Two bullets, one shot (Gwenpool) [15/05/2019]

El sargento Fowler observó con detenimiento a la más reciente detective que acababa de ser transferida a la capital desde un remoto pueblecito del condado de Hamilton que no llegaba a las 300 personas según el último recuento censal. Un sólo vistazo a aquél rostro joven y aquella mirada decidida bastó para que el sargento visualizara en su cabeza todas las pinceladas que conformaban el cuadro de una policía ingenua y honesta procedente de un pueblo que era prácticamente un poblado, posiblemente con índices de criminalidad inexistentes, que llegaba a la gran ciudad repleta de ideales y sueños de éxito. Seguramente también tendría en su cabeza una imagen muy marcada y terriblemente simplista de lo que era el bien y lo que era el mal, sin percatarse de que le faltaba toda la jodida gama de tonalidades de gris por en medio. Fowler ya había visto otras veces aquél perfil, y siempre terminaban dándose de bruces con la realidad en algún momento. Casi le daba pena que en su caso tuviera que pegarse el trompazo tan pronto, pero, para bien o para mal, se trataba del perfil perfecto para la desagradable tarea que tenían ante sí.

- ¿Ha oído hablar del Heaven's hole, detective Harries?

El sargento ya conocía la respuesta incluso antes de que ella negara con la cabeza. Por supuesto que no lo conocía, ¿cómo iba a ser de otra manera? No llevaba más que un par de meses en la ciudad y sólo con mirarla era evidente que no se movía por aquella clase de ambientes.

- Es una pena, debería ir alguna vez. Aprendería mucho -le pasó a la mujer una fotografía de un local elegante-. Se trata de un lugar especial, un sitio con clase. Los dueños son tres hermanos: Gregor, Vladimir y Misha Sokolov. Tres tipos muy atentos, siempre suelen estar por el local atendiendo personalmente a algunos de sus clientes... Los más... "especiales" -le pasó un par de nuevas fotografías retratando a los hermanos-. Es un lugar muy bonito; Buenas sillas, buenas mesas... Se puede jugar una partida al billar, tomar una copa, charlar, encontrarse con personas importantes... -se metió la mano en el bolsillo de la chaqueta para sacar un cigarrillo y un encendedor. Le ofreció uno a la mujer, pero ella lo rechazó-. No es raro encontrar allí policías, presentadores famosos de televisión, militares de alto rango, periodistas, actores, políticos...

- Sokolov... -repitió la joven, examinando las nuevas fotografías-. Ése nombre me es familiar.

- Y debería -asintió Fowler-. Porque es el apellido del líder actual de la Bratva: Yuri Sokolov. Gregor, Vladimir y Misha son sus sobrinos, y lo que en apariencia no es más que un distinguido y respetable local, en realidad funciona como tapadera para el más deleznable de los negocios: la trata de personas. El Heaven's Hole es un burdel, detective Harries... Uno que opera con menores de edad.

Arietta Harries alzó una mirada de escandalizado pasmo hacia su superior.

- ¿Tenemos pruebas de eso?

- Hasta ahora no teníamos, por eso no habíamos podido intervenir. Había sospechas de que el Heaven's hole no era trigo limpio, pero normalmente, para que un lugar de éstas características pueda funcionar necesita una serie de apoyos y garantías. "Favores", por así decirlo. Favores de clientes corruptos, ¿me sigue, detective Harries? Periodistas que tergiversan noticias o directamente no las publican, policías que no intervienen cuando hay que deshacerse de algún cadáver, agentes que ignoran las denuncias y hacen la vista gorda cuando se escuchan balazos en la noche o cuando una madre llega buscando a su hija que ha desaparecido con tan sólo trece años... ¿Me sigue?

La mujer asintió, lívida.

- Ha dicho "hasta ahora"... ¿Hemos encontrado algún testigo?

Fawler asintió, dejando escapar una bocanada de humo.

- Una de las chicas ha logrado escapar y ha contado algunas cosas escalofriantes. También ha dado importantes datos sobre los hermanos. Gregor es el pequeño, algo así como el relaciones públicas; bueno con el negocio, amigo de todos, se encarga de tener contentas a las autoridades locales, establecer alianzas... Vladimir es el más astuto, un puto zorro sin moral ni escrúpulos. Es el que se ocupa de controlar a las chicas y el que lleva la voz cantante. En cuanto a Misha, el mayor, lleva el papeleo, la contabilidad y los sobornos.

La detective Harries hacía grandes esfuerzos por prestar atención a todo lo que decía el sargento, pero no podía evitar que su mirada se desplazara hacia determinadas frases y palabras del informe del interrogatorio que le había pasado su superior. Cosas como "asegurarse de que el cliente está contento", "prohibido enfermar", "abortos", "palizas", "tortura". Una frase en concreto se le quedó grabada en la mente: "Nos hacen perder la esperanza... Nos dejan claro que... aquél tipo... que había venido la noche anterior y había abusado de alguna de nosotras... era un alto cargo, alguien importante, bien comunicado, con influencias... Y que, por tanto, si intentábamos escapar, o contarlo, nadie nos iba a creer...".

- ¿Agente Harries?

La mujer miró al sargento y señaló la frase.

- ¿Entiendo que la razón de que me lo esté contando en la terraza de la comisaría tiene que ver con ésto?

El sargento asintió.

- Tenemos motivos para pensar que hay bastantes policías involucrados, incluidos como mínimo un sargento y un capitán. Según la testigo, el que se ocupa de hacer desaparecer a las chicas cuando ya no resultan atractivas es un policía. Diablos, es incluso probable que el comisario esté metido en el ajo, así que he estado informando de todo ésto por separado a los pocos agentes que sé que son de fiar, y tú eres una de ellas, Harries. Llevas demasiado poco tiempo en la ciudad como para haberte dejado corromper. Vamos a realizar una redada en el Heaven's Hole en una hora, así que prepárate. Es perentorio atrapar a los Sokolov para hacerles hablar y averiguar cuáles son exactamente todos los implicados, y el más valioso de todos ellos es el contable.




Los golpes en la puerta sonaron firmes, seguros. La persona que estaba al otro lado no esperó a que Bradley le confirmara que podía pasar. El hombre observó al tipo alto de la gorra de béisbol que hizo su aparición en el despacho. Por supuesto, sabía quién era. No había nadie en aquél edificio que no lo supiera.

- El jefe me ha dicho que me pasara por aquí para supervisar la elección de los nuevos agentes -explicó, en un tono que dejaba claro que no esperaba que le contradijeran-. ¿Ésa es la carpeta?

Bradley asintió, observando cómo el hombre se apoyaba en el extremo de la mesa y comenzaba a ojear los dossiers de los candidatos que había preseleccionado para el puesto.

El tipo llevaba bastante tiempo ocupándose de la seguridad personal de Kingpin, entre otras funciones, pero desde hacía unos días corría el rumor de que trabajaba al mismo tiempo para el gobierno, lo cual explicaba que ya no se le viera tanto por la torre del empresario. De ser cierto, explicaría por qué Fisk había ordenado que se contratara personal nuevo para reforzar la seguridad, ya que podía ocurrir que Bullseye no estuviera disponible cuando se le necesitara.

- Mal... mal... mal... -dictaminó el asesino mientras iba soltando los informes sobre la mesa antes de mirar al agente que se había encargado de la selección-. ¿De dónde has sacado a éstos tipos? ¿De un circo? ¿El increíble hombre-mono y su amigo el elefante orejudo?

Bradley parpadeó, confuso.

- Vienen recomendados por Anvil Security, sus perfiles...

- Ya me conozco sus perfiles -le interrumpió el mercenario-. He tenido ocasión de trocear a muchos como éstos. Mira, colega, sé que la mayoría de los que sois como tú pensáis que para encargarse de la seguridad lo único que hace falta es medir dos metros y pesar ciento sesenta kilos de músculo, y no te voy a negar que éste tipo de animales puedan servir para algo en un momento dado, pero lo que no tiene ningún sentido es que para un equipo de seis los escojas de tal manera que parezca que en lo único que se diferencian es en el grado de fealdad: de mucha a aberrante. ¿Dónde tienes la carpeta con todos los informes? -Bradley la sacó de un cajón de su escritorio y se la pasó. Bullseye comenzó a inspeccionar con detenimiento la información contenida en las diferentes fichas-. Vale, mira. Te hará falta uno que sepa hablar y expresarse, con la presencia física necesaria para imponer pero que tenga la sutileza y la inteligencia como para apartar a indeseables que traten de acercarse al jefe, como periodistas u otros civiles, de manera correcta y sin generar polémica, ¿me sigues? Lo contrario da mala imagen, y eso es lo último que necesita Fisk ahora. Después de todo, no es más que un respetable hombre de negocios, ¿no es cierto?. Por aquí estoy viendo varios que podrían encajar, pero necesitaría conocerlos en persona. Después, por supuesto, hace falta el pitbull, que es básicamente el que interviene cuando las palabras no funcionan. En éste caso no importa que no sepa hablar, lo único que importa es que sepa cuándo y cómo actuar. Si quieres puedes meter a dos de éstos animales, los que sean más agresivos. Es verdad que nunca vienen mal para hacer bulto, pero los dos últimos tendrían que ser más del tipo "despierto". Ya sabes, la clase de tipo que está siempre atento a todo lo que le rodea y no se pierde ni un sólo detalle; si hay alguien sospechoso cerca, si alguien lleva armas encima, sitios donde podría estar apostado un francotirador...

>>Ah, y un último consejo, Bradley... -finalizó mientras le devolvía la carpeta-. No siempre masa muscular es sinónimo de calidad a la hora de escoger un gorila. He visto que has descartado directamente a los más pequeñitos, pero, ¿sabes? Si un chiquitín ha conseguido estar en ésta carpeta es por algo. He conocido muchos con éste perfil y suelen ser buenos combatientes;  K-1, boxeo, MMA... -se llevó el dedo a la sien con una sonrisa burlona-. El cerebro marca la diferencia, Bradley. No lo olvides. Bien. Quiero que llames a éste, éste, ést...

- ¡Necesito hablar con Kingpin! -el grito, enunciado con una voz que denotaba un marcado acento ruso, sonó tan fuerte que se pudo oír incluso en el despacho-. ¡Sé que estás aquí, Kingpin! ¿Me oyes?

Bullseye se incorporó de golpe y salió al rellano. Junto a las puertas acristaladas de la entrada, un hombre alto se debatía contra los guardias de seguridad que pugnaban por arrastrarlo de vuelta.

- ¡No me iré sin hablar con Kingpin!

Apoyándose en la barandilla, el asesino saltó por encima hasta caer en la planta inferior con la agilidad de un gato. Todos se volvieron para mirarle.

- Calma, amigos, estoy seguro de que éste caballero se va a tranquilizar, ¿verdad que sí? -dijo acercándose-. Me temo que se encuentra confundido -prosiguió mientras le pasaba el brazo por los hombros para inducirle a avanzar hasta un lugar más apartado-. Éstas son las oficinas de Wilson Fisk, un honrado comerciante de especias -la mano que le había pasado por los hombros presionó con cuidada destreza el nervio supraescapular provocándole al ruso un dolor sordo e intenso en el hombro y la escápula a manera de advertencia. El hombre se soltó como pudo, agarrándose el hombro dolorido y se encaró con su agresor con rabia apenas contenida.

- No me das miedo, sobaka. Por mucho que intentes aparentar ser un león, nunca serás más que un perro. Tu amo debería atarte más en corto la correa.

Un brillo peligroso refulgió en la mirada del asesino, pero antes de que pudiera responder de cualquier manera fue interrumpido por una voz cordial procedente de los ascensores.

- ¡Señor Sokolov! ¡Qué agradable sorpresa! ¿Qué le trae por aquí?

El ruso se volvió hacia el hombre moreno y elegante enfundado en un impecable traje negro que acababa de aparecer.  

- Sabes perfectamente lo que me ha traído hasta aquí. Quiero hablar con tu jefe.

- Lamentablemente el señor Fisk se encuentra ocupado en éstos instantes, pero me encuentro plenamente capacitado para discutir éste desagradable asunto con usted. Por favor, acompáñeme.

El moreno le condujo hasta una oficina privada a la que se accedía atravesando un largo pasillo, escoltado por Bullseye, que se apostó junto a la puerta en actitud vigilante. En cuanto ésta estuvo cerrada, aquél al que todos conocían como James Wesley se quitó las gafas y comenzó a limpiarlas con un pulcro paño, apoyándose en la mesa del escritorio que tenía detrás.

- Ha sido una temeridad presentarse aquí, Vladimir. Creía que habían quedado claras las instrucciones para toda su gente.

- Me he asegurado de que nadie me seguía, ¿de acuerdo? Lo que tengo que tratar con su jefe es importante.

Wesley volvió a colocarse las gafas y le miró fijamente, con aquella expresión totalmente neutra que hacía imposible adivinar lo que pensaba.

- Sabemos lo que ha ocurrido. ¿Tiene alguna explicación?

El hombre tragó saliva, repentinamente nervioso.

- La chica... escapó hace un par de noches. Mis hombres la persiguieron y le pegaron un tiro. Cayó al Hudson...

- Pero no comprobásteis que estaba muerta.

- Era de noche, ¿de acuerdo? La chica estaba helada y desangrándose. No debería haber sobrevivido.

Wesley le miró de perfil, ladeando ligeramente la cabeza.

- Pero no buscásteis el cadáver ni trasladásteis la ubicación del negocio en prevención de una posible filtración.

La manera en la que continuaba poniendo en evidencia al ruso era inmisericorde... e imposible de continuar negando.  

- Vale, la cagamos, pero los responsables ya han sido castigados y yo necesito la protección que su jefe nos prometió. La policía ha venido, ha hecho una redada en el burdel y han arrestado a todos los que han encontrado dentro: la mayoría de las chicas, los clientes, algunos de mis hombres... Mi hermano Gregor estaba allí, intentó resistirse y le dispararon. Ahora mismo lo tienen en el hospital, pero en cuanto le extraigan la bala querrán interrogarlo. Si alguien habla la operación entera se verá comprometida. Éste era sólo uno de los locales. Kingpin tiene que ayudarnos si quiere seguir teniendo su parte del pastel. De lo contrario, se joderá todo.

El moreno se lo quedó mirando unos instantes, como pensativo, antes de responder.

- No tenéis que preocuparte de nada, Vladimir. Mi jefe ya se ha puesto en contacto con vuestro tío y estamos trabajando para solucionarlo. En cuanto a ti y los que quedáis de tu banda y las chicas, vais a tener que desaparecer durante un tiempo -señaló con un gesto al hombre que aguardaba de pie junto a la puerta-. Bullseye os conducirá hasta un refugio seguro, una granja abandonada en Long Island lo suficientemente grande como para cobijaros a todos. Permaneceréis allí hasta que las aguas se calmen. Deberéis obedecerle en todo; ¿Está claro?.

El ruso miró al hombre de la puerta con evidente disgusto, a lo que éste sólo contestó con una sonrisa socarrona y un saludo llevándose los dedos índice y anular a la sien.

- ¿Pretendéis que nos quedemos todos ahí encerrados como si fuera un campo de concentración? ¿Por cuánto tiempo? ¿Mi tío ha accedido a ésto?

Wesley suspiró como si su interlocutor fuera profundamente estúpido.

- Es la única manera en la que el señor Fisk puede manteneros a salvo mientras se soluciona todo, y la única manera de garantizar que la operación pueda seguir adelante, pero le invito a que hable con su tío, si eso contribuye a dejarle más tranquilo.

Tras hacer un gesto de invitación con la mano, se sentó en la silla del escritorio y aguardó a que el hombre realizara la llamada con las manos pulcramente entrelazadas sobre la mesa. Luego de unos cuantos intercambios en ruso, Sokolov volvió a guardarse el móvil en la chaqueta y agachó la mirada, poco convencido.

- Necesitaré algo de tiempo para reunirlos a todos. La mayoría se han escondido por su cuenta.

- Por supuesto, pero no tardéis mucho. Cuanto más tiempo tardéis en aceptar nuestra protección, mayores probabilidades habrá de que os terminen atrapando. Bullseye os dirá cómo poneros en contacto con él. Y ahora, si me disculpáis, tengo otros asuntos que atender...

Dirigió la mirada hacia Bullseye, quien, a su vez, se volvió hacia el mafioso con una maliciosa sonrisa en los labios y un amago de reverencia.

- Usted primero, por favor. ¿Tengo que acompañarle hasta la salida como un buen perro o se conoce el camino?





Sokolov apartó ligeramente las cortinas de la ventana para echar un vistazo al exterior. La enorme casa se encontraba en lo alto de una colina pedregosa, entre el bosque y la pradera a las afueras de un pequeño pueblo llamado Amagansett, en Long Island. No se podía negar que la localización era perfecta para lo que pretendían; Los hierbas y los arbustos altos actuaban como un amortiguador visual y acústico, y los pastos a media altura formaban una pantalla que protegía la casa desde la entrada. Hacia la parte posterior de la parcela, el césped bajo y la cubierta vegetal ofrecían una vista abarcadora del lugar. El interior, aunque le interesaba menos, no estaba tampoco nada mal. Las paredes de roble, los azulejos de arcilla y los tejidos naturales trasmitían una sensación bastante acogedora.

- Relájate, Vladimir -dijo Bullseye tranquilamente tras él. Estaba cómodamente sentado en el amplio sofá de la habitación, con las botas apoyadas sobre la pequeña mesa de café, y hurgaba con unos palillos en el interior de una caja de comida china. Los dos guardaespaldas de Sokolov le observaban con expresión neutra-. Aquí nadie va a buscaros. Es seguro, y es temporal -afirmó, llevándose a la boca un puñado de noodles. El ruso suspiró.

- Espero que no tengamos que pasar mucho tiempo aquí o moriré de aburrimiento con tanto hierbajo -replicó con hastío.

El móvil de Bullseye emitió una señal de mensaje y el asesino interrumpió su almuerzo para cogerlo y mirar el buzón de entrada.

- Bueno, por eso no te preocupes, no creo que vayas a tener ocasión de aburrirte mucho -dijo con tono despreocupado volviendo a guardar el teléfono.

- ¿Qué quieres decir? ¿Qué era ese mensaje?

- Ése mensaje era para informarme de que ya han liquidado a tu hermano en el hospital, y ahora yo acabo de dar la señal para que mis hombres masacren a los tuyos.

No bien hubo terminado de hablar, y antes de que Sokolov y sus dos gorilas hubieran terminado de asimilar sus palabras, empezaron a resonar tiros por toda la casa. De inmediato los matones echaron mano a sus armas, pero el gesto quedó interrumpido a la mitad cuando Bullseye arrojó los palillos chinos y fueron a enterrarse profundamente cada uno en uno de los ojos de los dos hombres, en el ángulo indicado para llegar hasta el cerebro. Los desgraciados se desplomaron sin haber tenido siquiera tiempo de desenfundar. Bullseye hizo un gesto de desaprobación con la mirada.

- ¿Lo ves, Bradley? Los músculos no sirven de nada.

Sokolov retrocedió espantado hacia la ventana, pero ya Bullseye le apuntaba directamente a la cabeza con su pistola.

- Puedes tratar de saltar, si quieres -le animó, contento-. Siempre resulta enternecedor cuando creen que pueden escapar.

El mafioso pareció planteárselo durante medio segundo antes de caer de rodillas, aplastado por el peso de la realidad. Todos conocían la reputación de Bullseye. No había forma de que errara el tiro a aquella distancia, y menos aún si le daba la espalda.

- P... por favor... -rogó, sintiendo que el miedo vencía el orgullo con abrumadora rapidez-. Lo que dije antes... en la oficina de Kingpin... No pensaba de verdad... Ésto no... no es necesario... Podemos... podemos desaparecer y...

Bullseye simplemente le miró y sonrió.

- Guau, guau -dijo antes de apretar el gatillo, y la cabeza del ruso salió proyectada hacia atrás hasta impactar en el marco de la ventana, donde dejó una marca ensangrentada en su camino hacia el suelo.

Estaba devolviendo la pistola a su funda cuando la puerta se abrió para dejar pasar a uno de sus hombres.

- ¡Señor! Les hemos matado a todos, como indicó, pero el mayor de los Sokolov ha escapado. ¿Mandamos un grupo a perseguirle?

El asesino ahogó una maldición.

- No, el terreno actuaría en vuestra contra. A nivel de suelo no podríais verle. Dadme un rifle y dejádmelo a mí.

Una vez le hubieron entregado el arma, subió rápidamente hacia la planta superior sorteando los cadáveres de los mafiosos y las chicas hasta salir por la ventana que comunicaba con el tejado, encaramándose hacia la parte superior y sobre la chimenea. Desde aquella posición privilegiada no tardó en localizar al contable que huía. De los tres hermanos, posiblemente aquél fuera el más peligroso de los tres por la información que almacenaba en su cabeza. Se encontraba ya fuera del rango de tiro para cualquier persona normal, pero aún así no se apresuró. Se apostó calmadamente, calculó con suma precisión el tiro para asegurarse de que no fallaría y disparó. La bala surcó certera los pastos, dejando una estela a través de las finas briznas, pero cuando se encontraba a punto de alcanzar su destino, sucedió lo impensable: otra bala surgida de no se sabía dónde impactó directamente contra la que había disparado el asesino, desviándola de su trayectoria y causando que las dos se perdieran en la maleza, dando tiempo al contable para llegar hasta la carretera.

- ¡Joder! -exclamó con ira Bullseye.

Vale, puede que no me creáis pero todo este tiempo que he estado fuera me lo he pasado viciándome a… ¿Cómo que eso os lo creéis? Vale, pues diré que me he estado entrenando para convertirme en la mejor mercenaria del mundo ¿A que eso no os lo creéis, eh?... por qué digo esto, no me está ayudando. En fin, como llevo un tiempo sin realizar ningún trabajito creo que es momento de buscarse uno ¿No? Y vosotros diréis “Gwen, como vas a buscar un trabajo si eres una muerte de hambre que solo juega a videojuegos y come fritos todo el día” pues primero, que os den y segundo, como cualquier superhéroe de calle ¡Escuchando la radio policiaca! Claro que no tengo acceso a ninguna, francamente no sé cómo lo hacen los demás eso de sintonizar frecuencias y toda la pesca ¿Como leches se hará? Que me lío leñe. Como no puedo hacerlo desde mi casa, he venido aquí, a la comisaría del condado de Hamilton a ver que me dicen… no podía haber elegido una comisaria mas cercana a Nueva York, josu.

Me pregunto si estará la oficial Grayson, aunque no se si me reconocerá por eso de, ya sabéis, universo y tal y cual… ostia no si ella trabajaba en este estado. Voy a preguntar en recepción y… ¿Uy esa chavala? Tiene pinta de que lo ha pasado mal, a donde se la estará llevando ese policía que sujeta su pistola ¿¡Al baño!? Una mierda, ven aquí pedazo de guarro que… uy, me acabo de dar cuenta de que he pegado a un policía dentro de una comisaría. Sep, me están aplastando entre cuatro policías, ahora es cuando desearía tener superpoderes para quitarlos de encima ¿Cómo es que están tan en forma en un mundo con supers? Si prácticamente les hacen todo el trabajo… ¿O es que yo estoy en poca forma? Nah, seguro que es lo primero

Estoy escuchando murmullos de fondo mientras me sujetan los brazos y me intentan quitar la máscara, que no es que importe porque ¿Cómo van a saber quien soy? Y si me dicen algo, les puedo decir que trabajo con los… ¿Sigo trabajando allí? ¿No, verdad? Vale estoy jodida y todo por ser una impulsiva de… ¿Qué? Han venido dos policías y me están llevando a una sala de interrogatorios, creo que he visto las etiquetas de sus nombres; “Fowler” y “Harries”... vaya nombre de NPCs

- Bien ¿A qué has venido, mercenaria?

El tal Fowler tiene buenos ojos, ha sabido detectar mi profesión en cuanto me ha visto

- Aunque más bien pareces una… ¿Cómo se dice? "Cosplayer" loca con ese disfraz

Me cago en la mar serena

- ¿Es eso lo que eres? ¿Una jodida loca que ha venido a tocarnos los huevos? Por que no está el horno para bollos

¿Qué se cree este NPC hablándome así? La prota del tema soy yo, bueno yo y la persona con la que esté roleando, no él. Seguiré el rollo de momento por que me gustaría saber que le iba a hacer ese policía a la chica

- No, si que soy una mercenaria y buscaba algún trabajo, pero he visto que uno de los vuestros se llevaba a una muchacha al baño y…

- ¿Esta muchacha?

La detective Harries me ha enseñado una foto de la muchacha y he asentido, ahora los dos se están mirando… creo que debería haber salido a mirar el post de arriba antes de todo esto, así me enteraría mejor de lo que está pasando

- Vamos a trasladarte a otra comisaría, nuestra prisión está llena

¿¡QUE!? No puede ser; mi primer post desde hace casi un año y me voy a la cárcel, esto no tiene sentido alguno. Gwen, cacho tonta por que leches no has leído el post de arriba con lo fácil que era. Ya tarde, me están llevando al coche ¿De esto va el tema? ¿De que me meten en la cárcel y me vienen a buscar o algo? Espera, me están quitando las esposas antes de llegar al coche. Ahora si que estoy perdida

- ¿Trabajas para los hermanos Sokolov?

- ¿Los que?

- No, no lo parece… y por como has defendido a la muchacha, veo que no nos estas mintiendo.

Se que esto seguramente lo hayan expuesto en el primer post del tema, así que os ahorraré los detalles y os diré lo importante; son unos cabrones que se merecen que les metan una batidora por el culo y la enciendan. Como ellos no saben en quien confiar, me han dicho que me ayudaran a encontrarlos para que los lleve a la justicia. Lo que no saben ellos es que pienso meterles a cada uno de esos tipejos una bala por la uretra… se que es solo un npc pero esa chica, sus ojos, su rostro… ha tenido que sufrir tanto. Me han dicho que me llevaran ante un informante de confianza que me tendrá actualizada en la posición de los hermanos en todo momento


Sé que es la primera vez que hago esto, pero me he pillado un francotirador, el más barato que he podido encontrar. Con esto podré pegarles desde lejos… ya, se que no es mi estilo pero ¡Que leñe! Quería probarlo. Lo único malo es que solo me ha dado para una bala, por lo que o se ponen los tres capullos esos en fila india o tendré que ensartarles yo misma con mis katanas. Algo pasa dentro de la casa esa cuyo aspecto desconozco por que la imagen que está en el post ahora da error ¡Eh! Ese de allí que va corriendo ¿No es uno de los hermanos? El pequeño, no, el mediano… ¿El grande? Estoy yo como para acordarme de la cara de un npc, prefiero disparar y que sea lo que dios quiera

¡JODER! Pero qué pedazo de retroceso tiene esto, casi me caigo del árbol esté en el que estoy subida. Creo que he fallado y no se como, si la mira estaba fija en el asqueroso ese aunque puede que tenga que ver con que ahora tenga el cañón apuntando a cuenca. Vale, no pasa nada; ese se escapa, luego iré a por él. Lo que voy a hacer ahora es ir a la casa, cargarme a cualquiera que se me ponga por delante y hacerme un kebab con los dos que aún siguen allí. Solo tengo que meterme en la imagen y… me cago en la leche que se me ha olvidado que sigue rota. En fin, no está tan lejos así que con una carrerilla estoy ya allí.

Vale Gwen, tu primer post desde hace mucho, tu entrada tiene que ser espectacular, impactante, que deje marca. ¡Ya sé! Salto por esta ventana con la dos katanas desenfundadas y

- ¡Hola Omega! ¡He vuelto!

Anda cuenta sangre ¿Y esos tipos armados? Sabía que habría seguridad, pero por qué han matado a los suyos y a… ¿¡Las chicas!? Oh no, eso si que no; me parece a mi que me va a tocar filetear a algunos malos malosos. ¡Alle voy! De corte en corte y tiro por que me toca… eso no rima, pero ya me entendéis. Pienso filetear a todos estos cabrones y ya después me encargaré de buscar a los tres sujetos en cuestión.

Los tiros, que se habían detenido hacía ya algún tiempo, se reanudaron de nuevo acompañados por toda suerte de gritos y exclamaciones de alerta, pero a Bullseye no podía importarle menos. Su objetivo se estaba escapando, y era el tipo que tenía en la cabeza toda la información necesaria para tumbar a Kingpin. El contable había conseguido atravesar los pastos y llegar hasta la carretera, y Bullseye sabía que cuanto más esperase, más probabilidades había de perderlo. Los gritos agónicos de sus hombres no le perturbaban en lo más mínimo. La misión era siempre lo primero, y sabía que Kingpin preferiría que fuese tras el contable y terminase el trabajo antes que salvar las vidas de músculo prescindible y reemplazable. Ya se ocuparía de quien fuera que les estuviese atacando después.

Dicho y hecho, se descolgó hasta el suelo desde el tejado y corrió siguiendo el rastro de maleza aplastada que había dejado el último superviviente de los Sokolov. La mitad occidental de Long Island estaba casi enteramente dedicada a la expansión urbana y suburbana que se extendía desde Nueva York, pero habían escogido la mitad oriental de la isla porque todavía tenía un carácter principalmente rural, estando compuesta en gran medida por tierras de cultivo planas y fértiles y largas playas de arena. Bullseye había estudiado bien el área antes de trasladar a la gente de Sokolov y sólo había dos lugares a los que podría haberse dirigido el contable; uno era el oeste, hacia el pueblo, y otro el este, hacia una antigua estación de tren abandonada. La estación estaba más cerca y era probable que el hombre temiese encontrar en el pueblo más hombres pagados por Kingpin que le estuvieran buscando. Quizá esperase incluso encontrar alguna forma de transporte en la costa que le devolviese a Nueva York.

Decidido a seguir su instinto, empezó a caminar por el rastro de terreno baldío que las antiguas vías habían dejado sobre el áspero suelo, hasta que, pasado algún tiempo, se detuvo al distinguir a lo lejos una maltratada cerca de rejilla metálica. Sobre las rejas, habían colgado un cartel que rezaba: "Camino cerrado por inundaciones. Dar la vuelta".

- Encantador... -canturreó Bullseye para sus adentros-. Si yo fuera un fugitivo perseguido, ¿dónde me escondería?

Desde luego lo más probable es que intentara quitarse lo antes posible del terreno llano, especialmente cuando sabes que te persigue el tipo con mejor puntería del mundo. Bullseye se acercó a la verja. Los dos extremos de la puerta estaban unidos entre sí por una cadena, pero estaba demasiado suelta, permitiendo que un cuerpo pequeño, como el del contable, se colase por el hueco. El asesino sacó una ganzúa de uno de sus bolsillos y forzó el candado, abriendo la cadena y deslizándose al interior.

A unos pocos metros, hileras de antiquísimos edificios semi derruidos rodeaban un pequeño pantano. A Bullseye le pareció recordar algo acerca de una antigua aldea que se había edificado con la finalidad de suministrar el hierro necesario para la fabricación de las vías del tren y la estación en el siglo XVIII y que había quedado abandonada allá por 1850.

Una rampa de hormigón se elevaba hacia un revoltijo de estructuras en ruinas, y, pensando que la altitud le daría mayores probabilidades de detectar a su presa, comenzó a subir. El improvisado puente se elevaba hasta conectar con una azotea donde había una multitud congregada, la mayoría de ellos con rasgos y características claramente no humanos. Varios individuos de apariencia ruda comenzaron a cruzar la rampa en su dirección; una mujer vestida de harapos, un tipo con aspecto de bicho y hasta un jodido esqueleto en llamas. Un silbido estridente atravesó el aire y se detuvieron, apartándose para permitir el paso de un hombre musculoso y fornido, con una especie de cresta punk en la cabeza y cubierto de piercings, bandas de cuero y tachuelas, sin duda con la intención de resultar más amenazador.

- No pareces un mutante -espetó sin rodeos-. ¿Qué cojones haces en mi casa?

Bullseye sonrió. Si todo aquél numerito había tenido como objetivo intimidarle, no podía decir que lo hubieran conseguido en lo más mínimo.

- Estoy buscando a una rata cobarde que huyó en ésta dirección. Entregádmelo si no queréis problemas.

El hombre de la cresta le dirigió una mirada repleta de incredulidad.

- ¿Problemas? ¡Problemas somos nosotros, capullo! -exclamó, echando humo y agitando los brazos frenéticamente-. Éste lugar es propiedad de los Morlocks, y nadie puede cruzar éste puente sin mi permiso.

Bullseye suspiró, tratando de reunir toda la paciencia que normalmente no solía tener. No les tenía miedo. Sabía por experiencia que aquella clase de bichos raros solían depender en demasía de sus poderes, y estaba dispuesto a apostar a que ninguno de ellos podría aguantarle un asalto en combate cuerpo a cuerpo, pero eran demasiados y sabía que no saldría completamente indemne si la situación escalaba. Además, le harían perder un tiempo valiosísimo mientras su presa se escapaba, y no podía permitirse fallarle a Kingpin de nuevo. Estaba haciendo grandes esfuerzos por recuperar su confianza después de las veces que Daredevil le había hecho fracasar a sus ojos.

- Escucha, estoy intentando ser razonable aquí... Y los que me conocen podrían deciros que me estoy esforzando MUCHO. Si insistís en poneros en mi camino no me va a quedar más remedio que mataros a todos. ¿Realmente os merece la pena sacrificar vuestras vidas por problemas del mundo exterior que ni os van ni os vienen?

- Me importa un carajo lo que pase afuera, pero ahora estás en mi mundo, y yo decido qué es lo que merece la pena y qué no. ¿De verdad te crees que eres tú el que está al cargo en ésta situación? Te metes en mis dominios y nos amenazas a mí y a mis hombres. ¿Cómo de jodidamente estúpido hay que ser? -el hombre extendió las manos, que se iluminaron con un centelleo eléctrico-. ¿Sabes? Antes estaba dispuesto a dejarte ir, pero ahora quizá te vuele la maldita cabeza. Por aquí tenemos agujeros de sobra en los que arrojarte.

La multitud estalló en carcajadas, inclinándose como una manada de hienas. Una amplia sonrisa se formó en el rostro de Bullseye, que levantó las manos, como si se estuviera rindiendo.

- Vamos, hombre... no hay necesidad de alterarse. Sé que eres el gran hombre aquí, el macho alfa, ¿verdad? Por supuesto que lo eres... El gran y malvado macho alfa. Seguro que podemos hablar las cosas...

Había algo entre sus dedos, algo demasiado pequeño como para que el hombre de la cresta pudiera apreciarlo a semejante distancia. El problema es que Bullseye estaba demasiado concentrado en los enemigos que tenía delante de sí como para percibir las sutiles ondas que agitaban el agua del pantano debajo del puente... Y desde luego tampoco estaba mirando cuando una especie de reptil gigantesco que recordaba levemente a un dragón se arrastró sigilosamente fuera para trepar sobre una roca a su espalda.

¿Sabéis lo divertido que es cortar y rebanar a malos sin importancia? Bueno, seguro que lo sabéis vosotros que estáis leyendo esto; ¿Alguna vez habéis jugado a algún juego hack-n-slash? Pues es lo mismo, salvo que aquí acabas un poquito salpicada de sangre… yup, yo prefiero imaginar que es ketchup así hace esto menos turbio. Pero estos tipejos no importan, no son ni NPCs si quiera, son como las setas esas del mario bros que pisas sin pensarlo. No son importantes.

El que sí que lo es, es el que acabo de ver reflejado en el cristal de la ventana bajando desde el techo… si, ya se quien es y ahora me estoy arrepintiendo de el. Bueno, puede que no sea el, que me haya equivocado por eso de que es un traje muy ambiguo si lo miras así de lejos… dejadme que me asome a ver si es lo que yo me temo un momento y… fuck.

Vale, tenemos un problema; yo pensaba que esto iba a ser más fácil y eso pero resulta que se ha ido por ahí era pues… Bullseye. Sep, el único e inigualable salvo por ese otro creo, el de DC, Will Smith, ya sabéis a quien me refiero. Aunque Bullseye mola más, que leches. Aunque no me molaria que me tirara una carta a la cabeza la verdad, que se que me conoce y eso pero, hey, nunca se sabe con un personaje de cómic que es psicótico perdido.

Esperad, esperad un jodido momento que la detective Gwen entra en acción; yo he visto a un tío escapando de aquí, la gente de aquí está muerta (Quitando a los que me he cargado yo, pero esos no cuentan) y Bullseye se ha ido, seguramente a buscar al tipo ese ¿Qué nos dicen todas esas cosas cuando las juntamos? En efecto, que el batido de vainilla es muy superior al de chocolate y que Bullshit, digo Bullseye, ha ido a por ese tío ¿Ves, Howard? De algo me sirvió esa primera aparición en tu comic.

Esperad otro momento… Bullseye no haría una buena acción como matar al tío ese, bueno eso y que su gente, que supongo que es su gente por que si no tendrían cosas incrustadas en la cabeza y no tendría que haberlos fileteado, ha matado a estas chicas inocentes… a estos npcs inocentes… él trabajaba para alguien ¿Quién era? Hubiese estado bien tener esa información, pero como no tenemos más temas y si no recuerdo mal, aun no me ha comentado para quien trabaja.

No pasa nada, omeguereos, como heroína que quiere ser llamada por los vengadores, buscaré al tio ese y lo… ¿Lo tengo que llevar ante la justicia? Joe, yo quiero hacerle chip, chap, shish kebab. Puedo decir que se ha resistido, que me atacó o algo y así justificarlo ¿Así lo hacen los policías de aquí, no? Humor negro a parte, será mejor que me ponga en marcha, que la usuaria no me ha puesto ninguna imagen por la que pueda colarme ¡Un poquito de por favor, eh! Que no sabes lo que estar corriendo de respuesta en respuesta a cada rato ¡Cansa muchísimo!

Y… jo… der… si… cansa… ufff, llevo corriendo… por lo menos… quince minutos ¿Sabéis lo que es eso? Es mucho tiempo, demasiado… así que, si me lo permitís, bueno, si me lo permite la usuaria… a ver que le mandó una screenshot… ¡Ale! Me colaré por su respuesta hasta… joder que cansancio, llegar asta donde esta Bullseye ¿Puedo? Es eso o echar la papa y nadie quiere ver eso, bueno los raros pero… aquí no hay… raros… necesito agua.

Me estrujo por aquí y… ¡Ale! Aún no es que esté al lado de Bullseye, pero puedo descansar un poquito y retomar el aliento. A ver qué está pasando por aquí… oye y estos enlaces ¿Que les pasa? No se ven las fotos leñe, me vas a hacer tener que leer la url para saber quien esta aquí. Vale, a ver a quien tenemos por aquí… un momento, un jodidisimo momento que no me lo creo son… son…

- ¡¡¡Los Morlocks!!!

Uy leñe, me he excitado tanto que se me ha escapado un diálogo. Ups.

Parece que no me ha escuchado nadie, están demasiado entretenidos con Bullseye y… ¡Agh! Qué leches, tengo que bajar a conocerlos antes de que el acabe con ellos ¿Cómo se que va a hacerlo? Muy fácil… esta puto loco. No era tan difícil ¿A que no? Vale, Gwen, ahora es tu momento de ser una tipa guay y no liarla, ser profesional y

- ¡Ey! ¿¡Vosotros sois los Morlocks, no!? ¡Me flipa, sois guapísimos tíos!

Conseguido.

- Bueno, no guapísimos en el aspecto… y tampoco es que seáis muy guais, erais más un grupo medio malo medio bueno de tercera y eso, pero los cómics en los que aparecisteis estaban bien… creo que he sobre reaccionando antes… ah, hola Bullseye ¿Qué pasa coleguilla? ¡Estamos persiguiendo al mismo tío!

¿Debería de decirle que tiene a un lagarto gigante sobre la cabeza? Bueno, creo que las palabras hacen más que las acciones… era al revés ¿Verdad? Bueno eso ¡Katanazo al canto! Le lanzó mi espada y… oye que no le he hecho nada… por que acaba de saltar delante mía… ¿Omegueros os puedo hacer una pregunta?... Vale, pero primero dejad que esquive esta gigantesca garra que casi me arranca la cara ¡Joder! Este.. no, está tiene que ser Scaleface ¿No?... ¿Qué le pasa a los de Marvel y la gente que se convierte en lagartos? Originalidad gente

-¡Bulls! -tengo que gritar mientras esquivo que la lagarta esta no para joder- ¿Puedes ocuparte tu del resto? Y mira las tontearías que digo ¡Pues claro que te puedes ocupar del resto! Yo entretendré a la mala bicha esta ¿Okey?

¿Sabéis cual es la debilidad de un cocodrilo? Bueno, pues si esperáis a que termine esta voltereta os lo digo ¡Ale hop! Ole, que arte tengo... ¿Acabo  de decir eso? Esto me pasa por estar siendo roleada por un andaluz. A lo que iba, la debilidad de los cocodrilos; su vientre. Tienen unas escamas muy fuertes en todo el cuerpo menos en su vientre, así que supongo que este bichejo será igual ¿No? Solo tengo que buscar... una... entrada ¡Nada que no se deja! Tengo que pedirle a Bullseye que le tire algo para ver si hace que gire la cabeza y encuentre alguna entrada para hacerle una ventana para sus entrañas, pero como estoy ¡Uy ese casi me da! Esquivando sus ataques, no puedo hacer eso ¡Y tampoco puedo hacer una tirada de dados! Eso me pasa por romper la cuarta pared ¿Veis? También tiene sus desventajas

- ¡Ey! ¿¡Vosotros sois los Morlocks, no!? ¡Me flipa, sois guapísimos tíos!

Bullseye no se paró a preguntarse de dónde salía aquella voz ni a quién pertenecía. Lo único que le importaba era que ahora todos sus oponentes estaban distraídos mirando en su dirección, y eso era todo cuanto él necesitaba.

La cabeza del jefe fue golpeada por algo muy pequeño que le había alcanzado a la velocidad del rayo; un pequeño guijarro que dejó un orificio sanguinolento en el centro justo de su frente al atravesarle el cráneo. El cuerpo del tipo dio un par de pasos vacilantes, como si la muerte le hubiera pillado por sorpresa, antes de chocar contra el borde del puente y caer al pantano, provocando una salpicadura en el agua sucia.

Sólo entonces el asesino se volvió para descubrir a... Espera... ¿no era esa la chica que había elogiado su trabajo en el bar de Morgan? Esa que había desaparecido de manera tan rara para reaparecer al poco y que parecía ser coleguita de Wade. No sabía qué estaba haciendo allí y tampoco le importaba mucho. Por el momento se limitó a sonreírle y guiñarle un ojo llevándose dos dedos a la sien a modo de saludo.

- ¡Trabajo en equipo, chica! ¡Gracias!

- Ah, hola, Bullseye. ¿Qué pasa, coleguilla? ¡Estamos persiguiendo al mismo tío!

Bullseye iba a responder, pero una descarga de fuego surcó el aire en su dirección procedente del Morlock de la calavera y tuvo el tiempo justo de apartarse, consiguiendo esquivarlo a duras penas y no sin recibir una fea quemadura en el brazo antes de buscar cobertura tras un montón de escombros.

Escuchó un aullido de dolor detrás de él, y pudo ver por el rabillo del ojo como una especie de criatura reptiliana se abalanzaba contra Gwenpool. Pero no estaba físicamente herida; las armas de la mercenaria rebotaban contra su acorazada piel, y el aullido había sido prácticamente agónico. Era un tipo de grito que Bullseye conocía muy bien. De la misma clase que el que Daredevil había proferido tras atravesar el pecho de su novia con su bastón en la iglesia. Una sonrisa cruel se perfiló en sus labios; parecía que la chica lagarto y el pelopincho habían tenido una relación algo más profunda que la que se desarrollaba entre un líder y un subordinado... Bueno, no pasaba nada. Pronto la matarían también y terminarían con su miseria. Bullseye siempre disfrutaba con el asesinato, pero era mucho más dulce cuando se maceraba en lágrimas.

El rugido de la mujer lagarto fue secundado por otro, mucho más furioso, del resto de Morlocks, quienes rápidamente cargaron por la rampa hacia el asesino. Una mujer con el aspecto de ser una especie de escultura gris acorazada con enormes cuernos apareció abajo junto al pantano. Puntos de color verde oscuro se arremolinaban ominosamente a su alrededor, y Gwenpool no tardó ni un segundo en darse cuenta de que se trataba de una nube de moscas venenosas que la mujer de alguna manera había conseguido reunir de las estancadas aguas y que ahora comandaba en su dirección.
 
- ¡Estás jodidamente muerto, hijo de puta!

El puente entero retumbaba con los poderosos pasos del gigantón con aspecto de bicho, que fue el primero en llegar hasta donde el asesino se ocultaba. De un poderoso mazazo de su puño reventó la cobertura de piedras tras la que se ocultaba y se abalanzó sobre él. Bullseye trató de crear distancia entre los dos, pero la pasarela sobre la que se encontraban era muy estrecha y con poco margen de maniobra, así que sacó sus cuchillos, pero las armas rebotaban contra la acorazada piel del mutante. Las aceradas cuchillas que conformaban sus garras dibujaron un surco ensangrentado en el muslo del asesino, quien apretó los dientes y trató de saltar hacia atrás, consiguiendo únicamente que el Morlock le atrapase por el tobillo.

Ok... sólo un poco más... pensó el mercenario para sus adentros, extendiendo las manos para alcanzar parte de la gravilla que se había derramado por el suelo al destrozar el mutante la cobertura de escombros tras la que se había refugiado.

- Te atrapé -rugió con voz cavernosa el ser, elevándolo por el aire para acercar su rostro al suyo-. Yo te conozco... Eres ese asesino, Bullseye... Dicen que tus huesos están recubiertos de metal... ¿sabes qué puede desgarrar el metal? Mis dientes...

Diciendo ésto, abrió las poderosas mandíbulas capaces de masticar acero y las acercó a su cara, pero ése fue el momento que Bullseye aprovechó para arrojar un puñado de grava al interior de su boca. El Morlock le dejó caer al momento, llevándose las garras a la garganta mientras boqueaba, ahogándose en su propia sangre, con los tejidos blandos del interior de su cuerpo desgarrados por los proyectiles mortales del asesino. Bullseye cayó boca abajo sobre sus manos extendidas, flexionó todo su cuerpo tanto para amortiguar el impacto como para darse impulso, y volvió a extender los brazos para proyectarse hacia el mutante con los pies por delante. El golpe hizo trastabillar al Morlock, arrojándolo por el extremo del puente, y Bullseye desenvainó sus famosos sais.

- ¿Quién es el próximo? -inquirió con una sonrisa burlona.

Oooh ¿Son pareja? Bueno, eran pareja… ya hay que ser un furry de nivel avanzado para querer tirarse a esto. Aunque claro, de normal creo recordar que la tía no era muy feo ¿Harán algunas noches que ella se convierta en lagarto para hacer cosas? Yo no voy a juzgarles, solo dire que da mucho asco y creo que será mejor que siga buscando la distracción. La tía está muy centrada y esquivar cada vez me cuesta más, necesito que se me ocurra algo, algo audaz algo… ¡Como esto!

- ¡Bullseye ahora!

Ja, sabia que eso haría que se girara la muy estúpida ¡Ha caído en el típico truco de mira detrás de ti! Y el castigo por mirar es una disección de toda la tripa y ¡Ay dios que asco! ¿Por qué es todo verde y azul y colores raros por dentro? ¿Y por qué tiene que tener la sangre verde y viscosa? Es realmente asqueroso y para nada biológicamente correcto, los lagartos tienen la sangre normal o al menos eso creo ¿No? Si fuera un bicho gigante como ese que va a por Bullseye con intenciones asesinas pues entendería que tuviera así la sangre, pero ella…

¿Y qué es ese zumbido? Anda sí es… ¿La avispa roja? ¿Ella es miembro de los Morlocks? No recuerdo yo verla en sus cómics, ella era de otros

- ¿Qué pasa, avispa? ¿Tu marido sigue estando muerto y tu bebe sigue estando lanzado por una ventana?

Guau, eso ha sido oscuro incluso para mi. Muy bien Gwen, tu sigue así y acabarás con temas +18 solo por las gilipolleces que suelto por esta boquita mía. O que escribo, lo mismo es. Uy, se le ve cabreada y… particularmente poco roja ¿Esta tenía otro alter ego, verdad? Uno que tiene que ver con levantar nubes de bichos asquerosos que parece estar mandando con, vuelvo a repetir, intenciones asesinas hacia mi.

Oh no

¡Corre, Gwen! ¡Corre, por lo que más quieras! No solo es que me den mucho puto asco los bichos si no que encima estos son venenosos y toda la pesca ¡Que asco hostia! A ver, tengo que pensar un plan ¡Ya se! Le pediré a Bullseye que lance millones de cosas pequeñitas… vale, no creo que eso sea posible por que aqui no hay un millon de cosas que tirar, o una cosa muy grande que las aplaste a todas ¿Su poder funciona con las moscas?

No importa, por que se me acaba de ocurrir una idea mucho mejor que esa

- Eh tu, cabeza calavera ¿Por que no me tuestas un poco a la lagarta esa? Que me apetece un poco de lagarto iberico

Si algo he aprendido de mis horas leyendo cientos de comics, es que si quieres que alguien se centre en ti tienes que meterte con él o con algún ser cercano. Oh pedirle que te ayude a cocinar a un ser querido al que acabas de seccionar por la mitad, ya sabéis cualquiera de esas tres cosas sirve.

Tal y como estaba hablando, tengo su atención y me esta lanzando fuego ¿De cuantas cosas se copiaron al crear a este personaje? De la Antorcha Humana, de Ghost Rider… y de nadie más, eso son los únicos que o tienen poderes similares o un aspecto similar. Al menos el Ghost rider antiguo, el nuevo tiene una calavera diferente pero que también está muy chula.

Y su coche mola más que una moto, es flipante incluso desde el maletero. No preguntéis como lo se, simplemente lo se.

Lo que si me podeis preguntar es por que he hecho que el tío este me lance fuegitos, pues muy fácil; al esquivarlos ¿A donde dan? En efecto, la mayoría al suelo pero la otra mayoria le da a las moscas estas asquerosas y poco a poco me las quito de encima ¿Veis? Cuando quiero tengo algo de ingenio. Este escenario es como en los videojuegos, cuando tienes un boss que la debilidad es el otro boss y tienes que dejar que se den golpes hasta que estén suficientemente débiles como para poder derrotarlos.

Y hablando de débiles, ahí está la tía de las moscas. Ya me tienen harto, en serio, nosotros habíamos venido aquí a matar a un tío y ya está y ahora tenemos que estar dándonos de ostias con unos villanos que no llegan ni a ser de tercera

- ¡Tengo mejores cosas que hacer que enfrentarme a vosotros!

Y va la cabrona e intenta lanzarme mas bichos. Oh no, esta vez no.

Me salgo del tema y justo cuando estoy al lado suya ¡Boom! Aparezco delante de ella y la empujo fuera del tema y que se vaya a tomar por culo ella y sus bichos asquerosos. Ale, un problema menos ahora a ver que… ¿Por qué me están mirando todos? ¿Me miran a mi o a Bullseye y al tío que se acaba de cargar? Eso tiene que ser más impactante que lo mío ¿No?

- Bueno, parece que solo quedan dos ratoncitos ¿Eh, Bullseye? ¿Tu con cuál te quedas?

Y me apoyo la Katana en el hombro, joder que cool he quedado… ¡Qué asco! Me ha caído sangre de la lagarta en la boca ¡Repito! Tengo sangre de la lagarta en la boca, que asco dios mio, que asco. Oh no, creo que voy a vomitar, dios voy a potar. Aguanta Gwen, no delante de Bullseye ¡Aguantalo!

Bullseye iba a responder, pero en ese momento un agujero se abrió en el puente de piedra bajo sus pies, lo justo para dejar pasar una mano que se aferró a su pantorrilla.

- ¡Te pillé, hijo de puta! -exclamó Cybelle, al tiempo que un hedor repulsivo seguido de un siseo estremecedor irradiaba del lugar donde había posado la mano.

Bullseye gritó y descargó hacia abajo el sai por puro reflejo, atravesando la mano y clavándola a la base del puente, que se disolvió al contacto con la piel de la mutante, permitiendo que se escapara con el sai. El asesino cayó al suelo sobre una rodilla. La pierna que había sido afectada con el ácido de Cybelle dolía tanto que apenas le mantenía. El contacto no había llegado a durar ni un segundo completo, y aún así había llegado a efectuar un destrozo importante. De haber permanecido posada allí más tiempo posiblemente habría perdido la pierna.

En el fragor de la batalla la había perdido de vista; craso error. Debía haber utilizado sus poderes de ácido para abrirse camino por debajo del puente de piedra y reaparecer donde menos la esperaba. El suelo a sus pies comenzó a sisear de nuevo y Bullseye se echó rápidamente a un lado desenvainando la katana que llevaba a la espalda. En cuando la mano asomó por el agujero, la dejó caer limpiamente, cortándola de cuajo. El shock hizo que la mutante se desprendiera de su asidero por debajo del puente, haciéndola caer al pantano entre alaridos. Bullseye volvió a caer sobre la rodilla temblorosa, apoyándose en la katana con los labios fruncidos. El ácido continuaba quemándole. Necesitaba limpiar la herida con agua limpia o terminaría perdiendo la pierna de verdad, pero apenas podía caminar...

Aún había sonidos de batalla debajo de él. Inmerso en su propia lucha no había podido seguir los progresos de Gwenpool, pero ya no quedaba nadie con él en el puente, así que el tipo de la calavera debía haberse lanzado a por ella, pero no tardó en imponerse el silencio.

- Chica... -musitó con voz ronca-. ¿Estás viva? Porque me vendría bien tu ayuda...

El resto de Morlocks que quedaban se dieron la vuelta, cruzando el puente de regreso a sus escondrijos, abandonando la batalla acobardados. En cuestión de minutos habían perdido a su líder y a los miembros más poderosos de su grupo. Bullseye parecía indefenso, pero habían visto suficiente como para atreverse a correr riesgos.

- Necesito agua limpia... Y hay que... hay que encontrar a la que falta... Interrogarla... Averiguar dónde se esconde... Misha... Voy a tener... voy a tener que contar contigo... ¿Puedo contar contigo, chica?

No sabía nada de ella más allá de que parecía ser una fan y era amiga de Deadpool. No sabía con certeza a qué se dedicaba aunque parecía ser mercenaria. Bullseye por lo general no solía confiar en nadie, y menos aún en alguien a quien no conociera bien, pero parecían ir tras el mismo objetivo y no le quedaba otra. Lo jodido del ácido es que continuaba actuando hasta que se limpiaba la herida, y el de Cybelle era particularmente fuerte. No parecía inteligente zambullirse en el agua del pantano con una herida abierta porque la infección podía hacerle perder la pierna igual. No creía que Cybelle hubiera ido muy lejos perdiendo tanta sangre, pero cuanto más tiempo pasara más probabilidades había de perder a Misha.

Por mucho que lo odiara, ahora mismo dependía de Gwenpool.

- ¡Eh! ¡Que aquí la que rompe paredes soy yo!

Bueno la cuarta pared para ser concretos, aunque eso no tengo que explicarlo ¿Verdad? Vale, tendría que centrarme más en el combate y no en los chascarrillos estilo Spidey porque uno, no se me dan bien y dos, la calavera se me aproxima a velocidad vertiginosos asi que sera mejor que ¡Uy va! ¿Pero este también lanza cosas? Pues menos mal que tiene mala punteria, por que si no…

¿Eso acaba de explotar? Oooh, mamaaaa.

Vale Gwen, tu corre haciendo zigzag que como te de una bola de esas no van a encontrar ni tus pelos del [chiste censurado por disney] así que será mejor que pienses algo, pero rápido. Veamos; no puedo empujarlo fuera por eso del calor, tampoco puedo usar mis espadas ni dispararle, por el calor…

Usuarios, la próxima vez usa mutantes más fáciles de vencer, anda.

Estoy pensando, estoy pensando… ¡Ya sé! Espera no, necesitaría mucha más agua… y para esto otro necesitaría diez payasos, un bote de pintura y mucho café… ¿Le acaba de cortar la mano? Sí, lo acaba de hacer, que con esto de estar corriendo en círculos me cuesta ver lo que ha hecho Bullseye.

Un momento… ¡Ya sé! Esa mutante, la de la mano… su poder era que su sudor era ácido ¿A que sí? Pues muy bien, ya sé cómo vencer al tío ese. Primera fase del plan; esquivar al tio este metiendome por este terraplén, con cuidado de que no me vea y ¡Conseguido! Perfecto, ahora tengo que ir a buscar a la tía esa. Tiene que estar cerca, que te corten la mano tiene que doler un huevo ¡Ahí está!

- Quieta para, muñeca

La estoy apuntando con mi pistola para que quede más chulo y por que necesito hacerlo, vaya ser que se lance a por mi y la caguemos

- ¿Te vas a quitar la ropa para mi, vale? Nice and easy

La cara que ha puesto ella supongo que es la misma que habéis puesto vosotros y os estaréis preguntado “Gwen ¿Desde cuando eres visitante habitual de la isla de Epstein?” y yo os diré primero, que asco y segundo, que todo forma parte de mi plan. Veréis, cuando estais leyendo un comic y veis al héroe volar hasta el sol o recibir balazos ¿Le suele pasar algo a su ropa? La mayoría de veces no, lo que lleva a preguntarse quién leches hace esas ropas indestructibles.

Y esa es la cuestión; por la lógica de los superheroes y porque estaría feo que todos fueran desnudos por ahí, su ropa tiene que ser “indestructible”. Es que vamos, la tia esta acaba de fundir un camino a través de roca sólida pero su top esta en perfecto estado… que por cierto me encanta, si no estuviera obligandola a desvestirse le preguntaría de donde lo ha sacado ¡Que se quita el sujetador! ¡Estate quieta loca’el coño!

- Ya puedes parar, solo necesitaba parte de tu ropa

Con cuidado la cojo y ya veréis la genialidad de mi plan, no os lo esperais; le doy la vuelta con cuidado, saco mis katanas, las envuelvo y ¡Ta chan! Vale, no parece muy impresionante ni nada, pero para lo que voy a hacer funcionan. Ahora tengo que buscar al tipo ese y, nop, por la explosion que acaba de sonar a mi lado no hace falta que los busque, ya me ha encontrado el

Eh, fueguitos ¿Adivina que?

Ni me contesta, vaya tio mas aburrido. Se está acercando, se acerca, vuelve a fallar otro tiro, es malo de cojones el tío, me agacho para esquivarle y… ¡Ahora! Pego un salto y con las katanas cubiertas de tela ¡Le rebaño la cabeza!

Toma esa, cabrón ¡Lógica de los comics!

Le acabo de cortar la cabeza a un esqueleto. Sabéis, ahora que lo he dicho en voz alta no suena tan épico como se ha sentido. Le voy a quitar la tela a mis katanas y se lo hecho a la tía esa, para que se haga un torniquete o algo, ya vendré a por ella más tarde. Voy a ver como esta Bulls y ¡Hostia puta!

- ¿Estás bien? Coño, claro que no… vale espera, voy a buscar una botella en mi mochila

A ver, a ver, ay dios que con los nervios se me caen las cosas ¡Aja! ¿Esto es agua? Le voy a pegar un trago rápido… no, es vinagre que asco… ¡Esto! Otro trago… no, esto es aceite ¿Por que llevo esto en mi mochila? ¿¡Un limón!? Ah, ya recuerdo por que; pedí una ensalada en un restaurante y no estaba aliñada, por eso fue.

¿Qué estaba haciendo? Ah sí, la mano con ácido ¿¡De donde saco yo agua!? Nunca hay máquinas expendedoras cuando una las necesita.

Esperad un segundo ¿Lo oís? Ese trote… ese jadeo… ¡NO! ¡NO PUEDE SER! ES…

¡Jeff, bribón! ¿Dónde has estado todo este tiempo? Me da igual que esto contradiga mis otros temas, estás aquí conmigo y eso es lo único que importa ¡Y llevas en la boca la botella de agua! Siempre estas ahi cuando mas te necesito, eres mi angel semiacuático. Dame la botella y ¡Ups! le ha hecho unos agujeros con los dientes, no pasa nada se la hecho así a Bullseye y ya está, como nuevo

- Te dejo aquí a Jeff y la botella para que te limpies el ácido mejor, yo voy a bajar a por la tia esa

Me bajo por el terraplén y…………

- Está muerta, está muy pero que muy muerta… quien iba a decir que si te cortan la mano te desangras en minutos ¿Eh?

¿Y ahora cómo encontramos al tío que estamos buscando? No tenemos ninguna pista y cualquiera que nos pudiera decir donde está, están fiambres… ¡Ya sé!

- ¡Que Jeff nos guíe! ¡Tiene muy buen olfato! Los tiburones pueden oler la sangre a kilómetros de distancia

Unas cuantas maldiciones, gritos y explosiones más tarde, Gwenpool estaba a su lado en el puente rebuscando en una pequeña mochilita casi tan ridícula como la que usaba Deadpool (¿seguro que no era su hija o algo?)

- Claro, claro, tómate tu tiempo, no hay prisa, no pasa nada -dijo al ver cómo sacaba más botellas de las que habría creído posible que pudieran caberle en la mochila-. No es como si estuviera a punto de perder la pierna ni nada.

Iba a soltar algún que otro comentario sarcástico más (qué le vamos a hacer, la comprensión y la empatía no solían figurar en el manual del buen súper villano) cuando la aparición de un tiburón diminuto con patas le hizo enmudecer. Vale... no podía estar delirando porque no había perdido sangre, y su capacidad de aguante al dolor era muy, pero que muy, muy, extremadamente alta, así que tampoco podía ser por el efecto del ácido en su pierna. ¿Le habrían inoculado alguna droga por contacto? ¿Estaba viendo visiones?

Paradójicamente, el hecho de que la mercenaria pareciera conocer al tiburón (que por cierto tenía un nombre ridículamente humano) le tranquilizó un poco. Siempre pasaban cosas rarísimas cuando estaba con Deadpool, e imaginaba que con aquella chica sucedía algo similar. Gwen cogió la botella de agua que casualmente llevaba el bicho en la boca y le vertió parte sobre la herida, entregándole después el recipiente para que siguiera limpiándose él.

Bullseye dirigió una fugaz mirada de recelo al tiburón, que, contrariamente a todas las leyes de la fisiología animal le sonreía amistosamente, y procedió a arrancarse toda la tela que rodeaba la herida y que aún podía contener restos del ácido antes de terminar de lavarse concienzudamente las quemaduras y vendar la zona como pudo. Después cogió un palo largo de madera de entre los restos del puente y lo usó para ayudar a incorporarse y para usarlo a modo de bastón. Su organismo sanaba a una velocidad sorprendente, pero no se acercaba, ni de lejos, al célebre factor regenerativo del mercenario bocazas, así que le tocaría usarlo durante un tiempo.

Gwen regresó en ese momento, explicando que la mutante que le había atacado a traición estaba muerta.

- Ya, bueno... Lástima que mientras me estaba quemando la pierna no me parase a hacer esos cálculos -suspiró-. Chica... Me gustan los tiburones como a cualquier otro maníaco, pero que yo sepa Misha no está sangrando, y no tenemos nada suyo que esa mascota tuya pueda oler para seguir el rastro, y además... ¿por qué estoy hablando tan tranquilamente de Jeff como si fuera un perro? Estoy empezando a pensar que juntarme con Deadpool y contigo no me hace nada de bien... Je... A quién pretendo engañar -rectificó sonriendo-. Lo cierto es que me lo paso de puta madre. Bueno, a ver... Vamos a ver qué tienen que decirnos los que han huido en dirección a la terraza esa.


- Bueno, creo que ha quedado claro para todos que mi amiga y yo estamos al mando ahora, ¿verdad? Cuando nos hayamos ido podréis pelearos y mataros unos a otros para ver quién se convierte en el próximo líder, pero hasta entonces, respondéis ante mí, ¿está claro?

Los Morlocks supervivientes, los más débiles del clan, asintieron.

- Bien. Voy a volver a repetir la pregunta que os hice al principio...


Los Morlocks les guiaron hacia el interior de un antiguo edificio de apartamentos abandonado y semi en ruinas, a una especie de sótano en donde se había estado escondiendo un aterrorizado Misha Sokolov, agazapado en una esquina. El tipo era bastante moreno para ser ruso, bajito, de complexión delgada, y se cubría los ojos con una especie de visor de cristal opaco.

- Resulta que aquí, el mierdecilla, es un mutante, quién lo habría imaginado -comentó Bullseye, explicándole a Gwenpool-. Poderes de bajo nivel, de esos que no llaman la atención. Lo había estado ocultando toda su vida por temor a ser rechazado por sus hermanos, pero sabía que aquí había una comunidad oculta y en cuanto se lió parda vino a pedir ayuda -se puso en cuclillas frente a él. Aunque le hablaba a la mercenaria, su mirada de águila estaba clavada en el pobre tipo que temblaba incontrolablemente-. Intelecto de genio... amplios conocimientos de estragia, ciencias, biología y matemáticas, manejo experto de cualquier clase de computadora, comprensión automática de cualquier tipo de tecnología...

Extendió las manos para sacarle el visor y, al ponérselo él mismo, vio cómo se desplegaba ante sus ojos una pantalla digital con acceso a Internet, ordenadores, análisis de datos y archivos de información. Bullseye volvió a suspirar, quitándose las gafas.

- ¿Ves lo que pasa, Misha? Si no hicieras éstas mierdas, te habríamos matado rapidito, y a otra cosa. Pero ahora -le mostró el visor-. Voy a tener que torturarte para saber a quién le has enviado los archivos sensibles que pudieran comprometer a ya sabes quién...

Menos mal, Bulls no tiene prisa. Pensaba que… ah, no, espera, que está siendo sarcástico ¡Pues el sarcasmo no me mola! Es demasiado complicado para mi, a mi me gustan mas las simplezas, menos trabajo para mi cerebro.

Al menos está aquí Jeff conmigo y a él tampoco le gusta el sarcasmo, por que no entiende nuestro idioma o lo entiende como lo haría un perro. Cuando terminemos esto le voy a dejar que se zampe alguno de estos, así lo tengo contentillo una semana y gasto menos en comida

- No pasa nada, otra vez harás los cálculos - que no puede uno estar en todo ¿No? - Oh, es verdad, no está sangrando… aunque tiene sangre dentro de su cuerpo ¿Puedes oler eso Jeff?

Vale, la mirada perdida y el lamento que me acaba de meter me dan a entender que no

- Jeff tiene ese efecto en la gente, es por que tiene esta carita ¿Ves? ¿Cuándo has visto algo tan mono y a la vez tan aterrador? Es una bola de amor y de muerte

Oh, que se nos pone sentimental, todo lo sentimental que se puede poner un psicópata, pero que esto en mi diario lo voy a apuntar como “Bullseye me declaró lo que siente por mi (No de esa forma guarros, espera ¿Para quien es este comentario? Sí mi diario solo lo leo yo)”

Veamos que uuuuh ¡Bullseye coño, digo, User de Bullseye! Narrame un poquillo que no me des estos sustos, casi me quedo tonta dándome con uno de los asteriscos que has puesto ¡Jeff suéltalo leñe! Eso no se come, que sabe a tinta y a pixeles muertos, no te va a gustar.

Ala, ya se lo ha tragado, josu con el zampón este.

Hemos parado, a ver qué… ah, ya estamos con los Morlocks ¡Que bien oye! Y por lo visto les hemos asustado tanto que seguro que podemos pedirles lo que sea ¡Ya se! Les dire que soy su nueva jefa y que tienen que

¡Leñe se me ha adelantado Bulls! Bueno, lo suyo creo que era mejor que lo que yo iba a decirles, además

¡Hostia!

¡Y otra vez con los asteriscos! Menos mal que está vez nos hemos movido poco, parece que ya estamos en el refugio donde tienen encerrado al hijoputa que estamos buscando y efectivamente ¡Aquí está! Voy a dejar a Jeff aqui fuera, que esto se va a poner feo

- ¿Y tiene una sobrina con una gema en la mano? Ah no, que ese es otro…

Ups, perdón, es que me ha recordado a otro personaje ¿A quien? Aaaah, toca adivinar ¡Pista! Es un personaje de Omega.

En fin, que el tío es muy listo y toda la pesca ¿Cuando vamos a, ya sabes?
Le he hecho un gesto de cortarle el cuello para que vea que voy en serio, pero ya veo que Bulls va a torturarle para sacarle yo que sé de cosas ¡Yo solo quiero hacerle un kebab con mis espadas! Además ¡Jeff! ¿Cómo has entrado? A ver, que he dejado la puerta abierta y no le he atado a ningún sitio.

Un momento ¿Y esa reacción? El tío este parece tenerle más miedo a Jeff que a Bullseye, es imposible… a no ser que… Ven Jeff, siéntate aquí ¡Buen chico! Vale, sep, esta totalmente acojonado, mucho más que con Bullseye

- Este hijueputa tiene miedo a los tiburones ¡Que te parece! ¿Dejamos que los dientes de Jeff hagan las preguntas por ti, Bulls? Estoy seguro que un tiempo a solas con Jeff le va a dejar con ganas de contarte lo que sea

Y luego yo me lo cargo, Jeff se lo come y todos contentos ¡Ole!

- Oh tortúrale tu, lo que prefieres ¡Mientras a Jeff le des las sobras, el estará feliz!

Bullseye miró a Jeff y se apoyó la mano en el mentón, considerando la propuesta con una media sonrisa.

- ¿Sabes? Nunca había torturado a nadie con un tiburón. Eres una chica creativa, me gusta. Eso te da puntos en éste trabajo -añadió, dándole un toquecito amigable en la frente-. Y no, no nos hemos convertido en el estereotipo del villano de James Bond. Un tiburón con patas tiene muchísima más clase, dónde va a parar. Creo que éste puede ser el principio de una hermosa amistad. Pero si no te importa, me quedo con él dentro. Alguien tiene que guiar el interrogatorio, tú sabes... Además, no me lo perdería por nada del mundo.

Y, tras guiñarle un ojo de manera cómplice, la acompañó a la salida del apartamento y cerró la puerta tras él.

Al cabo de algún tiempo (y muchos, muchos gritos de miedo y dolor), la puerta se abrió de nuevo, revelando un Bullseye con un ensangrentado cuchillo en la mano.

- Bien... Hice que eliminara todos los datos incriminatorios que había enviado por Internet, y me ha dado los nombres, apellidos y direcciones de todas las personas a las que se los mandó. Le he entregado la información a mi jefe para que se encargue de enviar sicarios a matarlos a todos por si alguno había llegado a abrir los archivos antes de que el bueno de Misha los borrara. Ah, y Jeff se está dando un festín -explicó, y, tras echar un vistazo por encima de su hombro, cerró discretamente la puerta tras de sí-. Yo que tú no entraba ahí ahora mismo.

Le pasó un brazo por encima del hombro a la mercenaria en actitud amistosa.

- Bueno, mira, como me has ayudado bastante estoy dispuesto a pasar por alto que me hicieras fallar el tiro. Además, he podido torturar a alguien usando un tiburón con patas, ¿cómo de molón es eso? ¿Eh? Tengo que contárselo a Deadpool cuando lo vea. ¿Qué te parece si tú y yo nos tomamos unas birras para celebrar un trabajo bien hecho y dejamos que otros se encarguen de rematar la faena con lo de la cagada de Misha? ¡Hey, vosotros! -ordenó a los amedrentados Morlocks que quedaban-. ¿Hay algún lugar por aquí donde se pueda tomar algo?

Los mutantes les condujeron hasta uno de los edificios que quedaban en pie. El interior estaba tan vacío como el de la mayoría de las ruinas, pero se notaba que aquél lugar sí que era bastante transitado. Era pequeño, con cortinas a modo de puertas aportando un pequeño toque de calidez y simples bombillas desnudas colgando del techo para proporcionar la iluminación. En el centro había una barra en forma de "U"con una pequeña estantería con botellas en el extremo abierto. No había mucha variedad, pero Bullseye no era exigente.

- Hey, colega, ponme una cerveza, ¿quieres? -le pidió al camarero-. Y a mi amiga lo que quiera.

Los pocos Morlocks que había dentro del edificio se marcharon apresuradamente, dejándolos a solas. Bullseye hizo como si no se hubiera dado cuenta, aunque lo más probable era que estuviera acostumbrado a generar esa clase de reacciones en los demás, y no era de extrañar considerando la masacre que habían organizado en el puente.