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Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019]
Autor
Mensaje
Elysia Stavridis Marvel Universe
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Mensajes : 344 Fecha de inscripción : 01/05/2014 Localización : Nueva York, ¿dónde sino? Empleo /Ocio : Dibujante de Cómics Humor : Sarcástico, el de siempre
Ficha de Personaje Alias: Nombre real: Elysia Stavridis Universo: Marvel
Tema: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 3rd Abril 2018, 19:19
Nueve días. Habían pasado nueve días desde que conocí al despreocupado Roy Harper, y su teléfono no había sonado en todo ese tiempo. Lo tenía colocado encima del escritorio, enchufado a un segundo cargador que tenía por casa y que me sobraba. Y es que no podía dejar que se apagara el teléfono, porqué si lo hacía, ya si que no encontraría una forma de devolverlo a su dueño.
No dejaba de darle vueltas a todo lo que pasó ayer; la misión secreta de la cura. Y es que no esperaba para nada encontrarme allí a dos personas conocidas. La primera, mi reciente amigo Gabriel Leblanch, a quien le había pedido el teléfono durante mi visita a la Mansión X. Parecía una especie de agente secreto vestido con ese atuendo negro, y la verdad es que bien podría ser uno. Aún no sabía muchas cosas del rubio, sólo que sabía disparar bien. Y eso ya me lo había demostrado ayer. ¿Qué más cosas sorprendentes escondía Gabriel? No lo sé, pero al menos tenía la certeza de que era una buena persona y todo lo demás no me importaba. Quizás le preguntaría sobre ello algún día, cuando tuviéramos más confianza. Ayer apenas hablamos, no quise acercarme mucho a él por miedo de que me descubriera, ya que se suponía que Chroma era una justiciera enmascarada y debía seguir siéndolo por el bien de mi sidekick Erin, aka Fangirl.
La segunda persona a la que no esperaba encontrarme allí fue Roy Harper. Vamos, juraría que era él quien estaba bajo la máscara de Arsenal. Había demasiados indicadores que me hicieron sospechar de él. Era pelirrojo, disparaba con un arco y tenía unos brazos fuertes igual de tatuados que los del chico que me tiró el café encima. ¿Qué probabilidades había de que existiera otra persona parecida a Roy? ¿Hermanos gemelos separados al nacer? ¿Clones? Eso no era posible, tenía que ser él por narices.
Estaba un poco preocupada por él, puesto que a pesar de que todos los miembros de esa misión acabamos hechos polvo, la peor parte se la llevó Roy. Y sentía que a pesar de mis buenas intenciones no podía hacer nada. Por mucho que quisiera saber de él, no tenía ni idea de cómo hacerlo. Era una lástima… empezaba a perder la esperanza de que alguien llamara a ese número. No sabía para qué tenía Roy un segundo móvil, si ni siquiera se había dado cuenta todavía de que lo había perdido. Lo más probable era que estuviera perdiendo el tiempo esperando a que algo ocurriera…
Eran las cuatro de la tarde. Y de pronto, el teléfono de Roy Harper empezó a sonar…
***
Ese día, Dolphin había salido a dar un paseo por Happy Harbor. Hacía muy buena tarde, y le parecía francamente mal desaprovecharla quedándose en la base. Así que ahí estaba, intentando decidir entre comprar un helado o ir directamente a la playa... Cuando encontró algo que le llamó la atención. Un cartel algo descolorido, pegado a la pared de un edificio justo debajo de la señal que prohibía colocar publicidad ahí. Un cartel en el que se anunciaba una compañía llamada Red Arse... Y en el que aparecía la cara de cierto arquero pelirrojo. Dolphin no tenía ni idea de quién era el de la máscara roja, pero... Fuera como fuera, tenía que enseñárselo a Roy. Igual era algo de otra dimensión. Así que abrió Skype en su móvil, para hacer video-llamada. Podía aprovechar para hablar con él, ya que estaba: La atlante sabía que se había lesionado, y quizás así pudiera ayudarle a sobrellevar el aburrimiento.
Elysia no esperaba escuchar en aquel momento la vibración del móvil de Roy contra su escritorio. Por un instante se quedó en blanco, paralizada por la llamada inesperada. Era como si los dioses griegos le hubieran escuchado y le ofrecieran una oportunidad para volver a ver al pelirrojo. Después de nueve días, alguien había decidido llamar a ese número. Vale… ¿Y ahora qué? Tenía que cogerlo antes de que colgaran. ¿No?
La dibujante sintió un pequeño cosquilleo en el estómago y se acercó al aparato para finalmente darle al botón de descolgar. Se llevó el auricular al oído con cuidado y con un ligero temblor en los labios preguntó.
—¿Diga...? —Y esperó que fuera la voz de Roy quien le respondiera al otro lado. Pero nadie le contestó. El único sonido que escuchó fue el del característico mensaje de Skype. —¿Hola? ¿Diga? Maldito trasto… — susurró. Aquello le extrañó sobremanera, y su primera reacción fue apartarse del teléfono para mirar a la pantalla. Elysia no esperaba encontrarse con la cara bonita de una chica de melena blanca. Era una video-llamada por Skype, y además le había saltado el pop-up de un mensaje que decía “Bonita oreja, pero preferiría verte la cara ”. Aquello hizo enrojecer a Elysia, y se sintió ligeramente avergonzada por su torpeza.
—Eu… Perdona. No había visto que era una video-llamada… —se disculpó la morena, y se recogió el flequillo tímidamente hasta colocárselo detrás de la oreja.
Dolphin se llevó la mano a la boca, ocultando una risita silenciosa. Entonces, empezó a escribir en letras luminosas una frase. Elysia se quedó boquiabierta cuando vio las palabras florando en el aire.
—"¿Quién eres? ¿Está Roy por ahí?"—. Aquello no fue nada normal, no esperaba que la muchacha tuviera poderes y menos que los demostrara así a la ligera. Al fin y al cabo ella era una completa desconocida. Si esa era la clase de amigos que tenía Roy Harper… ¿Quién le aseguraba que el pelirrojo fuera alguien normal? Por suerte, Elysia tampoco era una persona normal.
— ¿No puedes hablar? ... ¡Ah! Roy... Es que ha perdido su teléfono... y no se como devolvérselo... — explicó, sintiendo un breve cosquilleo en el estómago— ¿Sabes como puedo contactar con él?
La chica de cabellos plateados se llevó una mano a la barbilla, pensativa. Entonces, empezó a escribir de nuevo en el aire.
—"¿Le has llamado a casa?"—. Aunque algunas de esas letras estaban escritas.... Al revés. A Elysia le costó entenderlas al principio y por eso tardó en contestar a Dolphin. Aunque lo cierto es que estaban mejor dibujadas que hacía unos meses, para orgullo de la atlante. —"Igual puedes quedar así con él..."
—Por cierto, soy Elysia —dijo, aprovechando para presentarse mientras Dolphin escribía. Casi se había olvidado de algo tan básico, y no quería parecer una maleducada.
—No tengo el número de su casa...—confesó, y es que acababa de conocer Roy Harper. No podía tener aquella información— ¿Te importaría dármelo? — preguntó, analizando los gestos de la Atlante. ¿Aquella chica era muda? Elysia sentía mucha curiosidad por ella, ya que no había emitido ningún sonido ni cuando cuando reía.
Esbozando una sonrisa, Dolphin acabó escribiendo su nombre también. Sí, quizás debería haberse presentado antes. Sabía que podía dar lugar a una confusión, así que señaló las letras y después a sí misma. Y, a continuación, consultó en su propio móvil el número de Roy. La imagen se cortó durante un momento al salir de la aplicación, no sin antes mostrar de refilón el cartel que Dolphin tenía detrás. Cuando la pantalla volvió a mostrar la video-llamada, había una serie de números flotando en el aire
Elysia se quedó expectante cuando la imagen de Dolphin desapareció, y miró durante unos segundos un cartel con la fotografía de dos hombres. Uno de ellos le resultaba bastante familiar…
Cuando la Atlante volvió, Lyz anotó lo más rápido posible los números flotantes y revisó que todo fuera correcto antes de terminar la video-llamada.
—¡Muchas gracias!— la griega esbozó una tímida sonrisa — Ya no sabía qué hacer para contactar con el…
Dolphin hizo un gesto con la mano, quitándole importancia y sonriendo escribió:
— "¿De qué le conoces? Roy normalmente le da su teléfono a la gente, pero no así".
—Oh bueno... —la dibujante sabía que en algún momento alguien le iba a hacer esa pregunta, y la verdad es que el encuentro había sido bastante absurdo— En realidad... me tiró un café encima sin querer... y me invitó después a tomar algo a modo de disculpa. Entonces se dejó el teléfono en la cafetería por culpa de las prisas. — Elysia miró en silencio a su interlocutora durante unos segundos y quiso hacerle la misma pregunta. Dolphin era un nombre curioso ¿Quién sería? ¿Una amiga de Roy? ¿Su novia? Pero le dio algo de corte preguntar ya que no tenía ninguna confianza con esa chica.
A la joven de cabellos blancos se le escapó una risita divertida con la historia, tan silenciosa como la anterior.
—"No me puedo creer que sea tan distraído."— Finalmente, se encogió de hombros, antes de seguir garabateando. No parecía haberse dado cuenta de la mirada de Elysia.— "Con un poco de suerte, estará en casa ahora."
—Si... ha sido una suerte que hayas llamado, porque con el teléfono bloqueado no podía hacer nada —explicó, devolviéndole la sonrisa— Llamaré ahora a ver si me lo coge. Gracias por la ayuda, Dolphin.— Levantó la mano como despedida— ¡Nos vemos!— y colgó. No le gustaba nunca decir adiós. Además, tenía el presentimiento de que volvería a ver a Dolphin pronto.
La Atlante se despidió también con un gesto de la mano, antes de colgar la llamada. Tendrá que pedirle a Roy que se la presente, algún día. Elysia le pareció muy simpática, y Dolphin siempre tenía ganas de conocer más gente. Con esos pensamientos en la cabeza, la mutante siguió su camino, perdiéndose en la ciudad.
Elysia en cambio, miró con decisión la nota con el número del verdadero teléfono de Roy, y tragó saliva. Abrió su móvil, lo guardó en la agenda por si acaso, y sin pensárselo dos veces le dio al botón de llamada. Los tonos de la línea seguían el ritmo de los latidos de su corazón. Ya no había vuelta atrás.
Cuando descolgaron el teléfono, escuchó la inconfundible voz de Roy Harper al otro lado, y sintió un leve cosquilleo bajando por su vientre.
—¿Roy? Soy… Elysia. No se si te acordarás... pero el otro día en la cafetería te dejaste un teléfono…
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 7th Abril 2018, 23:32
El arquero estaba solo en su piso. Al volver de Tahití no se encontraba en disposición de ir a buscar a su bebé a casa de Artemis. Así que decidió que la pequeña se quedase un tiempo más con su tía. Le envió un mensaje a la rubia diciéndole que estaba un poco mareado y aturdido y que si podía hacerse cargo de su calabacita un día o dos más. Esperaba que sus cortos mensajes no le dieran una muy mala impresión de él a la arquera. No quería mentirla pero tampoco quería decirle abiertamente que había ido a una misión donde su vida corría un riesgos bastante elevado y menos que había salido herido. El último Whatsapp que la envió decía que si su bebé hacía cualquier cosa mona o digna de recordar lo grabase y se lo enviase que lo quería tener.
Se encontraba recostado en el sofá. Intentaba descansar de todo lo acontecido el día precedente. La misión del día anterior le había dejado un tanto baldado. Estaba herido en muchos sentidos de la palabra. Su cuerpo estaba lesionado y tenía el estado de ánimo bastante decaído. El pelirrojo estaba acostumbrado a terminar sus aventuras con su cuerpo malherido y maltrecho. No obstante, esta vez se sentía más apesadumbrado que en sus misiones precedentes. Desde hacía unos meses había decidido cambiar su vida, ser más maduro y prudente, mirar más por su estabilidad económica y su salud física. Cosas que a día de hoy no estaba consiguiendo. Se había prometido a sí mismo ser un hombre responsable que pudiera criar a su hija de la forma adecuada. Pero no se sentía seguro de poder dar ese cambio y ser una buena figura paterna. Le invadía el miedo de llegar a ser como aquellas desastrosos referentes paternos que él había tenido y sentía que estaba traicionando a su pequeña Liam. Todo ese le afectaba en mayor grado que la punzante y dolorosa herida que tenía en su torso.
El teléfono sonó y le sacó de su estado de duermevela. El pelirrojo se incorporó para para atender la llamada.
-¿Qué cuentas, Bro? - dijo con su habitual timbre cantarín y alegre pensando que se trataba de alguno de sus amigos. Como estaba un poco dormido, en el primer instante no reconoció del todo la voz femenina que se encontraba al otro lado.
- Oh, sí.- comentó al reconocer la voz de la chica con la que había tropezado hacía unos cuantos días y la había invitado a un café por propiciar que su perro se escapase. - Siento mucho haberme ido de esa forma tan abrupta pero es que tuve un emergencia familiar. En esas cosas soy el que se pone melodramático por lo que no puedo faltar- Comentó un poco guasón. Le habría gustado dejarle a Elysia alguna forma de contacto para poder quedar en otra ocasión, ya que ella le había maravillado en el corto tiempo que pasaron juntos. parecían conectar muy bien y tener una visión bastante parecida en cuanto a las injusticias. Era un mujer fuerte, inteligente y sensible. Una fémina así no se encontraba por las calles todos los días, por lo menos él.
- ¿El negro?- Había notado que le faltaba el móvil de color negro mate, que en su universo estaba arreglando para Jay. Pero no había caído en la conclusión de que se le podía haber perdido. Pensaba que se lo había dejado o en el trabajo o en el taller o se encontraba en alguna de sus mochilas. Para alguien que tiene muchos teléfonos, perder uno no parecía nada. Sin embargo, a ese celular era muy importante para Roy. Era un aparato que no sólo tenía información sensible sino también valiosos recuerdos de sus amigos de su universo de origen.
- Oye guapa. No se si va a ser muy descarado esto, pero ¿me lo puedes acercar a casa? Me encuentro algo indispuesto sino iría a recogerlo yo mismo a tu casa. - A continuación el pelirrojo le dio una dirección de Star City.- Perteneció a alguien que ya no está - Porque aún existiendo un Jason en Omega, no era el mismo birdie con el que había compartido esos recuerdos. Aunque esperaba forjar una relación de amistad igualmente fuerte y emotiva como la que tenía con su Jaybird,quería guardar los momentos vividos con el de su universo. - Es muy importante sentimentalmente para mí, por favor.-
Recordó que Elysia era algo desconfiada y que quizá le resultase un poco violenta su petición. Ella era un mujer y a las mujeres se las enseña a desconfiar de potenciales peligros, como podría ser acudir a la casa de un tío al que conoces de un día. No todos los hombres se aprovecharían y tomarían ventaja de algo así pero a las féminas se las enseñaba a tener miedo. Además, ella vivía en Nueva york y la podía resultar tedioso el viaje para devolverle el teléfono a un desconocido.- No quiero molestarte Lyz y quizá te sea un inconveniente venir a hasta aquí. Así que me lo puedes facturar a cobro revertido y en unos días lo tengo en casa. - Al arquero le había alegrado oír la voz de la castaña,siempre le encantaba conocer personas nuevas con una personalidades interesantes. - Ya que tienes mi número de casa podríamos quedar otro día, un día que me pase por Nueva York. Nos tomamos otro café y me sigues contando que tal le va a mi querida Miss Ilusionista. Te iba a dar mi contacto antes de que tuviera que salir de manera tan precipitada.-
Elysia Stavridis Marvel Universe
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 11th Mayo 2018, 11:12
¿Bro? era evidente que me había confundido con un amigo, ¿Oh quizás tenía hermanos? Pero cuando me reconoció la voz, no pude evitar sentir un pequeño cosquilleo en el estómago. ¡Se había acordado de mí! ¡Que ilusión! Me di cuenta de mi propia emoción estúpida al instante y traté de tranquilizarme. Ni que fuera una colegiala. No necesitaba la atención de ningún hombre... por mucho que Roy me sorprendiera.
—No te preocupes, si era una urgencia lo entiendo perfectamente. Me quedé un poco preocupada, espero que no fuera algo grave… — y ahora que sabía que llevaba una doble vida como justiciero a sueldo, me había preocupado un poco más. Sobretodo después de la paliza que recibimos todos ayer en Tahití.
—Sí, ese mismo… pensé que querrías recuperarlo, pero no sabía cómo desbloquear el teléfono y contactar contigo. Por suerte una amiga tuya, Dolphin, llamó hace un rato y me dio este número de teléfono…
La proposición de Roy me pilló por sorpresa, no sabía cómo tomármela. Él mismo había admitido que era un movimiento muy descarado, y que probablemente Elysia Stavridis no lo entendería. Pero Chroma sí que sabía porqué el pelirrojo estaba indispuesto. Era evidente que estaba herido, y seguramente no podía salir de su casa en ese estado. Me mordí el labio mientras pensaba rápidamente en una respuesta. Su tono de voz fue muy sugerente, y había cierto matiz de nostalgia y tristeza cuando hablaba del teléfono que estaba sosteniendo en mis manos. ¿Era de alguien que había muerto? ¿Un familiar? ¿Un amigo cercano? ¿Su antigua novia? … … … ¿Otra vez, Lyz? ¡Deja de pensar ya en esas cosas! Ugh.
Entonces se disculpó, y me sentí estúpida por malpensar en aquel momento. Apenas nos conocíamos, y si que podía ser raro que fuera a casa de un desconocido. Pero ayer vi muchas cosas que me gustaron de Arsenal, y no parecía ser un tipo que se aprovecha de las chicas en situaciones así. Sí que había visto que era un poco ligoncete y tiracañas, sólo tenía que recordar las miradas que le echaba a la rubia de la cafetería, pero no había sido irrespetuoso en ningún momento. De hecho, era feminista. Podía confiar en él. Podía confiar en un hombre que había salvado a una abuelita de ser atracada sin pedir nada a cambio. Y si por cualquier cosa me equivocaba… ¡Patada en la entrepierna! Eso siempre funcionaba, y estando herido probablemente fuera más fácil deshacerme de un agarre. Ya tenía experiencia en eso, por desgracia.
—¡No!— reaccioné a tiempo.— No te preocupes, no me molesta en absoluto. No me importa llevártelo ahora… sobretodo si es importante para ti...— y además, así terminaría de confirmar las sospechas que tenía sobre la identidad secreta del Titán.
Esbocé una sonrisa cariñosa cuando habló así de mi personaje ilusionista. Me pareció algo muy tierno que se acordara de ella… y también se acordaba de mi. Iba a darme su teléfono si no hubiera tenido aquella urgencia. Definitivamente, quería ir a verle.
—Estaré por allí en una hora más o menos...si te va bien.
Tras la confirmación de Roy y después de despedirnos amablemente, dejé escapar un largo suspiro cuando colgué el teléfono. Podía usar mis poderes para presentarme en Star City en un santiamén, pero resultaría sospechoso que el trayecto hacia Nueva York fuera tan corto, así que me quedé haciendo algunas tareas domésticas hasta que llegó la hora de irme. Eso y el dilema que tuve para escoger un atuendo adecuado para ver a Roy. Quería algo cómodo, como siempre, pero también bonito. No quería nada muy femenino para no provocar malentendidos, pero buscaba alguna pieza que me representara, algo con carácter. Al final me decidí por unos tejanos normales y una camisa verde para no complicarme demasiado.
No dejaba de darle vueltas a lo que podía encontrarme cuando llegara a su casa, y me sentía nerviosa inevitablemente. ¿Debería decirle a Elissa a dónde voy por si acaso? Sí, lo mejor era ser prudente, así que dejé en el corcho de la nevera una nota con la dirección de Roy Harper, y que no me esperaran para cenar.
Cogí aire hasta llenar mis pulmones y después lo expulsé de golpe, intentando liberarme de mi nerviosismo. Salí a la calle y busqué un callejón por el que nadie pasara. Me concentré en la pared de ladrillo que tenía frente a mi y visualicé las luminosas calles de Star City. Tracé con tiza blanca un pequeño cuadrado y traspasé el portal sin pensármelo dos veces.
Una vez en la ciudad vecina, no tardé en encontrar la dirección que me había dicho el pelirrojo. Subí por la pendiente de la calle y me paré frente a su edificio. Era un bloque de apartamentos, y en cuanto pisé el portal, piqué al piso que me había facilitado. Esperé pacientemente a que me abriera desde el telefonillo y después cogí el ascensor hasta quedarme delante de su puerta, preparada para que me recibiera. Que nervios.
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 22nd Mayo 2018, 20:01
- No era nada preocupante ni grave. Es que con la familia me pongo un poco paranoico a veces.- “Cosas de padre primerizo” pensó Roy. Su hija era el primer bebé con el que tenía contacto de primera mano en su vida. Estaba muy asustado porque siempre pensó que la paternidad le venía muy grande. Cada dos por tres tenía la sensación de que estaba a punto de fallar o de que su chiquitina se iba a romper. Lian tan pequeña e indefensa y le necesitaba tanto. El arquero nunca había tenido que hacerse cargo de nada ni de nadie, ni siquiera de sí mismo. Cuando le había tocado en suerte cuidarse podría jurar que lo había hecho realmente mal: viviendo en la calle sin dinero ni trabajo, embarcado en relaciones tóxicas, caído en adicciones autodestructivas y siendo manipulado.
- Si, me alegraría mucho tenerlo de nuevo conmigo. - Le había entregado mal el número a Dolphin. Ahora empezaba a comprender por qué siempre tenía que llamar él a sus amigos y también porque pasaban olímpicamente de sus mensajes de Whatsapp. Al tener el número del trabajo, su línea personal, la línea para urgencias familiares y además otras líneas secundarias como la de Jay era normal que de en ocasiones se trastocase los números. -¿Te contaba algo interesante la princesita?- Porque para Roy, la atlante siempre tenía algo curioso que comunicar.
Se quedó un segundo pensando en que no recordaba cuál era el número de desbloqueo. Porque el sistema de desbloqueo táctil estaba ajustado para Jason, el usuario de móvil. Pero en cada dispositivo que él modificaba programaba un sistema de un desbloqueo oral, ajustado a su patrón de voz para poder acceder a la información del aparato en caso de que lo necesitara.
El arquero hizo aquella propuesta peliaguda y comprometida. Ya que, viniendo de alguien que conocías de hacía poco podía resultar un poco extraña. El oji esmeralda entraba en confianza demasiado rápido. Era habitual para él ir tan rápido pero sabía que para cualquier otra persona podía resultar raro. Unos segundos de vacilación al otro lado del teléfono que se registraban como un pequeño silencio en la conversación. El arquero estaba seguro que había sido algo imprudente al proponerle a Lyz que se acercase a su casa en Star City siendo ella un joven desconfiada. Esperaba una respuesta negativa por parte de la mujer y por ello, se retractó de su invitación. Le indicó que podía mandarle el terminal en un oficina de correos a cobro revertido.
Sin embargo, al contrario de lo que pensaba el arquero Lyz dijo que en una hora más o menos estaría en su hogar. Roy no sabía que Chroma, su compañera en la misión del día anterior, y Elysia eran la misma persona por eso le resultó un poco sorprendente que ella hubiera aceptado la propuesta de venir a su casa a entregarle el móvil. La castaña parecía algo desconfiada y su invitación fue algo arriesgada, que viniera a verle podía ser riesgoso desde la perspectiva de una persona desconfiada. Empezó a pensar que no comprendía el pensamiento de los demás, quizá por eso tenía tantas desavenencias y altercados en su vida social. Era un tema para ponerse a filosofar cualquier otro día con sus bienamados amigos.
- Sí, en una hora me viene por mí perfecto.-
Mientras esperaba la llegada de Elysia, Roy se pasó mirando las redes sociales y mirando cosas en internet. En un momento dado, le grabó un audio a Artemis con una nana navaja para que le pusiera a su hija. Sus profundas y lacerantes heridas en la parte superior de su cuerpo le dolían hororres; tanto al moverse como al hacer los movimientos torácicos y abdominales al cantar. Peores cosas había soportado y un poco de dolor no iba a matarle. Siempre le cantaba a su hija para dormir, frecuentemente en idioma indígena. Deseaba que Lian conservase el legado cultural del que provenía. El pelirrojo se ocupaba del legado de los nativos americanos. Dejaba que Artemis se ocupase del legado vietnamita. Porque ese terreno no era el suyo, no tenía ni idea de esa cultura asiática de la que provenían de la madre y de la tía de su niña.
El arquero confiaba plenamente en que la rubia cuidara bien de su awéé' yázhí. Pero no quería que la pequeña se pusiera mal o nerviosa por variar sus rutinas de ir a la cama. Debido a eso le envió la canción a la arquera y le dijo que se la pusiera a la niña antes de ponerla a dormir. Eso era lo que le habían comentado los padres y madres de la guardería a la que llevaba a su bebé. Les hacía caso porque ellos si que se habían estado preparando desde la concepción al nacimiento de sus vástagos. Básicamente tenían más conocimientos en materia de crianza que él.
Se levantó al oír el timbre se levantó como buenamente pudo del sofá. Cojeaba un poco de su pierna derecha porque la tenía ciertamente resentida. En cuanto abrió la puerta y se hizo a un lado para dejar pasar a su apartamento Elysia Stavridis, se dio cuenta de una imperiosa realidad; su casa estaba hecha un desastre. Entre que no era muy bueno ordenando y que se encontraba malherido no había tenido mucho tiempo para recoger.
Perdona el desorden. - Se rascó la cabeza y sonrió un poco culpable. Miró a Lyz y pensó que aquel look informal la quedaba muy bien. Roy tenía unas vestimentas muy similares a Lyz. Llevaba unos pantalones vaqueros de color azul marino y una camisa negra. Al contrario de la camiseta holgada de la mujer, Roy llevaba su camiseta un tanto ajustada y sin mangas, marcando y mostrando bíceps y tatuajes.
Guió a su visita hasta el salón. La decoración del hogar de arquero era bastante minimalista. No tenía demasiadas cosas. En la sala de estar tan sólo había una alfombra navaja, un sofá marrón y enfrente un mueble donde se ubica el televisor.
-¿Quieres que te sirva algo de beber? Tengo té, café y diversos refrescos como coca cola, fanta naranja, fanta piña, fanta uva, fanta melocotón, fanta fresa y zumo de naranja.-
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 14th Junio 2018, 19:02
Inevitablemente, respiré hondo cuando la puerta del apartamento de Roy se abrió de par en par, mostrando la figura del pelirrojo saludándome con un aire despreocupado. Yo le devolví la sonrisa y el saludo con la mano abierta. Me alegraba mucho de volver a verle, aunque en realidad, ya le había visto en Tahití aunque él no lo supiera. Se llevó la mano a la nuca y se disculpó por el desorden.
—No te preocupes, yo también soy un poco desordenada...— aunque solo fuera por el hecho de que tenía mil cosas acumuladas en mi habitación y ya no sabía ni cómo ni dónde guardarlas. Cuando eres artista, tiendes a comprar mucho material diferente para probar técnicas nuevas y al final no acabas usando ni la mitad de las cosas. Pero ¡Ey! Ha salido una nueva paleta de colores de acuarela ¡Como mola! ¿Por qué no llevarte un par de muestras para probarlos?
Roy tenía razón. Su casa estaba hecha un desastre, y eso que apenas tenía cosas en su piso. ¿El desorden formaba parte del gen masculino? Aunque dudaba que lo hubiera dejado así por gusto. Cuando una chica va a casa de un chico, éste siempre trata de dejarlo todo en orden para no arrepentirse después, para no pasar mucha vergüenza por si la chica descubría sus calzoncillos sucios en algún rincón de la casa. Se notaba que no había tenido tiempo para limpiar. Seguramente porqué estaría demasiado hecho polvo, y cuando uno se encuentra mal, lo que menos ganas tiene es de ponerse a hacer las tareas del hogar.
Mientras le seguía en silencio y me sentaba en su sofá, no pude evitar fijarme en su atuendo. Los Jeans le sentaban muy bien, pero mis ojos se quedaron fijos en su torso. Llevaba una camiseta ajustada que marcaba sus pectorales y los brazos al descubierto, enseñando los tatuajes. Hasta ahí bien, ya me había fijado en ellos el primer día, y también había revisado los de Arsenal, que eran iguales, por no decir los mismos. Con la camiseta puesta, no logré distinguir si llevaba algún tipo de vendaje o si estaba herido, pero sí me fijé en que cojeaba ligeramente con la pierna derecha. Aquel gesto podría terminar de confirmar mis sospechas, aunque estaba claro que a estas alturas ya no dudaba de que Arsenal y Roy Harper fueran la misma persona.
—Cuantos tipos de Fanta… — sonreí, sorprendida de que tuviera tantos refrescos diferentes en la nevera— Pero un té verde estará bien. ¿Necesitas que te ayude?
Cuando Roy se marchó a la cocina, me mordí el labio, sintiéndome ligeramente culpable y preocupada por el estado del pelirrojo. Arsenal se había llevado los más duros golpes, y no pude evitar pensar que yo tenía parte de culpa. Como compañera suya, tenía que haber hecho algo para protegerlo, era la maga de aquella misión, y tenía que haber tenido más cuidado con lo que hacía. Se notaba que aún era una novata en esto, y Roy, en cambio, nos había cuidado mucho durante la misión. Me sentía en deuda con él.
—¿Qué tal todo? — pregunté con una sonrisa, cuando el nativo volvió al salón. Tenía que disimular que no sabía nada al respecto, pero por otro lado quería saber como estaba en realidad. Entonces, saqué del bolso el teléfono que se había dejado aquella mañana en la cafetería, y se lo alargué para que lo cogiera.
—Me alegra mucho volver a verte, Roy. Al final he podido contactar contigo gracias a que te dejaste el móvil. Tu amiga Dolphin me sorprendió bastante… fue curioso hablar con ella teniendo en cuenta que no podía hablar. Hizo algo con unas luces para que nos pudiéramos entender… fue bastante divertido. Nunca hubiera dicho que serías amigo de una mutante. —sonreí, mostrándome entusiasmada por el tema.— Algún día me gustaría conocerla.
Dolphin tenía poderes, y aunque ser un mutante estaba a la orden del día, todavía había mucha gente en Nueva York, y en el mundo entero, que discriminaba a esas minorías. Además, Roy tenía una identidad superheroica de la que enorgullecerse, y si me veía comprensiva con el tema quizás lograría que el muchacho se mostrara más abierto conmigo. Al fin y al cabo, la chica que dibujaba a la Patrulla X y que tenía un cómic sobre superhéroes era yo.
— Por cierto, ¿Estas bien? No he podido evitar fijarme en que cogeas un poco... — pregunté inocentemente, arrugando ligeramente el ceño y mostrando una preocupación que realmente sentía en aquellos momentos. Seguro que Roy ponía alguna excusa, pero ahora mismo no se me ocurría nada mejor para sacar el tema.
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 18th Junio 2018, 14:45
Cuando llegó de Tahití estaba tan exhausto y herido que ni siquiera pensó en que su piso estaba envuelto en un caos. Simplemente, envió un mensaje a Artemis para comprobar que todo iba bien con su bebé y se fue directo a la cama. Siempre necesitaba dormir, pero más cuando llegaba maltratado y herido de alguna misión que fue demasiado arriesgada y en la que se puso en peligro mortal. Entre su trabajo, ser padre soltero, su vida de héroe y su tendencia natural al desorden su apartamento estaba hecho un verdadero desastre. No disponía en su día de mucho tiempo para limpiar y recoger. Sus herramientas estaban desperdigadas por el suelo, tenía alguna que otra caja sin abrir en el pasillo de la entrada, lapiceros y bolígrafos junto con cuadernos, papeles y folios con sus diseños y proyectos por doquier, algunas piezas de plástico o metal puestas sobre las superficies, había un peluche de un dinosaurio en el alféizar de la ventana, tazas con restos y posos de café, algún que otro envoltoria de chucherías diversas ... Por suerte, no había en aquella desorganización del pelirrojo cosas más vergonzosas como ropa interior sucia o pañales usados y malolientes.
- Cuando estoy concentrado con diseños no me doy cuenta que estoy en un ambiente caótico.- Como vivía sin la compañía ningún adulto responsable y su hija era un bebé que aún no notaba el desorden en el hogar, no tenía modo de determinar cuando tenía que ponerse a recoger.
- Me gusta tener variedad de bebidas para los invitados.- Como no había ninguna bebida alcohólica en su casa, le gustaba tener diversidad de bebidas para que las personas que fueran a visitarle pudieran elegir la bebida que más les gustase.
El pelirrojo dejó la sala para ir a la cocina y preparar la bebida para su visita. Sacó el hervidor de agua, lo llevó y lo enchufó para que fuera calentando el agua. Mientras el líquido se calentaba, sacó dos tazas del armario y las colocó sobre la mesa de la cocina. Luego de uno de los cajones tomó una caja de madera marrón donde guardaba las diferentes clases de té. Cogió dos bolsitas de té verde y pudo una en casa vaso. El sonido de la tetera le indicó que el agua estaba en su punto. Desconectó el hervidor y sirvió el agua en las tazas. se movió y de otro armaria sacó una bandeja de metal para poder llevar las bebidas. miró en los aparadores de la cocina. No tenía casi nada de comida ni aperitivos para poder ofrecerle a Lyz. En la despensa lo que más abundaba era comida para bebé. En uno de los cajones vio ese bizcocho de zanahoria que le había preparado su vecina y decidió cortar un poquito. La vecina de al lado que era una entrañable viejecita al que Roy le daba pena porque pensaba que era un pobre viudo joven que tenía un bebé. Una vez con las bebidas y servido el bizcocho, se dirigió a la sala. En la sala dio a Lyz su té y el platito con un trozo de bizcocho. Se dio cuenta en ese momento que tenía que comprar una mesita para poder dejar las cosas. Cuando se reclinó un poco para darle a la castaña la bebida, su camisa se le subió un poco y dejó a la vista las vendas que tenía el pelirrojo en su torso.
- Bien, todo va muy bien. - Extrañamente bien. No estaba muy acostumbrado a que su vida fuera tan apacible, sin dramas de ningún tipo. estaba viviendo un periodo de estabilidad sin precedentes en su existencia y eso le tenía desconcertado.- ¿Cómo va la vida de artista? ¿Qué tal tu cómic? - Sonrió visiblemente feliz al tener el móvil de nuevo en su poder -Muchas gracias. Te debo una muñeca, cuando necesites un favor me tienes.- Primero empezó a meter números para ver si conseguía dar con el pink de Jaybird pero fue imposible. Así que optó por usar al sistema que siempre implementaba cuando alguien le dejaba para arreglar su teléfono móvil.
-Sistema vocal de desbloqueo para Jaybird.- Le dijo al aparato telefónico.
- Reconocido, Roy Harper. Procediendo al desbloqueo mediante clave oral. Por favor, diga la contraseña asignada.-
-Red dos.- La pantalla parpadeó y se desbloqueo. El arquero manualmente anuló la contraseña para poder acceder al teléfono de manera táctil. Al ver el fondo de pantalla tan sobrio que tenia Jason sintió una cierta nostalgia. Miró la,lista de contactos y allí estaban esos “apelativos cariñosos” con los que el moreno solía bautizar a sus conocidos.
-A mí también me alegra volver a verte.- Miró intensamente a la castaña con un brillo especial en sus ojos verdes. se sentía muy cómodo en presencia de la artista. Era fácil hablar con ella y se sentía comprendido en muchos aspectos. - Esa pequeña princesita es curiosa y creativa. Es ingeniosa y sabe usar sus otras cualidades para suplir su carencia de lenguaje oral. - Lyz había convertido en presencia del pelirrojo un arma en un ramo de flores. Era obvio para él que era o mutante o Homo Magi. Entonces, ¿por qué le resultaba extraño que fuera amigo de alguien con poderes? - El único requisito que le pongo a mis amigos es que me caigan simpáticos. Todo lo demás, me da francamente igual. ¿Es difícil ser mutante? Un amigo me contó que aún siguen recibiendo mucho odio. Otros amigos no parecen haber vivido reticencias en su entorno siéndolo. ¿Cuál es tu perspectiva?- Pero pensó que quizá se debía a que estaba haciendo un cómic sobre personas con poderes, como ya le había comentado anteriormente. - Vive en una localidad cercana a Nueva York, un día de estos que os venga bien podemos quedar los tres si le parece bien a Dolphin. Es muy sociable seguro que acepta encantada. - La atlante hacía mucha vida en la base de la Justicia Joven seguramente le vendría bien salir y ver a personas de fuera de su entorno.
-No es nada, un accidente laboral.- Eso en parte no era mentira porque se lo hizo en una misión en la que le estaban pagando, con lo cual era trabajo. No sabía que Lyz había resuelto el enigma de su identidad secreta y que sabía que era Arsenal. Por lo que, como siempre tenía que dar una excusa para que la gente no sospechara que Roy tenía una doble vida como justiciero.- Te comenté que era ingeniero mecánico pero no te dije exactamente lo que hago. Arreglo maquinaria pesada. Esas piezas grandes se caen a veces y bueno … en ocasiones te hieres. Es algo a lo que te acostumbras sin más.- El arquero estaba acostumbrado a salir de sus misiones como justiciero herido. Era cosa casi de su día a día. Siempre estaba herido o magullado.
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 30th Diciembre 2018, 21:24
Me mordí el labio, algo inquieta mientras esperaba a que Roy terminara de preparar el té verde. De mientras, mi mirada se fijó en el desorden que me rodeaba. Las herramientas de mecánica por el suelo, desperdigadas junto a los lápices y varios cuadernos, tazas de café sin limpiar… e incluso un tiranosaurio de peluche. ¿No era demasiado mayor para andar jugando con estas cosas?
Roy llegó con el té y fue entonces cuando me di cuenta. Mi primera reacción fue apretar los labios con fuerza. Cuando Roy se inclinó para darme un plato con el bizcocho de zanahoria y el té...vi claramente las vendas escondidas bajo la camisa negra. Estaba claro, era ya definitivo, no me quedaba duda alguna… Roy Harper era el famoso héroe de Star City llamado Arsenal…
Entonces se dispuso a desbloquear el teléfono que se dejó en la cafetería y observé atentamente lo que hacía mientras le daba un sorbo al té. Estaba muy caliente, así que lo volví a dejar en el plato y miré el bizcocho. Había tenido suerte, la zanahoria me gustaba.
—¿Quién es Jaybird?— pregunté con mucha curiosidad. ¿Sería otro héroe? Era un nombre muy raro para un héroe.
Me sentí fascinada con la facilidad que tenía el arquero para tratar con la tecnología. Elissa y yo éramos unas completas negadas con estas cosas, y eso que yo aún estaba más familiarizada que ella por el hecho de tener un ordenador con el que hacía mis cómics y los subía a la internet. También noté el cambio en su expresión cuando miraba el contenido del móvil, Roy era tan expresivo que era evidente que aquel trasto era importante para él.
—Oh, el cómic va genial. — esbocé una sonrisa animada y fijé la mirada en mi té.— Esta semana he tenido más de cien visitas, está teniendo muy buena acogida entre los adolescentes. Muchos se han sentido identificados con Katia, el personaje del que te hablé, no paran de enviarme comentarios positivos. Te hice caso y me he centrado esta vez en ella para darle profundidad y un pasado interesante, la verdad es que está funcionando.
Los ojos verdosos del joven se clavaron en mí y me sentí algo incómoda manteniendo su mirada, así que empecé a darle vueltas al té y a tomar un par de sorbitos para distraerme. Entonces el chico me habló de Dolphin muy cariñosamente.
— La verdad es que me encantaría conocerla, me pareció muy simpática. Ahora que trabajo como autónoma me puedo organizar las semanas como quiero, así que puedo sacar un hueco en cualquier momento que os vaya bien.— esta vez me centré en el bizcocho de zanahoria y le di un mordisco. ¡Estaba riquísimo!
—Sobre los mutantes… bueno, de donde yo provengo apenas se hablaba de ello, era un tema bastante tabú. Y si existían los mutantes la gente lo desconocía o simplemente se escondía de la sociedad. El día de la colisión fue la primera vez que sentí que encajaba en algún lugar, aunque después me llevé un chasco cuando descubrí que mis poderes no eran mutantes… —expliqué, encogiéndose de hombros. Quizás es que como sentía tanta admiración por la Patrulla X, fue fácil hacerme ilusiones cuando descubrí que realmente existían los X-men. —Me hubiera encantado ser parte de la familia mutante, pero no me puedo quejar con lo que tengo…
Finalmente, Roy se sinceró referente a su cojera. Estaba claro que había sido un “accidente laboral”, al fin y al cabo lo de Tahití fue un trabajo remunerado. Pero la excusa de la maquinaria pesada no tenía nada que ver con lo que ocurrió de verdad. Me supo un poco mal hacer que se inventara una excusa para no tener que revelar su identidad a pesar de que ya sabía quién era.
— Ostras… ¡Me sabe fatal! —exclamé con total sinceridad. Después de la paliza de ayer me quedé intranquila cuando se despidió de todos. — ¿Necesitas algo? ¿Quieres que te ayude a ordenar un poco? Así se te hará menos tedioso... y más aún en tu estado. Así al menos podrías descansar sin tener que preocuparte por cosas tan triviales como la limpieza. — Quizás me estaba metiendo donde no me llamaban, pero me iba a sentir más tranquila si hacía algo por él después de lo que hizo ayer por nosotros.— Además, entre los dos iríamos más rápido… —le di un pequeño sorbo al té, y sentí un poco de vergüenza por mostrarme tan insistente. — Sólo si quieres, claro.
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 7th Enero 2019, 11:24
Roy sonrió cálidamente ante la pregunta de Elysia. Le gustaba hablar de Jason. Mucha gente pensaba que estaba loco, y quizá era un tanto cierto. Pero ¿quién posee una sana y plena cordura? decían muchas cosas de Jason Peter Todd: que era una rata callejera, problemático, iracundo, violento, temerario, imprudente, malhumorado, rudo, descarado, desobediente, renegado, que nunca escuchaba, que tenía su propio concepto de justicia y que era un caso perdido. Pero para Roy, Jaybird era un rebelde, inteligente,curioso, estudiado, leal, valiente, decidido, con un ácido sentido del humor, se oponía a las injusticias y aunque le costaba confiar pero cuando lo hacía era incapaz de traicionarte. Red Hood sobre todo velaba por las personas más desfavorecidas, por aquellos que habían sido olvidados del sistema. Jaybird tendía a cruzar la línea y desafía las normas impuestas pero que visionario o pionero no lo hacía.
-Es uno de mis mejores amigos. Alguien con quien siempre podía contar.- Se rascó la cabeza. Era algo que hacía sin darse cuenta cuando intentaba conectar frases para que fuera coherente.- Hay un Jay en Omega pero aunque se parecen mucho no es completamente él, ni nuestra amistad tampoco es tan íntima.- Apretó con fuerza el teléfono en su mano. Le extrañaba. Una fuerte nostalgia lo embargó. - Somos muy diferentes pero conectamos. Es como el Yin de mi Yang. O quizá es que somos en el fondo muy parecidos-
Cuando el móvil se desbloqueó buscó en sus imágenes alguna foto de Jason. Encontró una donde salía el equipo original de los forajidos: Jason, Kori y Roy. Sin duda buenos tiempos cuando se encontraban ellos tres arreglando el mundo. Giró el teléfono y le enseñó a Lyz la fotografía.
- Este es Jason.- Señaló a un muchacho moreno con cara ruda y de pocos amigos. Parecía que estaba un tanto molesto por ese selfie que estaba sacando el pelirrojo a los tres. Roy se encontraba en medio de la foto, sonriendo. A su derecha estaba Kori, como siempre esplendorosa, generosamente atractiva y destapada. A su izquierda Jason con una sudadera roja. se notaba que Red Hood era un poco más joven que los otros dos, pero sólo unos años. Sacó su propio teléfono y esta vez le enseñó fotografías solamente de Jason y él. En algunas el moreno salía “más sonriente”.
Muchos recuerdos y vivencias se le vinieron a la mente al ver las fotografías de su ex compañero de aventuras. Algunos momentos no fueron especialmente Buenos pero permanecieron juntos y eso los hacía especiales. Una amistad que había sobrellevado alegrías y penas. Habían hecho frente a la adversidad y se habían dado consuelo mutuamente.
-Me alegro mucho.- comentó emocionado por que la mujer frente a él estuviera teniendo éxito en su trabajo. De súbito y sin pensar cogió las manos de Lys entre las suyas. Un gesto de apoyo y amistad. A veces no podía evitar esos contactos. Lo hacía de forma inconsciente con amigos, familia, parejas y personas que le caían bien. - Katia suena bien. ¿Por qué escogistes ese nombre?- Tanto para un progenitor como para un creador el nombre de sus hijos o personajes, en caso del artista, los nombres tenían un significado.- No te olvides de darme la dirección de la web. Lo quiero leer. - Comentó animado y curioso.- La adolescencia es una etapa en la que todos nos sentimos inseguros. Todos necesitamos ver que alguien pasa por lo mismo y sale victorioso. -
Su amiga atlante estaba rodeada de personas extraordinarias pero a su vez estaban muy ajenas a la cotidianidad. Quizá la vendría bien tener contacto con alguien como Lyz más centrada y realista.
- Entonces perfecto. - Comentó con energía y desparpajo. - Cuando me den un día libre, organizamos una salida. Bueno si lo prefieres te puedo dar una forma de contacto para que hables con ella un poco.-
Roy había tomado a Dolphin mucho cariño y afecto. No sólo por la conexión que había en otra vida con Garth, sino porque era bondadosa, curiosa y amable. También era posible que el arquero tuviera una personalidad unos ideales que le hicieran encariñarse rápidamente de todo tipo de personas.
- Es triste no poder mostrar quien eres o tener que ocultar quien eres por miedo.- Se notaba la pena en su voz.- En mi mundo era diferente. - Los metahumanos, que sería como denominamos a los mutantes, tenían bastante aceptación. Bastantes superhéroes aclamados lo son también reconocidos actores y figuras de la sociedad. -De los Titanes Garfield Logan era mutante (aunque no por causas naturales) y no tenía identidad secreta. Todo el mundo sabía de sus poderes. Tenía miles de fans y no tenía muestras de odio, al menos no de forma habitual o destacada.
-Oh- abrió sus ojos verdes con sorpresa. Si no era mutante, la alternativa del Homo Magi debía ser la correcta.- Yo pensaba que tu eras mutante. Ya sabes por lo de tenemos un arma y tachan ahora unas flores. Es difícil saber la naturaleza de los poderes de alguien. Bueno- se rió ligeramente.- Yo no tengo problema con eso. No tengo ninguno por lo tanto no necesito saber de donde procede. Entonces, ¿tus poderes de donde proceden? ¿Es como algo místico? Realmente soy muy negado para ese tipo de cosas. Sé que hay personas que tienen una conexión con las fuerzas cósmicas del universo y pueden hacer cosas increíbles. -
Por lo general, en cualquier misión el pelirrojo siempre acababa herido de una u otra manera. Estaba acostumbrado a las lesiones físicas y también a dar excusas para sus heridas; a veces más elaboradas y otras menos.
- No te preocupes. He estado en situaciones peores y me las puedo arreglar.- A él el desorden no le molestaba. - Puedo recogerlo poco a poco. Sería muy mal anfitrión si te invitara a mi casa y te dejase encargarte de mi caos.- Comió un pedacito del bizcocho y luego se levantó para ir poco a poco adecentando al menos el salón. - No soy muy bueno recogiendo - Comentó mientras guardaba los destornilladores en un tarro de plástico redondo. - Quizá es porque no consigo centrarme y tiendo al caos.-
Última edición por Roy Harper el 22nd Enero 2019, 19:14, editado 1 vez
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 18th Enero 2019, 14:38
Roy miraba con cierto brillo de nostalgia en sus ojos las fotos de su amigo Jason, o como me había dicho antes, Jaybird. Un nombre curiosamente divertido para un hombre tan serio. El moreno parecía no conocer el concepto de sonreír, pero aún así las imágenes eran bastante graciosas de ver si te dedicabas a comparar a los dos amigos. Roy se veía más alegre y despreocupado que su compañero, y empecé a entender porque había equiparado su estrecha relación con los símbolos del Ying y el Yang.
Me pareció muy tierno el entusiasmo con el que hablaba de su mejor amigo, y empaticé totalmente con su deje de tristeza cuando me explicó que ya no era lo mismo desde que llegó a Omega. El moreno había cambiado, o quizás era diferente al que Roy había conocido. Era una verdadera lástima perder una amistad tan profunda y verdadera de la noche a la mañana. No pude evitar acordarme de Alec Grant. No era lo mismo, pero mi sentimiento de pérdida era muy parecido. Alec había sido mi mejor amigo en la universidad, y también fue el primer chico del que me enamoré. Pero después de que empezara a salir con la chica más popular de la clase… bueno, toda esa amistad desapareció de un día para otro. ¿Qué habrá sido de él ahora? ¿Habrá sobrevivido al efecto Omega?
—Oh… ¿Y quién es esta chica? — pregunté con curiosidad, su aspecto físico llamaba mucho la atención. Era guapa, de buen tipo, pelirroja y con un bronceado antinatural que casi parecía estar hecha de oro macizo.
De pronto sentí las fuertes y grandes manos de Roy agarrando las mías, y aquello me despertó de mis pensamientos. No pude evitar sentirme avergonzada por aquel roce tan repentino, y en cuanto tuve la oportunidad me solté de su agarre sin aparentar incomodidad. De lo poco que conozco de Roy Harper, me he dado cuenta de que es una persona bastante efusiva e impulsiva… todo lo contrario a mi, vamos.
— Gracias… — rompí el contacto de nuestras manos y me llevé una al rostro para apartarme el flequillo y ponérmelo detrás de la oreja. Era un gesto que siempre hacía cuando me sentía nerviosa, y a veces lo hacía de forma automática sin darme cuenta.— Es cierto, siempre trato de escoger un nombre adecuado que describa un poco la personalidad o la vida de mis personajes. En este caso, Katia significa “Pura y Virgen”. Pensé que era bastante apropiado para ella, puesto que su nombre contrasta bastante con la presentación que hice del personaje. Katia al principio trabaja para los malos y es una tía dura, que sabe lo que quiere y toma todo cuanto desea. Pero cuando se descubre su pasado y su aspecto físico original, se ve que en realidad es una chica normal y corriente con muchas inseguridades, y que lo único que busca es afecto porque nadie la ha hecho sentir amada jamás.
Era curioso, Katia y yo éramos muy diferentes, pero Roy había conseguido que le diera una parte de mi misma a un personaje secundario para hacerlo más interesante. Ahora Katia me transmitía ternura y comprensión, y gracias al pelirrojo el personaje iba a tener un final más o menos feliz. Ojalá la vida real funcionara igual que una de mis historias. Sólo cambias y borras lo que no te gusta y ya tienes un final feliz, aunque eso convertiría a dios en un escritor frustrado.
— Oh, esto me recuerda... — busqué mi bolso y saqué de su interior dos tarjetas de contacto con mi nombre, número de teléfono y las redes sociales dónde colgaba el webcomic — Esto es para ti y para Dolphin. Ya se puede decir oficialmente que somos amigos…
Era muy curioso, la verdad. Cuando era más joven, me costaba muchísimo entablar una amistad sólida con alguien. Pero desde que había llegado a Omega, por alguna razón que desconozco, sentía que había encontrado a buenas personas con las que conectar rápidamente. Y Roy era una de ellas.
Desde el principio, el pelirrojo me había dado buenas vibraciones a pesar de su actitud mujeriega y sus pintas de chuloplayas. Pero la verdad, para mi había pesado mucho más el hecho de que arriesgara constantemente su vida para ayudar a los demás y luchar por lo que le parecía justo. Era admirable. Tenía la esperanza de que Roy sería una de esas amistades que te duran mucho tiempo...
—Es triste no poder mostrar quien eres o tener que ocultar quien eres por miedo...
Sus palabras y la tristeza en su voz conectaron con un sentimiento que había logrado superar no hace mucho; el miedo a ser diferente. Si hubiese conocido a Roy unos meses atrás, probablemente no tendríamos esta conversación.
—Yo… tuve que esconder lo que hacía durante años. Si ya era el bicho raro de clase imagínate que hubiera pasado si alguien se enteraba de lo que podía hacer...ni siquiera se lo he dicho a mi madre. Hay muy poca gente que conoce mi secreto...
Siempre he sido una persona insegura de mi misma, y el hecho de tener poderes mágicos difíciles de controlar acentuaban esa sensación de descontrol e inseguridad. Ahora que por fin trabajaba en ello, gracias a la ayuda de mi maestro Aureole, ya no tenía miedo, ni me sentía un bicho raro cada vez que demostraba a alguien lo que era capaz de hacer. Había cambiado totalmente la perspectiva de mi misma, había dejado de autoboicotearme y rechazar mi naturaleza para convertirme en una persona libre de prejuicios y que se acepta a sí misma tal y como es.
—Oh, no, ojalá hubiera sido mutante — sonreí divertida — siempre he querido formar parte de la Patrulla X, pero bueno, me conformo con haber conocido a Lobezno y al profesor Xavier. —hubiera sido divertido ir al colegio con niños que eran como yo, diferentes y únicos, pero ya es un poco tarde para mi. Tendrá que ser en otra vida.
— Así que no tienes poderes... — Parpadeé sorprendida teniendo en cuenta que se relacionaba con mucha gente del gremio — Aunque la verdad, teniendo esa habilidad con el arco yo tampoco los necesitaría.
Busqué de nuevo en mi bolso y saqué la libreta y el boli que siempre llevaba encima. Me puse a dibujar en menos de un minuto la silueta de varias mariposas de color azul. Nunca me cansaba de usar el mismo truco allá donde iba. Después coloqué la palma de mi mano sobre el dibujo, y la superficie brilló con una luz tenue. De la libreta se escaparon volando las tres mariposas pintadas con trazos de boli, dejando de nuevo el folio en blanco.
Ahora, mostrar mis poderes ya no me daba miedo, ni me causaba vergüenza. No tenía por qué esconderlos puesto que no estoy maldita como yo creía hace unos años. Lo que tengo es un hermoso don capaz de ayudar a miles de personas si lo uso de la manera correcta.
— Dicen que mis poderes provienen de la magia, así que técnicamente sería una bruja. O una maga, o una hechicera. Lo que prefieras. —sonreí divertida, al ver que el chico se entusiasmaba con mis pequeñas creaciones. Las mariposas empezaron a revolotear alrededor de Roy, como jugando con él.— Según mi maestro, puedo hacer realidad lo que sea capaz de imaginar. El día que me conociste, simplemente convertí la pistola en un ramo de flores usando la imaginación. Es un truco bastante sencillo ese. Todavía estoy aprendiendo a controlarlos y obviamente tengo mis límites, no te creas que soy capaz de deformar el espacio-tiempo. —reí
Mis ojos volvieron a la merienda y decidí darle otro mordisco al pastel de zanahoria. Tanto hablar y casi se me iba a enfriar el té verde. En ese momento, Roy aprovechó para ir recogiendo poco a poco el desorden que había en el salón mientras me hablaba.
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 22nd Enero 2019, 19:13
Se quedó un poco paralizado por la repentina pregunta de Elysia. Le era difícil hablar de la alien por muchos y diversos motivos. El principal de ellos que no había quedado muy bien tras la ruptura. Después de haberla ayudado a encontrarse a sí misma, ella le había abandonado porque no era ni lo que ella quería ni suficiente. Koriand'r quería descubrir el mundo y Roy la hubiera seguido hasta dónde hubiera hecho falta. Pero la Tamerana no quería emprender un viaje de introspección junto a él.
La expresión del pelirrojo se cambió abruptamente cuando le preguntó por Koriand´r. Todo el afecto, cariño, amistad y devoción que había profesado al hablar de su buen amigo Jason; se transformó en tristeza, dolor y angustia. Después de la ruptura, el pelirrojo había hecho como si nunca hubiera formado parte de su vida. Huyendo de los sentimientos negativos la había dejado omitida de su vida y de su mente. Nunca se había enfrentado a los sentimientos trágicos que minaban su autoestima. Nunca había logrado comprender por qué ella le había dejado y por qué a pesar de sus ingentes esfuerzos la relación se había roto.
-Esa es - tragó saliva. - Kori, mi exnovia.- suspiró e intentó calmar su agitado corazón.- Era amiga de los dos, de Jason y mía. Rompimos y no sé dónde está ni qué ha sido de su vida.- No sabía qué más decir de antigua pareja. - Nos divertíamos bastante los tres.- La relación había tenido sus altibajos y había acabado mal, pero era una de las mejores relaciones que había tenido el arquero.
Roy era un hombre muy táctil. A veces no se daba cuenta que al expresar su aprecio con toques o caricias estaba incomodando a las personas a las que no les gustaba el contacto físico. Esta vez Lyz le había soltado las manos de una forma más natural y menos huidiza. el arquero sabía que a ella resultaba incómodo ese tipo de acciones pero no podía evitarlas. Daba gracias a que esta vez ella hubiera procurado tener una reacción menos evitativa.
Se fijó en el gesto de apartarse el pelo y ponerlo tras la oreja. Le gustaba asimilar los pequeños detalles de otras personas. Sonrió de forma cálida. Dio un sorbo a su bebida mientras escuchaba con gran fascinación el significado de Katia. Los por qué de las elecciones personales siempre le generaban gran interés. Es curioso cómo los autores no dejan nada al azar y todo en su obra está relacionado o tiene significación.
- Está muy bien pensado y es muy profundo. Se nota que te gusta y te esfuerzas en tu trabajo.- comentó maravillado.- realmente estoy enamorado de tu personaje- se rió.- Tal vez me siento un poco identificado.-
El pelirrojo, a pesar de su aspecto físico y sus múltiples habilidades físicas e intelectuales, se sentía muy inseguro y acomplejado. Su autoestima, al contrario de lo que pudiera parecer por su físico y su actitud, no era la mejor y solía tener con frecuencia bajones.
En mitad de la conversación, la artista hizo un inciso para entregarle una tarjeta estaban sus datos de contacto. El pelirrojo se sintió feliz de tener al fin una forma de contactar con la mujer que le despertaba un profundo interés. Hacía mucho tiempo que no conocía a nadie que le pareciera tan afín a él en tantas categorías. Inmediatamente el la agregó a desde el teléfono móvil a todas sus redes sociales, también la dio un toque para que tuviera su número.
- Gracias, se lo daré a Dol cuando la vea.- Esperaba ver a su amigos de los Titans pronto.
A continuación, su tema de conversación se había centrado en los metahumanos y lo difícil que es para ellos poderse mostrar como son. De todos los universos que habían confluido en Omega había unos que eran más tolerantes y otros menos. Los poderes más la adolescencia le parecían a Roy algo complejo de vivir. Su vida ya había sido en esa etapa un tremendo caos, no quería ni pensar si además le hubiera tocado la papeleta de poderes gratis.
- No puedo decir que lo comprenda plenamente. - Nunca había tenido poderes que ocultar ni a sus amigos ni a su familia. Pero sí que había tenido una fuerte adicción que le hacía sentir sucio, raro y despreciable. Aunque en su caso era cierto que la adicción era algo malo. Sentía vergüenza y odio a sí mismo con razón. - Mi familia y mis amigos no son intolerantes en ese aspecto. Ni me han hecho sentir que no les podía contar algo como eso. Pero entiendo lo que es tener miedo al rechazo por ser como eres. -
Lyz había mencionado unos nombres que le sonaban de las noticias y la prensa. Al pelirrojo no le había dado por investigar sobre ellos. El instituto Xavier era un prestigioso colegio privado del que no se sabían muy bien sus criterios de selección. La Patrulla-X era un equipo de héroes formado exclusivamente por mutantes. No hacía falta ser un genio para unir esos dos conceptos mencionados y saber que dicho centro era sólo para metahumanos.
- La Patrulla X es esa escuela para adolescentes con talentos especiales, ¿verdad?- se rió de forma alegre.- Ahora entiendo un poco mejor eso de que dice su título de Academia Xavier para Jóvenes Dotados. De donde provengo no existía tal lugar.- Desde su percepción le sonaba un lugar como un poco excluyente. Era un centro de enseñanza dedicado únicamente a mutantes, por lo que captaba de Lyz. Se le hacía un poco como esos centros educativos donde se aparca a los que son diferentes y necesitan otro tipo de atención. Que si bien hacían falta este tipo de instituciones de enseñanza, los veía un poco excluyentes si hablamos de convivencia e integración con la población sin poderes.
-No, soy un simple humano.- Le resultaba interesante la sorpresa con la que había reaccionado la morena ante su comentario. Parecía como si no estuviera habituada a la gente que no es mutante. - Es que ahora es muy mainstream tener poderes.- dijo en tono burlón.
La Stavridis realizó un dibujo de mariposas sobre una servilleta y con sus poderes las dio vida. Se quedó absorto. Estaba maravillado con la creación de Lyz. Las mariposas revoloteando a su alrededor. De los carnosos y sensuales labios de Roy salió una risa jovial y alegre.
-No me hace mucha gracia la magia porque no la comprendo.- dijo de forma natural.- Pero tienes un hermoso poder.- comentó aún embelesado con lo que veía. En aquel momento con las mariposas sobre él se dio cuenta de que Lyz era una persona realmente especial y mágica en el buen sentido.
- Elijo llamarte pequeña brujita azul.- Había elegido ese color por los ojos de la mujer. Le gustaban mucho sus ojos. Además, tenía mechas en el pelo de un azul turquesa, así que suponía que algo le agradaba ese color.
- Pudiendo tener lo que quisieras debe ser difícil poder controlarse.- Comentó cuando ella le explicó lo que decía Aureole sobre sus poderes. El arquero no pretendía juzgar, simplemente dijo lo que se le vino primero a la mente. Era muy sincero, lo que le solía general conflictos.
El arquero se agachó con cuidado, sintiendo un tirón y un dolor soportable, para recoger un peluche de león de su hija, que estaba debajo de una de las patas del sofá. El pelirrojo se encontraba de cuclillas muy cerca de Elysia. Sin querer Roy empujó con el codo a la artista y su taza se movió. El líquido de la taza le cayó sobre la espalda. El té no estaba muy caliente. Por eso dejó la sensación fría de calarse en la piel de Roy. Al hombre no le gustaba nada el frío y sin siquiera pensarlo en un momento, se levantó, tiró el peluche al sofá y se quitó la camisa. El té se había deslizado por su cuerpo y también había empapado sus vendajes.
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 16th Febrero 2019, 21:00
Me sentí tremendamente culpable al preguntarle sobre la mujer de la piel dorada. El rostro de Roy cambió drásticamente de alegría a tristeza, y su mirada se mostró huidiza. Tenía que haberme mordido la lengua, pero es que sentía tanta curiosidad por todo lo que rodeaba a Roy que no podía ponerle remedio. Le escuché sin decir nada más, no quería meter más leña al fuego. Un fuego que quizás Roy todavía estaba luchando por apagar.
Kori tenía un nombre bastante raro, y había sido novia de Roy. Por un instante me imaginé a ese bellezón al lado del pelirrojo, y sentí un nudo en el estómago. Ella era realmente muy guapa, y el arquero podía tener a la chica que quisiera con ese físico, así que no me extrañaba para nada que hubieran salido juntos. Pero algo me decía que las mujeres así de bellas son como las rosas, también tienen su lado doloroso y te pueden pinchar con sus espinas. ¿Qué habría pasado entre ellos? ¿Por qué habían cortado? Su mirada me indicaba que había sido ella la que le había dejado a él. Pero aquella no era una conversación que quisiera mantener con Roy, lo mejor era dejarlo estar. Además, tampoco tenía tanta confianza con él como para preguntarle por algo tan privado.
Pero no sé, esa mujer no me daba buenas vibraciones. Quizás porqué siempre me ha gustado emparejar a los pelirrojos con chicas morenas o de pelo negro. Pelirrojo y pelirrojo no suelen ser una buena combinación, al menos estéticamente.
—¿De verdad? ¿Te gusta?— sentí el leve calor que producía el rubor de mis mejillas cuando Roy confesó que se había enamorado de Katia. Era algo que no me esperaba teniendo en cuenta los gustos físicos del arquero en los que se incluía a las mujeres exuberantes de escote generoso. — Me alegro mucho… Katia es de mis personajes favoritos ahora mismo, y todo es gracias a ti… —confesé, volviendo a colocarme el mechón de cabello detrás de la oreja, con timidez.
No entendía por qué se identificaba tanto con ella, pero era una buena señal que lo hiciera. Si Roy conectaba con el personaje eso significaba que mis otros lectores también podían hacerlo. Así el cómic se volvía cada vez más humano y llegaba al corazón de más personas. Eso era lo que más me gustaba de mi trabajo, conseguir dejar una marca en mis lectores como los cómics de la patrulla X habían hecho conmigo años atrás.
— Se que te parecerá raro pero… de dónde yo vengo, todas estas cosas… los superhéroes, los mutantes, la patrulla X… sólo eran conceptos o ideas que pertenecían a los tebeos o a los cómics de superhéroes. —expliqué, con algo más de seriedad, puesto que todavía me parecía increíble que todo se diera de casualidad. Quizás era una forma que tenía el universo de reírse de sí mismo— No fue hasta que llegué a Omega cuando descubrí que en realidad existía toda esa gente. Que lo que yo creía que eran sólo personajes de un libro… eran reales, gente de carne y hueso. Me parecía increíble, y aún a día de hoy todavía me sorprenden algunas cosas. ¿Y si en realidad yo soy la heroína de un cómic en otro universo? Podría ser, ¿no? O quizás en otro mundo tu eres un arquero enmascarado que lucha contra el crimen…
Fue después de decirlo cuando me di cuenta, de que aquello sí que se acercaba un poco más a la realidad. Y no porque alguien hubiera hecho cómics de Arsenal, quiero decir.
—Oh, sin duda es mainstream- eché a reír de forma sincera, su comentario me había hecho mucha gracia. — Y menos mal que es así. No soportaría ser otro bicho raro en un nuevo universo.
—Es normal, a veces no la comprendo ni yo...— le miré sonriendo. Esperaba que al menos no le resultaran incómodas mis prácticas mágicas, y lo que es más importante, que no las relacionara con los hechizos de Chroma. De momento, quería seguir manteniendo mi otra identidad por cuestiones de seguridad.
El chico parecía maravillado con la escena y me sentí mejor al ver que se estaba riendo mientras las mariposas revoloteaban a nuestro alrededor. Entonces me traspasó con su penetrante mirada verde y volví a sonrojarme ligeramente cuando me llamó brujita azul. Era un mote cariñoso y no me disgustaba, así que le dejé hacer.
—No te creas, cuanto más uso mis poderes más cosas raras pueden suceder… y he metido la pata con eso montones de veces, así que a veces es mejor no arriesgarse y hacer las cosas de la manera tradicional antes de usar la magia…
Volví a centrarme en el té cuando era el turno de Roy para hablar. El pelirrojo seguía recogiendo los trastos que había por el comedor, y se agachó a recoger un peluche cuando mi torpeza entró en escena. Choqué con el codo del chico sin querer al intentar darle un sorbo al té, y fue entonces cuando el resto del líquido verde cayó encima de la espalda del muchacho, empapando un buen trozo de su camisa negra. Ahogué un grito de sorpresa y me llevé la taza al rostro sin saber qué hacer.
—¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Ha sido culpa mía! Perdona, yo… — y me quedé muda en el instante en el que se sacó la camisa ahí en medio y sin pensárselo dos veces. Tuve que ocultar mi rostro tras la taza cuando noté que había enrojecido hasta las orejas de la vergüenza. Y es que no podía negar que Roy tenía un físico espectacular, digno de un atleta. Su torso y sus abdominales estaban muy bien definidas bajo el vendaje, y no pude evitar fijarme en lo guapo que estaba sin la camisa y con el té recorriendo su piel...
Pero bueno, Elysia. ¡Será posible! ¡Contrólate un poco que pareces una adolescente!
Y es que nunca había estado tan cerca de un chico como Roy. Aquel momento tan surrealista consiguió que los latidos de mi corazón se dispararan hasta límites insospechados. ¿Qué es este nudo en la garganta? ¿Por qué me siento tan nerviosa estando cerca de él? No era difícil llegar a una conclusión. Supongo que Roy me atraía, aunque sólo fuera un poco. Imagino que es lo normal en chicas como yo, cuando están cerca de hombres que casi parecen modelos de revista. Pero por muy guapo que fuera Roy, eso no bastaba para que un chico llegara a gustarme de verdad. Soy una persona demasiado tímida y sería incapaz de dejarme llevar por emociones tan intensas como las de ahora. Tenía que centrarme y volver a mi lógica y frialdad implacable…
— Voy a por el botiquín. Vas a necesitar cambiarte también el vendaje que está mojado… — suspiré algo resignada. Esto no hubiera pasado si yo no fuera tan torpe. —¿Dónde lo tienes?
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 23rd Febrero 2019, 16:38
Aunque Roy era alguien inusualmente extrovertido y no tenía problema en hablar de su vida o temas personales, el campo de las exs era muy duro de tratar para él. Sobretodo con alguien a quien acababa de conocer recientemente. Lyz y Roy se conocían sólo de dos días. El pelirrojo no tenía ni la más remota idea de que ella era Chroma, por lo que sólo contaba como uno. Intuyó que quizá por sus gestos o su actitud había avisado a su invitada con su lenguaje no verbal de que hablar de Kori era un tema peliagudo o quizá fuera por decoro, ya que, no está bien visto socialmente indagar sobre exparejas. Fuera cual fuera el caso daba gracias de que Elissia no hubiera preguntado más ni hecho más referencia a la mujer que le abandonó sin dar ningún tipo de explicación.
-Sí, me gustan las personas que a pesar de estar heridos por el pasado tratan de sobreponerse y ser mejores. Personas que toman la pluma en sus manos y escriben su propio final. Personas que se reinventan a sí mismas, que toman las riendas y le dicen a la vida: no podrás conmigo.- Dijo lo último con mucha emoción. Una sincera sonrisa brotó de sus labios cuando Lyz dijo que le la había ayudado. Un cálido sentimiento recorrió su ser al saber que había podido serle útil a alguien. Volvió a fijarse en ese gesto tan adorable que solía hacer la artista e colocarse el mechón detrás de la oreja. Todos sus gestos le llamaban profundamente la atención.
Cuando estás herido por los demás piensas que convertirte en un malo te hará que deje de doler. Porque las personas frías, que no esperan nada del mundo ni de los demás, que son decididas y que toman del mundo lo que quieren sin pensar en nadie más parecen felices. Roy entendía ese pensamiento. No depender de nada ni nadie sin formar lazos porque los demás pueden herirte o desilusionarte. No obstante, creía que era una forma de pensar triste y sobre todo equivocada. Porque nuestro dolor emocional sólo puede curarse con el calor del prójimo. Por el amor de las personas que nos quieren y aceptan como somos.
-Wow ¿Estoy hablando con un Heroína de Omega?- dijo chistoso. Intentaba esquivar el tiro certero sobre su identidad heroica. -Quizá sea un tecno-criminal que sólo trabaja en mantenimiento de los sistemas y maquinaria tecnológica del gobierno para destruir su vida digital y darles jaque a los EEUU desde dentro.-Comentó entre joviales y alegres risotadas. Negó con la cabeza.- No puedo imaginarme algo así. He nacido con los héroes protegiendo al mundo y no puedo concebir un mundo en donde todo sea fruto de historias gráficas.-
Dejó que sus pensamientos divagansen un poco en esa idea de un mundo sin superhéroes. ¿Qué hubiera sido de él sin su identidad heroica? Oliver no se hubiera interesado por él, no habría conocido ni a sus amigos ni a sus exnovias. Sin toda esa presión por ser el compañero perfecto. Sin la soledad de la negligente paternidad de Ollie. Sin los rechazos y abandonos de sus exs. ¿Qué habría hecho? Quizá nunca hubiera caído en las fuertes garras de las adicciones. en ese mundo sin superhéroes le habría criado Roy Harper Señor y habría enfocado sus talentos para la ciencia convirtiéndose en alguien centrado y exitoso con una carrera en la Nasa o se hubiera decantado por su vena artística triunfando con su grupo musical o quizá su vena deportiva le hubiera llevado a ser deportista profesional. Pero sus defectos, su familia y sus amigos le habían hecho mejor. Así que aunque triunfase en la vida lo más probable es que fuera alguien pretencioso, egoísta, arrogante y mimado que no se preocupase por los demás. Tal vez su progenitor también habría muerte en ese mundo sin justicieros y sin la mirada de Oliver sobre él sería un niño de la calle que crecería para convertirse en un delincuente convicto y despiadado.
-Aunque entiendo que al venir de un mundo sin justicieros, ver como las fantasías de la ficción cobrar vida puede resultar maravilloso y más si en tu mundo te has sentido sólo por no tener a nadie documentado con poderes para poder tener una figura de referencia. -
Se rió con lo de a veces no lo comprendo ni yo.-Me gusta entender las cosas y usar mi conocimiento de toda para crear otras cosas. Pero con la magia son una especie de negado, no me entero de nada y me deja una sensación como de desconcierto que no me es agradable. -Hizo un mohín con la cara- soy un poco sabidillo y la magia me hace sentir estúpido. No se si sabes que a los sabidillo nos sienta mal no ser la reina de la sabiduría en cualquier campo.- comentó de forma humorística.
Las mariposas revoloteaban entre los dos y parecía una escena sacada de cualquier película basada en un mundo mágico. Se sonrojo con el mote que el arquera la había asignado y Roy lo tomó como una constatación de que le había gustado lo de Brujita Azul.
-Algo así como efectos secundarios ¿no? - Elissia parecía responsable y con sus palabras le dio la impresión de que estaba en lo correcto con su suposición. - Me alegro de que no te tomes a la ligera la magia y sus consecuencias. Ya hay mucha gente que juega con cosas místicas sin importar lo que cause.- Sus últimas palabras estaban cargadas de cierta tristeza.Le tocaba muy de lleno ese tema, porque a él le habían borrado a Wally con magia para vengarse del velocista. Eso había supuesto mucho dolor y malentendidos para ambos.
Siguieron hablando y Roy se puso a recoger un poco su caos. Sin querer en un combo de ambos, el arquero había quedado émpata de té. Mojándose en el proceso su camisa y sus vendajes.
-No importa.- comentó de forma desenvuelta y natural. - -Esas cosas suelen pasar.-
A Roy no le importaba estar con el pecho al descubierto. Era algo bastante cómodo y normal en su cultura navaja. Cómo tenía interiorizado el nudismo que no notaba muy bien los estragos que escultural y entrenado cuerpo causaba.
-Sería de gran ayuda si me das una mano. Por la lesión no puedo girar me niego y se me hace difícil poner bien los vendajes- comentó con su tono cálido habitual.
-Lo tengo en el baño. Es la puerta del fondo.- El pelirrojo miró a Lyz a los ojos y la sonrió. Agradecía que ella se preocupase de sus heridas.
Las personas se enamoran constantemente en cada hora, minuto y segundo del día. Algunas veces con razones y otras sin ellas. A veces es algo más físico, otras es un vínculo emocional y otras no se puede explicar realmente la conexión. Pero siempre es de súbito el momento cuando cupido les golpea con su flecha y se dan cuenta de que tu mundo cambia y tus ojos ven de forma distinta a esa persona especial. Te das cuenta de que tu corazón nunca fue tuyo sino que fue hecho para ser entregado a los demás. Por eso lo que mueve al mundo y lo que realmente sana nuestras dañadas almas es el amor.
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 19th Julio 2019, 01:22
Mis pasos me llevaron sólos a donde se encontraba el botiquín de primeros auxilios, el clásico cofre blanco adornado con una cruz roja en el centro, que estaba mal encajado dentro de una de las estanterías del baño de Roy Harper.
Mis manos actuaban automáticamente, cogiendo todo lo que necesitaba para el cambio de vendaje, pero mi cabeza estaba en otra parte, y mi corazón… mi corazón latía con tanta rapidez que pensé que se me iba a salir del pecho. Intenté calmarme, dándole una base lógica a mis sentimientos, y no paré de repetirme a mí misma, durante varios segundos, que todo lo que sentía era normal; Era un chico simpático, con un cuerpo escultural, y estábamos solos en su casa. Era normal que me sintiera así de nerviosa, nunca había conocido a alguien como él. Era normal… era normal… no pasa nada. No pasa… no...
No funciona. No funciona porqué en el fondo sabía perfectamente lo que estaba ocurriendo en realidad. Me conozco, y conozco mi cuerpo. No me sentía nerviosa por el simple hecho de que fuera un chico guapo, o me cayera en gracia. No, ya sabía cómo era la anatomía masculina, la había dibujado montones de veces. Había visto a otros hombres sin camiseta y nunca sentía nada. Había visto a modelos desnudos con los mismos músculos en las clases de dibujo artístico, y no sentía nada. Había conocido a otros chicos en bares que se acercaban para ligar conmigo, y no sentía nada… Nada. Ni siquiera un pequeño cosquilleo. Y no era porque no me parecieran guapos, o atractivos. Si yo era la primera en quedar fascinada cuando veía algo bello y hermoso. Pero lo admiraba desde lejos, como algo distante en lo que nunca me implicaba. Como cuando miras una pintura que te gusta mucho durante un buen rato. Pero nunca, nunca, nunca, me sentía atraída por hombres a los que acababa de conocer. Yo no era como las demás chicas, y era muy consciente de ello. Soy incapaz de sentirme atraída por un desconocido, no tengo esa necesidad, ese apetito sexual que hace que te dejes llevar por la pasión y la emoción del momento. Que te empuja a abalanzarse sobre el chico que ha estado coqueteando contigo en la discoteca a pesar de que ni siquiera sabes su nombre...
No, yo no soy así, y por eso estaba nerviosa. Porque esto es nuevo para mi. Este cosquilleo que baja calentando mi pecho y se asienta en el vientre. Roy estaba despertando algo en mí que había permanecido oculto y en silencio desde mis años en la universidad. Una atracción que sólo había sentido una vez por alguien...
Luché por apagar y enterrar esa alarma interior que encendía todos mis sentidos. No, ahora no era el momento más adecuado para sentirme así. No lo necesitaba en mi vida, gracias. Ya tenía bastantes problemas con mis otras responsabilidades como para saber gestionar este nuevo sentimiento que empezaba a crecer en mi interior. Y todo por haber compartido una experiencia con él como la de Tahití. Me había demostrado que era un buen tío, capaz de arriesgar su vida para protegernos sin dudar ni un segundo. Roy tenía una personalidad transparente. Admiraba su lado más altruista, y junto con su carisma magnético, su sonrisa llena de positividad y aquel físico de infarto… era un cóctel peligroso que cualquier día me iba a explotar en la cara.
Giré sobre mis pies y me encaminé al comedor, respirando hondo después de tragar saliva. Dejé que mi implacable lógica y mis nervios de acero ahogaran ese sentimiento extraño que trataba de trepar hasta mi corazón. Así al menos, Roy no se daría cuenta de que mis labios temblaban como los de una estúpida adolescente enamorada.
Cuando volvía a su lado, le encontré sentado con mucha naturalidad en el sofá. Parecía ser completamente inconsciente de lo que provocaba en mí su torso desnudo. Bueno, en mí y en cualquier chica que le mirara. Madre mía.
— Perdona la tardanza… es que no lo encontraba...— me excusé, y me senté a su lado en el sofá. Le indiqué que me diera la espalda, para poder limpiarle un poco las heridas que se revelaban bajo el antiguo vendaje. Le despegué el resto de vendas mojadas con té, y acaricié su espalda con mis dedos, notando al instante cómo el vello de mi nuca empezaba a erizarse. Tragué saliva. Esto iba a ser difícil… — Estate quiero, ¿vale? - cogí el algodón del botiquín y empecé a aplicar el antiséptico en la herida abierta. Se veía bastante fea, y se notaba que era muy reciente. Me sentí fatal al pensar que se había hecho tanto daño por nuestra culpa…
Mientras le desinfectaba las heridas, decidí retomar la conversación que habíamos dejado a medias antes del accidente con el té.
—No te pega ser el villano de nada, y menos habiendo salvado a aquella abuelita de un atracador.— sonreí, ligeramente menos nerviosa que antes a pesar de que estaba a muy cerca de Roy. — Estaría divertido ser la heroína de algo, pero ya te digo que en mi mundo sólo era una pringada dibujante de cómics. — Entonces me acordé, de repente, de los días previos a la colisión de los mundos.— Es… curioso… porque pasé toda mi vida pensando que no había gente como yo en mi mundo… pero un día, apareció un tipo raro con un casco de moto ocultando su cara, y me llevó a ver a unos agentes del gobierno que al parecer me habían tenido vigilada desde hace tiempo, para controlar que no causara ningún peligro con mis poderes. Fue… una experiencia bastante extraña. Me asusté un montón… por suerte no me hicieron nada, y al final… bueno, el tipo raro del casco de moto es ahora mi mejor amigo. —Sonreí cariñosa, recordando el primer encuentro que tuve con Sloan Jenkins, dramático y ridículo a partes iguales.
Las mariposas azules siguieron revoloteando a nuestro alrededor durante unos minutos más, como sacadas de una película de fantasía. Roy parecía fascinado con ellas, y sentí algo de lástima cuando los insectos empezaron a revertir su transformación y cayeron al suelo convertidos en simples mariposas de papel.
—No suele durar mucho rato, la verdad. La magia en general es algo incomprensible. Tiene sus reglas, como todas las ciencias del universo, pero también miles de excepciones. Creo que me volvería loca si tuviera que aprenderlas todas.
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 7th Agosto 2019, 17:29
El arquero pelirrojo se sentó con cuidado en el sofá mientras esperaba a que la morena regresase con el kit de primeros auxilios. Mientras la griega estaba en el baño de su casa, Roy se puso a pensar en lo agradable que era Elyssia. Sentía una especie de conexión con la fémina. Hacía poco que se conocían pero desde su agradable charla, él tenía la sensación de que tenían muchas cosas en común. El pelirrojo tenía siempre su amable corazón abierto. Era rápido tanto a la hora de lanzar una flecha como a la hora de sentirse en sintonía con las mujeres.
Sin embargo , la griega tenía algo especial y era ello lo que había despertado la atracción del arquero. Nunca había conocido a una mujer que compartiera con él su sentido de la justicia social o con la que pudiera filosofar y divagar libremente. Sus profundas e inteligentes inquietudes no habían sido sacadas con ninguna de sus parejas. Él las había querido mucho pero siempre sintió que en ese aspecto era incomprendido. Siempre había echado un falta alguien con quien idear y construir un mundo mejor. Lys le hacía pensar que era posible, que ella podía llenar ese vacío en él. Sin querer una sonrisa y un sentimiento cálido y feliz recorría su ser al pensar en ella. Era a sus ojos alguien especial y perfecta, como un sueño hermoso y reparador. Traía alegría y paz a su vida. Era alguien con quien sentía que podía ser plenamente él.
Más no todo era perfecto. Roy sabía que algún día tendría que contar su pasado. Un pasado que no era brillante ni luminoso. Tenía remordimientos, culpas y cargas. Había sido débil y había intentado calmar y resolver sus problemas de la forma incorrecta. Había tomado lo que muchas personas consideraban un camino fácil y luego había dejado que todo su mundo se intoxicarse. Había caído y en vez de levantarse, había seguido cayendo hasta tocar fondo. Había sido consumido por su adicción y se había vuelto un problema. Había dejado de importarse, había quemado toda su dignidad y se había vuelto un despojo. Con mucha voluntad y esfuerzo había logrado sobreponerse. No obstante, para mucha gente en la sociedad su pasado como alcohólico y adicto era algo juzgaba e imperdonable. Estaba manchado y marcado por lo que fue.
Ese sentimiento de enamoramiento le gustaba pero a la vez le aterraba. Porque las veces anteriores no le habían salido muy bien. Había sufrido, su corazón se había partido y su miedo a ser abandonado se había cumplido. No quería volver a sentir el amargo desazón de no ser correspondido. Tenía miedo de ser herido y volver a sentirse cada día miserable y destrozado. Tener esa punzada en el corazón de no ser perfecto. Preguntarte por qué no te ama y tener cada día un sentimiento de inferioridad. Esforzarse por ganarse un corazón inalcanzable o luchar por apagar un fuego incontrolable con un pequeño cubo de playa. Sentirte cada día roto y no poder juntar las piezas. Ser infeliz y tragarse las lágrimas. Ya había tenido bastante pastel de desamor. No quería volver a sentirse tan intensamente despedazado ni sentir la necesidad de consumir para anestesiar sus desaforados sentimientos negativos y nocivos. Ahora era padre y no podía permitirse ni una recaída y estar emocionalmente quebrado. Tenía que dedicar todos sus recursos y su esfuerzo en criar, proteger y cuidar a su Liam.
Vio a su preciado interés aparecer por el pasillo y dejo de pensar en aquello que le turbada. Cuando llegó hacia donde se encontraba, Roy le sonrió amablemente. Sus heridas le molestaban. Eran dolorosas e incómodas pero estaba acostumbrado al dolor. Más aún cuando debido a su condición como adicto no podía tomar nada que causan adicción. Le solían dar medicación suave que apenas palabra ligeramente el dolor. Para su fortuna aguantaba bastante bien el dolor.
-Tranquila es normal. No sabes donde tengo mis cosas.- se rió - Además, soy un desastre ordenando y recogiendo.-
Lys se sentó a su lado y le indicó que se pusiera de espaldas tener un mejor acceso a las heridas de su cuerpo. La artista empezó a limpiar sus heridas. A Roy le producía escozor y molestias pero no se movió y dejó a Lys terminase su labor. Luego empezó a desinfectar sus heridas. Era un poco más incómodo pero aún así se mantuvo quieto para no dar molestias a su amable enfermera.
- Igual eso era una tapadera y por las noches me dedico a vaciar las arcas estatales.- se rió alegremente. Quizá antes podría haberse dedicado a hacer ciberterrorismo, mostrando datos de personas pudientes, que cometían impunemente maldades gracias a su dinero y posición social, o robando dinero de despiadados empresarios y repartiendolo a las clases más pobres.- en mi mundo yo era más irresponsable e inmaduro. Crecí en un hogar complicado y supongo que siempre he sido demasiado listo para mi propio bien. Me comía mucho la cabeza y mi tutor era alguien ausente que pensaba que criar a un niño era darle dinero y soltar frase citas de autoayuda cuando tu hijo está "descontrolado". Un héroe no es alguien así; perdido, descontrolado e imprudente.- Aún era demasiado pronto para contarle sobre sus adicciones y su vida como justiciero adolescente.
El arquero escuchó atento como Lyz narraba su experiencia con sus poderes y cómo conoció a Sloan Jenkins, quien se convertiría en un buen amigo de la artista. La vida era una incógnita y algunas veces te sorprendía trayendo personas interesantes. Sonrió porque le pareció una anécdota curiosa e interesante a la par que entretenida.
- No es lo mismo. Cuando eres una persona muy lista. En ocasiones te sientes raro. Te das cuenta de muchas cosas y la gente no te entiende. Sabes que tu cerebro va a otro ritmo y desearías callarlo o que vaya más despacio. Quieres encajar, ser como los demás y tener su aprecio. En ocasiones se toman atajos y con el tiempo te arrepientes.-
Las mariposas mágicas de Elyssia que estaban volando a su alrededor empezaron a perder su conjuro y convirtieron en papel. Cayeron al suelo.
- Aún así sigue siendo bonito. - dijo mirando las mariposas de papel- Supongo que el universo está ordenado de alguna manera. -
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 17th Agosto 2019, 18:07
—No tienes nada de lo que avergonzarte. Mi casa está igual o peor, créeme— esbocé una sonrisa, recordando la situación familiar en la que ahora vivíamos. Las hermanas Stavridis, o más bien la misma persona pero de diferente universo, viviendo juntas en un piso con un chavalín que tenía complejo de Peter Pan, un atractivo rubiales como amo de casa y un gigantesco Malamute de Alaska. Estos dos últimos creados por mi imaginación y sacados del papel. Y eso que no estaba contando con las continuas visitas de la nueva sidekick de Chroma, la estudiante de Secundaria Erin Gallagher.
Sin lugar a dudas, mi vida actual era bastante rara.. Y si algún día invitaba a Roy Harper a nuestro piso, tendría que darle demasiadas explicaciones… También tendría que confesarle en algún momento que yo era la heroína de Tahití, Chroma, y tendría que disculparme por mentirle y haber descubierto su identidad tan pronto y sin decirle nada. También tendría que explicarle que regentaba un bar de entidades y místicos dónde nos reuníamos los miembros de Shadowpact, una organización que se dedicaba a proteger la magia de todo el universo. Aunque pensándolo mejor, quizás no estuviera preparado para algo así. Puede que quisiera salir corriendo una vez pusiera un pie en mi caótica vida.
—Si te dedicaras a robar las arcas estatales… no estarías viviendo en un piso así— solté una pequeña carcajada entre broma y broma. Era muy agradable hablar con él, y a pesar de que estaba todavía ligeramente nerviosa por su cercanía y su torso descamisado, agradecía tenerle de espaldas. Si no me miraba directamente con esos ojos verdes suyos tan intensos, podría seguir manteniendo mi integridad física y emocional.
—Es normal, eras un crío. Y la adolescencia es una etapa muy complicada e importante… —levanté la vista con algo de tristeza en mi mirada. Me encontré con su nuca y sus cabellos largos pelirrojos cayendo sobre sus hombros. No podía verle el rostro, pero noté el tono abatido de su voz cuando hablaba de su tutor legal. ¿Roy era adoptado? ¿Qué había pasado con sus padres biológicos? Hacerle esas preguntas en voz alta hubiera sido muy descortés por mi parte, así que preferí mantener el silencio y escucharle.
—Así que eres una especie de genio, ¿eh?— Sonreí. Por su aspecto físico no lo parecía en absoluto. Y es que la primera impresión que tuve de él no se parecía en nada al verdadero Roy Harper. Y menos mal, porque lo que veía ahora de él le gustaba mucho más.— Sé lo que es sentirse diferente al resto, creo que en eso nos parecemos un poco.
Cuando terminé de curarle las heridas con el antiséptico, busqué en el botiquín las vendas y las saqué de su envoltorio de plástico. Me levanté del sofá y me coloqué frente a él, medio erguida, para después darle indicaciones.
—Bien, ahora ponte mirando al frente y alza los dos brazos. Sobretodo no te muevas.— Indiqué, y cuando se hubo colocado en forma de T, empecé a enrollar las vendas alrededor su cuerpo, empezando por la cintura y terminando por su pecho. Me incliné varias veces por encima de su cabeza para poder pasar el vendaje por su espalda, dejando que mi pecho se acercara inevitablemente a su rostro. Por suerte, no llevaba ninguna camiseta ajustada o con escote. Y cuando me agaché para atarle las vendas y que no se soltaran, me quedé en medio del hueco que había hecho Roy con sus piernas. Parecía que fuéramos a abrazarnos en cualquier momento. Intenté controlar el ritmo de los latidos de mi corazón, pero su peligrosa cercanía y el repentino atrevimiento de mis manos al deslizarse sobre su torso desnudo mientras le colocaba el vendaje, no me ayudaron en absoluto.
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 23rd Agosto 2019, 15:44
Roy nunca había sido particularmente ordenado. No sólo estaba el hecho de que no tenía un buena hábito de recoger lo que ensuciaba sino que se descentraba y dejaba muchas herramientas y materiales que estaba utilizando por cualquier lugar de la casa. No tenía un lugar específico para sus proyectos, todo se descontrolaba y sus artilugios acababan desperdigados por doquier. A medida que los años fueron pasando esta característica de vivir en el desorden. La única vez que recogía medianamente era al vivir con Jason. El moreno tenía cierta obsesión con el orden y le hacía centrarse más en la limpieza. La vida como padre no había mejorado su desorden sino que le había traído más caos a su mundo. Con tanto que hacer con un bebé y además, su trabajo no tenía mucho tiempo para tener una casa ordenada.
- La vida moderna no deja mucho espacio para ser un ceniciento. - se rió de forma graciosa. En cualquier tipo de circunstancia el pelirrojo no perdía su sentido del humor.
Mientras Lys limpiaba sus heridas por incómodo o molesto que le resultase no podía evitar dejar de hablar. La conversación con la morena era amena y agradable. Roy sentía que al lado de la brujita azul todo fluía. A pesar de sus temores, no podía evitar sentirse cada vez más cerca de Elyssia. El arquero empezar dejarse llevar, olvidándose de sus profundos miedos. Era una emoción imparable que lo iba envolviendo todo y haciendo su mundo más sencillez y amable. Cada minuto era mejor al lado de Lys.
Coincidían en una visión del mundo y compartían muchas cosas. Incluso más de las que el pelirrojo sabía. No sólo tenían en común esa filosofía de actuar para cambiar el mundo sino que también intentaban usar sus dones y habilidades para ayudar a los demás con su identidad heroíca. Ambos era héroes pero de momento no podían compartir esa parte de su vida. Roy no sabía qué como él, Elyssia se dedicaba a ser una heroína. Chroma había descubierto su identidad secreta al conocer a ambas versiones del arquero por un descuido.
-Será para disimular. - se rió alegremente. En etapa anterior como forajido y renegado quizás hubiera vaciado las cuentas de algún capitalista forrado o un estúpido y engreído ricachón para ayudar a las familias más pobres del país. Pero ahora, teniendo una hija y habiendo vuelto a una vida más o menos honrada y decente, no podía arriesgarse a cometer ese tipo de delitos. No podía dejar que alguna imprudencia le llevase a prisión. Su hija no podía tener a dos padre criminales y prófugos de la ley. Con que su madre fuera terrorista internacional se llenaba bastante el cupo de delincuencia en la familia.
-La adolescencia es difícil para todos. Pero es mucho más dura para los que no encajan. No sé.- se encogió de hombros.- Eres un adolescente y te sientes mal contigo, con el mundo y con tu lugar en el mundo. pero encuentras tu lugar con otros adolescentes rebeldes como tú. No es la misma movida cuando no encuentras un lugar al que pertenecer, un grupo que te ayude a desarrollarte, crecer y dejar de sentir ese desequilibrio. - Se rió pero el sonido de su risa era algo triste. Ese momento vital fue cuando él perdió el rumbo. Se preguntaba constantemente cómo habría sido su vida si en lugar de caer en adicciones hubiera superado sus conflictos. ¿Sería alguien mejor ahora?¿ Habría llegado al punto donde se encontraba o había sido todo muy diferente? No lo podía afirmar. Pero sabía que posiblemente no hubiera provocado tanto daño por sus malas decisiones.
- Sí, siempre he sido un poco avispado. - Roy estaba acostumbrado a que la gente tuviera una idea equivocada sobre él tanto por su apariencia como por su personalidad desinhibida. La gente solía tener una idea colectiva de que ser genio era vestir con una planchada camiseta de cuadros, el pelo corto y unas gafas. Además, de ser introvertidos, tímidos y un tanto pringados. Puede que alguno fuera así. Pero el arquero creía que en esta sociedad mixta y multicultural mucha gente no encajaba en los clásicos estereotipos que se nos enseñaban de niños.
Una vez que Elyssia terminó de desinfectar las heridas, tocaba que se las vendase. Ella le dio instrucciones para tener un mejor acceso y hacer su labor de forma más eficiente. Roy se puso en la posición que le indicó Lys. Se situó frente a la mujer y alzó los brazos. Entonces la castaña empezó a vendarle. Estaba haciendo un gran trabajo cubriendo sus heridas. El pelirrojo le agradecía su ayuda. Cómo realizar la cura llevaba un tiempo, la mente del arquero empezó a divagar. Elyssia estaba muy cerca y podía ver perfectamente su bello rostro. Era una gran mujer. Sentía que estaban muy profundamente conectados y quiso besarla. Sintió como ese impulso se hacía cada vez más fuerte. Pero sabía que no era el momento para dejarse llevar. Prácticamente no se conocían. Su vida era un caos como para echar más leña al fuego. No podía saltar al vacío. Antes de actuar tenía mucho por lo que mirar. Su nueva vida le exigía ser juicioso.
- ¿Habías estado antes en Star City? Es una ciudad un tanto extraña. está en comunión con naturaleza aunque sea un urbe completamente tecnológica.- hablaba de su ciudad natal con cariño. Le gustaba. No recordaba lo mucho que le agradaba ese ambiente hasta que tuvo que pensar en un lugar para criar a su pequeña hija.
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 5th Diciembre 2019, 19:53
Me merezco una medalla. En serio. De verdad que sí. Tendrían que darme una premio por haber sobrevivido a la sensualidad que exudaba Roy Harper sin morir en el intento. Su estrecha cercanía no era buena para la salud de nadie, y menos todavía para mí, que además yo era la típica niña que cada vez que veía al chico que le gustaba en el recreo salía corriendo hasta la otra punta del patio por la vergüenza. Y es que nunca se me han dado bien estas cosas, ni siquiera tuve una adolescencia normal en la que fortalecer las relaciones de forma natural con el sexo opuesto. Era curioso, porque a la hora de patear traseros masculinos y decir lo que pienso sin tapujos tenía una sobrada confianza en mí misma. Pero cuando se trataba de algo romántico y/o sexual, me invadía la timidez y empezaba a actuar de forma rara. El psicólogo me dijo una vez que probablemente, mi aversión hacia los hombres era por culpa del trauma que me había supuesto que nos abandonara mi padre. Y estaba claro a día de hoy todavía tenía que trabajar en ello…
— La vida moderna no deja mucho espacio para ser un ceniciento. — broméo el pelirrojo.
— Al menos tu tienes un apartamento minimalista, y quieras que no, ayuda a que no parezca un estercolero. En cambio, en mi casa somos todos acumuladores, así que tenemos el comedor plagado de estanterías con miles de libros y cosas inútiles… — explicó, devolviéndole la sonrisa.
Por culpa de la colisión, la mitad de mi casa se había fusionado con el piso de Elissa, duplicando así el contenido del mismo. Y como estábamos tan ocupadas con nuestros respectivos trabajos, todavía no hemos tenido tiempo de ordenar las cosas como queremos. Pero en fin, que se le va a hacer...
— Buff… la adolescencia… — dejé escapar un largo suspiro de frustración, y tuve que pensarme dos veces si decir o no decir lo que tenía en mente. — Es una mierda de etapa, en serio. Si pudiera, la borraría entera de mi vida. — confesé, y decidí no ahondar más en la conversación. No era un tema agradable para mí, y parecía que tampoco lo era para el arquero. Estaba claro que ninguno de los dos habíamos conseguido encontrar ese grupo donde encajar y evolucionar como personas.
En cierto momento, durante el proceso de vendaje, alcé los ojos para mirar el rostro de Roy, y me encontré con que me estaba devolviendo la mirada con sus profundos ojos verdes. No pude evitar sentir una pequeña tensión entre nosotros, como si estuviera a punto de pasar algo importante. Pero rápidamente la corté, volviendo a bajar la cabeza para evitar que el hombre se diera cuenta de lo que me estaba provocando con su cercanía.
Cuando terminé de vendarle, me sentí realmente aliviada de poder alejarme de su atrayente presencia. Si me quedaba más rato arrodillada frente a él, iba a desmayarme de la tensión.
— ¡Listo! — dije finalmente, dando un pequeño golpecito al final de la venda, para que no se despegara de su sitio. — A quedado como nuevo.
Dejé escapar un pequeño suspiro de agotamiento mental, y me dejé caer en el sofá para poder descansar un rato. Me sentía como si me hubieran estado torturando hasta ahora.
—Pues.. la verdad es que no he estado nunca en Star City, es la primera vez...— confesé, y no es que hubiera tenido demasiado tiempo para fijarme en todos los detalles que Roy comentaba, puesto que había aparecido frente a su puerta a través de uno de mis portales, no había tenido tiempo a nada más. Pero claro, eso no se lo podía decir. — En la carrera nos explicaron acerca de varios tipos de arquitectura moderna que trataban armonizar el hábitat humano con el mundo natural, respetando el medio-ambiente. Creo que se llamaba arquitectura orgánica, o algo así. Era muy interesante, la verdad. Los edificios suelen integrarse en la naturaleza como si verdaderamente formaran parte de ella… —de pronto, se me ocurrió una gran idea.— Oye, ¿qué te parece si un día me enseñas un poco la ciudad?
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 28th Diciembre 2019, 12:18
El pelirrojo intentaba estar lo más quieto posible mientras Elissia limpiaba y curaba las heridas. Los antisépticos escocían y picaban al contacto con su magullada y dañada piel. Pero el arquero estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones. En su vida esas heridas podían considerarse algo leve debido a que en sus aventuras habitualmente se hacía daños más perturbadoramente serias y graves. El dolor no era algo nuevo para él, sabía cómo sobrellevarla. No podía tomar medicación para anestesiar sus malestares. Al ser adicto no podía ingerir sustancias que tuvieran un alto contenido en derivados del opio o sustancias adictivas. Los analgésicos por norma general llevaban una dosis de sustancias que podían reavivar su dependencia. El de ojos verdes no podía poner su vida niña de su pequeña Lian en ese peligro juego por evitar un poco de dolor.
La morena hizo un comentario sobre el espacio del piso de Roy y lo comparó con el suyo. El pelirrojo se rió de forma jovial y alegre. Por lo dicho por Lyz pudo deducir que vivía con más gente. Se acababan prácticamente de conocer y el arquero no sabía mucho sobre la familia de la maga.
- Los espacios grandes me hacen sentir un poco sólo.- Recordó tristemente su preadolescencia y adolescencia en la enorme mansión de Oliver esperando a que llegase su tutor. Las horas se hacían más lentas sin nadie alrededor con quien conversar y contar las peripecias cotidianas. A menudo las personas de servicio eran buenas con el muchacho pelirrojo pero Roy no quería molestarles en sus quehaceres.
-No necesito mucho. Aunque sí que tengo muchas cosas inútiles. Pero cada vez menos porque me tengo que restringir al piso, ya no puedo acumular como hacía antes. - El arquero había llegado a pensar que los espacios y las cosas materiales te llegan a distanciar de las personas.
- Es una caos pero todos necesitamos esa etapa emocihormonal para nuestro desarrollo adulto. Es cómo esa medicina que detestas pero la necesitas para curarte. Además, a pesar de lo malo seguro que ha dejado semillas de algo bueno. Eso siempre es así. las etapas vitales no son malas por completo ni tampoco buenas del todo.-
Por un momento sus ojos verdes se encontraron con los de Elissia. Roy sonrió bellamente. El pelirrojo sintió algo buir en su interior. Un sentimiento naciente. Se movió ligeramente entregándole un poco al impulso de buscar la cercanía física con la mujer. Pero Luz cortó aquel contacto y una especie de magia entre los dos se perdió. La maga continuó su labor. Cuando terminó de venderle, Roy se puso una camisa seca que había traído.
-Gracias- pronunció con su tono amable y alegre. - Has hecho una excelente labor. -Se sentaron en el sofá y el diálogo entre ellos volvió a fluir.
-Es cierto lo que comentas. Star City es una ciudad muy pendiente de su entorno natural. La Urbe se construyó alrededor gran bosque y lleva el nombre de su forma; un estrella. Supongo que es porque es una ciudad que solo tiene doscientos años y porque muchos de sus ciudadanos contamos con una fuerte herencia nativo-americana. Hay una reserva india con mucha influencia y poder en nuestra sociedad. -
Asintió amigablemente ante la propuesta de Lyz. - Hay varios puntos interesantes en Star City. Cómo el Puente Estrella, el Museo Grell o el Estadio Papp. También el Bosque Estrella que es inmenso.-
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 16th Enero 2020, 14:36
Roy tenía una sonrisa de agradecimiento muy sincera, y empezaba a encontrar encantador aquel hoyuelo que asomaba cada vez que lo hacía. Verle sonreír de aquella manera tan brillante me hacía sentir realmente bien.
— No hay de qué — respondí al agradecimiento— Además... ha sido mi torpeza la que ha provocado el desastre, así al menos he podido ayudarte con las vendas— Le devolví la sonrisa, con mi gesto tímido característico, que era volver a colocarme el cabello detrás de la oreja.— Y al final le he sacado partido al curso de primeros auxilios que hice en la universidad. Que por cierto, ya que siempre hablamos de problemas sociales ¿No crees que deberían enseñar de forma obligatoria en las escuelas algo de primeros auxilios y psicología? Creo que todo el mundo debería tener una noción básica de salud, tanto física como mental.
De pronto, la alarma de mi reloj de muñeca empezó a sonar y la apagué de inmediato, sorprendida ante la hora.
—¡Ostras! ¿Ya es tan tarde? Debería volver a casa, que hoy me encargaba yo de hacer la cena...— me levanté del sofá y miré al pelirrojo con algo de pena. Me sabía fatal tener que marcharme cuando estábamos teniendo conversaciones tan interesantes, y no me gustaba dejar las cosas a medias.
Y es que con Roy me sentía yo misma. Por primera vez, alguien escuchaba sin interrumpir lo que tenía que decir, lo que pensaba, lo que sentía… y eso valía mucho para alguien como yo, puesto que no era una persona muy habladora de base. Pero con el pelirrojo me sentía verdaderamente escuchada y acogida, podía dejar atrás mi timidez por unas horas y conversar de forma apasionada. Hacía tanto tiempo que no charlaba hasta hartarme que me sentía realmente bien.
— Se me ha pasado la tarde volando mientras charlábamos… —le comenté, mientras recogía mis cosas y me acompañaba hasta la puerta. —Siento tener que irme ya.
Una vez en el umbral y esperando al ascensor, me acerqué a Roy y le ofrecí mi mano para que la estrechara. No se me daban bien las despedidas, y eso de abrazar a la gente o darle dos besos no era lo mío. A pesar de que mentalmente habíamos conectado en un abrir y cerrar de ojos, yo todavía me sentía incómoda en relación al contacto físico.
— Espero que te recuperes pronto, me sabe fatal lo de tu herida. Descansa mucho, y si necesitas que te ayude con algo no dudes en llamarme. — Le sonreí.— Ahora tienes mi número, así que no hay excusa. — y antes de desaparecer por la puerta del ascensor, le dije— Ah, y cuando te recuperes y si te apetece, me encantaría que me enseñaras todos esos sitios tan bonitos de Star City. Y ya de paso me traigo a Lycos, que seguro que le encantará ese Bosque Estrella...
Cerré la puerta del ascensor y me despedí con la mano desde su interior. Cuando perdí de vista a Roy Harper, sentí como el nerviosismo desaparecía lentamente hasta ser sustituido por un pequeño vacío en mi interior. Acababa de verle, pero ya tenía ganas de hacerlo otra vez. Si no fueran por las circunstancias, tenía la certeza de que nos habríamos quedado charlando hasta el amanecer...
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019] 26th Enero 2020, 21:05
- Aún así ha sido un gran gesto.- Roy agradecía la ayuda de la maga. Si él hubiera tenido que ocuparse de los vendajes y sus heridas lo hubiera tenido bastante complicado. - Sí. Creo que los primeros auxilios son muy importantes y ayudan a presenciar la vida hasta que llegan los servicios sanitarios. Saber socorrer a alguien cuando tiene una crisis, sea por algo físico o mental, es muy importante. Todo el mundo debería de tener una noción básica para saber cómo actuar en caso de que fuera necesario.- La pregunta que le había realizado Lyz le pareció muy interesante. Estaba encantado de que ambos pensasen semejante en algo que era crucial. - Yo también sé un poco de primeros auxilios. No soy un experto pero me puedo defender si veo a alguien en apuros. -
De súbito sonó la alarma del reloj de la morena. Roy se sobresaltó un poco debido a la repentina sorpresa. No se esperaba que en un momento dado fuera a sonar una alarma. El ruido del reloj trajo consigo una despedida y Roy se apenó un poco. Le había sabido tan dulce la velada que no quería ponerle fin al momento.
-Tampoco me he dado cuenta de la hora- se rió jovial.- He tenido un tarde muy entretenida. Espero que se repita pronto.-
Habían pasado un rato muy agradable charlando de un poco de todo. Las horas habían pasado volando. Aunque era ya el momento de que Elysia fuera a casa al pelirrojo se le hacía pesado tener que despedirse. No quería que Lyz se fuera. Quería que aquel momento de felicidad y complicidad fuera eterno. Ella se iría y sin su bebé en la casa ni nadie más alrededor, se encontraría solo en casa. A Roy no le gustaba nada estar sin compañía. Pero Lyz no era alguien con quien aliviar su soledad, era una persona que le aligeraba su carga y le había sentir comprendido y completo. Era realmente un lujo tener conversaciones largas y profundas con una mujer que estaba tan concienciada y era tan hermosamente inteligente.
El pelirrojo se levantó del sofá y acompañó a su visita a la puerta. Lyz dio el botón de ascensos y el arquero se quedó esperando a que ella se subiera al aparato. La maga le ofreció su mano y él la estrechó. Se rió alegre y dicharachero como era su carácter. Sabía que Elysia no se sentía muy cómoda con el contacto físico. Si hubiera sido otra persona, como Dick o Wally u otro amigo, se hubiera despedido con un abrazo o quizá con dos besos en los carrillos. Pero entendía que para la castaña no era muy grato esos gestos por lo que no trató de forzarla a una situación incómoda.
- Seguro que en nada estoy sano como un roble. Si necesito ayuda te llamaré. no te preocupes, voy a estar bien. Tú intenta seguir con inspiración para acabar el cómic. - El arquero se solía lastimar mucho pero tenía a su favor que su metabolismo era tan rápido casi como sus flechas, se curaba mucho más rápido que un humano normal. - Pero esa vez que Lycos no se nos escape porque nos pasaríamos el día buscándole.- comentó en un tono jocoso y bromista.-
Mientras se subía al ascensor, el arquero la despidió agitando su mano. Tenía una sonrisa de felicidad en el rostro. Le agradaba cada vez más Lyz. Sentía con ella un tipo de conexión especial, algo que estaba empezando a brotar de manera instantánea.
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Tema: Re: Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019]
Flechazo directo al corazón (Roy Harper) [09/03/2019]