[Minievento WWD] Cuervo de Sangre - The Final Change (Dick, Damian, Dolphin) [12/04/2019]

Había dormido alrededor de unas 5 horas cuando me desperté en mi antiguo cuarto de la mansión Wayne. Aquellos días llevaba un ritmo de vida más ajetreado de lo normal. Ahora el pequeño Damian formaba parte de mis nuevas responsabilidades, y con la desaparición de Bruce, alguien tenía que cuidar también de Gotham.

Confiaba en que Steph, Tim y Jason sabían lo que se hacían, por lo que la ciudad estaría protegida mientras Batman no diera señales de vida. Me sentía más tranquilo ahora que había ganado cierta confianza en ellos… y sobretodo sabiendo que Oráculo nunca despegaba sus ojos de las calles de Gotham. Podíamos hacerlo. Podíamos seguir así hasta que se nos ocurriera algo mejor en el caso de que el murciélago no volviera nunca más.

Bajé a la cocina y busqué en la nevera algo para llevarme a la boca. Un vaso de leche y un improvisado sándwich de pavo fueron mi desayuno. Subí las escaleras hasta la habitación donde dormía Damian y piqué a la puerta. Al no obtener respuesta la abrí sin más y vi la cama hecha con la ventana abierta. Las cortinas se movían grácilmente con la brisa matutina.

— El señorito Damian se ha marchado temprano.— respondió Pennyworth detrás de mí como un reloj. Tenía la guardia baja, así que pegué un pequeño bote al notar su presencia.

—Buenos días, Alfred...— saludé con una sonrisa y me llevé una mano a la nuca, sintiéndome todavía adormecido. Aquel chavalín se había tomado el entrenamiento muy en serio, así que no debía hacerle esperar.

Tras tomar una ducha caliente, me vestí con el traje de Nightwing y me subí a la Wing-Cycle hasta llegar a la base de la Young Justice. Como era de esperar, Damian ya estaba preparándose en el gimnasio.

—Buenos días, Dam...— En cuanto me vio, el pequeño se abalanzó sobre mí con todas sus fuerzas sin dejarme siquiera saludarle. —Menudas energías tienes hoy por la mañana… —comenté divertido, intentando esquivar los rápidos golpes del chaval. Era muy ágil y escurridizo, y a pesar de su cuerpo enclenque, sus puños contenían mucha fuerza.

Continuamos con el entrenamiento un buen rato hasta que el sistema de seguridad dio un aviso de llegada. A aquellas horas de la mañana esperaba que fuera Víctor con sus tareas sobre el mantenimiento del ordenador y la base de datos.

“Reconocido Beast Boy B19”

Aquello me sorprendió. Hacía mucho tiempo que no veía a Gar y me alegraba de que viniera a hacernos una visita. Que contento se iba a poner Cyborg cuando le viera. Desde que la nueva Raven estaba en el equipo, el chico bestia se había comportado de una manera muy rara y siempre se le veía deprimido. Estaba muy preocupado por él, pero sabía que no podía hacer nada para mejorar su estado. Nadie podría devolverle a su Raven, así que el chico debía aprender a vivir con la pérdida y despedirse definitivamente del amor de su vida.

Al escuchar la voz de mi amigo, me di la vuelta esperando encontrarme al divertido y jovial Garfield apoyado en el marco de la puerta del gimnasio. Pero mi rostro se desencajó ante el nuevo aspecto de Beast Boy. Por un momento lo confundí con nuestro antiguo enemigo “La Gárgola”, quién más de una vez había puesto a los Titanes unos contra otros. Pero el inconfundible tono verdoso de la piel de la criatura y la confirmación del código de la base me habían llevado a una única conclusión. Aquel sujeto era el verdadero Garfield Logan. Entonces… ¿Qué demonios le había ocurrido?

Tenía que admitir que al menos no había perdido su sentido del humor, pero en cuanto la broma terminó, Gar-Gola se abalanzó sobre nosotros con las fauces bien abiertas. Sus afiladas zarpas destrozaron el saco de boxeo que tenía a mis espaldas y lo dejó hecho trizas. Genial, ese podría haber sido yo si no me hubiera apartado a tiempo.

En cuanto me giré, Garfield había ido a por mi compañero y noté que el cuerpo de Damian vacilaba ante la sorpresa. Mierda, la gárgola era demasiado rápida para él. Saqué un Wing-Ding del contenedor de mi guante izquierdo y se lo lancé a la cabeza de la feroz bestia. En el momento en que tomó contacto con su verdosa piel, se le enganchó en la frente y empezó a extraer su gas lacrimógeno. Esperaba que aquello fuera suficiente para distraerlo un instante.

Calculé la trayectoria de Robin y salté hacia él hasta sostener su cuerpo contra el mío desde atrás para que el choque no le rompiera ningún hueso. El golpe de Logan había sido tan fuerte que nos proyectó a ambos hasta la otra punta de la habitación.

—Maldita sea...—protesté, mientras me levantaba sin perder de vista al objetivo. —No luches a matar.—advertí a Damian. Conocía muy bien sus habilidades mortales, y me sentía con el deber de recordarle que la Young Justice no era la Liga de Asesinos de su madre.— Esa criatura es el verdadero Beast Boy, asi que necesito que me ayudes a incapacitarlo…

Entonces saqué del compartimento derecho de mi guante una pistola aturdidora y se la entregué a Robin.

—Yo entretendré a la Gárgola para que se esté quieta. Tu haz un buen tiro. —expliqué—La pistola tiene una carga eléctrica de 100.000 voltios, así que ten cuidado de no darme a mi. —le coloqué la mano en el hombro y le miré a los ojos—Confío en ti, Damian.

Dicho esto, cogí carrerilla hasta abalanzarme sobre Garfield mientras desenfundaba los palos de Escrima que había atados a mi espalda.

—Mierda.— me encontraba en pleno salto cuando el gas lacrimógeno que había lanzado contra Garfield desapareció más rápido de lo que había calculado. Probablemente su nueva estructura corporal tuviera algo que ver.

Estaba a punto de golpear su cabezota con mis sticks cuando la bestia se giró rápidamente y me

golpeó de forma brutal con una de sus alas. En el momento del impacto sentí un ruido sordo, y caí al suelo sintiendo como si por un instante, mi corazón hubiera dejado de latir. No me esperaba un ataque con tanta potencia, aquella nueva forma de Logan tenía una fuerza desmesurada y me había dejado aturdido durante unos segundos. Momento suficiente para que Gar-Gola me inmovilizara contra el suelo con su enorme zarpa. Aquello tampoco me lo esperaba, y menos que fuera tan inteligente como para colocar en mi torso una pesa metálica del gimnasio que hacía de conductora de la electricidad.

—Ungh… —mascullé, la presión estaba dificultando mi respiración.— ¡Garfield! ¿Qué te ha pasado? ¡Vuelve en ti! ¡Somos tus amigos!— protesté, resistiéndome como pude. Pero mientras Beast Boy siguiera encima de mí, apenas podría moverme.

Escuche la absurda palabrería de Logan, y de cómo intentaba tentar a mi compañero como si le conociera de toda la vida. Pero nadie conocía a Damian Wayne mejor que yo. O eso quería creer.

Maldita sea, me sentía un estúpido inútil atrapado ahí debajo, poniendo en riesgo la vida de mi compañero. ¿Qué demonios me pasaba? Me sentía cansado, aturdido, y eso que hoy había conseguido dormir al menos 5 horas.

La contestación del pequeñajo provocó que esbozara una sonrisa divertida mientras pensaba en cómo afrontar la situación. Típico de Damian, hacerse el duro en momentos como este. Pero gracias a ese valioso tiempo de palabrería, se me ocurrió algo que hacer...

—Tienes razón Gar… pero te equivocas en algo… — susurré, y con los dedos de mi mano izquierda activé la protección de seguridad de mi traje desde el guante —este Kevlar aísla la electricidad…

De pronto, el traje de Nightwing realizó una descarga eléctrica en el pie de Gar-Gola y yo aproveché para apartar rápidamente la pesa que descansaba sobre mi pecho y realizar una pequeña voltereta hacia un lado para alejarme de la monstruosa criatura.

Hubiese sido un idiota si no hubiera reforzado mi traje con un aislante al fuego y de electricidad, dado que mis armas funcionaban normalmente con esas características. Los Eskrima sticks, por ejemplo, también tenían la punta reforzada para hacer ataques eléctricos. Normalmente no pasaba nada, pero… ¿Y si algún día usaban mis armas contra mí? ¿O si por casualidad me daba con mis propios sticks? Sería un fracaso total, sin duda.

Además, había instalado un sistema de seguridad en el traje que se activaba cuando alguien tocaba mi equipo mientras estuviera inconsciente, pero también podía activarlo de forma manual, como ahora. El traje lanzaría una descarga eléctrica para dejar a mi agresor K.O., y así me aseguraría de que nadie me quitaba la máscara mientras estuviera incapacitado. Pero solo tenía un uso, así que cuando esta batalla infernal terminara, tendría que volver a activarlo.

Pero lo que le dije a Damian no era ninguna mentira, puesto que aunque mi traje fuera un aislante, otra cosa diferente era que me dispararan con mi propio táser, que tenía un gancho capaz de perforar el Kevlar. Entonces sí que probablemente me hubiera dejado frito con una descarga de 100.000 voltios...

—¡Dispárale ahora!— grité, viendo como el monstruo se retorcía de dolor a mis espaldas.

Corrí hasta posicionarme cerca de Damian, mientras observaba con cautela los siguientes movimientos de Beast Boy, y saqué del contenedor del guante un par de bombas de humo y gas lacrimógeno. Esperé a que Damian se preparara para lo que estaba por venir.

—Nada de contacto físico con Garfield… — advertí. Estaba claro que nos iba a destrozar con aquella fuerza que tenía, y nuestros cuerpos humanos no serían capaces de resistirlo, así que el mejor plan de ataque en aquellos momentos era esquivarle y lanzarle cosas… hasta encontrar a Conner, que probablemente estaría durmiendo a pierna suelta en su cuarto, y pedirle que controlara con su superfuerza al Ex-Titán. Ahora mismo, era el único de la base que podía competir con él.

De pronto se escuchó una fuerte explosión en los pisos de arriba, y segundos más tarde, alguien debió de activar la alarma general, puesto que empezó a emitirse un sonido molesto y estridente por todo el Monte Justicia, mientras que las luces de emergencia empezaron a parpadear intermitentes, tiñendo el gimnasio de un tono rojo escarlata.

—Vale, cambio de planes. Tenemos que despistar a Garfield y encontrar al resto de la liga… — sin pensarlo ni un momento más, lancé las bombas de humo y de gas lacrimógeno para distraer a Logan, y corrí en dirección a la salida del gimnasio.

Necesitaba saber urgentemente que era lo que estaba pasando. Por qué Garfield se había convertido en nuestro enemigo, y quién estaba bombardeando la parte superior de la montaña. Necesitaba comprobar que el resto de mis compañeros estaban bien, y elaborar conjuntamente un plan para detener lo que sea que estaba sucediendo. La Young Justice siempre debía estar unida ante la adversidad, y si nos manteníamos juntos seríamos capaces de derrotar a cualquier enemigo que se nos pusiera por delante. Confiaba ciegamente en ello.

El miembro 'Damian Wayne Al Ghul' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

---

'Dado de 10' : 1

Estaba rebuscando en el laboratorio, cuando escuchó el ruido de golpes haciendo eco en el pasillo. ¿Otra pelea? Eso sólo podía significar una cosa… Y no quería siquiera pensar en qué Titán podría haberse vuelto loco esa vez. Dejó de rebuscar por los armarios, dejando todo tal cual lo había desordenado en su búsqueda, y salió a toda prisa de la sala. Para aquel entonces, los golpes habían dado paso a una voz gutural y rasposa, que Dolphin no lograba reconocer. No hacía falta: El mero sonido le había puesto la carne de gallina, y la conciencia de que seguramente se tratara de otra de las criaturas de Raven la hizo correr todavía más rápido.

Por suerte, no estaba muy lejos. Por desgracia, alguien debía de haber soltado algo en el aire, que hizo estornudar a la atlante. No estaba lo suficientemente cerca del origen como para verse afectada, pero eso ya le dio la pista de que, fuera quien fuera la persona que estaba peleando con el monstruo, estaba tomando medidas. O eso, o el propio sirviente de Raven era capaz de liberar algún tipo de gas…

¿Sinceramente? Prefería no pensar en eso, no hasta ver con sus propios ojos qué estaba pasando en el gimnasio.

Y no tuvo que esperar demasiado para averiguarlo. Para empezar, estuvo a punto de chocarse con un Nightwing que tenía aún más prisa en salir de la sala que ella de entrar, y eso ya era mucho. Dolphin lo miró por un momento, interrogante. Esperaba que el antiguo protegido de Batman le dijera qué había pasado, o si le podía ayudar de alguna manera. Además, con un poco de suerte, podría preguntarle si había alguna manera de parar a Conner, antes de que destruyera todo el Monte Justicia… O a alguno de sus habitantes.

- ¡Diiiiick! ¡No corras! ¡Quiero comerme tu cereeeeebro!-La criatura que estaba persiguiendo a Dick no les dio tiempo para organizarse, sin embargo. Volaba en su dirección, y si la atlante ni siquiera sabría poner un nombre al ser en el que se había transformado; muchísimo menos reconocería a Garfield en esa forma monstruosa. Nunca lo había conocido en persona, y aunque su curiosidad la había llevado a preguntar por él, Beast Boy seguía siendo un completo desconocido para ella.

Si hubiera sido de otra forma, quizás no le habría disparado ese rayo de energía a bocajarro, tan pronto como se puso a tiro.

Pero lo hizo, liberando buena parte del poder que había ido recobrando desde su encuentro con el primero de los secuaces de Raven. Esperaba que eso lo mantuviera entretenido al menos el tiempo que necesitaba para comunicarle a Dick lo que sabía de momento. Sus dedos se deslizaron rápidamente por la pantalla de su comunicador, sin apenas necesidad de leer lo que había escrito en ella. Se había tomado su tiempo para memorizar cada uno de los mensajes que había almacenados, para poder utilizarlos lo más fluidamente posible en una situación como esa.

-Dos más. Intrusos. Uno es Superboy. Otro neutralizado.-Una voz femenina, ligeramente metálica, resumió de la forma más seca y aséptica imaginable toda la tensión por la que habían pasado esa tarde. La lucha con Shawn, la sorpresa y el terror de ver a Bart a punto de ser devorado vivo, la proposición que no había podido aceptar y las súplicas de Conner… Todo ello, contenido en apenas ocho palabras. Sabía que el comunicador era necesario, le permitía expresar lo que pensaba mucho más deprisa. Pero, a veces… Le daba la sensación de que era un impedimento más. Un filtro que, de alguna manera, borraba sus emociones, y la hacía sonar como si nada de lo que estaba pasando le importara.

Lo tenía a tiro. Garfield se estaba retorciendo de dolor con la última corriente eléctrica de la activación de emergencia de mi traje. Era el momento perfecto para asestarle el golpe de gracia. Pero Damian no disparó. ¿Por qué? No lo entendí. Quise preguntarle, pero no había tiempo que perder. Debíamos marcharnos lo más rápidamente posible del gimnasio antes de que la Gárgola se abalanzara de nuevo sobre nosotros y nos aplastara con aquella fuerza sobrehumana.

Una pantalla de humo cubrió la habitación por completo, y me dirigí sin más dilación a la salida más próxima. Escuché que Damian detenía sus pasos a mi espalda, pero no le di la menor importancia. Quizás se estaba ajustando el antifaz para poder ver mejor por la contaminada sala. O quizás se le había ocurrido alguna manera efectiva de contraatacar a nuestro enemigo.

Seguí adelante sin mirar atrás, esperando que el hijo de Bruce Wayne hiciera lo mismo. Reaccioné a tiempo de defenderme cuando sentí otra presencia que se abalanzaba sobre mí. Cargué mis sticks de electricidad para asestar el golpe final cuando me detuve a escasos centímetros del dulce rostro de Dolphin. La Atlanta se llevó un susto al verme y casi nos chocamos.

- ¡Diiiiick! ¡No corras! ¡Quiero comerme tu cereeeeebro!

Vi las intenciones de la mutante en su mirada, y realicé rápidamente una pirueta que me situaba al otro lado del pasillo en el momento del disparo, dejándole a Dolphin vía libre para atacar a Logan.

—Qué mal gusto tienes con la comida, Gar— confesé, mientras veía como el rayo de luz alcanzaba el cuerpo verdoso del ex-Titán.— Aunque sin duda te harías más inteligente…

Dolphin se acercó a mí con apremio y noté por su lenguaje corporal que estaba muy tensa y estresada. Diría incluso que se sentía aterrorizada. Algo muy grave había sucedido en la parte superior de la base, y estaba a punto de descubrir la razón de todo aquel montaje...

—Espera, ¿Superboy? No fastidies… — aquello sí que eran malas noticias. Con Conner del lado de los malos, la balanza se acababa de inclinar considerablemente contra nosotros. Estábamos jodidos. Pero no podía sentirme abatido en aquellos momentos. No había tiempo. Necesitaba pensar en algo y rápido.

Lo primero que se me ocurrió fue darle uso a la archiconocida Kyrptonita, la enemiga mortal de todos los habitantes del antiguo planeta Krypton. Pero por desgracia para mi, no había ninguna muestra en la base de los Titanes. Batman, en cambio, sí que tenía varias de esas famosas piedras verdosas en su Batcueva. Hubiera estado bien que me prestara alguna, pero no había tiempo de hacer una visita a la mansión Wayne. Bruce estaba desaparecido, y dudaba que Alfred pudiera enviarme una a tiempo, así que tenía que pensar en otra cosa…

—¡La Luz Roja! —exclamé por fin, golpeándome la cabeza con la palma de la mano. Había visto más de una vez como los rayos radioactivos habían anulado los poderes del Superchico al quedar completamente expuesto a su luz roja. Pero desgraciadamente no llevaba ningún emisor conmigo. Es decir, ¿Quién narices llevaba encima una linterna de radiación electromagnética de larga longitud de onda?

De pronto, se me ocurrió algo.

—¡Damian! ¡Ve a buscar a Esfera y a Lobo! Tengo una idea….— Y es que aquellos dos peculiares seres, eran los mejores amigos de Conner y podrían ayudarnos a devolverle a la normalidad. El monstruoso lobo blanco tenía una fuerza sobrehumana, y aunque no contrarrestrara la de su amo, quizás tendríamos alguna posibilidad de hacerle reaccionar de forma positiva gracias a su estrecho vínculo. Esfera, en cambio, era una máquina extraterrestre creada con la tecnología de apocalipsis, pero que a su vez era una entidad con una personalidad muy particular. Si usaba la tecnología de la Esfera a nuestro favor, podría conseguir que proyectara láseres de Luz Roja contra Superboy, y así debilitarlo para hacerle entrar en razón.

Pero nadie a mi lado contestó, y temí lo peor. Damian se había quedado atrás, probablemente seguía en el gimnasio… pero si Garfield estaba en el pasillo eso sólo podía significar una cosa…

—¡Mierda, joder! — mi máxima prioridad había cambiado. Primero tenía que encontrar al hijo de Ra’s al Ghul y asegurarme de que seguía vivo— Dolphin, necesito que entretengas a Beast Boy lo máximo que puedas. — le dije con una expresión en el rostro seria y llena de preocupación.— Si las cosas se ponen realmente feas, no hagas ninguna estupidez. Usa los túneles subacuáticos que conectan directamente con el mar, y espéranos fuera de la montaña.

Tenía una cosa muy clara. El ataque había sido bien planeado, y nos había pillado a todos por sorpresa. No estábamos preparados. De hecho, ni siquiera estábamos todos los miembros de la Young Justice en la base. Si éramos incapaces de hacer frente a aquella amenaza, lo mejor era retirarnos a tiempo. No podía permitir que mis amigos pusieran en peligro sus vidas por culpa de mi ineptitud como líder.

Estábamos divididos y atrapados dentro de la montaña, y eso suponía una gran desventaja. Lo mejor era conseguir agruparnos y usar los recursos de la base a nuestro favor. Y si todo salía mal, llevar la batalla al aire libre. Lo último que quería era convertir el Monte Justicia en la tumba de la Young Justice…

Esquivé el siguiente ataque de Gar-Gola con una pirueta, y volví a cruzar corriendo el pasillo hasta llegar al fondo. El gimnasio parecía estar exactamente igual que varios minutos atrás, a excepción de los destrozos que había hecho la bestia verde. No había ni rastro del pequeño Damian, pero tirado en el suelo estaba un tubo alargado de marfil que rápidamente reconocí como el silbato de Goliath. Sin pensarlo dos veces soplé por el pequeño cráneo. Esto debió de ser el motivo por el cual Damian se detuvo…

Entonces me fijé. La piscina estaba tapada con la cubierta metálica. No recordaba haberla dejado así…

—Maldita sea...— me acerqué a los controles de la piscina y saqué rápidamente del compartimento de mi guante la boquilla que me permitía respirar bajo el agua. Me la metí en la boca y salté al estanque de agua, a tiempo de ver una especie de capullo verdoso enganchado en la pared lateral de piedra. Una pequeña cabecita asomaba por uno de los extremos moviéndose de un lado a otro, tratándo de deshacerse del material pegajoso.

Me acerqué a Damian nadando lo más rápido posible e inhalé todo el aire que pude del aparatato respiratorio, antes de pasárselo y colocárselo en la boca para que pudiera respirar. No tenía ni idea de cómo separarle de aquella sustancia pegajosa, y primero probé de cortarla con el lado afilado de un Wing-Ding…

FDI: Tiro los dados para probar suerte con Goliath otra vez xD

El miembro 'Dick Grayson' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

---

'Dado de 10' : 2

El miembro 'Damian Wayne Al Ghul' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

---

'Dado de 10' : 6

1º tirada: ataque a Dolphin.

2º tirada: defensa contra el silbato de Damian.

El miembro 'Raven' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

---

#1 'Dado de 10' : 6

--------------------------------

#2 'Dado de 10' : 7

El miembro 'Raven' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

---

'Dado de 10' : 8

[Tirada]

El miembro 'Dolphin' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

---

'Dado de 10' : 9

Desde que se había unido a los Titans, Dolphin tenía momentos así de vez en cuando. A veces, y por mucho que intentara acostumbrarse, se sentía totalmente fuera de su elemento. No había estado presente durante muchos de los acontecimientos que habían forjado el grupo, y su relación con muchos de sus miembros era casi nula. Había pasado un año completo desde su llegada... Y aún así, sus cejas se arquearon cuando Dick mencionó la Luz Roja. No sabía de qué se trataba... O para qué pretendía usarla, de todas formas.-Dolphin, necesito que entretengas a Beast Boy lo máximo que puedas. -Afortunadamente, eso era algo que sí podía hacer. Sus manos escamosas se cerraron en puños, y la chica asintió con determinación. Confiaba en que Dick tendría un plan, y se encargaría de encontrar a Damian. Desde su punto de vista, y aunque agradecía la preocupación de Nightwing, huir no era una opción. Al menos, de momento.

Siguió con la mirada al antiguo compañero de Batman mientras iba hacia la piscina, y se preparó para saltar sobre Beast Boy... Cosa que no fue necesaria, ya que él se le adelantó. El golpe la hizo retroceder un paso, aturdiéndola, y apenas había recuperado la posición de combate cuando la gárgola la derribó y se puso encima suyo. Su espalda golpeó el suelo, arrancando un mudo quejido de su garganta. Se había distraído demasiado... Y ahora estaba metida en un lío del que no sabía si podía salir. Forcejeó, intentando deshacerse de las garras que se cerraban en torno a sus muñecas como grilletes. -Es una pena que no puedas hablar. Pero, si pudieras, creo que tu línea sería: “Abuelita, abuelita, qué dientes más largos tienes”, y yo respondería: "¡Son para comerte mejor!".-Dolphin ni siquiera se molestó en intentar entender la referencia. Sin embargo, podía ver las intenciones del antiguo Titán con claridad meridiana, y no le gustaban en absoluto. Arqueó su cuerpo para darle una patada, intentando apartarlo y mantenerlo a una distancia cómoda. Lo fue ni mucho menos tan efectivo como el silbato de Damian.

El sonido fue tan molesto como la primera vez, al menos para ellos dos. Garfield se llevó las manos a los oídos para protegerse del sonido, liberándola, y la atlante lo imitó en el acto. Después de rodar fuera de su alcance, por supuesto: No planeaba dejarse atrapar de nuevo si podía impedirlo. Miró a su alrededor, frenética, mientras la criatura verde revertía a lo que parecía ser su forma original. Dick y su "hermano" estaban en el borde de la piscina, empapados pero a salvo, y parecía que estaban haciendo alguno de sus famosos planes. Dolphin respiró hondo, aliviada, y alzó los puños en actitud defensiva. Su intuición le decía que, aunque pareciera estar regresando a la normalidad... Algo estaba mal.

Ojalá se hubiera equivocado, y Beast Boy se hubiera librado de la influencia de Raven tan fácilmente como Savage. Pero no: Ese paso atrás tan sólo le había servido para coger carrerilla, para transformarse en algo todavía más monstruoso. Su forma ahora recordaba más bien a uno de los monstruos salidos del Abismo, un demonio del mar como el que había sido Corum Rath al final de su vida. Con la boca de una lamprea, los tentáculos de un pulpo abisal y decenas de partes humanas... Los otros secuaces de Raven casi parecían menos intimidantes en comparación. Dolphin no se dio cuenta de que estaba conteniendo el aliento hasta que uno de esos tentáculos se lanzó hacia ella, obligándola a saltar bruscamente a un lado para evitarlo. Nunca le había gustado la idea de ser devorada o aplastada por un monstruo gigante... O dejar que alguno de sus amigos lo hiciera.

Tenía que sacar a Dick y al niño de ahí.

La atlante nunca huía si podía evitarlo. Nunca. No había retrocedido ante la Deriva, ni ante las tropas de no-muertos en las que se habían transformado, ni ante el mismísimo dictador de Atlantis después de que este fuera poseído por la Oscuridad Abisal. Pero en ninguna de esas situaciones había sentido que tuviera que proteger a nadie. Y, esa vez... Sabía que no podía lanzarse a luchar ciegamente, esperando que sus compañeros hicieran lo mismo. Si ese monstruo podía hacerle daño de verdad a ella... ¿Qué haría con Dick y Damian si los atrapaba? Tenía muy claro que ambos se podían valer por sí mismos, uno de esos respiradores de aire era el líder del grupo. Pero había que ser realistas, y devolver la preocupación que Nightwing le había ofrecido al pedirle que huyera para ponerse a salvo si ocurría lo peor. Sentía que se lo debía.

Disparó una última esfera de energía, intentando apuntar a la boca de la criatura, y corrió junto a los dos humanos sin mirar siquiera si había dado en el blanco. Estaban cerca de la piscina y tenían un respirador con ellos, eso era bueno. Con gestos nerviosos, señaló a los dos, a sí misma y al agua, intentando convencerlos de que se dejaran llevar a través del túnel subacuático. En ese momento, era la salida más segura según su punto de vista, aunque no sería precisamente fácil nadar llevando consigo a dos personas por muy pequeña que fuera una de ellas. Aunque... Quizás Garfield decidiera perseguirlos. ¿Y... Por qué estaba haciendo tanto calor? Esperaba que no apareciera otro invasor más, con poderes de fuego... -Supongo que tendremos que posponer nuestra salida a comer chop suey. -Giró bruscamente la cabeza en dirección al origen de la voz. Los dos chicos con los que había empezado esa locura estaban ahí. En parte, se alegraba de ver que Bart había cuidado de Shawn, lo había vestido y le había dado algo que parecía un arma... Pero, por otra parte, no podía aparecer en peor momento. Kid Flash sería de ayuda para derrotar o escapar del monstruo verde, pero Shawn... Esperaba que tuviera un as bajo la manga, o que permitiera que Bart lo sacara de allí a supervelocidad.

La situación se había vuelto aún más de locos, si eso era posible, antes de que me pudiese dar cuenta Bart y yo escapamos rumbo a la cocina para que este pudiese recuperarse, la verdad es que se notaba la acumulación de cansancio en el cuerpo del enérgico velocista. Estaba preocupado por ese extraño ser que parecía tener habilidades semejantes a las más, su oponente era muy poderoso y había dejado claro sus intenciones de aniquilarnos a todos. Pero en esa lucha de titanes mi presencia no era más que un estorbo, solo esperaba que cuando regresáramos nuestro aliado siguiese con vida, aunque había bastantes más posibilidades de que antes se nos derrumbase el edificio encima; sin duda ambos combatientes tenían una capacidad destructiva demasiado alta como para no preocuparse por la seguridad de la infraestructura.

Tras abastecerse de nuevo con energía, Bart no perdió el tiempo y tocándome comenzó a vibrar sobre si mismo transmitiendo dicho efecto a mi cuerpo, provocando que atravesásemos el suelo como si nunca hubiese existido. Era una sensación extraña, como si estuviese pero no estuviese, tras volver a materializarnos completamente mi cuerpo no fue capaz de aguantar tanto movimiento y reaccionó vomitando abruptamente al lado del pelirrojo.

Con un gesto con la mano me limpie la poca baba que me quedaba en la boca y le pedí disculpas a mi compañero, el cual pareció no molestarle (seguramente ya demasiado acostumbrado a que el metabolismo de las personas comunes no puedan aguantar su ritmo) y rápidamente abrió todas las taquillas.

Volver a estar vestido fue un alivio, no es que una camiseta y unos vaqueros me fuesen a proteger mucho del apocalipsis que se estaba desarrollando entre las paredes de la base, pero ya solo el simple hecho de no tener que ir corriendo en calzoncillos entre hordas de demonios me tranquilizaba; sin contar que no es que me hiciese mucha gracias que toda una panda de desconocidos me hubiese visto en bolas.

Bart me dio un breve resumen sobre el armamento disponible, decidiendo coger todas las flechas a nuestra disposición así como una granada sónica para intentar tumbar al grandullón de antes. Nunca había dado clases de tiro con arco por lo que no poseer dicha arma tampoco era una gran desventaja, tendría que apañármelas solo con los proyectiles. Rompiendo con la rodilla cada una de las flechas, me quedé solo con las puntas de estas.

Mientras tanto, Bart se había vuelto a distraer como antes con la llamada a su amiga, pero esta vez su atención estaba en unas pequeñas piedras de diversos colores que parecían ser posesión de Dolphin. En parte entendía su comportamiento, para alguien al cual un segundo le parece eterno, el perder el tiempo nunca le conllevaba un problema; pero aún así no pude evitar carraspear para llamar su atención.

Un fuerte ruido proveniente de una sala cercana finalmente hizo regresar a Bart, el cual me cargó hacia el origen del estruendo para ver con horror una amorfidad monstruosa con numerosos tentáculos y de color verde que casi provoca que volviese a vomitar. Bart parecía conocerlo, puesto que no reaccionó tan exagerado como yo, ¿ Acaso Raven también había poseído a otro de sus amigos? De repente recuerdos difusos se formaron en mi cabeza, imágenes sueltas de mi tiempo poseído por aquel demonio: Entre las hordas que la Titán había convocado había una extraña persona de color verde que se había transformado en una especie de gárgola enorme preparado para el asalto a la torre, lo que más me extrañó era ver que el ente que tenía control de nuestro cuerpo lo llamaba hermano. ¿ Acaso eso significaba que aquella cosa verde también estaba bajo el control de un demonio relacionado con el mío?

La broma de Bart hizo que dejase mis pensamientos, la verdad era que agradecía que incluso en una situación como esta hubiese alguien que intentase subir los ánimos. Aún así no pude evitar empezar a sudar por la tensión, ¿ o acaso la temperatura estaba comenzando a subir de forma desorbitada? Menos mal que no tenía a Savage conmigo o estaría pasándolo francamente mal. Tenía miedo de si este también se había librado de la influencia demoníaca o simplemente al dejar de estar en contacto con el simbionte yo pude liberarme. Esto último me preocupaba, desde la operación nunca estuve separado de Savage, tenía miedo a que el cáncer reapareciese, pero por ahora no había notado ningún efecto.

Pero ahora tenía que centrarme o quizás no saliese de esta. Una mirada a toda la sala hizo que notase con alivio la presencia de Dolphin al otro lado de la sala protegiendo dos cuerpos mojados que no eran ni más ni menos que Nightwing y Robin, dos de los héroes más famosos de Gotham y miembros del escuadrón de Batman, hasta tenían una maldita hamburguesa con su nombre.

Verlos mojados hizo que se me ocurriese una idea, dudaba que una sola de estas flechas ayudase a tumbar a ese coloso, pero si aprovechaba la conductividad de la piscina quizás pudiésemos dejarlo KO. El problema era como mover esa masa de tentáculos gigante hasta hacerlo caer al agua. Como si me leyese el pensamiento, Bart dio un gran salto y comenzó su propio plan para inmovilizarlo, empleando las combas de la sala a modo de cuerda par atarlo; una idea muy ingeniosa.

Sin perder tiempo lancé la punta de la flecha eléctrica hacia el agua de la piscina, impactando en ella para trnasmitir toda su potencia eléctrica a la masa acuosa. Teníamos que aprovechar la confusión temporal de la criatura para que cayese en la trampa o quizás no tendríamos una oportunidad tan buena.

-¡ Rápido, que alguien le empuje !- grité mientras sacaba una flecha flecha explosiva listo para lanzarla en caso de que el plan fallase y el enemigo se liberase.

 


off: tiro dados para saber si algún tentáculo me captura o me hiere

El miembro 'Damian Wayne Al Ghul' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

---

'Dado de 10' : 8

[Tirada de dados para ver si el tentáculo me atrapa]

El miembro 'Dick Grayson' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de dados

---

'Dado de 10' : 10

En cuanto alcancé a Damian ya me di cuenta de que el chico estaba librándose sin problemas de la sustancia viscosa de Garfield. Fue muy inteligente usando el láser para desengancharse del moco verde, y en cuanto liberó los miembros estiré de su cuerpo para sacarle por completo. Nadamos hasta la superfície de la piscina y fue entonces cuando le pregunté:

— ¿Estás bien?

Pero Damian parecía más preocupado por los demás que por su salud. Tenía razón con sus palabras, y fue entonces cuando le expliqué que Superboy también se había convertido en nuestro enemigo. Aquella información todavía me desconcertaba… ¿Qué era lo que les había pasado a Garfield y a Conner para que se volvieran así?

Llegamos a tiempo para ver cómo la gigantesca gárgola se abalanzaba sobre el cuerpo de Dolphin. Damian fue más rápido en actuar con consecuencia, y usó de nuevo el silbato con el que llamaba a Goliath. Yo lo había probado antes, pero nada había sucedido, así que no entendí muy bien cuales eran sus intenciones hasta que la criatura verde empezó retorcerse, llevándose las zarpas a los oídos por culpa del estridente silbido.

Por un instante me sentí esperanzado de ver como el tamaño de la gárgola se reducía lentamente hasta insinuar la conocida silueta de mi amigo Logan, pero aquella transformación no duró ni dos segundos. Garfield volvió a crecer, haciéndose cada vez más monstruoso hasta adoptar el aspecto de una criatura casi mitológica. Me sentí horrorizado al observar tal degeneración de criatura que por un momento perdí el sentido de la situación. Las piernas me pesaban y notaba como un nudo crecía en mi estómago hasta alterar mi ritmo cardíaco. Hacía mucho tiempo que no sentía ese miedo espeluznante recorrer mi cuerpo. Temía por las vidas de mis compañeros, así que me sentí aliviado cuando Dolphin se acercó a nosotros proponiendo un plan de huida.

Estaba sin ideas y la situación escapaba a mi control. Si al menos supiera el origen del mal que afectaba a Garfield podría intentar pensar en algo. Pero todo estaba sucediendo muy deprisa y mi mente estaba en blanco. Nosotros tres no seríamos capaces de derrotar solos a una criatura de tales dimensiones. Cualquiera de sus tentáculos podría reventarnos los órganos si nos atrapaba… y más a dos humanos sin poderes como éramos Damian y yo. No había por donde cogerlo, no le veía otra salida más que huir de la base y pedir ayuda…

Y la ayuda llegó antes de lo esperado. El velocista apreció junto a un individuo sin identificar y empezaron a elaborar un rápido plan contra la hidra. Al principio me costó saber cuales eran sus intenciones hasta que el desconocido lanzó una flecha eléctrica en la piscina, impidiendonos así la huida. Peligroso, pero a la vez brillante. No había tiempo para pensarlo más, teníamos que improvisar.

Lancé varios wingdings a Garfield, que se engancharon a los diferentes tentáculos de la criatura y se detonaron a los tres segundos, haciéndole vacilar y creando así una pequeña cortina de humo. Eso me dio el tiempo suficiente para saltar en dirección a la hidra esquivando los poderosos tentáculos que se movían incontrolados por el gimnasio. Saqué del compartimento de mi guante una de las bombas congelantes de Batman y apunté a la parte más cercana que había entre la hidra y la piscina. Tras lanzarla, el suelo que quedó detrás de Garfield se recubrió con una fina capa de hielo que permitiría hacer resbalar al enemigo en dirección a la piscina electrificada. Ahora sólo hacía falta un pequeño empujón para que el monstruo tomara contacto con el suelo resbaladizo.

— ¡Ahora! —  grité, esperando a que todos nos pusieramos de acuerdo para empujar a la hidra. Me aparté de Garfield con una acrobacia y agarré del cable que había preparado Bart para estirar con toda la fuerza que me quedaba en el cuerpo.