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Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre)
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Tema: Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre) 1st Agosto 2020, 01:05
Era veintiuno de junio. Día en el que tenía lugar la celebración del Midsummarblót. La época del año en que tenía lugar el solsticio de verano. Entrelazado con el ciclo solar en esta festividad se conmemora la muerte del dios solar Balder. Con la representación de la pérdida de la encarnación del sol las horas de luz bajan hasta llegar al mínimo de luz solar. Tras el máximo esplendor del sol comenzará a reinar la oscuridad cada día un poco más. la oración a los dioses y la ofrenda a los mismos, donde la oración servía para pedir favores o ponerse en contacto y la ofrenda para aplacar la ira o dar las gracias a los dioses.
Todo el templo se mostraba muy emocionado ante una de sus grandes festividades. El jolgorio y la alegría estaban presentes por doquier. Qué se pudiera festejar ese día por todo lo alto era el fruto de un arduo trabajo compartido. Millie la sacerdotisa más joven y de origen midganiano había hecho una gran labor propagandística de de Midsummarblót. Había realizado, impreso y repartido folletos. También se había anunciado y difundido por las redes sociales.
Acorde a las virtudes nórdicas, era una celebración que invitaba a cualquiera que quiera disfrutar del día en compañía de los fieles al culto asgardiano. El principio de hospitalidad obligaba a él templo siempre acogiera a quien lo pidiera. Tanto en época de labor como en época de festividad. Abrir la fiesta a la población en general hacía que el culto asgardiano fue más conocido y eso les venía muy bien para captar fieles y colaboración.
En el terreno exterior del edificio de culto se habían dispuesto grandes mesas de madera, que se habían cubierto con manteles rojos. Flores naturales, ramas de roble y acebo, velas naturales y piedras: jaspe, jade, venturina, ojo de tigre, esmeralda, rubí y ámbar, decoraban las mesas y sobre ellas había comida y bebidas típicas. Frutas y verduras de estación en grandes cantidades, vino blanco dulce, aguamiel, cerveza y dulces de frutas. Las comida a base de carne se habían hecho con los sacrificios de cerdos y caballos. El ritual de sacrificio había tenido lugar al amanecer, con la primera luz del día. Al ser tan temprano tan solo habían acudido los oficiantes, los sacerdotes y los fieles más fervorosos. El sacrificio se hacía en honor de los dioses Æsir, Vanir, Dísir y Landvættir. El culto asgardiano creía que la sangre era un elemento mágico que poseía poderes y propiedades sobrenaturales. Por ello solían salpicar con la sangre de los sacrificados la zona donde se iba a realizar la celebración. En varios calderos situados sobre fogatas se quemaban ruda, versaba y artemisa para purificar.
Edward Johns DC Universe
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Tema: Re: Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre) 10th Septiembre 2020, 10:12
Hacia un sol de cojones, el verano era la época del año que menos le gustaba a Edward ¿La razón? Su ciudad se llenaba de paletos llenos de esteroides hasta las cejas, mujeres que iban en busca de un capullo al que cepillarse y vendedores pretenciosos que intentaban sablar a todo aquel con el que se cruzasen ¿Cuál era su respuesta en aquellos momentos? Moverse por el país y mantenerse distraído hasta que aquella época hubiera pasado…
En aquellas semanas no había mucha actividad demoníaca, por lo que Edward se lo estaba tomando como unas vacaciones, llegaba a una ciudad, estafaba a algún idiota para que creyera que su casa estaba embrujada, se quedaba unos días y luego cambiaba.
Ahora había llegado el turno de New York, mientras paseaba por la ciudad se había cruzado con una mujer que le entregó un folleto, normalmente pasaba de las cosas que le daban posibles miembros de una secta, sin embargo, cuando leyó que se trataba de una celebración del Midsummarblót decidió que podía ser interesante ir a comer y beber gratis, así como documentarse sobre otras culturas, no era frecuente, pero en alguna ocasión se había enfrentado a criaturas sobre las que no tenía mucho conocimiento y, tal vez, empaparse en otras caminos del saber podía ser instructivo, además ¿Quién sabía? Tal vez se encontrase con alguna chica interesante que estuviera dispuesta a instruirle en ‘otras culturas’.
Se había presentado allí bien temprano, cuando prácticamente habían acabado de hacer el sacrificio y estaban utilizando la sangre del mismo para, de alguna forma, bendecir el lugar donde la celebración se iba a llevar a cabo…
El exorcista se había vestido bastante elegante para la ocasión, iba con una camisa blanca impoluta, una corbata negra a juego con un chaleco color gris ceniza, llevaba unos pantalones de vestir del mismo color y los zapatos iban a juego con la corbata, llevaba unas gafas de sol que ocultaban parcialmente su rostro…
Spoiler:
Paseó por el lugar en silencio, intentando no interrumpir a aquella gente, se trataba de una cultura bastante interesante, Edward no sabía mucho acerca de los asgardianos, habían llegado con la colisión, como muchas otras culturas y razas, lo que significaba más problemas para él, se detuvo unos instantes, vio a una mujer rubia de pie que hablaba con un par de hombres, estos afirmaron y se marcharon, Edward se ajustó la corbata y caminó hacia ella:
-Disculpe ¿Sabe si puedo coger ya una bebida? ¿O tengo que esperar a que los novios corten la tarta? -
Tema: Re: Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre) 22nd Septiembre 2020, 15:26
Millie era una joven atractiva y delgada. De cabellos sedosos de un apasionado color chocolate. Su piel tiene un color canela y sus intensos, grandes y castaños ojos captaban la atención de multitud de personas. Ella se había levantado temprano para realizar el ritual. La mañana no era muy fresca, lo que indicaba que aquel día haría bastante calor. Llevaba un vestido largo y blanco. Con decoraciones de motivos vegetales de color dorado en los hombros, el escote, la zona del estómago y los laterales de las caderas. Siempre iba muy cuidada y maquillada. Siempre tenía un apariencia hermosa y perfecta. Su deslumbrante sonrisa y su amabilidad acompañaban en sintonía a su cuidado look. Se mostraba bella y alegre.
Sigrid, la sacerdotisa principal del templo se mostraba gloriosa. Estaba vestida con un vaporoso vestido blanco Era una mujer de mediana edad, de rasgos serenos y amables. Su cabello era canoso y largo. Lo llevaba recogido en un moño hecho con una trenza. Millie se situó a su lado, ayudándola en todo lo que necesitaba. Sigrid se subió a un templete preparado para la ocasión. Se puso de cara al poco público que había a aquellas horas tan tempranas.
- No hay nada más sagrado que la vida. La sangre, ese líquido vital que fluye por cada humano y cada animal, es una profunda fuente de magia. Hoy venerando a nuestro amado Dios de la Luz, el honorable Balder, ofrecemos en su nombre un gran fiesta para glorificar su sacrificio y todas las virtudes que representan. Gracias, oh gran Dios de la Luz, por morir y resucitar. Por traer a tu pueblo honor y las virtudes de la primavera y la resurrección. -
En un momento dado trajeron dos poderosos carneros para el sacrificio. Millie sabía que le tocaba a ella iniciar el ritual. Estaba nerviosa. Ella nunca había hecho algo como aquello. Nunca había luchado ni herido a nada ni nadie. Quitarle la vida al animal era algo que le producía un sentimiento contradictorio. Por un lado no quería hacerlo y por otro sabía que era necesario, que era algo que dictaba su fe. Su mano temblaba y tragó saliva.
- Dame tu mano y yo la guiaré.- dijo Sigrid y tomó la mano enguantada de Millie. Con la precisión y rapidez que da hacer algo más de un millón de veces, la gran sacerdotisa del templo asgardiano rajó el cuello del animal en un instante. La sangre empezó a brotar y Millie se manchó un poco. Se sintió un poco impactada por ver la muerte del animal y la sangre de este correr. Bajo los animales había unos barreños que recogían el líquido vital.
Tras el primer animal, Millie y Sigrid mataron al otro carnero. Después trajeron tres cabritos y algunos conejos. Todos fueron sacrificados y desangrados. Cuando se llenaron los cuencos situados bajo los animales, se llevaron los cuerpos inertes de estos. La sangre lleno un gran caldero y se puso al fuego. Mientras Sigrid decía una oración y santificada la sangre, Millie echaba a al caldero muérdago y hierbas sagradas. Dejaron cocer un poco el mejunje y luego llenaron cazos. Con los cazos fueron derramando la sangre sobre el terreno. En otro lugar del templo, la carne de los animales sacrificados se preparaba para cocinarse.
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Brunilda llegó a la celebración más tarde que las sacerdotisas. Después de todo, ella no realizaba ningún acto especial. Además, había visto el sacrificio miles de veces en su larga existencia. Confiaba en que a Millie todo le fuera bien. Después de todo ella era la vidente y joven promesa del templo. Desde que había llegado había sido una mujer con muchas ganas de aprender y trabajar por el bien de su kindred.
Se había puesto, por consejo de Millie, un vestido entubado de color blanco y dorado. Parte del vestido era semitransparente y dejaba entrever su entrenador y hermoso cuerpo de guerrera asgardiana. Los detalles en oro recorrían el vestido de principio a fin dando a Brunilda la sensación de belleza ideal. Como alguien etéreo e inmaterial. Estaba hablando con varios jóvenes del templo con una hidromiel en mano cuando un hombre se les acercó. Preguntó a la Valquiria por la comida y está asintió. No captó muy bien el chiste de la boda, ya que, en la cultura asgardiana todo se celebraba de igual manera. Tan importante era el Midsummarblót como que dos o más personas procesasen su amor y jurasen estar juntos hasta el fin de sus vidas compartiendo un mismo camino.
- Por supuesto, la comida está ahí para ser comida. Sírvase cuánto guste.-
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Tema: Re: Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre) 23rd Septiembre 2020, 09:23
Edward observó por unos instantes el atlético cuerpo de la mujer, resaltado por aquel vestido vaporoso que poco dejaba a la imaginación, le dedicó una sonrisa a la chica cuando esta le indicó que podía beber y comer cuanto quisiera, que para eso estaba allí la comida, el exorcista miró algo inquieto hacia los lados, parecía que su broma no había encajado bien y ahora se sentía algo idiota, habría invitado a la mujer a beber, pero no quería volver a verse en la misma situación:
-Bueno, nos vemos por ahí. – Y se encaminó a una de las mesas, en ella había un grupo de gente a la que preguntó si podía sentarse, estos le respondieron con efusividad que por supuesto, se sentó en la misma y se sirvió una jarra de hidromiel…
---
Habían pasado unas cuantas horas desde que el mago hubiera llegado, la luz del atardecer inundaba el espacio, pronto sería de noche, ya había ido rotando de mesa en mesa, comiendo, bebiendo y hablando con sus nuevos amigos, le habían estado explicando cosas interesantes, al parecer se trataba de una cultura muy antigua en la que aún residía una magia tribal y primitiva, nada que ver con lo que él conocía pues las formas de enfrentarse a demonios actuales eran métodos muy modernos en comparación con algunas de las corrientes de aprendizaje que había por el mundo.
Johns estaba en una mesa hablando con un hombre barbudo, ya era su séptima jarra de hidromiel y su aspecto impoluto había desaparecido, no sabía en qué mesa había dejado sus gafas de sol, llevaba el chaleco abierto, la camisa desabotonada por el cuello y la corbata aflojada:
-Yo creo amigo…- Paró unos instantes a recapacitar sobre lo que iba a decir: -…Que…- Observó a su alrededor, le había parecido ver algo que se movía por el rabillo del ojo, le hizo un gesto a su acompañante y se dio la vuelta, allí estaba, la mujer de antes, seguía impoluta y perfecta, o esa era la impresión que podía captar un borracho: - Lo siento colega, tengo algo pendiente. – Se intentó adecentar lo más rápido que pudo abrochando el botón de la camisa y subiendo la corbata y se puso en pie con media jarra en la mano, se dirigió rápidamente hacia Brumilda:
-¡Hey! Buenas…Joder, los asgardianos si que sabéis montaros una buena fiesta cielo… - Dio un trago a su jarra: - Antes no me he presentado, me llamo Edward Johns ¿Quieres que tomemos una copa juntos y charlemos? – Le señaló una mesa vacía que tenían a su derecha y le dedicó una sonrisa: - Tengo algunas preguntas y creo que prestaré más atención si es una chica guapa quien me las explica. -
Tema: Re: Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre) 6th Octubre 2020, 19:46
Tras contestar a Edward sobre la comida y bebida de aquella festividad, Brunilda se dirigió a hablar con algunas personas que conocía del templo. Parecía que ante la llamada de una festividad al aire libre con alimento y bebidas habían acudido muchos midgarianos. Después de conversar un poco sobre cosas un tanto triviales con Dustin, un joven de cabello pelirrojo y rizado con un intensa mirada verde llena de honestidad, fue a conversar con la joven y futura sacerdotisa mayor del templo. Millie se había desvivido por preparar todo ese evento. Había invertido mucho tiempo y dedicación para dar a conocer la festividad asgardiana y así poder llegar a muchos y nuevos posibles fieles. La guerrera asgardiana tenía que felicitar a esa joven tan vital y que se esforzaba tanto porque el templo viviera y se revitalizar. Era esperanzador ver cómo esa tierna florecilla estaba tan afanada en su trabajo.
Al llevar un tiempo conversando con la morena, más que conversar era un medio monólogo donde Millie con su desbordante alegría y de charlaba y Brunilda asentía con la cabeza o mediante ruiditos, se dió cuenta de que el joven Dustin estaba mirando mucho a Millie. La valquiria sonrió traviesa. ¡Ah el amor juvenil! Así que decidió dejarle al pelirrojo la oportunidad de cortejar a su bienamada sacerdotisa. Brunilda se despidió de Millie con la excusa de que tenía que realizar unas gestiones. Pasados unos instantes de que la guerrera asgardiana había dejado a la youtuber sola, se acercó a ella Dustin y comenzaron a hablar animadamente.
La música empezaba a sonar y el joven invitó a la sacerdotisa a bailar con él. Desde una esquina con una copa en la mano miraba Brunilda nostálgica. Millie al principio rechazó pero tras la graciosa insistencia de Dustin decidió bailar con él. La guerrera asgardiana se fue alejando un poco más de los jóvenes al ver que iba bien encaminada la situación.
La tarde transcurría con jolgorio. Había música, juegos, competiciones con premios, trovadores y cuenta-cuentos. Hubo momentos donde se aprovechó para para difundir la cultura nórdica contando el mito de la muerte de Balder el valiente y como van disminuyendo las horas de luz tras el solsticio por la muerte del dios de la luz. Las horas iban pasando y la mañana se convirtió en mediodía y el mediodía en tarde. El sol empezaba a descender y la luz se pagaría hasta un nuevo día.
De golpe Brunilda fue llamada por Edward. La rubia le miró y sonrió con las palabras que le había dirigido. La primera vez no se había fijado en la apariencia del exorcista. Ahora se percataba de que era un hombre bastante agraciado.
- Sabemos hacer muchas cosas bien- alzó su jarra y susurró un Sol.- Brunilda. Será un placer. ¿Qué es lo que deseas saber?-
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Tema: Re: Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre) 7th Octubre 2020, 07:45
Levantó su jarra en respuesta de la chica y no le pasó desapercibido el comentario ¿A qué se refería exactamente? Algo le decía que antes de que acabase el día lo iba a descubrir. Ambos caminaron hasta la mesa y Edward dejó su jarra sobre la misma, miró a la mujer y empezó el interrogatorio: - Verás, me parece curioso cómo todas las culturas y religiones giran en torno a las mismas figuras…- Hizo girar su jarra sobre la mesa: -…El sol, los cambios de estación ¿Cuánto tiempo lleva existiendo el pueblo asgardiano? Me parecería muy interesante llegar al punto común de todas… -Dio un sorbo rápido de su jarra, luego, se limpió con el dorso de la mano los labios y continuó: - ¿Vuestro pueblo donde tiene su origen? ¿Sois humanos? Y…-
Edward guardó silencio, a veces se entusiasmaba demasiado queriendo aprender nuevas cosas, sonrió y dijo: - Disculpa, tal vez son muchas preguntas cielo, no quiero ser el típico pelma que agobia a la chica en la primera cita. – Le guiñó un ojo y entonces terminó su jarra: -
- ¿Quieres algo más? – Preguntó mientras se levantaba para indicar a una chica que llevaba una bandeja de cordero que les dejase en la mesa y luego a otro chico, también joven, que les dejase bebida, una vez estuvieron servidos, comieron y bebieron mientras conversaban sobre varios asuntos, ella le explicó nuevos detalles sobre su cultura, Edward hacía bromas y aportaba algún dato de sus conocimientos en la cultura cristiana, y así, poco a poco, la noche les fue envolviendo en su regazo.
Las estrellas brillaban en el cielo con intensidad, la luna aportaba una luz cristalina al recinto dónde se estaba llevando a cabo la celebración y alrededor de las mesas se habían encendido una serie de antorchas que aportaban al lugar un ambiente cálido y distendido, Edward y Brunilda llevaban casi una hora charlando, comiendo y bebiendo, casi se habían bebido dos jarras cada uno y Johns no entendía cómo la chica apenas parecía embriagada mientras él, cada vez, sentía cómo el alcohol le inundaba los sentidos:
-Bien…Bien…Buena esa…- La chica acababa de hacer un mordaz comentario sobre el mago y su corte de pelo, y él respondió con una risotada: - La verdad, te contaré un secreto, me lo corto así para evitar que se me vean las canas. – Levantó los hombros en un gesto de indiferencia y sonrió, se había quitado el chaleco y la corbata y los había dejado apoyados en el banco dónde se sentaban, sus ojos miraban con intensidad a la mujer: - ¿Y qué hay de ti? ¿En tu tiempo libre te dedicas a pelear con Buffalos? Vaya bíceps. – Palpó el brazo de la mujer mientras la miraba a los ojos con un destello burlón, las yemas de sus dedos rozaron su piel con una suavidad inusitada para alguien en su estado: - Espero no enfadarte esta noche y que me des un puñetazo, probablemente sería lo último que haría. – Soltó su brazo y volvió a su asiento mientras reía: - Joder, hace calor eh. – Se empezó a arremangar la camisa mientras miraba a su alrededor, el número de asistentes parecía que había aumentado, todos se apiñaban en mesas, cantaban, comían, bebían, gritaban…Todo era una gran fiesta, Edward lamentó haberse perdido tantas en su vida:
- Oye, que te parece si cuando la fiesta acab…- Se quedó a medias en su propuesta, notó una sensación extraña, su cabeza por un momento se volvió volátil, sintió una agitación por dentro, algo no estaba bien…Miró a su alrededor, buscó de qué podía tratarse ¿Un demonio? No, la sensación era distinta, de hecho, sólo había sentido aquello una vez en su vida:
- Hijo de puta…- Murmuró el exorcista para si cuando por fin comprendió de que se trataba, a lo lejos una figura conocida caminaba entre las mesas, muchas miradas, tanto de hombres cómo de mujeres se dirigían hacia la misma al pasar, la oscuridad parcial no acababa de desvelar de quien se trataba, aunque Edward lo tenía bastante claro: - Cabrón, cabrón, c….- Elian pareció mirar hacia dónde ellos estaban ¿Le había visto? Mierda.
Suspiró e intentó ocultarse tapando su cara con la mano: - Disimula cielo, hay por ahí un capullo al que creía que el cataclismo este de las pelotas habría hecho desaparecer. – Pero estaba claro, mala hierba nunca muere, y el muy cabrón seguía entero y de una pieza, y, al parecer, seguía siendo el mismo jodido Romeo de siempre ¿Un puto banquete lleno de capullos supersticiosos y borrachos? ¿Cómo iba a perdérselo el psicópata número uno del país? Aquello podía ser un jodido buffet libre.
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Ficha de Personaje Alias: Ninguno Nombre real: Elian Iquelo Universo: DC Universe
Tema: Re: Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre) 7th Octubre 2020, 10:45
La noche del solsticio de verano había estado tradicionalmente envuelta en un halo mágico, siendo posiblemente una de las favoritas del año para Elian después de Beltane porque tenía su origen, como casi todas las grandes cosas, en una historia de amor trágico, la de dos amantes que sólo podían tocarse al amanecer y al atardecer, condenados a perseguirse y a mirarse desde lejos durante el resto del tiempo.
Para las primeras comunidades, el Sol estaba enamorado de la Tierra, a quien se negaba a abandonar a partir de la llegada del solsticio de verano, la noche del 21 de junio, cuando los días se irían acortando. De esta manera, celebraban el instante en que el Sol se mostraba a la Madre Tierra, su cuerpo terrenal exuberantemente fecundo y sensual, abrazando al Dios Solar en el cenit de su esplendor y poder para dar la bienvenida al buen tiempo. Al ser la noche más corta del año, las antiguas sociedades creían que era el momento ideal para ahuyentar los malos presagios y atraer el amor y la fertilidad, mediante los rituales alrededor del fuego y el agua.
En otras tradiciones, la amante del sol no era la Tierra, sino la luna, y pensaban que era en la noche del solsticio de verano cuando renovaban su promesa de amor celebrando su boda y sellando su unión con un beso en el que la luna cubriría al sol con un eclipse bordeado por un anillo de fuego, demostrando así el triunfo de la luz sobre la oscuridad.
Era el día más largo del año, el que señalaba el inicio de la temporada de verano y la cosecha, por lo que se le relacionaba con la fertilidad. En Suecia, las mujeres solteras pensaban que, si recogían varias clases concretas de flores y las colocaban bajo su almohada, soñarían con su futuro esposo, algo similar a la tradición del Klidonas en Grecia, lo cual no hacía más que ahorrarle el trabajo a Elian, quien, por una noche, no necesitaba esforzarse para recrear los sueños de sus víctimas porque todas deseaban lo mismo y él estaba más que encantado de proporcionárselo. Aquella era una noche en la que el íncubo podía satisfacer todos sus apetitos y quedar saciado.
Hasta que Roma y el Cristianismo se impusieron, restando toda la magia a la festividad. La sociedad cristiana absorbió esta tradición de origen pagano y la convirtió en la conmemoración del nacimiento de San Juan Bautista, que según lo establecido en la Biblia, nació el 24 de junio, fecha en la que pasaron a tener lugar las celebraciones que hasta ahora habían honrado al sol.
Por eso, Elian disfrutaba acudiendo a las escasas celebraciones que aún mantenían el espíritu de las antiguas tradiciones antes de que el Cristianismo arrasara con todo, y aquél año no iba a ser una excepción. Los asgardianos eran personas con una líbido extraordinariamente alta, tendentes a dejarse arrastrar por sus pasiones, y su gran aguante favorecía que pudiera alimentarse de ellos sin tener que guardar tantas precauciones como con los humanos, por lo que Elian se había convertido en alguien bastante popular en el templo.
Aquella noche encontró muchas caras conocidas, pero fue una en concreto la que dibujó una amplia sonrisa zorruna en su rostro. Reconocía a la mujer que estaba con él, más por su renombre que por haberla conocido en persona. Brunilda era una persona muy importante en aquél templo, razón por la cual Elian había preferido siempre evitarla para minimizar posibles riesgos innecesarios. Según tenía entendido, era una poderosa valquiria, y el íncubo no sabía si poseería la capacidad de reconocer lo que realmente era. Sin embargo, tener la oportunidad de volver a medirse con Edward bien merecía el riesgo. La noche de su enfrentamiento fue una de las más excitantes que recordaba haber pasado en las largas, aburridas y tediosas décadas que llevaba en la Tierra.
- Buenas noches, dama y caballero -saludó al acercarse a la pareja-. Brunilda, ¿verdad? Es un auténtico placer -hizo una leve reverencia en dirección a la valquiria, pero fue la espalda del exorcista la que su mano izquierda recorrió subrepticiamente, demorándose un poco más tiempo del necesario en su base. Su mirada pronto se desvió hacia él con una expresión de claro deleite-. Edward... -ronroneó, paladeando su nombre como si estuviera untado en miel-. Qué inesperado placer encontrarte aquí... ¿Por fin te has animado a abandonar las aburridas prácticas cristianas para probar las delicias prohibidas de los rituales paganos?
Le miró con un brillo divertido en la mirada, esperando su respuesta.
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Tema: Re: Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre) 13th Octubre 2020, 15:57
Hizo un gesto con la mano indicándole a Edward que no pasaba nada con su multitud de preguntas. Sí que se sintió un poco abrumada porque ese no era mucho el terreno en el que se movía. Intentaría responder con su experiencia vital.
- No sé de nada más que de lo propio de mi cultura. No sé si puedas aunar las diferentes fes en el mismo crisol porque es como querer mezclar el agua y aceite. - se acercó para susurrarle- además te has confundido un poco de mujer.- se rió.- las dudas que tienes son para las sacerdotisas - inconscientemente su mirada se volvió hacia Millie. La morena se lo estaba pasando bien hablando con Dustin y con otros miembros de la congregación de unas edades similares a la suya.- te puedo decir yo que yo pienso pero no tengo misterios de fe, ni soy cronista ni siquiera cuento bien más historias.- dió un largo trago a su copa pensando en cómo responder esas cuestiones que a ella por su labor le eran un tanto ajenas - Desde la misma existencia del tiempo. - Se rió bastante con lo de si era humanos. - no bastante lejos de ser humanos, pero sí que hibridamos. Es que creo que estás mezclando dos conceptos. Los asgardianos provienen de Asgard. Son una raza antigua dónde tienen su origen múltiples dioses. Hoy en esta fiesta no habrá ni tres si me contamos a mí. Tenemos muchos creyentes midgarianos. Estos son nuestros creyentes, algunos son descendientes de asgardianos con midgarianos.
- Por supuesto. Los asgardianos tenemos muy buen beber- comentó simpática. Tomó de los meseros varias cosas; frutas, carne y sobre todo buen hidromiel. Todo lo que le contaba el exorcista era nuevo para la rubia nunca había indagado ni tuvo la necesidad de culturizar en otras creencias y fes.
Entre amenas palabras fue cayendo la luz y la noche fue cubriendo la ciudad de Nueva York con su oscuro y silencioso manto. Era una noche estrellada y cálida. Los músicos tocaban una música suave y lenta acordé a él símbolo hecho de la muerte de la luz.
- Los asgardianos y sobre todo los de carácter divino tenemos unas etapas vitales más largas. Thor, Balder, Loki y yo hemos vivido milenios y sin embargo estamos lejos de la edad donde nuestro cabello empieza a presentar las primeras nieves. Nuestra cultura lo lleva largo. Es algo así como una antigua tradición. Quizá nos parezca bello. Realmente no sé por qué es- dio un largo trago a su copa.
Los ojos azules se abrieron de par en par ante la pregunta del exorcista y luego se dió cuenta de que era un midgariano. Las costumbres y los símbolos culturales eran bastante diferentes. La rubia se rió con ganas.
- Perdón, me ha pillado desprevenida y eso hace mucho que no me pasa. Pensé que era evidente por las historias y los símbolos. Yo soy una valquiria; una diosa de la muerte y emisaria del destino.- en los labios de la asgardiana se perfiló una sonrisa traviesa. - Te daré unos azotes si me los pides. - dijo sensual e insinuante.
Parecía que la fiesta se iba a mover a un ambiente más privado y la valquiria estaba más que dispuesta a disfrutar de un show privado. Sin embargo, Edward se quedó un poco traspuesto. Su mirada estaba fija en alguien que se encontraba entre la multitud. El exorcista gritó un improperio y Brunilda le acarició el brazo suavemente en señal de apoyo. Luego, le explicó la situación a la valquiria. El rostro apacible y sereno de Brunilda adquirió un matiz más serio y aguerrido. ¿Qué quería decir Edward con que era un cabrón? ¿Era mala persona o una persona peligrosa?
- ¿Es alguien peligroso? Sí puede atentar contra la seguridad de mi pueblo y de los invitados me veo obligada a actuar.- comentó desconfiada y preventiva la Valquiria.
A ellos se acercó el desconocido. Era un atractivo moreno de ojos azules. Brunilda era terriblemente susceptible a la magia. No cómo otros de sus congéneres. Había de todo entre los de su raza, unos más dorados en artes místicas y otros como ella más necios y negados en ese campo. Por lo que cayó en el sortilegio que tenía el moreno para cautivar a la gente a pesar de sus nefastas habilidades sociales. Las reticencias que mostró en un principio con los comentarios del exorcista desaparecieron.
- La misma.¿Me requería por algo, my lord?-
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Tema: Re: Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre) 14th Octubre 2020, 08:36
A Edward le gustaba hacia donde se dirigía la conversación con la Valquiria, pero la llegada de Elian lo fastidiaba todo, a no ser…El exorcista dibujó una sonrisa y contestó a la pregunta de la mujer: - No te preocupes cielo, es un socio de negocios, nada más peligroso que un gato. – Podía evitar una desgracia si jugaba bien sus cartas, y, además, podría aprender más de aquella criatura: - Vaya Elian, inesperado desde luego ¿Un placer? Es pronto para decirlo. – Le dedicó una sonrisa cínica y entonces hizo un gasto con el brazo, cómo señalando todo el lugar: - ¿Cómo iba a perderme una fiesta así? Chicas guapas, comida y bebida ¿Qué más puedo pedir? –
El mago sonrió y sirvió una jarra para su nuevo invitado: - ¿Por qué no te sientas con nosotros? Estaba tomando algo con mi nueva amiga, es una valquiria ¿Sabes? Podría arrancarnos la cabeza a los dos con una mano y seguir bebiendo con la otra. – Estiró la jarra enfrente a su lado, indicando al recién llegado que se sentara a su lado: - Creía que el cataclismo este de las pelotas te habría hecho desaparecer, pero veo que no tendré tanta suerte. – Johns rio cómo si se tratase de una broma, aunque, en el fondo, le habría gustado que aquel tipo hubiera desaparecido, todo habría sido más conveniente: - ¿Qué ha estado haciendo últimamente señor Iquelo? ¿Sigue haciendo que sus trabajadores se queden despiertos hasta tarde? – Se llevó la jarra a los labios, su mente se había despejado repentinamente, ahora necesitaba estar fresco y atento, su instinto de cazador le había puesto en un estado de alerta.
Elian habló un buen rato, el muy capullo se encantaba a si mismo y disfrutaba con cada palabra que salía de esos perfilados labios, luego Brunilda estuvo hablando también, los tres establecieron una conversación a tres bandas sobre nimiedades, una cosa estaba clara para Edward tras observar a la mujer, había caído en una especie de influjo provocado por el moreno, pensó en silencio unos instantes mientras escuchaba la conversación y entonces dijo:
- ¿Por qué no jugamos a un juego…? Así haremos esta velada más entretenida… -Les dedicó una sonrisa galante a ambos y pasó a explicar su idea: - Es un juego de beber, se llama; yo nunca, nunca. Al que le toca hablar dice algo que nunca haya hecho, y si lo habéis hecho, bebéis un trago ¿Qué os parece? – Edward cogió su jarra sin esperar respuesta: - Venga, yo haré la primera ronda y a ver que tal, luego le tocará a Elian y luego a ti cielo. – Se paró unos instantes con la jarra en el aire, pensando una primera pregunta, entonces, miró a Elian, luego a la rubia, chasqueó la lengua y dijo: - Yo nunca, nunca…Mmmhhh…- Siguió con la jarra en alto y entonces murmuró: - Yo nunca, nunca…He provocado que alguien se quedase tan agotado que no podía ni moverse…Y que conste, lo digo en cualquier sentido. – Miró a Brunilda y le guiñó un ojo, en tono juguetón, cómo si estuviera coqueteando con ella, aunque, en realidad, aquella lanzada era hacia Elian, una forma de decirle que tuviera cuidado, que no se olvidaba de lo que era capaz.
El mago sonrió y se llevó la jarra a los labios en respuesta su propia frase, dejando que el hidromiel entrase a través de su garganta, sintiendo el reconfortante abrazo del alcohol en su cuerpo.
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Ficha de Personaje Alias: Ninguno Nombre real: Elian Iquelo Universo: DC Universe
Tema: Re: Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre) 2nd Diciembre 2020, 01:27
- Mmmmm.... -el íncubo tomó la mano de la asgardiana con la suya y se inclinó para depositar un suave y gentil beso en la palma mientras la miraba intensamente-. Si fuera por mí la requeriría para muchas cosas... Pero no sé si mi colega me lo permitiría... Espero no haber interrumpido nada importante...
Edward habló entonces de las virtudes de la fiesta y Elian sonrió, aceptando la jarra de hidromiel que le ofrecían.
- A lo que has dicho yo añadiría la presencia de hombres interesantes -añadió como quien no quiere la cosa, dándole un trago a la bebida sin dejar de mirar al mago por encima del borde de la jarra-. Pero claro, según creo recordar éso no te iba... ¿no? Y sí, soy perfectamente consciente de lo que es una valquiria. No es la primera vez que visito éste templo. Hasta ahora siempre he sido bien recibido aquí. Los asgardianos son una cultura apasionada -dijo dedicándole a Brunilda una sonrisa amigable.
Para la valquiria no sería más que un halago acerca de las virtudes de su cultura, quedando el verdadero significado de sus palabras sólo al alcance del mago, de la misma manera que sólo Elian captaría la verdadera intencionalidad de lo que, a oídos de la asgardiana, no sonaría más que como una broma inocente entre colegas. La carcajada suave del íncubo no hizo más que abundar en esa impresión, y ni siquiera fue fingida. A Elian realmente le hizo gracia el doble sentido de aquél comentario. Tenía gracia que fueran, en cierto modo, enemigos, y que estuvieran intercambiando toda una conversación velada sin que Brunilda se diera ni cuenta de lo que estaba ocurriendo.
- Bueno... no iba a dejarte escapar con tanta facilidad -dijo, burlón, mientras daba un nuevo sorbo a su jarra-. Si mal no recuerdo, me debías un beso, y no soy alguien que renuncie fácilmente a sus deseos, deberías saberlo. Respecto a lo que he estado haciendo últimamente... psé, nada nuevo -se encogió de hombros-. Sí... el mundo de la publicidad es exigente. A menudo debemos trabajar fuera de horario para poder llegar a los objetivos y cumplir con los plazos.
El tiempo pasó mientras charlaban sobre trivialidades, hasta que, finalmente, el americano propuso un juego. Elian alzó una ceja, levemente intrigado ante su propuesta. No podía negar que la idea le atraía. Una parte importante de su rutina de caza consistía en aprender lo máximo posible acerca de sus presas para poder elaborar para ellos los sueños más deliciosos y placenteros, por lo que un juego de esa naturaleza era algo que le podía resultar muy útil. Tal y como ya se había ocupado de dejar claro, no había renunciado a probar la esencia del mago, y dado que él estaba enterado de su naturaleza podía tratar de convencerlo para que se sometiera a su poder sin necesidad de ningún intercambio sexual o físico, por lo que se hacía aún más necesario averiguar lo máximo posible acerca de él. El sexo siempre era la salida fácil. Era lo que a casi todo el mundo le causaba más placer, pero Elian veía ésta clase de retos como algo excitante que le distraía de su aburrida y monótona existencia. Si acaso, estaba más empeñado que nunca en hacerlo suyo.
- Desde luego es interesante -afirmó-. Me uno.
En sus labios se perfiló una sonrisa cuando escuchó la primera afirmación del mago. Aunque Edward se volvió hacia Brunilda, era bastante evidente que aquello había ido totalmente dirigido hacia él. Así que así iba a ser... Al parecer iban a pasarse toda la velada lanzándose mutuamente pullas encubiertas sin que la asgardiana llegase nunca a enterarse de cuál era la situación real entre los dos.
El griego sonrió, alzó la jarra y tomó un largo trago, encogiéndose luego de hombros al mirar a uno y a la otra.
- Qué puedo decir... Nunca he tenido quejas... -afirmó, dirigiendo una mirada intensa al exorcista.
Brunilda posiblemente entendería que se estaba refiriendo a sus virtudes como amante, cuando la realidad era que si nadie había llegado a quejarse era porque, o no recordaban su encuentro a través del mundo de los sueños, o estaban muertos.
- Mmmmm... ¿el que hace la pregunta también tiene que beber? No has especificado eso en las normas -sonrió, dedicándole una maliciosa mirada-. Pero adelante, bebe... Mentiría si dijera que no me atrae la idea de verte borracho.
Una vez más, aquella afirmación sonaría totalmente inocente a oídos de Brunilda, pero la manera en la que Elian miraba al mago estaba repleta de peligro... y seducción...
- Veamos... Yo nunca, nunca... he traicionado a un miembro de mi propia raza. Y, al igual que aquí mi compañero, lo digo en cualquier sentido. Una infidelidad, un engaño, un robo, aunque sea menor...
"Un asesinato" continuaron sus ojos mientras sus labios callaban. Los mismos ojos que no se apartaban ni por un segundo de los de Edward, tan ávidos de ver su reacción como de consumir la deliciosa energía vital que palpitaba en su interior.
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Edward Johns DC Universe
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Tema: Re: Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre) 8th Enero 2021, 10:54
Edward observaba fijamente a Elian, como si de un felino que clavaba los ojos en un delicioso ratón al que estaba a punto de devorar, aunque por instantes era difícil decir quien era el gato y quien el ratón en aquel sutil y velado juego e intercambio que estaban llevando a cabo, con la valquiria de por medio: - Bueno, ya sabéis, si no se dice en voz alta, la regla no existe. – Dio un sorbo corto a su bebida y entonces aguardó en silencio mientras el otro hablaba:
- Bueno, quien sea inocente que lance la primera piedra ¿No? – Dio un trago en respuesta al planteamiento que acababa de hacer el empresario, extorsionar, robar, herir…Edward tenía una larga lista de pecados que le perseguía allá dónde iba, jamás había asesinado a alguien, al menos, no de forma directa, aunque…Miró a Elian a los ojos ¿Lo sabría? Es posible que ya se hubiera dado cuenta del demonio que implantó en el cuerpo de su trabajadora, es probable que aquella inocente pregunta fuera, en realidad, una amenaza velada: Se tu secreto. Eso es lo que quería decir realmente…
Johns sonrió mientras se limpiaba la comisura de los labios con el dorso de la mano, bien, si ese cabrón quería jugar, lo harían, pero hoy se iba a asegurar de descubrir de que se trataba, miró a la asgardiana, que parecía confundida con todo aquello, incluso incómoda, alguien la llamó desde otra mesa y aprovechó el hecho para excusarse y marcharse de allí, probablemente aliviada de no tener que cargar más con la tensión que había entre esos dos hombres. Cuando la mujer se hubo alejado lo suficiente Edward miró a Elian y murmuró:
-¿Qué es lo que sabes? – Sacó un cigarro y se lo puso en los labios, lo encendió con calma y dio una calada, mirando altivamente a la criatura que, con una sonrisa traviesa le devolvía la mirada: - ¿Cómo está la señorita Lloyd? – Dejó caer la ceniza en el suelo y se acomodó en el asiento: - Supongo que seguiste mi consejo…Linda puede ser ahora algo más temperamental. – Sonrió con sarcasmo y dio un trago a la jarra.
Mientras el alcohol cruzaba su garganta y bajaba lentamente Johns clavó los ojos en una mujer que paseaba por las mesas, se movía algo torpe, parecía estar ebria, miró a Elian un breve instante y luego de nuevo a la mujer, mientras retiraba la jarra de sus labios estos se iluminaron con una maliciosa sonrisa, la mujer pareció captar que Johns la miraba y se acercó a ellos lentamente, era rubia y llevaba el cabello recogido en una trenza, iba vestida con una simple túnica blanca vaporosa:
Spoiler:
- Se me ha ocurrido que podríamos hacer una cosa…- Murmuró el exorcista al hombre mientras la mujer se acercaba, dio una calada al cigarro y exhaló el humo mientras ella se apoyaba con las manos en la mesa y los miraba, primero a Elian acompañada de un suspiro, luego a Edward: - Buenas noches caballeros ¿Qué hacen aquí tan solos? – Edward sonrió, galante y le dijo: - Pues la verdad, hace un rato que te hemos visto y esperábamos a que vinieras a hacernos compañía…Esto… - Alargó la mano, ofreciéndosela y a la vez cómo un signo interrogativo: - Idunn…Me llamo Idunn. – La mujer le dedicó una sonrisa y cogió su mano para sentarse en el lugar que antes había estado ocupando Brunilda.
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Tema: Re: Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre) 9th Marzo 2021, 00:43
La vio partir con una suave sonrisa en la comisura de los labios.
- Figúrate... No habría esperado de una asgardiana que se sintiera incómoda ante una tensión ambigüa entre dos hombres -comentó, burlón, mientras paladeaba el dulce sabor de la hidromiel-. Pensaba que eran más tolerantes y... abiertos a las posibilidades... -concluyó mientras su mirada azul clavaba en el mago de manera penetrante-. Pero bueno... tampoco voy a extrañar su compañía. Se me hacía muy aburrida, aunque quizás a ti se te ha jodido la noche, ¿no? Qué lástima...
El exorcista respondió a su pulla con una pregunta directa y cortante: "¿Qué es lo que sabes?" Elian le miró, divertido.
- Caramba, señor Johns, ¿ya pasamos a los negocios? ¿Tan rápido? -inquirió burlón-. Pensaba que al menos podrías darme un poco de conversación antes de ir directamente al grano... Tus amantes no deben estar muy satisfechas contigo...
- ¿Cómo está la señorita Lloyd?
Elian estiró el brazo para dejar la jarra sobre la mesa antes de volver a reclinarse en su asiento y mirar a Edward directamente, sin que su perfecta y compuesta sonrisa se alterara nunca en lo más mínimo.
- Muerta, hasta donde yo sé -sus ojos volvieron a centrarse directamente en los del hechicero mientras enlazaba las manos sobre su regazo, sin pestañear-. Te contaré un pequeño secreto, Johns... Cualquier ser humano, por obtuso que sea, alberga un mínimo de creatividad en su interior. Esa chispa maravillosa que mueve al ser humano a crear, inventar, soñar o imaginar. El granjero tiene que decidir la mejor disposición para sus terrenos de cultivo, qué sembrar en dónde y con qué fin, el albañil tiene que ser capaz de visualizar el cuadro general de lo que está construyendo, el apicultor se las ingenia para llegar hasta la miel sorteando a las avispas, el jardinero crea obras de arte vivientes en los jardines, las modelos escogen qué ponerse, cómo combinarlo, y cómo posar... Podría darte infinitos ejemplos -separó sus manos entrelazadas para extenderlas ilustrativamente ante sí-. Camino por los sueños de las personas, Johns... He presenciado todo tipo de fantasías, y, hasta las más básicas, siguen siendo creaciones. El niño que sueña con su juguete favorito, o la romántica que sueña con cabalgar por una playa desierta al atardecer. El ser humano está hecho de sueños, Johns... La cosa que se encuentra ahora mismo en el cuerpo de Linda no alberga ninguno. Está totalmente seca, muerta. No podría alimentarme de ella ni aunque quisiera, y Linda había sido de las personas más creativas de mi empresa. Dado que es evidente que no está muerta... puesto que habla, anda y respira... Sólo puede ser... un demonio... Los demonios son las únicas criaturas vivientes que he conocido con esa capacidad nula de crear, sólo destruir. No tuve más remedio que despedirla, dado que se mostraba incapaz de cumplir con los objetivos mensuales de la empresa, ni de cumplir con las responsabilidades que había tenido Linda. A decir verdad, no tengo ni idea de cómo está, ni tampoco me importa.
Vio que la mirada de Edward se desviaba de él para fijarse en un punto detrás de su asiento, al tiempo que una maliciosa sonrisa se dibujaba en sus labios. Intrigado, el íncubo siguió su mirada hasta la rubia valquiria que se dirigía tambaleante en su dirección.
- Se me ha ocurrido que podríamos hacer una cosa…
Elian le miró enarcando una ceja.
- Ahora has conseguido picar mi curiosidad -admitió con voz suave justo antes de que la mujer se dirigiera hacia su mesa.
El intercambio que siguió a continuación le dejó un tanto confuso. Si Edward había decidido que quería continuar con sus planes para la noche, ¿por qué había utilizado el plural para incluirle a él en ellos? A menos que estuviese utilizando a la mujer como una manera de protegerse ante él...
- Elian... Un placer -dijo, sonriéndole con sus intensos ojos azules justo antes de volver a desviar la mirada hacia Edward, preguntándose qué se le habría pasado por la mente.
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Tema: Re: Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre)
Bienvenidos paganistas [21 de junio de 2018](libre)