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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
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Ficha de Personaje Alias: Wraith Nombre real: Aidan Doyle Universo: Marvel
Tema: Spoonful of Sugar (Rattman) [08/04/2019] 17th Septiembre 2019, 01:14
Demonios. Miles de ellos.
Podría parecer irónico viniendo de Aidan, pero lo cierto era que os podría asegurar que uno no se llegaba a acostumbrar jamás a la presencia de un demonio en su vida. No hablemos ya de una jodida invasión.
El día después del concierto se había pasado la tarde encerrado en la habitación de su hotel viendo las noticias.
Por supuesto que Aidan no era idiota. Se daba perfecta cuenta de que lo que acababa de suceder en el mundo estaba relacionado con el concierto de la noche anterior, y en concreto con la canción que el hijo puta del mechón blanco había insistido que cantara. Cualquier otra persona se habría sentido culpable, pero él no podía. Ya cargaba demasiado sobre su conciencia con las muertes de su mujer y de su hijo; si además se culpara por las miles de muertes que la invasión estaba provocando en todo el mundo tendría que pegarse un tiro. Y si se pegaba un tiro acabaría en el infierno. No, era mucho más práctico culpar de aquello a Gob, y la única salida posible era escapar de la garra con la que le tenía sujeto. Para conseguirlo necesitaba arrebatarle la única baza que tenía contra él: su mortalidad. Una vez las amenazas del demonio no pudieran afectarle ya podría dedicarse a encontrar la manera de acabar con él.
Llevaba algún tiempo investigando en bibliotecas de ocultismo y foros esotéricos y creía haber descubierto algo que podía ayudarle, pero para eso necesitaba una mente privilegiada, alguien con el cerebro, la creatividad y la capacidad para pensar fuera de la caja. Una búsqueda extensiva por Internet parecía haberle dado la solución en la figura de Douglas Rattman, un ingeniero especializado en robótica con extensas nociones en física y química, al menos según indicaba su perfil en Stark Industries. Comúnmente se decía que la genialidad solía ir acompañada de un punto de locura, y ése parecía ser el caso de Rattman, pues, a juzgar por las noticias encontradas en la web su despido en Stark Industries había ido acompañado por circunstancias un tanto cuestionables, lo cual a Aidan le venía de perlas, porque... ¿qué mejor manera de atraer a un genio en paro desesperado que con una oferta de empleo?
Una vez identificado el objetivo necesitaba encontrar un lugar para el encuentro que fuese congruente con una entrevista de trabajo. Debía de ser, por tanto, un lugar público, pero con la suficiente cobertura como para que fuera posible secuestrarlo sin que nadie lo notara. Y, por supuesto, debía de estar lo suficientemente cerca del lugar adecuado para retenerlo, pues si permanecía demasiado tiempo con un cuerpo inconsciente a la luz del día terminaría llamando la atención.
Por fortuna, Aidan y su grupo habían hecho en su momento una búsqueda exhaustiva de lugares abandonados que pudieran servir de inspiración para sus álbumes, y había un lugar de entre todos que parecía ser especialmente adecuado para la tarea: la Domino Sugar Factory, uno de los centros principales de refinamiento y producción de azúcar de Norteamérica que había procesado la mitad del azúcar que se consumía en Estados Unidos durante 148 años hasta que había cerrado sus puertas en 2004. Recordaba que habían salido nombres extremadamente chorras para las canciones, tales como "Dulzor Siniestro" o "Dulce Tortura", pero al final nada le había convencido del todo y las había terminado descartando. Sin embargo, al final, toda esa investigación iba a servir para algo...
La factoría llevaba 15 años abandonada, pero viene siendo una tradición en Nueva York recuperar lugares en desuso para convertirlos en zonas verdes y abiertas al público, como las antiguas vías de tren elevado del High Line Park, los antiguos embarcaderos ahora convertidos en el Brooklyn Bridge Park o el nuevo barrio de Hudson Yards. En concreto el Domino Park se había inaugurado hacía menos de un año, reaprovechando las antiguas instalaciones abandonadas de la factoría. Por ejemplo, todas las estructuras de madera y sillas del parque fueron construidas con madera recuperada de la refinería, y las enormes grúas de color turquesa de la parte norte servían para transportar la caña de azúcar que llegaba en barco a través del East River hasta los almacenes. A lo largo del terreno había distribuidas 21 torres industriales corroídas por el óxido que habían formado parte de uno de los almacenes del complejo, y todavía era posible contemplar el puente de elevación que se encargaba de transportar el azúcar, así como los gigantescos tanques que se utilizaban para almacenar el sirope, a los cuales se llegaba a través del "Puente de la Niebla", una pasarela que utilizaba el agua de la bahía para generar un efecto de niebla que te engullía al atravesarlo. En concreto frente a los tanques había una pequeña repisa que era el lugar perfecto para citar a Rattman a última hora de la tarde. Él sólo tenía que esconderse detrás de la torre y, en cuanto se elevara la niebla, taparle el rostro con un pañuelo empapado en cloroformo aprovechando que por ser un lunes por la tarde-noche no habría apenas gente en el complejo. Después, saltarían al río y nadaría con el cuerpo hasta ocultarse bajo el puente de Williamsburg, en la base de hormigón que sobresalía del agua, fuera del alcance visual hasta que se hiciera completamente de noche.
Había una entrada oculta a la parte de las instalaciones de la fábrica que permanecían cerradas al público y a la que se accedía sumergiéndose por debajo del muelle, por un camino que se había inundado con las heladas aguas del East River. La parte más difícil fue luchar contra la fuerza del río para arrastrar el cuerpo del ingeniero, y, durante unos angustiosos minutos pensó que no lo conseguiría, pero por fin logró llegar a la parte del muelle que se elevaba hasta el nivel de tierra y consiguieron llegar al interior de la Fábrica. También había planes para reconvertir aquello en un elegante complejo de edificios de oficina, pero de momento aún no había fecha para iniciar las obras ni visos de que fuera a suceder en las próximas fechas. El olor dentro era repulsivo, como una mezcla entre crema catalana, moho y podredumbre. Los restos de la maquinaria así como los residuos físicos del refinamiento del azúcar estaban por todas partes.
Aidan llevó a Douglas hasta uno de los laboratorios, lo sentó en una silla decrépita y sacó una mochila del interior de uno de los armarios. El día anterior había hecho una visita a las instalaciones para encontrar el mejor lugar para retener al ingeniero, y ya había dejado todo preparado allí. Dentro de la mochila estaba su traje de Wraith y su máscara, que se puso para evitar ser reconocido. Una vez vestido, sacó un cubo de pintura negra que estaba en el mismo lugar que la mochila y, tras destaparlo, comenzó a pintar en las paredes una serie de símbolos que le había enseñado una de las personas a las que había visitado en las últimas semanas, una anciana vidente wiccana. El primer símbolo haría que aquella habitación fuese completamente invisible para Gob. Su "amo" no podría encontrarlo mientras estuviera allí, ni enterarse de lo que pretendía. El segundo símbolo era para proteger el lugar contra demonios, mientras que el tercero era un símbolo de protección general.
Una vez hubo terminado, se sentó sobre una de las encimeras y aguardó a que Douglas se despertara.
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Tema: Re: Spoonful of Sugar (Rattman) [08/04/2019] 14th Octubre 2019, 04:42
Era de locos...
Qué ironía, siendo él esquizofrénico. Todo había pasado muy rápido, y si embargo, para él, el tiempo transcurría despacio... como si el mundo a su alrededor fuese a cámara lenta. Muy lenta.
Había sido despedido de Stark Industries tras el incidente con Wheatley. Todo lo que había hecho por la compañía durante todos esos años, en ésta y en su otra realidad, de pronto no valía nada... y ni siquiera fue culpa suya. Ni del propio Wheat. Un millonario decide poner al cargo de su empresa a una I.A en pruebas, cuyo concepto básico es ser la simulación de una mente sensible en desarrollo, un maldito crío robot, y cuando la cosa se tuerce, en vez de aceptar su culpa, es más fácil echar al científico tras el monstruo...
Y allí estaba, recogiendo sus pertenencias y despidiéndose del laboratorio donde siempre trabajó solo. Entre ellas, una torreta guardiana que apareció en medio del caos, y que, por lo que pudo comprobar, contenía una copia incompleta del software de Wheatley. Al parecer, algún listillo pretendía comerciar con su nueva "locura", metiéndola en el chip de ese dispositivo, pero ahora la empresa consideraba que era problema suyo.
Sin embargo, la verdadera obra se había perdido... Douglas no era el mismo desde ese momento. No había prestado atención a lo mucho que influía su pequeña creación en su vida, y cuando lo vio desaparecer a través del techo, algo se quebró en su interior para recordarle lo importante que era su vínculo. Demasiado tarde...
...o tal vez no. Observó el material que había estado desarrollando tras la creación del sistema de portales; La pesada pistola de portales con la que investigó para crear un dispositivo generador portátil, un traje de pruebas que empleaba los restos plásmicos dejados por los mismos, y cientos de libretas y cuadernos con apuntes y planos. La compañía le impedía llevarse todo eso, ya que no estaba patentado y les pertenecía legalmente. El científico echó una ojeada por la ventana, hacia una caseta en un tejado lejano, luego miró a la torreta. Ésta, asustada, comenzó a moverse, negando efusivamente, pero la decisión de su nuevo amo estaba ya tomada. Cogió la pistola de portales y abrió la ventana…
Le costó un poco reunir en su piso todo el material transportándolo a través de portales por los tejados de la ciudad, pero al menos las cámaras de Stark nunca le vieron sacarlo por la puerta y dejaron de hacer preguntas sobre el asunto a los pocos días. De alguna manera sintió que era lo justo, pero no podía perder más tiempo… Debía encontrar a Wheatley, y más urgente aún, un trabajo nuevo…
Sus esperanzas empezaban a desvnecerse; Su nombre se había convertido en una leyenda negra en el mundo científico gracias a los medios sensacionalistas, y poco a poco nadie le tomaba en serio. Para colmo de males, alguien logró filtrar su condición mental y eso terminó de hundir su carrera por los suelos. Nadie quería confiar en un tarado que casi había destruido su lugar de trabajo. Suspiró ante el ordenador, sin muchas esperanzas, cuando vio que tenía un mail nuevo. Era de un hombre supuestamente interesado en sus servicios, aunque el lugar de encuentro propuesto para la entrevista era algo sospechoso, pero siendo sinceros, ya esperaba que tan sólo acudiesen a él personajes con ideas y negocios turbios, pues las grandes compañías tan sólo ignoraban sistemáticamente sus peticiones de entrevistas de trabajo.
Acudió al lugar pero no consiguió ver a nadie. Estuvo esperando hasta que una silueta se dibujó entre la niebla, pero al verla sintió una gran inquietud; Un tipo enmascarado de vestimenta oscura se acercaba por el puente a paso lento. Debía ser un psicópata… uno de esos locos disfrazados como los que vio en el psiquiátrico donde estuvo encerrado tras la colisión. Se dio la vuelta, y echó a correr, oyendo los metálicos pasos del desconocido tras de sí, lamentablemente alcanzándole…
No vio nada más. No sintió nada más, al menos hasta despertar. Sintió frío… ¿Estaba muerto? No. No creía en esas cosas, no podía ser un fantasma. Observó el lugar decrépito a su alrededor, y notó su ropa mojada. Al sentarse en la mesa donde estaba tumbado, dio un respingo al reconocer a su agresor enmascarado, sentado igualmente, mirándole inmóvil. Douglas Rattmann estaba aterrado, temblando como una hoja ante su secuestrador. Sin embargo, ante el prolongado silencio, alcanzó reunir valor para preguntar con voz entrecortada:
- D… ¿Dónde estoy? ¿Es usted quien quería contratarme? Es… ¿Es algo de drogas, verdad?
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Tema: Re: Spoonful of Sugar (Rattman) [08/04/2019] 15th Octubre 2019, 13:03
- Sí y no -respondió Aidan bajándose de la encimera pero manteniéndose a una distancia razonable para no alarmar más al ingeniero. Bastante amedrentadora debía de ser ya toda la situación como para añadir más sensación de amenaza-. Antes que nada permítame decirle que respeto muchísimo su trabajo. Siempre he admirado a las grandes mentes. Lo que usted tiene, yo lo considero un don -dijo llevándose el dedo índice a la sien-. Uno que muy poca gente tiene. ¿Conoce usted la figura mítica de Byrger Tidesson? Se supone que fue un monje de la antigüedad que inventó el alfabeto rúnico, propiciando que Odín alcanzara la divinidad tras conocer el secreto de las runas. Es decir... el intelecto de éste hombre le valió para ejercer de mediador entre el mundo humano y el reino divino. ¿Sabe? Lo interesante de la mitología es que siempre se pueden hacer analogías con el mundo real, y, en éste caso, creo que la analogía es clara: el intelecto es lo que nos permite ponernos al nivel de los dioses. Espero que con ésto le haya quedado claro que no pretendo hacerle ningún daño, y que, si colabora, los dos podemos salir beneficiados. En aquél armario de allí encontrará ropa seca para cambiarse, y en el frigorífico hay comida y bebida para varios días, pues la colaboración que espero de usted va a llevar algún tiempo, pero, si consigue lo que le pido, puedo darle suficiente dinero como para que la cuestión del desempleo no le suponga un problema en bastante tiempo.
>>Antes me ha preguntado si se trataba de un asunto de drogas y la respuesta es: no, nada tan trivial. Siendo como es, una persona inteligente, asumo que estará enterado del mito de la piedra filosofal, ¿no es así? Una de sus propiedades más mundanas es la de transformar los metales básicos en oro o plata, pero a mí la que me interesa es su segunda cualidad: la de otorgar la vida eterna. En el escritorio le he dejado todos los libros que he podido encontrar sobre el tema, incluida una copia del Mutus Liber, que se supone que contiene los elementos para la creación de la Piedra Filosofal mediante imágenes. Sé que no está especializado en química, pero por lo que he podido ver de su trabajo es usted un hombre acostumbrado a pensar más allá de los límites de lo socialmente establecido. Ha conseguido grandes logros en su campo, y tengo fe de que al menos consiga reorientar mi investigación por el camino adecuado. Por supuesto le traería todo el equipamiento, materiales o recursos que le hagan falta mientras esté dentro de mis capacidades.
Aidan se irguió por completo, poniendo las manos relajadamente a la espalda.
- Espero que mi tono amable no le haya hecho pensar que tiene alguna posibilidad de elección en todo ésto. Usted es, a todos los efectos, mi prisionero para las últimas semanas. El tiempo que dure su cautiverio dependerá de la eficiencia con la que desarrolle su tarea. Me pasaré a visitarle regularmente y le traeré lo que me pida. Respecto a la parte positiva de todo el asunto... -se volvió parcialmente para señalar las pintadas frescas de la pared-. Eso que ve son runas de protección contra demonios. No dudo que estará al tanto de la situación por la que atravesamos en éstos momentos, y, de llegar a producirse un ataque sobre la ciudad, éste sería, posiblemente, uno de los lugares más seguros para estar. Ningún demonio podrá ver, oír ni percibir de ninguna manera lo que se encuentre dentro de ésta habitación. Y quién sabe, si consigue darme lo que quiero quizá se haga usted rico...
Ladeó un poco la cabeza para mirarle bien.
- ¿Entiende usted cuál es su situación? ¿Tiene alguna duda?
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Tema: Re: Spoonful of Sugar (Rattman) [08/04/2019] 3rd Febrero 2020, 05:49
No podía ser real... No era posible que su mala suerte alcanzase cotas tan elevadas. Primero perdía a su más querido prototipo, descubriendo de forma traumática que poseía un vínculo emocional con él, después era despedido por un incidente causado por la irresponsabilidad de su jefe, y ahora... ahora un chiflado le secuestraba para que crease un artefacto de leyenda totalmente inverosímil. ¿Inmortalidad? ¿En serio? ¿A través de la química? ¡Era una soberana estupidez!
Posó su rostro sobre la mano tratando de digerir la situación mientras el tipo aseguraba que unos graffitis en la pared le iban a "salvar" de la hecatombe que tenía lugar en casi todas partes... Suspiró. Quizá lo mejor que podía hacer era seguirle el juego, así que decidió poner a su captor "a prueba". Si iba a pasar un tiempo allí, necesitaba sus cosas...
- Bueno... Entendido, pero... ya que está al tanto de mi... carrera, y demás, sabrá que necesito cierta medicación. Y supongo que sabrá donde vivo... Sería mucha molestia pedirle que me trajera mi ordenador, un maletín gris de mi armario, y la torreta guardiana Stark que hay en mi escritorio? Dígale que viene de mi parte, es algo especial, se puede inquietar si no le conoce... Cuando tenga todo eso, quisiera hacerle algunas preguntas más.
Era casi seguro que no lo lograría. Pero al menos en ese tiempo podría intentar averiguar por dónde escapar de ese siniestro sitio, y en todo caso, si le traía sus pertenencias, tendría que tomarle en cuenta, y podría empezar a trabajar en condiciones. Si le pillaba rondando por la zona, podría achacarlo al aburrimiento de la espera.
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Tema: Re: Spoonful of Sugar (Rattman) [08/04/2019] 20th Febrero 2020, 00:42
Aidan nunca había robado, pero había cosas que eran de sentido común, y otras que cualquiera que hubiera visto una película en su vida sabía.
Lo primero que resultaba evidente para el irlandés era que, si quería atracar una farmacia, no podía hacerlo en el barrio en donde tenía atrapado a Rattman, para mantener las investigaciones lo más lejos posible de su prisión improvisada. De hecho, puestos a, lo suyo era escoger una zona problemática y conflictiva donde aquella clase de delitos fueran algo común y no llamaran tanto la atención, como el Bronx. En tercer lugar, nada de atracos a la luz del día, amenazando empleados a punta de pistola. Era descuidado, torpe e innecesario cuando podía aprovechar la oscuridad de la noche. Aquella farmacia no era de 24 horas, así que en aquél momento debía estar desierta. Las cámaras de seguridad no le preocupaban demasiado. No era lo ideal, pero para eso tenía el traje.
Se plantó delante de la persiana de metal, tomó aire y dejó salir el grito del Wraith. La potente descarga sónica abolló la persiana hacia atrás y la arrojó hacia el interior de la farmacia, llevándose consigo la puerta en un aluvión de cristales y dejando por el camino un reguero de fuego infernal. Aidan se apresuró a pasar por encima antes de que las llamas se hicieran más grandes, y considerando los materiales altamente inflamables que había allí dentro era cuestión de tiempo antes de que el edificio se convirtiera en un horno. Tenía que darse prisa. Buscó con la mirada el lugar más probable para que se encontrara la cámara de vigilancia, junto a la caja registradora, y la voló con un nuevo grito que sembró nuevas llamas por el techo. El fuego lamía ya los estantes, pero Aidan sabía que el tipo de medicación que estaba buscando era demasiado valiosa como para estar en la zona comercial. Los medicamentos de prescripción médica debían estar en la zona del almacén, así que se dirigió hacia la puerta que, por supuesto, estaba cerrada con llave. Un nuevo grito mandó el portón a volar almacén adentro, y Aidan pasó al interior mientras revisaba apresuradamente los carteles de las vitrinas que tapizaban las paredes ignorando el frigorífico donde guardaban las vacunas y sueros.
Inyectables no, estupefacientes no, uso externo no... Pasó de largo las estanterías con materiales médicos y llegó hasta las vitrinas de la pared contraria. ¡Orales! ¡Al fin! Eran tres estanterías, pero los medicamentos estaban ordenados por orden alfabético según el principio activo, así que al irlandés no le costó encontrar las tabletas que buscaba y llenarse los bolsillos. No sabía cuál era la dosis que tenía que tomar Rattman, pero seguro que con eso tendría para varios meses. Ahora llegaba la parte difícil: salir del lugar cuando la zona comercial se había convertido ya en un puto infierno y el almacén no tenía salida posterior. De un rápido vistazo evaluó su entorno. Los muros eran de ladrillo, y el techo... Enfocó la mirada hacia arriba y gritó lo más fuerte que pudo, saltando a refugiarse bajo la mesa del despacho en cuanto los cascotes comenzaron a llover por todas partes. Cuando el derrumbe cesó, Aidan apartó los escombros con la mano, fue hacia una de las estanterías, la arrastró hacia el centro de la habitación dejando que cayera al suelo su contenido y utilizó las baldas para auparse hacia la terraza de arriba. Abajo, el edificio se había convertido en una hoguera humeante. Gracias al cielo no estaba en mala forma física, y los edificios en esa zona eran bajitos y colindantes unos con otros, así que saltó hasta el comercial adyacente, saltó por la cornisa, se agarró a un canalón, de ahí a una marquesina y de ahí al suelo, donde pudo respirar al fin. El corazón le latía a mil por hora como le sucedía siempre que se encontraba tan cerca del fuego.
Bien. Una cosa tachada de la lista. La siguiente misión, si bien menos mortífera (o eso pensaba él), no estaba exenta de riesgos. Bajo ningún concepto podía permitir que relacionaran a Aidan Doyle con el científico desaparecido, especialmente ahora que su rostro empezaba a hacerse famoso, pero tampoco podía entrar en el bloque con aquellas pintas o llamaría demasiado la atención. Por fortuna, Rattman vivía en un barrio residencial en el Soho, y, a las horas a las que finalmente llegó, no había ni un alma por la calle. Bendito Estados Unidos y benditas esas casas que tenían todas escaleras de incendios en el exterior de las viviendas, pensó mientras recorría la acogedora callecita, con edificios en ladrillo rojo y escaleras en rojo y azul recorriendo la fachada.
El problema era llegar hasta la primera planta con la escalera de acceso recogida, pero la fortuna quiso que un árbol creciera muy cerca de la marquesina de una tienda. El irlandés trepó por el árbol, siguió una de las ramas hasta llegar a la marquesina y de allí se aupó hasta trepar al primer balcón. De ahí fue subiendo la escalera de incendios hasta llegar a la cuarta planta. Iba a abrir la puerta corredera que daba acceso al salón cuando una ráfaga de disparos de ametralladora reventó la superficie acristalada, haciendo volar cristales y metralla por todas partes.
- ¡Joder! -Aidan reaccionó al momento, apartándose del radio de tiro y cubriéndose la cabeza con los brazos para protegerse de los cristales. Pequeñas esquirlas impactaron contra las zonas reforzadas de los hombros, antebrazos y espalda, sin lograr penetrar la protección que le ofrecía el traje.
Ale, su maravilloso plan de infiltración a tomar por culo. Lo que fuera que había allí adentro seguía disparando, y estuvo a un tris de largarse, sobretodo al ver cómo se abrían las ventanas de los edificios adyacentes y cómo algunas personas tenían teléfonos en sus manos.
- Maldita sea, Rattman, más te vale que lo que tengas ahí dentro merezca la pena, joder.
Inspirando con fuerza se movió para ponerse de nuevo frente a la puerta destrozada al tiempo que liberaba el aire de sus pulmones en la forma de una descarga sónica que desvió las balas y mandó volando la torreta robotizada hasta el otro lado de la estancia, creando un rastro de fuego a su paso.
- Una torreta en el escritorio -farfulló indignado mientras pasaba a toda prisa por el salón y se encerraba en el despacho del hombre. No tenía ni idea de si la torreta seguía en funcionamiento o no, pero no tenía intención de comprobarlo-. Uno se imagina un robot pequeñito, no ese puto bicho. ¿Cómo cojones monta eso en el escritorio? ¿Y dónde escribe, en la puta pared?
Estaba claro que el chiflado se la había jugado, pero no podía juzgarle, ¿verdad? Cualquiera en su situación habría hecho lo mismo.
- Puto Douglas Rattaman -dijo entre dientes, pero no pudo evitar esbozar una sonrisa. Era artero el cabrón. Eso le gustaba.
A toda prisa desconectó los cables del portátil, lo metió en su funda, sacó el maletín del armario y abrió la ventana. Pasó los bártulos por encima de la barandilla del balcón hasta la escalera de incendios y después bajó él. Había mucha gente mirando. Algunos grababan con sus teléfonos móviles y se podían escuchar las sirenas de la policía. Aidan bajó las escaleras de dos en dos, y al llegar al último piso saltó por el hueco de la escalera de mano sin molestarse en desplegarla. Aterrizó como un gato y echó a correr en dirección contraria a donde venían las sirenas.
Era bien entrada la mañana cuando finalmente regresó a la fábrica de azúcar. Había terminado hecho polvo, así que había vuelto a su hotel para descansar un poco. Además, necesitaba comprobar que no había nada dentro de aquél maletín que el avispado científico pudiese usar en su contra. Se dirigió hacia el laboratorio en el que había dejado encerrado al ingeniero, introdujo la llave en el candado y abrió. Encontró a Douglas sentado en el colchón inflable que le había dejado para que le sirviera de cama.
- ¿Qué tal su primera noche en su nuevo hogar temporal, doctor Rattman? -inquirió con sorna-. Si le consuela, seguro que ha sido menos movidita que la mía.
Sobre una de las encimeras depositó las tabletas contra la enfermedad mental de Rattman y el ordenador, que había tenido que envolver en material plástico ultra aislante para pasarlo por la zona anegada.
- Sobra decir que aquí no tiene wifi ni ninguna clase de conexión con el mundo exterior, por si se estaba planteando mandar algún mensaje. La torreta no he podido traérsela por motivos obvios que estoy seguro que es perfectamente capaz de comprender. No voy a castigarle por el hecho de que casi muero ya que he sido yo quien le ha secuestrado a usted y tenía todo el derecho a intentarlo.
Podría haber añadido también que de hecho admiraba sus pelotas a la hora de tenderle aquella pequeña trampa, pero procuraba cambiar la manera en la que se expresaba cuando llevaba el traje de Wraith, para que fuera más difícil asociarlo a su persona. Wraith era considerablemente más educado, y aparentemente sofisticado que Aidan Doyle, el metalero borracho y adicto a la heroína.
- Lo que no he podido evitar es que se iniciara un incendio en su piso durante la trifulca. Tampoco sé si su torreta se encontrará o no en buenas condiciones. Quizá si me hubiera advertido podría haber ido más preparado y solucionar las cosas de otra forma.
Después de decir ésto sacó finalmente el maletín, con la cerradura rota, y lo abrió para mostrarle el traje que había en su interior.
- ¿Puede decirme qué es ésto y para qué lo necesita para cumplir la tarea que le he encomendado? Porque si se trata de algún otro truco juro por Dios que voy a reconsiderar lo que dije acerca de no hacerle ningún daño.
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Tema: Re: Spoonful of Sugar (Rattman) [08/04/2019] 14th Junio 2020, 19:19
Se hallaba sentado en esa colchoneta que sería su lecho durante ves a saber cuánto tiempo. Suspiró. Se estaba más cómodo en el suelo. Al menos podía usarla como almohada. Sumido en tan vitales preocupaciones tras asumir que no tenía escapatoria, vio regresar a su captor. Por un momento se ilusionó al pensar que tendría al enos a la torreta defectuosa como compañia, pero por alguna razón no la había traído... ¿una trampa? ¿De qué estaba hablando? Oh no... seguro que había habido problemas...
- ¡¿Un incendio?! ¿Me está diciendo que ha dejado mi casa ardiendo, con la torreta dentro y se ha marchado? Oh... - Se llevó las manos a la cabeza- Bueno, espero que haya podido escapar... es una chica lista. Si sus sistemas y sensores estaban en condiciones, seguro que habrá sobrevivido... Pero mi casa...
Suspiró resignado mientras observaba el ordenador y el traje. Todo en orden. Trató de serenarse y guardó la prenta. Mientras instalaba el ordenador, respondió a las cusaciones de su captor.
- Nunca le puse ninguna trampa. Es algo absurdo. Sólo usted sabe dónde estoy, y sólo usted tenía la llave para abrir este sitio. Además, iba a traerme mis medicinas. No mentí al pedirlas, las necesitaba. Suelo ir a las entrevistas de trabajo medicado para no... exhibir mis problemas. No queda bien en el curríulum, ni fuera de éste- No paraba de darle vueltas al saunto y mientras dejaba iniciando el aparato, se volteó con gesto de enfado- ¡Diablos! ¿qué pasó, le disparó? Le dije que antes de entrar avisase de que iba de mi parte o le confundiría con un intruso! ¿O acaso ha entrado por una ventana...?
Resopló. Era imposible saber qué expresión tenía el hombre tras esa máscara, pero supuso que alguien que va vestido como Batman por ahí no iba a entrar por la puerta principal de ningún hogar. Negó con la cabeza y se dispuso a analizar los medicamentos apilados en la encimera cercana. Había muchos que no le eran necesarios, y otros que nunca se pudo permitir. Bueno, desde luego ese siniestro personaje quería que estuviera lúcido...
- El traje no será necesario para el experimento, pero... de ladrón a ladrón, lo saqué de Stark Ind. sin permiso. Esos idiotas decían que todo lo creado en sus laboratorios era propiedad de la empresa, y que no podía llevarlo conmigo, pero desde mi punto de vista, yo lo diseñé, lo ensamblé, funciona con un programa que yo diseñé para él, y emplea sustancias derivadas de mis experimentos, que nunca salieron de mi labortorio, así que... es mío. No dejaré que unos cantamañanas que culpan de sus fracasos a otros se adueñen de la brillantez de sus víctimas.
La voz del científico sonaba con un tono dolido y lleno de resentimiento. Aún no podia creer que la empresa a la que había dado tanto, y el mismo hombre que le sacó de Arkham tras la colisión, hubieran puesto al mando de la empresa un dispositivo en proceso de pruebas, y lo hubiesen culpado del desastre en la Torre Stark, y también a él, cuando desde el principio les advirtio que no lo hicieran... Y por encima de todo ello, había perdido a Wheatley en el accidente. No había dejado de buscarle desde entonces, escapando cada noche a rastrear pistas con su traje de pruebas, y la ayuda de la IA de la torreta. Era todo cuanto podía hacer... y cuanto quería hacer.
- Bien. Quiero preguntarle algunas cosas para definir la idea. Usted quiere no morir, pero es un concepto muy amplio... ¿Quiere protección, un blindaje? ¿Alterar las posibilidades de la realidad en su favor? ¿Tal vez violar las leyes de la física a su alrededor? Creo que puedo hacer algo mejor que una piedra mágica a base de mejunjes....
Ante todo era un profesional. Ya que no tenía escapatoria, y teóricamente este era su nuevo "trabajo" quería hacerlo lo mejor posible.
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Tema: Re: Spoonful of Sugar (Rattman) [08/04/2019] 23rd Junio 2020, 17:26
Aidan le observó enarcando una ceja. No podía creer que él fuera el secuestrador, él su rehén, que el que había estado a punto de morir a balazos fuera él y sin embargo el tipo se permitiera el lujo de mostrarse indignado con él. Suspiró para sus adentros; eso le pasaba por tratar de ir de buen rollo. El tipo no le tenía el menor respeto, y la furia que había tratado de mantener controlada después de su reciente experiencia cercana a la muerte afloró de inmediato. Un poderoso grito brotó de sus pulmones, reventando las cristaleras de los armarios de muestras que tenían delante, uno tras otro. Douglas se cubrió por instinto parapetándose detrás de los mostradores, que le protegieron de la lluvia de cristales que le pasó por encima. Finalmente el ruido del grito sónico cesó, quedando sólo el leve crepitar de las llamas infernales que había dejado tras él.
- Parece que no ha terminado de entender la situación, señor Rattmann. Permítame que se la explique otra vez.
En dos rápidas zancadas alcanzó al científico y le alzó de donde se encontraba escondido agarrándole por la pechera de la camisa. A esa distancia podía ver sus ojos azules relampaguear de furia detrás de la máscara.
- Ustes es mi prisionero. Si hace lo que le pido, tendrá dinero suficiente para comprarse una casa mejor que ésa. ¿Sabe lo que de verdad sería absurdo? Presentarme en su bloque de viviendas vestido de supervillano, saludar alegremente al conserje, de paso sonreír ante las cámaras de vigilencia que no sé si tiene su edificio o no, y seguir saludando a todos los vecinos mientras irrumpía en su casa. Tampoco podía arriesgarme a ir sin mi máscara, ¿no le parece? Sería como quedarme esperando a que, una vez le haya liberado, ponga una denuncia y algún testigo describa mi cara -su voz rezumaba ira, una ira peligrosa e inestable cuando finalmente le soltó-. No me ponga a prueba, doctor Rattmann. Usted no me avisó de que la maldita torreta tenía armamento como para acabar por sí sola con un pequeño ejército, así que si espera que le pida disculpas después de haber estado a punto de morir le aconsejo que se tome su medicación porque se le debe de estar pasando el efecto. Le dije que si colaboraba podía esperar el mejor trato de mi parte, pero que éso no le haga pensar que puede faltarme al respeto o hablarme como le de la gana. No olvide quién lleva las riendas aquí.
Retrocedió hasta el maletín que guardaba el traje y lo volvió a cerrar.
- Por el momento, ésto es mío. Cuando haya hecho lo que le pido se lo devolveré, y si se porta bien y me siento de humor, incluso puede que le de algún sustillo a esos que le trataron tan mal en Industrias Stark. Créame cuando le digo que, por las buenas, puedo ser el mejor amigo del mundo. No lo estropee obligándome a mostrar mi lado malo.
Fue hasta la habitación de al lado y regresó con un extintor que usó para ir apagando las llamas antes de que crecieran más.
- Lo que quiero es lo que le dije: no morir. Tan simple como eso. Hay un ser... que me está persiguiendo. Y ese ser necesita matarme para poder acceder a algo que yo tengo, y, si lo hace, perderé cualquier posibilidad de volver a reunirme con mi familia. Mientras siga vivo, no podrá conseguir su propósito. Haga lo que esté en su mano y se lo recompensaré con creces -apretó los dientes, lleno de frustración, y, durante un instante, pudo verse un atisbo de vulnerabilidad en su mirada-. La única razón por la que estoy haciendo todo ésto... es para poder volver a reunirme con los míos. No busco nada más.
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Doug Rattmann Marvel Universe
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Tema: Re: Spoonful of Sugar (Rattman) [08/04/2019] 13th Agosto 2020, 02:45
Algo estaba mal. El hombre se mantuvo un instante en silencio tras sus preguntas, y de pronto un ensordecedor sonido reventó todos los cristales alrededor. Asustado, se agazapó tras una de las mesas hasta que el tipo lo levantó de allí y le amenazó. Así que había un motivo personal tras todo eso... No solía empatizar con las personas, pero... en cierto modo, le comprendía. Él había se había sentido cómodo y tranquilo junto a Wheatley, y ansiaba volverle a encontrar. Si el deseo de su captor era siquiera la mitad de fuerte que el suyo por reencontrarse con su creación...
- ¡D-De acuerdo, de acuerdo! Dis... disculpe. Me puse nervioso... Los puntos que expone son totalmente ciertos, pero le doy mi palabra de que nunca... quise tenderle una trampa. Bien, el objetivo es claro, y aparentemente, me da libertad completa para ejecutarlo como sea. Entendido. - Le tentó la idea de venganza hacia Stark Ind. De hecho, más de lo que nadie admitiría.- Sólo... dígame, ¿Cómo puedo contactar con usted cuando ya posea un proyecto y necesite material? No creo que sea gran cosa, pero... tal vez sí sea algo complicado. Robar alta tecnología no es fácil. Tal vez... -Era una locura, pero quizás la mejor opción- Pueda llegar a necesitar ese traje mío.
Mientras titubeaba, en su cabeza ya estaba elaborando el prototipo. Daba vueltas a su trabajo con los portales, y también a su investigación sobre el fenómeno de la colisión acaecido hacía tiempo, comparando, relacionando, uniendo cabos y creando posibilidades. Tras cada pregunta sobre el cómo, ya había un por qué.
Así eran los genios. Sus mentes siempre estaban despiertas... aunque a veces tuvieran pesadillas.
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Aidan Doyle Marvel Universe
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Tema: Re: Spoonful of Sugar (Rattman) [08/04/2019] 17th Agosto 2020, 16:48
- Está bien... -se palpó la frente cubierta por la máscara. Parecía cansado-. De momento no cuente con el traje. Imagino que entenderá que no puedo ofrecerle tanta confianza, al menos no aún.
Se metió una mano en los bolsillos del traje, sacó un aparato negro rectangular con una pequeña pantalla de cristal líquido y se lo ofreció al ingeniero, que lo reconoció rápidamente como un busca.
- Es unidireccional, y sólo puede contactar con el que tengo yo. Yo no podré enviarle mensajes, sólo usted a mí, pero es lo único que hace falta. Escríbame en caso de que tenga algún problema o necesite algo. Yo ahora me voy a ir y volveré dentro de cuatro días a traerle comida, ropa limpia y cualquier otra cosa que me pida. Después iré tratando de venir a verle aproximadamente una vez por semana para ir viendo los progresos. Mientras esté aquí dentro estará a salvo de la invasión demoníaca que se está desarrollando fuera. Si me ayuda y hace lo que le pido, obtendrá de vuelta su traje, una gratificación por sus servicios y mi agradecimiento, así que váyase pensando si hay alguien en especial a quien le gustaría que éste Wraith le diera un buen susto. Lamento profundamente haber tenido que recurrir a ésto. Hasta dentro de cuatro días, señor Rattman...
Y, dicho ésto, se marchó, asegurándose de dejarlo todo bien cerrado y asegurado.
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Tema: Re: Spoonful of Sugar (Rattman) [08/04/2019]