Wacken Metal Battle (Conner, Warlock) [19/04/2018]

La Wacken Metal Battle USA era parte de un campeonato en el que bandas de todo el país luchaban entre sí para ser seleccionadas, uniéndose a otros 29 países para una batalla internacional de bandas en el festival de metal al aire libre más grande del mundo, el Wacken Open Air, que llevaba teniendo lugar en Wacken, Alemania desde hacía 28 años. De las más de cien bandas que se presentaban, sólo una podría ser seleccionada para representar a la nación en la batalla internacional de Wacken de 2018, en la 29ª edición de Wacken Open Air que se desarrollaría del 2 al 4 de agosto. Aparte, las 5 mejores bandas serían recompensadas con equipamiento musical y premios en efectivo.

El campeonato se componía de varias rondas que se llevaban a cabo en varias ciudades. En concreto aquél año los enfrentamientos estaban teniendo lugar en Philadelphia, New York City, Los Angeles y San Diego. Aquella noche seis bandas iban a compartir escenario en la Viper Room de Los Ángeles, California, en un espectáculo que, sin duda, iba a estar repleto de brutalidad, desenfreno y buena música. Las seis bandas que figuraban en el cartel de la entrada eran Bombscare, Railgun, Ophiuchus, Voices of Ruin, Void Vator y Deamhan, todos ellos grupos poco conocidos que pugnaban por conseguir la fama y el reconocimiento internacional que supondría ganar la competición, además de la generosa recompensa en metálico que tan bien les vendría para conseguir el apoyo necesario para hacerse fuertes en el mundo de la música.

La Viper Room en donde se habían dado cita los dos recientes amigos se encontraba en plena Sunset Strip, una de las calles en torno a las que giraba la más que animada vida de la famosa ciudad de Los Ángeles, y, a pesar de no tener capacidad para más de 300 personas, había acogido a algunos de los músicos más famosos de Estados Unidos y había dado el pistoletazo de salida a la carrera de muchos otros.


Conner y Warlock se adentraron en el conocido club encontrando el espectáculo en pleno apogeo, con una cantidad abrumadora de personas vestidas de negro y cubiertas de piercings y tatuajes que trataban de hacerse oír en los sillones acolchados por encima del sonido de las guitarras eléctricas o bailaban agitando las cabezas adelante y atrás al ritmo desenfrenado de la música.

Cuando se disponían a zambullirse entre la multitud para localizar algún sitio en el que ubicarse, un súbito golpe impactó contra el hombro de Superboy, impulsándolo hacia adelante. El responsable era un hombre joven, bien parecido, con unos llamativos ojos azules que destacaban entre la negrura de su atuendo. Llevaba una cerveza en las manos, y trataba de que no se le derramara sosteniéndola por encima de su cabeza.

- ¡Vaya, lo siento! -exclamó con una sonrisa amigable-. He tropezado entre tanta gente. ¡Hey, bonita chupa! -dijo, señalando la chaqueta que llevaba el adolescente-. Me alegro de no habértela manchado. Hola, colega -añadió mirando ahora también a su acompañante con un gesto amistoso-, me disponía a abrirme paso hacia la parte de delante, ¿queréis venir conmigo?

Era difícil pillar el acento entre tanto ruido, pero para el oído aguzado de Superboy resultaba patente que no era de por allí. Parecía más bien inglés.

- Pues... no mucho, la verdad. Soy de Irlanda, mi familia y mis amigos llevamos aquí unos meses, pero sí que estoy habituado a los conciertos grandes. Por cierto, soy Aidan -dijo con amabilidad tendiéndoles la mano para que se la estrecharan.

Enarcó una ceja al escuchar hablar al segundo chico. ¿Connie-amigo? Raaaaro.

- Bueno, yo voy a empujar hasta la parte de delante, si no tenéis experiencia en éstos sitios podéis venir conmigo y conseguiréis un puesto en primerísima fila, garantizado -aseguró con una sonrisa resplandeciente-. Lo único que tenéis que hacer es seguirme, ¡vamos!

El extraño comenzó a maniobrar de manera experimentada entre la apretada multitud, logrando crear huecos en donde ni Conner ni Warlock habrían distinguido la abertura, y todo ello sin derramar ni una gota de la cerveza. El hombre parecía realmente en su salsa allí.

Al poco, lograron llegar a un lugar cómodo cercano al escenario donde había una mesa alta de una pata para apoyarse. Allí aguardaba una mujer guapa, alta, de piel tan blanca como la de él y el cabello negro y rizado recogido en una cola de caballo. Tenía los ojos marrones y un aspecto bastante menos rockero que el de él; vestía vaqueros negros, camiseta blanca y una chaqueta vaquera a juego. En cuanto la vio, Aidan fue hacia ella, la besó en los labios y le entregó la cerveza que llevaba. Sobre la mesa ya había dos botellines previos; uno vacío y otro a medio acabar.

- Muriel, cariño, éstos son dos amigos que acabo de conocer, es su primera vez en éste tipo de festivales.

- Oh, encantada -dijo la mujer con una sonrisa simpática extendiéndoles la mano a modo de saludo. Tenía un brillo muy bonito en los ojos-. Yo soy la mujer de Aidan.

La banda anterior había terminado su actuación hacía un rato, por eso disponían de unos minutos para charlar. Aidan fue directamente hacia Warlock y le pasó afectuosamente el brazo sobre los hombros, señalando hacia el escenario.

- Los "actos", amigo, han empezado hace rato. Ésto es una batalla de bandas, donde grupos desconocidos compiten por hacerse un hueco en el panorama musical internacional. El grupo que gana la competición recibe un premio en metálico, equipamiento musical, y la posibilidad de participar en el festival de metal al aire libre más grande del mundo en Wacken, Alemania, lo cual supondría un gran honor. Ya han tocado Bombscare y Railgun, y ahora hay un interludio con una banda que sí es reconocida, los Ophiuchus, un grupo veterano de Folk Rock que llevan más de treinta años en el mundo de la música. Después continuará la competición con Voices of Ruin, Void Vator y Deamhan -les dirigió una mirada divertida-. ¿Tenéis curiosidad por escuchar alguno de esos grupos en concreto? ¿Qué estilo de música os gusta más?

- Encantado, Tom -Aidan le dio un fuerte apretón de manos con una sonrisa jovial.

Le dio un trago a su cerveza, escuchando lo que decía Conner.

- Bueno, chico, si lo que te gusta es la autenticidad en la música, has venido al sitio indicado. El heavy surgió de la mano de trabajadores pobres de ciudades industriales en Inglaterra que lo utilizaban para reclamar libertad e igualdad de derechos como una forma de rebelarse contra las clases privilegiadas. El heavy lucha por la justicia, la equidad y la libertad.

Mientras daba su alegato, su mujer le miraba con una mirada que dejaba pocas dudas acerca de lo enamorada que estaba de él y de su idealismo a la hora de defender sus valores y principios.

- No como el pop, que es, posiblemente, uno de los géneros más falsos, insustanciales y comerciales que existen -reparando en la mirada de su esposa, Aidan extendió una mano sobre la mesa para enlazar los dedos con los de ella, dedicándole una sonrisa de idéntico cariño-. Los poperos ven la música únicamente como una manera de conseguir beneficio económico, pero no hay honestidad en lo que hacen. Simplemente componen la mierda que se lleve en el momento, sin poner un ápice de corazón en el proceso. Por eso el pop es efímero, porque forma parte de un sistema que continuamente desecha lo que se queda antiguo en aras de poder atraer al mayor número posible de jóvenes del momento. En cambio, el heavy es auténtico, baby. Es un género minoritario, lo cual significa que el que lo sigue es porque de verdad le gusta, no porque esté de moda.

La siguiente pregunta del compañero de Conner casi le hizo atragantarse con la cerveza. Acto seguido empezó a reír como si fuera lo más divertido que había escuchado en la vida, dándole una amistosa palmada en la espalda al technarch.

- Caramba, Conner, tu amigo es todo un bromista, ¿eh? -dijo, aún entre risas.

Su mirada captó entonces la señal que le hacía un hombre rubio de pelo largo desde un punto cerca del escenario y volvió a recuperar la seriedad.

- Si me disculpáis, tengo que ayudar a los chicos a cargar nuestras cosas, pero me ha encantado conoceros. Si os quedáis por aquí podríamos salir a tomar unas birras después del concierto y os presento a la banda -añadió guiñándoles un ojo.

Poco a poco los dos amigos fueron entendiendo que Aidan formaba parte de uno de los grupos que iban a tocar allí aquella noche... Antes de que fueran siquiera conocidos en Estados Unidos.

- Ahora me voy a escandalizar a la sociedad de lo políticamente correcto. Deseadme suerte -dijo, dándole un rápido beso en los labios a su mujer.

- Mucha suerte, cariño -respondió ella colgándose de su cuello-. Sube ahí arriba y arrasa con todos.

- Eso es lo que hacemos -respondió él con una sonrisa confiada antes de ir a reunirse con el grupo.

No mucho después, Aidan irrumpió en escena como un tornado repleto de energía, junto con el hombre rubio que habían visto antes, que llevaba una de las guitarras, otro hombre de pelo largo moreno que llevaba el bajo y una mujer afroamericana a la batería. Se puso en el centro del escenario y empezó a cantar:

Muriel sonrió agradablemente al moreno, y, abriendo su bolso, le enseñó una copia precintada del CD, ofreciéndosela.

- Tengo algunos en mi bolso, para amigos y conocidos. Toma. Cuando termine la actuación le pediremos a Aidan que te lo firme -le respondió por encima del atronador sonido de la música.

Sullivan tocó un acorde bajo y resonante cuando Inis inició un ritmo pegadizo mientras Aidan alzaba el micro al aire, animando a la multitud. Cuando la canción terminó, Aidan empuñó el micrófono una vez más:

- Hola a todos, y buenas noches... Quería agradecer a todos la oportunidad de poder estar aquí hoy -empezó, apartándose un mechón de sudoroso cabello de la frente-. No ha sido fácil -admitió, riendo-. Al principio de ésta noche estaba lleno de dudas y miedo, pero mi esposa estaba ahí para animarme y ayudarme a dejar ir mi negatividad -sus ojos encontraron los de ella en la audiencia, y la morena se mordió el labio, sonriendo-. Ella nunca ha dudado de mí. Jamás -prosiguió él-. A pesar de todas las dificultades que hemos encontrado, me ha apoyado siempre a cada paso del camino. Por eso, ésta canción es para ti. Te amo, Muriel.

El cantante le lanzó un beso mientras Sullivan y Brian rasgueaban sus instrumentos e Inis comenzaba su particular danza con las baquetas en la batería.



Canción a canción, Deamhan se abrió camino a través de su repertorio hasta llegar al final. Aidan cerró la intervención del grupo sosteniendo una meritoria nota larga hasta que los últimos acordes de la música se desvanecieron, momento en que la multitud comenzó a gritar y aplaudir. Deamhan abandonó el escenario en medio de un rugido de aplausos.

Cuando todos los grupos hubieron terminado, los jueces subieron al escenario provocando la agitación entre el público, y el grupo de improvisados amigos se reunieron al frente para escucharlos.

- ¡Esto es lo que todos estaban esperando! -exclamó uno de ellos-. Ésta noche, seis bandas compiten en una batalla final de música metal para firmar un contrato con los estudios de Amnesiac Cat, el mejor estudio de grabación de Los Ángeles, además de un generoso premio en efectivo. Éste podría ser el ascenso a la fama y la fortuna de algún grupo afortunado, pero sólo uno saldrá victorioso, y éste será...  ¡Die From Sorrow! -el grupo, procedente de China, subió al escenario mientras Aidan experimentaba una especie de entumecimiento general que le impedía escuchar o percibir nada. Otra oportunidad perdida...- ¡Felicitaciones! -decía otro de los jueces entregándoles el diploma-. Espero que estéis ansiosos por grabar en los estudios de Amnesiac Cat. ¡Nos vemos en las grandes ligas!

Muriel le puso una mano en el hombro.

- Aidan, no ha sido culpa vuestra... Habéis estado geniales, pero había tantas bandas buenas... -dijo, tratando de consolarle.

Tantas bandas buenas... Ya... Parecía que ellos nunca serían lo suficientemente buenos como para estar "en las grandes ligas". El cantante asintió, cubriendo la fina mano de ella con la suya. La gente empezaba a marcharse, algunos para continuar con la celebración, otros para dar por finalizada la noche. Aidan se volvió hacia Conner y Warlock.

- Pues bueno... creo que es hora de retirarse. Ha sido un placer conoceros, chicos. Lamento no poder pasar más tiempo juntos, pero ha sido un día intenso y necesito derrumbarme en mi cama -le dio una palmada en el hombro a Conner y le hizo un gesto que quería significar "seguimos en contacto", antes de separar sus caminos hasta que se volvieran a encontrar.