Regreso a casa (Warlock, Conner Kent)

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“Yo ha notado que tú es muy agresivo y siempre muestra actitud defensiva... Tú es muy joven para tal comportamiento, ¿Por qué Conner-tú parece furioso con el mundo? Tú... ¿Ha sufrido mucho?”

Le dio un tic en el ojo ¿Por qué no se callaba? Solo pedía cinco minutos de paz. ¿Si había sufrido? Claro que había sufrido, como todos en esta vida, pero no era dolor lo que hacía que el joven Conner kent siempre estuviera serio y con cara de pocos amigos; era soledad, nadie que  pudiera entenderlo. Pero el chico de acero ya estaba acostumbrado a todo eso, así que hacia todo lo posible para parecer lo más humano que un kryptoniano-humano pudiera llegar a ser, aunque en algunas ocasiones le pareciera imposible

Claro que he sufrido, como todos, no tenemos una vida lleno de flores y mariposas. Es algo que tú no llegarías a entender, tú ni nadie.

El chico de acero no solía ni hablar de sus sentimientos con sus amigos ¿Cómo lo iba hacer con un desconocido? La única que en cierto modo conocía a Superboy era Canario Negro, la única que le explico cómo se sentía realmente. No le gustaba recordar ese día, ni esa conversación, porque le hacía ver que nunca sería como los demás, que siempre sería diferente, aislado de los demás. Cuando el viaje se le estaba haciendo eterno Esfera produjo unos ruidos, indicándoles que ya habían llegado a la mansión, realizando un aterraje perfecto. Conner fue el primero en bajar y le ofreció la mano a su invitado, ya que el vehículo era algo grande y no quería que se cayera de morros al intentar bajar

¿Te ayudo a bajar o ya puedes tu solo?

Una vez ambos estaban en tierra firme Esfera se volvió a trasformar en la adorable esfera que era siempre, rodando para seguir a su dueño, el cual llamo al timbre esperando que alguien les abriera.

Miró con algo de desasosiego al muchacho. Fuera lo que fuese que le había pasado, er aalgo que aún le atormentaba. Pobre chico...

Más tarde, llegaron a la mansión X. El lugar le hizo reaccionar; Tenía las neuronas trabajando a toda velocidad, tratando de recompoder ideas y emociones que evocaba este lugar en su ser, y que aún no identificaba. tenía un buen presentimiento... Entonces vio que Superboy le ofrecía su ayuda paa bajar. Sonrió ante tal ofrecimiento, y sin tocarle, estiró una de sus piernas hasta tocar el suelo, y después bajó cómodamente con la otra, como si la nave no fuese más que un pequeño escalón. Luego, recuperó su forma normal, y se lo quedó mirando divertido.

- Gracias de todos modos, Superboy-tú - Era bueno ser siempre agradecido, aunque no hubiese sido de ayuda. Aquéllo debía ser una especie de colegio, pues había chicos y chicas muy jóvenes cerca del lugar, charlando o divirtiéndose d elagún que otro modo. Se volvió hacia Superboy mientras éste llamaba al timbre de la gran puerta de roble que era la entrada al edificio- Tú quizá conozca a alguien interesante por aquí, ¿no cree? Yo ve mucha gente de edad de tú. Y ellos también ven a tú... -Dijo, observando a un grupo de chicas que se iba corriendo tras ser "pilladas" por el rubio mientras se los comían con los ojos. Entonces la puerta comenzó a moverse. Doug preparó su más amplia sonrisa para recibir al desconocido o desconocida. Al fin y al cabo, se snetía en la responsabilidad de tener que hacerlo por los dos, ya que consideraba a Conner un caso perdido en relación a mostrarse alegre.

OOC: Os manejo un pelín ¿vale? Cualquier cosilla me decís y edito sin ningún problema. ¡Gracias por invitarme preciosas!

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Charles ya me advirtió sobre la visita, dijo que le gustaría que me ocupase yo ya que era un caso "peculiar", pero tampoco especificó mucho más. Así que camino a la puerta cerré los ojos, inspiré hondo y saqué la mejor de las sonrisas. Llegué justo para escuchar el timbre mientras agarraba el pomo. Me sentí como el profesor cuando usaba su telepatía y encajaba tus movimientos a sus reacciones.

Abrí la puerta manteniendo la sonrisa y permanecí dentro, invitándoles a pasar con un gesto del brazo libre.

- ¡Buenos días! Bienvenidos a la Mansión X.- Tengo que reconocer que a simple vista ya resultaba peculiar. Había un chico, de unos... 17 años quizá de bastante buen aspecto y en buena forma física. A su lado había un hombre rubio, no sabría echarle edad a ciencia cierta pero no pasaría de los 30. Mi primer pensamiento fue, evidentemente, que querían matricular al joven de los ojos azules. Aunque me extrañó bastante porque el rostro del joven era mezcla de enfado, molestia y concentración. La mayoría de alumnos que descubrían este sitio solían mostrarse felices e ilusionados. Era un sitio para ellos, un sitio donde eran distintos pero no culpados por ello. Intenté percibirle a simple vista el poder, ya que en algunos casos se podía hacer. No todos los poderes eran fáciles de ocultar, como el mío. Muchos eran poderes costosos que además conllevaban una carga física o estética difícil de camuflar. Pero ese chico simplemente parecía un adolescente sano, así que no me preocupó en exceso la reacción que los pocos alumnos que pudiesen andar por ahí pudieran tener.

Cerré la puerta después de que entrasen, mientras contemplaban el lugar.- Mi nombre es Sasha, si os parece bien os acompañaré hasta que el profesor pueda atenderos, él sabrá cómo ayudaros.- extendí mi mano entre ambos, esperando respuesta.

- ¿Tenéis hambre? ¿Necesitáis algo? Él está terminando con una reunión pero podemos charlar un poco si queréis y así os vais relajando un poco. ¿Qué os parece?- Si el chico hubiese sido un poco más mayor, pasaría como una visita más, pero Xavier me dijo que era especial y me puso especial cuidado al carácter. Me quedé esperando, para decidir a dónde ir. ¿Jardines traseros? ¿Cafetería? ¿Los bancos frente a la puerta del despacho de Charles? Preferí esperar respuesta, con la sonrisa puesta, relajada, siendo tan jovial y amable como solía mostrarme.

-Muy bien señor Liang. Estaremos en contacto. Respecto a ustedes, espero noticias en breve. Gracias por su atención.

Los monitores se fueron apagando conforme los distintos informantes iban cerrando su conexión con el despacho de Xavier. Últimamente no paraba de tener ese tipo de asambleas virtuales para poder establecer los contactos pertinentes relativos al nuevo mundo. Si algo le había enseñado su larga experiencia, era que en las situaciones extremas tenías que ser rápido y estar bien informado, y nunca había vivido una situación tan extrema como aquélla. Ignoraba cómo la mayoría de las personas se habían adaptado tan deprisa a vivir en un universo compartido, como si fuese lo más normal del mundo, interactuando despreocupadamente con todo aquéllo que venía del otro universo, sin tener en cuenta los riesgos, mientras él había dedicado casi toda su vida a proteger a los demás incluso de la visita de razas de otros planetas de su mismo universo. Tal vez la curiosidad, y el sentido de la adaptación de esas personas fuese lo que les daba esa aparente paz tras la tormenta cósmica, pero él sabía demasiado como para estar tranquilo, y a veces, demasiado poco... Había perdido la pista a muchos de sus muchachos, estudiantes o héroes ya formados, y buena parte de su prisa para establecer una red de contactos se debía precisamente a su intensa búsqueda de pistas sobre el paradero de los mismos. Para ello, pese a los riesgos y las protestas de algunos de sus allegados, puso los datos de la Mansión X a disposición de los medios, de modo que algunos de los mutantes pudieron ir regresando poco a poco a casa. Otros, seguían sin dar señales de vida...

Sin embargo, hoy iba a recibir una visita muy especial. Uno de sus chicos más querido y peculiar, en todos los sentidos. Hacía tiempo que no sabía de sus andanzas y ahora que finalmente reaparecía, no tenía ni idea de quién era. Warlock, el alienígena tecnoorgánico que llegó como una amenaza a sus instalaciones y se quedó como uno más entre los Nuevos mutantes. Hacía ya mucho tiempo de ello, y pese a su larga estancia entre aquéllos muros y los de la primera mansión, ese chico era para Charles todo un misterio. Para empezar, era de las pocas mentes que no podía leer, lo cual lo hacía más interesante. Con él, Xavier no tenía más remedio que ser más humano y menos mutante. En cierto modo, eso le agradaba. Apoyó los codos sobre su mesa y buscó la frecuencia de pensamiento de Sasha. Junto a ella había una mente llena de intensas emociones, aunque no muy positivas. Debía ser el acompañante asignado a Warlock en su regreso desde el llamado Monte Justicia. Sonrió complacido; Iba a ser muy interesante este encuentro. Entonces estableció conexión telepática con Sasha cuando se dirigían al comedor.

"Sasha, haz pasar al rubio. La reunión ha terminado"

Se quedo mirando de reojo a su compañero de hojalata, si, no había encontrado mejor definición por la extraña composición de piel que representaba el mutante. No tenia tiempo para hacer amigos a no ser que la liga se lo permitiera. Sonrió levemente y estrecho su mano con delicadeza a Sasha, era momento de utilizar los protocolos de educación.

Mi nombre es Superboy, gracia por su compañía, son muy amables por atendernos, yo también espero que nos pueda ayudar

La pregunta del millón, aquella que Conner no sabía que contestar. Podría negarse por educación pero a lo mejor hería los sentimientos de la otra persona, si aceptaba a lo mejor pensaba que era un aprovechado ¿Por qué el mundo es tan complicado? Se quedo mirando a su alrededor por si veía alguna respuesta en carteles de neón, al parecer vio uno. Vio la cafetería llena de estudiantes, no le gustaban las multitudes, pero era un lugar idear para pasar el suficiente rato para que Xavier acabara con su reunión y de paso almorzaría algo, ya que desde la llegada de Doug no había probado bocado

Podríamos ir aquella cafetería a tomarnos algo, la espera será más amena

Douglas andaba distraído con todo lo que contemplaba a su alrededor, especialmente con los pequeños y jóvenes que usaban sus poderes alrededor de ellos. Sonreía sin razón llevado por una familiaridad para con aquéllos muros cuyo origen desconocía. De pronto la muchacha que se había presentado como Sasha, les guió y propuso esperar para ver al profesor en alguna de las áreas de descanso del centro escolar. La idea le fascinó, pero no tanto como haber visto sonreír al chico que le acompañaba por primera vez desde que se conocieran. ¡Así que sabía poner otra cara que no fuese de disgusto o enfado! Definitivamente algo muy malo tuvo que ocurrirle para ser como era, pero lamentablemente, no era asunto suyo, y él ya tenía sus propios problemas.

- Yo está de acuerdo, a Yo le gustaría seguir explorando la Mansión X.

Comenzaron a marchar hacia la cafetería cuando de pronto la joven se detuvo, como si se hubiese arrepentido en el último momento. Quedó perplejo ante dicha actitud, y se preguntaba qué pasaría a continuación con una sensación entremezclada de emoción, inquietud y curiosidad.

OOC:

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Doug vio alejarse a la pareja, algo preocupado por Superboy. No sabía hasta qué punto era bueno que alguien como él estuviese en un lugar rodeado de gente nueva, pero nad apodía hacer. Se dio la vuelta hacia la puerta algo nervioso, sin saber qué esperar, y pasó entre las dos hojas de roble, cerrándolas con cuidado tras de sí. Allí estaba el director de la Mansión, sentado tras su escritorio. Un hombre elegante y calvo, de semblante amistoso pero imponente, algo que le causó cierta impresión que fue incapaz de disimular debido a su gran expresividad facial.

Xavier se sintió extraño ante aquél muchacho. Reconocía aquél semblante. Sin duda, Warlock estaba muy confundido, lo suficiente como para haber llegado a confundir sus rasgos con los de su amigo Doug Ramsey. Desde su primer encuentro, fueron inseparables, y pese a que Warlock a veces manejaba asuntos que le alejaron del planeta, era obvio que su vínculo con el joven mutante seguía siendo mucho más fuerte que cualquier lesión cerebral causada por el cataclismo; No en vano, entre sus recuerdos supervivientes, se encontraba el joven Douglas. Aquéllo era un problema, desde luego... Si quería hacer las cosas bien, tendría que advertir al muchacho de que usase rutas alternativas por la mansión para no encontrarse con su viejo amigo alienígena por ahora, o el shock le desestabilizaría. No era algo que no pudiera manejar con algunas advertencias psíquicas a Douglas, por supuesto. Sin embargo, le preocupaba bastante cómo iba a curar las heridas que hubiese en aquélla mente rota, pero inaccesible para él.

Se inclinó al frente con una sonrisa paternal y las manos entrecruzadas. Permanecieron un rato mirándose sin más, con curiosidad, sin mediar palabra. El célebre psíquico ahora sólo podía confiar en sus modales.

Finalmente, rompió el hielo con un sencillo saludo:

- Hola Warlock. Bonita apariencia- El joven dedicó una mirada desencajada al telépata, y respondió.

- ¿Warlock? ¿Ese es apodo de Yo? Yo creyó que sería chispas. Gracias por el cumplido, Yo ha estado mucho tiempo vagando, pero Yo intenta estar presentable.

- Jajajaja, así que chispas, ¿eh? Dime Warlock, ¿Qué recuerdas del cataclismo entre universos?- Algo andaba mal. El joven alien no recordaba ni su propio nombre, y no parecía entender a qué se refería con lo de su apariencia. Tenía que llegar más lejos...

- Yo... Recuerda el cielo rojizo... y un gran golpe. Yo recuerda que una mujer me recogió, pero yo huyó al ver aspecto de Yo usando sus poderes... Yo pensó que podía ser peligroso y decidió escapar hasta recuperar el control. Yo no recuerda nada más...

- Bien. MUéstrame ese aspecto. Vamos, usa tus poderes.

- Vale -Como había hecho hacía no mucho en la base de Monte Justicia, su cuerpo sufrió una espectacular transformación, dando lugar al Warlock que Xavier conocía, y uno de los mutantes bajo su protección del que había llegado a estar más orgulloso. El bueno de Warlock... Un pobre y asustado niño de otra galaxia, cuyo poder podía destruir planetas enteros, y que sin embargo, elegía siempre la paz antes que usarlos. Aunque físicamente no poseía un corazón, el suyo era más grande que muchos, y todo bajo ese aspecto extraño y aterrador. Hacía años que no veía la reluciente piel negra y dorada de su alumno, y su impresionante y erizada melena, o su inquietante sonrisa.

- No has cambiado nada en todo este tiempo, aunque es normal, dado que sois muy longevos. Bien Warlock, empezaré por el principio; Estás aquí porque ignoras quién eres en realidad. Primero debes saber que Warlock no es tu apodo, sino tu verdadero nombre. Y... -Dudaba sobre qué hacer en este momento, ya que era delicado, pero cuánto antes lo supiera, mejor- Éste que presentas ahora... tu verdadero aspecto.

Warlock quedó anonadado, sin habla. Se miró las largas manos con aquéllos surcos de luz, recordó su imagen en el espejo de casa de Alice, y se echó las manos a la cabeza, encontrándose con la enorme mata de espinas, asustándose cada vez más.

- ¡No! ¡Yo es humano, Yo es Doug Ramsey! ¡Yo ha estado aquí, puede recordarlo, pero no sabe por qué!

- Tranquilízate chico... no debes tener miedo, creé este lugar para que nadie lo tuviera. Estás confundido. Doug sí formó parte de tu vida, fue alguien muy importante, pero no eras tú. Viviste aquí mucho tiempo, cuando llegaste huyendo de algo terrible que te aterraba. Ven, quiero que veas algo...- Se evantó y caminó hasta plantarse delante de un retrato en grupo con unos muchachos en uniforme amarillo y negro, varios chicos y algunas chicas, todos ellos muy diferentes. Warlock le acompañó y pudo distinguirse a sí mismo entre ellos... como dos personas diferentes. Su yo humano estaba junto a su aspecto mutante, y parecían contentos. Un escalofrío recorrió su ser, y se apartó del cuadro temblando.

- ¡¿Qué significa esto?!

- Sólo que aquí viviste tu historia, y que te ayudaré a reconstruirla, sea cual sea. Estás agotado, y no quiero ponerte más nervioso. Por ahora, puedes ir a buscar a tu amigo y a Celsit, y si lo deseas, puedes conservar este aspecto o recuperar tu disfraz humano, pero déjame darte un consejo; Permanece así al menos unos minutos. Luego, serás libre de escoger con qué te sientes más cómodo. Puedes irte, escalera del final del pasillo hacia abajo y a la derecha. No tiene pérdida.

Confuso y asustado, el alienígena siguió las indicaciones de Xavier, y se perdió en busca de la cafetería de la mansión. El hombre miró el retrato una vez más y se echó las manos a las sienes.

"¿Cómo ha podido pasar algo así?"

Se alegro de la rapidez en la cual los iban atender, eso facilitaría las cosas para Doug y el se iría antes a casa. Vaya día libre que estaba teniendo. La pregunta que lanzo la chica era algo delicada ¿Qué podría contestarle para no comprometer a la liga? Cuando fue a contestarle ya habían llegado, guardándose la respuesta para después. Escucho atentamente todo lo que decían para acabar con una leve reverencia para luego voltearse e irse con Sasha a la cafetería

Volviendo a la pregunta que me has formulado antes….te diré que formo parte de una organización de jóvenes súper héroes que velamos por el bien en el mundo, luchando contra el mal

Entraron en la cafetería y se quedo mirando que podía pillarse para almorzar. Pero mientras miraba pensó en todas esas veces que le habían dicho que fuera más sociable, lo intentaba, pero le costaba mucho mantener una conversación. Pillo un bocata de queso y un zumo para luego sentarse en una mesa.

¿Y vosotros que haces en esta mansión? Parece como un instituto…

Logro formular una pregunta para revivir la conversación que tenían antes. Mientras esperaba respuestas iba comiendo tranquilamente, intuía que tenían todo el tiempo del mundo.

Andaba medio mareado por las intensas emociones que la información recibida le había causado. caminaba despacio por los pasillos de la mansión, recordándolos, sin saber por qué... Se miraba en todas las superfíciles reflectantes; Aquél monstruo de melena encrespada le devolvía una mirada tan asustada como la que esperaba de su yo humano... y a su alrededor...

Aquéllos retratos. Cuadros de varios mutantes célebres, de grupos de estudiantes... pasó ante una vitrina de premios, algunos de esos nombres le resultaban familiares, pero ¿Quién era él? ¿Quién era en verdad? Algunos estudiantes se volvían a su paso, con gesto sorprendido o le contemplaban descaradamente boquiabiertos. Más allá de su curioso aspecto cambiante, o su gran estatura, lo que provocaba aquéllos gestos era la admiración. Muchos de ellos habían sabido de las vivencias de los X-men, de la Patrulla X, e inevitablemente, de los Nuevos mutantes... Warlock no era un nombre que dejase indiferente a nadie entre los muros de la mansión, y los más jóvenes incluso se acercaron a preguntarle por sus hazañas, pero el alien, aterrado, huyó agarrándose la cabeza en dirección a la cafetería. Cuando encontró a sus compañeros, se sentó junto a ellos, prácticamente arrollando a Superboy, y mirando nervioso a su alrededor. Vio en un cristal que mantenía esa forma negruzca, y la cambió, recuperando su aspecto humano, sintiéndose aliviado cobijado bajo el anonimato una vez más. Al situarse, se volvió, encontrándose con la disgustada cara de Superboy, lo que le hizo apartarse de él agachando la mirada, compungido.

- Yo lo siente... Yo está muy... asustado -Escondió la cara entre los brazos apoyados en la mesa- Yo... No sabe quién es... ahora incluso menos que antes. Profesor Xavier dice que Yo no es humano, y... y yo... se vio a sí mismo en las fotografías... Yo mutante y... Yo humano.

Balbuceó tembloroso, soltando a veces algún sonido muy electrónico respecto a lo que correspondería a su aspecto, entre temblores. Estaba colapsado.

Sonrió levemente al decirle que tenía valor; mas que valor era temerario pero con los años logro frenarse un poco. Supuso que no todos estaban dispuesto hacer lo que él hacia…pero ¿Qué otra podía hacer? Había nacido para eso y nada más. Le miro a los ojos al igual que ella había hecho con el.

Vaya, es muy interesante, creo que yo tendría que haber venido a un sitio como este. Ir a un instituto normal con súper poderes puede llegar a ser muy estresante, tener que vigilar que haces, porque puedes hacer algo normal para ti pero para los demás estudiantes seria magia… si, supongo que puede ser parecido.

Le pego otro bocado a su bocata y se quedo mirando el lugar, había sido buena idea venir. Ese lugar le parecía genial, habían muchos chicos de su edad con poderes y eso le hacía sentirse menos raros pero nunca encontraría nadie como él… y eso, le hacía sentirse un poco más solo. Volvió a mirar a la chica.

Oh! No te molestes…estoy bien... Solo que no estoy acostumbrado...a estas cosas

Se puso un poco nervioso que le pillara ¿tan claro eran sus movimientos? Tendría que entrenar más. Cuando fue a darle el último trago de su zumo sintió como alguien se le tiraba encima, por poco no le lanzaba un puñetazo. Se quedo mirando a Doug, dando el último trago que antes había sido interrumpido, mientras pensaba como animarlo. No entendía porque cambiaba de aspecto, le gustaba esa forma un tanto extraña. Le acaricio la espalda con suavidad, intentándole dar apoyo.

Bueno…  si te sirve de consuelo, yo tampoco soy humano, soy extraterrestre y conozco a muchos que no son de la tierra y nos llevamos bien. Seguro que hay más extraterrestres en La Mansión… ¿no?

Sus ojos azules pasaron del temeroso ser a la confiada humana, dirigiéndole la pregunta a ella. A ver si entre los dos conseguían animar al pobre muchacho.

Aunque inseguro, lo cierto es que Doug agradeció la idea del paseo. Necesitaba salir de allí, alejarse de esa gente que le miraba con ojos sorprendidos y le atosigaba a preguntas, aunque con su aspecto humano no era tan exagerado el acoso de los demás. Pese a ello, estaba intranquilo. ¿Alienígenas? Lo que le faltaba... ser de fuera de este mundo, pero por otra parte... ¿Qué otra cosa podía ser si no, con aquél monstruoso aspecto? Por desgracia, pese a ese primer contacto traumático, tendría que volver a ablar con Xavier. Él era su única fuente de información, su única esperanza... Pero sería más tarde, sin duda.

- S... sí. Yo quiere salir fuera... -Se dio la vuelta y miró a su extraño compañero de viaje- ¿Tú está bien? ¿Yo ha hecho daño a tú?- Realmente estaba preocupado. Ese chico de por sí tenía un humor de perros permanente, y no quería empeorarlo aún más. Al fin y a cabo, era lo más parecido a un "amigo" que tenía por el momento...

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Los jardines eran enormes, y más que un lugar cuidado y estructurado, eran terrenos silvestres que alguien mantenía libres de malas hierbas. Había pequeños terraplene sy colinas con árboles y hasta un pequeño lago, y espacio suficiente para hacer deporte o practicar con las habilidades especiales de los chicos. Se parecía mucho a la anterior mansión X, pero con un aire más moderno, pero los jardines eran exactamente iguales. Por alguna razón, tal vez meramente sentimental, Xavier había decidido replicarlos tal cual eran.

Doug miró a una colina con un árbol mediano y algunos arbustos sobre ella, desde la cual se veía el lago. Era un lugar tranquilo y precioso, y en ese momento estaba desocupado. Algo en su interior le atraía hacia ese lugar, y sentía la imperiosa necesidad de ir hacia él. Miró a sus acompañantes, que iban en otra dirección, y casi sin darse cuenta, estiró uno de sus brazos para rodearles, arrastrándolos hacia sí bruscamente, mientras corría hacia la colina. Casi lanzándose sobre la hierba, los otros dos cayeron rodando junto a él, mientras se quedaba inmóvil. En su mente, aquélla voz electrónica enviaba mensajes "Reestructurando información. Procesando" "Archivos de superfície almacenados en segundo nivel"

Una gran sonrisa se dibujó en su rostro. Aún no sabía por qué, pero pronto lo sabría.

No sabía si estaba más sorprendido de su actitud tranquila o de que la muchacha tampoco supiera quién era, ese lugar era una caja de sorpresas. Al parecer el grupo estaba deseoso de pasear y el no era menos, saliendo detrás de Doug. Sonrió de lado ante esa pregunta, era más resistente de lo que aparentaba, no por nada le llamaban el chico de acero, pero le hacía gracia que se preocupara tanto por él.

No tranquilo, no me has hecho daño, pero no me gusta que me empujen…no es que me moleste…pero no sé, intenta no volverlo hacer

Intentaba suavizar su tono para no parecer más enfadado de lo que ya estaba normalmente, estaba en territorio desconocido y tenía que dar buena impresión para que el informe fuera favorable. Gracias al paseo pudo meterse en sus pensamientos e ignorar su alrededor. No sabía que hacer ahora ¿irse o quedarse, ya se había acabado la misión que le retenía ahí? No sabía que hacer, esto no era lo suyo, se sentía como pez fuera del agua. Lo suyo era repartir leña siguiendo las órdenes que le daban, pero sabía que tendría que aprender hacer otras cosas si en un futuro tendría que ocupar el lugar de Superman… que por cierto, hacia mucho que no lo veía.
Como estaba metido en sus pensamientos no se dio cuenta del que extraño ser se lo llevaba a saber donde, impresionado de que pudiera cargar con él, aunque lo ultimo no le hizo tanta gracia. Logro caer bien dando una voltereta en el césped, encarando cabreado al rubiales.

¿Se puede saber a qué viene esto? ¡Oye! ¿Me estas escuchando?

Se levanto con rapidez quitándose algunas hojas que se le habían enganchado en la ropa, su poca paciencia estaba llegando a su límite.

El profesor andaba dándole vueltas a lo sucedido, ¿Un fuerte golpe? ¿La gran carga energética liberada por la colisión tal vez? ¿Qué había destrozado así a su alumno...?

Y luego estaban esos chicos, los Justicia joven. Cierto es que el tal Dick le había tratado muy correctamente y de forma muy profesional, pero ese chico que había enviado acompañando a Warlock apenas tendría unos 16 años, ¿Qué clase de imprudente lanza a un muchacho tan joven a la batalla? ¿Qué preparación tenía ese joven para ejercer como héroe? No paraba de darle vueltas. Él regía un instituto para gente como él, sabía lo duro que era que los adolescentes alcanzasen la madurez necesaria para tomar ese tipo de responsabilidades de forma sensata. Al fin y al cabo, ya resultaba difícil que un joven corriente atravesase esta etapa y continuase en el camino del bien, y darle poderes sólo complicaba aún más las cosas...

Decididamente, debía entrevistar a ese muchacho. Quería conocer más acerca de su súpergrupo, y era el único que podía aportar pistas sobre las condiciones en que estaba Warlock cuando lo encontró. Se concentró en busca de la frecuencia mental de Sasha para enviarle un mensaje, pero una frecuencia mucho más intensa cercana a ella desvió su atención. Era una frecuencia poco común, y llena d eira en ese mismo instante. Se trataba del muchacho que acompañaba a Warlock, Conner Kent según pudo ver en su memoria, y aparentemente iba a golpear a Warlock por alguna razón. Antes de que pudiera hacerlo, Xavier habló dentro de la mente del joven.

"¡DETENTE, CONNER! Ahora estás en mi instituto, no voy a consentir que emplees la violencia en mis instalaciones, pues ni siquiera mis alumnos tienen permiso para ello. Sé que odias que se metan en tu mente, chico, pero este aviso no era para tí. Sin embargo, necesito que te reúnas conmigo en mi despacho, tengo algunas preguntas que hacerte. Sasha se ocupará de Doug. No tardes"

Exhalando un suspiro aliviado, Xavier retomó contacto con su alumna para darle aviso de la reunión con Superboy. Ahora sólo podía esperar al muchacho. Había averiguado más d elo que esperaba en esa breve incursión en su mente, y con los dedos entrelazados escrutaba el horizonte hilando ideas diversas. Entonces desvió la mirada al retrato de los Nuevos mutantes en el que estaban Warlock y sus amigos de promoción.

- Alienígena y clon. Extraordinaria coincidencia...

Las palabras de la chica le frenaron ¿divertido? Dar vueltas por el suelo era divertido? Se quedo pensando un rato. Comenzó a pensar en lo que le había dicho la chica, que se estaba presionando demasiado ¿Qué podía hacer? Siempre había sido así…  A lo mejor tenía razón pero nunca lo había hecho con sus amigos, había hecho cosas divertidas como ir a la playa, de acampada, de fiesta de disfraces etc., pero nunca rodar por los suelos. Seguramente en ese universo rodar era sinónimo de diversión. Si eso era así tenía que pedirle perdón, una cosa que había aprendido era respectar las costumbres de los demás. Pero cuando se fue  a disculparse sintió una voz en su cabeza, para colmo sabia lo poco que le gustaba que se le metieran en su mente ¿si lo sabía porque lo hacía!? Pero tenía que calmarse, estaba escuchando al jefe del lugar. Apretó con fuerza los puños.

Esta bien…ahora mismo voy a su despacho…

Conto asta tres y miro a la chica para luego mirar al rubio.

No estoy enfadado… solo que nadie me dijo que rodar por el suelo fuera divertido, nunca me lo han enseñado… si me disculpáis, me voy a ver al señor Xavier, nos vemos.

Dicho eso se fue del lugar con pasos ligeros ¿Qué era eso que quería decirle exclusivamente a el? Suspiro cansado, temiendo que por sus impulsivos actos la liga y la mansión rompieran relaciones, si pasara eso nunca se lo perdonaría ya que Superman nunca cometería una imprudencia como esa. Cuando llego delante de la puerta del despacho respiro profundamente, estaba a punto de ver a una persona importante a solas y tenía que causar buena impresión, aunque con lo ocurrido en el jardín no iba a mejorar mucho su imagen. Pico a la puerta controlando de no romperla

Tal y como me pidió aquí estoy Señor…

Se quedo parado enfrente de la puerta esperando a que le dieran permiso para pasar.

Warlock miró cómo se marchaba el muchacho. Se sintió mal por haberle tratado de esa forma, y entonces dirigió una mirada a Celsit. Ella, al contrario que Superboy, se había divertido con aquélla circunstancia, cosa que le daba cierta paz, pero aumentó su sensación de que Conner era alguien que había sufrido bastante. Cerró los ojos compungido y habló apesadumbrado:

- Yo solo ha hecho que molestar a él desde que él encontró a Yo... Yo cree que mejor agradecimiento para él es que se vaya y pierda a yo de vista. Yo piensa que lo ha pasado mal... ¿Tú tiene también esa impresión, Cels-amiga?

la brisa movió su desordenado cabello, remarcando su expresión triste y confundida. Tenía mucho en qué pensar, mucho que ordenar en su mente, y aquéllos brotes de entusiasmo seguramente serían una constante en sus días futuros hasta que se recuperase, y no quería molestar a nadie. Menos aún si era alguien con sus propios problemas, quién sabe si parecidos a los suyos.

- Pasa, muchacho.

Una vez el semi kryptoniano atravesó la puerta, se encontró con un Charles pensativo, con un porte lleno de dignidad. Era la viva estampa del líder de un lugar como ese; El Sol que se filtraba por la ventana iluminaba en el rostro del hombre años de batallas, alegrías, victorias, derrotas, pesares, paz y angustia concentrados en años de experiencia como héroe de la humanidad, y ahora que ya se había retirado, dedicaba su tiempo a ayudar a que otros como él continuasen la labor. Toda una vida dedicada a salvar a otros. En cuanto Conner se adentró en el salón, Charles s separó de la ventana y le ofreció asiento, eligiendo sentarse en la butaca frente a él en vez de ir a su sillón tras la mesa, creando una sensación de complicidad. No podía utilizar sus poderes con el chico si quería que éste estuviera agusto, así que al igual que con Warlock, tendría que emplear otros métodos.

- Quiero pedirte disculpas antes que nada por haberme metido en tu mente, Conner. Sé que una sucesión de malas experiencias en tu pasado hacen que sientas rechazo ante este tipo de intromisión, y para nada es mi deseo hacerte sentir incómodo en un lugar que de por sí ya te causa esa sensación por ser nuevo para tí, pero no podía permitir que atacaras a uno de mis alumnos- Tomó aire antes de proseguir, esperando haber convencido al joven de sus buenas intenciones- Bien muchacho, te he hecho venir porque quiero saber más acerca de tí y los tuyos. He observado que eres bastante más joven que muchos de mis alumnos ya activos como héroes, y eso me inquieta... ¿Qué formación tienes? ¿Qué conoces acerca de tus poderes? ¿Cuál es tu historia con la Justicia Joven? Cuéntame lo que quieras, prometo no indagar más por mi cuenta en tu memoria.

El hombre escuchó atentamente la respuesta del chico, y sonrió. Le alegraba saber que estaba frente a una persona tan fuerte y valiosa, y además, seguía dando vueltas a sus descubrimientos sobre él en su paseo por su memoria de hacía un rato. Se incorporó en su asiento y entrecruzó los dedos- Dime Conner... ¿Qué impresión te causó Warlock, es decir... Doug, cuando le encontraste? ¿Estaba herido, o asustado? ¿Qué opinas de él?

Esperó atentamente oír la respuesta del semikryptoniano. Podía ser interesante de verdad.

Afirmo con la cabeza y paso, sentándose en la silla sin decir nada. Iba a quejarse que no tenia intenciones de pegarle, solo de cogerle del cuello de la camiseta para encararse con el, pero luego recordó que no tenia camiseta y a lo mejor si que le pegaba de frustración. Así que mejor se mantenía en silencio. Se relajo al oír como se disculpaba, no todos admitían sus errores, él el primero, sabía que le costaba mucho pedir perdón y algo que no le importaba mucho cambiar, ya tenia bastantes cosas que hacer. Mientras escuchaba abajo la mirada y se quedo mirando sus manos ¿Qué le podía decir?¿ Todo? La liga confiaba en ese señor, así que él no era nadie para discutirle, así que le contestaría todo lo que el quería saber. Levanto la cabeza con decisión. Le miraba tan serio que parecía enfadado con su ceño fundido, pero estaba tranquilo.

Conozco muy bien mis poderes y tengo mucha experiencia con ellos, es mas, me crearon con ese propósito…de ser una arma

Eso ultimo suavizo ligeramente su rostro a tristeza, pero rápidamente se recupero.

Soy el clon de Superman, no se si lo conocerá, es un gran superhéroe de nuestro mundo, por así decirlo… su peor enemigo, Lex Luthor me creo para destruirle y ocupar su puesto. Tengo ADN de ellos dos y un poco de Genomorfo. La Joven Liga de la Justicia, el grupo del cual formo parte me encontró en una capsula, con solo dieciséis días de vida, pero ya tenia cuerpo de adolescente, específicamente tal y como me ve ahora…y de eso ya han pasado ocho años…

Suspiro largamente, nunca había hablado tanto del mismo, con lo discreto que quería ser en esos temas. Pero se sentía bien hablar con el, era como hablar con Dinah en una de sus terapias para controlar su rabia. Las ultimas preguntas le dejaron un poco confuso.

Pues confuso me dejo señor, normalmente los enemigos que atacan la ciudad se enfrentan a mi con chulería, pero el huía de mi, como si quisiera protegerme de el mismo, pero cuando vio que tenia poderes se relajo un poco, no estaba herido pero si algo asustado, supongo que por eso salía corriendo…y lo he conocido esta mañana señor Xavier…no entiendo la última pregunta

No entendía porque le pedía opinión de un extraterrestre o un metahumano multiforme que acababa de conocer. Le parecía un ser demasiado alegre para tener una pérdida de memoria y el tampoco era muy bueno fijándose en la gente.

Charles escuchaba atento, procesando toda la información que el muchacho le brindaba. Había completado mucha de la que había extraído de su mente, y a su vez estaba apuntando mentalmente algunos detalles, como por ejemplo, lo del genomorfo. Debía buscar información sobre ello. Lo que no había pasado inadvertido para él fue ese breve momento de sensibilidad en el joven Conner, al mencionar que su propósito existencial había sido ser un arma. Sintió lástima por él... En cierto modo, tal vez seguía siéndolo, pero para un bando distinto. Negó con la cabeza, hasta que oyó la última parte de su disertación, dibujándose en su rostro una media sonrisa. Entonces se levantó y se acercó al retrato de los Nuevos mutantes que enseñó a Warlock hacía unos momentos, y se dirigió a Conner de nuevo.

- He conocido casos como el tuyo, Conner. Seres creados por gente sin moral ni ética que carecen de una historia real, no saben lo que es la infancia ni tener unos padres... Imagino que además debes tener presente cada día de tu vida que tu razón de ser es sustituir a alguien y servir a otro alguien, en definitiva, robarle su vida a otro para beneficiar a otra persona. Pero lo realmente importante y que tus creadores no tienen en cuenta es lo que tú quieres finalmente, y por eso ese tipo de planes nunca salen bien- Se sentó de nuevo en su sillón tras el despacho, y esta vez sonrió abiertamente. El muchacho parecía aún serio, pero la verdad es que pese al posado solemne de Xavier, por dentro sentía cierta expectación por ver la reacción del muchacho cuando conociese la información que estaba reservando para él- ¿Sabes? Me recuerdas mucho a un alumno que tuve hace algún tiempo, Kent. Era un joven alienígena proveniente de un mundo lejano, cuya especie se reproducía por clonación, y condenado por las normas de su mundo a enfrentarse a su "padre", matarle, y sembrar un reinado de terror y extinción de mundos a su paso, pero eligió cambiar. Eso obviamente, le trajo problemas... Huyó de su padre a través del universo y acabó en los terrenos de la mansión exhausto y moribundo. Cuando conocimos su historia, le aceptamos entre los nuestros, le educamos, y se convirtió en uno de los seres más fuertes, y sin embargo bondadosos que he conocido. ¿Entiendes lo que trato de decirte? Sólo necesitas encontrar tu lugar, y llegarás a ser tu mejor versión. Si él pudo hacerlo, estoy seguro de que tú también.

Entrelazó las manos frente a sí y agachó la cabeza pensativo. Luego alzó la vista clavándola en Conner nuevamente.

- Creo que podrías aprender mucho aquí, Conner. No me refiero solo a luchar y dominar tus habilidades, sino a construirte a tí mismo... Además, te necesito aquí, aunque sean unos pocos días, creo que me serás útil para ayudar a Doug. No recuerda nada, y hasta que lo haga necesito mantenerle estable, pero por ahora eres lo más parecido que tiene a una persona de confianza, así que quisiera contar contigo.

Escuchó la respuesta del muchacho, esperando una negativa por su parte, pero estaba seguro de que la historia que le contó le había afectado más d elo que mostraba, hecho por el cual, decidió jugar algo sucio, pero era por el bien d etodos. Esperaba que funcionase...

- Si nos haces este favor, Conner, podría presentarte a ese muchacho del que te he hablado. Ahora mismo anda por la mansión, ¿Qué me dices?

Miraba como se movía con una ceja alzada, sin entender porque se levantaba ¿para darle mas emoción a todo eso? Se fijo en el ser que señalaba en la foto, era Doug cuando llego a la cafetería pero enseguida se volvió humano. No entendía sus acciones pero igualmente le escucho con atención. Le miro un poco impresionado, en su mundo habían clonado a su amigo Roy Flecha Roja y debido a eso decidió llamarse Arsenal y su clon siguió llevando el nombre de la flecha. Aparte de este caso y el suyo no conocía ninguno más y le sorprendía que en los otros mundos también ocurriera. Afirmo con la cabeza al recordar las nobles palabras de Oliver, gracias a ellas estaba mas seguro de si mismo pero aun había algo que no acababa por satisfacer al joven Kryptoniano.

“¿Sabes? Me recuerdas mucho a un alumno que tuve hace algún tiempo, Kent…”

Sus ojos comenzaron a brillas, no podía creer lo que estaba escuchando ¿había alguien como él? No se lo podía ni imaginárselo. Se golpe sintió la necesitad fuerte de conocerle y preguntarle tantas cosas… Apretó los piños con algo de fuerza, tenía que calmarse y mantenerse sereno, no quería parecer necesitado aunque en el fondo si lo que lo estaba, intuía que si le conociera aclararía muchas dudas. Se quedo pensando con el tema de la invitación, tendría que hablar con la liga si le permitían hacer eso.

Primero tendría que pedir permiso a la Liga de la Justicia, no se si se refiere a vivir una temporada con vosotros o venir como visita… y yo no se como alguien como yo que le cuesta mantener sus ataques de ira pueda ayudar a alguien…

En esos momentos pensó en Esfera ¿Cómo estaría ella? Tenia que encontrarla y hacerle saber todo lo que había pasado, seguro que estaba preocupada. Eso ultimo le golpeo con fuerza ¿Cómo sabia que tenia tantas ganas de conocerlo? No notaba ninguna molestia en su mente, asi que estaba cumpliendo su palabra.

Últimamente controlo mejor mis ataques, así que seria todo un honor ayudarles… y poder hablar con ese alumno… pero antes tengo que ver a Esfera, es quien nos ha traído aquí e informar de lo que se hablado aquí para traerme algunas prendas para pasar los días aquí, no sé si me explico bien… Si quiere se la puedo presentar

No quería sonar borde pero estaba preocupado por su amiga, tanto tiempo sola en un lugar extraño, no quería que se la llevaran de nuevo

Xavier observó al muchacho y sonrió ante su aparente aturrullamiento. Estaba claro que de algún modo, le había hecho ilusión la propuesta, y pensaba sacar provecho de ello. Esto iba a ser provechoso para ambos.

- Puedes hacer lo que mejor te convenga, Conner. Habla con tus superiores, por supuesto. Si necesitas algo, puedes ir a buscarlo, y si prefieres venir en régimen de visitas, nadie te impedirá hacerlo. Yo mismo avisaré de tus entradas y salidas al recinto si lo deseas. Sólo pretendo que nos eches una mano con el joven Warlock, y de paso, si quieres hablar con algún maestro, o utilizar las instalaciones en tu beneficio, podrás hacerlo. Creo que así compensaremos las molestias. Tu querida Esfera puede quedarse, no será molestia si la tienes controlada, como ves tenemos amplios espacios, podrá elegir estancia. Ahora todo queda entre tú y tu líder, muchacho. Yo sólo quiero conocer tu decisión final.

Se levantó del asiento tras su mesa y abrió la puerta indicándole que podía marcharse.

- Ve a gestionarlo todo. Luego... reúnete con Cels y Warlock. Ella es muy buena chica, pero quizá se sienta inquieta si Warlock muestra algún comportamiento extraño al recordar. Vigílale.

Afirmo con la cabeza a todo lo que le decía Xavier y sonrió al ver que no tenían ningún problema en poder quedarse con Esfera, un bonito detalle que Conner aprecio. Al salir fuera del despacho saco su teléfono y llamo a su amigo y líder de los JY: Dick. Mientras andaba hacia donde había dejado a su redonda amiga le explico todo lo que había pasado. Tomo el tema iba a ser un poco largo se sentó en un banco y con la otra mano acaricio a Esfera, hablando con el de la otra línea. Finalmente llegaron al acuerdo de que podría ir a visitarlos siempre que quisiera, siempre y cuando no hubieran misiones de por medio. Una vez todo aclarado se levanto y se despido de su amigo, guardando el móvil.

Vamos a ver a Cels y Warlock…aunque dice que se llama Dougn…

Se rasco la cabeza algo confundido pero se puso en marcha con su amiga al lado. Paso por los lugares que le parecían familiares, evitando perderse en esos grandes jardines. Al cabo de un rato llego a ellos, les saludo con la mano y se acerco a ellos.

Ya he acabado de hablar con el señor Xavir. Me ha dicho que puedo venir a visitarte siempre que quiera… si tu quieres me podrás ver mucho por aquí.

Se quedo mirando a Warlock, esperando respuesta, si no quería verlo no perdería el tiempo en venir. Luego miro a la chica para no excluirla de la conversación.

Warlock había pasado el rato contando a Cels sus vivencias desde la coslisión, incluyendo su largo viaje hasta encontrar a los Young Justice. Cuando vieron regrasar al muchacho de la camiseta negra junto a una gran esfera metálica que rodaba a su lado, el alienígena se tensó un poco. No sabía cómo actuar para dejar de incomodar al pobre chico que se había molestado en traerle hasta ese lugar agradable y extrañamente familiar, sin embargo, cuando le escuchó decir que podría venir a visitarle si así lo deseaba, no lo pudo creer. Sonrió relajado ante su actitud amigable, y respondió:

- Sí, a Yo le gustaría volver a verte, Superboy. Yo quisiera compensarte algún día por traer a Yo a... casa - Aún andaba algo confundido sobre su relación con aquél lugar, pero al menos allí no era un extraño, varias personas parecían conocerle, y su instinto tenía buenas percepciones sobre aquélla escuela. Confiaría en ello, pues no tenía otra cosa. Antes de que se marchase, estiró la mano hacia el muchacho, para que él la estrechase- Hasta pronto, Yo espera.

Cuando se quedaron solos, el technarch preguntó a Celsit acerca de su vida. No tenía a nadie más con quien hablar, así que decidió averigüar algo más acerca de la primera habitante de la mansión que había conocido.

- Cels-amiga, ¿Cómo llegó tú aquí? ¿Tú también se perdió con la colisión?