Años de Omega |
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| [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) | |
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Sasha Triger Marvel Universe
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Mensajes : 687 Fecha de inscripción : 10/01/2014 Localización : Entre dos mundos Empleo /Ocio : Repostera en pausa y aprendiz de medicina Humor : Últimamente me cuesta encontrarlo...
Ficha de Personaje Alias: Celsit Nombre real: Sasha Triger Universo: Marvel
| Tema: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 12th Marzo 2018, 10:16 | |
| Mis días con Drago habían sido intensos. Si bien me había alejado del peligro que suponía estar en América y me encontraba mejor de lo que estaba allí, el maremoto de emociones que llevaba encima, la incomodidad de no estar en mi hogar, la falsa seguridad que me proyectaba viajar… Todo se agrupaba en mi cabeza haciendo que mi estado de ánimo hubiese pasado de una línea curva que subía y bajaba como un camino de carretera, fuese un puerto de montaña. Por no mencionar que toda mi estabilidad real se había desmoronado o estaba en Nueva York. Mi hermana me había traicionado, a mi y a toda la mansión. Además tampoco se puede decir que Dalae fuese una constante en mi vida. Planaria se había desvanecido en un recuerdo amargo que acabaría por superar. Al fin y al cabo, había estado sola a nivel romántico toda mi vida. Elsa, la chispa de vida que me alegraba el trabajo, estaba triste, paranoica y se estaba centrando en el ejercicio para olvidar sus problemas. En parte me alegraba, porque eso la preparaba a nivel defensivo, pero también me preocupaba que se obsesionase. La mansión. Casi más hogar que mi propia casa. Las relaciones se habían deteriorado o resquebrajado por su propio curso. Charles… lo que era un padre para mí, confesó ser quien bloqueaba mi memoria y se negó a devolverme los recuerdos que me pertenecían. No me sentía bien dentro de la escuela y tampoco fuera de ella. Mi casa se convirtió en una película de recuerdos que no quería ver y…
Viajé para huir.
Después del vuelo hasta París, esto se me hizo como un viaje en metro. Apenas subí y pulsé el play de la serie de Vikings de Netflix y no me estaba dando cuenta de que ya aterrizábamos. Recogí el portátil, los cables y mi equipaje de mano, comprimiéndolo todo en una maleta de cabina y mi mochila de cuero negro de siempre. Salí del vuelo algo agarrotada y en cuanto abandoné la terminal esperando a mi maleta aproveché para hacer unos estiramientos. Me fijé en cómo uno de los pasajeros enfrente de mí me miraba. Quizá fuese por haberme puesto un conjunto que dejase ver mi tripa al aire y estar haciendo movimientos no muy desapercibidos. Me desmotivaba darme cuenta de que cuanto más delgada estaba, más llamaba la atención del resto del mundo a pesar de los huesos que se me marcaban... Aproveché también esos minutos para comprobar con la cámara frontal del móvil que el eyeliner negro y el carmín rojo oscuro seguían en su sitio después del vuelo. Al fin llegó mi maleta, a juego en color verde oscuro con la de cabina y el distintivo del lazo multicolor en el asa.
Salí por la puerta de llegadas con una maleta en cada mano y la mochila a la espalda hasta que encontré un hombre trajeado con un cartel donde reposaba mi nombre y el de Elsa. -Ah… Hola..- Señorita Triger, soy Roger y hoy seré su chófer. Permítame tomar sus pertenencias y sígame, la señorita Totterbrook ya nos está esperando- dijo agarrando mis maletas y emprendiendo rumbo al coche. Era un volkswagen negro, imponente. Ya se respiraba el ambiente alemán desde el principio. Él se encargó de todo. Cargó mis maletas, colocó los asientos del coche que por cierto tenía un aroma a jazmín delicioso, adaptó el alumbrado del interior, me ofreció una almohada, agua y me abrió la puerta…-Hola preciosa, ¿Qué tal tu vuelo?- Pero por cómo me miró supe que estaba recién despierta, y que tampoco tenía intención de seguir con los ojos abiertos así que sonreí, le di un beso en la frente y la dejé seguir durmiendo.
En cuanto salimos del aeropuerto, las ansias me pudieron -Muchas gracias por todo Roger… ahm… Una pregunta, ¿Tardaremos mucho en llegar?- Susurré tratando de sonar lo más educada posible dada la circunstancia. -Tardaríamos como mucho una hora y cuarenta minutos, pero debemos desviarnos a recoger al señor de Borgia- Si su acento alemán ya era evidente cuando hablaba inglés, al pronunciar esas palabras en castellano fue inevitable que se me colocase una sonrisa. Asentí. Si no recordaba mal, era el apellido de Lorenzo, el jefe de estudios. Sieglinde me había comentado que era español (ya se sabe lo que dicen de los españoles y su pasión... ) y que se encargaba de la sección mágica aparte de la jefatura. Tal vez… pudiese llevarme bien con él. Era unos diez años mayor que yo y … realmente no sabía mucho más de él. Así que el resto del trayecto me lo pasé ocupando la mente en imaginar cómo sería su aspecto, su voz, su acento, su personalidad… Mientras disfrutaba de las vistas de una ciudad Europea.
El coche aparcó frente a un edificio color crema, con tantos rebordes en blanco y tantas columnas y decoraciones que parecía de otra época. Sonreí al verlo y el conductor carraspeó - Las normas de conducción no me permiten abandonar el vehículo para realizar paradas y labores de recogida de pasajeros, ¿Le importaría…-Tranquilo, yo subo- y me dio la información necesaria para apañármelas. Entré y me encontré a un señor con uniforme no sé muy bien de qué en la entrada que se quedó mirándome -Wohin gehst du?- Dijo con una mirada amable y esperando paciente mi respuesta - Ah… Lo siento, no hablo alemán…- Dije en inglés y entonces él abrió los ojos más de lo habitual y sonrió, hablándome lo mejor posible en mi idioma, cosa que le agradecí con un suspiro de alivio -¿Dónde vas? - Busco a Lorenzo de Borgia, me han dicho que está..-Planta tercera piso C- dijo claro y conciso y con las mejillas algo sonrojadas. Arqueé una ceja. ¿Qué... ? - O...OK…¡Gracias!- dije tratando de no sonar a pez fuera de la pecera y empecé a subir escaleras ignorando el ascensor.
Para cuando llegué, había un hombre en la puerta que me siguió con la mirada durante el último tramo de escaleras que me saludó de lejos y me abrió la puerta. -Te estaban esperando- escuché mientras sentía alivio al saber que también hablaban mi idioma, por encima de lo absurdo del mensaje. ¿Que me estaban esperando? La puerta se cerró con un clack detrás de mí y cuando me di la vuelta….
…………
………………………………..
Dioses, cuando me di la vuelta. Me tapé la boca a toda prisa para ahogar un grito de sorpresa. Encontré una escena porno digna de los rincones más picantes de internet. Automáticamente todo el rubor subió a mi cara y aunque quería, fui incapaz de apartar la mirada hasta que una mano en mi espalda me sobresaltó. -¡Menos mal, por fin estás aquí! ¿Dónde te habías metido? Tienes el vestuario en el cuarto de baño y tienes cinco minutos para limpiarte, vamos vamos - Era un hombre con un casco puesto en las orejas y un micro enganchado hacia la boca. Tenía en su mano izquierda una carpeta y en la derecha un bolígrafo. No me percaté de lo extraño de que hablasen mi idioma y tampoco comprendía qué estaba pasando - Ah..¿Qué? - Pero su mano me empujaba desde la espalda hasta el baño. -Tenemos que grabar primero tu escena de la mamada en cuanto acaben esta y luego...- Dejé de escucharle y desvié la mirada una última vez para contemplar cómo un pedazo de pivón con un…. descomunal…. talento para el porno, tenía a una chica encima, de piernas abiertas orientada hacia la cámara. Estaba apoyada sobre él y la espalda de ella contra su pecho. No entendía nada pero cuando vi que se me acercaba la puerta del baño cada vez más, me puse nerviosa - ¡HE VENIDO A BUSCAR AL SEÑOR DE BORGIA! - Grité sin querer y luego me relajé tratando de sonar natural. Joder, la sexualidad siempre había resultado liberadora para mí pero eso no me lo esperaba. -¿No eres la actriz que falta? - Ah, que falta una… - No- dije negando con la cabeza -Lamento la confusión pero...no creo que fuese lo mío- añadí luchando con todas mis fuerzas para no girar el rostro hacia los protagonistas. -¡YA ESTOY AQUÍ! - Escuché una frase en castellano detrás de mí y apareció una mujer jadeante, que parecía venir corriendo desde el inicio de los tiempos. La chica entonces cambió al inglés- Lo siento… -Resopló agotada y tomó aire- El taxi ha tenido un pinchazo - le dió un par de palmadas en el hombro al hombre que me impulsaba y se metió en el baño a toda prisa cerrando la puerta detrás de ella.
Tomé aire un par de veces tratando de asimilar lo que acababa de pasar. ¿Me acababan de confundir con una actriz porno? - Oye, lo siento mucho, no te ofendas, tienes buen cuerpo y eres algo exótica - Y el tipo se marcha con la carpeta en la mano a solucionar otro problema…. - ¿Qué?...- _________________ I´ve battled demons that won´t let me sleep... | |
| | | Lorenzo Borgia Omega Universe
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 16th Abril 2018, 19:14 | |
| Estaba deseando que llegara el día del rodaje. En cierta manera era un alivio para él, y no sólo en el terreno sexual. Era un trabajo que le satisfacía, en el que conocía mucha gente, hacía nuevos contactos, y lo más importante, que en nada tenía que ver con la MKL. No es que le molestara estar tan ligado a la institución, o que no disfrutara trabajando en ella. Como todos los trabajos, tenía sus más y sus menos, sus días agradecidos y otros en los que había que doblar turno, no acostarse, y pegarse con el papeleo, los padres plastas, los profesores cargantes o los alumnos indisciplinados, y al final del día te sentías como Leónidas, intentando afrontar tu sólo una guerra en la que ellos tenían a un ejército completo mientras a ti te quedaba un escudo ajado, una lanza rota, y los pies llenos de ampollas en una sandalia que rozaba por todas partes.
Se las habían apañado para que, avisando con la suficiente antelación, él pudiera escaparse. Por contrapartida, Lorenzo cumplía ciertas condiciones y exigencias que dejaba claras a las productoras antes de firmar cualquier tipo de contrato. Sólo se permitían rodajes de un máximo de dos días en eurozona, para filmaciones de superior duración, debía adaptarse a los horarios de vacaciones, días libres, fines de semana sin guardias o bien, misiones y labores exteriores, siempre y cuando no interfirieran en el cumplimiento de sus deberes. Los rodajes entre semana cerca de ciudad eran libres siempre y cuando duraran menos de un día, algo que gracias a las traslaciones no era difícil. La otra condición es que todo debía hacerse de modo legal, estipulado por contrato, todos los participantes debían tener seguro, controles médicos, papeles en regla y permisos de trabajo. Por raro que pudiera parecer, a Sieglinde, que era tan mojigata, le preocupaba mas su seguridad y la de los participantes en sus películas que la repercusión que el conocimiento público de que él se dedicaba al porno pudiera tener en su reputación o la de la escuela. Cuando habían preguntado sobre ello, ella se había limitado a decir que: "Qué clase de hipocresía sería la nuestra si culpabilizáramos una profesión, sólo por las creencias personales, cuando tratamos de enseñar a las generaciones futuras la validez de los modos alternativos de vida. Es un sin sentido." Nunca habían profundizado en el tema, pero Lorenzo estaba convencido de que a ella no le gustaba en absoluto que se dedicara al cine adulto. Aunque si había hecho hincapié en lo importante de no participar en conductas reprobables, algo que él ya hacía por decisión propia, pero que nunca estaba de más recordar. No participaba en escenas de violencia no controlada, no había grabado nunca una violación fingida, ni ninguna de esas otras cosas que podían considerarse de moralidad flexible o dudosa. De hecho, su carrera había empezado a derivar mucho más hacia la temática feminista, experimental, erótica y de trabajo compositivo. La película que iban a rodar era un buen ejemplo de ello. Se habría teleportado alli, hecho su trabajo y vuelto de no ser por que Sieglinde le había encomendado la misión de escoltar a las dos invitadas de la mansión X a la MKL. Una joven humana en busca de refugio y... La híbrida. Mientras se preparaba para la traslación se le erizó el vello del cuerpo, y sintió una punzada de excitación en el pecho y el bajo vientre. Estaba deseando conocerla.
Durante el previo al rodaje, los actores se presentaron. Se turnaron para preparar las escenas, se lavaron por turno y estiraron, calentaron y se conocieron un poco. Se preparó como solía: Ducha larga, especial interés en las zonas problemáticas en cámara. Se recortó el vello, se echó desodorante en las axilas, se cepilló la melena limpia, se lavó los dientes, se aclaró con colutorio y cuando estuvo listo, se puso su albornoz y salió fuera. El tenía buena preparación física, pero junto con él, había otros tres hombres muy bien formados ideales para el trabajo. Un especialista en acrosport (gimnasia acrobática), un equilibrista y un contorsionista. Entre las cinco chicas, había dos con gran flexibilidad, entre ellas Amarna, que aún no había aparecido, una contorsionista, una tragasables y una experta en cintas. Las escenas se rodaron acorde sugería el regidor. Primero hicieron un precioso trabajo el contorsionista y a chica de las cintas, luego se unió el acrosport, y la tragasables. No le hizo falta mucho apoyo manual para estar preparado en su escena, cuando le avisaron. Todo lo que estaba presenciando eran lo bastante picante, y hacía tiempo que sus únicos desfogues provenían de la masturbación. El temor de irse demasiado pronto se desvaneció con un pensamiento fugaz, cuando le pidieron que entrara en escena. En ese terreno estaba bastante seguro de sí mismo. Sabía, además, que estaba allí no sólo por su preparación física en concreto, si no por el tamaño. Porque era mucho más fácil realizar algunas de las posturas que habían pactado con un miembro de gran tamaño. De hecho era ideal, porque casi ninguna permitía penetración profunda, y habría sido imposible ejecutarlas con un pene de tamaño promedio. Dió un par de besos a la mujer asiática de melena negra, a la que alcanzaron una botella. Era simpático verla en apariencia tan cohibida. Se colocaron en el sofá y el director comentó las directrices. Ambos estiraron, para calentar el cuerpo. Se sentaron e hicieron un ensayo frente a la cámara, que permitiera comprobar luces, movimientos, etc. En las pausas entre posiciones, él se masajeaba para mantenerse erecto. Su compañera le pidió permiso y le dedicó una sonrisa educada, y comenzó sujetándole, recorriéndole y luego masajeándole, no sólo para cortar la típica tensión previa del momento, si no también para familiarizarse. Ambos se sentaron en el sofá, y durante pocos minutos, se dedicaron a explorar el cuerpo del otro. Lorenzo disfrutaba mucho ese momento, en ocasiones hasta era capaz de olvidar que había todo un grupo de gente mirándolo. Besó su cuello, sus senos y su ombligo. Le pidió permiso para soltar el pelo que se había recogido entre las tomas, y recorrió su cuerpo con las manos. Ella se rió, y le comentó con un sonrojo precioso que su cuerpo daba mucho calor. Los focos se encendieron, y comenzó la escena. En principio ella estaba sentada sobre su regazo. Desde atrás, el acariciaba su cuerpo, y entre sus muslos un poco entreabiertos se veía el sexo de ambos. Ladeó su rostro para encontrar sus labios, compartiendo así un beso largo, profundo y muy gráfico. Ella elevó las caderas suavemente, para reposicionarse. Estaba buscando el punto de contacto pactado en su espalda. Su piel era muy suave, su aroma muy sutil. La mano de él se deslizó hacia el interior de sus muslos, y comprobó con los dedos su tenía lubricación suficiente, así como elasticidad. Después, ella encaminó la penetración. Una vez afianzados, fué cuando adquirieron la postura. Adornado todo ello con gestos y gemidos a cámara, la actriz comenzó a abrir las piernas, facilitando el agarre de sus manos. Lorenzo tuvo que concentrarse bastante para hacer la fuerza suficiente para levantarla y que pudiera quedar en vilo haciendo el spagatz. Ella echó aún mas hacia atrás la cadera, e hizo un mayor apoyo en la espalda. En ese momento él no tenía una cara nada erótica, pero no era necesario, la escena se centraría sobretodo en ella. Aún con todo, él procuró levantar el mentón, para dibujar la figura de su nuez y su barbilla. Cuando estuvieron afianzados, comenzó a mover las caderas. Los gemidos de ella se elevaron, mientras la cámara se movía a través de los planos, algunos en detalle, otros laterales de la expresión de ella, de su torso, o de la perfecta línea recta que hacían sus piernas. Los jadeos de Lorenzo, más esfuerzo que placer, se le atascaban en la garganta a modo de desgarrada voz ronca. Tuvo que pedir dos pausas, antes de que la escena estuviera completa. Dió un suave beso en la boca a la actriz y se secó con el albornoz, mientras se acercaba al regidor.
- Oye, ¿sabes si ya a llegado Amarna? Porque espero que pasen a buscarme en alrededor de unos treinta minutos, y ... - en ese momento se percató de que junto a la puerta del baño había otra chica. Pero no se parecía en nada a Amarna. Era delgada, de cabello color ceniza, que se convertía en rojo con mechas californianas. Sus ojos eran verdosos, y tenía una expresión de espanto que dejaba claro que no debía estar alli. ¿No sería...?- Oye, ¿Y esa quien es? - el regidor pasó de largo, a lo que Lorenzo respondió elevando una ceja y luego dejando caer ambas, sacando el mentón. - Cabrón sin sangre. - murmuró en castellano. - Em... disculpa. ¿hola? - preguntó acercándose a la chica, que tenía una cara como de haber preguntado por el museo y que la hubieran metido allí. - Perdona si te abordo muy directamente pero... ¿Eres la sustituta de Amarna? - preguntó en inglés con una media sonrisa, intentando no sonar aprensivo. Sabía que muchas personas necesitaban un tiempo para prepararse mentalmente para un rodaje. Lo que le parecía mas probable es que Amarna no hubiera podido llegar a tiempo, hubieran encontrado una sustituta, y acabara de llegar, con la peli a medias, y mas perdida que un pulpo en un garaje. - Soy Lorenzo. Voy a ser tu compañero de escena. - comentó, quizá interpretando su silencio demasiado pronto. Él sabía muy bien lo desconcertante que era cuando venían las cosas de improviso. Sólo quería hacerle el trago un poco mas fácil, presentándose y metiéndola en ambiente lo antes posible. | |
| | | Sasha Triger Marvel Universe
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 18th Abril 2018, 15:17 | |
| OOC: Intervenciones apalabradas y roleadas entre las dos usuarias. Los pensamientos e intervenciones de lorenzo están en cursiva para distinguirlo de la parte del post que trata sobre Sasha.
Vale, poco a poco, asimilando… toma aire… Te acaban de confundir con una actriz porno. Realmente es un halago pero...coño, no me lo esperaba. Inspiré con profundidad con los ojos cerrados y cuando estuve sola, me relajé. Al menos, hasta que noté la voz detrás de mí. Me giré y me encontré a un tío… Perdón. Me encontré AL tío. Alto, fuerte, fornido, pelo en pecho, pelo largo, rasgos latinos, sonrisa amplia con un colmillito, amable…
-Ah… no… no… Joder, ojalá- Se me escapó con una sonrisa nerviosa y luego parpadeé con fuerza, tratando de aclararme después de un repaso de arriba a abajo mientras pensaba en las ganas que tenía de que se quitase el albornoz otra vez. De cerca era incluso más atractivo
- - Ah… - aquello le pilló por sorpresa. Iba tan convencido que iba a ser así que no había valorado otra cosa. Se quedó mirándola con una sonrisa un poco estúpida. Pero si no era la actriz suplente, y tampoco formaba parte del equipo. ¿Qué hacía allí?
-Eh… tu compañera está en el baño… creo. Pelirroja, hablaba español, piel blanca…- dije mirándole a esos ojos potentes que no se separaban de mí.
-¿Amarna? - preguntó, escuchando entonces una voz al otro lado del baño. Tragó saliva. - Ay, Perdona. Pensé que te habrían traído para… - se acarició la nuca, sintiéndose un poco desubicado. - bueno es igual. ¿Eres parte del equipo entonces? No te había visto. ¿Eres tu la del catering? El café estaba estupendo. - dijo sintiendo la necesidad de continuar la conversación.
-Nada, nada, tranquilo..- Mi voz estaba muy tranquila para la tensión que expresaba la postura de mis hombros-Soy… Sasha Triger, he subido a buscarte, está el chófer abajo- dije haciendo un esfuerzo doble por tomar todo el aire posible y relajar la postura. Curiosamente lo conseguí, y finalmente tragué saliva para controlarme. Joder, normalmente hablaba de sexo con quien fuese sin problema. Lo veía como algo natural… Aunque no estoy nada acostumbrada a la desnudez ajena llevada de ese modo. Sí, tenía sexo con desconocidos y no me resultaba violento… Pero siempre había sido en un contexto sexual. Por raro que sonase, no sabía tener a una persona desnuda o semidesnuda delante y que no fuese para follar… o con esa intención. Era como tener pizza delante y no poder comer. Me mordí el labio esperando una respuesta.
Pudo verle en la cara como se le rompían los esquemas, la comisura del labio le tembló cuando escuchó su nombre, y a pesar de su expresión desenfadada, sus ojos color oliva dibujaron un instante de pánico que fué más que evidente para la chica, que de forma gradual empezó a relajarse tanto como él se tensaba. Era la mujer a la que tenía que escoltar. La recién llegada. La híbrida. Y a él estaba a punto de asomársele el pene entre la abertura de la bata.
- Dios. ¡Dios mio, lo siento! - se apresuró a decirle, mientras se cerraba aún más la abertura. - ¡No sabía que ya era la hora! ¡Pensé que aún tardarías un rato en llegar y que me daría tiempo a avisar! - exclamó, de los nervios. No quería que se llevara una impresión equivocada de la institución. - Sieglinde nunca te habría mandado aquí de saber que seguía rodando. Espero que no te hayas llevado una mala imp…- Ay dios. Sieglinde. - Sieglinde. - susurró, a medida que su erección iba perdiendo fuelle. - ¡SIEGLINDE VA A MATARME!
Su expresión cambió brutalmente en un par de microgestos diminutos que me hicieron sonreír. Su párpado tembló durante un instante, encogiéndose. Y su sonrisa empezó a desvanecerse poco a poco. -Hey, tranquilo Lorenzo, está todo bien. Me parece genial que hagas esto, apenas hay educación sexual en América y…- Pero no me estaba escuchando. Y parecía que no iba a hacerlo. Al mencionar el nombre de la alemana había entrado en un bucle de pánico del que parecía que no iba a salir. Y… me hizo gracia ver cómo sólo pensar en la dama de hierro había conseguido rebajar el volumen del albornoz. -Lorenzo-Dije con firmeza elevando el tono y sosteniendo su rostro entre mis manos, obligándole a mirarme a la cara, acariciándole los pómulos con los pulgares. -No va a matarte si no lo sabe. Además he llegado justo a tiempo, tú estabas esperando en la puerta y te hemos recogido sin ningún problema- Quizá fuese un gesto demasiado íntimo ya que él estaba desnudo, pero me pareció una buena oportunidad para acercarme a él y establecer un vínculo más allá de lo formal en la MKL.
La voz de Sasha se levantó por encima de su ataque de pánico. No se hacía una idea de cómo acababa de cagarla. Cuando las manos de ella le cogieron por la cara, el se quedó paralizado. Entonces se fijó en la profundidad de su mirada, enmarcada en sus cejas oscuras. En su piel suave con un tono color caramelo, y en sus labios carnosos que dibujaban una sonrisa. La suave caricia de sus pulgares tuvo un efecto sedante en él, aunque aún tenía el estómago dado la vuelta. Las manos de él se levantaron para coger las de ella, y se las llevó a la boca, besando cada uno de sus nudillos con rapidez.
- Gracias. Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias. - dijo, implorándole con la mirada. - No tienes ni idea de lo que significa para mi.- añadió, levantándose y mirando alrededor. Joder, tenía que acabar el trabajo. ¡Pero no podía actuar en esas condiciones! Además, de cintura para abajo todo se estaba yendo al garete. ¡hasta parecía que le iban a fallar las piernas!- Te juro que te lo compensaré. Te lo juro. - le dijo primero en inglés, luego en español. La ducha se apagó y entonces se hizo consciente de que tendría que entrar en escena de un momento a otro. - No se si… Escucha, si quieres puedes salir y esperarme fuera o… - se peinó la melena hacia atrás. - no, no se. Puedes tomarte un café. Esta bueno de verdad. - se mordió el labio un momento. - ¿Puedes hacerme un favor? - le pidió dando un suave apretón a sus manos. - No te pongas donde pueda verte porque… me… me da no se que.- le pidió, retirando la mirada poniéndose rojo como un tomate. Puede que Sieglinde no se enterara. Pero él sí lo sabría. Se supone que ese era un espacio libre de la MKL. No estaba preparado para afrontar esa extraña mezcla de las dos cosas. Tenía que sobreponerse. No podía fallar ahora.
Me debí sonrojar con esos besos. Casi seguro. Quiero decir…¿Quién no lo haría? Bastaba con mirarle cinco segundos para pensar que no era de este mundo. -Tranquilo, en serio, no hay de qué- Bufé cuando habló de compensarme. ¿Estaba de coña? Las vistas ya compensaban la incomodidad de la situación. Sin embargo preferí volver a intentar tranquilizarle hablándole como a un novato cuando hay que aclararle las cosas, con tono monótono, repitiéndome-Lorenzo. Tranquilo. Está todo bien. No ha pasado nada- La verdad, que estuviese él nervioso, por algún motivo, me tranquilizaba muchísimo. -No te preocupes, de verdad…. ¿Prefieres que te espere fuera?- Pregunté justo cuando escuché el pestillo del baño.
Escuché entonces la puerta abrirse detrás de mí y la chica salió ya maquillada, peinada y con un cuerpo desnudo impoluto. Sonreí cuando la vi sin depilar. Ya era hora de que el porno cambiase un poco… -¡Venga! Vamos al lío- dijo en español pasando por detrás de Lorenzo justo para darle un azote en el culo y trotar hasta la escena -¡Hola preciosa! Cómo te encuentras? -Dijo hablando con una de las actrices. La seguí con la mirada… tenía un cuerpo poco peculiar, pero precioso. Su piel era una pasada, daban ganas de tocarla sólo para comprobar lo suave que era. -Venga, ve. Tranquilo, no miraré, ni escucharé y seré invisible para ti- Me hizo sentir una molestia. Sabía que no era su intención pero… Bueno. Quizá no tuviese importancia.
Amarna le recibió con un abrazo desnudo y con una sonrisa radiante en el rostro. Dejó un beso en su mejilla y se colocó en el sofá donde estaba él cuando había llegado. Lorenzo parecía aún nervioso así que Amarna empezó a rozar nariz con nariz hasta fusionarse en un beso con él donde acariciaba su nuca y pegaba todo su cuerpo. Los preliminares se iban animando poco a poco, lo que parecía un beso apasionado se convirtió en caricias, agarrones y mordiscos con garbo hasta que acabó en una masturbación intensa hasta que él estuvo listo.
Me retiré a la esquina opuesta a la escena, esperando que con los focos no viese nada. Me senté en el suelo colocándome la chaqueta en el regazo y crucé las piernas. Saqué el móvil distrayéndome un poco reajustando la hora, el cambio de tarifa, la cobertura y 4g… Y cuando empezaron los gemidos de nuevo, no pude evitar alzar la vista de nuevo.
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 24th Abril 2018, 13:14 | |
| La situación se había enrarecido lo indecible para él. Pero Amarna se encargó de cortar la situación de un solo golpe en una de sus nalgas. Aún confuso, siguió a la española, soltando las manos de Sasha, juntando las suyas como cuando se rezaba, y repitiendo entre dientes mirando hacia la mutante recién llegada una ristra de disculpas y agradecimientos entremezclados en inglés y en español. Cuando llegó allí, las dos actrices estaban preparadas. El regidor no se cortó un pelo.
- ¿Qué coño pasa hoy? No tenemos todo el día para que medio equipo te esté pajeando. Pon un poquito de tu parte, que tienes dos manos, ¿sabes?- gruño, negando con la cabeza, y volviendo después junto al director.
Eso. Mete mas presión. Como si no estuviera ya sudando la gota gorda. Se sentó en el sofá, con la expresión desencajada. No sabía si iba a volver a ser capaz de coger el ritmo, y menos en esas condiciones. Suspiró acojonado de tener que tomar medidas drásticas...
Despejó todos esos pensamientos de mierda de su mente. Claro que podía. Lo había hecho muchísimas veces. La cámara ya no era un problema. Las compañeras eran geniales, y agradecidas. Había ido allí a hacer un trabajo, y lo acabaría como fuera. Amarna se encargo de hacerle olvidar sus preocupaciones, con un suave beso en la mejilla que atrajo su atención y le devolvió a donde estaba.
- Ya pensé que no venías. - le sonrió, devolviéndole el beso en la mejilla, contento de poder hablar con alguien en su lengua materna.
- Ya. Se ha pinchado el taxi. ¡Menuda putada!
- Al final has llegado.
- Menos mal. Me he venido corriendo porque no quería tragarme la bronca, pero fijo que me la echan después. El regidor este debería relajarse. - sonrió mientras se abrazaban, y rozaban sus narices.
Los dos soltaron una suave carcajada, y tras un par de besos superficiales, indagaron más en su contacto. La tersura de su piel, lo bien que olía, la textura de su melena rojiza entre sus labios y su cuello, todo ello eran cosas que la ayudaron a entrar en materia poco a poco. Respecto a su trabajo, su carácter abierto y lo juguetona que era Amarna en general siempre conseguían hacer de cada encuentro una experiencia. Siempre era divertido rodar con ella. Mientras se abría paso a través de sus muslos, el se inclinó hacia delante para retirarse la bata, y arrojarla fuera del set que entraba en cámara. Una de las asistentes se agachó a recogerla. Antes de darse cuenta, volvía a estar en plena forma, y centrado en lo que estaban. El director se acercó para darles las indicaciones pertinentes. La postura con la que tenían que acabar era complicada y difícil, e hicieron unas cuantas pruebas hasta ver cómo se colocarían.
Luego comenzaron el rodaje. Iniciaron como siempre, calculando la profundidad. Era imposible, por su talla trabajar sin hacerlo, ya que podían hacerse daño cualquiera de los dos. Aunque el solía estar mas centrado en las actrices, que eran las que podían salir peor paradas. La chica de las cintas se desplazó hacia el, sentándose en el aire con ambas cintas enlazadas en los tobillos, pendiendo sobre su cabeza, Con su ayuda, consiguió girarse para que su cuerpo quedara de espaldas a la cámara, y así dejar accesible su entrepierna hacia él. cuando estuvo bien posicionada, se inclinó hacia atrás, para apoyar su cabeza en la espalda de Amarna, que estaba en posición de la vaquera invertida sobre el sofá. Sus manos se apoyaron en las rodillas de la contorsionista, que estaba haciendo el pino y apoyaba sus piernas flexionadas en la rodillas de Lorenzo, así, si se inclinaba hacia delante, podía acariciar su torso, y también hacerle oral.
Los gemidos se sucedieron, mientras él se esforzaba en aguantar el peso, ya que por la dificultad era imposible que el participara de la penetración. Se centró en practicar un buen oral a la muchacha de las cintas, y dejó escapar unos cuantos gruñidos y gemidos. Hicieron hasta tres variaciones de la postura, tuvo que pedir que pararan en dos ocasiones. Una por un calambre en las piernas, otra porque había estado a punto de terminar. Tras darle unos instantes de descanso, continuaron.
En la escena final, las tres mujeres crearon una extraña especie de tótem, masajeando entre las tres su miembro. La que estaba en las cintas desde arriba, Amarna en la zona central, y la contorsionista su parte mas baja. Con un gruñido, mientras se mordía el labio con los ojos cerrados, dejando ver el colmillo que tanto gustaba a la audiencia, eyaculó en las manos de las mujeres, que durante un par de minutos más, juguetearon con él, hasta el "corten".
Se despidió de ellas con un par de besos, y un apretón de manos. Tras asegurarse de que sus escenas habían terminado, se metió derecho en el baño, sin pensar en la idea que había vuelto a rondarle la cabeza. Se dió una ducha, se preparó, se vistió con sus pantalones negros, sus botas, su camisa blanca y su chaqueta de cuero y salió del baño con un sonrojo que ya preparaba la situación que estaba a punto de tener. Trató de evadirla durante un momento, pasándose a por café, y cogiendo una cajita con cuatro bollos, dispuesto a llevárselos todo para el viaje. Intentó localizar a Sasha con la mirada, y la encontró. Llegó hasta ella, y sintió como le temblaba la garganta, así que carraspeó aclarándose la voz.
- Perdona por hacerte esperar. - tragó saliva, nervioso. Menuda frase estúpida para una situación como esa. - Ya podemos irnos. Espero que el conductor no esté muy enfadado. - añadió, intentando normalizar la situación. - Creía que habría otra chica contigo. Elsa. ¿Al final no ha venido o se ha quedado en el coche? - preguntó, para luego quedarse en silencio, mientras ponían rumbo al ascensor, tras cerrar la puerta del estudio tras de si. Durante ese rato, pareció muy centrado en encontrar las gafas de sol en la bolsa de deporte, y luego, nada mas salir del edificio se las puso. Esa pequeña barrera le sirvió bastante, como si hablar tras ese pequeño cristal fuese mas fácil. - ¿Sabes? Tenía muchas ganas de conocerte. - dijo por fin, recuperando algo de su desparpajo habitual. - He oído hablar mucho de ti. - aunque prefería no comentar todo. Al parecer, Björn había hecho de su encuentro algo incómodo, entre otras cosas, porque era posible que no supiera que era híbrida. Así que le habían asignado a él, para tratar de hacerlo todo mas familiar, más cercano. Aunque no había pasado como en la MKL hubiesen querido. Antes de subir al coche, que estaba aparcado un poco mas abajo, detuvo a Sasha con un carraspeo. - Oye... - dijo, haciendo un esfuerzo por mirarla a los ojos, aunque fuera a través de las gafas.- Muchísimas gracias por lo de allí arriba. En serio. - quería que lo entendiera con la sinceridad con que él lo sentía. - Reaccioné fatal. No me esperaba que me encontraras así, y me sentí muy fuera de lugar. Espero que me des otra oportunidad, para empezar con mejor pie. - le pidió con una suave sonrisa, que empezó a salir con cada vez menos esfuerzo. - Y si quieres hacer preguntas, o que haga algo por ti, o que te cubra las espaldas no tienes mas que pedirlo, ¿vale? - le aseveró, antes de hacer un gesto de dirigirse hacia el coche. Su respiración estaba un poco acelerada, pero antes de abrir la manija para dejar que Sasha subiera, ya estaba normalizada del todo.
Paso a paso, Lorenzo. | |
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 4th Mayo 2018, 10:36 | |
| OOC: Acciones pactadas con user. Marcado en cursiva lo escrito por user de Lorenzo Sólo de conocerle durante unos minutos pude percibir que Lorenzo tenía una personalidad muy fuerte. La naturalidad con la que se acercó a mí (algo empalmado y desnudo) y cómo me habló con esa confianza denotaba una gran seguridad en sí mismo. También había entrado en una pequeña crisis de pánico cuando se dio cuenta de que Sieglinde podría saber de la situación, pero lo cierto es que no le di más importancia y él parecía estar super agradecido. Sus gestos eran originales y únicos, tenía carácter por así decirlo. Me llamó mucho la atención. Mientras se alejaba dándome las gracias de forma gesticulada, le contesté alzando las dos manos con la palma hacia arriba a la altura de mi pecho y subiendolas muy despacio para repetir el gesto hacia abajo dando la vuelta a las manos para moverlas hacia el suelo en señal de que respirase con calma y tranquilo.
El comentario del regidor hizo que me recorriera un escalofrío por la nuca y se me erizase la piel. Joder, qué manera de presionar. ¿Les tratarían siempre así…? Me vino un escalofrío más profundo, interno, que salía de mi estómago. Pensé por un instante en las manos que sin yo buscarlo me agarraban y me tocaban y no pude parar. Respiré hondo como si el suspiro pudiese disipar esos pensamientos y me senté.
Hice todos mis esfuerzos por no mirar, lo juro. Pero si ya cuando tiró la bata miré de refilón moviendo sólo la pupila hacia la derecha, el momento en el que empecé a escuchar los gritos y el previo de “La acróbata por aquí, estira la pierna por allá” tampoco ayudaron a que me centrase en otra cosa. Los gruñidos y gemidos, los ruidos húmedos, las direcciones… Todo era demasiado para mí. No podía pensar en la situación, ni siquiera había asimilado que estaba en Alemania y… no paraba de vivir un directo de porno a mi lado. A veces incluso dejaba el móvil con la pantalla desbloqueada apuntándome a la cara para que pareciera que pensaba o miraba otra cosa… Cada “corten” rezaba para que fuese el último y POR FIN lo fue. Aún no me moví, las palabras de Lorenzo se repetían en mi cabeza. No estaba cómodo con mi presencia allí… así que tenía que poner todo de mi parte por hacer que se tranquilizase aunque mis nervios me asfixiasen. Le vi entrar al baño y suspiré de alivio. Necesitaba unos minutos para calmarme...
Cuando escuché el pestillo del baño me puse de pie, sacudiéndome el culo para quitarme la suciedad que podía haber cogido del suelo y al verle salir vestido me sonrojé sólo de mirarle. Joder… con la ropa adecuada incluso ganaba, La chupa de cuero le marcaba los hombros y los pantalones se le ceñían a las caderas dejando ver su cuerpo atlético y esculpido a base de horas de gimnasio. Por dios… que alguien me saque de aquí. Debía estar como un puto tomate -No importa, tran- y cuando me di cuenta de que sonaba como una adolescente suspirando por el capitán del equipo de fútbol, carraspeé para volver a mi voz normal - Tranquilo- Respiré hondo y busqué sus ojos. Me encontré de camino con su sonrojo y por algún motivo, ver que él también estaba nervioso me tranquilizó. -No creo que esté enfadado… le he visto sacar un libro de crucigramas mientras subía- dije encogiéndome de hombros. Al parecer él ya sabía que esto iría para largo.
Me recoloqué la mochila y guardé el móvil en el bolsillo de mis vaqueros, acariciándome la piel del abdomen que descansaba al aire libre para intentar calmarme un poco más. Me arremangué la camisa y le abrí la puerta para salir al ascensor -Está en el coche, se ha quedado dormida… Es más mona cuando duerme- se me escapó una carcajada corta y mientras bajábamos le miré con curiosidad mientras rebuscaba en su bolsa. Joder, ¿Y ahora las gafas de sol? ¿El peine-navaja y la brillantina para cuando?
Cuando dijo que había oído hablar mucho de mí… me bloqueé. Me quedé en el sitio antes de poder abrir el portal. Escuché la voz del portero con lo que supuse que era una despedida y me quedé mirando el pomo del portón. ¿Qué habría oído? ¿Le caí bien a Sieglinde? ¿Habrían estado hablando mierda de mí? ¿Qué sabía? ¿Por qué yo no sabía esto? Sentí la presión de una garra invisible sobre mis pulmones y garganta. Amiga ansiedad… bienvenida de nuevo. -Ah… y…¿Qué has oído de mí?- Por muy bien que pudiese actuar no pude camuflar la angustia de mi rostro… Que me dijese que había querido conocerme era un cumplido, pero no podía evitar pensar que podía ser como un científico mira a sus nuevas ratas de laboratorio. Yo era un bicho raro… aquí y en cualquier sitio. Y quizá sólo fuese curiosidad y no ganas genuinas de conocerme.
- Ah, pues muchas cosas. - No pasa desapercibido para el español que esa respuesta la ha paralizado en el sitio. Por raro que pareciera, aquello le ayudó a centrarse de golpe. Acababa de llegar de cruzar medio mundo, estaba en un país extranjero, agotada, y lo primero que había visto era un rodaje porno. Además, no le extrañaba nada que se sintiera incómoda sabiendo que habían estado hablando sobre ella. A todos nos gusta causar buena impresión. Dibuja una suave sonrisa tranquilizadora. - He oído que eres miembro de la patrulla X. Que eres una persona abierta y agradable, lo cual ya he tenido el placer de comprobar. - añade, levantándose las gafas un momento, para guiñarle un ojo. - Con un baremo bastante infalible, la verdad. No todos me habrían ayudado como tu lo has hecho ahí dentro. También me comentaron que tenías una belleza latina que dejaba sin aliento. Lo confirmo. Y una última cosa que, la verdad, no me conviene, pero me encantaría comprobar. - se inclinó para compartirlo con ella como si fuera una confidencia. - Me han dicho que haces los mejores bombones del mundo. - esperaba haber rebajado un poco la tensión que esa afirmación le había podido causar. No iba a comentarle lo de la hibridación como si nada. No era tan estúpido ni tan temerario como para sacar un tema delicado así como así.
Escucharle hablando con esa calma… Me alivió lo suficiente para poder fingir que ya me encontraba bien. Empezó su retahíla de cosas buenas sobre mí de las cuales me creí menos de la mitad. -Vaya… gracias… Ojalá ser tan buena como me describes- dije en apenas un susurro antes de volver a sonreír escuchando su diálogo con cada vez más claridad. Sonreí de nuevo mirándole a donde supuse que estarían sus ojos tras el cristal opaco. Cuando habló de mi belleza latina volví a ponerme de los nervios. ¿Yo? Él debía estar acostumbrado a los mayores bellezones de todos los países. Que reparase en mí me halagaba mucho más que si me lo dijese otra boca. Cuando habló de comprobar algo que no le convenía mi imaginación empezó a volar… y cuando vi que se refería a los dulces… Nunca pensé que podía sentir alivio y decepción al mismo tiempo. -Exageraciones…- dije agachando la cabeza- Pero muchas gracias Lorenzo…- dije finalmente alzando la vista otra vez colocándome un mechón tras la oreja. -Y perdona, ando un poco nerviosa…- Sasha, jodiendo momentos desde que tengo memoria.
Abrir la puerta y encontrarme con el aire fresco me despejó. Era muy distinto a Nueva York. A pesar de ser la capital el aire estaba mucho menos saturado que en la gran manzana. Salí y me estiré colocando las manos por encima de mi cabeza, quitando todo el agarrotamiento posible mientras el sol me daba de cara haciendo que mi parte pelirroja brillase con fuerza. Fue él entonces quien nada más salir detuvo nuestra marcha. -No, tranquilo… Yo no sabía dónde me metía, seguro que también he reaccionado como el culo- dije soltando una carcajada relajada. Le tendí la mano, como quien cierra un trato - Una noche en la MKL con una copa nos hacemos ronda de preguntas, una tú y una yo. ¿Te parece?- podía parecer un juego infantil pero era una chorrada que liberaba a la gente y servía para conocerse mejor. El nivel de intimidad lo iban marcando las propias preguntas mientras se iban haciendo y con cómo respondía la otra persona.
Con una sonrisa di el tema por zanjado y nos acercamos al coche. Él abrió la puerta para dejarme pasar y al entrar vi que Elsa estaba tirada y tumbada en una fila de asientos entera. Contuve una carcajada y a la vez me mordí el labio con una sonrisa de verla así. Necesitaba dormir tanto como yo. Tenía el cinturón sujetándole el cuerpo y estaba medio caída hacia los asientos. -¿El trayecto es tranquilo?- Dije en un susurro y cuando me confirmó que sí, con sumo cuidado, solté el cinturón con cuidado y la recosté del todo, quitándome la camisa y haciendo una bola blanda con ella para que hiciese de almohada. Me moví todo lo despacio que pude para no despertarla. La coloqué con suavidad y luego le subí los pies agarrándola de los tobillos. A pesar de que llevaba una ropa abrigada, apoyé la mano en su sudadera y cerrando los ojos la calenté para que no cogiese frío. Ahora tenía una chaqueta térmica. Las mallas ajustadas dejaban ver sus músculos. Había estado entrenando tres veces más duro después de lo de las cartas... Y se notaba en su definición. Su rostro descansaba tranquilo y respiraba con mucha suavidad. Su pixie rubio estaba algo revuelto y le tapaba un ojo.
Sonreí un instante mirándola y luego me senté en los asientos de más al fondo, donde reposaban cerca los pies de la rubia. Crucé las piernas y respiré hondo. -Está destrozada… no ha dormido bien en semanas- susurré mirando a Lorenzo. Era evidente que yo tampoco, pero cuidarla merecía la pena que me mantuviera despierta. -¿Cuánto queda de viaje más o menos?- terminé por decir mientras colocaba la mochila a mis pies y sacaba una botella de agua de litro que se enfriaba de camino a mi boca, haciendo que el plástico se volviese translúcido y di un trago grande. Poco a poco… todo iba ocupando su lugar.
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 24th Mayo 2018, 11:31 | |
| - Y eso que aún no he empezado y acabamos de conocernos. - sonrió, ahora mucho más calmado. Después de haber sufrido una tensión como la de allí arriba, ahora la bola de nudos en el estómago había ido aflojándose hasta dejar una madeja lisa y aliviada, que se traducía hasta en su postura, de hombros erguidos pero relajados, mientras mantenía las manos dentro de los bolsillos de la chupa. - El dia que tengas que marcharte, te tocará escuchar una epopeya de cómo me salvaste de la humillación, e impediste que Sieglinde me arrancara la cabeza de los hombros. - asegura, con una suave carcajada. - Te lo prometo. Será algo épico. Con fuegos artificiales y todo. - bromea, animado.
- Exageraciones no. Toffe. - afirma, y retira las gafas un poco para mirarla por encima con expresión decidida. - En serio. Toffe. - insiste. - Oh, No hay nada que agradecer. ¡Eres un encanto! - su sonrisa se amplía, divertida, dejando ver sus colmillos puntiagudos.
Cuando Sasha abre la puerta, se pregunta cómo no ha estado atento para abrírsela él.
- No, de verdad. Ha sido fantástico. Muchas personas se habrían ido escandalizadas. Otras no hubieran podido hablar de la vergüenza, y en cualquier caso, si las hubieran confundido se habrían sentido insultadas. Aunque honestamente, sigo sin entender porqué. - afirma negando con la cabeza, y con una expresión de claro desconcierto. La gente tendía a rechazar y odiar por las razones más estúpidas, pero lo de que fuera por una cuestión como ganar dinero por actuar en películas de sexo. No. Era el mismo tipo de estupidez que llevaba a odiar a la gente de color o a los homosexuales. Algo absurdo, sin sentido, y que además sólo servía para herir a la gente de la manera más gratuita posible. - No hay problema, me he reservado mi Cheatmeal para esta noche, sabiendo que venías.- había sido previsor. Había echado de menos esa comida durante el fin de semana, pero se había mantenido fuerte, y prefería reservarse para cuando su invitada de honor hubiera venido. - podré permitirme un par de mojitos. - Sólo de pensar en la mezcla de hielo picado helada, y el toquecito de hierbabuena se le hizo la boca agua.
Estuvo más atento a la hora de abrir la puerta del coche. Dejo que Sasha pasara primero, momento que aprovechó para acercarse a la ventanilla del conductor y saludarle, intercambiando unas cuantas frases con él. Luego volvió a la parte de atrás y asomo un poco la cabeza. Siempre había tenido dificultades para meterse en los coches por su altura, pero en las limusinas al menos podía estirar las piernas. Después de asegurarse de que ella había tenido tiempo de tomar asiento, el se introdujo cerrando la puerta se acomodó en el lateral, mientras miraba como se hacía cargo de la otra chica. Tenía que tratarse de Elsa.
- Bastante, si. - susurró con un tono grave que de no haber estado en silencio habría sido difícil de escuchar.
La muchacha parecía bastante joven y vestía con ropa deportiva que dejaba ver un cuerpo torneado y fibrado, clásico del entrenamiento de fitness. Parecía exhausta. Aunque Sasha la movía con delicadeza, maniobraba con ella lo bastante como para que alguien de sueño ligero se diera cuenta. El español no tenía ya ninguna duda. Estaba profundamente dormida. Su expresión pacífica le resultó preciosa.
- Lo entiendo. Hemos estado estudiando todo ese tema. Es…- se quitó las gafas. Su rostro tenía un toque de gravedad y preocupación. - simplemente… Joder es, es demencial. - dijo, guardando de nuevo las gafas en la funda de tela, en el bolsillo interior de la chaqueta. - Si tenemos suerte, en una hora y media estaremos por allí. Depende de lo que tardemos en salir de la ciudad. - procuró mantener el tono claro, pero bajo, para no molestar a la joven. - ¿Te importa si me fumo un cigarro? - le pregunta, antes de sacar el paquete de cigarrillos. Con un golpe de muñeca saca uno y lo coge entre los labios, guardando después la cajetilla. Mientras busca de manera distraída el encendedor, observa cómo la joven saca una botella de agua de plástico caliente. Antes de que le dé tiempo a retirarse el cilindro de entre los labios, se crea condensación en la botella, y las lágrimas propias de las cosas heladas que salen a temperatura ambiente resbalan por su superficie. Se queda mirando a Sasha, con los ojos muy abiertos. - Wow. - se le escapa en un tono más alto, sin poder contener la sorpresa. Puede que otros no se dieran cuenta. Él, educado a buscar y mirar las pequeñas cosas, estaba acostumbrado a prestar mucha atención a los detalles. - Que pasada. - le dedicó una media sonrisa. Siguió buscando el encendedor un momento. - ¿Y el puto mechero?- preguntó, al tiempo que Sasha se inclinaba hacia delante con un solo dedo índice extendido hacia la punta del cigarrillo. Con un suave toque, sintió el humo entrando en sus pulmones. Su rostro aún más sorprendido. - That´s… so hot.- aseguró, con un pícaro doble sentido. Sujetó el cigarro entre los dedos y miró la punta candente, aguantando el humo hasta que abrió la ventanilla para poder soltarlo por allí y no ahumar a sus invitadas. - Que puta pasada. - se rió en voz baja, devolviendo una mirada llena de interés a Sasha. - Oye, no te he preguntado. Qué grosero. ¿Cómo ha ido el vuelo? ¿Habéis tenido algún problema? - dijo, disfrutando del sabor del tabaco dentro de la boca. - ¿Me das un trago? - pidió. Aunque no chuparía de la botella. No quería dejar residuos del sabor a tabaco. - Arrhm. Gracias. Que buena. - se reclinó en el asiento entreabriendo las piernas un poco. - ¿Hay algo que quieras saber antes de llegar? ¿Alguna duda que pueda resolverte? - preguntó, dando otra suave calada. | |
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 5th Junio 2018, 12:08 | |
| Solté una carcajada como hace mucho que no me reía. No sé por qué, pero me sentía relajada con él. También quizá tenga algo que ver el hecho de que estaba en un puesto un poco… “superior” ante la situación en la que le había encontrado. Estaba convencida de que al llegar a la MKL eso cambiaría. Me sentiría perdida y confusa, pero de momento era problema de la Sasha del futuro. -Casi me dan ganas de irme ya sólo para escucharla- Dije dirigiéndome al coche, quedándome quieta ante su seriedad con el dulce, que me hizo estallar en otra carcajada genuina otra vez. -Vale, vale… Toffe.. Aunque creo que podría hacer cosas que te gustasen más y que no hayas probado nunca.- Lo de los dobles sentidos de los dulces y el sexo me dejó de impresionar hace cuatro frases en la conversación.
-Bueno, yo me tomo el sexo con mucha naturalidad. En la mansión nos dieron alguna clase de educación sexual pero creo que también el hecho de tener la mitad de recuerdos de los que me corresponden y que todos sean a partir de la adolescencia, hace que toda mi vida haya sido o en desarrollo o en plena edad sexual.- me encogí de hombros-No he tenido vida sin explorar el deseo, creo que por eso forma parte de mí con tanta soltura-
Ver que la había tenido en cuenta incluso para organizarse la dieta y guardarse la comida especial, le hizo sentirse querida. Por lo menos más considerada de lo que creía que la MKL me tendría en cuenta. No porque me hubiesen dado muestras de ello sino porque supuse que yo sería un granito de arena minúsculo en la gran montaña que era esa institución. -Muchísimas gracias…- me salió con un tono más serio y emocionado de lo que me esperaba.
Cuando habló del Joker… -Sí… puto pirado… ¿Tenéis alguien así en Europa?- No sabía si tener una respuesta me serviría de alivio o me preocuparía aún más. -No, claro, fuma tranquilo- Le sonreí con calma esperando a que sacara el cigarro mientras daba un trago de agua. Su asombro me pilló por sorpresa y con un gesto de la cara le pregunté sin hablar. Cuando señaló mis poderes de forma indirecta, sonreí -¡Gracias!-poco a poco fui alzando la voz. Seguramente Elsa llevase varias noches sin dormir y ahora que se había dormido, costaría despertarla.
Vi otra oportunidad clarísima de sorprenderle cuando no encontró el mechero y lo prendí cuando él aún lo sostenía entre sus labios, con una sonrisa de satisfacción muy orgullosa. Le devolví el cumplido con un guiño y guardé la botella en mi mochila. Me eché el pelo hacia atrás hundiendo los dedos en mi frente y suspiré. Me gustaba que me mirase a los ojos, hoy en día costaba mucho encontrar alguien con la confianza suficiente como para mirarte directamente y que no te haga sentir mal o no retire la mirada. -Tranquilo, el vuelo ha ido bien. Un poco de turbulencias al llegar, supongo que por aire, pero ha ido bien. Parece que los vuelos cuanto más largos son más cómoda vas- le tendí la botella fría -Bebe cuanto quieras- esperé y cuando terminó, volvió de nuevo a la mochila. Me percaté de que bebió sin apoyar los labios. La verdad es que se estaba portando genial conmigo, me inspiraba ternura y era un cielo, al menos por lo que acababa de conocer. Yo siempre fui desconfiada… y se me hizo muy raro que alguien me hiciese sentir tan cómoda tan pronto. A pesar de todo, me puse a pensar un modo de compensarle - ¿Cual es tu dulce favorito? Aparte del toffe jajajaja-
-Mmm. Cualquier chocolate me gusta. - se lo pensó un poco mejor. - ¡Ah, ya se! Avellana. Me chiiiifla la avellana.
-Uy…- se me escapó desde el fondo del alma. Ya se me habían ocurrido tres guarradas distintas -¿Eres más de dulce o de salado?, quiero decir… ¿Si tienes que elegir para engañar a la dieta, qué preferirías?-
-Si. - dijo con una suave sonrisa, esperando que lo entendiera. Su cheat-meal siempre consistia en un compendio de todo un poco, porque prefería tener cantidades más pequeñas, pero de muchas cosas. - No me hagas elegir. Me muero si sólo puedo tener una sola cosa.
Sonreí y me tapé la boca para aguantar la risa, aunque sonó la carcajada en mi garganta -Pues también puedo hacer cerdadas saladas. Una de mis cosas favoritas en este mundo es beber queso fundido- Pensé unos instantes en el dulce-Y de dulce, hago unos bombones parecidos a los Lint que tenéis aquí, pero el interior está fundido de verdad- Dije con una sonrisa amplia, supongo que viendo lo que le gustaba la comida, estaría más que compensado.
- Que-me-estás-contando.- dijo en español, echándose hacia delante. Sus ojos brillaron como los de Ponce de León cuando encontró la fuente de la eterna juventud. - ¿Eso existe? ¿¡BEBER QUESO FUNDIDO?! - exclamó, tapándose la boca después al darse cuenta de que estaba alzando la voz. - No me hagas eso, Sasha. Ahora voy a tener que seguir viviendo a base de pollo y ensalada sabiendo que hay gente por ahí bebiendo queso. - dijo tapándose los ojos con las manos. Se echó hacia delante, apoyando los codos en las rodillas. - Tío… bebiendo queso, loco.
-¡¡Shh!!- le mandé callar poniéndome un dedo encima de los labios aguantando la risa como bien pude, volviendo a taparme la boca para no reírme a carcajada limpia. -Gente no, yo… Creo que eso no puedo hacértelo porque te abrasaría la garganta, pero ¿Sabes lo que puedo hacer? Compramos una cuña de queso y la caliento justo justo hasta el punto previo a que empiece a fundirse. Le pegas un bocado y para cuando llegue a tu boca, estará fundido sin quemarte- Me percaté de que de los bombones no hizo ningún comentario, así que supuse que quizá sí era un poco más de salado que de dulce. Para cuando me di cuenta, estaba disfrutando una conversación de comida como hacía mucho que no ocurría. Qué curioso…
- No me prometas fantasías, que soy débil. - dijo mordiéndose el labio, mostrando el afilado colmillo que era parte de su marca personal. - Aunque tengo reservada una cheat meal para hoy... - la lucha de voluntades estaba clara, mientras hablaba.
-Venga, tonto…- dije con toda la tentación del mundo en mi voz -Hago tu rutina de ejercicio contigo para compensar, te lo prometo- dije arrepintiéndome al instante. Últimamente apenas tenía energía para nada, me costaba sentir esa competitividad que tanto me caracterizaba. Pero dicho estaba.
Luego me preguntó por la MKL, por mis posibles dudas. -Pues… supongo que tendréis un manual de normas o algo así, eso no me preocupa. Realmente tengo mis dudas como cualquier persona que llega a un sitio nuevo. ¿Y si la cago? ¿Y si rompo algo? ¿Y si no me entero de cómo funcionan las cosas?- Me quedé pensativa un instante, mirando su cigarro- Pero… dudas concretas creo que no tengo… Estoy muy nerviosa y estoy a la expectativa…- Suspiré y carraspeé la garganta. No quería sonar invasiva pero… en realidad sí tenía muchas preguntas. -¿Hay algo que crees que debería saber?-
- ¿Y si te das un poco de margen, para tener la ocasión? No vas a pensar en cómo arreglar una cagada que aún no te ha dado tiempo a hacer,¿no?- se sonríe. - Eres espabilada. Debes ser la primera persona que ha bebido queso jamás. Esa es una ocurrencia de un millón de pavos. Te apañarás. - le asegura. Calada al cigarrillo. - Si. Hay algunas cosas importantes que debes saber. Seguro que al llegar, te preguntarán cosas. En la MKL se educa en la libre información. Te harán preguntas. Si necesitas espacio, házselo saber a la gente. Diles mensajes claros como “No quiero hablar de eso” o “respeta mi espacio, por favor”. Sobretodo, procura no agobiarte. La gente se excita con los recién llegados. - hizo una pausa para expulsar aire y continuó. - Sieglinde. No es igual cuando la conoces como contacto o embajadora de la escuela, que cuando trabaja en ella. ¿Sabes cómo la llaman en Hohen? Dama de Hierro II. La uno era su madre. Gran historia. Deja que te la cuente algún día. Otra cosa. Si oyes a un negro idiota en patines llamame “Loren” quémale el escroto de mi parte. Y creo que eso es todo. Por lo demás, seguro que te va a encantar.-
-Si, una puta visionaria- y solté una carcajada suave. -Gracias…- Dije tranquilizándome por momentos. -Vale, de acuerdo... - me quedé pensando en lo atosigada que me podía sentir. No tendría por qué contarlo todo de mí, como había hecho con Drago… Tengo mi espacio, mis límites… Eso era bueno saberlo. Y si necesitaba refugiarme en algo, podría salir a tomar aire fresco. Cuando me advirtió sobre Sieglinde me quedé un poco pillada y decidí que era mejor no decir nada… No me la imaginaba tan… estoica. Lo era, pero tenía un gesto amable en la expresión a diferencia de su hermano. Lo último que me esperaba era esa consideración tan fría. Pero entonces habló del escroto de no sé quien y volví a aguantar una carcajada en la nariz. -Vale, tomo nota- dije entre risas.
El resto del viaje fue bastante tranquilo y al cabo de un rato empecé a sentirme bastante cansada dejando escapar un bostezo. _________________ I´ve battled demons that won´t let me sleep... | |
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 20th Junio 2018, 13:49 | |
| La joven era un absoluto encanto. Tenía una risa preciosa, y el español se alegró de poder oírla, sobretodo teniendo en cuenta la situación actual que estaba pasando. América se había convertido en un verdadero hervidero de malas noticias, una tras otra, y aunque en todas partes del mundo estaban sucediendo guerras, terribles desastres y calamidades que aún quedaban de todo el jaleo provocado por la colisión, era como si el epicentro de la locura que era tener que convivir con esa situación se encontrara en terreno americano. Los superhéroes se habían multiplicado, así como sus némesis, y una gran cantidad se concentraban allí. Otra opción, que era la que más valoraba él a lo personal, era que sus noticias hacían muchísimo más ruido que las de nadie más en todo el globo. Lo que fuera que pasara allí se convertía en trending topic en menos de una hora, se subían vídeos, twits, y streamings sin parar, y los periódicos se hacían eco en cualquier país al que le convenía que la atención estuviera puesta en ese rinconcito del primer mundo, obviando de forma descarada las miserias que pasaban los propios habitantes de sus propias naciones. Era todo tan retorcido y enfermizo como sonaba, pero no podían hacer nada por tratar de concienciar de los problemas a nivel global, cuando aún había países tratando de asumir que donde había lagos ahora tocaba montañas, y que entre la ruina y la miseria de los países pobres se erigían ciudades enteras. Sólo la reestructuración de la economía a día de hoy continuaba siendo un problema a escala mundial.
- Hay de todo como en todas partes, pero como él… - alzó las cejas y apretó los dientes, dejándolos ver un instante mientras inspiraba haciendo que el aire siseara entre sus dientes. - es complicado. He leído algunas cosas sobre él. De verdad que lo que ha hecho… ni siquiera parece real. Es como…- se le fué el español mientras pensaba. - ¿cómo puede un solo hombre causar tanto daño? Da miedo.- miró a Sasha a los ojos. - Aquí también hay unos cuantos. Aunque no creo que los conozcas. Shajem, Bombayas, Usur el titán, Hectas-plasma. ¿Alguno de ellos te suena? - imaginaba que no. A diferencia de la nación del águila calva, muchas noticias hacían lo posible por asfixiar la presencia de ellos en sus portadas. Era un fenómeno similar al de los suicidios. Cuanto menos se hablara de ellos, menos histeria colectiva, y menos ideas peligrosas cruzaban la mente de la gente que se había quedado sin nada, y estaba dispuesta a arrojarse a los brazos de cualquier pensamiento destructivo que les diera le menor oportunidad de recuperar su estatus, su poder, o de destrozar lo que otros tenían para que comprendieran su dolor, como si se tratara de algún tipo de retorcida venganza karmática.
La conversación fue amena y divertida, y Sasha parecía un poco más relajada. Con calma, él se acabó el cigarrillo, cerró la ventana y dejó la chusta en el cenicero de mano que llevaba guardado en el bolsillo. Observó cómo la joven comenzó a inclinarse hacia atrás, acomodándose.
- ¿Te apetece dormir un poco? - sugirió, con una sonrisa amable. Con bastante cuidado, se levantó, manteniéndose casi acuclillado para no darse contra el techo y se sentó al lado de Sasha. - Tranquila. Me quedo de guardia. Si quieres puedes apoyarte en mi hombro. - le dijo,dejando resbalar un poco el culo en el asiento y apoyando ambas manos sobre los muslos, en una postura bastante cómoda para él. La americana se apoyó en él, y poco después ya se había dormido.
Cuando el coche se detuvo, ella fué la primera en abrir los ojos para descubrir que a su lado, Lorenzo daba ronquidos suaves. Con la cabeza apoyada hacia atrás, la boca se le abría un poco y por eso dejaba escapar ese sonido. Lo observó durante unos segundos, antes de colocar la mano sobre su hombro y mecerle suavemente. Se levantó con un respingo y los ojos luchando por abrirse, al encontrar el rostro de Sasha, volvió a apoyar la cabeza, se acarició los ojos con los dedos y lanzó un gruñido al universo. Se había quedado sopa. Desde luego estaba luciéndose en esa bienvenida. Elsa se estaba despertando en en ese momento.
- Que transposición. - exclamó volviendo a abrir los ojos, y dando una palmada suave, tratando de activarse. - Venga, vamos allá. - exclamó dirigiéndose hacia la puerta para abrirla. Al salir se desperezó un poco. Solía sentirse bastante agobiado en los coches a causa de su altura. Dejó que las mujeres salieran, después cerró la puerta. El chofer había dejado su equipaje a su lado. Frente a ellos estaba la entrada principal de la muralla de Hohenzollern. Una inmensa abertura en el muro de piedra. El aire era fresco y olía a naturaleza, por el bosque que rodeaba toda la zona. Lorenzo bostezó cubriándose la boca con la mano, mientras con la otra cargaba la bolsa de deporte, que colocó tras su hombro.
- Elsa, disculpame. - dijo entonces cayendo en la cuenta. Alargó la mano hacia ella, y cuando la cogió, se la aproximó a los labios dejando un beso cortés en sus nudillos. - Me llamo Lorenzo. Encantado de conocerte. - después soltó su mano con delicadeza. Se quedó durante unos segundos mirando la imponente entrada. Sobre los muros se veían varios tipos de criatura volando. Arpías, pequeños dragones, e incluso algunas gárgolas diurnas. Pasaban graznando sobre sus cabezas, mientras sus sombras se deslizaban por el suelo. - ¿Entramos? - preguntó a las dos mujeres, esperando que estuvieran preparadas. Para todo eso, era mejor no meter prisa. Incluso para alguien tan acostumbrado a ver tanta variedad de mutaciones, poderes o apariencias salidas del estándar habitual podía resultar chocante encontrar aquello. Era como hacer que una persona acostumbrada a la cerveza se bebiera de un golpe una copa llena de absenta.
Avanzaron por el patio principal cruzándose con un grupo de chavales que jugaba al frisbee, entre los que había varios mutantes, algunos de apariencia humana, un sátiro, una reptiliana y un hombre pájaro. Arrodillada a un lado encontraron a un preciosa joven con el pelo de arcoíris que parecía tener una entretenida conversación con un seto.
- Ey, Iri. - saludó, haciendo que la joven se levantara de inmediato y se girara sobre sus pies, abriendo las alas y produciendo un golpe de aire que parecía oler como las flores. Encontró a los recién llegados y los contempló con ojos luminosos por la curiosidad.
-¡Lorenzo! ¡Hola! - saludó alzando el brazo y meneándolo de un lado a otro, con una inocente efusividad que recordaba la niñez. - ¡Sed bienvenidas a la MKL!- gritó sin reparo mientras ellos continuaban avanzando, para luego cruzar corriendo el patio y volver a acuclillarse sobre otro arbusto.
Un montón de jóvenes habían hecho un corro y dentro había dos enormes híbridos de lobo que parecían pelearse. El de pelo castaño tenía reducido al blanco, con una llave de sumisión.
- ¡EH, VALE YA! - exclamó Lorenzo, con un tono autoritario que parecía no pegarle mucho, por lo que Sasha había oído. - En los jardines no se hace el bruto. Si queréis seguir peleando, id al gimnasio. - les indicó, haciendo que se soltaran inmediatamente, y le miraran con las orejas gachas. Luego el grupo se trasladó a una sola dirección. Antes de que preguntara, Lorenzo decidió responder para curarse en salud. - Es una de las manadas del club de lucha. Andan buscando capitán. - se encogió de hombros, como disculpándolos. - Bueno, ¡ya estamos!- dijo, pasando a través de las inmensas puertas principales, que se solían mantener abiertas de par en par. El hombre se dirigió hacia el escritorio. - ¡Nanni! ¿Tienes un buen día? - se sonrió apoyando ambos codos en la mesa y mirando a la mujer con un ademán encantador, mientras la joven se sonrojaba. Sasha se percató de que parecía una veinteañera, pero ahora que Lorenzo la había hablado, ya no estaba segura de si superaría los 18 años.
- ¡Venga, para! - dijo, dándole un golpe en el hombro, y soltando una suave carcajada. - ¡Oh! ¿Son ellas? - exclamó emocionada, mientras observaba a las dos mujeres. - ¡Encantada de conocerlas! Me llamo Nanni. Trabajo aquí, en recepción. Si necesitan cualquier cosa durante su estancia, no dudén en acudir a mi para lo que haga falta. - pasó la mano sobre el escritorio para poder estrechar las de las dos chicas. - ¡Ay, las carpetas!- exclamó, agachándose. La perdieron de vista durante un momento. - Las carpetas, las carpetas...- canturreó para sí, mientras el español se apoyaba de lado, mirando a Sasha y Elsa. Puso los ojos en blanco, con una media sonrisa divertida. - ¡Aqui! - dejó dos carpetas de bienvenida sobre el mostrador.
De manera repentina una silueta azul brillante apareció en el mismo punto en que se encontraba Elsa. dió un respingo a causa de la sorpresa y se apartó acercándose a Sasha. La silueta del holograma se completó por completo, cuando la joven salió de su zona de reflexión.
- Buenas tardes, Lorenzo. Tu dispositivo de localización se encuentra fuera de servicio. ¿Quieres volver a activarlo y sincronizarlo? - preguntó con una voz cálida y amable.
- Ah. Si claro. - dijo el español rebuscandolo en su bolsa de deporte, activando el pequeño aparato. - ¿Puedes decirle a Sieglinde que ya estamos aquí? - pidió al holograma.
- ¡Dicho y hecho! - respondió animado, desvaneciéndose en el acto.
- ¿Que os parece si nos sentamos aquí un rato? - preguntó, con un tono comprensivo, mostrando la sección de espera con sofás, sillas, máquinas de refresco y demás. - Quizá ahora si tengáis alguna que otra pregunta que hacer. - sonrió, divertido.
Por mucha información que se diera de la MKL, el impacto que producía estar en ella era distinto que cuando se hablaba de ella. Todo es fácil de aceptar y asumir en la teoría. En la práctica… cuesta un poco más. | |
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 13th Agosto 2018, 20:57 | |
| Las conversaciones sobre el Joker, por pocas que había tenido, habían sido de lo más incómodas y no me gustaba alargar demasiado el tema. Era algo digno de mencionar o sobre lo que pedir ayuda, pero no hacía falta sacarle demasiado en la conversación. Era un poco… como Voldemort. Mejor dejarlo ahí, donde no debe ser nombrado. Asentí algo distraída cuando afirmó que daba miedo y luego agradecí que el tema se fuese hacia los que ellos tenían allí. Repetí sus nombres en mi cabeza una y otra vez, grabándolos a cincel y piedra en mi memoria. Cuando me preguntó me encogí de hombros y sonreí entrecerrando los ojos, algo incómoda, negando con la cabeza. Qué vergüenza… Esta gente sintiendo curiosidad, preguntando por la mansión, yendo allí.. y yo sólo he venido cuando les he necesitado. Soy una maravilla de ejemplo… Qué asco. Para mi suerte, Lorenzo era una persona muy suelta, divertida y cálida. Quizá fuese por lo de ser Español y la pasión latina de la que tanto hablan, pero hacía que te sintieras bien a su lado. Era cómodo, fresco, transmitía paz. - Sin invitarme a una cena, a pelo. Qué desvergonzado- dije sonriendo mientras me acomodaba en su hombro. Joder, es que encima olía bien. Guapo, sanote… bueno, a pesar del tabaco, amable, detallista, gracioso, lo de sexualmente mejor me lo callo y encima olía a masculinidad pura. Respiré hondo. ¿Tanta hambre había pasado desde la ruptura? ------------------------------------------------------------------------------------
Abrí los ojos y parpadeé con fuerza unas cuantas veces. Bostecé tan fuerte que casi me hice daño en la mandíbula y cuando me giré vi a Enzo, en su guardia, con la boca abierta y aullando ronquidos suaves. Me quedé mirándole unos instantes. Era tan gracioso ver a un tío tan grande en una situacion de bebé. Elsa estaba frotándose los ojos, aún tumbada y se desperezaba poco a poco, haciendo estiramientos. Aproveché para menear un poco el hombro de él y se despertó más rápido de lo que me esperaba. - Teletransporte más bien, a la fase rem- Salí del coche cargando mi mochila y la botella de agua y ayudé a Elsa que nada más apoyar pies en tierra, se flexionó hacia delante abrazándose a sus gemelos dejando una melodía crujiente de vértebras liberando aire. Yo aproveché para beber un poco más de agua mientras salía el último del coche. El aire debía ser el más limpio que había respirado jamás. Olía a bosque, a flores y a vida. Sólo estar ahí ya liberaba muchas tensiones de la espalda de una Neoyorquina estándar. Elsa soltó el agarre y se estiró hacia arriba una última vez antes de relajar los brazos, pero en cuanto cayeron junto a sus muslos el dorso de una de sus manos recibió un beso. - ¡Ow, Hey! Discúlpame, qué modales los míos… Soy Elsa Totterbrook, es un verdadero placer y estoy muy agradecida porque me hayáis permitido venir aquí- Hizo una leve reverencia con el cuello. Toda la educación y acentos británicos de mi amiga se escaparon en esa frase. Giramos los pies y terminamos de acercarnos a la inmensa muralla. Era increíble como un grupo de ladrillos y un buen estuco podían hacerte sentir pequeña. El material podría ser más o menos resistente pero incluso a mí, que podría fundir esas rocas, el recinto amurallado me transmitía una sensación de seguridad que pocas veces había tenido en la mansión. Justo antes de cruzar el umbral me recorrió un escalofrío tan fuerte que casi dolió. Me quedé clavada al suelo, mirando a mis pies. Cerré los ojos y me llevé las manos al pecho. Podía notar un aire helado penetrar en mis pulmones y cómo me sentí rejuvenecida. Era una sensación… peculiar… Como de añoranza y dolor… Suspiré y abrí los ojos, separando las manos que ahora tenían escarcha alrededor de los dedos. Elsa puso una mano en mi espalda, mirando mis dedos y luego a mí con cara de preocupación. - Lorenzo… un momento. ¿Hay… Hay algún asgardiano aquí?- esperé la negativa con esperanza. No necesitaba más complicaciones… No en el sitio que se suponía iba a ser mi nuevo hogar por un tiempo. Cuando finalmente emprendimos la marcha fuimos dando un paso detrás de otro, si conocía bien a Elsa, acompañaría mi sentimiento de pequeñez a cada pie que dejábamos atrás. Yo no podía dejar de mirar a mi alrededor. Si hubiese podido tener visión 360 hubiese pagado por ponérmela en ese momento de mi vida. Parecía un cuento. Todo estaba tan bien cuidado.. y parecían escenarios dignos de las mejores series y novelas. Era como si en cualquier momento fuesen a aparecer hadas madrinas, escobas voladoras, alumnos con clase de alquimia… Un grito divertido paró la rueda de mi pensamiento y me hizo desviar la vista. Varios adolescentes jugaban con un frisbee utilizando sus capacidades. El sátiro trotaba y daba saltos más altos, el hombre pájaro orbitaba en torno a la trayectoria del disco… Era increíble. Se respiraba inclusión y diversidad en cada rincón. Sieglinde había hecho de un castillo un hogar para tantos seres potentes y únicos… Se me humedecieron los ojos y sonreí. Tal vez… Tal vez sí fuese sitio para mí. Busqué la mano de Elsa, sin dejar de caminar y ella me estrechó con fuerza. Cuando estaba secándome las lágrimas paramos ante una mujer con el pelo multicolor y unas alas inmensas que parecía poder hablar con ...las… plantas. La miré y de nuevo se me saltaron las lágrimas. Era preciosa… y parecían todos tan felices que no sabía qué sentir. Estaba abrumada, sobrecogida, emocionada, aturdida… Seguramente tendría una cara de pardilla que no podría con ella entre las lágrimas y la sonrisa. Aunque Elsa me hizo competencia yendo con la boca abierta y los ojos secos de no parpadear. - Muchísimas gracias…- Dije con la voz temblorosa y juntando las manos a modo de agradecimiento por la bienvenida de Iri. Volví a secarme las lágrimas que no paraban de salir. - Esto es… Enzo.. .esto…- estaba acongojada y sólo con la voz ya se notaba que estaba llorando. Me sobresalté ante el grito de Lorenzo, dirigiendo la mirada al grupo de chavales peleándose en corrillo - Club de lucha… qué buena idea..- seguimos paso a paso dejando atrás cada grupo particular, cada ser solitario que decidía disfrutar de un libro con sus cuatro ojos o usar sus poderes con las flores. - Dios….- Fue la primera cosa que dijo Elsa desde que entramos, una vez alcanzamos la entrada principal. Atravesamos el arco y seguimos al moreno hasta el escritorio. Nanni era una chica adolescente, supongo que tendría buenas notas o sería una tarea especial para ella. - Hola, es un placer, de verdad. Este sitio es increíble… Me llamo Sasha Triger y ella es…- cuando me giré para presentarla, me di cuenta de que seguía de espaldas, empanadísima, mirando todo a su alrededor. Le di dos toques en el hombro y se dio la vuelta. - ¡DIOS! Lo siento muchísimo- se llevó una mano al pecho, girando sobre sus pies - Elsa Totterbrook. Muchísimas gracias por dejar que nos quedemos esta temporada. Es un inmenso honor estar aquí, aún no me creo la mitad de cosas que he visto.- estrechó la mano de la recepcionista después que yo, pero con mucha más efusividad. Correspondí la sonrisa de Lorenzo mientras buscaba unas carpetas bajo el escritorio. Mis ojos brillaban mucho por las lágrimas. Cogí una y la pegué a mi pecho y otra se la di a elsa, que la dejó colgada de su mano a la altura de su cadera. Una luz azul empezó a formarse en los pies de Elsa y miré extrañada apenas un instante. - ¡AH!se sobresaltó apartándose del sitio y dirigió un puñetazo con la mano libre hacia la silueta, con los ojos muy cerrados. Los abrió, parpadeando un par de veces y luego se apartó pegándose a mí, queriendo desaparecer. - Lo siento, lo siento, lo siento muchísimo, de verdad- el sonrojo era evidente en su pálida piel y contrastaba aún más con su pelo rubio casi platino y sus ojos azules. Cuando al fin estaba todo resuelto, fuimos a la zona de descanso y espera. Elsa se sentó en un sillón individual, esperando con las manos juntas sobre la bolsa de deporte que descansaba en su regazo. Yo me dirigí a sacarme un café solo de la máquina guiándome más por los dibujos que por la descripción y volví. Tenía entendido que el café en europa era más cargado y supuse que con un solo normal sería suficiente. Volví y tomé asiento en un sofá amplio, dejando el café en la mesa para echar un vistazo rápido a la carpeta. - Creo que primero deberíamos echarle un vistazo a esto…- Levanté la vista y Elsa ya se lo estaba leyendo todo, con un entusiasmo en la mirada fácil de reconocer. Era tal y como lo describió Sieglinde. Pasé las páginas rápidamente hasta que me detuve en las categorías, notando una punzada en el corazón. La última vez… “... y por último se incluyen las categorías por las que se catalogan los alumnos en función de sus cualidades.” La voz de la alemana resonó por todos los rincones de mi memoria. ¿Seguirían clasificándome como Midas…? ¿Por qué Björn me señaló Feeros…? ¿Acaso era mi verdadera naturaleza? Seguí las páginas, encontrando el test que te ayudaba a clasificarte y miré a Lorenzo, buscando un poco de ayuda. Una respuesta a algo que no había preguntado. _________________ I´ve battled demons that won´t let me sleep... | |
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 27th Febrero 2019, 23:33 | |
| La voz temblorosa de Sasha le obligó a detenerse. Bastó con mirarla durante un instante el rostro para saber que había algo que le estaba perturbando profundamente. Su color moreno se había vuelto cetrino y tenía los ojos humedecidos. Aunque no tenía clara la causa de su turbación iba a darle algo de apoyo cuando se percató de dos cosas: Una, de sus manos estaba cubierta de una extraña película blanquecina que luego asociaría con la escarcha, y la otra, que Elsa había sido mucho mas rápida que él al ofrecerle su consuelo en forma de una mano en el hombro que pareció apaciguarla. Cuando por fin fue capaz de escuchar la duda de la recién llegada, el rostro moreno del español se suavizó con cierta ternura y se llenó de comprensión. Metió una mano en el bolsillo interior de la cazadora y sacó uno de los tres pañuelos con runas mágicas bordadas que le habían regalado por su cumpleaños y se lo tendió a la mutante con un suave movimiento de muñeca.
- ¿Y qué no hay aquí, Sasha? - respondió con resignación a la pregunta que le hizo la muchacha, encogiéndose de hombros con suavidad, esperando que no le sentara mal la respuesta. Para mucha gente Lorenzo era un frívolo, pero el tiempo te dejaba comprender que en el fondo, no siempre tenía ni los mejores modos, ni las mejores respuestas. Pero estaba seguro de que si entraba con él, esa respuesta de pregunta por pregunta acabaría por resolverse sola en un instante.
Deseó, la menos, que así fuera.
Permitió que su paso fuera lento para impedir que las dos muchachas pasaran por alto las maravillas que el castillo tenía que ofrecer, tan sólo con entrar al patio. Cuando la sorpresa y un llanto que no parecía triste pintaron los rostros de las dos mujeres con fascinación, pudo notar que se le quitaba un enorme peso de encima. Había temido por un momento que cualquiera de las dos agarrara de nuevo su equipaje, se diera la vuelta por donde había venido y se marchara en el coche amenazando con no volver a salir hasta que las llevaran al aeropuerto mas cercano. Una reacción que ya habían vivido y que era del todo comprensible, por otro lado. Hohenzollern no estaba hecho para todo el mundo e incluso entre la comunidad mas alternativa y abierta de mente, había muchos que encontraban ese nivel de convivencia excesivo, con políticas muy laxas y una controversia elevada.
- Te lo estás tomando muy bien Elsa. Nosotros estamos encantados de acogeros aquí. Sé que todo esto es demasiado para los sentidos. No dudéis en descansar si lo necesitáis. Esto saturaría a cualquiera. - dijo tratando de sugerir que lo tomaran con calma. Era imposible que el castillo no causara impacto, tanto para bien como para mal.
El encontronazo que sucedió en la entrada no hizo sino arrancar una carcajada entre dientes al español, cuando en el instante en que el holograma apareció Elsa trató de propinarle un puñetazo. Woodrow AH podía dar gracias de no ser de carne y hueso, o habría tenido que recoger su nariz y sus dientes a cuatro metros del pasillo, donde los habría mandado la británica si ese golpe hubiera impactado.
- ¡Menuda defensa! Y yo aquí preocupado por si te las apañarías. - se rió regalándole una sonrisa sincera a la humana. Por raro que pareciera, la mayoría de humanos tenían mas problemas de adaptación allí que el resto. Aunque muchos habían desarrollado pasiones ocultas al entrar en ese lugar. Muchos portales que habían pasado por alto o que jamás habían imaginado se habían abierto para ellos, y sorprendía ver la cantidad de personas que habían acabado tonteando con la alquimia, la magia y otras disciplinas que no era tan difícil aprender con un mínimo de disposición.
Cuando tomaron asiento Lorenzo se permitió pasear la vista durante un momento. Parecía una mañana tranquila, aunque era difícil saberlo porque la MKL siempre era un hervidero de actividad, el paso de los estudiantes lo delataba. Cualquier cosa que no supusiera un embotellamiento de gente corriendo en ambas direcciones, algo que solía pasar durante la época de exámenes o cuando había excursiones, suponía una mañana pacífica. Volvió a la tierra a tiempo para ver como Sasha le miraba con intensidad, como si estuviera esperando algo. El español cayó entonces en la cuenta.
- ¡Ay, perdon!- exclamó en su idioma natal dando un respingo y sacudiendo la cabeza como para espabilarse. - Perdón, perdón. Se me ha ido. ¿Me has dicho algo? - dijo convencido de que así era, y que había caído en la falta de educación máxima que podía cometer un anfitrion. Bueno, si obviamos el hecho de que te pillen con el pito saliéndote de la bata. La había ignorado, y aunque fuera durante un momento, se sintió un poco avergonzado y trató de disimularlo con una sonrisa comedida. - Ya, el test. Es bastante lioso. ¿quieres que te eche una mano? - preguntó, levantándose y tomando asiento a su lado, sujetando con una mano el fino cuadernillo de papel para que pudieran leerlo los dos. - Al final es fácil, sobretodo si tienes claro algunos detalles de ti misma. Nombre, edad, blabla, todo eso ya lo rellenas luego si quieres. Al fin y al cabo es para ti. Aquí. A ver. ¿Te has hecho la prueba del genoma X? - empezó a preguntar. Era una pregunta básica, sobretodo para los residentes en Europa. Un gran número acababa sometido a alguna prueba médica que en definitiva acababa sirviendo para eso. - ¿Cuál es tu especie? - continuó, percatándose de que Sasha era híbrida. Trató de no alterarse haciendo el test. Al parecer nadie mas que Björn se había dado cuenta de ese hecho. Puede que ni ella lo supiera. - ¿hay en tu familia algún antepasado ligado a la magia, o cuyos orígenes sean mágicos? - preguntó señalando las respuestas cuando se trababa, conforme contestaba la mujer.
Cuando levantó la vista para mirar a la inglesa, se percató de que su mirada estaba perdida. Mantenía la carpeta abierta sobre las rodillas, pero su vista estaba distraída con dos enormes tigres que cruzaron el pasillo a grandes zancadas, rugiéndose uno al otro como si tuvieran una interesantísima conversación. Además de ella, nadie pareció alterarse lo mas mínimo por dicho suceso.
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 22nd Septiembre 2019, 22:33 | |
| Respondió con una naturalidad acorde a la situación. Tenían un centro con un espectro tan amplio que esa pregunta tendría que haber sonado ridícula en mi cabeza antes de trasladarla en voz alta. Cerré los ojos, rechacé el pañuelo negando con la cabeza y alzando una de las manos. Poco a poco la escarcha se fue evaporando sin pasar por estado líquido. Elsa dejó un beso en mi mejilla. Es verdad… No estaba completamente sola. Y quizá, esa experiencia, ese nuevo encuentro con mi pasado podría ayudarme. Mi experiencia con los Asgardianos sólo había resultado desagradable pero… Quizá pudiese encontrar alguien diferente aquí dentro.
Y los siguientes minutos así lo demostraron. La preocupación permaneció sentada en una esquina, levantando la vista del periódico de vez en cuando para echar un vistazo, pero estaba tranquila. Acababa de soltar granparte del lastre mental que tenía desde que cogí el vuelo… y por la cara de Elsa, juraría que ella también.
-Estoy algo cansada pero de momento puedo soportarlo- le sonrió a Enzo, con la misma cordialidad que desde que se había despertado. Yo por mi parte, estaba tan sobrepasada de emociones que algunas cosas, como los modales básicos, se me pasaron por alto. Un par de chicos… Bueno, no estoy segura de que fueran chicos, pero un par de alumnos me saludaron y yo sólo contesté con una sonrisa porque mi cuerpo no daba para más. Estaba convencida, de que si ese sitio fuese público, la gente de su interior lo convertiría en la octava maravilla del mundo.
Tras el incidente del puñetazo, Elsa se recogió en mí como una niña pequeña. Miré a Lorenzo, comprobando que su acto no había sido un problema y cuando su risa lo confirmó, me traje a mi amiga a mi lado, enganchando un brazo por encima de sus hombros. -Esla es toda una profesional del “tócame y te mato”- Le di un beso en la cabeza, tratando de consolar su vergüenza y a pesar de que su sonrojo no se fue, la incomodidad se fue disipando poco a poco.
Más tarde, en el momento de identificarse… Busqué la mirada de Lorenzo a toda costa, y con ese respingo tan natural y genuino, “screaming in Spanish”, le sonreí con tristeza. Para mí, que aprendí a desvelar mi naturaleza mutante… Descubrir una nueva vida y desnudarme a ese nivel para una institución completa… fue… Algo desgarrador. Hacer partícipes a gente que siquiera conocía mi apellido, de toda mi historia...hacía que me sangrase el corazón. Negué con la cabeza, tratando de mantener la sonrisa suave. -En realidad…- se levantó para sentarse a mi lado. Y tenerle tan cerca me había reactivado la líbido por primera vez en mucho tiempo. Estaba desesperada por una gota de cariño que no fuese fraternal. Sí. Pero volver a extrañar la pelea por el control junto a otra personja, piel con piel, era algo diferente. Me distrajo, pero para mi suerte fueron sólo unos segundos. Además, qué bien olía el cabrón.
Carraspeé -De hecho… no sé si necesito ayuda- tomé aire, nadando en los recuerdos. Por extraño que suene, el hecho de tenerle tan cerca y la tensión sexual que me despertaba hacía que todo tomase un lenguaje más cotidiano, informal… Menos importante. Al fin y al cabo todos y cada uno de los que estaban allí, habían hecho el test. Nadie se libraba de su naturaleza. -Verás… Durante la visita de Sieglinde y Björn…- estaba convencida de que a pesar de ser anglosajón, no sabía pronunciar sus nombres correctamente, aunque lo intentaba - Yo… aún no… Pero…- El recuerdo de una época tranquila y feliz me vino a la mente. Es increíble cómo momentos buenos y felices pueden hacer tanto daño en un presente enturbiado y doloroso. No añoraba a Planaria ni las misiones de entonces… Pero sí la calma. Poder tener la mente despejada para dar lo mejor de mí en cada momento. Echar de menos no haber perdido a nadie,no tener que estar alerta en cada instante. Pero lo que más me desgarraba era el hecho de que nada volvería a ser como entonces…
Cerré los ojos con fuerza, conteniendo las lágrimas aunque mi voz sonaba algo tomada desde la garganta - Esto nos lo enseñaron allí. En la mansión… y… yo creí que pertenecía a Ferens o a Midas. Sieglinde aclaró mi condición de Midas… Pero… cuando terminamos la conversación… Björn me miró y me señaló…- Giré levemente la revista para señalársela a Lorenzo pulsando con el índice la misma categoría que en su momento me enseñó el Heleno. Feeros.
Mantuve la mirada, buscando la de Lorenzo. -A ver, yo…- Suspiré. Me di cuenta de que hasta ese instante había estando dando por hecho que Lorenzo conocía mi naturaleza cuando no tenía por qué ser así. Bajé la voz como un reflejo automático para hablarle, me acerqué a su oído para garantizar que me escuchase -Deja que… lo rellene contigo por favor…- hice un rápido repaso de las preguntas. Percatándome de que ninguna de las preguntas podía contestarlas con normalidad, salvo la fecha en la que nos encontrábamos. En el nombre, escribí “Sasha” y a la hora de poner la “T” habitual, sostuve el bolígrafo más de lo habitual. Era el apellido de mi madre. Tradicionalmente debía manterer el de mi padre pero…
Escribí Triger rápidamente y apretando el bolígrafo. Un padre que me había dejado, a mí y a mi madre… Al que no conocía y al que nunca conocería. Pasé a la edad. Clavé la punta del bolígrafo y me quedé más tiempo del necesario con la punta apoyada, pensando mientras miraba a la tela de los pantalones de Lorenzo. Ese punto hubiera sido tan bueno como cualquier otro para perderme. Se formó una mancha circular por la tinta. Le miré, miré a Elsa y miré el entorno. Seguramente no fuese tan particular… Escribí “160 aproximados - 23 despierta”. No estaba nada cómoda, y la sensación de vulnerabilidad y desnudez volvió a asaltarme. Todo mi lenguaje corporal dictaba que necesitaba cubrirme o protegerme. Fui haciéndome cada vez más y más pequeña, buscando refugio y acercándome a Lorenzo, no demasiado, sólo para sentir que él me cubría ese flanco del cuerpo. Mi mirada viajaba perdida por las letras, frivolizando una realidad en la que aún me costaba vivir, convirtiéndola en un simple trozo de papel con información. Como si todo mi sufrimiento cupiese en un expediente.
Cerré los ojos con fuerza y respiré hondo, notando el agarrotamiento muscular de haber estado en el avión tanto tiempo. Volvimos a la categoría infernal. -Retomando esto… - golpeé con la tapa del bolígrafo la sección aún en blanco. -Si Björn me señaló eso.. supongo que Feeros sería mi categoría pero… También soy mutante.- En ese instante me di cuenta. Björn me había debido leer la mente. A pesar de que yo no sabía quién era, quizá había debido ser capaz de acceder a esos recuerdos bloqueados que yo guardaba en algún rincón de mi mente. Los que Charles no quiso mostrarme.
En mis ojos se pudo ver un atisbo de excitación y de esperanza. Todo mi gesto se recobró. -Podríamos luego… ¿Tener una reunión con Björn? Me gustaría que me aclarase algo… Después de esto, claro- Supe que sonaría impertinente. Pero poco me importaba. Si él pudo tomarse las libertades de entrar en mi cabeza como quiso, yo podría hacer una simple petición nada más llegar. Eso sí, haría todo lo que estuviera en mi mano porque me ayudase a recobrar mis recuerdos y por tanto, a ser sincera en absolutamente todo. -Mira, mi realidad es… que mi padre era un asgardiano con capacidades mágicas. No sé contarte mucho más sobre él ya que apenas conozco esta información desde hace… meses.- Estar dispuesta a contarlo no hacía que no me costase. Y de nuevo, se me tomó la voz, aunque luché para seguir. -Pero mi madre portaba el gen X y así me lo transfirió. No sé si ella tenía poderes o sólo era portadora, la cuestión es que en mí, sí se activaron-- Respiré hondo, el pulso de la mano empezó a temblarme sin yo percatarme en el momento. - Así que… esa es toda la información de la que dispongo. Te haré una demostración, tal y como se la di en su momento a Sieglinde y Björn…- Tomé de la mano a Lorenzo y coloqué su brazo con las venas hacia arriba, recogiendo la tela a la altura de su brazo para dejar su piel libre. -Desconozco si ahora, al saber que parte de mis poderes son mágicos, podré hacer más cosas. Lo cierto es que siempre he trabajado así- apoyé la punta del dedo en su muñeca y la fui deslizando con movimientos sinuosos por todo su antebrazo hasta el pliegue del codo, intercalando frío y calor, cuidando los grados para no quemarle-Ahora mismo estás notando esto a unos… sesenta grados- dije manteniendo el contacto frío. -Y ahora aproximadamente a unos 115. Sin embargo tu cuerpo a nivel general se mantiene a una temperatura de… Casi 99. No varía como tal. Podría hacer que cambiase, pero sería a base de usar mi poder de manera muy bestia. Y acabaría fundiéndote el brazo antes que calentándote los pies.- Aparté los dedos, apoyándome sobre mis muslos, sosteniendo la sien con la palma de mi mano. -Así que no sé qué hacer.-
Prefería estar en un sitio más privado. Prefería que no pasasen los alumnos como por su casa mientras me abría las entrañas y mostraba mi secreto mejor guardado. Pero la realidad era que yo ya no decidía. Tenía que adaptarme a un sistema que me había recogido con los brazos abiertos… al menos de momento.
Miré a Elsa, estaba ensimismada en algo que no alcancé a ver y se giró con el labio inferior sobre el superior y los ojos cristalinos. - Hay cosas que me dan cague, lo reconozco… pero este sitio es un tesoro en la Tierra- Le sonreí, con empatía y algo de tristeza por miedo a que no encontrase a nadie fuera de lo común. También tenía que dar lo mejor de mi para que no se sintiera sola.
Torné la vista de nuevo a Lorenzo, aguardando una respuesta. _________________ I´ve battled demons that won´t let me sleep... | |
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 27th Marzo 2020, 03:22 | |
| Algo estaba atormentando a Sasha de una manera tan profunda que ni siquiera podía encontrar las palabras. Titubeó, intentó explicarle algo, después volvió a dudar y quedarse en silencio. Con un mínimo de comprensión de la naturaleza humana, cualquiera sería capaz de entender que la joven estaba pasando un momento terrible teniendo que confrontar ese test. No era la primera ni sería la última tampoco, ya que para muchos verse en la necesidad de "encasillarse" era un acto humillante, y casi ofensivo. Muchas personas bajo ese techo tenían que vivir a diario con una vergüenza que arrastraban sólo por pertenecer a determinada raza, mientras que otros tenían tremendos aires de grandeza que rivalizaban con el hecho de que determinadas especies no les rindieran una pleitesía que para ellos sólo respondía al "orden natural" de las cosas. Pero las tribulaciones de Sasha parecían corresponder a algo mucho mas complejo y profundo. No era tanto incomprensión, o confrontación. Si el español tuviera que definirlo habría optado por la palabra "angustia".
Las cejas de Lorenzo se fruncieron sin poder evitarlo en un ejercicio de empatía, al comprobar la concentración con que la joven trataba de responder las preguntas escritas, divagando sin embargo en cada una. Hasta su nombre le dio que pensar y verla le dio ganas de mandar el dichoso protocolo a hacer gárgaras y decirle que lo hiciera en otro momento, o en otra ocasión. O que no lo hiciera. No si aquello iba a provocar una situación como esa. Puede que la híbrida no lo percibiera, pero no hubo respuesta o gesto alguno por su parte cuando escribió la edad. Al fin y al cabo, tras todo lo que había aprendido durante sus años con Lesmes de Rocamora, y después en la MKL, sabía que las apariencias en la mayoría de los casos engañaban. Si hablabas de criaturas faéricas, entidades o místicos, aún con mas razón. La mayoría de ellos habían dominado las fuerzas sobrenaturales con el único objetivo de no envejecer, mantener su belleza o vencer a la muerte.
Por otro lado, cuando llegó a la pregunta más complicada del dichoso test, por fin pudo comprobar qué era lo que le sucedía a la mutante que había cruzado medio mundo para llegar hasta allí. Lorenzo la escuchó con paciencia, notando el sonido quebrado de su garganta cuando le explicaba que era una híbrida. No es que hubiera dudado de la palabra de Björn cuando se lo contara. Al fin y al cabo era parte esencial de sus poderes, y de hecho, a él acudían cuando tenían algún problema para calificar a algún alumno o nuevo estudiante. Lo único de lo que se vió con fuerzas el español, para no resultar demasiado efusivo ni invasivo (podía sonar extraño, ya que habían estado durmiendo juntos en el coche apoyado uno en otro) fue alzar una de sus enormes manos y colocarla en el centro de la espalda de Sasha, proporcionándole una breve caricia de consuelo. Sólo podía hacerle sentir la sensación de compañía, ya que sus palabras estaban dibujando una realidad adversa de la que ella misma parecía no tener conciencia hasta hacía muy poco.
- Desde luego, Sasha. Lo que necesites, sólo tienes que pedirlo. - en ese momento no estaba seguro de que Björn pudiera atenderles, pero haría que el mutante se enterara de que la híbrida quería verle, y trataría de arreglar su encuentro para lo más pronto posible ese día. Parecía muy inquieta al respecto, así que él hizo el mejor de sus esfuerzos por sonar conciliador. Por el momento, no había conocido ni un solo híbrido que hubiera sido capaz de afrontar el golpe de enterarse sin un profundo shock. Muchos alumnos creían que eran una determinada raza, como si aquello les otorgara cierta identidad, y descubrían no sólo que su sangre era mezclada, o "impura" como se atrevían a verlo las castas mas conservadoras de ciertas especies, si no que además aquello cambiaba por completo los orígenes que creían tener, la manera de relacionarse con sus poderes, o el modo en que veían el mundo. - Entonces, eres lo que aquí conocemos como una híbrida. - hizo un inciso, haciendo acopio de todo su saber estar, controlando y modulando el tono de su voz para que percibiera una natural aceptación. Había que tener mucho cuidado en este recorrido. La incomodidad producía claros rechazos por parte de los afectados, y una exacerbada emoción podía confundirse con un interés morboso que no quería transmitirle en absoluto. Bastante mal lo estaba pasando como para sumar tener que preocuparse por eso.
Cuando la joven le pidió la mano, él se la cedió dejándose hacer. Paseó el dedo sobre su piel, y la zona varió de temperatura desde el frío al calor, produciendo una sensación extraña y agradable a causa del cambio de temperatura. Su cabeza divagó durante un momento, y pensó en la ducha escocesa, aquella que tenía diversos chorros que salían a presión variando la temperatura del agua. Luego sintió que su vello se erizaba a causa del frío y mantuvo una expresión serena mientras buscaba la mirada de Sasha.
- Impresionante. Debe de haberte resultado dificilísimo controlar un poder como este. - pensó en similaridades con los alumnos de la escuela que se le pudieran ocurrir y ser de ayuda. - ¿De verdad podrías fundir un brazo? Hay que alcanzar temperaturas muy elevadas para eso. ¿Alguna vez has controlado tu máximo y tu mínimo, aunque fuera por curiosidad? - preguntó retirando un mechón de pelo tras la oreja contraria a la mano con la que se mantenía apoyada, tratando de convertir el momento en algo un poco mas distendido. - Si me permitis una observación... Creo que vais a encajar de maravilla aquí. - afirmó, lleno de sinceridad mientras volvía a sonreír con suavidad. Luego, levantó la vista y observó a los jóvenes, maestros y criaturas que paseaban por el Hall. - ¿Veis ese muchacho de ahí? - dijo esta vez inclinándose él hacia adelante para susurrarles con suavidad a las dos mujeres.Indicaba en la dirección de un muchacho que miraba con nerviosismo a izquierda y derecha, vestido de un modo normal. Sin embargo, su piel era grisácea y sus ojos tenían un extraño resplandor azul eléctrico antinatural. - Ese chico es un Ghoul. Se ha pasado la vida arrastrándose en suburbios, sirviendo a un clan de vampiros de bulgaria porque uno de ellos decidió convertirlo. Pasó mucho tiempo pensando que era un vampiro incompleto, una especie de malformación. Hasta que llegó aquí creía que no podía salir a la luz del sol.- señalo con un sutil gesto de la cabeza algo mas allá donde dos chicos pálidos hacían refulgir la luz natural en sus cabellos como si estuvieran hechos de piedras preciosas. - Esos dos fueron rescatados de las manos de un jeque árabe que los compró cuando eran niños, y los exponía como "Las joyas humanas" para su disfrute y el de sus invitados. No os creeríais lo que son aunque os lo dijera. - le dijo dándole un suave apretón en el hombro, a Sasah y sonriéndo a ambas con complicidad. - Son estrellas. Resulta que algunas de ellas, cuando se apagan lo hacen por que han cobrado conciencia y quieren experimentar la vida en otros lugares, con otras formas, emociones y sensaciones. - les explicó, y cuando pasaron por su lado, ambos les dedicaron una sonrisa tan hermosa que parecía brillar con un resplandor como cuando la luna esta llena y no hay ni una nube en el cielo. - Aquí muchos han entrado creyendo que conocían la verdad. La realidad del mundo, de lo que les rodeaba y de sí mismos... pero en este lugar eso no existe. Sólo tienes que pasear por aquí para darte cuenta de lo poco que sabemos. Pero te acogerá con los brazos abiertos si tienes ganas de aprender todo lo que tiene que ofrecer para ti el mundo. Incluido lo más difícil. Buscar el modo de comprendernos a nosotros.- les indicó, alentándolas. - Creo que lo mejor es que os enseñe vuestras habitaciones y os acomodéis un poco. Intentaré averiguar si Björn está disponible. - sugirió mientras accionaba su intercomunicador para hablar de nuevo con Woodrow AH, para ver qué tipo de agenda tenía programada el "iceberg" para ese día. | |
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 6th Abril 2020, 21:32 | |
| A pesar de lo terrorífico de mi situación, todo allí parecía resultar reconfortante. Desde que mis suelas tocaron ese suelo parecía que todo había cambiado. Los colores eran más intensos, el aire más limpio, la vida más fácil y reconfortarme resultaba mucho más sencillo. Ese lugar tenía una magia que nunca sería capaz de describir salvo con mis propios pensamientos. Y así lo hizo la palabra -híbrida-. Coincidía con la que yo misma me había autoimpuesto para conseguir algo que me diese identidad y dejar de ser algo extraño que no existía. Cuando se lo dijo buscó una categoría como tal, pero no existía. Desvió la atención de nuevo a su respuesta tras la demostración de su brazo. -Bueno, en la mansión me hicieron trabajar bien… Pero sí, puedo fundir metales con el paso de mi mano- añadí sonriendo con algo de tristeza.
Alcé las cejas con unas sonrisa más genuina cuando empezó a presentarnos a toda la plantilla y añadió que encajaríamos bien. Parecían palabras cordiales sin importancia, pero su significado rebota en mi conciencia inextinguible.
Primero conocimos al ghoul. Y era curioso cómo ese ambiente parecía ser la casa de todo el mundo que cualquier rareza podría caminar entre sus muros y ser parte de la inmensa familia que suponían. Vampiros… así que también eran reales… Había conocido gente con capacidades parecidas, no era difícil creer, no después de todo lo que había vivido hasta ese punto, que todas las mitologías fuesen reales, incluyendo leyendas populares de criaturas pintorescas. Pero cuando describió a los chicos… Giré el rostro buscando respuestas que saliesen de los labios de Lorenzo.-¿Estrellas… como…?- dijo Elsa dirigiendo las pupilas un instante al cielo, evitando señalar con los dedos. -Al garete los pocos conocimientos que tenía de astronomía- dijo sonriendo mirando con sutileza para no molestar a los muchachos. Con la sonrisa el rubor subió por completo por su cuerpo hasta sus mejillas y nariz, haciendo que agarrase el brazo de Sasha con fuerza y ella le devolviese la sonrisa. -¿Qué bonito eh…?-
Nos pusimos en pie, y activando al asistente holográfico, Lorenzo hizo un par de consultas rápidas y más tarde se giró hacia nuestro lado preguntando por las preferencias en las habitaciones -Ah pues… ¿Qué te parece dos habitaciones que compartan baño?- Elsa sonrió y asintió, Necesitaba su espacio, y yo el mío… Ambas nos sentíamos culpables por despertarnos mutuamente con nuestras pesadillas. Así que sería lo mejor, pero sabía que querría tenerme cerca. -Si es posible, por favor…- y allí nos dirigimos, a unas estancias que tenían apartadas en la sección de profesorado para los invitados.
Después de instalarnos y dejar las maletas en la habitación, nos pusimos rumbo a la cafetería para saciar un hambre que no tenía. Elsa sí parecía tener más hambre y bajaba con más ganas, al trote. Tras asignarnos una mesa, agarré una de las bandejas y me paseé por delante de la comida notando cómo las náuseas volvían a mi abdomen. Cogí una naranja, un bol de caldo, botella de agua y fui a la mesa asignada mientras observaba casi con enamoramiento cómo Elsa cogía con entusiasmo comida casera, reencontrándose incluso con platos de su tierra natal, trayendo una bandeja repleta de calorías que compensaría con su entrenamiento. -¡TE HE TRAÍDO UN PRETZEL!- y me lo dejó en la bandeja, ocupando la mayoría de ella. Sabía lo que estaba haciendo, pero decidí dejarlo correr… Esperé a que se sentase Lorenzo con nosotras, dando un trago de agua mientras veía de fondo el cuerpo de Björn acercarse sin dejar de mirarnos. Casi parecía que no parpadease.
El corazón empezó a latirme acelerado en el pecho y me puse nerviosa. La lengua me tiró hacia atrás dentro de la boca, a lo que reaccioné escarchando el agua de la botella y tragándola tal cual, masticando un par de veces, rezando para que se pasasen las náuseas hasta que llegase a nosotras. _________________ I´ve battled demons that won´t let me sleep... | |
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 7th Abril 2020, 01:00 | |
| Estaba encantado comprobando que las mujeres disfrutaban de su estancia a pesar de la clara turbación que ambas habían cargado hasta allí. Estaban enterados de muchas cosas a nivel mundial, pero resultaba agotador tratar de recordar todas ellas. Al menos para la mayoría de los del grupo. Mientras las chicas se servían las bandejas, el cogió un bol de caldo desgrasado, dos pechugas de pollo y ensalada de lechuga, tomate, pepino y zanahoria. Luego cogería una fruta y tomaría un café para aguantar el tirón. No le pasó desapercibido que Sasha no había cogido apenas comida, pero no podía estar seguro de que se tratara de que estuviera enferma. Podía ser el Jet-lag. Algo que por el contrario no había hecho mella en Elsa, que parecía emocionada de tener una buena variedad de cosas a su disposición. Contempló envidioso como posaba un pretzel en la bandeja de la otra americana, sin poder evitar echar de menos la maravilla que era acompañar la comida con pan. Pero ya había cumplido con la cantidad de carbohidratos cuando se había comido el montado de salmón con queso a media mañana, y ahora tenía que apechugar con sus decisiones. Apechugar. En la amargura de su gula casi tenía hasta una gracia irónica.
Björn apareció por el fondo del pasillo flotando como un espectro pálido envuelto en un pantalón de chándal negro y una camiseta de manga larga de algodón blanca. Ese inusual modo de andar lento y penoso hacía por él algo mas que darle un aspecto lúgubre, tratando de colaborar en el consumo mínimo de azúcar. Pasó a nuestro lado, pero no emitió saludo alguno, centrado como estaba en enfocar con su ojerosa mirada su objetivo. Pude ver que Sasha le esperaba con cierta expectación y que cuando pasó de largo sin hacerle el menor caso le dirigió al español una mirada interrogante a la que sólo pudo corresponder con un asentimiento y mostrando la palma de su mano, pidiéndole paciencia.
Por su parte, el alemán Fue hacia la barra de la cafetería y llenó su bandeja con una fuente de ñoquis empapados en queso con nueces, un zumo de granada natural de casi medio litro, y uno de los primeros strudles que se comería, empapado en crema batida con azúcar glass encima. Cabronazo.
Volvió con la misma serenidad sosteniendo la bandeja, la colocó en la mesa junto a los invitados, se sentó junto a ellos y metió el tenedor en los ñoquis, dando una dentellada que resultó tan delicada como ansiosa a su comida. Masticó en silencio y repitió eso durante dos veces más, hasta que al levantar la vista encontró una mirada directa del español. Luego el joven paseó sus ojos hacia las otras dos mujeres, y de nuevo al español.
- Björn, Sasha y Elsa han llegado esta mañana a la MKL. - pareció darle pie el español.
- Querían hablar conmigo. - dijo con un tono de voz neutro, para después mirarlas a ambas con una expresión fija un tanto inquietante para quienes no estaban acostumbrados a los extraños intercambios sociales de Björn. - Hola. Espero que vuestro vuelo haya ido bien. - dijo entonces como si acabara de comprender que se había saltado una parte importante de algún extraño proceso que tenía su propio orden. - Solo dispongo del tiempo de la comida. ¿Es urgente? - era fácil que resultara rudo en su modo de hablar. Volvió a meterse una bocanada de queso con masa de patata en la boca. - Dispondré de una hora libre más a las 16.00, si la dificultad de vuestras necesidades es elevada. - sugirió como si hablara a todos los presentes, o al aire, mientras seguía devorando bocado tras bocado, pero con una suavidad inusitada, su abundante almuerzo. | |
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 21st Junio 2020, 02:40 | |
| La imagen del pulgar de Björn sobre la categoría Feeros y los escalofríos y confusión que eso me inculcó… fue un recuerdo que me inundó ahogando todas mis emociones. Su mirada siempre era tan constante como mirar al cielo en una noche cerrada. Parecía que nada de lo que ocurría a su alrededor le afectase lo más mínimo. Como si el apocalipsis pudiese llegar en cualquier momento y aun con la tierra destruida Björn fuese a quedarse ahí en medio, mirando con su gesto sombrío.
¿Cómo saludarle? Con un “hola” ¿sin más? A ver, tranquilízate… Respira hondo… Relaja las manos, que las estás apretando y se te están congelando los nudillos. Además, seguramente no se acuerde de ti. Con tanta variedad no hay motivos para recordar tu particularidad. Aunque había cosas… que no quería tener que explicar.
Pero se fué. Tal cual estaba viniendo siguió su camino. Ni un saludo, ni una mirada…Nada. Miré a Lorenzo buscando socorro con la mirada, pero su gesto me mantuvo expectante.
El alemán volvió retomando un almuerzo. Efectivamente, parecía que sus procesos eran completamente independientes de su entorno. Era una escena igualmente aplicable en un despacho, en una universidad, un comedor o una casa particular. No me lo había planteado hasta ese momento pero ¿Y si Björn tuviese parte cibernética? Dijo que era mutante pero no tenía por qué ser incompatible. O tal vez fuese un efecto secundario de su poder… me hacía pensar que tal vez padeciese de autismo. Sin embargo pude ver el gesto de Elsa de fruncir levemente los labios. Un gesto que para quien no la conociese simplemente podía ser que masticaba. Para mí era una seria traducción de que las maneras y modales británicos que corrían por sus venas estaban escandalizados por esa actitud.
-Buenas tardes Björn, me han hablado mucho de ti, es un placer conocerte. Mi nombre es Elsa Totterbrook- dijo tendiendo la mano hacia él.
Deslicé la mano bajo la mesa quitando la escarcha de mis dedos y le apreté el muslo para hacer que relajase el gesto. Di un sorbo al caldo, que empezó a humear cuando contactó con mis dedos, soltando un bar de burbujas de ebullición. Y miré al moreno cuando pareció haber terminado su ritual. -Gracias por recibirnos a pesar de ser tu hora de descanso. No es muy urgente pero es breve… creo…- Establecer contacto visual con él no era tarea fácil, lo consiguieras o no. Cuando la buscabas no te la devolvía y cuando te miraba parecía desnudar hasta tu alma y resultaba terriblemente incómoda su indiferencia y ausencia de emociones. -Cuando nos vimos por primera vez… Me señalaste Feeros en el panfleto… Yo… No sabía mi naturaleza y aun estoy descubriéndola pero… Tengo muchas preguntas. También tengo el gen X por lo que mi naturaleza sobrehumana no es solo mágica sino también genética y no sé cómo reaccionar… Además siempre se me ha entrenado como una mutante, no sé cómo asumir mi parte mágica y… Perdona, sé que ese no es tu trabajo. Sólo.. Quería saber qué puedes ver… de mi- se me secó la boca mientras pronunciaba esas palabras. Por mi mente cruzaron los últimos meses que había parecido tan lejano como un lustro. _________________ I´ve battled demons that won´t let me sleep... | |
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 14th Septiembre 2020, 03:37 | |
| Björn habría tenido dificultades para entender un gesto evidente de disgusto, de manera que el sutil ademán que había hecho Elsa con la mandíbula fue ignorado por completo. De hecho, Lorenzo también se lo perdió. Cuando la joven inglesa le tendió una mano extendida al joven que acababa de sentarse en la mesa le dirigió una mirada directa. Sus ojos color zafiro relucían de esa extraña y firme insistencia, casi como si en ese mero gesto estuviera contemplando un fenómeno capaz de causarle la mayor fascinación, y sólo después de lo que pareció una eternidad alzó una de sus manos con parsimonia, y la estrechó. Sus dedos alargados y suaves abrazaron con extremo cuidado la mano de Elsa. Todos sus gestos poseían una delicadez que tal vez suavizaba un poco los aspectos más abruptos de la personalidad del alemán.
.- El gusto es mío, Señorita Totterbrook.- su voz resultaba monótona, sobretodo en comparación con la de Lorenzo, que parecía muy cálido y transparente, pero había llevado esa entonación desde el principio de la conversación. –- Es un apellido curioso. Suelen darse más a menudo en los descendientes de las comarcas en cuestión, pero usted ha venido desde América. ¿Era originaria de la región, o su apellido es heredado?- su pregunta parecía genuina, aunque sus ojos volvieron a descender sobre el plato de ñoquis, que deglutía sin avidez, pero de forma incansable. Salvo cuando hablaba. A Björn podrían fallarle las normas sociales, pero mantenía cierto nivel de etiqueta al comer.
Después de centrarse en la comida, Sasha comenzó a explicar su petición. El español se sintió un tanto inquieto por ella. Le hubiera gustado poder ayudarla. Parecía estar pasando muchas dificultades para siquiera plantear la situación. Se movía sobre la silla como si se hubiera sentado sobre una chincheta, aunque hacía el mejor de sus esfuerzos por no empeorar un nerviosismo latente el tono de su voz lo delataba. Un matiz que de nuevo Björn pasó por alto por completo.
- Señalé Feeros porque siendo una híbrida es la doble categoría que te corresponde. - puntualizó. Luego volvió a callar.
Contrajo su rostro inexpresivo durante un instante, y luego otra vez. Depositó el tenedor sobre el plato. Sasha terminó de hablar. El alemán permanecía en la misma postura, no había levantado la vista de los ñoquis. Como si estuviera paralizado.
- Feeros... y también...- su tono de voz se había vuelto costoso, y su cabeza empezó a ceder hacia delante. La preocupación se asomó al rostro del español.
- ¿Björn? ¿Estás aquí?- preguntó mientras se levantaba de la silla. - ¡Eh, eh, eh, eh, eh!Venga, campeón.
Fue cuestión de segundos. La cabeza del hombre estuvo a punto de desplomarse sobre el plato de comida. Lorenzo lo retiró deprisa con una mano, mientras la otra sujetaba al alemán que parecía haberse quedado inconsciente.
- Tranquilas. Es narcoléptico. Le pasa a veces. - informarlas era lo primero. Era algo que podía asustar mucho si nunca lo habías visto antes. El español rodeó la mesa sujetando la cabeza de Björn, se colocó a su espalda y dejó caer la cabeza en la otra mano, sujetando al joven por la nuca. Fue cuestión de 20 o 30 segundos. Cerró la boca, que había quedado entreabierta, y parpadeó varias veces. Empezó a ganar fuerza en los miembros.
- ¿Todo bien?
- Si. Si. - esquivó la mirada de ambas mujeres, dirigiéndola de nuevo al plato. - Lo lamento mucho. Sé que no es grato de ver. - su mano se dirigió hacia el tenedor, pero lo esquivó para coger el zumo de granada. Bebió unos cuantos tragos, y dejó reposar el vaso en la mesa. - Puedo indagar más en tu naturaleza, pero para hacerlo necesito tu permiso, y también saber si quieres escuchar todo lo que tengo que decir. Hay gente que experimenta todo tipo de sensaciones desagradables, más aún cuando la verdad es algo que no quieren oír. - volvió a encontrar su rostro con el de Sasha, y parpadeó un par de veces con lentitud. - Voy a puntualizar una cuestión importante. Una característica o cualidad concreta en raras ocasiones cambia el desarrollo de la personalidad de un ser vivo. Descubrir que una parte biológica de una persona puede tener una procedencia distinta a la que imaginaba sólo aporta conocimientos, y a menudo esos conocimientos traen consigo un desarrollo personal hacia una dirección más concreta. Lejos del terreno de la moralidad, y la predisposición de un ser humano a hacer lo que hace, los paradigmas a cambiar son todos aquellos que no nos permiten explorar todo nuestro potencial, y nuestro objetivo siguiente debería ser responder a la pregunta de cómo aprovechamos la situación en beneficio propio. Puedo explicarte qué tipo de criatura eres, una hipótesis respecto a tus posibles orígenes, un análisis detallado de tus poderes, una teoría sobre sus posibles usos, su procedencia, su categoría respecto a la utilización en nuestras escalas... Sabiendo esto, y con el objetivo de que esta experiencia sea favorecedora para tu desarrollo, ¿Cuáles son los aspectos que te gustaría conocer acerca de ti? | |
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 29th Octubre 2020, 00:59 | |
| Estaba convencida de que Elsa pensaba mal de Björn desde el minuto uno. Para ella los modales y la cordialidad eran sumamente importantes, así como el civismo. También es cierto que no le había explicado mucho de él, porque yo tampoco le conocía. Esperé que el gesto cariñoso bajo la mesa fuese apoyo suficiente. La comida siguió y Bjorn, aunque brusco en convencionalidades, parecía muy calmado en el contacto. -Soy de Reino Unido realmente, pero mis padres se mudaron a Estados Unidos cuando comencé la Universidad y me llevaron con ellos-.
La respuesta del moreno era la que me esperaba. Lo obvio. Pero esperé paciente por si había una sobreexplicación. En lugar de eso, su rostro pareció estar en desacuerdo con lo que había dicho su boca. Sin embargo con el pequeño desmayo se interrumpió.
-¡OH DIOS MIO!- Elsa reaccionó a toda prisa en cuanto vio la cabeza del hombre inclinarse de más, y ya estaba de pie pasando las piernas por encima del banco para salir y acercarse a él para atenderle. Había escuchado la advertencia de Lorenzo y aun así hizo lo que su instinto vocacional le dijo que hiciera. Era muy profesional y yo no había conocido persona con mayor capacidad de reacción que ella. Cuántas cosas había salvado de la tienda por cogerlas al vuelo… -Vale, espera… - agarró su móvil poniendo la linterna y le hizo un reconocimiento rápido en cuestión de un instante. Revisó la respuesta de las pupilas, que la lengua no estaba hinchada ni de un color o textura extraños, y le tomó el pulso y comprobó la respiración poniéndole el dorso de la mano sobre el morro sin tocarle.
No había tenido muchas ocasiones de ver a Elsa siendo profesional en lo suyo y me encantaba. Su cara le cambiaba por completo. Pasaba de ser una joven risueña y encantadora a una mujer con el ceño fruncido y una concentración y precisión admirables en cualquier experto, dentro de su rango.
Tras comprobarlo todo, tomó asiento de nuevo a mi lado y esperó paciente a que despertase. -Me alucinas - ¿Por qué?- su pregunta y su gesto eran genuinose inocentes. De verdad no sabía lo genial que era. Pero justo Björn despertaba. -Ah no te preocupes, es de los desmayos más cómodos de tratar- Era una empollona de primera categoría.
Conseguimos retomar el tema. Björn tenía un alma de doble filo… su sinceridad. Yo me consideraba sincera pero eso era pura realidad sin filtros, cruda y servida para comer. -Quiero saberlo todo… Quiero saber quién soy, de dónde vengo, cuál es mi historia, el origen de mis poderes, cómo controlarlos, por qué soy lo que soy…- respiré hondo conteniendo las lágrimas y tragué saliva. -De hecho… quiero que te concentres en mis poderes solamente… De momento. Mi historia es algo que… necesito tiempo para asmiliar. Llevan ocultándomela toda la vida y no sé… qué debe ser tan horrible, pero prefiero no saberlo… aún... - Esta vez era la mano de la británica la que apretaba mi muslo con cariño. -¿Podríamos limitarnos a lo que soy… biológica y genéticamente? Todo lo posible dentro de eso.. de lo que supongo.. como especie. Accedo a que busques donde necesites… pero sólo dime lo que tenga que ver con esto….- busqué la mano de Elsa, que me entrelazó los dedos y me buscaba con fuerza y calidez.-Ah y justo antes de desmayarte has dicho “Feeros y también…”? ¿Qué querías decir?- No me había dado cuenta pero debajo de la mesa llevaba mi pierna rebotando nerviosamente un buen rato y tenía el abdomen comprimido por completo por culpa de la ansiedad. Volví a tragar. Tenía la garganta seca y empecé a notar una presión en el pecho... _________________ I´ve battled demons that won´t let me sleep... | |
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 22nd Noviembre 2020, 23:35 | |
| La respuesta fué inmediata. Cuando Björn perdió el conocimiento Elsa se levantó de inmediato e hizo un examen preliminar del estado de su compañero. Cuando la vio tan dispuesta y rápida, el español dibujó una sonrisa cálida y le dirigió una mirada cargada de gratitud.
- Eres un encanto, ¿lo sabías?- le dijo enternecido por su pronta reacción. La chica continuó el análisis hasta que Björn comenzó a recuperar el conocimiento poco a poco. Después retomaron la situación donde la habían dejado antes del episodio de narcolepsia.
Lorenzo escuchó con atención la conversación dispuesto a intervenir si Björn se pasaba de la raya. El mutante no era mala persona, de verdad que no. Sólo mostraba una cantidad ingente de limitaciones a la hora de tratar con los demás. Que estuviera siendo capaz de mantener una conversación con cierta calma durante el almuerzo con más de dos personas, siendo una de ellas desconocida para él ya le parecía todo un logro. Cualquiera habría podido darse cuenta de que el tema del que estaban hablando era algo delicado para Sasha, que le causaba gran turbación y la hacía sentir expuesta. Cualquiera salvo alguien que tenía dificultades para entender los escenarios, el lenguaje corporal, y otro sin fin de gestos y matices en los tonos a la hora de hablar que permitían al resto comprender mensajes subtérfugos que nada tenían que ver con las palabras que se estuvieran pronunciando en el momento. Björn solía tomarlo todo a lo literal. No sólo las bromas le pasaban desapercibidas, los sarcasmos, los intentos de seducción, los dobles sentidos y en ocasiones hasta las burlas tampoco parecían afectarle pero eso era porque no solía comprenderlos como lo que eran.
En cierto modo era injusto. Él no tenía la culpa de comprender el mundo de otra manera, pero la realidad era que necesitaba supervisión a la hora de tratar con los demás. Sobretodo si eran personas externas, por que por muy ciertos que fueran sus estamentos o muy sinceras sus observaciones, la realidad es que para tratar con personas la verdad no siempre es lo más aconsejable. Quienes le conocían ya estaban acostumbrados a su modo de ser aunque esto generara roces como el que solía tener con Saqr. Aquellos que no le consideraban brusco, difícil de trato e incluso maleducado. Se preguntaba qué tipo de impresión habría dejado en las dos encantadoras mujeres que iban a pasar un tiempo con ellos. Con un poco de suerte llegarían a ver en el mutante algo bueno, como ellos lo habían hecho tras un tiempo.
- Mapa genético y biológico. - convino fijando su mirada penetrante en Sasha. - Si quieres la respuesta de manera privada debes darme consentimiento para transmitir en tu mente. - le aclaró antes de volver a dirigir su mano delgada hacia el tenedor. - También Midas. Es lo que nos comunicaste el día que visitamos la mansión, aunque es probable que haya un cambio de categoría en función de los datos que recabe cuando realice un examen en profundidad.
Había cosas que la mutante prefería dejar para más adelante y no la culpaba. El español también tenía sus propias incógnitas al enterarse de que la joven era una híbrida, y quería saber de qué con exactitud. Tal vez pudieran ayudarla, tal y como habían hecho con otros casos excepcionales como el suyo. Aunque él tenía suficiente delicadeza como para no abordar el tema de un modo invasivo. Björn pinchó otro par de ñoquis y se los metió en la boca, masticando con suavidad. Fijó su mirada de nuevo en el plato y continuó comiendo con una extraña avidez parsimoniosa. Lorenzo comprendió de pronto lo que iba a pasar. Lo mejor que podía hacer era tomar el relevo y dar un poco de charla a las mujeres mientras él llevaba a cabo las tareas en el orden lógico en el que solía. Sabía que no empezaría el análisis hasta que hubiera acabado de comer.
- Elsa, te has dado mucha prisa. ¿Trabajas o estudias algo relacionado con la sanidad? Te ha salido de un modo muy natural. - sugirió, iniciando una conversación que se mantendría más frugal durante la comida.
Trató de buscar la mirada de Sasha transmitiéndole comprensión. De manera muda le pidió paciencia realizando un sutil gesto hacia Björn, concentrado de pleno en su comida hipercalórica. Que suerte tenía el cabrón. En cuestión de unos minutos había acabado con su almuerzo. Se levantó y cogió otros dos Strudles que también se comió con calma. Parecía imposible que alguien tan delgado y desgarbado pudiera pasarse el día comiendo de ese modo. No podía envidiar más su metabolismo, aunque en el fondo sabía que tenía grandes desventajas... pero los putos strudles olían de muerte. Al terminar de comer, se secó la boca con la servilleta, la dejó sobre el plato y retiró la bandeja a un lateral de la mesa.
Su rostro se levantó hacia Sasha y sin previo aviso sus iris comenzaron a dilatarse hasta cubrir la superficie de todo su ojo, convirtiéndolos en dos inmensos pozos negros. La gente entrenada sabía qué sensación se percibía cuando alguien intenta adentrarse en tu mente pero para la gran mayoría era casi imperceptible. Una vez entrenado se podía percibir las sutilezas o la violencia con que se efectuaba un contacto telepático. Cualquiera habría pensado que Björn sería tan intrusivo e incisivo como sus interacciones, sin embargo para la mayoría era muy distinto. Los contactos mente-mente del mutante eran tan sutiles como si pasara de puntillas tal vez porque su conexión no era tan completa como alguien que sabía interactuar en dos direcciones.
El rostro inexpresivo de Björn se mantuvo así durante al menos treinta segundos, luego realizó un pequeño tic en los ojos, y frunció el ceño con suavidad. Pasó asó un par de minutos, antes de que sus ojos se volvieran normales de nuevo. Pestañeó un par de veces y acto seguido comenzó a informar a Sasha del modo que la mutante le hubiera pedido.
- El resultado del análisis de tu naturaleza denota trazas de genética humana mutagénica combinada con una entidad sobrenatural, en este caso y por las comparativas disponibles debe tratarse de un ser de origen asgardiano. Los asgardianos proceden del reino llamado Asgard. Su genética es compatible con la humana a pesar de que en términos fisiológicos se considera superior en capacidades e inclinación a la magia. También son compatibles con la de otras criaturas existentes en lo que ellos llaman "los nueve reinos". Catalogan así nueve mundos distintos entre los que se encuentra también la tierra a lo que ellos llaman "Midgard". Teniendo en cuenta que también posees un Gen X desarrollado y activo, la hipótesis mas probable de tu procedencia comprende la interacción de una mujer humana portadora de dicho gen con un hombre Asgardiano puro, dando como resultado una hibridación de ascendencia asgardiana y mutante. Tienes una alta probabilidad de ser capaz de sobre desarrollar con entrenamiento las limitaciones humanas respecto a cualidades físicas como la fuerza, la resistencia, la agilidad y la velocidad. Tu gen mutante permite la modificación de la temperatura por transmisión. Así mismo tu magia Asgardiana está preparada para la utilización de la congelación en rango de criogénesis. - su boca se cerró entonces con la misma presteza con la que se había abierto pronunciado aquel complejo diagnóstico. El mutante no apartó sus ojos de Sasha, expectante de las posibles preguntas que pudieran surgir a la mutante. Estaba tan dispuesto a contestarlas como lo había estado de realizar ese ejercicio. | |
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Ficha de Personaje Alias: Celsit Nombre real: Sasha Triger Universo: Marvel
| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 2nd Diciembre 2020, 17:50 | |
| No hacía falta conocerme demasiado para darse cuenta de mis nervios, mi indecisión y mi incomodidad con toda la situación. Sólo quería que todo pasase… llegar, instalarme… Despejar la cabeza de todo lo nuevo, de lo que era mi vida ahora… Dejar de pensar en todo, en Plana, en las cartas, el peligro… Necesitaba ese punto de no retorno para dejar de pensar de una maldita vez en la mierda que me había ahogado desde hacía meses.
- Eres un encanto, ¿lo sabías?- Uy, la jodimos. Miré a Elsa con una sonrisa inocente y algo de piedad para observar cómo en cuestión de segundos se sonrojaba hasta la raíz del pelo platino y desviaba la mirada. Pero no fue hasta después del examen y recuperar su sitio, que se permitió los nervios que le hicieron acabarse toda su agua de una bocanada.-No es nada… Es lo que debe hacerse- le costaba mantener y empezar el contacto visual con Lorenzo. No estaba acostumbrada a los piropos en absoluto y mucho menos viniendo de un hombre tan guapo y atento. Ella además sólo tenía experiencias con mujeres y nuestra manera de abordarnos es… bueno. Diferente. Frunció el ceño, concentrándose en sus palabras -Pe...Pero gracias- y sonrió mirándole un par de segundos.
Mientras tanto, yo luchaba internamente para mantenerle la mirada a Björn. Me incomodaba. Joder si me incomodaba. Es que esos ojos parecían poder leerte el puto carné de identidad de tu infancia. Tragué con la boca seca tras su primera conclusión. -Ah… sí.. pero de manera temporal- aclaré ante la sensación de vulnerabilidad -Osea, hasta que acabes de contarme o termine el… examen- notaba cómo necesitaba beber con urgencia pero no quería que nada me distrajese del proceso. No necesitaba nada que no fuese al alemán en ese instante.
Pero él siguió comiendo con calma. Esperé paciente. Una pinchada, otra pinchada. Que se limpiase con la puta servilleta. Otra pinchada. CADA PUTO GNOCCI ERA UN LUSTRO. Así que al final decidí distraerme bebiendo agua y jugando con los pliegues del plástico hasta que Lorenzo habló GRACIAS A LOS DIOSES. Cualquier cosa para no pensar en que el moreno se estaba tomando su tiempo. Era… peculiar el hermano de Sieglinde.
-¡Hmmn!- contestó asintiendo con la cabeza y llevándose la palma de la mano a la boca para indicarnos que estaba masticando. Una vez tragó, dio un sorbo de té helado y nos sonrió. -Perdón. ¡Si! Estoy haciendo una carrera doble de medicina y genética. Muchas de las asignaturas puedo convalidarlas así que no me consume demasiado. ¡Este año, si todo va bien presento mis trabajos de fin de grado!- Se le iluminaba la cara cuando hablaba de su especialidad. El año que viene entraría como residente y con sus notas seguro que la cogían en cualquier lado. ¿Cómo se puede vivir así? Durmiendo bien, comiendo sano, con matrícula de honor EN DOS CARRERAS… ¿Cómo funcionaba la vida?
Sin ser consciente permití que el miedo a lo que Björn podía encontrar dentro se apoderó de mí y permanecí mirando mis pulgares sobre mi regazo, cabizbaja y con una expresión de tristeza de la que ni siquiera era consciente. Cuando el moreno se levantó a por más comida me sentó como si directamente se estuviese riendo de mí. Alcé la vista y me encontré con los ojos oliva que me intentaron aliviar como con una punción la presión de la espera. Le devolví una sonrisa no muy bien fingida y seguí esperando, intentando concentrarme en el tono alegre de Elsa.
Pero entonces al fin terminó de comer. Quise haberme preparado, que me avisase… algo. Sin embargo sus ojos se dilataron y abrí la boca para decirle que esperase un instante, pero no llegué a decir nada. Esperé observando ese vacío que parecían dos inmensos pozos cristalinos y oscuros… Elsa me cogió la mano de nuevo y apoyó la otra en mi muslo. Le había comentado cientos de veces lo poco que me gustaba que entrasen en mi mente, y otra decena el miedo que me daba este momento. No quería enfrentarme a ello, no quería acoger a nadie en mi cabeza… y aun así, lo intenté.
Me quedé inmóvil según fui escuchando sus palabras. Asintiendo cuando concluía una frase con información que yo ya conocía. Sí… semi asgardiana. El Yggdrasil, si… Padre asgardiano y madre portadora...ahá…
Espera. ¿Si entreno puedo tener aún más capacidades físicas que las que me otorga ser mutante de por si…? Fruncí el ceño. La respiración se aceleró bajo la chupa de cuero. -Espera.. osea… - confundida, rompí el contacto visual con él, observé a la mesa, a Elsa y a Lorenzo un instante. -¿Habilidades físicas aún más superiores a las mutantes…? ¿Y a qué te refieres con… criogénesis? Me he congelado alguna vez pero me ha parecido entender por el matiz de tus palabras que… Mis poderes hacia el frío no están limitados a mi tacto?- ladeé la cabeza mirando a Björn, esperando una respuesta, controlando la presión que me ahogaba el pecho y estaba empezando a hacerme jadear.
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| | | Lorenzo Borgia Omega Universe
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| Tema: Re: [Lunes, 19 de Marzo de 2019] Refugees Welcome (Lorenzo de Borgia) 4th Diciembre 2020, 18:15 | |
| [FDP: Post hecho con Sasha Trigger]
Lorenzo siempre había encontrado encantador el sonrojo. Era una reacción que siempre la hacía sentir adulado. Difícil de conseguir en algunos casos pero que siempre le daba una belleza especial al rostro de una mujer. Así que cuando contempló a la joven inglesa ponerse como un tomate él le dirigió una sonrisa cálida, antes de dejarla continuar.
Sabía que para Sasha aquello debía ser desesperante. La espera, sobretodo en un tema que era de vital importancia para uno, nunca era algo fácil de digerir. Lo era aún menos cuando la persona que podía resolverlo te mantenía a la espera mientras comía o hacía cualquier otra cosa que para ti era irrelevante. La americana mostró una paciencia que se le antojó digna de mención. Para esas alturas de interacción Björn ya solía haberse llevado algún sarcasmo desapercibido del que además habría dado una explicación tan obvia que habría resultado una burla para la persona que se lo había lanzado. Sieglinde haría bien en explicarles a las recién llegadas las peculiaridades de su hermano. Con la ausencia de tacto que le caracterizaba el mutante comenzó el análisis. Sasha no parecía sorprendida por sus palabras, lo cual le resultó impresionante. O bien tenía algún conocimiento previo de la situación o una cara de póker que para él la quisiera. Al final de su diagnóstico si pareció haber alguna reacción.
Lorenzo no pudo evitar que su sonrisa se ampliara poco a poco y sus ojos oliva se llenaran de un resplandor emocionado. ¡Sasha podía hacer magia de congelación! Así que con un poco de suerte podría tener la oportunidad de trabajar con ella en ese aspecto.
- ¿¡Así que puede hacer magia?!- exclamó levantándose un poco sobre la mesa mirando a la híbrida sin poder contenerse en una reacción visceral, que lamentó un segundo después. Tal vez la mujer no estaba cómoda con la idea y él acababa de arruinar un momento personal con su entusiasmo. Volvió a sentarse, recuperando la calma, o intentándolo lo mejor que pudo.
Mil ideas se le encendieron en la mente como un espectáculo de fuegos artificiales. ¡Se le ocurrían tantas cosas que le gustaría probar y entender! La magia Asgardiana era un misterio en muchos aspectos y ella podría echarle una mano. BJörn le miró con esa mirada fija que casi le hacía parecer un ser inanimado, y aunque no era esa su intención, el español comprendió en ese momento lo inapropiado de la situación, negando con la cabeza. Luego su rostro pálido y ojeroso se dirigió de nuevo a Sasha.
- Podría darse el caso. Los Asgardianos alcanzan límites fuera de la escala humana o mutante dentro de una catalogación general, a menos que los compares con sujetos cuya mutación cause una alteración a nivel fisiológico interno esencial que permita competir en factores de fuerza, resistencia o velocidad con los Asgardianos. Por mi análisis preliminar, tu caso no se ajusta a esos parámetros. Con un entrenamiento oportuno podrías desarrollar más tu potencial físico. - resolvió. En ese momento escuchó de nuevo las palabras de Sasha y un pequeño brillo interesado le hizo inclinarse con una levedad casi inapreciable hacia delante. Un movimiento que no pasaba desapercibido para quienes conocieran a Björn. - Se trata de disciplinas que comparten en esencia su composición en el resultado de la congelación, pero cuyo uso no podría ser mas diferente a términos de uso. Tu poder mutante te permite la modificación de la temperatura al contacto. Se trata de una alteración que tiene diversos indicadores y a menudo está relacionada con factores dependientes de la física. Respecto a la magia los limitadores de dicha disciplina no suelen estar claros hasta que no entra en juego los procesos que se llevan a cabo durante su manifestación. Si se trata de una magia faérica, esencial, productiva o artificial, cada una varía tanto sus aplicaciones como sus factores de uso. - volvió a aguardar silencio.
Lorenzo carraspeó, al darse cuenta de que Björn no tenía intención de simplificar su explicación.
- Se refiere a que dependiendo del tipo de magia que poseas, sus efectos podrían variar. Por mi experiencia puedo decirte que lo más probable es que tu magia sea productiva, aunque no puedo asegurarlo al cien por cien. Eso quiere decir que no la necesitas, como tal, para existir, pero la produces tu sin ayuda de terceros. - se detuvo un momento para pensar. - Cosas como un grimorio, un trato con alguna criatura sobrenatural, una serie de hechizos o elementos por el estilo. Tu magia la creas tu. Así que es muy probable que tenga cualidades expansivas. - le dijo sonriendo de una manera más comedida. - ¿Nunca has probado a hacer o hecho nada a distancia? ¿Aunque fuera accidental? - así es como solían empezar muchas de las manifestaciones más comunes.
-Entiendo... - miraba dubitativa los reflejos de la mesa como si en el patrón de la madera fuese a encontrar una respuesta útil a sus dudas. Escuchó la segunda parte con suma atención, clavándose el borde de la mesa en el abdomen. Elsa no separaba la mirada de su amiga.
La voz de Lorenzo consoló el gesto de Sasha- Si, claro... Pero nunca pude. No hasta que me reencontré con... - la imagen de su hermana humedeció los ojos de la híbrida- Bueno. Hasta que tuve mi primer contacto con alguien de Asgard. Era como si una parte de mí hubiese despertado. Como...
Elsa interrumpió.
- Como cuando vas al fisioterapeuta. Que tienes bloqueado algo que tú habías normalizado y súbitamente te abre un mundo nuevo, sin bastón, sin esa molestia o pudiendo hacer cosas que antes no podías.
- Exacto! Si! - apretó los ojos para que las lágrimas no se le cayeran. - Osea... Que... Tengo que averiguar qué tipo de magia... Tengo... ¿Y eso cómo se hace? - Intentaba bloquear todos sus pensamientos y sus dudas, la ansiedad y las ganas de llorar manteniéndose ocupada. Siguiente fase, y cuando eso se responda, la siguiente, la siguiente... Una más...
Para sorpresa de los presentes, Björn asintió con sutileza al escuchar la analogía de Elsa.
- Aunque no me agrada en exceso el uso de metáforas a la hora de desarrollar explicaciones me gustaría recalcar que la analogía ha sido muy eficiente. - Lorenzo le miro alzando una ceja y luego a Elsa, impresionado. No había mucha gente a la que acostumbrara a hacer cumplidos. Claro que la chica había utilizado algo relacionado con la medicina en cierto modo y eso siempre llamaba la atención del mutante.
- Uy, hay tantas maneras como magos en el mundo, pero que eso no te asuste. Hay muchos recursos disponibles. - Lorenzo se inclino y tendió una mano a Sasha, dejando a la joven la decisión de estrecharla si quería. - Me encantaría ofrecerme como tutor para tu entrenamiento, si quieres darme la oportunidad. - le sugirió.
Sabia que supondría mas trabajo y que era probable que tuviera que sacar el tiempo en sus ratos libres pero jamas se habría permitido perder una oportunidad como aquella. Para Sasha había sido un shock y quería poder ayudarla, como había hecho con tantos otros antes, no solo a dejar de repudiar esa parte de si misma sino a llegar a amarla.
Era posible. Aunque ahora no lo viera así.
Elsa le dedica una sonrisa amable
- Me alegra haber sido de utilidad- remató sin esperar respuesta, volviendo a dar un sorbo a su largo té.
Sasha, por su parte, agarró la mano de Lorenzo antes de que el español pudiese terminar de hablar. - ¡SI! Si... Por favor... - Sus ojos delataban el miedo y la desesperación absoluta de su situación. No estaba para fingir que todo iba bien y menos ante lo que iba a ser su nuevo hogar. - Necesito... Un poco de ayuda y... Sobretodo control - le soltó la mano y le enseñó la otra, que hasta entonces había permanecido oculta bajo la mesa. Tenía los dedos escarchados. - Desde que despertó esta parte de mi... Y con los... Eventos traumáticos... Ha empeorado mucho mi control sobre el frío y el hielo... - sus ojos no dejaban de estar húmedos en ningún momento.
- No te preocupes. Todos aquí han pasado por esto. Algunos siguen, de hecho. Lo que importa es que siempre hay una manera. - le tranquilizó Lorenzo dándole un suave apretón y dirigiéndole una suave sonrisa. - Vas a explorar un montón de posibilidades. ¡Va a ser genial! Quién sabe. Podrías tener capacidad de crear ráfagas, nieve, niebla... ¡Va a ser emocionante! - intentó transmitirle algo de su entusiasmo.
Contempló a Björn que ahora miraba fijamente hacia Elsa.
- Creo que será de tu interés visitar nuestro laboratorio. Como futura genetista es posible que te interesen nuestros estudios relativos al gen X, sus variaciones genómicas, transmisión y activación. Nuestras publicaciones de medicina se consideran las más completas y novedosas en ese campo. - le informó con tono neutro de nuevo.
Lorenzo pudo darse cuenta de que el mutante sentía cierto interés en Elsa, algo que no ocurría a menudo. Sin embargo parecía que ella estaba interesada en algo que siempre había fascinado a Björn. La medicina.
- ¡Ah! Es cierto, Elsa. Björn es Doctor en Medicina. Se graduó Honoris Causa. ¡Seguro que hay algo que pueda enseñarte por aquí que sea de interés. - sus ojos volvieron a Sasha. No pudo evitar atraer la mano de ella hacia sus labios dándole un suave beso en los nudillos para dejarla ir después- Las cosas van a mejorar. Ya lo verás. - lo dijo con tal seguridad que parecía imposible dudar de su palabra.
De verdad lo creía así... | |
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