[Minievento WWD] Cuervo de Sangre - The Darkening (Savage, Bart) [12/04/2019]

Era un día como otro cualquiera de abril, y nada en la manera radiante en la que había amanecido el día hacía presagiar los funestos acontecimientos que se desarrollarían por la tarde. El reloj de la base acababa de marcar las tres y todo estaba tranquilo. Era, literalmente, la calma antes de la tempestad.

Tempestad que estalló repentinamente en el exterior al mismo tiempo que una pequeña explosión de humo y azufre se materializaba en una de las habitaciones de las plantas superiores ocultas bajo la montaña, como si la una fuera precursora de la otra, o, quizás, consecuencia...

Se trataba de la antigua habitación de la émpata conocida como Raven, habitación que la azariana había abandonado meses atrás y que ahora yacía tan oscura, muerta y silenciosa como su propia dueña. Porque la mujer que avanzaba por ella con total familiaridad poco o nada tenía que ver con su antigua usuaria...

- Ah... querida y dulce Raven... Así que aquí era donde vivías... -musitó, pasando una mano de uñas como garras por la superficie de la cama, perfectamente hecha. La habitación entera estaba impecable a pesar del tiempo que llevaba desocupada, con todo en su lugar, en un orden impoluto y atemporal. La mujer se acercó hasta el armario para observar los diferentes vestidos y túnicas, todos con un marcado corte que recordaba a la ropa típica hindú, larga hasta los tobillos y sin mostrar o insinuar absolutamente nada. Dejó escapar un bufido de burla-. Pobre muchacha engañada... Esa bruja, Azar, te enseñó desde tu nacimiento a negar lo que era tuyo por derecho. Estabas destinada a ser la hija del demonio, pero, temiendo lo que eras, te obligó a ser humana, sólo que forzándote a reprimir y rechazar precisamente todo lo que significaba ser humana. Tus pasiones, tus deseos... -sacando uno de aquellos poco favorecedores vestidos del armario, lo destrozó con una de sus garras-. Oh, cómo sufriste por la locura de Azar... Pero gracias a mí, ese sufrimiento ha llegado a su fin. Ahora yo tomaré todo cuanto debió ser tuyo, hermana... Todo cuanto se te negó.

Un ruido proveniente de una de las habitaciones adyacentes la hizo prestar atención. Música. Había alguien en la habitación de Superboy.

- ¿A quién tenemos aquí? -ronroneó, arrojando al suelo la prenda desgarrada y pasándose la lengua por los labios con anticipación-. Estoy deseosa de empezar la caza...

Lenta y silenciosamente salió de la habitación de Raven y comenzó a desplazarse por el pasillo, sus garras dejando una marca longitudinal en la pintura. No tenía prisa... quería saborear cada momento de aquello que durante años se le había negado...

Oh, iba a ser una tarde magnífica.

No bien Superboy hubo terminado de hablar, un poderoso rayo de energía impactó sobre él, quemando dolorosamente su carne y proyectándolo por los aires hacia la pared. Aquél rayo habría bastado para desintegrar a un humano normal; a Superboy simplemente le dejó en el suelo, aturdido, dolorido y confuso, con la ropa parcialmente calcinada y humeante.

- ¿Cómo que quién soy? -se indignó la recién llegada con un matiz de burla en la voz-. ¿Acaso has olvidado a la pobre, dulce, inocente y tímida Raven? Me decepcionas, Conner -afirmó avanzando a paso seguro hacia él para sujetarle por el pelo y obligarle a echar la cabeza hacia atrás-. Realmente creía que habíamos congeniado.

El ataque inicial había sido rápido e inesperado, y Warlock no había podido hacer nada para impedirlo. En cuanto comprendió que se encontraban ante una enemiga que había sido capaz de dejar fuera de combate a Superboy se dispuso a cubrir a su amigo con su esencia y ser su armadura, mas descubrió que no podía acercarse; Raven había proyectado su ser-alma en torno al superchico y ella, y ésta los cubría a modo de escudo, impidiendo que nada ni nadie pudiera penetrarla si ella no lo deseaba.

- Mantente al margen, criatura. No estoy interesada en ti.

La semidemonio no podía estar segura de las características biológicas del alienígena, pero su apariencia robótica sugería que no sería un receptáculo válido para las semillas de su padre, que requerían de una base orgánica. Había pocos metahumanos capaces de albergar la esencia demoníaca de sus hermanos y hermanas entre los Titanes; Dick, Artemis y Damian no servían por ser humanos, a Wally se lo había prometido a Thawne como pago por su colaboración en el ataque, y a Garfield ya le tenía, así que sólo le quedaban Conner, Dolphin y Bart, pero de los tres era el superchico el que más le interesaba porque los hijos de Trigón asesinados habían perdido sus propios cuerpos hacía mucho, y el único poder que obtenían era el del receptáculo que poseían. Conner era, con diferencia, el Titán más poderoso de la base, y, por eso, sería una contribución más que valiosa a sus filas si conseguía hacerse con él.

- ¿Recuerdas cuando Raven vino a despedirse de vosotros hace menos de dos semanas? -siseó, clavando sus aceradas garras en la garganta del kriptoniano. La semidemonio conservaba los recuerdos de todas las vivencias que su "hermana" había experimentado a lo largo de la vida, sólo que los vivía de manera distorsionada, bajo su propio y retorcido prisma perverso, al igual que las emociones que le suscitaban-. La invasión demoníaca se aproximaba y ella estaba perdiendo la batalla contra la influencia de su padre, Trigón. Aquella despedida no fue otra cosa que una llamada desesperada de auxilio, y ninguno de vosotros, que os hacíais llamar amigos suyos, fue capaz de verlo -expresó, con indignación y odio en la voz. Después de todo, había formado parte de ella, pues constituía la mitad de su alma. Todo lo que afectaba a Raven la afectaba a ella, aunque fuese de manera diferente-. Dime, Conner... En éstas dos semanas, ¿alguno de vosotros fue capaz de ir a buscarla para ofrecerle su ayuda? ¿Alguien se preocupó por lo que pudiera estar pasándole mientras descendía poco a poco en una espiral de locura? ¿Sabías que el Hermano Sangre la encontró y se la entregó al Joker para que se divirtiera con ella? ¿Y mientras tanto qué estabas haciendo tú, Conner? ¿Retozar con tu amiguito alienígena?

Una sonrisa maliciosa se perfiló en sus labios y sus ojos, completamente dorados y sin pupila, se fijaron en el adolescente mientras se relamía paladeando el dolor emocional que sus palabras estarían produciendo en el muchacho. La semidemonio se alimentaba de almas, pero las emociones poderosas e intensas la nutrían, causándole placer, y algo le decía que estaba a punto de disfrutar de lo lindo con el drama que se estaba gestando...

La semidemonio no había esperado que el kriptoniano fuera capaz de superar su control empático; al parecer, había infravalorado su capacidad para la ira. Lástima que no pudiera decirse lo mismo de su inteligencia.

¡DONDE ESTA RAVEN! ¡QUE HABEIS HECHO CON ELLA!

- Aún no lo entiendes, ¿verdad? -bufó, apoyándose en la pared mientras se limpiaba con el guante la sangre del rostro-. Yo soy Raven. O lo que queda de ella, al menos. ¡Y los únicos responsables sois vosotros!

Una brutal descarga eléctrica azotó al dúo formado por Conner y Warlock haciendo que el alienígena se desprendiera del cuerpo del superhéroe. Acto seguido, una fuerza invisible los mantuvo a ambos totalmente inmovilizados e incapaces de defenderse, flotando en el aire a escasos metros de la demonio, que se dedicó a observarlos con curiosidad.

- Así que era eso... ¿qué os pasa a todos? -inquirió ladeando la cabeza con genuino estupor-. ¿Es que no hay uno sólo de vosotros que no esté enamorado? Primero, Garfield y su estúpidos sentimientos hacia Raven, después Blood, y ahora... ¿esto? En serio, ¿cuál es vuestro problema? Aunque bueno, tengo que admitir que, en éste caso, las posibilidades que plantea son muy interesantes... -dijo, y su boca se curvó en una sonrisita maliciosa al mirar a los dos amigos.

Sin vacilar, cubrió la distancia que la separaba del inmovilizado Conner y le arrancó lo que quedaba de la camiseta, en cuyo frontal ennegrecido por el rayo aún se distinguía el logo de Supermán.

- ¿Qué te parece? Llevas toda la vida deseando ser como él... ¿Qué se siente al descubrir que no estás a la altura? -acercándose más, pasó sus afiladas garras por el torso del muchacho, recreándose en el contorno de sus músculos-. Has fallado... una y otra vez... Y lo seguirás haciendo, Conner. Nunca conseguirás que te acepte como a un igual, y lo sabes. Ni siquiera has conseguido aún liberar el máximo potencial de éste cuerpo tan magnífico que tienes... Pero no te preocupes... la tía Raven puede ayudarte con eso. No tengas miedo... -dijo mientras le pasaba los brazos por detrás del cuello y pegaba su cuerpo por completo al del superchico, elevando lentamente la pierna derecha por detrás suyo para reforzar el contacto-. No voy a hacerte daño. Al contrario... -sus labios, de un rojo carnoso e intenso, estaban cada vez más próximos a los suyos, y su mirada encerraba una sugerente promesa, haciendo que Superboy se olvidara por completo de la presencia de Warlock-. Voy a liberarte, Conner... Liberar tu verdadero ser. Bésame y sentirás el poder, el auténtico poder... Ése que siempre has anhelado tener... El poder de un Dios... Podrás hacer todo cuanto siempre has soñado... Tener a quien tú quieras... Empezando por... mí...

Al fin, sus labios se fusionaron y un estallido de luz pareció recorrer el cuerpo de Conner, sacudiéndole y haciéndole estremecer por completo.

Inicialmente había fracasado porque había acompañado de amenazas su habilidad empática, por eso ahora había cambiado de estrategia; Dicen que se atrapan más moscas con miel, y lo cierto era que la seducción nunca le había fallado cuando la acompañaba de su poder para manipular las emociones ajenas. Habría sido divertido tomar a Conner en contra de su voluntad, pero el superchico había demostrado ser poderoso y no quería volver a arriesgarse.

Además... aún quedaba Warlock para atormentar.

Se tomó su tiempo con Conner, saboreando aún sus labios incluso mientras el alma de su hermano tomaba posesión de su cuerpo, incrementando empáticamente sus sensaciones de placer para hacerle disfrutar y que resultara obvio para Warlock que lo hacía.

Cuando la transformación se hubiera completado le ordenaría a Conner que lo matara.

Eso sería, sencillamente, perfecto...

- Hermano -sonrió ella tendiéndole la mano cuando se acercaba-. Es bueno volver a ver reunida a la familia.

A ella la ropa no le preocupaba demasiado, podía vestir con harapos si hacía falta, pero su hermano era la encarnación del pecado de la Envidia.

- Nos aseguraremos de que tengas ropas acordes a tu posición -asintió.

Su recién despertado hermano comenzó a alejarse por el pasillo, olvidándose al parecer del chico robot que había tenido el placer de acompañarles. Raven no lo entendía; cualquier enemigo vivo era una potencial amenaza, como Warlock no tardó en demostrar cuando empezó a mutar y cambiar de forma.

- Arg -dijo, poniendo los ojos en blanco-. Qué típico. Tu novio te pone los cuernos pero la pagas con la chica. ¿Sabes que eso es extremadamente machista? -se burló, haciendo una broma que posiblemente el alienígena no pillaría.

El cañón disparó su carga mortal, pero lo único que atravesó fue el humo sulfuroso que quedaba siempre que la semidemonio se teletransportaba, abriendo un boquete en la pared. Raven reapareció detrás de Conner, amparada por su musculosa y ancha figura. Lo había conseguido: Superboy era suyo, y, con él, todo el poder del clon de Superman. Con el alienígena a su lado, nada ni nadie se les resistiría.

- Mátalo, hermano -ordenó, con una sonrisa cruel en los labios-. Y tráeme prisioneros a todos los metahumanos que encuentres. Hagamos que el reinado de nuestro padre comience en Happy Harbor.

Y, dando media vuelta, se alejó por el pasillo hasta desaparecer.

El joven frente a ellos se presentó y Bart sonrió amigablemente.- A veces las grandes amistades comienzan con un intento de asesinato. - Comentó de forma simpática.  Bart abrió los ojos sorprendido ante la explicación de Shawn sobre lo que era esa sustancia rojiza. - ¡Oh interesante!- El castaño volvió a agitar la botella y mirar al klyntar.

Luego llegaron las explicaciones sobre por qué les había atacado. Mientras que Shawn hablaba, Dolphin se hizo cargo de curar las heridas del muchacho. Desde el principio de la explicación algo captó su atención.  ¿Raven? Un nombre muy poco común. ¿Se estaba refiriendo a su morena amiga? Trigón, el padre de Raven era el octavo demonio. El mundo estaba sufriendo un ataque demoníaco. Todo encajaba. ¿Cómo no se había dado cuenta antes? Se quería tirar de los pelos por ser tan idiota. Todo había comenzado en Gothan, la azariana se había mudado allí hacía unos meses. Se decía que las historias siempre se repiten. Kid Flash le tenía que dar totalmente la razón a aquel dicho.

Todo lo que estaba narrando Shawn era perfectamente creíble desde la perspectiva del velocista. Al repasar sus recuerdos supo que algo similar había acontecido en su universo con la hija de Trigón. Se dió cuenta de que todo era tan cierto como devastador. Bart conocía toda la historia de Raven; tanto sus aventuras y desventuras con los anteriores Teen Titans y los Titans. Había leído todo de los apuntes de Cassie, cuando se perdió la explicación de su mentora Kori. No era la primera  vez que Raven caía presa del la influencia de su padre, se dejaba arrastrar de su lado demoníaco y atacaba despiadadamente a sus amigos. Un escalofrío  le recorrió  y tembló. Recordó las paras escritas por Wondergirl:




Eso significaba que había que acabar con el cuerpo de su amiga. Pero el velocista se negaba a creer que la única opción  de liberar a Raven del alma demoníaca  era destruir su cuerpo. Porque en ese contexto tenía muy claro que destruir un cuerpo significaba matar el cuerpo de Raven. Realmente, no tenía el conocimiento suficiente en esoterismo para determinar si una persona puede seguir viviendo sin un cuerpo donde alojar el alma. Anteriormente, Raven había sobrevivido a la destrucción de su cuerpo pero ella estuvo perdida y sola durante el tiempo que se quedó sin cuerpo. Bart no creía que fuera un experiencia nada grata. Entonces, si destruían su cuerpo, ¿podían crearle un nuevo para que la joven no tuviera una existencia puramente espiritual? Tenía muchas preguntas y ninguna respuesta. Quiso ponerse en contacto con su primo, aunque su relación era tirante y no se conocían demasiado bien el uno al otro, aún le quedaba ese tendencia a pedir su consejo y su ayuda cuando se encontraba en problemas serios. Intentó usar su conexión de ambos con la Speedforce para comunicarse con el otro velocista pero no sirvió. Bart no tenía ni idea si era porque ambos no provenían del mismo universo, porque sus poderes no tenían el mismo alcance en Omega o si su primo se encontraba en alguna situación en la que era imposible contactar. Le entraron unas inmensas ganas de llorar y de que alguien le abrazase fuerte y le dijera que todo iba a salir bien. Porque él no podía terminar con el cuerpo de la morena. No quería producir ningún daño a ninguno de sus amigos.

El corazón de Bart se resquebrajaba. Todo le estaba saliendo del revés. Desde que hizo su aparición en el nuevo universo no hacía más que perder y perder. En omega no se encontraban ni sus amigos ni sus parientes ni nadie recordaba a Bart Allen.  Los lazos que se empezaban a formar y la nueva familia que está creando se estaban empezando a romper. En la partida contra el destino en los  dados del velocista habían salido dos unos, los ojos de la serpiente, y se había quedado sin nada. La banca había ganado y le había dejado completamente arruinado. Omega, ¿donde estaba esa nueva oportunidad y esperanza que todo el mundo propugnaba tras la confluencia de los mundo? Su ánimo, vitalidad y esperanza habían decaído. El castaño era muy expresivo y todo su pesar se reflejaba en su rostro.

Las palabras escritas en el aire por la atlante le tranquilizaron. Ella era positiva y se hizo recordar que siempre había que seguir luchando, quizá aún estaban a tiempo. Dolphin era valiente y no se dejaba amedrentar por dura que fuera la situación.  Bart dejó atrás su estado de ánimo pesimista y se dispuso a hacer lo que le había dicho su amiga. El castaño intentó sonreír.

- Lo llevaré al laboratorio.- Comentó ante lo dicho por Dolphin. El klyntar debía ser dejado en un lugar seguro y el castaño creía que esa era una de las zonas más seguras de la base.  Bart fue hasta la sala de reuniones de equipo, que estaba en la habitación de al lado. Allí bajó las escaleras a todo correr y entró en el laboratorio. En uno de los grandes armarios que tenía el lugar dejó la botella que contenía a Savage.

No tardó mucho y al volver la peliblanca le mandó ir a por algo de ropa para su “invitado”. Pero no tuvo tiempo de ir a su cuarto a buscar algo con lo que vestir a Shawn. Un fuerte estruendo se escuchó justo cuando iba a ponerse en camino. Parecía provenir de la zona de las habitaciones. En aquel lugar del santuario secreto estaban Conner y Warlock. El menor de los Allen se preocupó por el bienestar de sus amigos. La Raven demoníaca podría estar intentando cazarles como había hecho con Shawn. Ellos dos tenían las características que la hija de Trigon buscaba para sus subordinados infernales.

Bart se dirigió al lugar del alboroto. Fue a la misma velocidad de Dolphin. Si había algo tenebroso y oscuro era mejor que se enfrentasen a ello juntos. Al llegar a las habitaciones, el velocista observó cómo había grandes destrozos. En medio de tanta destrucción se encontraban los dos varones por los que se había preocupado al escuchar el ensordecedor ruido. Su mirada se paseó de Conner a Warlock una y otra vez buscando respuestas a la situación. Tan solo con ver a Conner Kent  a lo ojos supo que no era él. Conocía cada gesto y cada acción del híbrido Kriptoniano. Algo le estaba dominando. Bart conocía especialmente bien a Superboy, se fijaba siempre en cada uno de sus gestos.  Porque siempre le  estaba mirando y analizando. Quería conocer cada detalle de esa versión de Conner para volver a entablar la relación de amistad tan estrecha que tenía con el joven  de su mundo. Él y Tim eran sus mejores amigos y deseaba fervientemente recuperarlos.  

-¿Kon? - Le llamó  con su último resquicio de esperanza. Deseaba estar leyendo todos los indicadores mal y estar errado. Nunca había deseado con más fuerza no tener la razón. La mirada rojiza y encendida de Conner, el ceño fruncido muestra de enfado, una sonrisa prepotente y dura en su rostro.  Kon estaba fuera de sí. Controlado o poseído por Raven seguramente.Ya se había topado con una versión con lavado de cerebro de su amigo. ¿A él también  tendrían que destruirle? En su rostro se perfiló tanto la duda como la tristeza y la angustia. No. Negó frenéticamente con la cabeza. Siempre había una salida. Siempre había esperanza. Por más oscura y tenebrosa que fuera la noche el amanecer siempre llegaba y el sol salía. No podía dejarse invadir por el negativismo. Iban a salvar a sus amigos. No tenía ni idea de cómo. Porque estaba seguro que la Speedforce no servía para expulsar demonios. Lo que pensaba es que si dejaban al anfitrión inconsciente seguramente el demonio no podía hacer nada. Y sabía algunas maneras de dejar inconsciente a un Super.  - Dolphin, Warlock ¿Alguno sabe de exorcismos? Porque yo no tengo ninguna experiencia.  ¿De esas cosas se encarga el Vaticano? -

El de ojos dorados corrió y saltó hasta un punto de la pared de la habitación. Usó ese apoyo en el muro para con su poder impulsarse y saltar, quedando subido sobre Conner. Las piernas del velocista colgaban sobre la cintura del superchico y con una mano el castaño quedaba alrededor del cuello del moreno. Había usado muchas veces esa técnica para inmovilizar al moreno en su universo.


- ¿Debería recitarle todos los pasajes de la biblia judeo-cristiana a hipervelocidad  por si los demonios son vulnerables a textos sagrados como narran las películas?-

Si la Biblia no funcionaba con los demonios, ¿que era lo que sí funcionaba?¿En las páginas amarillas está el número de exorcistas o hay que llamar directamente al Vaticano? Quizá después de dejar paralizado al poseído, tendrían que llamar a algún héroe con contactos en esos mundos.



Comentó desdeñosamente  y con malicia el Conner poseído. Su intención era minar el estado de ánimo del actual Kid Flash. Sonrió inocente y  cándidamente. Al castaño no le importaba mucho que la gente le insultara o se metiera con su persona. Realmente le daba igual lo que pensara un demonio que había poseído a Conner. El confiaba en aquel superchico que le había brindado su apoyo y su afecto aunque no fuera su guapo y esbelto amigo de Kansas. Ese Conner de Omega que le había dicho que era su Kid Flash y que esperarían a que estuviera preparado. Nunca iba a poder recuperar a su Kon, pero había encontrado otro Kon que estaba dispuesto a hacerle un sitio en su vida. Le había dicho era importante y que aquel sitio era su hogar. Le había apoyado y protegido, incluso se había metido en los embrollos familiares de los velocistas para intentar mejorar las relaciones entre los dos primos. Esas cosas son las que Bart calificaba de cosas que hacen los amigos. No creía que Conner estuviera mintiendo porque si en algo se parecían todos los Conners Kents del Universo es que eran brutal y cruelmente sinceros.

- Las velocistas y los Supers son amigos naturales. Flash y Superman, Kid Flash y Superboy, Supergirl y Jessy Quick … Kon y yo somos amigos en todos los multiversos. Puede que mi versión en su mundo fuera un psicópata.- Thadeus Thawne había asimilado al Bart del universo del que provenía Conner. Dejando claramente patente que el Bart de Tierra-16, y el Bart de Omega no eran la misma persona ni lo serían nunca. Se encogió de hombros aunque el menor de los velocistas fuera muy abierto y aceptase ser amigo de pseudocriminales y personas con tendencia a la psicopatía, Conner no era tan tolerante como él en ningún universo conocido y por conocer.

- Pero él  y yo nos encontramos y hermanamos siempre porque ese es nuestro devenir. Más de mil universos no pueden estar equivocados o ¿sí? Si un experimento se replica una y otra vez con los mismos resultados eso le da validez científica y en mi familia creemos en la ciencia. - Esperaba que Barry y Wally se sintieran orgullosos de esa afirmación suya.

- Así que Kon y yo seremos amigos en todos y cada uno de los multiversos. Hasta nuestros clones son amigos y nuestras versiones malvadas también son amigos. - No se dejó amilanar por aquel demonio. Después de mucho tiempo el joven Allen empezaba a recuperar su personalidad optimista y despreocupada. Tras un periodo de asimilar la pérdida y comprender que el mundo que tenía nunca iba a regresar, estaba empezando a construirse un futuro en aquella indómita tierra. Era  como una Dorothy atrapada en Oz para siempre y que no podía desandar el camino recorrido.  No le estaba convenciendo pero sí les estaba descentrando. Porque al cuarto flash no se le daba muy bien lo de focalizar y cualquier elemento de distracción podía cargarse completamente su nivel de atención, aunque estuvieran en una situación complicadamente comprometida.

El velocista puso cara de total incomprensión. - Nunca porque madurar es de frutas.-  El demonio ya le estaba liando con frases del lenguaje que tenían un sentido figurado comparando las edades humanas al tiempo de maduración de una fruta y que él a veces no llegaba a captar muy bien.  - ¿Te estás refiriendo quizá al concepto de desarrollo evolutivo? Tengo un desarrollo adecuado a mi edad según los estándares de la psicología y pedagogía evolutivas. - Bart Allen recordaba todo aquello que le llegaba a través de los cinco sentidos. Tenía en su cabeza una multitud de datos, fechas y conocimientos de toda índole. Ya que, se había leído hasta el último libro de la biblioteca pública de San Francisco.- Si estás en el cuerpo de Kon, ¿qué edad tienes la edad de Kon o la tu demoníaca presencia? Porque Conner y yo tenemos tanto la misma edad física como existencial, así que si me llamas renacuajo¿no te lo estas llamando a tí mismo?-

No tenía muy claro por qué estaba respondiendo a ese ente que tenía poseído a su amigo. Se estaba descentrando y dejando llevar un poco por la situación. Pero es que era una falta de educación si alguien te preguntaba y no le contestabas.



- Numéricamente somos más personas, tenemos diversidad de poderes, conocemos las formas de dejar inconsciente a Conner, … - empezó a enumerar.- no sabemos nada de demonios … - Eso quizá era una pega.- pero yo creo que tenemos una alta probabilidad de pararte y esperar a que llegue un demonólogo a prestarnos ayuda. -


El Kon poseído como que estaba presumiendo mucho de su capacidad de volar. Le pareció un tanto engreído al velocista.  No obstante, Bart no soltó su agarre.  El demonio empezó a pegarse contra la pared para librarse de él. Al velocista le dolían esos embistes pero los aguantó y puso más fuerza y presión a su agarre. No iba a caer, no le iba a soltar. El Allen su aferró con más fuerza al cuello y al tronco del kryptoniano con sus cuatro extremidades.



- Ya  morí una vez. No es muy divertido. Aunque el funeral fue emotivo y hermoso porque grabé un video con un mensaje bonito, diciéndole a la gente que les quería y que hay que tener esperanza. - Comentó con cierto pesar. Aquello le hacía sentirse un poco mal.  Su estado de ánimo decaía un poco. Era algo que aún  le costaba asimilar pero esa era su familia, sus amigos y ahora estaban en peligro. No podía permitirse tener un crisis, no podía derrumbarse. “Estado mental positivo. Todo va a salir bien. Como siempre, siempre superamos estas crisis. Eres fuerte, eres valiente, eres importante.” Se repitió una y otra vez miles de veces por milisegundo. Con el fin de romper tanto la negatividad como el estado depresivo.  - La verdad es que si me gustaría pasar más tiempo con mi madre  pero está en el futuro.- dijo totalmente serio. - No estás leyendo bien la mente de Conner¿no?-

Conner se movía por los aires de un lado a otro intentando deshacerse tanto de Bart como de Warlock. el velocista se agarraba fuertemente a Superboy intentando aguantar las sacudidas como hacían los vaqueros en rodeos al montar a un toro salvaje.

Perdonarme chicos… yo no quiero haceros daño, huir de mi ahora que he recuperado el control de mi…pero no creo que dure mucho tiempo…por favor escapar…o matarme ahora que soy consciente de mis actos. No permitáis que cause más dolor…

-¿Y como te has conseguido librar del demonio? -El poseído le ignoró. Cosa que hizo saltar las alarmas en Bart.

Lo siento mucho, si no me hubiera dejado manipular…ahora no estaríamos así…pero no sé cuánto más tiempo poder contener al demonio… así que acabar conmigo.

- Es que no suena muy creíble. He estado presente con controles mentales y personas poseídas  y no se libran por arte de magia en un instante. El cuerpo de Raven fue sacrificado para librarse de la infernal posesión, siendo ella alguien que entiende de estos temas no pudo lograrlo, ¿cómo lo has conseguido si ella no pudo?  ¿De verdad eres Kon? Damos alguna prueba.-

Bart… no hay tiempo para esto…pero si no hay más remedio para que me creas…te diré algo en la oreja que solo tú y yo sabemos… ven…


Todo estaba en contra del demonio para que en velocista se creyera su treta. Sin embargo, los grandes ojos castaños refulgieron con ese brillo dorado de esperanza y fe. Con esa genuina inocencia que tenía el menor de los Allen, con esa bondad que le hacía siempre creer en los demás y mostrar siempre un actitud comprensiva y amable a cualquier persona, aunque tuviera un pasado turbio. Pero ese no era su amigo. El demonio estaba jugando con el alma bondadosa y esperanzada del adolescente. Se aprovechó de la ingenuidad del joven y le dió un tremendo cabezazo que le dejó inconsciente. El velocista cayó como un peso muerto al suelo. Retumbó el impacto de su cuerpo contra el suelo. estuvo alrededor de cinco minutos tirado en el suelo. Su cuerpo estaba recuperándose de las lesiones de una forma vertiginosa.

Se levantó sintiendo naúseas y  con un dolor de cabeza. Después de estar aturdido y que su cuerpo se regenerase a la velocidad con la que impacta un rayo, siempre se encontraba durante unos momentos mareado y con un fuerte migraña.  Conner Kent sabía, al menos el de la tierra de Bart, que el menor de los velocistas después de despertar de un golpe en la cabeza se ponía de un mal humor increíble. Cosa que no solía pasar en ninguna otra situación, ya que el joven era muy alegre y nunca se solía enfadar.

- Los formas de machacar a Conner son: la kriptonita, la electricidad, la crionización, el control mental, la magia … - aún sentía como esa sensación de bajada de energía, hormigueo en su cabeza y deshidratación que deja una fuerte resaca- Shawn- dijo mirando al joven que tenía delante- ¿Donde está Dolphin?- No la veía por el cuarto y estaba un tanto preocupado por su bienestar. ¿Y si se había creído los embustes del falso Conner? Porque este le había enredado y no la había podido decir que los Titans eran su familia, que nunca iba a sentirse sola y desamparada de nuevo porque siempre podría contar con ellos. A veces la vida y las obligaciones te mantienen un poco alejado. Pero Roy, Wally y Dick (que eran prácticamente los más distantes en aquella época) siempre acudían si alguno de ellos los necesitaba.  Que todo iba a salir bien, que traerían a Conner y Raven de vuelta.

- Antes has preguntado por algún arsenal - Con esta palabra al velocista le vino a la mente el arquero, porque ese era su nombre en clave en Omega.- En las taquillas, en la número cincuenta y seis hay un carcaj las fechas trucadas.- La novia de su primo era ¿arquera?¿Tenía Artemis flechas trucadas? Era aprendiz o ayudante de Green Arrow o  algo así ¿no? No lo tenía muy claro, en su universo esa mujer no existía y en Omega la había ignorado desde el minuto uno. Bueno … que Shawn buscase el carcaj de Roy.- Los demás no usamos ningún tipo de arma. Pero registra por las taquillas que igual hay algo que nos pueda servir. Creo que cada uno tiene su llave pero … eres de Gotham y los chicos de Gotham suelen tener una capacidad por saber abrir candados y apropiarse de lo ajeno, cual pícaros ¿no? Porque esa ciudad te prepara para la vida dura. Todos los Robins que conozco saben.- No se había percatado si Damián había hecho en al base otro nido de murciélago. - Warlock, una descarga bioeléctrica- gritó al recordar cómo este se había transformado su cuerpo y la postura en la que estaba sobre el Superchico le recordaba a una manta eléctrica. El ser tecno-orgánico le recordaba un poco a Cyborg y Cyborg podía generar descargas bioeléctricas. Así que el actual Kid Flash conjeturó que Warlock también poseía esa cualidad.- 1.21 jigovatios - No sabía que esa unidad de medida de potencia de la película Regreso al futuro no era real ni era cómo se medía la potencia eléctrica.

- La Sala de comunicaciones está en la última planta en la dirección opuesta a las taquillas, que se encuentran en la planta baja. Si conoces a alguien que se encargue de poner en vereda a fuerzas místicas llamale.-

El poderoso impulso de Conner llevó a Warlock hacia arriba, llevándose consigo roca y hormigón y derribando de paso varias estanterías repletas de libros de la biblioteca que se encontraba en la planta superior en su loco ascenso. Tras atravesar de la misma forma el techo del hangar y el de la sala de comunicaciones, Warlock se transformó en una masa alquitranada de color dorado que se escurrió hacia abajo, resbalando por el cuerpo del kriptoniano hasta desprenderse y volver a adoptar su forma equipado con dos propulsores que le proyectaron velozmente de nuevo al encuentro de su enemigo, armado con un poderoso puño que se abatió sobre el que otrora había sido su amigo.

El poderoso golpe no hizo sino incrementar la potencia de la inercia del vuelo de Superboy, provocando que se estrellara contra la parte superior de la montaña, abriendo un boquete con su resistente cuerpo hacia el exterior, donde destellaban los truenos y los relámpagos sobre un cielo que se había teñido del color del fuego y la sangre.

Una lluvia de cascotes, trozos metálicos de armazón, roca y libros se desplomaron sobre Shawn y Bart, que aún permanecían en la zona de las habitaciones y, que si miraban hacia arriba, podrían distinguir la sucesión de agujeros practicados en las respectivas plantas hasta llegar al infierno que se desarrollaba en el exterior.

Bart aún seguía aturdido después del brutal golpe que le había dado Conner, y ante Shawn se abrían dos opciones: o subir corriendo por las escaleras hasta la sala de comunicaciones o seguir a Dolphin a través de la sala de reuniones para llegar a las escaleras que le llevarían hasta donde se encontraban las taquillas, justo al lado del gimnasio.

La atlante ya se le había adelantado y estaba cerca de llegar al laboratorio, pero no encontraría nada allí que le pudiera servir para derrotar a Superboy, aunque sí que pudo escuchar un gran jaleo procedente del gimnasio, al otro lado de las duchas. Sabía que Dick y Damian debían estar allí entrenando, pero aquella no era la clase de sonidos que habría esperado escuchar...

Shawn le sostuvo durante el breve momento en el que parecía que iba a desmayarse de nuevo. A su cuerpo le estaba costando un poco readaptarse. Mientras su cuerpo trataba de estabilizarse, porque la miró hacia el arriba, al boquete por el que se acababan de ir Warlock y Conner. ¿Tenía que haber mandado un corriente de aire para desestabilizar el vuelo primerizo de Superboy? Quizá aquello hubiera sido lo mejor pero no quería poner en peligro a Warlock. No tenía mucha idea de cuánto podía aguantar el tecnoorgánico y siempre prefería evitar poner en peligro a los demás. Sin embargo, al no haber realizado su ataque había dejado al alien en una situación bastante complicada. Él ya había experimentado lo peligrosos y difíciles que pueden resultar los supers tanto poseídos como cabreados como psicóticos.

- Eres de Gotham y los chicos de Gotham suelen tener una capacidad por saber abrir candados y apropiarse de lo ajeno, cual pícaros ¿no? Porque esa ciudad te prepara para la vida dura. Todos los Robins que conozco saben.-

- No, me salté ese campamento.- comentó con buen talante Shawn.

En realidad no hacía falta forzar las cerraduras de los lockers, ya que, todos los miembros del equipo sabían el número genérico que abría todas las taquillas. Pero el velocista con saliendo de su estado de aturdimiento no se dió cuenta de aquello, hasta que hubo recobrado más el conocimiento.

Shawn le confirmó que Dolphin se encontraba a salvo y eso le alivió. Como la atlante  se había  ido apresuradamente  y no le había  dado explicaciones al chico de Gotham, este no le supo concretar a Bart a donde había  ido su amiga. El velocista se imaginó  que la mujer había ido  buscar ayuda o a advertir a los otros titans  del ataque de Raven o a buscar algún tipo de arma para frenar a Conner Kent. Los chicos no tenían muy en claro dónde podría encontrarse en aquel momento la peliblanca.

Bart se dió cuenta de algo repasando sus últimos pensamientos. Pulsó su anillo y de forma inmediata su traje salió. El velocista accedió a su comunicador y con él llamó a un titán en concreto.

-Hola, hola- dijo la simpática y melódica voz de Mega. La voz de la fémina al otro lado de la línea era aterciopelada con el calor de una sonrisa en un día de verano.

- Hiiiiiiiiiii- Respondió Bart amigablemente.- Oye Meg-

-Dime, Bart - se escucharon unos preocupantes ruidos de fondo. La línea hace ligeras interferencias.

- ¿Estás ocupada?-

Bart, un poquito. Unas bestias extrañas están atacando  el pueblo. ¿vienes a ayudar?-

-Pues ... - Su amiga etapa realizando una labor de ayuda a los habitantes  de Happy Habor y el velocista  no quiso alarmarla. - Voy en un rato es que estoy algo liado.-

- Date prisa, hace bastante  calor aquí. Escupen fuego estas criaturas.-

- Ten cuidado con el fuego. Nos vemos luego. Cuando esto termine, podemos ir a tomar un helado - dijo con optimismo.

Después de aquel contacto se sintió un poco mal por haber pensado en pedirle a Meg que usase sus poderes de control mental para retener a EvilSuperboy. La marcia era su amiga y Bart sabía los problemas que tenía ella con romper su código moral. Los marcianos blancos tenían una agresividad natural que M'gann M'orzz sólo sabía controlar aferrándose a un estricto código ético. Una de sus máximas  existencias era no entrar en mentes ajenas sin el previo consentimiento. Porque esa intrusión podría desencadenar sus  impulsos de dominación naturales.   También sabía del miedo que tenía ella de ceder a los instintos de su especie y hacer posible su futuro como Martian Manhunter. La joven se esforzaba por usar al mínimo o no usar sus poderes de control mental para  no ceder ante su naturaleza marciana. No quería convertirse en alguien que sentía que no era. El velocista sintió como si al hacerle esa petición la estuviera forzando a caer en la oscuridad.

Ese día el castaño había gastado grandes cantidades de energía. Tanto a la hora de pelear con el simbionte poseído como a la hora de intentar frenar a su poseido amigo.  Por ello, su hipersanación estaba tardando más de la cuenta. Había permanecido más tiempo aturdido y mareado de lo que solía en una situación normal. Sus reservas habían decaído y necesitaba alimento para poder encontrarse en condiciones óptimas. Sabía que de un momento a otro si no lograba comer, no podría seguir usando la Speedforce. No obstante, el peleaba hasta las últimas consecuencias. Su estabilidad no importaba si la vida de personas, y en especial de sus familiares y amigos corría peligro. Tenían que actuar raudos, bueno eso lo tenían resuelto, él era uno de los velocistas más rápidos del universo DC. Luego fijó sus ojos dorados en Shawn, se había quedado atrás esperando su recuperación y se lo agradecía. Bart le sonrió.  Muy pocas veces alguien se había preocupado de cómo se encontraba. Cuando eres un Speedster y tu metabolismo acelerado hace que puedas soportarlo y recuperarte de casi todo en un santiamén las personas cercanas asumen que siempre vas a estar bien. Pero aunque puedas resistirlo no significa que el golpe o las heridas no duelan.  

Sin el simbionte era una persona corriente y eso le limitaba un poco a la hora de poder pelearse con aquellos dos colosales titanes. Pero el muchacho no quería irse a casa y Bart sabía lo mal que sentaba que te dejasen de lado por no considerarte un oponente lo suficientemente hábil y digno. Para el Kid Flash actual resultaba obvio que lo primero que necesitaban hacer era conseguirle un arma a su acompañante.

Estaban en las habitaciones en su camino para llegar a las taquillas, que se encontraban en la planta de abajo  que daba de paso la cocina. Serías bueno coger algunos alimentos para reponer las fuerzas. Pensó que eso es lo que haría alguien que tuviera una visión en plan líder. No era muy bueno desenvolviéndose sin alguien que le diera unas directrices de cómo actuar. La vida práctica era un lío, claramente se le daban mejor los ambientes virtuales y la teoría. Bart se encaminó a la cocina para aprovisionarse de alimentos. Shawn le siguió y observó como el velocista ingería alimentos a gran velocidad. La ingesta masiva de comida recargaba con nuevas fuerzas su organismo. Recargadas las pilas el velocista tomó a Shawn del brazo y le arrastró con él a un punto de la sala de reuniones. Bart pensó un momento y los reubicó un poco más adelante y a la izquierda. El velocista se abrazó al otro joven y comentó a vibrar, transmitiendo al otro también la vibración. El castaño hizo que los cuerpos de ambos vibrasen a una velocidad capaz de atravesar el suelo. Bajaron una planta, se encontraban en las duchas y el velocista hizo que bajaran otra planta más. Tras atravesar el suelo de dos pisos llegaron a la planta baja, en concreto a la habitación donde estaban las taquillas. Kid Flash usó la Speedforce para meter el código en todos los casilleros y estos se abrieron instantáneamente. El equipo era visiblemente más reducido de lo que fue en épocas anteriores y en otros mundos. Por lo que muchos de los armarios estaban vacíos.

Cuando  arribaron en la habitación en la que se encontraban las taquillas, Shawn le indicó que todavía se encontraba en paños menores, algo que el castaño había pasado por alto. Bart abrió su propia taquilla en busca de algo de ropa que prestarle al otro muchacho. En lo primero que se fijó al abrir el armario fue en su skate. ¿Hacía cuánto tiempo que no había salido a patinar ?Después de quedarse contemplativo unos segundos, sacó unos pantalones para que Shawn.  Eran de Skateboarding en un tono alegre  azul marino. Porque era una de las pasiones del velocista y tenía mucha ropa de ese estilo. También le sacó un par de playeras. No había ninguna camiseta en su taquilla, por lo que decidió abrir la de su primo a ver si había más suerte. Wally y él eran los que más se ajustaban a la talla de Shawn. Intentó de nuevo contactar con el mayor a través de la Speedforce y no obtuvo respuesta. Se sintió desconcertado. ¿Con todo lo que estaba pasando estaría el mayor en apuros? Se preguntó.

En la taquilla del mayor encontró una camiseta básica gris. Le sorprendió que Wallace fuera capaz de tener una prenda de ropa tan sosa en su taquilla. En la taquilla de Megan sólo había cosas corrientes: ropa, libros, maquillaje, revistas, y un largo etc de cosas normales sin ninguna utilidad para la batalla. Lo mismo ocurría con los atlantes Garth y Kaldur; no había nada interesante en sus casilleros.

De la taquilla de Roy sacó una funda larga y negra. La abrió y encontró un set de lanzamiento de cuchillos. - Wow esto mola.- lanzó uno a la pared y se quedó allí incrustado. - No nos sirve para nada porque para atravesar la piel de Conner se necesita una navaja de kriptonita o una dureza diamante y esto no la tiene. Pero es cool, a ver si Roy nos deja practicar con ellos un día de estos.-

Un fuerte ruido en la habitación contigua le devolvió a la realidad. Se había distraído un instante. Le costaba mucho mantener la atención y más cuando el frente de batalla se encontraba lejos. Además, en la taquilla del pelirrojo había muchos distractores. Intentó evocar la voz de Jay diciendo: céntrate, hijo. Estaban en un situación crítica y no podía perder la atención. Rápidamente metió la funda con los cuchillos otra vez dentro del locker. Siguió sacando cosas, esta vez de forma más rauda e intentando tomar lo que les fuera de utilidad. - Esto como que no sirve.- Era un prototipo de arma que aún no estaba ni terminado ni tenía ningún funcionamiento. Por fin, encontró el carcaj de arquero. El velocista diseminó las fechas por el suelo para poder apreciarlas mejor. Fue haciendo separándolas en grupos a toda velocidad. -Estas son las de pegamento, estas las explosivas, estas tienen electricidad, estas las de hielo, estas creo que hacen fuego … Teniendo del arquero lo que quería se fue a inspeccionar otra de las taquillas.

Mientras Shawn se vestía, abrió el armario perteneciente a Richard Grayson. Sacó un batabarang de la taquilla de Dick. Se quedó un segundo admirando. Los pupilos del murciélago nunca le dejaban enredar con sus cosas y esa podía ser su oportunidad. Estaba otra vez cayendo en la descentración. Cerró los ojos unos instantes tratando de ser más fuerte que sus impulsos de distracción. - Los útiles de Batman molan cantidad. Pero yo no les veo más función que el de cuchillas. Entonces los batabarang no nos sirven contra Kon.- comentó mientras seguía registrando la taquilla de Nightwing en busca de otro tipo de armas que pudieran utilizar. Bienaventurados sean todos los Robins que en cualquier situación eran una eterna ayuda. Encontró algo en la taquilla de Dick que les podía ser de mucha ayuda;  una granada sónica. Los kriptonianos eran muy sensibles a los sonidos fuertes, les generaban más malestar que a los humanos.

Una vez que el chico de Gotham estuvo vestido, revisaron juntos las taquillas. De la de Artemis confiscaron básicamente las mismas flechas que le había usurpado al pelirrojo.

- Esto es muy bonito.- Dijo sacando de la taquilla de Dolphin unas piedrecitas  de colores verdosos, ambarinos y marrones. Eran las joyas inversas conocidas como vidrio de playa o lágrimas de sirena. Esas hermosas gemas se producían por la acción del mar sobre trozos de vidrio. Algunas de esas piezas habían permanecido en el mar  cientos de años; pues provenían de antiguos barcos que habían naufragado y arrojado  sus botellas de vidrio al mar.  Empezó a jugar un poco con las joyas y cosas curiosas que tenía la peliblanca en su armario. El castaño, cual urraca, se dejaba deslumbrar un poco por los objetos brillantes.

Un carraspeo por parte de Shawn le indicó que se había debajo llevar por el atolondramiento. Aunque él era rápido y estaba saqueando con gran velocidad, no había tiempo para dejarse llevar por la distracción. La base se estaba viniendo a abajo, sus compañeros estaban en apuros y el pueblo se encontraba asediado por demonios. Además, él tenía muchas cosas que hacer: rescatar a Conner e ir a ayudar a Megan. Intentó focalizarse y marcarse unas directrices concisas y claras para no perder el hilo del pensamiento: salvar a Kon y ayudar Meg. Viendo que la muchacha no contaba con ningún tipo de arma, cerró la taquilla. Cómo disponían de un abundante arsenal para inmovilizar al superboy, decidieron emprender el camino.

Sin embargo, antes de que pudieran emprender la persecución de kriptoniano, escucharon más estruendo en la sala de entrenamiento. Habitualmente no hacían tanto jaleo. Sumado a la algarabía que habían oído anteriormente era un poco preocupante. Nunca había tanto tumulto en esa sala. Para entrenamientos más ruidosos o que pudieran destrozar algo siempre salían al exterior. El velocista trasladó su preocupación a Shawn y se dirigieron al lugar donde se originó el alboroto.