FICHA DE WILSON FISK
Nombre: Wilson Grant Fisk
Alias: Kingpin (Fatty, Wilbur, Willie y algún que otro apodo irrespetuoso por parte de sus enemigos arácnidos…)
Edad: 50 años. Nació el 11 de Julio de 1970. Géminis.
Universo de origen: Marvel Comics
Organización: Conglomerado Comercial Fisk (Relaciones intermitentes con la organización terrorista “Hidra” y la sociedad secreta de “La Mano”)
Nacionalidad: Estadounidense. Nació en Nueva York, en el barrio de “Hell´s Kitchen”
Raza: Humano.
Mentor: Autodidacta en varias disciplinas a nivel universitario.
Bando: Villano
Ocupación: CEO del Conglomerado Empresarial Fisk y de diversos negocios legítimos derivados. Jefe criminal de gran número de bandas y organizaciones dedicadas al crimen organizado en la Costa Este de los EEUU.
Descripción Física:
Wilson Fisk es un hombre de constitución robusta y de 2,01m de altura. El color original de su cabello era castaño aunque, a día de hoy, está completamente calvo. Tiene un rostro de facciones agresivas y marcadas, sobretodo sus pequeños ojos azules, hundidos tras un par de cejas afeitadas. Aunque da la apariencia de ser un hombre con graves problemas de obesidad su cuerpo está casi por entero formado por músculos hipertrofiados que ha sido capaz de desarrollar debido a su entrenamiento, al estilo de los luchadores de sumo.
Descripción Psicológica:
Wilson Fisk es un hombre profundamente marcado por su pasado en el que luchan de forma incesante dos naturalezas contradictorias. Por un lado es un hombre de gran inteligencia, refinado, amante de las artes y la belleza. Podríamos llamar a esta faceta de su personalidad su “naturaleza creativa”. Este impulso creador le ha llevado a la construcción de su imperio empresarial legítimo y también le hace tener gran interés por disciplinas como la pintura, la escultura, la literatura, la arquitectura o la gastronomía. Sus numerosos actos de filantropía no son una mera fachada y hay una parte de sí mismo que, de veras, siente compasión por aquellos que sufren y que tiene la necesidad de aportar algo constructivo a la sociedad. De alguna forma retorcida e inexplicable, Wilson Fisk no miente cuando asevera que quiere hacer de Nueva York un lugar mejor en que sus gentes puedan sentirse seguras. Todo ello puede ser aderezado con una suerte de complejo de “héroe” o de “mesías”. Sus dotes intelectuales, su capacidad de análisis y su refinamiento hacen que Fisk se sienta en la responsabilidad y con el derecho de manejar a su antojo la vida de los demás para la consecución de esos supuestos fines loables. Fisk cree haberse hecho a sí mismo, haber tenido la fortaleza y la astucia necesarias para ir ascendiendo desde lo más bajo en un mundo en el que nadie tenía ni siquiera intención de regalarle nada. Se ha fortalecido física e intelectualmente para poder acometer las empresas que se ha propuesto y por ello se cree con el derecho de moldear la realidad a su antojo. Su comportamiento se identifica sin ninguna duda con lo que ha venido a llamarse como “Derecho Psicológico”, esto es, el sentimiento de aquellos que se consideran superiores intelectualmente de crear sus propias reglas morales. Las leyes de los comunes no pueden aplicarse a aquellos que han trascendido filosóficamente tales conceptos y, por tanto, se sienten libres de actuar conforme sus propios códigos y moral. El tipo de moralidad maniquea de los llamados “héroes”, como Spiderman o Daredevil, de servilismo social y “blancos y negros” no aplican para Kingpin y se le antojan pueriles y simplistas. Fisk se ve como el único capacitado para dirigir a otros al mundo que considera mejor y, para ello, no es ilícito acudir a ninguna actividad comúnmente censurable. La vieja frase de “el fin justifica los medios” ni siquiera podría aplicarse a este caso, pues los medios brutales o ilícitos ni siquiera se justifican por su fin, sino que son adecuados en tanto él considere que lo son. Sin embargo, es muy firme en cuanto al cumplimiento de sus propios códigos personales y, si ha dado su palabra en algo, es casi imposible que se retracte de ella.
Por otro lado convive en él su “faceta destructiva”, una cara brutal y violenta. En el fondo de su ser, Fisk sigue siendo ese niño pobre, desahuciado y amedrentado por su brutal padre. Pese a que ha tratado de demostrarse a sí mismo que es distinto a su progenitor siente miedo al pensar que se ha convertido en un matón igual que él. Se siente continuamente amenazado, en la cuerda floja, y es cuidadoso a niveles de paranoia. Las palabras “debilidad” o “duda” no existen en su vocabulario y es capaz de acometer terribles actos de violencia e ira para reforzarla. Fisk maneja sus negocios y sus relaciones con mano de hierro y la incompetencia o la disidencia se convierten rápidamente inutilidad y desafío. Castiga con crueldad y es retorcido a niveles enfermizos. Respeta a quienes, como él, tienen fuertes códigos morales pero toda persona a quien no se pueda comprar, si es un obstáculo, debe ser inmediatamente eliminada. Para la consecución de sus fines no habrá ninguna línea que no esté dispuesta a cruzar y le es indiferente el daño que para ello tenga que causar a otros, aunque sean inocentes.
Historia:
Wilson Fisk nace en el año 1970 en el seno de una familia humilde afincada en “La Cocina del Infierno”, Nueva York. Su padre era un alcohólico dado a los arranques de ira (más frecuentes cuando se encontraba bajo los efectos del alcohol) siendo su madre la víctima habitual de sus estallidos violentos. Aunque sus progenitores tratan de dar a Wilson una buena educación las oportunidades son limitadas para personas de su posición. Pronto el Fisk senior se emplea como matón de poca monta para jefecillos mafiosos locales y Wilson tiene sus primeros contactos con el mundo de la delincuencia organizada. Si bien su padre no es tan dado a la violencia con su hijo como con su esposa, se trata de un hombre poco instruido y estricto. Pronto impone a Wilson la carga de ser un hombre importante y, más que otra cosa, de un hombre fuerte. Para un chiquillo gordito, sensible y marginado como Wilson esto es una presión constante, pues siente a diario el soplido de la dura disciplina sobre su nuca. Por ello, trata de instruirse con furtivas escapadas a las bibliotecas públicas. Si bien su padre ve con buenos ojos los intentos de Wilson por convertirse en alguien, se trata de un hombre irracional y orgulloso y, en no pocas ocasiones, ve como un desafío la instrucción autodidacta de su hijo. Como es propio de un perdedor agresivo, el padre de Wilson paga con su hijo sus propias frustraciones y, de forma más habitual cuando está bebido, humilla a Wilson por sentirse amenazado por su brillante intelecto azuzado por sus propias inseguridades. La infancia de Wilson Fisk termina abruptamente cuando, horrorizado por la brutal paliza que su padre estaba propinando a su madre, asesina a su progenitor de un martillazo en la cabeza. Aunque el incidente pudo taparse, debido a las dudosas relaciones que el patriarca de los Fisk tenía con algunos elementos criminales y más cuestionables compañías, este será el germen de una ira terrible que Wilson jamás será capaz de mitigar.
Ya en su adolescencia, Wilson comienza a relacionarse con el hampa neoyorquino y consigue, gracias a su intelecto, empezar a manejar pequeñas bandas criminales. Su instrucción autodidacta continúa y, en secreto, cultiva su pasión por las artes y las letras. Le interesan especialmente los tratados sobre política y filosofía y decide aplicarlos a la gestión de sus negocios ilícitos, iniciando así el camino para su fachada refinada y su imperio criminal.
Medrando en el elemento criminal de Nueva York, Fisk consigue hacerse con una buena posición en la familia de “Don Rigoletto”, el mayor capo mafioso de la ciudad por aquel momento. Se hace su hombre de confianza y guardaespaldas personal. Continúa su formación y, gracias a su recién adquirida posición es capaz de viajar y empaparse de los entresijos de la delincuencia organizada. Le fascina oriente por encima de todo y, llevado por ello, tomará la idea del primero de sus negocios legítimos, la importación de especias asiáticas. Aumenta tanto su fortaleza mental como su fortaleza física y construye su magnífico estado físico a través del estudio de artes marciales como el sumo, el boxeo, la esgrima, el yudo o la lucha libre.
Cuando el ambiente de los bajos fondos era propicio y Fisk considera que nada más puede aprender de Don Rigoletto, conspira para derrocarlo y organiza su asesinato. Así, Fisk inicia su carrera como jefe mafioso haciéndose, como base del mismo, con la organización del anciano.
A lo largo de los siguientes años Fisk continúa aumentando su imperio criminal sumando más y más negocios legítimos e ilegítimos y consigue hacerse un nombre entre el elemento criminal de la Costa Este de los EEUU como el “Kingpin” del crimen. Su influencia económica y política le consiguen una posición respetable y compagina su fachada de respetable empresario hecho a sí mismo con la de tiránico líder mafioso. Sin embargo, para todo aquel que pregunte: “No es más que un humilde comerciante de especias”.
Una vez Fisk ha consolidado su poder es tentado por organizaciones criminales como “Hidra” o “La Mano” y, aunque mantiene cerca esos contactos, se siente más cómodo haciendo las cosas a su manera. Durante este periodo conoce a su mujer, Vanessa Marianna y tiene a su hijo Richard Fisk. Aunque Vanesa consigue dar a Fisk la paz espiritual que es incapaz de conseguir de otros modos repite los mismos errores con Richard que su padre cometió con él. Aunque Wilson no llega al abuso físico con Richard sí le impone una rígida y brutal disciplina con la intención de convertirlo en “un hombre fuerte”.
En algún momento durante este periodo, su mujer Vanessa enferma (algunos especulan que por el estado de continua alteración nerviosa que le producen las actividades ilícitas de su esposo) y Richard, ante la convalecencia de Vanessa, se queda solo frente a su tiránico padre.
En este momento, en que Fisk ha alcanzado prácticamente la máxima posición dentro del mundo del hampa neoyorquino, es cuando tiene sus primeros encontronazos con superhéroes enmascarados como Spiderman o Daredevil así como con civiles comprometidos como el abogado ciego Matt Murdock.
Y el resto, como suele decirse, es otra historia…
Poderes: Ninguno
Habilidades y Recursos:
-
Fuerza Física en la cima de la Capacidad Humana: Aunque Wilson Fisk carece de capacidades sobrehumanas tiene una fuerza física fuera de lo común. Como levantador de pesas olímpico, puede levantar aproximadamente 300 Kg. Es virtualmente tan fuerte como le es posible a un hombre sin ser clasificado estrictamente como sobrehumano. Fisk ha demostrado tener suficiente fuerza como para aplastar el lanzatelarañas de Spider-Man, levantar mesas de reunión con sus manos o arrancar puertas reforzadas de cuajo.
-
Artista Marcial Excepcional: Fisk tiene una habilidad extraordinaria en el combate cuerpo a cuerpo, y se especializa en varias artes marciales, incluido el sumo, el judo y el hapkido. Sus habilidades de lucha y su agilidad inusual para un hombre de su tamaño compensan la gran diferencia entre su nivel humano de fuerza y el de superhéroes como Spider-Man cuando los dos se enzarzan en un combate sin armas.
-
Genio Criminal: Fisk es un genio criminal y un planificador y organizador altamente cualificado. Emplea a numerosos secuaces, científicos e incluso superhumanos, casi todos los cuales le son ferozmente leales debido a la dedicación, el miedo o ambos.
-
Fuerza de Voluntad Indomable: Fisk tiene una gran fuerza de voluntad y, aunque le sería prácticamente imposible resistir a psíquicos de primer nivel como el Detective Marciano o el Profesor Xavier, podría oponer resistencia a los ataques psíquicos de individuos como Zebediah Killgrave, el Hombre Púrpura.
-
Políglota: Fisk habla con fluidez inglés, español, mandarín, japonés, ruso, italiano y comprende con bastante profundidad otros idiomas.
-
Vasta Red de Influencia y Amplísimos Recursos Económicos: Fisk es dueño de varios conglomerados de empresas legítimas, de una red de delincuencia organizada que se extiende por toda la Costa Este de los EEUU y tiene contactos y aliados en la policía, la judicatura, la política e incluso agencias federales como el FBI.
-
Experto en el Manejo de Armas de Fuego y Armas Blancas: Su entrenamiento marcial le permite utilizar con gran habilidad armas blancas como navajas, cuchillos, armas de filo arrojadizas o herramientas de esgrima como la Katana o el Bo. Es bastante hábil en el uso de armas de fuego, cortas y largas.
Debilidades:
Sus principales debilidades son su esposa Vanessa, su orgullo y su comportamiento paranoico.
Fisk valora por encima de todo la paz que le proporciona su esposa. Es la única persona en el mundo capaz de darle esa serenidad interior que busca. De tal forma que cualquier amenaza contra ella o cualquier indicio de que pueda sufrir algún daño le hará perder el temple. Cualquier amenaza contra Vanessa le hará perder la frialdad y le podrá hacer cometer errores de cálculo tanto en lo que a sus planes respecta como en combate. Pondrá siempre por encima las necesidades de Vanessa a las suyas propias y sería la única forma incluso de que abandonase sus actividades criminales.
Su paranoia puede hacerle ser injusto con quienes realmente le son fieles por desmanes reales o imaginarios. Fisk premia la lealtad y castiga duramente la disidencia. Kingpin ve traiciones o puñaladas por la espalda en todos sitios y su extrema cautela puede hacerle crear focos de conflicto entre sus subordinados donde antes no los había. Esto le hace más vulnerable a ataques "poco ortodoxos" y una buena forma de contrarrestar a Fisk sería crear disensión en sus propias filas.
Su orgullo le hace vulnerable a la crítica y los ataques personales o las humillaciones le harán obcecarse. Fisk no olvida una afrenta y una simple falta de respeto (o lo que él crea que lo es) pueden llevarle a obsesionarse y perder el foco de los asuntos realmente importantes. También está extremadamente orgulloso de su condición física y es capaz de continuar un combate contra un enemigo claramente superior en el plano físico solo por mantener su visión sobre sí mismo aunque racionalmente eso le lleve a una derrota aplastante y evidente. Su narcisismo, además, le suele llevar a infravalorar a sus oponentes.
Equipo:
Fisk no suele llevar equipo de combate más allá de algún arma de fuego (cuando es estrictamente necesario) o el uso ocasional de un bastón que esconde dentro una hoja de esgrima. Por lo general, suele dejar que sus matones y asesinos hagan el trabajo sucio.