ver si uno puede pasar o no. Tengo registrados varios restos de esta radiación, y por el momento me ha funcionado bastante bien. Lo único que tendría que hacer sería incluir un nuevo tipo de radiación y ponerme a buscar las que puedan coincidir con tus amigos.- Mi pequeño aparato tenía un radio de acción de aproximadamente un kilómetro. Sin embargo, desde el ordenador era capaz de ver una ciudad entera. Incluso, si tenía la suficiente información y precisión, un país entero. Aunque buscar dentro de un país era más complicado. Había cientos de pequeñas radiaciones, y muchas eran extremadamente parecidas entre ellas. Pero con un poco de paciencia podía sacar cosas bastante interesantes de todo ello.

-Si os encontrais en Europa, la Liga de la Justicia Europea actua sobre todo en Londres y Bruselas. Ahi tenemos nuestro enlace, si nos necesitan. -Le dije a Planaria, refiriendome a el y su organizacion- Sin embargo, nuestra sede oficial esta en Washington D.C. Es un edificio cerca del capitolio, muy grande, casi brilla por si mismo. Yo lo diseñe junto con un Linterna Verde. Ahi podras encontrarte con algun miembro de la Liga si tienes suerte.

Recorde los inicios de la Liga de la Justicia, cuando establecimos el salon de la Justicia y luego la Atalaya como nuestra sede principal. A lo largo del tiempo han cambiado nuestros integrantes, pero el ideal ha sido el mismo desde un principio: Hacer de este mundo un lugar mejor, y tambien el universo. Ahora que nuestro universo se junto con otro, tambien tendriamos que defenderlo. Contra los nuevos y los viejos enemigos.

Y luego escuche a Planaria hablar acerca de un aparato para localizar mutantes por medio de radiacion. De pronto me intereso, seria mas que util para la Atalaya tener un sensor como ese. Tanto los metahumanos como los mutantes podian representar una amenaza si no eran vigilados con la debida puntualidad, asi que, mire un poco gustosa la charla de los mutantes.

-Tu invento suena interesante, Planaria. ¿Que tan dificil seria para mi conseguir uno de esos? Claro que pagaria, no te preocupes. -No iba a decirles que la Atalaya tendria uno de esos sensores, de hecho, no lo comentaria a nadie hasta que fuera la proxima junta en el satelite- Creo que me seria muy util para mi labor como justiciera, y claro, te daria los creditos adecuados.


Segui comiendo, escuchando las respuestas de mis acompañantes. Seria algo provechoso del dia haber encontrado un aparato como ese.

- ¿Haceros uno decís Diana?- La verdad es que nunca lo había pensado. Era un invento mío y en las malas manos podría ser catastrófico. Pero sabía que ella no lo usaría para el mal. Por lo menos, todo lo que había leído acerca de Wonder Woman había sido positivo y bueno. Algo gruñona algunas veces, pero estaba de nuestro bando.- Bueno, supongo que podría enseñaros a usarlo. Sin embargo necesitaría saber un poco cómo va la cosa. Quiero decir, el que yo suelo llevar es uno portátil que va conectado con una serie de satélites que yo mismo me encargué de diseñar. El sistema de dentro, no los satélites, y tengo mi sistema coordinado con ellos. Necesitaría saber si vos queréis unos propios o coordinarlos con los míos también. Sería más sencillo eso, ya que no necesitaría volver a fabricar los pequeños aparatos que van unidos a los satélites sino que podría usar los míos. Y por el dinero no os preocupéis, no necesito en realidad.

No me gustaba presumir, pero lo único bueno que había sacado de la muerte de Lord Rick, nuestro antiguo líder, había sido una herencia que prácticamente me habría permitido vivir quinientos años sin problemas. Además, mi sueldo de ingeniero no era bajo. Los temas de dinero los tenía más que solventados. Pero prefería mantener todo eso en el anonimato, no por huraño o porque pensase que podrían robarme, sino porque odiaba decir que era millonario.

Billy pareció emocionado al escuchar mis palabras acerca de que podríamos encontrar a su madre y a sus amigos, y le sonreí. Decidí explicarle cómo funcionaba el aparato. Cuanta más información tuviese mejor.

- El sistema de búsqueda es bastante más simple de lo que parece. Lo que yo hago es buscar y seguir los restos de radiación emitidos por los poderes, por así decirlo. No sé si lo sabrás, pero cualquier tipo de poder tiene una radiación invisible a nuestros ojos. Existen tantos tipos de radiaciones como poderes haya, pero los poderes obtenidos de la misma forma o con una naturaleza similar presentan muchos rasgos en común. Por ejemplo, mis poderes los obtuve en un accidente, mutando mis genes y mis células. Estuve investigando acerca de estas radiaciones y obtuve un patrón. Lo registré y lo analicé y lo añadí a un algoritmo. Gracias a ello, descubrí varias radiaciones similares a las que emitía yo, que resultaron ser mutantes. Mis poderes nacieron de una mutación, y apuesto a que tu radiación y la mía son parecidas Billy.- Era todo bastante matemático y algo complicado, pero intentaba explicárselo a ambos de la manera más simple que pudiese. Tal vez hablarles de algoritmos y demás no era lo más inteligente, así que pasé a un plano algo más simple.- Lo que este aparato hace es buscar similitudes. Por el momento tengo registrados los poderes mutantes, los mágicos, los de origen alienígena y el de entes sobrenaturales. Posiblemente los vuestros entren en esta categoría Diana. La cosa sería buscar más o menos dónde fue la última aparición de tu madre y de tus amigos y comenzar con la investigación ahí. El que yo suelo usar tiene un radio de entre uno y dos kilómetros, pero el que tengo en la base tiene uno de casi cien kilómetros, pero es menos preciso también. Ese lo suelo usar por si estoy buscando algo en concreto, y una vez tengo los parámetros más o menos definidos ya me muevo con el portátil. Hay una cosa que debéis saber. Este aparato sólo encuentra las radiaciones, de manera que aunque tengamos una radiación localizada, no es seguro que sea de la persona que buscamos. Depende un poco de la suerte y de lo similar que sea esa radiación a la que estamos buscando en concreto. Puedo concretar los parámetros de búsqueda, pero no es 100% efectiva. Además, hay otra pega. Mi aparato sólo puede localizar la radiación emitida por los poderes. Si la persona a la que buscamos no los usa no puedo localizarla. Y esta radiación, a pesar de que aparece tras usar los poderes, suele desaparecer en cuestión de horas. De lo contrario viviríamos constantemente rodeados por ellas.

Era lo malo de la ciencia, que no es algo perfecto. Presenta muchas imperfecciones y muchos fallos de vez en cuando. Lo único que teníamos que hacer los científicos era ir corrigiendo los errores poco a poco hasta encontrar algo más preciso. Con un poco de suerte y las indicaciones de Billy estaba seguro que seríamos capaces de encontrar a sus compañeros y su madre. O, al menos, saber que estaban vivos.

-La Liga de la Justicia tiene a su disposicion la Atalaya. Un satelite en el espacio con la mejor de las tecnologias. No te preocupes en diseñarlo, tenemos a uno de nuestros aliados expertos en todo tipo de maquinas, el podria adaptarla y coordinarla con nuestro sistema. Nos seria de muchisimo apoyo para poder encontrar a los mutantes que sean malvados y usen sus poderes para herir a los demas. -Me complacia no tener que gastar por ese aparato. No es que fuese tacaña y no quisiera gastar, pero si podia evitar un gasto y conseguir un beneficio, lo haria.

Tome un trozo de mi comida y me lo lleve a la boca, saboreando. Planaria empezo a explicar como servia su maquina. Algoritmos, matematicas, mutantes y genetica... Suspire lentamente, estaba atrasadisima en terminos de ciencia moderna. Supongo que la empiria ya no era un buen recurso. Atenea deberia estar complacida de todo el conocimiento que los humanos estaban obteniendo a lo largo del tiempo. Parecia que si los dejabas, pronto te construirian el Olimpo hecho de maquinas y electricidad. Esperaba que nunca usaran tanto conocimiento para mal, como algunos villanos de mi universo.

¿Se podria encontrar un tipo de radiacion por mis poderes? ¿O por los de Superman? Quizas esa maquina fuese mucho mas util de lo que pensaba, si es que Cyborg podia encontrarle una nueva programacion y colocarle otros algoritmos, o llevarla a la Fortaleza para que los Superobots empiecen a trabajar... Teniamos muchos tipos de tecnologia que disponer en la Atalaya, y seria mejor que esa maquina jamas la tomen los villanos.

-En la Liga de la Justicia tenemos tecnologia bastante avanzada, no solo de este planeta. Podriamos adecuarla para lo que busquemos y hacerla aun mas precisa. Entre nuestros miembros se encuentra Cyborg, el hombre maquina. Su conocimiento de robotica e ingeniería son increibles, y si revisa esa maquina podria mejorarla. Claro, si tu nos das permiso de usarla. Facilitaria mucho nuestro trabajo para encontrar a los villanos desde nuestro satelite.

Tome un trago de mi copa y segui mirando a mis acompañantes, para luego mencionar.

-Si lo consideras, tambien podriamos hacerlo como un intercambio de favores... Si ustedes necesitan ayuda para encontrar a la madre de Wiccan y sus amigos, yo puedo acompañarlos por si algo se necesitara. O claro, tambien puedo quedar a deberles una. -Sonrei amistosamente y espere su respuesta.

- ¿Un experto en tecnología e ingeniería? Me gustaría conocerlo y charlar con él de temas de ingeniería y física jajaja No todos los días puedo hacerlo. No me malinterpretéis, pero entiendo que para vosotros esos temas sean un rollo o no sepáis mucho. La Atalaya... No tenía ni idea de que existía. ¿Qué es, algo así como la base de la Liga de la Justicia? A todo esto Diana, ¿quiénes formáis la liga de la Justicia? Me gustaría conocer a algunos de sus miembros. Tal vez podamos ayudarnos mutuamente.- Con toda la que estaba cayendo, cuanto más unidos permaneciésemos mejor. Además, conocer a un genio informático siempre era bueno. Con el único que había podido mantener últimamente una conversación decente de física e ingeniería había sido con Tony, del que había aprendido algunas cosas muy interesantes. Después de todo, era una de las mentes más brillantes del mundo en temas de física e ingeniería. Ahora que lo pensaba, quería hablar con él por unos temas de su armadura conocida como Iron Man. No era como si tuviese algo que ofrecerle que no se le hubiese ocurrido antes, sino más bien hacia mí. El reactor ARK que llevaba en el pecho era una auténtica obra de arte, y más para alguien como yo, al que la electricidad le parecía la maravilla más grande de la tierra.

Pero me estaba yendo por las ramas con mis pensamientos. La oferta de Diana me gustaba, especialmente la parte de conocer cosas de la tecnología que podía ofrecer la Liga. Lo que sí era bueno es que, si tenían un atecnología tan avanzada, sería más sencillo localizar a los amigos y la madre de Billy. Mi satélites estaban bien, pero los había hecho yo solo. Estaba convencido de que un grupo así grande habría podido conseguir cosas más avanzadas.

- Eso es lo mejor Billy, podemos ir localizando sitios por los que buscar. Podríamos empezar por la ubicación donde viste por última vez a tu madre, y a partir de ahí ir siguiendo. Bien es cierto que la radiación desaparece a las horas, siempre deja un mínimo, casi imperceptible rastro durante más tiempo. De todas formas, siempre puedo dejar grabando una parte, y en cuanto aparezca algún pico que me avise. Quedaría grabado, y así podemos hacer un seguimiento algo más preciso. Y además, si dices que tú y tu madre compartís el mismo origen de poderes puedo registrar tus radiaciones y luego usarlas.- La verdad es que no había usado mi aparato más allá que para localizar algún mutante o al propio Zenn, pero ahora veía la utilidad que este tenía más allá que el simple hecho de localizar a alguien. Podía encontrar a gente que hacía meses que no se la veía. Y eso siempre era agradable, especialmente para la gente que no podía encontrarla de ninguna manera. Del mismo modo quería saber cómo había estado buscando Billy a su madre y sus amigos. Tal vez pudiese ayudarnos en nuestra futura investigación si era usando algún tipo de poder o magia.

Mientras terminaba de comer, escuchaba las palabras de Wiccan y de Plana. ¿Quien sera la madre de Wiccan? ¿Una maga del caos? No sabia muy bien que era eso, quizas Zatanna o Fate podrian contarme en algun momento. Bueno, ya que tenia a uno de sus practicantes a mi lado, podria intentar averiguar un poco mas de eso. Aunque no comprendia mucho de magia, nunca estaba de mas tener un conocimiento general sobre un tema del cual podria salir beneficiada si Wiccan era una persona conocida para mi. Le di un ultimo trago a mi copa, y me limpie las manos con mi servilleta, mirando despues a mis acompañantes a los ojos.

-Disculpa mi ignorancia, Wiccan, ¿Pero que es la magia del caos? Conozco un par de hechiceros de mi universo, pero nunca he oido hablar de ese tipo de magia... Quizas para ellos sea un tema conocido, pero a mi nunca me han contado nada de eso, y en temas de magia, prefiero no meterme. Una de mis enemigas es una Diosa magica maligna, siempre ocupando sus poderes para perjudicarme y vengarse por falsas ideas de que yo le quite su puesto como princesa de las amazonas... -Suspire lentamente- En fin, no hemos tenido muchas experiencias agradables en la Liga de la Justicia con la magia, aunque tenemos un grupo de apoyo llamado "La Liga de la Justicia Oscura". Bueno, en realidad no se llama asi... Pero la gente parece asociarlos de la misma manera que a nosotros, y a nadie le perjudica eso.

Y despues me quede viendo a cada uno de mis acompañantes. Lastima que no podria unirme a ellos en la busqueda de la madre de Wiccan, pero entendia que era un asunto personal que solo queria tratar con personas que el elegia. Espere que pasara nuestro mesero para estirar la mano.

-¿Van a querer un postre o pido la cuenta? -Pregunte mirando a mis compañeros, quizas ya estuvieran llenos. A decir verdad, ya era noche, y tenia que salir a buscar si Cheetah no habia hecho un contrataque contra la embajada o habia algun otro problema en la ciudad.